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Centro Educativo Técnico Laboral Kinal

Área de
« 6to. »
Código Técnico «MA6BM» Seminario
Asesor. Rafael Gutierrez.

TEMA: Informe final

Integrantes:

Melvin Antonio Sebastián Estrada Lorenzo Carné:2021068


Julián Andree Franco Reyes Carné:2021098
Rodas Leiva Lothar Von Jürgen Carné:2021132
Moises Antonio Pajoc Choy Carné:2021459
Marvin Fernando Larios Cutzal Carné:2021097
Diego José Monzón Velásquez Carné:2018140
Keneth Dehbroller Alexander Aguilar Alarcon Carné:2021088
Sebastian Rivera Guerra Carné:2020542
Elmer Steeven Cumez Pocon Carné:2021249
Oscar Alejandro Romero Illescas (coordinador) Carné:2021172
Dedicatorias

Melvin Estrada: Este trabajo se lo quiero dedicar a mis excelentes padres ya que gracias a ellos hoy en
día pude alcanzar muchos sueños y anhelos que siempre tuve. Ellos siempre han sido una inspiración
para mi vida, ya que me han enseñado que nada es fácil en la vida y que todo se gana trabajando y
esforzándote día tras día sin que nadie se entrometa en lo que sueñas. Gracias por que se que aunque
no sea un hijo perfecto y tenga mis errores ellos siempre han estado apoyándome, regañándome pero
sobre todo amándome.
Por último se lo quiero dedicar a todas aquellas personas que talvez no sea mucho pero siempre han
estado en buenos y malos momentos apoyándome y siempre aconsejándome, también a mis abuelos
que sin su amor y consejos no fuera posible todo esto.

Keneth Alexander: Este trabajo se lo quiero dedicar a mis excelentes padres ya que gracias a ellos hoy
en día pude alcanzar muchos sueños y anhelos que siempre tuve. Ellos siempre han sido una
inspiración para mi vida, ya que me han enseñado que nada es fácil en la vida y que todo se gana
trabajando y esforzándote día tras día sin que nadie se entrometa en lo que sueñas. Gracias por que se
que aunque no sea un hijo perfecto y tenga mis errores ellos siempre han estado apoyándome,
regañándome pero sobre todo amándome.
Por último se lo quiero dedicar a todas aquellas personas que talvez no sea mucho pero siempre han
estado en buenos y malos momentos apoyándome y siempre aconsejándome, también a mis abuelos
que sin su amor y consejos no fuera posible todo esto.

Steven Pocon: Hoy quiero dirigirme a ustedes con profundo agradecimiento y dedicarles este trabajo de
seminario que me ha brindado la oportunidad de explorar un tema que me apasiona. A través de estas
líneas, deseo expresar mi gratitud a todas las personas que han contribuido a mi crecimiento académico
y personal durante este proceso.
En primer lugar, quiero agradecer a mi querido profesor, cuya guía y conocimientos han sido
fundamentales en el desarrollo de este trabajo. Sus enseñanzas y asesoramiento han sido invaluables,
brindándome una visión más amplia y profunda del tema que he investigado. Agradezco su paciencia,
dedicación y el tiempo que ha invertido en ayudarme a alcanzar mis metas académicas.
También quiero extender mi gratitud a mis compañeros de clase, quienes han compartido conmigo
ideas, debates y reflexiones enriquecedoras. Su participación y aportes han sido una fuente constante
de inspiración y motivación. Juntos, hemos explorado nuevas perspectivas y desafiado nuestras propias
ideas, lo cual ha enriquecido significativamente mi proceso de aprendizaje.
No puedo dejar de mencionar a mi familia y amigos, quienes han sido mi apoyo incondicional a lo largo
de este camino. Gracias por creer en mí y por brindarme el aliento y el apoyo necesarios para superar
los desafíos que se presentaron durante esta investigación. Su amor y confianza son mi mayor fortaleza
y motor para alcanzar mis metas.
Además, me gustaría reconocer a todos aquellos autores, investigadores y expertos cuyas obras y
estudios han sido fundamentales para el desarrollo de este trabajo. Sus contribuciones han sido el
cimiento sobre el cual he construido mis argumentos y reflexiones, permitiéndome profundizar en el
conocimiento y comprender mejor el tema que he abordado.
Finalmente, quiero agradecer a mí mismo/a por el esfuerzo y la dedicación que he invertido en este
trabajo. Ha sido un desafío que me ha llevado a explorar nuevas fronteras intelectuales, a desarrollar
habilidades de investigación y análisis, y a crecer como estudiante y como persona. Estoy orgulloso/a de
los logros alcanzados y de la pasión que he puesto en cada página escrita.
En resumen, esta dedicatoria es un humilde reconocimiento a todos aquellos que han sido parte de mi
trayectoria académica y que han contribuido a mi formación como estudiante. Gracias a su apoyo,
aliento y sabiduría, he sido capaz de superar obstáculos y alcanzar nuevos horizontes. Este trabajo de
seminario es un testimonio de nuestro esfuerzo conjunto y de la importancia de la colaboración y el
intercambio de ideas en el proceso de aprendizaje.
Con sincera gratitud,
Elmer Steeven Cumez Pocon

Franco Reyes: Este trabajo se lo dedico mas que todo a mi papá, ya que gracias a el hoy en día estoy
donde estoy que es a punto de graduarme de sexto grado en Fundación Kinal un centro educativo muy
bueno a nivel nacional, gracias a el que me ha sacado a mi y a mis hermanos adelante le ha echado
ganas al trabajo para que no nos falte nada gracias a el nunca nos ha faltado un plato de comida en la
mesa. A otras de las personas que le quiero dedicar este trabajo es a mis abuelos ya que ellos desde
que falleció mi mamá ellos siempre nos han estado apoyando a mí y a mis hermanos mi abuelita que
siempre se levanta para hacernos la refa para que llevemos al colegio y mi abuelo que nos apoya en lo
que el pueda, gracias a mi papá y mis abuelos soy lo que soy hoy en día.

Dedicatoria de Diego Monzon


Mi dedicatoria seria para mis padres, abuelo, tía, primos y hermanos. Ellos son muy confiables en creer
en mi y ellos son con quien mas tengo lazos.

Oscar Alejandro Romero Illescas:


"Queridos padres,

En este día especial, quiero dedicarles estas palabras de gratitud y admiración por todo el apoyo
incondicional que me han brindado en mi camino académico. Su amor, guía y sacrificio han sido
fundamentales para mi desarrollo y crecimiento.

Hoy, al término de este seminario, deseo expresarles mi profundo agradecimiento por su constante
aliento y motivación. Gracias por estar siempre a mi lado, animándome a alcanzar mis metas y superar
cualquier obstáculo.

Su presencia en este seminario ha sido un gran estímulo para mí. Saber que puedo contar con ustedes
en cada paso que doy, llena mi corazón de alegría y confianza.

Agradezco su paciencia y comprensión en los momentos de estudio intenso y su inquebrantable fe en


mis capacidades. Su respaldo me ha dado la fuerza necesaria para enfrentar los desafíos y perseguir
mis sueños.

Hoy, en este seminario que representa una etapa más en mi crecimiento académico, quiero dedicárselo
a ustedes. Son mi mayor inspiración y modelo a seguir. Cada logro que alcanzo es también un tributo a
su amor y dedicación.
Gracias, mamá y papá, por ser los pilares de mi educación y por enseñarme el valor del conocimiento y
el esfuerzo. Este seminario es solo una muestra de lo que he aprendido a su lado, y sé que hay muchos
éxitos más por delante, en los cuales compartiré con orgullo mi gratitud hacia ustedes.

Con todo mi amor y agradecimiento,

Oscar Alejandro.
Indice

Contenido
Introducción.................................................................................................................................................................................7
Marco Conceptual....................................................................................................................................................................8
Contextualización.....................................................................................................................................................................9
Delimitación del problema.....................................................................................................................................................14
Objetivos generales................................................................................................................................................................19
Objetivos específicos..............................................................................................................................................................20
Análisis estadístico................................................................................................................................................................. 23
Marco Teórico........................................................................................................................................................................ 29
Tipos de bullying.................................................................................................................................................................... 43
Teorías sobre Violencia en contextos escolares.....................................................................................................................48
Consecuencias........................................................................................................................................................................ 55
Plan de prevención para el acto de bullying escolar................................................................................................................64
Como se hará......................................................................................................................................................................... 66
Porque el proyecto elegido....................................................................................................................................................69
Cronograma de investigación.................................................................................................................................................72
Cronograma de acción...........................................................................................................................................................73
Costos del proyecto social......................................................................................................................................................74
Conclusiones.......................................................................................................................................................................... 75
Recomendaciones.................................................................................................................................................................. 76
Referencias bibliográficas......................................................................................................................................................77
Bullying en contextos escolares

Introducción

El acoso escolar estudiantil es un fenómeno preocupante y perturbador que afecta a millones de niños y
adolescentes en todo el mundo. Se trata de un comportamiento agresivo, repetido y deliberado que
ocurre entre estudiantes, y puede tener consecuencias devastadoras tanto para las víctimas como para
los agresores. Es por eso por lo que prevenir y abordar el acoso escolar se ha convertido en una tarea
fundamental en el ámbito educativo.

En los últimos años, se ha prestado una mayor atención al acoso escolar estudiantil debido a sus
impactos negativos en el bienestar emocional, psicológico y académico de los jóvenes. Las víctimas de
acoso escolar pueden experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima e incluso problemas de salud
mental a largo plazo. Por otro lado, los agresores también pueden sufrir consecuencias, como
dificultades para establecer relaciones saludables y comportamientos delictivos en etapas posteriores de
su vida.

Para abordar de manera efectiva el acoso escolar estudiantil, es esencial adoptar un enfoque integral y
preventivo. La prevención del acoso escolar implica identificar y abordar los factores de riesgo, promover
una cultura de respeto y empatía, y proporcionar a los estudiantes las herramientas necesarias para
hacer frente a estas situaciones.

En primer lugar, es importante comprender los factores de riesgo asociados con el acoso escolar
estudiantil. Estos pueden incluir la falta de supervisión por parte de adultos, la tolerancia hacia la
violencia, la discriminación y el acoso en la sociedad, así como la falta de habilidades sociales y
emocionales. Identificar estos factores nos permite intervenir tempranamente y prevenir la aparición del
acoso escolar.

Un elemento fundamental en la prevención del acoso escolar es fomentar una cultura de respeto y
empatía en las escuelas. Esto implica educar a los estudiantes sobre la importancia del respeto mutuo,
la aceptación de la diversidad y la tolerancia. Los programas de educación socioemocional pueden
desempeñar un papel crucial al proporcionar a los jóvenes las habilidades para comunicarse de manera
efectiva, resolver conflictos de manera pacífica y desarrollar empatía hacia los demás.

Además, es necesario establecer políticas y protocolos claros para abordar el acoso escolar en las
escuelas. Estas políticas deben definir claramente qué comportamientos se consideran acoso escolar,
las consecuencias para los agresores y el apoyo disponible para las víctimas. Es importante que los
estudiantes, padres y personal escolar estén informados sobre estas políticas y se sientan seguros al
denunciar casos de acoso escolar.

Marco Conceptual

Título del tema a Desarrollarse


Prevención de la violencia y contextos escolares

El acoso escolar, o acoso escolar, es un problema grave y persistente que afecta a numerosos centros
educativos en todo el mundo. Se caracteriza por el maltrato físico, verbal o psicológico repetido y
deliberado hacia un estudiante por parte de uno o varios compañeros. Este comportamiento agresivo y
hostil puede tener consecuencias devastadoras para la víctima, incluyendo problemas emocionales,
sociales y académicos. (Sevilla, 2018)

A continuación, se presentan algunos aspectos clave en la identificación del problema del acoso escolar
en los centros educativos: (Sevilla, 2018)
Conductas agresivas: El acoso escolar implica la presencia de conductas agresivas y violentas, que
pueden manifestarse de diferentes formas, como golpes, empujones, insultos, burlas, amenazas,
exclusión social, difamación en línea, entre otras. Estas acciones se llevan a cabo de manera repetida y
con la intención de dañar o intimidar a la víctima. (Sánchez, 2015)

Desequilibrio de poder: En la dinámica del acoso escolar, existe un desequilibrio de poder entre el
agresor o agresores y la víctima. El acosador suele ser físicamente más fuerte o tener un estatus social
superior, lo que le permite ejercer control y dominio sobre la víctima. (Sánchez, 2015)

Persistencia y repetición: El acoso escolar no es un incidente aislado, sino una conducta repetitiva que
ocurre durante un período prolongado. Se caracteriza por la continuidad en el tiempo y la frecuencia de
los actos de agresión, lo que genera un ambiente hostil y de temor para la víctima. (Sánchez, 2015)

Daño emocional y psicológico: El acoso escolar tiene un impacto significativo en la salud emocional y
psicológica de la víctima. Puede generar ansiedad, depresión, baja autoestima, trastornos del sueño,
aislamiento social, dificultades académicas y, en casos extremos, incluso llevar al suicidio. (Sevilla,
2018)

Silencio y temor: Las víctimas de acoso escolar a menudo temen hablar sobre lo que están
experimentando debido al miedo a represalias, la vergüenza o la sensación de que no serán
escuchadas o apoyadas. Esto puede dificultar la detección y la intervención temprana. (Sánchez, 2015)

Impacto en el entorno escolar: El acoso escolar no solo afecta a la víctima directamente, sino que
también tiene consecuencias negativas para el entorno escolar en su conjunto. Puede generar un clima
de violencia, desconfianza y malestar, dificultando el aprendizaje y el desarrollo saludable de todos los
estudiantes. (Sánchez, 2015)

Es fundamental abordar de manera efectiva el problema del acoso escolar en los centros educativos,
promoviendo la conciencia, la prevención y la intervención adecuada. La creación de entornos seguros,
inclusivos y respetuosos, así como la educación en valores y habilidades sociales, son aspectos clave
para prevenir y combatir el acoso escolar. (Sánchez, 2015)

Prevención de la violencia y contextos escolares

Contextualización
La salud mental representa un concepto complejo debido a su conformación multifactorial, donde las
problemáticas surgen a partir de la interacción entre los riesgos psicosociales a los que se encuentra
expuesto un ser humano, sus vulnerabilidades personales y los factores protectores con los que cuenta.
(Hjemdal, 2012).

Uno de los enfoques más utilizados para abordar su estudio es el centrado en la vulnerabilidad, a partir
del cual se busca analizar los factores de riesgo que favorecen la generación de problemas de salud
mental. (STILES, 2012).

Otro abordaje es el basado en la psicología positiva, centrado en la identificación de las características


personales que le permiten al individuo adaptarse a las situaciones que le presenta el mundo, es decir,
los factores protectores (STILES, 2012).
El presente trabajo explora la relación que pueden tener 2 factores considerados protectores, las
competencias socioemocionales y la resiliencia, con la ansiedad, un problema de salud mental de
relevancia actual (STILES, 2012).

Las competencias socioemocionales se definen como el conjunto de habilidades cognitivas,


emocionales y sociales que influyen en la capacidad del individuo para relacionarse y adaptarse
exitosamente a las demandas del medio (Lerner, 2013).

