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Materiales
IDEA:
• Construir un biodigestor casero con una botella de plástico, un tubo flexible y un globo. Un
biodigestor es un recipiente donde se introduce materia orgánica y se deja fermentar por la
acción de bacterias. Al hacerlo, se produce biogás, que es una mezcla de metano y dióxido de
carbono que se puede usar como combustible
. • Para hacer el biodigestor, hay que cortar la botella por la mitad y hacerle un agujero en la
tapa. Luego, hay que introducir en la parte inferior de la botella los restos de comida o
excrementos de animales y llenarla con agua hasta la mitad. Después, hay que pasar el tubo
flexible por el agujero de la tapa y sellarlo con cinta adhesiva. El otro extremo del tubo debe ir
al globo, que servirá como depósito del biogás.
• Una vez montado el biodigestor, hay que colocarlo en un lugar cálido y oscuro, como debajo
de una mesa o dentro de un armario. Al cabo de unos días, se empezará a inflar el globo con el
biogás producido por la fermentación. Cuando el globo esté lleno, se puede usar para
encender una vela o una lámpara.
Objetivo general:
Objetivos específicos
Construir un biodigestor casero con materiales reciclados siguiendo las
instrucciones del proceso.
Medir la cantidad y la calidad del biogás producido por el biodigestor durante un
período determinado.
Comparar el rendimiento energético y el impacto ambiental del biogás con otros
combustibles convencionales.
-Es una fuente de energía renovable que aprovecha los residuos orgánicos que se generan en
otras actividades.
-Reduce la contaminación del agua y el suelo al evitar que los desechos se depositen en los
Certederos.
Compostador con una caja de madera, una tapa y agujeros para la ventilación
Materiales:
IDEA
La idea de crear un compostador con una caja de madera, una tapa y agujeros para la
ventilación es transformar los residuos orgánicos, como hojas, césped o restos vegetales, en
compost o abono natural, que se puede usar para enriquecer el suelo de las plantas y reducir la
cantidad de basura que generamos. El compostador es un sistema que permite la
descomposición aeróbica de los residuos orgánicos mediante la acción de microorganismos, el
aire y la humedad. La caja de madera sirve para contener los residuos y aislarlos del exterior. La
tapa sirve para protegerlos de la lluvia y los animales. Los agujeros sirven para facilitar la
ventilación y el drenaje del compost.
Objetivo general: Demostrar el uso del compostaje como método de reciclaje de residuos
orgánicos. Objetivos específicos:
Haz unos 10 agujeros en el fondo de la caja, repartidos por toda la superficie, para que el agua
pueda drenar.
Haz unos 20 agujeros en los laterales de la caja, repartidos por toda la altura, para que el aire
pueda circular.
Haz unos 10 agujeros en la tapa, repartidos por toda la superficie, para que el aire pueda entrar
y salir.
Fija la tapa a la caja con las bisagras y los tornillos, de forma que puedas abrirla y cerrarla
fácilmente.
Coloca la caja sobre los ladrillos o las patas de madera, en un lugar sombreado y protegido del
viento y la lluvia.
Llena la caja con residuos orgánicos, alternando capas verdes (hojas, césped, restos vegetales)
y capas marrones (papel, cartón, serrín). Procura que las capas sean finas y que haya más
material marrón que verde.
Humedece ligeramente el contenido de la caja con agua, sin encharcarlo. El compost debe
estar húmedo pero no mojado.
Cierra la tapa y deja que el compost se vaya formando. Remueve el contenido cada dos
semanas con una pala o un rastrillo para airearlo y mezclarlo. Añade más residuos orgánicos
según se vayan descomponiendo los anteriores.
En unos 3 o 4 meses tendrás compost listo para usar. Lo reconocerás por su aspecto oscuro, su
olor a tierra y su textura esponjosa.
Un bidón de plástico de unos 200 litros con tapa hermética. Este será el tanque digestor donde
se colocarán los residuos orgánicos y se producirá el biogás.
Un tubo de PVC de unos 3 metros de largo y unos 10 cm de diámetro. Este será el tubo de
alimentación por donde se introducirán los residuos orgánicos al tanque digestor.
Un tubo de plástico flexible de unos 2 metros de largo y unos 2 cm de diámetro. Este será el
tubo de salida por donde se extraerá el biogás del tanque digestor.
Una válvula de esfera o llave de paso que se adapte al tubo de plástico flexible. Esta servirá
para regular el flujo de biogás y evitar fugas.
