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1 Teorías feministas: introducción


Nombre: Evelyn Sofía Ochoa Covarrubias
La teoría feminista constituye esa parte de investigación reciente sobre las
mujeres que implícita o formalmente presenta un sistema de ideas general y de
gran alcance sobre las características básicas de la vida social y la experiencia
humana comprendidas desde una perspectiva centrada en las mujeres. En primer
lugar, su principal «objeto. de investigación, el punto de partida de todas sus
investigaciones, es la situación (o las situaciones) y experiencias de las mujeres
en la sociedad.
Esta comunidad incluye a personas afamadas que son escritores y escritoras
creativas, a personas que se consideran a si mismas fundamentalmente como
activistas políticos, a defensores de las mujeres de color y a escritores de varias
comunidades intelectuales europeas o del Tercer Mundo l. Segundo, las
sociólogas feministas, al igual que otros teóricos feministas, sólo parcialmente
orientan sus esfuerzos a extender su disciplina de origen. Mucho más importante
para toda investigación feminista es el desarrollo de una comprensión crítica de la
sociedad orientada a cambiar el mundo social en direcciones consideradas más
justas y humanas. Tercero, la mayoría de los sociólogos han dudado si incorporar
la teoría feminista a la sociología o no, y ello se debe, por un lado, a que la teoría
parece extremadamente nueva y radical; por otro, a que muchos de sus creadores
no son sociólogos y, por último, a que dudan de las credenciales científicas de un
esfuerzo de investigación bastante vinculado al activista. El empuje de la teoría
feminista contemporánea procede de una pregunta engañosamente simple: ¿Qué
hay de las mujeres? En otras palabras, ¿dónde están las mujeres en la situación
que se está investigando? Si no están presentes, ¿por qué no lo están? ¿Y si lo
están, qué es lo que hacen exactamente? ¿Cómo experimentan la situación?
¿Cómo contribuyen a ella? ¿Qué significa para ellas?
¿Las consecuencias de intentar responder a la cuestión básica del feminismo qué
hay de las mujeres?» han sido revolucionarias. Súbitamente la comunidad de
intelectuales contemporáneos descubrió que lo que había sido considerado
durante mucho tiempo como el universo de la experiencia era realmente una
visión particularista de actores y experiencias masculinas. El reconocimiento de un
grupo de actores completamente nuevo requiere una reconstrucción de nuestra
comprensión y construcción de toda situación social. Las mujeres, proclamaron
con júbilo las feministas, podían reclamar «la mitad del firmamento.
Y, en realidad, el resultado fue que, más que descubrir a través de la lente de un
nuevo telescopio una multitud de estrellas no detectadas hasta el momento, se
halló una configuración fundamentalmente nueva de cada constelación no político.
Conforme se difundió el movimiento de las mujeres, el círculo de feministas que se
plantearon preguntas derivadas de la cuestión femenina se ha ampliado. Una
consecuencia de esto es el escrutinio profundo de la monolítica igualdad implicada
en la frase las mujeres y una conciencia mayor del significado teórico de las
diferencias entre las mujeres: clase, raza, edad, preferencia afectiva, religión,
etnicidad y localización mundial. Al responder a la pregunta ¿Qué hay de las
mujeres? las feministas saben ahora no sólo que las mujeres están desigual e
invisiblemente presentes en las situaciones sociales, y que desempeñan papeles
importantes pero diferentes de los visibles y privilegiados hombres, sino también
que las características de invisibilidad, desigualdad y papel están profundamente
influidas por la posición social de la mujer, es decir por su clase, su raza, su edad,
su preferencia afectiva, su religión, su etnicidad, y su localización mundial.
Para entender el significado de la convergencia actual entre la teoría feminista
y la sociología, es preciso analizar dos corrientes anteriores de trabajo intelectual.
En primer lugar, figura la tradición de los escritos feministas, que ha constituido
una parte de la memoria occidental de la protesta social durante casi trescientos
años, una tradición que proporciona los fundamentos a la teoría feminista
contemporánea y que formó parte del entorno dentro del cual se formó la
sociología. En segundo lugar, está la postura profundamente ambivalente que
adoptaron los sociólogos entre la década de 1840 y la de 1960 sobre la cuestión
de la desigualdad de los géneros.

Comentario personal:
En lo personal puedo observar que el movimiento feminista es en cierto sentido la
perspectiva feminista ha existido siempre. Allí donde las mujeres han sido
subordinadas, situación que ha existido casi siempre y en casi todas partes, han
reconocido su situación y protestado por ella. En el mundo occidental la historia
del feminismo comienza con los escritos publicados de protesta. Salvo alguna
excepción, estos escritos vieron la luz por vez primera en la década de 1630 y
continuaron publicándose sin demasiada fuerza, pero persistentemente durante
aproximadamente 150 años. Después, durante los dos siglos que median entre
1780 y nuestros días, los escritos feministas se convirtieron en un esfuerzo
colectivo relevante en el que aumentó y se amplió la cantidad de participantes y el
alcance de su crítica. (Se pueden encontrar descripciones más completas de las
ideas de las primeras feministas)

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