Limpieza: Antes de comenzar cualquier trabajo en la transmisión
y el diferencial, asegúrate de que estén limpios y libres de polvo,
suciedad o grasa acumulada. Usa un limpiador de piezas para eliminar la suciedad y el aceite acumulados en la superficie. Inspección visual: Revisa visualmente la transmisión y el diferencial en busca de signos de desgaste, corrosión, fisuras o cualquier otro daño. Presta especial atención a las piezas móviles, como engranajes y rodamientos. Verificación del nivel de aceite: Revisa el nivel de aceite en la transmisión y el diferencial. Si es necesario, agrega aceite según las especificaciones del fabricante. Verifica el estado del aceite y, si está sucio o contaminado, cambia el aceite. Revisión de los sellos: Revisa los sellos de la transmisión y el diferencial para asegurarte de que estén intactos y sellando correctamente. Si se detecta algún problema con los sellos, reemplázalos. Lubricación: Lubrica los puntos de lubricación de la transmisión y el diferencial según las especificaciones del fabricante. Presta especial atención a los puntos de lubricación de los engranajes y los rodamientos. Revisión del eje: Inspecciona el eje de transmisión para asegurarte de que esté en buen estado y que no haya signos de desgaste o daño. Si se detecta algún problema con el eje, reemplázalo. Verificación de la alineación: Verifica la alineación de la transmisión y el diferencial para asegurarte de que estén correctamente alineados. Si se detecta algún problema con la alineación, ajusta la posición de la transmisión o el diferencial según las especificaciones del fabricante. Prueba de funcionamiento: Realiza una prueba de funcionamiento en la máquina después de completar el mantenimiento preventivo para asegurarte de que la transmisión y el diferencial estén funcionando correctamente. Recuerda que es importante seguir las recomendaciones del fabricante y los procedimientos específicos de tu máquina para realizar un mantenimiento preventivo adecuado