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Historia de La Contabilidad
Historia de La Contabilidad
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“país entre dos ríos”. Esta denominación se generalizó a otros pueblos del Valle a saber los babilonios, los asirios
y acadios.
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Los comerciantes se constituyeron en una casta influyente e ilustrada.
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Este código fue difundido aproximadamente en el año 1700 a.C., y presentaba leyes penales, normas civiles y de
comercio, como también estipulaba la regulación de contratos de préstamo, venta, arrendamiento, comisión,
deposito y otras figuras enmarcadas en el derecho civil y mercantil, y en materia de la práctica contable, normas
relacionadas con la forma en que los comerciantes debían llevar sus registros.
nos informa acerca de la organización Babilónica en la época de su pleno desarrollo, a
un mismo tiempo código civil, código de comercio y marítimo, código penal y procesal.
A más del código, existen evidencias materiales de las prácticas adelantadas en el
marco normativo del mismo. Por ejemplo, existen tablillas cerámicas que permiten
aproximarse a las prácticas de teneduría de cuentas de los sumerios 4.
La actividad comercial gravitaba alrededor de los templos por lo cual allí surgieron los
bancos de depósito y crédito de lo que se encuentra evidencia fruto de la escritura
cuneiforme que era la utilizada por los escribas, dejando testimonio de dicha actividad
en los textos gravados en arcilla de diferentes formas y que muestran conceptos
contables como el de cuenta y saldo.
Una herramienta empleada en Mesopotamia para los cálculos aritméticos fue el ábaco.
Sin embargo, procesos más tecnificados generaron un instrumento más complejo a
manera de libro de contabilidad que implicaba insertar la plancha cerámica en una
varilla, incluyendo el orden cronológico.
EGIPTO
En la actualidad, la República Árabe de Egipto es un país de África, situado en su
extremo nordeste, e incluye la península del Sinaí (que pertenece al continente
asiático), teniendo su territorio en mayor parte en el desierto del Sahara. Es un país
muy populoso en las riberas de los ríos Nilo y delta los pueblos se ubican
beneficiándose de la tierra fértil. Es un país emblemático por sus monumentos y
pirámides y en términos generales es un centro político y cultural importante del
Próximo Oriente.
Tal como lo señala la historia, cuenta con tres periodos centrales en su devenir: El
Imperio Antiguo caracterizado por el florecimiento de las artes y la construcción de
inmensas pirámides; el Imperio Medio comprendido entre 2050 y 1800 a.C., con un
florecimiento de la economía y en el Imperio Nuevo entre 1567 y 1085 a.C., con la
monarquía que alcanzó su máximo esplendor conquistando a los pueblos vecinos y
expandiendo sus dominios bajo la dirección de los faraones de la dinastía XVIII.
Esta civilización tiene como el centro de su organización social al Faraón, dueño y
señor de todo el territorio y de su pueblo que le rinde tributo. La característica de dicha
organización es la contribución que se le debe entregar al monarca y que por esta vía
desarrolla una contabilidad de tipo hacienda privada y la del tesoro público.
La escritura denominada hierática y la técnica del papiro dejan para la posteridad la
tarea de interpretar los escasos fragmentos que se han encontrado y que tienen
registros de tipo contable. Conocieron el sistema decimal, igualmente la operación
aritmética de la suma y un conocimiento rudimentario de los fraccionarios; la civilización
también tuvo el privilegio de multiplicar el conocimiento contable en la civilización
clásica a través de la biblioteca de Alejandría.
Con la llegada de los griegos ha tierras de Egipto, aparece el mestizaje denominado
Egipto Helenístico y se difunde la lengua griega y sus costumbres.
Los hallazgos arqueológicos en la provincia de Fayum como el centro de la actividad
helénica, develan las prácticas de la banca y la contabilidad que se realizaban en la
Grecia metropolitana.
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Es importante señalar que la teneduría de libros y las normas de registro no eran exclusivas de los comerciantes
sino que delimitaban dinámicas de registro y control del Estado y los templos.
Egipto, manifiestan los historiadores e investigadores del tema contable, sufre una
transición social drástica por el sometimiento de su pueblo a la dinastía Tolemaica y
luego al imperio romano al convertirse provincia del mismo.
En éste escenario se rescata un fragmento contable denominado los Papiros de Zenón,
de la fuente documental se transcribe el siguiente texto: “Estos papiros, descubiertos
en Egipto por aldeanos, constituyen un magnifico conjunto de más de mil cartas, notas,
cuentas, presupuestos, recibos, solicitudes etc. Imagínense la voluminosa
correspondencia de un hombre de negocios que sea a la vez importador, administrador
de vastas explotaciones agrícolas y secretario influyente de un rey muy innovador, en
país prospero en pleno periodo de progreso; pues esos son los papiros de
Zenón”(Suárez:2004).
