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Geografía

Actividad

PÉRDIDA DE BOSQUES

Las tierras forestales argentinas no son ajenas al proceso global de deforestación. La


reducción de cobertura boscosa es atribuible a una compleja combinación de elementos
sociales, económicos y naturales. Por su perfil histórico de país agroexportador y la
creciente demanda internacional de alimentos, la Argentina transformó parte de sus
pastizales y bosques nativos en tierras de cultivo. Como consecuencia, se expandió la
frontera agropecuaria hacia regiones anteriormente ocupadas por bosques y pastizales.

Las masas forestales del país han sufrido y sufren un constante deterioro debido a la
ausencia de planificación en sus usos madereros y ganaderos. Así, los desmontes ocurridos
en los últimos 18 años han afectado severamente los bosques nativos, y si bien la tasa
anual de deforestación descendió a menos de la mitad en los últimos tres años, con
respecto al ritmo que tenía antes de la sanción de la ley, ese descenso en la frecuencia del
desmonte todavía es insuficiente.

En 2016, fueron taladas más de 130.000 hectáreas boscosas y, según la información del
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a cargo del monitoreo de los bosques en
todo el territorio nacional, la reducción se adecua a lo posible y razonable, en un proceso
que pretende alcanzar la meta de deforestación neta cero antes de 2020.

Los bosques nativos son esenciales para la vida en la tierra: albergan alrededor del 80% de
la biodiversidad terrestre del mundo, protegen las cuencas hidrográficas, estabilizan los
suelos y juegan un papel crítico en la mitigación del cambio climático por actuar como
sumideros de carbono.

Las especies más afectadas por la explotación son, principalmente, las del parque
chaqueño y, en menor volumen, el área de las yungas y la selva paranaense, entre otras
menores. La preocupación que subsiste es con relación a los bosques clasificados como
rojos y amarillos, de acuerdo con su valor de conservación. Los rojos no deben sufrir
reducción alguna, en tanto que los amarillos admiten un uso productivo en la medida en que
este no afecte significativamente la estructura del bosque y sus servicios ambientales.
Finalmente, los verdes, por su menor valor ambiental, permitían el desmonte previa
autorización de la autoridad provincial y mediando una evaluación de impacto ambiental.

Al considerar la superficie boscosa perdida en las últimas décadas, se distinguen dos


períodos: el primero, entre 1998 y 2013, en el cual se perdieron entre 25.000 y 300.000
hectáreas de bosques anualmente; el segundo, en los últimos tres años, alcanzando en
2016 el mínimo de 136.000 hectáreas. Esta cifra representa una tasa anual del 0,4% de
reducción de la superficie boscosa de nuestro país, que actualmente alcanza a 27 millones
de hectáreas.

A la hora de establecer la causa de los desmontes se hace mención de la siembra de soja y


de la explotación ganadera. Sin duda, un factor que ha servido para justificar los desmontes
en áreas prohibidas por los ordenamientos territoriales (en áreas rojas y amarillas) ha sido
la recategorización irregular de los bosques a nivel de predios productivos (pasando de rojo
y amarillo a verde) o la implementación de sistemas silvopastoriles no sustentables en áreas
amarillas. En el primer caso, una vez lograda esa calificación, se desmontó para sembrar
soja. Esto provocó la intervención del Centro Mandela, dedicado a la investigación social,
cuyo coordinador, Rolando Núñez, explicó que, según fijan las normas aplicadas a
categorizar los bosques, ningún ajuste puede invocarse para reducir los niveles de su
protección.

Por otra parte, las multas a quienes no respetan la protección de los montes son difíciles de
cobrar o, en muchos casos, su valor irrisorio no constituye un desincentivo económico. Las
empresas en falta llevan el problema a la Justicia y ese trámite prolonga un proceso en el
cual se busca evadir o dilatar la sanción económica. En Salta y en Chaco, por ejemplo, han
solicitado que los permisos de desmonte en zonas protegidas sean considerados delitos
penales, porque lo frecuente es que las multas no lleguen a aplicarse. Una auspiciosa
noticia ha sido la reciente resolución del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de
la Nación que declara incompatibles con la ley de bosques las recategorizaciones de
predios hechas por Salta, ordenándole suspenderlas y restaurar los ambientes nativos
desmontados.

Más allá de las fundadas razones para conservar los bosques, debido a los daños ya
sufridos, resulta imprescindible continuar esas restauraciones, sobre todo en áreas críticas
que sufren inundaciones, sequías y problemas de erosión. De esta manera, se podrán
recuperar no solo el bosque, sino también sus beneficios económicos, sociales y
ambientales.

Preguntas:

¿Por qué son importantes los bosques nativos?

¿Cuáles son las causas de la deforestación en la Argentina?

¿Cuáles son los bosques más afectados por la deforestación?

¿Qué solución propone la noticia? ¿Qué medidas tomarías para prevenir la deforestación ?

Video:

¿Cuáles son los motivos principales de la deforestación en el bosque chaqueño? ¿Qué


consecuencias produce?

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