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Producto Integrador de Aprendizaje (PIA)
Producto Integrador de Aprendizaje (PIA)
Cultura de Género
Evidencia 4 (Etapa 3) 1era Redacción del Avance del PIA
Equipo 5
Michelle Alexandra Casas Rincon - 2063739
Ruby Abigail Lara Rodríguez - 2060736
Elsa Idalia Montiel Guevara - 1851498
Alondra Jazmín Ruiz Medina - 1967705
Mirel Alexa Sánchez Gómez - 2022751
Fue Diana Russell (Russell & Radford, 1992) quien por primera vez en los años 70 propuso
el nombre de feminicide (feminicidio). Quien nombró y distinguió, el asesinato de mujeres.
Ella propuso reconocer y la discriminación, la desigualdad y la violencia sistemática contra
la mujer, el término feminicidio, aplica a los asesinatos de hombres hacia mujeres, cuya
motivación es tener derecho o superioridad sobre las mujeres, motivados por un sentido de
tener derecho a ello o superioridad, por placer o deseos sádicos hacia ellas, o por la
suposición de propiedad sobre las mujeres.
En los últimos años, el feminicidio y la violencia de género han emergido como problemas
sociales y violaciones graves de los derechos humanos en diversos países. A pesar de los
avances en la lucha por la igualdad de género, las mujeres continúan siendo víctimas de
agresiones y asesinatos basados en su género, lo que representa una clara manifestación de
desigualdad y discriminación.
Además, se requiere una comprensión más profunda de los factores que contribuyen a la
perpetuación de la violencia de género, que van desde patrones, creencias y actitudes
socioculturales aprendidas y arraigadas hasta la falta de implementación efectiva de
políticas y mecanismos de protección. Asimismo, es esencial examinar las respuestas
institucionales existentes, su eficacia y posibles deficiencias, a fin de identificar áreas de
mejora y desarrollar estrategias más efectivas para prevenir y erradicar la violencia de
género.
Por lo tanto, este estudio tiene como objetivo analizar las causas y consecuencias del
feminicidio y la violencia de género, considerando factores individuales, estructurales y
culturales, así como evaluar la efectividad de las respuestas institucionales y políticas
públicas. A través de este análisis, se busca generar conocimiento y recomendaciones que
contribuyan a la prevención y erradicación de la violencia de género, pero sobre todo hacía
el feminicidio, promoviendo una sociedad más igualitaria y segura para todas las personas.
ARGUMENTOS
Al pasar de los años se han creado y promulgado diversas leyes que buscan proteger a las
mujeres en muchos aspectos, pero resulta extremadamente difícil aplicarlas cuando un
agresor forma parte de las autoridades encargadas de promover el "cuidado" y la
salvaguarda de la vida de la mitad de la población mexicana.
A lo largo de los años, México ha sido testigo de una problemática que afecta de manera
alarmante a un porcentaje significativo de mujeres en el país: el feminicidio. tiene grandes
problemas derivado de la inexistencia de datos exactos sobre el número de mujeres
asesinadas, causas y motivos, relación entre la víctima y el victimario, la violencia o
violencias sufridas por la víctima, lugar donde fue encontrada, y demás datos generales.
(Monárrez, 2010)
Sin embargo, hoy en día, esta realidad atroz ha cobrado mayor visibilidad y nos hemos
percatado de la necesidad urgente de abordarla de manera clara y coherente. Aunque se han
promulgado leyes en un intento de proteger a las mujeres en diversos aspectos, nos
enfrentamos a un desafío inmenso: la aplicabilidad de dichas leyes cuando los
perpetradores de estos actos violentos son miembros de las propias autoridades encargadas
de salvaguardar la vida y seguridad de la población.
El feminicidio no solo constituye una preocupación a nivel social, sino también una
problemática cultural que va en aumento a lo largo del tiempo. La cual tiene una
manifestación en espacios públicos y privados. Refiriéndose a esto como una guerra contra
la vida y la libertad de las mujeres. Esta desigualdad de los sexos solo hace más notorio el
silencio, la negligencia, la omisión y la ineficacia con la que se sigue tratando la violencia
contra las mujeres y las niñas. (Guajardo & Cenitagoya, 2017).