De tal forma, ser competente emocionalmente implica poder comprenderse a sí mismo y al otro, siendo
capaz de hacer uso de estas habilidades para interactuar de una manera equilibrada y flexible con el
medio. Este conjunto de destrezas impacta también en la autoeficacia percibida, la calidad de las
relaciones interpersonales, la capacidad de establecer metas y resolver problemas, entre otros (Lerner,
2013).

Las competencias socioemocionales representan un factor protector que favorece la adaptación del
sujeto al contexto, un mejor afrontamiento del estrés y en general a prevenir problemas de salud mental
en todas las edades. De tal manera, estas competencias constituyen un punto clave para el desarrollo
del ser humano, considerando que median entre los acontecimientos vitales y las consecuencias que
pueden tener para el individuo, influyendo en su capacidad de responder de forma resiliente a la
adversidad (Limonero, 2012).

La resiliencia representa un constructo cercanamente asociado con las competencias socioemocionales,


y es concebida como una forma de afrontamiento donde el individuo logra adaptarse y mantener un
desarrollo normal a pesar de experimentar eventos estresantes y adversos (STILES, 2012).

La resiliencia puede ser considerada como un proceso dinámico, donde un conjunto de factores
ambientales y personales interactúan para favorecer que el individuo afronte de manera positiva las
dificultades, logrando adaptarse a las situaciones adversas (STILES, 2012).

El responder de manera resiliente a los eventos vitales adversos favorece un mayor bienestar y
satisfacción con la vida en distintas etapas evolutivas. Específicamente en la vida adulta, el tener
elevados niveles de resiliencia favorece una mayor recuperación frente a eventos adversos como las
enfermedades y adicciones (Robles-Bello, 2014).

Al igual que sucede con las competencias socioemocionales, existe una correlación negativa entre la
resiliencia y los síntomas psiquiátricos, presentándose como un factor protector frente a problemáticas
como estrés, depresión, ansiedad y suicidio (Robles-Bello, 2014).
Como se puede observar, las competencias socioemocionales y la resiliencia se consideran elementos
relacionados con una menor presencia de problemas de salud mental, debido a que favorecen que el
individuo se adapte mejor a los cambios y demandas del ambiente (S. Berenzon, 2013).

A pesar de la importancia que tienen estos factores protectores, en la actualidad la promoción de la


salud mental sigue siendo una tarea de salud pública pendiente en distintos países. A nivel mundial se
estima una tasa de prevalencia anual de trastornos mentales de entre el 8.4% y el 29.1%, representando
una problemática de gran impacto para el bienestar del ser humano y de la sociedad (S. Berenzon,
2013).

La ansiedad puede ser definida como una respuesta emocional frente a una situación que se percibe
como estresante o amenazante, consistiendo en un estado de activación que incluye cambios
fisiológicos y sentimientos de intranquilidad, tensión y aprensión (Quevedo, 2013).

Es considerada una reacción natural cuando se presenta de manera proporcionada, como un medio
para permitir que el sujeto se movilice y logre resolver la situación que desencadenó la respuesta
ansiosa, y la misma desaparece al ser resuelto el evento estresante. Sin embargo, la ansiedad se puede
convertir en un problema de salud mental cuando se presenta de forma desproporcionada al estímulo
que la genera, persistiendo de manera constante en el individuo (Quevedo, 2013).

En la definición de Spielberger se propone una separación entre la ansiedad como estado y como rasgo.
La primera es definida como la presencia de síntomas subjetivos inmediatos de tensión y aprensión,
acompañados por un incremento en la actividad del sistema nervioso autónomo. (A. Zayas, 2017).

La segunda corresponde a una característica de personalidad más estable, que predispone al individuo
a percibir los estímulos ambientales como amenazantes. La ansiedad como rasgo, al representar un
componente de la personalidad, puede influir en la manera en que el individuo evalúa una situación
estresante, favoreciendo respuestas más desproporcionadas y cercanas a estados de ansiedad (A.
Zayas, 2017).

Cuando la ansiedad se presenta de manera constante y existe la predisposición mencionada, se


incrementan el riesgo de desarrollar un problema de salud mental mencionan que los problemas de
ansiedad son los trastornos psiquiátricos más comúnmente reportados (14.3%) en población mexicana.
En las pocas investigaciones realizadas con población mexicana general, en adolescentes y adultos, las
características sociodemográficas como la edad, el género, el estado civil, el estatus laboral y
socioeconómico se reportan como variables que influyen en los niveles de ansiedad. (A. Zayas, 2017)

El género representa uno de los factores más analizados con relación a la ansiedad, encontrando
estudios que reportan una mayor prevalencia en mujeres (18.5%) en comparación con los hombres (9%)
para la mayor parte de este tipo de trastornos. Estas diferencias se han reportado como significativas
para adultos en las puntuaciones totales de ansiedad, con medias superiores en mujeres (C. Benjet,
2009).

Este mismo resultado se observa en estudios realizados con adolescentes, evidenciando que desde
etapas tempranas las mujeres presentan mayores indicadores de ansiedad en comparación con los
hombres (C. Benjet, 2009).

De tal manera, la mujer representa un grupo con riesgo significativo de presentar problemas de salud
mental relacionados con ansiedad, siendo importante desarrollar investigaciones que permitan identificar
factores protectores frente a estas alteraciones. El estudio de la relación entre las competencias
socioemocionales, resiliencia y sintomatología ansiosa representan un punto clave en la prevención de
problemas de salud mental y la promoción de mayores estados de bienestar en este colectivo (M.C.
García-Mendoza, 2017).

Asimismo, se considera relevante explorar la relación entre estas variables en población general, debido
a que la mayor parte de las investigaciones encontradas al respecto fueron realizadas en grupos que se
encontraban experimentando un evento vital estresante (M.C. García-Mendoza, 2017).

Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue analizar la interacción entre las competencias
socioemocionales, la resiliencia y la sintomatología ansiosa en mujeres mexicanas. La hipótesis a partir
de la cual se desarrolla el presente estudio es que las dimensiones de las competencias
socioemocionales y la resiliencia serán predictores asociados de manera negativa con la ansiedad
estado (M.C. García-Mendoza, 2017).
El objetivo del presente estudio fue analizar la interacción entre las competencias socioemocionales, la
resiliencia y la sintomatología ansiosa en mujeres mexicanas, para lo cual se llevó a cabo un análisis de
regresión múltiple para la ansiedad-estado como variable dependiente (O. Hjemdal, 2011).

En los resultados obtenidos para esta muestra el modelo final indica que la competencia personal, la
cohesión familiar y la competencia social, en conjunto con el manejo del estrés, única competencia
socioemocional que se conservó mantiene un poder de predicción del 56.2% de la varianza sobre la
ansiedad estado. Los hallazgos permiten corroborar la hipótesis inicial, indicando que las competencias
socioemocionales y la resiliencia predicen de manera negativa la sintomatología ansiosa en mujeres,
coincidiendo con lo reportado en la literatura (O. Hjemdal, 2011).

Con respecto a la resiliencia, la competencia personal fue uno de los componentes que mantuvo mayor
valor predictivo sobre la ansiedad. Este resultado concuerda con otras investigaciones donde se reporta
que las características de personalidad relacionadas con la percepción positiva de los recursos internos
para afrontar un evento estresante y la orientación realista hacia la vida son factores protectores frente a
la ansiedad (O. Hjemdal, 2011).

Considerando que algunos estudios encuentran que las mujeres suelen puntuar más bajo que los
hombres en variables relacionadas, como la autoestima y el optimismo, sería importante desarrollar
intervenciones que tengan el objetivo de fortalecer estos factores protectores desde una orientación
específica para este grupo poblacional (O. Hjemdal, 2011).

Aunado a la competencia personal, el manejo del estrés, relacionado con la capacidad para controlar las
emociones y los impulsos en momentos de tensión, fue otra variable que conservó significación en el
modelo final (O. Hjemdal, 2011).

De acuerdo con la habilidad para gestionar las emociones en momentos estresantes es una
competencia relacionada con menores niveles de ansiedad. Lo anterior podría explicarse desde la
relación reportada entre la regulación emocional y la aplicación de estrategias de afrontamiento más
eficientes, la cual se observa desde la adolescencia (O. Hjemdal, 2011).

De tal manera, es probable que las mujeres que controlan mejor sus estados emocionales y se perciben
más capaces de afrontar exitosamente un problema presenten menores niveles de ansiedad. Sin
embargo, debido a las limitaciones propias del diseño del presente estudio es necesario continuar
explorando la relación que estas variables pueden tener desde una perspectiva de género, de manera
que sea posible el desarrollo de futuras estrategias de intervención (O. Hjemdal, 2011).

Finalmente, a pesar de que obtuvo un coeficiente de regresión más bajo, es importante profundizar en el
papel que mantiene la competencia social con relación a la sintomatología ansiosa. Esta dimensión de la
resiliencia hace referencia a la destreza social que el sujeto mantiene para iniciar, comunicarse y
desenvolverse con flexibilidad dentro de las interacciones sociales (O. Hjemdal, 2011).

Autores como Murillo y Salazar mencionan que las características de personalidad relacionadas con la
disposición y seguridad para relacionarse con otros son rasgos asociados con un mayor bienestar. Sin
embargo, la relación de esta competencia con indicadores de ansiedad ha sido poco estudiada, siendo
necesario retomarla en futuras investigaciones que permitan profundizar sobre su relación con la
sintomatología ansiosa (O. Hjemdal, 2011).

En suma, los hallazgos de este estudio aportan evidencia empírica a favor de que la resiliencia y las
competencias socioemocionales son componentes asociados con un menor nivel de ansiedad estado,
encontrando valores predictivos significativos que requieren ser explorados con mayor profundidad en
futuras investigaciones. Además, se recomienda el desarrollo de programas de intervención dirigidos a
mujeres de población general, en los que se favorezcan la gestión de la competencia personal, el
manejo del estrés, la cohesión familiar y la competencia social contra la sintomatología ansiosa (O.
Hjemdal, 2011).

Delimitación del problema

El problema de la violencia en contextos escolares es un fenómeno que afecta a numerosos países y


comunidades en todo el mundo. Se refiere a cualquier forma de agresión, abuso, acoso o
comportamiento violento que ocurre dentro de un entorno educativo, ya sea entre estudiantes, entre
estudiantes y docentes, o entre miembros del personal escolar.

Es importante delimitar el problema de la violencia en contextos escolares para comprender su alcance


y abordarlo de manera efectiva. A continuación, se presentan algunas consideraciones para delimitar
este problema:

Tipos de violencia: La violencia en contextos escolares puede manifestarse de diferentes maneras,


como el acoso escolar (acoso escolar), la violencia física, la violencia verbal, el ciberacoso, el abuso
sexual, entre otros. Es necesario identificar los distintos tipos de violencia presentes en el entorno
escolar para abordarlos adecuadamente.

Actores involucrados: Es fundamental delimitar quiénes son los actores involucrados en la violencia
escolar. Pueden ser estudiantes agresores, estudiantes víctimas, docentes, personal administrativo o
incluso padres y representantes legales. Comprender quiénes participan en el problema ayuda a diseñar
estrategias de prevención e intervención más precisas.

Factores de riesgo: Existen diversos factores que contribuyen a la violencia en contextos escolares,
como la desigualdad socioeconómica, la falta de supervisión, la ausencia de valores y normas claras, el
consumo de drogas, entre otros. Es necesario identificar los factores de riesgo presentes en cada
contexto escolar para abordarlos de manera específica.

Consecuencias: La violencia en contextos escolares tiene múltiples consecuencias negativas para los
estudiantes, el clima escolar y la comunidad en general. Estas pueden incluir efectos físicos,
psicológicos y sociales, como el deterioro del rendimiento académico, el aumento de la ansiedad y el
estrés, la disminución de la motivación y el desarrollo de comportamientos agresivos.

Marco legal y políticas: Es importante tener en cuenta el marco legal y las políticas existentes en cada
país o región para abordar la violencia en contextos escolares. Esto permite evaluar la eficacia de las
medidas actuales, identificar vacíos legales y promover cambios legislativos y políticas más sólidas y
efectivas.

Al delimitar el problema de la violencia en contextos escolares, se facilita el desarrollo de estrategias de


prevención, intervención y promoción de un entorno escolar seguro y saludable. Además, se promueve
la colaboración entre diferentes actores, como educadores, estudiantes, padres y autoridades, para
abordar de manera integral esta problemática y fomentar una cultura de respeto y convivencia pacífica
en las escuelas.

La delimitación del problema de la violencia en contextos escolares implica establecer los límites y
alcances específicos de esta situación. A continuación, se presenta una propuesta de delimitación del
problema:
Tema: Violencia en contextos escolares.

Ámbito geográfico: El problema se abordará en el contexto de instituciones educativas, tanto en


entornos urbanos como rurales.

Población objetivo: Estudiantes de todos los niveles educativos, docentes, personal administrativo y
padres de familia o tutores.

Manifestaciones de violencia: Se considerarán diferentes formas de violencia, como el acoso escolar


(acoso escolar), violencia física, violencia verbal, violencia psicológica, discriminación, intimidación,
violencia de género, violencia sexual, entre otras.

Enfoque: El enfoque estará centrado en la prevención y abordaje de la violencia en los entornos


escolares, con el objetivo de crear ambientes seguros, inclusivos y libres de violencia.
Factores causales: Se analizarán los factores individuales, familiares y sociales que pueden contribuir a
la aparición y persistencia de la violencia en las escuelas, como la falta de normas claras, la falta de
habilidades sociales, la influencia de modelos violentos, la desigualdad, entre otros.

Consecuencias: Se examinarán las consecuencias tanto para las víctimas como para los agresores y el
impacto en el clima escolar, el rendimiento académico, el bienestar emocional y el desarrollo personal
de los estudiantes.

Perspectivas y recursos: Se considerarán diferentes perspectivas teóricas y prácticas, así como los
recursos disponibles para la prevención e intervención en casos de violencia escolar, incluyendo
programas de educación emocional, estrategias de resolución de conflictos, capacitación docente,
participación de la comunidad, entre otros.

Es importante destacar que esta delimitación del problema es una propuesta general y que la
investigación específica puede ajustarse según el contexto y los objetivos de estudio. Además, es
fundamental contar con datos actualizados y evidencia empírica para comprender mejor la situación y
diseñar intervenciones efectivas.

Hipótesis

Introducción

El acoso escolar en contextos escolares es un fenómeno social preocupante que ha recibido una
atención considerable en los últimos años. Este tipo de comportamiento agresivo y repetitivo tiene el
potencial de causar un daño significativo a los estudiantes, tanto en su desarrollo emocional como
académico. En esta hipótesis expositiva, exploraremos los diferentes aspectos del acoso escolar en
contextos escolares y presentaremos una perspectiva que considera múltiples factores, como la
dinámica de poder, la socialización y las influencias socioambientales.

