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Genealogía (del latín genealogia, genos en griego: raza, nacimiento, generación, descendencia

+ logia: ciencia, estudio) también conocida como historia familiar, es el estudio y seguimiento
de la ascendencia y descendencia de una persona o familia.

La genealogía puede conocerse a través de los relatos orales que suelen surgir del núcleo
familiar. Estas narraciones se transmiten de generación en generación y pueden ser inexactas
respecto a las fechas de nacimiento y lugares de origen, aunque suelen ser el punto de partida
de estudios más precisos.

Es importante tener en cuenta también los documentos personales o familiares para


establecer ese árbol genealógico tales como libros de familia, cuadernos de notas, carnés,
títulos de propiedad…

Otra fuente documental de la genealogía son los documentos impresos o manuscritos. A


diferencia de la memoria familiar, estos registros aportan exactitud en la información. Los
registros civiles de identificación, los documentos eclesiásticos y los archivos del Estado
permiten conocer la genealogía de las personas.

Constelación Familiar

Las constelaciones familiares son un tipo de terapia grupal o individual que sirve para tratar
diversos temas como: problemas con la familia, con el trabajo, con la pareja, el abandono, la
depresión, relaciones interpersonales, trastornos alimenticios, el éxito, la prosperidad,
sabiduría, fortaleza entre otros.

Este trabajo es vivencial, participativo, perceptivo y visual, veremos lo que sucede en la


consulta individual, observaremos imágenes, distancias, lugares y movimientos de las
realidades planteadas y temas que inquietan o incomodan a personas que consultan.

El Taller está basado en el trabajo y Filosofía de vida de Bert Helllinger, autor que ha
desarrollado el método de las Constelaciones Familiares, él lo que explica de forma muy clara y
fácil en base a las leyes sistémicas de los ORDENES DEL AMOR y LOS ORDENES DE LA
AYUDA.

ÓRDENES DEL AMOR de Bert Hellinger

En la consulta individual es una experiencia en la que cada persona tiene la posibilidad de


acceder a su campo de información, sentir, comprender y re organizar dentro de nosotros lo
que está en nosotros mismos.
Este trabajo está dirigido a cualquier persona que desee comprender, sanar las relaciones de
pareja, padres, hijos, también en situaciones de duelo y pérdida de seres queridos, y relaciones
laborales y profesionales, su relación con el dinero o cualquier síntoma relacionado con la
salud física, emocional y espiritual, viendo con claridad los vínculos existentes y encontrando
en ese mismo instante la clave para sub sanar los conflictos y condicionamientos presentes.

Es una oportunidad única para experimentar una profunda toma de conciencia de la situación
y realidad actual, esta experiencia nos permite llegar a una comprensión más allá del análisis
verbal y mental, respecto al pasado, presente y el destino, profundizamos de forma delicada,
sutil y amorosa de los antiguos y actuales conflictos tales como: familiares, de pareja o
profesionales que nos permiten comprender, aceptar y sanar las heridas y condicionamientos
que arrastramos consciente e inconscientemente y que afectan directamente nuestra vida y
nuestras relaciones.

Bert Hellinger, Filósofo y psicoanalista alemán, creó su propio método de psicoterapia


fenomenológica y sistémica, dentro del enfoque de las terapias humanistas breves y del
existencialismo. Estudió filosofía, teología y pedagogía después de especializarse en
psicoanálisis, continuó su formación en varias escuelas psicoterapéuticas; Gestalt, psicodrama,
hipnosis Ericksoniana y PNL (programación neurolingüística) Análisis transaccional, Terapia
Familiar Sistémica, Terapia Estratégica, asimilando lo esencial de cada una. Llega así a
practicar la psicoterapia de un modo original y cada vez más sintético. Fue trabajando con el
análisis transaccional, que advirtió un aspecto multigeneracional en el abordaje de las
problemáticas que lo direccionó a la Terapia Sistémica. Al profundizar en ella descubrió, dentro
de los Sistemas, Leyes y ordenes de compensación a los que llamó ÓRDENES DEL AMOR.

