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Artículo 185.

- El tribunal abrirá la audiencia y en ella se observarán las siguientes prevenciones:

III. Todas las acciones y excepciones o defensas se harán valer en el acto mismo de la audiencia,
sin sustanciar artículos o incidentes de previo y especial pronunciamiento. Si de lo que expongan
las partes resultare demostrada la procedencia de una excepción dilatoria, el tribunal lo declarará
así desde luego y dará por terminada la audiencia

LAS EXCEPCIONES

Estas constituyen la oposición a las prestaciones reclamadas por el actor y su efecto es dilatar
el juicio o ponerle fin. Las primeras se llaman excepciones dilatorias y las segundas perentorias. Las
excepciones procesales en la materia agraria son:

1.- La incompetencia.

2. La litispendencia.

3. La conexidad de la causa.

4. La falta de personalidad del actor o del demandado, o la falta de capacidad del actor.

5. La falta de cumplimiento del plazo, o de la condición a que esté sujeta la obligación.

6. El orden o la Excusión.

7. La improcedencia de la vía.

8. La cosa juzgada.

9. Las demás a las que la ley les de ese carácter, como:

a) Falta de Acción,

b) Oscuridad de la demanda.

Clasificación de las excepciones agrarias


Las excepciones pueden ser dilatorias y perentorias. Se dice que las primeras “dilatan” el
procedimiento mientras se resuelve una cuestión, necesariamente previa al juicio, al principio de la
audiencia, y de las segundas que “son las que hacen perecer o morir la acción”.

Por otro lado, hace mérito a las excepciones propias e impropias: las primeras son las que
propiamente enervan o destruyen la acción, pero deben ser invocadas por la parte, pues siendo
defensas, nadie más que el demandado puede hacerlas valer.

Las excepciones impropias presuponen que el ejercicio de la acción carece de los presupuestos y
condiciones indispensables para tal ejercicio.
En términos generales, la excepción es lo contrario a la acción; es la acción del demandado. Por lo
que la excepción es toda defensa invocada por la parte demandada tendente a obtener el rechazo
del actor.

En cuanto a las excepciones perentorias, bien puede afirmarse que son aquellas oposiciones que,
en el supuesto de prosperar, excluyen definitivamente el derecho del actor de manera tal que la
pretensión pierde toda posibilidad de volver a proponerse eficientemente.

Las excepciones dilatorias son aquellas oposiciones que, en caso de prosperar, excluyen
temporalmente un pronunciamiento sobre el derecho del actor, de tal manera que sólo hacen
perder a la pretensión su eficacia actual, pero no impiden que ésta sea satisfecha una vez
eliminados los defectos de que adolecía; entre ellas, las de incompetencia, falta de personalidad o
personería, litispendencia, defecto legal, arraigo y las defensas temporales. Estas excepciones no
tienen por objeto destruir la acción del actor, ni siquiera enervarla, sino sólo retardar la entrada en
el juicio.

La excepción procesal es la oposición encaminada a impedir, a como dé lugar, el desarrollo y el


efecto de la acción procesal, ya que impugna la demanda en lo que se refiere de manera exclusiva
a los presupuestos procesales, aunque en algunos casos también trae consigo la absolución.

Respecto a la excepción de incompetencia, en materia procesal agraria, ésta se resuelve de oficio


por los tribunales previamente a que se inicie el juicio, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 168 y 169 de la Ley Agraria.

Las excepciones y defensas que se pueden oponer contra el progreso de la demanda. Algunas se
dirigen a cuestionar la “posibilidad jurídica”, y otras atacan, directamente, las razones de fondo o
materiales. Las primeras son excepciones, las otras se llaman defensas.

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