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¿Cómo Cruzar el Muro?

Los vínculos y la Externación


Estudio de caso

2019
Paula Virginia Díaz
Universidad de la Cuenca del Plata

Facultad De Psicología Educación y Relaciones


Humanas.

Licenciatura en Psicología.

Trabajo Integrador Final

“¿Cómo Cruzar el Muro?”

Estudio De Caso

Año 2019

Profesor: Lic. José Massa

Alumna: Paula Virginia Díaz


Hoja de evaluación y calificación final
Agradecimientos

A mis abuelos, por darme la vida.

A mi familia, por acompañarme.

A Laura, mi analista, por abrir un espacio donde pudimos ir reconfigurando el relato

que me sostiene, hacerme ver que no se trata de aceptar que solo hay lo que hay, sino de

mirar detenidamente, considerar lo que hay, descubrir donde se está insuflando tragedia a lo

que es dificultad o azar y poder actuar.

A” J”, por introducirme en la experiencia y travesía inigualable del encuentro.


Índice
1.Introducción………………………………………………………………………...1

2.Análisis contextual situacional……………………………………………………...3

2.1La Institución……………………………………………………………………....3

2.2La Historia………………………………………………………………………....4

2.3Lo manifiesto……………………………………………………………………....4

2.4Lo latente……………………………………………………………………….….7

3.Planteamiento del problema………………………………………………………...11

3.1 Tema de Investigación…………………………………………………………….11

3.2 Preguntas Rectoras………………………………………………………………...11

3.3 Objetivo General……………………………………………………………..……12

3.4 Objetivos Específicos…………………………………………………………..….12

3.5 Motivación…………………………………………………………………...…….13

3.6 Justificación……………………………………………………………………..…14

3.7 Viabilidad……………………………………………………………………..……16

4- Marco Referencial Teórico………………………………………………….………17

4.1 Antecedentes (estado del arte)……………………………………………………..17

4.1.1 Gestión de modelos de externación de adultos con alteraciones mentales y el

impacto de la desinstitucionalización en la Argentina…………………………...…….17


4.1.2 Nueva ley de Salud Mental en Argentina: obstáculos, oportunidades y desafíos para la

externación de usuarios de hospitales monovalentes en la Ciudad Autónoma de Buenos

Aires (CABA)……………………………………………………………………………..18

4.1.3 El proceso de externación y su inclusión en las políticas públicas de salud mental.

¿externación o expulsión?.....................................................................................................19

4.1.4 El desafío de la inclusión en salud mental: análisis de un centro comunitario y su

trabajo sobre los vínculos sociales…………………………………………………………19

4.1.5 La salud mental en Córdoba:entre la sanción de las leyes y su efectiva concreción...20

4.2 Marco Teórico………………………………………………………………………….22

4.2.1 Diagnóstico Psiquiátrico……………………………………………………………..22

4.2.2 La Debilidad Mental Para el Psicoanálisis……………………………………….…..23

4.2.3 Institucionalización Crónica………………………………………………………….28

4.2.4 Proceso de Externación………………………………………………………………31

4.2.5 Vínculo………………………………………………………………………………34

4.2.6 El Vínculo en Psicoanálisis…………………………………………………………..35

4.2.7 La necesidad de una red Vincular para un proceso de Externación Efectivo………..40

4.2.8 Una Posible Clínica de la Externación……………………………………………….43

4.2.9 Marco Legal………………………………………………………………………….45

5- Marco Metodológico…………………………………………………………………….48
5.1 Tipo De Estudio………………………………………………………………………48

5.2 Diseño de la Investigación……………………………………………………………48

5.3 Muestra……………………………………………………………………………….48

5.4 Unidad de Análisis…………………………………………………………………....49

5.5 Variables o Categorías de Análisis…………………………………………………...49

5.6 Métodos e Instrumentos de Recolección y Análisis de Datos………………………..49

5.7 Aspectos Legales y Éticos……………………………………………………………49

6- Presentación del Caso………………………………………………………………….50

7- Análisis de Datos………………………………………………………………………53

7.1 De Sujetos y Sujetados………………………………………………………………..53

7.2 El camino hacia la adversidad se allana transitándolo en compañía………………….70

7.3 Lo que mueve más a dar, que a pedir………………………………………………....74

7.4 La necesidad del derecho a la verdad con respecto al origen…………………………77

7.5 El día que solté la memoria…………………………………………………………...79

8- Discusión y Conclusiones……………………………………………………………...87

8.1 Discusión……………………………………………………………………………...87

8.2 Conclusiones………………………………………………………………………….93

10- Referencias Bibliográficas………………………………………………………..…..95

11-Anexo……………………………………………………………………………….....97
Introducción

La presente es una investigación cualitativa que se basa en un estudio de caso único,

con el nombre “Cruzando el muro”. Ésta, se realiza a partir de la propuesta de la

Universidad de la Cuenca del Plata, en la catedra “Trabajo Integrador Final”, con el

objetivo de llevar a cabo una investigación en el trascurso del último año de la carrera de

Licenciatura en Psicología, en el año 2019.

El abordaje parte desde un marco teórico del Psicoanálisis Vincular, teniendo en

cuenta a su vez aportes de la psicología comunitaria que resultan complementarios, así

como también aspectos legales a tener en cuenta en el ejercicio de la profesión del

psicólogo en relación al tratamiento en hospitales y clínicas monovalentes, y al mencionado

proceso de externación.

El objetivo de la investigación apunta al análisis de los efectos de los vínculos, y sus

formas particulares, en el proceso actual de externación, de un paciente institucionalizado

de manera crónica, con un diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral,

cuadriparesia espástica y ceguera bilateral que se encuentra internado en una clínica privada

de modelo asilar-manicomial en la Ciudad de Corrientes.

Para ello se tuvieron en cuenta entrevistas con el paciente, con los profesionales que

trabajan en la clínica, así como también notas de campo que surgen a partir de la

observación.

Los resultados y conclusiones estarán en relación a la descripción de los diferentes

tipos de vínculos que posee el paciente con quien se trabajó, así como las características de

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los mismos y, en consecuencia, el efecto de cada uno de ellos en el proceso de externación.

Es así que se describirá cuáles de ellos están en detrimento de la efectividad de resolución

de este proceso, y cuales cumplen el papel de apuntalamiento para su concreción.

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2. Análisis Contextual Situacional

2.1La Institución

En el marco de las prácticas profesionales supervisadas en el área clínica de la

Universidad de la Cuenca del Plata, pertenecientes al quinto año de la carrera de

Licenciatura en Psicología, Facultad de Psicología, Educación y Relaciones Humanas, se

inició la concurrencia a una Clínica de Salud Mental privada, en donde se realizan

tratamientos Psicoterapéuticos y Psiquiátricos a personas con diferentes psicopatologías. La

modalidad de atención prevalente en la clínica se enmarca en el modelo asilar-manicomial.

La institución se encuentra en la periferia de la Ciudad de Corrientes, en una zona

poco urbanizada y sin ninguna señalización que permita ubicarla de manera precisa.

No tiene ningún tipo de conexión con otras instituciones, es decir que la relación

institucional con lo externo, es nula.

La estética por fuera deja parecer al lugar como un edificio que se mantiene en buen

estado, sin embargo, al ingresar a la institución, se pudo ver que las instalaciones eran

precarias y algunas partes del edificio están a medio construir.

Al adentrarse, lo primero con lo que las personas se encuentran, es la sala de espera.

En la misma, está ubicado el consultorio de Psicología y siguiente, el de Psiquiatría.

La sala de espera se conecta, por un lado, con el comedor de los pacientes y por el

otro, con el ingreso al patio de la institución, lugar donde están, en planta baja, las

habitaciones de las mujeres y en un primer piso, la de los hombres. Al final del patio, está

el sector de enfermería y finalmente el Sum de la clínica.

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2.2 La Historia

Al adentrarse en la historia por medio de entrevistas a diferentes profesionales, se

pudo averiguar que esta institución se encontraba en su origen en “Puerto Tirol” pueblo del

interior de la Ciudad de Resistencia. La clínica allí era a campo abierto, razón por la cual

continuamente los pacientes que estaban internados, escapaban. Posteriormente la clínica se

muda al centro de la Ciudad de Corrientes, donde en el presente funciona el “centro de día”.

Actualmente, la clínica funciona en la periferia de la Ciudad.

La decisión de trasladarla a la periferia, tuvo que ver con la insistente queja de los

vecinos por ruidos molestos. Otra razón, fue que el dueño de la misma tuvo la posibilidad

de comprar el terreno donde se encuentra y construir el edificio, es decir que, el lugar en

donde está ahora le es propio, de manera que no tiene que pagar alquileres como lo

realizaba hasta ese momento. La clínica se encuentra en la dirección actual hace

aproximadamente 10 años.

2.3 Lo Manifiesto

La clínica manifiesta en su formulario de admisión que brinda asistencia

Psiquiátrica a través de un equipo interdisciplinario de Salud mental. Informa que, en caso

de ocurrir alguna descompensación, se utiliza en primera instancia tratamiento

psicofarmacológico, si el mismo no responde, se utiliza la sujeción mecánica de forma

“racional” “prudente” y supervisada por el equipo clínico, dejando en claro que su uso es

muy poco frecuente.

