Buenos Aires, Argentina

Martes 9 de agosto de 2022

AÑO LXXXVI Nº 168 TOMO LA LEY 2022-D ISSN: 0024-1636 - RNPI: 5074180

Doctrina

Procesos de reestructuración de deuda

financiera corporativa
Las cláusulas de acción colectiva y los consentimientos de salida
Tomás M. Araya Lucía Carro
Abogado (UNR). Master en Derecho Empresario con honores (Univ. Austral). Abogada (UBA). Becaria en Cornell Law School, Ithaca, Nueva York (2018).
Master en Leyes (New York University). Profesor Adjunto Interino (UBA). Se desempeña en el área de Servicios Financieros y Mercado de Capitales del
Profesor de posgrado (Univ. Austral y UCA). Estudio Bomchil.

SUMARIO: I. Introducción.— II. Emisiones internacionales de títulos de deuda.— III. Normativa cambiaria y crisis financiera.— IV. Reestructuración de deuda
financiera.— V. Conclusiones.

I. Introducción
E l objeto de este trabajo es des cr i -
bir las diferentes herramientas con que
cuentan los deudores corporativos para
reestructurar sus obligaciones finan-
cieras frente a una situación de crisis y
analizar algunos de los problemas que
se pueden presentar en la práctica, a la
luz de la normativa actualmente vigente
y la experiencia de los años 2020, 2021 y
2022.
Nuestro campo de estudio será la deu-
da financiera representada en títulos de
deuda [obligaciones negociables, según el
derecho argentino; notes, según el derecho
estadounidense (1)], por ser dicha deu-
da —normalmente— el monto más im-
portante, en términos cuantitativos, a ser
reestructurado, sin perjuicio de que tam-
bién puede existir deuda instrumentada
en préstamos bancarios, sujetos a ley local
o extranjera.
La temática requiere necesariamente el
análisis de cláusulas contractuales (pros-
pecto, contrato de emisión), de la normativa
específica de los títulos de deuda emitidos
(ley 23.576 de Obligaciones Negociables
[LON] y modificatorias) así como del régi-
men de la oferta pública aplicable a la emi-
sora (ley 26.431 de Mercado de Capitales y
modificatorias y normativa de la Comisión
Nacional de Valores [CNV]), del régimen
cambiario (2) y, en su caso, del régimen de la
ley 24.522 de Concursos y Quiebras [LCQ] y
modificatorias. Finalmente, en el caso de los
títulos de deuda emitidos vía oferta pública
en otra jurisdicción y sujetos a una ley ex-
tranjera, también deberá tenerse en cuenta
la normativa de mercado de capitales de la
ley extranjera aplicable (3).
II. Emisiones internacionales de títulos de
deuda
Debido al escaso volumen del mercado
de capitales local, cuando las condiciones
económicas lo permiten, las grandes com-
pañías argentinas acuden a los mercados
internacionales a fin de conseguir financia-
miento a través de la emisión de títulos de
deuda. En general, estos títulos se emiten
bajo la Regla 144A (que autoriza a ofrecer
dichos títulos a “compradores instituciona-
les calificados”, “qualified institutional in-
vestors” o QIBs) o bajo la Regulación S (que
autoriza a ofrecer los títulos a inversores
que residen fuera de los Estados Unidos),
en ambos casos sujetos a la legislación de
Nueva York. Ambas normas facilitan el pro-
ceso al eximir a las emisoras de la obliga-
ción de registrar los títulos de deuda que
se ofrecen, lo que —de no existir dichas
normas— sería obligatorio en virtud de la
normativa de mercado de capitales esta-
dounidense y la Securities and Exchange
Commission (SEC) (4).
Ahora bien, en aquellos casos [que serán
los más comunes  (5) ] en que los títulos de
deuda hubieran sido ofrecidos pública-
mente no solo en el exterior, sino también
en la Argentina, y se persiga la reestructu-
ración de dichos títulos, deberá ineludible-
mente cumplirse con normativa argentina.
Esta última impone obligaciones muy es-
trictas para la realización de cualquier tipo
de oferta pública sobre títulos valores  (6) ,
sin perjuicio de las obligaciones que la
emisora deba cumplir bajo la ley extranjera
aplicable.
III. Normativa cambiaria y crisis financiera
En el marco del restablecimiento de las
restricciones cambiarias desde el segundo
semestre de 2019 (7) —y su ulterior pro-
fundización—, en septiembre de 2020 el
Banco Central de la República Argentina
dictó la Comunicación “A” 7106, mediante
la cual se establecieron restricciones adi-
cionales para el pago de deuda financiera
externa y títulos de deuda locales denomi-
nados y pagaderos en moneda extranjera,
con fechas de vencimiento de capital pro-

Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) Si bien en el derecho estadounidense hay dife-
rencias entre notes, bonds y debentures, dependien-
do —entre otras cuestiones— de si los títulos gozan o
no garantías—, en este artículo utilizaremos estos tér-
minos de manera indistinta.
(2) Texto ordenado sobre Exterior y Cambios confor-
me a la Comunicación “A” 7272 del Banco Central de
la República Argentina, sus modificatorias y comple-
mentarias.
(3) En el caso de los títulos de deuda sujetos a la ley
de Nueva York, serán aplicables la Securities Act de
1934 y la Securities Exchange Act de 1934, así como la
normativa complementaria, particularmente la Rule
144A y la Regulation S.
(4) En el derecho estadounidense, ver OLIVA-
RES-CAMINAL, Rodrigo - DOUGLAS, John - GUYNN,
Randall - KORNBERG, Alan - PATERSON, Sarah - SIN-
GH, Dalvinder, “Debt Restructuring”, Oxford Univer-
sity Press, 2016, 2ª ed., ps. 150-1; en nuestro derecho,
ver PAOLANTONIO, Martín, “Operaciones financie-
ras internacionales”, Rubinzal Culzoni, Buenos Aires,
2002, ps. 148 y ss.
(5) Ello será así a fin de gozar de los beneficios im-
positivos que otorga la LON (art. 36 bis) y siempre que
se cumplan con los requisitos establecidos en el ar-
tículo 36 de la LON.
(6) Con anterioridad a octubre de 2020, la CNV no
había dictado una regulación especial sobre ofertas
de canje de títulos, por lo que toda oferta que invo-
lucrara títulos de deuda ofrecidos de manera pública
debía cumplir con el régimen general previsto en Ley
de Mercado de Capitales Nº26.831, la LON y las nor-
mas de la CNV (t.o. 2013 y modificatorias) para ofer-
tas públicas (conforme TUCULET, María Victoria, “Los
procesos de canje de deuda corporativa desde la ópti-
ca del derecho internacional privado”, TR LALEY AR/
DOC/2141/2020., p. 5; PAOLANTONIO, Martín E., ob.
cit., ps. 177-9). El 8 de octubre de 2020 se publicó en
el Boletín Oficial la res. gral. 861/2020 de la CNV, me-
diante la cual se regularon ciertos aspectos de los pro-
cesos de canje de deuda privada. Entre otras cuestio-
nes, se estableció que, en los casos de refinanciación
de deudas en los que se ofrezca el canje de títulos de
deuda, se considerará cumplido el requisito de colo-
cación por oferta pública cuando la nueva emisión sea
suscripta e integrada de la siguiente manera: (i) hasta
el 30%, en especie mediante la entrega de obligacio-
nes negociables privadas y/o créditos preexistentes; y
(ii) el remanente, en efectivo o en especie entregando
valores negociables originalmente colocados por ofer-
ta pública (siempre que la emisión sea suscripta e inte-
grada por personas que se encuentren domiciliadas en
el país o en países que no se encuentren incluidos en el
listado de jurisdicciones no cooperantes).
(7) Recordamos que, durante la presidencia de Ma-
cri, el DNU 609/2019 reimpuso las restricciones cam-
biarias que habían sido progresivamente derogadas
desde 2015. El decreto mencionado fue complemen-
tado por la Comunicación “A” 6770 —emitida por el

Nota a fallo de la ballena franca austral. Jurisprudencia

CFed. Mar del Plata, 03/06/2022. - Godoy, Rubén Oscar c.
Exploración sísmica Estado Nacional – Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sos- Amparo de salud
Pedido de paralización de actividades. Principio de precau- tenible s/ Amparo ambiental. 7 Niño con discapacidad. Prestadores ajenos a la obra social.
ción en el derecho ambiental. Medidas de control y asegu- Existencia de vínculo médico/paciente. Obligación de co-
ramiento. Evaluación de impacto ambiental. Análisis de los La compartimentación de la declaración de impacto bertura integral.
efectos acumulativos. Participación ciudadana. Protección ambiental (DIA) y su carácter condicional como CCiv. y Com., Lomas de Zamora, sala I, 11/07/2022. - G. M. V.
desmantelamiento de la cautelar ambiental c. OSDE (Organización de Servicios Directos Empresarios) s/
CORREO
FRANQUEO A PAGAR
Aníbal J. Falbo 8 Amparo. 10
ARGENTINO

CENTRAL B CUENTA N° 10269F1

2 | Martes 9 de agosto de 2022
gramadas entre el 15 de octubre de 2020
y el 31 de marzo de 2021 (fecha esta que
fue posteriormente prorrogada hasta el
31 de diciembre de 2022 (8)). Esta regula-
ción impuso a los deudores corporativos
con deuda financiera externa la obliga-
ción de presentar ante el Banco Central un
plan (9) que requería la refinanciación o la
reestructuración, al menos, de un 60% del
capital adeudado, mediante un nuevo en-
deudamiento externo que debía tener una
vida promedio de, al menos, dos (2) años,
permitiendo que los deudores acudan al
canal cambiario para abonar en los plazos
originales hasta el 40% del monto del capi-
tal por vencer (10).
La brusca caída en la actividad económica
ocasionada por la pandemia de COVID-19,
sumada a las mayores restricciones cambia-
rias y la falta de inversión externa, hizo su-
poner que se avecinaba una oleada de rees-
tructuraciones judiciales, litigios con acree-
dores hostiles (holdouts) y canjes compulsi-
vos de deuda financiera, lo cual finalmente
no ocurrió (11). Por el contrario, la mayoría
de las empresas lograron negociar exitosa-
mente acuerdos voluntarios y extrajudicia-
les con sus acreedores financieros, a través
de ofertas de canje realizadas en el marco de
procesos preventivos de administración de
pasivos que les permitió obtener— mayor-
mente (12)— una extensión en los plazos de
pago de capital, sin que se impusieran qui-
tas (13). En algunos casos, a fin de convencer
a los acreedores para que acepten los nuevos
títulos de deuda con plazos extendidos, los
deudores debieron otorgar garantías reales
sobre alguno de sus activos o bien ofrecer ga-
rantías de una o más compañías afiliadas.
Banco Central en la misma fecha—, la cual fue suce-
sivamente modificada y complementada por numero-
sas comunicaciones del Banco Central. Conforme a la
Comunicación “A” 6854, de fecha 27 de diciembre de
2019, las restricciones cambiarias inicialmente aplica-
bles hasta el 31 de diciembre de 2019 han sido estable-
cidas permanentemente.
(8) Conforme a la Comunicación “A” 7466 emitida
por el Banco Central el 3 de marzo de 2022.
(9) Para ampliar, puede verse ANICH Juan A., “La
refinanciación forzada. Comunicación “A” 7106”, TR
LALEY AR/DOC/3545/2020.
(10) Con esta normativa, según el informe del Banco
Central sobre Deuda Externa Privada al 31 de diciem-
bre de 2021, se registraron menores compras netas en
el mercado de cambios por unos US$2.500 millones
respecto de los vencimientos originales para el perío-
do comprendido entre la emisión de la norma y el 31
de diciembre de 2021. El informe está disponible en
www.bcra.gov.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/In-
forme%20Deuda%20Externa%20202112.pdf (última
fecha de acceso: 16 de junio de 2022). De acuerdo con
este informe, “las renegociaciones registradas duran-
te el cuarto trimestre de 2021 de unas 26 empresas
impactaron en menores compras netas en el mercado
de cambios por unos USD 330 millones respecto de
los vencimientos originales para ese mismo período”.
Asimismo, “… en el año 2021, se acumularon menores
pagos netos por más de USD 2.100 millones y de unos
USD 2.500 millones desde la emisión de la norma ori-
ginal”.
(11) Como en la mayoría de los países del mundo, los
Estados salieron al auxilio de las empresas. En nues-
tro país el Ministerio de Desarrollo Productivo dictó en
octubre del 2020 la res. 551/2020, mediante la cual
se creó el “Programa de Asistencia a Empresas Estra-
tégicas en proceso de Reestructuración de Pasivos”
(PAEERP) a fin de asistir económicamente a empresas
que tengan una necesidad justificada de reestructu-
ración de pasivos y que cumplan ciertas condiciones
(registren más de 500 empleados y vendan bienes o
servicios con alto contenido tecnológico y/o realicen
exportaciones con alto valor agregado). La asistencia
consistía, como regla general, en aportes no reembol-
sables que las empresas beneficiarias debían destinar
al pago del 50% de la masa salarial bruta que permita
el funcionamiento de la empresa. En esta misma épo-
ca —octubre de 2020— la CNV reguló por primera vez
de manera expresa a los procesos de canje de deuda
privada, a través de la res. gral. 861/2020 de la CNV
(ver nota al pie número 6).
IV. Reestructuración de deuda financiera
IV.1. Alternativas
Ante una situación de crisis financiera,
un deudor corporativo con títulos de deuda
emitidos públicamente en el mercado local
o internacional tiene a su disposición las
siguientes alternativas para reestructurar el
pago de dicha deuda, las que podrá utilizar
en forma individual o combinada:
a) recomprar los títulos de deuda a través
de negociaciones privadas con sus tenedo-
res, o bien lanzar una oferta de recompra
de títulos de deuda emitidos y en circula-
ción (14);
b) iniciar una solicitud de consentimien-
tos a fin de modificar ciertas condiciones de
emisión de los títulos de deuda emitidos y en
circulación, si las condiciones de emisión lo
permiten (15); y/o
c) lanzar una oferta de canje, que inclu-
ya una solicitud de consentimientos para
modificar ciertos términos de los títulos de
deuda existentes (a través de los denomi-
nados “consentimientos de salida”) y para
aprobar una propuesta de acuerdo pre-
ventivo extrajudicial (APE) (16). Tanto en
este supuesto como en el anterior, el deu-
dor podría inicialmente negociar con sus
principales acreedores y, luego de recibir
apoyos suficientes, lanzar públicamente la
oferta a todos sus acreedores a fin de apro-
bar una propuesta de APE tendiente a mo-
dificar las condiciones de emisión de los tí-
tulos emitidos o para canjear dichos títulos
por nuevos títulos.
(12) Existen por supuesto importantes excepciones,
como los casos de Vicentín S.A. y Molinos Cañuelas
S.A., en los que estos deudores no lograron alcanzar
acuerdos extrajudiciales con sus acreedores financie-
ros, lo que los llevó a presentarse en concurso preven-
tivo. Los procesos concursales de ambas empresas se
encuentran tramitando ante los tribunales comercia-
les de Reconquista, Provincia de Santa Fe, y Río Cuar-
to, Provincia de Córdoba, respectivamente. Adicional-
mente, también Araucaria Energy S.A. y SPI Energy
S.A. y su controlante Stoneway Capital Corporation
entraron en default, aunque en este caso el proceso
de reestructuración se llevó a cabo (y culminó exitosa-
mente) mediante la presentación en Chapter 11 bajo el
Bankruptcy Code de la sociedad controlante Stoneway
Capital Corporation, emisora de los títulos de deuda
que habían garantizados las subsidiarias argentinas.
(13) La característica principal de los procesos de
administración de pasivos es que normalmente no im-
ponen quitas de capital a los acreedores, a diferencia
de los procesos de reestructuración de deuda en sen-
tido estricto, en los que normalmente el deudor obtie-
ne quitas de capital sobre el nominal adeudado, lo que
se “extiende” al 100% de los acreedores a través de la
homologación judicial del acuerdo alcanzado con una
mayoría de ellos. Al respecto puede verse ETCHEBAR-
NE MIHANOVICH, Marcelo, “Acciones colectivas y con-
sentimientos de salida respecto de bonos públicos”, en
CABANELLAS DE LAS CUEVAS, Guillermo - DE REINA
TARTIÉRE, Gabriel, “Mercado de capitales”, Heliasta,
Buenos Aires, 2009, ps. 364 y ss.
(14) Esta opción de oferta pública de recompra de
obligaciones negociables fue muy utilizada —junto
con ofertas de canje— en las reestructuraciones de los
años 2003 y 2004 (CTI Holdings S.A., Banco Hipote-
cario S.A., Acindar Industria Argentina de Aceros S.A.,
MetroGAS S.A., Cablevisión S.A., Multicanal S.A., en-
tre otras). Puede verse, Deutsche Bank, “From Ashes
to APE”, publicado el10 de noviembre de 2003.
(15) Respecto de aquellos títulos que requieran la
unanimidad para modificar las “condiciones funda-
mentales” (capital, interés, plazo de pago), esta alter-
nativa permitirá solo modificar términos no económi-
cos. Ver apartado IV.2.b. de este trabajo.
(16) El APE es un proceso mayormente extrajudicial
regulado en los arts. 69 a 76 de la LCQ. El principal
efecto del APE es que una vez que se obtiene la homo-
logación judicial, sus términos son vinculantes para
todos los acreedores, incluyendo los acreedores que
no prestaron conformidad con el acuerdo. Ver aparta-
do IV.3.edel presente trabajo.
d) Finalmente, y ante el fracaso de las al-
ternativas descriptas, el deudor tendrá la op-
ción del concurso preventivo.
IV.2. Modificación de las condiciones de
emisión de las obligaciones negociables
IV.2.a. La situación con anterioridad a la
ley 
27.440 de Financiamiento Productivo
(LFP) y la exigencia de unanimidad
Ante una situación de restricción finan-
ciera, para prevenir o subsanar un incumpli-
miento, una emisora de obligaciones nego-
ciables tiene la posibilidad de intentar obte-
ner el consentimiento de sus tenedores para
modificar ciertas condiciones de la emisión.
Estas condiciones incluirán obligaciones
financieras (pago de capital, intereses, mo-
neda, entre otras) y compromisos no finan-
cieros (denominados covenants) por las
cuales el deudor se compromete a realizar o
abstenerse de realizar ciertos actos durante
el período en que los títulos de deuda se en-
cuentren pendientes de pago (17).
Hasta el año 2018, la LON requería el con-
sentimiento unánime de los tenedores para
modificar las “condiciones fundamentales”
de la emisión de títulos de deuda sujetos a ley
argentina (18). Si bien la norma no aclaraba
cuáles condiciones de la emisión debían ser
consideradas “fundamentales”, existía con-
senso a nivel doctrinario en que —como mí-
nimo— dicho término incluía los términos
“monetarios” o “financieros” de la emisión,
es decir, los vinculados con las condiciones
de pago del capital e intereses y las fechas de
vencimiento, entre otras cuestiones (19). Por
supuesto, las condiciones de emisión de las
(17) Sobre la importancia de los covenants como ele-
mento de protección para los acreedores puede verse
BRATTON, William C., “Bond Covenants and Creditor
Protection: Economics and Law, Theory and Practi-
ce, Substance and Process”, Georgetown Business,
Economics and Regulatory Law Research Paper No.
902910, disponible en https://scholarship.law.geor-
getown.edu/facpub/581 (última fecha de acceso 15 de
julio de 2022); en nuestro derecho, ver el análisis de
PAOLANTONIO, Martín, ob.cit., ps. 185 y sgtes.
(18) El artículo 14 de la LON exigía la conformi-
dad de la totalidad de los obligacionistas para mo-
dificar lo que la ley denominaba —por remisión al
artículo 354, Sección VIII, de la Ley General de Socie-
dades Nº 19.550 (junto con sus modificatorias y com-
plementarias, la “LGS”)— las “condiciones fundamen-
tales de la emisión”. El artículo 354 in fine de la LGS
establecía lo siguiente: “No se podrán alterar las con-
diciones fundamentales de la emisión, salvo que hu-
biera unanimidad”. Este artículo, así como el resto de
la regulación sobre debentures —artículos 325 a 360
de la LGS— (que no llegaron a utilizarse), se mantiene
todavía hoy en la LGS.
(19) Ver, por ejemplo, PAOLANTONIO, Martín E.,
“Obligaciones negociables”, Rubinzal Culzoni, Buenos
Aires, 2004, p. 109, y YOHMA, Carlos G., “Tratado de
las obligaciones negociables”, Depalma, Buenos Aires,
1994, p. 91. La escasa jurisprudencia local nos daba
ciertas pautas sobre qué podía entenderse como con-
diciones “fundamentales”, pero no nos permitía llegar
a una respuesta concluyente. En “Delafield Overseas
c. Hidroléctrica Piedra del Águila”, la Cámara Nacional
Comercial señaló que “la evaluación de cláusulas fun-
damentales se vincula esencialmente con la facultad
reservada del tenedor de ON (s) de ejecutar el dere-
cho provisto por la tenencia de esos títulos” (CNCom.,
Sala D, “Delafield Overseas Corp. S.A. c. Hidroeléctri-
ca Piedra del Águila S.A.”, 09/09/2004). El problema,
claro está, es que a partir del 2018 las condiciones fun-
damentales de la emisión han dejado ya de tener pro-
tección legal (ver apartado 4.2.2 de este trabajo).
(20) La Trust Indenture Act (TIA) —sancionada en
1939 - se aplica en el caso de títulos de deuda regis-
trados ante la SEC. De manera general, requiere que
designe a un “trustee” para actuar en beneficio de los
tenedores de títulos de deuda. El artículo 316 b) de la
TIA dispone lo siguiente: “Sin perjuicio de cualquier
otra cláusula del contrato de emisión para calificar,
el derecho de cualquier tenedor de un título de deuda
para recibir [el] pago del capital o de interés respecto
de dicho título de deuda, en o después de las fechas
obligaciones negociables podían ampliar el
listado de “condiciones fundamentales”, in-
corporando el requisito de la unanimidad
para otras condiciones, pero el camino in-
verso (es decir, permitir la modificación de
alguna de las “condiciones fundamentales”
por mayoría) no era admisible.
El sistema de nuestra ley —que siguió el
modelo estadounidense de la Trust Indentu-
re Act de 1939 (20) y tenía por objeto incen-
tivar la inversión— otorgaba una protección
total al obligacionista en estas cuestiones
“fundamentales” (capital, interés, fecha de
pago), al eliminar la posibilidad de que la
emisora pudiera acordar con ciertos acree-
dores alguna quita o un diferimiento en los
pagos, sin contar con la unanimidad de los
obligacionistas.
Esta protección implicaba que, incluso
una oferta de reestructuración que contara
con un significativo apoyo mayoritario de
los obligacionistas, no podía extender su ca-
rácter vinculante a todos ellos sin acudir al
APE y la presentación judicial. Por supues-
to, esta posibilidad estaba disponible solo
para aquellos deudores que nuestra LCQ in-
cluía entre los “sujetos comprendidos” (ar-
tículo 2), quedando fuera de este universo
las entidades financieras (21), que son recu-
rrentes emisoras de obligaciones negocia-
bles. En los Estados Unidos —donde inclu-
so hoy se exige la unanimidad para modifi-
car cuestiones de capital, interés o fechas de
pago (22), salvo que la emisora complete su
reestructuración vía Chapter 11— el sistema
es criticado por quienes defienden una so-
lución “contractual” al problema de la insol-
vencia (23).
previstas en el contrato de emisión de dichos títulos,
o de iniciar un juicio para la ejecución de dicho pago
en o después de la fecha respectiva, no podrá ser per-
judicado o afectado sin el consentimiento de dicho te-
nedor” (el texto original en inglés establece: “Notwi-
thstanding any other provision of the indenture to be
qualified, the right of any holder of any indenture secu-
rity to receive payment of the principal of and interest
on such indenture security, on or after the respective due
dates expressed in such indenture security, or to institute
suit for the enforcement of any such payment on or after
such respective dates, shall not be impaired or affected
without the consent of such holder...”). El fundamento
para la sanción de esta norma en 1939 fue evitar abu-
sos por parte de los accionistas de control y otros insi-
ders en reestructuraciones que habían sucedido a par-
tir de la crisis del año 1930 (ROE Mark J., “The voting
prohibition in bond workouts”, Yale Law Journal, 1987,
Vol. 97, ps. 232-79, disponible en SSRN: https://ssrn.
com/abstract=2448928— última fecha de acceso: 18
de julio de 2022). Al requerir la unanimidad, esta nor-
ma en la práctica incentiva la aparición de holdouts, lo
que en muchos casos dificulta la reestructuración por
vía no judicial (o, directamente, conduce a su fracaso).
En este caso, la empresa no tendrá otra alternativa
que iniciar un proceso de reorganización (reorganiza-
tion) bajo el Chapter 11 del Bankruptcy Code, donde la
regla del artículo 316 b) de la TIA (unanimidad) se ve
desplazada por las mayorías del Chapter 11 (dos ter-
cios del capital).
(21) Si bien existían posiciones encontradas en la doc-
trina, nuestros tribunales ratificaron la posición de que
los bancos no estaban habilitados para llevar adelante
un APE en el fallo “Banco Hipotecario” de la Cámara Na-
cional de Apelaciones en lo Comercial, sala D, de fecha
28 de abril de 2006, confirmado por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación con fecha 22 de febrero de 2011.
(22) Ver nota 20.
(23) Entre muchos, puede verse ADLER, Barry,
“A Theory of Corporate Insolvency ”, N.Y.U. L. Rev.
343 (1997) y SCHWARTZ, Alan, “A Contract Theory
Approach to Business Bankruptcy”, The Yale Law Jour-
nal, Vol. 167, Nº 6, abril 1998. Para una crítica de la re-
gla de la unanimidad del art. 316 (b) de la TIA, ver ROE
Mark J., ob. cit., ps. 232 y sgtes.; más recientemente,
en una postura no tan crítica, puede verse BRATTON,
William W. y LEVITIN, Adam J., “The New Bond Wor-
kouts” (2018). Faculty Scholarship at Penn Law. 1732,
disponible en https://scholarship.law.upenn.edu/fa-
culty_scholarship/1732 (última fecha de acceso: 15 de
julio de 2022).
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IV.2.b. La reforma de la LFP a la LON y las sión— obligatoria para todos los tenedores, Modificación
cláusulas de acción colectiva incluyendo aquellos que no hubieran dado Fecha Prospecto /
Emisora “condiciones CAC
su consentimiento expreso. Por consiguien- Suplemento
fundamentales”
En mayo de 2018, la LFP modificó la LON te, a partir de la reforma, no existe ya a nivel Suplementos de Prospecto
y permitió la inclusión de las llamadas “cláu- legislativo una diferenciación entre “condi-
sulas de acción colectiva” (CACs) en las con- ciones fundamentales” y “no fundamentales” de fecha 11 de febrero de
diciones de emisión de títulos de deuda su- de la emisión. Dicha diferenciación podrá S.A. San Miguel A.G.I.C.I. 2020, 23 de junio de 2020,
70% Prevista
jetos a ley argentina (24), dejando así de lado existir —o no— según lo que determinen las y F. 9 de febrero de 2021, 27 de
la distinción entre condiciones “fundamen- condiciones de emisión, que por supuesto agosto de 2021 y 7 de enero
tales” y “no fundamentales”. podrán continuar requiriendo la unanimidad de 2022
para modificar algunas materias. Suplemento de Prospecto
La LFP reemplazó el último párrafo del Banco Hipotecario S.A. de fecha 1 de octubre de 66,66% Prevista
artículo 14 de la LON por el siguiente: “Las Las emisoras locales comenzaron a incluir
2021
condiciones de emisión deberán contener CACs en sus títulos de deuda sujetos a ley
disposiciones en materia de quorum y ma- argentina, requiriendo en algunos casos ma- Suplementos de Prospecto
yorías, estableciendo, en su caso, aquellas yorías simples (50% o más del monto total de de fecha 11 de agosto de
Aeropuertos Argentina
modificaciones o dispensas de las condi- capital pendiente de pago) y en otros mayo- 2020, 30 de agosto de 2021, 66% Prevista
ciones de emisión que podrán ser apro- rías agravadas (75% o más) para modificar 2000 S.A.
14 de febrero de 2022 y 30
badas por las mayorías establecidas para ciertas “materias reservadas”, entre ellas las de junio de 2022
las asambleas extraordinarias, sin que sea relativas a condiciones financieras (capital,
Suplementos de Precio de
aplicable para este supuesto lo dispues- interés, moneda) u otras condiciones no fi-
to en el apartado “Modificaciones de la nancieras esenciales, como el lugar de pago, fecha 18 de noviembre de
Emisión” del art. 354 de la Ley General de la jurisdicción, la ley aplicable, la liberación Compañía General de 2020, 1 de junio de 2021, 13
66% Prevista
Sociedades 19.550 t.o. 1984 y sus modifica- de garantías, entre otras. Combustibles S.A. de septiembre de 2021, 21
ciones, respecto del requisito de la unani- de febrero de 2022 y 1 de
midad” (25). Algunas emisoras, sin embargo, man- junio de 2022
tuvieron el requisito de unanimidad para Suplemento de Prospecto
Las CACs autorizan a cierta mayoría de los modificar las “condiciones fundamentales”. Profertil S.A. 66%
de fecha 4 de junio de 2021 Prevista
tenedores a modificar cualquiera de los tér- A continuación se presenta un cuadro que
minos de los títulos de deuda, siendo dicha ejemplifica —de manera no exhaustiva— la Suplementos de Prospec-
modificación —una vez aprobada por las ma- inclusión de CACs en el mercado local du- to y Canje de fecha 2 de
yorías indicadas en las condiciones de emi- rante los años 2020, 2021 y 2022 (26). diciembre de 2020 y 9 de
John Deere Credit Com-
junio de 2021; y Suplemen- 66% Prevista
Modificación pañía Financiera S.A.
Fecha Prospecto / tos de Prospecto de fecha
Emisora “condiciones CAC 28 de septiembre de 2021 y
Suplemento
fundamentales” 7 de marzo de 2022
Suplemento de Precio de Suplementos de Prospecto
No pre-
Banco Santander Río S.A. fecha 13 de enero de 2020 y Unanimidad de fecha 28 de mayo de
vista BACS Banco de Crédito y
3 de marzo de 2021 2020, 5 de agosto de 2020, 60% Prevista
Securitización S.A.
Suplementos de Prospecto 19 de mayo de 2021 y 2 de
John Deere Credit Com- No pre-
de fecha 19 de febrero de Unanimidad febrero de 2022
pañía Financiera S.A. vista
2020 y 16 de junio de 2020 Suplementos de Precio de
Compañía General de
Prospecto Individual de No pre- fecha 2 de marzo de 2020 y 50% Prevista
Unanimidad Combustibles S.A.
fecha 29 de abril de 2020 vista 20 de mayo de 2020
Suplementos de Prospec- Suplemento de Prospecto
MSU Energy S.A.
to de fecha 29 de julio de TGLT S.A. de fecha 3 de febrero de 50% Prevista
75% Prevista
2021, 13 de diciembre de 2020
2021 y 11 de mayo de 2022 Suplementos de Precio de
Suplemento de Prospecto Banco de Galicia y Bue- fecha 16 de noviembre de
Banco Itaú Argentina
de fecha 6 de agosto de 75% Prevista nos Aires S.A.U. 2020, 12 de agosto de 2021 50% Prevista
S.A.
2021 y 11 de febrero de 2022
Industrias Metalúrgicas Suplemento de Prospecto y
Pescarmona S.A. Canje de fecha 2 de diciem- 75% Prevista Suplemento de Prospecto
Plaza Logística S.R.L. 50% Prevista
(IMPSA) bre de 2021 de fecha 4 de junio de 2021
Suplemento de Prospecto Suplementos de Prospecto
Roch S.A. y Canje de fecha 4 de mayo 75% Prevista de fecha 7 de septiembre
de 2022 Grupo ST S.A. de 2020, 26 de enero de 50% Prevista
Suplemento de Prospecto 2021, 17 de agosto de 2021
Telecom Argentina S.A. de fecha 3 de marzo de 75% Prevista y 9 de febrero de 2022
2022
Suplemento de Precio de
Banco Macro S.A. 75% Prevista Las emisoras que incorporaron CACs en Como regla general, consideramos que
fecha 21 de abril de 2022
las condiciones de emisión de sus obliga- una modificación de las condiciones de los
Suplementos de Prospec- ciones negociables están habilitadas para títulos de deuda (o un canje) realizada con-
to de fecha 13 de julio de reestructurar sus obligaciones por vía con- tractualmente vía CACs (y por ende, aplica-
Ledesma S.A.A.I. 75% Prevista
2020, 21 de julio de 2021 y 1 tractual, es decir sin necesidad de imple- ble respecto del 100% de los obligacionistas
de julio de 2022 mentar un APE para obtener la homologa- sin necesidad de acudir al APE) deberá estar
Suplementos de prospecto ción judicial. Por supuesto, el APE (o inclu- sujeta a las mismas exigencias de buena fe,
so el concurso preventivo) seguirá siendo no abuso del derecho o fraude a la ley (art. 52
de fecha 13 de mayo de 2020,
una opción necesaria cuando— además de in fine de la LCQ) y limitaciones en cuanto al
13 de julio de 2020, 31 de títulos de deuda —la emisora tenga deuda voto (art. 45 de la LCQ, aplicable por el art. 73
agosto de 2020, 19 de octu- bancaria —o de otro tipo— por un monto de la LCQ) que las ofertas que se instrumen-
bre de 2020, 16 de noviem- significativo, que sea necesario reestructu- ten a través de un APE, que presupone el
Pan American Energy
bre de 2020, 10 de diciembre 75% Prevista rar. control judicial.
S.L., Sucursal Argentina
de 2020, 10 de enero de
2021, 6 de abril de 2021, 5 de Esta particularidad de lograr una solución Más allá de la modificación legislativa del
julio de 2021, 1 de diciembre enteramente contractual al problema de la año 2018, debe tenerse presente que aque-
de 2021, 1 de febrero de 2022 crisis o dificultades financieras —o incluso llas empresas argentinas que consiguen fi-
la insolvencia— es una novedad en nuestro nanciación en los mercados internacionales
y 9 de mayo de 2022
país y genera algunos interrogantes. de deuda normalmente emiten títulos de