I. Definición y manifestaciones del acoso escolar

El acoso escolar se define como una forma de agresión repetitiva y sistemática que ocurre entre
estudiantes en el entorno escolar. Este comportamiento puede adoptar diferentes formas, como el acoso
físico, verbal o psicológico. Los actos de acoso escolar suelen ser intencionales y tienen como objetivo
causar daño, humillación o miedo en la víctima. Algunas manifestaciones comunes del acoso escolar
incluyen insultos, intimidación, exclusión social, difamación, violencia física y ciberacoso.
II. Factores que contribuyen al acoso escolar

A. Dinámica de poder: El acoso escolar suele ser resultado de una desigualdad de poder entre el
agresor y la víctima. El agresor busca ejercer control y dominio sobre la víctima, aprovechándose de
características como la fuerza física, la popularidad o la posición social. Esta dinámica de poder puede
surgir debido a la jerarquía establecida en los grupos sociales dentro de la escuela.

B. Socialización y desarrollo: Durante la infancia y la adolescencia, los estudiantes están en una etapa
de desarrollo crucial, donde aprenden cómo interactuar y relacionarse con otros. Las habilidades
sociales deficientes o una falta de empatía pueden contribuir a comportamientos de acoso escolar.
Además, algunos individuos pueden haber sido testigos o víctimas de acoso escolar en otros entornos,
como el hogar o la comunidad, lo que influye en su comportamiento en la escuela.

C. Influencias socioambientales: El entorno en el que se desarrolla un estudiante puede influir en su


propensión a participar en actos de acoso escolar. Factores como la violencia en el hogar, la falta de
supervisión o el acceso a medios de comunicación violentos pueden contribuir al desarrollo de
comportamientos agresivos. Asimismo, la cultura escolar y la tolerancia hacia el acoso escolar pueden
influir en la prevalencia y aceptación de este fenómeno.

III. Consecuencias del acoso escolar

El acoso escolar tiene consecuencias significativas tanto para la víctima como para el agresor y el
entorno escolar en general.

A. Víctimas: Las víctimas de acoso escolar pueden experimentar una variedad de problemas
emocionales, como ansiedad, depresión, baja autoestima e incluso pensamientos suicidas. Además,
pueden presentar dificultades académicas, ausentismo escolar y dificultades en las relaciones
interpersonales.

B. Agresores: Los agresores también pueden enfrentar consecuencias negativas. A menudo, presentan
un mayor riesgo de involucrarse en comportamientos delictivos y violentos en la edad adulta. Además,
es posible que experimenten dificultades emocionales y de adaptación social.

C. Entorno escolar: El acoso escolar afecta negativamente la calidad de vida en el entorno escolar.
Contribuye a la creación de un clima escolar negativo, donde los estudiantes pueden sentirse inseguros,
ansiosos y temerosos. Además, puede interferir con el proceso de aprendizaje y afectar el rendimiento
académico de los estudiantes.

IV. Intervención y prevención del acoso escolar

La lucha contra el acoso escolar en contextos escolares requiere una estrategia integral que aborde los
múltiples factores involucrados. Algunas medidas de intervención y prevención efectivas incluyen:

A. Programas de concienciación y educación: Es fundamental crear programas educativos que enseñen


a los estudiantes sobre el impacto del acoso escolar, promuevan la empatía y fomenten habilidades
sociales positivas.

B. Políticas escolares claras: Las escuelas deben establecer políticas y normas claras contra el acoso
escolar, así como protocolos de intervención para abordar los casos reportados.

C. Participación de la comunidad: La colaboración entre la escuela, los padres y la comunidad es


esencial para prevenir y abordar el acoso escolar. Esto puede implicar la formación de comités
escolares, talleres para padres y la promoción de un ambiente de apoyo en el hogar.

D. Apoyo emocional y psicológico: Es fundamental brindar apoyo a las víctimas de acoso escolar, así
como a los agresores, a través de servicios de asesoramiento y orientación psicológica. Esto les
permitirá procesar sus experiencias y adquirir herramientas para afrontar conflictos de manera más
saludable.

Conclusión

El acoso escolar en contextos escolares es un fenómeno complejo que afecta negativamente la vida de
los estudiantes y el ambiente educativo en general. Esta hipótesis expositiva ha explorado los diferentes
aspectos del acoso escolar, desde su definición y manifestaciones hasta los factores que contribuyen a
su aparición. Además, se han destacado las consecuencias negativas para las víctimas, los agresores y
el entorno escolar. La intervención y prevención del acoso escolar requieren un enfoque integral que
aborde los factores individuales, sociales y ambientales. Al fomentar la empatía, promover la
concienciación y establecer políticas claras, es posible crear entornos escolares seguros y libres de
acoso escolar.

Objetivos generales

El objetivo general en relación con el acoso escolar en contextos escolares es promover un entorno
educativo seguro y libre de violencia, donde todos los estudiantes puedan desarrollarse plenamente,
respetando la diversidad y fomentando relaciones positivas entre los miembros de la comunidad escolar.
Explicación del objetivo:

El objetivo general se centra en abordar de manera integral el problema del acoso escolar en contextos
escolares, buscando prevenir y reducir la incidencia de este fenómeno perjudicial. El enfoque se basa en
la creación de un ambiente seguro y propicio para el aprendizaje, donde los estudiantes se sientan
protegidos y respetados.

Este objetivo implica la implementación de políticas y medidas concretas para prevenir el acoso escolar,
así como la promoción de la conciencia y la educación en torno a esta problemática. Se busca fomentar
una cultura escolar positiva, basada en el respeto, la empatía y la inclusión.

Para lograr este objetivo, es necesario involucrar a todos los miembros de la comunidad escolar,
incluyendo a directivos, docentes, estudiantes, padres y personal de apoyo. La colaboración y
participación de estos actores es fundamental para implementar estrategias efectivas de prevención,
intervención y apoyo emocional.

El objetivo general también implica proporcionar recursos y herramientas a los estudiantes para que
puedan enfrentar y manejar situaciones de acoso escolar de manera adecuada. Esto incluye promover
habilidades sociales, resolución de conflictos y fortalecimiento de la autoestima y la confianza en sí
mismos.

En resumen, el objetivo general sobre el acoso escolar en contextos escolares es crear un entorno
educativo seguro y libre de violencia, donde los estudiantes puedan desarrollar su potencial académico,
emocional y social de manera saludable. Se busca fomentar relaciones positivas y promover el respeto
hacia la diversidad, contribuyendo así a la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con
una convivencia pacífica.

Objetivos específicos

Objetivos específicos de la prevención de la violencia en contextos escolares:

Incrementar la seguridad de los grados menores, dándoles ejemplos de cómo defenderse sin agravar el
conflicto o discusión en la que estén.

Mostrar a los alumnos de secundaria que respeten a los menores para no subestimarlos, debido a que
ellos pueden mostrar mucho interés de los temas que están estudiando.

Hacer conciencia de como el acoso escolar afecta emocionalmente a los alumnos y a los profesores.

Dar buen apoyo para alumnos que se sientan inferiores, así evitar resentimientos posibles en ellos.
Creación de programas Inter escolares que involucren actividades recreativas para alumnos de primaria
y secundaria. Para fomentar trabajo en equipo sano, sin críticas o menosprecio en el ambiente, e
impulsar la participación a alumnos que no se atreven a participar demasiado.

Por qué se Eligio este problema:

investigar sobre el acoso escolar en contextos escolares es de vital importancia por las siguientes
razones:

Protección y bienestar de los estudiantes: El acoso escolar puede tener efectos devastadores en la
salud física, emocional y psicológica de los estudiantes. Investigar este fenómeno nos permite
comprender su naturaleza, identificar las causas y consecuencias, y desarrollar estrategias eficaces de
prevención e intervención. Al investigar, podemos encontrar soluciones basadas en evidencias que
promuevan la protección y el bienestar de los estudiantes.

Concientización y sensibilización: La investigación sobre el acoso escolar en contextos escolares


contribuye a crear conciencia sobre la gravedad del problema. A través de datos y estadísticas, se
puede destacar la prevalencia del acoso escolar, sus efectos perjudiciales y las necesidades de acción.
Esto promueve una mayor sensibilización tanto en la comunidad escolar como en la sociedad en
general, generando un impulso para abordar el problema de manera efectiva.

Desarrollo de políticas y programas escolares: La investigación proporciona información fundamental


para el desarrollo de políticas y programas escolares dirigidos a prevenir y abordar el acoso escolar. Los
hallazgos de la investigación pueden guiar la implementación de medidas concretas, como la
elaboración de códigos de conducta, la creación de protocolos de intervención, la capacitación del
personal docente y la promoción de un entorno escolar seguro y acogedor.

Promoción de la participación de múltiples actores: La investigación sobre el acoso escolar en contextos


escolares fomenta la participación de múltiples actores, incluyendo a estudiantes, padres, docentes,
directivos y personal de apoyo. Al involucrar a todos estos actores en la investigación, se promueve un
enfoque colaborativo para abordar el problema y se fortalece la responsabilidad compartida en la
prevención y erradicación del acoso escolar.

Identificación de factores de riesgo y protección: La investigación ayuda a identificar los factores de


riesgo y protección asociados al acoso escolar en contextos escolares. Esto permite desarrollar
estrategias preventivas basadas en evidencia y enfocadas en los factores que influyen en la ocurrencia
del acoso escolar. Al comprender estos factores, se pueden implementar intervenciones tempranas y
efectivas que reduzcan la incidencia del acoso escolar y promuevan entornos escolares seguros.

En conclusión, investigar sobre el acoso escolar en contextos escolares es esencial para comprender la
magnitud del problema, desarrollar estrategias preventivas y de intervención basadas en evidencia, y
promover el bienestar de los estudiantes. La investigación nos brinda la base necesaria para abordar el
acoso escolar de manera efectiva y crear entornos educativos seguros, inclusivos y respetuosos.

El acoso escolar en contextos escolares se considera importante por varias razones fundamentales:

Bienestar y desarrollo de los estudiantes: El entorno escolar desempeña un papel crucial en el bienestar
y desarrollo de los estudiantes. El acoso escolar puede tener un impacto significativo en la salud mental,
emocional y física de las víctimas, afectando su autoestima, rendimiento académico y relaciones
interpersonales. Es importante abordar el acoso escolar para garantizar que los estudiantes puedan
desarrollarse en un ambiente seguro y propicio para su crecimiento.

Derecho a una educación de calidad: Todos los estudiantes tienen derecho a recibir una educación de
calidad en un entorno seguro y respetuoso. El acoso escolar socava este derecho al crear un clima
escolar negativo, que interfiere con el proceso de aprendizaje y puede llevar a la exclusión y
marginalización de los estudiantes afectados. Al abordar el acoso escolar, se garantiza que todos los
estudiantes tengan igualdad de oportunidades para acceder a una educación de calidad.

Prevención de consecuencias a largo plazo: El acoso escolar en la etapa escolar puede tener
consecuencias a largo plazo en la vida de los individuos afectados. Las víctimas de acoso escolar
pueden experimentar problemas de salud mental, como depresión y ansiedad, incluso en la edad adulta.
Además, los agresores también pueden enfrentar dificultades en su desarrollo y adaptación social. Al
intervenir y prevenir el acoso escolar, se busca evitar estas consecuencias negativas a largo plazo.

Cultura escolar y clima positivo: El acoso escolar puede afectar el clima y la cultura escolar en general.
Cuando el acoso y la violencia son tolerados o ignorados, se crea un ambiente poco saludable donde los
estudiantes no se sienten seguros ni respaldados. Es importante abordar el acoso escolar para
promover una cultura escolar positiva, basada en el respeto, la empatía y la inclusión. Esto no solo
beneficia a los estudiantes directamente afectados, sino a toda la comunidad escolar.

Desarrollo de habilidades sociales y ciudadanas: La escuela no solo tiene la responsabilidad de impartir


conocimientos académicos, sino también de fomentar el desarrollo de habilidades sociales y ciudadanas
en los estudiantes. Al abordar el acoso escolar, se promueve el aprendizaje de habilidades como la
empatía, la resolución de conflictos y la comunicación efectiva. Estas habilidades son fundamentales
para que los estudiantes se conviertan en ciudadanos responsables y respetuosos en su vida personal y
profesional.

En conclusión, el acoso escolar en contextos escolares se considera importante debido a su impacto en


el bienestar y desarrollo de los estudiantes, el derecho a una educación de calidad, la prevención de
consecuencias a largo plazo, la promoción de una cultura escolar positiva y el desarrollo de habilidades
sociales y ciudadanas. Abordar el acoso escolar es esencial para garantizar que los entornos educativos
sean seguros, inclusivos y propicios para el crecimiento integral de los estudiantes.

Análisis estadístico
Con un total de 12 respuestas tenemos un 41.7% que dicen que si creen que el
bullying es un problema en su salón y un 58.3% que dice que no lo es.
Con un total de 12 respuestas tenemos un 66.7% que se sienten seguros
en sus salones y un 33.3% que dice no estarlo.
Marco Teórico

Prevención de la violencia en contextos escolares


Teorías sobre la prevención
1 Teoría (1)
El término bullying es el más reciente de un conjunto de nombres que se le han dado a lo largo del
tiempo al matonaje, acoso, hostigamiento, abuso o maltrato escolar. Es decir, a las diversas formas de
maltrato y persecución a las que a menudo se ven sometidos los niños y adolescentes dentro o
alrededor de un contexto escolar. La palabra bullying es un préstamo del inglés, proveniente de “bully”
(abusador). (Etecé, 2020)
Se trata de una forma de violencia que puede pasar desapercibida para los padres y las autoridades,
que suelen naturalizarlo como “cosas de chicos” y restarle importancia. Sin embargo, este fenómeno
social puede causar enormes daños emocionales y psicológicos en la víctima, además de alentar y
normalizar el ejercicio de la violencia en el abusador. (Etecé, 2020)
El bullying puede ser llevado a cabo por una o más personas, quienes dedican esfuerzos sostenidos al
acoso, la burla, la intimidación física y la humillación pública de la víctima. (Etecé, 2020)
Usualmente crea un clima de linchamiento colectivo y de aislamiento de gran crueldad con las
emociones de la víctima. Además, pone en su contra al grupo entero, ya que muchos terceros se suman
a la agresión por miedo a convertirse en las próximas víctimas, o por sentirse protegidos y poderosos
estando del lado de los abusadores. (Etecé, 2020)
Este acoso puede darse en persona, a través de redes sociales o de muchas otras formas, dentro y
fuera del recinto educativo. Puede consistir en insultos y humillaciones verbales y psicológicas, o
también en agresiones físicas y violencia. No hay criterios únicos aplicables respecto a quiénes pueden
o no ser víctimas de bullying. (Etecé, 2020)

1.1 Concepto
El término bullying se utiliza para referirse al acoso escolar y proviene de la palabra inglesa bully, que
en español significa ‘matón’. Un matón es una persona que se caracteriza por tener una actitud
violenta, prepotente y ofensiva hacia los demás. El bullying es un patrón de comportamiento violento
al que se somete a un niño, niña o adolescente por uno o varios de sus compañeros o compañeras
de la escuela. Esta dinámica vincular de hostigamiento y maltrato intencional, ya sea físico, verbal
y/o psicológico, se caracteriza por sostenerse en el tiempo y producir consecuencias graves en quien
lo sufre. (Repetto, 2013)

1.2 Historia

El acoso o bullying es un fenómeno que ha existido a lo largo de la historia de la humanidad, aunque el


término en sí se ha popularizado más recientemente. El comportamiento de acosar, intimidar o maltratar
a otros puede ser rastreado en diferentes contextos sociales y culturales.
Desde las épocas más antiguas, los grupos humanos han experimentado dinámicas de poder y
jerarquías, lo que a veces ha llevado a comportamientos abusivos. Sin embargo, el estudio académico y
la atención pública hacia el bullying comenzaron a surgir en la segunda mitad del siglo XX.
En la década de 1970, el psicólogo danés Dan Olweus fue pionero en la investigación sobre el bullying y
desarrolló un programa integral para prevenirlo. Sus estudios se centraron en las escuelas y revelaron
que el acoso era un problema común, con consecuencias negativas para las víctimas.
Con el avance de la tecnología y la popularización de internet en las últimas décadas, surgió una nueva
forma de acoso: el ciberbullying. Esta variante implica el uso de la tecnología, como las redes sociales y
los mensajes de texto, para acosar, difamar o humillar a otros de manera virtual.