Aplicar los Órdenes del Amor en la consulta Individual, es un trabajo de descubrimiento y


liberación, que permite entender y liberar los patrones de vida que nos hacen sufrir, descubrir,
liberar lo que limita nuestra realización.

El método de Bert Hellinger , permite liberarnos del pasado familiar que cada uno expresa
involuntariamente a través de sus sentimientos, deseos, comportamientos, limitaciones,
reacciones y enfermedades.

Estos vínculos invisibles de amor, que generan nuestra vida, y que cada uno metaboliza a su
modo en su vida cotidiana, en forma de una limitación, o de un malestar crónico, se develan en
el trabajo con los órdenes del amor, según Bert Hellinger, liberando a la persona de su carga
negativa recordaremos que heredamos los dones, aptitudes, dificultades y enfermedades de
nuestros antepasados.

Aunque estemos a miles de kilómetros, aunque no conozcamos a nuestros padres biológicos,


aunque no nos guste, somos el fruto de nuestra familia. Estamos hechos con las células de
todo nuestro sistema familiar biológico.
“Frecuentemente tenemos la idea que somos independientes y libres, de que somos capaces
de decidir de forma independiente sobre nuestro destino, a través de este trabajo, podemos
ver cómo estamos intrincados en la vida de los demás y de todo el mundo.

Porque lo que ya no está, solo está aparentemente pasado; vive dentro de nosotros, tenemos
vagas ideas acerca del futuro, sin embargo, debemos reconocer que hubo algo antes de
nosotros y habrá algo después. Había ya algo nuestro antes de que naciéramos, y habrá
quedado algo nuestro cuando hayamos partido de este plano”

Bert Hellinger; Marzo 2007

Una amplia Perspectiva

La perspectiva del coaching sistémico es mucho más amplia, porque tiene la conciencia que
está trabajando no solo con una unidad, sino con un sistema. Un conjunto de elementos
que tiene que tener un orden de funcionamiento, para que el sistema funcione hacia el logro
del objetivo deseado. Aunque el coaching sistémico trabaje en sesiones con una sola persona,
esa persona en SI ya es un sistema dentro de otros sistemas así como el cuerpo humano lo
es.

Trabajar desde esta amplia perspectiva aumenta la visión de la situación actual, tanto del coach
como del consultante, y las posibilidades de resolución o mejora, ya que, lo que una persona
desee resolver personalmente en su vida, dentro de esta perspectiva, tiene que ver con otras
partes con las que está relacionada inevitablemente dentro de uno de sus sistemas; familia,
trabajo, salud etc.

El Sistema Familiar

La Familia se puede comprender como un sistema, esto es, como un conjunto de elementos
relacionados e interdependientes. El sistema Familiar es el más importante, pues está
compuesto por personas, que son las que compartimos un destino común.

El desorden en las relaciones entre iguales tiene que ver con el DESEQUILIBRIO a lo largo
del tiempo, entre los que ambos dan y toman.

Por el contrario, en las relaciones entre padres e hijos, o entre mayores y menores, son los
intentos de reciprocidad o de “igualar la deuda”, lo que provoca el malestar en el individuo y su
sistema.

La compensación solo se puede producir transgeneracionalmente “DOY A MIS HIJOS, LOS


QUE MIS PADRES ME DIERON” y también “DISFRUTO DE LA VIDA Y MÍO PROPIO”

En este caso tanto el AGRADECIMIENTO “TOMO LO QUE ME DAS CON AMOR Y HAGO
CON ELLO LO QUE MEJOR PUEDA”, como la humildad “TU ERES EL GRANDE Y YO EL
PEQUEÑO”, “TE DEVUELVO LO QUE ES TUYO”, “YO NO SOY MEJOR QUE TÚ” etc,
permite dar el paso hacia la solución.

Los órdenes del amor, son representados con FAMORES, que se forma al unir las
palabras, FAMILIA – AMORES, son figuras de madera, entonces… CON -
FIGURAREMOS.

Existen metáforas ESPACIALES (ESPACIO – LUGAR) prácticamente universales, es decir,


compartidas con la mayoría de las personas y culturas.

Por ejemplo:

El frente, asociado al FUTURO

La espalda con el PASADO

Quiénes participan en una constelación?

