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MINISTERIO DE EDUCACIÓN

COLEGIO SECUNDARIO DE PROGRESO

ESPAÑOL

TEMA:

CAMBIOS CLIMÁTICOS

ELABORADO POR:

MADELAINE GARCÍA
XAVIER ORTIZ

NIVEL:

12°E

A CONSIDERACIÓN DE:

LUISA DE GRACIA

FECHA:

15/08/2023
Dedicatoria:

En el presente trabajo de investigación lo dedico con mucho cariño a mis padres y a todos quienes
aportaron positivamente a lo largo de mi formación académica dándome el apoyo e incentivando me
que necesito para trabajar día con día ya que son los testigo del trabajo perseverante para logra un
nuevo éxito en mi vida.

Por eso y por mucho más le dedicó este proceso de formación que continuará en crecimiento
fundamental en mi vida académica y atravez del cual forjare un nuevo presente en las labor que
desempeño todos los días.

Madelaine García.
Agradecimiento:

Agradezco a Dios por bendecirme la vida, por guiarme a lo largo de mi existencia, ser el apoyo y
fortaleza en aquellos momentos de dificultad y de debilidad.

Gracias a mis padres Benilda Miranda Hernández y Octavio García; por ser los principales
promotores de mis sueños, quienes con su amor, paciencia y esfuerzo.

A toda mi familia por qué con sus oraciones, consejos y palabras de aliento me acompañan en todos
mis sueños y metas.

GRACIAS.
Objetivo generales:

•Adoptar medidas urgentemente para combatir el cambio climático y sus efectos, buscar una solución para
el problema q estamos enfrentando día a día.

Objetivo específico:

•El cambio climático es un fenómeno que afecta a todos los países y personas del mundo.

•Es el mayor riesgo sistémico a nivel global para el futuro cercano.

•El calentamiento global aumenta a un ritmo mucho más acelerado de lo previsto, convirtiéndose en uno
de los mayores desafíos de la humanidad.
Dedicatoria

Agradecimiento

Introducción

Objetivo

Generales

Específico

Capítulo

1. Concepto del cambio climático.

1.1¿Se trata de un cambio climático, de un calentamiento global o de una crisis climática global?

1.2 ¿El cambio climático está causado por el ser humano?


1.3 ¿Cuáles son las principales amenazas del cambio climático?
2. Efecto del cambio climático.

2.1 ¿Cuáles son las principales amenazas del cambio climático?

2.2 ¿Cómo afecta a las personas el cambio climático?

2.3 ¿Cómo afecta el cambio climático a la agricultura y a nuestros alimentos?

3. Por qué debemos actuar urgentemente contra el cambio climático.

3.1 ¿Cuánto tiempo tenemos para detener el cambio climático?

3.2 ¿Qué pasa si no hacemos nada para frenar el cambio climático?

3.3 ¿Es inútil intentar frenar el cambio climático?


Capítulo 1

Concepto del cambio climático.

Se denomina cambio climático a la variación global del clima de la Tierra debido a causas naturales, pero
principalmente a la acción humana, que se traduce en quema de combustibles fósiles, pérdida de bosques y
otras actividades producidas en el ámbito industrial, agrícola y transporte, entre otros, como consecuencia
de una retención del calor del Sol en la atmósfera. Esta última característica es conocida como “efecto de
invernadero”. Entre los gases que producen dicho efecto se encuentran el dióxido de carbono, el óxido
nitroso y el metano.

Dentro de las consecuencias en curso que ha originado el calentamiento global, están el aumento de la
temperatura media, modificación de los patrones de lluvia, nieve, alza del nivel del mar, reducción de la
superficie cubierta por nieves y glaciares, tormentas y sequías.

En la actualidad existe un consenso casi generalizado en torno a que nuestro modo de producción y
consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su vez, serios
impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos, lo que nos lleva a la conclusión de
que este fenómeno es de carácter global y presenta, por ende, efectos significativos, crecientes y, en
muchos casos, irreversibles en las actividades económicas, la población y los ecosistemas, ámbitos en que
América Latina y el Caribe es particularmente vulnerable.

El cambio climático representa, de esta manera, uno de los grandes retos del siglo XXI, ya que los esfuerzos
de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas e instrumentar los procesos de mitigación de los gases de
efecto invernadero son de tal magnitud que será un condicionante para el estilo de desarrollo futuro.

La evaluación de los efectos e impactos del cambio climático y el análisis de las mejores formas de
adaptarse e instrumentar un proceso adecuado de mitigación de gases efecto invernadero resultan
imperativos para el diseño de políticas públicas que permitan transitar a los países hacia un desarrollo
sostenible.

En función de lo anterior, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha venido
trabajando, junto a varios países de la región, en la evaluación económica del cambio climático generando
información, a escala local, sobre los impactos sectoriales y en grupos socioeconómicos específicos. La
generación de información permite el diseño de políticas públicas orientadas a atenuar los efectos adversos
del cambio climático y a definir acciones de mitigación, orientado a trazar una senda de desarrollo y
crecimiento verde con economías bajas en carbono basadas en la equidad e inclusión social, no sólo
presente sino también para las futuras generaciones.
1.1¿Se trata de un cambio climático, de un calentamiento global o de una crisis climática global?