(24) Antes de la reforma del 2018, ver PAOLANTONIO,
Martín, “Obligaciones negociables”, ob. cit., p. 197 y ss. y
FUNES, María Victoria, “Las cláusulas de acción colectiva
en el proyecto de ley de Mercado de Capitales”, LA LEY,
2017-D, 799. Después de la sanción de la LFP, ver BRUNO,
Eugenio, “Aspectos legales de la deuda soberana argenti-
na. La reprogramación de los vencimientos, el uso de las
cláusulas de acción colectiva y los casos de Uruguay y Gre-
cia”, LA LEY, 2019-E, 680; SERRANO REDONET, Diego
M., “Modificaciones a la ley de obligaciones negociables”,
TR LALEY AR/DOC/1803/2018 y “Las cláusulas de acción
colectiva en las obligaciones negociables”, RDCO 304,
135; y TUCULET, María Victoria, ob. cit., p. 4. Recientemen-
te, para su aplicación en deuda soberana, ver DE LA CRUZ,
Andrés - LAGOS, Ignacio, “CACs at Work: What Next?”,
disponible en SSRN: https://ssrn.com/abstract=3765825
or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3765825
(25) Adicionalmente, la LFP incorporó un párrafo al
artículo 14 de la LON, autorizando expresamente que las
condiciones de emisión previeran un procedimiento para
obtener el consentimiento de la mayoría exigible de obli-
gacionistas sin necesidad de asamblea por un medio fe-
haciente que asegure a todos los obligacionistas la debi-
da información previa y el derecho a manifestarse.
(26) Un tema que no analizamos en este trabajo es si
la existencia de CACs incide (o no) en la cotización de las
obligaciones negociables y en su caso, en qué porcentaje.
Es decir, si el mercado “castiga” con una menor cotiza-
4 | Martes 9 de agosto de 2022
deuda (obligaciones negociables, para nues-
tro derecho; notes para el derecho estadou-
nidense) bajo la Regla 144A y la Regulación S
de la SEC, las cuales —si bien no están suje-
tas al Trust Indenture Act (TIA) (27)— en sus
condiciones de emisión normalmente conti-
núan incorporando el requisito de la unani-
midad. Este es el caso, por ejemplo, de YPF
S.A. (28), Compañía General de Combusti-
bles S.A. (29), Aeropuertos Argentina 2000
S.A. (30), Telecom Argentina S.A. (31), Banco
Hipotecario S.A. (32), entre otras.
Por lo tanto, respecto de estas empresas,
cualquier oferta de reestructuración que bus-
que obtener una quita en el capital o intereses,
o una extensión en las fechas de vencimiento
de estos títulos de deuda a través de una modi-
ficación en las condiciones de emisión, seguirá
requiriendo la unanimidad en aquellos casos
en que el prospecto así lo prevea, lo que signifi-
ca que solo será aplicable respecto de aquellos
tenedores que la acepten en forma expresa (33).
En estos casos, para “extender” los términos de
la oferta a los acreedores no participantes (“di-
sidentes”), el APE y la homologación judicial
continuarán siendo un instrumento necesario.
IV.3. Ofertas de canje
IV.3.a. Concepto
Las ofertas de canje permiten que una emi-
sora canjee sus títulos de deuda emitidos y en
circulación por nuevos títulos de deuda a emi-
tir por la misma emisora, que contendrán un
cronograma de pago y condiciones financie-
ras más convenientes, alineados con su capa-
cidad financiera (34).
Las ofertas de canje constituyeron la he-
rramienta más utilizada por las compañías
argentinas en procesos de administración de
pasivos o reestructuración de deuda ocurridos
entre 2020 y 2022. En muchos de estos proce-
sos, los deudores argentinos aprovecharon la
oportunidad para incluir CACs que requieren
el consentimiento de los tenedores que repre-
senten al menos el 50% del capital pendiente
de pago bajo los títulos existentes para modifi-
car cualquiera de sus condiciones de emisión,
excepto para aquellos “asuntos reservados” en
los que normalmente se estableció una mayo-
ría agravada (75%) (35).
Otras compañías adoptaron estrategias más
agresivas e incluyeron CACs de mayoría ab-
soluta (50%) para modificar cualquier asun-
ción a las obligaciones negociables que dejan de lado la
“unanimidad” e incorpora “CACs”. Sobre el tema, antes
de la reforma del 2018, ver PAOLANTONIO, Martín, ob.
cit., p. 200 y la doctrina extranjera allí indicada.
(27) BRATTON, William W. - LEVITIN, Adam, ob. cit.,
p. 1603.
(28) YPF S.A., Amended and Restated Exchange
Offer and Consent Solicitation Memorandum de fecha
25/01/2021.
(29) Compañía General de Combustibles S.A., Ex-
change Offer Memorandum de fecha 16/09/2021
(30) Aeropuertos Argentina 2000 S.A., Exchange
Offer Memorandum and Consent Solicitation Statement
de fecha 28/09/2021
(31) Telecom Argentina S.A., Listing Memorandum de
fecha 01/09/2020
(32) Banco Hipotecario S.A., Exchange Offer Offering
Memorandum de fecha 08/09/2020.
(33) Como se explica más adelante (ver apartado
4.3.1 de este trabajo), en los últimos años la exigencia de
unanimidad en los títulos de deuda bajo la Regla 144A y
la Regulación S de la SEC ha comenzado a flexibilizar-
se —al menos en los casos de algunas empresas argenti-
nas—, existiendo ya casos en que se ha dejado de lado la
unanimidad y se han aceptado cláusulas de modificación
con una mayoría del 75%.
(34) OLIVARES-CAMINAL, Rodrigo y otros, ob. cit.,
p. 138.
(35) Ver cuadro incluido en el apartado 4.2.2 del pre-
sente trabajo (IMPSA S.A., Roch S.A., John Deere Credit
Compañía Financiera S.A.)
(36) Ver, por ejemplo, la oferta local de canje de enero
de 2021 de YPF S.A. (que también contó con una oferta
to, sin establecer mayorías agravadas para la
enmienda de condiciones financieras de la
emisión (36).
Con respecto a los títulos emitidos bajo ley
de Nueva York, a pesar de la tradicional reti-
cencia del mercado estadounidense a aceptar
la inclusión de CACs en las condiciones de
emisión, algunas emisoras argentinas logra-
ron en este período incluir este tipo de cláu-
sulas en los nuevos títulos de deuda sujetos a
ley de Nueva York. En particular, durante los
años 2021 y 2022, Empresa Distribuidora de
Electricidad de Salta S.A. (EDESA) (37), Com-
pañía Latinoamericana de Infraestructura y
Servicios S.A. (CLISA) (38), Genneia S.A. (39),
Mastellone Hermanos S.A. (40) e IRSA Inver-
siones y Representaciones S.A. (IRSA) (41)
incluyeron CACs en las condiciones de los
nuevos títulos de deuda emitidos en virtud de
sus ofertas de canje. En estos casos, entonces,
se podrá modificar cualquiera de los asuntos
o materias “reservadas” (incluso, cuestiones
de capital, intereses o fechas de pago) con el
consentimiento de tenedores que represen-
ten, al menos, 75% del monto total de capital
pendiente de pago (o 90%, en el caso de IRSA).
IV.3.b. Ofertas de canje y consentimientos
de salida
IV.3.b.i. Concepto
Si bien la modificación de mayo del 2018 a
la LON facultó a las compañías argentinas a
incorporar CACs en las condiciones de emi-
sión de sus obligaciones negociables, la reali-
dad es que en 2020 la gran mayoría de títulos
de deuda emitidos por compañías argentinas
todavía no habían incorporado dichas cláusu-
las.
En este contexto, a fin de llevar adelante con
éxito sus procesos de administración de pasi-
vos y reestructuración de deuda, las compa-
ñías argentinas recurrieron a otro mecanismo
normalmente utilizado en los mercados inter-
nacionales para fortalecer las ofertas de canje
e inducir a los obligacionistas a participar: los
consentimientos de salida (exit consents).
Típicamente, la emisora realiza una oferta
de canje sujeta a determinadas condiciones,
entre ellas (i) que la oferta tenga el apoyo de
un porcentaje mínimo de obligacionistas; y
(ii) que cada tenedor que acepte la oferta otor-
gue también su consentimiento (denomina-
do “consentimiento de salida” o exit consent),
internacional), en la cual se estableció la mayoría abso-
luta para modificar cualquier condición de emisión de los
nuevos títulos, sin incluir ningún “asunto reservado” que
requiera unanimidad o una mayoría agravada.
(37) EDESA, Exchange Offer and APE Solicitation de
fecha 05/03/2021.
(38) CLISA, Exchange Offer Memorandum and Con-
sent Solicitation Statement de fecha 15/07/2021.
(39) Genneia S.A., Exchange Offer and Consent Solici-
tation de fecha 02/08/2021.
(40) Mastellone Hermanos S.A., Listing Exchange
Offer Memorandum de fecha 18/03/2022.
(41) IRSA, Exchange Offer Memorandum de fecha
16/05/2022.
(42) Existe una vasta bibliografía sobre los consen-
timientos de salida. Entre otros, ver COFFEE, John C. -
KLEIN, William A., “Bondholder Coercion: The Problem
of Constrained Choice in Debt Tender Offers and Re-
capitalizations”, The University of Chicago Law Review,
Vol. 58, Nº 4, 1991, ps. 1207 y ss., disponible en: https://
scholarship.law.columbia.edu/faculty_scholarship/515
(última fecha de acceso: 18 de julio de 2022); BUCCHEIT,
Lee - GULATI, Mitu, “Exit Consents in Sovereign Bond Ex-
changes”, UCLA Law Review, Vol. 48, 2000-2001, ps. 59
y ss.; y LIU, Benjamin, “Exit Consents in Debt Restruc-
turings”, 13/02/2017, disponible en SSRN,https://ssrn.
com/abstract=2916453 o http://dx.doi.org/10.2139/
ssrn.2916453 (última fecha de acceso: 30 de mayo de
2022).
(43) ROE, Mark J., ob. cit., p. 236: “In a basic exchange
offer, bondholders that do not exchange will be enriched at
the expense of those that do: the exchange will leave the
company able to pay the diminished fixed debt to the hol-
para que la asamblea de obligacionistas (o
bien a través de cualquier otro medio que pre-
vean las condiciones de emisión) apruebe una
resolución que deje sin efecto determinados
compromisos (“covenants”) asumidos por
la emisora —o un garante— que, al proteger
su solvencia y capacidad de pago, indirecta-
mente protegen el valor de las obligaciones
negociables. De esta manera, a través de los
consentimientos de salida y siempre que se
alcance una mayoría, la emisora logrará que
los títulos existentes resulten menos atractivos
que los nuevos que, en forma simultánea, es-
tará ofreciendo la compañía (42).
Los compromisos que el deudor intentará
eliminar o modificar a través de la técnica de
los exit consents serán normalmente condi-
ciones no esenciales (no monetarias) de la
emisión, como la obligación de no otorgar
garantías sobre sus activos, no contraer más
deuda o disponer de sus activos, las cláusulas
de cross-default o incumplimiento cruzado,
la restricción a la realización de ciertos pagos
o transacciones con entidades vinculadas,
ciertos supuestos de incumplimiento, entre
otros. Asimismo, los consentimientos de sali-
da pueden también procurar la modificación
de las cláusulas de aceleración de la deuda,
mediante el agravamiento de los porcenta-
jes de consentimientos requeridos para dar
por decaídos los plazos de pago en caso de
incumplimiento o disminuyendo los porcen-
tajes necesarios para subsanar el incumpli-
miento.
En definitiva, el alcance de los compromi-
sos que se eliminan dependerá del caso con-
creto y el nivel de apoyo que la oferta de canje
espera recibir de los obligacionistas.
IV.3.b.ii. Fundamento y objeto
El fundamento de los consentimientos de
salida es principalmente económico y deriva
de la tensión existente entre los obligacionis-
tas que apoyan el canje y aquellos que no lo
acompañan. En efecto, los fondos que el emi-
sor deberá —en su caso— utilizar para pagar
a los tenedores que no acepten participar del
canje (disidentes o holdouts) serán obteni-
dos —finalmente— de aquellos fondos que
no cobrarán los tenedores que aceptaron el
canje (43).
Para resolver este problema y evitar que los
acreedores aceptantes del canje decidan re-
vocar su consentimiento, si existe un alto por-
dout bondholders in full. Indeed, the exchanging bond-
holders might be made worse off, since they help assure
payment to the holdouts. If the subsidy to the nonexchan-
ging bondholders is greater than their savings in avoided
bankruptcy costs, each bondholder is better off refusing to
exchange. If enough bondholders refuse, they will frustrate
the workout”.
(44) Junto con los consentimientos de salida apa-
recen los “consentimientos de pago” (payment con-
sents) que —en esencia— involucran un pago por parte
de la emisora a favor de aquellos obligacionistas que
participen del canje y expresamente acepten otorgar
un poder que permita —vía resolución asamblearia de
obligacionistas— implementar las modificaciones pro-
puestas a los “viejos” títulos. En el derecho estadou-
nidense, su legalidad se admite desde el caso “Kass
v Eastern Airlines, Inc.”, (Del. Ch, 14 de noviembre de
1986). En el derecho inglés, en el año 2015 se anali-
zó el tema de la legalidad de los consentimientos de
pago en el caso “Azevedo and another v Imcopa Im-
portacao, Exportaacao E Industria De Oleos Ltda and
others” [2013] EWCA Civ 364, [2015]. Los hechos eran
los siguientes: Impoca, una compañía brasileña, entró
en dificultades financieras y sus asesores financieros
diagramaron un plan de reestructuración extrajudicial
que en esencia requería contar con el apoyo de bonis-
tas que representaran al menos el 75% de los títulos
de deuda para implementar ciertas modificaciones a
sus condiciones. Las modificaciones propuestas invo-
lucraban, entre otros supuestos, cambios a cuestiones
financieras de los bonos, incluyendo una extensión en
la fecha de pago del interés y capital. A fin de inducir a
los bonistas a que acompañen el plan, las condiciones
centaje de holdouts, los consentimientos de
salida operan como un elemento de disuasión
dirigido a los tenedores reticentes a aceptar el
canje, ya que —de no aceptarlo— quedarán
con los títulos “viejos”, despojados de todo tipo
de protección o garantía (44).
Por su naturaleza, toda estructura con
consentimientos de salida tiene algún ele-
mento de presión. En palabras de Buchheit y
Gulati, los exit consents “tienen la intención,
después de todo, de alentar a un potencial
bonista holdout a aceptar una oferta que el
holdout no aceptaría, si no fuera por la po-
sibilidad de terminar con un bono sin im-
portantes compromisos protectores, que de
otra manera les resultaría atractivo” (45). El
problema tiene más que ver con la “salida”
que con el “consentimiento”: quienes han
prestado su conformidad a las modificacio-
nes no son quienes tendrán que convivir con
ellas, puesto que ya han aceptado canjear los
bonos (46).
En muchos supuestos la técnica es necesa-
ria para el éxito de la operación de administra-
ción de pasivos o reestructuración de deuda,
ya que —por ejemplo— la emisora necesitará
tomar más deuda o dar en garantía ciertos bie-
nes a favor de los obligacionistas que acepten
el canje y las condiciones de emisión de los tí-
tulos “viejos” no lo permiten.
IV.3.c. Los consentimientos de salida en
nuestro derecho
En sus procesos de administración de pasi-
vos, la mayoría de las emisoras argentinas que
lograron reestructurar sus pasivos entre los
años 2020 y 2022 (cuyas condiciones de emi-
sión requerían unanimidad para la modifica-
ción de las “condiciones fundamentales” de
los títulos existentes) utilizaron el mecanismo
de los consentimientos de salida como un ele-
mento disuasorio para convencer a los obliga-
cionistas de la conveniencia de la aceptación
del canje.
A modo de ejemplo, la oferta de canje de
Genneia S.A. de fecha 2 de agosto de 2021, su-
jeta a ley de Nueva York, estableció que cada
uno de los tenedores que aceptara el canje de-
bía brindar su conformidad a ciertas modifi-
caciones a los títulos “viejos”, tales como: (1) la
eliminación de ciertos compromisos del deu-
dor, incluyendo su obligación de no exceder
ciertos límites de deuda, pagos restringidos,
venta de activos y transacciones con entida-
de emisión de manera transparente ofrecían un pago
(referido como “consentimiento de pago”) a favor de
aquellos bonistas que aceptaran votar favorablemen-
te las modificaciones propuestas. La oferta estableció
que cada tenedor de títulos de deuda que diera ins-
trucciones válidas para votar a favor de la resolución
que, entre otras cuestiones, cancelaría un pago de
intereses, y que no las revocara, recibiría un pago por
consentimiento de US$ 25,94 por cada US$ 1.000 del
valor nominal de los títulos de deuda en su poder. Este
monto era la mitad del importe del pago de intereses
adeudado. Los demandantes manifestaron que estos
pagos violaban el principio pari passu, ya que trataban
de forma diferente a los tenedores de títulos de deuda
que dieran el consentimiento respecto de los que no
lo hubieran hecho; en segundo lugar, sostuvieron que
los pagos por consentimiento constituían una compra
de votos o soborno, lo que implicaba que las solicitu-
des de consentimiento y las resoluciones resultantes
debían ser consideradas ilegales. El tribunal rechazó
los argumentos de los demandantes y confirmó la va-
lidez del plan, con los consentimientos de pago. Sobre
el tema puede verse KANCHEV, Tsano, “Exit Consent
Solicitations Post-Assenagon: A Relic of the Past?”,
Journal of Law and Jurisprudence 9(1), 2020, disponi-
ble en https://student-journals.ucl.ac.uk/laj/article/
id/1152/ (última fecha de acceso: 8 de julio de 2022).
(45) BUCHHEIT, Lee - GULATI, Mitu, “Exit consents
in sovereign bond exchanges”, UCLA Law Review, Vol.
48, 2000, p. 68; disponible en: https://scholarship.law.
duke.edu/faculty_scholarship/1304 (última fecha de ac-
ceso: 18/07/2022).
(46) BUCHHEIT, Lee - GULATI, Mitu, ob. cit., p. 70.