 El consultante – Paciente - Cliente


 El Facilitador – Coaching – Terapeuta
 Los Famores, representantes de cada miembro familiar

LOS ORDENES DEL AYUDA

I.- INTRODUCCIÓN

Ayudar es un arte que requiere de un saber hacer, que se puede aprender y practicar y
requiere del poder sintonizar con aquel al que se ayuda. Lo cual significa que podamos entrar
en contacto y reconocimiento de aquello que, para aquel que pide ayuda, es verdaderamente
significativo y no necesariamente que hagamos lo que el otro piensa que le ayudaría y que
debemos hacer por él. Sabemos que las personas que vienen en busca de ayuda, con
frecuencia nos traen su queja, su problema, junto con su ya elaborada hipótesis de causa y
razones de los mismos, como también cuál ha de ser la solución. Y que es justamente toda
esta elaboración que se ha creado alrededor de un evento lo que hace que se encuentren
atrapados en el mismo. Así pues, en nuestra práctica se trata, de que nuestro hacer como
ayudadores de otros, les permita elevarse a una posición más amplia e incluyente en su
perspectiva. Esto hace a la ayuda como profesión distinta a la ayuda que se da cotidianamente
en las relaciones humanas. En este tipo de ayuda desde el punto de vista de las
constelaciones familiares o configuraciones sistémicas, no es útil crear un vínculo con aquel a
quién ayudamos, no es útil involucrarnos con él. El vínculo hace que perdamos la posibilidad
de ayudar; puesto que perdemos la distancia necesaria para contactar con las necesidades
reales del otro y lo importante al dar ayuda es tener la mirada fresca para encontrar el punto
relevante que ha de tratarse y poder actuar sobre el mismo
La ayuda es un elemento natural y vital en el equilibrio de las relaciones humanas y todos los
seres humanos necesitamos de la ayuda de otros y a la vez los otros necesitan de nuestra
ayuda. No somos entes individuales, y es solo a través de la ayuda que se nos presta, desde el
mismo momento en que nacemos, que podemos desarrollarnos. Dependemos de ese haber
tomado y recibido para crecer y desarrollarnos. Solo en la medida que hayamos tomado de
otros, estaremos para dar y servir. Servimos y somos servidos y en el servir y ser servidos
crecemos. Así pues, el servicio no solo sirve al otro, sino que nos sirve a nosotros mismos, y
cuanto más servimos en el momento y las condiciones adecuadas, más recibimos.

II.- Resumen “Los Cinco Ordenes de Ayuda”

 No podemos dar, lo que no tenemos. No podemos tomar, lo que no necesitamos,


entonces, de nada sirve dar lo que el otro no necesita realmente, ni tomar lo que no
necesitamos.-
 Para ayudar es necesario respetar las circunstancias del otro. Querer cambiar las
cosas, debilita tanto al que pide ayuda como al terapeuta.-
 Debemos situarnos en una relación de igual a igual, lo que implica ver al otro como un
adulto.-
 Para ayudar es necesario contemplar al otro en relación a su sistema.
 La Ayuda debe estar al servicio de la reconciliación.-

Primer Orden de Ayuda

Solo podemos dar aquello que tenemos, solo podemos esperar y tomar aquello que realmente
necesitamos. Se trata de ayudarlos con lo que realmente necesitan y no de la forma que se nos
pide o exige.

De nada sirve dar lo que el otro no necesita realmente, ni tomar lo que no necesitamos. Como
tampoco esperar de otros que nos den aquello que no nos pueden dar, porque no lo tienen.

Tampoco podemos tomar algo que otros no debe darnos, porque es a esta persona a la que le
corresponde tenerlo, y si lo tomáramos, le quitaríamos algo que solo ella o él puede tener o
llevar , entonces, DAR – RECIBIR – TOMAR tiene sus límites.-

La ayuda a de ser humilde. Es una ayuda que no espera nada y no se involucra en el dolor.

Es importante tener en cuenta el efecto de determinadas palabras y pensamientos.

Lo fundamental en el trabajo es distinguir, si aquello que hago, fortalece o debilita a quién me


pide ayuda. Todo aquello que fortalece es bueno. También la pregunta sería; “ Lo qué hago
ante quién pide ayuda me libera o me esclaviza? Hace libre a quién pide ayuda o lo
limita?”

