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La

informática
y la
contratación

Informática
Jurídica

1
Contratación electrónica

Nuevas tecnologías
La informática, con la posibilidad que nos brinda de generar, almacenar y
trasmitir datos, ha logrado que las redes de comunicaciones del mundo
permitan acortar distancias y tiempos. Hoy asistimos a lo que muchos
denominan la era digital. Estamos interconectados y comunicados en
tiempo real y podemos acceder a toda clase de información a cualquier
hora y en cualquier lugar. Todos formamos parte de este universo
indiscriminado de usuarios, para hablar en términos informáticos, que
Un sniffer es un conviven en un mundo con características particulares, porque el mundo
programa de captura actual es virtual e impersonal, físicamente lejano, distante, pero
de las tramas de red. tecnológicamente cercano.
Es común que el
medio de transmisión
(cable coaxial, fibra Esta revolución tecnológica ha transformado los diversos aspectos de la
óptica) sea compartido sociedad. No hay política ni economía ni cultura que no se haya visto
por varias impactada por este fenómeno. El derecho no es ajeno a esta realidad. Es
computadoras y sabido que, como ciencia en permanente cambio, debe ir adaptándose a
dispositivos de red, lo
esos paradigmas. Y cómo no, si vemos que diversos ámbitos jurídicos han
que posibilita que un
ordenador capture las debido abocarse a buscar soluciones a los problemas que surgen con esta
tramas de información nueva realidad y generan incertidumbre e inseguridad. Hoy hablamos de
no destinadas a él. teletrabajo, de manipulación y venta de datos sensibles almacenados
Este tipo de programas digitalmente, requisitos para la emisión de facturas electrónicas, las
es utilizado, por lo
obligaciones de información que debe recoger una página web, los límites
general, como una
herramienta de en el uso de contenidos de la web, nuevos delitos penales, como las
hackers y atacantes “estafas virtuales”, “hacking” y “sniffers”. La lista es interminable, pero lo
informáticos. que nos convoca a este estudio es el tema relativo a la formación y validez
de los contratos electrónicos.

Derecho de contratación

La pregunta, a estas alturas, resulta inevitable. ¿Qué sucede en el ámbito


del derecho de contratación? No ha sido indiferente y ha debido regular
nuevos conceptos. Ahora hablamos de contrato electrónico. Esta figura ha
adquirido una relevancia incuestionable en la actividad negocial, no solo
por su frecuencia, sino también por su magnitud, ya que cada día crece
más esta forma de celebrar las declaraciones de voluntad.

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Antes de adentrarnos en los contratos electrónicos, es importante saber
qué es un contrato. El Código Civil y Comercial de la Nación, en el Libro
Tercero, Derechos Personales, a partir del Título II, regula todo lo relativo a
los contratos y el artículo 957 define al contrato como: “el acto jurídico
mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para
crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales”1.

¿Cuándo sabemos que estamos frente a una contrato electrónico? ¿Qué lo


distingue de un contrato normal? Existen distintas definiciones para
referirnos a este tipo de contratación. Algunos doctrinarios la definen
como: “aquella que se realiza mediante la utilización de algún elemento
electrónico cuando éste tiene, o puede tener, una incidencia real y directa
sobre la formación de la voluntad o el desarrollo o la interpretación futura
del acuerdo” (Flores Salgado, 2014, p. 119).

En sentido estricto, “los contratos electrónicos son aquellos que se


perfeccionan mediante el intercambio electrónico de ordenador a
ordenador, ya que en un sentido más amplio podríamos hablar de
contratos celebrados por medios electrónicos aunque no sean
ordenadores: fax, télex, telégrafo” (Márquez, 2002, p. 5).
Lo saqué de la materia Informátivca jurídica actual Lectura 3 contrataciój
electrónica.
Simplficando los conceptos dados, los contratos electrónicos son contratos
civiles o comerciales que se celebran por vía electrónica y, para ser
considerados tales, deben cumplir con 2 requisitos, a saber:

a) se celebran a distancia, no hay presencia física de las partes


contratantes, por lo que la oferta y la aceptación se manifiestan a
través de medios electrónicos;
b) se celebran a través de redes telemáticas o electrónicas. (Nova
Lavián, 2012, p.46)