des vinculadas, entre otros; (2) la eliminación
de algunos supuestos de incumplimiento, in-
cluyendo el incumplimiento de obligaciones
de pago de deudas o sentencias definitivas
por montos que superen los US$ 20 millones;
y (3) el incremento del porcentaje de capital
requerido para que los tenedores aceleren el
vencimiento de los títulos existentes frente al
acaecimiento de un supuesto de incumpli-
miento (de 25 a 85%) (47).
Existe un amplio consenso —tanto en el
derecho comparado como en nuestro dere-
cho (48)— respecto de la legalidad de los con-
sentimientos de salida utilizados para eliminar
ciertas condiciones no monetarias y no esen-
ciales de los títulos, como ocurrió en el caso de
las empresas mencionadas precedentemente.
Sin embargo, con la modificación de la
LON en 2018, la situación podría llegar a ser
diferente si las condiciones de emisión de los
títulos permitieran —a través de CACs— la
modificación de las condiciones fundamen-
tales de la emisión (ya sea sus términos mo-
netarios o financieros u otros términos esen-
ciales no financieros —como las cláusulas
de jurisdicción, ley aplicable, lugar de pago,
etc.) y el emisor lograra la modificación de
dichas cláusulas a través de consentimientos
de salida. Dado el poco tiempo transcurrido
desde la reforma, no tenemos conocimien-
to de que existan casos de ofertas de canje
con consentimientos de salida que hubieran
tenido por objeto modificar las condiciones
financieras y esenciales de los títulos exis-
tentes (49).
Coincidimos en que durante la vigencia
del requisito de unanimidad (en la Argentina,
hasta el año 2018 y en los Estados Unidos has-
ta el día de hoy, en aquellos títulos públicos
sujetos a la TIA y también en aquellos no al-
canzados por esta norma, pero que hubieran
voluntariamente incorporado la exigencia de
unanimidad, siguiendo el art. 316 (b) TIA) los
consentimientos de salida representaron (y
aún representan) un instrumento muy nece-
sario para incrementar las chances de éxito de
una oferta de canje. Su justificación deriva de
la necesidad de contar con un elemento para
(47) Genneia S.A., Exchange Offer and Consent Soli-
citation de fecha 02/08/2021. Otros ejemplos de deu-
dores argentinos que han utilizado consentimientos
de salida en sus ofertas de canje realizadas entre 2020
y 2022 incluyen, entre otros: YPF S.A. (Suplemento de
Precio de Oferta de Canje y Solicitud de Consentimien-
to, 7 de enero de 2021, ps. 127 y ss.), EDESA S.A. (Oferta
de Canje y Solicitud de APE, 19/11/2020, ps. 38-9, CLISA
(Exchange Offer Memorandum and Consent Solicitation
Statement,15/07/2021), Genneia S.A. (Exchange Offer
and Consent Solicitation Memorandum, 02/08/2021),
Generación Mediterránea S.A. y Central Térmica Roca
S.A. (Exchange Offer and Consent Solicitation Memo-
randum, 22/10/2021), Aeropuertos Argentina 2000 S.A.
(Exchange Offer and Consent Solicitation Statement,
28/09/2021), EDESA S.A. (Exchange Offer and APE So-
licitation, 05/03/2021), Compañía General de Combusti-
bles S.A. (Offer to Exchange, 16/09/2021).
(48) En nuestra doctrina, Paolantonio defendió la le-
galidad del instituto, indicando que la circunstancia de
que el voto favorable a la modificación de las condiciones
de emisión sea inmediatamente seguido de su reemplazo
por un nuevo título valor “… no es decisiva para una apre-
ciación negativa de esta herramienta de reestructuración
de pasivos”, atento a que “no existe una prohibición legal
expresa al respecto y no cabe exacerbar el carácter indi-
vidual del derecho de crédito más allá de lo previsto por
el legislador” (PAOLANTONIO, Martín, ob. cit., p. 111 y ss).
Resaltó —con razón— que el instituto podía servir como
un eficaz “contrapeso” para estrategias de holdouts ante
crisis financieras, ya que dota de flexibilidad al régimen
del art. 354 de la LGS (que, recordamos, exigía unanimi-
dad), sin dejar de respetar “… la integridad económica del
crédito del titular que no desea aceptar el canje de deu-
da” (PAOLANTONIO, Martín, ídem.).
(49) Un caso similar, si bien no idéntico, es el de
TGLT S.A., que durante 2019 modificó ciertas condicio-
nes de los títulos de deuda para flexibilizar la ya pre-
vista posibilidad de convertir los títulos en capital en el
caso de una IPO o ante el cumplimiento de un deter-
“disciplinar” (50) a los obligacionistas oportu-
nistas que —ejerciendo un “abuso de la mino-
ría”— intenten extraer mayores beneficios, en
detrimento de la emisora y los restantes tene-
dores que, actuando de buena fe, hayan apo-
yado el plan de reestructuración.
Sin embargo, la posibilidad hoy vigente
de incorporar CACs que permitan modifi-
car cualquier término de las obligaciones
negociables por mayoría simple puede ge-
nerar incentivos para que ciertas emisoras
se vean tentadas a implementar estrategias
coercitivas a través de consentimientos de
salida que —en determinados supuestos—
podrían llegar a ser consideradas abusivas.
Es por ello esencial que las condiciones de
emisión prevean cláusulas de mayoría agra-
vada (75% o más) para la modificación de
ciertas “materias reservadas” que deberán
incluir no solo las “condiciones fundamen-
tales” (capital —interés— fecha de pago),
sino también todas aquellas cuestiones que
los obligacionistas consideren relevantes.
Más allá de ello, en aquellos supuestos en
que las modificaciones a las condiciones de
emisión de los “viejos” títulos involucren tér-
minos esenciales (financieros y no financie-
ros), deberá realizarse un análisis exhaustivo
del plan de reestructuración y de las condi-
ciones financieras de los nuevos títulos de
deuda ofrecidos a los obligacionistas, a fin
de determinar si el plan es beneficioso para
ellos en su conjunto (no solo para aquellos
que acepten el canje) y si existe un criterio
empresarial que justifique las modificacio-
nes propuestas.
En caso de que se acredite que el plan pro-
puesto tiene una justificación desde el punto
de vista empresarial y que las mayorías no se
hubieran obtenido violando normas contrac-
tuales [por ejemplo, con el apoyo de afiliadas
u otros insiders (51)] o de mala fe, debería res-
petarse lo resuelto por la mayoría y los jueces
no deberían intervenir.
Ahora bien, cuando de las circunstancias
del caso no surja con claridad un fundamento
comercial razonable de la oferta presentada
minado umbral de oferta pública de acciones en Esta-
dos Unidos o la Argentina, calificado como tal de bue-
na fe por el directorio. Ante la capitalización resuelta
en 2020, dos tenedores de obligaciones negociables
(Merkin Family Foundation y Tennenbaum Living Trust)
iniciaron acciones legales ante los tribunales de Nue-
va York, sosteniendo que la modificación incorporada
requería unanimidad y por ende no les era aplicable.
Según se informa en la memoria la sociedad al 31 de
diciembre de 2021, el juez rechazó el argumento de que
la conversión obligatoria de las obligaciones negocia-
bles (resuelta por el directorio, luego de una asamblea
de bonistas que flexibilizara la condición para ello) era
un término que según el art. 316 (b) de la TIA hubiera
requerido unanimidad. También rechazó que esta nor-
ma fuera aplicable al caso en virtud de que las obliga-
ciones negociables habían sido colocadas en forma
privada. Sin embargo, mantuvo abierta la discusión so-
bre la legalidad de la determinación del directorio que
permitió la capitalización (“Tennembaum Living Trust
and Merkin Family Foundation v. TGLT S.A. and THE
BANK OF NEW YORK MELLON”, caso Nº 1:20-cv-6938,
ante el US District Court of the Southern District of New
York, 30/08/2021).
(50) COFFEE, John C. - KLEIN, William A., ob. cit.,
p. 1233 (“Ultimately, eliminating all elements of coercion
from the recapitalization context would also disarm the
ability of the majority of the bondholders to discipline hol-
douts, and would thereby expose them to greater uncer-
tainty”).
(51) En los prospectos, normalmente se incluyen
cláusulas específicas que excluyen del cómputo para
el quorum y las mayorías aquellas obligaciones nego-
ciables que sean titularidad de la propia emisora o de
alguna de sus afiliadas al momento de la solicitud de
consentimientos. Un ejemplo es la siguiente cláusula
incluida en el Suplemento de Prospecto y Solicitud de
Consentimiento de Telecom Argentina S.A. de julio de
2020: “Las Obligaciones Negociables 2021 de titula-
ridad de la Compañía o de cualquiera de sus afiliadas
y sí, en cambio, un perjuicio para aquellos te-
nedores que resuelvan no acompañar el can-
je, no sería extraño que algún obligacionista
acuda a los tribunales (52) a fin de impugnar la
oferta de canje y solicitud de consentimientos,
alegando una violación del principio de bue-
na fe (53) o un abuso de los derechos por parte
de la mayoría (54) en detrimento de sus dere-
chos. En este caso, también deberá analizarse
si la pretensión de este obligacionista disiden-
te —al impugnar el canje— no constituye una
conducta oportunista o, incluso, abusiva.
IV.3.d. La cuestión en el derecho comparado
IV.3.d.i. Derecho estadounidense: el caso
“Katz v. Industries Oak” y la jurisprudencia
más reciente
En el derecho estadounidense (donde
sigue rigiendo la exigencia de unanimidad
del art. 316 (b) para modificar las condicio-
nes financieras, en aquellas emisiones de
deuda sujetas a la TIA), el fallo que ratificó
la licitud de los “exit consents” fue “Katz v.
Industries Oak” (55), en el cual se conclu-
yó que (i) la relación entre la emisora y los
tenedores de títulos de deuda es contrac-
tual, sin que existan deberes fiduciarios de
la emisora (o de su directorio) frente a los
obligacionistas; y que (ii) a falta de prohibi-
ción contractual, el test más apropiado para
determinar si la emisora habría violado una
obligación de buena fe frente a sus obliga-
cionistas era preguntarse si las partes que
negociaron el contrato (emisora/tenedores)
hubieran contractualmente restringido una
operación de canje como la ofrecida por
Industries Oak, que —en este caso— había
ofrecido por los títulos un valor superior al
de mercado. La respuesta del tribunal fue
negativa, particularmente dada la situación
de dificultades financieras en que se encon-
traba la compañía (56).
Aceptada en el derecho estadounidense
la licitud del instituto en sí, desde hace unos
años la discusión viró hacía la licitud de su
utilización en determinados supuestos (o en
realidad, hacia la licitud de las modificacio-
nes que a partir de esta técnica se intentaron
no serán consideradas en la determinación del valor
nominal de Obligaciones Negociables 2021 (i) que se
encuentre presente en la Asamblea de Tenedores, a los
efectos del quórum, o (ii) que hubiera votado a favor
de las Modificaciones Propuestas” (Telecom Argentina
S.A., Suplemento de Prospecto y Solicitud de Consen-
timiento, 07/07/2020, p. 52). Normalmente, los tér-
minos incluyen una definición amplia del término “afi-
liada” para incluir no solo subsidiarias, sino también
controlantes y sociedades sujetas a un control común.
Si bien la cláusula habla de “titularidad” y no de “con-
trol”, no puede descartarse que —en algún caso concre-
to— algún bonista disidente sostenga la procedencia de
una interpretación amplia del término.
(52) En aquellos títulos de deuda enteramente su-
jetos a la ley argentina, se aplicará la LON (art. 14) y,
por remisión, la LGS (arts. 354 y 355). En aquellos tí-
tulos de deuda sujetos a la legislación de Nueva York,
normalmente las condiciones de emisión de las obliga-
ciones negociables también prevén la aplicación de la
LON en lo que hace a la capacidad y autorización cor-
porativa del emisor para emitir los títulos, la autoriza-
ción de la CNV para la oferta pública y para “determi-
nadas cuestiones relativas a las asambleas de obliga-
cionistas”. El art. 14 de la LON establece que serán de
aplicación “en lo demás” los artículos 354 y 355 de la
LGS. El art. 354 de la LGS dispone que para la consti-
tución, funcionamiento y mayoría de las asambleas de
debenturistas (y por remisión, de obligacionistas) regi-
rán las normas de la asamblea ordinaria; mientras que
cuando se resuelva aceptar “modificaciones de las con-
diciones del empréstito”, regirán las mayorías exigi-
das para las asambleas extraordinarias en la sociedad
anónima. Por su parte, el art. 355 de la LGS reconoce a
los debenturistas y al fiduciario el derecho de impugnar
los acuerdos que no se tomen de acuerdo con la ley o
el contrato, aplicándose lo dispuesto en los arts. 251 a
254 de la LGS, previendo la competencia del juez del
domicilio de la sociedad. En los casos de doble legisla-
ción (ley de Nueva York - ley argentina), la indicación de
Martes 9 de agosto de 2022 | 5
incorporar en los términos de los títulos de
deuda), particularmente a partir de una lec-
tura más amplia del artículo 316 (b) de la TIA.
Los casos, en su gran mayoría, tienen que ver
con planes de reestructuración implemen-
tados por emisoras en dificultades finan-
cieras por vía contractual a través de ofertas
de canje con consentimientos de salida que
incluían, entre otras cuestiones, eliminación
de garantías de afiliadas (57), incorporación
de cláusulas que permitían la conversión a
capital de los títulos (58) y la eliminación de
covenants que restringía la venta de activos a
afiliadas, junto con una liberación de garan-
tías (59), entre otros.
En definitiva, la discusión hoy es si el art. 316
(b) de la TIA requiere la unanimidad solo para
modificar de manera perjudicial —“impair
or affect” de acuerdo con el art. 316 (b) TIA—
cuestiones que hacen al capital, interés o fecha
de pago de los títulos de deuda, o si también
dicha unanimidad se impone cuando se afec-
ta o perjudica la posibilidad real de cobro de
los obligacionistas (por ejemplo, ante la libe-
ración de garantías de terceros solventes o la
venta de los principales activos de la deudo-
ra), aun cuando aquellos términos esenciales
no hayan sufrido una modificación. Es decir,
si la norma protege el derecho de reclamar el
cobro, aun cuando las posibilidades de éxito
sean nulas (posición restrictiva) o si defiende
el contenido y alcance real de ese derecho en
la práctica (posición amplia).
IV.3.d.ii. Derecho inglés: el caso “Assenagon
Asset Management v. Irish Bank Resolution
Corp.”
Lo ocurrido en el precedente “Assenagon
Asset Management v. Irish Bank Resolution
Corp” (60) —resuelto por los tribunales ingle-
ses— puede servir de ejemplo para entender
la problemática que estamos describiendo.
En este caso, un tribunal inglés consideró
abusivos y contrarios a la buena fe a los con-
sentimientos de salida implementados por el
banco emisor (el Anglo Irish Bank Corpora-
tion Limited) en el marco de su proceso de re-
estructuración como consecuencia de la crisis
del 2008.
la ley del artículo 355 LGS genera no pocos interrogan-
tes que exceden el marco de este artículo.
(53) Art. 9º del Cód. Civ. y Com.
(54) Art. 10 del Código Civil y Comercial de la Nación.
(55) 508 A.2d 873 (Del. Ch. 1986).
(56) Una descripción de los hechos de “Katz v. Indus-
tries Oak” pueden verse en COFFEE, John C. - KLEIN, Wi-
lliam A., ob. cit., p. 1241 y en BUCHHEIT, Lee - GULATI,
Mitu, ob. cit., p. 70.
(57) “Federated Strategic Income Fund v. Mechala
Group Jamaica Ltd”, 1999 WL 993648 (S.D.N.Y. 1999).
(58) “YRC Worldwide Inc v. Deutsche Bank Trust Com-
pany America”, 2010 WL 2680336 (D Ct Kan 2010).
( 5 9 ) “ M a r b le g a te A s s et M g m t .  v. E d u c a t i o n
Mgmt. Corp.”, 75 F.Supp.3d 592 (S.D.N.Y. 2015). En este
caso, en primera instancia, el juez le había dado la ra-
zón a los obligacionistas impugnantes y había ordena-
do mantener la garantía de una afiliada (EMC), al con-
siderar que —en los hechos— la reestructuración “afec-
taba” o “perjudicaba” la habilidad o posibilidad prac-
tica (“practical ability”) del obligacionista de cobrar el
capital adeudado dado que —como consecuencia del
plan aprobado sin su conformidad— la emisora que-
daría sin activos para solventar los pagos, aun cuando
no se hubiera modificado ninguno de sus términos con-
tractuales. En segunda instancia, el Segundo Circuito
por mayoría revocó la decisión y sostuvo que el art. 316
(b) del TIA prohíbe modificaciones a las condiciones de
financieras esenciales de los títulos (capital, interés, fe-
cha de pago) realizadas sin consentimiento (es decir, sin
unanimidad), lo que en este caso no había sucedido. El
fallo de primera instancia fue mayormente criticado (en
este sentido, puede verse, HALBHUBER, Harald, “Debt
Restructurings and the Trust Indenture Act”, American
Bankruptcy Institute Law Review, Vol. 25, Nº 1, 2017, dis-
ponible en SSRN: https://ssrn.com/abstract=2782290
o http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2782290; y LIU, Ben-
jamin, ob. cit., p. 8.
(60) “Assenagon Asset Management SA v Irish Bank
Resolution Corp Ltd” [2012] EWHC 2090 (Ch).
6 | Martes 9 de agosto de 2022
En dicho proceso de salvataje y capitaliza-
ción del banco, y luego de aportes estatales
por un valor superior a los veintidós mil mi-
llones de euros, el gobierno irlandés lanzó
un programa tendiente a que los tenedores
de títulos aceptaran quitas (61). El plan se
implementó a través de una oferta de canje
y solicitud de consentimientos, en el cual se
ofreció a los tenedores de títulos nuevos tí-
tulos no subordinados y garantizados por el
gobierno irlandés a una tasa de 0,20/1, con
una simultánea solicitud de consentimiento
para que los tenedores aprobaran la inclu-
sión de una cláusula —en las condiciones de
los “viejos” títulos— que permitiera al banco
emisor rescatar y cancelar los títulos subor-
dinados “viejos” a un valor de 0,01 Euro por
cada 1 euro de valor nominal. Para participar
en el canje y recibir los “nuevos” títulos no
subordinados, los tenedores debían también
otorgar un poder para votar favorablemente
por la inclusión de la cláusula de rescate en
las condiciones de los “viejos” títulos subor-
dinados.
La propuesta consiguió el apoyo del 92%
de los tenedores subordinados, por lo que la
cláusula se tuvo por incorporada y el banco
rescató los títulos al valor indicado, es decir
0,01 euro por cada 1 euro.
El fondo Assenagon —que no había pres-
tado su conformidad ni había adherido al
canje— fue a la justicia alegando que (i) una
resolución de este tipo no estaba dentro de
las facultades de la mayoría; (ii) al momen-
to de la asamblea de tenedores que aprobó
la incorporación de la cláusula de rescate,
los tenedores que votaron a favor ya habían
prestado su conformidad para el canje y en
realidad tenían los títulos viejos “por cuenta”
del banco emisor, por lo que no debían ser
computados; y (iii) la resolución adoptada
constituyó un abuso de mayoría, porque no
otorgaba ningún posible beneficio a los te-
nedores como clase y su único objetivo era
perjudicar a aquellos tenedores que no ha-
bían participado de la oferta de canje, por lo
que debía ser considerada injusta y opresiva
de los derechos de la minoría.
Si bien el juez rechazó el primer argumen-
to, ya que las condiciones de emisión expre-
samente autorizaban —desde lo formal—
una resolución como la adoptada, aceptó
los otros dos declarando la ilegalidad de la
oferta respecto del actor.
Con relación al segundo argumento, el
juez consideró probado que —al momento
de la votación— los tenedores tenían los tí-
(61) PEEL, Robert, “Assesing the legality of coercive
restructuring tactics in UK Exchange Offers”, Journal of
Law and Jurisprudence, Vol. 4, Nº 162, 2015, p. 182 “By
30 September 2010, the Irish Government had provided
22.88bn in capital while a newly formed government
agency had acquired 6.5bn worth of distressed loans
from the issuer. While the Irish Government was seeking
to salvage the issuer, the claimant acquired its notes at
a discount to face value of between 0.418 and 0.420 per
nominal euro, the discount reflecting the fact that the no-
tes were subordinated and the Irish Government was not
expected to extend its guarantee of the notes at the pos-
sible expense of retail deposit holders”.
(62) El párrafo 13 del trust deed en virtud del cual los
bonos fueron emitidos disponía “Ni el emisor ni nin-
guna de sus subsidiarias estarán autorizadas a votar
en una asamblea de bonistas respecto a aquellas No-
tes que (alguna de ellas) tenga en su beneficio o por
su cuenta” (“Neither the Issuer nor any Subsidiary shall
be entitled to vote at any meeting in respect of Notes be-
neficially held by it or for its account”) (conforme “Asse-
nagon Asset Mgmt., SA v. Irish Bank Resolution Corp.”
[2012] EWHC 2090 (Ch) [63], citado por HERMANN,
Daniel P., “An Uneven Exchange? Developing a fair and
efficient approach to exit consents”, Rutgers Law Re-
view, Vol. 66:3, ps. 776 y ss., disponible en http://www.
rutgerslawreview.com/wp-content/uploads/2015/03/
HERRMANN-Final-Macro-11.4.14.pdf (última fecha de
acceso: 18 de julio de 2022). Aparentemente, el banco
había informado los resultados del canje y votación an-
tulos “en beneficio” o “por cuenta” del banco
emisor, por lo que no debían ser incluidos
dentro de la base de cómputo (62).
El tercer argumento (opresión de los de-
rechos de la minoría) es el más importante
para nuestro análisis, ya que algunas de las
conclusiones del fallo parecen ir en con-
tra del instituto de los consentimientos de
salida. La defensa del banco fue que: (i) la
oferta debía analizarse en el marco de su
proceso de reestructuración que debió ini-
ciar por la situación de aguda crisis finan-
ciera en que se encontraba (de hecho, el
banco estaba recibiendo apoyo estatal para
no quebrar); y (ii) el valor de la oferta de-
bía medirse en conjunto (es decir sumando
al casi nulo valor de rescate el valor de los
nuevos títulos ofrecidos en canje), atento a
que la oferta había sido realizada a todos los
tenedores. Mirada, entonces, en perspec-
tiva de toda la clase de tenedores (no solo
los que la habían rechazada), la oferta era
claramente beneficiosa.
Sin embargo, el juez consideró que el valor
de rescate implicaba una “expropiación” de
los derechos de los tenedores minoritarios y
que la conducta del banco emisor y de la ma-
yoría representaba una conducta “coerciti-
va” violatoria de los derechos de los tenedo-
res minoritarios, ya que finalmente la opción
que se les presentó fue aceptar el canje o co-
rrer el riesgo de no cobrar (prácticamente)
nada (euro 0,01) por los títulos (63). La deci-
sión fue mayormente criticada por la doctri-
na (64) y finalmente las partes llegaron a un
acuerdo antes de que la Cámara resolviera la
apelación.
IV.3.e. Ofertas de canje y APE
Finalmente, la emisora podrá incorporar
en sus ofertas de canje no solo solicitudes
de consentimiento para aprobar ciertas mo-
dificaciones a las condiciones de los títulos
existentes sino también para que la emisora
y los obligacionistas que acompañen la pro-
puesta —representados por un apoderado,
a quien aquellos deberán haber otorgado
un poder— puedan celebrar un APE bajo la
LCQ.
En aquellas emisiones en que se requiere
la unanimidad para modificar las condicio-
nes de emisión (es decir, cuando las condi-
ciones de los títulos no contengan CACs), el
APE es el único mecanismo que —una vez
alcanzada la homologación judicial (65)—
permitirá aplicar el plan presentado a la
totalidad de los obligacionistas, eliminando
tes de que efectivamente tuviera lugar la asamblea de
obligacionistas.
(63) Clifford Chance, “Liability Management: Exit
Consents and Oppression of the Minority”, 31/07/2021,
disponible en https://www.cliffordchance.com/
content/dam/cliffordchance/briefings/2012/07/
liability-management-exit-consents-and-oppres-
sion-of-the-minority.pdf (última fecha de acceso: 18 de
julio de 2022).
(64) Entre otros, puede verse: LIU, Benjamin, ob. cit;
KANCHEV, Tsano, ob. cit.; HERMANN, Daniel P., ob.
cit. - DRAKE, Keegan S, “The Fall and Rise of the Exit
Consent”, Duke Law Journal, Vol. 63, Nº 7, abril 2014,
ps. 1589-1624.
(65) Para que el APE reciba la homologación judi-
cial, el deudor deberá presentar ante el juez competen-
te cierta documentación relativa a sus activos y pasivos,
cierta información sobre sus acreedores, un detalle de
sus libros de comercio o de otra naturaleza, un listado
de los juicios o procesos administrativos en trámite o
con condena no cumplida, todo ello debidamente cer-
tificado por contador público (artículo 72 de la LCQ).
Asimismo, la propuesta de APE debe ser aprobada por
acreedores quirografarios que representen: (1) más del
50% de la totalidad de acreedores quirografarios, en
función del número de personas e independientemente
del monto de sus créditos; y (2) no menos del 66,66%
del pasivo quirografario total.
(66) El consentimiento de los tenedores de títulos de
deuda debe ser otorgado de conformidad con lo pre-
potenciales litigios o planteos de tenedores
disidentes.
La decisión del deudor de avanzar o no
con el APE dependerá del nivel de consenti-
mientos (66) alcanzado por la oferta de canje
y de la existencia o no de CACs en los títulos
de deuda que esté intentando reestructurar.
En caso de que no existan CACs, si un
porcentaje elevado de los tenedores —por
ejemplo, 95%— acepta otorgar su consenti-
miento y adhiere al canje, el deudor podrá
realizar las modificaciones acordadas a las
condiciones no financieras de los títulos
existentes, a fin de lograr que los títulos
que conserven los tenedores disidentes
sean menos atractivos. En esta situación,
una vez perfeccionado el canje, los títulos
existentes (viejos) y los nuevos coexistirán
y, oportunamente —siempre que no re-
suelva avanzar con la opción del APE—, el
deudor deberá pagar los viejos títulos a los
tenedores disidentes (holdouts) en los pla-
zos originalmente acordados.
En los casos en que la oferta de canje al-
cance un nivel de apoyo inferior, pero supe-
rior a un determinado porcentaje mínimo
de participación voluntaria que se habrá
indicado en la oferta, el deudor podrá op-
tar por celebrar el APE con el representante
designado por los obligacionistas. Presen-
tada la documentación que prevé la LCQ y
obtenida la homologación judicial, todos los
acreedores cuyos créditos están alcanzados
por el APE (normalmente referidos como
“afectados”) quedarán obligados por los tér-
minos de la reestructuración establecidos
en el APE, hayan o no prestado su consen-
timiento a la propuesta de reestructuración.
Por consiguiente, en estos casos el canje de
los títulos existentes será vinculante para to-
dos los acreedores y los viejos títulos dejarán
de existir.
Típicamente, el canje (o la firma del con-
trato o suplemento que haga efectivas las
modificaciones acordadas a las condiciones
de emisión de los títulos “viejos”) se imple-
mentará una vez que el APE sea homologa-
do judicialmente y tal decisión se encuentre
firme. En dicha oportunidad, se emitirán y
entregarán los “nuevos” títulos a todos los
tenedores, en canje de los “viejos” títulos.
No obstante, también existe la posibilidad
de estructurar el APE de forma tal que se lle-
ve a cabo el canje y se emitan los “nuevos”
títulos a favor de aquellos tenedores que hu-
bieran aceptado la oferta hasta determinada
fecha —siempre que se alcance un cierto
visto en las condiciones de emisión, que normalmente
requerirán que se convoque a una asamblea de tene-
dores, o a través de cualquier otro medio previsto en
los términos y condiciones de los títulos que podrían
no prever la asamblea. En su caso, en la asamblea los
tenedores que hubieran otorgado su consentimiento
para aprobar las modificaciones estarán representados
por un apoderado, conforme a la autorización y poder
otorgado en la solicitud de consentimiento. En caso de
que la única deuda “alcanzada” por el APE sean títu-
los de deuda y no exista unanimidad, el art. 45 bis de la
LCQ requiere —a los fines de la mayoría de personas—
computar un voto por la afirmativa y un voto por la ne-
gativa por lo que —en estos casos— la deudora deberá
solicitar al tribunal que la exima de obtener la mayoría
de personas si la mayoría de capital (dos tercios) está
presente. Sobre la aplicación del art. 45 bis al APE,
puede verse BARREIRO, Marcelo - LORENTE, Javier,
“Análisis crítico del régimen de verificación y votación
de créditos seriados a casi tres años de su vigencia”
TR LALEY 0003/011251 y los fallos “Multicanal S.A. s.
acuerdo preventivo extrajudicial” (Juzgado Comercial
Nº, 22.9.2003) y “Autopistas del Sol S.A. s. acuerdo
preventivo extrajudicial” (Juzgado Nacional Nº 17, del
29.12.2003), entre otros.
(67) Esta modalidad ya había sido utilizada en las
ofertas de canje con APE presentadas en las reestruc-
turaciones de 2003 y siguientes (Transportadora de
Gas del Sur S.A. (TGS), de MetroGAS S.A., de Transpor-
tadora de Gas del Norte S.A. (TGN) y de Compañía de
porcentaje mínimo —, aun antes de dictada
la homologación judicial. En estos casos, los
tenedores disidentes recibirán los “nuevos”
títulos en una instancia posterior, luego de
que el APE haya sido homologado judicial-
mente y esté firme (67).
IV.3.e.i. Las ofertas de canje con APE en el
período 2020-2022
Recientemente, las emisoras locales EDE-
SA S.A. (68) (2020) y CLISA (69) (2021) utili-
zaron la opción de ofertas de canje con so-
licitudes de consentimiento y poderes para
implementar modificaciones a las condi-
ciones de emisión y —de no alcanzarse un
umbral mínimo de consentimientos por vía
voluntaria— suscribir un APE.
Como el cómputo de las mayorías reque-
ridas para la aprobación del APE incluye a
todos los acreedores quirografarios afecta-
dos (artículo 73 de la LCQ), uno de los prin-
cipales desafíos para los deudores argenti-
nos (sobre todo cuando la oferta de canje
hubiera sido precedida por una transacción
de administración de pasivos en la cual el
deudor ya debió otorgar garantías para con-
vencer a los tenedores que acepten los nue-
vos títulos) es la interacción entre los tene-
dores quirografarios y los privilegiados y el
riesgo de que existan holdouts en ambas
categorías. En estos casos, la problemática
radica en cómo “utilizar” los apoyos de los
tenedores de obligaciones negociables con
garantía real (privilegiados, según la LCQ)
que estén de acuerdo en apoyar nueva la
oferta de reestructuración de las obligacio-
nes negociables, a fin de hacer jugar dichos
apoyos y minimizar eventuales holdouts
quirografarios. Será esencial, a estos fines,
analizar si los distintos tipos de títulos de
deuda derivan de un mismo contrato de
emisión (indenture) y los términos y ma-
yorías requeridas en dicho contrato para
la adopción de ciertas decisiones, como la
liberación de garantías.
Otro potencial conflicto puede generarse
por la coexistencia de dos o más leyes apli-
cables a los títulos de deuda u obligacio-
nes negociables. Sin perjuicio de que —en
las emisiones internacionales de títulos de
deuda— las condiciones de la emisión nor-
malmente habrán establecido la ley de Nue-
va York para regir la mayoría de los asuntos,
los títulos también son “obligaciones nego-
ciables” sujetas a ley argentina y, por lo tan-
to, la LON será aplicable para determinadas
cuestiones, entre ellas, las vinculadas con las
asambleas de obligacionistas (70).
Transporte de Energía Eléctrica en Alta Tensión Transe-
ner S.A., según informa SERRANO REDONNET, Diego,
“Las cláusulas de acción colectiva en las obligaciones
negociables”, ob.cit., nota 19) y recientemente se volvió
a utilizar en la oferta de canje de CLISA (en la que final-
mente no fue necesario que la deudora y los tenedores
suscriban un APE atento el altísimo porcentaje de apo-
yo que recibió la oferta de canje).
(68) Empresa Distribuidora de Electricidad de Salta
S.A., Suplemento de Prospecto, 19/11/2020.
(69) Compañía Latinoamericana de Infraestructu-
ra & Servicios S.A., Exchange Offer Memorandum and
Consent Solicitation Statement, 15/07/2021.
(70) Ver, por ejemplo, la cláusula de ley aplicable en
la emisión de Genneia S.A. del 02/08/2021: “The New
Notes Indenture and the New Notes shall be governed by,
and will be construed in accordance with, the law of the
State of New York; provided that the Negotiable Obliga-
tions Law governs the requirements for the New Notes
to qualify as obligaciones negociables thereunder while
such law, together with General Corporations Law No.
19,550, as amended and supplemented, the Argentine
Capital Markets Law, the CNV Rules and other applica-
ble Argentine laws and regulations, govern the capacity
and corporate authorization of the Issuer to execute and
deliver the New Notes, the authorization of the CNV for
the public offering of the New Notes in Argentina and
certain matters in relation to meetings of holders” (Gen-
neia S.A., Exchange Offer and Consent Solicitation,
02/08/2021, p. 307).

Si se procura realizar determinadas mo-
dificaciones mediante una asamblea de
tenedores, existirá el riesgo de que ciertas
decisiones no incluidas en el listado de
asuntos reservados puedan ser adoptadas
por una mayoría del capital que represen-
ten los tenedores presentes en la asamblea,
conforme lo establecido en el artículo 14
de la LON y el art. 354 de la LGS. En efec-
to, la ley argentina permite la celebración
de asambleas extraordinarias de tenedo-
res con la presencia de al menos el 60%
del capital en la primera convocatoria; y al
menos el 30% de capital en segunda con-
vocatoria. Una vez alcanzado el quorum,
las decisiones sobre las materias incluidas
en el orden del día se adoptarán por una
mayoría de capital de los tenedores presen-
tes, que podría representar un porcentaje
poco significativo sobre el total de capital.
Esto obligará a los tenedores disidentes a
asistir a la asamblea para votar en contra
de las modificaciones propuestas, lo que
puede traer algunas complicaciones prác-
ticas (71).
V. Conclusiones
A pesar de la crisis económica argentina
y de las restricciones cambiarias vigentes a
partir de septiembre de 2019, la gran ma-
yoría de empresas argentinas con títulos de
(71) En su oferta de canje del año 2021, YPF volunta-
riamente renunció al derecho a buscar la modificación
de ciertas cláusulas distintas a las “materias reserva-
das” con el quorum y mayorías indicados en las con-
diciones de emisión y la LON, que le hubieran permiti-
do calcular las mayorías sobre el capital representado
Nota a fallo
Exploración sísmica
Pedido de paralización de actividades.
Principio de precaución en el derecho am-
biental. Medidas de control y asegura-
miento. Evaluación de impacto ambiental.
Análisis de los efectos acumulativos. Parti-
cipación ciudadana. Protección de la balle-
na franca austral.
1. - No debe denegarse totalmente la posi-
bilidad de llevar adelante una explora-
ción tendiente a determinar la existen-
cia de recursos energéticos, por cuanto
por el momento y con el cumplimien-
to de las medidas de control y asegu-
ramiento dispuestas, no se advierte la
existencia de un “peligro inminente”
que justifique la adopción de una cau-
tela judicial que paralice definitivamen-
te las actividades que se llevan a cabo
en tal sentido.
2. - La obra emprendida, más allá de haber
sido presentada como un único proyec-
to, claramente se compone de diversas
etapas que hacen a su factibilidad en
forma sistémica y coordinada, con lo
que resulta claro que no se trata de va-
rias obras extractivas, con sus impactos
particulares, sino de un único proceso
en el que se aúnan los eventuales im-
pactos que puedan generarse.
3. - La actividad extractiva impone la ac-
tuación de diversas áreas de trabajo y
ellas deben ser analizadas y sopesadas
en forma conglobada, atendiendo a los
impactos directos, indirectos, acumu-
lativos y sinérgicos, delimitando con
claridad el ámbito espacial y los plazos
deuda con vencimiento entre los años 2020
y 2022 logró extender los vencimientos a
través de mecanismos contractuales como
las ofertas de canje, sin necesidad de llevar
adelante procesos judiciales de reestructu-
ración de deudas.
Si bien la posibilidad de incorporar CACs
pudo haber tenido alguna influencia en el
éxito de estos procesos, creemos que —si la
tuvo— la incidencia no fue relevante, espe-
cialmente para aquellas empresas con títu-
los de deuda sujetos a ley de Nueva York.
Ello así en virtud de que —en el período
bajo análisis— todavía casi la totalidad de
dichos títulos requerían unanimidad para
aprobar modificaciones de términos finan-
cieros esenciales (capital, interés, fecha de
pago) en detrimento de los obligacionistas.
La implementación de elementos di-
suasorios —como los consentimientos de
salida— a través de modificaciones a las
condiciones de emisión de las obligaciones
negociables/notes se justifica para neutra-
lizar conductas oportunistas de holdouts
que intenten extraer beneficios desme-
didos y pongan en riesgo la reestructura-
ción. Sin embargo, dichas modificaciones,
particularmente cuando están orientadas
a eliminar o modificar en detrimento de
los obligacionistas alguna de las condicio-
por los obligacionistas presentes en la asamblea, una
vez que el quorum hubiera sido obtenido. YPF mani-
festó que solo implementaría las modificaciones pro-
puestas si la resolución propuesta obtuviera el apoyo
de más del 50% del capital adeudado y en circulación
de las series de las obligaciones negociables afectadas
temporales en que se pone en práctica
determinado proyecto, diseñado en el
marco de una clara política estatal que
considere además a los impactos de
corte global como el cambio climático,
destrucción de la capa de ozono, etc.
4. - La actuación razonable del principio de
precaución se constituye en una herra-
mienta armonizadora del concepto de
desarrollo sustentable, y en modo algu-
no se opone al progreso, sino a prevenir
aquella generación de un daño ambien-
tal que pueda ser preventivamente evi-
tado.
5. - El deber de prevención del daño cobra
dimensiones especiales en materia am-
biental, sobre todo debido a las dificul-
tades encontradas a la hora de reparar
las consecuencias de los daños ya oca-
sionados.
6. - A la hora de evaluar el posible perjuicio
ambiental de las actividades, para de-
terminar judicialmente si corresponde
suspenderlas cautelarmente, suele ser
fundamental la óptica brindada por el
principio precautorio.
7. - El principio de precaución es más amplio
que el de prevención, pues implica no
solo diligencia ante las consecuencias
previsibles de una actividad, sino tam-
bién prudencia ante las dudas o faltas
de conocimiento sobre sus probables
consecuencias.
8. - Las evaluaciones de impacto ambiental
resultan ser, por esencia, herramientas
de naturaleza preventiva, con capaci-
nes fundamentales o “materias reserva-
das” —supuesto hoy legalmente posible en
nuestro país—, no pueden carecer de una
justificación empresarial ni basarse en un
mero criterio punitivo respecto de aquellos
obligacionistas que resuelvan no participar
del canje, como tampoco haber sido ob-
tenidas en violación a las condiciones de
emisión o de la ley.
Como regla general e independiente-
mente de la ley aplicable, la modificación
de las condiciones de los títulos de deuda
(o un canje) realizada contractualmen-
te por una emisora argentina mediante la
utilización de CACs (y por ende, aplicable
respecto del 100% de los obligacionistas sin
necesidad de acudir al APE) debería estar
sujeta a las mismas exigencias que aquellas
ofertas instrumentadas a través de un APE,
a saber: el respeto al principio de buena fe,
no incurrir en un abuso del derecho o frau-
de a la ley y las limitaciones en cuanto al
voto impuestas por la ley argentina.
En los próximos años veremos si la al-
ternativa contractual de reestructuración
de deuda a través de CACs —es decir, sin
APE y por ende sin intervención ni control
de nuestros tribunales o, cuando menos,
con un APE incluido entre las opciones,
pero finalmente no utilizado— termina de
por dicha modificación. En caso contrario, la compa-
ñía se comprometió a no suscribir ningún suplemento
vinculado con las series de dichas obligaciones nego-
ciables existentes, que no serán modificadas. La mo-
dificación a su oferta está disponible en https://www.
ypf.com/english/investors/Lists/HechosRelevantes/
dad de orientar las acciones humanas,
permitiendo a partir de sus conclusio-
nes, que la protección ambiental se in-
tegre con las políticas de crecimiento y
desarrollo.
9. - Una vez establecida la necesidad de
una evaluación de impacto ambien-
tal, su realización implica desarrollar
un proceso evaluativo técnico, de ca-
rácter multidisciplinar, que comprende
una secuencia de pasos, que van desde
la decisión de realizar la Evaluación de
Impacto Ambiental (EIA), pasando por
la descripción del proyecto y sus accio-
nes, el examen de las alternativas, la
identificación y valoración de los impac-
tos, hasta la formulación de las medi-
das correctoras inscriptas en el plan de
manejo.
10. - Al dictar la res. 434/2019, la Secreta-
ría de Gobierno de Ambiente y Desarro-
llo sustentable omite propiciar la rea-
lización de una Evaluación Ambiental
Estratégica (EAE), a fin de evaluar la
acumulación escalonada —no simultá-
nea— de los impactos ambientales de
forma agregada, incremental y/o si-
nérgica, en tanto pudiesen producir un
efecto acumulativo al medio ambiente,
como instrumento adecuado para abor-
dar su análisis en la exploración sísmica
en las distintas áreas del Mar Argenti-
no, sujetas a concesión.
11. - Si bien la Evaluación Ambiental Es-
tratégica se exhibiría aquí como ins-
trumento idóneo para desarrollar una
proyección de los posibles impactos
acumulativos que se deriven del desa-
Martes 9 de agosto de 2022 | 7
afianzarse como la alternativa predomi-
nante para superar situaciones de crisis de
empresas con deuda mayormente instru-
mentada en obligaciones negociables.
Cita on line: TR LALEY AR/DOC/2352/2022
Más información
Ascárate, Andrés, “Empréstitos públicos y
reestructuración de la deuda interna”, Publi-
cado en: LA LEY 07/10/2020, 6, TR LALEY
AR/DOC/3106/2020
Alderete, Manuel - López Santi, Francisco,
“La negociación de la deuda externa argen-
tina. Hacia una “reestructuración” de las
cláusulas de acción colectiva”, Publicado
en: LA LEY 07/10/2020, 2, TR LALEY AR/
DOC/3268/2020
Libro recomendado
Constitución de la Nación Argentina
Comentada y Concordada. ​
Autora: María Angelica Gelli
Edición: 6ª Edición actualizada y ampliada
2022
Editorial: La Ley, Buenos Aires
SEC-Announcement-of-Modifications-to-Exchan-
ge-Offers-and-Consent-Solicitation.pdf (última fecha
de acceso: 11 de julio de 2022).
rrollo del emprendimiento, a modo de
complemento de la Declaración de Im-
pacto Ambiental, que también deberá
realizarse respecto de la propuesta, su
utilización ha sido discrecionalmente
desechada por la autoridad de aplica-
ción.
12. - La etapa de participación pública debe
ser previa a la toma de una decisión,
garantizándose allí el acceso a la in-
formación adecuada, así como el es-
tablecimiento de instancias para for-
mular oportunamente observaciones y
comentarios, los que necesariamente
deben ser recogidos y ponderados en el
acto de autoridad que decide acerca del
proceso.
13. - Un proceso con las características que
exhibe la Campaña de Adquisición Sís-
mica puede prescindir de la interven-
ción y dictamen de la Administración
de Parques Nacionales sobre el punto,
máxime cuando la propia normativa en
vigor obliga a ello y dada la existencia
de una Comisión Asesora Honoraria del
Monumento a la Ballena Franca.
CFed. Mar del Plata, 03/06/2022. - Godoy,
Rubén Oscar c. Estado Nacional – Ministe-
rio de Ambiente y Desarrollo Sostenible s/
Amparo ambiental.
[Cita on line: TR LALEY AR/JUR/70146/2022]
[El fallo in extenso puede consultarse en
Atención al Cliente, http://informaciónle-
gal.com.ar o en Proview].
8 | Martes 9 de agosto de 2022
La compartimentación de la declaración de impacto
ambiental (DIA) y su carácter condicional como
desmantelamiento de la cautelar ambiental
Aníbal J. Falbo
Profesor de posgrado en la especialización de Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho (UBA). Profesor de Derecho Ambiental y de Derecho Administrativo en la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Sociales (UNLP). Director de la Clínica de Derecho Ambiental de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (UNLP). Abogado litigante en casos de derecho am-
biental. Autor de los libros “Derecho ambiental” y “Derecho administrativo ambiental”.
SUMARIO: I. El juzgamiento cautelar ambiental del procedimiento de evaluación de impacto ambiental.— II. Se deja sin efecto una cautelar ambiental y el
dictado de otra.— III. La evaluación ambiental estratégica (EAE) y la falencia que implica no haberse hecho en el presente caso.— IV. La huida de la cautelar
ambiental por el fraccionamiento del proyecto y de la DIA.— V. Aunque ni la jurisprudencia de la Corte federal ni la ley lo aceptan en la sentencia, se habilita la posibilidad de dictar
una DIA condicionada.
I. El juzgamiento cautelar ambiental del
procedimiento de evaluación de impacto
ambiental
Se comentan ciertas temáticas aborda-
das por la sentencia de la Cámara Federal
de Apelaciones de Mar del Plata dictada el
03/06/2022 en “Godoy, Rubén Oscar c. Es-
tado Nacional - Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible s/ Amparo ambiental”
básicamente referidas a la Declaración de
Impacto Ambiental que es el acto adminis-
trativo que se adopta en la Evaluación de
Impacto Ambiental (EIA), finalizando este
procedimiento.
La propia sentencia destaca que para re-
solver los recursos interpuestos contra la
cautelar dictada es fundamental analizar
“si el trámite administrativo que culminó en
la DIA se llevó a cabo cumpliéndose con la
normativa aplicable o si —por el contrario—
el mismo muestra defectos que lo invalidan
en alguna de sus etapas, o que al menos jus-
tifican la orden cautelar cuestionada o cual-
quier otra que surja de este análisis.”
Y fraccionando el proyecto bajo análisis
que persigue la extracción de petróleo en el
medio marino deja establecido que “no nos
encontramos aún en una etapa en la que
deba evaluarse el impacto ambiental de una
actividad de extracción de petróleo (posibles
derrames, por ejemplo), sino en un estadio
anterior, en el cual se llevarían a cabo accio-
nes para saber si en el lecho marino estudia-
do hay o no petróleo y —en el caso afirma-
tivo— si física y económicamente es viable
su extracción”, pasando por alto que, como
surge de la propia sentencia esta última es
una “etapa” del proyecto.
No sin reflexiones importantes am-
bientales la sentencia compartimenta la
DIA, fraccionando las etapas del proyec-
to —como si la exploración no fuera una
de sus partes—, y dividiendo en elementos
menores lo que es un solo proyecto. Y así
asistimos a la huida de la cautelar ambien-
tal, a su desmantelamiento, lo que se con-
creta —básicamente— al dejarla sin efecto
luego de dictada por el juez, habilitando
además la posibilidad de una DIA condi-
cional, en contra de la jurisprudencia de la
Corte Federal y del texto de la Ley General
del Ambiente (LGA).
De tal forma que si bien determina una or-
den cautelar de realizar una nueva DIA que
sin duda significa otorgarle una importante
función cautelar ambiental, simultánea-
mente neutraliza esta última —básicamen-
te al dejar sin efecto la cautelar dictada—,
pues habilita el inicio del proyecto en su
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) Camps destaca la “insuficiencia de las formas cau-
telares” de los códigos procesales en la protección cau-
telar ambiental y por afirma que ante ello “nada obsta a
que ingresen en la escena tribunalicia ciertas pautas pro-
primera etapa antes de que esa nueva DIA
sea dictada y, por supuesto, antes de que la
participación previa ordenada por la propia
cautelar dictada se concrete. Destacando ex-
presamente la sentencia cuál es el fin de la
decisión del Tribunal: “a fin de dar continui-
dad a las actividades propias del proyecto
denominado “Campaña de Adquisición Sís-
mica Offshore Argentina: Cuenca Argentina
Norte”.
De la extensa sentencia hemos seleccio-
nado ciertos aspectos que reseñamos segui-
damente y terminamos con una nueva refe-
rencia a lo recién anticipado.
II. Se deja sin efecto una cautelar ambiental
y el dictado de otra
Antes de ingresar en los datos de la sen-
tencia referidos a la cautelar ambiental de-
jada sin efecto, como a la dictada en su lugar
por la Camara, resulta pertinente recordar
que por lo especial de la temática referida a
la tutela del ambiente la cautelar clásica se
muestra insuficiente para brindar respuesta
eficaz e idónea en la temática ambiental (1),
así se observa un claro rediseño que hace
emerger una cautelar particular y especial,
una cautelar ambiental, dictada por la pre-
valencia que adquiere el Derecho Ambiental
en la definición, diseño, abordaje, interpre-
tación y decisión cautelar cuando se persi-
gue la tutela del ambiente. Por ello Camps
enseña que el principio precautorio permi-
te minimizar las exigencias para el otorga-
miento de medidas cautelares (2) y que por
las pautas que brinda ese principio precau-
torio, en proveimientos cautelares ambien-
tales “al juez le basta con un conocimiento
superficial o epidérmico”. Safi a su turno
destaca que en la cautelar ambiental el prin-
cipio precautorio “inclina la balanza a favor
de la tutela ambiental” (3) y que se opera una
decidida facilitación de su procedencia (4).
Incluso Camps explica que en la cautelar
ambiental se ha de “combinar la verosimi-
litud del derecho... con la regla propia del
derecho ambiental: el principio precauto-
rio” (5) y agrega que “el principio precau-
torio aliviana la tarea judicial, permitiendo
que no sea exigible ni siquiera la prueba
de tal verosimilitud” (6) y Cafferatta expli-
ca, al describir el “principio precautorio”,
que este “irradia su influencia sobre las
cautelares, imponiendo formas atípicas de
adopción” (7).
Ya concretamente en lo decidido por la
Cámara, como se acaba de anticipar, la sen-
tencia que se comenta resuelve “Dejar sin
efecto la medida cautelar recurrida, la que
se sustituye por la dispuesta anteriormente”.
vistas por la doctrina” CAMPS, Carlos (dir.), “Protección
cautelar en el Derecho Ambiental”, en AA.VV., Tratado
de las Medidas Cautelares, Abeledo Perrot, Buenos Aires,
2012, t. III, p. 1701.
(2) CAMPS, Carlos, “Teoría cautelar ambiental y prin-
Cabe recordar que la cautelar dispuesta
por el Juzgado de Primera Instancia recu-
rrida consiste en, según los términos de la
sentencia: “el a quo dispone la suspensión
preventiva del inicio de las tareas de explo-
ración vinculadas al proyecto en cuestión,
hasta tanto se dicte sentencia”, decisión que
consideramos valiosa como cautelar am-
biental no solo por lo que decide, sino por
evidenciar una aplicación real y efectiva del
derecho ambiental en general y del Acuerdo
de Escazú en particular.
Mientras que la dispuesta por la Cámara
Federal —que sería la que sustituye a la me-
dida cautelar de Primera Instancia— consis-
te básicamente, según lo indica la sentencia
bajo comentario, en disponer que se ha de
dictar “una nueva Declaración de Impacto
Ambiental (complementaria de la ya dicta-
da...” “e integrada con los estudios referidos
a posibles impactos acumulativos indicados
supra)”.
Referimos con más detalle lo que se dispo-
ne —básicamente— como cautelar:
1. Dictar una nueva DIA —que comple-
mente el anterior—, en concreto decide
“el Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible deberá dictar una nueva De-
claración de Impacto Ambiental (comple-
mentaria de la ya dictada, e integrada con
los estudios referidos a posibles impactos
acumulativos indicados” aclarando que es
con el fin de dar continuidad a las activi-
dades propias del proyecto denominado
“Campaña de Adquisición Sísmica Offs-
hore Argentina: Cuenca Argentina Norte
(Áreas CAN 108, CAN 100 y CAN 114)”. Ya
se destaca, como se reitera luego, que el
nuevo DIA deberá dar cuenta de la evalua-
ción y análisis de “lo acumulativo” de los
impactos en el ambiente.
2. Determina recaudos exigibles previos al
dictado de la nueva DIA y que, por lo tanto,
deberán ser sus antecedentes, fundamento y
motivación, de importancia ambiental indu-
dablemente, en concreto indica:
2.1. Incluir la participación de la Admi-
nistración de Parques Nacionales, deberá
evaluarse y valorarse su opinión o dictamen,
tomándose entonces las medidas que co-
rrespondan en consecuencia.
2.2. Deberán valorarse las intervenciones
participativas organizadas a nivel municipal
y nacional.
2.3. Deberá incluirse al Ministerio de Am-
biente y Desarrollo Sostenible en el control
y fiscalización del cumplimiento de la De-
cipio precautorio”, RDAmb. 39, 104.
(3) SAFI, Leandro, “El amparo ambiental”, Abeledo
Perrot, 2012, p. 361
(4) Ibídem, p. 360.
(5) CAMPS, Carlos, “Teoría cautelar ambiental y prin-
claración de Impacto Ambiental y su corres-
pondiente Plan de Gestión Ambiental.
2.4. Deberán incluirse, analizarse y so-
pesarse en forma conglobada el ámbito es-
pacial y los plazos temporales del proyecto,
atendiendo a los impactos a. directos, b. in-
directos, c. acumulativos y d. sinérgicos, des-
critos en los considerandos. En el consid. IX
indica “que considere además a los impactos
de corte global como el cambio climático,
destrucción de la capa de ozono, etc.”, esto
contemplado “dentro de una planificación,
tanto energética como del ordenamiento
marino, proyectando sus impactos acumu-
lativos y un análisis integral ecosistémico”, lo
que en la idea del fallo se hallaría dentro de
“la evaluación de los impactos acumulativos
de las acciones a emprenderse, entre cada
acción y el ambiente, y entre los componen-
tes propios del ambiente”, enfoque y análisis
acumulativo que ordena la cautelar.
3. Se permite por circunstancias debida-
mente fundadas en que ello no pudiese evi-
tarse de ninguna manera, que las indicacio-
nes de la Declaración de Impacto Ambiental
puedan ser en modo potencial o condicio-
nal.
En lo que respecta al juzgamiento cautelar
ambiental de actos administrativos recuerda
la sentencia aquel claro postulado de la Cor-
te Nacional relativo a la suspensión de actos
administrativos en el supuesto especial que
significa una cautelar ambiental cuando in-
dica “Las medidas cautelares no proceden
cuando se pide la suspensión de actos ad-
ministrativos o legislativos habida cuenta de
la presunción de validez de los actos de los
poderes públicos y de la consideración del
interés público en juego, sin embargo esta
regla cede cuando se impugnan esos actos
sobre bases prima facie verosímiles y en el
particular ámbito de las demandas encua-
dradas en las prescripciones de la Ley Ge-
neral del Ambiente debe además evaluarse
las consideraciones referidas al principio
de prevención y al principio precautorio del
daño ambiental ante la posible creación de
un riesgo con efectos desconocidos y por
tanto imprevisibles” (“Asociación Argentina
de Abogados Ambientalistas y otro c. Jujuy,
Provincia de y otro (Estado Nacional) s/ am-
paro ambiental”, Fallos: 344:3442).
La mentada regla cede, como surge del fa-
llo, porque existe una categoría especial y es-
pecifica de cautelares que son las cautelares
ambientales y eso es lo que sin duda, como
surge de todo el fallo, se está decidiendo.
Esto en consonancia con que la cautelar
ambiental posee perfiles, características y
cipio precautorio”, ob. cit., p. 101.
(6) Ibídem, p. 104.
(7) CAFFERATTA, Néstor, “El principio precautorio en
el derecho ambiental”, RCyS 2014-I, 5.

