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UNIDAD EDUCATIVA

“CLAUDIO SANJINES”

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E INTEGRIDAD


SEXUAL (ACOSO)
LEY 2033

CURSO: 2º C de Secundaria
EQUIPO DE TRABAJO:
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19 – Octubre - 2022
La Paz – Bolivia
I. INTRODUCCION
En Bolivia el acoso y violencia contra la mujer como en muchos países se presenta de
forma física, psicológica y sexual. Que afecta directamente a la sociedad, porque una
mujer maltratada se coarta emocionalmente y daña todo su contorno y el desempeño en
su familia, su vida social, su trabajo.
Ahora, nos enfocaremos en el delito contra la libertad e integridad sexual (acoso) que
lastimosamente sufren algunas mujeres en Bolivia, estudiaremos las causas directas del
acoso y también descubriremos este tipo de comportamiento, para así poder de alguna
forma entender y poder disminuir este tipo de conducta por parte de algunos hombres,
logrando concientizar a las nuevas generaciones una nueva igualdad de derechos
sexuales, obligaciones y privilegios, tanto para la mujer como para el hombre
erradicando de alguna forma el acoso y violencia contra la mujer.
Trataremos de comprender el ¿por qué? los agresores cometen actos libidinosos,
insinuaciones y cualquier otro medio, que incite a corromper a un menor de 18 años,
más aun siendo a una mujer.
Apoyamos la ley 2033 de protección a las víctimas de delitos contra la libertad sexual
castigando a los agresores. Con la privación de libertad entre 15 a 20 años según el tipo
de agresividad del delito.
También, es necesario analizar el acoso escolar, comprendiendo que es cualquier forma
de maltrato psicológico, verbal o físico, producido entre estudiantes de forma reiterada a
lo largo de un tiempo determinado. Tanto en el aula, como atreves de las redes sociales,
con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de violencia
dominante es el emocional y se da mayormente en el aula y en los patios escolares.
Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de
entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil
de víctimas.

II. JUSTIFICACION

- El propósito de la investigación, sobre el acoso específicamente contra la mujer,


es cambiar la ideología de las personas que llevaron a delinquir contra la mujer
desde hace muchos años atrás, siendo esto ya un problema sin control a nivel
social y mundial.

- La presente investigación se realiza con el fin de descubrir y analizar hallando lo


que estaba ignorado o escondido tras fachadas, como, por ejemplo; el machismo
y el narcicismo por ver a la mujer como un ser inferior, que influye directamente
a este tipo de acoso y violencia contra la mujer.

- El desarrollo de esta investigación se usó artículos, periódicos, libros y


conocimiento popular, como método de investigación.

- También determinar el proceso y grado de crecimiento de este problema social


en Bolivia sobre el acoso y violencia sexual a la mujer.
- Dar también a conocer a nuestros jóvenes sobre este problema y ayudar,
concientizare informar sobre la libertad sexual, en forma correcta y adecuada
para evitar estos casos de acoso y violencia en su entorno social.

III. MARCO TEORICO

1. ¿QUÉ ES VIOLENCIA?

Según el diccionario de las ciencias jurídicas, políticas y sociales de Manuel Osorio,


es la acción y efecto de violentar, es decir, aplicar medios violentos a cosas o
personas para vencer su resistencia. De acuerdo con la definición de Salvat en el
mismo texto, "la violencia, hablando en términos jurídicos, es la coerción ejercida
sobre una persona para obligarla a ejecutar un acto que no quería realizar".

2. ¿QUÉ ES DELITO?

Según Jimenes de Asúa en el diccionario de las ciencias jurídicas, políticas y sociales


de Manuel Osorio, delito es “El acto típicamente antijurídico, culpable, sometido a
veces a condiciones objetivas de penalidad, imputable a un hombre y sometido a una
sanción penal”.

También, según Soler en el mismo texto dice: el delito “es la infracción de la Ley del
Estado, promulgada para seguridad de los ciudadanos resultante de un acto externo
del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso”.

Entonces podemos definir al delito como el ataque a bienes jurídicos protegidos


por el Derecho Penal; o, como toda acción dolosa o culposa descrita en la ley
penal y sancionada con una pena, con una medida de seguridad o ambas.

3. ¿QUÉ ES EL ACOSO?

Según la organización CDC “Centro de prevención contra la Violencia”, se puede


definir el acoso como “todo comportamiento agresivo no deseado por parte de otro
joven o grupo de jóvenes que no sean hermanos ni compañeros sentimentales
actuales, que implique un desequilibrio de poder observado o percibido. Estas
conductas se repiten múltiples veces o es muy probable que se repitan”.

4. ACOSO SEXUAL.

Según nuestro ordenamiento jurídico, en la Ley 1768 de 10 de marzo de 1997


“CODIGO PENAL”, con respecto al acoso establece lo siguiente:

Artículo 312 quater. (A COSO SEXUAL).

I. La persona que valiéndose de una posición jerárquica o poder de cualquier


índole hostigue, persiga, exija, apremie, amenace con producirle un daño o
perjuicio cualquiera, condicione la obtención de un beneficio u obligue por
cualquier medio a otra persona a mantener una relación o realizar actos o tener
comportamientos de contenido sexual que de otra forma no serían consentidos,
para su beneficio o de una tercera persona, será sancionada con privación de
libertad de cuatro (4) a ocho (8) años.

II. Si la exigencia, solicitud o imposición fuera ejercida por un servidor público


en el ámbito de la relación jerárquica que ostenta, será destituido de su cargo y
la pena será agravada en un tercio.

Es necesario aclarar que la Ley 2033 “DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E


INTEGRIDAD SEXUAL” del 29 de octubre de 1999 fue modificada en sus
diferentes artículos por la Ley 348, “LEY INTEGRAL PARA GARANTIZAR A
LAS MUJERES UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA” del 9 marzo de 2013,
donde incorpora en el Código Penal el Artículo 312 quater. (ACOSO SEXUAL).

Dicha Ley 348 se funda en el mandato constitucional y en los Instrumentos, Tratados


y Convenios Internacionales de Derechos Humanos ratificados por Bolivia, que
garantizan a todas las personas, en particular a las mujeres, el derecho a no sufrir
violencia física, sexual y/o psicológica tanto en la familia como en la sociedad.
4.1. Violencia sexual y física afectan a las niñas y adolescentes en Bolivia

El Observatorio Regional de América Latina y el Caribe: La Realidad de las


Niñas´ sistematiza datos oficiales que dan cuenta de la violencia contra las niñas
y adolescentes en el país. Estos muestran, por ejemplo, que una niña es
violentada cada 15 minutos.