Siguiente a ello, se menciona que se trabaja de acuerdo a la nueva concepción de

Salud Mental, buscando la reinserción del individuo a la sociedad, por ello se intenta estar a

4
favor de la salud sin tendencia a la reclusión encierro y/o sistema carcelario. Sin embargo,

existiendo siempre la posibilidad de “escaparse” de la clínica, momento en el cual se

procede a realizar la denuncia policial.

Las admisiones a la clínica las realiza la Psiquiatra de la institución, por la mañana.

El personal que trabaja en la institución está compuesto por el psiquiatra, que es el

dueño, por una médica clínica, una psiquiatra, un psicólogo, dos enfermeras por cada turno,

además de la jefa de enfermería, las asistentes que se encargan de higienizar y vestir a

algunos pacientes, dos cocineras por turno, una encargada del lugar que lo administra, un

guardia de seguridad y el portero.

A su vez, hay una profesora de educación física que va algunos días a la mañana,

una profesora de laborterapia que asiste en ocasiones por la tarde y un profesor de música

que concurre algunos días al mes.

El psicólogo con quien se trabajó para realizar las diferentes actividades durante las

prácticas en la institución, es el referente asignado al grupo de practicantes. Se encontraba

trabajando allí desde hace un mes; en alguna oportunidad ha expresado que “sabía en el

lugar donde estaba” pero que lo había aceptado por las personas que viven ahí.

La organización del personal en lo manifiesto, está dada de la siguiente manera; la

máxima autoridad está representada por el director de la clínica, cuya profesión es médico

psiquiatra. Le sigue en orden jerárquico la jefa de recursos humanos y la contadora. Luego

están la médica clínica, una psiquiatra y el psicólogo de la institución. La jefa de enfermería

es la encargada de la dirección de los demás enfermeros. También está el guardia de

seguridad controlando la entrada y salida de las personas en la clínica y es a quien se lo

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solicita en situaciones especiales como por ejemplo “el brote” de alguno de los pacientes,

según las palabras de los enfermeros. Por último, se encuentra el portero, quien recibe a la

gente que va a la clínica a visitar a un paciente, a los profesionales que trabajan allí, y a los

practicantes de las diferentes carreras universitarias que concurren a la institución.

En el lugar se encuentran alrededor de 50 personas, algunos residen allí desde hace

años y otros llegaron el mismo día en que se comenzó a asistir a las prácticas. Varios de los

pacientes pasaron la mayor parte de su vida institucionalizados, han estado en hogares y

otros, en hospitales psiquiátricos.

La manera en que la mayoría ingresa al tratamiento, es a partir del beneficio que les

otorga la obra social, otros, abonan la cuota mensual en efectivo y la minoría de ellos llega

al lugar por órdenes de judicialización a través del Organismo de Minoridad y Familia.

No se reciben niños, a menos que ingresen con una orden judicial. El paciente más

joven que asistió la clínica, tenía 12 años, y las personas mayores de edad llegan hasta los

70 años aproximadamente.

Una vez hecho el ingreso, quedan internados hasta que la Psiquiatra y el Psicólogo

consideren que el tratamiento ha culminado y autorice el alta del paciente. En las

internaciones, los pacientes realizan salidas a sus respectivos hogares, estas visitas suelen

ser de un fin de semana. Las personas que se encuentran en situación de judicialización, no

tienen permiso para realizar estas salidas, es así que hay casos de pacientes en situación de

encierro, desde hace diez años.

El espacio donde viven los pacientes es pequeño. Duermen en habitaciones que

incluyen un baño y camas, algunas de ellas tienen un televisor. Aproximadamente ubican a

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cuatro personas en cada una. Los compañeros de habitación son seleccionados según la

psicopatología que posean.

Queda prohibido el ingreso por parte de los hombres a las habitaciones de las

mujeres y viceversa. Es decir, que las relaciones de amistad y de pareja, pueden llevarse a

cabo en el patio de la institución, único lugar de encuentro permitido, quedando así

coartada toda posibilidad de intimidad.

Tienen una rutina establecida diariamente, se levantan a las 7:00 AM, horario en

que se higienizan. Las asistentes bañan y visten a los pacientes considerados con mayor

dificultad, posteriormente desayunan, toman la medicación y luego pasan el tiempo en el

patio del establecimiento hasta las 12:00 Hs, horario en el que almuerzan y nuevamente

toman la medicación. Tienen tres horas durante la siesta para dormir obligatoriamente. A

las 16:00 Hs se levantan e ingresan a la sala a merendar, a partir de ello pueden quedarse en

el patio del lugar realizando alguna actividad recreativa, o esperando alguna visita, hasta las

19:30 Hs, horario en el cual tienen la última ingesta de medicación y luego la cena antes de

ingresar a las habitaciones a dormir.

2.4 Lo Latente

Aunque se exprese que la máxima autoridad sea el psiquiatra de la institución, a

partir de las observaciones, se puede dar cuenta de que dentro de la clínica quien da las

ordenes en la cotidianeidad y organiza las actividades permitidas para los pacientes como

por ejemplo el horario de tomar mate, el tiempo que pueden escuchar música, quienes

pueden y quienes no, es la directora de enfermería. En su horario de trabajo decide sobre la

ingesta de medicación, punición a ciertos comportamientos inadecuados desde su óptica,

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entre otros, con el aval del director y dueño de la institución, quedando así su trabajo ligado

a una psicoeducación desde una práctica conductual y represiva.

Respecto de las admisiones, cuando acude algún posible nuevo paciente, con sus

familiares, requiriendo la internación en la institución, quien los recibe es el portero de la

misma. Él pregunta que patología tiene el paciente que llega, y evalúa la posibilidad de que

se quede. Una vez hecho esto, se espera la aprobación del psiquiatra de turno para concretar

los papeles correspondientes para el ingreso.

Por otra parte, el guardia de seguridad, además del control de la clínica y los

pacientes, tiene el aval de realizar acciones punitivas (encierro en la sala de contención,

sujeción de manos) a cualquier interno que desobedezca las normas de convivencia

establecidas, como, por ejemplo, el buen comportamiento, representado éste por la quietud,

el silencio y la no queja. Estas acciones mencionadas en el formulario de admisión como

“poco frecuentes”, y usadas en el caso en que falle el tratamiento psicofarmacológico, son

cotidianas y en varias ocasiones ha tocado al grupo de practicantes observar la manera en

que se las ejecuta. Acciones que van en contra de lo estipulado como lo que se entiende por

la nueva concepción de Salud Mental.

Otra de las menciones en dicho formulario habla de la intensión de lograr una

reinserción del individuo a la sociedad. Las prácticas que se realizan en la clínica, asedian

todo tipo de singularidad y son constructoras de nuevas subjetividades, entendiendo esto

como nuevos “modos de ser” que van en detrimento de la inclusión social.

Algunas de estas prácticas son la ausencia de espejos en toda la institución,

pudiéndose ver el efecto de esta falta cuando se realizan actividades donde el reflejo de la

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cara en un espejo se convierte en perplejidad. La ropa, el vestirse, la elección de una prenda

queda bajo el mando de las asistentes. Los pacientes no tienen guardarropas propio, hay

uno “para todos” en el primer piso de la institución, de esta manera se comparten todas las

prendas sin ningún tipo de discriminación, ya sea por género (hombre/mujer) tamaño, entre

otros. De la misma manera, las enfermeras llevan a cabo la higiene bucal “para todos” o

para la gran mayoría, con el mismo cepillo dental, cuestión que afecta a la integridad de los

pacientes de diferentes maneras. El aislamiento ininterrumpido de pacientes crónicos

considerados “sin cura”, hace que queden imposibilitados para realizar cualquier actividad.

La no concreción del alta por falta de sostén social como familia, pensión, hogar;

consecuencias también, de la falta de profesionales necesarios para estas cuestiones, como

asistentes sociales. Ellas son, entre otras, practicas visibles en dicha institución.

Por otro lado, la ausencia del psiquiatra en la institución es notoria. Quedan a cargo

de la asignación de la medicación pertinente para cada paciente, la psiquiatra y la médica

clínica, además de la jefa de enfermería. A su vez, el psicólogo de la institución se encarga

de la atención psicoterapéutica con cada uno de los pacientes, también de la organización

de actividades recreativas dentro de la clínica y de generar la posibilidad de construcción de

vínculos familiares que han quedado perdidos.

Teniendo en cuenta lo mencionado, es notorio que la mayoría de ellos no recibe

visitas de sus familiares. Es por ello que, a pesar de ser figuras temidas por las practicas

represivas que llevan a cabo en determinadas situaciones, igualmente se establecen vínculos

fraternos con el guardia de seguridad, la directora de enfermería y también con otros

trabajadores del lugar como las cocineras, asistentes y Psicólogo de la institución, ocupando

éste el lugar de receptorio de demandas de todo tipo.

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Otra cuestión que se destaca a partir de las observaciones es que, la relación entre

pacientes en su mayoría, es de amistad y compañerismo, además de las relaciones de

pareja. Exceptuando algunas rivalidades ocasionales. Se puede ver en sus acciones, que

están cada uno al servicio del otro, colaborando con una mano a quien lo requiera por

tenerlas atadas, llevando el orinal de quien, por estar en una silla de ruedas, no puede

desecharlo en su baño, así como también acomodándose unos a otros la ropa, agarrándose

de las manos al salir a caminar al barrio, o traduciendo los gritos de quienes no poseen la

facultad del habla y dándoles un significado.