Todos estos documentos datan de mediados del siglo III antes de nuestra era y nos
proporcionan una abundante información sobre las operaciones de carácter público y
privado, así como acerca de los asuntos domésticos de Apolonio el Dioketes o Ministro
de Hacienda de Ptolomeo Filadelfo. Zenón era su intendente, al propio tiempo que
secretario y ecónomo o administrador de sus propiedades privadas.
Las cuentas evocan la imagen de una sociedad agrícola en la que se practica en gran
escala la cría de cabras y cerdos, al tiempo que reflejan la variada actividad de aquellos
emprendedores griegos establecidos en Fayum. Aparte de esto, nos facilitan también
valiosos detalles en relación con el sistema fiscal y aduanero en tiempo de los Lagidas,
con el comercio marítimo internacional, con el sistema bancario importado de Grecia,
etc.
Desde el punto de vista de la técnica contable, los papiros de Zenón nos permiten
confirmar todo lo que se conocía de la contabilidad en Grecia en esta época y su
adaptación a una economía en la que el sistema monetario no llego a sustituir por
completo a la economía natural, donde los pagos se hacen en trigo y otros productos
que servían como medio de intercambio (como el dinero). “Una de las mayores
preocupaciones de los griegos era la de tener siempre a mano la situación de tesorería
de la empresa, que por otra parte, también es una sana norma mercantil. Los
discursos de los oradores clásicos presentan al industrial ateniense informando casi al
día de la situación de sus negocios. Con este mismo ánimo, los Ptolomeos exigen que
todos los administradores de las granjas estatales pongan en manos del ecónomo sus
balances mensuales, con objeto de poder seguir de cerca la dirección de la gran
empresa que para ellos representaba Egipto” (Suárez: 2004).
GRECIA
Cuna de la civilización de occidente y puente de oriente, desarrolla al igual que
Mesopotamia, una actividad cultural y comercial de vital importancia, en la Grecia de la
época, con sus templos magníficos y sus edificaciones, dejan para el mundo occidental
instituciones como la actividad bancaria, realizada por los sacerdotes de los templos,
los bancos de depósito y las huellas lejanas de la contabilidad helénica.
En la antigua ciudad de Delfos, se han rescatado numerosas placas calcáreas o de
mármol en las que estaban gravadas las diversas ofrendas que el pueblo hacía a los
dioses, y a la luz del análisis de dichos objetos, se interpreta la existencia de una
rudimentaria contabilidad del templo, que informa sobre algunos hechos económicos
como el precio de la cebada y la paga de salarios; también se infiere que el templo
sufre la destrucción de una parte suya y al momento de reconstruirlo se registran los
valores del transporte y de los materiales utilizados.
Los sacerdotes se organizaban en un cuerpo colegiado denominado naopes y tenían la
función de registrar y controlar los ingresos y los egresos en un sistema contable,
según los investigadores contables complejo. Ante tal situación se crea un colegio de
tesoreros, para que ordenaran lo concerniente a esta parte. Dicho cuerpo colegiado
ordenaba de forma cronológica las cuentas, distinguían los ingresos de los egresos,
clasificaban lo aportado por ciudades y por el pueblo y lo correspondiente a bienes
confiscados y a los ingresos extraordinarios, que los ubican en primer lugar, en
segundo lugar los gastos, reconociendo las distinciones que al parecer de los tesoreros
de la cuidad, eran importantes, como ciertos gastos de destinación específica, por
ejemplo un fondo de depósitos, lo anterior se sucede en el siglo IV a C.
Otra muestra fehaciente de dicha actividad se presenta en la pequeña isla de Delphos,
en ella se encontraba el santuario del dios Apolo. Allí se asentó el tesoro de la
confederación de los aliados de Atenas. La evidencia arqueológica de los textos, cubre
un periodo de cuatro siglos, estimado del 454 al 90 a C., de lo cual se interpreta que se
instaura una administración financiera de tipo seglar al servicio del Estado griego y
revela la independencia del manejo del tesoro público y de la administración de la
ofrenda de los templos.