La situación de los derechos de las niñas, niños y adolescentes (NNA) en el país


cada vez más es más delicada. Así lo demuestran los indicadores que registran
que esta población es víctima, principalmente, de altos niveles de violencia física
y sexual. 

Cada día se reportan 110 casos de violencia al día contra esta población. Esto
hace que el delito más reportado en Bolivia sea la violencia contra niñas y
mujeres. Hasta inicios de agosto de este año, se registraron 24 mil denuncias,
según datos de la Fiscalía General del Estado. Esto quiere decir que cada 15
minutos una niña es víctima de algún tipo de vulneración de sus derechos.

Esta compilación de información está reunida en el Observatorio Regional de


América Latina y el Caribe: La Realidad de las Niñas´, iniciativa de Plan
International (PI), una organización que promueve los derechos de la niñez y la
igualdad de las niñas. Esta herramienta visibiliza la realidad de la difícil
situación de derechos que afrontan las niñas y adolescentes en Bolivia y la
región.

La plataforma lucha contra la falta de información y ofrece evidencia que


presenta datos confiables provenientes de 79 fuentes oficiales en temas
relacionados a la violencia basada en género; embarazo infantil forzado; además
de matrimonio y uniones infantiles tempranas forzadas.

4.2. Violencia Sexual.


Entre los datos más alarmantes, recopilados en el Observatorio, están los
relacionados a las denuncias de violencia sexual, principalmente contra niñas y
adolescentes mujeres; aunque también los niños son víctimas de violaciones.

En Bolivia, se registraron 1.119 denuncias de violencias sexuales contra niñas,


niños y adolescentes, en los primeros ocho meses del 2021. Esta cifra es muy
cercana con la que se cerró el año pasado, pues se llegó a 1.308 casos, debido a
la vulnerabilidad a la que estuvo expuesta esta población durante las
cuarentenas por la pandemia del COVID-19. Durante ese año, las niñas
estuvieron encerradas con sus violentadores sexuales, quienes en la mayoría de
los casos eran cercanos a su núcleo familiar.

4.3. Necesidad de acciones.

Frente a esta dura realidad, que en los últimos años no solo no mejoró sino más
bien se incrementó el nivel de violencia contra las NNA, se requieren esfuerzos
y compromisos de parte tanto del Estado como de la sociedad civil en su
conjunto.

El gerente de Programas de Plan International Bolivia, Armando Oviedo,


explica que los datos muestran la naturalización de la violencia a las niñas y los
obstáculos que ellas enfrentan para ejercer sus derechos. Por ello, asegura que
todos los niveles del Estado deben generar políticas públicas que atiendan esta
problemática de manera urgente.

“Se tiene que generar, desde los tomadores de decisión y con el apoyo de la
sociedad civil, políticas públicas para asegurar que las niñas vivan en entornos
libres de violencia; y que existan mecanismos para prevenir y responder a la
violencia contra las niñas. También son necesarias las políticas públicas que
fortalezcan sus liderazgos y que posibiliten su inclusión en procesos de toma de
decisiones”, afirma.

Asimismo, resalta que es importante que, a partir de la visibilización de estos


datos, que debieran significar una alerta para todos, la sociedad civil en su
conjunto debe empezar a prevenir y responder hacia la violencia que existe
contra la niñez y adolescencia en el país.

“La sociedad debe cuestionar las acciones y costumbres que discriminan a


niñas y adolescentes, las normas arraigadas que han indilgado a las mujeres y
niñas una situación de inferioridad. Por ejemplo, cuando se dice que son
débiles o que no pueden hacer ciertas cosas”, asegura.

4.4. Un problema de todos.

Oviedo explica que es necesario que se continúe reforzando el empoderamiento


de las niñas y adolescentes en diferentes dimensiones para que tengan un rol
protagónico hacia el cumplimiento de sus derechos. Por ello, una línea
importante en PI es trabajar por la igualdad, los liderazgos y empoderamiento
para las niñas. 
Sin embargo, entiende que no debe ser la única estrategia, pues no se puede
“dejar la responsabilidad de cambiar la situación de violencia a las niñas
únicamente, más bien otros actores tenemos corresponsabilidad”, asevera.

Explica que la violencia contra las niñas responde a las relaciones de


desigualdades de género que existen en el país y que están tan arraigadas. Por
ello, cuenta, que desde Plan International se trabaja de manera transversal no
solamente con las niñas sino también con sus pares varones, para desnaturalizar
acciones violentas que posibilitan, por ejemplo, las violaciones sexuales. 

“Las mujeres son vistas como objetos, está muy normalizado; sabemos que hay
toda exaltación cuando se reconoce el atributo de la belleza y que la mujer debe
tener ciertas características que se están objetivando, eso contribuye a la
violencia. Ese relacionamiento que hay desde los hombres con esa carga de
violencia, a través del piropo, el acoso naturalizado, la violencia sexual. Por
eso es necesario de construir este modelo de masculinidad”, dice.

Es así que Plan International trabaja con la metodología llamada Campeonas y


campeones por el cambio, que busca transformar los roles de género. Esta está
presente en todos los programas que implementa, pues entiende que hay que
atacar de manera estructural a la violencia contra las niñas y adolescentes,
promoviendo la igualdad.

5. El ACOSO Y VIOLENCIA POLÍTICA.

Según la Ley 243 “LEY CONTRA EL ACOSO Y VIOLENCIA POLÍTICA HACIA


LAS MUJERES” del 28 de mayo del 2012 define y señala como acoso y violencia
política.

5.1. Artículo 7. (DEFINICIONES). Para efectos de aplicación e interpretación


de la presente Ley se adoptan las siguientes definiciones:
a) Acoso Político. Se entiende por acoso político al acto o conjunto de actos
de presión, persecución, hostigamiento o amenazas, cometidos por una
persona o grupo de personas, directamente o a través de terceros, en contra
de mujeres candidatas, electas, designadas o en ejercicio de la función
político - pública o en contra de sus familias, con el propósito de acortar,
suspender, impedir o restringir las funciones inherentes a su cargo, para
inducirla u obligarla a que realice, en contra de su voluntad, una acción o
incurra en una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el
ejercicio de sus derechos.

b) Violencia Política. Se entiende por violencia política a las acciones,


conductas y/o agresiones físicas, psicológicas, sexuales cometidas por una
persona o grupo de personas, directamente o a través de terceros, en
contra de las mujeres candidatas, electas, designadas o en ejercicio de la
función político – pública, o en contra de su familia, para acortar,
suspender, impedir o restringir el ejercicio de su cargo o para inducirla u
obligarla a que realice, en contra de su voluntad, una acción o incurra en
una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de sus
derechos.