Para comprender el derecho de contratación, hay que considerar que, en


esta materia, existe libertad contractual, donde rige la autonomía de la
voluntad, ya que a los contratos las partes pueden insertarles todas las
cláusulas y condiciones que libremente convengan. Por otro lado, en
materia de contrataciones, se pueden celebrar figuras de contratos
disitintos a los que están expresamente reglamentados (aquí no hay
numerus clausus, lo que equivale a decir un número limitado de tipos de
contratos, como sí ocurre en los derechos reales). Sí, resulta necesario
recordar que, como todo derecho, no es absoluto, sino que encuentra
limitaciones a esta libertad contractual, como el respeto al orden público.

1
Art. 957, Ley N.° 26.994 (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación
Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

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Retomando la idea de los cambios actuales, dos son los factores que
inciden en esta transformación de la que venimos hablando, a saber: la
globalización y la tecnología. Estos dos elementos llevan al mundo a una
realidad diferente a la que conocimos hasta ahora y en especial manera si
analizamos el ámbito jurídico, que es el tema que nos reúne en torno a la
informática jurídica.

Los doctrinarios, por esta nueva realidad, se cuestionan si debemos seguir


con las legislaciones que tenemos o crear nuevas en donde la tecnología
quede incorporada en todas las áreas del derecho. En este sentido,
debemos destacar que, en nuestro nuevo Código Civil y Comercial, el área
donde más se desarrolló el tema de la informática es justamente en el área
contractual.

Al hablar de nuevas tecnologías, debemos considerar que aparece un


nuevo soporte que es generado por la computadora y que es tema de
discusión acerca del valor que tiene. Nos estamos refiriendo al documento
electrónico que, por supuesto, no debe considerarse como algo aislado,
sino integrado a la teoría general del documento. En este sentido, algunos
autores consideran que los nuevos soportes electrónicos deberían formar
un capítulo propio y específico y superar la clásica división que nos brinda
nuestro código al diferenciar instrumentos públicos y privados (Zuvi, 2015,
recuperado de: https://sites.google.com/a/foresjusticia.org.ar/cintec/top-
faqs/reformaalcodigocivilycomercialley26994medioselectronicosporlidiazuvi).

“El documento electrónico debe garantizar los mismos efectos que un


instrumento que utilice como soporte el papel con relación a la voluntad
declarada en el documento” (Zuvi, 2015, recuperado de:
https://sites.google.com/a/foresjusticia.org.ar/cintec/top-
faqs/reformaalcodigocivilycomercialley26994medioselectronicosporlidiazuvi).

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Clasificación

Existen diversas clasificaciones de los contratos electrónicos, dependiendo


el criterio que se tome:

 Por el medio en el que se desarrollan:

o Contratos celebrados por correo electrónico: en estos contratos,


las partes manifiestan su voluntad y aceptación utilizando el
lenguaje tradicional y la escritura que, a diferencia de un contrato
no informático, se realiza en un medio cuyo soporte es el mail, el
cual reemplaza al papel (Nova Labián, 2012, p. 46).
.

o Contratos celebrados mediante sistemas automatizados: podría


ponerse como ejemplo un formulario de una página web, donde
se hace un clic sobre un cuadro de aceptación o ícono.

 Por los sujetos intervinientes:

o contratos entre empresarios;


o contratos entre consumidores;
o contratos entre administraciones públicas;
o contratos con combinaciones de los anteriores.

Para el doctrinario Carlos Correa (1987), los tipos de contratos pueden ser:

 Según la materia del acto que se celebra:

o equipamientos, que son las unidades centrales de procedimiento,


periféricos para la entrada y salida o almacenamiento de datos,
equipo para comunicaciones, etcétera;
o software de base y aplicativo;
o servicios de análisis y diseño de sistemas, adecuación de locales e
instalación, capacitación y mantenimiento de datos, equipos para
comunicaciones (Flores Salgado, 2014, p. 120).