Como se mencionó anteriormente, la particularidad de las relaciones de pareja en

esta institución a primera vista, es que no tienen la posibilidad de un encuentro intimo entre

dos, sino que el tiempo que tienen permitido para compartir, es en conjunto con los demás

pacientes en las áreas de ocio dentro de la institución. Sin embargo, la clandestinidad para

llevar a cabo encuentros y ejercer el derecho a la sexualidad, está presente.

Es así que se puede dar cuenta, a partir de la observación de la dinámica de trabajo y

de las relaciones establecidas dentro de la institución, los códigos que se establecen dentro

de esta comunidad de pacientes y la configuración de un espacio al que algunos llaman

familiar, así como también los efectos en la subjetividad, de la convivencia con cada una de

las figuras mencionadas anteriormente.

De allí la importancia del vínculo entre ellos, la función que cumple el mismo, de

sostén, según distintas expresiones, y otros, de ruptura con lo externo. A su vez, los efectos

que genera la externación de alguno de ellos en el grupo y en la persona que se va.

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3. Planteamiento del problema

3.1 Tema:

- Explorar el efecto de los vínculos en el proceso de externación de un

paciente con diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral, cuadriparesia espástica

y ceguera bilateral, institucionalizado de manera crónica, en una clínica de modelo asilar-

manicomial en la Ciudad de Corrientes.

3.2 Preguntas Rectoras:

- ¿Cuáles son los vínculos y sus características, constituidos durante la institucionalización

crónica de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral,

cuadriparesia espástica y ceguera bilateral?

- ¿Cuáles son los vínculos y sus características, que se construyen a partir de la situación

actual del proceso de externacion de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave,

parálisis cerebral, cuadriparesia espástica y ceguera bilateral?

- ¿Cómo es afectado el proceso de externacion por los vínculos constituidos durante la

institucionalizacion crónica y por los vínculos que se construyen a partir del proceso de

externación, de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral,

cuadriparesia espástica y ceguera bilateral?

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3.3 Objetivos:

Objetivo General:

- Explorar el efecto de los vínculos en el proceso de externación de un

paciente con diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral,

cuadriparesia espástica y ceguera bilateral institucionalizado de manera

crónica en una clínica de modelo asilar manicomial en la Ciudad de

Corrientes.

3.4 Objetivos específicos:

- Examinar los vínculos y sus características, constituidos durante la

institucionalización crónica de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave,

parálisis cerebral, cuadriparesia espástica y ceguera bilateral internado en una clínica de

modelo asilar manicomial en la ciudad de Corrientes.

- Indagar cuáles son los vínculos que se construyan, en el proceso de

externación de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral,

cuadriparesia espástica y ceguera bilateral internado en una clínica de modelo asilar

manicomial en la ciudad de Corrientes.

- Estimar cómo es afectado el proceso de externación, por los vínculos

constituidos durante la institucionalización crónica y por los vínculos que se construyen a

partir del proceso de externación, de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave,

parálisis cerebral, cuadriparesia espástica y ceguera bilateral internado en una clínica de

modelo asilar manicomial en la ciudad de Corrientes.

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3.5. Motivación

Las preguntas de investigación planteadas nacen de una inquietud suscitada al

conocer la institución donde se realizaron las prácticas profesionales en el área clínica.

El encuentro con un paciente, “J”, fue distinto desde un principio. Sus palabras que

escuche por primera vez fueron “así no puedo vivir más”. A partir de ese día, se despertó en

mí el interrogante acerca de la posibilidad de hacer algo con mi práctica profesional, y

también me convoco a preguntarme por mi futuro lugar como profesional inserta en una

institución.

En primer lugar, el paso por instituciones totalitarias de esta índole, genera una gran

angustia, en parte por la pregunta acerca del “saber hacer algo” para una posible cura, y en

parte por enterarse que, cuestiones que se piensan que no suceden más, son actuales y

existen. El enterarse y enfrentarse a ello, interpela a cada uno, y en particular ha sucedido

conmigo, en la futura practica profesional.

Cómo trabajar en un contexto donde pareciera que los obstáculos son inamovibles,

es la pregunta. Sin dudas, lo que caracterizo mi paso por dicha institución es la manera en

que despertó mi deseo por la práctica. Angustiarse, pero querer estar, y poder hacer algo

con ello, es algo que entendí, habla del deseo como motor.

El encuentro con el paciente con quien se trabajó, fue diferente desde un comienzo.

El primer día que conocí la clínica, también lo conocí y sus palabras de alguna manera me

hicieron sentir convocada a encontrarnos cada vez.

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3.6. Justificación

En este estudio, se pretende iniciar un camino que, aunque no debiera, muchas

veces es poco conocido. En primera instancia la importancia de la realización de la

investigación recae en que es una temática que debería ser parte de la formación de todo

profesional de salud, el papel de los vínculos en todas las dimensiones que abarca la

realidad de una persona, y en este caso particular, en el proceso de externación.

A su vez, las cuestiones a tener en cuenta para el efectivo desarrollo de este proceso

y los obstáculos a los cuales se podrían enfrentar, de manera que, con este conocimiento

previo, se beneficiaría a los usuarios protagonistas de esta situación, y a los profesionales

que deben enfrentarse a ser parte del mismo, reconociendo la importancia del

acompañamiento en dicho proceso.

Conocer ello, permite también la posible prevención de prácticas, nociones,

concepciones, que hacen obstáculo.

Es así que se desprende la necesidad de reconocer, de respetar, comprender y por

qué no promover el establecimiento de vínculos entendiéndolos como generador de salud

mental, teniendo en cuenta que el amor es considerado uno de los fenómenos

interpersonales más importantes, relacionándose además con la salud, y el bienestar

general. Por ello, también se muestra interesante pensarlo como herramienta teórica, ya que

es conocido lo perjudicial de la ruptura de los lazos para las personas.

Además de las cuestiones mencionadas, a partir de esta investigación pueden abrirse

caminos para contribuir a la sensibilización social y del lector, y la reflexión sobre posibles

recursos para lograr la accesibilidad “universal” al establecimiento de una vida digna, sobre

14
todo en personas en las cuales se ha arrasado con todos o casi todos sus derechos, lo cual

resulta imprescindible, aunque en la actualidad no se lo reconozca.

Desde una perspectiva de prevención y promoción de la salud, se espera que de

alguna manera estos aportes de una situación particular, pero compartida por muchos, pasen

a constituir puntos de referencia esenciales en todo debate sobre la salud mental. Así como

también invitar a pensar al lector sobre los programas más eficaces para lograr disminuir la

cantidad de pacientes internados, sin que esto implique una desatención de los mismos al

momento de lograr su externación, ya que el objetivo no apunta a una mera expulsión, sino

que es un proceso.

Sin duda que, bajo una mirada profunda y rigurosa, se hace visible en este trabajo,

que los tiempos de la sanción de leyes, son más rápidos que los avances concretos en la

situación de pacientes internados, sobre todo de casos como el tratado en esta investigación,

con un largo recorrido de internación asilar y en actual proceso de externación.

Un aspecto que se espera demostrar con este estudio, a su vez, consiste en dar

cuenta de la complejidad que ofrece todo proceso de desinstitucionalización: no es

suficiente externar a estas personas porque la institucionalización podría persistir en los

nuevos hogares. Es importante para ello la valoración de capacidades de cada paciente,

desde la institución en la que se encuentra, así como también la cobertura de necesidades

básicas para la integración en una comunidad dentro de la cual estará su nuevo hogar.

Es importante poder dar cuenta de los efectos de la institucionalización,

principalmente la ausencia de todo rol protagónico de los usuarios. La esencia de la

asistencia manicomial no es el hospitalaria desde la perspectiva de este trabajo, porque las

15
personas que sufren de una enfermedad mental no necesitan solamente camas sino, más

bien, una amplia selección de oportunidades terapéuticas, de vivienda, laborales,

asistenciales, que van mucho más allá de la simple asistencia médico-psiquiátrica ofrecida

y eso en parte, es lo que se espera y se cree que es menester demostrar en las próximas

páginas.

3.7. Viabilidad

Se considera viable esta investigación ya que los recursos son suficientes. Se asiste

a la clínica en la cual se encuentra el paciente, de manera regular cada semana durante el

corriente año cumpliendo con seis horas semanales presenciales aproximadamente, lo cual

es beneficioso porque da cuenta que es factible realizar el estudio en el tiempo previsto y

extraer la información pertinente en cada encuentro. A su vez, los profesionales han

brindado las entrevistas necesarias para la recolección de datos.

16
4. Marco referencial teórico

Se presentan los antecedentes, estado del arte, de las investigaciones realizadas

previamente respecto a temáticas similares a lo que se plantea como objetivo de este

trabajo. Por otro lado, se desarrollarán los conceptos fundamentales que forman parte del

marco teórico, los cuales sustentan la presente investigación.