Un taladro o una sierra para hacer agujeros en el bidón y la tapa.
Silicona selladora o masilla para sellar los agujeros y evitar fugas.
Cinta aislante o abrazaderas para fijar los tubos al bidón.
IDEA
Haz un agujero en la tapa del bidón del mismo diámetro que el tubo de PVC. Introduce unos
10 cm del tubo por el agujero y sella con silicona o masilla. Deja secar bien.
Haz otro agujero en la tapa del bidón del mismo diámetro que el tubo de plástico flexible.
Introduce unos 10 cm del tubo por el agujero y sella con silicona o masilla. Deja secar bien.
Conecta la válvula de esfera al otro extremo del tubo de plástico flexible y fija con cinta aislante
o abrazaderas.
Coloca la tapa en el bidón y cierra bien. Asegúrate de que no haya fugas por los agujeros.
Llena el bidón con agua hasta la mitad. Añade residuos orgánicos, como restos de comida o
estiércol, por el tubo de PVC. Procura que los residuos estén troceados y mezclados con agua
para facilitar su descomposición. No llenes el bidón más de tres cuartas partes.
Cierra el tubo de PVC con un tapón o una bolsa atada con una cuerda. Deja que los residuos se
fermenten dentro del bidón durante unas dos semanas. Durante este tiempo, se irá
produciendo biogás que quedará almacenado en la parte superior del bidón.
Abre la válvula de esfera y enciende un mechero cerca del extremo del tubo de plástico flexible.
Si sale una llama azul, significa que el biogás está listo para usar. Si no sale nada o sale un olor
desagradable, significa que el biogás aún no está listo o que hay alguna fuga. Cierra la válvula y
revisa el sistema.
Usa el biogás para cocinar o generar electricidad, según tus necesidades. Añade más residuos
orgánicos cada cierto tiempo para mantener la producción de biogás. Drena el líquido
sobrante por un agujero en la parte inferior del bidón y úsalo como fertilizante para las plantas.
Materiales
o Papel usado, como revistas, periódicos, folletos, etc. Procura que no tenga
grapas, pegamento o plástico.
o Agua.
o Una licuadora o una batidora.
o Un recipiente grande, como una palangana o una bandeja.
o Un marco de madera con una malla metálica o plástica tensada. Puedes usar un
marco de fotos viejo o construir uno con listones de madera y grapas.
o Un paño o una esponja para absorber el agua.
o Unos trapos o unas hojas de periódico para secar el papel.
IDEA
Fabricar tu propio papel reciclado a partir de revistas, periódicos y otros papeles que tengas en
casa. Este proyecto te enseña la importancia del reciclaje y la reutilización de los residuos para
ahorrar recursos naturales y evitar la contaminación. El papel reciclado se puede usar para
escribir, dibujar o hacer manualidades. Para fabricar tu propio papel reciclado necesitas los
siguientes materiales y procedimiento:
o Corta el papel usado en trozos pequeños y ponlos en la licuadora o la batidora. Añade agua
hasta cubrirlos y tritúralos hasta obtener una pasta homogénea. Esta pasta se llama pulpa de
papel.
o Llena el recipiente grande con agua y vierte la pulpa de papel. Remueve bien para que se
mezcle.
o Sumerge el marco con la malla en el recipiente y levántalo lentamente, dejando que el agua
escurra y que la pulpa se quede sobre la malla. Así habrás formado una capa de papel húmedo
sobre el marco.
o Coloca el marco sobre el paño o la esponja y presiona suavemente para eliminar el exceso de
agua. Luego, voltea el marco sobre un trapo o una hoja de periódico y retira con cuidado la
malla, dejando el papel sobre el trapo o el periódico.
o Deja que el papel se seque al aire libre o con un secador de pelo. Cuando esté seco, ya podrás
usarlo como quieras.
Objetivos específicos:
El proyecto del biodigestor casero con una botella de plástico, un tubo flexible y un
globo es el más viable porque:
Es una forma sencilla y económica de aprovechar los residuos orgánicos para obtener
biogás, que se puede usar como combustible para cocinar o generar electricidad.
Es una forma de reducir la cantidad de basura que se genera en el hogar y de evitar los
malos olores y las plagas que pueden causar los residuos orgánicos
Es una forma de fomentar la conciencia ambiental y el desarrollo sostenible, al promover
el reciclaje, la reutilización y el aprovechamiento de los recursos naturales.