Está en la página 1de 1

"Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti".

Asístame, pues, el Señor también a mí para que obedezca de manera que, por la utilidad y el
fruto de mi trabajo, llegue a comprender que por su gracia he sido dócil a su voluntad. (op.
mon., 1, 1).

El que trabaja merece su recompensa (op. mon., 6, 7; Cf Lc 10, 7)

no he recibido gratuitamente el pan de nadie, sino que he trabajado día y noche con sudor y
fatiga. (op. mon., 8, 9 Cf; 2Ts, 3, 9.)

También podría gustarte