Se refiere solo a la temperatura de la superficie de la Tierra, mientras que el cambio climático incluye el
warming y los “efectos secundarios” de este warming—como son los glaciares que se derriten, tormentas de
lluvia más severas o las sequías más frecuentes. Dicho de otra manera, el calentamiento global es un síntoma
del mayor problema del cambio climático causado por los seres humanos.

Otra distinción entre el calentamiento global y el cambio climático es que cuando los científicos o líderes
públicos hablan sobre el calentamiento global en estos días, casi siempre se refieren al calentamiento causado
por los humanos—calentamiento debido al rápido aumento del dióxido de carbono y otros gases de efecto
invernadero causado por personas que queman carbón, petróleo y gas.

El cambio climático, por otro lado, puede significar cambios naturales o causados por los humanos, como las
edades de hielo. Además de quemar combustibles fósiles, los humanos pueden causar cambios climáticos al
emitir contaminación de aerosol—las diminutas partículas que reflejan la luz solar y enfrían el clima—a la
atmósfera, o al transformar el paisaje de la Tierra, por ejemplo, de bosques que almacenan carbono a tierras
de cultivo.

Un cambio climático como ningún otro

El planeta ha experimentado el cambio climático antes: la temperatura promedio de la Tierra ha fluctuado a


lo largo de la historia de 4,540 millones de años del planeta. La Tierra ha experimentado períodos largos de
frío (“edades de hielo”) y períodos cálidos (“interglaciares”) en ciclos de 100,000 de años durante al menos el
último millón de años.

Los episodios previos de calentamiento fueron provocados por pequeños incrementos en la cantidad de luz
solar que llegaba a la superficie de la Tierra y luego amplificados por grandes emisiones de dióxido de carbono
de los océanos a medida que se calentaban (como la efervescencia que escapa de una soda tibia).

El calentamiento global actual se debe principalmente al aumento de los gases que atrapan el calor que los
humanos están agregando a la atmósfera al quemar combustibles fósiles. De hecho, en las últimas cinco
décadas, los factores naturales (forzamiento solar y volcanes) en realidad habrían llevado a un ligero
enfriamiento en la temperatura de la superficie de la Tierra.

La tasa de aumento del calentamiento global también es diferente al calentamiento pasado. El aumento
actual de la temperatura promedio mundial parece estar ocurriendo mucho más rápido que en cualquier otro
punto desde que la civilización y la agricultura modernas se desarrollaron en los últimos 11,000 años—y
probablemente más rápido que cualquier período cálido interglacial en el último millón de años .
1.2 ¿El cambio climático está causado por el ser humano?

La influencia humana en el sistema climático global es clara. Indiscutiblemente, el cambio climático de hoy en
día está ligado a la actividad humana en el planeta. Aunque el clima siempre ha sufrido de cambios,
especialmente de pasar de la etapa de glaciaciones a condiciones tropicales, éste había sido de una manera
lenta y por largos períodos de tiempo (miles o millones de años).

Hubo un evento que alteró la velocidad a la cual el clima cambiaba y fue la revolución industrial.
Posteriormente el mismo crecimiento económico y demográfico mundial magnificó el cambio. Entre 1820 y
1840 el ser humano empezó a industrializar los procesos de producción, basado en combustibles fósiles y esta
transformación incrementó las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI’s), como el dióxido de carbono
y el óxido nitroso. Las emisiones causaron un desbalance entre las emisiones que naturalmente el planeta
puede fijar, aportando a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

La acumulación de gases de efecto invernadero causó que la radiación solar se quedara más tiempo dentro
de la atmósfera, lo que empezó a elevar la temperatura global. Según el IPCC (2014), la temperatura promedio
de la superficie terrestre y oceánica (combinados) ha aumentado 0.85° Celsius desde 1880, aunque dos tercios
de ese 0.85°C han ocurrido a partir de 1975.

Estos gases se generan en distintas actividades humanas cotidianas como usar medios de transporte que
utilizan combustibles derivados del petróleo (auto, bus o avión), la agricultura y ganadería, generación de
electricidad a partir del búnker, la quema de leña, incendios forestales, la industria que usa energía basada
en derivados del petróleo, entre otros.

Es importante mencionar que los gases de efecto invernadero se generan en todo el mundo, y que lo
producen en mayor cantidad los países industrializados como Estados Unidos y China, ambos los principales
emisores. Guatemala tiene emisiones estimadas en 0.06% de todas las emisiones mundiales, es decir, las
emisiones como país son muy bajas, sin embargo, los compromisos y acuerdos globales a la cual el país es
signatario, motiva a trabajar en la reducción de gases de efecto invernadero.

Aunque Guatemala no es un importante emisor de GEI’s, es considerado como un país con alta vulnerabilidad
al cambio climático, debido a las condiciones particulares y su ubicación en el planeta. De acuerdo a la
clasificación de Germanwatch del 2017, Guatemala estaba entre los 10 países más vulnerables a los efectos
del cambio climático.