4.1 Estado del arte

Para la realización de este trabajo de investigación “¿Cómo cruzar el muro?” se

remitió a diferentes investigaciones a modo de orientación de los contenidos a abordar

dentro del mismo:

4.1.1 Gestión de modelos de externación de adultos con alteraciones mentales y el

impacto de la desinstitucionalización en la Argentina

Esta investigación fue realizada por Morasso, Ana Maria, en el año 2013, en la

Facultad de Ciencias Económicas - Universidad Nacional de La Plata, Buenos Aires,

Argentina. Se toma esta investigación ya que los aportes que se brinda en los resultados son

útiles para orientar el presente trabajo. El objetivo de este trabajo es caracterizar y evaluar

el diseño organizacional y los modelos de desinstitucionalización de países desarrollados en

Occidente y su impacto en los operados en Argentina. Se llegó a la conclusión de que los

proyectos existentes plantean una dicotomía entre dos sistemas sanitarios: el trabajo

hospitalario y el trabajo en la comunidad, que impidieron un trabajo común, que potenciara

las acciones entre las instituciones hospitalarias y las conducidas en la sociedad. Una

característica común observada en los modelos analizados fue la puntualidad de las

diferentes experiencias sometidas a vicisitudes políticas, bajas asignaciones presupuestarias

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para la subvención de los programas, insuficiencia en los sistemas de evaluación ex-post,

así como la competencia desventajosa con otros grupos para la asignación de vivienda,

empleo y seguridad social.

4.1.2 Nueva ley de Salud Mental en Argentina: obstáculos, oportunidades y

desafíos para la externación de usuarios de hospitales monovalentes en la Ciudad

Autónoma de Buenos Aires (CABA)

Esta investigación fue realizada por Zaldúa, Graciela, Tisera, Ana, Lenta, María

Malena, Lohigorry, José y Pekarek, Ana, en el año 2012, en la ciudad autónoma de Buenos

Aires (CABA). Se toma esta investigación porque la descripción de los obstáculos es

pertinente para el análisis del proceso de externación en la presente investigación. Los

objetivos del trabajo son: Indagar las condiciones de posibilidad de externación de usuarios

de hospitales monovalentes de salud mental de la CABA y caracterizar los obstáculos y

facilitadores de las prácticas no manicomiales desde la perspectiva de los distintos actores

sociales. Entre los resultados se caracteriza un momento de transición en la hegemonía de

sentidos y políticas del sector. A nivel discursivo se identifican facilitadores que operan

como aperturas epistémicas y práxicas entre efectores y redes de usuarios y familiares,

coherentes con la norma vigente, aunque cuestionan las dificultades de implementación y

sostenimiento de dispositivos alternativos y sustitutivos. Por otra parte, los obstáculos de

mayor resistencia se vinculan a sectores corporativos adherentes al paradigma tutelar

manicomial y a modos de privatización institucional que encubren el antagonismo a las

modalidades comunitarias y la centralidad en los derechos humanos de las personas con

sufrimiento mental.

18
4.1.3 El proceso de externación y su inclusión en las políticas públicas de salud

mental. ¿externación o expulsión?

Esta investigación fue realizada por Tisera, Ana, Bavio, Belén y Lenta, María

Malena, en el año 2009, en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Se toma esta

investigación porque las conclusiones a las que arriba sirven como orientadoras para la

planificación de un proceso de externación teniendo en cuenta los vínculos sin caer en una

mera expulsión a la hora del alta. En un contexto de vulnerabilidad, exclusión y fragilidad

en los lazos sociales el objetivo de la presente investigación exploratoria-descriptiva

consiste en analizar las dimensiones de las Políticas Públicas de promoción y prevención

vinculadas a la salud mental. Situados en un Programa de Prealta del Hospital Borda,

dedicado en forma intensiva a la habilitación y rehabilitación de las capacidades

productivas, sociales y/o laborales de los pacientes, se propone relevar el proceso de

externacion como parte de estas políticas, indagando de qué manera se desarrolla este

proceso de acompañamiento institucional necesario para una persona con sufrimiento

mental que ha atravesado una internación.

4.1.4 El desafío de la inclusión en salud mental: análisis de un centro

comunitario y su trabajo sobre los vínculos sociales

Esta investigación fue realizada por Sara Ardila Gómez, María Isabel Hartfiel,

Marina A. Fernández, Guadalupe Ares Lavalle, Mariana Borelli y Alicia Stolkiner. En el

año 2016, en un centro comunitario parte del Programa de Rehabilitación y Externación

Asistida del Hospital Interzonal José A. Estéves, un hospital psiquiátrico monovalente de

mujeres ubicado en la zona sur del Gran Buenos Aires, Argentina. Se toma a esta

investigación como herramienta para analizar el papel de los vínculos sociales en procesos

19
de externación y en pacientes ya externados. Tiene como objetivo analizar la

transformación de la atención en salud mental lo cual supone tomar como eje de trabajo la

inclusión social, considerando tanto los beneficios que la vida comunitaria trae para las

personas con trastorno mental, como los que podría tener para las demás personas de la

comunidad. Se indagó sobre las posibles transformaciones en las relaciones sociales entre

personas externadas y otros miembros de la población, a partir de la interacción cotidiana y

sostenida en dicho centro. Los resultados sugieren que uno de los beneficios que encuentran

los asistentes es el establecimiento de vínculos, ligados al apoyo informal. A su vez, se

observan transformaciones positivas en las ideas respecto a las personas con "enfermedad

mental", aunque las mismas parecieran estar más del lado de la integración que de la

inclusión social.

4.1.5 La salud mental en Córdoba: entre la sanción de las leyes y su efectiva

concreción

Esta investigación fue realizada por Jacinta Burijovich, Natalia Monasterolo, Melisa

Herranz Natalia Fernandez, María Paz Caminada Rossetti, , Solana Yoma, Sol del Carpio,

Iván Ase, Omar Barrault, Cecilia Berra, Nora Galán, Emilse Degoy, Yohana Sosa, en el

año 2013 en la ciudad de Córdoba. El objetivo es: una comparación entre la Ley Nacional

26657 y la Ley Provincial 9848, analizar el funcionamiento del subsistema público de salud

mental: las condiciones de producción de los servicios, la naturalización de prácticas que

vulneran derechos, la persistencia en algunos casos de la lógica manicomial y el rol del

Poder Judicial como un actor clave en el campo de la salud mental. Si bien la ley le otorga

el papel de garantizar derechos, en muchos casos su accionar sostiene prácticas que

perpetúan el modelo tutelar de atención. Como conclusión se plantea un listado de acciones

20
enmarcadas en las leyes vigentes de Salud Mental, que debieran ser consideradas con

urgencia como: efectividad de derechos, trato digno, eliminación de prácticas manicomiales

enmarcadas en el castigo, entre otros.

21
4.2Marco teórico

4.2.1 Diagnostico psiquiátrico

Retraso Mental Grave: Llamado también subnormalidad mental grave u

oligofrenia grave. Se considera que un cociente intelectual (C.I.) entre 20 y 34, corresponde

a retraso mental grave.

El paciente con retraso mental grave presenta un cuadro clínico mucho más severo

que el anterior; básicamente, su etiología es orgánica, asociada a otros trastornos con escaso

o nulo nivel del desarrollo del lenguaje, necesitándose, generalmente, de una anamnesis

indirecta. La gran mayoría de los pacientes presenta marcado déficit motor, o la presencia

de otras carencias que dan evidencia clínica de un daño o anormalidad del desarrollo del

Sistema Nervioso Central. (Rotondo, H. 1998)

Parálisis Cerebral: Es un grupo de trastornos que pueden comprometer las

funciones del cerebro y del sistema nervioso como el movimiento, el aprendizaje, la

audición, la visión y el pensamiento. Hay algunos tipos diferentes de parálisis cerebral,

entre ellas: espástica, discinética, atáxica, hipotónica y mixta. es causada por lesiones o

anomalías del cerebro. La mayoría de estos problemas ocurre a medida que el bebé crece en

el útero. Sin embargo, se pueden presentar en cualquier momento durante los primeros 2

años de vida, mientras el cerebro del bebé aún se está desarrollando.

En algunas personas con parálisis cerebral, partes del cerebro se lesionan debido a

un nivel bajo de oxígeno (hipoxia) en dichas zonas. No se sabe por qué ocurre esto

(Rotondo, H. 1998).

22
Cuadriparesia Espástica: La cuadriparesia se refiere a la disminución de la

fuerza motora o parálisis parcial que afecta a los cuatro miembros. Cuando se afecta el

rostro y la cabeza la debilidad motora puede ser fácilmente evidente o no (Rotondo, H.

1998),

Ceguera Bilateral: Existen un número de causas limitadas para esta forma de

pérdida de visión generalmente de etiología vascular en las radiaciones ópticas o corteza

visual (esta última cursa sin síntomas deficitarios neurológicos asociados), generando

defectos del campo visual bilateral tipo hemianopsias más o menos congruentes. Si la

lesión fuera bilateral podría generar una ceguera cortical con visión central conservada o no

conservada (ceguera cortical), acompañada o no de otros síntomas como negación del

defecto (Rotondo, H. 1998).

4.2.2 La Debilidad mental para el Psicoanálisis

Teniendo en cuenta los aportes desde el Psicoanálisis, al hacer referencia al débil

mental, Lacan (1964) en su Seminario 11 menciona que, cuando no hay intervalo entre S1 y

S2, cuando el primer par de significantes se solidifica, se holofrasea, obtenemos el modelo

de toda una serie de casos, si bien hay que advertir que el sujeto no ocupa el mismo lugar

en cada caso. Por ejemplo, la dimensión psicótica se introduce en la educación del débil

mental, en la medida en que el niño, el niño débil mental, ocupa el lugar en la pizarra abajo

y a la derecha, de ese S, respecto a ese algo a que lo reduce la madre (Lacan, 1964, p 245).