5.2. Artículo 8. (ACTOS DE ACOSO Y/O VIOLENCIA POLÍTICA). Son actos


de acoso y/o violencia política hacia las mujeres aquellos que:

a) Impongan por estereotipos de género, la realización de actividades y


tareas ajenas a las funciones y atribuciones de su cargo.
b) Asignen responsabilidades que tengan como resultado la limitación del
ejercicio de la función político – pública.
c) Proporcionen a las mujeres candidatas o autoridades electas o
designadas información falsa, errada o imprecisa que induzca al
inadecuado ejercicio de sus funciones político - públicas.
d) Eviten por cualquier medio que las mujeres electas, titulares o suplentes,
o designadas asistan a las sesiones ordinarias o extraordinarias o a
cualquier otra actividad que implique la toma de decisiones, impidiendo o
suprimiendo el derecho a voz y voto en igualdad de condición que los
hombres.
e) Proporcionen al Órgano Electoral Plurinacional, datos falsos o
información incompleta de la identidad o sexo de la persona candidata.
f) Impidan o restrinjan su reincorporación al cargo cuando hagan uso de
una licencia justificada.
g) Restrinjan el uso de la palabra, en las sesiones u otras reuniones y su
participación en comisiones, comités y otras instancias inherentes a su
cargo, conforme a reglamentación establecida.
h) Restrinjan o impidan el cumplimiento de los derechos políticos de las
mujeres que ejercen función político - pública o que provengan de una
elección con procedimientos propios de las Naciones y Pueblos Indígena
Originario Campesinos y Afro – bolivianos.
i) Restrinjan o impidan el uso de las acciones constitucionales y legales
para proteger sus derechos frente a los actos o eviten el cumplimiento de
las Resoluciones correspondientes.
j) Impongan sanciones injustificadas, impidiendo o restringiendo el ejercicio
de sus derechos políticos.
k) Apliquen sanciones pecuniarias, descuentos arbitrarios e ilegales y/o
retención de salarios.
l) Discriminen por razones de sexo, color, edad, orientación sexual, cultura,
origen, idioma, credo religioso, ideología, afiliación política o filosófica,
estado civil, condición económica, social o de salud, profesión, ocupación
u oficio, grado de instrucción, condición de discapacidad, procedencia,
apariencia física, vestimenta, apellido u otras que tengan por objetivo o
resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce u ejercicio en
condiciones de igualdad de derechos humanos y libertades fundamentales
reconocidas por Ley.
m) Discriminen a la autoridad electa designada o en el ejercicio de la
función político - pública, por encontrarse en estado de embarazo, parto o
puerperio, impidiendo o negando el ejercicio de su mandato o el goce de
sus derechos sociales reconocidos por Ley o los que le correspondan.
n) Divulguen o revelen información personal y privada, de las mujeres
candidatas, electas, designadas o en el ejercicio de funciones político -
públicas, con el objetivo de menoscabar su dignidad como seres humanos
y utilizar la misma para obtener contra su voluntad la renuncia y/o
licencia al cargo que ejercen o postulan.
o) Divulguen información falsa relativa a las funciones político - públicas,
con el objetivo de desprestigiar su gestión y obtener contra su voluntad la
renuncia y/o licencia al cargo que ejercen o postulan.
p) Presionen o induzcan a las autoridades electas o designadas a presentar
renuncia al cargo.
q) Obliguen mediante la fuerza o intimidación a las autoridades electas o
designadas en el ejercicio de sus funciones político - públicas, suscribir
todo tipo de documentos y/o avalar decisiones contrarias a su voluntad, al
interés público o general.
De las sanciones establecidas en el Código Penal Boliviano
5.3. ARTÍCULO 148. (ACOSO POLÍTICO CONTRA MUJERES).

I. La persona que realice actos de presión, persecución, hostigamiento o


amenazas en contra de una mujer candidata, electa, designada, en el
ejercicio de la función pública o actividad política en organizaciones
sociales, sindicales, políticas o de control social, así como en contra de
sus familiares, que tenga por fin o resultado alguno de los descritos a
continuación, será sancionada con prisión de tres (3) a seis (6) años,
cumplimiento de instrucciones judiciales y prohibición de concurrir a
ciertos lugares o acercarse a la víctima:
1. Obligarla a presentar renuncia al cargo o función que desempeña o
al que postula;
2. Suspender, limitar o restringir el ejercicio de los derechos y funciones
inherentes a su cargo o autoridad; o,
3. Inducirla u obligarla a realizar actos contrarios a las leyes o sus
funciones.
II. Se entenderá por función pública o actividad política el ejercicio de un
cargo de autoridad, toma de decisión o de representación.

5.4. ARTÍCULO 149. (VIOLENCIA POLÍTICA CONTRA MUJERES).

I. Será sancionada con prisión de cuatro (4) a ocho (8) años, cumplimiento
de instrucciones judiciales y prohibición de concurrir a ciertos lugares o
acercarse a la víctima, la persona que realice actos de agresión física o
psicológica, u otras medidas de hecho, no comprendidos en el acoso, en
contra de una mujer candidata, electa, designada o en ejercicio de la
función pública o actividad política en organizaciones sociales,
sindicales, políticas o de control social, así como en contra de sus
familiares, que tengan por fin o resultado alguno de los descritos a
continuación:
1. Obligarla a presentar renuncia al cargo o función que desempeña o
al que postula;
2. Suspender, limitar o restringir el ejercicio de los derechos y funciones
inherentes a su cargo o autoridad; o,
3. Inducirla u obligarla a realizar actos contrarios a las leyes o
funciones que desempeña.

II. En caso de actos o agresiones sexuales contra las mujeres candidatas,


electas, designadas o en ejercicio de la función político-pública, se
sancionará conforme a las correspondientes infracciones previstas en este
Código.

5.5. Bolivia aprueba una ley histórica contra el acoso y la violencia política
hacia las mujeres.

El pasado 14 de mayo, la Asamblea Legislativa Plurinacional del país andino


dio por fin luz verde a la Ley contra el Acoso y Violencia Política hacia las
Mujeres, una normativa esencial para proteger a las mujeres de los actos de
acoso y violencia, y dotarlas de herramientas judiciales que garanticen el
pleno ejercicio de sus derechos políticos. Responde a una necesidad urgente:
desde el año 2000 se ha registrado más de 4.000 denuncias de acoso,
quedando silenciadas las voces de muchas víctimas.