abordajes muy particulares como queda
claro en varios excelentes fallos de la Corte
Federal (8), que entendemos en cierta medi-
da están desmantelados con la decisión de
dejar sin efecto la cautelar ambiental dictada
por el juez.
III. La evaluación ambiental estratégica
(EAE) y la falencia que implica no haberse
hecho en el presente caso
Resulta sumamente interesante que la
sentencia destaque que el proyecto o em-
prendimiento económico resulta ser, y de
hecho implica, la implementación de po-
líticas, planes y un programa de desarrollo
energético, por lo que considera que podría
haber sido utilizada también la denominada
“Evaluación Ambiental Estratégica” (EAE),
en consonancia con lo que explican Mar-
chesi y Rinaldi con respecto a la EAE: “el rol
del Poder Judicial se acrecienta en la imple-
mentación de este instrumento, quien nece-
sita de intervenciones claras, docentes, que
demarquen las notas esenciales tendientes a
su efectividad” (9).
Identifica el marco de la EAE en tanto es
pertinente “frente a la generación de nuevas
políticas y emprendimientos” y destaca que
“se vincula a la constatación de macroproble-
máticas globales ambientales, producto del
impacto acumulativo de las acciones de di-
versas políticas, y consiste en la realización de
estudios para determinar las repercusiones
ambientales de una acción pública, en aque-
llas fases preliminares que hacen a su adop-
ción”. Los autores indicados definen la EAE
como “el proceso formalizado, sistemático y
global para evaluar los impactos ambientales
de una política, plan o programa, así como
sus alternativas, incluida la preparación de
un informe escrito sobre los resultados de
esa evaluación y el uso de los mismos para la
adopción de decisiones públicas respecto de
las cuales se deba rendir cuentas” (10).
Incluso recuerda la sentencia que la doctri-
na destaca entre los elementos de su defini-
ción que se trata de “(...) un proceso forma-
lizado, sistemático y global de evaluación de
los efectos medioambientales de una política,
plan o programa y sus alternativas, que tiene
por fin incorporar o integrar las consideracio-
nes medioambientales al proceso de toma de
decisión, incluido el normativo, previo a la
adopción de un proyecto específico y deter-
minado. Supone igualmente un estudio más
avanzado de la política preventiva, ligada al
logro del desarrollo sostenible y la conserva-
ción de la biodiversidad, al aplicar los prin-
cipios nucleares de la evaluación ambiental
a las decisiones sobre las políticas, planes o
programas que preceden a los proyectos”
Conviene recordar que al igual que el pro-
cedimiento EIA, la EAE se encuentra dentro
de los principales “instrumentos preventi-
vos” (11).
En síntesis el fallo concluye que la no
realización de una EAE es una falencia sin
duda importante y relevante para el em-
prendimiento bajo análisis judicial. Lo que
acrecienta el fundamento preventivo de la
sentencia.
Las falencias indicadas se confirman
cuando la sentencia advierte “que al dictar
la Res. 434/2019, la Secretaría de Gobierno
(8) CS, “Saavedra, Silvia Graciela y otro c/ Administra-
ción Nacional de Parques Nacionales Estado Nacional y
otros s/amparo ambiental”, 25/02/2021, Fallos 344:174.
Asi lo hemos entendido en FALBO, Aníbal, “La cautelar
ambiental en la sentencia “Saavedra” de la Corte Nacio-
nal”, TR LALEY AR/DOC/281/2022.
(9) MARCHESI, Guillermo - RINALDI, Gustavo, “Eva-
luación ambiental estratégica: el rol del Poder Judicial en
su implementación”, RDAmb 44, 79.
(10) Ibídem.
(11) Ibídem.
de Ambiente y Desarrollo sustentable, omi-
te propiciar la realización de una EAE, a fin
de evaluar la acumulación escalonada (no
simultánea) de los impactos ambientales
de forma agregada, incremental y/o sinérgi-
ca, en tanto pudiesen producir un impacto
acumulativo al medio ambiente, como ins-
trumento adecuado para abordar el análisis
de los probables impactos acumulativos de
la exploración sísmica en las distintas áreas
del Mar Argentino, sujetas a concesión”.
Tal omisión estatal de realizar una EAE la
sentencia la considera factible y brinda dos
datos de la EAE a tal fin:
El primero que es un procedimiento de
uso discrecional por parte de la autoridad de
aplicación.
A este respecto cabe consignar que Ri-
naldi (12) con agudeza entiende que la EAE
tiene la capacidad cubrir la necesidad de in-
tegrar el análisis de los aspectos ambientales
en todos los niveles de decisión del Estado,
aun en los más elevados relacionados con la
definición de políticas estratégicas, además
de seleccionar en el proceso de planifica-
ción y ordenamiento territorial, las mejores
decisiones incorporando no solo aspectos
ambientales sino también sociales, econó-
micos, políticos, entre otros y también per-
mite asegurar los espacios necesarios para
la participación de la sociedad y de todos
los interesados, y que todas estas exigencias
están regladas como elementos normativos
establecidos e impuestos por los artícu-
los 5 (13), 10 (14) y 21 (15) de la Ley General
del Ambiente 25.675. Por lo que expresa
Rinaldi, que sin duda compartimos, puede
entenderse que sin estar regulada con esa
denominación, la EAE emerge como nece-
saria complementación integrativa de un
EIA cuando el proyecto concreto ingrese en
su ámbito. Esto pone en crisis la discreciona-
lidad planteada por la sentencia.
El segundo dato que brinda la sentencia
es que no reemplaza al procedimiento de
Evaluación de Impacto Ambiental, sino que
lo complementa, pese a que el desarrollo
exploratorio y extractivo propuesto forma
parte de un programa o política estatal, des-
tinado a “maximizar la producción y dispo-
nibilidad de información geológica, a fin de
permitir a las empresas especializadas que
actúen en el mismo la exploración y, en su
caso, el desarrollo de sus áreas asignadas”.
Con lo que otorga aplicación a la EAE y no
sería factible su omisión en el caso, según
entendemos, incluida bajo su ámbito tam-
bién la etapa primera de exploración.
Y destaca normas legales que contemplan
la EAE como al indicar que ha sido previsto
en forma expresa para los emprendimientos
realizados en zonas de glaciares y perigla-
ciares (ley 26.639) agregando que mediante
el dictado del decreto 207 del año 2011, re-
glamentario de la ley 26.639 de preservación
de glaciares y el ambiente periglacial (BO
01/03/2011), el Poder Ejecutivo Nacional,
considerando a este ámbito como reserva
estratégica, ha definido a este novedoso ins-
trumento, señalando que en el art. 7 “(...) se
entiende por Evaluación Ambiental Estraté-
gica, aquel proceso sistemático de estudio
de impactos ambientales de las políticas,
planes o programas, y de sus alternativas,
incluyendo la preparación de un informe es-
(12) RINALDI, Gustavo, “La evaluación de impacto am-
biental”, RDAmb 68, 81.
(13) que establece “Los distintos niveles de gobierno
integrarán en todas sus decisiones y actividades previ-
siones de carácter ambiental, tendientes a asegurar el
cumplimiento de los principios enunciados en la presen-
te ley”.
(14) en la medida que establece “el proceso de or-
denamiento ambiental, teniendo en cuenta los aspec-
tos políticos, físicos, sociales, tecnológicos, culturales,
económicos, jurídicos y ecológicos de la realidad local,
crito y las conclusiones de la evaluación y su
uso en los procesos de decisiones públicas”, y
también refiere a la ley 24.375, que aprobó el
Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Como conclusión de todos estos enfoques
finalmente considera que aun cuando para
el concreto caso no estarían previstos ciertos
estudios complementarios compatibles con
una EAE, debieran abastecerse a la EIA cuan-
do expresa que “Más allá de la reseña que
antecede, y partiendo de la base de que la
LGA determina únicamente a la Evaluación
de Impacto Ambiental como presupuesto
mínimo de evaluación ambiental, las obli-
gaciones que impone a tal fin a los diversos
órdenes de gobierno (arts. 5, 10, 21 y concs.)
deben ser cubiertas en estos emprendimien-
tos, que requieren vastos ámbitos de planifi-
cación para desarrollo de políticas globales
estratégicas, por estudios complementarios
que resulten compatibles con la Evaluación
Ambiental Estratégica (EAE) en aquellos
casos en que este procedimiento no fuese
expresamente indicado para el proyecto en
cuestión, además del Proceso de Evaluación
de Impacto Ambiental, previsto por la Ley
General del Ambiente”.
De tal manera la sentencia considera,
con razón, que estudios que son propios de
la EAE deben complementar a la EIA en el
análisis y evaluación del presente proyecto.
Aquí la discrecionalidad mengua considera-
blemente; se diluye.
Incluso la sentencia expresa que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, a partir de
sus sentencias, ha resaltado las falencias más
importantes que se derivan de la sola utiliza-
ción de la Evaluación de Impacto Ambien-
tal, destacando a partir de allí, la necesidad
de complementarla con otros instrumentos
que actúen en niveles previos a ella.
IV. La huida de la cautelar ambiental por el
fraccionamiento del proyecto y de la DIA
En el punto XI asistimos a una disconti-
nuidad de la sentencia donde se minimizan
y eclipsan muchos postulados de la propia
sentencia y del derecho ambiental. En su
lugar en cuatro párrafos debilita la senten-
cia todos los datos propios de la cautelar
ambiental y pretende fundar la decisión de
dejar sin efecto la valiosa cautelar del juez.
Fracciona el proyecto, ya que coloca a
la “primera etapa de exploración” como si
no fuera parte que integra todo el proyec-
to. Pero el enfoque ambiental o de derecho
ambiental no permite ello: que sea una eta-
pa anterior a la extracción de petróleo no la
excluye del proyecto. Esto también surge de
la propia sentencia en la medida que la de-
nomina como “primera etapa” del proyecto,
por lo que es una de sus etapas, lo que signi-
fica que es proyecto, a lo que se suma que sin
la etapa de exploración no se podrá realizar
la etapa de extracción, lo que vuelve a dejar
demasiado claro que la exploración es tam-
bién el proyecto.
Todo esto resulta más claro apenas se re-
cuerda que en la propia sentencia se exige el
dictado de una DIA contemplando y anali-
zando lo “acumulativo”, cuando decide or-
denar que se dicte “una nueva Declaración
de Impacto Ambiental (“complementaria de
la ya dictada...” que esté “integrada con los
regional y nacional, deberá asegurar el uso ambiental-
mente adecuado de los recursos ambientales, posibili-
tar la máxima producción y utilización de los diferentes
ecosistemas, garantizar la mínima degradación y des-
aprovechamiento y promover la participación social, en
las decisiones fundamentales del desarrollo sustenta-
ble”.
(15) “la participación ciudadana deberá asegurarse,
principalmente, en los procedimientos de evaluación de
impacto ambiental y en los planes y programas de orde-
namiento ambiental del territorio, en particular, en las
Martes 9 de agosto de 2022 | 9
estudios referidos a posibles impactos acu-
mulativos indicados supra)”. Y la exploración
se acumula a la explotación, por lo que debe
analizarse y evaluarse en conjunto, o “cong-
lobadamente” como indica la propia senten-
cia y atendiendo a los impactos “sinérgicos”
como también indica la sentencia.
Se contradicen varios importantes postu-
lados de lo que significa en la jurisprudencia
la ley y la doctrina la EIA, como la regla bá-
sica de que toda EIA debe ser previo al inicio
del proyecto, como ha quedado establecido
en toda la jurisprudencia de la Corte Fede-
ral como por ejemplo en “Martínez” (16) y
en “Mamani” (17), incluso se opone a varias
partes de la propia sentencia como las que
indican que “hemos de destacar que las eva-
luaciones de impacto ambiental resultan
ser, por esencia, herramientas de naturale-
za preventiva, con capacidad de orientar las
acciones humanas, permitiendo, a partir de
sus conclusiones, que la protección ambien-
tal se integre con las políticas de crecimiento
y desarrollo”, sumada a aquella parte de la
sentencia que indica que, refiriéndose a la
EAE, “se debe enfatizar la creación y el uso
de novedosas herramientas que tiendan a
una tutela preventiva (anticipatoria y pre-
coz) del entorno”.
Permitir que se inicie la primera etapa del
proyecto sin la EIA ordenado y sin el dictado
de la nueva DIA, como dispone la senten-
cia —y sin la participación dispuesta previa-
mente—, implica que ni uno ni el otro son
previos al proyecto.
Se deja así sin efecto la exigencia de una
EIA y DIA previas que ha sido sostenida con
toda claridad por la Corte Suprema, por
ejemplo, en “Mamani” (18), cuando se seña-
la que “Para ello, como se sostuvo en “Mar-
tínez” (arg. Fallos: 339:201), cobra especial
relevancia la realización de un estudio de
impacto ambiental previo al inicio de las
actividades, que no significa una decisión
prohibitiva, sino antes bien una instancia de
análisis reflexivo, realizado sobre bases cien-
tíficas y con participación ciudadana” (19).
Lo que se refuerza con la falta de partici-
pación previa, como indica la propia refe-
rencia hecha en la sentencia del art. 19 de
la ley 22.351, que según la sentencia, reza:
“Toda entidad o autoridad pública que reali-
ce o deba realizar actos administrativos que
se relacionen con las atribuciones y debe-
res determinados en este Título, deberá dar
intervención previa a la Administración de
Parques Nacionales”.
Incluso la sentencia exige esa participa-
ción antes del dictado de la nueva DIA cuan-
do indica que “Por su parte, como ya expre-
samos, la ley 23.094 declara monumento
natural, dentro de las aguas jurisdiccionales
argentinas y sujeto a las normas estableci-
das por la Ley de Parques Nacionales, Mo-
numentos Naturales y Reservas Nacionales
22.351, a la Ballena Franca Austral (eubalae-
na australis). Es claro, entonces, que si en el
área determinada para la ejecución del pro-
yecto en cuestión fuera posible y/o frecuente
la presencia de dicha especie, en el trámite
que llevó a la DIA debió tener intervención
la Administración de Parques Nacionales.”
De tal forma se habilita la primera etapa
del proyecto, fraccionándolo, sin que siquie-
etapas de planificación y evaluación de resultados”.
(16) CS, “Martínez, Sergio Raúl c/ Agua Rica LLC Suc
Argentina y su propietaria Yamana Gold Inc. y Otros s/
Acción de amparo”, 02/03/2016, Fallos 339:201.
(17) CS, “Mamani, Agustín P. y otros c. Estado pro-
vincial - Dirección Provincial de Políticas Ambientales
y Recursos Naturales y Empresa Cram SA s/ recurso”,
05/09/2017, Fallos 340:1193.
(18) Ibídem.
(19) Ibídem.
10 | Martes 9 de agosto de 2022
ra hubiere cumplido un prerrequisito de la
DIA que se dispone debe ser dictado, como
es la debida participación que tanto se sos-
tiene en la propia sentencia. El Acuerdo de
Escazú se diluye y desaparece (20).
Aunque la sentencia indique es “para
adecuar el procedimiento que al respecto
se ha seguido, dando debida observancia
a las pautas establecidas por el Acuerdo de
Escazú”, destacando, tal como las llama, las
“particularidades” que el fallo exige como
adecuaciones, ya que el Estado Nacional ha
dado cumplimiento solo desde el “punto de
vista formal” a “las exigencias de debida pu-
blicidad y participación ciudadana”.
La cautelar ambiental del juez desapa-
rece en la sentencia de la Cámara, que in-
cluso subsume a la sustentabilidad a una
condición del desarrollo humano, pasando
por alto el enfoque ecosistémico superador
del más limitado, centrado en el antropo-
centrismo, que se observa en la jurispru-
dencia de la Corte Federal (21); y sin tomar
debida nota que, con excelencia, la Corte
Suprema también indica que la decisión
judicial ambiental está determinada, “fun-
damentalmente, a promover una solución
enfocada en la sustentabilidad futura (Fa-
llos: 340:1695)” (22).
En síntesis, se destaca el carácter funda-
mental, primario y autónomo de la sustenta-
bilidad; no como un condicionamiento para
el desarrollo humano, como lo interpreta la
sentencia en comentario.
(20) Sobre las pautas de participación en Escazú nos
hemos referido en FALBO, Aníbal, “Acuerdo de Escazú
(ley 27.566) Una maquinaria eficaz, concreta y sofistica-
da para la participación ambiental de los habitantes”,
LA LEY 09/11/2020, 1.
(21) CS, “Provincia de La Pampa c. Provincia de Men-
doza s/ uso de aguas”, 01/12/2017, Fallos 340:1695.
(22) CS, “Buenos Aires, Provincia de c/ Santa Fe,
Provincia de s/ sumarísimo —derivación de aguas—”,
03/12/2019, Fallos 342:2136.
(23) LORENZETTI, Ricardo, prólogo al libro de CAFFE-
RATTA, Néstor - PERETTI, Enrique, “Nuevos desafíos del
derecho ambiental”, Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2019,
p.10/11. Allí también Ricardo Lorenzetti recordando a
Jurisprudencia
Amparo de salud
Niño con discapacidad. Prestadores ajenos a
la obra social. Existencia de vínculo médico/
paciente. Obligación de cobertura integral.
1. - A diferencia de lo sostenido por el ape-
lante, el art. 39 de la ley 24.901 estable-
ce expresamente que “Será obligación
de los entes que prestan cobertura so-
cial, el reconocimiento de los siguientes
servicios a favor de las personas con dis-
capacidad: a) Atención a cargo de espe-
cialistas que no pertenezcan a su cuerpo
de profesionales y deban intervenir im-
prescindiblemente por las características
específicas de la patología, conforme así
lo determinen las acciones de evaluación
y orientación estipuladas en el artículo 11
de la presente ley”. Es decir, que la propia
norma contempla la posibilidad de que
la obra social o prestadora de medicina
prepaga deba garantizar ciertas presta-
ciones mediante profesionales ajenos a
su cartilla. En el caso, dicha circunstancia
puede verificarse incluso en el hecho de
que mediante el sistema de reintegros la
propia demandada ha aceptado la posi-
bilidad de atención del niño por personal
ajeno a su contratación. Lo que discute,
entonces, no es la posibilidad de aten-
ción por profesionales externos, sino la
obligación de cubrir sus costos en su to-
talidad.
Con precisión Ricardo Lorenzetti enseña
que “la sustentabilidad deja de ser un adje-
tivo para ser un sustantivo” (23); y Cafferat-
ta y Peretti (24) también, con toda claridad,
ilustran sobre el tema cuando propugnan la
“transición de la idea de desarrollo sustenta-
ble hacia la de sustentabilidad”, y desechan
considerar a la sustentabilidad como un
mero adjetivo del desarrollo, proponiendo
la “sustantivación” del concepto “sustenta-
bilidad” .
Se suma ello a la explicación de Sozzo
cuando plantea interpretar “la idea de pro-
greso como perdurabilidad que, a su vez, se
sustenta en la idea… de la responsabilidad
para con las generaciones futuras” (25) y
simultáneamente a la noción del principio
de sustentabilidad que brinda Lorenzetti
cuando señala que “el principio de sustenta-
bilidad es un límite externo al ejercicio de la
actividad” (26).
Incluso las propias referencias a la EAE
que hace la sentencia confirman el carácter
fundamental, autónomo, primario principal
y prioritario de la sustentabilidad en general
sin hacer referencia al desarrollo humano,
cuando al analizar este instrumento de ges-
tión ambiental donde se refiere a incorporar
“la sustentabilidad en general” indica que
no se ha aplicado al emprendimiento del
caso y que de haberse aplicado una EAE “tal
herramienta de gestión ambiental hubiera
permitido incorporar la variable ambiental y
la sustentabilidad en general, en el análisis
de planes, políticas y programas”.
Leonadro Boff señala importantes características de la
“sustentabilidad” indicando que es toda acción destina-
da a mantener las condiciones energéticas, informacio-
nales y fisicoquímicas que sustentan a todos los seres vi-
vos, en especial a la tierra viva, la comunidad de vida y la
vida humana, en orden a su continuidad… atender a las
necesidades actuales y de las generaciones futuras… de
forma tal que el capital natural sea mantenido y enrique-
cido”, y recuerda también Ricardo Lorenzetti en el prólo-
go ideas propuestas por Boff que los autores Cafferatta
y Peretti comparten, como la de “sustentar a todos los
seres. En este punto se trata de superar de modo radical
el antropocentrismo”, y la de que “somos parte del uni-
verso. Formamos la comunidad cósmica” también que
2. - No puede dejar de observarse que si bien
la demandada sostiene que puso a dis-
posición de la progenitora del niño sus
propios prestadores, a los fines de llevar
a cabo los tratamientos, de la prueba in-
formativa producida surge que el Insti-
tuto del Niño no contaba con vacantes
disponibles para la prestación y que la
asociación no brindaba servicio de psi-
comotricidad. Es decir, que más allá de
lo sostenido por el recurrente, de los pro-
pios elementos habidos en la causa pue-
de inferirse la inefectividad del servicio
ofrecido por la demandada, lo que impu-
so a la usuaria la necesidad de realizar
una actividad extra, obligándola a reali-
zar gestiones burocráticas que atentan
contra el derecho a la salud, educación
y buen desarrollo del niño.
3. - El vínculo existente entre el niño y los
profesionales que lo atienden en la ac-
tualidad, elemento que no puede ser
analizado desde una óptica meramente
prestacional, puesto que involucra el de-
recho del menor a su adecuado desarro-
llo, hacen necesario ratificar la sentencia
atacada. Así, de los informes surgen las
dificultades que ha tenido el niño a fin de
adaptarse al tratamiento propuesto, cir-
cunstancia superada, que ha dado como
resultado la formación de vínculos impor-
tantes para llevar adelante el tratamien-
to, lo que amerita ser tenido en cuenta a
Por ello quienes en doctrina analizan
la EAE se refieren a “el concepto de sus-
tentabilidad del desarrollo”  (27) , dejan-
do en claro que la sustentabilidad es el
sustantivo primario, lo fundamental. Y
el desarrollo no está reducido a una vi-
sión humana, sino a una más abarcativa
y amplia que, por esa amplitud, no solo
incluye sino fundamentalmente mejora
al humano.
Justamente la sentencia de Primera Ins-
tancia dictada en este caso, como desarro-
llo previo a dictar la cautelar ambiental que
deja sin efecto el tribunal recuerda con toda
razón la magnífica sentencia de la Corte Na-
cional dictada en “Barrick” (Fallos: 342:917),
cuando expresa que la solución que debe
dar la justicia en la temática ambiental indi-
ca el “promover una solución enfocada en la
sustentabilidad futura”.
V. Aunque ni la jurisprudencia de la Corte
federal ni la ley lo aceptan en la sentencia,
se habilita la posibilidad de dictar una DIA
condicionada
La DIA —que es al acto administrativo que
finaliza toda EIA— solo permite dos opcio-
nes decisorias: aprobar o rechazar el proyec-
to, la obra o el emprendimiento. De tal forma
la DIA no puede aprobar el proyecto u obra
en forma condicionada o condicional, como
expresa con toda contundencia la Corte Fe-
deral en “Mamani” (28), cuando establece:
“al tiempo que no se admite que la autori-
zación estatal se expida en forma condicio-
“La Tierra no se limita a producir vida... es viva, se auto-
rregula, sufre, se regenera, evoluciona” y que “no existe
el medio ambiente como algo secundario y periférico en
nuestras vidas... somos todos interdependientes. Si no
garantizamos la red de la vida, nuestra vida no subsisti-
rá” y que “la sustentabilidad abarca la comunidad de la
vida... es decir los microorganismos, la fauna, la flora, los
paisajes y todo cuanto forma el mundo humano”.
(24) Ibídem, p. 18.
(25) SOZZO, Gonzalo, “El principio de no regresión
del derecho ambiental en el camino de la Conferencia de
Río+20”, JA 2011-IV-58.
(26) LORENZETTI, Ricardo, “La nueva ley ambiental
Argentina”, LA LEY, 2003-C, 1332.
los fines de no interferir en su evolución.
Este último elemento hace al mejor inte-
rés del niño confirmar la sentencia traída,
por cuanto garantiza la realización inte-
gral del tratamiento prescripto mediante
los profesionales adecuados con los cua-
les mantiene un vínculo paciente-profe-
sional satisfactorio.
4. - Por encontrarse involucrado el derecho a
la salud de un niño en situación de disca-
pacidad y su derecho a un adecuado de-
sarrollo, el instrumento eficaz para con-
cretar la protección reclamada resulta
ser el amparo. En consecuencia, a efectos
de evitar que el rigor de las formas pueda
conducir a la frustración de derechos que
cuentan con tutela en orden constitucio-
nal, corresponde rechazar el agravio so-
bre el punto.
CCiv. y Com., Lomas de Zamora, sala I,
11/07/2022. - G. M. V. c. OSDE (Organiza-
ción de Servicios Directos Empresarios) s/
Amparo.
[Cita on line: TR LALEY AR/JUR/96784/2022]
2ª Instancia.- Lomas de Zamora, julio 11
de 2022.
1ª ¿Es justa la sentencia dictada? 2ª ¿Qué
corresponde decidir?
nada (ley 26.331, arts. 18, 22 y ss.; ley 25.675,
arts. 11 y 12)”. Y seguidamente agrega: “la
administración debía aprobar o rechazar
los estudios presentados, pero no incluían
la potestad de admitir tales evaluaciones en
forma condicionada”.
Como destaca esa sentencia, la LGA tam-
poco permite una DIA condicionada, pues
en su artículo 12 solo permite “aprobación
o rechazo”, lo que también destaca la pro-
pia sentencia en comentario cuando refiere
que la Corte Federal en “los Autos “Mama-
ni” (Cfr. CSJN 318/214 (50 - M) CS1 Recurso
de Hecho, en Autos “Mamani, Agustín Pio
y otros c. Estado Provincial-Dirección Pro-
vincial de Políticas Ambientales y Recursos
Naturales y Empresa Cram SA s/ recurso”),
y con cita al precedente “Cruz” de la propia
Corte (Cfr. CSJN, Fallos: 339:142), señaló que
“(...) los estudios de evaluación de impacto
ambiental y su aprobación deben ser pre-
vios a la ejecución de la obra o actividad, al
tiempo que no se admite que la autorización
estatal se expida en forma condicionada
(Ley 26.331, artículos 18, 22 y ss.; ley 25.675,
artículos 11 y 12)” (Textual de su consideran-
do 7º).
Sin embargo la sentencia en su parte re-
solutoria habilita y permite esa posibilidad
de dictar una DIA condicionado (29), con lo
que vuelve a huir la cautelar ambiental que
queda desmantelada.
Cita on line: TR LALEY AR/DOC/2353/2022
(27) MARCHESI, Guillermo - RINALDI, Gustavo, “Eva-
luación ambiental estratégica: el rol del Poder Judicial en
su implementación”, RDAmb 44, 79.
(28) CS, “Mamani, Agustín P. y otros c. Estado pro-
vincial - Dirección Provincial de Políticas Ambientales
y Recursos Naturales y Empresa Cram SA s/ recurso”,
05/09/2017, Fallos 340:1193.
(29) La sentencia en su parte resolutoria expresa:
“5) Salvo circunstancias debidamente fundadas en que
ello no pudiese evitarse de ninguna manera, las indica-
ciones de la Declaración de Impacto Ambiental a dictar-
se, deberán ser emitidas asertivamente, y no en modo
potencial o condicional”.
1ª cuestión. — El doctor Rodiño dijo:
I. Que la Sra. Juez titular del Juzgado de
Familia Nº 1 del Departamento Judicial de
Avellaneda-Lanús dictó sentencia en fecha
08/04/22 haciendo lugar al amparo peti-
cionado por la Sra. M. V. G., ordenando en
consecuencia a Organización de Servicios
Directos Empresariales (OSDE) que arbitre
los medios necesarios para garantizar el
derecho a la salud del niño T. T., debiendo
cubrir el ciento por ciento del tratamiento
cognitivo conductual, 20 horas semanales
de acompañante externo en el ámbito es-
colar y 2 horas semanales de psicomotrici-
dad en el centro especializado en autismo
y trastorno generalizado del desarrollo, el
cual podría ser desarrollado por las Lic. M.
F. D. y/o quien indique la progenitora, con-
forme la situación actual del niño.
Dicha sentencia resultó objeto de acla-
ratoria por resolución del día 22/04/2022
a través de la cual se dejó asentado que
OSDE debía arbitrar los medios necesarios
para garantizar el derecho a la salud de T.
T. cubriendo el ciento por ciento del trata-
miento indicado por el Dr. C., especialista
en neurología fonoaudiología con orien-
tación neurolingüística (2 hrs. semanales)
y tratamiento psicológico con terapia cog-
nitiva conductual (6 hrs.) con supervisión,
terapia ocupacional con orientación sen-
sorial 3 horas semanales. A su vez, debe