El bullying puede tener efectos devastadores en las personas que lo sufren. Las víctimas pueden
experimentar baja autoestima, ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas. Además, también
puede afectar el rendimiento académico y las relaciones sociales de las personas involucradas.
A medida que se ha creado mayor conciencia sobre el impacto negativo del bullying, han surgido
movimientos y campañas para combatirlo. Las escuelas, las comunidades y las organizaciones se han
unido para implementar programas de prevención, promover la empatía y el respeto, y brindar apoyo a
las víctimas.
Aunque el bullying continúa siendo un desafío persistente en muchos entornos, se han dado importantes
pasos para enfrentarlo. La educación, la intervención temprana y la promoción de entornos seguros y
respetuosos son fundamentales para combatir este problema y construir una sociedad más empática y
libre de acoso.
1.3 Consecuencia

l bullying puede tener una serie de consecuencias negativas para todas las personas involucradas, tanto
para las víctimas como para los agresores y los testigos. Algunas de estas consecuencias son:
Efectos emocionales: Las víctimas de bullying pueden experimentar una amplia gama de emociones,
como ansiedad, miedo, tristeza, depresión, soledad y baja autoestima. Estas emociones pueden persistir
a lo largo del tiempo e impactar negativamente su bienestar emocional y mental.
Problemas de salud: El acoso repetido puede tener efectos físicos en las víctimas, como dolores de
cabeza, problemas de sueño, pérdida o aumento de apetito, fatiga crónica e incluso enfermedades
somáticas relacionadas con el estrés.
Dificultades académicas: Las víctimas de bullying a menudo experimentan dificultades en el rendimiento
escolar. El miedo y la ansiedad asociados con el acoso pueden dificultar la concentración, el aprendizaje
y la participación activa en el entorno educativo.

Aislamiento social: El bullying puede llevar a que las víctimas se aíslen socialmente por temor a ser
juzgadas o acosadas aún más. Esto puede resultar en una falta de interacciones sociales saludables y
en la dificultad para establecer relaciones de amistad o confianza en el futuro.
Conductas autodestructivas: En algunos casos, las víctimas de bullying pueden recurrir a
comportamientos autodestructivos, como el abuso de sustancias, el autolesionarse o tener
pensamientos suicidas como una forma de hacer frente al dolor emocional y la falta de apoyo.
Ciclo de violencia: Los agresores que participan en el bullying también pueden sufrir consecuencias a
largo plazo. Estudios han demostrado que algunos de ellos pueden tener más probabilidades de
involucrarse en comportamientos delictivos o violentos en la edad adulta.
Impacto en los testigos: Las personas que presencian el bullying pueden experimentar sentimientos de
culpa, impotencia y miedo. También pueden experimentar estrés psicológico y emocional al presenciar
el sufrimiento de otros.
Es importante destacar que el impacto y las consecuencias del bullying pueden variar en cada individuo
y situación. Sin embargo, es crucial tomar en serio el problema del acoso y trabajar juntos para
prevenirlo, brindar apoyo a las víctimas y fomentar entornos seguros y respetuosos para todos.

1.4 tipos de bullying


Bullying verbal: El bullying verbal implica el uso de palabras, insultos, burlas, comentarios ofensivos o
humillantes hacia la víctima. Puede incluir la difusión de rumores, la ridiculización constante, insultos
directos y menosprecios. Este tipo de acoso verbal puede causar un daño significativo a la autoestima y
el bienestar emocional de la víctima.
Bullying físico: El bullying físico implica el uso de la fuerza o la violencia física directa contra la víctima.
Puede incluir golpes, empujones, patadas, bofetadas u otras formas de agresión física. Este tipo de
acoso puede provocar lesiones físicas, dolor, miedo y sentimientos de inseguridad en la víctima.

Bullying cibernético: El bullying cibernético, también conocido como ciberbullying, ocurre en el entorno
digital a través de medios electrónicos como las redes sociales, mensajes de texto, correos electrónicos
o cualquier otra forma de comunicación en línea. Incluye el envío de mensajes amenazantes,
difamatorios o humillantes, la difusión de imágenes o videos embarazosos sin consentimiento y la
creación de perfiles falsos para acosar a la víctima. El ciberbullying puede tener un alcance amplio y
duradero, ya que los contenidos dañinos pueden circular rápidamente y ser difíciles de eliminar por
completo.
Estos son solo algunos ejemplos de los diferentes tipos de bullying que pueden ocurrir. Es importante
recordar que cualquier forma de acoso, ya sea verbal, físico, cibernético o de otra índole, es inaceptable
y debe ser abordada de manera seria y efectiva.

Teoría (2)
1 Teoría
Teoría del aprendizaje social: Esta teoría sugiere que los comportamientos violentos en las escuelas son
aprendidos a través de la observación y la imitación de modelos agresivos. Según esta perspectiva, la
violencia escolar puede prevenirse mediante la promoción de modelos positivos, el fomento de la
empatía y la enseñanza de habilidades sociales y resolución pacífica de conflictos. (Aguirre, 2004)
Teoría del desarrollo moral: Esta teoría se basa en la idea de que el desarrollo moral de los estudiantes
juega un papel fundamental en la prevención de la violencia escolar. Según esta perspectiva, es
esencial promover la formación de valores y ética en los alumnos, así como fomentar un clima escolar
basado en el respeto, la justicia y la equidad. (Aguirre, 2004)
Teoría del control social: Esta teoría se centra en la importancia de los sistemas de control social en la
prevención de la violencia escolar. Según este enfoque, es necesario establecer normas claras y
consistentes, así como mecanismos de vigilancia y sanciones apropiadas para prevenir la aparición de
comportamientos violentos. (Aguirre, 2004)
Es importante destacar que estas teorías no son excluyentes entre sí y, de hecho, pueden
complementarse para brindar un enfoque integral en la prevención de la violencia escolar. Además,
existen numerosos programas y estrategias basados en estas teorías que han demostrado ser efectivos
en la reducción de la violencia en las escuelas. (Aguirre, 2004)

1.1 Concepto
La prevención escolar se refiere a todas las acciones y estrategias implementadas en el entorno
educativo con el objetivo de prevenir y abordar problemas y riesgos que afectan el bienestar y el
desarrollo de los estudiantes. Su enfoque principal es promover un entorno seguro, saludable y
propicio para el aprendizaje, así como prevenir conductas problemáticas y promover el desarrollo
integral de los estudiantes.

La prevención escolar implica la identificación temprana de factores de riesgo, como la violencia, el


acoso escolar, el consumo de drogas y alcohol, el abuso, el bajo rendimiento académico, entre otros.
A través de programas y políticas diseñadas específicamente, se busca prevenir la aparición de
estos problemas, así como intervenir de manera oportuna y eficaz cuando ya están presentes. La
prevención escolar es esencial para garantizar un entorno educativo seguro y saludable, donde los
estudiantes puedan desarrollarse de manera integral y alcanzar su máximo potencial. (Esteban,
2000)

1.2 Historia

La primera acción que tomaron fue implementar un programa de prevención de la violencia escolar. Se
basaron en teorías y enfoques probados, como la teoría del aprendizaje social y la promoción de
modelos positivos. Comenzaron a enfocarse en la educación emocional y las habilidades sociales de los
estudiantes, creando espacios seguros para que expresaran sus emociones y aprendieran a manejar los
conflictos de manera pacífica, Además, se establecieron normas claras y consistentes en toda la
escuela, que promovían el respeto, la empatía y la tolerancia. Los maestros recibieron capacitación en la
identificación y manejo de situaciones de violencia escolar, así como en la promoción de un clima
escolar positivo. Se fomentó la participación de los padres y las familias, organizando talleres y
actividades conjuntas para fortalecer los lazos entre la escuela y la comunidad. La dirección de la
escuela también decidió abordar el problema del acoso escolar de manera específica. Se implementaron
políticas de tolerancia cero hacia el acoso, y se establecieron canales de comunicación confidenciales
para que los estudiantes pudieran informar sobre cualquier incidente de acoso. Se capacitó a los
maestros y al personal de apoyo para que actuaran de manera rápida y efectiva en respuesta a estas
situaciones, protegiendo a las víctimas y brindando el apoyo necesario. (Melara, 1998)

1.3 Consecuencias

La violencia escolar puede tener diversas y significativas consecuencias tanto para las víctimas como
para los agresores y para el entorno escolar en general. Algunas de las principales consecuencias de la
violencia escolar incluyen:
Efectos físicos y psicológicos en las víctimas: Los estudiantes que sufren violencia escolar pueden
experimentar lesiones físicas, dolor emocional y trauma psicológico. Pueden desarrollar problemas de
salud mental, como ansiedad, depresión, baja autoestima y estrés postraumático. Estas consecuencias
pueden afectar su rendimiento académico, su bienestar general y su capacidad para relacionarse con
los demás.
Rendimiento académico deficiente: La violencia escolar puede interferir con el proceso de aprendizaje
de las víctimas, dificultando su concentración y participación en clase. Como resultado, su rendimiento
académico puede verse afectado negativamente, lo que a su vez puede tener consecuencias a largo
plazo en su desarrollo educativo y profesional.
Aumento del absentismo escolar: Los estudiantes que sufren violencia escolar pueden evitar ir a la
escuela para evitar enfrentarse a sus agresores. Esto puede llevar a un aumento del absentismo
escolar, lo que interfiere con su educación y puede generar un círculo vicioso en el que el rendimiento
académico se ve comprometido aún más.

1.4 Tipos
2 Acoso físico: Este tipo de acoso implica el uso de fuerza física o violencia para dañar, lastimar o
intimidar a la víctima. Puede incluir empujones, golpes, patadas, agresiones físicas, robo de
pertenencias y daño físico en general.

3 Acoso verbal: El acoso verbal implica el uso de palabras hirientes, insultos, burlas, apodos ofensivos
o comentarios despectivos hacia la víctima. También puede incluir amenazas y humillaciones
públicas. Este tipo de acoso puede ocurrir tanto en persona como a través de medios electrónicos,
como las redes sociales.

4 Acoso psicológico o emocional: El acoso psicológico se enfoca en causar daño emocional y mental a
la víctima. Esto puede incluir la difusión de rumores falsos, exclusión social, manipulación, chantaje
emocional, intimidación verbal, ridiculización constante o el aislamiento intencional de la víctima.

5 Acoso sexual: El acoso sexual escolar implica comportamientos de naturaleza sexual no deseados,
como comentarios sexuales, insinuaciones, gestos obscenos, tocamientos no consentidos,
exhibicionismo, envío de imágenes o mensajes sexuales no solicitados. El acoso sexual también
puede ocurrir a través de medios digitales.

6 Ciberacoso: El ciberacoso es una forma de acoso que se lleva a cabo a través de medios
electrónicos, como redes sociales, mensajes de texto, correos electrónicos o mensajería instantánea.
Puede incluir el envío de mensajes amenazantes, difusión de rumores, insultos, humillaciones o la
divulgación no consensuada de información privada o imágenes comprometedoras. (Peñate, 1998)

Teoría (3)
1 Teoría

El acoso escolar es considerado actualmente un fenómeno mundial. Es un problema social que cada día
cobra mayor relevancia debido a las consecuencias extremas. Se trata de una situación que si no se
detiene a tiempo puede provocar severos daños emocionales a la víctima y, en algunos casos, llevar al
suicidio. Puede ser de diferentes tipos: sexual, verbal, de exclusión, psicológico o físico. Cualquiera de
ellos trae serias consecuencias para la víctima a nivel personal, familiar y escolar.

1.1 concepto

El acoso escolar o acoso escolar se refiere a un tipo de comportamiento violento e


intimidatorio que se ejerce de manera verbal, física o psicológica entre niños y adolescentes durante la
etapa escolar. Se trata de una serie de maltratos continuos que son llevados a cabo de manera
intencional por uno o varios agresores, con el propósito de agredir, generar inseguridad o entorpecer su
desenvolvimiento escolar de la víctima. La palabra acoso escolar deriva del inglés y se puede traducir al
español como ‘acoso escolar’ o ‘intimidación’. El acoso escolar suele ser practicado contra niños o
jóvenes que se caracterizan por ser sumisos, tener dificultades para defenderse, presentar baja
autoestima, ser inseguros o porque se diferencian de sus compañeros por diversos motivos. Este tipo de
maltrato puede ocurrir en diferentes lugares, como en espacios públicos o parques, pero
fundamentalmente está relacionado con el entorno escolar, por lo que afecta a niños y adolescentes en
sus relaciones con sus compañeros de estudios.

1.2 historia

Desde hace varios años el acoso escolar ha dado de qué hablar en las sociedades del mundo, siendo
un fenómeno al que no se le ha dado la importancia que se merece y que la necesita debido a su
gravedad. El acoso escolar ocurre cuando los niños o adolescentes son atormentados continuamente
por otro u otros con más poder, ya sea por su fortaleza física o por su nivel social. Este nombre lo creó
en 1993 el psicólogo escandinavo Dan Olweus,  de la Universidad de Bergen (Noruega), a partir de
estudios sistemáticos realizados en los años 70' del pasado siglo XX sobre el suicidio de algunos
adolescentes. Este autor halló que los jóvenes habían sido víctimas de agresión física y emocional de
parte de sus compañeros de escuela. La primera publicación de Dan Olweus fue en 1978 bajo el título
de "La agresión en las escuelas: Los bullyies y niños agresivos" y señala tres características básicas:
"es intencional, es repetitivo y existe un desbalance de poder." La escuela es el escenario en donde se
aprende a convivir entre diversos sujetos con diversas personalidades, y por esto, es el lugar donde más
se resalta esta problemática, pero no es el único escenario donde se manifiesta este fenómeno social.
Por ello, el reconocimiento del ser social e histórico manifiesta una realidad importante en este sentido.

1.3 consecuencias

Los niños que son acosados pueden experimentar problemas a nivel físico, social, emocional,
académico y de salud mental. Los niños que son acosados tienen más probabilidades de experimentar
lo siguiente:

 Depresión y ansiedad, aumento de sentimientos de tristeza y soledad, cambios en los patrones


alimentarios y de sueño, y pérdida de interés en las actividades que solían disfrutar. Estos
problemas pueden prolongarse hasta la edad adulta.
 Molestias
 Disminución de logros académicos (promedio académico [GPA, siglas en inglés] y puntajes en
pruebas estandarizadas) y participación escolar. Mayor tendencia a faltar a clase o abandonar los
estudios.

