Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Leccion #7 La Oracion Como Arma de Guerra
Leccion #7 La Oracion Como Arma de Guerra
La oración es un poder, una fuerza que toca potestades eternas y las pone en
marcha; la oración lleva a Dios a la acción. Este es un ministerio interior que se
hace ante el rostro de Dios; es el ministerio más temido por Satanás porque es
un poder – un despliegue de una intensa labor espiritual que trae como
resultado frutos visibles.
Cuando te arrodillas para orar, te das cuenta que tu cuerpo no quiere estar
en esa posición. Todo tu cuerpo protesta con desasosiego; te mueves
incómodamente por un rato y luego te levantas. Satanás entonces ha obtenido
la victoria a través de tu cuerpo. Esto no debe ser así, sino que tu cuerpo
debe ser un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Tu cuerpo debe estar
sometido y debe estar bajo el control de Espíritu. Tu cuerpo no debe dominar,
sino ser dominado por el Espíritu Santo.
Satanás influye en la vida de tu alma hasta el punto en el que no puedes orar;
él influye en tus sentimientos y luego te dice que hoy no estás “de humor”
como para orar o que “no tienes ganas” de hacerlo. Satanás puede hacer dos
cosas, ya sea que eleve tus sentimientos hasta que llegas a un ligero y sin
sentido estado de felicidad o que te lleve hacia abajo en el desánimo para que
desfallezcas.
Él hace que tu mente se agobie por todo lo que haces en el exterior y te dice
que mejor te tomes las cosas con calma. También pone presión a tu espíritu
para que tu mente se sienta abrumada, o deja que tus pensamientos vayan sin
control por todos lados. Y es especialmente cuando quieres orar que hace que
tus pensamientos estén más activos de lo normal y luego dice: “Mejor espera
un momento más conveniente para orar.”
Esto es lo que hace Satanás para robar a los hijos de Dios su trabajo
más fructífero. Aquí tenemos un pequeño vistazo de una rama de la actividad
de Satanás.
Cuando recibes victoria y has conseguido una maravillosa comunión con Dios,
date cuenta de las artimañas de Satanás, porque una vez que hayas probado
la bendición de la presencia de Dios, Satanás buscara la manera para que dejes
de orar.
La intención no es que solamente ores hasta que Dios te bendiga, sino que
deberías orar por una plenitud de bendiciones para que nunca llegues a Dios
con las manos vacías, y desarrolles una vida plena de oración y asimismo
puedas traerles una plenitud de bendiciones espirituales.
No vivimos esta vida solo para recibir un poco para nosotros mismos, al
contrario, es nuestra tarea traer a los demás, ríos de bendiciones en oración.
No solamente ores por tus familiares más cercanos y por algunos otros que
oyes que tienen dificultades. Expande el espacio en tu tienda. Ora para que
ríos de bendiciones fluyan sobre corazones secos y sobre lugares secos. A
través de la oración derrama gracia sobre la iglesia y sobre todos aquellos que
Dios ha designado en la iglesia para servir a los santos. Su bendición será el
fruto de tu trabajo ante el rostro de Dios. Vas a notar el progreso de tu oración,
que tu vida interior crece y que Dios te limpia.
No existe un ministerio tan fructífero como este; y por esa misma razón
Satanás odia al cristiano que tiene la oración como un estilo de vida. Un alma
que ora está comprometida en la guerra. Esta es una guerra espiritual en el
mundo de los espíritus. Por lo tanto, es nuestro deber como seguidores de
Jesús entrar en estas filas de la oración.