Según el negocio jurídico que se celebre:

contrato de venta de equipo informático como de


programas o software;
contrato de leasing, donde las relaciones jurídicas se
establecen entre el fabricante del material informático, la
entidad financiera de leasing y el usuario;

5
contrato de locación de equipos o de programas;
contrato de horas-máquinas (es un contrato de cesión de
uso donde el usuario opera la máquina durante una
cantidad determinada de hora-máquina);
contrato de mantenimiento;
contrato de prestaciones intelectuales, el cual comprende
estudios previos, el pliego de condiciones, la formación del
personal o el contrato llave en mano;
contrato de prestación de servicios;
compraventa de equipo informático (hardware y software)
(Flores salgado, 2014, p. 120).

Diferencia entre contratación electrónica y


contratación informática
Resulta necesario distinguir conceptualmente la
contratación electrónica de la contratación informática.

La contratación electrónica o por medios informáticos es


aquella que se realiza mediante la utilización de algún
elemento electrónico con independencia del objeto y que
tiene una influencia decisiva, real y directa sobre la
formación de la voluntad, el desenvolvimiento o la
interpretación de un acuerdo (Ibarguren, 2006 recuperado
de:http://www.ucasal.edu.ar/htm/ingenieria/cuadernos/arc
hivos/1-p19-ibarguren.pdf).

Se caracteriza por su forma de perfeccionar, o sea, a través de medios


electrónicos. En un sentido amplio, esta clase de contratación comprende a
todos los contratos que se celebran por medios electrónicos o telemáticos.
Desde un punto de vista más restringido, en cambio, se consideran tales
solamente a aquellos contratos que se celebran mediante la transmisión de
datos de ordenador a ordenador. Se pueden denominar contratos relativos
a Internet.

En la contratación informática, el contrato tiene por objeto


bienes y servicios informáticos. Los bienes informáticos
comprenden tanto los elementos materiales que
constituyen el soporte físico o hardware, su unidad central
de procesamiento, periféricos, complementos, en definitiva,
todos los otros equipos que componen el soporte físico del
elemento informático, como también los bienes
inmateriales, que son los que proporcionan las órdenes, los

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datos, los procedimientos y las instrucciones en el
tratamiento automático de información, cuyo conjunto
constituye el soporte lógico del elemento informático.

Los servicios informáticos abarcan todos aquellos servicios


que se relacionan con el tratamiento automatizado de la
información y sirven de apoyo a la informática, tales como el
diseño, el análisis y el mantenimiento del sistema
(Ibarguren, 2006, recuperado de:
http://www.ucasal.edu.ar/htm/ingenieria/cuadernos/archiv
os/1-p19-ibarguren.pdf).

Cuando hablamos de contratos informáticos, debemos saber que el


sistema integrador de este tipo de contratos está compuesto por los
siguientes elementos:

 el soporte físico o material, que se refiere a las máquinas o


herramientas utilizadas, lo que conocemos técnicamente como
hardware;
 el soporte lógico o inmaterial, constituido por todo aquello que hace
posible el funcionamiento del sistema, que no se ve físicamente, que es
intangible, lo que denominamos software;
 el elemento humano;
 la asistencia técnica.

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Referencias
Flores Salgado, L. (2014). Derecho informático. México, D. F.: Larousse.

Ibarguren, S. (2006). Contratos informáticos. Recuperado de


http://www.ucasal.edu.ar/htm/ingenieria/cuadernos/archivos/1-p19-
ibarguren.pdf.

Ley N.° 26.994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación


Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Márquez, J. (2002) Elementos de la contratación electrónica. El acuse de recibo y


la confirmación del mensaje. Anuario de Derecho Civil, Universidad Católica de
Córdoba, T. VII (año Académico 2002).

Nova Labián, A. (2012). Manual jurídico de comercio electrónico y marketing


online para la Empresa 2.0. España, Barcelona: Ediciones experiencia.

Zuvi, L. (2015). Reforma al Código Civil y Comercial (LEY 26.994) Medios


Electrónicos. Recuperado de
https://sites.google.com/a/foresjusticia.org.ar/cintec/top-
faqs/reformaalcodigocivilycomercialley26994medioselectronicosporlidiazuvi.

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