La humanidad es responsable en alto porcentaje de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se participa
en distintas actividades que producen dichos gases, ya sea realizando una actividad que emita gases de efecto
invernadero o consumiendo un producto o servicio que emite o emitió gases durante su fabricación, por lo
tanto, es nuestra responsabilidad participar activamente de la mitigación del cambio climático, así como en
adaptarnos a sus posibles efectos.

Algunas acciones dentro de la mitigación son: reducir las actividades que emiten gases, por ejemplo, utilizar
bicicleta en vez de auto o transporte público, sembrar árboles, proteger los bosques con que se cuentan en
la zona, reutilizar distintos productos y evitar los productos desechables.

Las principales amenazas que enfrenta Guatemala ante el cambio climático son las sequías e inundaciones
(causadas por lluvias extremas). También se proyecta que algunos fenómenos sean más fuertes y más
frecuentes en un futuro no muy lejano. Por eso debemos adaptarnos, y eso incluye conocer las amenazas y
vulnerabilidades de nuestras comunidades y tomar acciones preventivas para evitar desastres.
1.3 ¿Cuáles son las principales amenazas del cambio climático?

El aumento de la temperatura global tiene efectos negativos sobre el planeta, en algunos casos difíciles de
revertir. Las olas de calor cada vez más frecuentes, los incendios devastadores, como el último ocurrido en
California, y fenómenos como los ciclones tropicales, las inundaciones y la sequía, ya han tenido un gran
impacto en el medioambiente y el desarrollo socioeconómico.

La crisis climática que está viviendo nuestro planeta no se puede negar. Los datos confirman que la influencia
del ser humano es la principal causa de los cambios que está sufriendo la Tierra y que ha incrementado la
temperatura media mundial. La de los últimos cinco años lleva camino de convertirse en la más alta de todos
los quinquenios de los que se tiene registro. Se estima que supera en 1,1°C la de la época preindustrial (1850–
1900), según la Organización Meteorológica Mundial. Y sus efectos son cada vez más evidentes.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) recomienda, siguiendo lo pactado en el Acuerdo que París de
2015, que el incremento de la temperatura global no supere los 1,5°C si no queremos que las consecuencias
sean todavía peores. Para ello es fundamental reducir la emisión de los gases de efecto invernadero.

Consecuencias ambientales y sociales

Este aumento de la temperatura ha provocado, entre otros efectos, la disminución de los casquetes polares.
“En los últimos 30 años, la región del Ártico ha perdido un 10% de su volumen de hielo y varios estudios han
revelado que el deshielo está siendo más rápido de lo que pensábamos. Esto crea otra consecuencia directa,
el aumento del nivel del mar”, describe Mar Gómez, responsable del área de meteorología de El tiempo.

Según las investigaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU
(IPCC), de aquí a 2100 el nivel del mar podría aumentar entre 30 y 60 cm. Incluso aunque se logre una
reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero y el calentamiento global se mantenga
muy por debajo de 2 °C. Si siguen aumentando al mismo ritmo que hasta ahora, el ascenso podría ser del
orden de 60 a 110 cm.

Las consecuencias de esta subida del mar están siendo y serán la inundación de las zonas costeras,
produciendo erosión del terreno y amenazando campos de cultivo y viviendas. Lo que puede causar
movilizaciones y migraciones de núcleos de población que ya no podrían vivir donde solían hacerlo”, advierte
Gómez. Se prevé que para el 2050 alrededor de 570 ciudades costeras se encuentren en peligro por el
aumento del nivel del mar, lo que afectaría a unas 800 millones de personas. Habría islas, como las Maldivas,
que podrían incluso desaparecer.

En el Informe Especial sobre el Océano y la Criosfera en un Clima en Cambio, el IPPC constata que el
calentamiento de los océanos y los cambios químicos ya han ocasionado alteraciones en especies de todos
los niveles de la cadena alimentaria oceánica. Lo que repercute en los ecosistemas marinos y en las personas
que dependen de ellos. “El cambio climático se considera una de las principales amenazas de la biodiversidad
en el mundo”, recuerda Gómez. “El incremento de la temperatura global y el aumento de la frecuencia o la
intensidad de los episodios de tiempo extremo tiene impacto directo sobre los ecosistemas y los seres que
los habitan “El suroeste de Austria y el Amazonas son algunas de las áreas naturales que se verán más
perjudicadas. Asimismo, algunas especies lo tienen especialmente complicado, como el oso polar, afectado
de manera directa por la subida del hielo Ártico; la tortuga, que ve como el ascenso de las mareas altas
amenaza sus nidos; o el leopardo de las nieves, cuya población ha disminuido un 20% en dos décadas.
Por otra parte, el retroceso de los glaciares incidirá negativamente en las actividades de ocio, el turismo y el
patrimonio cultural de las regiones amenazadas. “Lo que sucede en el Planeta tiene una repercusión directa
en todos nosotros. El aumento de fenómenos extremos provocará las conocidas ya como migraciones
climáticas. Esto producirá alteraciones en nuestra sociedad, tanto de adaptación por aquellos que se
desplacen, como por la población que experimente un aumento demográfico”, sostiene la meteoróloga.