23
Siguiente a ello, recomienda la lectura esclarecedora de esta serie de casos, del libro

de Maud Mannoni, donde se describe la relación del niño con la madre, es decir, de ese

algo a que lo reduce la madre.

De esta manera, Maud Mannoni (1964), en su libro “el niño retrasado y su madre”

hace un examen de casos donde padres son puestos en dificultades por la llegada de un hijo

enfermo, este hijo es llamado desde un comienzo como irrecuperable y por lo tanto a partir

de allí, está en camino de ser un día huésped de un asilo.

Se pregunta, ¿qué es en realidad el débil mental? En relación a ello son posibles dos

alternativas, el consultor, madre o padre, lo “sabe” y con toda conciencia orienta al niño

hacia un servicio de reeducación competente; o bien trata de comprender y el tiempo poco

le importa, para condenar a un ser la hora suena siempre demasiado pronto.

En forma deliberada, la autora expresa que, ante esta pregunta, elige siempre no

saber. Consciente del problema psiquiátrico que se plantea, siempre ha tomado tiempo para

reflexionar, llevando, para el niño, el tiempo del dialogo lo mas allá posible (Mannoni,

1964).

La investigación, no trata de encontrar una nueva causa del retardo, ni menos de

establecer un mejor diagnóstico. El esfuerzo es ir más allá de un rotulo que ha sido el punto

de partida de la cristalización de una angustia familiar. El problema planteado no es si es

débil o no, el interrogante más bien es, “(…) ¿Qué hay de perturbado en el nivel del

lenguaje (en la relación madre/hijo) que se expresa por un camino extraviado,

inmovilizando al sujeto en el estatuto social que se le ha adjudicado; fijando a la madre en

el rol que ella misma se ha asignado?” (Mannoni, 1964, p 28).

24
En relación a ello, la autora se pregunta ¿por qué existen débiles mentales “tontos”

y débiles mentales “inteligentes” con el mismo CI? La respuesta no está en el sentido de la

distinción entre verdadera y falsa debilidad; más bien reside en el sentido que la

enfermedad ha tomado en la constelación familiar.

A su vez afirma que los trastornos temporo-espaciales de estos niños, aun en la

hipótesis de una organicidad definida, se acompañan siempre con dificultades para los

puntos de referencia en lo imaginario. Estos niños, tienen problemas para ubicarse con

relación al significante paterno. Son desde el comienzo, por su estado, objeto exclusivo de

los cuidados maternos, sin intervención de la ley encarnada en la imagen paterna. Está en

una situación, donde en la relación con el Otro, el deseo del Otro no es simbolizado, el niño

puesto al resguardo por la solicitud del adulto, no tiene posibilidad de afrontar el

sufrimiento de la castración. El mensaje del padre no le llega jamás. Está llamado a

permanecer en la relación fantasmatica con la madre, que, por ausencia del significante

paterno en ella, lo deja reducido al estado de objeto, sin esperanza alguna de acceder al

lugar del sujeto.

Estos niños, que en un nivel consciente no han tenido la posibilidad de pasar por la

castración significante, mantienen frente al mundo objetal un comportamiento particular:

no pueden cargar significativamente los objetos y es en especial en el dominio temporo

espacial y en las matemáticas que se evidencia un tipo particular de dificultades, rebelde a

la pedagogía tradicional. (Mannoni 1964, p 39)

El niño retardado y su madre forman, en ciertos momentos un solo cuerpo,

confundiéndose el deseo de uno con el del otro. Al punto que ambos parecen vivir una sola

y única historia. Esta historia tiene por soporte, en el plano fantasmatico, un cuerpo que se

25
diría afectado por idénticas heridas que han revestido una señal significante. Lo que en la

madre no ha podido ser resuelto en el nivel de la prueba de castración, será vivido en forma

de eco por el niño que, en sus síntomas, no hará más que hacer hablar a la angustia materna.

La madre es la ley. (Mannoni 1964)

Todo estudio del niño débil mental queda incompleto mientras no sea en la madre

que se busque de entrada el sentido de la debilidad. Una búsqueda del sentido de la

enfermedad del niño en la madre, no se trata de la conclusión simplista de que es a la madre

a quien hay que tratar. Se trata, por el contrario, a partir de una anamnesis bien entendida,

de ayudar al niño a asumir en el tratamiento, en su nombre, su propia historia, en lugar de

hacer suyas las dificultades relacionales de la madre con su propia madre, la abuela,

realizando así, en su neurosis el sentido fantasmatico que ha podido constituir para su

madre, al nacer.

Entonces ¿Que es la debilidad mental? No querer saber nada sobre la alteración

orgánica, a fin de escuchar hablar al sujeto para captar a través de su discurso y del de los

padres el sentido que había llegado a tener la debilidad mental para uno y para otro. Pero al

débil mental le es difícil hablar, más bien es hablado. Le es difícil desear, es un objeto

manejado reeducado desde su primera infancia. La dimensión que le damos lo hunde en la

angustia, al ser tratado como sujeto pierde de golpe toda referencia de identificación. No

sabe más quien es ni donde va. Y a menudo tendrá una gran tentación de permanecer en

una débil quietud antes que aventurarse solo en lo desconocido. (Mannoni 1964)

Así, la autora opina que vale la pena intentar toda prueba de psicoterapia, sobre todo

en el ser más desamparado, puesto que cuanto más afectado esta un sujeto en el terreno

orgánico, más destinado está a vivir como parasito de la madre.

26
Lo que ha parecido constituir la instancia esencial en la debilidad mental es

entonces: la situación dual con la madre, sin intervención de imagen paterna interdictora. El

rechazo de la castración simbólica, el niño es el premio de la demanda del Otro, en tanto

que objeto parcial. Y la dificultad de acceso a los símbolos, y el papel desempeñado por la

carencia de la metáfora paterna en ciertas dificultades especificas del cálculo (Mannoni

1964).

Por otra parte, al hablar del niño débil mental, la psicoanalista Elsa Coriat (1996)

menciona que el fin que orienta la dirección de la cura, incluyendo los casos de niños

“mongólicos”, es la producción/parición de un sujeto del deseo. Con ello se pregunta si

tiene algún sentido proponerse producir, a partir de un débil mental un sujeto de deseo, ya

que teniendo en cuenta la conceptualización de Lacan en el párrafo del Seminario XI, que

en los niños débiles mentales no hay intervalo entre S1 y S2, que ambos significantes se

solidifican, se holofrasean, se daría por sentado que en el campo especifico de la deficiencia

mental no habría lugar para ningún psicoanalista, porque ningún sujeto del deseo estaría en

juego.

Sin embargo, más adelante cita el final del párrafo en cuestión, “(…) por ejemplo,

la dimensión psicótica se introduce en la educación del débil mental en la medida en que el

niño, el niño débil mental, ocupa el lugar en la pizarra abajo y a la derecha de esa S,

respecto a ese algo a que lo reduce la madre – el mero soporte de su deseo en un término

oscuro” (Coriat, 1996, p 209).

Por ello, Coriat (1996) afirma:

27
Es el mismo Lacan quien me ofrece un tercer significante: los niños débiles

mentales no son holofrásicos. Los hacen; no están necesariamente condenados, desde lo

imposible de modificar de su biología, a ocupar ese lugar: es la madre la que lo reduce a no

ser ya más que el soporte de su deseo, por eso se introduce en la educación del débil la

dimensión psicótica.

Concluye así, que es posible intervenir, propiciando otro lugar a serle designado, a

ese niño, en la estructura. Se trata de desamarrar, en la cabeza propia y en las ajenas,

significantes soldados en circuitos sellados, de producir metáfora allí donde es el encuentro

con los oscuros ropajes en que acostumbra vestirse lo real (Coriat, 1996).

4.2.3 Institucionalización crónica

Al hablar de institucionalización, Pellegrini (2005) menciona que, una cuestión que

puede verse en las internaciones crónicas en instituciones totalitarias es que, las historias

clínicas de los pacientes, suelen tener el diagnostico de ingreso, pero durante el tratamiento

el equipo médico no lo actualiza. Así los pacientes quedan adheridos a un diagnostico

inmutable que pasa a darle una nueva identidad, con el paso del tiempo, en el encierro,

aquello lo define reemplazando a su historia personal, familiar y social.

El tiempo va pasando, con individuos que pierden su individualidad para ir

domesticándose según el funcionamiento de la institución. Esta a su vez, lo integra a un

rebaño indiscriminado, donde los conflictos se silencian y todo se interpreta desde el rotulo

impuesto. Un rotulo que deja de lado la condición humana de sujeto y lo va incorporando al

inventario de hospital. “(…) Este camino cosificante, donde el ser humano internado pierde

28
sus capacidades va configurando el diagnostico principal de los manicomios: La

institucionalización.” (Pellegrini, 2005, p 58)

Esto conlleva la inmovilización y pasivizacion de los internados, su descalificación

permanente sobre la base de considerar que todo aquello que dice, piensa o hace un loco,

son locuras y por tanto irracionalidades sin sentido ni valor. Así se instala como dominante

la institucionalización generadora de nuevos comportamientos y conductas. A su vez, los

diagnósticos de ingreso tienden a cronificarse, dado que el proceso de hospitalismo ofrece

una dinámica por la cual se espera que el recluido actúe según el rotulo puesto. Esto no

implica desconocer los cuadros nosológicos de la psicopatología, sino plantear que el

principal diagnóstico de la internación a larga estadía en un manicomio es la

institucionalización, y dicho cuadro tiende a encubrir y modificar las conceptualizaciones

diagnosticas de ingreso (Pellegrini, 2005).

