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Testigos de Jehová

Biblioteca  Revistas  ¡Despertad!  |  Núm. 2, 2016

AYUDA PARA LAS FAMILIAS | PADRES   8

Ayude a su hijo a pasar la pubertad

EL PROBLEMA
Parece que fue ayer cuando llevaba a su
bebé en brazos. Pero ahora es un
preadolescente que, aunque todavía es un
niño, está a punto de entrar en otra etapa
en el camino a la vida adulta: la pubertad.

¿Cómo puede ayudar a su hijo o hija a


enfrentarse a esta etapa desconcertante, y a
veces traumática, de su vida hacia la
madurez sexual?

LO QUE DEBE SABER


Empieza a edades diferentes. Puede empezar entre los 8 y 15 años. “La edad en la que se
entra a la pubertad varía mucho”, explica el libro Letting Go With Love and Confidence (Déjelos
volar con amor y confianza).

Despierta sentimientos de inseguridad. Por lo general, a los adolescentes les importa lo


que otros piensen de ellos. “Empecé a estar muy pendiente de mi aspecto y de lo que hacía —
recuerda un joven llamado Javier—. Cuando estaba con gente, me preocupaba que pensaran
que era raro”. * Además, si aparece el acné, la autoestima puede venirse aún más abajo. “Me
parecía que mi cara estaba bajo ataque —cuenta Karina, de 17 años—. Recuerdo que lloraba
y me sentía fea”.

La pubertad precoz tiene sus propias dificultades. En especial, esto les sucede a las chicas,
pues quizás los muchachos se burlen de ellas cuando les empiezan a crecer los pechos o las
caderas. “También corren el riesgo de que se fijen en ellas chicos mayores que
probablemente ya tengan experiencia sexual”, advierte el libro A Parent’s Guide to the Teen
Years (Guía para padres de adolescentes).

Pubertad no es lo mismo que madurez. Proverbios 22:15 dice: “La tontedad está atada al
corazón del muchacho”. Eso no cambia con la pubertad. Un joven puede parecer adulto, pero
“no significa que pueda tomar buenas decisiones, comportarse de manera responsable,
saber controlarse o mostrar madurez de otras maneras”, menciona el libro You and Your
Adolescent (Usted y su hijo adolescente).

LO QUE PUEDE HACER   9

Háblele de la pubertad antes de que empiece. Que su hijo sepa lo que le sucederá: en el
caso de las chicas, la menstruación, y en el de los chicos, las emisiones nocturnas. Estas
situaciones se presentan de repente, a diferencia de otros cambios más graduales, por lo que
su hijo se puede sentir confundido o asustado. Cuando trate estos temas, sea positivo.
Explíquele que la pubertad da inicio a una transformación que prepara el camino para la vida
adulta (texto bíblico clave: Salmo 139:14).

Dígale todo lo que deba saber. “Cuando mis padres tuvieron ‘la charlita’ conmigo, no fueron
muy claros —recuerda un joven llamado John—. Ojalá hubieran sido más directos”. Alana, de
17 años, opina algo parecido: “Mi mamá me explicó qué le pasaba a mi cuerpo, pero yo
también necesitaba que me ayudara a entender mejor mis emociones”. Así que, por
incómodo que le resulte, hable con su hijo de todos los aspectos de la pubertad (texto bíblico
clave: Hechos 20:20).

Haga preguntas para romper el hielo. Por ejemplo, averigüe cómo les va a otros chicos con
la pubertad. A su hija podría preguntarle: “¿Sabes si a alguna de tus compañeras ya le ha
venido la menstruación?” o “¿Se ríen tus compañeros de las chicas que ya se han
desarrollado?”. A su hijo podría preguntarle: “¿En tu escuela se burlan de los chicos que están
tardando en desarrollarse?”. Cuando los adolescentes hablan de cómo les afecta a otros
chicos la pubertad, es más fácil para ellos hablar de lo que les pasa. Eso sí, cuando su hijo
hable, sea “presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar” (Santiago 1:19).
Ayúdelo a adquirir “sabiduría práctica y capacidad de pensar” (Proverbios 3:21). Durante
la pubertad no solo se producen cambios físicos y emocionales. Su hijo empezará a pensar
por sí mismo, lo cual influirá en las decisiones que tome de adulto. Aproveche esta
oportunidad para inculcarle buenos valores (texto bíblico clave: Hebreos 5:14).

No se dé por vencido. Muchos jóvenes dan la impresión de que no quieren hablar con sus
padres sobre la pubertad. Pero no se confunda, el libro You and Your Adolescent dice: “Los
adolescentes que aparentemente no tienen ningún interés, se aburren, ponen mala cara o
parecen sordos puede que en realidad estén memorizando cada palabra”.

^ Se han cambiado los nombres.

TEXTOS BÍBLICOS CLAVE

“De manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho” (Salmo 139:14).

“No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho” (Hechos
20:20).

“[Las] personas maduras [...] tienen sus facultades perceptivas entrenadas para


distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14).

“Mis padres me ayudaron mucho durante la pubertad, sobre todo mi madre. Dedicó
tiempo a explicármelo todo para que supiera qué iba a pasarme y qué debía esperar;
así que los cambios no me tomaron por sorpresa. Y además, se aseguró de que
siempre estuviera cómoda hablando con ella. Mis padres lograron que no me sintiera
tan confundida” (María, de 16 años).

“Mis padres fueron de gran ayuda. Por ejemplo, se esforzaron por respetar mi
intimidad porque sabían que la situación me daba vergüenza. También agradecí
mucho que no fueran contándoselo a todo el mundo y que hablaran conmigo sobre
lo que iba a pasar antes de que llegara” (Jimena, de 18 años).
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