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Colegio Informe Feria A La Inversa
Colegio Informe Feria A La Inversa
“CLAUDIO SANJINES”
CURSO: 2º C de Secundaria
EQUIPO DE TRABAJO:
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19 – Octubre - 2022
La Paz – Bolivia
I. INTRODUCCION
En Bolivia el acoso y violencia contra la mujer como en muchos países se presenta de
forma física, psicológica y sexual. Que afecta directamente a la sociedad, porque una
mujer maltratada se coarta emocionalmente y daña todo su contorno y el desempeño en
su familia, su vida social, su trabajo.
Ahora, nos enfocaremos en el delito contra la libertad e integridad sexual (acoso) que
lastimosamente sufren algunas mujeres en Bolivia, estudiaremos las causas directas del
acoso y también descubriremos este tipo de comportamiento, para así poder de alguna
forma entender y poder disminuir este tipo de conducta por parte de algunos hombres,
logrando concientizar a las nuevas generaciones una nueva igualdad de derechos
sexuales, obligaciones y privilegios, tanto para la mujer como para el hombre
erradicando de alguna forma el acoso y violencia contra la mujer.
Trataremos de comprender el ¿por qué? los agresores cometen actos libidinosos,
insinuaciones y cualquier otro medio, que incite a corromper a un menor de 18 años,
más aun siendo a una mujer.
Apoyamos la ley 2033 de protección a las víctimas de delitos contra la libertad sexual
castigando a los agresores. Con la privación de libertad entre 15 a 20 años según el tipo
de agresividad del delito.
También, es necesario analizar el acoso escolar, comprendiendo que es cualquier forma
de maltrato psicológico, verbal o físico, producido entre estudiantes de forma reiterada a
lo largo de un tiempo determinado. Tanto en el aula, como atreves de las redes sociales,
con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de violencia
dominante es el emocional y se da mayormente en el aula y en los patios escolares.
Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de
entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil
de víctimas.
II. JUSTIFICACION
1. ¿QUÉ ES VIOLENCIA?
2. ¿QUÉ ES DELITO?
También, según Soler en el mismo texto dice: el delito “es la infracción de la Ley del
Estado, promulgada para seguridad de los ciudadanos resultante de un acto externo
del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso”.
3. ¿QUÉ ES EL ACOSO?
4. ACOSO SEXUAL.
Cada día se reportan 110 casos de violencia al día contra esta población. Esto
hace que el delito más reportado en Bolivia sea la violencia contra niñas y
mujeres. Hasta inicios de agosto de este año, se registraron 24 mil denuncias,
según datos de la Fiscalía General del Estado. Esto quiere decir que cada 15
minutos una niña es víctima de algún tipo de vulneración de sus derechos.
Frente a esta dura realidad, que en los últimos años no solo no mejoró sino más
bien se incrementó el nivel de violencia contra las NNA, se requieren esfuerzos
y compromisos de parte tanto del Estado como de la sociedad civil en su
conjunto.
“Se tiene que generar, desde los tomadores de decisión y con el apoyo de la
sociedad civil, políticas públicas para asegurar que las niñas vivan en entornos
libres de violencia; y que existan mecanismos para prevenir y responder a la
violencia contra las niñas. También son necesarias las políticas públicas que
fortalezcan sus liderazgos y que posibiliten su inclusión en procesos de toma de
decisiones”, afirma.
“Las mujeres son vistas como objetos, está muy normalizado; sabemos que hay
toda exaltación cuando se reconoce el atributo de la belleza y que la mujer debe
tener ciertas características que se están objetivando, eso contribuye a la
violencia. Ese relacionamiento que hay desde los hombres con esa carga de
violencia, a través del piropo, el acoso naturalizado, la violencia sexual. Por
eso es necesario de construir este modelo de masculinidad”, dice.