garantizar el traslado con dependencia de
lunes a viernes al colegio la llave del cielo
azul (½ jornada), acompañante terapéuti-
co en ámbito escolar (20 horas semanales)
y acompañante en domicilio (20 horas se-
manales), así como el tratamiento psiquiá-
trico que realiza desde el mes de septiem-
bre del año 2021 con medicación psiquiá-
trica (rispiridona 1 mg y aripiprazol 1 mg.).
Por último, se señaló que el profesional
tratante debía informar a OSDE las evolu-
ciones que vaya presentando el niño a los
fines de adecuar el tratamiento conforme
la evolución en el diagnóstico y pronóstico
del niño.
Contra dicha forma de resolver se alza
el demandado mediante recurso de ape-
lación interpuesto en fecha 13/04/2022,
el que fuera concedido por auto del día
16/05/2022.
Habiéndose fundado el recurso en la
misma presentación del día 13/04/2022,
este fue contestado por la amparista a tra-
vés del escrito de fecha 24/05/2022 y por la
Sra. Asesora de Incapaces interviniente por
dictamen del 31/05/2022.
Arribados los presentes a esta Alzada,
se llamaron autos para sentencia en fecha
27/06/2022, el que se encuentra firme y
consentido, y autoriza el dictado de la pre-
sente.
II. De los agravios.
II. i. De la demandada:
En primer término, se agravia el recu-
rrente con relación a la vía intentada por
la actora a fin de solicitar la tutela judicial
de los derechos del niño T. T. Sostiene que
la vía de amparo es improcedente para dar
curso al reclamo puesto que no se encuen-
tran acreditados los extremos previstos por
el art. 43 de la Constitución Nacional. En-
tiende que no surgen motivos por los cua-
les el reclamo no pudiera tramitar median-
te un juicio de mayor amplitud probatoria
como puede ser un proceso sumarísimo u
ordinario.
Agrega que la vía elegida no es la pro-
cedente dado que la negativa de OSDE de
brindar los tratamientos solicitados con
prestadores ajenos a la obra social no re-
sulta contraria a las normas que regula la
materia de la discapacidad (ley 24.901 y
sur reglamentaciones). Indica que su parte
siempre puso a disposición de la actora la
cobertura integral de las prestaciones re-
queridas mediante prestadores contrata-
dos por la obra social, destacando que su
empresa cuenta con prestadores propios
que podrían brindar dichas prestaciones
al 100%. Asimismo, considera que no se ha
logrado acreditar en autos que las presta-
ciones debieran ser efectuadas imprescin-
diblemente por profesionales determina-
dos.
Por otra parte, se queja de que la senten-
cia apelada es arbitraria por cuanto la sen-
tenciante efectúa una valoración parcial de
la prueba informativa producida en autos.
Por último, señala que de sostenerse la
sentencia en el sentido en que se ha dic-
tado dicha decisión produce perjuicio en
los afiliados de OSDE, puesto que ellos
son quienes deberán hacerse cargo de las
consecuencias de la resolución. Así, solici-
ta se deje sin efecto la sentencia en crisis,
debiendo imponerse las costas a la actora.
III. Antecedentes:
Se inician estos obrados a instancia de la
Sra. M. V. G. en representación de su hijo
T. T. de 8 años de edad, quien presenta
diagnóstico de trastorno generalizado del
desarrollo no especificado, trastorno del
espectro autista (Certificado de Discapaci-
dad Nº ...).
Denuncia que promueve los presentes
contra la Organización de Servicios Di-
rectos Empresarios (OSDE) en virtud que
en el año 2017 y a pedido del Jardín de
Infantes, se le sugirió la derivación a neu-
rología, debido a que su hijo presentaba
trastornos de conducta evidentes y pro-
blemas de relación con su entorno socio
ambiental. Así, siendo T. atendido por el
médico neurólogo de la cartilla de la de-
manda, Dr. R. A. C. (en Centro CINEU),
este le prescribió al niño la realización de
terapia cognitivo conductual con coordi-
nación y supervisión en el domicilio a ra-
zón de 10 horas semanales, acompañante
externo en el ámbito escolar a razón de
20  horas semanales y Psicomotricidad a
razón de 2 horas semanales.
Habiendo requerido la cobertura del
tratamiento prescripto a la demandada, la
empresa la habría derivado a la prestadora
PROSAM, quien en primer lugar derivó al
niño con la Lic. M. B., con quien no mos-
tró avances, siendo la actora informada
con posterioridad que dicha profesional
no realizaba la terapia prescripta sino te-
rapia de tipo emocional. Comunicándose
nuevamente con la prestadora esta le hizo
saber que no encontraban profesional que
realizara dicha terapia, por lo que en con-
secuencia se le indicó que buscara por sus
medios algún profesional que la realizara.
Dicha situación fue informada al Neu-
rólogo del niño, quien le sugirió concurrir
ante un Centro especializado en autismo
y trastornos generalizados del desarrollo,
derivándolo con la Lic. M. F. D., quien se
desempeña en la Fundación Ed.In.P.P.A.
Señala la actora que ha sido la propia
empresa demandada, quien le indicó que
debía manejarse mediante el sistema de re-
integro, sin haberle comunicado que dicho
sistema tenía un límite de dinero. Así, al
presentar los presupuestos del tratamiento
ante OSDE se le informó que no se auto-
rizaba el total de las prestaciones sino un
monto parcial.
Ante la situación descripta los profesio-
nales actuantes redujeron las horas de la-
bor adaptándose al presupuesto aprobado,
por lo cual T. no se encontraba realizando
el tratamiento en la extensión prescripta
por el médico neurólogo.
Promovidos los presentes obrados, a
fs. 87/91 la magistrada de grado hizo lugar
a la medida cautelar innovativa solicita-
da por la amparista, ordenando a OSDE a
garantizar el derecho a la salud del niño,
mediante la cobertura de las prestaciones
requeridas.
Cumplido luego con el informe cir-
cunstanciado previsto por el art. 10 de
la ley  13.928 (v.  presentación del día
06/08/2018), y producida la prueba ofre-
cida por las partes, en fecha 08/04/2022 se
dictó sentencia, haciendo lugar a la acción
promovida, la que siendo objeto de recurso
de apelación arriba a esta Alzada a fin de su
tratamiento.
III. Consideraciones de las quejas.
III.i. Ingresando en el estudio de la cues-
tión traída, cabe comenzar destacando que
el objeto de la acción involucra el derecho
a la salud de un niño en situación de dis-
capacidad.
En razón de ello, no solo ha de tenerse en
especial consideración la situación de vul-
nerabilidad que implica la minoría de edad
por su condición de persona en desarrollo,
sino que en el caso particular de T. ha de
sumarse su situación de discapacidad, lo
que nos impone maximizar su protección
(art. 23 CDN, 19 CADH).
Por ello es que, en la especie, no solo
cobra especial relevancia la Convención
sobre los Derechos del Niño, cuya norma-
tiva impone el deber de garantizar que en
toda medida que se adopte y que afecte los
derechos de este colectivo, sea el interés
superior de estos la consideración primor-
dial, sino que ha de sumarse las directivas
particulares consagradas por la Conven-
ción sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad (con jerarquía consti-
tucional conf. ley 27.044) que nos obliga a
los magistrados a intervenir y resolver con
perspectiva de discapacidad.
Así lo ha señalado el Comité sobre los
Derechos de las Personas con Discapaci-
dad al instar al Estado Argentino a promo-
ver una estrategia amplia e integral para el
logro de todos los derechos consagrados en
la Convención “teniendo debidamente en
cuenta el modelo de Derechos Humanos
de la discapacidad” (Observación Final del
Comité sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad, CRDP/C/ARG/CO/1,
27/09/2012).
Es decir que, en atención a la especial
situación en la que se encuentra T., es fun-
ción de la jurisdicción garantizar la efecti-
vidad del plus de derechos que la norma-
tiva internacional de derechos humanos
le reconoce. (Art. 3, 23, 24 y ccdts. CDN,
arts. 25 y 28 CDPD, art. 3 ley 26.061, art. 4
ley 13.298).
III.ii. Ahora bien, en cuanto al derecho
a la salud involucrado en el caso de autos,
corresponde recordar que el mismo se en-
cuentra reconocido en diversos tratados
internacionales con rango constitucional.
Así, el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales esta-
blece expresamente el derecho de todas
las personas a disfrutar del más alto nivel
posible de salud física y mental (cfr. art. 12,
ley 23.313, art. 75 inc. 22, CN).
A su vez, la Convención sobre los Dere-
chos del Niño consagra el derecho “al dis-
frute del más alto nivel posible de salud y
a servicios para el tratamiento de las en-
fermedades y la rehabilitación de la salud”
(cfr. art. 24, Convención sobre los Derechos
del Niño, ley 23.849; art. 75 inc. 22, CN).
Estándares resaltados por nuestro Máxi-
mo Tribunal Nacional al decir que el de-
recho a la preservación de la salud es una
obligación impostergable que tiene la au-
toridad pública, quien debe garantizar ese
derecho con acciones positivas, sin perjui-
cio de las obligaciones que deban asumir
en su cumplimiento las jurisdicciones lo-
cales, las obras sociales o las entidades de
la llamada “medicina prepaga” (cfr. CSJN,
Fallos: 321:1684; 323).
Por su parte, en el caso particular de los
niños con discapacidad, resulta importan-
te señalar que el derecho a la salud se en-
cuentra expresamente asegurado median-
te los artículos 24 de la Convención sobre
los Derechos del Niño y art. 25 de la Con-
vención sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad.
En cuanto a ello, el Comité sobre los De-
rechos del Niño observó especialmente
que “Los Estados Partes en la Convención
reconocen el derecho del niño con disca-
pacidad a recibir cuidados especiales y
alentarán y asegurarán la prestación de
asistencia necesaria (…) La asistencia debe
ser adecuada al estado del niño y a las cir-
cunstancias de sus padres o de otras perso-
nas que cuiden de él” agregando que “Las
medidas adoptadas para la aplicación de
los derechos contenidos en la Convención
Martes 9 de agosto de 2022 | 11
con respecto a los niños con discapacidad,
por ejemplo en los ámbitos de la educación
y la salud, deben dirigirse explícitamente
a la inclusión máxima de esos niños en la
sociedad.” (Observación General Nº 9 del
Comité sobre los Derechos del Niño, “los
derechos de los niños con discapacidad”,
CRC/C/GC/9, 27 de febrero de 2007).
En similar sentido, la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos sostuvo re-
cientemente que “El Estado debe garan-
tizar que las normas y actos estatales no
afecten derechos de los niños y niñas a
gozar el más alto nivel de salud y acceso a
tratamiento de enfermedades, ni que este
derecho se vea afectado por actos de ter-
ceros” (CorteIDH, Caso “Vera Rojas y otros
vs. Chile”, Sent. del 01/10/2021).
III. iii. En dicho contexto de análisis, he
de ingresar en el estudio del agravio intro-
ducido por el recurrente respecto de la vía
elegida por la actora para exigir la tutela del
derecho.
Sobre el tópico, este tribunal —con dis-
tinta integración— tiene dicho que la Su-
prema Corte Provincial ha sentado como
premisa que “(...) La procedencia del am-
paro se justifica en las razones de urgencia
que presenta el caso, teniendo en conside-
ración las particularidades del mismo, la
naturaleza del bien protegido —protección
a la salud— y el derecho que surge del ca-
rácter de afiliado a la entidad demanda-
da (…)” (conf. SCBA, B-65493, S 9-12-2004,
in re “G. A., Z. S. y o. s/ amparo”).
La tutela brindada por el amparo se ex-
tiende a los derechos o garantías explícita o
implícitamente reconocidos por la Consti-
tución Nacional, precepto que tiende a evi-
tar cualquier tipo de hermenéutica cerrada
o rigurosa (conf. Morello - Vallefín, “El Am-
paro - Régimen Procesal”, p. 27 y ss.).
El amparo procede aún si existen otras
vías alternativas utilizables cuando estas
por resultar lentas o dificultosas torna-
rían ilusoria la pretensión esgrimida. La
demora en el tiempo en la satisfacción
de un verdadero derecho prestacional, de
raigambre constitucional, se traduciría
de facto en una omisión constitucional,
en detrimento del derecho a la vida, que
debe ser subsanada por el órgano judicial
requerido, en este proceso constitucional
de amparo, so pena de reducir el derecho
a una mera abstracción y a la misma man-
da constitucional en mero catálogo de
ilusiones (art. 36 inc. 8 de la Constitución
Provincial).
En el ámbito del proceso de amparo se
analiza si la conducta u omisión del accio-
nado lesiona, restringe, altera o amenaza,
con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta,
derechos y garantías reconocidos al am-
parista por la Constitución Nacional, los
tratados internacionales o las leyes. A tal
efecto, se realiza un examen individual de
la situación, sin tomar en consideración
el trato que da el demandado a quienes
se encuentran en igual situación que el
reclamante, pues lo que interesa en el
caso concreto es la preservación de los
derechos de aquel que ha recurrido a la
justicia.
Por los fundamentos expuestos, resulta
adecuado afirmar que las vías ordinarias
sugerida por el quejoso se muestran como
inidóneas para una adecuada, rápida y
eficaz protección de los derechos funda-
mentales implicados, los cuales en su ins-
trumentación —por la naturaleza del mis-
mo— no admite dilaciones.
En consecuencia, apreciando las cir-
cunstancias de caso en el cual se encuen-
tra involucrado el derecho a la salud de
un niño en situación de discapacidad, y el
12 | Martes 9 de agosto de 2022

derecho del mismo a un adecuado desarro-
llo, el instrumento eficaz para concretar la
protección reclamada resulta ser el ampa-
ro. En consecuencia, a efectos de evitar que
el rigor de las formas pueda conducir a la
frustración de derechos que cuentan con
tutela en orden constitucional, correspon-
de rechazar el agravio sobre el punto.
III.iv. Ahora, con relación al agravio refe-
rido a la cobertura de las prestaciones re-
queridas por la amparista, he de adelantar
que el agravio tampoco ha de prosperar.
Como se ha dicho, el recurrente centra
su queja sosteniendo que de conformidad
con la ley 24.901 y sus reglamentaciones
no resulta obligación de la empresa la co-
bertura de las prestaciones solicitadas me-
diante profesionales ajenos a la misma,
señalando que ha puesto a disposición de
la reclamante la cobertura del 100% de los
tratamientos prescriptos a través de profe-
sionales contratados por OSDE.
Como punto de partida, he de observar
que no se encuentra controvertido en autos
ni el diagnóstico ni el tratamiento prescrip-
to al niño T., sino que la cuestión a decidir
se centra en la cobertura integra del trata-
miento prescripto.
En cuanto a ello, y dentro del marco
evaluatorio señalado en los puntos ante-
riores, no puede dejar de destacarse que
a diferencia de lo sostenido por el apelan-
te, el artículo 39 de la ley 24.901 establece
expresamente que “Será obligación de los
entes que prestan cobertura social, el re-
conocimiento de los siguientes servicios
a favor de las personas con discapacidad:
a) Atención a cargo de especialistas que no
pertenezcan a su cuerpo de profesionales y
deban intervenir imprescindiblemente por
las características específicas de la patolo-
gía, conforme así o determine las acciones
de evaluación y orientación estipuladas en
el artículo 11 de la presente ley”.
Es decir, que la propia norma contempla
la posibilidad de que la obra social o pres-
tadora de medicina prepaga deba garanti-
zar ciertas prestaciones mediante profesio-
nales ajenos a su cartilla.
En el caso de autos, dicha circunstancia
puede verificarse incluso en el hecho de
que mediante el sistema de reintegros la
propia demandada ha aceptado la posibi-
lidad de atención del niño T. por personal
ajeno a su contratación. Lo que discute en-
tonces, no es la posibilidad de atención por
profesionales externos, sino la obligación
de cubrir sus costos en su totalidad.
Y aquí cobra relevancia la particular si-
tuación de T. y los derechos involucrados
(salud y educación), por cuanto estos re-
quieren de su máxima satisfacción en tiem-
po adecuado.
Por ello, no puede dejar de observar-
se que si bien la demandada sostiene que
puso a disposición de la progenitora del
niño sus propios prestadores a los fines de
llevar a cabo los tratamientos, de la prueba
informativa producida en autos surge que
el Instituto del Niño no contaba con vacan-
tes disponibles para la prestación (v. oficio
del 08/04/2021) y que APAdeA no brindaba
servicio de psicomotricidad (v. oficio del
día 22/04/2021).
Es decir, que más allá de lo sostenido por
el recurrente, de los propios elementos ha-
bido en la causa puede inferirse la inefecti-
vidad del servicio ofrecido por la demanda-
da, lo que impuso a la usuaria la necesidad
de realizar una actividad extra, obligándola
a realizar gestiones burocráticas que aten-
tan contra el derecho a la salud, educación
y buen desarrollo de T.
Dichos elementos, me convencen que
asiste razón a la accionante en cuanto a los
hechos denunciados al promover el pre-
sente, circunstancias que, reitero, en vir-
tud de los derechos en juego imponía a la
demandada la obligación de garantizar las
prestaciones que le fueran ordenadas en
forma efectiva.
Así lo ha dicho la Corte Suprema de Justi-
cia de la Nación —remitiendo al dictamen
de la Procuradora Fiscal— al sostener que
“(...) en casos donde se encuentran im-
plicados el derecho a la salud, desarrollo
pleno e integración de un niño con capa-
cidades diferentes —en el particular con-
texto del estatuto de la discapacidad—,
los padres del menor solo deben acreditar
la condición de su hijo, su carácter de afi-
liado y la prescripción profesional respec-
tiva y la parte demandada debe ocuparse
de probar —y poner a disposición— una
alternativa entre sus prestadores, que pro-
porcione un servicio análogo al que persi-
gue en juicio y demostrarse la exorbitancia
o sin razón de la elección paterna.” (CSJN,
Fallos: 327:2413; 331:2135; y 332:1394; en
ig,. sent. CNApel. Civ. Com. Fed., Sala II,
3519/2004, L. R., M. V. c. OSDE s/ amparo
de Salud”, sent. 06/12/2021).
Extremos, estos últimos, que no se han
verificado en autos.
Por su parte, el Máximo Tribunal conti-
nental ha destacado la debida diligencia
que cabe aún a los entes privados cuando
se encuentran involucrados los derechos
humanos. Así ha dicho que “Las empre-
sas deben respetar los derechos huma-
nos. Eso significa que deben abstenerse
de infringir los derechos humanos de ter-
ceros y hacer frente a las consecuencias
negativas sobre los derechos humanos
en las que tengan alguna participación.”
agregando en lo que interesa para el pre-
sente que “La responsabilidad de respe-
tar los derechos humanos exige que las
empresas:
b) Traten de prevenir o mitigar las con-
secuencias negativas sobre los derechos
humanos directamente relacionadas con
operaciones, productos o servicios presta-
dos por sus relaciones comerciales, incluso
cuando no hayan contribuido a generar-
los.” (CorteIDH, Caso “Vera Roja vs. Chile”,
Sent. del 01/10/2021).
Y a todo lo dicho ha de sumarse otra con-
sideración también trascendente a fin de
ratificar la sentencia atacada, y es el hecho
consistente en el vínculo existente entre T.
y los profesionales que lo atienden en la ac-
tualidad, elemento que no puede ser anali-
zado desde una óptica meramente presta-
cional, puesto que involucra el derecho de
T. a su adecuado desarrollo.
Así, de los informes obrantes a fs. 13/14
y fs. 15/16 surgen las dificultades que ha
tenido el niño a fin de adaptarse al trata-
miento propuesto, circunstancia superada,
que ha dado como resultado la formación
de vínculos importantes para llevar ade-
lante el tratamiento, lo que amerita ser te-
nido en cuenta a los fines de no interferir
en su evolución.
Este último elemento, concluye mi con-
vencimiento de que hace al mejor interés
de T. confirmar la sentencia traída, por
cuanto garantiza la realización integral
del tratamiento prescripto mediante los
profesionales adecuados con los cuales
mantiene un vinculo paciente-profesional
satisfactorio; lo que así he de proponer al
Acuerdo.
III.v. Por último, con relación a las costas
corresponde decir que la calidad de vencido
esta dada por el enfoque global del resulta-
do de la contienda, por lo que no se admite
parcelar el litigio en relación a los reclamos
(SCBA, 11/09/1973, AyS, 1973-II-144).
A mayor abundamiento debemos seña-
lar que el principio general en materia de
costas en la ley procesal tiene indudable fi-
liación objetiva; se atiende al resultado del
proceso. (Morello y colab., “Códigos (…)”,
t. II, ps. 385, 387).
El presente tipo de proceso cuen-
ta con un régimen especial en mate-
ria de imposición de costas, contenido
en el artículo 19 de la ley 13.928 (según
Ley 14.192) que edicta que “Las costas del
proceso se impondrán al vencido. El Juez,
en los casos de amparo colectivo, podrá
además aplicar supletoriamente en mate-
ria de costas lo normado en el Cód. Proc.
Civ. y Comercial de la Provincia de Bue-
nos Aires. No habrá condena en costas si
antes del plazo fijado para la contestación
de demanda, cesara el acto u omisión que
motivó el amparo”.
En base a lo que surge de la presente
causa no existen méritos suficientes para
apartarse del principio general señalado
en los párrafos precedentes ni del aquel
contenido en la normativa especial aplica-
ble a la materia, ya que en virtud de lo se-
ñalado precedentemente, las constancias
de la causa dan cuenta de la necesidad que
tuvo la parte actora de iniciar las presentes
actuaciones a fin de obtener la cobertura
médica requerida. (art. 19 Ley 13.928 —se-
gún Ley 14.192— y art. 68 Cód. Proc. Civ. y
Comercial).
III. vi. Por lo expuesto, corresponde con-
firmar la sentencia traída en cuanto ha sido
objeto de agravios (art. 33, 42 y 75, inc. 22
C.N; art. I y XI DADDH; art. 3 y 25 DUDH;
Ley 26.378 —aprueba Convención sobre
Discapacidad— y 27.044; doct. arts. 36, 163
Cód. Proc. Civ. y Comercial).
En base a estas consideraciones voto por
la afirmativa.
El doctor Moreda, por consideraciones
análogas, adhiere y también vota por la
afirmativa.
2ª cuestión. — El doctor Rodiño dijo:
Visto el acuerdo logrado al tratar la cues-
tión que antecede, corresponde confir-
mar la sentencia apelada en lo que fuera
materia de recurso y agravios. Las costas
de Alzada habrán de ser soportadas por
la demandada quien continúa perdidosa
(art. 68 del Cód. Proc. Civ. y Comercial).
Los honorarios profesionales se regularán
en su oportunidad (Leyes 8904 y 14.967).
Así lo voto.
El doctor Moreda, por compartir funda-
mentos, adhiere y vota en igual sentido.
Por ello, consideraciones del Acuerdo
que antecede y citas legales, confírmase la
sentencia apelada en lo que ha sido mate-
ria de recurso y agravios. Costas de Alzada
a la demandada quien continúa perdidosa.
Difiérese la regulación de los honorarios
profesionales para su oportunidad. Regís-
trese. Notifíquese (art. 10 Ac. 4013 SCBA y
modif.). Oportunamente, devuélvase (Ac.
3975/2020 SCBA). — Javier A. Rodiño. —
Pablo S. Moreda.

Edictos
RO D R Í G U E Z O L I V O , DA N I E L A
STEPHANIA s/SOLICITUD DE CAR-
TA DE CIUDADANIA. El Juzgado
Nacional de Primera Instancia en
lo Civil y Comercial Federal Nº 2,
Secretaría Nº 4 interinamente a mi
cargo, de Capital Federal, informa
que DANIELA STEPHANIA RODRÍ-
GUEZ OLIVO, DNI Nº 96.040.050,
solicitó la declaración de Carta de
Ciudadanía Argentina. Cualquier
persona que conozca algún impedi-
mento para la concesión del bene-
ficio, podrá hacerlo saber a través
del Ministerio Público. Publíquese
por dos días dentro de un plazo de
quince días.
Buenos Aires, 8 de julio de 2022
Constanza Belén Francingues, sec.
LA LEY: I. 09/08/22 V. 09/08/22
Ante el Juzgado Nacional de Prime-
ra Instancia en lo Civil y Comercial
Federal Nº 10. Secretaría Nº 20, sito
en Libertad 731 9º piso de esta ciu-
dad. tramita el pedido de ciudada-
nía argentina de la Sra. ROSSIBEL
ELENA ÁLVAREZ RODRÍGUEZ dd
nacionalidad venezolana con DNI
Nº 95.824.935 según el expediente
ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, ROSSIBEL
ELENA s/ Solicitud de Carta de Ciu-
dadanía” Exp. Nº 13799/2021. Por
ello cualquier persona que tuviere
conocimiento de algún aconteci-
miento que estimara podría obstar a
dicha concesión deberá hacerlo sa-
ber a este Juzgado. Publíquese por
dos días.
Buenos Aires, 4 de febrero de 2022
Matías M. Abraham, sec.
LA LEY: I. 09/08/22 V. 09/08/22
El Juzgado Nacional de Primera Ins-
tancia en lo Civil y Comercial Federal
Nº 8 a cargo del Dr. Marcelo Gota,
secretaría Nº 16 a mi cargo, sito en Li-
bertad 731 7º piso de Capital Federal,
hace saber que DAYANA CAROLINA
ZAVALA PUEMAPE de nacionalidad
venezolana con DNI 95.998.426 ha
peticionado la concesión de la ciu-
dadanía argentina, a fin de que los
interesados hagan saber a este Juz-
gado las circunstancias que pudiesen
obstar a dicho pedido. Publíquese
por dos días.
Buenos Aires, 21 de junio de 2022
Sebastián A. Ferrero, sec.
LA LEY: I. 09/08/22 V. 09/08/22

Director Editorial: Fulvio G. Santarelli PROPIEDAD DE LA LEY S.A.E. e I. linkedin.com/showcase/thom-

