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SAN MARTÍN DE PORRES, MODELO DE VIDA PARA LA SOCIEDAD

“Donde hay fe, hay amor. Donde hay amor, hay paz. Donde hay paz está Dios. Y donde
está Dios, no falta nada.”

Nos acercamos a conmemorar el Día de San Martín Porres, celebración en la recordamos


su amor por Dios y el prójimo que fue reflejado en todas sus obras y milagros. Es por
ello, que en estos tiempos debemos considerarlo un modelo de vida, ya que muestra
diferentes virtudes como la humildad, la caridad y la obediencia, las que empleo para
mejorar la situación en la que vivía la gente en ese tiempo.

Por un lado, San Martín fue un hombre con un carácter humilde, lo que demostraba a
través de las oraciones y ayunos que hacía por los enfermos, para que estos puedan
recibir un milagro y poder sanarse. Como cuando con unas vendas y vino tibio sanó a un
niño que se había partido las dos piernas. Este santo nos deja un gran mensaje, que no
hay que ser ajenos al dolor del otro y siempre podemos ayudar, así sea desde pequeñas
acciones.

Asimismo, desde muy pequeño fue caritativo, gracias a la educación recibida en su


hogar. De los víveres que lo mandaba su madre a comprar, el compartía con los más
pobres. También realizó obras más grandes como construir un orfanato para los niños
abandonados de Lima. Él nos muestra que las circunstancias no son impedimento para
mostrar ayuda a los demás, pues el era capaz de compartir de lo poco que tenía.

En definitiva, la historia de vida y virtudes de San Martín de Porres, son un gran ejemplo
que debemos seguir y poner en práctica. El no sólo vivió lo que predicó, sino que fue
alguien pobre que en su pobreza ayudó a otros a salir adelante. Entonces, ¿Qué cosas
estamos dispuestas a hacer nosotros para ayudar a los demás?

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