Un pequeño porcentaje de niños acosados suele responder a través de comportamientos


extremadamente violentos. En 12 de cada 15 casos de los tiroteos en escuelas registrados durante
1990, los perpetradores tenían antecedentes de haber sido acosados.
1.4 Tipos

Acoso escolar físico: es toda agresión física como golpes, palizas, empujones que ejerce una o varias
personas contra la víctima y de forma constante.

Acoso escolar psicológico: se manifiesta a espaldas de la víctima. Su objetivo es deshonrarla y evitar


que se integre a algún grupo. Esta "no integración" de la víctima se detecta cuando se ha normalizado
su aislamiento.

Acoso escolar verbal: es el más frecuente. Se da con insultos, gritos y apodos ofensivos hacia la víctima.
Su objetivo es atacar y demostrar que la víctima es distinta al resto, por lo que se afecta su autoestima.

Acoso escolar cibernético: también llamado ciberbullying, es el acoso que se da por las redes sociales,
correos electrónicos e internet. Su objetivo es viralizar el daño y hacer que la víctima lo recuerde
constantemente.

Teoría (4)

1 teoría

Una teoría ampliamente aceptada sobre el acoso escolar es la teoría del desequilibrio de poder. Según
esta teoría, el acoso escolar se produce cuando hay una desigualdad de poder entre el agresor y la
víctima. Esta desigualdad puede manifestarse de diversas formas, como una diferencia física, social,
emocional o de estatus.

El agresor, generalmente percibiendo su superioridad sobre la víctima, utiliza su poder para ejercer
control y dominio a través de actos de intimidación, violencia o exclusión. La víctima, por otro lado, se
encuentra en una posición de debilidad y es objeto de abuso y maltrato.
Esta teoría destaca la importancia del desequilibrio de poder en la dinámica del acoso escolar, ya que,
sin esta disparidad, el comportamiento de acoso no tendría lugar. El agresor se siente motivado a
ejercer su poder y control sobre la víctima para reforzar su propia posición o satisfacer sus propias
necesidades, mientras que la víctima sufre las consecuencias de esta desigualdad.

Es importante tener en cuenta que esta teoría no abarca todos los aspectos del acoso escolar, ya que
existen múltiples factores y variables que pueden influir en su aparición. Sin embargo, la teoría del
desequilibrio de poder ofrece una perspectiva clave para comprender la dinámica y las causas
subyacentes de este fenómeno social, destacando la importancia de abordar y cambiar las relaciones de
poder desiguales para prevenir y combatir el acoso escolar de manera efectiva.

1.1 Concepto

El acoso escolar se refiere a un patrón de comportamiento agresivo e intencional que se repite a lo largo
del tiempo, en el cual una persona o grupo ejerce poder y control sobre otra persona más vulnerable.
Este comportamiento puede manifestarse de diversas formas, como agresiones físicas, verbales,
emocionales o cibernéticas, con el objetivo de causar daño, humillación o miedo en la víctima.

El acoso escolar implica una desigualdad de poder entre el agresor y la víctima, donde el primero busca
ejercer dominio y control sobre el segundo. Las acciones de acoso suelen ser recurrentes, persistentes y
dirigidas hacia una misma persona o grupo, generando un ambiente hostil y de tensión.

Las consecuencias del acoso escolar pueden ser profundas y duraderas, afectando negativamente la
salud mental, emocional y física de la víctima. Además, también puede influir en su rendimiento
académico, relaciones sociales y bienestar general.

Es importante abordar el acoso escolar de manera seria y activa, promoviendo la empatía, el respeto y
la educación en valores. La prevención y el apoyo a las víctimas son fundamentales para crear entornos
seguros, inclusivos y libres de acoso, donde todos puedan desarrollarse plenamente sin temor a ser
maltratados.

1.2 Historia

La historia del acoso escolar se remonta a través de diferentes épocas y culturas. Aunque no se le haya
dado el mismo enfoque y reconocimiento en todas las sociedades, el fenómeno del acoso y la
intimidación ha existido durante siglos.
En las sociedades antiguas, se pueden encontrar ejemplos de comportamientos similares al acoso
escolar. Por ejemplo, en la antigua Roma, se documentan casos de acoso y abuso en las escuelas y
entre los jóvenes. Asimismo, en la antigua Grecia, se conocen relatos de rituales de humillación y
maltrato entre estudiantes.

En tiempos más recientes, el estudio y la conciencia pública sobre el acoso escolar se han intensificado.
En la década de 1970, el psicólogo noruego Dan Olweus realizó investigaciones pioneras sobre el acoso
escolar, enfocándose en la dinámica de poder y sus efectos perjudiciales. Sus estudios sentaron las
bases para la comprensión moderna del acoso escolar.

A medida que la tecnología avanzaba, se hizo evidente que el acoso escolar también podía ocurrir en el
ámbito digital. Con el auge de Internet y las redes sociales en la década de 1990, surgió el ciberbullying.
Esta forma de acoso involucra el uso de medios electrónicos para acosar, amenazar o difamar a otras
personas.

En respuesta a la creciente preocupación por el acoso escolar, se han implementado medidas y políticas
en muchas partes del mundo para prevenir y abordar este problema. Las escuelas, las comunidades y
las organizaciones han desarrollado programas de concienciación, educación y apoyo a las víctimas.
Además, se ha enfatizado la importancia de fomentar la empatía, el respeto y la inclusión como medidas
preventivas fundamentales.

Si bien el acoso escolar sigue siendo un desafío en muchas sociedades, la creciente conciencia y acción
en su contra han llevado a una mayor atención y esfuerzos para abordar este problema de manera
efectiva. La lucha contra el acoso escolar requiere una respuesta colectiva para crear entornos seguros
y acogedores donde todos puedan desarrollarse libremente y sin miedo a la intimidación.

1.3 Consecuencias

Las consecuencias del acoso escolar pueden ser variadas y significativas, afectando la vida de las
víctimas en múltiples aspectos. Aquí hay cinco consecuencias comunes del acoso escolar:
Impacto emocional: El acoso repetido puede tener un fuerte impacto en el bienestar emocional de las
víctimas. Pueden experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima, sentimientos de soledad e
inseguridad. Estas emociones negativas pueden persistir incluso después de que termine el episodio de
acoso.

Problemas de salud mental: El acoso escolar puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de
salud mental a largo plazo. Las víctimas pueden experimentar trastornos de estrés postraumático
(TEPT), trastornos de ansiedad, depresión clínica u otros problemas psicológicos que requieran
intervención y tratamiento profesional
Dificultades académicas: El acoso constante puede afectar el rendimiento académico de las víctimas. El
miedo y la angustia asociados con el acoso escolar pueden interferir con su capacidad para
concentrarse en clase, participar activamente o completar tareas escolares. Como resultado, pueden
experimentar dificultades académicas y un deterioro en su desempeño escolar.

Problemas sociales y aislamiento: Las víctimas de acoso escolar pueden tener dificultades para
establecer y mantener relaciones saludables con sus compañeros. El miedo al rechazo, la desconfianza
y la baja autoestima pueden llevar al aislamiento social y la dificultad para establecer conexiones
significativas. Esto puede tener un impacto duradero en su vida social y afectar su desarrollo
interpersonal.

Riesgo de comportamientos autodestructivos: Algunas víctimas de acoso escolar pueden recurrir a


comportamientos autodestructivos como una forma de hacer frente al dolor y la frustración. Pueden
experimentar un aumento en el consumo de drogas y alcohol, el autolesionarse o incluso tener
pensamientos e intentos suicidas. Estos comportamientos representan un peligro para la salud y
requieren atención y apoyo inmediatos.

Es importante abordar y prevenir el acoso escolar, ya que sus consecuencias pueden ser graves y de
largo alcance. Promover entornos seguros, fomentar la empatía y brindar apoyo a las víctimas son
pasos cruciales para mitigar los impactos negativos del acoso.
Tipos de bullying
Acoso escolar verbal: Implica el uso de palabras hirientes, insultos, burlas o comentarios despectivos
dirigidos hacia la víctima. Puede incluir el uso de apodos ofensivos, amenazas verbales, ridiculización
constante o difamación.
Acoso escolar físico: Se refiere a la agresión física directa hacia la víctima, como golpear, empujar,
patear, dar puñetazos o cualquier forma de violencia física. Este tipo de acoso escolar puede resultar en
lesiones físicas y daño corporal.
Acoso escolar social o relacional: Implica acciones destinadas a dañar las relaciones sociales y el
estatus de la víctima. Puede incluir la exclusión intencional, difusión de rumores maliciosos, ignorar o
rechazar a la víctima en situaciones sociales.
Ciberbullying: Es el acoso que ocurre a través de medios electrónicos, como el uso de mensajes de
texto, correos electrónicos, redes sociales, foros en línea o aplicaciones de mensajería. Puede incluir
insultos, amenazas, difamación, el envío de imágenes o videos humillantes, y la creación de perfiles
falsos para acosar a la víctima.
Acoso escolar sexual: Implica comportamientos de naturaleza sexual no deseados y coercitivos, como
comentarios, tocamientos o gestos inapropiados, acoso sexual verbal o físico, o el uso de imágenes o
videos de naturaleza sexual para acosar y humillar a la víctima.
Cabe destacar que estos tipos de acoso escolar no son exhaustivos y que a menudo pueden
superponerse. Además, cada situación de acoso puede presentar características únicas. Es
fundamental abordar y prevenir todos los tipos de acoso escolar para garantizar entornos seguros y
respetuosos para todos.

Teoría (5)
1 teoría
Una teoría ampliamente aceptada sobre el acoso escolar es la teoría del desequilibrio de poder. Según
esta teoría, el acoso escolar se produce cuando hay una desigualdad de poder entre el agresor y la
víctima. Esta desigualdad puede manifestarse de diversas formas, como una diferencia física, social,
emocional o de estatus.
El agresor, percibiendo su superioridad sobre la víctima, utiliza su poder para ejercer control y dominio a
través de actos de intimidación, violencia o exclusión. La víctima, por otro lado, se encuentra en una
posición de debilidad y es objeto de abuso y maltrato.
Esta teoría destaca la importancia del desequilibrio de poder en la dinámica del acoso escolar, ya que,
sin esta disparidad, el comportamiento de acoso no tendría lugar. El agresor se siente motivado a
ejercer su poder y control sobre la víctima para reforzar su propia posición o satisfacer sus propias
necesidades, mientras que la víctima sufre las consecuencias de esta desigualdad.
Es importante tener en cuenta que esta teoría no abarca todos los aspectos del acoso escolar, ya que
existen múltiples factores y variables que pueden influir en su aparición. Sin embargo, la teoría del
desequilibrio de poder ofrece una perspectiva clave para comprender la dinámica y las causas
subyacentes de este fenómeno social, destacando la importancia de abordar y cambiar las relaciones de
poder desiguales para prevenir y combatir el acoso escolar de manera efectiva.

1.1 Concepto

El acoso escolar se refiere a un patrón de comportamiento agresivo e intencional que se repite a lo largo
del tiempo, en el cual una persona o grupo ejerce poder y control sobre otra persona más vulnerable.
Este comportamiento puede manifestarse de diversas formas, como agresiones físicas, verbales,
emocionales o cibernéticas, con el objetivo de causar daño, humillación o miedo en la víctima.
El acoso escolar implica una desigualdad de poder entre el agresor y la víctima, donde el primero busca
ejercer dominio y control sobre el segundo. Las acciones de acoso suelen ser recurrentes, persistentes y
dirigidas hacia una misma persona o grupo, generando un ambiente hostil y de tensión
Las consecuencias del acoso escolar pueden ser profundas y duraderas, afectando negativamente la
salud mental, emocional y física de la víctima. Además, también puede influir en su rendimiento
académico, relaciones sociales y bienestar general.
Es importante abordar el acoso escolar de manera seria y activa, promoviendo la empatía, el respeto y
la educación en valores. La prevención y el apoyo a las víctimas son fundamentales para crear entornos
seguros, inclusivos y libres de acoso, donde todos puedan desarrollarse plenamente sin temor a ser
maltratados.
1.2 Historia

La historia del acoso escolar se remonta a través de diferentes épocas y culturas. Aunque no se le haya
dado el mismo enfoque y reconocimiento en todas las sociedades, el fenómeno del acoso y la
intimidación ha existido durante siglos.
En las sociedades antiguas, se pueden encontrar ejemplos de comportamientos similares al acoso
escolar. Por ejemplo, en la antigua Roma, se documentan casos de acoso y abuso en las escuelas y
entre los jóvenes. Asimismo, en la antigua Grecia, se conocen relatos de rituales de humillación y
maltrato entre estudiantes.
Sin embargo, el concepto moderno del acoso escolar y su estudio sistemático comenzaron a surgir en el
siglo XX. A lo largo del siglo, investigadores y profesionales de la salud mental comenzaron a prestar
más atención a este problema social y a sus consecuencias.

En la década de 1970, el psicólogo noruego Dan Olweus realizó estudios pioneros sobre el acoso
escolar, centrándose en la dinámica de poder y sus efectos perjudiciales. Sus investigaciones y
esfuerzos contribuyeron a la conciencia y comprensión del acoso escolar como un problema grave que
afecta a niños y adolescentes en las escuelas.
A partir de entonces, se han realizado numerosos estudios y se ha trabajado en la prevención y el
abordaje del acoso escolar en diferentes países. Se han implementado políticas y programas educativos
para promover entornos seguros y prevenir el acoso en las escuelas y comunidades.
Con el advenimiento de las tecnologías de la información y la comunicación, también se ha reconocido
el fenómeno del ciberbullying, que implica el uso de medios electrónicos para acosar y dañar a otros.
Esto ha llevado a un mayor enfoque en la prevención y el combate del acoso tanto en los entornos
físicos como en línea.
Si bien la conciencia sobre el acoso escolar ha aumentado significativamente, sigue siendo un desafío
persistente en muchas sociedades. Es fundamental continuar promoviendo la educación, la empatía y el
respeto, así como implementar políticas y programas efectivos para prevenir y abordar el acoso escolar
en todas sus formas.

1.3 Consecuencias

Impacto emocional: El bullying puede tener un impacto profundo en el bienestar emocional de la víctima.
Pueden experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima, sentimientos de soledad e inseguridad.
Estas emociones negativas pueden persistir incluso después de que termine el episodio de acoso.
Problemas académicos: El acoso constante puede interferir con el rendimiento académico de la víctima.
El miedo, la ansiedad y el estrés asociados al bullying pueden dificultar la concentración en clase, la
participación activa y el logro académico. Como resultado, las víctimas pueden experimentar dificultades
para aprender y obtener un bajo rendimiento escolar.

Problemas de salud física: El estrés crónico y la angustia emocional causados por el bullying pueden
tener un impacto negativo en la salud física de la víctima. Pueden experimentar dolores de cabeza,
problemas digestivos, trastornos del sueño y otros síntomas físicos relacionados con el estrés.
Deterioro de las relaciones sociales: El bullying puede afectar las relaciones sociales de la víctima.
Pueden tener dificultades para establecer y mantener amistades saludables, lo que puede llevar al
aislamiento social y a la sensación de soledad. Además, el estigma asociado al acoso puede hacer que
las víctimas sean excluidas o marginadas por sus compañeros.
Riesgo de comportamiento autodestructivo: Las víctimas de bullying corren un mayor riesgo de
desarrollar comportamientos autodestructivos. Pueden recurrir al consumo de sustancias, el
autolesionismo o tener pensamientos suicidas como una forma de hacer frente al dolor y la angustia
emocional causados por el acoso.
Estas son solo algunas de las muchas consecuencias posibles del bullying. Es importante abordar y
prevenir el acoso para proteger la salud y el bienestar de las personas afectadas y crear entornos
seguros y respetuosos para todos.