Según el Código Penal Federal (en su artículo 325), el feminicidio se califica en base a siete
circunstancias, como la presencia de signos de violencia sexual, mutilaciones o lesiones
degradantes, exhibición del cuerpo de la víctima en público, y una relación sentimental,
afectiva o de confianza entre el agresor y la víctima (Amuchategui I., 2002). Por otro lado,
el Código Penal del Distrito Federal menciona cinco causas, y establece que la pena
aumentará en caso de existir una relación sentimental, afectiva o de confianza entre el
agresor y la víctima, o un parentesco, relación laboral o docente (Código Penal Federal,
Capitulo V Feminicidio Art. 325. 14 de agosto de 1931). En resumen, se requiere una
conexión entre la víctima y el agresor para que se aplique una pena más severa, pero no es
necesario en todos los casos de feminicidio
En este sentido, según (Perez Campos et al., 2020, p. 39) analizarlo desde un bien jurídico
un feminicidio se encontraría entre los delitos “contra la vida y la integridad personal”.
También menciona que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de
Violencia rescata el tipo penal e incluye un apartado especial para la violencia feminicida,
esta ley contempla también la figura de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres
(AVGM) que la define en su artículo 22 como el conjunto de acciones gubernamentales de
emergencia para terminar con la violencia feminicida y su objetivo es afianzar la seguridad
de las mujeres.
“A la fecha existen trece procedimientos de AVGM en México (Estado de México,
Nuevo León, Chiapas, Guanajuato, Morelos, Michoacán, Colima, Baja California,
Veracruz, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora y Quintana Roo), en dos de los cuales
ya se ha declarado la Alerta (Estado de México y Morelos).” (Perez Campos et al.,
2020)
Desde el punto de vista legal, a veces resulta complicado determinar si un acto delictivo
contra una mujer es un intento de feminicidio o un homicidio, debido a fallas en los
procesos judiciales, pruebas y argumentos, entre otros factores. Afortunadamente, en los
últimos años ha habido un despertar social y un mayor reconocimiento de la gravedad de
esta problemática. Se han promulgado leyes y se han implementado políticas públicas
orientadas a proteger los derechos de las mujeres y a prevenir la violencia de género.
(Secretaría de Relaciones Exteriores, 2012)
Sin embargo, en el ámbito social es aún más complicado determinar y lograr que la
sociedad acepte cuando un acto tan cruel es catalogado como feminicidio. Surgen
preguntas, dudas y curiosidad sobre por qué solo las mujeres son afectadas por estos
crímenes y tienen un delito específico en su nombre. Esta controversia genera discusiones
entre hombres, mujeres desinformadas o, en su mayoría, personas con poca empatía que no
están dispuestas a informarse o cuestionar por qué se ha adoptado este término.
Aunque fácilmente podría clasificarse como un homicidio, surge la pregunta de por qué se
le llama feminicidio. Esta ha sido una controversia en todo el país, pero analizando
detenidamente, podemos comprender el motivo detrás de esta denominación. Una
comparación rápida con el delito de homicidio nos da la respuesta: "RAZÓN DE
GÉNERO".
La violencia por razón de género es una grave problemática social que afecta a personas de
diferentes géneros, pero que ahora en base a la investigación, predominantemente afecta a
mujeres y niñas en todo el mundo y ahora en México de forma desmesurada. Se refiere a
cualquier acto de violencia que se basa en la discriminación de género y que resulta en daño
en aspectos como lo son lo físico, sexual, psicológico o económico.
Este tipo de violencia puede manifestarse de diversas formas y solo como las anteriormente
mencionadas sino también, como lo son la violencia doméstica, la violencia sexual, el
acoso callejero, la trata de personas con fines de explotación sexual, la violencia en línea,
entre otros y en este caso, el feminicidio. Estos actos de violencia no solo causan
sufrimiento inmediato, sino que también tienen consecuencias a largo plazo para las
víctimas y en toda la comunidad de mujeres.
