Hay dos capacidades humanas que superan la visión Hay reduccionismo en la visión biologista, en el insuficiente de los reduccionismos y que evidencian conductivismo, en el psicologismo, en el sociologismo, nuestra espiritualidad: el hombre es capaz de actuar el incluso en el antropologismo. Estas visiones autodistanciamiento y de vivir la autotranscendencia. Por reduccionistas llevan al nihilismo y construyen una el autodistanciamiento,podemos “objetivarnos” y tomar imagen falsa del hombre, pues lo ven como un conciencia de nuestros problemas y tensiones, y verlos con “homúnculo”, como un artefacto…. De este modo, no cierta objetividad. Por la autotranscendencia, por la comprendemos al hombre, sino que construimos una capacidad de superar los límites del espacio y del tiempo, visión distorsionada, pobre, que podemos denominar se puede decir que «el hombre es una esencia en busca de como homunculismo, en el que el ser humano es visto sentido», un ser que se dirige necesariamente a algo o a como «un autómata de reflejos o un conjunto de alguien distinto de sí mismo. «Sumergiéndonos en el impulsos, como una marioneta de reacciones y de trabajo o en el amor, nos estamos trascendiendo, y por instintos, como un producto de impulsos, herencia y tanto nos estamos realizando a nosotros mismos». medio ambiente». La transcendentalidad humana nos dice que el hombre se Sigmund Freud: partió de una visión del hombre de tipo configura a sí mismo no según las leyes de las teorías mecanicista y supuso válido el principio de la búsqueda determinísticas, sino según su condición de imagen y de equilibrio como camino para explicar el semejanza de Dios: el hombre va más allá de la comportamiento humano, para él los instintos se inmanencia y se dirige a su plenitud en la medida superior autoregulan. de lo absoluto, de Dios. Alfred Adler, con su psicología individual, arrancó del Sólo si admitimos la espiritualidad humana biologicismo para explicar comportamientos psíquicos a comprenderemos la dignidad de todo hombre, también partir de problemas de tipo somático, y luego desarrolló del enfermo que es incapaz de dar un sentido a su su visión del hombre a partir de la relevancia que dio al enfermedad. factor social y a la “voluntad de poder”. El sociologismo evidencia la importancia del factor social en la vida humana, pero la exagera hasta el punto de reducir lo objetivo (lo que es buscado en el conocimiento y el amor) a lo subjetivo. Desde su espiritualidad el hombre descubre y reconoce El problema de muchos hombres, no sólo de los dos notas fundamentales de su existencia: su libertad y su neuróticos, radica en querer eludir la propia responsabilidad. Escoge su existencia y se decide ante los responsabilidad al negar su libertad bajo excusas, como, valores. Por lo mismo, se convierte en el responsable de la por ejemplo, admitir que existe un supuesto historia que escribe, la cual no es simplemente el determinismo causado por el medio ambiente, por la resultado de una preponderancia de los instintos sobre el propia interioridad o por los demás, como si aceptase una Yo consciente, pues el hombre es capaz de sobreponerse a visión fatalista de la vida las pulsiones más poderosas, a no ser que se encuentre en una situación patológica. El amor es un aspecto de la autotranscendencia de la Cualquier explicación del amor que implique someterlo a existencia humana, lo cual equivale a decir que es uno de lo impulsivo o al Ello es insuficiente: no hay amor donde los caminos de la propia realización. Por el amor salimos hay determinismo psicológico. de nosotros mismos para encontrar al otro, para descubrirlo en su riqueza propia. Colocado en el marco de la autotranscendencia humana, el amor nos abre a Dios, el ser que no podemos comprender y que, sin embargo, está tan cerca de nosotros, al que nos dirigimos no como un “él” sino como un “tú”. Lo descubrimos en la soledad, pues en ella descubrimos que no estamos solos, que siempre nuestros monólogos fueron diálogos con Alguien. El hombre tridimensional (cuerpopsique-espíritu) La comparación entre las conductas humanas, que nos experimenta y es consciente de su irrepetible singularidad. causan tantas veces envidias y complejos ocultos, no tiene sentido: «Ningún hombre ni ningún destino pueden compararse a otro hombre o a otro destino». Sólo es posible una comparación, la más radical y profunda de cada hombre, la de mi ser actual confrontado con mi “deber-ser” ideal La psicología espiritualista de Frankl, valoriza la dimensión El psicoanálisis se ha dedicado a desenmascarar instintos del espíritu, la dimensión noética, que es regida por el ocultos que, desde el Ello, nos mueven, y ha cerrado los reino de los valores. ojos al nivel superior: lo ha reducido a engaño o a La logoterapia, quiere hablarnos del verdadero y más superestructura pleno motor del hombre: el mundo axiológico, en el cual es posible encontrar el sentido de la propia existencia. «Uno de los postulados básicos de la logoterapia estriba en que el interés principal del hombre no es encontrar el placer, o evitar el dolor, sino encontrarle un sentido a la vida». El hombre está orientado hacia fuera de sí mismo, hacia Querer evitar toda tensión y conquistar un equilibrio tipo los valores, hacia los demás, hacia el sentido objetivo. Por psicoanalítico es orientarse al fracaso e, incluso, crear los lo tanto, todos estamos llamados a encontrar nuestro presupuestos para caer en la enfermedad psíquica que se sentido, el porqué y el para qué de nuestra existencia, y quería evitar. esto resulta vital para lograr el equilibrio y el bienestar mental. La logoterapia quiere ayudar al paciente a enfrentarse con su situación, a asumir su responsabilidad, a ponerse en camino hacia el sentido de su vida, que no coincide, por lo tanto, simplemente con el existir La búsqueda de la felicidad: no hay que considerarla como El problema del neurótico está precisamente en buscar meta, sino como algo que acompaña al hombre que ha como meta de su vida el placer, y no el sentido o la conseguido una meta (la realización del sentido). Por lo realización de los valores que traen consigo, como mismo, la curación inicia allí donde dejamos de buscar el consecuencia, la conquista del placer. placer para ir a lo más importante: el sentido.