Analizaremos dos fuentes de poder importantes basadas en la posición en una organización:
1) poder legítimo, basado en el título, deberes y responsabilidades de la descripción de un trabajo y en el “nivel” dentro de la jerarquía de una organización, y 2) poder basado en el control de recursos (presupuesto, financiamiento, etc.) asociados a ese puesto. Poder legítimo: El poder legítimo se deriva de ocupar un puesto, oficina o posición específicos en la jerarquía de una organización. En este caso, el poder reside en el título, deberes y responsabilidades del empleo mismo, y la “legitimidad” de quien lo tiene proviene del título y deberes de la descripción del empleo dentro del contexto de esa organización. Por tanto, un vicepresidente recién designado adquiere cierto poder legítimo sólo por ser vicepresidente. El poder legítimo forma la base de nuestra estructura social. Cuando las personas y los grupos se organizan en un sistema social: negocio pequeño, unidad de combate, sindicato, organización de acción política, equipo deportivo, fuerza de tarea, casi de inmediato deben crear alguna forma de estructura y jerarquía. Control de recursos: Las personas que controlan recursos tienen la capacidad de dárselos a quien haga lo que quieran con ellos y de retenerlos (o quitárselos) a quien no haga lo que ellas quieren. Los recursos pueden ser muchas cosas. Los recursos particulares son más sutiles como instrumentos de poder en la medida en que los participantes en la negociación los consideren valiosos. La capacidad de controlar y gastar recursos es una fuente de poder importante en las organizaciones.