El género también ha jugado un papel importante en la forma en la que las mujeres son y
han sido históricamente violentadas, vistas con debilidad, creyendo que por ser catalogadas
como alguien de menor fuerza o de menor poder es más fácil manipularla o sobrepasar por
sus derechos y sus garantías individuales.
Y no solamente en las épocas donde las guerras, desigualdades sociales y políticas en los
cincuentas o en los treintas. Sino también en prehistoria, viendo como el hombre es aquel
que debe ser el proveedor, el protector y el ser hábil y fuerte. Pero no solo limitando la
fortaleza para poder sobrevivir a la adversidad de la época sino para buscar las maneras de
seguir siendo el ser dominante en la sociedad.
Todo esto nos demuestra que, ante el género, muchas de las ocasiones las mujeres son
quienes siguen siendo ‘’la poca cosa’’ y donde el hombre al ser catalogado por ser fuerte en
base a los roles y estereotipos de género que tenga arraigados en base a su crianza es
cuando es necesario que también reconozca el aprendizaje que lejos de beneficiarle,
comienza a perjudicarlo.
Las relaciones entre hombres y mujeres de igualmente pueden salir afectadas ante la
normalización de la violencia a la mujer a la cual hemos estado expuestos durante años, y
de igual forma son los estereotipos que deben cumplir los hombres y las mujeres en una
relación como lo son la dominación en los hombres y la sumisión en las mujeres. Pero
también mencionando en que no solamente las relaciones entre los hombres y las mujeres
se ven afectadas sino también las relaciones escolares, laborales, entre otros aspectos donde
ambos sexos se ven en convivencia diaria.
‘’La relación hombre/mujer pasa a ser de dominación y, de ahora en adelante, la
violencia será la base de las relaciones entre los grupos y entre la especie y la
naturaleza’’. (Muraro & Boff, 2002)
Es por ello por lo que el feminicidio también toma un origen en base a los roles y
estereotipos de género, el hombre al creer que tiene un poder de pertenencia hacía la mujer
es cuando en ocasiones el deseo de poder escala a más hasta que es demasiado tarde y
comienzan las actitudes violentas que pueden escalar hasta la muerte.
La violencia por razón de género tiene graves repercusiones para la salud y el bienestar
físico y mental de las víctimas. Al eliminar esta violencia, ayuda a la promoción de la salud
y el bienestar de las mujeres y niñas, permitiéndoles llevar una vida plena y sin miedo.
Ante esto es fundamental reconocer y diferenciar el feminicidio del homicidio, desde una
perspectiva crítica de género. El término "feminicidio" se utiliza para describir la privación
de la vida de una mujer debido a su género, y se basa en la idea de que estos crímenes no
son aislados, sino que reflejan un patrón de violencia y discriminación arraigado en la
sociedad. El concepto de feminicidio pone de manifiesto la necesidad de analizar y abordar
las causas estructurales y culturales que perpetúan esta violencia de género. Sin embargo,
es importante señalar que las discusiones en torno al feminicidio y a la violencia de género
en general también han generado debates y opiniones divergentes. Algunos argumentan que
enfocarse exclusivamente en el género puede sesgar la comprensión de otros factores que
contribuyen
a la violencia, como la pobreza, la exclusión social o la falta de acceso a la educación. Estos
puntos de vista plantean la necesidad de abordar la violencia de manera integral ,
considerando múltiples dimensiones y factores que la perpetúan.