Segundo Orden de Ayuda


Solo se puede cambiar aquello que las circunstancias permitan. Solo cambiará aquello que el
consultante pueda y necesite transformar. La ayuda está al servicio de la supervivencia, del
desarrollo y el crecimiento.

El que ayuda a de tener en cuenta los muchos eventos externos, que no pueden ser
cambiados, ejemplo: enfermedades hereditarias, las consecuencias de sucesos o de deudas.
Si estos eventos no son tenidos en cuenta, la ayuda va destinada al fracaso.

También hay que tener en cuenta a la hora de ayudar, los eventos internos que están en juego,
como son: el amor ciego, los mandatos sobre si mismo y las implicaciones familiares sistémicas
vinculadas al pensamiento mágico de cada persona.

La necesidad de muchos terapeutas de cambiar el destino de su cliente depende muchas


veces, no de que el cliente desee o tenga la necesidad de cambiar su destino, sino de lo
insoportable que le parece al terapeuta la realidad del cliente (reflejo-espejo- proyección).- En
este caso si el cliente accede al cambio, lo hace por apoyar al terapeuta en su esfuerzo y el
orden se invierte, siendo entonces el cliente el que ayuda y el terapeuta el que recibe la ayuda
(inversión de roles).

A veces es difícil aceptar la realidad de que un cliente pueda ser peligroso para el terapeuta, o
para la familia, o que la muerte del mismo esté cerca. La realidad de que está expuesto a un
destino implacable. Si estamos de acuerdo con este destino tal como es, la ayuda se puede
dar. En vez de tapar las circunstancias reales, estas se miran mutuamente con el cliente y se
encaran.

Querer cambiar las cosas, debilitan tanto al que pide ayuda como al
Terapeuta.

Tercer Orden de Ayuda

Cuando estemos trabajando con personas adultas, la posición de ayuda útil es aquella en la
que nos aproximamos al otro como lo que es; un adulto. Y en caso de que la persona no se
encuentre en esta posición, acompañarlo para que la encuentre.

Muchos Profesionales de esta área asumen a los pacientes como si fuesen sus hijos e
igualmente, muchas de las personas que piden ayuda van en busca de quién les ayude, se
vincule a ellos como un padre o una madre. Cuando esto es aceptado por el Guía, este se
queda atrapado en una larga relación terapéutica, en la cual pretende ser mejor que el padre o
la madre del paciente, y por otra parte genera una relación parecida a la que el paciente tiene
con sus padres, en la cual pasa por muchas frustraciones y malestares, que a partir del vínculo
creado se transfieren al terapeuta. La actitud de desvalimiento por parte del paciente, genera
en el terapeuta, que lo asume en estas condiciones, un efecto de transferencia y contra
transferencia. Y es así, como muchos terapeutas se quedan en medio de la transferencia y la
contra transferencia dificultando a quién trata de ayudar, crecer; posicionarse como adulto que
puede despedirse respetuosamente de su padre y del terapeuta, con un objetivo logrado.

Otro aspecto que este vínculo genera es que el paciente gana control sobre el terapeuta, lo
cual lleva al terapeuta a sentir malestar y rabia o dicho de otra manera, frustración. La solución
ante esto es hacer que el cliente sienta la misma rabia que se pueda estar sintiendo. Esto hace
que el vínculo se rompa y permite que recuperemos el control de la terapia y que nos
posicionemos en el lugar que nos corresponde de ayuda y acompañamiento, liberándonos y
liberando al paciente de nosotros. Muchas veces el Arte Terapéutico está en adelantarse al
evento de malestar y frustración, provocando y confrontando al paciente y negándose a asumir
la transferencia y contratransferencia. Este es un concepto que puede ser muy chocante para
aquellos terapeutas que basan su trabajo en transferencia y contratransferencia, pero hace las
terapias notablemente más cortas y eficientes.

