La Caída de Constantinopla

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La caída de Constantinopla:

Durante más de mil años, Constantinopla fue la capital del Imperio Bizantino, y, debido a su
estratégica posición de punto de encuentro de las rutas comerciales, fue la ciudad más grande y
rica de toda Europa.

Además de los grandiosos monumentos que adornan sus calles, como Santa Sofía, Constantinopla
jugó un papel esencial al preservar sus bibliotecas numerosísimos manuscritos griegos y latinos,
convirtiendo a la ciudad en un baluarte de la cultura griega y latina, posteriormente, tras la toma
de la ciudad por parte de los turcos, muchos de esos manuscritos fueron llevados a Italia y
contribuyeron al nacimiento del Renacimiento.

Se conoce como la caída de Constantinopla a la toma definitiva de la ciudad de Constantinopla,


capital del Imperio bizantino, por el ejército otomano, la ciudad de Constantinopla fue fundada
hacia el siglo IV como capital del Imperio romano, alcanzó su mayor esplendor en el siglo VI
cuando, el ahora Imperio romano de Oriente o Imperio Bizantino, se extendió por todo el
Mediterráneo.

En el año 1453, el sultán Mehmed II decidió avanzar más sobre él y conquistar Constantinopla,
para ello trasladó hasta la ciudad las fuerzas militares otomanas, alrededor de ochenta mil
hombres fueron apostados en las cercanías de las murallas.
Finalmente, el 29 de mayo de 1453, tras casi dos meses de iniciado el asedio, los turcos lograron a la
ciudad, el ejército bizantino cayó y con él la ciudad, dando fin al Imperio romano del Oriente.
Causas y consecuencias de la caída de
Constantinopla:

Las principales causas de la caída de Constantinopla fueron:

El debilitamiento del Imperio bizantino que, a partir del siglo XI, se puso de manifiesto en la pérdida progresiva
de su territorio, se profundizado en el año 1204 cuando, durante la IV Cruzada, la ciudad de Constantinopla fue
saqueada y sus autoridades destituidas por los latinos.
El interés personal de Mehmed II en conquistar la gran ciudad ya que su padre, Murad II, había sitiado
anteriormente la ciudad sin éxito.
El interés del Imperio otomano en dominar la capital bizantina dado que esta se encontraba emplazada en el
estrecho del Bósforo, un punto estratégico en el que confluían las rutas comerciales de Europa y Asia.
El conflicto interno dentro del Imperio bizantino, entre aquellos que apoyaban el acuerdo con Roma y los que
no, dificultó y postergó hasta casi último momento la obtención de apoyo en Occidente.

Entre las principales consecuencias de la caída de Constantinopla, se destacan:


La caída del Imperio bizantino y, en consecuencia, la del Imperio romano de Oriente.
La pérdida de las rutas comerciales que unían Oriente y Occidente. Este hecho fomentó la necesidad de
encontrar nuevos trayectos por mar, lo que indirectamente impulsó el descubrimiento de América.
La transformación de Constantinopla en la capital del Imperio otomano. La ciudad fue reconstruida y sus
templos, convertidos en mezquitas.
La presencia otomana en Europa que permitió su avance sobre el sureste europeo.

Durante mucho tiempo, la caída de Constantinopla fue considerada por los historiadores como el hecho que
marcó la finalización de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna, en la actualidad, este pasaje se
analiza como un proceso que se dio en distintos momentos en diversos lugares del mundo.

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