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Módulo 4 - Lectura 1-2
Módulo 4 - Lectura 1-2
publicidad en
Argentina
Historia de la
Publicidad
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La primera generación: el
origen de la publicidad en
Argentina
La historia de la publicidad argentina comienza a finales del siglo XIX con el
primer agente publicitario autoproclamado. Este hito marca el inicio de la
primera generación o fundación de la publicidad argentina. Luego vendrían
3 más que iremos analizando en las próximas lecturas.
La prehistoria
Analizar la prehistoria de la publicidad en Argentina es adentrarse en los
inicios del siglo XIX, cuando encontramos el primer periódico que incluye
avisos. El Telégrafo Mercantil, fundado en 1801, incluía en su portada
pequeños avisos de compra-venta de objetos y también sobre venta de
escalvos. El uso de la portada para incluir avisos era una moda iniciada por
el Times de Londres (Mesa, como se cita en Aprile, Borrini, Daschuta, y
Martínez, 2009).
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Figura 1: Cabecera del telégrafo mercantil
Aparte de la prensa, las enseñas y los pregones eran los medios publicitarios
más efectivos. Al carecer de vidrieras, los comerciantes solían ubicar sus
productos en las calles como forma de atraer a los consumidores (Mesa,
como se cita en Aprile et al., 2009).
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La primera generación o fundación
La historia coincide en que la publicidad moderna argentina se inicia en 1898
con la aparición del primer agente publicitario: el austríaco Juan
Ravenscroft, que se autodenominó agente luego de adquirir una licencia de
los ingleses para comercializar espacios publicitarios en los vagones y
estaciones de trenes (Aprile et al., 2009). Este hito marca el inicio de la
actividad profesional en el país. Al poco tiempo, aparecerían nuevas
agencias, entre las que destacan: Vaccaro, Aymará y, más tarde, Albatros,
Exitus y Cosmos, entre otras (Borrini, 1993).
Contexto socioeconómico
El periodo que comprende los años entre 1898 y 1929 fue de un espectacular
progreso en el país, tanto en términos económicos como sociales. La
inmigración masiva proveniente de España e Italia, en su mayoría, triplicó la
población para 1895, que pasó de 1.304.000 a los 3.954.911. La red
ferroviaria alcanzó los 30.000 kilómetros en 1909, y el auge de los negocios
basados en la especulacion de la tierra, la obra pública, el ferrocarril y la
bolsa de valores, generó un fuerte crecimiento de la economía argentina
(Aprile et al., 2009).
Los anunciantes
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Bagley creó para Hesperidina una campaña original; a lo largo
de varias semanas, el nombre de la bebida apareció escrita,
sin mayores explicaciones, en los cordones de las veredas de
Buenos Aires.
Finalmente, la intriga culminó con la publicación de un
anuncio en el que se reveleba de qué se trataba y dónde
podía ser adquirida.
Vale decir que Bagley no solamente había integrado dos
medios, vía pública y períodicos, cuatro décadas antes de que
despegara la publicidad profesional, sino que también podía
jactarse de haber inventado el suspense , un recurso
publicitario que hoy se usa con cierta regularidad para
presentar novedades. (Borrini, 1998, p. 128).
A principios del siglo XX, llegan los primeros anuncios de Quilmes Cristal, las
lámparas Iris y Philips y el novedoso gramófono. Destacó el avance del
cigarrillo de industria nacional, con marcas como Monterrey, Turistas, 43,
Sublimes y Reina Victoria (Aprile et al., 2009).
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Figura 2: Carteles de cigarrillos París
Los medios
Los medios publicitarios más importantes de esta etapa son, sin lugar a
dudas, la prensa, la vía pública y la revista.
A principios del siglo XX, los diarios ya estaban consolidados como medio
publicitario y editaban más de medio millón de ejemplares. La Prensa, con
160.000 ejemplares, y La Nación, con 100.000, encabezaban la lista de los
más leídos (Aprile et al., 2009). Luego vendrían los primeros vespertinos,
como La Razón o Crítica, de Natalio Botana. La necesidad de auditar las
tiradas para consolidar su lugar como medio publicitario era cada vez más
importante. La Nación fue el primero en hacerlo en 1923 y marcó el camino
para el resto de medios gráficos (Aprile et al., 2009).
Junto con el primer agente publicitario, nació un medio gráfico que haría
historia: la revista Caras y Caretas. Fue el primer medio en publicar avisos
modernos y a color (Aprile et al., 2009). Su tratamiento de la información,
que combinaba el humor con el periodismo serio, agiornado con
ilustraciones de gran calidad, la convirtió en un medio muy popular en el
primer tercio del siglo.
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destinada a un público femenino. Luego, en 1919, aparecería El Gráfico, para
los fanáticos del deporte, y Billiken, orientada a un público infantil (Aprile et
al., 2009). Las revistas vivían un momento de gran esplendor gracias al uso
del color y de la ilustración.
La radio, que había nacido en 1920 con la transmisión desde la azotea del
teatro Coliseo por los llamados Locos de la azotea (Enrique Susini, Miguel
Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza), se convirtió de a poco en
un gran medio publicitario a través de la apelación a sus anuncios cantados.
Sin embargo, no sería hasta la segunda fundación de la publicidad que la
radio viviría su edad de oro.
Referencias
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Aprile, O., Borrini, A., Daschuta, M., y Martínez, J. (2009). La publicidad cuenta su
historia. Bueno Aires: La Crujía.