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Ib Agro
Ib Agro
CARRERA:
INGENIERÍA EN INNOVACIÓN AGRÍCOLA SUSTENTABLE
MATERIA:
AGROCLIMATOLOGÍA
TRABAJO:
INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA
DOCENTE:
ING. JOSÉ ALEJANDRO PÉREZ VELÁZQUEZ
ESTUDIANTE:
FERNANDA JOSSELINE ZUNÚN RINCÓN
SEMESTRE:
4TO
NUMERO DE CONTROL:
211260047
FECHA DE ENTREGA:
12 DE MAYO DEL 2023.
ÍNDICE
Los modelos son la forma principal en que los científicos proyectan el cambio
climático. ………………………………………………………………….……………3
Los científicos pueden evaluar cuán bien se desempeñan los modelos climáticos.
…………………………………………………………………………………………...3
Bibliografía …………………………………………………………………………….15
TIPOS DE MODELOS CLIMÁTICOS
Los modelos son la forma principal en que los científicos proyectan el cambio
climático.
Los científicos han estado estudiando el cambio climático durante más de 50 años.
Los modelos climáticos se han vuelto cada vez mejores con el paso del tiempo.
Por lo general, los científicos tienen un buen entendimiento de cómo las leyes
básicas de la física, la química y la biología gobiernan la atmósfera, el océano, la
tierra, el hielo y otras partes del sistema climático de la Tierra. En función de esta
información, los científicos tienen mucha confianza en que los modelos climáticos
reflejan con precisión de qué manera la acumulación de gases de efecto
invernadero está causando el cambio climático, especialmente a nivel global.
Lo que es mucho menos certero son los aspectos del cambio climático que
dependen del comportamiento de las personas. ¿Cuánto gas de efecto invernadero
agregarán las personas a la atmósfera y cuán rápidamente? ¿Podrán las personas
adaptarse a los cambios climáticos? Las respuestas dependen de la tecnología, la
economía y las políticas. Debido a que los científicos no pueden saber las
respuestas a estas preguntas, idean una variedad de escenarios verosímiles y
deducen los resultados que podrían esperarse de ellos.
Mediante las observaciones y con la ayuda de modelos, los científicos están muy
seguros de lo siguiente:
• Los impactos del cambio climático serán más costosos y dañinos cuanto más
esperemos para reducir las emisiones
• Los modelos climáticos reflejan con precisión las formas principales en que
los gases de efecto invernadero afectan el sistema climático de la Tierra a nivel
global
Nuestras acciones afectan el clima futuro y los impactos del cambio climático.
La mayoría de los modelos climáticos se basan en suposiciones acerca de las
emisiones futuras de gases de efecto invernadero. Las personas no podemos
controlar la forma en que el sistema climático de la Tierra reacciona a estas
emisiones. Pero sí controlamos la cantidad de gases de efecto invernadero
que emitimos. Las sociedades pueden disminuir el cambio climático mediante
la reducción de las emisiones.
Los modelos climáticos son herramientas que los científicos del clima utilizan
para entender el sistema climático y para predecir su comportamiento futuro.
Es posible que hayas oído hablar de la forma en que el cambio climático alterará las
cosas en el futuro cercano. Sean las temperaturas del aire en la superficie, la
frecuencia de fenómenos climáticos extremos, el aumento del nivel del mar, etc.,
Las predicciones tienden a suponer que los cambios en las condiciones futuras no
tendrán un efecto significativo en los resultados predichos.
Por otro lado, una previsión es una declaración de probabilidad que nos indica lo
que podría pasar en el futuro si se desarrollaran ciertas condiciones. Los científicos
del clima, por lo tanto, utilizan las previsiones. Por ejemplo, el IPCC pronostica una
serie de futuros cambios de temperatura que dependen de futuros cambios en las
concentraciones de CO₂.
Los modelos climáticos intentan hacer previsiones sobre los futuros cambios
climáticos para que las personas a cargo de diseñar políticas puedan elaborar
políticas de mayor precisión e impacto.
Los cambios en el clima también pueden producirse por eventos que no son parte
del sistema climático natural, como las erupciones volcánicas o el aumento de las
emisiones de CO₂ proveniente de actividades humanas. Se los
denomina forzamientos.
Entonces, ¿cómo podemos predecir futuros cambios en el sistema climático?
Hemos estado registrando diferentes tipos de datos sobre el clima desde la década
de 1850.
Tiene muchos beneficios estimar cómo era el clima antes de 1850. Por ejemplo,
estas estimaciones pueden indicarnos que los cambios que apreciamos en la
actualidad son los más rápidos de los últimos millones de años.
Sin embargo, los científicos se enfrentan a algunos desafíos porque usar datos que
no se recogen directamente (¡los científicos no usaban termómetros para medir las
temperaturas del aire hace millones de años!) significa que hay cierta incertidumbre
en las previsiones.
Otro problema es que las previsiones y simulaciones de los aspectos del sistema
climático serán menos fiables si no existen suficientes datos o si los procesos son
demasiado complejos como para representarlos con exactitud. Por ejemplo, es el
caso de las lluvias, los forzamientos solares y el hielo del océano Antártico.
Todos los modelos son inexactos en cierta medida. Si los científicos quisieran
modelos perfectos tendrían que comprender y simular cada aspecto del sistema
climático y saber exactamente cómo cada uno de nosotros actuaría en el futuro.
Otro uso es que pueden resaltar los efectos retardados – es decir, aunque hoy
dejásemos de liberar emisiones, los gases de efecto invernadero que ya hemos
liberado seguirán provocando calentamiento durante al menos varias décadas.
Por otro lado, los RCM son modelos climáticos de un área limitada, como puede ser
una Región (p.e. El Mediterráneo) y pueden llegar a tener resoluciones de entre 50
km y pocos Km. Estos modelos son alimentados en cuanto a las condiciones de
contorno y de inicialización con datos de modelos globales. Existen modelos
regionales disponibles de forma abierta, como las simulaciones del proyecto
CORDEX, pero a menudo las resoluciones a las que llegan estos modelos ya
simulados son todavía poco detalladas (entre 50 y 25 km) para regiones con
topografía compleja.
Por ejemplo, desde Meteosim hemos llegado a generar escenarios climáticos “ad-
hoc” trabajado a pocos kilómetros de resolución, como el caso de proyectos de
resiliencia climática desarrollados en Costa Rica (10km), Nicaragua (4km) y
Mozambique (3km). Ello implica un considerable esfuerzo en horas-hombre y un
presupuesto no menor para atender a las necesidades intensivas de computación
de estas metodologías.
BIBLIOGRAFÍA