I. Será sancionada con prisión de cuatro (4) a ocho (8) años, cumplimiento
de instrucciones judiciales y prohibición de concurrir a ciertos lugares o
acercarse a la víctima, la persona que realice actos de agresión física o
psicológica, u otras medidas de hecho, no comprendidos en el acoso, en
contra de una mujer candidata, electa, designada o en ejercicio de la
función pública o actividad política en organizaciones sociales,
sindicales, políticas o de control social, así como en contra de sus
familiares, que tengan por fin o resultado alguno de los descritos a
continuación:
1. Obligarla a presentar renuncia al cargo o función que desempeña o
al que postula;
2. Suspender, limitar o restringir el ejercicio de los derechos y funciones
inherentes a su cargo o autoridad; o,
3. Inducirla u obligarla a realizar actos contrarios a las leyes o
funciones que desempeña.
5.5. Bolivia aprueba una ley histórica contra el acoso y la violencia política
hacia las mujeres.
El desafío será ahora mantener una adecuada vigilancia para que la ley se
implemente de forma efectiva. La amplia difusión de los contenidos de la
norma y la coordinación con el poder judicial para la aplicación de sanciones,
serán claves en esta tarea.
IV. CONCLUSIONES.
- En nuestra sociedad desde hace mucho tiempo, día con día, avanza el peligro
para todos con un riesgo de lo inevitable, sobrepasando los límites de nuestra
comprensión lógica, no sabemos hasta donde podrá llegar si no tomamos
conciencia entre todos, padres hijos y maestros.
- Como padres debemos hablar e informar a nuestros hijos y hacerles entender, el
mundo en que vivimos, así ellos sepan cuidarse y saber lo bueno y lo malo de
toda información que reciban acerca de la sexualidad, porque en estos tiempos
que domina la tecnología, toda información está al alcance de sus manos sin
ninguna restricción y control, para así evitar que nuestras nuevas generaciones
puedan llegar a ser víctimas o autores de tales delitos.
- Los jóvenes deben tener la fuerza y confianza para denunciar, hablar o auxiliar
sobre un caso de acoso o violencia sexual, siendo ellos participes o no, así de
alguna forma poder evitar así el crecimiento de casos de acoso.
- Los padres debemos crear confianza, dialogando siempre sin tabúes ni
perjuicios, dándose un tiempo de calidad para ellos, creando un entorno de
respeto y ejemplo a nuestros hijos.
- Los docentes deben ser ejemplo de respeto, de alumnos a docentes y de docentes
a alumnos, precautelando su integridad emocional y sexual de ambas partes.
V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
“Se portó amable, hasta lo noté algo tímido y nos ayudó –recuerda–. Como nos cayó
bien, con el paso de los meses, dejamos de llamarle licenciado y, por iniciativa de una
de las amigas, empezamos a tutearlo. Nos dio su teléfono y la posibilidad de que le
hagamos consultas por chat. Un día me escribió él con halagos a mis esfuerzos y
capacidad. Ni imaginaba lo que se me venía”.
El acoso sexual obedece a una compleja serie de pulsiones psicológicas que se desatan
entre el acosador y la víctima. Así describen el fenómeno varias expertas consultadas.
“No es casual que los acosos sexuales se presenten en aquellas etapas donde prima el
reconocimiento social, más aún en el sistema educativo, sea escolar o superior. –explica
la psicóloga clínica Patricia Candy López– (…) Desde muy temprana edad,
identificamos el bien y el mal, lo agradable y desagradable, nuestra moral, nuestro
pudor, nuestros límites y límites del otro. Pero cuando esto es abruptamente atropellado,
sin haber sido respetado, ¿qué acontece?”.
Viviana recuerda que, inicialmente, aquel profesor la designó entre los líderes de grupos
del curso, una especie de ayudantes de clase. “Empezó como a alternar llamados de
atención con bromas y a repetirme que si me observaba errores, era porque quería que
mejore -recuerda-. Cuando pasaban los reproches me contaba su vida y trataba de saber
de la mía. Empezó a incomodarme con sus avances. No sabía cómo reaccionar ni si eso
era normal. Vivía sola con mi hermano menor y mi tía y no tenía en quién confiar”.
El delito
La experiencia de Viviana coincide con varias de las características que López cita
sobre el fenómeno. “El agresor buscará tener el control –describe la psicóloga clínica–.