Otro de los efectos del cambio climático será una disminución de la disponibilidad y la calidad de agua en
determinadas regiones, con repercusiones en la salud de sus habitantes y en sectores como el agrícola y el
hidroeléctrico. “Sectores como la agricultura o la ganadería podrían verse muy afectados por el aumento de
inundaciones, tormentas o sequías, repercutiendo en la producción de alimentos y abastecimiento”.

El grupo de expertos de la ONU ya ha manifestado que una mejor gestión de los recursos de la Tierra puede
contribuir a combatir el cambio climático, pero no es la única solución. La reducción de las emisiones de gases
de efecto invernadero en todos los sectores es esencial para mantener el calentamiento global,
preferiblemente, por debajo de 1,5°C. “Tendremos que cambiar nuestro modo de vida y empezar desde ya a
adaptarnos al cambio climático que estamos viviendo”, concluye Gómez.

.
2. Efecto del cambio climático.

El clima es el resultado de una compleja interacción entre varios elementos y factores, por ello, una
pequeña modificación altera todo el sistema. Para adaptarnos a un clima diferente necesitamos saber
cómo está cambiando el clima a nivel global, regional y local. Desde 1988 la Organización
Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA) crearon el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus
siglas en inglés). Este grupo, conformado por científicos de todo el mundo, presenta periódicamente
evaluaciones sobre los avances en el conocimiento sobre el sistema climático, la variabilidad climática
y el cambio climático.

Actualmente ya se observan y se seguirán experimentando en las próximas décadas los siguientes


impactos: 2 , 5

• Aumento de la temperatura promedio global de los océanos y la superficie terrestre


• Aumento promedio mundial del nivel del mar
• Acidificación del mar
• Aumento de la temperatura superficial de los océanos
• Alteración de la abundancia de algas, plancton y peces en los ambientes marinos
• Modificación de los patrones naturales de precipitación
• Inundaciones recurrentes
• Incremento en el número e intensidad de huracanes, principalmente en el Atlántico Norte
• Sequías más prolongadas
• Aumento en el número de días y noches cálidas a nivel global
• Ondas cálidas más frecuentes y pronunciadas en Europa, Asia y Australia
• Disminución en la disponibilidad de agua para consumo humano, agrícola e hidroeléctrico
• Disminución en la productividad agrícola
• Reducción y adelgazamiento de las capas de nieve en Groenlandia y la Antártica
• Disminución de los glaciares a nivel mundial
• Disminución de la capa de nieve primaveral del Hemisferio Norte
• Pérdida de biodiversidad y cambio en la composición de los ecosistemas
• Disminución de la temperatura promedio en ciertos lugares
• Mayor propensión a incendio forestales
• Alteración de los ciclos biológicos y distribución geográfica de la flora y fauna
• Alteración de los vectores de enfermedades infecciosas en ciertas áreas
• Aumento, en Europa, de la mortalidad a causa del aumento de las temperaturas.
2.1. ¿Cómo afecta el cambio climático a los animales?
Los animales son sensibles a los cambios de temperatura, tanto o más que los humanos. Piensa en lo
mal que te sientes cuando tienes fiebre. Ellos sufren también este tipo de malestar como
consecuencia del cambio climático.
Una de las principales consecuencias del cambio climático es el aumento generalizado de
temperaturas, provocado sobre todo los efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente.

¿Te has dado cuenta de que cada vez hace más calor? Los veranos duran ahora una media cinco
semanas más que durante la década de 1980. Zonas de la península ibérica que antes tenían un clima
mediterráneo, como el Valle del Ebro, tiene cada vez más un clima más semiárido.”
Y los animales son sensibles a estos cambios. Cada especie tiene una serie de condiciones climáticas
(humedad, temperatura) en las que se sienten a gusto, pero el calentamiento global está alterando
estos patrones.

El cambio climático está llevando a muchas especies al límite. Les falta agua para beber o sufren
temperaturas en las que no están cómodos”, explica David Vieites, director del Departamento de
Biogeografía y Cambio Global del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), institución del CSIC.
Adaptarse, marcharse o perecer
Cuando las condiciones meteorológicas son desfavorables hasta el extremo, los animales tienen tres
opciones: adaptarse al nuevo hábitat, marcharse o perecer.

Por ejemplo, algunos animales diurnos pasan a tener una actividad nocturna porque se sienten más
cómodos durante la noche, cuando las temperaturas bajan.
Otros animales optan por cambiar los patrones de migración y se desplazan al norte, en búsqueda de
temperaturas más bajas, o bien hacen lo contrario y dejan de migrar.

Es el caso de las cigüeñas. Antes iban a África a pasar el invierno, donde las temperaturas son más
altas. Ahora, en cambio, cada vez menos cigüeñas emprenden el viaje porque los inviernos cada vez
son más templados en la península Ibérica y no ven la necesidad de migrar hacia el sur.