Suárez (2004) señala que “De todos es conocido el preponderante papel de Atenas en
el seno de la civilización helénica. Capital intelectual y artística de Grecia, esta ciudad
fue la metrópoli financiera y el principal mercado de capitales. Centro de un vasto
imperio marítimo, en relaciones comerciales continuadas con Esmirna, con Éfeso y
particularmente con Muleto, lugar de reuniones de las caravanas del interior y de las
naves de todos los países, Atenas vio como se desarrollaba y organizaba una intensa
vida mercantil. Sus tres puertos Pireo, Zea y Falero fueron el mercado central de los
productos del mundo conocido antes de que Alejandría pasase a ocupar este puesto”.
Los trapezitas o banqueros, facilitadores de la circulación de la moneda, depositarios
del ahorro y dispensadores del crédito, desempeñaron un importante papel en estos
hechos. Mediante sus operaciones de crédito dieron un potente impulso a las
transacciones comerciales. Estos bancos helénicos hacían trabajar a sus capitales y a
los de terceros, tenían corresponsales en otras ciudades y otros países, y participaban
en la fundación de sociedades comerciales, con lo que reunían todos los elementos de
la técnica financiera moderna, incluida la organización de la contabilidad bancaria, de
los cheques y de las transferencias.
La diversidad de monedas fue lo que dio origen a este comercio del dinero. Los
primeros banqueros fueron cambistas, instalados tras sus mostradores en forma de
mesa en el Ágora. Al principio fueron traficantes de baja extracción, pero con el paso
del tiempo se fueron convirtiendo en grandes capitalistas que concentraron en sus
manos el producto del trabajo de la tierra, de la industria y del comercio.
Existen fuentes epigráficas y literarias que permiten hacernos una idea de la técnica
bancaria en Atenas. Se usaban de manera corriente dos libros de contabilidad: Los
efemérides o diarios y los trapedzitika grammata o libros de las cuentas. Los antiguos
escritores los citan con frecuencia. Sobre el particular G. Perrot escribe: “Por suerte, la
antigüedad nos ha conservado varios discursos atribuidos a Demóstenes, que nos
permiten seguir durante casi medio siglo la historia de una casa de la banca ateniense
bajo los tres jefes que la gobernaron sucesivamente: Arquestratos, Pasion y Formion;
casi podría decirse que estamos contemplando sus inventarios”.
ROMA
Roma, primero como República y luego como Imperio, de algo más de diez siglos de
existencia, con su legado para la humanidad, dejo en diferente orden el conocimiento
que hoy se instrumentaliza en la tecnología y la técnica, con su particular organización
social que deja huella en la Europa de la edad media y que identifica la visión latina
contemporánea. Ahora nos aproximaremos a la herencia de esta civilización en materia
contable.
La organización de la sociedad romana gravitaba en torno al derecho, así las cosas
eran meticulosas y formalistas, colocaban especial atención en tomar nota de todas las
operaciones por menores que ellas fueran, en razón a esto llevaban contabilidad tanto
los particulares, como los comerciantes y los banqueros.
El reconocimiento histórico del importante papel de la contabilidad para el control del
patrimonio, permitió hallar evidencias desde el siglo I a.C. en las que se encuentran
registros contables en libros de contabilidad que exponen de manera primigenia la
existencia de la partida doble. Existen pruebas del registro de la contabilidad familiar
(ingresos y ev) en un libro denominado Adversaria, que consolidaba información
mensual en otro denominado Codex o Tubulae. Sin embargo, el desarrollo contable en
Roma es más amplio. Desde sus inicios como sociedad poderosa de la época, se
destaco por sus grandes empresas agrícolas en las cuales se exigía entre otras para
su control, una contabilidad detallada. Esto se deduce de un texto literario que en latín
se lee De re rustica, una especie de manual del agricultor y que fiel a la letra dice: “se
hará la cuenta de la caja del grano en almacén, del forraje, del vino, del aceite, se
tomará nota de lo que se ha vendido, de lo que se ha pagado, de lo que queda por
cobrar, de lo que aún falta por vender”. Esto hace una descripción de la organización
contable y administrativa de la empresa agrícola.
En este tramo del recorrido histórico y arqueológico encontramos cierta firmeza
conceptual de la contabilidad en su proceso evolutivo disciplinar y práctico; los romanos
tenían un libro fundamental que denominaba cedex accepti et expensi que traduce,
código o libro de ingresos y gastos, en este se asentaban el valor, la clase y la fecha,
de todas las transacciones que en un inicio se habían anotado en otro libro
denominado adversaria, que era un libro resumen; otro libro que tenía importancia en la
organización social de Roma era el kalendarium o libro de préstamos, donde se tomaba
nota de los vencimientos del capital y los intereses; la importancia de lo anterior estriba
en el pasaje que tomamos fiel a la letra del autor consultado: “ Jueces, exclama
Cicerón, nos encontramos ante un hecho insólito como vais a ver: estamos oyendo
hablar de un hombre que nunca ha llevado contabilidad” (Suárez: 2004).