Voces como la de Caty Cauna, concejala de la ciudad de Coroico y Presidenta


de la Asociación de Concejalas del departamento de La Paz (ACOLAPAZ).
“Las mujeres de diferentes organizaciones hemos demandado a gritos que se
apruebe esta ley y se aplique, cuenta. “Las autoridades competentes deben
garantizar ahora que se cumpla esta normativa para que la sociedad aprenda
que no se pueden violar los derechos de las autoridades electas por el pueblo
y que quede impune.

La Ley contra el Acoso y Violencia Política contempla sanciones para


quienes ejerzan actos de presión, persecución, hostigamiento o amenazas
contra una mujer electa o en el ejercicio de la función pública, con una pena
privativa de libertad de dos a cinco años. En caso de violencia política la
sanción para quienes comentan agresiones físicas, psicológicas o sexuales
contra una representante pública es de tres a ocho años de prisión.

Este triunfo para la sociedad de Bolivia ha sido posible gracias a la aplicación


en el país de los principios constitucionales de paridad y alternancia
promovidos por la red de organizaciones “Coordinadora de la Mujer junto
con otras instituciones nacionales, apoyadas desde noviembre de 2010 por el
Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres.

La Ley facilitará el acceso de las mujeres a los puestos de decisión en un país


en el que la participación femenina en la política se ha incrementado de forma
significativa en los últimos años: un 35 por ciento de los Ministros son
mujeres, un 23 por ciento de los diputados desde 2009, y un 44 por ciento de
los senadores. “Hemos roto el techo de cristal para la participación política de
las mujeres, aunque la paridad es mayor en algunos órganos que en otros,
cuenta Mónica Novillo, de Coordinadora de la Mujer.

El desafío será ahora mantener una adecuada vigilancia para que la ley se
implemente de forma efectiva. La amplia difusión de los contenidos de la
norma y la coordinación con el poder judicial para la aplicación de sanciones,
serán claves en esta tarea.

El Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres está cambiando la vida


de miles de mujeres y niñas en todo el planeta a través de subsidios
multianuales, que se entregan de forma directa a organizaciones de mujeres y
organismos gubernamentales comprometidos con la equidad de género
alrededor del mundo.

IV. CONCLUSIONES.

- En nuestra sociedad desde hace mucho tiempo, día con día, avanza el peligro
para todos con un riesgo de lo inevitable, sobrepasando los límites de nuestra
comprensión lógica, no sabemos hasta donde podrá llegar si no tomamos
conciencia entre todos, padres hijos y maestros.
- Como padres debemos hablar e informar a nuestros hijos y hacerles entender, el
mundo en que vivimos, así ellos sepan cuidarse y saber lo bueno y lo malo de
toda información que reciban acerca de la sexualidad, porque en estos tiempos
que domina la tecnología, toda información está al alcance de sus manos sin
ninguna restricción y control, para así evitar que nuestras nuevas generaciones
puedan llegar a ser víctimas o autores de tales delitos.
- Los jóvenes deben tener la fuerza y confianza para denunciar, hablar o auxiliar
sobre un caso de acoso o violencia sexual, siendo ellos participes o no, así de
alguna forma poder evitar así el crecimiento de casos de acoso.
- Los padres debemos crear confianza, dialogando siempre sin tabúes ni
perjuicios, dándose un tiempo de calidad para ellos, creando un entorno de
respeto y ejemplo a nuestros hijos.
- Los docentes deben ser ejemplo de respeto, de alumnos a docentes y de docentes
a alumnos, precautelando su integridad emocional y sexual de ambas partes.

V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

- LEY (NO. 2033) DE PROTECCIÓN A LAS VICTIMAS DE DELITOS


CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL 1:
WEBTEXT/59479/68751/S99BOL02.htm
- Ley N° 1005 Ley De 15 de diciembre de 2017 “CODIGO DEL SISTEMA
PENAL BOLIVIANO”
- Ley 348 del 09 de marzo de 2013 “LEY INTEGRAL PARA GARANTIZAR A
LAS MUJERES UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA”
- Violencia sexual y física afectan a las niñas y adolescentes en Bolivia. Plan
Internacional - 6 octubre 2021
- ONU MUJERES - Bolivia aprueba una ley histórica contra el acoso y la
violencia política hacia las mujeres- lunes 11 de junio de 2012
- El acoso sexual a estudiantes y su carta de impunidad, Los tiempos – 18 –
octubre 2022
- María Galindo: “Están asesinando a las mujeres por sus actos de rebelión”
- TENDENCIAS – Ricardo David Herrera Farrel – 1 – Agosto – 2021
ANEXOS.

EL ACOSO SEXUAL A ESTUDIANTES Y SU CARTA DE IMPUNIDAD

A Viviana Sánchez (nombre ficticio) le tocó ser alumna de quien se convertiría en su


acosador. Cuenta que la pesadilla comenzó cuando el individuo dictaba clases de
contabilidad en el curso de bachillerato comercial al que ella acudió. Las clases se
hacían pesadas y relativamente complicadas debido a la carga académica. Viviana y su
grupo de amigas de la prepromoción resolvieron hablar con aquel docente para que las
ayude y flexibilice la presión de las tareas.

“Se portó amable, hasta lo noté algo tímido y nos ayudó –recuerda–. Como nos cayó
bien, con el paso de los meses, dejamos de llamarle licenciado y, por iniciativa de una
de las amigas, empezamos a tutearlo. Nos dio su teléfono y la posibilidad de que le
hagamos consultas por chat. Un día me escribió él con halagos a mis esfuerzos y
capacidad. Ni imaginaba lo que se me venía”.  

El acoso sexual obedece a una compleja serie de pulsiones psicológicas que se desatan
entre el acosador y la víctima. Así describen el fenómeno varias expertas consultadas.
“No es casual que los acosos sexuales se presenten en aquellas etapas donde prima el
reconocimiento social, más aún en el sistema educativo, sea escolar o superior. –explica
la psicóloga clínica Patricia Candy López– (…) Desde muy temprana edad,
identificamos el bien y el mal, lo agradable y desagradable, nuestra moral, nuestro
pudor, nuestros límites y límites del otro. Pero cuando esto es abruptamente atropellado,
sin haber sido respetado, ¿qué acontece?”.

Viviana recuerda que, inicialmente, aquel profesor la designó entre los líderes de grupos
del curso, una especie de ayudantes de clase. “Empezó como a alternar llamados de
atención con bromas y a repetirme que si me observaba errores, era porque quería que
mejore -recuerda-. Cuando pasaban los reproches me contaba su vida y trataba de saber
de la mía. Empezó a incomodarme con sus avances. No sabía cómo reaccionar ni si eso
era normal. Vivía sola con mi hermano menor y mi tía y no tenía en quién confiar”.