1.4 Tipos de bullying


Acoso escolar físico: Incluye acciones agresivas y físicas dirigidas hacia la víctima, como golpear,
empujar, patear, escupir o cualquier forma de violencia física. Esto puede causar dolor, lesiones y
trauma físico en la víctima.
Acoso escolar verbal: Implica el uso de palabras hirientes, insultos, burlas, rumores maliciosos o
comentarios despectivos hacia la víctima. El agresor busca denigrar, humillar o causar dolor emocional a
través de su lenguaje ofensivo.
Acoso escolar social o relacional: Se basa en la exclusión social, la difusión de rumores, el rechazo
intencional y la manipulación de las relaciones de la víctima. El agresor busca aislar y hacer sentir a la
víctima fuera de lugar, afectando sus amistades y su vida social.

Ciberbullying: Ocurre a través de plataformas digitales, como redes sociales, mensajes de texto, correos
electrónicos o aplicaciones de mensajería. El ciberbullying implica el envío de mensajes amenazantes,
difamatorios, el acoso en línea, la divulgación de información privada o la difusión de imágenes
humillantes.
Acoso escolar emocional: Este tipo de acoso escolar se enfoca en causar daño emocional y psicológico
a la víctima. Puede incluir la manipulación emocional, la intimidación emocional constante, el
menosprecio de los sentimientos de la víctima y la inducción del miedo, la ansiedad o la vergüenza.
Es importante tener en cuenta que estos tipos de acoso escolar no son mutuamente excluyentes y
pueden coexistir en una situación de acoso. Además, cada situación de acoso escolar puede ser única y
puede involucrar una combinación de diferentes tipos de abuso. La conciencia y la prevención del acoso
escolar en todas sus formas son fundamentales para crear entornos seguros y respetuosos.
Teorías sobre Violencia en contextos escolares

Teoría (1)
1 teoría de la Dominancia Social
Es una teoría de la psicología social acerca de las relaciones intergrupales, que examina las
características estables de aquellas jerarquías sociales basadas en la pertenencia a un grupo y cómo
estas jerarquías se preservan y perpetúan a sí mismas. Las desigualdades motivadas por la
pertenencia a un grupo se mantienen por medio de tres mecanismos primordiales: discriminación
institucional, discriminación individual agregada y asimetría de comportamiento.

1.1 Concepto

La teoría propone que son las ideologías culturales ampliamente compartidas las que proporcionan una
justificación moral e intelectual para estas conductas intergrupales, dado que contribuyen a normalizar
los privilegios. Con el fin de recopilar datos y validar predicciones, se diseñó la escala de orientación
hacia la dominancia social (SDO), que mide la aceptación y el deseo hacia las jerarquías según el grupo
social de pertenencia. Dicha escala se elaboró a partir de dos factores: apoyo a la dominancia basada
en el grupo y oposición generalizada a la igualdad, independientemente de la posición que ocupe el
intragrupo en la estructura de poder.

En las sociedades actuales estos mitos o narrativas legitimadores son comunicados a través de
plataformas como las redes sociales, los programas televisivos o las películas, y para su investigación
se utiliza un abanico de métodos que incluye el análisis de contenidos, la semiología, el análisis del
discurso y el psicoanálisis, entre otros. La distinta profundidad de las narrativas varía desde las
ideologías aceptadas al más alto nivel hasta los mitos personales intermedios, llegando al nivel más bajo
en aquellos guiones o esquemas de comportamiento para afrontar determinadas situaciones sociales de
dominación-sumisión.
1.2 Historia:
Fue propuesta en 1992 por los investigadores en psicología social Jim Sidanius, Erik Devereux y Felicia
Pratto. Afirma que los grupos humanos están conformados por jerarquías diferenciadas según la
pertenencia a un grupo social determinado, las cuales viven en sociedades capaces de producir un
excedente económico. Estas jerarquías poseen una estructura trimórfica, según una caracterización
simplificada de la estructura biosocial en cuatro partes identificada por Pierre L. van den Berghe. De este
modo, las jerarquías se basan en: la edad (los adultos detentan más poder y estatus que los niños), el
género (los hombres detentan más poder y estatus que las mujeres) y otras características arbitrarias
que se dan en jerarquías grupales definidas culturalmente y que no necesariamente existirían en todas
las sociedades, tales como el origen, la religión, la nacionalidad o cualquier otra categoría construida
socialmente. Las jerarquías sociales no son consideradas únicamente como características universales
del ser humano: la SDT sostiene que hay evidencias de su presencia —incluida la mencionada
estructura trimórfica— en homínidos y otros primates.

1.3 Conclusiones:
La teoría de la dominancia social (SDT) sostiene que toda sociedad humana forma jerarquías en función
de la pertenencia a un grupo. Es en el seno de dicha jerarquía social donde algunos individuos reciben
un mayor prestigio, poder o riqueza que otros. La jerarquía en función del grupo se distingue de la
jerarquía individual en que la primera está fundamentada en la pertenencia o no a un grupo construido
socialmente (según la raza, etnia, religión, clase social, idioma, etc.), mientras que la segunda se basa
en capacidades atléticas o de liderazgo, inteligencia, habilidades artísticas, etc.
1.4 Tipos:
 Racismo: Se basa en la exacerbación del sentido de superioridad de un grupo étnico que
suele motivar la discriminación o persecución de otro u otros con los que convive. Se
desarrollan propuestas de educación compensatoria de atención a poblaciones
marginadas. De corte asistencialistas, estas acciones intentaron establecer cursos
compensatorios en lectura, escritura y matemáticas para niños en peligro de ser excluidos
del sistema escolar

 Sexismo: Prejuicio o discriminación basada en el sexo o género. También se refiere a las


condiciones o actitudes que promueven estereotipos de roles sociales establecidos en
diferencias sexuales. Las actitudes sexistas se sostienen en creencias y estereotipos
tradicionales sobre los distintos roles de género. Trata de las prácticas que generan
valoraciones desiguales entre lo masculino y lo femenino, otorgando mayor prestigio y
valor a aquello que arbitrariamente se empalma con la naturaleza de los hombres y
discriminando o postergando lo comúnmente asociado a la de las mujeres.

 Clasismo: La discriminación clasista es posible debido a que se asume que la sociedad


está separada en clases sociales. De la discriminación clasista son víctimas quienes
ocupan la posición de la clase baja o clase media por las clases dominantes. Puede llevar
a los niños y jóvenes a pensar que lo más importante para su autoestima tienen que ver
con los bienes que puedan ostentar y consumir y a que pierdan de vista valores como la
igualdad, el civismo y la solidaridad.
 Nacionalismo: Se analizan los resultados de una investigación de carácter cuantitativo,
orientada a establecer las concepciones del alumnado en torno a quiénes eran las figuras
históricas más relevantes de su “país”, según la opinión de un grupo de estudiantes
migrantes (n=56) entre los 15 a 17 años que cursaban 4° de Educación Secundaria
Obligatoria en instituciones educativas públicas, privadas y concertadas de la ciudad de
Murcia. Con ello, se buscaba establecer si los referentes históricos evocados por los
estudiantes migrantes se alineaban con las referencias nacionales de sus compañeros
españoles (n=648), o si, por el contrario, se apoyaban en parámetros de carácter nacional
ligados a sus países de origen.

Teoría (2)
Teoría sobre violencia escolar.
Una teoría destacada sobre la violencia escolar es la teoría del desajuste social. Según esta teoría, la
violencia escolar surge como resultado de un desajuste entre las expectativas y habilidades del individuo
y las demandas del entorno escolar.

Esta teoría plantea que los estudiantes que enfrentan dificultades académicas tienen problemas para
relacionarse con sus compañeros o experimentan situaciones de exclusión social pueden recurrir a
comportamientos violentos como una forma de buscar poder, control o atención. Estos estudiantes
pueden sentir frustración, enojo o impotencia al no poder cumplir con las expectativas académicas o
sociales establecidas, lo que puede desencadenar conductas agresivas.

Factores socioeconómicos, culturales y familiares también pueden contribuir al desajuste social y a la


manifestación de violencia en el entorno escolar. Por ejemplo, entornos familiares disfuncionales, falta
de apoyo emocional o falta de habilidades sociales pueden aumentar la probabilidad de que un
estudiante recurra a la violencia como una forma de lidiar con sus dificultades.

Es importante destacar que el desajuste social no excusa ni justifica la violencia escolar, pero entender
esta teoría puede ayudar a identificar factores de riesgo y orientar intervenciones para abordar las
necesidades de los estudiantes y promover un entorno escolar más seguro y saludable.
1.1 Concepto: La violencia escolar se entiende como toda agresión realizada dentro del ambiente de las
instituciones educativas, la cual puede expresarse de distintas formas por los actores que conforman la
comunidad escolar.
1.2 Historia: La violencia escolar se refiere a cualquier tipo de violencia con impacto social cometida por
individuos o por la comunidad. Estos actos violentos adoptan diversas formas en los distintos países,
incluyendo conflictos armados, violencia de pandillas, agresiones físicas de padres a hijos (por ejemplo,
castigos corporales), terrorismo, desplazamiento forzado y segregación. La exposición a la violencia
puede ser directa (por ejemplo, ser la víctima de un acto violento) o indirecta (por ejemplo, escuchar
hablar de violencia o presenciar violencia que involucra a otros). Durante la última década, más de dos
millones de niños menores de 18 años han muerto en todo el mundo como resultado de conflictos
armados y al menos seis millones han sido gravemente heridos. También se ha estimado que el 25% y
40% de los niños con edades entre los 2 y 17 años en los Estados Unidos y las regiones sureñas de
África, respectivamente, están expuestos a la violencia en su comunidad. Además de haber crecido en
la adversidad, la mayoría de estos niños también están socialmente excluidos de la educación formal,
asistencia médica, electricidad, agua potable y servicios sanitarios. 

1.3 Consecuencias:

El sufrimiento de traumas físicos y psicológicos, la invalidez -temporal o permanente-, venganzas –que a


la vez generan más violencia-; el temor, la intranquilidad y el estrés que contribuyen al deterioro de la
salud en general, el aislamiento, el encierro y la muerte, como consecuencia máxima, afectan tanto a
víctimas como a victimarios.

Depresión y ansiedad, aumento de sentimientos de tristeza y soledad, cambios en los patrones


alimentarios y de sueño, y pérdida de interés en las actividades que solían disfrutar. Estos problemas
pueden prolongarse hasta la edad adulta.

Molestias, Disminución de logros académicos (promedio académico [GPA, siglas en inglés] y puntajes
en pruebas estandarizadas) y participación escolar. Mayor tendencia a faltar a clase o abandonar los
estudios.

1.4. Tipos.
- Disrupción en las aulas: Situaciones de aula en que algunos alumnos impiden con su
comportamiento el desarrollo normal de la clase interfiriendo en el aprendizaje de los demás.

- Problemas de disciplina (conflictos entre docentes y alumnos): Se trata de conductas que


implican una mayor o menor dosis de violencia como la resistencia, el desafío, el insulto a
docentes, que pueden desestabilizar la vida cotidiana en el aula.
- Acoso ente pares (bullying): Conducta de hostigamiento o persecución física o psicológica que
realiza un alumno contra otro, a quien elige como blanco de repetidos ataques.
- Vandalismo y violencia física: son fenómenos de violencia, ya sea contra objetos o personas,
respectivamente.
- Acoso y abuso sexual: Son atentados a la dignidad y libertad sexual que pueden presentarse
verbalmente (con frases o insultos obscenos) o a través de conductas como obligar a participar
de situaciones de carácter sexual con coacciones.
- Ausentismo: Abandono de las responsabilidades académicas (por su relación con problemas de
convivencia).

Teoría (3)
1 teoría
Violencia contra las escuelas. Otras secciones incluyen preguntas sobre el uso de sustancias que
se pueden colocar en una perspectiva de riesgo social y desviación de la norma. Cabe mencionar
que se ha abordado el abuso sexual que suele ocurrir en esta etapa educativa.

1.1 Concepto

La violencia es "el uso deliberado de la fuerza o el poder físico, real o amenazado, contra uno mismo, un
individuo, un grupo o una comunidad, que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológico,
lesión, muerte, privación o retraso en el crecimiento.

1.2 Historia
El acoso escolar es uno de los problemas más complicados con el que niños, padres y profesores
tienen que enfrentarse en las aulas. Una de las claves para acabar con él, es a través de la
educación. Y nunca es demasiado pronto para empezar a hablar sobre el bullying con los
niños. Para hacerlo de una manera más entretenida y atractiva, te proponemos el cuento  corto El
acoso de Marita. Además del cuento, te proponemos actividades y preguntas de comprensión
lectora sobre la historia. (Santamaría, 2022)
Consecuencias

La violencia tiene enormes consecuencias sociales y sanitarias. La violencia mata a muchas personas todos los
días, especialmente entre hombres jóvenes y niños. Además de esta tasa de mortalidad, un gran número de
hombres, mujeres, niños y niñas resultan heridos, discapacitados o sufren problemas de salud como
consecuencia de la violencia. La exposición a la violencia aumenta el riesgo de fumar, consumir alcohol o drogas,
enfermedades mentales o tendencias suicidas, enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes o
cáncer, enfermedades infecciosas como el VIH y problemas sociales como el crimen o más violencia. (OPS,
2021)
puede ser de utilidad para prevenir la violencia:

Definir el problema.
Identificar causas y factores de riego.
Diseñar y evaluar las intervenciones.
Incrementar en escala las intervenciones que resultan efectivas.

El acoso escolar o bullying es un problema de primer orden, con una gran prevalencia y terribles
consecuencias, que no sólo afectan a la comunidad educativa, sino también toda a la sociedad en
general. Las causas del bullying son complejas y afectan a diversas variables, teniendo muchas de ellas
su origen fuera de la escuela, como sería el caso de un entorno social permisivo o justificador de las
actitudes violentas.
Además de producirse, por definición, fuera de la vista de los adultos y de que los nuevos modelos de
acoso, como el ciberbullying, favorecen el anonimato, existe otro factor clave a la hora de retrasar o
dificultar la detección y resolución de las situaciones de acoso escolar: las falsas creencias sobre el
buylling.
Por desgracia, quien se lleva la peor parte en las situaciones de acoso escolar son, lógicamente, la
persona más débil o en condición de inferioridad: nos referimos a las víctimas. (Educación, 2015)

 Baja autoestima.
 Actitudes pasivas.
 Trastornos emocionales.
 Problemas psicosomáticos.
 Depresión, ansiedad y pensamientos suicidas.
 Pérdida de interés por los estudios, lo que puede desencadenar en un menor rendimiento y
fracaso escolar.