La actividad bancaria en Roma perfecciona el libro en mención y hacen del Codex un
verdadero libro de caja e implementaron otro libro denominado liber rationum o libro de
las cuentas, en el cual, cada cliente tenía una cuenta abierta a su nombre, las
anotaciones se denominaban Arcaria o créditos; para los investigadores contables el
Codex rationum era el verdadero libro principal que definía el sistema contable latino y
con una distinción particular en su proceso de anotación que llevo a confundir a los
intérpretes de estos textos con la partida doble, que inspiro en su momento y aún en
fechas recientes ha enconadas discusiones académicas y profesionales a nivel
mundial.
EL MEDIOEVO
Los hechos en el Medioevo, impactaron las prácticas contables. En general el término
se utiliza para significar la parálisis y el estancamiento del progreso y la cultura, que en
parte se explica por la desintegración del sistema económico y comercial.
Martínez Pino (2004) indica que la edad media, “no debe ser entendida como el
transcurrir oscuro, homogéneo, simétrico y sin ciertos destellos fulgurantes de
creatividad que llevaron a la humanidad a sentar las bases del ulterior desarrollo del
reino de la “ilustración””, sino que se constituye en el momento que configura “una
ruptura y un cambio de paradigma en las formas de ver el progreso y el desarrollo de
la sociedad”.
Afirma el autor que “la contabilidad como práctica reguladora de las relaciones
comerciales, solo aparece embrionariamente en la edad media y, en concreto en el
siglo XII; precisamente en una sociedad de intercambios limitados, en un marco
dominado todavía por una economía señorial constituida aún como la antípoda de la
economía de intercambio. Pero las categorías económicas vr.gr.: economía de
intercambio, por si solas, son incapaces de dar explicación al desarrollo de lo contable;
se requiere para ello, sin prejuicio de abocar el análisis de estas categorías; recabar
sobre el devenir de la historia social pero sobre todo de la historia política. En este
sentido, puede decirse, que el desarrollo vertiginoso del quehacer contable, estuvo
unido correlativamente a la formación y primer ascenso de la burguesía, es decir, a
una civilización burguesa y urbana en la que se concibe un nuevo espíritu de empresa
y una nueva organización de los negocios. Y, si se quiere penetrar en una explicación
más pormenorizada del asunto, es procedente relacionarlo con las transformaciones
políticas promovidas por esta civilización burguesa y urbana”. Con ello la contabilidad
en este periodo histórico se relaciona directamente con las prácticas de comercio que
tienen una estrecha relación con la esfera política (que emite la regulación y que en la
mayoría de los casos es la propietaria de los medios de producción), situaciones que
empiezan a estremecer las bases del feudalismo y que avizoran los momentos de un
nuevo modo de producción.
La desarticulación del sistema social romano deja al campesinado y al pueblo del
común a puertas de ligarse con la tierra que labraban y depender de los grandes
propietarios para obtener su protección y una rudimentaria administración de la justicia,
esto da inicio al régimen señorial, pero a la postre a la relación feudal; otro elemento
básico de este estadio se da al interior de la iglesia, la cual se encontraba fragmentada
como efecto de la caída de Roma, sin embargo otro rasgo característico se dio en el
campo del conocimiento, al cual se dedicaron con devoción al escribir enciclopedias, se
sistematizo y conservó el conocimiento de la humanidad elaborado hasta esa época;
en el siglo XI Europa estaba en proceso de evolución, la vida urbana y el comercio
regular a gran escala crecía, como el desarrollo social y cultural que se notaba
complejo, dinámico e innovador, la iglesia había consolidado su administración
alrededor de la figura institucional del Papa y se hizo parte de la administración del
gobierno de toda Europa, mediante los tribunales eclesiásticos, adicional como otra
característica, prospera el trabajo intelectual representado en la creación de las
instituciones educativas, como la universidad de Bolonia, otra particularidad la dan el
campo de las artes y las letras, la escritura dejo de ser actividad exclusiva de las
abadías y los monasterios y se masificó para toda la población, el latín le da el paso a
las lenguas vernáculas, para el siglo XIII la iglesia se convierte en la gran institución de
Europa y las relaciones internacionales se integran por la actividad comercial, en
especial por los banqueros y comerciantes italianos que extendieron sus actividades
por Francia, Inglaterra, los países Bajos y el norte de África, como por el imperio
germano; otro actor que entra en este intrincado escenario, es las Guerras Santas
representadas en las cruzadas que se iniciaron en el siglo XI y fueron predicadas por
el papado para liberar los lugares santos cristianos en el oriente próximo que estaban
en manos de los musulmanes, en ese momento las ciudades estado italianas se
independizan de la iglesia y para terminar, se presenta la reforma protestante.