El delito

El acoso no solamente es una conducta inapropiada, es un tipo de violencia y, por tanto,


una figura delictiva. La definición bien puede hallársela resumida por la Agencia de las
Naciones Unidas para la Infancia (Unicef): “Es toda forma de perjuicio o abuso físico o
mental, descuido o trato negligente, los tratos o explotación, incluido el abuso sexual,
mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o
de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

La experiencia de Viviana coincide con varias de las características que López cita
sobre el fenómeno. “El agresor buscará tener el control –describe la psicóloga clínica–.
Por tanto, atacará iniciando muchas veces de manera sutil, hasta conseguir la confianza
de la víctima, incluso si es posible conquistarla emocionalmente para acceder a
propuestas cada vez más íntimas para luego gozar con el sufrimiento de la víctima. El
bajo control ante frustraciones, baja autoestima, la irritabilidad desproporcionada que
emergen sin motivo justificado, desconfiado del entorno, envidia, distorsiones
cognitivas que justifican su proceder. De la misma manera la víctima, asume como
primera instancia sentimientos de culpabilidad, donde incluso disculpa a su agresor por
las confusiones emocionales del momento, su autoestima se encuentra lastimada”.

Viviana asegura que en determinado momento se vio sometida psicológicamente por el


acosador. El individuo empezó a pedirle mayor apoyo con la materia en las clases y
luego de ellas. Más adelante, en las oportunidades en que se quedaban a solas solía
invitarle golosinas y hasta compraba algunos alimentos. Sin darse cuenta, ella le había
confiado desde su historia personal y familiar hasta sus aspiraciones. Y también sabía
que entre el profesor y su esposa había desaparecido la chispa del amor y que estaban
pensando en el divorcio.

“En una oportunidad le di a entender que lo consideraba mucho mayor que yo y que
solo le podría tener el cariño de un papá, no de un enamorado -recuerda-. Se quedó frío,
como golpeado. Luego cambió de actitud e hizo bromas. Pero reiteró su conducta varias
veces como si yo no hubiese sido clara en aquella oportunidad. Les conté la situación a
dos de mis amigas y, cuando podían, me acompañaban. Pero él, al advertirlo, se dio
modos para porfiar. Empezó con la manía de abrazarme cada vez que me pedía
disculpas o me expresaba que me ayudaba por mi bien”.           

Los riesgos y las claves

¿Cómo se debe enfrentar la amenaza del acoso sexual? Elizabeth Machicao, la directora
de la Casa del Adolescente, da varias pautas: “Es algo que también se aprende, debemos
enseñar a aprender a gestionar el acoso sexual en todas las edades y todos los ámbitos,
entre algunas acciones básicas. Para prevenir el delito sexual, un primer paso consistiría
en instruir a las personas en la naturaleza y el alcance de estas agresiones, en el perfil
del delincuente y en su modus operandi. Contárselo a alguien de confianza. Acudir a
organizaciones especializadas o grupos de apoyo. Intentar cambiar las sensaciones de
culpa o vergüenza: el acosador es el que está haciendo algo mal, jamás la persona que
sufre el acoso”.

Viviana recuerda la peor etapa de su experiencia. El docente empezó a tantearle si en


algún fin de semana podían ir a revisar los trabajos a un lugar más cómodo y hasta a una
especie de día de campo. Cuenta que el profesor forzó un beso entre ambos, que ella le
rogó que no se repita esa situación y que se aleje. Ante el creciente rechazo empezaron
las amenazas.  

“Un día me preguntó si mi tía o alguien ya sabían de ‘lo nuestro’ y me indigné


gritándole que no había nada entre los dos –recuerda la víctima-. Él reaccionó
recordándome todo lo que me había ayudado y asegurando que se daba cuenta que yo,
en el fondo, aceptaba la relación. Luego, lloró, suplicó y dijo que me amaba. Le hablé
con calma, le pedí que me entienda y me salí. Acabó el año escolar, durante las
vacaciones empecé a enamorar con un muchacho, y entonces aquel profesor reapareció
más obsesivo aún”.   

El delincuente
Machicao describe ciertos rasgos repetitivos que indican la posibilidad de que estamos
en presencia de un acosador sexual: “Son personas que utilizan la sensación de poder
como una estrategia para reducir sus sentimientos de inferioridad e inseguridad,
empleando el poder de forma negativa, se sienten más fuertes. Presentan una
personalidad basada en la obsesión: tienen una inmensa necesidad de dominar, controlar
y clasificar. Presentan una autoestima deteriorada sintiendo envidia hacia las personas
que tienen aquello que ellos desean: son muy pesimistas y la vitalidad de los demás le
señala sus propias carencias”.

La directora de la Casa del Adolescente añade que estos individuos, para aumentar su
autoestima, necesitan destruir y conseguir que sus víctimas se rebajen. Provocan en sus
víctimas el sentimiento de culpabilidad. Presentan una personalidad irritable y agresiva,
bajo autocontrol, ausencia de empatía y tendencia a las conductas violentas y
amenazantes.

“Hacían llamadas al celular de mi tía y le hablaban cosas terribles de mí –recuerda


Viviana-. A mi enamorado le llegaban varias veces al día llamadas y mensajes en los
que le decían que era un cornudo. El profesor escogía además lugares y horas precisas
para aparecer ‘casualmente’ y saludarme. Eso durante varios meses, incluso cuando
volvimos a clases. Un día apareció mientras yo bajaba la avenida Tejada Sorzano y
quiso forzar un abrazo. Grité, empecé a golpearlo. Apareció un señor que le llamó la
atención. El profesor le desafió a los puños. No sabía que era un jefe policial que ese día
había salido vestido de civil. Tuve suerte”.      

El caso de Viviana marca una constante en Bolivia en cuanto a los escenarios más
frecuentes para las agresiones de este tipo. “La familia y los centros de formación
académica escolar o universitaria figuran como lugares seguros y de cuidado, siendo los
más inseguros lamentablemente –dice López–. Así lo comprueban nuestros datos
obtenidos hasta el momento con 19.777 casos, según el registro anual de violencia
sexual (Plan de Acción contra los Feminicidios y la Violencia machista, 2019) y
registrado en un 3 por ciento específicamente como acoso sexual en Santa Cruz en el
año 2018”.

La especialista aclara que todo aquel educador de todo niño, adolescente y joven será
considerado responsable por aquel estudiante escolar o universitario. Añade que se
agrava el delito en caso de que se atente haciendo uso del poder que se tiene sobre ellos.
Sin embargo, las expertas consultadas coinciden en las graves dificultades que surgen
en Bolivia a la hora de abordar el acoso contra los más jóvenes.

