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La vida es divertida, aunque hay mucha gente encado, infantil y, además, empobrece,

aunque hay quien hace negocio con estas fobias. En las plataformas (¡en el
‘streaming’!), antes de cada episodio te avisan de los posibles ejemplos de mierda
que te puedes cruzar en la pantalla: son los ‘trigger warning’, los rombos de este
siglo. Si pones ‘ Mad Men ’ en Amazon la lista es prodigiosa, un récord de la
incorrección: sexo, alcohol, tabaco, violencia… En fin, no hay que tomarse tan en
serio la representación. Si no puedes acabar como aquella señora extremeña que un
día desmontó la radio para ver quién estaba dentro. Y lo hizo con cuidado, para no
hacer daño a las personitas que le hablaban por la mañana.

de la Tierra? ¿Confiar en que llegue un mesías en este año electoral?


fadada. Iván Ferreiro dijo en ‘Esquire’ que Rafa Nadal es un ejemplo de mierda
(sic) para los niños: «Hemos tardado muchos años en conseguir que cuando nos
encontremos mal no tengamos que ir a trabajar, para que este millonario, para tener
una medalla, nos diga que fue con el pie roto». Luego hizo extensible el bramido
(«me toca los huevos») a todo el deporte, porque el sudor y el sufrimiento para
llegar a alguna parte ya son el mal. Hay que tener la vida bastante solucionada
para cargar con tanto ímpetu contra la cultura del esfuerzo, que es la única forma
de medrar (imperfectísima, pero al menos real) que tienen los que nacen sin una
buena agenda de contactos en el bolsillo. Muerta la esperanza en la gesta, ¿qué nos
queda? ¿Cuál es la alternativa? ¿Cruzarnos de brazos hasta que la desigualdad
desaparezca de la faz Lo de ir por el arte cazando moralejas es compliy, la fe.

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