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Respecto al concepto al concepto de realidad, desde lo compartido hasta el momento

se puede percibir dos puntos de vista: uno interno, es decir, todo lo relacionado con el ser
humano y sus ideas, emociones y voluntad – psicología. Por otro lado, se encuentra el
externo, es decir, todo lo relacionado con el cosmos y/o universo, el entorno que le rodea al
hombre – ciencias empíricas. En efecto, éstas serán las ideas para argumentar.

En primer lugar, se ha manifestado que realidad es todo aquello relacionado al


mundo de las ideas, emociones y voluntad y con ello se establece una relación con la
realidad vivencial, lo que se experimenta día a día. Sin embargo, dentro de las categorías
epistemológicas éste saber se encuentra en la categoría del conocimiento vulgar, es decir,
que no se posee el estatus del conocimiento científico, ni filosófico ni teológico, entre otras.
Por tanto, tal conocimiento o percepción de la realidad no es confiable para generar ciencia
salvo los casos de psicología o periodismo, entre otras, que a partir de entrevistas e
interrogatorios logran convertir las experiencias extremas de violencia, rechazo, abandono,
y, a su vez, las experiencias positivas como la aceptación, la escucha, el acompañamiento y
demás, en un conocimiento valioso para comprender el comportamiento humano.

Por cierto, según cuentan los historiadores respecto a los inicios de la Grecia Clásica
los primeros filósofos buscaron una explicación racional en los elementos de la naturaleza
como el aire, el fuego, el agua, la tierra y ello fue la “ciencia” de la época, de hecho, estas
premisas definieron el concepto de realidad, pero cómo se sabe de antemano hoy gracias al
avance científico se sabe que estas ideas eran erradas ya que fueron planteadas en base a
observaciones superficiales, hechas “al ojo”, sin método ni verificación aunque no se les
puede juzgar para evitar el anacronismo, pero sirve para demostrar que las experiencia
humana – sin formación técnica y científica, no es un conocimiento fiable salvo las
excepciones nombradas anteriormente.

En segundo lugar, se ha definido la realidad en base a la observación científica, es


decir, todo aquel saber exacto como las matemáticas, física, química, biología, entre otras,
que se hace desde un método en particular nos da una perspectiva precisa sobre aquello que
se percibe como realidad en relación con al universo. En suma, esta noción de realidad se le
denomina positivismo que es la corriente filosófica que sostiene y sustenta que solo el
conocimiento científico es confiable y viable, seguro y verdadero, en tanto lo demás, como
la ética, la moral, la religión, entre otros, están dentro de la categoría de emotivismo lo cual
no es propio del hombre pensante, del homo sapiens, dicho en términos evolutivos. Sin
embargo, percibir la realidad única y exclusivamente desde el positivismo genera algunos
problemas relacionados con la antropología, por ejemplo: ¿por qué el hombre posee la
capacidad intelectual de crear canciones, poesía, mitos, entre otros? De ahí que, todo saber
tiene sus ventajas y desventajas a la hora de solucionar problemas, por tanto, nuestra noción
de realidad es una construcción que avanza progresivamente, a pesar de, los absolutos que
ya poseemos y que se constituyen en patrimonio de la humanidad, tal cual y como lo
expresó de la manera más nítida y precisa propia de su complejo razonamiento Albert
Einstein, el físico teórico judío nacionalizado Alemán: “la ciencia que disponemos es
ingenua, infantil y primitiva frente a la realidad, con todo y, a pesar de, es lo más valioso
que tenemos”

Y, como tercer punto, también se ha citado la experiencia religiosa la cual se le debe


dar su atención aparte ante la complejidad de su razonamiento que, entre otras cosas, por
ser religioso no deja de ser científico ya que es lógico, coherente, sistemático y el resto, y
puede demostrar, desde las ciencias sociales y la psicología misma, sus planteamientos.
Con todo, la noción de realidad desde la perspectiva de la religión es, a parte de las ciencias
empíricas, pues, el razonamiento religioso tiene el elemento – supra racional, es decir, mas
allá de lo “racional”, de ahí que, la percepción de la realidad en religión es una noción que
pertenece al mundo de lo “sobre natural” o “para normal” lo cual no se puede medir por un
flexómetro u otro dispositivo convencional o tecnológico, por tanto, la percepción de la
realidad desde el lente de la religión es discutible pero no se puede negar ni invalidar ya
que es ejercicio propio de la espiritualidad humana.

En conclusión: hasta aquí, el concepto de realidad se armado desde dos categorías, una
interna y otra externa que, a su vez, se dividen en tres perspectivas: la vulgar o empírica; la
científica y la religiosa. En consecuencia, la realidad es todo aquello que experimentamos
personal, científica y religiosamente. Ahora, filosóficamente hablando, el saber no es un
cajón cerrado, sino que siempre está abierto a otros saberes que pueden aportar elementos y
razones irrefutables que pueden enriquecer y dar más complejidad a los conceptos,
inclusive el concepto de realidad.

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