La reacción social

“El acoso sexual contra niños, niñas y adolescentes en Bolivia es un problema que
genera reacciones y actitudes contradictorias –reflexiona la activista y abogada Julieta
Montaño–. A la inicial indignación y dolor que puede causar en las familias el saber que
su hijo o hija menores fueron acosados sexualmente, le siguen la vergüenza y el miedo
al qué dirán. Razón por la que en muchas ocasiones no denuncian o, si lo hacen, no
persisten hasta el final. En los casos en los que la víctima no es hija o hijo, surge la duda
sobre la veracidad de su testimonio, más si se halla en una situación socioeconómica
inferior al agresor. En sectores populares causa irritación que puede llegar hasta la
agresión física contra el presunto autor, pero tampoco acuden a la justicia por los costos
en tiempo y dinero”.

Montaño, López y Machicao coinciden en la urgencia de que se trabaje en la educación


y en la información para abordar y conjurar debidamente el fenómeno. “La mejor forma
de enfrentar es hablar del tema sin banalizar –dice Montaño–. Escuchar y tomar en serio
la palabra de la víctima, intervenir y frenar conductas que pueden ser vividas por niñas,
niños o adolescentes. Se deben desarrollar acciones de prevención en la casa, la escuela
y toda la sociedad. Se requiere del compromiso efectivo de la población adulta y de las
autoridades para prevenir el acoso sexual”.

Viviana cuenta que logró escarmentar a su agresor gracias a las circunstancias fortuitas
de aquella tarde y varios días posteriores que le trajeron duras consecuencias. Nunca
más apareció. Sin embargo, lamenta el no haber tenido los recursos, el tiempo, el apoyo
ni, finalmente, el carácter para procesarlo.    

MARÍA GALINDO: “ESTÁN ASESINANDO A LAS MUJERES POR SUS


ACTOS DE REBELIÓN”

La activista y fundadora de Mujeres Creando, María Galindo, presentó en Santa Cruz de


la Sierra su más reciente libro. Reúne artículos y reflexiones acerca del feminismo, la
política, la sociedad y el arte

Sin muchos anuncios ni publicidad el nuevo libro de la activista y comunicadora


María Galindo, Feminismo Bastardo, salió a la venta en abril de este año y en tres
meses la primera edición está casi agotada y pronto saldrá una segunda, mientras se
prepara su publicación en Perú, España y bajo el sello de Mantis en México y Estados
Unidos. El viernes pasado la autora lo presentó en el Museo Arte Campo de Santa Cruz
y es una de las novedades que ofrece Mujeres Creando en su estand de la FIL de Santa
Cruz. 

El libro, que ha sido editado y corregido por las escritoras Magela Baudoin y
Giovanna Rivero, cuenta con el prólogo del filósofo español Paul B. Preciado y
desgrana en un lenguaje sencillo y directo, las principales ideas de Galindo en torno al
feminismo, la sociedad, la política, el arte, la pandemia y el activismo. Sin duda, un
libro imprescindible para entender por qué y cómo piensa una de las figuras más
transgresoras de la esfera pública nacional. 

El texto está estructurado en cinco capítulos que son, a decir de la autora, distintas
puertas de entrada para llegar a un mismo lugar: el feminismo bastardo. 

“Estoy convencida de que muchas formas de maltrato, taras, complejos, racismos y


violencia sexual en la sociedad boliviana tienen que ver con traumas históricos muy
profundos que han sido enterrados bajo la idea de un mestizaje, que es un
blanqueamiento falso o bajo la idea de un origen puro, intacto que hay que recuperar.
Entonces, desde este punto de vista lo bastardo es un lugar político, pero también me
interesa recuperar lo bastardo como lo ilegítimo. Ese lugar que es despreciado, tanto
por la clase alta y criticado por la clase baja de la sociedad. Ese lugar social que es
como una bisagra y que define a ciertas personas en Santa Cruz como cunumis y en La
Paz, como birlochas. En ese sentido el feminismo bastardo reconoce su origen violento
y es una invitación a asumir de frente todas las contradicciones de la piel y de la
historia, por muy dolorosas que sean”, explica Galindo. 

Es precisamente la discusión sobre los feminismos, la primera puerta que abre el libro.
“Dentro del propio feminismo hay pluralidades ideológicas de distintas raíces; entonces
el primer capítulo trata de discutir qué es esa gran pluralidad”, sostiene la autora y
una de ellas es la que contrapone un término acuñado por ella: feminismo intuitivo al
academicismo. 

“Hay una visión de que los feminismos fueran un fenómeno pequeño de mujeres
letradas que se quieren emancipar, pero eso es falso. Hay un feminismo intuitivo
popular gigante, que tal vez no sea reconocido, como tal, pero que está colapsando al
sistema judicial entero. No es verdad que las mujeres estén siendo asesinadas producto
de relaciones de sumisión, silencio y sometimiento. Están asesinando a las mujeres
por sus actos de rebelión. Mujeres que dicen ‘No me quiero casar contigo, me quiero
separar de vos...’ Otro de los capítulos o puertas recupera artículos publicados en Página
Siete y es una especie de reivindicación contra la censura que, asegura, sufrió de ese
medio, pero al mismo tiempo recoge artículos que reflexiona acerca de la realidad del
país. 

También dedica un espacio del libro a lo que llama la mariconería, “porque yo me


reivindico maricona. Es uno de los campos de lucha de toda mi vida y la llevo con
toda felicidad”, indica la activista, que en la misma publicación reflexiona acerca de la
pandemia. Sus reflexiones acerca del arte son parte de la publicación y uno de sus
apéndices está dedicado al grafiti, que ha sido una de las formas de expresión del
movimiento Mujeres Creando y que ha generado más de una polémica, como la que en
junio pasado provocó el que decía “Marcelo Quiroga Santa Cruz era bailarín,
maricón, y defensor de la democracia”.

 “En Bolivia cuando queremos algo importante no vamos al parlamento, vamos a la


calle y los grafitis son un libro de feminismo escrito en las paredes”, dice Galindo. “Yo
reivindico a Marcelo Quiroga maricón, como a Roberto Valcárcel maricón, porque son
personajes que no han sacado una pancarta para decirlo, pero su condición maricona ha
sido una parte importante de su subjetividad. Los maricones nunca formamos parte
de la historia, porque se los ha heterosexualizado a todos después de que mueren”.

