En abril de 1910 se constituyó el Partido Nacional Antirreeleccionista, este
partido eligió a Francisco I. Madero como candidato a la Presidencia, quien adoptó el lema “Sufragio efectivo. No reelección”. Madero llevó a cabo una intensa campaña electoral en todo el país, con gran apoyo popular. En vista del auge que adquirió la candidatura maderista, el dictador ordenó que Madero fuera arrestado y encarcelado en Monterrey, el 6 de junio de 1910, acusado de conato de rebelión y ultraje a las autoridades, y después trasladado a la prisión de San Luis Potosí. El 26 de junio de 1910 se efectuaron las elecciones presidenciales. Porfirio Díaz se reeligió una vez más para el período 1910-1916. Madero obtuvo la libertad condicional, escapó a Estados Unidos de América. En San Antonio, Texas, lanzó el Plan de San Luis el 5 de octubre de 1910. El Plan de San Luis: Declaró nulas las elecciones del 26 de junio de 1910. Desconoció el gobierno de Porfirio Díaz. Convocó al pueblo mexicano a levantarse en armas contra la dictadura el 20 de noviembre de 1910. Proclamó a Madero presidente provisional. Prometió devolver a los campesinos las tierras de las que habían sido despojados. Se comprometió a efectuar elecciones extraordinarias cuando la dictadura fuera derrocada. El movimiento maderista se vio favorecido, por la amplia tradición de lucha política y armada del Partido Liberal Mexicano. El 18 de noviembre de 1910, Aquiles Serdán, sus familiares y un reducido grupo de simpatizantes maderistas se enfrentaron en Puebla al ejército federal. Aquiles Serdán fue asesinado después del combate. En Chihuahua se levantaron en armas Francisco Villa y Pascual Orozco. En Morelos se levantó en armas Emiliano Zapata. Los ejércitos de Villa y Zapata, principalmente, les propinaron graves derrotas a las tropas porfiristas. Madero ingresó en el territorio mexicano y asistió a la toma de Ciudad Juárez, que efectuaron las tropas de Pascual Orozco y Francisco Villa, ocasionando la caída de Porfirio Díaz. En mayo de 1911, Madero firmó los Tratados de Ciudad Juárez, cuyos acuerdos principales fueron: Renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia de la República. Nombramiento de Francisco León de la Barra, secretario de Relaciones Exteriores del gobierno de Porfirio Díaz, como presidente interino. Cese de hostilidades entre las fuerzas del gobierno y las de la revolución y licenciamiento de las fuerzas revolucionarias. León de la Barra se comprometió a convocar a elecciones dentro de los términos de la Constitución. En julio de 1911, el Partido Constitucionalista Progresista designó a Francisco I. Madero candidato a la presidencia. Durante el interinato de León de la Barra, Madero efectuó su campaña y fue electo presidente de la República; tomó posesión el 6 de noviembre de 1911. El presidente Madero formó un gabinete de conciliación, en el que predominaron los partidarios del porfirismo. El ejército y aparato estatal porfirianos fueron conservados. Se respetaron los derechos de asociación, reunión y manifestación, pero se postergaron las transformaciones sociales. La inversión extranjera casi no fue afectada. Se permitió una absoluta libertad de expresión, de la que abusó la prensa reaccionaria, la cual calumnió e insultó impunemente al presidente. El problema agrario no fue resuelto. Los obreros crearon organizaciones sindicales, las cuales estallaron varias huelgas. Madero se enfrentó a una gran cantidad de problemas acumulados, a los que no pudo dar soluciones inmediatas y efectivas. Surgieron varias rebeliones armadas de líderes que habían luchado contra la dictadura porfirista. Pascual Orozco, resentido por no haber obtenido la gubernatura del estado de Chihuahua, se rebeló contra el gobierno. El 25 de marzo de 1912 lanzó el Plan de la Empacadora, que desconocía al presidente Madero, proponía mejorar la situación de los obreros y resolver el problema agrario. Esta rebelión fue derrotada. Cuando Madero llegó a la presidencia, Emiliano Zapata le exigió que cumpliera con las promesas hechas en el Plan de San Luis en lo relativo a la devolución de tierras a los campesinos, pero el presidente respondió con evasivas. El 28 de noviembre de 1911, Emiliano Zapata dio a conocer el Plan de Ayala, cuyos principales postulados son los siguientes:
Desconoce a Madero como jefe supremo de la Revolución y presidente de
la República. Designa a Pascual Orozco, hijo, como jefe del movimiento o a Emiliano Zapata, en caso de no aceptar el primero. Devolver a las comunidades campesinas las tierras, montes y aguas de que fueron despojadas. Expropiar la tercera parte de los terrenos monopolizados, previa indemnización, para que los pueblos y ciudadanos obtengan ejidos, colonias, fundos legales o campos de sembradura que mejoren su condición económica. Nacionalizar los bienes de hacendados, caciques o “científicos” que se opongan al presente Plan. Juzgar como traidores a los jefes militares que desconozcan el Plan de Ayala. En pocos días la rebelión zapatista se extendió en los estados de Morelos, Tlaxcala, México, Guerrero y en el sur del Distrito Federal, pues el Plan de Ayala recogía los anhelos seculares de los campesinos mexicanos. Los viejos sectores del grupo porfirista organizaron levantamientos contra Madero. A pesar de haber sido dominadas las rebeliones, la oficialidad del ejército, de origen porfirista, esperaba el momento oportuno para derrocar a Madero. A principios de 1913 Madero se enfrentaba a los campesinos zapatistas y a una clase obrera hostil al gobierno. Esta situación fue aprovechada por la contrarrevolución, en complicidad con el imperialismo estadounidense, para derrocar a Madero. Entre el 9 y 18 de febrero de 1913 se efectuó en la Ciudad de México una lucha sangrienta a la que, por su duración, se le dio el nombre de Decena Trágica. Madero, al enterarse del alzamiento, designó a Victoriano Huerta comandante militar para dirigir las operaciones contra los rebeldes. En los días posteriores, Huerta simuló atacar la Ciudadela, pero estaba de acuerdo con los rebeldes. El embajador estadounidense Henry Lane Wilson, molesto por la resistencia que opuso Madero a las pretensiones del imperialismo estadounidense de convertir a México en semicolonia, reunió en la sede diplomática de Estados Unidos de América a los traidores Victoriano Huerta y Félix Díaz para firmar el Pacto de la Embajada, que culminó con el derrocamiento del gobierno de Madero y el ascenso de Huerta al poder, con lo que se buscaba restaurar el régimen porfirista. El 22 de febrero del mismo año fueron asesinados el presidente Madero y el vicepresidente Pino Suárez. Henry Lane Wilson fue el responsable intelectual de estos crímenes; su intromisión política no tiene paralelo en la historia de México.
El constitucionalismo y la lucha de las fracciones revolucionarias
o Victoriano Huerta estableció un régimen de terror que provocó un levantamiento
popular en el país. o Venustiano Carranza se negó a reconocer el gobierno huertista. o Carranza expidió el 26 de marzo de 1913 el Plan de Guadalupe, cuyos principales postulados fueron los siguientes: Desconocer a Victoriano Huerta como presiente de la República, a los poderes Legislativo y Judicial de la Federación y a los gobiernos estatales que aún reconozcan al usurpador treinta días después de la publicación de este Plan. Designar a Venustiano Carranza como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, quien asumirá el cargo de presidente interino y convocará a elecciones generales. Nombrar a los jefes locales del Ejército Constitucionalista como gobernadores provisionales de los estados que todavía reconocen el gobierno de Huerta. o El Plan de Guadalupe se limitó a enarbolar la bandera del constitucionalismo e ignoró las demandas políticas y sociales del pueblo. o El odio popular contra el gobierno de Huerta era tan grande, que Carranza logró tener gran fuerza. o La meta era derrocar al huertismo y restablecer el orden constitucional. o Las diferencias entre las corrientes que se agruparon en la lucha antihuertista aparecerían posteriormente.