Los animales que no consiguen adaptarse al rápido cambio de condiciones climatológicas ni tampoco
pueden migrar, mueren. Es el caso del torillo andaluz o del urogallo, dos especies de aves cuya
existencia en España peligra.

El urogallo está al borde de la extinción en la Península Ibérica. Menos de 1.500 ejemplares sobreviven
en España, según la ONG ambiental SEO/Birdlife. Hay distintas causas, pero una de las principales es
el aumento de las temperaturas .
Pequeñas acciones para un gran cambio
El cambio climático ha tardado años en gestarse. En consecuencia, revertir la crisis climática actual
llevará mucho tiempo. Aunque reduzcamos las emisiones de gases invernadero, asegura David
Vieites, no notaremos los efectos en años. Esto significa que ¡tenemos que actuar ya!

¿Qué podemos hacer? “Cada vez que cogemos menos el coche estamos contribuyendo a revertir el
cambio climático actual a largo plazo. A corto plazo, podemos plantar árboles e intentar evitar que se
quemen bosques”, añade el investigador del MNCN.
2.2 ¿Cómo afecta a las personas el cambio climático?

El Cambio Climático es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI. La salud es y será
afectada por los cambios de clima a través de impactos directos (olas de calor, sequías, tormentas fuertes
y aumento del nivel del mar) e impactos indirectos (enfermedades de las vías respiratorias y las
transmitidas por vectores, inseguridad alimentaria y del agua, desnutrición y desplazamientos forzados).

El Programa de Cambio Climático y Salud de la OPS busca preparar los sistemas de salud a través de alertas
tempranas, una mejor planificación y la implementación de medidas de prevención y adaptación, y
también a través de la reducción de las emisiones de gases que causan el Cambio Climático, dentro del
sector salud y en colaboración con otros sectores.

• El cambio climático no es solo un problema para las generaciones futuras, ya está sucediendo. Se
registran temperaturas medias más altas cada año, y más personas se ven afectadas por
desastres, enfermedades sensibles al clima y otras condiciones de salud.
• El cambio climático exacerba algunas amenazas para la salud y crea nuevos desafíos de salud
públicos. En todo el mundo, analizando solo unos pocos indicadores de salud, ocurrirán 250,000
muertes adicionales por año en las próximas décadas como resultado del cambio climático.
• El sector salud tiene un papel importante que desempeñar en la reducción de las emisiones de
gases de efecto invernadero que son la causa del cambio climático. Deben realizarse inversiones
para “ecologizar” las instalaciones para la atención de salud, con el uso de paneles solares,
equipos de eficiencia energética y gestión de residuos. A nivel mundial, solo alrededor del 0,5%
de la financiación climática multilateral se ha atribuido a proyectos de salud.
• Las instalaciones de atención medica también necesitan ser seguras y permanecer operativas
durante y luego de desastres. En las Américas un 67% de las instalaciones de atención médica
están ubicadas en áreas proclives a desastres. En la última década, 24 millones de personas
quedaron sin acceso a la atención médica por meses debido a daños de la infraestructura.
• La OPS reconoce que el cambio climático plantea riesgos significativos a la salud y el bienestar y
requiere de esfuerzos concertados de las autoridades de salud y otras partes interesadas para
crear sistemas de salud resilientes al clima que puedan anticipar, preparar, prevenir, responder y
recuperarse rápidamente de los riesgos climáticos.

La cooperación técnica se brinda a través de colaboraciones con los ministerios de salud y otras agencias
gubernamentales, a través de la red de creación de evidencia de los Centros Colaboradores de la
OPS/OMS sobre Cambio Climático y Salud, y colaboraciones con la sociedad civil y agencias regionales e
internacionales.
2.3 ¿Cómo afecta el cambio climático a la agricultura y a nuestros alimentos?

El invierno y el verano cada vez son más parecidos, octubre se ha convertido en un mes de tirantes y
abrigo y la primavera y el otoño están desapareciendo. El cambio climático es una realidad a pie de calle
que afecta a todos los ámbitos de nuestra vida, entre ellos a la agricultura. Esta variación de las
temperaturas tiene un impacto negativo en campos y huertos de todo el mundo y obliga a los agricultores
a tomar medidas drásticas y costosas para enfrentarse a las sequías, las altas temperaturas y las heladas.

Si durante este mes de enero pasaste por una frutería o por un supermercado, te darías cuenta de que
ya había montones de fresas a muy bajo precio. Esto se debe a que las altas temperaturas que trae consigo
el cambio climático, adelantan los cultivos de temporada y saturan el mercado, pues no solo maduran
antes sino que además hay más cantidad. La oferta aumenta sin que aumente la demanda y el mercado
se satura. Los cambios en el ciclo reproductivo de las plantas afectan al suelo, a las especies animales y al
medio ambiente en general. Y con ello a la economía y a la sociedad. Pero las fresas no son el único
alimento amenazado por el cambio climático. Parece ser que tendemos a situarnos en un punto en el que
el cambio climático determina cuánto alimento se puede producir, dónde y de qué forma.

La agricultura

El cambio climático (variación global del clima) afecta negativamente a la agricultura y la agricultura
contribuye al cambio climático: una relación bidireccional a la que deberíamos temer.