 Cuestionada acerca de si ese grafiti no sería una transgresión a la vida privada de


una persona que no puede opinar acerca del tema Galindo es enfática: “Claro que
hay una transgresión. Se trata de transgredir y si él estuviese vivo yo le diría: carajo
Marcelo me la debes, mañana sal en una conferencia de prensa a decir que eres maricón,
te lo exijo”.

LEY (NO. 2033) DE PROTECCIÓN A LAS VICTIMAS DE DELITOS CONTRA


LA LIBERTAD SEXUAL
DEL 29 DE OCTUBRE DE 1999

Por cuanto, el Honorable Congreso Nacional, ha sancionado la siguiente Ley:

EL HONORABLE CONGRESO NACIONAL,

DECRETA:

LEY DE PROTECCIÓN A LAS VICTIMAS DE DELITOS CONTRA LA


LIBERTAD SEXUAL

Artículo 1. Objeto. La presente Ley tiene por objeto proteger la vida, la integridad
física y psicológica, la seguridad y la libertad sexual de todo ser humano.

Artículo 2. Modifícase el Artículo 3081 del Código Penal, en la forma siguiente:

Artículo 308. Violación. Quien empleando violencia física o intimidación, tuviera


acceso carnal con persona de uno u otro sexo; penetración anal o vaginal o introdujera
objetos con fines libidinosos, incurrirá en privación de libertad de cinco (5) a quince
(15) años.

El que bajo las mismas circunstancias del párrafo anterior, aunque no mediara violencia
física o intimidación, aprovechando de la enfermedad mental, grave perturbación de la
conciencia o grave insuficiencia de la inteligencia de la víctima, o que estuviere
incapacitada por cualquier otra causa para resistir, incurrirá en privación de libertad de
quince (15) a veinte (20) años.

Artículo 3. Inclúyese, como Artículo 3081 Bis del Código Penal, el siguiente:

Artículo 308 Bis. Violación de niño, niña o adolescente. Quien tuviera acceso carnal
con persona de uno u otro sexo menor de catorce años, penetración anal o vaginal o
introdujera objetos con fines libidinosos, será sancionado con privación de libertad de
quince (15) a veinte (20) años, sin derecho a indulto, así no haya uso de la fuerza o
intimidación y se alegue consentimiento.

Quedan exentas de esta sanción las relaciones consensuadas entre adolescentes mayores
de doce años, siempre que no exista diferencia de edad mayor de tres (3) años, entre
ambos, y no se haya producido violencia ni intimidación.

Artículo 4. Inclúyese, como Artículo 3081 ter. del Código Penal, el siguiente:

Artículo 308 ter. Violación en estado de inconsciencia. Quien tuviera acceso carnal,
penetración anal o vaginal o introdujere objetos con fines libidinosos, a persona de uno
u otro sexo, después de haberla puesto con este fin en estado de inconsciencia, será
sancionado con pena de privación de libertad de diez (10) a quince (15) años.

Artículo 5. Modifícase el Artículo 3091 del Código Penal, en la forma siguiente:


Artículo 309. Estupro. Quien, mediante seducción o engaño, tuviera acceso carnal con
persona de uno u otro sexo, mayor de catorce (14) años y menor de dieciocho (18), será
sancionado con privación de libertad de dos (2) a seis (6) años.

Artículo 6. Modifícase el Artículo 3101 del Código Penal, en la forma siguiente:

Artículo 310. Agravación. La pena será agravada en los casos de los delitos anteriores,
con cinco años:

1. Si como producto de la violación se produjera alguna de las circunstancias previstas


en los artículos 2701 y 2711 de este Código;

2. Si se produjera un grave trauma o daño psicológico en la víctima;

3. Si el autor fuera ascendiente, descendiente o pariente dentro del cuarto grado de


consanguinidad o segundo de afinidad;

4. Si el autor estuviere encargado de la educación o custodia de la víctima, o si ésta se


encontrara en situación de dependencia o autoridad;

5. Si en la ejecución del hecho hubieran concurrido dos o más personas;

6. Si el autor utilizó armas u otros medios peligrosos susceptibles de producir la muerte


de la víctima; o,

7. Si el autor hubiera sometido a la víctima a condiciones vejatorias o degradantes.

Si como consecuencia del hecho se produjere la muerte de la víctima, se aplicará la pena


correspondiente al asesinato.

Artículo 7. Modifícase el Artículo 3121 del Código Penal, en la forma siguiente:

Artículo 312. Abuso deshonesto. El que en las mismas circunstancias y por los medios
señalados en los Artículos 3081, 3081 Bis y 3081 Ter., realizara actos libidinosos no
constitutivos de acceso carnal, será sancionado con privación de libertad de uno a cuatro
años. Si la víctima fuere menor de catorce (14) años, la pena será de cinco (5) a veinte
(20) años.

La pena se agravará conforme a lo previsto en el Artículo 3101 de este Código.

Artículo 8. Modifícase el Artículo 3171 del Código Penal, en la forma siguiente:

Artículo 317. Disposición común. No habrá lugar a sanción cuando los imputados, en
los casos respectivos, no teniendo impedimento alguno, contrajeran matrimonio con las
víctimas, siempre que existiera libre consentimiento, antes de la sentencia que cause
ejecutoria.

Artículo 9. Modifícase el Artículo 3181 del Código Penal, en la forma siguiente:


Artículo 318. Corrupción de menores. El que mediante actos libidinosos o por
cualquier otro medio, corrompiera o contribuyera a corromper a una persona menor de
dieciocho (18) años, incurrirá en privación de libertad de uno (1) a cinco ( 5) años.

Artículo 10. Modifícase el Artículo 3191 del Código Penal, en la forma siguiente:

Artículo 319. Corrupción agravada. La pena será de privación de libertad de uno a seis
años.

1) Si la víctima fuera menor de catorce años;

2) Si el hecho fuera ejecutado con propósitos de lucro;

3) Si mediare engaño, violencia o cualquier otro medio de intimidación o coerción;

4) Si la víctima padeciera de enfermedad o deficiencia psíquica;

5) Si el autor fuera ascendiente, marido, hermano, tutor o encargado de la educación o


custodia de la víctima.

Artículo 11. Modifícase el Artículo 3201 del Código Penal, en la forma siguiente:

Artículo 320. Corrupción de mayores. Quien, por cualquier medio, corrompiera o


contribuyera a la corrupción de mayores de dieciocho (18) años, será sancionado con
reclusión de tres (3) meses a dos (2) años

La pena será agravada en una mitad en los casos 2), 3), 4) y 5) del Artículo anterior.