Así sucede que el sujeto queda atado, al rotulo, por un lado, y por otro, a la

institución como lugar de dependencia absoluto. Ulla (1995) menciona que hay una

situación descripta como encerrona trágica, con ello se refiere a una situación

paradigmática del desamparo cruel: una situación de dos lugares, sin tercero de apelación,

sin ley, donde la víctima, para dejar de sufrir o no morir, depende de alguien a quien

rechaza totalmente y por quien es totalmente rechazado. Es así que no queda más que la

pasiva adecuación a la existencia del paciente según lo esperado por su patología.

A su vez, Pellegrini (2005) plantea en relación a ello que la institución no esta sola

en este camino de privación total hacia el sujeto institucionalizado, sino que la misma

forma parte de un pacto perverso donde una parte de la sociedad renuncia a convivir con su

ser ¿querido? Y lo envía a un lugar donde lo ¿aceptan? Entendiendo así que, la familia y el

29
medio se desentienden del enfermo, que a partir de ese momento ya no es nada para ellos y

lo margina previo despojarlo hasta de sus recuerdos. Allí hace su entrada el manicomio

como institución en la que la enfermedad queda cristalizada y encerrada, aceptando el pacto

perverso que familiares o instituciones le proponen “hágase cargo de este abandono y

preséntelo como si fuera un acto de asistencia médica”.

El manicomio hace de cuenta que cumple con su función sanitaria, cuando en

realidad se complementa con el mandato familiar y social de aislar al enfermo. Todos saben

que allí el enfermo está depositado y abandonado, pero se hace de cuenta que no es cierto,

se hace de cuenta que el paciente está mejor allí que afuera, o se le dice a sabiendas que no

es cierto “ya pronto saldrás; ya pronto te vendrán a visitar” (Pellegrini, 2005).

De ello se desprende que mientras tanto la institución nada hace para reconectar al

paciente con su medio, para que salga, para que tenga la noción del mecanismo familiar o

social por la que vino a dar con sus huesos en tal psiquiátrico.

Se define a las psicosis como cuadros donde las constantes de tiempo y espacio se

desorganizan. ¿No sucede lo mismo en estas instituciones? Es frecuente que las actividades

cambien de lugar o de responsable sin que nadie lo sepa, es frecuente que se carezca de

elementos capaces de ubicarnos en el tiempo, como relojes, en la ropa, el mobiliario, las

paredes. Como si hubiera atemporalidad. (Pellegrini, 2005)

En las instituciones de esta índole, los roles que cada uno ocupa están bien

marcados, Basaglia (1978) describe ello y menciona que en las instituciones hay división de

dos clases: por un lado, la burguesía, donde médicos y psicólogos representan el poder, por

otro lado, el proletariado enfermeros y enfermos. Las enfermeras no tienen ninguna

30
motivación para su trabajo. A su vez, es el que vive ocho o nueve horas con el enfermo. Sin

embargo, resulta imposible crear una relación terapéutica entre enfermo y enfermero, pues

el enfermero es el verdugo del enfermo, es el encargado de mantener el orden de los roles

dentro de la institución. Cuando enfermo y enfermero puedan unirse y hayan encontrado

juntos el significado de su existencia, solo entonces va a ser posible el trastocamiento de la

institución todo, lo cual deviene en una transformación social.

Es así que, a la hora de la atención al paciente, el trabajo que se les da a los

enfermeros en la institución, no responde a las necesidades del enfermo, sino que responde

a las necesidades de su organización. En estas instituciones, no sirven al cuidado sino a la

custodia del paciente. Se le encierra en un lugar en el que sus trastornos ciertamente no van

a ser curados, y en el que se le hace un nuevo tipo de terapia que consiste en recuperarlo, no

ya mediante una ideología de cura sino mediante una ideología de castigo. Es decir, lo que

subyace y determina a estas instituciones cerradas es, justamente, no ya una ideología

curativa, terapéutica, sino más bien una ideología punitiva, de castigo.

Todas estas cuestiones hacen a la institucionalización crónica de pacientes,

quedando así ellos en una situación de desamarre de lo social, lo familiar y la historia

personal.

4.2.4 Proceso de externación

¿Qué es la desmanicomializacion? Podría definirse de manera general como la

transformación de un sistema de Salud Mental, para que las personas con sufrimiento

mental vivan en sus comunidades y no en hospitales psiquiátricos ni en ninguna otra forma

de abandono. (Cohen, H., & Natella, G. 2013). Para que las personas que han atravesado

31
esta situación no sean alejadas de su vida social, del trabajo, del hogar, de las

oportunidades, de los intercambios y los riesgos. Hacer esto posible, dependerá de la

modificación de las prácticas, los modelos de atención y las políticas en salud mental.

Si bien no existe un modelo de desinstitucionalización-externación universal,

diversos autores han propuesto programas para la rehabilitación y la reinserción social de

los pacientes con alteraciones mentales, y han elaborado una conceptualización de

“externación” que la define en todas sus dimensiones.

El autor Pellegrini expresa:

Estamos ante una cultura asistencialista, aún imperante en el país, basada

mayormente en prácticas restrictivas, en la supresión sintomática y en la

institucionalización, más que en el respeto y la garantía de derechos. Los ministros de

Salud, los directores nacionales de salud mental, los salubristas, las asociaciones de

familiares y usuarios, los profesionales de la salud mental, los juristas y todos los que

abogan por los derechos de las personas con discapacidad mental que quieran innovación y

cambios sustantivos de la atención psiquiátrica necesitan aprender si se hizo y cómo se

hizo. Y para esto se necesitan historias detalladas, no mitos.

Revertir esta constante de prácticas represivas, entonces, se convierte en el objetivo

principal y básico de todas las acciones llevadas a cabo para alcanzar la máxima inclusión

social de las personas con sufrimiento mental en sus propias comunidades

Tomando como modelo lo expuesto por Pellegrini (2005) el plan de externación

cuenta con tres ejes principales, organizar la atención domiciliaria vinculada con el 1)

consultorio externo, 2) con el plan de externación, y 3) con las instituciones de la

32
comunidad. Para ello, el autor propuso avanzar en tres direcciones, garantizar la movilidad,

habilitar sistemas de comunicación y la capacitación de profesionales.

También son menester las actividades extramuros como: caminatas diarias con

diferentes profesionales, modificación de las actividades de labor terapia para adecuarlas a

lo que se realizara fuera del hospital, reconocimiento de líneas de colectivos y rutas por

medio de visitas a diferentes puntos de la ciudad, entre otros.

A su vez, en el trabajo de investigación “Cruzando Muros” (CELS 2015) Se

propone utilizar un concepto propio de externación, que permita diferenciar los procesos de

restitución de derechos, de otros que resultan vulneratorios, como la expulsión compulsiva

y la trans-institucionalizacion. “(…) Define a la externación entonces, como un proceso de

restitución de derechos, des-institucionalizador, que revierte los daños generados por la

manicomializacion y en el que la vuelta a la comunidad implica una reincorporación a una

vida digna, libre y en comunidad. El estado, en el ejercicio de sus obligaciones y en

resarcimiento por la política manicomial que estableció históricamente, debe proveer las

acciones materiales y humanas para que el proceso de externación se desarrolle de forma

digna y sostenible”. (CELS, 2015, p 92)

Cohen,H. y Natela,G. (2013) hablan de estrategias de externación tomando como

modelo la reforma de desmanicomializacion en Rio Negro. Lo primordial es intervenir con

las familias mediante un apoyo mutidimensional (bio-socio-psico-espiritual) involucrándola

en este proceso de integración del individuo a lo social y comunitario. Una acción similar

debe llevarse a cabo con otros actores, instituciones sociales y la comunidad en general

tendiente a sensibilizar, informar e involucrar hasta hacer posible la reintegración

comunitaria plena de estas personas. Es decir que una estrategia importantísima es la

33
participación de actores no especialistas, es decir recursos humanos de diferentes

profesiones que se capacitaron para accionar en la comunidad.

Existe el convencimiento de que las personas que padecen trastornos mentales

pueden convivir en sus ambientes naturales si cuentan con una red de apoyo, si se las

acompaña suficientemente a través del fortalecimiento de su entorno y del respaldo de un

equipo de salud mental que interviniera en relación con su familia y la comunidad.

Este trabajo a su vez permite revaluar lo que es consecuencia de la

institucionalización crónica, la percepción de las categorías de peligrosidad, progreso de la

enfermedad, cronicidad e irrecuperabilidad. Una vez más esta transformación si es llevada a

cabo da cuenta de que no es el diagnostico lo que determina la institucionalización, sino la

falta de respuesta social y sanitaria para constituir su red de apoyo. Producir esa red de

apoyo en vez de la residencia de la persona es la base de toda estrategia de externación.