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Florencia Candia Marlene Slattery ciones-legales/blog-legal.html 0810-266-4444
Provincia de Buenos Aires.
Jurisprudencia Argentina Gran Cuyo
Año XXVII
Doctrina
El proceso de división de cosas comunes
en el CPCCyT de Mendoza
Tomás Donato
Abogado. Diplomado en Derechos Reales (UNCAUS). Miembro de la Comisión de Derecho Civil del Colegio de Abogados y Procuradores de la Primera Circunscripción Judicial de la
Provincia de Mendoza.
SUMARIO: I. Introducción.— II. El art. 216 del CPCCyT de Mendoza.— III. La calidad de coposeedores.— IV. Documentos que acreditan el derecho real.—
V. Aplicación de las reglas del proceso monitorio.— VI. Competencia.— VII. Etapas del proceso.— VIII. Acumulación de acciones.— IX. Momento oportuno
para la citación prevista en el inc. c) del art. 216.— X. Las costas en este proceso.— XI. El proceso de división de cosas comunes en las provincias argentinas.— XII. Conclusiones.
I. Introducción
Cuando varias personas tengan idénticos de-
rechos sobre una cosa o sobre un conjunto de
bienes, estaremos en presencia de una comuni-
dad. Esos derechos se compatibilizan de modo
que todos los titulares puedan ejercerlos (1).
Dentro del género comunidad pueden encon-
trarse distintas especies, como la comunidad
hereditaria, la indivisión postganancial, casos
de cousufructo y —en lo que aquí nos intere-
sa— el condominio (2).
El derecho real de condominio, cuyo objeto
son cosas, tiene como particularidad que ellas
pertenecen en propiedad a dos o más perso-
nas. Son notas características su inestabilidad y
transitoriedad, puesto que no puede obligarse
a los comuneros a mantener indefinidamente
una estructura que, por experiencia, es fuente
de litigios y de conflictos (3).
El Código Civil y Comercial (en adelante
CCyC), establece una forma especial de con-
cluir el condominio: La partición. La facultad
de solicitarla es imprescriptible en tanto pue-
de ser demandada en cualquier tiempo, por
cualquiera de los condóminos y sin necesidad
de expresión de causa o justificación alguna.
Ese principio se verá restringido excepcional-
mente en los casos de indivisión forzosa per-
durable, cuando la ley impide a los condómi-
nos peticionar la partición (muros, cercos, fo-
sos, accesorios indispensables, etc.) o cuando
en ejercicio de su autonomía de la voluntad
hayan acordado suspender la partición por un
plazo determinado que nunca podrá exceder
de 10 años (4).
Dicho esto, es lógico que el Código de Pro-
cedimiento mendocino haya regulado cómo
debe articularse este derecho a reclamar la par-
tición de la cosa común.
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) BORDA, G., “Tratado de Derecho Civil: Derechos Rea-
les”, Tomo I, La Ley, Buenos Aires, 2012, 6ª ed.
(2) ABAD, G. y OLCESE, M. J., “La legitimación para iniciar
la acción judicial de división de condominio”, MJ, 2018, MJ-
DOC-13718-AR.
Nota a fallo
Plazo de gracia
Vigencia. Expediente digital.
CORREO
FRANQUEO A PAGAR
ARGENTINO
CENTRAL B CUENTA N° 10269F1
Director: Carlos A. Parellada
Secretarios: Olga Castillejo de Arias y Ariel Parellada
Agosto de 2022 - Nº 4
Dentro de los procesos de conocimiento es-
peciales regulados en el Título II del Código Pro-
cesal Civil, Comercial y Tributario de Mendoza
(en adelante CPCCyT), aparece —en su Capítu-
lo V—, el proceso de división de bienes comu-
nes. Se encuentra previsto en un solo artículo, el
216, y remite a las reglas del proceso de conoci-
miento y del proceso monitorio. Constituye un
cambio notable respecto de la legislación proce-
sal ideada por el maestro Podetti, hoy derogada.
II. El art. 216 del CPCCyT de Mendoza
El texto actual de la norma expresa:
“Art. 216 — División de Cosas Comunes
La división de cosas comunes se regirá por
las reglas del proceso de conocimiento, con las
siguientes particularidades:
a) Procede sólo cuando los copropietarios
conserven su calidad de coposeedores.
b) Cuando se presenten los documentos que
acrediten el derecho real, se aplicarán las reglas
del proceso monitorio.
c) El Juez citará a todos los interesados en la
división de bienes comunes y resolverá funda-
damente, aprobando o rechazando la división.
d) Las cuestiones relativas a los modos de
efectuar la partición se tramitarán en la ejecu-
ción de sentencia, conforme las reglas previs-
tas para la división de herencias, en tanto sean
compatibles”.
El Código derogado (5) situaba a la división
de bienes comunes dentro de los procesos su-
marios. Era considerada una especie dentro
del género “proceso típico común”, puesto que
su sustanciación se encontraba en referencia a
(3) KIPER, C., “Tratado de Derechos Reales”, Rubin-
zal-Culzoni, Buenos Aires, 2016, t. I, ps. 483.
(4) Art. 2000 del CCyC.
(5) Ley 2269, “Código Procesal Civil de la Provincia de
Mendoza”
(6) GIANELLA, H., “Código Procesal Civil de la Provincia de
aquel, pero con modificaciones en beneficio de
la rapidez (6).
El CPCCyT regula procesos de conocimiento
especial, de estructura monitoria y de ejecu-
ción —abandonando la clasificación en suma-
rios o sumarísimos— lo que justifica las nuevas
remisiones que trae el artículo.
Veamos sus requisitos y particularidades.
III. La calidad de coposeedores
Este requisito ya era contemplado por el
derogado Código y, conforme explicaba Pode-
tti (7), encontraba su justificación en que, si se
había perdido la coposesión sobre la cosa, lo
que correspondía era iniciar el proceso ordina-
rio por reivindicación o el posesorio en razón
del tiempo transcurrido. Es decir, la acción solo
procedía en caso de reconocimiento mutuo de
la calidad de coposeedores.
De aplicarse las reglas del condominio y de la
coposesión, podrá advertirse que este requisito
de procedencia no tiene razón de ser y termi-
nará por complejizar el trámite de la pretensión
del condómino a pedir su división. Analizare-
mos las normas del CCyC en esta materia.
En primer lugar, debe recordarse que lo
que aquí se analiza es el supuesto de división
de condominio. Otras comunidades de bie-
nes —como la comunidad hereditaria o la
indivisión postganancial— serán divididas o
partidas atendiendo a las disposiciones que los
ordenamientos de fondo y de forma ponen a
disposición.
El art. 1983 del CCyC define al condominio
como un “derecho real de propiedad sobre una
cosa que pertenece en común a varias personas
y que corresponde a cada una por una parte
Mendoza”, Ley, Buenos Aires, 2009, 1ª ed., t. II, ps. 459-490.
(7) PODETTI, R., “Código de Procedimiento en materia civil
y comercial de la provincia de Mendoza”, La Facultad, Buenos
Aires, 1936.
(8) BORDA, G., “Tratado de Derecho Civil: Derechos Rea-
les”, La Ley, Buenos Aires, 2012, 6ª ed., t. I.
SC Mendoza, sala II, 06/05/2022. - Lucero Nancy Miriam c. Ger S.A. s/Despido s/ Recurso
Extraordinario Provincial. 4
La Secretaría Nocturna... ¿nostalgia o necesidad?
La necesidad de una ley marco que establezca los principios y garantías del debido
proceso digital
María Fernanda Díaz 5
La Rioja
Mendoza
San Juan
San Luis
ISSN: 0329-1677 - RNPI: En trámite
indivisa”. En él se da una confluencia armóni-
ca, una compatibilidad entre los titulares de la
cosa común (8) que provoca un concurso de
derechos de la misma naturaleza que no se ex-
cluyen o superponen entre sí. Como afirma el
maestro Ripert, “La cosa permanece entera en
su materialidad: es indivisa. Es el derecho el que
se fracciona” (9).
Ahora bien, es de toda lógica que la legisla-
ción procesal establezca como requisito para
la división de la cosa común la acreditación
del derecho real de condominio, del cual nace
la facultad imprescriptible de solicitar la parti-
ción, puesto que si lo que está en discusión es
su existencia misma, no es este el proceso que
debe intentarse.
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de
la Nación (CSJN) resolvió que “La acción [de
división de condominio] presupone necesaria-
mente la existencia de uno o varios inmuebles
comunes. Si esta última condición —la de co-
munidad— prima facie no concurre y las partes
entre quienes se ha trabado la contienda man-
tienen sus respectivos puntos de vista es, sin
duda, el de la acción reivindicatoria el camino
más indicado para arribar a una solución” (10).
En este caso se habían sucedido múltiples
transmisiones de los inmuebles durante más de
50 años; la actora alegó que la transferencia que
había realizado su padre no era real, sino que se
trataba de la garantía de un préstamo, situación
que la convertía en copropietaria. La Provincia
de Jujuy negó el carácter de copropietaria de la
actora. La Corte resolvió que no había quedado
demostrada la simulación y que había existido
enajenación de los derechos, por lo que la ac-
ción de división de condominio, así como la de
reivindicación no podían prosperar.
El art. 216 del CPCCyT no habla de la nece-
sidad de conservar la calidad de condóminos
(9) RIPERT, G., y BOULANGER, J., “Tratado de Derecho Ci-
vil: Tomo V Derechos Reales”, La Ley, Buenos Aires, 1965.
(10) CS, “Ángela M. Sanz de Canaveris vs. Provincia de Ju-
juy”, Fallos: 198:403 (1944).
2 | Agosto de 2022
o copropietarios, sino que exige la coposesión.
Ello constituye un error.
Sabido es que la posesión es una situación de
hecho que puede, o no, tener su origen en un
derecho. Las relaciones de poder que se ejercen
con motivo del condominio, se denominan co-
posesión y constituyen un fenómeno complejo
que merece atención.
Como regla, sobre la misma cosa no pueden
concurrir varias relaciones de poder de la mis-
ma especie que se excluyan entre sí (11). Ahora
bien, puede suceder que esas relaciones concu-
rran sin excluirse unas a otras. Tal es el caso de
la coposesión. En palabras de Molinario (12),
la coposesión se ejerce por los coposeedores
sobre toda la cosa, actúa sobre cada molécula
y átomo de la cosa, y esa situación es indepen-
diente de que la cosa permita el uso de partes
concretas por cada coposeedor.
En otras palabras, todos poseerán el todo has-
ta que se produzca la partición y opere su efecto
declarativo. A modo de ejemplo, puede pensar-
se en un inmueble de importantes dimensiones
que ha sido delimitado materialmente en par-
tes iguales por sus dos condóminos, quienes
han decidido cuál ocupará cada uno. Allí lo que
se ha dividido no es el condominio, sino el uso y
el goce de la cosa, tal como lo prevé el art. 1987
del CCyC, al establecer la posibilidad de que
este sea alternado o recaiga sobre partes deter-
minadas de forma excluyente.
En la situación anterior la cosa, por sus carac-
terísticas, es susceptible de un convenio de uso
y goce en esa modalidad. Pero si el condominio
recae, por ejemplo, sobre un monoambiente
de 30m2, el uso que haga un condómino muy
probablemente no será compatible con el de
los otros. ¿Significa que ha desposeído a los res-
tantes titulares? La negativa se impone, por las
siguientes razones.
En el Título II del Libro Cuarto, el art. 1914
del CCyC establece que si media título se pre-
sume que la relación de poder comienza desde
la fecha del título y tiene la extensión que en él
se indica. Esta presunción se vuelve meridiana
en materia de división de condominio y del re-
quisito impuesto por el inc. a) del art. 216, por-
que si de su título surge que son condóminos, y
siendo que este derecho real se ejerce por la po-
sesión, existe una presunción legal de que ellos
mantienen su calidad de coposeedores.
Es esa presunción la que torna innecesario
el requisito de admisibilidad impuesto por el
art. 216 del CPCCyT, puesto que los condómi-
nos conservan la calidad de coposeedores y
únicamente dejarían de serlo en el supuesto de
que alguno intervirtiera su título.
Sin perjuicio de lo anterior, no puede pen-
sarse que el requisito del inc. a) esté destinado
a amparar supuestos de interversión, sencilla-
mente porque pesa sobre el interversor la car-
ga de destruir la presunción establecida por el
CCyC. De allí que no es necesario que el con-
dómino que acciona por división pruebe que
conserva su calidad de coposeedor.
A lo anterior se suma que el Código Civil y Co-
mercial regula expresamente las situaciones de
uso exclusivo por parte de un solo condómino,
que de ninguna manera constituyen supuestos
de desposesión o de interversión. Así, se esta-
blece la posibilidad de convenir el uso y goce
excluyente (art. 1987, CCyC); el derecho a in-
demnización a partir de la oposición fehaciente
y solo en beneficio del condómino que contro-
(11) Art. 1913, CCyC.
(12) MOLINARIO, A., “Alcance de la reivindicación del con-
dómino y del coheredero contra terceros detentadores”, Estu-
dios de Derecho Civil en Homenaje a Héctor Lafaille, Ed. De-
palma, Buenos Aires, 1968, ps. 545-488.
(13) CIVIT, J., COLOTTO, G. y DE ROSAS, P., “Código Proce-
sal Civil, Comercial y Tributario de la Provincia de Mendoza:
analizado, concordado, comentado y jurisprudencia”, ASC,
Mendoza, 2019, 6ª ed., ps. 623-625.
Jurisprudencia Argentina Gran Cuyo
vierte el uso y goce en medida mayor o calidad
distinta a la convenida (art. 1988, CCyC); y la
facultad de ejercer el ius prohibendi, entendido
como el derecho del condómino a oponerse al
uso y goce de la común que se presume consen-
tida y gratuita (art. 1993, CCyC).
Por último, debe repararse en que el requisito
de la conservación de la calidad de coposeedor
como presupuesto del proceso de división de
condominio se encuentra previsto únicamente
en el Código Procesal mendocino; ninguno de
los ordenamientos procesales vigentes en nues-
tro país lo exige.
IV. Documentos que acreditan el derecho
real
El CPCCyT ha optado por aplicar las reglas
del proceso más breve previsto por el ordena-
miento ritual cuando se presenten los docu-
mentos que acrediten el derecho real. Juan Pa-
blo Campos y Víctor Sosa se preguntan cuáles
serán esos documentos, y plantean un error de
técnica legislativa al utilizar una expresión tan
genérica para determinar la condición necesa-
ria de procedencia de esta vía (13).
Por mi parte, entiendo que —de ser un
error— no tendría las consecuencias tan disva-
liosas que mencionan los autores. El documen-
to que acredita el derecho real es el título sufi-
ciente, entendido este como negocio causal há-
bil para adquirir la copropiedad. Ahora, el em-
pleo de una expresión genérica puede deberse
a que dependerá de la naturaleza de la cosa en
condominio (mueble o inmueble, registrable o
no) los documentos que serán considerados tí-
tulo suficiente.
IV.1. Inmuebles
Para el caso de inmuebles, deberá acompa-
ñarse la matrícula certificada expedida por el
Registro de la Propiedad Inmueble de donde
surja quiénes son los condóminos de la cosa.
Debe considerarse que su inscripción tiene
efecto declarativo, por lo que el título es per-
fectamente oponible entre las partes (14). La
trasmisión del dominio se produce fuera del
registro y su inscripción solo lo hace oponible
a terceros. Por lo tanto, podría darse el caso de
que el documento que acredite el derecho real
de condominio sobre un inmueble sea una es-
critura pública (15) pendiente de registración y,
como en la división de cosas comunes en gene-
ral solo intervienen los condóminos, nada obs-
taría a que ese título sea hábil para este proceso.
IV.2. Muebles registrables
Si la cosa en condominio es mueble, y la ley
requiere su registración, deberá presentarse el
informe de dominio emitido por el Registro co-
rrespondiente.
A modo de ejemplo, puede mencionarse el
dec.-ley 6582/58. La naturaleza constitutiva de
la inscripción de automotores y motovehícu-
los que la norma dispone implicará que, para
proceder a la división de cosas comunes, deba
aportarse un informe expedido por el Registro
Nacional de la Propiedad Automotor.
IV.3. Muebles no registrables
Si lo que se pretende dividir es una cosa mue-
ble cuya registración no viene impuesta por la
ley, el documento que acreditará el derecho
real de condominio será el título causal. Regirá
aquí el principio de libertad de formas, consa-
(14) Según las previsiones de los arts. 1890, 1893 del CCyC
y art. 2 de la Ley 17801 de Registro de la Propiedad Inmueble.
(15) Requisito impuesto por el art. 1017 del CCyC.
(16) SALVAT, R., “Tratado de Derecho Civil Argentino. Tomo
III Derechos Reales”, Ed. Tipográfica Editora Argentina, Bue-
nos Aires, 1959, 4ª ed.
(17) Art. 1895 del CCyC Adquisición legal de derechos rea-
les sobre muebles por subadquirente.
(18) Quinta Cámara de Apelaciones en lo Civil, Mendoza,
grado por el art. 1015 del CCyC. Sin embargo, a
los fines de cumplimentar con lo requerido por
el inc. b) del art. 216 del CPCCyT, será indispen-
sable que el título tenga forma escrita. La fecha
cierta solo es necesaria para su oponibilidad a
terceros, pero no entre partes (16).
¿Podría afirmarse que la posesión de una
cosa mueble no registrable, no hurtada o perdi-
da, y adquirida de buena fe constituye un título
suficiente? La idea de que esta posesión pueda
cumplir con los requisitos de los incs. a) y b), da
lugar a confusiones. En otras palabras, corres-
ponde preguntarse si acreditar la posesión de
buena fe también releva de acompañar docu-
mentos. La respuesta debe necesariamente ser
negativa.
El adagio posesión vale título, tiene aplicación
específica en el ámbito de las adquisiciones a
non domino y sobre la posibilidad del verda-
dero propietario de reivindicar la cosa. Opera
como un modo de facilitar la prueba de la pro-
piedad a fin de repeler una eventual reivindica-
ción y proteger así a terceros adquirentes. Exce-
de al objeto de este trabajo su estudio pormeno-
rizado, pero no es baladí destacar que el Código
Civil y Comercial lo regula de forma muy clara,
despejando cualquier duda posible (17).
V. Aplicación de las reglas del proceso mo-
nitorio
Es necesario determinar cuál es el proceso
por el que tramitará la división de un condo-
minio, conforme el CPCCyT. Ello tendrá con-
secuencias importantes en relación con el juez
que resultará competente en razón de la mate-
ria, y también respecto de la regulación de ho-
norarios profesionales.
Debe ser reiterado cuál es el lugar que ocupa
la división de bienes comunes en la estructu-
ra metodológica del Código de rito, vigente en
Mendoza. Así, la encontramos legislada en el
Libro Segundo: De los Procesos Típicos Comu-
nes; Título II: De los Procesos de Conocimiento
Especiales; Capítulo V: División de Bienes Co-
munes. Dentro de este capítulo encontramos su
único artículo, el 216, que comienza diciendo
“La división de cosas comunes se regirá por las
reglas del proceso de conocimiento”.
Puesto en contexto, no caben dudas de que
estamos en presencia de un proceso de cono-
cimiento. Solo queda determinar el alcance de
la expresión “se aplicarán las reglas del proceso
monitorio” utilizada en el inc. b) del art. 216.
¿Implica ello que cuando se presenten los do-
cumentos que acrediten el derecho real, la divi-
sión se sustanciará por el proceso monitorio sin
más? En otros términos, ¿hay aquí una remisión
directa al Libro Tercero, Título I del CPCCyT?
Entiendo que eso no puede ser posible.
El art. 232 del CPCCyT hace una enumera-
ción taxativa de doce supuestos que tramitarán
por el proceso monitorio, vedando a los jueces
la posibilidad de admitir esta vía para otros no
mencionados. La división de bienes comunes
no se encuentra mencionada expresamente, y
no puede asumirse una suerte de torpeza del
legislador al omitir su incorporación.
Resulta muy acertado lo dicho por la Quinta
Cámara de Apelaciones (18) “En ningún mo-
mento el legislador ordena que el proceso de
división de bienes comunes se rija por las nor-
mas del proceso monitorio, sino que, establece
la aplicación de sus reglas a una de sus etapas
y sólo bajo ciertas circunstancias (etapa intro-
ductoria y siempre que se acredite el derecho
“Núñez Leandro Gastón c/ Formeliano Lourdes Itati p/ mo-
nitorio”, 17/11/2021.
(19) SALVAT, R., “Tratado de Derecho Civil Argentino. Tomo
III Derechos Reales”, Ed. Tipográfica Editora Argentina, Bue-
nos Aires, 1959, 4ª ed.
(20) BORDA, G. A., “Tratado de Derecho Civil - Derechos
Reales Tomo II”, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1992, nº
1478.
(21) CARAMELO, G., PICASSO, S. y HERRERA, M., “Código
real). Luego, a partir de la sentencia monitoria
y, siempre que los condóminos demandados se
avengan a cumplir voluntariamente la senten-
cia, se fijan otras reglas propias de este tipo de
proceso, mientas que si media oposición o nuli-
dad de la sentencia, deberá tramitarse la misma
y una vez resulta esta, seguirá conforme las res-
tantes pautas fijadas en el art. 216”.
De todo lo anterior se concluye que la divi-
sión de condominio tramita por proceso de co-
nocimiento especial y, cuando se cumplen cier-
tos requisitos, se aplican las particularidades
establecidas en los cuatro incisos del art. 216
del CPCCyT.
Mucho podría decirse sobre la inconvenien-
cia, desacierto o equivocación de esta interpre-
tación, pero no puede soslayarse que plantea
una visión sistémica y coherente con la totali-
dad de las normas procesales en juego. Debo
hacer reserva de mis valoraciones personales
sobre estas disposiciones.
VI. Competencia
Liminarmente hay que decir que la compe-
tencia está regulada en los arts. 5º y 6º del CPC-
CyT. El primero de ellos establece las reglas so-
bre determinación de la competencia en razón
de la materia y, el segundo, hace lo propio en
relación con la competencia territorial. Sin em-
bargo, de la lectura del articulado surgen otros
criterios de atribución.
VI.1. Competencia por materia
El Código establece que la competencia se
determina por la naturaleza de las acciones de-
ducidas en la demanda. En relación con la di-
visión de condominio, su naturaleza jurídica es
todavía conflictiva. Salvat (19) la consideraba de
naturaleza real, mientras que para Borda (20)
era de carácter personal.
En el CCyC la discusión parece no estar ce-
rrada. Su art. 2247 establece que “Las acciones
reales legisladas en este Capítulo [Defensas del
derecho real] son la reivindicatoria, la confeso-
ria, la negatoria y la de deslinde”. Es decir, deja
abierta la posibilidad de atribuir naturaleza real
a otras acciones no legisladas en el capítulo,
como la acción de división de condominio (21).
A pesar de los ríos de tinta que han corrido
respecto de la naturaleza jurídica de la división
de condominio, la Corte Suprema de Justicia de
la Nación ha sido coherente en reconocerle ca-
rácter real a esa acción a través de los años (22).
El art. 5º, II, A, inc. 2 del CPCCyT establece
que son competentes los jueces civiles para
entender en las causas relacionadas con accio-
nes reales y posesorias. Aquí utiliza un criterio
de atribución de la competencia basado en la
materia. Por su parte, el mismo artículo en el
apartado B, inc. 3 establece la competencia de
los jueces de paz para entender en cuestiones
cuya resolución deba tramitarse por proceso de
estructura monitoria. El criterio de atribución,
en este caso, está dado por la vía procesal por
la que deberán tramitar las pretensiones. De allí
las discusiones sobre quién es el juez compe-
tente.
Nuevamente, la dificultad se presenta res-
pecto de la expresión “se aplicarán las reglas
del proceso monitorio” contenida en el art. 216,
inc. b). Ya he sentado postura sobre el alcance
de esa disposición en el apartado V, pero la si-
tuación no parece tan clara en la jurispruden-
cia: a pesar de atribuir competencia a los juzga-
Civil y Comercial de la Nación Comentado - Tomo V”, Ed. Info-
jus, Buenos Aires, 2015.
(22) CS, “Di Lalla v. Di Lalla”, Fallos: 288:449 (1974);
“Claudia Maria Paggi de Larocca”, Fallos: 289:27 (1974); “La
Patricia S.C.A. v. Establecimiento El Recreo y otros”, Fallos:
316:197 (1993); “Víctor Codevilla y otros v. Enrique A. Ayelli y
otros”, Fallos: 321:2162 (1998) entre otros.

dos civiles, no son claros los argumentos que lo
justifican.
En agosto de 2020, la Tercera Cámara de Ape-
laciones en lo Civil (1ra Circunscripción) resol-
vió (23) “en caso de configurarse las pautas exi-
gidas [art. 216, inc. b], el proceso se estructur[a]
en base a las reglas vigentes para el trámite
monitorio, pero en modo alguno puede inter-
pretarse que en razón de ello, se produzca el
desplazamiento de la competencia a la justicia
de Paz, pues ella entiende en causas que deban
tramitar por dicha vía más no a procesos a los
cuales sus reglas puedan aplicarse”. De la lec-
tura de estos dichos parecería que este proceso
tramitaría ante los jueces civiles por proceso
monitorio, interpretación que —entiendo— no
es ajustada a la legislación vigente.
El Anteproyecto de CPCCyT elaborado por la
Comisión Asesora (24) incluía una disposición
final para este artículo. Establecía que no se po-
día asignar competencia para procesos especia-
les (Amparo, Ejecución y Monitorios, Pequeñas
Causas y procesos derivados de otras leyes)
cuando se les hubiese atribuido entender —entre
otras— en acciones reales y posesorias (25). No
daba lugar a dudas, de ninguna manera podría
haber tramitado un proceso de estructura mo-
nitoria ante los jueces civiles. Finalmente, esta
disposición no se plasmó en legislación vigente.
VI.2. Competencia territorial
Ahora bien, el art. 6º, inc. d) del CPCCyT es-
tablece que cuando se ejerciten acciones reales
sobre inmuebles será competente el juez del
lugar donde esté situada la cosa. Luego agrega
que la misma regla regirá, además de otros su-
puestos, a la división de condominio (26).
Claudio Kiper aclara que la importancia de
determinar la naturaleza jurídica es relevante
a los efectos procesales (27) de saber quién es
competente en razón del territorio. Sin entrar
en el debate de la naturaleza jurídica de la di-
visión de condominio, el CPCCyT la equipara
en sus efectos a las acciones reales. Esta cir-
cunstancia aboga en favor de la solución que
propongo en estas líneas en el sentido de que
resulta más coherente que sea el juez civil quien
sea competente, puesto que es él quien ha sido
designado para entender en las acciones reales.
VII. Etapas del proceso
VII.1. Introductorio
Presentada la demanda con la pretensión de
dividir, el juez civil deberá analizar los docu-
mentos acompañados para acreditar el dere-
cho real. Si considera que son hábiles para ese
propósito, deberá hacer aplicación de las reglas
del proceso monitorio. Así entonces, dictará
sentencia en el plazo de cinco días ordenando
la división y su notificación al o los demanda-
dos. Estos cuentan con cinco días para solicitar
la nulidad de la sentencia o para oponer las ex-
cepciones que crean admisibles.
VII.2. Nulidad y excepciones
Respecto de la nulidad de la sentencia, el o
los demandados podrán alegar que los docu-
mentos acompañados no acreditan el derecho
real que se persigue dividir. También podrán
alegar que el condominio se encuentra afecta-
do a algún tipo de indivisión forzosa perdurable
(23) Tercera Cámara de Apelaciones en lo Civil, Mendo-
za, “Vásquez Marta Lidia c/ Pacheco De Mignani Isabel y
Otros p/ monitorio”, 20/08/2020.
(24) Decreto PE Mendoza Nº 939 del 15/6/2015. ”Artícu-
lo 1º - Créese en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Justicia
y Gobierno de la Provincia una Comisión Asesora para ela-
borar un anteproyecto sobre Reforma y Actualización del
Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Men-
doza (…)”.
(25) Art. 5, Inc. IV. Anteproyecto de Reforma del Código
Procesal Civil y Comercial de Mendoza. Comisión de Refor-
ma CPC - Decreto 939/2015.
(26) Debo decir que resultan de toda claridad las ob-
Jurisprudencia Argentina Gran Cuyo
establecida por ley o que existe pacto de indivi-
sión (28).
Respecto de las excepciones, debe estarse a
lo dispuesto en el art. 235 del CPCCyT. Entiendo
aplicables a la división de condominio los inci-
sos: 1)  Incompetencia; 2)  Falta de personería;
3) Litispendencia; 4) Falsedad o inhabilidad de
los documentos; y 9) Cosa juzgada.
La incompetencia y lo relativo a los docu-
mentos, ya han sido tratados en los puntos VI
y IV respectivamente, a los cuales me remito. El
resto de los incisos han sido extensamente ana-
lizados por prestigiosos autores (29).
VII.3. Sentencia
Resueltas las excepciones, y en caso de que
ellas no sean acogidas, la sentencia quedará fir-
me. Es importante desacatar que la temeridad
y malicia que demoren injustificadamente el
trámite son pasibles de la multa establecida en
el art. 236 in fine del CPCCyT, y ella corresponde
tanto al actor que litigó sin derecho, como al o
los demandados que hubieran opuesto articu-
laciones manifiestamente improcedentes.
En la estructura actual de este proceso, por
imperio del inc. d) del art. 216, los modos de
efectuar la partición en ningún caso serán re-
sueltos en la sentencia, y siempre serán objeto
de un posterior proceso de ejecución.
El derogado Código Procesal Civil disponía
que “Cuando no se discutiera la división o la po-
sibilidad de practicarla, los interesados podrán
presentarse en forma conjunta, acompañando
el título y designando perito partidor” (30).
Hoy, el CPCCyT regula la demanda y con-
testación conjuntas en su art. 158 que sería de
aplicación a este supuesto y posibilitaría una
concentración de actos procesales cuando, por
ejemplo, la discusión entre los condóminos solo
verse sobre si la división debe ser en especie o
si debe procederse a su venta. En este caso, la
sentencia que ordene la división podría incluir
la solución de esa disputa, lo que redundaría en
el principio de economía procesal consagrado
en el art. 2º, inc. f) del CPCCyT.
VII.4. Partición
Ahora bien, estando firme la sentencia que
ordene la división, el ordenamiento posterga a
la etapa de ejecución de sentencias lo relativo
a las formas de efectuarla, conforme las reglas
previstas para la partición de herencias.
Los arts. 2369 a 2384 del Libro Quinto, Título
VIII — Partición, Capítulo 2: Modos de hacer la
partición del CCyC resultan de aplicación a este
proceso. Los condóminos podrán partir en la
forma y por el acto que por unanimidad crean
más conveniente, excepto que alguno esté au-
sente o no sea plenamente capaz para otorgar
ese acto. En estos casos debe tenerse en cuenta
que —por principio— la partición debe ser en
especie y solo cuando ella no fuera posible o su
división resultara antieconómica, podría proce-
derse a la venta de los bienes y a la distribución
del producto.
VIII. Acumulación de acciones
Cuando existan otras cuestiones derivadas
del condominio, ellas podrán ser acumuladas
servaciones que hace Hernán Simó respecto a la posibi-
lidad del actor de elegir entre el juez del domicilio de de-
mandado y el del lugar donde se sitúe la cosa. En CIVIT,
J., COLOTTO, G. y DE ROSAS, P., “Código Procesal Civil,
Comercial y Tributario de la Provincia de Mendoza: ana-
lizado, concordado, comentado y jurisprudencia”, Ed.
ASC, Mendoza, 2019, 6ª ed., ps. 95-100.
(27) LORENZETTI, R. L., “Código Civil y Comercial de la
Nación Comentado - Tomo X”, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa
Fe, 2015, 1ª ed., p. 281.
(28) Debe tenerse presente que el art. 2001 CCyC le
da facultades al juez para postergar la partición cuan-
do resuelte nociva por circunstancias graves o perjudi-
a la acción de división de cosas comunes; no
sería otra cosa que una acumulación objetiva
voluntaria (31), en la que un condómino ejerce
todas las acciones que tuviera en contra de los
demás condóminos.
Sin embargo, esa acumulación tiene dos re-
quisitos de procedencia: que las acciones sean
competencia del mismo tribunal y que puedan
sustanciarse por el mismo proceso. Debe dejar-
se en claro que, en la faz subjetiva, la división
de condominio es siempre un litisconsorcio pa-
sivo necesario desde que el pronunciamiento
solo sería útil con la comparecencia de todos
los condóminos (32).
De lo anterior se colige que, en el caso de
acumulación con otras acciones, no podrán ser
aplicadas las reglas del proceso monitorio por-
que no puede imprimírseles a las pretensiones
el mismo trámite. Se requerirá un contradicto-
rio que permita amplitud probatoria.
Piénsese, por ejemplo, en la acumulación
del reclamo por canon locativo derivado de la
privación de uso con la acción de división: será
necesaria la sustanciación de pruebas; deberá
realizarse una pericia que establezca el valor
locativo de la cosa para que el juez pueda de-
terminar cuánto es lo que se debe. Ello no sería
compatible con la aplicación de las reglas del
monitorio debido al acotado contradictorio.
Sin embargo, esta circunstancia no obsta a su
factibilidad. Todas las acciones derivadas del
condominio podrán ser acumuladas por existir
comunidad y conexidad de causas y de sujetos.
Pero, cuando ese fuera el caso, deberían trami-
tar por las reglas de proceso de conocimiento y
sacrificar la aplicación de las reglas del monito-
rio.
Así las cosas, corresponderá estudiar el caso
concreto a los fines de determinar si lo más con-
veniente es apelar a la celeridad para obtener
la división —y tramitar por procesos distintos
otras cuestiones derivadas del condominio— o
si, por el contrario, se preferirá acumular todas
las pretensiones en un único proceso.
En un fallo de la Segunda Cámara Civil (33)
con voto preopinante del Dr. Marzari, se afirmó
que “La sentencia en un proceso por división de
condominio, si hace lugar a la misma, sólo debe
contener resolución en tal sentido y disponer lo
necesario para que se designe perito partidor.
En el caso en estudio se ha articulado, por uno
de los comuneros, una demanda por reconoci-
miento de mejoras que habría introducido en el
inmueble indiviso que no se le ha dado ningún
tratamiento específico”.
IX. Momento oportuno para la citación pre-
vista en el inc. c) del art. 216
El inc. c) del art. 216 del CPCCyT establece
que el juez citará a todos los interesados, pre-
vio a rechazar o aprobar la división. Nótese que
esa citación no tiene por finalidad que los con-
dóminos puedan acordar la forma en que será
realizada la partición, lo cual resultaría de toda
utilidad, sino que pretende ser una instancia
previa antes de ordenar la división.
Prima facie, la utilidad que podría revestir
esta instancia previa sería permitir a los acree-
dores —y en especial al acreedor hipoteca-
rio— oponerse a la partición. Eso permitiría
determinar con mayor precisión el alcance de
cial a los intereses de todos o al aprovechamiento de
la cosa.
(29) FALCÓN, E. M., “Juicio Ejecutivo, Ejecuciones Espe-
ciales y Proceso Monitorio - Tomo I”, Ed. Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2019, 3ª ed.
(30) Art. 218, inc. II, Ley 2269 “Código Procesal Civil de la
Provincia de Mendoza”.
(31) Art. 42 CPCCyT Mendoza.
(32) Quinta Cámara de Apelaciones en lo Civil, Mendoza,
“Ribas, Elsa c/ Sucesores De Hermenegildo Ramon Ribas
s/ div. cond.”, 20/10/2014.
(33) Segunda Cámara de Apelaciones en lo Civil, Mendo-
za, “Autos 61487: Dimatteo García Luis c/ Fausto Dimatteo
Agosto de 2022 | 3
la expresión “todos los interesados”. Sin em-
bargo, lo anterior no sería una interpretación
correcta, porque el art. 2371 del CCyC establece
la facultad de los terceros de oponerse a que la
partición se realice en forma privada, pero no
significa que puedan oponerse a la partición.
Si el ordenamiento procesal ha separado ca-
tegóricamente en dos etapas al proceso de divi-
sión, y consideró que en la primera de ellas solo
puede ordenarse la división y todo lo relativo a
la forma de realizarla deberá ser analizada en
la segunda —la ejecución de sentencia—, no
es lógico pensar que los modos de realizar la
partición deban ser discutidos en forma previa
a ordenarla.
Sería mucho más coherente y útil que esta ci-
tación tuviera por finalidad acordar la forma en
que se realizará la partición. Quizás, los condó-
minos acordarían en ella una partición privada
que evitaría la onerosidad de practicarla judi-
cialmente, reduciendo también el innecesario
dispendio jurisdiccional.
En las Gestiones Judiciales Asociadas de la
Primera Circunscripción Judicial de Mendoza
no se observa un criterio uniforme en cuanto
al momento de citar a los condóminos. Guardo
esperanzas de que decidan fijarla con posterio-
ridad al dictado de la sentencia de división con
la finalidad de discutir el modo de la partición
y que faciliten un acuerdo de partición privada.
X. Las costas en este proceso
El principio general en imposición de costas
está plasmado en el art. 36, inc. I del CPCCyT.
El sistema chiovendano de la derrota impone
al vencido el pago de las costas provocadas en
el juicio (34). La excepción se encuentra en el
inc. V del mismo artículo cuando establece que
serán soportadas por el vencedor cuando se
verifique que la parte contraria no dio motivo
para demandar y se allanó de inmediato. Es de-
cir, ante la posibilidad de que el pleito pudiera
haber sido evitado.
En el proceso de división de cosas comunes,
la imposición de costas presenta características
a las que debe prestarse atención. Como regla
general es dable asumir que serán soportadas
en el orden causado y que solo corresponde re-
solver en contrario cuando “el actor demuestre
la oposición injustificada del demandado a un
arreglo privado, que lo haya obligado a promo-
ver la acción judicial o bien que se haya opuesto
o resistido al progreso de la acción” (35).
La conducta previa que ha desplegado el
peticionante de la división es determinante
para la imposición de costas, aunque ella sea
totalmente irrelevante para detener el pro-
greso de la acción. Ya se dijo que la facultad
de solicitar la indivisión es una prerrogativa
del condómino que solo puede ser condicio-
nada legal o convencionalmente. Claro es lo
resuelto por la Quinta Cámara Civil al decir
“(...) debe desestimarse también el agravio
referido a la imposición de las costas, pues
frente al requerimiento efectuado por la ac-
tora con fecha 20 de mayo de 2009 (fs. 8) para
llegar a un acuerdo sobre la división del con-
dominio y la no acreditación de parte de la
demandada de haber prestado su colabora-
ción a tal fin, le asistía razón a la actora para
promover la pertinente demanda de división
de condominio” (36).
García y Ots. p/ div. cond.”, 12/09/1994.
(34) GIANELLA, H., “Código Procesal Civil de la Pro-
vincia de Mendoza. Tomo I”, Ed. La Ley, Buenos Aires,
2009, 1ª ed.
(35) Tercera Cámara de Apelaciones en lo Civil, Mendo-
za, “Pobudey Marisol Carolina c/ Núñez Oscar Alberto p/
división de condominio”, 13/02/2015.
(36) Quinta Cámara de Apelaciones en lo Civil, Mendoza,
“Ribas, Elsa c/ Sucesores De Hermenegildo Ramon Ribas
s/ div. cond.”, 20/10/2014.
4 | Agosto de 2022
Así, pueden tenerse por agotadas las gestio-
nes privadas tendientes a realizar la partición
mediante acta notarial, carta documento o
e-mail, siempre que sea efectivamente recibido
por el condómino o que con su normal activi-
dad haya podido conocer (37).
Párrafo aparte merece el supuesto del allana-
miento inmediato. Bajo la legislación procesal
derogada se entendió que el allanamiento es
oportuno, total e incondicionado si el deman-
dado nunca se niega a dividir el condominio, y
que el pedido del accionado de una forma dis-
tinta de partición no obsta en nada la imposi-
ción de las costas por el orden causado (38). En
el CPCCyT, si la división cumple con los requi-
sitos de habilitación de las reglas del monitorio,
no cabe hablar de allanamiento porque existe
sentencia que, en caso de que no se opongan
excepciones, quedará firme y ejecutoriada.
X.1. Honorarios profesionales
La imposición de costas solo indica quién es
el obligado a soportar el pago de los honorarios
y, para determinar su cuantía, deberemos re-
currir a la ley 9131 (39). Por las razones dadas
en los apartados V y VI, entiendo que estamos
en presencia de un proceso de conocimiento
especial y de competencia civil. Ello se traduce
en que no corresponde realizar la reducción del
25% que establece el art. 7º para procesos de es-
tructura monitoria sin oposición.
Tratándose de un proceso que tiene por objeto
bienes susceptibles de apreciación pecuniaria,
corresponde la aplicación de la escala estableci-
da en el art. 2º, es decir, en el 20, 16 o 12% según el
valor en relación con el valor del JUS (40).
Ahora bien, la ley 9131, en su art. 9º —otros
casos especiales— inc. b), establece dos situa-
(37) FORNETTI, O., “Ley de Honorarios de Abogados y
Procuradores de la Provincia de Mendoza. Tomo I”, Ed. ASC,
Mendoza, 2019, 1ª ed.
(38) Cuarta Cámara de Apelaciones en lo Civil, Mendo-
za, “Badaloni, J. c/ Badaloni, R. s/ división de condominio”,
28/03/1996.
(39) Ley 9131, “Regulación de Aranceles de Abogados y
Procuradores”. BO 12/12/2018.
(40) Unidad de medida creada por el art. 7 del CPCCyT.
(41) Art. 5, Ley 9131.
(42) Código Procesal Civil de la Provincia de Chaco:
Nota a fallo
Plazo de gracia
Vigencia. Expediente digital.
1. - El plazo de gracia se mantiene hasta
tanto se encuentre funcionando el ex-
pediente digital, mientras ello no suce-
da el plazo de gracia sigue vigente.
Razón por la cual, si bien se ha avan-
zado en la recepción de los escritos de
manera virtualizada ello no impide que
conviva con el plazo de gracia mientras
no se encuentre en funcionamiento el
expediente digital.
2. - Dado que a la fecha no se encuentra en
funcionamiento pleno el expediente dig-
ital, en todas las circunscripciones judi-
ciales, aun cuando se realizan present-
aciones, resoluciones y notificaciones de
forma electrónica, cabe aclarar que el
plazo de gracia continuará vigente (del
voto del Dr. Adaro).
SC Mendoza, sala II, 06/05/2022. - Lucero
Nancy Miriam c. Ger S.A. s/Despido s/ Re-
curso Extraordinario Provincial.
[Cita on line: TR LALEY AR/JUR/219730/2021]
Jurisprudencia Argentina Gran Cuyo
ciones a tener en cuenta a la hora de calcular los
honorarios profesionales en razón de divisiones
de bienes comunes: i) Que la demanda sea de
beneficio común; o ii) Que sea solo en beneficio
del patrocinado.
Se considera que es de beneficio común
cuando hubiere existido emplazamiento fe-
haciente a dividir el condominio sin respuesta
satisfactoria, cuando la demanda no se haya
contestado o cuando habiéndose contestado, el
demandado resultare vencido. En estos casos,
la labor profesional se calculará sobre el valor
del bien al momento de practicarse la regula-
ción (41).
En el resto de las situaciones, la demanda
se considera solo en beneficio del patroci-
nado. Aquí el cálculo que impone el art. 2º
se realizará exclusivamente sobre la cuota o
parte que corresponda al condómino defen-
dido.
Las precisiones anteriores corresponden al
cálculo de los honorarios hasta la sentencia que
ordene la división. En el supuesto en que los co-
muneros no logren ponerse de acuerdo sobre la
partición y sea necesario iniciar el proceso de
ejecución de sentencias, los honorarios de esa
instancia serán regulados conforme al art. 18 de
la ley 9131.
XI. El proceso de división de cosas comunes
en las provincias argentinas
Es interesante hacer una somera revisión
de la regulación del proceso de división de
cosas en los distintos ordenamientos proce-
sales provinciales. Primeramente, se advierte
que ninguno de ellos establece el requisito de
la coposesión para la habilitación del proce-
so, lo cual resulta coherente con los argumen-
arts. 475, 640. Código Procesal Civil y Comercial de la Provin-
cia de Corrientes: art. 517. Código Procesal Civil y Comercial de
la Provincia de La Pampa: arts. 463, 650, 651. Código Proce-
sal Civil y Comercial de la Provincia de Río Negro: arts. 487,
676. Código Procesal Civil, Comercial y Minería de la Provincia
de San Juan: arts. 453, 659, 660, 661. Código Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Santa Cruz: arts. 464, 668, 669.
(43) Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de
Buenos Aires: art. 674. Código Procesal Civil y Comercial de la
Provincia de Catamarca: art. 677. Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Provincia de Córdoba: art. 726. Código Procesal
Mendoza, 06 de mayo de 2022.
Antecedentes:
A fs. 11/18 se presentó Ger S.A. por medio de
representante e interpuso recurso extraordina-
rio provincial contra la resolución dictada en los
autos Nº 161533, caratulados “Lucero, Nancy
Miriam c/ Ger S.A. p/ despido”, originarios de la
Excma. Cámara Sexta del Trabajo de la Primera
Circunscripción Judicial de Mendoza.
A fs. 29 se admitió formalmente el recurso
interpuesto, se ordenó la suspensión de los pro-
cedimientos en la causa principal, y se corrió
traslado a la parte contraria quien contestó a
fs. 33/34vta. de autos.
A fs. 37 y vta. se agregó dictamen del Procu-
rador General, quien propició la admisión del
recurso.
A fs. 42 se llamó al Acuerdo para sentencia y, se
dejó constancia del orden de estudio de la causa
por parte de los Señores Ministros del Tribunal.
De conformidad con lo establecido por el
art. 160 de la Constitución de la Provincia, esta
Sala se plantea las siguientes cuestiones a resol-
ver:
tos ya expresados en relación con el juego de
las presunciones legales del ordenamiento
de fondo. Va de suyo que la totalidad de ellos
exige la acreditación del derecho real de con-
dominio.
En su gran mayoría, establecen un proce-
so más abreviado para la sustanciación de
esta pretensión —juicio sumario, abreviado,
sumarísimo—. Solo Catamarca, Formosa y
Misiones imponen el proceso ordinario. Los
ordenamientos procesales del Chaco, Co-
rrientes, La Pampa, Río Negro, San Juan y San-
ta Cruz establecen que la división de condo-
minio tramita por proceso monitorio y todos
lo incluyen entre los supuestos de habilitación
de esa vía (42) —a diferencia de lo que ocurre
en el nuestro—.
Interesante es la regulación de San Juan que
establece en general la vía ordinaria, excepto
que el dominio sea acreditado por certificado,
situación en la cual se dictará sentencia moni-
toria condenando a dividir. Un texto legal con
una precisión envidiable.
Por último, respecto de la audiencia entre
condóminos, prácticamente todas la Provin-
cias argentinas la establecen con la finalidad de
acordar la forma en que se realizará la partición
y no como etapa previa a ordenar la división.
Es decir, una vez firme y ejecutoria la sentencia
que ordena la división —y si en ella no se indi-
caron los modos de realizar la partición— se
los cita a audiencia para que puedan convenir-
la (43).
XII. Conclusiones
i) La regulación del proceso de división de
condominio en Mendoza adquiere ribetes es-
pecíficos que lo diferencian del resto de los
Civil y Comercial de la Provincia de Corrientes: art. 523. Códi-
go Procesal Civil de la Provincia de Chaco: art. 640. Código
Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Chubut: art. 689.
Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Entre
Ríos: art. 660. Código Procesal Civil y Comercial de la Provin-
cia de Formosa: art. 675. Código Procesal Civil y Comercial
de la Provincia de La Pampa: art. 651. Código Procesal Civil,
Comercial, de Familia y Violencia Familiar de la Provincia de
Misiones: art. 621. Código Procesal Civil y Comercial de la Pro-
vincia de Neuquén: art. 677. Código Procesal Civil y Comercial
de la Provincia de Río Negro: art. 677. Código Procesal Civil y
1ª ¿Es procedente el recurso interpuesto?
2ª En su caso, ¿qué solución corresponde?
3ª Pronunciamiento sobre costas.
1ª cuestión. — El Dr. José V. Valerio, dijo:
I. La Cámara tuvo por presentada en forma
extemporánea la contestación de demanda del
recurrente.
Para así decidir, en lo que resulta materia de
agravio, el Tribunal de origen dijo:
1. Que la tesis mantenida por la Cámara se
atiene específicamente a lo determinado por
el art. 61 cuando dispone: “...No regirá el pla-
zo de gracia en el supuesto de presentación de
escritos electrónicos en el expediente digital,
cuando el sistema funcione las veinticuatro
(24) horas...”
Agregó que el plazo de gracia se encuentra
íntimamente relacionado con la posibilidad de
presentar o no escritos en toda hora y a todo
momento y que la mesa de entradas de escritos
digitales, es una mesa de recepción ilimitada de
escritos electrónicos, que funciona las 24 horas
y los 365 días del año.
ordenamientos procesales del país y lo hacen
único en su clase.
ii) Exigir la coposesión como requisito de ad-
misibilidad de la división de condominio impli-
ca desconocer la particular naturaleza de esas
relaciones de poder y la legislación de fondo so-
bre ellas. Este puede convertirse en un obstácu-
lo para obtener la división, que siempre pesará
sobre el condómino interesado.
iii) Los documentos que menciona el art. 216,
inc. b) hacen referencia al negocio causal hábil
para adquirir la copropiedad y dependerá de la
naturaleza de la cosa a dividir cuáles serán los
que reúnan esa condición.
iv) La división de condominio tramita por
proceso de conocimiento especial al que, even-
tualmente, podrán aplicarse ciertas reglas del
monitorio. Esta circunstancia no afecta la com-
petencia de los jueces civiles y comerciales,
puesto que la pretensión tiene por objeto poner
en movimiento un derecho real.
v) El proceso de división de condominio ad-
mite la acumulación objetiva voluntaria de to-
das las acciones que pudieran intentarse entre
condóminos. Pero en ese caso, no podrán apli-
carse las reglas del proceso monitorio puesto
que se requerirá de un contradictorio más am-
plio.
vi) En las costas derivadas de este proceso
debe valorarse la conducta anterior que han
desplegado los condóminos. Si han existido
gestiones privadas para evitar el litigio, las cos-
tas deberán ser soportadas por aquellos que no
colaboraron en dividir el condominio.
Cita online: TR LALEY AR/DOC/2224/2022
Comercial de la Provincia de Salta: art. 689. Código Procesal
Civil, Comercial y Minería de la Provincia de San Juan: art. 661.
Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de San Luis:
art. 677. Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de
Santa Cruz: art. 669. Código de Procedimientos Civil y Comer-
cial de la Provincia de Santiago del Estero: art. 689. Código
Procesal Civil, Comercial, Laboral, Rural y Minero de la Pro-
vincia de Tierra del Fuego AeIAS: art. 625.
Manifestó que pretender obtener un plazo
de gracia, cuando contamos con la posibilidad
de presentar el escrito hasta las 23:59 hs. del
mismo día en que vence, sumado a que, ello no
está condicionado por el horario de atención
al público de un Tribunal, deviene la misma,
en una errada interpretación de la norma, y la
consecuente práctica violatoria del principio
de igualdad y bilateralidad que debe reinar en
todos los procesos.
Finalmente entendió que el plazo de gracia
por su naturaleza intrínseca, no tiene una vi-
gencia normativa vinculada al “inicio oficial”
del expediente digital, sino a la posibilidad de
las partes de presentar escritos en todo mo-
mento y a toda hora.
II. Contra dicha decisión la parte demanda
interpone recurso extraordinario provincial.
Se agravia por cuanto considera arbitraria la
interpretación que hace de la presentación de
escritos por nocturna; que incurre en un exceso
de rigor formal con una presentación de vital
importancia para el proceso como es la contes-
tación de la demanda.
Véase el texto completo en p. 7