Por tanto, atacará iniciando muchas veces de manera sutil, hasta conseguir la confianza
de la víctima, incluso si es posible conquistarla emocionalmente para acceder a
propuestas cada vez más íntimas para luego gozar con el sufrimiento de la víctima. El
bajo control ante frustraciones, baja autoestima, la irritabilidad desproporcionada que
emergen sin motivo justificado, desconfiado del entorno, envidia, distorsiones
cognitivas que justifican su proceder. De la misma manera la víctima, asume como
primera instancia sentimientos de culpabilidad, donde incluso disculpa a su agresor por
las confusiones emocionales del momento, su autoestima se encuentra lastimada”.
“En una oportunidad le di a entender que lo consideraba mucho mayor que yo y que
solo le podría tener el cariño de un papá, no de un enamorado -recuerda-. Se quedó frío,
como golpeado. Luego cambió de actitud e hizo bromas. Pero reiteró su conducta varias
veces como si yo no hubiese sido clara en aquella oportunidad. Les conté la situación a
dos de mis amigas y, cuando podían, me acompañaban. Pero él, al advertirlo, se dio
modos para porfiar. Empezó con la manía de abrazarme cada vez que me pedía
disculpas o me expresaba que me ayudaba por mi bien”.
¿Cómo se debe enfrentar la amenaza del acoso sexual? Elizabeth Machicao, la directora
de la Casa del Adolescente, da varias pautas: “Es algo que también se aprende, debemos
enseñar a aprender a gestionar el acoso sexual en todas las edades y todos los ámbitos,
entre algunas acciones básicas. Para prevenir el delito sexual, un primer paso consistiría
en instruir a las personas en la naturaleza y el alcance de estas agresiones, en el perfil
del delincuente y en su modus operandi. Contárselo a alguien de confianza. Acudir a
organizaciones especializadas o grupos de apoyo. Intentar cambiar las sensaciones de
culpa o vergüenza: el acosador es el que está haciendo algo mal, jamás la persona que
sufre el acoso”.
El delincuente
Machicao describe ciertos rasgos repetitivos que indican la posibilidad de que estamos
en presencia de un acosador sexual: “Son personas que utilizan la sensación de poder
como una estrategia para reducir sus sentimientos de inferioridad e inseguridad,
empleando el poder de forma negativa, se sienten más fuertes. Presentan una
personalidad basada en la obsesión: tienen una inmensa necesidad de dominar, controlar
y clasificar. Presentan una autoestima deteriorada sintiendo envidia hacia las personas
que tienen aquello que ellos desean: son muy pesimistas y la vitalidad de los demás le
señala sus propias carencias”.
La directora de la Casa del Adolescente añade que estos individuos, para aumentar su
autoestima, necesitan destruir y conseguir que sus víctimas se rebajen. Provocan en sus
víctimas el sentimiento de culpabilidad. Presentan una personalidad irritable y agresiva,
bajo autocontrol, ausencia de empatía y tendencia a las conductas violentas y
amenazantes.
El caso de Viviana marca una constante en Bolivia en cuanto a los escenarios más
frecuentes para las agresiones de este tipo. “La familia y los centros de formación
académica escolar o universitaria figuran como lugares seguros y de cuidado, siendo los
más inseguros lamentablemente –dice López–. Así lo comprueban nuestros datos
obtenidos hasta el momento con 19.777 casos, según el registro anual de violencia
sexual (Plan de Acción contra los Feminicidios y la Violencia machista, 2019) y
registrado en un 3 por ciento específicamente como acoso sexual en Santa Cruz en el
año 2018”.
La especialista aclara que todo aquel educador de todo niño, adolescente y joven será
considerado responsable por aquel estudiante escolar o universitario. Añade que se
agrava el delito en caso de que se atente haciendo uso del poder que se tiene sobre ellos.
Sin embargo, las expertas consultadas coinciden en las graves dificultades que surgen
en Bolivia a la hora de abordar el acoso contra los más jóvenes.