Artículo 12. Modifícase el Artículo 3211 del Código Penal, en la forma siguiente:

Artículo 321. Proxenetismo. Quien mediante engaño, abuso de una situación de


necesidad o de una relación de dependencia o de poder, violencia o amenaza, o por
cualquier otro medio de intimidación o coerción, para satisfacer deseos ajenos o con
ánimo de lucro promoviere, facilitare o contribuyere a la corrupción o prostitución de
persona de uno u otro sexo, o la obligara a permanecer en ella, será sancionado con
privación de libertad de tres (3) a siete (7) años. La pena será de privación de libertad de
cuatro (4) a ocho (8) años, si la víctima fuere menor de dieciocho (18) años o si el autor
fuera ascendiente, marido, hermano, tutor o encargado de la custodia de la víctima.

Si la víctima fuera menor de 14 años o padeciere de enfermedad o deficiencia psíquica,


la pena será de cinco (5) a diez (10) años, pese a no mediar las circunstancias previstas
en el párrafo anterior.

Artículo 13. Inclúyese, como Artículo 3211 Bis. del Código Penal, el siguiente:

Artículo 321 Bis. Tráfico de personas. Quien induzca, promueva o favorezca la entrada
o salida del país o traslado dentro del mismo, de personas para que ejerzan la
prostitución, mediante engaño, violencia, amenaza o las reduzca a estado de
inconsciencia para este fin, será sancionado con privación de libertad de cuatro (4) a
ocho (8) años. En caso de ser menores de dieciocho (18) años, la pena será de cinco (5)
a diez (10) años de privación de libertad.

Cuando la víctima fuera menor de catorce (14) años la pena será de seis (6) a doce (12)
años de reclusión, pese a no mediar las circunstancias previstas en el párrafo anterior.

Artículo 14. Modifícase el Artículo 1011 del Código Penal, en la forma siguiente:

Artículo 101. Prescripción de la acción. La potestad para ejercer la acción, prescribe:

 a) En ocho (8) años, para los delitos que tengan señalada una pena privativa de
libertad de seis (6) o más de seis años;
 b) En cinco (5) años, para los que tengan señaladas penas privativas de libertad
menores de seis (6) y mayores de dos (2) años;
 c) En tres (3) años, para los demás delitos.

En los delitos sancionados con pena indeterminada, el juez tomará siempre en cuenta el
máximum de la pena señalada.

En los delitos de violación, abuso y explotación sexual, de los cuales las víctimas hayan
sido personas menores de catorce (14) años de edad, excepcionalmente, no prescribe la
acción hasta cuatro (4) años después que la víctima haya alcanzado la mayorfa de edad.

Artículo 15. Derechos y garantías. La víctima de delitos contra la libertad sexual


tendrá, además de los derechos y garantías reconocidas en la Constitución Política del
Estado, en el Código de Procedimiento Penal y demás leyes, los siguientes derechos:

1. A presentar denuncia, a su elección, en las oficinas del Ministerio Público, del Poder
Judicial o la Policía Boliviana especialmente habilitadas para este tipo de delitos o en
las asociaciones o fundaciones de protección o ayuda a las víctimas, quienes canalizarán
la denuncia conforme a las previsiones del Código de Procedimiento Penal;

2. A la información desde el inicio del procedimiento penal, de todas sus prerrogativas y


las consecuencias de cada una de las actuaciones;

3. Al conocimiento de todos los datos que requiera para participar en el desarrollo del
procedimiento y a contar con copias certificadas de las actuaciones siempre que lo
solicite, sin que importe que se constituya en parte;

4. A no comparecer como testigo, si considera que los elementos de prueba que presenta
o que se presentaron, son suficientes para probar los elementos del delito y la
responsabilidad del imputado;

5. A emplear, en la etapa del juicio, un nombre sustituto en aquellos casos en los que sea
necesaria su participación y no se disponga la reserva de la publicidad;

6. Al anonimato en los medios de comunicación, y a que no se brinde información sobre


su familia o su entorno, que permita su identificación;
7. A realizarse el examen médico forense una sola vez, no pudiendo ser presionada u
obligada a repetir el examen; en caso de que acceda, a poder estar acompañada de su
abogado y personas de su confianza durante la realización del acto. En caso de ser
persona menor de catorce (14) años el consentimiento lo darán los padres o
responsables y, para el efecto estarán acompañados de un psicólogo, de su abogado y de
una persona de su confianza;

8. A recibir atención de urgencia, material y médica por los hospitales estatales y


centros médicos;

9. A recibir tratamiento pos-traumático, psicológico y terapia sexual gratuito, para la


recuperación de su salud física y mental en los hospitales estatales y centros médicos;

10. A la seguridad, por lo que la autoridad investigadora y la jurisdiccional están


obligadas a ordenar las medidas necesarias para la protección de la víctima, sus
familiares, dependientes y testigos de cargo, de su domicilio y posesiones cuando se
pongan en peligro por el probable responsable o sus cómplices mediante actos de
intimidación o represalias;

11. A la renuncia del careo con el imputado. En caso de aceptación de la víctima este
debe realizarse en presencia de su defensor;

En caso de que la víctima sea menor de edad, además de los anteriores, tendrán los
siguientes derechos:

12. A que el juez le designe un tutor ad litem para que le represente, cuando los padres o
responsables fueran los imputados, cómplices o encubridores o no tuviera padres o
responsables.

13. A que en la etapa de diligencias de policía judicial, los interrogatorios sean


realizados bajo la supervisión de un psicólogo o de instituciones de servicio social sin
fines de lucro, el fiscal y su abogado defensor. Debiendo realizarse únicamente en el
domicilio de la víctima.

Artículo 16. Investigación. El Ministerio Público tendrá la responsabilidad de crear, en


coordinación con la Policía Nacional, equipos interdisciplinarios que colaboren en la
investigación de las denuncias de delitos contra la libertad sexual.

Artículo 17. Centros de orientación. El Poder Ejecutivo, a través de las Prefecturas, en


el plazo de 180 dfas, computables a partir de la promulgación de la presente Ley,
implementará centros de atención, protección y orientación psicológica y apoyo a las
víctimas de delitos contra la libertad sexual.

Artículo 18. Ordenación y publicación. El Poder Ejecutivo, en coordinación con la


Comisión Mixta de Constitución, Justicia y Policía Judicial y Derechos Humanos del
Congreso Nacional, realizará la ordenación normativa y publicación del Código Penal,
incorporando en su texto las modificaciones reguladas en la presente Ley, sin alterar el
orden correlativo de su numeración original.
Artículo 19. Derogaciones. Deróganse los Artículos 311 "Substitución de Persona" y
322 "Rufianeria" del Código Penal.

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