Durante muchos años, las mujeres han sido más propensas a sufrir agresiones físicas,
verbales, sexuales, etc., en su vida diaria, debido a su consideración como "sexo débil" y
blanco fácil de agresión y opresión. A pesar de las numerosas campañas, grupos y
movimientos que buscan poner fin a la violencia contra las mujeres, aún existen personas
que mantienen ideas misóginas y violentas arraigadas desde hace años. (Torres, 2017)
Y si bien, el objetivo nunca ha sido buscar un culpable al cual señalar por esta
problemática, es necesario lograr el entendimiento de cómo estos pensamientos y actitudes
han causado daños irreparables en mujeres como en hombres, por lo que es necesario crear
estrategias para proporcionar información necesaria para expandir nuestros conocimientos
del tema hacía la sociedad.
Uno de los principales aportes que esta área de estudios puede brindar es la generación de
conocimiento crítico sobre las raíces y las estructuras que sostienen la violencia de género.
A través del análisis de la historia, los roles de género, los estereotipos y las dinámicas
sociales, los estudiantes de esta licenciatura pueden adquirir una visión profunda de las
causas subyacentes del feminicidio. Esto les permite cuestionar y desafiar los patrones de
pensamiento y comportamiento arraigados en la sociedad, promoviendo así cambios
culturales y actitudes más equitativas. Aunque se han dado importantes avances en
términos de concientización y legislación, aún queda mucho por hacer para garantizar la
protección y la justicia para las mujeres. Es necesario seguir promoviendo el diálogo, la
educación y la sensibilización en torno a esta problemática, fomentando una sociedad más
igualitaria y libre de violencia de género. La problemática de la violencia contra las mujeres
en México es una realidad que ha existido durante años, aunque recientemente se ha vuelto
más visible y se le ha dado mayor atención. Es importante reconocer que este problema no
es algo nuevo, sino que ha sido tolerado y normalizado en el pasado, lo cual refleja una
profunda falla en nuestra sociedad.
A lo largo del tiempo, se han implementado leyes y políticas para proteger a las mujeres y
combatir la violencia de género. Sin embargo, la aplicación efectiva de estas medidas se ve
obstaculizada por diversos factores, como la impunidad, la corrupción y la falta de voluntad
política. Resulta alarmante que en algunos casos los perpetradores de violencia sean incluso
parte de las instituciones encargadas de salvaguardar la seguridad y los derechos de las
mujeres. (Iribarne, M. 2016)
“[…]Así las cosas, la serie de leyes que consagran la igualdad civil entre las mujeres
casadas y sus maridos se elaboraron y luego se aprobaron en el parlamento en los
años setenta "ante la indiferencia e incluso la ignorancia de las feministas". Sólo
más tarde se hundirá el frente antilegalista para dejar paso a una exigencia de
nuevos derechos en campos igualmente nuevos (violación, violencia contra las
mujeres, acoso sexual, exigencia de una ley antisexista según el modelo de la ley
antirracista) […]” (Tbébaud, 2000, p. 527)
‘’ Pocas personas se atreven a afirmar que las imágenes pueden por sí solas engendrar
la violencia o la idea de la mujer-objeto. Pero también muy pocas sostienen que las
imágenes no sean el fruto de una cultura, ni un instrumento que sirva para perpetuar
las desigualdades que esta cultura ha creado entre las identidades del hombre y de la
mujer.’’ (Tbébaud, 2000, p. 396)
Marco Teórico
Existen diversas teorías que pretenden explicar los orígenes del feminicidio y la violencia
de género.
Definición de feminicidio.
(Russell, 1992) en su libro ‘’ Feminicidio. La política del asesinato de las mujeres,
México’’ hacen uso del feminicidio para explicar sucesos históricos, así cómo explicar la
definición de este mismo. El feminicidio es una consecuencia de la violencia de género
hacía las mujeres, que, si bien afecta a hombres y mujeres, el feminicidio es la tipificación
del acto delictivo de acabar con la vida de una mujer o persona del sexo femenino.
Impacto del feminicidio y la violencia de género en las mujeres y en la sociedad.
Un delito que ha afectado a la población de mujeres en México es algo que ha causado aún
más impacto en los últimos años debido a su aumento en los porcentajes de víctimas de
feminicidio en distintos estados de la República Mexicana. Pero quizás el aumento en la
tasa de porcentaje no sea lo único que cause alarma en las mujeres sino el saber que en su
mayoría de los casos son hombres quienes realizan tal acción delictiva.