Sin embargo, hay situaciones en las cuales es necesario que el Terapeuta se coloque, por
corto tiempo, en la posición del padre o la madre del paciente. Esto se hace particularmente
cuando ha habido una ruptura temprano del vínculo entre padres e hijos, bien sea por muerte,
o separación temprana por uno de los progenitores (abandono) en estos casos se acompaña
al paciente hasta el punto de ruptura, permitiéndole conectar con el abandono que lesionó el
vínculo, y acompañándolo en la restauración del movimiento vincular perdido hacia los padres.

En estas situaciones, el Terapeuta no pretende suplantar al padre o a la madre, sino que se


posiciona, durante el proceso como el padre o la madre, los tiene en cuenta y les mira con
respeto en concordancia con sus destinos, sin ponerse por encima de ellos y sin vincularse con
el paciente, simplemente llevándolos cada vez más hacia ellos.

Cuando alguien se queja de su situación cuando era niño, está deseando que algo hubiese
sido distinto a lo que fue. Si el Terapeuta cae en este deseo y en la compasión, ambos quedan
apartados de la realidad. Si consolamos y nos da pena lo que fue, caemos en la debilidad y
esto no ayuda a nadie. Esto no quiere decir que no nos conmovamos cuando alguien ha sufrido
una situación difícil. Podemos acompañar a la persona en su dolor, sin embargo, aceptando lo
que fue.

Quién se queja, pierde la fuerza y aquello que ocurrió fue en vano, y generalmente está fijado
en aspectos secundarios de la relación y está dejando de lado lo más importante que ha
recibido, que es la vida. Aquel que se queja de su pasado, permanece niño, nunca será
adulto.- Se le pasa la vida ocupándose de un sin sentido y mueren de la misma manera.- Para
la vida los padres son irremplazables y perfectos. Ni les falta, ni les sobra. Han cumplido la
tarea de traspasar la vida a la perfección. Si vemos a la humanidad y al mundo como tal, no
hay nada más grande que el traspaso de la vida. Y en el traspaso de la vida no hay fallo. Ante
esto los padres siempre son perfectos. Cuando aceptamos la situación de quién pide ayuda tal
y como es, dando lugar a sus padres en nuestro corazón, hemos generado con ello el primer
movimiento de sanación, que es la SANACION DE LA IMAGEN DE ESTOS PADRES dentro de
nosotros mismos, y con ello, quién ha pedido ayuda gana fuerza para aceptar la situación en
toda su magnitud. No tiene sentido trabajar con alguien, que no está dispuesto a dejar atrás las
formas infantiles de percibir la vida.

Cuarto Orden De Ayuda

La Aproximación al consultante ha de ser sistémica y menos enfocada a lo personal. No


construimos una relación personal con él.
*La empatía, el concepto de empatía como la conocemos, está regida por un modelo
de cuidador. Un modelo padres e hijos. Este es un tipo de empatía que no ayuda realmente. La
empatía que ayuda, es aquella que es sistémica y que incluye a todos los miembros de la
familia. Cuando miramos a la familia, entonces sentimos quien, en la familia, requiere en
realidad de nuestra empatía, quién está olvidado o excluido. En la mayor parte de los casos
el que menos requiere de empatía es el cliente, y mi labor es lograr que él sistema empatía por
otro en vez de que se sienta empatía de mi parte.-
En este caso hemos de tener en cuenta a todos los miembros de la familia, incluyendo
a aquellos que han sido excluidos, conscientes de la igualdad de todos los miembros del
sistema. En cuanto tomamos partido por alguno de ellos, ya no podemos ayudar. No podemos
estar en contra de los padres , o de la pareja o de la sociedad. Solo cuando todos son
respetados con su destino y con sus implicaciones, nos mantenemos en el amor.-

Un prerrequisito para poder trabajar en la terapia, es el de poder ir más allá de los propios
sentimientos, de los juicios y poder mirar a aquellos con quienes trabajamos de una manera
filosófica.-
Uno de los obstáculos más grandes a la terapia, es la preconcepción respecto al bien
y al mal. El terapeuta también hace una distinción entre el bien y el mal, partiendo de sus
propios valores creados, tanto a nivel familiar, como de su propia escuela terapéutica y al
decirle a su cliente lo que bueno es para él, trata de volverlo miembro de su propia familia o de
su propia escuela de pensamiento y así los alejan de sus propias familias. Un ejemplo de esto,
es cuando el terapeuta se une a su paciente en la queja ante sus padres y los juzga a partir de
sus propios valores. Al hacer esto, vuelve al paciente inseguro, en relación a su propia familia.-

