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Fasciola hepática

Características generales: también conocida como el hígado del caracol o el


parásito del hígado, es un trematodo parásito que afecta principalmente al hígado
de los rumiantes, incluyendo ovejas, cabras, ganado y también puede afectar a los
seres humanos.
Fasciola hepática es un trematodo de color verde oscuro o marrón que tiene una
forma plana y alargada. Los adultos tienen una longitud de 2-3 cm y su cuerpo
está cubierto con espinas que les permiten fijarse en los conductos biliares del
hígado del hospedador. Los huevos producidos por los adultos se liberan en los
conductos biliares y son eliminados a través de las heces del hospedador.
Ciclo de vida: El ciclo de vida de Fasciola hepática es complejo y requiere de dos
hospedadores. Comienza con la liberación de huevos en las heces de los
animales infectados. Una vez en el agua, los huevos eclosionan y liberan larvas
llamadas miracidios, que nadan activamente y buscan un caracol de agua dulce
como su primer hospedador intermedio.
Una vez dentro del caracol, los miracidios se transforman en esporocistos, rediae
y cercarias, que son las etapas larvarias. Las cercarias son liberadas en el agua y
buscan pasto y vegetación cercana para formar quistes en las superficies. Los
rumiantes se infectan al ingerir el pasto contaminado con los quistes.
Dentro del intestino delgado de los rumiantes, las cercarias migran hacia el
hígado, donde se convierten en formas adultas de Fasciola hepática. Los adultos
se dirigen a los conductos biliares del hígado y ahí se reproducen, liberando
huevos que son eliminados en las heces del animal. Los huevos pueden cerrar el
ciclo si llegan a cuerpos de agua y son ingeridos por caracoles, completando el
ciclo.
Mecanismo de patogenia: La infección por Fasciola hepática puede causar daño al
hígado del hospedador y afectar su función normal. Las formas adultas del
parásito se alimentan de sangre y tejido hepático, lo que puede resultar en
inflamación y daño tisular. Además, los huevos liberados por los adultos pueden
obstruir los conductos biliares, lo que lleva a problemas hepáticos más graves.
Los síntomas de la infección en animales pueden incluir pérdida de peso,
debilidad, anemia y disminución de la producción de leche. En los seres humanos,
los síntomas pueden variar desde leves hasta graves, y pueden incluir dolor
abdominal, fiebre, náuseas y diarrea.
Epidemiología: Fasciola hepática es una infección común en áreas donde la cría
de ganado y ovejas es importante. Se encuentra principalmente en regiones con
clima húmedo y terrenos pantanosos, que favorecen el desarrollo del caracol
intermediario.
El consumo de alimentos o agua contaminados con quistes de Fasciola hepática
es el principal medio de transmisión para los seres humanos. Los grupos de
población más afectados son aquellos que consumen alimentos crudos o poco
cocidos y que viven en áreas rurales donde la prevención y el control de la
infección pueden ser más difíciles.
Diagnóstico: El diagnóstico de la infección por Fasciola hepática se realiza
mediante el examen de muestras de heces en busca de huevos del parásito bajo
el microscopio. También pueden realizarse pruebas de sangre para detectar
anticuerpos específicos contra el parásito.
Tratamiento: El tratamiento de la infección por Fasciola hepática se basa en el uso
de medicamentos antihelmínticos, como el triclabendazol o el albendazol. Estos
medicamentos son efectivos para eliminar los parásitos adultos en el hígado y
controlar la infección. Sin embargo, el tratamiento temprano es crucial para
prevenir complicaciones graves.
Prevención: La prevención de la infección por Fasciola hepática se puede lograr
mediante prácticas adecuadas de saneamiento e higiene. Algunas medidas
preventivas incluyen:
 Evitar el consumo de agua no tratada o contaminada.
 Cocinar adecuadamente la carne y los alimentos para matar los quistes del
parásito.
 Llevar a cabo medidas de control en animales para evitar la propagación de
la infección.
 Controlar el ambiente para reducir la población de caracoles intermediarios.