(Cohen, H., & Natella, G. 2013)

4.2.5 El Vinculo

Según el Diccionario de la lengua española (2009) la palabra vínculo proviene del

latín (vincülum) que significa unión o atadura de una persona con otra. La palabra unión de

origen latino (unïo,-önis) tiene varios significados: acción y efecto de unir o unirse;

correspondencia y conformidad de una cosa con otra en el sitio o composición;

composición que resulta de una mezcla de algunas cosas que se incorporan entre sí;

conformidad y concordia de los ánimos, voluntades o dictámenes; acción y efecto de unión;

alianza, confederación, compañía.

34
4.2.6 El vínculo en Psicoanálisis

Al hablar de vinculo en psicoanálisis es inevitable pensar en la constitución

subjetiva, de la cual deriva la posibilidad futura o la manera en que se vinculara un sujeto

con los demás.

Remitiéndonos al origen en el desarrollo diacrónico del vínculo a partir de las

experiencias primarias, los puntos de vista de varios autores convergen, dando lugar a una

evolución del vínculo, desde estadios precoces del desarrollo del sujeto hasta los estadios

más evolucionados, los cuales implican, si no hay dificultades, una diferenciación creciente

del vínculo.

El primer autor psicoanalítico en mencionar el término vínculo fue W. Bion (1992)

quien lo define así:

“Empleo la palabra “vínculo” porque deseo examinar la relación del paciente con

una función, más que con el objeto que reemplaza una función: no me intereso solamente

por el pecho, el pene o el pensamiento verbal, sino por su función, que es hacer un vínculo

entre dos objetos” (Bion, 1992 p. 115). 

Bion entiende el vínculo como la expresión del mecanismo de identificación

proyectiva tanto desde el niño hacia su madre como el retorno de la madre al niño.

La concepción de Bion (1956) radica en una posición interpersonal, pero desde una

vivencia intrapsíquica, donde la investidura libidinal entre la madre y el lactante serían la

base de todo vínculo. Tomando el amor, el odio y el conocimiento, como tres emociones

intrínsecas al vínculo que se afectan mutuamente. Su perspectiva abarca los aspectos más

fusionales, regresivos y narcisistas que se ponen en juego; dándole extrema importancia al

35
papel de la mente materna en la integración del aparato psíquico del bebé. Va a denominar

función alfa, a aquella que el bebé introyecta de la madre y la que posibilita la creación de

nuevas modalidades de conocimiento, lógico, intuitivo y afectivo.

En cuanto a D. Winnicott (1971) tienen importancia sus aportes acerca de la co-

construcción del espacio entre la madre y el infans, donde el objeto transicional toma un

papel principal, ya que en él está la existencia de un vínculo. Elegir un objeto y

posicionarlo como un otro, ya sea para mitigar, alegrar o acompañar, muestra el vínculo

que el niño es capaz de desplegar hacia el afuera. Ese objeto-juguete es real, pero va más

allá de esa realidad material que lo constituye. No es reemplazable por otro, por lo que tiene

una investidura proyectada por quién lo eligió y erigió en ese lugar, y ese pequeño objeto

significativo tiene el poder de lograr lo que antes lograba la madre.

El hecho de que un objeto se transforme en transicional, evidencia que se inicia un

vínculo desde la subjetividad de un niño para con ese objeto, el que está en parte afuera y

en parte adentro, objeto especial que encuentra y que a la vez crea y re-crea.

Cuanto más necesitado de apego afectivo esté el niño, vale decir de vinculación con

el sostén, con el apuntalamiento, con las certezas afectivas que lo aseguren, podrá transitar

por los momentos de tensión y angustia, apuntalado en el vínculo por y con su objeto

transicional. Éste es real pero además es lo que significa, es presencia y ausencia, antecede

y acompaña el proceso simbólico. (Winnicott 1971)

Es así que los vínculos tienen una carga afectiva que se inicia con la movilización

narcisista extendida hacia el otro, atraviesa los eslabones de la cadena entre generaciones

nutriendo los vínculos filiatorios, y se entronca con las elecciones libidinales de los

36
vínculos de alianza, en la sucesión temporal de las historias de familia. El vaivén afectivo

siempre opera allí.

Enrique Pichon Riviére en su libro Teoría del Vinculo (1985) afirma que el ultimo

acercamiento que históricamente ha efectuado el psicoanálisis es el de las relaciones de

objeto. Por ello es menester la observación permanente de la manera particular en que un

sujeto se conecta y relaciona con los otros, creando una estructura que es particular para

cada caso y para cada momento y que se llama vínculo. El vínculo es entonces un modo

particular de relación de objeto, ésta, está constituida por una estructura que está construida

de determinada manera. Es una estructura dinámica en continuo movimiento que funciona

accionada o movida por factores instintivos, por motivaciones psicológicas. El vínculo es

una cosa diferente que incluye la conducta. Podemos definirlo como una relación particular

con un objeto. De esa relación resulta una conducta más o menos fija con ese objeto.

(Riviére, 1985)

A su vez, el autor establece que en ningún paciente existe un tipo único de vinculo,

todas las relaciones de objeto, todas las relaciones establecidas con el mundo son mixtas. Al

hablar de vinculo normal, menciona la necesariedad de partir del análisis de una de las

principales características de las relaciones de objeto: el objeto diferenciado y el objeto no

diferenciado. Es decir, de las relaciones de independencia y de dependencia. “(…) Se dice

que un objeto en una relación adulta normal, es un objeto diferenciado. O sea que tanto

sujeto como objeto, tienen una libre elección de objeto”. (Riviére, 1985, p 31)

La situación extrema de lo contrario se llamaría parasitaria, cuando no hay

diferenciación y por lo tanto se convierte en simbiótica. Por ejemplo, cuando el niño

depende completamente de la madre, depositan ambos parten internas en el otro, creándose

37
dificultades para reconocer lo que es de uno y lo que es de otro. Si esta situación de

simbiosis va disminuyendo, se llega a un momento en que sujeto y objeto tienen un límite

preciso, estarán diferenciados (Riviére, 1985).

Para René Kaes (1999) el vínculo es un espacio psíquico construido, co-construído

a través de las alianzas inconscientes y los acoplamientos o emparejamientos que los

individuos producen en el encuentro. El vínculo aparece como una formación integradora

de figuraciones o representaciones de pulsiones, de objetos parciales, representaciones de

cosas o palabras, del sujeto mismo; los otros son irreductibles a lo que ellos representan

para otro” (Kaes, 1999, p. 87)

El vínculo es así una formación intermedia entre los sujetos y las configuraciones de

vínculos: un grupo, una familia, una institución.

Piera Aulagnier (1975) sienta las bases para los desarrollos acerca del vínculo en

sus teorizaciones sobre el contrato narcisista y lo originario. El niño se desarrolla en un

espacio familiar, fundamental éste para que el Yo pueda advenir. Influido también por lo

que sucede en la escena extra familiar (lo social, lo cultural). La escena originaria refiere a

una alianza simbólica que une dos líneas genealógicas. Es la construcción imaginaria que

hace el niño sobre la unión de sus padres y de la relación de ambos con él. El grupo familiar

será el medio a través del cual el niño irá construyendo los procesos intra e intersubjetivos

que producen su historización.

A su vez dos conceptos de importancia establecidos en la obra son los de violencia

primaria y secundaria. Por violencia primaria se entiende lo que en un campo psíquico se

impone desde el exterior a expensas de una primera violación de un espacio y de una

38
actividad que obedece a leyes heterogéneas al yo. (Aulagnier 1975). Se trata de una acción

necesaria y que contribuirá a la futura constitución del yo. A través de ésta se le impone a la

psique ajena un pensamiento, acción o elección producidos por el deseo de quien lo

impone, pero que da respuesta a una necesidad a quien le es impuesto. De esta forma, se

consigue entrelazar deseo de uno y necesidad del otro, dando lugar a la demanda. El deseo

de quien ejerce la violencia pasará, a partir de allí, a ser demandado por quien la padece.

Por otro lado, violencia secundaria hace referencia a un exceso por lo general

perjudicial y nunca necesario para el funcionamiento del Yo, y que se apoya en su

precedente, la violencia primaria. En este caso se trata de una violencia ejercida contra el

yo, ya sea por un conflicto con otro "yo" o con un discurso social que intenta oponerse a

toda suerte de cambios que pudieran producirse en los modelos por él previamente

instituidos. (Aulagnier 1975).

De esta manera, la autora les otorga un papel muy importante a las funciones

familiares y al discurso social en la construcción psíquica y los procesos de subjetivación

que se producirán en el futuro.

Desde una concepción metapsicológica, Puget (1988) y Berenstein (1991) aportan y

desarrollan el concepto de vínculo, considerándolo un concepto fundante del mundo

intersubjetivo, constituyente a su vez de los sujetos del vínculo.

Para Puget (1988) el vínculo con el cuerpo social es un compuesto de elementos

inconscientes, que se encuentran activos pero mudos y otros conscientes; y de este depende

la inscripción en la comunidad histórica.