La Secretaría Nocturna... ¿nostalgia o necesidad?
La necesidad de una ley marco que establezca los principios
y garantías del debido proceso digital
María Fernanda Díaz
Abogada. Magister en Magistratura y Gestión Judicial Segunda Cohorte (Universidad de Mendoza - Universidad Nacional de Cuyo - SC de Mendoza). Jueza del Juzgado de Paz y
Contravencional de Lavalle Poder Judicial de Mendoza.
SUMARIO: I. Introducción.— II. La norma.— III. La reciente decisión de la Corte mendocina.— IV. Algo de historia...— V. El caso de la Provincia de Buenos Aires.—
VI. El caso de la Provincia de San Luis.— VII. Los recientes pronunciamientos de la jurisprudencia en la Provincia de Mendoza.— VIII. Análisis de la Secretaría
Nocturna frente a los avances tecnológicos.— IX. Posibles conclusiones aunque no concluyentes... la ley como norte.
... A su vez, en el mundo de los mortales regían
las Horas: Eunomia, el buen gobierno o la bue-
na ley; Dike, la Justicia, fundamental para la
existencia de una vida ordenada y civilizada,
en la que los ciudadanos dirimían sus conflictos
mediante métodos pacíficos y regulados; e Irene,
consecuencia lógica de la justicia y el buen gobi-
erno, al tiempo que posibilitaba la existencia de
ambos. O sea, un conjunto de deidades interde-
pendientes. No hay paz sin justicia y buen gobi-
erno, no hay buen gobierno sin paz y sin justicia,
no hay justicia sin paz y buen gobierno. En defin-
itiva, sin alguna de ellas, la sociedad no puede
florecer (*).
I. Introducción
El reciente pronunciamiento de la Suprema
Corte mendocina sobre la llamada “Secretaría
Nocturna” (1) vuelve a calar hondo en los pa-
sillos de tribunales, hoy bastante vacíos por
cierto, pues la tecnología ha reducido a su mí-
nima expresión la concurrencia “presencial” de
abogadas y abogados a la mayoría de nuestros
juzgados.
En el transcurso de más de dos décadas,
el Poder Judicial de Mendoza (y los Poderes
Judiciales de Argentina y LATAM) no solo ha
incorporado la tecnología en los procesos ju-
diciales, sino que ha acompañado tales cam-
bios con objetivos claros de modernización,
condicionados por una sociedad global cada
vez más interconectada, lo que genera hoy
mayores demandas de gestión del servicio no
solo del expediente, sino de integralidad del
servicio de justicia.
Sin embargo, esta implementación de los
distintos sistemas informáticos en miras a un
expediente electrónico y/o digital ha tenido un
desarrollo asimétrico dentro de nuestro Poder
Judicial, situación que frecuentemente se repite
en los distintos países, provincias e incluso den-
tro de cada provincia y/o distrito, con avances
tecnológicos y realidades económicas, sociales
y culturales disímiles, especialmente en los paí-
ses menos aventajados (2).
Este desarrollo tecnológico asimétrico y la
existencia de normas procesales pensadas en
“formato papel” y con disposiciones que me
atrevo a llamar “transitorias” —aun cuando no
se encuentren así denominadas en los códi-
gos— orientadas a regular la transición hacia
el expediente electrónico y eventualmente di-
gital, nos generan la necesidad de brindar hoy
una respuesta al justiciable que garantice el
debido proceso y permita avanzar en las imple-
mentaciones presentes y futuras de los sistemas
informáticos, de la manera menos conflictiva
posible.
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(*) MATERA, J. M., “La Justicia en la Mitología Griega, julio/
diciembre 2021”.
(1) SC de Mendoza, sala II, “GER SA EN Jº 161533 Lu-
cero Nancy Miriam c/ GER S.A. p/ despido (161533) p/ re-
curso extraordinario provincial”, 06/05/2022.
(2) CORVALAN Juan, “Inteligencia artificial desde
una perspectiva de desarrollo asimétrico”, Diario DPI,
03/02/2020.
(3) Código Procesal Civil Comercial y Tributario de la
Provincia de Mendoza ley 9001.
Jurisprudencia Argentina Gran Cuyo
II. La norma
El art. 61, ap. III del Código Procesal Civil Co-
mercial y Tributario de la Provincia de Mendoza
en su actual redacción [Ley 9001 (3)] dispone:
“El escrito no presentado dentro del horario
judicial del día en que venciere un plazo sólo
podrá ser entregado válidamente el día hábil
inmediato y dentro de las dos primeras horas
del despacho. No regirá el plazo de gracia en el
supuesto de presentación de escritos electróni-
cos en el expediente digital, cuando el sistema
funcione las veinticuatro [24] horas”.
Esta última parte del artículo es la que actual-
mente está generando discusiones en nuestros
procesos y foros, que versan sobre la inexisten-
cia de un expediente digital, y por tanto, pre-
tenden mantener la vigencia de la “Secretaría
Nocturna” para la presentación de escritos ju-
diciales.
III. La reciente decisión de la Corte men-
docina (4)
En el caso, el auto cuestionado ordena el des-
glose de la contestación de demanda por consi-
derarla fuera de plazo. Tal presentación judicial
había sido ingresada a través del sistema infor-
mático del Poder Judicial de Mendoza un día
domingo, con la solicitud expresa de que se en-
tendiera como presentada en las dos primeras
horas del día siguiente hábil conforme el art. 61,
ap. III del CPCCyT.
El tema por dilucidar se circunscribe a deter-
minar si a la fecha se encuentra vigente el plazo
de gracia que permite la presentación válida
dentro de las dos primeras horas del siguiente
hábil del vencimiento del plazo.
Con voto preopinante, el Dr. Valerio entien-
de que “el plazo de gracia se mantiene hasta
tanto se encuentre funcionando el expedien-
te digital, mientras ello no suceda el plazo de
gracia sigue vigente. Razón por la cual, si bien
se ha avanzado en la recepción de los escri-
tos de manera virtualizada ello no impide que
conviva con el plazo de gracia mientras no se
encuentre en funcionamiento el expediente
digital”.
Así “...la arbitrariedad por exceso de rigor ri-
tual tiene raíz constitucional desde que tiende
a garantizar la defensa en juicio. Su aplicación
debe ser excepcional en situaciones en que el
rigor formal sea manifiesto y que exista abuso
de las formas procesales... exige la concurrencia
de circunstancias especialísimas, demostrati-
vas, en cada caso, en forma clara e indubitable,
de una aplicación extremadamente rigurosa
(4) SC de Mendoza, sala II, “GER SA EN Jº 161533 Lu-
cero Nancy Miriam c/ GER S.A. p/ despido (161533) p/ re-
curso extraordinario provincial”, 06/05/2022.
(5) PODETTI, J. R., “Código de Procedimientos en ma-
teria Civil y Comercial de la Provincia de Mendoza”, La
Facultad, Buenos Aires, 1936, t. 1, p. 26.
(6) Código Procesal Civil de Mendoza (Ley Nº 2269),
1953, no vigente.
(7) Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
( 8 ) S C d e M e n d o z a , s e n t e n c i a p le n a r i a , c a u -
sa Nº 13-02123322-0 (012174-11133301), “A.J.A. EN Jº
del esquema formal, cuya exageración condu-
ce a ocultar la verdad jurídica objetiva, consti-
tuyendo a la postre, una violación del derecho
de defensa, entendido éste en su más amplia
significación”.
En voto concurrente, el Dr. Adaro señala que
“la Acordada Nº 30.171 avanzó notablemente
en el sentido del expediente electrónico im-
poniéndolo para las causas iniciadas con pos-
terioridad al 4 de agosto del año 2021 y dispu-
so —además— que aquellas causas iniciadas
con anterioridad en formato papel continuarán
su tramitación en forma electrónica.
Sin embargo, a la fecha no se encuentra en
funcionamiento pleno el expediente digital,
en todas las circunscripciones judiciales, aun
cuando se realizan presentaciones, resolucio-
nes y notificaciones de forma electrónica.
Por ello, y además porque resulta necesa-
rio que las normas procesales resulten claras
para la seguridad de todos los operadores del
proceso conviene aclarar que hasta tanto el ex-
pediente digital no se encuentre en pleno fun-
cionamiento —lo que sería conveniente se es-
tableciera por Acordada de este Corte— el plazo
de gracia continuará vigente”.
IV. Algo de historia...
Conforme nuestro antiquísimo Código de
Procedimiento en Materia Civil y Comercial de
Mendoza, las actuaciones debían practicarse
en días y horas hábiles, bajo pena de nulidad
(art. 8º).
“No obstante lo dispuesto por este artícu-
lo, como los términos vencen a la media no-
che del día respectivo (art. 24, Código Civil),
hasta esa hora las partes podrán evacuar los
traslados, contestar las vistas o interponer los
recursos que la ley autoriza, presentando los
escritos pertinentes al secretario de la causa
en su domicilio particular o a cualquier otro
secretario a falta de aquél (art. 143 ley Orgáni-
ca de los Tribunales de Mendoza), quien debe
ponerles cargo y entregarlos en la secretaría
actuaria a primera hora del primer día hábil
posterior” (5).
Ese Código fue reemplazado por el Código
Procesal Civil de Mendoza (ley 2269, hoy dero-
gado por ley 9001) (6), y que luego fue modifi-
cado por dec. 592 del año 1975, incorporando
como párrafo III del art. 61: “El escrito no pre-
sentado dentro del horario judicial del día en
que venciere un plazo sólo podrá ser entregado
válidamente en la Secretaría que corresponda
el día hábil inmediato y dentro de las dos pri-
meras horas del despacho...”
178,109/26,437/13 P.M.A.D.R. c/ A.J.A. p/ divorcio vincular
contencioso división de sociedad conyugal p/ recurso ext. de
inconstitucionalidad”, 02/12/2014.
(9) Hoy art. 6º del Código Civil y Comercial de la Nación.
El modo de contar los intervalos del derecho es el siguien-
te: día es el intervalo que corre de medianoche a media-
noche. En los plazos fijados en días, a contar de uno de-
terminado, queda éste excluido del cómputo, el cual debe
empezar al siguiente. Los plazos de meses o años se com-
putan de fecha a fecha. Cuando en el mes del vencimiento
no hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se en-
Agosto de 2022 | 5
Por su parte, el art. 124 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, establece: “El
escrito no presentado dentro del horario judi-
cial del día en que venciere un plazo, sólo podrá
ser entregado válidamente en la secretaría que
corresponda, el día hábil inmediato y dentro de
las dos [2] primeras horas del despacho” (7).
“Con anterioridad al Código vigente, se admi-
tía el cargo fuera del horario del juzgado, pero
debía ser suscripto por un secretario del tribu-
nal de la causa y, cuando no se lo encontrare,
por un escribano público de registro, quien
era responsable de entregarlo personalmente
en la oficina respectiva dentro de la primera
hora de abierto el despacho judicial. Era lo que
se denominaba cargo de urgencia, ‘proclive a
actitudes ficticias y a problemáticos deslindes
de responsabilidad’ (Exposición de motivos,
Ley 17.454). Aquel antiguo sistema del cargo
de urgencia fue reemplazado por el C.P.N. por
el plazo de gracia, consistente en la habilitación
de las dos primeas horas del día hábil inmedia-
to para presentar el escrito. De este modo, sin
excepciones, la ley extiende hasta la termina-
ción de ellas el vencimiento de todos los plazos
(Cód. Proc. Civil y Comercial de la Nación, co-
mentado, Fenochietto, t. 1, pág. 423 y 424)” (8).
De este modo, tanto la legislación nacional
como la provincial incorporaron la llamada
“Secretaría Nocturna” y de ahí su nombre.
Ahora bien, la pregunta que creo debemos
formularnos inicialmente, es ¿cuál o cuáles han
sido los fundamentos de este instituto procesal,
regulado en nuestras leyes de procedimiento?
“El fundamento de esta disposición está en
que los plazos vencen a la medianoche (art. 24
Código Civil) (9), y en consecuencia, durante
todo ese día luego de cerrado el tribunal la parte
puede actuar la jurisdicción. Por consiguiente,
y para evitar constancias notariales, de los se-
cretarios de juzgados fuera de hora, fue ideado
este sistema verdaderamente práctico, el que
está relacionado más específicamente con los
plazos que con el cargo” (10).
Algunos autores entienden que el institu-
to tiene como pilares fundamentales: “i) la
existencia de importantes distancias entre la
dependencia judicial y el domicilio de las per-
sonas que normalmente litigan en las mismas,
muy común en las grandes ciudades o en aque-
llos Departamento Judiciales cuya competencia
comprende localidades distantes entre sí; ii) la
necesidad de brindar cobijo a situaciones de
fuerza mayor o caso fortuito que pudieren su-
ceder (v.gr. tormentas, inundaciones, protestas
sociales, embotellamiento de calles, autopistas
o rutas, etc.); iii) la discrepancia existente entre
tiende que el plazo expira el último día de ese mes. Los pla-
zos vencen a la hora veinticuatro del día del vencimiento
respectivo. El cómputo civil de los plazos es de días com-
pletos y continuos, y no se excluyen los días inhábiles y no
laborables. En los plazos fijados en horas, a contar desde
una hora determinada, queda ésta excluida del cómputo,
el cual debe empezar desde la hora siguiente. Las leyes o
las partes pueden disponer que el cómputo se efectúe de
otro modo.
(10) SC de Mendoza, “56.501 Fiscal de Estado en j: ...”,
15/11/1994, LA 127-88.
6 | Agosto de 2022
el horario de atención de las oficinas judiciales
y el modo de cómputo de los plazos previsto por
la legislación de civil” (11).
La llamada “Secretaría Nocturna” no es ni
más ni menos que un plazo de gracia o franqui-
cia de tiempo, conferido por ley en forma expre-
sa, y de interpretación restrictiva, que permite
considerar que un escrito judicial ha sido pre-
sentado en el expediente en tiempo oportuno,
dentro de las dos [2] primeras horas hábiles si-
guientes al último día hábil del término del cual
se trate.
En algunas normas procesales provinciales
se extiende a cuatro [4] horas (Provincia de Bue-
nos Aires).
De este modo se pretendía evitar que abo-
gados y abogadas, o personas interesadas,
tuvieran que efectuar presentaciones hasta
altas horas de la noche, que eran realizadas
ante el domicilio de la persona designada
como responsable de la Secretaría, o bien
en escribanías locales bajo registro o cargo
notarial que posteriormente debían ser pre-
sentados ante los juzgados en las jornadas
siguientes.
Este plazo de gracia o franquicia temporal fue
pensado como una dispensa legal para la pre-
sentación de escritos judiciales fuera del plazo
inicial, con la sola invocación de la norma, y sin
necesidad de probar ninguno de estos funda-
mentos o circunstancias, a diferencia de lo que
ocurre en los supuestos de fuerza mayor o caso
fortuito que habilitarían una eventual suspen-
sión o ampliación de los plazos procesales (12),
en los que deben acreditarse los hechos y/o ex-
tremos invocados.
Por su parte, tanto la doctrina como la ju-
risprudencia coinciden en el carácter excep-
cional del instituto, excepcionalidad que lo
hace de interpretación restrictiva y limita su
aplicación solo a los supuestos previstos por
la norma.
V. El caso de la Provincia de Buenos Aires
Según el art. 124 del Código Procesal Civil bo-
naerense (13), “el escrito no presentado dentro
del horario judicial del día en que venciere un
plazo, sólo podrá ser entregado válidamente el
día hábil inmediato y dentro de las cuatro [4]
primeras horas del despacho (14)”.
En una decisión tomada por la Suprema
Corte de la Provincia de Buenos Aires en el año
2020 (15), el Tribunal tuvo la oportunidad de
analizar el instituto procesal en cuestión con
voto de varios de sus ministros.
Inicialmente, el Tribunal había declarado in-
admisible el recurso extraordinario de inaplicabi-
lidad de ley por haber sido presentado de forma
extemporánea, pues el escrito del recurso de que-
ja había sido presentado dentro del plazo de gra-
cia establecido en el art. 124 del Código Procesal
Civil y Comercial pero lo efectivizó un 1 min. 17
segundos más tarde del prescripto por la norma.
La parte invoca razones que no le resultan
imputables dada la imposibilidad de ingresar el
escrito recursivo ya que el sistema de presenta-
ciones y notificaciones electrónicas “se encon-
traba ralentizado” (sic).
Según el detalle técnico del Jefe del Área de
Seguridad y Auditoría: en la jornada del 14 de
febrero de 2019 el sistema de notificaciones y
presentaciones electrónicas —único en el Po-
der Judicial de la Provincia de Buenos Aires—
funcionó normalmente
(11) ORDOÑEZ, Charly, “Plazo de gracia y proceso elec-
trónico. Perspectivas actuales y futuras del instituto”,
29/11/2018.
(12) Art. 64, Código Procesal Civil y Comercial de Mendoza,
ley 9001.
(13) Código Procesal Civil de la Provincia de Buenos Aires.
(14) Ley 13.708, Buenos Aires 27/6/2007.
(15) SC Buenos Aires, expte. Nº L-123.551, “Lencinas, Ra-
Jurisprudencia Argentina Gran Cuyo
El Dr. De Lázzari (voto por mayoría) entiende
que frente “... a esta novedosa, más económica y
más precisa forma de entregar los escritos judi-
ciales, que es la presentación electrónica, … no
se ha aportado prueba de que, al momento de
presentarse el recurso, ocurriera una ralentiza-
ción del sistema o que el mismo sufriera ines-
tabilidades o inconsistencias que impidieran su
utilización”.
“Esto merece alguna explicación mayor:
es sabido que el mentado art. 124 del Código
Procesal Civil y Comercial fue concebido para
resolver el problema de los plazos para la pre-
sentación de los escritos que vencían deter-
minado día... cuando ya los juzgados estaban
cerrados. La solución fue conceder el llamado
plazo de gracia, y considerar como presentados
en término aquellos escritos ingresados en los
primeros momentos del despacho diario (lapso
que empezó siendo de dos horas y luego pasó a
cuatro horas) del día siguiente al del vencimien-
to. Esto, en la práctica, provocó la corruptela de
considerar que el plazo se extendía por unas
cuantas horas más, cuando en realidad se debía
considerar que el plazo se hallaba vencido a la
medianoche anterior y su vencimiento se había
indultado por unas horas. En el caso de autos,
por ejemplo, se nos dice que la presentación
se hizo a poco más de un minuto de fenecido
el plazo, y no es así: la entrega del escrito fue a
varias horas de vencido el real plazo, y superada
además la prórroga concedida legalmente”.
En minoría, el Dr. Genoud entiende que “la
cuestión demanda un análisis integral de la
situación planteada que contemple otros as-
pectos y dificultades, además de los propios
del portal de la Suprema Corte, como es, por
ejemplo, la estabilidad y calidad de la conexión
con que cuentan los usuarios del sistema, pro-
porcionada por sus proveedores de internet. No
puede analizarse la interposición del recurso
un minuto y diecisiete segundos después de
vencido el plazo de gracia sin atender el con-
texto de creciente digitalización y las imprede-
cibles vicisitudes que genera; un razonamiento
contrario atenta —en la especie— contra bási-
cas garantías del debido proceso y configura un
exceso de rito que conspira contra la búsqueda
de la verdad material”.
Como puede advertirse, el instituto de la Se-
cretaría Nocturna se encuentra vigente en la
Provincia de Buenos Aires, aunque sigue siendo
de interpretación restrictiva.
Por otra parte, por Acuerdo Nº 413, y modifi-
catorios, la Suprema Corte aprobó el nuevo Re-
glamento para las Presentaciones y las Notifica-
ciones por Medios Electrónicos (PyNE), el cual
entró en vigor el 1º de noviembre de 2021 (16).
En su actual art. 20, se ha establecido que “en
aquellas hipótesis en las que, por cualquier cau-
sa que fuere, el sistema de Notificaciones y Pre-
sentaciones Electrónicas, la Mesa de Entradas
Virtual y/o el Sistema Informático Augusta pre-
senten inconvenientes técnicos que impidan su
correcta utilización por los usuarios por más de
dos [2] horas consecutivas en el horario de 8 a
12 horas, se procederá con ajuste a lo dispuesto
en el art. 32, inc. m) de la ley 5827”, esto es, sus-
pender los términos judiciales cuando circuns-
tancias especiales así lo requieran.
VI. El caso de la Provincia de San Luis
El art. 124 del Código Procesal puntano (17)
consagra expresamente el plazo de gracia sin
efectuar distinción alguna entre escritos físicos
y escritos electrónicos: “El escrito no presen-
tado dentro del horario judicial del día en que
venciere un plazo, sólo podrá ser entregado vá-
món Gerardo c/ Calorex S.A. y Otros s/ Despido, 21/12/2020.
(16) SC Buenos Aires, Acuerdo 413 Reglamento para las
presentaciones y las notificaciones por medios electrónicos
(PyNE).
(17) Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de
San Luis.
(18) Acuerdo 61/2017 Reglamento General de Expediente
Electrónico.
lidamente en la secretaría que corresponda, el
día hábil inmediato y dentro de las dos [2] pri-
meras horas del despacho. No podrán presen-
tarse escritos en el domicilio de los secretarios,
salvo casos que requieran inmediata atención,
debiendo el secretario ponerlos a considera-
ción del Juez por el medio más rápido posible...”.
Mientras, el Reglamento General de Expe-
diente Electrónico (18) establece: “…Los Sres.
Profesionales deberán adoptar las previsiones
necesarias para que las presentaciones que
pretendan ingresar vía web en el plazo de gracia
que prevé el art. 124 del C.P.C. y C., y art. 36 del
C.P.L, ingresen dentro del horario del mencio-
nado plazo, a los fines de evitar la extempora-
neidad de las mismas, por eventuales contin-
gencias tecnológicas” (art. 23).
De este modo, en la Provincia de San Luis es
plenamente válido enviar escritos electrónicos
dentro del plazo de gracia.
VII. Los recientes pronunciamientos de la
jurisprudencia en la Provincia de Mendoza
Tras la incorporación de la Mesa de Entradas
de Escritos Digitales (MEED) (19) en la Provin-
cia de Mendoza y la posibilidad de presenta-
ción de escritos 24/7, se puso en cuestión si el
plazo de gracia del art. 61, seguía o no vigente.
En uno de los primeros pronunciamientos lo-
cales, el Juez Javier Urquizo (20) entendió que
mantener una tesis rígida, supondría un liso y
llano cercenamiento del derecho de defensa
constitucional tal celosamente regulado en el
art. 18 de la Constitución Nacional (CN).
A fin de garantizar el derecho al acceso a la
jurisdicción y en virtud del principio de con-
servación del proceso, considerando el tiempo
en que el juez debió pronunciarse (contexto de
pandemia, con declaraciones de inhabilidad
mediante acordadas sucesivas, durante el cual
todo el servicio de justicia y su accesibilidad
se vio resentida), decidió rechazar el recurso
de reposición y aceptar que el escrito judicial
cuestionado había sido presentado en plazo
oportuno.
Sin embargo, exhortó a los litigantes a
que —en el futuro inmediato— “extremen
las medidas para evitar situaciones como las
receptadas, sobre la cuestión de acreditar la
fuerza mayor respecto a la dificultad tecnoló-
gica para la presentación de escritos mediante
el Sistema MEED, que deberán acreditar feha-
cientemente”.
Por su parte, la Exma. Cámara de Apelacio-
nes Civil de San Rafael, entendió que “...tres son
las condiciones para la inaplicación del plazo
de gracia: a)  presentación de escritos electró-
nicos; b) en el expediente digital; c) cuando el
sistema funcione las veinticuatro horas. A este
momento, sólo nos encontramos con la posibi-
lidad de presentación de escritos electrónicos,
durante las 24 horas, pero no en el marco de un
expediente digital, sino de un proceso de tran-
sición...”.
“La interpretación que se propone, en or-
den a mantener la validez de la presentación
efectuada en el plazo de gracia, por no hallar-
se implementado en forma definitiva el expe-
diente digital a los términos del art. 61 ap. III,
CPCCT, se justifica en la circunstancia de que,
encontrándonos aún en un sistema de transi-
ción, novedoso para todos los actores, ante la
duda sobre la vigencia del plazo de gracia y la
subsistencia del recurso de apelación, debe es-
tarse por un criterio amplio, que es el que más
armoniza con el ejercicio irrestricto del derecho
(19) ADARO M. - DÍAZ M. F. - REPETTO M., “Las presenta-
ciones electrónicas en el marco de los procesos judiciales. Del
proceso electrónico al proceso digital de datos”, El Dial, Dere-
cho Procesal Electrónico Práctico, Director Carlos E. Camps,
año 2021.
(20) Juzgado de Paz de Las Heras Mendoza, “Nº 39.797
GARSER S.A. Fiduciaria del Fideicomiso La Yaya c/ Moyano
Cecilia Gabriela p/ deudas de expensas”, 27/11/2020.
constitucional de defensa en juicio. El pretendi-
do desglose de la fundamentación y la conse-
cuente deserción del recurso de apelación, en
tanto acarrean una pérdida de derechos, deben
ser interpretados restrictivamente, de modo de
permitirle al interesado que la decisión de pri-
mera instancia sea revisada por el Tribunal de
alzada, sin caer en rigorismos formales...” (21).
La Excma. 5º, Cámara Civil también entendió
que aún no existe el expediente digital de ma-
nera tal que permita estar a lo dispuesto por la
última parte del apartado III del art. 61 del CP-
CyT, y que en la actualidad nos encontramos
atravesando una etapa de transición en el cami-
no hacia la digitalización del expediente, lo que
aún no opera en forma total dado que durante
todo el año pasado, si bien era de aplicación
la MEED, el escrito se imprimía, se agregaba
al expediente y se proveía, también en soporte
papel.
Por aplicación del principio procesal del fa-
vor processum o conservación de este, “no se
pierde de vista que ese sistema MEED permite
a todos los operadores jurídicos efectuar las
presentaciones pertinentes las 24hs. del día;
empero y dada la situación de transición a la
que asistimos... se considera que la solución a
la que aquí se arriba resulta ser la más adecua-
da, en pos de resguardar la certeza y seguridad
dentro del proceso, y no convertir al mismo en
una trampa procesal para los litigantes, evi-
tando caer en un excesivo rigorismo digital,
contrario a la tutela judicial efectiva de los de-
rechos” (22).
Por su parte, el Juez Abelardo Nanclares se
pronunció recientemente en contra del plazo
de gracia: “...a diferencia de lo que ocurre en el
resto de los tribunales que componen el fuero
civil de la provincia de Mendoza, y tal como
se puso de realce en el considerando anterior,
estamos en presencia de un proceso tramitado
por medio de un expediente digital (conf. Acor-
dadas 26.797 y 29.531), donde la presentación
de los escritos se realiza a través de un siste-
ma informático habilitado las 24 horas del día
(Sistema MEED); es decir que en el caso de los
procesos tramitados ante el Tribunal de Ges-
tión Asociada en lo Tributario se cumplen las
tres condiciones dispuestas por el art. 61 Inc. III
CPCCyTMza. Por otra parte, aún en el caso que
se entendiera que el mismo es de aplicación, no
puedo perder de vista que la presentación ha
sido efectuada fuera de dicho plazo (conforme
el sistema MEED la presentación ha sido efec-
tuada el día 26/08 a las 14:45 hs)” (23).
VIII. Análisis de la Secretaría Nocturna fren-
te a los avances tecnológicos
Durante la vida del expediente papel, el
tiempo en el proceso judicial estaba estrecha-
mente condicionado por el horario de funcio-
namiento de las oficinas. Así, toda la actividad
jurisdiccional y en particular la presentación
de escritos, debía realizarse en día y hora hábil,
es decir, dentro de esa franja horaria regulada
por los códigos de procedimiento, salvo algu-
nas excepciones contempladas por la propia
norma.
Frente a la incorporación de las Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TICs) a
los procesos judiciales, nos encontramos con la
dificultad, y el desafío, de adaptar y/o repensar
los institutos procesales que otrora fueran dise-
ñados y pensados en la lógica del expediente
papel a esta nueva realidad.
En cuanto a la vigencia del plazo de gracia
en el proceso mendocino, algunos afirman que
aún no es posible considerar derogado el plazo
(21) CCiv. San Rafael, “Navazo Maria M. C/ Fabio I. Berardi
p/ alimentos”, 10/05/2021.
(22) C5aCiv., Com., Minas, Paz y Trib., Mendoza C3aCiv.,
Com., Minas, Paz y Trib., “Maggini, Antonio c/ Mariano Mi-
randa p/ de conocimiento”, 02/09/2021.
(23) Tribunal de Gestión Asociada en lo Tributario, Mendo-
za CUIJ: 13-06703564-4, “Caja Forense c/ Telecom Argenti-
na S A p/apremio”, 06/04/2022.

