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El documento argumenta que debería ser obligatorio presentar el carné de vacunación para actividades presenciales porque serviría como un incentivo para que las personas que no se han vacunado por voluntad propia lo hagan, ayudando a acelerar la inmunización de la mayoría. El estado debe implementar políticas para reducir las desigualdades en torno a la vacunación y restringir el acceso de quienes se niegan a vacunarse, ya que ponen en riesgo la salud pública.
El documento argumenta que debería ser obligatorio presentar el carné de vacunación para actividades presenciales porque serviría como un incentivo para que las personas que no se han vacunado por voluntad propia lo hagan, ayudando a acelerar la inmunización de la mayoría. El estado debe implementar políticas para reducir las desigualdades en torno a la vacunación y restringir el acceso de quienes se niegan a vacunarse, ya que ponen en riesgo la salud pública.
El documento argumenta que debería ser obligatorio presentar el carné de vacunación para actividades presenciales porque serviría como un incentivo para que las personas que no se han vacunado por voluntad propia lo hagan, ayudando a acelerar la inmunización de la mayoría. El estado debe implementar políticas para reducir las desigualdades en torno a la vacunación y restringir el acceso de quienes se niegan a vacunarse, ya que ponen en riesgo la salud pública.
Otra razón para considerar que sí debe ser obligatorio contar con el carné de
vacunación en las diferentes actividades presenciales, es que el uso de este
documento serviría como un estímulo para la inmunización de quienes no se vacunaron por voluntad propia. Para fundamentar este argumento, es necesario entender estimulo como una forma de provocar que alguien, por medio de imposiciones o exigencias, realice beneficiosamente acciones cuya finalidad sea el bienestar común de la población. De acuerdo a esta definición, se necesitaría aplicar medidas imperativas contra problemas de afectación general que garanticen la seguridad y salud de toda la población. Asimismo, la búsqueda del bienestar tiene que ser una responsabilidad del estado, la población y de las empresas. Por otro lado, en el caso de las personas que no se vacunaron por decisión propia no deberían presentar las mismas oportunidades de acceso que quienes si acataron las normas de prevención. Por todo lo mencionado, contar con el carné de vacunación como incentivo permitiría una acelerada inmunización en la mayoría de las personas. En resumen, debe ser de uso obligatorio el carné de vacunación para llevar a cabo actividades de ámbito presencial, puesto que, sería de gran ayuda en el combate contra la propagación del covid-19. Además, contar con este documento serviría como estímulo para la inoculación de aquellos que no fueron vacunados debió a su negativa. Por ello, el gobierno mediante políticas estatales debe aminorar las desigualdades que se presentan entorno a la vacunación y, de igual forma, hacer uso de restricciones hacia las personas que no quieren vacunarse. Esto debido a que están atentando contra la salud pública.