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Guía

Indice

El tiempo es Dinero. 4

Cuál es el Problema? 5

El Reino de tu Metro 6

Tu Productividad Personal 8
Gracias por estar aquí. En nombre de los que hacemos esta
obra quiero compartir contigo este regalo de bienvenida a
GesTaR. Te apuesto que nos felicitaremos de habernos
conocido.
Has llegado a este punto porque reconoces que tienes
deseos demorados. La buena noticia es que no hay deseos
incumplidos. Porque tienen la fuerza creadora que les da la
certeza de su esencia. Lo sientes en tu corazón, te apasiona y te
moviliza. Allí se hace real. Allí se manifiesta ante tus y nuestros
ojos. Hasta ahora solo has tenido otras prioridades, otros
deseos que ya cumplieron su ciclo vital.
A continuación, te dejo en compañía de algunas reflexiones
que introducen al concepto GesTaR. Hablaremos de tu
PRODUCTIVIDAD personal.

Seguiremos en contacto luego.


Salud,

Oscar Virga Digiuni


Coach Profesional
Director de GesTaR
Vivimos un tiempo sin tiempo.
A veces, no nos damos cuenta
que es un recurso más, tan
necesario para obtener resultados.
Valioso en sí mismo, pero tanto
más según la jerarquía del motivo
en que lo ocupemos en nuestra
escala de valores.

¿Alguna vez escuchaste que “el tiempo es dinero”? Y si… lo es de una manera
simbólica. Pero como el dinero es un bien intermedio, un puente para alcanzar
otra cosa, es interesante considerarlo del mismo modo. Trasladar esa síntesis.
Todo lo que te puede pasar con el dinero es asimilable al tiempo: tener mucho
y no saber en qué usarlo, malgastarlo, estar dolido por no disponerlo, pensar en
lo que harías cuando lo tengas, envidiar a otros porque les sobra, pensar que es
tu mala suerte, revisar en qué has errado para que te falte lo suficiente, que no
te alcance para todo lo que quieres, no puedes dedicarte a tus hobbies, no saber
“cómo hacerlo rendir”, etc., etc…

Un amigo y colega me decía años atrás que “lo que no tiene tiempo en tu vida es
porque no tiene vida en tu tiempo”. Mmmmmm… cuando no tienes tiempo para
hacer algo es porque ese “algo” no necesita estar en tu vida. Al menos, en este
momento. Exquisito concepto de Agustín Landaburo.

Declaraciones personales, públicas o privadas, íntimas, en las que has decidido


hacer “eso” y no “otra” cosa. Te comprometes con lo que haces y, también, con no
hacer lo que no haces. Son opciones. Cuando te enojas con tu escasez de tiempo,
estás escuchando un reclamo interior. Estás des-centrado, des-equilibrado. Tu
cabeza ha decidido por tu corazón o viceversa. La tensión entre ambos excede lo
admisible en salud. Y el que ha sido postergado, se queja por la omisión. Así se
va aclarando un poco el panorama.

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¿Cuál es el problema?
Los dos días más importantes de tu vida
son el de tu nacimiento y aquel cuando
descubriste para qué. Ese día se inicia un
camino de compromisos que respaldan
lo que has descubierto. Empiezas a darle
formas más acabadas al modelo. La
evolución es continua hacia lo que quieres
ser. Y cada retoque es un compromiso con
tu construcción.

Lo que hagas con tus momentos, con tu


tiempo, adelanta o atrasa esa construcción.
Para ser más directo: trabajas en tu obra o le
prestas tu cuerpo (y tu tiempo va con él) a las
de los demás. Te escuchas o te ignoras. No
puedes estar en ambos lados del mostrador.
Sólo en uno de esos lados eres más valioso.
Es allí donde te ha puesto quien te ha creado.
Si te has ido, si abandonaste el puesto, ya
lo has hecho. Ya pasó. Tiempo pasado está
perdido. Cuando quieras, puedes empezar a
vivir este momento. Tiempo presente está
ganado. Piensa y siente cada decisión. Lo
que no sientas es NO. Lo que no pienses
es NO. Por ese camino, habituándolo,
encontrarás valor a cada SÍ que des ¿Si?

El reloj no es un tirano, los tiempos que vivimos no son locos, las obligaciones
no son tales y tantos más blablás. Tus momentos están ocupados por tus
compromisos, tus decisiones. Eres responsable de tus actos. Aunque, a veces,
creas ser víctima de una gigantesca locura colectiva. No. Lejos estás de eso.
Tanto como de ser victimario culposo si sólo haces lo que te importe a ti, sin
considerar prioritariamente a los demás.

Para tu tranquilidad, todo lo que hagas incluye al resto, porque eres parte del
resto de los demás. Tu tiempo y el mío son el mismo momento. Sólo que cada
uno es actor principal en su propio cuerpo. Entonces, no hay problemas con el
reloj. Solo hay elecciones, decisiones y actos que ocupan tu tiempo. En tal caso,
no hay que ordenar la agenda sino a quien la define ¿Oye, Oscar, estás hablando
de mí??? No, amig@, hablo de tus deseos. Los presentes y los postergados. No
necesitas explicarlos, sólo vivirlos.