Si logramos apartarnos un poco de los criterios creados sobre el bien y el mal, y mirar todo esto
desde el punto de vista filosófico, entramos en un plano en donde no hay bueno o malo, en
donde no hay familias mejores o peores. No hay destinos mejores, ni peores. Si podemos
asentir a este hecho, damos un paso hacia adelante en el cual acompañamos al cliente a
asentir a su vida tal como es. Las situaciones en las que fácilmente tomamos partido, son por
ejemplo: abuso sexual, violación, etc

Quinto Orden De Ayuda

Amor por cada ser humano tal como es, no importa cuán diferente sea de mí. De ésta manera
el terapeuta le abre el corazón al consultante siendo parte de él. Aquello que se reconcilie en el
corazón del cliente, también se reconciliará en su familia.-
Constelar a la familia conduce a unir aquello que estaba separado.-

Las constelaciones se encuentran al SERVICIO DE LA RECONCILIACIóN CON LA VIDA, Y


ESPECIALMENTE CON LOS PADRES. Nos ponemos al servicio de “todos” sin hacer
distinciones entre buenos y malos en la familia. No permitimos las quejas, sea cual sea que
haya sido la situación. En cuanto aceptamos quejas, estamos cayendo en posición de padres
y el consultante de hijo.- Cuando un terapeuta se alía con su consultante en contra de algún
miembro de la familia está al servicio del conflicto y de la división, no de la unificación.-

La buena manera de ayudar

Esta manera de ayudar se diferencia mucho del tipo de ayuda que hemos aprendido. No
intentamos inmiscuirnos en la vida de las personas, ni en los misterios del alma. Cuando nos
inmiscuimos, el alma se retira. Aquí intentamos caminar con el Alma. Dejamos que sea ella la
que nos lleve a lo largo del trabajo y lo hacemos libres de teorías, de intenciones, de
emociones y de la empatía tal como la conocemos. Nos ponemos en consonancia con el alma
familiar y con la necesidad de la persona, otorgándole todo el espacio y el tiempo que necesite.
Entonces ésta alma nos muestra el camino y aparece la imagen que nos permite dar el
siguiente paso. Muchas veces la solución no es lo que aparece, sino el movimiento que lleva
hacia la solución.

No trabajamos con hipótesis preestablecidas, no pretendemos imponer respuestas al sistema.


Vamos construyendo el trabajo paso a paso , a partir de los movimientos que se generan. Es la
misma constelación la que va abriendo el nuevo camino y la nueva mirada.

Dos maneras de aproximación

1.- La primera consiste en trabajar de manera activa a todo lo largo de la constelación y llevarla
a una resolución.

2.- La segunda consiste no en buscar la solución, sino el movimiento justo que permita ir
solamente hasta el punto en el cual el alma del paciente toma el mando y suspender en este
punto la constelación sabiendo que este movimiento es suficiente para que el trabajo interior
continúe.

OBSERVACIóN, PERCEPCIóN, COMPRENSIóN, INTUICIóN Y CONCORDANCIA

LA OBSERVACION: es aguda y se basa en los detalles. Busca ser exacta y por esto algunas
veces es limitada.

LA PERCEPCIóN: necesita distancia, logra una impresión más amplia y general, ve los
detalles en relación al entorno posicionándolos en su lugar. En relación a la observación es de
campo, no es exacta.
Por otra parte entiende el significado de lo observado y lo percibido. No existen reglas
absolutas ni generales, ni para constelar, lo cual implica que estos cinco criterios no pueden ser
tomados al pie de la letra. La atención y la capacidad de percepción han de ser nuestras
compañeras de trabajo. No podemos guiarnos por patrones rígidos. Cada constelación es
única y debe ser tratada como tal.
Me guío por la persona, sin pretensiones, simplemente percibiéndola de una manera
amplia con la mirada puesta en la necesidad inmediata.
Esta percepción se da a partir de un estar centrado, abandonando pensamientos,
intenciones, diferencias y miedos. Me abro a lo inmediato que me mueve desde dentro.
Percepción y acción se unen para acompañar a la persona a dar el siguiente paso requerido.