El cambio climático afecta negativamente a la agricultura

El cambio climático, en particular el aumento de las temperaturas en el planeta, afecta a la agricultura de


diversas formas y por lo tanto a la seguridad alimentaria de las personas. La tierra se está calentando y
los fenómenos climáticos extremos cada vez son mayores. El clima cambiante del planeta afecta a la
agricultura de una forma muy violenta: un campo de cultivo se puede ver sometido en poco tiempo a una
sequía y a una inundación, cuando lo que en realidad necesita la agricultura es un clima estable o al menos
predecible, sin cambios bruscos, para producir adecuadamente. Estos efectos, consecuencia del cambio
climático, influyen en la producción de alimentos y provocan el fracaso del cultivo, la pérdida de los
bosques y cambios en la reproducción y distribución de algunos animales como aves o peces.

Los cultivos necesitan tierra, agua, luz solar y calor adecuados para crecer. El calentamiento global altera
el desarrollo y el ciclo reproductivo de las plantas, adelantando las épocas de floración y cosecha y
disminuyendo el rendimiento de los cultivos. Además, las variaciones de las temperaturas y de las
estaciones de crecimiento promueven la proliferación y propagación de plagas y malezas. Y como
consecuencia de la modificación de los regímenes de lluvias, se pierden cosechas y disminuye la
producción a largo plazo de los principales cultivos.

Como otra consecuencia del cambio climático, sería menos previsible el clima, lo que complicaría la
planificación de las actividades agrícolas y modificaría muchas zonas de cultivo, obligando a los
agricultores a adaptarse, y poniendo en peligro la vegetación y la fauna. Aumentaría el nivel del mar, lo
que sería una amenaza para la valiosa agricultura de las costas, en particular en las islas pequeñas de
tierras bajas.
3. Por qué debemos actuar urgentemente contra el cambio climático.

La realidad es que hay cinco razones sencillas e indiscutibles para tomar acción contra el cambio
climático de una vez por todas. Razones que no tienen ni frontera ni partido, razones que van
más allá de la ciencia y que nos benefician a todos. Espero que los legisladores estén de acuerdo:

Seguridad: Invertir en la energía renovable protege la seguridad nacional. Adoptar legislación de


energía limpia nos ayudará a terminar con la dependencia del petróleo extranjero de países
hostiles a nosotros que hiere nuestra economía y pone en riesgo nuestra seguridad. Varios
respetados militares retirados han hablado a favor de la importancia de evitar los combustibles
fósiles y de que no podemos continuar con políticas anticuadas de energía que benefician a
dictadores petroleros. También nos advierten sobre conflictos internacionales causados por
migraciones a gran escala, tensiones fronterizas, y conflictos por la escasez de comida y agua
causados por el calentamiento global.
Liderazgo: Estados Unidos tiene la oportunidad de ser el líder en la producción de energía limpia.
Actuar por el bien del país requiere poner los beneficios a la salud ya la economía antes de las
ganancias de las compañías petroleras. EE.UU. tiene un legado de liderazgo y debe aprovechar la
oportunidad de estar a la vanguardia en la exportación de tecnologías de energía limpia. Nuestra
economía depende de ello. Alemania produce energía solar, España ahora abastece el 30% de su
energía de fuentes renovables y exporta equipo y partes mundialmente, y Japón está siguiendo
este mismo camino… entonces, ¿Qué estamos esperando nosotros? Estamos permitiendo que
nos deje el tren al ignorar que el futuro está en la tecnología de energía limpia. Si actuamos ahora,
podemos ser un líder en energía limpia, asegurando así prosperidad a largo plazo y competencia
global.
Obligación moral: Es nuestro deber preservar el planeta para las próximas generaciones -
asegurando nuestro desarrollo, protegiendo la salud pública, actuando por el bien de la
humanidad. Ya se están sintiendo los impactos del cambio climático – especialmente entre las
poblaciones más vulnerables a nivel mundial. Millones están afectados de hambre, enfermedades
y conflictos debido al cambio climático, y los niños en las comunidades son los más indefensos.
Por esto, el Papa Benedicto XVI hizo un llamado a todos los católicos a reconocer lo pecaminoso
que es contaminar el planeta. Hacer nada es ignorar que todo ser humano tiene el derecho de
vivir una vida decente y saludable. Tenemos que reconocer que la inacción trae graves
consecuencias.
Salud: El cambio climático afectara a millones de vidas alrededor del mundo causara
enfermedades, hambre y clima implacable. Por décadas hemos usado nuestra atmósfera como
un basurero. Hemos emitido cantidades monumentales de gases de efecto invernadero en la
atmósfera. El problema ha escalado de tal manera que recientemente un grupo de presidentes
de universidades, y academias médicas en naciones que incluyen EE.UU., Australia, Hong Kong,
China, Canadá, Tailandia, Inglaterra y Nigeria le han suplicado a los doctores que exijan que se
tomen medidas para evitar lo que llaman efectos “catastróficos”. “Mientras los más pobres del
mundo serán los primeros en ser afectados, ninguno de nosotros estamos a salvo”, dijeron,
refiriéndose a un informe lanzado en mayo del 2009 que concluye que el cambio climático es la
amenaza más grande a la salud del siglo 21 . Nuestras generaciones futuras necesitan que
dejemos de pensar solo en nosotros mismos y en las ganancias de las compañías petroleras, y
consideramos las consecuencias con las cuales les estamos pidiendo que vivan.
Oportunidad Económica: Tomar medidas ahora estimulará inversiones y creará trabajos y
mejores oportunidades. Tomar medidas sobre el calentamiento global impondrá límites sobre la
cantidad de contaminación de carbón que se emita a la atmósfera y daños que se adopten
medidas sobre el uso eficaz de energía. Estos “límites” serán precisamente los que estimularán la
innovación. Poseemos la capacidad de ahorrar energía en nuestros hogares, algo que no nos ha
costado mucho y ha mejorado nuestras vidas. Una legislación firme facilitará estos ahorros. Los
inversionistas se seguirán promoviendo el crecimiento en esta nueva industria ya su vez miles de
nuevos empleos en una gama de sectores. Sin una política climática y energética clara a nivel
nacional, las inversiones multimillonarias que impulsarían nuestra recuperación económica se
quedarían estancadas.
Si aún te preguntas, ¿qué puedo hacerte? Alza tu voz. Exige una política climática aceptable. La
inversión necesaria para frenar el calentamiento global es razonable y manejable. Sin embargo,
ignorar la crisis sin tomar medidas tiene un precio considerable en términos del costo a la vida
humana, la salud, la calidad de vida y nuestro futuro. Dile a tus legisladores que en sus manos
esta la habilidad de proporcionarnos a todos un mejor futuro climático y que tus cuentas con
ellos. Exígelo, por ti, por tu familia, por tu futuro.
3.1 ¿Cuánto tiempo tenemos para detener el cambio climático?