La reacción social
“El acoso sexual contra niños, niñas y adolescentes en Bolivia es un problema que
genera reacciones y actitudes contradictorias –reflexiona la activista y abogada Julieta
Montaño–. A la inicial indignación y dolor que puede causar en las familias el saber que
su hijo o hija menores fueron acosados sexualmente, le siguen la vergüenza y el miedo
al qué dirán. Razón por la que en muchas ocasiones no denuncian o, si lo hacen, no
persisten hasta el final. En los casos en los que la víctima no es hija o hijo, surge la duda
sobre la veracidad de su testimonio, más si se halla en una situación socioeconómica
inferior al agresor. En sectores populares causa irritación que puede llegar hasta la
agresión física contra el presunto autor, pero tampoco acuden a la justicia por los costos
en tiempo y dinero”.
Viviana cuenta que logró escarmentar a su agresor gracias a las circunstancias fortuitas
de aquella tarde y varios días posteriores que le trajeron duras consecuencias. Nunca
más apareció. Sin embargo, lamenta el no haber tenido los recursos, el tiempo, el apoyo
ni, finalmente, el carácter para procesarlo.
El libro, que ha sido editado y corregido por las escritoras Magela Baudoin y
Giovanna Rivero, cuenta con el prólogo del filósofo español Paul B. Preciado y
desgrana en un lenguaje sencillo y directo, las principales ideas de Galindo en torno al
feminismo, la sociedad, la política, el arte, la pandemia y el activismo. Sin duda, un
libro imprescindible para entender por qué y cómo piensa una de las figuras más
transgresoras de la esfera pública nacional.
El texto está estructurado en cinco capítulos que son, a decir de la autora, distintas
puertas de entrada para llegar a un mismo lugar: el feminismo bastardo.
Es precisamente la discusión sobre los feminismos, la primera puerta que abre el libro.
“Dentro del propio feminismo hay pluralidades ideológicas de distintas raíces; entonces
el primer capítulo trata de discutir qué es esa gran pluralidad”, sostiene la autora y
una de ellas es la que contrapone un término acuñado por ella: feminismo intuitivo al
academicismo.
“Hay una visión de que los feminismos fueran un fenómeno pequeño de mujeres
letradas que se quieren emancipar, pero eso es falso. Hay un feminismo intuitivo
popular gigante, que tal vez no sea reconocido, como tal, pero que está colapsando al
sistema judicial entero. No es verdad que las mujeres estén siendo asesinadas producto
de relaciones de sumisión, silencio y sometimiento. Están asesinando a las mujeres
por sus actos de rebelión. Mujeres que dicen ‘No me quiero casar contigo, me quiero
separar de vos...’ Otro de los capítulos o puertas recupera artículos publicados en Página
Siete y es una especie de reivindicación contra la censura que, asegura, sufrió de ese
medio, pero al mismo tiempo recoge artículos que reflexiona acerca de la realidad del
país.
DECRETA:
Artículo 1. Objeto. La presente Ley tiene por objeto proteger la vida, la integridad
física y psicológica, la seguridad y la libertad sexual de todo ser humano.
El que bajo las mismas circunstancias del párrafo anterior, aunque no mediara violencia
física o intimidación, aprovechando de la enfermedad mental, grave perturbación de la
conciencia o grave insuficiencia de la inteligencia de la víctima, o que estuviere
incapacitada por cualquier otra causa para resistir, incurrirá en privación de libertad de
quince (15) a veinte (20) años.
Artículo 3. Inclúyese, como Artículo 3081 Bis del Código Penal, el siguiente:
Artículo 308 Bis. Violación de niño, niña o adolescente. Quien tuviera acceso carnal
con persona de uno u otro sexo menor de catorce años, penetración anal o vaginal o
introdujera objetos con fines libidinosos, será sancionado con privación de libertad de
quince (15) a veinte (20) años, sin derecho a indulto, así no haya uso de la fuerza o
intimidación y se alegue consentimiento.
Quedan exentas de esta sanción las relaciones consensuadas entre adolescentes mayores
de doce años, siempre que no exista diferencia de edad mayor de tres (3) años, entre
ambos, y no se haya producido violencia ni intimidación.
Artículo 4. Inclúyese, como Artículo 3081 ter. del Código Penal, el siguiente:
Artículo 308 ter. Violación en estado de inconsciencia. Quien tuviera acceso carnal,
penetración anal o vaginal o introdujere objetos con fines libidinosos, a persona de uno
u otro sexo, después de haberla puesto con este fin en estado de inconsciencia, será
sancionado con pena de privación de libertad de diez (10) a quince (15) años.