Teoría (4)
1 Teoría
Una teoría relevante sobre la violencia en los ámbitos escolares es la teoría de la socialización
diferencial. Esta teoría sostiene que los individuos aprenden y adoptan comportamientos agresivos a
través de procesos de socialización desigual en su entorno.
Según esta teoría, factores como la familia, los pares y la comunidad desempeñan un papel importante
en la socialización de los individuos y en la adquisición de comportamientos agresivos. Por ejemplo, si
un niño o adolescente está expuesto a modelos de comportamiento agresivo en su entorno, como la
violencia en la familia o la comunidad, es más probable que adopte esas conductas y las reproduzca en
el ámbito escolar.
Además, la teoría de la socialización diferencial también destaca la influencia del entorno escolar en la
violencia. Factores como la falta de supervisión, la presencia de normas permisivas hacia la agresión, la
existencia de conflictos interpersonales no resueltos y la existencia de estructuras de poder desiguales
pueden contribuir a la perpetuación de comportamientos violentos en el ámbito escolar.
Es importante tener en cuenta que la violencia en los ámbitos escolares es un fenómeno complejo y
multifactorial. La teoría de la socialización diferencial nos ayuda a comprender cómo los entornos
sociales influyen en la adopción de comportamientos violentos. Sin embargo, es fundamental abordar la
violencia escolar desde un enfoque holístico, que incluya intervenciones preventivas, educación en
habilidades sociales y emocionales, así como el fomento de ambientes escolares seguros y
respetuosos.

1.1
La violencia se refiere a la utilización deliberada y dañina de la fuerza física, verbal o psicológica para
causar daño, dolor, miedo, control o dominio sobre otra persona o grupo. Se caracteriza por acciones o
comportamientos que buscan infringir sufrimiento y generar un desequilibrio de poder, afectando la
integridad física, emocional o social de los individuos involucrados.
La violencia puede manifestarse de diversas formas, como agresión física, abuso verbal, intimidación,
discriminación, acoso, abuso sexual, maltrato, entre otros. Puede ocurrir tanto en el ámbito público como
en el privado, y puede tener consecuencias devastadoras para las personas que la experimentan, así
como para las comunidades en general.
Es importante destacar que la violencia no solo implica actos individuales, sino que también puede estar
arraigada en estructuras sociales, culturales y sistémicas. La violencia puede ser resultado de
desigualdades, conflictos, prejuicios, discriminación y falta de respeto por los derechos humanos.
Abordar la violencia requiere un enfoque integral que involucre la prevención, la educación, el fomento
del respeto mutuo, la promoción de la igualdad y la creación de entornos seguros. Es fundamental
promover una cultura de paz y resolver los conflictos de manera pacífica para construir sociedades más
justas y libres de violencia.

1.3Consecuencias
La violencia en los ámbitos escolares puede tener diversas consecuencias negativas para las personas
involucradas y para la comunidad escolar en general. Algunas de las consecuencias comunes son:
Impacto en el bienestar emocional: La violencia en el entorno escolar puede causar estrés, ansiedad,
depresión y baja autoestima en las víctimas. Los agresores también pueden experimentar problemas
emocionales como falta de empatía, insensibilidad y dificultades para establecer relaciones saludables.
Deterioro del rendimiento académico: La violencia puede interferir con el proceso de aprendizaje de los
estudiantes. Las víctimas pueden tener dificultades para concentrarse, experimentar disminución de la
motivación y un bajo rendimiento académico. Esto puede afectar su desarrollo académico y su futuro
profesional.
Problemas de salud física y mental: La violencia puede tener un impacto negativo en la salud física y
mental de las personas involucradas. Puede causar lesiones físicas, dolores crónicos, trastornos del
sueño, problemas digestivos y enfermedades relacionadas con el estrés. Además, puede aumentar el
riesgo de desarrollar problemas de salud mental a largo plazo, como trastornos de ansiedad, depresión
o trastorno de estrés postraumático.
Afectación de las relaciones sociales: La violencia en los entornos escolares puede dañar las relaciones
entre estudiantes, creando un clima de desconfianza y hostilidad. Las víctimas pueden experimentar
dificultades para establecer amistades y confiar en los demás. Además, la presencia de violencia puede
contribuir a la segregación y al aislamiento social.
Impacto en el clima escolar: La violencia puede tener un efecto negativo en el clima general de la
escuela. Puede crear un entorno de miedo, inseguridad y tensión, lo que afecta la calidad de la
educación y dificulta el desarrollo personal y social de los estudiantes. Además, puede generar un
ambiente propicio para el aumento de la violencia y otros comportamientos problemáticos.
Es fundamental abordar y prevenir la violencia en los ámbitos escolares para proteger el bienestar de los
estudiantes, promover un ambiente seguro y fomentar el aprendizaje y el crecimiento saludable.

1.4Tipos de violencia
Violencia física: Es la forma más evidente de violencia y se refiere al uso de la fuerza física con la
intención de causar daño, lesiones o incluso la muerte. Incluye golpes, patadas, puñetazos, empujones y
cualquier acto que cause daño físico directo.
Violencia verbal: Consiste en el uso de palabras hirientes, insultos, amenazas, humillaciones y cualquier
forma de comunicación verbal que cause daño emocional a la persona o grupo objetivo. Puede ocurrir
tanto de forma directa como indirecta, como el ciberacoso verbal a través de las redes sociales.
Violencia psicológica: Se caracteriza por el uso de tácticas que dañan emocionalmente a una persona,
como el acoso, la intimidación, la manipulación, la humillación constante, el chantaje emocional y la
degradación de la autoestima de la víctima. La violencia psicológica puede ser tan perjudicial como la
violencia física y verbal.
Violencia sexual: Se refiere a cualquier forma de agresión sexual, abuso o coerción sexual hacia otra
persona. Puede incluir violaciones, abusos sexuales, acoso sexual, explotación sexual, trata de
personas con fines sexuales y cualquier otra forma de violencia sexual.
Violencia estructural: Este tipo de violencia se basa en sistemas, estructuras y normas sociales que
perpetúan la desigualdad, la exclusión y la opresión. Puede manifestarse en forma de discriminación
racial, sexismo, homofobia, xenofobia, marginalización de ciertos grupos sociales, entre otros.
Es importante tener en cuenta que estos tipos de violencia no son exhaustivos y que pueden existir
diferentes manifestaciones y combinaciones de violencia en diversos contextos. La comprensión de
estos tipos de violencia nos ayuda a tomar conciencia de sus consecuencias y a trabajar hacia su
prevención y erradicación.
Teoría (5)

1. Teoría

Una teoría relevante sobre la violencia es la teoría del aprendizaje social. Esta teoría postula que la
violencia es aprendida a través de la observación e imitación de modelos de comportamiento violento en
el entorno social.
Según esta teoría, las personas pueden adquirir patrones de comportamiento violento al presenciar la
violencia en su familia, comunidad, medios de comunicación u otros entornos sociales. A través del
proceso de observación y modelado, las personas internalizan y reproducen esas conductas agresivas
en situaciones similares.
Además, la teoría del aprendizaje social señala que los refuerzos y las recompensas que se obtienen a
través de la violencia también pueden contribuir a su perpetuación. Si una persona experimenta que la
violencia le otorga poder, control o beneficios, es más probable que continúe recurriendo a ella en
situaciones futuras
Esta teoría destaca la importancia de los entornos sociales en la adquisición y perpetuación de la
violencia. Al comprender cómo se aprende y se reproduce la violencia, se pueden implementar
estrategias preventivas y de intervención que promuevan modelos de comportamiento no violentos,
fomenten habilidades de resolución pacífica de conflictos y promuevan la empatía y el respeto hacia los
demás.

1.1 Concepto

Un concepto relevante sobre la violencia en el contexto escolar es que se refiere a cualquier forma de
agresión, abuso, intimidación o comportamiento violento que ocurre dentro del entorno educativo, ya sea
entre estudiantes, de estudiantes hacia el personal docente o viceversa.
La violencia en el ámbito escolar puede manifestarse de diferentes maneras, como el acoso escolar
(acoso escolar), la violencia física, verbal o psicológica entre compañeros, el vandalismo, el robo, el
acoso sexual, la discriminación y la exclusión social. Estas conductas violentas pueden tener
consecuencias perjudiciales tanto para las víctimas como para los agresores, y afectan negativamente el
bienestar y el desarrollo académico y social de los estudiantes.

Es importante reconocer que la violencia escolar no solo afecta a los individuos directamente
involucrados, sino que también tiene un impacto en el clima escolar en general, generando un ambiente
de miedo, inseguridad y tensión que dificulta el aprendizaje y el desarrollo saludable de los estudiantes.
Abordar la violencia en el contexto escolar requiere de la implementación de medidas preventivas y de
intervención adecuadas. Esto implica promover la cultura de la no violencia, fomentar la empatía y el
respeto, educar en habilidades sociales y emocionales, establecer políticas y protocolos de denuncia y
protección, y brindar apoyo y asistencia a las víctimas y a los agresores para promover la resolución
pacífica de conflictos y la creación de entornos escolares seguros y saludables.
1.2 Historia

La historia de la violencia en los contextos escolares es un fenómeno que ha existido durante mucho
tiempo, aunque su reconocimiento y atención han aumentado en las últimas décadas. A continuación, se
presentan algunos hitos importantes en la historia de la violencia en el ámbito escolar:

Siglos XIX y XX: Durante estos siglos, los informes y registros históricos muestran que la violencia física,
como los castigos corporales por parte de los profesores, era común en las escuelas. Este enfoque
autoritario de la disciplina se basaba en la creencia de que el castigo físico era necesario para mantener
el orden y el control en las aulas.
Años 60 y 70: A medida que los movimientos sociales y los enfoques progresistas ganaron fuerza,
comenzó a surgir una mayor conciencia sobre la violencia en las escuelas. Se realizaron investigaciones
y se publicaron estudios que revelaron altos niveles de intimidación y agresión entre estudiantes, lo que
llevó a un mayor reconocimiento del problema.
Años 80 y 90: En estas décadas, el término "acoso escolar" comenzó a utilizarse para describir la
violencia repetida y sistemática entre estudiantes. Se realizaron investigaciones en varios países para
comprender mejor los efectos y las causas del acoso escolar, y se implementaron programas de
prevención en algunos lugares.
Siglo XXI: En las últimas dos décadas, ha habido un creciente enfoque en la prevención y la respuesta
al acoso escolar y a la violencia en las escuelas. Se han implementado políticas y leyes en muchos
países para abordar el problema, y se ha prestado una mayor atención a la importancia de crear
ambientes escolares seguros y respetuosos.
Además, el advenimiento de la tecnología y las redes sociales ha planteado nuevos desafíos en
términos de violencia escolar, como el ciberacoso, que amplía el alcance y la persistencia de la violencia
más allá de los muros de la escuela.
Es importante destacar que, si bien ha habido avances en la comprensión y la prevención de la violencia
en los contextos escolares, sigue siendo un desafío persistente que requiere una atención continua y
esfuerzos coordinados de los educadores, las comunidades escolares y la sociedad en su conjunto.

1.3 Consecuencias

Las consecuencias de la violencia en las aulas pueden ser significativas y duraderas, tanto para los
estudiantes involucrados como para el ambiente escolar en general. A continuación, se presentan tres
consecuencias comunes de la violencia en las aulas:
Impacto en el bienestar emocional y mental: La violencia en las aulas puede tener efectos perjudiciales
en el bienestar emocional y mental de los estudiantes. Las víctimas de violencia pueden experimentar
altos niveles de estrés, ansiedad, depresión y trauma psicológico. Estas experiencias negativas pueden
afectar su autoestima, confianza en sí mismos y capacidad para relacionarse positivamente con otros.
Además, los testigos de la violencia también pueden experimentar miedo, ansiedad y angustia
emocional.
Deterioro del rendimiento académico: La presencia de violencia en las aulas puede interferir
directamente con el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Las víctimas de violencia pueden tener
dificultades para concentrarse en sus estudios, lo que resulta en un bajo rendimiento académico.
Además, la ansiedad y el estrés asociados con la violencia pueden afectar la capacidad de los
estudiantes para procesar y retener información, así como su motivación para participar activamente en
el ambiente escolar.
Clima escolar negativo: La violencia en las aulas contribuye a crear un clima escolar negativo y poco
seguro. Los estudiantes pueden experimentar miedo y tensión constantes debido a la presencia de
violencia, lo que dificulta su capacidad para participar plenamente en actividades escolares y para
desarrollar relaciones saludables con sus compañeros. Además, la violencia puede generar un ambiente
de desconfianza y hostilidad, afectando la cohesión y la colaboración entre estudiantes y el personal
escolar.
Es fundamental abordar y prevenir la violencia en las aulas a través de la implementación de programas
de prevención, intervención temprana, educación en habilidades sociales y emocionales, y promoción de
un clima escolar positivo y seguro. Esto permitirá fomentar un entorno propicio para el aprendizaje, el
bienestar emocional y el desarrollo saludable de todos los estudiantes.

1.4
Violencia física: Se refiere al uso de la fuerza física con la intención de causar daño, lesiones o
sufrimiento a otra persona. Incluye acciones como golpear, empujar, patear, agarrar, utilizar armas u
objetos para herir a alguien, entre otros actos violentos que implican contacto físico directo.
Violencia verbal: Este tipo de violencia implica el uso de palabras o lenguaje abusivo, insultante,
humillante o amenazante para dañar o controlar a otra persona. Puede incluir insultos, desprecio,
humillaciones, burlas, amenazas verbales, gritos y cualquier forma de comunicación verbal agresiva que
cause daño psicológico o emocional.
Violencia psicológica: También conocida como violencia emocional o mental, involucra el uso de tácticas
que causan daño emocional, manipulación, control o intimidación hacia otra persona. Puede
manifestarse a través de la humillación constante, el chantaje emocional, la intimidación psicológica, la
manipulación de la autoestima de la persona, la difamación o el aislamiento social deliberado.

Estos tipos de violencia pueden tener consecuencias significativas para las personas afectadas, tanto a
nivel físico como emocional, y es importante trabajar hacia la prevención y el abordaje de la violencia en
todas sus formas.

Que harán
Plan de prevención para el acto de bullying escolar
En la ciudad de Guatemala, autoridades del Ministerio de Educación presentaron el Plan
Nacional para la Prevención de la Violencia y Protección de la Niñez y Adolescencia en
Contextos Escolares al Clúster de Educación, integrado por representantes de la
cooperación nacional e internacional, sector empresarial y sociedad civil organizada. El
Ministerio de Educación promueve acciones orientadas a la prevención de la violencia y
protección de los estudiantes en todos los niveles y modalidades del Sistema Educativo
Nacional para asegurar la protección de la población estudiantil.

Como prevenir el bullying


Los padres, el personal educativo y otros adultos que se preocupan sobre el problema tienen
un rol que desempeñar en la prevención del acoso.
Mantener abiertas las líneas de comunicación. Hablar con los niños de forma regular. Aliente
a los niños a hacer lo que aman. Las actividades, intereses y pasatiempos especiales
pueden estimular la confianza, ayudar a los niños a hacer amigos y protegerlos de
situaciones de acoso.

Como prevenirlo en las escuelas


El acoso puede amenazar la seguridad emocional y física de los estudiantes en la escuela y
afectar negativamente su aprendizaje. El personal escolar puede tomar medidas para que las
escuelas sean más seguras y prevenir el acoso.
A continuación encontrará algunos ejemplos de las opciones que las escuelas pueden
considerar.