LA COMPRENSIóN: se encuentra por encima de la observación y la percepción y depende de


ellas. Ellas tres constituyen una unidad indispensable para actuar y sobre todo para ayudar de
manera decuada.

LA INTUICIóN: que es el reconocimiento del paso que hemos de dar a continuación. El


reconocimiento es general, la intuición lleva a una acción determinada.

LA CONCORDANCIA: es una percepción más amplia y mucho más profunda. Ella requiere
entrar en sintonía con el otro y poder entenderlo. Para ello es indispensable estar en sintonía
con sus orígenes, sobre todo con sus padres, con su destino, sus posibilidades, sus límites.
También con las consecuencias de sus actos, sus deudas y finalmente con su muerte.
Estando en concordancia, me despido de mis ideas, juicios, de mi ego y de lo que debo
y tengo. Así entro en concordancia conmigo mismo y con el otro. Así el otro puede entrar en
concordancia conmigo, sin perderse y sin necesidad de sentir miedo. Igualmente yo puedo
estar en concordancia con él sin perderme a mi mismo, permanezco en concordancia sin
ponerme a expensas suyas, conservando la distancia que me permitirá percibir qué puedo o
debo hacer para ayudarlo. Esta concordancia es pasajera y sólo dura el tiempo que dura el
movimiento de ayuda. Esta concordancia no pretende nada, se abre a la realidad del otro en
toda su plenitud, sin buscar cambiar nada, con un respeto profundo por la vida, sin deseos de
que le vaya mejor, solo acompañándolo en los movimientos de su alma, aun cuando no nos
guste mucho lo que hay o inclusive tal vez nos asuste…Los deseos limitan, no liberan. Por esto
cuando estamos en concordancia, asintiendo a “lo que es”, no hay transferencia y contra-
transferencia. No hay relación terapéutica, ni se toman responsabilidades que corresponden a
otros. Cada uno permanece libre y es a partir de esta libertad que es posible la ayuda.-
FRASES SANADORAS

Querida Mamá

Lo tomo de ti, todo, lo completo. Con todo lo que te rodea.

Y lo tomo al precio entero que tú has pagado, y que a mí me cuesta. A cambio yo haré algo

Para tu gozo. No puede haber sido en vano, y me lo guardo dentro de mí.

Y, si puedo, lo cedo como tú has hecho conmigo.

Tú eres para mí la justa y la perfecta…te tomo con toda tu grandeza y también con tu

Pequeñez.

Te tomo a ti como a mi madre, y tú me puedes tomar como a tu hija, soy tu verdadera hija.

Tú eres la grande, yo la pequeña.

Tú das, y yo lo tomo todo, al precio que sea. Querida mamá.

Bert Hellinger

Querido Papá

Lo tomo todo de ti, lo completo. Con todo lo que te costó y te cuesta.

Y lo tomo al precio entero que tú has pagado, y que a mí me cuesta. A cambio, yo haré algo

para tu gozo. No puede haber sido en vano, y me lo guardo dentro de mí.

Y, si puedo, lo cedo, así como tú has hecho conmigo. Tú eres para mí el justo y perfecto…

Te tomo con toda tu grandeza y también con tu pequeñez.

Te veo y tomo como a mi padre, y tú me puedes ver y tomar como a tu hijo, soy tu verdadera

hija(o): Tú eres el grande, yo la pequeña

Tú das, y yolo tomo odo, al precio que sea. Querido Papá

Bert Hellinger

Tareas a entregar al consultante

“TE VEO” – “GRACIAS” – “SI” – “POR FAVOR” (con papá y mamá)

TE VEO SIGNIFICA:

VEO TU ALMA

TÚ VERDADERA ESENCIA

VEO QUIEN REALMENTE ERES

TE RESPETO, TE SALUDO, TE HONRO, E RECONOZCO, TE RECIBO

CONECTO CONTIGO

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