Está en la página 1de 5

Francisco Galván 321464 franciscogalvan@uca.edu.

ar

Universidad Católica Argentina

Carrera: Licenciatura en Relaciones Internacionales


Asignatura: Historia Política Contemporánea

Año: 1, Comisión: B

Profesora Titular: Dra. Patricia H. Onganía


Profesor Asistente: Lic. Fernando Domínguez Sardou
Profesor Interino: Dr. Ignacio A. López

Autor: Francisco Galván


Número de Registro: 321464
Correo electrónico: franciscogalvan@uca.edu.ar

Fecha de entrega: 24/05/2023

1
Francisco Galván 321464 franciscogalvan@uca.edu.ar

Unos Más Iguales Que Otros

Introducción

El 21 de enero de 1927, Vladimir Ilich Uliánov, de alias Lenin, muere, dejando atrás una Rusia
revolucionada y confusa, en manos, principalmente, de León Trotsky, Iosif Stalin, Grigori Zinoviev, y
Lev Kámenev. A través de distintas tácticas y maniobras, Stalin logra superar a los demás, tomar todo
el poder para sí solo, y derrotar a los otros "herederos". Una vez su posición consolidada, lleva a cabo
una serie de purgas y reformas1, las cuales en 1930, según el politólogo Norberto Bobbio (2000),
resultan en la transformación de la Unión Soviética comunista, en un estado totalitario, en el sentido
técnico y preciso de la palabra. El objetivo del siguiente ensayo es investigar los fundamentos que tenía
Bobbio para hacer tal afirmación, repasando la evidencia, para responder a la pregunta de si realmente
era la Unión Soviética bajo Stalin (desde 1930) un totalitarismo, tomando la definición de Norberto
Bobbio. Tal investigación puede parecer redundante ya que se suele presuponer que cuando hablamos
de totalitarismo hablamos de este régimen y del régimen nazi, por lo menos. Se puede percibir como
obvio que estos regímenes son totalitaristas, pero justamente por eso es que este ensayo es relevante.
Cuando decimos que algo es evidente, lo creemos sin necesidad de pruebas, pero la pregunta central de
este ensayo, aunque lo parezca, no tiene ni pizca de evidente, y por lo tanto requiere de evidencia y
fundamentos.

¿Que entendemos por "Totalitarismo"?

Trabajaremos usando la concepción del término que Bobbio (2000) presenta al final de su
investigación acerca de la historia del término y sus interpretaciones, en la que postula que el
totalitarismo está compuesto de cuatro elementos fundamentales: el partido único, la ideología, el
dictador, y el terror. El partido confronta toda previa autoridad, y politiza lo que le es posible para
subordinarlo todo a los principios de la ideología. Esta es una cosmovisión de revolución, de cambio,
con un fin poco tangible, o excesivamente radical (como la supremacía aria, o la fase superior del
comunismo). El dictador tiene poder total sobre el régimen, es interprete y artífice por excelencia de la
ideología, y su voluntad e intereses egoístas y arbitrarios confieren al estado un elemento de constante
movimiento y cambio impredecible. El terror, motivado por el espíritu de profunda transformación,
inhibe la más mínima e insignificante oposición, y asegura la adhesión y activa participación de la
población en su totalidad al régimen y al líder personal.
Bobbio también diserta acerca del origen de este, de sus causas, consecuencias, y las
condiciones que lo hicieron posible, pero a nosotros puramente nos interesa averiguar si la unión
soviética de Stalin, poseyó estos cuatro elementos, y con qué grado. Por lo tanto, repasaremos cada
aspecto por separado, a continuación.

Partidos Monopolistas

Probar la existencia de un solo partido en un régimen es, efectivamente, negar la posibilidad


para la existencia de cualquier otro partido. Por lo tanto, debemos justificar la aparentemente evidente
declaración de que, en la unión soviética estalinista, no estaba permitida la existencia de otro partido, y
el que sí estaba permitido, era el encargado de dirigir el estado y el régimen, y demandaba lealtad
activa.
1
Todo lo que precede a esta nota es una simplificación excesiva de los eventos que procedieron a la
muerte de Lenin. Es simplemente un muy breve resumen de los eventos para poner en un mínimo
contexto al lector.
2
Francisco Galván 321464 franciscogalvan@uca.edu.ar

La constitución de la unión soviética de 1936, artículo 126, dice que "Los ciudadanos más
activos y más conscientes que forman parte de la clase obrera, de los campesinos trabajadores y de los
intelectuales trabajadores se agrupan voluntariamente en el Partido Comunista de la Unión Soviética,
destacamento de vanguardia de los trabajadores en su lucha por edificar la sociedad comunista y núcleo
dirigente de todas las organizaciones de los trabajadores, tanto sociales como del Estado." (p. 37) Al ser
este un "núcleo dirigente", no se necesita de otros partidos, ya que el partido actual es un
"destacamento de vanguardia". Este documento, recordemos, era la constitución del régimen, por lo
que tenía una significancia primordial.

Ideología de Transformación

Lo que sigue es probar que Stalin y su estado adherían al marxismo-leninismo, y que este
profesaba una voluntad de cambio fundamental. Probar la simpatía de Stalin por el leninismo puede ser
difícil por lo evidente que es, y por su perpetua aparición en toda fuente acerca del estalinismo, pero,
por ejemplo, el artículo primero de la constitución de 1936, referenciada anteriormente, lee, "La Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas es un Estado socialista de obreros y campesinos". No solo eso,
sino que también, en el artículo 15, se expresa "En la URSS se cumple el principio del socialismo: De
cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo". Esto expresa una fuerte voluntad de
cambio. Más bien, la redacción parece implicar que el profundo cambio ya tuvo lugar, ya que, en el
presente, "se cumple el principio del socialismo". Se ha realizado el reordenamiento y la transición
hacia una sociedad colectiva en la que cada uno aporta al estado tanto como puede, y recibe puramente
lo que necesita. Este es un cambio radical, en contraste con algo como el principio meritocrático,
porque el primer modelo, requiere de una infraestructura de escala inmensa de redistribución que casi
que no dejaría lugar a la vida individual, mientras que el segundo modelo no necesita de ninguna
infraestructura, sino que es lo "natural", se podría decir.