Prevención
Las escuelas pueden optar por implementar programas formales basados en evidencias
o incorporar el tema del acoso en el plan de estudios. Muchos de los programas
evaluados que tratan sobre el acoso están diseñados para ser utilizados en escuelas
primarias y secundarias. Hay menos programas para preparatorias y entornos no
escolares. Hay mucho por considerar al seleccionar un programa, incluida la demografía
de la escuela, la capacidad y los recursos. Además, asegúrese de evitar los enfoques
erróneos en la respuesta y prevención del acoso
Actividades a enseñar para los estudiantes para la prevención del
bullying

Las escuelas no necesitan siempre contar con programas formales para ayudar a
los estudiantes a aprender acerca de la prevención del acoso. Las escuelas pueden
incorporar el tema de la prevención del acoso en las lecciones y actividades. Entre los
ejemplos de las actividades para enseñar sobre el acoso se incluyen:
Como se hará.
Buenas tardes profesor Rafael Gutierrez este proyecto se propondra por el grupo de
seminario adentro de las instalaciones del centro educativo en las aulas de basicos
justamente en el aula (H32) esta clase sera integrada para hacer la charla sobre los
efectos de la pandemia que afectaron y afectaran en un futuro para los estudiantes
esta actividad se realizara con actividades y charla a los alumnos de basicos esta
charla sera con el fin de dar conciencia a los jovenes y sobre que pasaron y pasara
con su rendimiento academico que fue afectado por la pandemia asi mismo cumplir
con las actividades de seminario y poder entregar todos los puntos de la clase
Combatir el acoso escolar es una tarea importante que requiere el esfuerzo de todos, incluyendo a los individuos,
las comunidades y las instituciones. Aquí te presento algunas estrategias que puedes utilizar para combatir el
acoso escolar, incorporando también valores en el proceso:
Fomenta la empatía: La empatía es un valor fundamental en la lucha contra el bullying. Ayuda a las
personas a entender y compartir los sentimientos de los demás. Promueve la empatía enseñando a los
niños y jóvenes a ponerse en el lugar de los demás, a comprender cómo se sienten y a tratar a los
demás con amabilidad y respeto.
Educa sobre la diversidad y la inclusión: Fomenta el respeto por la diversidad y promueve la inclusión en todos los
ámbitos. Enseña a los niños y jóvenes a apreciar las diferencias entre las personas y a valorar la diversidad de
género, etnia, religión, orientación sexual y capacidades. Promueve un entorno inclusivo donde todos se sientan
respetados y aceptados.
Promueve la comunicación abierta: Fomenta una cultura de comunicación abierta donde los individuos
se sientan seguros para hablar sobre el bullying. Anima a las víctimas a compartir sus experiencias y a
buscar apoyo. Al mismo tiempo, educa a los observadores y a los potenciales agresores sobre la
importancia de comunicar cualquier situación de bullying que presencien.
Enseña habilidades sociales y resolución de conflictos: Proporciona a los niños y jóvenes las habilidades
necesarias para manejar los conflictos de manera constructiva. Enséñales cómo comunicarse de manera asertiva,
cómo resolver problemas de forma pacífica y cómo negociar. Estas habilidades les ayudarán a evitar el acoso
escolar y a resolver los conflictos de manera efectiva.
Crea conciencia a través de programas educativos: Implementa programas educativos en las escuelas y
en la comunidad que promuevan la conciencia sobre el bullying y los valores relacionados. Estos
programas pueden incluir charlas, talleres y actividades interactivas que ayuden a los estudiantes a
comprender los efectos negativos del bullying y a fomentar los valores de respeto, compasión y
solidaridad.
Fomenta la participación de la comunidad: La lucha contra el acoso escolar no debe limitarse solo al entorno
escolar. Invita a los padres, a los miembros de la comunidad y a las organizaciones locales a participar en la
prevención y el combate del acoso escolar. Trabaja en colaboración con ellos para promover valores positivos y
crear un entorno uro y respetuoso para todos.
Cuanto tiempo llevara la aplicación del proyecto
En general, la duración de un seminario puede oscilar entre unas pocas semanas a varios meses,
dependiendo de la cantidad de contenido a cubrir y la forma en que se estructura el seminario. Aquí te
proporcionaré un estimado aproximado de diferentes duraciones:

Seminario corto (1-2 semanas): Un seminario más breve puede abordar los aspectos fundamentales del
bullying en contextos escolares, proporcionando una introducción al tema, identificación de tipos de
bullying, consecuencias y estrategias de prevención. Este tipo de seminario se enfocaría en brindar una
visión general y conciencia del problema.

Seminario de duración media (1-2 meses): Un seminario de mayor duración permitiría explorar más a
fondo el tema del bullying. Se podría profundizar en aspectos como las causas subyacentes, el impacto
psicológico en las víctimas y agresores, el papel de los testigos, las estrategias de intervención y las
mejores prácticas para la prevención. Además, podría incluir actividades prácticas, estudios de casos y
debates en grupo.

Seminario largo (3-6 meses): Un seminario más extenso brindaría la oportunidad de una investigación
más profunda y una exploración detallada del bullying en contextos escolares. Los participantes podrían
llevar a cabo estudios empíricos, analizar investigaciones existentes, recopilar datos y desarrollar
estrategias de intervención más completas. También podría involucrar la implementación de proyectos
prácticos en la comunidad escolar para abordar el problema del bullying.

Es importante destacar que estos plazos son solo estimaciones y pueden variar dependiendo de la
disponibilidad de recursos, la dedicación de los participantes y los objetivos específicos del seminario.
Además, es esencial tener en cuenta que el proceso de investigación y preparación del contenido puede
llevar más tiempo que la duración real del seminario en sí.

En última instancia, la duración del seminario debe adaptarse a los objetivos y necesidades particulares
de los participantes, asegurando que se cubran los aspectos clave del bullying y se brinden
herramientas y conocimientos efectivos para su prevención en contextos escolares.
Porque el proyecto elegido
Elegimos el tema de prevención de violencia en el ambito escolar debido a que
sentimos que es un tema que no muchos o la mayoria de estudiantes se atreven a
expresar, con eso en mente, se busca primero crear relaciones sanas donde se crea
un ambiente seguro donde ellos tengan confianza suficiente para poder hablar de
como se sienten, despues de escucharlos se les da consejos de como poder lidiar
con sus problemas y que no tengan pena de contarselo a sus padres. Es importante
incluir en la conversación la forma en que uno puede crear relaciones correctas y
verdades con base a cuando uno sienta empatia, pero tambien trato a otros con
amabilidad y perdón.

La fomentación de talleres o grupos sociales son buenos recursos para impulsar el


deseo de los estudiantes a esforzarse para hacer lo que aman. Permiten que se
diviertan y conozcan a otras personas con los mismos intereses. Pueden desarrollar
la confianza y generar amistades que ayuden a protegerse unos a otros.
 Valores

Los valores que se aplicaran en el proyecto social ya antes mencionado


serán una serie de valores que buscarán fomentar el entendimiento y
comprendimiento del problema en desarrollo algunos de estos valores
son:

 Respeto
 Empatía
 Tolerancia
 Igualdad
 Humildad
 Solidaridad
 Paz
 Honestidad
 Justicia
 Libertad
 Amor

Estos valores son los que llevara nuestro proyecto para poder tener un
mejor resultado hablaremos sobre cada uno para poder entender el
porqué estos valores.

 Respeto

Los niños y las niñas deben aprender a respetar a sus padres y


familiares, a sus amigos, a la naturaleza, a los animales, a las personas
que no conocen y a las ideas que son diferentes a las suyas, entre
otras muchas cosas.
 Empatía

Para la paz escolar también es importante enseñar empatía a niños y


niñas de forma que aprendan a ponerse en el lugar de otras personas
para entenderlas y ayudarlas.
 Tolerancia

El valor de la tolerancia supone reconocer que existen personas


que tienen una cultura, una religión o unas costumbres diferentes
 Igualdad

Tanto en la escuela como en casa es esencial que los niños y las niñas
perciban que todas las personas son iguales y tienen los mismos
derechos. Para enseñar este valor es básico luchar contra estereotipos
en la escuela y fomentar el respeto.
 Humildad

Cada niño y niña debe reconocer sus fortalezas y debilidades y


aceptarse a sí mismo con humildad y sin juzgarse. También es
importante que aprendan a valorar a otras personas y las habilidades
que tienen.
 Responsabilidad

Todos los actos que realizan los niños y las niñas tienen consecuencias
y deben aprender que es importante que conozcan y asuman esas
consecuencias.
 Solidaridad

El valor de la solidaridad enseña a los niños y las niñas a trabajar en


grupo, a ayudar a quien lo necesita, a compartir lo que tienen con otras
personas, a convivir y, en definitiva, a evitar el egoísmo.
 Paz

La paz supone la aceptación de las diferencias y la resolución de


conflictos mediante formas democráticas. El resto de los valores que
hemos visto impulsan la paz y la eliminación de los conflictos.
 Honestidad

La honestidad supone ser sincero y decir lo que se piensa con respeto


hacia los demás. Se trata de que los niños y las niñas aprendan a decir
la verdad y lo que realmente piensan sin hacer daño a otras personas.
 Justicia

La justicia se enseña a los niños y las niñas poniendo límites y siendo


firmes, pero sin utilizar la ira y la humillación. De esta forma los más
pequeños sabrán enfrentarse a los obstáculos que se planteen en la
vida sin agredir física o verbalmente a otras personas.
 Libertad

La libertad es la capacidad de las personas de actuar en función de su


propio criterio y de lo que quieren. Una persona libre puede elegir la
opción que le parezca más oportuna sin injerencias ni presiones. Pero,
los niños y las niñas deben aprender que la libertad tiene como límite la
responsabilidad frente a los actos que realicen.
 Amor

El amor es un valor humano que nos define como personas que saben
dar, compartir y amar a otros Se trata de sentir amor por nuestra
familia, amigos y por nosotros mismos.
Una cultura para la paz escolar es un proceso que requiere tiempo y
esfuerzo. Todas las personas que intervienen en la educación de los
niños y las niñas (padres, docentes etc.) tienen un papel para que la
paz en la escuela sea posible.
Cronograma de investigación
Cronograma de acción

Costos del proyecto social


Conclusiones
El acoso escolar es un problema grave que afecta a numerosos estudiantes en contextos escolares, y
su prevención requiere un enfoque integral y colaborativo. Es fundamental que las escuelas, los
docentes, los padres y la comunidad en general se unan para abordar este problema de manera
efectiva.

La prevención del acoso escolar no solo implica intervenir cuando ya ha ocurrido, sino también fomentar
una cultura de respeto, empatía y tolerancia desde una edad temprana. La educación socioemocional y
el desarrollo de habilidades sociales son fundamentales para empoderar a los estudiantes y promover
relaciones saludables entre ellos.

Las políticas y protocolos claros para abordar el acoso escolar son fundamentales en las escuelas.
Estas políticas deben definir claramente qué se considera acoso escolar, establecer consecuencias
adecuadas para los agresores y garantizar un ambiente seguro para las víctimas. Además, es necesario
que estas políticas se apliquen de manera consistente y se brinde apoyo y seguimiento a todas las
partes involucradas.

La importancia de la participación de los padres y la comunidad educativa no puede subestimarse. Los


padres deben estar informados sobre el acoso escolar, ser conscientes de los signos de alerta y
fomentar una comunicación abierta con sus hijos para detectar y abordar cualquier situación de acoso.
Asimismo, es necesario que los docentes reciban capacitación continua sobre la prevención del acoso
escolar y sepan cómo intervenir de manera efectiva.

La sensibilización y la educación son fundamentales para prevenir el acoso escolar. La realización de


programas de concientización en las escuelas, que involucren a los estudiantes, los padres y los
docentes, puede ayudar a crear un ambiente escolar más seguro y solidario. Además, es importante
promover la empatía y la inclusión, así como enseñar estrategias de resolución pacífica de conflictos.

La evaluación y el monitoreo son esenciales para medir el impacto de las intervenciones en la


prevención del acoso escolar. Es importante recopilar datos sobre la incidencia de acoso escolar, el
clima escolar y la efectividad de las estrategias implementadas. Esto permitirá realizar ajustes y mejoras
continuas en las acciones preventivas, garantizando que se aborde de manera efectiva este problema
en el entorno escolar.

En resumen, la prevención del acoso escolar requiere un enfoque holístico que involucre a todos los
actores educativos y promueva una cultura de respeto y empatía. La implementación de políticas claras,
la capacitación adecuada, la sensibilización y la evaluación constante son componentes clave para
prevenir y abordar el acoso escolar de manera efectiva en los entornos escolares.

Recomendaciones

Implementar programas de educación socioemocional: Introducir programas en las escuelas que


promuevan el desarrollo de habilidades socioemocionales en los estudiantes, como la empatía, la
resolución pacífica de conflictos y el manejo de emociones. Estas habilidades ayudarán a los
estudiantes a establecer relaciones saludables y a prevenir situaciones de acoso escolar.

Fomentar una cultura de respeto y tolerancia: Trabajar en la creación de un ambiente escolar seguro y
respetuoso, donde se promueva la inclusión, se celebre la diversidad y se rechacen las actitudes de
acoso escolar. Esto puede lograrse mediante actividades, eventos y programas educativos que
enfaticen la importancia del respeto mutuo y la no violencia.

Capacitar a docentes y personal educativo: Brindar formación continua a los docentes y al personal
educativo sobre la identificación temprana de situaciones de acoso escolar, la intervención efectiva y la
gestión de conflictos. Además, proporcionarles herramientas y estrategias para promover un entorno
seguro y de apoyo en el aula.

Establecer políticas y protocolos claros: Desarrollar políticas y protocolos escolares claros sobre el
acoso escolar, que definan claramente qué se considera acoso escolar, las consecuencias para los
agresores y el apoyo disponible para las víctimas. Estas políticas deben comunicarse de manera
efectiva a los estudiantes, padres y personal escolar, y aplicarse de manera consistente.

Involucrar a los padres y la comunidad: Fomentar la participación de los padres y la comunidad en la


prevención del acoso escolar. Organizar talleres, charlas y actividades educativas para informar a los
padres sobre el acoso escolar, sus signos de alerta y cómo apoyar a sus hijos. Además, buscar alianzas
con organizaciones comunitarias para promover la prevención del acoso escolar.

Evaluar y monitorear las intervenciones: Realizar evaluaciones periódicas para medir el impacto de las
intervenciones en la prevención del acoso escolar. Recopilar datos sobre la incidencia de acoso escolar,
el clima escolar y la efectividad de las estrategias implementadas. Utilizar estos datos para ajustar y
mejorar continuamente las acciones preventivas, asegurando así una respuesta efectiva y adaptada a
las necesidades de la comunidad escolar.

Referencias bibliográficas
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%2Fscielo.php%3Fscript%3Dsci_arttext%26pid%3DS1405-
66662013000300008&usg=AOvVaw3qFjUZ3YmqsF5XGHwaDPIs&opi=89978449

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https://biblio.upmx.mx/Estudios/Documentos/violenciabullying014.asp

https://core.ac.uk/download/pdf/61917775.pdf

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