Artículo 310. Agravación. La pena será agravada en los casos de los delitos anteriores,
con cinco años:
Artículo 312. Abuso deshonesto. El que en las mismas circunstancias y por los medios
señalados en los Artículos 3081, 3081 Bis y 3081 Ter., realizara actos libidinosos no
constitutivos de acceso carnal, será sancionado con privación de libertad de uno a cuatro
años. Si la víctima fuere menor de catorce (14) años, la pena será de cinco (5) a veinte
(20) años.
Artículo 317. Disposición común. No habrá lugar a sanción cuando los imputados, en
los casos respectivos, no teniendo impedimento alguno, contrajeran matrimonio con las
víctimas, siempre que existiera libre consentimiento, antes de la sentencia que cause
ejecutoria.
Artículo 10. Modifícase el Artículo 3191 del Código Penal, en la forma siguiente:
Artículo 319. Corrupción agravada. La pena será de privación de libertad de uno a seis
años.
Artículo 11. Modifícase el Artículo 3201 del Código Penal, en la forma siguiente:
La pena será agravada en una mitad en los casos 2), 3), 4) y 5) del Artículo anterior.
Artículo 12. Modifícase el Artículo 3211 del Código Penal, en la forma siguiente:
Artículo 13. Inclúyese, como Artículo 3211 Bis. del Código Penal, el siguiente:
Artículo 321 Bis. Tráfico de personas. Quien induzca, promueva o favorezca la entrada
o salida del país o traslado dentro del mismo, de personas para que ejerzan la
prostitución, mediante engaño, violencia, amenaza o las reduzca a estado de
inconsciencia para este fin, será sancionado con privación de libertad de cuatro (4) a
ocho (8) años. En caso de ser menores de dieciocho (18) años, la pena será de cinco (5)
a diez (10) años de privación de libertad.
Cuando la víctima fuera menor de catorce (14) años la pena será de seis (6) a doce (12)
años de reclusión, pese a no mediar las circunstancias previstas en el párrafo anterior.
Artículo 14. Modifícase el Artículo 1011 del Código Penal, en la forma siguiente:
a) En ocho (8) años, para los delitos que tengan señalada una pena privativa de
libertad de seis (6) o más de seis años;
b) En cinco (5) años, para los que tengan señaladas penas privativas de libertad
menores de seis (6) y mayores de dos (2) años;
c) En tres (3) años, para los demás delitos.
En los delitos sancionados con pena indeterminada, el juez tomará siempre en cuenta el
máximum de la pena señalada.
En los delitos de violación, abuso y explotación sexual, de los cuales las víctimas hayan
sido personas menores de catorce (14) años de edad, excepcionalmente, no prescribe la
acción hasta cuatro (4) años después que la víctima haya alcanzado la mayorfa de edad.
1. A presentar denuncia, a su elección, en las oficinas del Ministerio Público, del Poder
Judicial o la Policía Boliviana especialmente habilitadas para este tipo de delitos o en
las asociaciones o fundaciones de protección o ayuda a las víctimas, quienes canalizarán
la denuncia conforme a las previsiones del Código de Procedimiento Penal;
3. Al conocimiento de todos los datos que requiera para participar en el desarrollo del
procedimiento y a contar con copias certificadas de las actuaciones siempre que lo
solicite, sin que importe que se constituya en parte;
4. A no comparecer como testigo, si considera que los elementos de prueba que presenta
o que se presentaron, son suficientes para probar los elementos del delito y la
responsabilidad del imputado;
5. A emplear, en la etapa del juicio, un nombre sustituto en aquellos casos en los que sea
necesaria su participación y no se disponga la reserva de la publicidad;
11. A la renuncia del careo con el imputado. En caso de aceptación de la víctima este
debe realizarse en presencia de su defensor;
En caso de que la víctima sea menor de edad, además de los anteriores, tendrán los
siguientes derechos:
12. A que el juez le designe un tutor ad litem para que le represente, cuando los padres o
responsables fueran los imputados, cómplices o encubridores o no tuviera padres o
responsables.