Los gobiernos de todo el mundo deben hacer “cambios rápidos, de largo alcance y sin precedentes
en todos los aspectos de la sociedad” para evitar niveles desastrosos de calentamiento global, dice
un informe completamente nuevo de la autoridad científica mundial sobre el cambio climático.

El informe emitido el lunes por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU
(IPCC) dice que el planeta alcanzará el umbral crucial de 1,5 grados centígrados por encima de los
niveles preindustriales para 2030, lo que precipitará el riesgo de una sequía extrema, incendios
forestales, inundaciones y escasez de alimentos para cientos de millones de personas.

La fecha, que será vivida por muchas personas con vida hoy en día, se basa en los niveles actuales
de emisiones de gases de efecto invernadero.

El planeta ya está a dos tercios del camino, con temperaturas globales que se han calentado a
aproximadamente 1 grado centígrado. Evitar subir aún más requerirá una acción significativa en los
próximos años.

Esto es preocupante porque sabemos que hay muchos más problemas si superamos los 1,5 grados
centígrados de calentamiento global, que incluyen más olas de calor y veranos calurosos, un mayor
aumento del nivel del mar y, en muchas partes del mundo, peores sequías y lluvias extremas”, dijo
en un comunicado Andrew King, profesor de Ciencias del Clima en la Universidad de Melbourne.

Para 2030, las emisiones netas globales de dióxido de carbono tendrían que disminuir en un 45%
respecto de los niveles de 2010 y alcanzar el “cero neto” alrededor de 2050 para mantener el
calentamiento en torno a los 1,5 grados centígrados.

Según el informe, reducir las emisiones a este grado, aunque sea técnicamente posible, requeriría
cambios generalizados en energía, industria, edificios, transporte y ciudades.

La ventana para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados se está
cerrando rápidamente y las promesas de emisiones actuales hechas por los firmantes del Acuerdo
de París no nos acercan a la consecución de ese objetivo”, agregó King.

El informe deja claro que el cambio climático ya está ocurriendo, y lo que vendrá después podría ser
incluso peor, a menos que se tomen medidas políticas internacionales urgentes.

Uno de los mensajes clave que sale con mucha fuerza de este informe es que ya estamos viendo las
consecuencias de un calentamiento global de un grado a través de un clima más extremo, el
aumento del nivel del mar y la disminución del hielo marino en el Ártico, entre otros cambios”, dijo
Pan Mao Zhai, copresidente del grupo de trabajo I del IPCC.
3.2 ¿Qué pasa si no hacemos nada para frenar el cambio climático?
Si no tomamos más medidas para detener los impactos climáticos que ya estamos
experimentando, es probable que el planeta vea aumentar la temperatura global entre 2 y 4 °C
para finales de siglo. Este tipo de calentamiento podría provocar un derretimiento catastrófico
de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, causando un aumento del nivel del mar que
inundaría la mayoría de las principales ciudades costeras del mundo.

La fauna y flora que amamos y su hábitat se verán destruidos, lo que provocará una extinción
masiva de especies. Las supe tormentas, las sequías y las olas de calor serán cada vez más
frecuentes y más extremas, lo que provocará grandes crisis sanitarias y enfermedades.