Personalización del Poder

Nos acercamos al final, y lo que ahora debemos hacer es probar la supremacía que tenía Iosif
Stalin en su régimen, y el culto que existía hacia su persona. Ian Kershaw (2016) nos presenta que,

by 1933 there were more than twice as many busts and images of Stalin to be seen in
central Moscow than of Lenin. And by now Stalin, no notable philosopher of Marxism, had
been elevated into its preeminent theorist, his works published in numbers far exceeding those
of Marx and Engels, greater even than those of Lenin. When Stalin made a (...) public
appearance, (...) at a Moscow congress in 1935, the frenetic applause by over 2,000 delegates
lasted fifteen minutes. As it finally subsided, a woman shouted out ‘Glory to Stalin’, and it all
began again. (p. 269) 2

Es decir, era el principal intérprete de la filosofía marxista, y él mismo era un filósofo, artífice
de nueva doctrina. Esto era la consecuencia de su poder absoluto. Britannica (2023), en su artículo
sobre Stalin, expresa que él probablemente haya ejercido más poder político que cualquier otra figura
en la historia.

2
Trad: “Para 1933 había en el centro de Moscú más del doble de bustos e imágenes de Stalin que de Lenin. Y a estas
alturas Stalin, quien no era un filósofo notable del marxismo, había sido elevado hasta convertirse en su teorista más
preeminente, con sus obras sobrepasando en ventas a aquellas de Marx y Engels, superando incluso a Lenin. Cuando Stalin
hizo una (…) aparición pública, (…) en un congreso de Moscú en 1935, el frenético aplauso de más de 2,000 delegados
duró quince minutos. Cuando estaba finalizando, una mujer gritó ‘Gloria a Stalin’, y comenzó de vuelta.”
3
Francisco Galván 321464 franciscogalvan@uca.edu.ar

El Gran Terror

Lo que queda es exponer en relativamente breves palabras la existencia del terror en la Rusia
soviética, y el grado de penetración que poseía en la vida del ciudadano común. Servirá observar la
transformación que se produce en los individuos, pues esta es una marca muy característica del
totalitarismo ¿Qué mejor manera de indagar sobre estos temas que con testamentos de gente que
vivieron esos tiempos? Orlando Figes (2008) llevó a cabo una serie de entrevistas con individuos que
vivieron esa época. Figes reporta que, en muchas ocasiones, los entrevistados vacilaban en hablar de su
experiencia con investigadores, aunque sabían que eran del Memorial (algunos se negaron a compartir
su experiencia por este tipo de razones). Relata incluso Figes como una señora de 78 años, al darse
cuenta de que estaba siendo grabada, empezó a hablar de cómo su vida se había acabado, que la
arrestarían y que la mandarían a Kolyma, que era un complejo de gulags en Siberia, que cerró
oficialmente en 1960. Esta entrevista tuvo lugar aproximadamente en 2008. Es evidente que esto, en
tanto y en cuanto es representativo de la población rusa de ese momento, expresa una invasión de la
maquinaria estalinista en la vida privada de la población sin precedentes, ya que muchos declaraban
que nunca habían relatado su experiencia a nadie, ni siquiera a sus familias. El temor era tal, que
atravesaba el encuentro entre dos extraños, y entre marido y mujer.

Conclusión

Es claro que la evidencia presentada en este ensayo no es en absoluto concluyente, pues los
límites de extensión nos obligaron a abstenernos de ofrecer y desarrollar más de una o dos fuentes. Sin
embargo, constituyen un punto de partida, y un poco más. Dado que las fuentes que hemos ofrecido se
inclinan hacia afirmar la existencia de los cuatro elementos que Bobbio considera piezas integrales del
totalitarismo, diremos que el politólogo italiano estaba acertado al considerar a la unión soviética bajo
Stalin un régimen totalitarista, con todas las letras. En cuanto a la definición que él ofrece de
totalitarismo, nos parece poco relevante discutir acerca de semánticas y de la definición exacta de un
término como totalitarismo, pero es cierto que hay que cuidar que el término no sea utilizado como
herramienta de difamación hacia aquel con el que no estoy de acuerdo. Lo que nos parece extraño, es
que no considere al régimen de Mao un totalitarismo, ya que a nuestros ojos comparte las
características clave, pero eso probablemente se deba a nuestra perpetua falta de conocimiento.

4
Francisco Galván 321464 franciscogalvan@uca.edu.ar

Bibliografía
 Bobbio, N. (2000) Diccionario de Política. Buenos Aires: Siglo XXI.
 Comisión Constitucional de la URSS. (2022). La Constitución De La Unión Soviética De 1936.
Omegalfa.
 Figes, O. (2008). Private Life in Stalin's Russia: Family Narratives, Memory and Oral History.
History Workshop Journal, 65(1), 117-137.
 Hingley, R.F. (31 de marzo 2023). Joseph Stalin. Britannica.
https://www.britannica.com/biography/Joseph-Stalin
 Kershaw, I. (2016). To Hell and Back: Europe 1914-1949. New York: Penguin Books.

También podría gustarte