(Carbajal, 2007, p. 3) en su entrevista a Marcela Lagarde, etnóloga y doctora en
Antropología menciona que los feminicidios son cometidos por hombres comunes,
considerando esposos, ex esposos, novios, padres, vecinos, amistades, familiares,
compañeros de trabajo, escuela o incluso desconocidos. Esto comprende que la cercanía de
un individuo no impide la posibilidad de realizar el acto.
De igual modo (Perez Campos et al., 2020, p. 156) en su investigación retoman que el
feminicidio no distingue una edad sin embargo, las víctimas de este suceso son mayores de
edad y se encuentran en el rango de los de 21 a 30 años. En este texto ‘’ Feminicidio:
Perspectiva Legal, Policial y Forense’’ el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública registró 2 325 víctimas de feminicidio a nivel nacional, de las cuales más
de 78% eran mayores de edad. En este apartado de investigación plantean que el
feminicidio afecta la vida y la integridad corporal de las mujeres y se encuentra catalogado
como un delito a nivel nacional que puede ocurrir en cuatro modalidades de acuerdo con el
método empleado para asesinar a la víctima, con arma de fuego, con arma blanca, con otros
elementos físicos como lo son golpes, asfixia, estrangulación o fuego y en algún caso no
especificado al desconocer el método.
La creación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia el 1
de febrero del año 2007 ha sido un avance hacía una pequeña pero importante garantía a la
cual las mujeres pueden hacer uso para exigir justicia.
(“LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE
VIOLENCIA,” 2023) menciona todas las modalidades, tipos a las cuales se protegerá a las
mujeres sin importar el tipo de violencia que estén viviendo en su momento.
La lucha contra la violencia de género no solo recae en las instituciones y las autoridades,
sino que implica una responsabilidad colectiva. Todos debemos asumir un papel activo en
la erradicación de la violencia machista, promoviendo una cultura de igualdad, respeto y
tolerancia. Es esencial educar a las nuevas generaciones en valores de igualdad y eliminar
los estereotipos de género arraigados en nuestra sociedad.
Para lograr un cambio real y duradero, es necesario abordar las causas profundas de la
violencia de género, incluidos los aspectos culturales, sociales y estructurales que la
perpetúan. Esto implica desafiar y transformar las normas patriarcales y machistas
arraigadas en nuestra sociedad, fomentando la participación de hombres y mujeres en la
construcción de relaciones igualitarias y libres de violencia.
Ya que erradicar la violencia por razón de género es crucial para garantizar la seguridad y
el bienestar de las mujeres y niñas. Es necesario crear entornos seguros donde las mujeres
puedan vivir sin temor a la violencia y donde se les brinde protección efectiva.
En última instancia, la lucha contra la violencia de género requiere que se involucren todos
los sectores de la sociedad. Solo a través de una verdadera solidaridad y un compromiso
conjunto podremos construir un México donde todas las mujeres vivan libres de violencia y
puedan ejercer plenamente sus derechos y libertades.
BIBILIOGRAFÍAS
Amuchategui Requena, G. Derecho Penal. Ed. Oxford, Segunda edición, México, D.F.,
2002
LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA. (2023).
Diario Oficial de La Federación.
Monárrez, J. “Las diversas representaciones del Feminicidio y los asesina- tos en Ciudad
Juárez, 1993-2005”, en Monárrez, Julia, et.al., Violencia contra las mujeres e inseguridad
ciudadana en Ciudad Juárez, Vol. II, Violencia infligida contra la pareja y Feminicidio,
México. El Colegio de la Frontera Norte y Miguel Ángel Porrúa Editores, 2010.
Guajardo, G. & Cenitagoya, V. (Eds.) (2017). Femicidio y suicidio de mujeres por razones
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Guajardo, G., & Centigoya, V. (2017). Feminicidio y Suicidio de Mujeres por Razones de
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