La producción agrícola caería en picado, lo que probablemente provocaría una escasez de


alimentos y una hambruna a nivel mundial. Los suministros de agua desaparecerían en todo el
mundo, haciendo casi inhabitables algunas regiones.

Uno de los atributos que nos diferencia de cualquier otra especie es nuestra capacidad de pensar
a futuro. A menudo vivimos pendientes de lo que puede pasar, ansiados por conseguir lo que
nos depara el mañana o preocupados por no saberlo con certeza.

Uno de los ejemplos más simples lo encontramos en los pronósticos de meteorología. Tanto
interés suscita qué temperatura hará al día siguiente que incluso hay programas diarios
dedicados a este asunto que duran hasta una hora. Y, sin embargo, hasta hace bien poco la
mayoría de la población hacía caso omiso al avance del cambio climático y sus consecuencias.

Esto ha hecho que la acción para frenar este fenómeno haya sido insuficiente. Tanto es así, que
los pronósticos actuales ya nos sitúan en un punto sin retorno en algunos aspectos del
calentamiento global. Así lo afirma el 6º informe de evaluación del IPCC: Cambio Climático 2022,
que se basa en más de 30 mil estudios científicos y recoge los análisis y conclusiones de 270
autores procedentes de 67 países. Éste proporciona uno de los análisis más completos de los
impactos cada vez más intensos del cambio climático y los riesgos futuros, además de exponer
los enfoques de adaptación climática que son más efectivos y factibles.
3.3 ¿Es inútil intentar frenar el cambio climático?
La buena noticia es que el cambio climático no es un problema imposible de resolver. Sabemos
qué lo causa y qué hacer para detenerlo. Hará falta valor, ambición y concreción para ir más allá
de los anuncios altisonantes.

Alcanzar un nivel cero de emisiones de carbono en 2050 es un objetivo ambicioso, que va a


requerir un esfuerzo considerable en todos los sectores de la economía. No tenemos mucho
tiempo, pero si estamos preparados para actuar ya, y actuar juntos, podemos reducir
sustancialmente el ritmo del calentamiento global, y evitar que se produzcan las peores
consecuencias del cambio climático.

Lo más alentador es que la economía con bajas emisiones de carbono que necesitamos crear
también nos proporcionará un aire más limpio, mejores opciones energéticas, nuevos puestos
de trabajo e incluso puede suponer un ahorro monetario. Asimismo, muchas de las soluciones
naturales que necesitamos para adaptarnos incluso a los impactos actuales del cambio climático
suponen un beneficio para todo el mundo: aire y agua más limpios, más oportunidades de ocio
natural y puestos de trabajo.

Llevando a cabo acciones visibles en la práctica que produzcan un cambio de conciencia en la


sociedad. Cambios en los hábitos que inciten a la ciudadanía a cambiar sus costumbres para
actuar finalmente con una nueva conciencia.

Hay numerosos cambios que podemos realizar en nuestros hábitos de consumo y en la


reeducación de nuestras necesidades, reconsiderando qué es lo que realmente es necesario para
vivir en armonía con el planeta. Por ejemplo…

❖ Consumir productos alimentarios de proximidad o también conocidos como productos


de “kilómetro 0”.
❖ Reciclar e intentar minimizar nuestro impacto generando menos basura.
❖ Desplazamientos de manera sostenible: transporte público, uso de la bicicleta,
patinete… Y, para viajes más largos, optar por el tren en lugar del avión.
❖ Ahorrar en el consumo de energía.
❖ Consumirse menos carne (la masiva producción de carne es la responsable de entre un
25% y un 40% de las emisiones de CO2).
Si te has quedado con ganas de saber más sobre este tema, en esta guía sobre cambio climático
podrás profundizar sobre la importancia del calentamiento global y actuar en consecuencia
desde tus posibilidades, ¡que son muchas! Con la colaboración de todas las personas que habitan
la Tierra podemos todavía darle una vuelta a esta realidad. ¿Vas a aportar tu granito de arena
para que así sea?
Introducción
“El cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo en el clima que han ocurrido durante
décadas, siglos o más. Es causado por el rápido aumento de los gases de efecto invernadero en
la atmósfera de la Tierra debido principalmente a la quema de combustibles fósiles (por ejemplo,
carbón, petróleo y gas natural).

Estos gases que atrapan el calor, están calentando la Tierra y los océanos, lo que provoca un
aumento del nivel del mar, cambios en los patrones de tormentas, corrientes oceánicas
alteradas, cambios en la lluvia, derretimiento de la nieve y el hielo, eventos de calor más
extremos, incendios y sequías. Se proyecta que estos impactos continúen y, en algunos casos, se
intensifiquen, afectando la salud humana, la infraestructura, los bosques, la agricultura, los
suministros de agua dulce, las líneas costeras y los sistemas marinos.
Conclusión

Los sistemas naturales de todo el mundo se están viendo afectados por los cambios climáticos
regionales, en particular los aumentos de temperatura, y que es muy probable que esos
aumentos de temperatura sean el resultado de las emisiones antropógenas de gases de efecto
invernadero.

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