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El Rey de tu Metro Cuadrado
Eres de los que les cuesta delegar? ¿No contratas a alguien porque quieres tenerlo
todo controlado? ¿Estás siempre supervisando lo que hacen tus empleados o
proveedores? ¿Y en tu casa, con tu familia?

Te entiendo. A mí también me costaba mucho confiar y dejar trabajar a los demás


sin estar siempre encima. Por mucho tiempo descansé en que mi padre fue así
conmigo y me dio ese patrón de conducta. Como hizo con la bicicleta que me
regaló y tenía un par de rueditas pequeñas para ayudar a mantener el equilibrio.
Hasta que me di cuenta que si le sacaba esas rueditas la experiencia podría ser
mucho más poderosa. Domé el corazón con las riendas de una larga respiración y
allá fui. Sostenerme sin eso y negociar los desafíos para ir hacia adelante me dio
confianza para otros pasos necesarios en mi vida. Probé y me di cuenta que era
más sabio de lo que sabía hasta entonces.

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Quienes siguen mis publicaciones y
cursos, posiblemente recuerden la
Teoría de las Aflicciones, una síntesis
presuntuosa de algunas enseñanzas
hindúes.

Allí se enuncia que alrededor del 80%


de las cosas que te preocupan ya han
pasado, un 10% aún no ha ocurrido, otro
5% escapa a cualquier control de tu parte
y el 5% restante sí puede ser influida por
tus decisiones. Sucede que ese “escaso”
5% es el campo de acción de todo tu
100%. Los otros no existen aquí y ahora,
en el presente, que es cuando puedes
hacer algo. Cuando digo aquí, digo en el
reino del metro cuadrado que ocupas.
Donde puedes influir sobre el que más te
importa. Tu reino. Donde mandas tú. Oye,
Oscar, ¿estás hablando de mí otra vez?
Así es, amig@.

Quizás necesites reentrenar los hábitos


de atención a lo que te rodea. Saber
que allí hay mucha información. TODA
la información necesaria. Que hay
oportunidades en cada momento y que
hay millones de momentos. Todos tuyos.
Comprender que si estás más presente y
curioso contigo es probable que tengas
más agilidad para darte respuestas. Que
hay mucho por hacer en tus minutos para
distraerte con los de otros. O para otros.
Lo que ya hiciste, hecho está. Pero la vida
sigue y te vuelve a dar oportunidades.
Algunos pensadores, como Marshall
Goldsmith, lo han llamado feedforward;
algo así como “alimentar hacia adelante”.
Los coaches vivimos haciendo eso.

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Tu Productividad
Personal, es
una relación de
compromiso con
tus deseos

Lo que crees correcto para ti en cada


momento es el fruto de una compleja
negociación con tus valores, tu cultura,
tus conveniencias, proyectos, entornos,
obligaciones, dolores y cuántas cosas
más. Nosotros solo vemos tus resultados,
tus decisiones. No sabemos del proceso
interno y sus razones ¿Cómo podemos
juzgar, entonces? ¿Con qué patrón? ¿Con
qué justicia? ¿Con qué valor para quién
es juzgado? ¿Con qué autoridad que no
haya sido permitida? Más y más cada
mes.

El tango “Uno” dice que “la lucha es cruel


y es mucha”. Años después, el querido
Adrián Abonizio, en la genial letra de “El
témpano”, le respondió con “la lucha
es de igual a igual contra uno mismo, y
eso es ganarla”. Los contextos son cada
vez más complicados, enrevesados,
exigentes. Pero la batalla final se da
adentro tuyo.

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No tienes que explicarle a nadie para quién o para qué eres productivo. Basta que
lo sepas tú. O, mejor, que lo vivas. La lluvia, solo llueve. Sufriría si pensara que se
va a estrellar contra el suelo. La próxima vez, será otra lluvia. Pero sigue siendo
ella ¿Le importa si la consideran más o menos útil? ¿Para quién es productivo
su presente? La respuesta está en su razón de ser. Hace desde allí. Se hace
cargo de su SER para HACER. Puedes vivir las mismas sensaciones. Te doy la
bienvenida al concepto GesTaR. Eso hacemos.

En este tiempo sin tiempo, es necesario revisar a quién escuchas. A quien le das
uno de tus recursos vitales.

Después, hay un formato técnico, un programa completo y acompañamiento


profesional. Pero lo abres con tu decisión.

Te invito a una vida mucho más productiva que la que estás viviendo. Cada día
más libre y sana. Fluyendo en tus deseos. Trabajando menos y ganando más.

Conversemos.
Gracias.

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oscarvirga@gestar.net.ar

@gestar.oscarvirgadigiuni

GesTar Gestión del Talento reconocido

www.gestar.net.ar

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