Giardia lamblia
Características generales: También conocida como Giardia intestinalis, es un
parásito protozoo que causa la giardiasis, una infección intestinal que afecta a los
seres humanos y a muchos animales, incluyendo mamíferos y aves.
Giardia lamblia es un parásito unicelular que pertenece al grupo de los protozoos
flagelados. Tiene una forma de pera o lágrima y dos núcleos que se pueden ver a
través del microscopio. Giardia lamblia vive en el intestino delgado del
hospedador, específicamente en la parte superior del intestino delgado, donde se
adhiere a las células intestinales usando ventosas.
Ciclo de vida: El ciclo de vida de Giardia lamblia es relativamente simple y se
desarrolla en dos fases: la fase de quiste y la fase trofozoíto. Los quistes son la
forma de resistencia del parásito y se eliminan en las heces del hospedador
infectado. Estos quistes son altamente resistentes al medio ambiente y pueden
sobrevivir en agua y suelos durante largos períodos.
Cuando un hospedador ingiere quistes de Giardia lamblia a través de alimentos o
agua contaminados, los quistes llegan al intestino delgado, donde se abren y
liberan los trofozoítos. Los trofozoítos son la forma activa y móvil del parásito y se
adhieren a la mucosa del intestino delgado mediante ventosas y flagelos. Aquí se
multiplican y pueden causar daño a las células intestinales.
Mecanismo de patogenia: La infección por Giardia lamblia puede variar desde
asintomática hasta sintomática, dependiendo de la carga parasitaria y la respuesta
inmunitaria del hospedador. En infecciones leves, el huésped puede no presentar
síntomas o solo tener síntomas leves.
Los síntomas más comunes de la giardiasis incluyen diarrea, cólicos abdominales,
flatulencia y distensión abdominal. También puede haber pérdida de peso y
malestar general. En casos más graves, especialmente en niños y personas
inmunocomprometidas, la infección puede llevar a la deshidratación y deficiencias
nutricionales debido a la malabsorción de nutrientes en el intestino.
Epidemiología: Giardia lamblia es un parásito muy común en todo el mundo,
especialmente en áreas con condiciones sanitarias deficientes y falta de acceso a
agua potable y saneamiento adecuado. La transmisión ocurre principalmente a
través del consumo de agua o alimentos contaminados con quistes del parásito.
También puede transmitirse de persona a persona en situaciones de contacto
cercano o malas prácticas de higiene.
Diagnóstico: El diagnóstico de la giardiasis se realiza mediante el examen de
muestras de heces en busca de quistes y trofozoítos de Giardia lamblia bajo el
microscopio. Debido a que la liberación de quistes es intermitente, pueden ser
necesarias múltiples muestras de heces en diferentes días para aumentar la
sensibilidad del diagnóstico.
También se pueden utilizar pruebas de detección de antígenos o técnicas
moleculares para identificar el parásito en las muestras de heces de manera más
precisa y rápida.
Tratamiento: El tratamiento de la giardiasis se basa en el uso de medicamentos
antiparasitarios, como el metronidazol o el tinidazol. Estos medicamentos son
efectivos para eliminar el parásito y aliviar los síntomas. Es importante seguir las
indicaciones del profesional de la salud y asegurarse de completar el tratamiento
para evitar la recurrencia de la infección.
Prevención: La prevención de la giardiasis se puede lograr mediante buenas
prácticas de higiene personal y de saneamiento. Algunas medidas preventivas
incluyen:
 Lavado adecuado de manos con agua y jabón, especialmente antes de
comer y después de ir al baño.
 Consumo de agua potable y alimentos bien cocidos.
 Evitar el contacto con aguas contaminadas con heces humanas o animales.
 Educación sobre los riesgos de la giardiasis y la importancia de seguir
prácticas de higiene y saneamiento adecuadas.

Entamoeba histolytica
Características generales: es un protozoo parásito que causa la amebiasis, una
infección intestinal que afecta a los seres humanos y a algunos animales.
Entamoeba histolytica es un protozoo unicelular que pertenece al grupo de las
amebas. Tiene una forma ameboide, lo que significa que carece de una forma
definida y se mueve extendiendo su citoplasma hacia fuera, formando
pseudópodos. La ameba se reproduce por división celular y forma quistes, que
son su forma de resistencia y se eliminan en las heces del hospedador infectado.
Ciclo de vida: El ciclo de vida de Entamoeba histolytica se desarrolla en dos
etapas: la etapa trofozoíto y la etapa quiste. Los quistes son la forma infectiva y
resistente del parásito que se elimina en las heces del hospedador infectado.
Cuando los quistes son ingeridos por un nuevo hospedador a través del agua o
alimentos contaminados, llegan al intestino delgado, donde se abren y liberan los
trofozoítos.
Los trofozoítos son la forma activa del parásito que se reproduce y se adhiere a la
mucosa del intestino grueso. Aquí pueden causar daño tisular y, en algunos casos,
migrar hacia otros órganos, como el hígado, donde pueden causar abscesos.
Mecanismo de patogenia: La infección por Entamoeba histolytica puede variar
desde asintomática hasta sintomática, dependiendo de la carga parasitaria y la
respuesta inmunitaria del hospedador. En infecciones leves, el hospedador puede
no presentar síntomas o solo tener síntomas leves.
En infecciones más graves, los trofozoítos pueden causar daño tisular y úlceras en
la mucosa intestinal, lo que puede llevar a síntomas como diarrea con sangre y
moco, cólicos abdominales y fiebre. En casos graves, la infección puede
extenderse a otros órganos, como el hígado, donde puede causar abscesos
hepáticos.
Epidemiología: Entamoeba histolytica es una infección común en áreas con
condiciones sanitarias deficientes y falta de acceso a agua potable y saneamiento
adecuado. Se encuentra principalmente en regiones tropicales y subtropicales. La
transmisión ocurre a través del consumo de agua o alimentos contaminados con
quistes del parásito.
El riesgo de infección es mayor en personas que viajan a áreas endémicas o que
tienen contacto con personas o animales infectados. También puede transmitirse
de persona a persona a través de prácticas de higiene inadecuadas.
Diagnóstico: El diagnóstico de la amebiasis se realiza mediante el examen de
muestras de heces en busca de quistes y trofozoítos de Entamoeba histolytica
bajo el microscopio. Es importante obtener muestras adecuadas para aumentar la
sensibilidad del diagnóstico.
Además, se pueden realizar pruebas de detección de antígenos o técnicas
moleculares para identificar el parásito en las muestras de heces de manera más
precisa y rápida.
Tratamiento: El tratamiento de la amebiasis se basa en el uso de medicamentos
antiparasitarios, como el metronidazol o el tinidazol, para eliminar los trofozoítos y
quistes del parásito. En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos
adicionales para tratar los abscesos hepáticos o complicaciones graves.
Prevención: La prevención de la amebiasis se puede lograr mediante prácticas
adecuadas de saneamiento e higiene. Algunas medidas preventivas incluyen:
 Lavado adecuado de manos con agua y jabón, especialmente después de ir
al baño y antes de comer.
 Consumo de agua potable y alimentos bien cocidos.
 Evitar el contacto con agua o alimentos contaminados.
 Educación sobre los riesgos de la amebiasis y la importancia de seguir
prácticas de higiene y saneamiento adecuadas.

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