El proceso social en general desde el feudalismo, permitió identificar como práctica
común el ejercicio contable en manos del señor Feudal que pese a las invasiones
remitió tal ejercicio al interior de los castillos donde se preservó su actividad. Así
mismo, los musulmanes promovieron el comercio y la práctica contable aún cuando
fuera en el marco del proceso de las conquistas.
Los investigadores siguen el rastro de los hechos y prácticas contables y establecen
una línea continua entre la civilización clásica y el presente estadio. En relación con el
tránsito de la práctica contable helénica, las invasiones a tierras de Egipto y el
asentamiento del Islam en estas tierras, en el año 650 y se establece la continuidad de
lo comentado, por cuanto hay hallazgos fidedignos de cuentas contables de los Árabes,
que suceden a las griegas. Ejemplifica Suárez (2004) así: “Poseemos inventarios,
cuentas corrientes, extractos de cuentas, cuentas domesticas, etc., en los papiros
encontrados en Egipto. Tal vez haya aquí un interesante campo para los arabistas,
tanto más cuanto que esta civilización Árabe se desarrollo en grandes centros
comerciales: Bagdad, Damasco, Sevilla, Córdoba…, Además, conviene señalar que el
Corán, que lleva la huella del origen mercantil de Mahoma, lejos de proscribir el
comercio, lo dice agradable a Dios. Es sabido que los árabes fueron grandes
comerciantes y que en todo el mundo Musulmán se estableció una importante corriente
de intercambio”.
Las Ciudades - Estado en su orden; Venecia, Génova y Florencia, permitieron dar
lustre a la Italia de la época, la prosperidad comercial de la primera, que era el puerto
de llegada y partida de los ejércitos cruzados y que tuvo el privilegio comercial de la
cuenca oriental del Mediterráneo hasta Rusia meridional, fundó para la posteridad y
hasta nuestros días la representación contable más perdurable en la humanidad, la
segunda, instalo su colonia en Constantinopla y los comerciantes genoveses dejaron
documentos interesantes de sus transacciones comerciales y la tercera, debe su
prosperidad a su industria, sus tejidos de lana y seda y sus productos de orfebrería;
aparecen los banqueros y los aseguradores de naves marítimas.
Con todos los hechos narrados y reconocidos hasta este momento nos disponemos a
situar la contabilidad de occidente; según la fuente documental y con el ánimo de
completar la respuesta a la pregunta formulada en el párrafo anterior, señalamos
apoyándonos en Suárez (2004): “Tres fases esenciales, más o menos diferenciadas,
pueden esquematizar la evolución de la técnica contable en la Edad Media. En su
forma primitiva, los documentos contables tenían como finalidad suplir los fallos de la
memoria cuando, por la amplitud de sus operaciones de crédito, los comerciantes se
vieron compelidos a consignar por escrito algunas de sus transacciones. Es la
contabilidad de tipo memorial. Poco a poco, y obligados por la necesidad, se fueron
desgajando del memorial primitivo diversas cuentas concretas: de personas
primeramente y de valores más tarde. Se asiste a la formación de la contabilidad por
partida simple que al final de su evolución estará integrada por un considerable
número de libros llevados cada vez de manera más racional. Por último, a partir del
siglo XIV o, tal vez incluso del XIII, nace en Italia el sistema de la partida doble, y se
perfecciona hasta la aparición, en 1494 de la primara obra impresa de la contabilidad”5.
El primer paso, que va del memorial a la partida simple, tiene su efecto por tres causas:
primero por el desarrollo del crédito, segundo por la creación de las sociedades
mercantiles y el tercero por el uso del contrato de mandato, adicional se identifica por
parte de los investigadores dos criterios particulares ha tener en cuenta como son los
sistemas monetarios y el uso de las numeraciones romana y arábiga.
Para los siglos XVII, XVIII y XIX los aportes de los autores en contabilidad se centran
en los diferentes sistemas contables que respetando la representación fundamental de
la partida doble se van a utilizar para satisfacer las necesidades puntuales de la
evolución y especialización de la información financiera en las empresas y la
administración gubernamental.