de gracia, porque todavía no existe expediente
electrónico propiamente dicho y la norma tiene
como presupuesto lógico y fáctico (en el sentido
de realidad social comprendida por la norma)
que el interesado pueda tomar vista íntegra del
expediente electrónico dentro de la platafor-
ma digital. Y “la excepción se tornará operativa
cuando se configuren los siguientes requisitos:
1. Posibilidad técnica de tomar vista íntegra del
expediente electrónico o digitalizado (presu-
puesto de implementación del expediente elec-
trónico o digital); 2. Plataforma de presentación
de escritos disponible las 24 horas, sin interrup-
ciones provocadas por motivos tecnológicos
de origen (caída de Internet, cierre de sitio por
mantenimiento de servicio, etc.) (presupuesto
de funcionamiento continuo del Sistema de Re-
cepción Virtual de Escrito); 3. Posibilidad técni-
ca de presentación de escritos digitales (presu-
puesto de ausencia de impedimentos de orden
general a la presentación)... (24).
Incluso algunos autores se han manifestado
abiertamente a favor de mantener ciertas cate-
gorías procesales como la Secretaría Nocturna,
repensando y reformulando los fundamentos
iniciales.
“Queda manifiesto que con la aparición de
los escritos electrónicos y la disponibilidad full
time de los expedientes, el escenario procesal
para la presentación de una petición judicial
cambió totalmente, rompiéndose barreras te-
rritoriales y horarias propias de otras épocas, lo
que no implica a lo postre que no existan otros
motivos inéditos de entidad suficiente... para
seguir manteniendo en el tiempo un instituto
que fue visto con beneplácito en el ambiente
jurídico y cuya implementación en nada afectó
al normal desenvolvimiento del proceso, ni su
dinámica” (25).
Bielli y Nizzo, al analizar el régimen de pre-
sentaciones electrónicas en la Provincia de
Buenos Aires (Ac. 3886/18), manifiestan la ne-
cesidad de evaluar lege ferenda la conveniencia
de mantener en el ordenamiento ritual el “plazo
de gracia” para la presentación de escritos con
vencimientos, contemplado actualmente en el
último párrafo del art. 124 del Cód. Procesal Ci-
vil y Comercial (26).
Para Quadri, el Cód. Proc. Civ. y Com. pivotea
sobre el expediente en papel, pero el Reglamen-
to de Presentaciones por Medios Electrónicos
lo ha atomizado, en algunas cuestiones que
quedan en papel y otras que no, lo que trae pro-
blemas sistémicos. Asimismo, se pregunta, qué
sentido tiene seguir manteniendo el plazo de
gracia del art. 124 si se puede presentar escritos
durante todo el día (27).
(24) GIL DI PAOLA J., “Adelantos tecnológicos del procedi-
miento civil mendocino”, La Ley AÑO LXXXVI Nº 7, diciembre
2021, TOMO LA LEY, 2022-A ISSN: 0024-1636 - RNPI: 5074180.
(25) ORDOÑEZ, Charly, “Plazo de gracia y proceso
electrónico. Perspectivas actuales y futuras del instituto”,
29/11/2018.
(26) BIELLI, Gastón E. - NIZZO, Andrés L., “El nuevo régi-
men de presentaciones electrónicas”, LLBA2018 (abril), 1, TR
LALEY AR/DOC/602/2018.
Texto completo de fallo de p. 4
III. Anticipo que, si mi voto es compartido por
mis distinguidos colegas de Sala, en coinciden-
cia con el Ministerio Público Fiscal el recurso
interpuesto prospera.
1. De las constancias de la causa surge que
a fs. 4 se decreta que “...Habiendo sido notifi-
cada la demanda el día 13/04/21 y contestada
el día 25/04/21, Téngase por presentado parte
y domiciliado a la demandada con el patroci-
nio del Dr. Chávez mat. 4514, Atento a que la
presentación ha sido efectuada en forma ex-
temporánea, procédase por Mesa de Entradas
al Desglose de la presentación Código MEED:
SWKPZ25207...”
Jurisprudencia Argentina Gran Cuyo
En la reciente decisión de la Suprema Corte
mendocina se evidencian claramente algunos
de estos aspectos marcados y discutidos por la
doctrina.
Por un lado, la vigencia de la Secretaría
Nocturna como regla en la norma mendoci-
na. Y por otro lado, los presupuestos que la
norma establece para que no rija el plazo de
gracia: esto es, el supuesto de presentación de
escritos electrónicos en el expediente digital,
cuando el sistema funcione las veinticuatro
[24] horas.
Si bien el Poder Judicial de Mendoza tiene
actualmente diversos sistemas de presentación
de escritos judiciales que funcionan las 24 ho-
ras, todos los días del año (salvo tareas de man-
tenimiento o alguna contingencia excepcional),
en el fallo la Corte advierte que a la fecha no se
encuentra en funcionamiento pleno el expe-
diente digital, en todas las circunscripciones
judiciales, aun cuando se realizan presenta-
ciones, resoluciones y notificaciones de forma
electrónica.
Por ello, el plazo de gracia se mantendrá vi-
gente hasta tanto se encuentre funcionando el
expediente digital.
IX. Posibles conclusiones aunque no con-
cluyentes... la ley como norte
La Secretaría Nocturna o plazo de gracia re-
gulada por el art. 61 del Código Procesal Civil
mendocino no es ni más ni menos que una
justificación o dispensa legal de una causal de
fuerza mayor preestablecida y predeterminada,
que funciona como una franquicia temporal
para la presentación de escritos judiciales.
De este modo, la ley ha contemplado ex-
presamente una situación de excepción en el
cómputo de los plazos, que opera con la sola
invocación de la norma, y sin necesidad de pro-
bar ninguno de estos fundamentos o circuns-
tancias que hemos analizado, a diferencia de
lo que ocurre en los supuestos de fuerza mayor
o caso fortuito genéricos, que habilitarían una
eventual suspensión o ampliación de los plazos
procesales a pedido de parte (28), y que requie-
ren ser acreditados en el caso concreto.
En cuanto a la norma procesal vigente y su al-
cance, la propia Corte reconoce la vigencia de la
Secretaría Nocturna, pues aun cuando se reali-
zan presentaciones, resoluciones y notificacio-
nes de forma electrónica en el Poder Judicial de
Mendoza, a la fecha (mayo, 2022) no se encuen-
tra en funcionamiento pleno el expediente di-
gital, en todas las circunscripciones judiciales.
(27) QUADRI, Gabriel H., “Reglamento para presentacio-
nes por medios electrónicos. Indefiniciones y vaivenes en el
sendero hacia el expediente digital”, LLBA2018 (abril), 5, TR
LALEY AR/DOC/659/2018.
(28) Art. 64 Código Procesal Civil y Comercial de Mendoza
Ley Nº 9001.
(29) ORDOÑEZ, Charly, “Plazo de gracia y proceso
electrónico. Perspectivas actuales y futuras del instituto”,
29/11/2018.
Es decir, se tuvo por contestada fuera de
término el traslado de la demanda; contra tal
decreto el demandado opuso un recurso de re-
posición el que fue resuelto a fs. 8 en contra de
las pretensiones del recurrente y contra la cual
se alza mediante el presente recurso en estudio.
El tema gira en torno a si el instituto de la
nocturna sigue funcionando como el plazo de
gracia de las dos horas siguientes al vencimien-
to de un plazo legal. Ello por cuanto el nuevo
Código Procesal Civil, Comercial y Tributario
dispone que:
“II.- El escrito no presentado dentro del ho-
rario judicial del día en que venciere un plazo,
sólo podrá ser entregado válidamente el día
hábil inmediato posterior y dentro de las dos
Sin embargo, ni la propia ley ni la Corte han
definido ¿qué es un expediente electrónico y/o
digital?, y ¿cuáles son sus características, sus re-
quisitos operativos y legales?
En este sentido, el Dr. Adaro advierte que
“resulta necesario que las normas procesales
resulten claras para la seguridad de todos los
operadores del proceso, conviene aclarar que
hasta tanto el expediente digital no se encuen-
tre en pleno funcionamiento —lo que sería con-
veniente se estableciera por Acordada de esta
Corte— el plazo de gracia continuará vigente”.
Comparto la necesidad de que la norma sea
clara, explícita, expresa, y capaz de aportar el
orden necesario para evitar el desgaste juris-
diccional que se genera con planteos judicia-
les alrededor de normas tan “abiertas” como el
art. 61, en cuestión.
Sin perjuicio de que cada juez y jueza en el
caso concreto en el que deba entender y resolver,
analizará si se cumplen o no los presupuestos le-
gales, en particular si hay o no expediente digital
(art. 3º del Cód. Civil y Comercial de la Nación
y art. 2º CPCCyT), es la propia Suprema Corte
quien podría dictar una Acordada reglamenta-
ria, en ejercicio de las facultades de superinten-
dencia y por expresa delegación del Código Pro-
cesal Civil, aunque claro está, sin limitar, alterar o
modificar las normas procesales allí establecidas
(arts. 1º ap. IV, 50 ap. II y 274 CPCCyT).
A más de lo expuesto, advierto en la doctri-
na y en los y las profesionales de la abogacía, la
voluntad expresa y manifiesta de mantener este
plazo de gracia aun cuando en un futuro inme-
diato se encontrara implementado y en funcio-
namiento el expediente electrónico, tal vez por
nostalgia, tal vez por necesidad.
En este punto, será la ley la que fije su alcan-
ce, pues lo que nunca debe perderse de vista
es que siendo el plazo de gracia una concesión
legal, la Honorable Legislatura es la única que
se encuentra legitimada para regular este, fi-
jando su ámbito de aplicación y plena operati-
vidad… (29) y ante “los múltiples inconvenien-
tes que genera la implementación parcializa-
da —y, muchas veces, de manera precaria— de
diversos aspectos informáticos al expediente
judicial, a través de acuerdos y resoluciones
dictados por los superiores tribunales de cada
jurisdicción, lo que revela inexorablemente que
es preciso de una reforma de carácter legal e in-
tegral, que contemple todos y cada uno de los
aspectos que hacen al expediente electrónico.
Para ello no es sólo imperiosa la reformulación
de las formalidades del expediente (foliatura,
compaginación de documentos, identifica-
(30) BIELLI, Gastón E. - NIZZO, Andrés L., “Pautas gene-
rales para la implementación del expediente judicial electró-
nico en aquellas jurisdicciones que aún no lo han consagra-
do”, Sup. Esp. LegalTech 2018 (noviembre), 19, TR LALEY AR/
DOC/2372/2018.
(31) DÍAZ, María F. REPETTO, Marisa - ADARO, Mario, “Del
expediente judicial electrónico-digital hacia una sede judicial
digital. Repensando procesos”, MICROJURIS, 21-02-2022,
MJ-DOC-16456-AR||MJD16456.
(2) primeras horas del despacho. No regirá el
plazo de gracia en el supuesto de presentación
de escritos electrónicos en el expediente digital,
cuando el sistema funcione las veinticuatro (24)
horas (art. 61 apartado III, CPCCYT).
Es decir, que el plazo de gracia se mantiene
hasta tanto se encuentre funcionando el expe-
diente digital, mientras ello no suceda el plazo
de gracia sigue vigente. Razón por la cual, si
bien se ha avanzado en la recepción de los es-
critos de manera virtualizada ello no impide
que conviva con el plazo de gracia mientras no
se encuentre en funcionamiento el expediente
digital.
En el caso en estudio, el escrito se presen-
tó con la aclaración que se hacía conforme el
Agosto de 2022 | 7
ción, etc.), sino también de otros institutos tales
como el ‘plazo de gracia’ para la presentación
de escritos judiciales con vencimiento, entre
otros” (30).
Más allá de las distintas opiniones y discusio-
nes generadas, lo cierto es que avanzar hacia un
expediente electrónico y/o digital no consiste
solo en digitalizar expedientes y transformar un
documento de Word en un PDF.
Por el contrario, “nos encontraremos con una
nueva materialidad del proceso judicial, con
algunas características del proceso en papel, y
con características propias de las nuevas tecno-
logías. Así, cualquiera sea la materialidad del
expediente o legajo, los estándares tecnológicos
que sirvan de soporte deberán cumplir con los
estándares legales, de manera tal de dotar a esa
nueva materialidad de las características que
la ley le exige. Y la norma deberá adecuarse a
esta nueva materialidad para establecer nue-
vos estándares —o repensar los estándares ya
existentes— de tal modo que sean coherentes y
ajustados a esta realidad, en un evidente proce-
so de retroalimentación” (31).
En el marco del derecho de las y los ciudada-
nos a una buena administración (32), y como
ya señalara, “consideramos que se debe avan-
zar en la creación e implementación de una
serie de categorías procesales que permitan
el desarrollo hacia el expediente inteligente y
la garantía de la interacción/relación de cada
ciudadana/o con las administraciones públi-
cas” (33).
Entiendo que más allá de posibles y necesa-
rias reglamentaciones por acordadas, en breve
resultará necesario el dictado de una “Ley mar-
co” que establezca los principios y garantías del
debido proceso digital, y en particular, señale
las características que debe tener un expedien-
te para ser considerado expediente electrónico
y/o digital.
De tal modo será luego la Suprema Corte
quien implemente y/ o desarrolle sistemas in-
formáticos que cumplan con estas característi-
cas legales y los presupuestos técnico-jurídicos
que habiliten su funcionamiento y la operativi-
dad plena del debido proceso digital.
No debemos olvidar que no hay paz sin justi-
cia y buen gobierno, no hay buen gobierno sin
paz y sin justicia, no hay justicia sin paz y buen
gobierno. En definitiva, sin alguna de ellas, la
sociedad no puede florecer (34).
Cita online: TR LALEY AR/DOC/2223/2022
(32) La provincia de Mendoza, adopta en 2017, en la Ley de
Procedimiento Administrativo, Ley 9003 (BO 19.09.2017) el
principio de la buena administración pública. (art. 1, apart. II,
inc. f Ley 9003).
(33) DÍAZ, María F. - REPETTO, Marisa - ADARO, Mario,
ob. cit.
(34) MATERA J.M., “La Justicia en la Mitología Griega”,
julio/diciembre 2021.
art. 61 del CPCCYT, e ingresó el día 25/04/2021
cuando vencía el día 26/04/2021 dentro de las
dos primeras horas. Razón por la cual el escrito
de contestación debe ser considerado en térmi-
no.
Esta Corte tiene dicho que la arbitrariedad
por exceso de rigor ritual tiene raíz constitucio-
nal desde que tiende a garantizar la defensa en
juicio. Su aplicación debe ser excepcional en si-
tuaciones en que el rigor formal sea manifiesto
y que exista abuso de las formas procesales (L.S
119-110; 220-229).
Así también se ha dicho que el respeto estric-
to de las formas y plazos procesales previstos en
las distintas leyes que componen nuestro orde-
namiento jurídico, si bien resulta necesario a
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los fines de garantizar el ejercicio y protección
de los derechos de todos los ciudadanos, puede
resultar peligroso y perjudicial cuando, so pre-
texto de la sacralidad de las formas, se vulneran
derechos y garantías superiores y, esencialmen-
te, se desconoce la realidad imperante (“Lérto-
ra”, 19.06.2012).
En la misma sintonía se afirmó que la doctri-
na del excesivo rigor ritual manifiesto, de con-
tornos francamente atípicos y admisión estric-
tamente excepcional, exige la concurrencia de
circunstancias especialísimas, demostrativas,
en cada caso, en forma clara e indubitable, de
una aplicación extremadamente rigurosa del
esquema formal, cuya exageración conduce
a ocultar la verdad jurídica objetiva, constitu-
yendo a la postre, una violación del derecho de
defensa, entendido éste en su más amplia signi-
ficación (LS412-052).
2. Por todo ello, corresponde hacer lugar al
recuso extraordinario provincial interpuesto
por Ger S.A. en la forma que lo solicita.
Así Voto.
Sobre la misma cuestión, el Dr. Pedro J. Llo-
rente adhiere por sus fundamentos al voto que
antecede.
Sobre la misma cuestión el Dr. Mario D. Ada-
ro en voto concurrente, dijo:
I. Que coincido con la propuesta al acuerdo
del Ministro preopinante, y en igual sentido
formularé algunas consideraciones de carácter
ampliatorio.
1. En primer lugar se advierte que el auto
cuestionado, de fecha 8 de junio de 2021, no
reviste el carácter de definitivo y por lo tanto
-en principio- no puede ser recurrido en for-
ma extraordinaria (art.145 del CCCyT), des-
de que no dirime el debate sobre el aspecto
principal de la contienda ni impide toda dis-
cusión ulterior sobre el tema que se debate
en la causa (LA 84-318; 86-475, 85-21; 99-316,
128-22).
2. No obstante, en el caso bajo análisis,
entiendo que esa valla formal no impide el
tratamiento del recurso, en razón de que el
agravio que se invoca resulta irreparable o de
difícil reparación ulterior, ello siguiendo la ju-
risprudencia de esta Corte. (LS384-167, entre
otros).
a. El auto cuestionado ordena el desglose de
la contestación de demanda por considerarla
fuera de plazo.
La misma fue ingresada a través del sistema
informático del Poder Judicial de Mendoza un
día domingo, con la solicitud expresa de que
se entendiera como presentada en las dos pri-
meras horas del día siguiente hábil conforme el
art. 61, ap. III del CPCCyT.
La trascendencia de la cuestión en el proce-
so que tramita ante la Cámara y especialmente,
por tratarse de la interpretación de una norma
que ha sido modificada recientemente en el
Adriana Doña
Colaboradores: Agustín Rugna
Agustina Boulin
Alejandro Piña
Director Editorial: Fulvio G. Santarelli
Jefa de Redacción: Yamila Cagliero
Editores: Nicolás R. Acerbi Jonathan A. Linovich
Valderrama Elia Reátegui Hehn
Florencia Candia Marlene Slattery
Jurisprudencia Argentina Gran Cuyo
CPCCyT respecto de la cual esta Corte no se ha
expedido, conviene ingresar en la cuestión en
debate.
3. El tema a dilucidar se circunscribe a deter-
minar si a la fecha se encuentra vigente el plazo
de gracia que permite la presentación válida
dentro de las dos primeras horas del siguiente
hábil del vencimiento del plazo.
El art. 61. ap. III del Código Procesal Civil,
Comercial y Tributario de la Provincia de Men-
doza en su actual redacción dispone: “El escrito
presentado dentro del horario judicial del día
en que venciere un plazo sólo podrá ser en-
tregado válidamente el día hábil inmediato y
dentro de las dos primeras horas del despacho.
No regirá el plazo de gracia en el supuesto de
presentación de escritos electrónicos en el ex-
pediente digital, cuando el sistema funcione las
veinticuatro (24) horas”.
De manera que, la nueva norma mantuvo
la posibilidad de la presentación de escritos
dentro de las dos primeras horas del día hábil
siguiente y la misma debe considerarse presen-
tada en plazo tal como lo disponía la norma an-
tes de la reforma.
La parte final del 61 ap. III agregó una previ-
sión a futuro “No regirá el plazo de gracia en el
supuesto de presentación de escritos electróni-
cos en el expediente digital, cuando el sistema
funcione las veinticuatro horas”.
La Acordada Nº 30.171 avanzó notablemente
en el sentido del expediente electrónico impo-
niéndolo para las causas iniciadas con poste-
rioridad al 4 de agosto del año 2021 y dispuso
-además- que aquellas causas iniciadas con
anterioridad en formato papel continuarán su
tramitación en forma electrónica.
4. Sin embargo, a la fecha no se encuentra
en funcionamiento pleno el expediente digital,
en todas las circunscripciones judiciales, aun
cuando se realizan presentaciones, resolucio-
nes y notificaciones de forma electrónica.
5. Por ello, y además porque resulta necesa-
rio que las normas procesales resulten claras
para la seguridad de todos los operadores del
proceso conviene aclarar que hasta tanto el ex-
pediente digital no se encuentre en pleno fun-
cionamiento -lo que sería conveniente se esta-
bleciera por Acordada de este Corte- el plazo de
gracia continuará vigente.
Así Voto.
2ª cuestión. — El Dr. José V. Valerio, dijo:
IV. Atento al resultado arribado en la primera
cuestión, y lo dispuesto por el art. 159 y 162 del
C.P.C.C.T.M, corresponde anular la resolución
dictada en los autos Nº 161533, caratulados
“Lucero, Nancy Miriam c/ Ger S.A. p/ despido”,
originarios de la Excma. Cámara Sexta del Tra-
bajo de la Primera Circunscripción Judicial de
Mendoza.
Conforme a lo expuesto al tratar la primera
cuestión corresponde hacer lugar al recurso
Andrea Chidaine Ignacio Boulin Victoria
Claudio Leiva Laura Elmelaj
Fernando Gabriel Games Laura Lucero
Horacio Cuervo Leonardo Saumell
PROPIEDAD DE LA LEY S.A.E. e I.
Administración, Comercialización y Redacción:
Tucumán 1471 (C. P. 1050 AAC)
Bs. As. República Argentina
Impreso en La Ley, Rivadavia 130, Avellaneda,
Provincia de Buenos Aires.
de reposición interpuesto por lo que el reso-
lutivo quedará redactado de la siguiente for-
ma:
“1.- Hacer lugar al recurso de reposición,
en mérito a los fundamentos vertidos en la
presente resolución y en consecuencia mo-
dificar parcialmente el decreto de fs. 4 el que
quedará redactado de la siguiente forma:
Mendoza, 03 de Mayo de 2021.
Téngase presente el escrito presentado por la
MEED. COD MEED -SWKPZ25207
Téngase por presentado, parte, domicilia-
do y por contestado el traslado conferido, a la
demandada con el patrocinio del Dr. Chávez
mat. 4514,
Atento al estado de la causa, córrase traslado
del responde a la parte actora por el término de
ley (art. 47 del CPL). Notifíquese.
2.- Imponer las costas por su orden dado la
novedad del planteo y las circunstancias del
caso concreto. (Art. 31 del CPL).
3.- Diferir la regulación de honorarios para su
oportunidad procesal.
Regístrese. Notifíquese. Cúmplase”.
Así Voto.
Sobre la misma cuestión, los Dres. Mario D.
Adaro y Pedro J. Llorente adhieren al voto que
antecede.
3ª cuestión. — El Dr. José V. Valerio, dijo:
V. Atento al resultado a que se arriba en el
tratamiento de la cuestión que antecede, co-
rresponde imponer las costas a la recurrida
por resultar vencida. (art. 36 C.P.C.C.T.M).
Así Voto.
Sobre la misma cuestión, los Dres. Mario D.
Adaro y Pedro J. Llorente adhieren al voto que
antecede.
Con lo que terminó el acto, procediéndose a
dictar la sentencia que a continuación se inser-
ta la sentencia:
Por el mérito que resulta del acuerdo prece-
dente la Sala Segunda de la Excma. Suprema
Corte de Justicia fallando en definitiva,
Resuelve:
1º) Admitir el recurso extraordinario pro-
vincial interpuesto a fs. 11/18 contra la re-
solución dictada en los autos Nº 161533,
caratulados “Lucero Nancy Miriam c/ Ger
S.A. p/ despido”, originarios de la Excma.
Cámara Sexta del Trabajo de la Primera
Circunscripción Judicial de Mendoza y en
consecuencia corresponde anular la misma,
conforme a lo dispuesto al tratar la Segunda
Cuestión, la que quedará redactada de la si-
guiente forma:
María Laura Negroni
María Valeria Lizardez
Pablo Quirós
Rosana Dottori
linkedin.com/showcase/thom-
Thomsonreuterslaley
son-reuters-argentina-legal/
TRLaLey thomsonreuters.com.ar/es/solu-
ciones-legales/blog-legal.html
“1.- Hacer lugar al recurso de reposición,
en merito a los fundamentos vertidos en la
presente resolución y en consecuencia mo-
dificar parcialmente el decreto de fs. 4 el que
quedará redactado de la siguiente forma:
Mendoza, 03 de Mayo de 2021.
Téngase presente el escrito presentado por la
MEED. COD MEED -SWKPZ25207
Téngase por presentado, parte, domicilia-
do y por contestado el traslado conferido, a
la demandada con el patrocinio del Dr. Chá-
vez mat. 4514.
Atento al estado de la causa, córrase tras-
lado del responde a la parte actora por el
término de ley (art. 47 del CPL). Notifíquese.
2.- Imponer las costas por su orden dado la
novedad del planteo y las circunstancias del
caso concreto. (Art. 31 del CPL).
3.- Diferir la regulación de honorarios para su
oportunidad procesal.
REGÍSTRESE. NOTIFÍQUESE. CÚMPLASE.”
2º) Imponer las costas de instancia extraordi-
naria a la recurrida por resultar vencida (art. 36
C.P.C.C.T.M.)
3º) Regular los honorarios profesionales de
los Dres. H. Gustavo Chaves y Aníbal J. Hidal-
go en forma conjunta, en el 13%, o 10,4%, o
7,8% de la base regulatoria actualizada que se
establezca en la instancia de origen y limitado
al agravio que prospera, conforme dicha base
se encuentre comprendida en los distintos su-
puestos del art. 2 de la ley 9131 (arts. 2, 3, 15 y 31
de la ley 9131). Considérese el art. 16 de dicha
norma.
Regular los honorarios profesionales del
Dr. Mathías E. Molina, en el 9,1%, o 7,28%, o
5,46% de la base regulatoria actualizada que se
establezca en la instancia de origen y limitado
al agravio que prospera, conforme dicha base
se encuentre comprendida en los distintos su-
puestos del art. 2 de la ley 9131 (Arts. 2, 3, 15 y 31
de la ley 9131). Considérese el art. 16 de dicha
norma.
Las regulaciones precedentes no incluyen
el IVA, monto que -en su caso- deberá ser adi-
cionado conforme a la subjetiva situación de
los profesionales beneficiarios frente al cita-
do tributo “(CS expte. 4120/200002 “Carinadu
SA c/ Banco de la Provincia de Buenos Aires “,
02/03/2016).
4º) Emplázase a GER S.A., en el término de
tres (3) días, para que denuncie su Nº CUIT/
CUIL, Nº de C.B.U., Banco, Sucursal, tipo y
Nº de cuenta, a fin de efectuar la devolución
de la suma de $ 3.400 (pesos tres mil cuatro-
cientos), abonada en concepto de depósito en
garantía y con imputación a la boleta obrante a
fs. 21.
Notifíquese. — José V. Valerio. — Mario D.
Adaro. — Pedro J. Llorente.
Santiago José Gascón Silvina Ruth Scokin
Sebastián Elias
Sergio Parellada
Silvina Furlotti
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