39
A su vez Puget (1988) definió un vínculo de pareja, como aquella que comparte

situaciones básicas que denomina parámetros definitorios: cotidianeidad, relaciones

sexuales, proyecto vital, y una relación de privilegio afectivo. Estos parámetros conforman

las áreas de intercambio en una relación matrimonial y pueden resultar simultánea o

alternativamente amenazados en las situaciones de crisis poniendo a prueba el equilibrio del

vínculo. Si bien conforman ciertos ejes que marcan la modalidad vincular que hoy

denominamos pareja estable, tendrán ciertas especificidades en cada momento de la vida.

Tienen que ver con el encuentro- desencuentro en la relación.

Berenstein (1991) se remite al espacio intersubjetivo en la denominación de vínculo,

donde las ligaduras estables socioculturales se relacionan directamente con el sentimiento

de pertenencia. Se refiriere a representaciones inconscientes socioculturales inscriptas muy

tempranamente en el psiquismo, con difícil acceso a la palabra. El vínculo es así registrado

como un sentimiento de pertenencia. Se sostiene en una serie de estipulaciones

inconscientes, tales como acuerdos y pactos que contienen una cualidad afectiva, y que

rigen las características del intercambio entre los sujetos.

4.2.7 La necesidad de una Red Vincular para una Externación efectiva

Es sabido que para las personas en situación de externación, las experiencias vividas

durante la institucionalización siguen siendo un eje fundamental al momento de

compararlas con su situación actual. Las personas con discapacidad requieren de acciones

positivas y articuladas de distintos actores para viabilizar su inclusión en la sociedad en

igualdad de condiciones. En muchos casos, sobre todo en los cuales las personas que han

estado institucionalizadas por largo tiempo y que presentan discapacidades físicas o

40
sensoriales, precisan cuidados y apoyos específicos por un periodo de tiempo prolongado

(CELS, 2015).

La noción de cuidado abre una vía para problematizar la constante tensión entre

autonomía y protección que es transversal a la atención tradicionalmente brindada a las

personas con discapacidad, tanto en el ámbito familiar como institucional. “(…) Al

reconocer al cuidado como un derecho, el tipo de relación que se establece entre quienes

requieren y quienes aportan los cuidados, no es jerárquico ni asimétrico, en el que alguien

ayuda a otro en situación de dependencia. La lógica del cuidado implica distribuir las

cargas de esa atención a distintas esferas, como la provisión publica, el mercado, el hogar y

la comunidad” (CELS, 2015, p 18). No son exclusivamente las familias quienes deben

hacerse cargo del cuidado del paciente, sino que existe un derecho de las familias y la

comunidad a contar con apoyos para poder cuidar de sus integrantes. Los vínculos son un

aspecto fundamental de las practicas del cuidado. Generalmente se trata de situaciones de

interacción cercanas y de gran importancia en la cotidianeidad de las personas implicadas.

La disposición afectiva de los cuidadores es un factor primario para que se pueda establecer

un lazo empático, desde el respeto y promoción de la autonomía, con aquellos a quienes se

le brinda cuidado (CELS, 2015).

Otra noción a tener en cuenta es la de la rehabilitación, Pellegrini (2005) afirma

que: “debe ir paralela a la tarea de evitar la discriminación, el abandono y la depositaria de

los seres humanos en instituciones que los excluyen, con la vaga promesa de que luego

serán reinsertados”. (p. 108).

Los vínculos familiares, la pertenencia a un pueblo, los procesos culturales propios

de cada región, entre otros, son vivencias en las cuales se apoya nuestra identidad, es decir,

41
saber quiénes somos. También, el reconocimiento del derecho a la sexualidad y al

mantenimiento de un vínculo amoroso, es necesario. Más allá de los prejuicios en relación a

la ausencia de este ámbito en las personas con discapacidad, es necesario reconocer y

respetar que la misma, no tiene exclusividad, se manifiesta en todas las personas, ya sea

apara la descarga de tensión, el placer con el otro, una afirmación narcisista de sí mismo o

todos estos juntos. Solo la represión cultural la distorsiona de una manera que muchas

veces puede ser nefasta, produciendo que personas se vean privadas del deseo de desear, a

causa de creencias prejuiciosas sobre ellas (Salvarezza, 1998).

La práctica solidaria, la humanización de los vínculos terapéuticos y el

reconocimiento del valor curativo que tienen los apoyos interpersonales, guarda un hondo

sentido reparador. El acompañamiento aparece entonces como respuesta al individualismo

sin solidaridad y a la deshumanización. Es una estructuración de un vínculo intersubjetivo

donde ambos individuos se necesitan para realizarse, ambos encuentran sentido a su lugar

en el mundo gracias a la alianza establecida (Pellegrini, 2005). Sin ello, la vida de

encuentros e intercambios se empobrece y miles de desvalidos sociales van perdiendo el

contacto enriquecedor como iguales. (…) Desde esta perspectiva la noción de

acompañamiento adquiere un claro sentido terapéutico cuando logra la reconstrucción de

lazos solidarios, o cuando muestra que el camino de la adversidad se allana transitándolo en

compañía (Pellegrini, 2005, p 108). Es necesario formar a los profesionales y poner en

practica la noción de acompañamiento para cambiar las instituciones, haciéndolas dignas de

ser habitadas por seres humanos. No se trata de un caso de bondad colectiva por parte de

quienes trabajan en la institución, “(…) se trata de la construcción grupal de un clima

42
humano capaz de reducir los montos de dolor, creando la instancia de la espera y el respeto

entre personas” (Pellegrini, 2005, p 108).

Los intereses de los familiares, profesionales y pacientes no se plantean en general

como una situación problema a resolver entre los distintos actores. El trabajo en conjunto

con familiares es una instancia que fomenta el dialogo, donde los usuarios pueden expresar

sus deseos y los parientes o allegados sus inquietudes y necesidades. La participación de los

familiares o allegados con quien el paciente en cuestión tiene vínculos, en las distintas fases

del proceso, tanto en la internación como en la externación, se dificulta por la carencia de

trabajo con ellos. El abordaje debe ser sensible a la multiplicidad de coyunturas que

atraviesan a las tramas vinculares. Debe considerarse en forma amplia a las redes de apoyo,

de modo de incluir a otros referentes afectivos y no necesariamente solo a los familiares.

Para potenciar la dimensión restitutiva y reparadora de los vínculos afectivos es preciso que

los convocados sean personas que los propios usuarios señalen como significativas, quienes

deben tener compromiso en la participación. (CELS, 2015)

Durante la internación deberían emprenderse acciones que contribuyan a la

revinculacion, como localizar a familiares con quienes se ha perdido contacto o posibilitar

encuentros con afectos.

4.2.8 Una posible clínica de la externación

¿Qué puede hacer el psicólogo?

Luego del alta, una tarea fundamental que se realiza en los servicios de externación,

es brindar herramientas para que quienes asuman las tareas de cuidado en la externación

puedan hacerlo de manera respetuosa. El asesoramiento abarca cuestiones legales y

43
administrativas y el acompañamiento afectivo de los familiares en estos procesos, y a la

par, es necesario trabajar con las familias sobre las representaciones sociales sobre “el loco”

y explicar que le sucede a la persona en cuanto a las manifestaciones de su padecimiento,

sus posibilidades e inquietudes por fuera de lo que el diagnostico psiquiátrico implica

(CELS, 2005).

Es importante abrir espacios institucionales donde las redes de familiares y

allegados encuentren contención, puedan participar y acompañen el proceso de externación.

Se pueden hacer reuniones multifamiliares convocadas en distintos dispositivos de

preparación de la investigación se propicia el intercambio de experiencias y

acompañamientos de personas internadas y sus familiares, también actividades solo para

familiares en donde se trabajan aspectos conflictivos como la convivencia, la autonomía,

uso de recursos económicos, lo cual suma a la sostenibilidad de los vínculos cuando la

externación del hospital ya se ha concretado (CELS, 2005).

Si la atención en instituciones asilares tiende a borrar la dimensión subjetiva y a

aplanarla con normas y categorías estáticas, poner a la persona en el centro de la escena

resulta un desafío. La posibilidad de escuchar, parte de la posibilidad subjetiva del que

escucha y de lo escuchado como material que pulir en el trabajo sobre la práctica.

Como modo de lectura de la vida psíquica, el psicoanálisis inaugura una ética y una

política con respecto al deseo del otro y del valor de su palabra como expresión del mismo.

Es esencialmente una práctica liberadora. Abre en el sujeto la posibilidad de conmover sus

determinaciones inconscientes, su repetición en forma de síntoma y habilita la aparición de

significantes propios, en ese lugar antes solo habitado por el discurso del Otro. (CELS,

2005)

44
Poder instituir ese límite, diferenciarse, es aún más necesario cuando la subjetividad

ha sido disciplinada por largos periodos de vida. La externación no se reduce a lo

cuantitativo, al menor número de camas. Ello podría tratarse de una trans-

institucionalizacion. Se trata más bien de es la clínica de la escucha lo que dota de sentido a

la externación, lo que le da al proceso una cualidad transformadora, sin ser a la vez otra

vivencia de trauma y ruptura.

En ese acompañamiento se juega la transferencia, que es el pivote de cualquier

mejoramiento del padecimiento, desde ese lugar la transferencia es diversa, plural,

colectiva, desde y hacia todos los que participan en el proceso, profesionales y compañeros,

personas de la comunidad (CELS, 2005).

4.2.9 Marco legal

A su vez hay lineamientos legales que marcan el camino para una efectiva

externación y para que las internaciones no cumplan el carácter restrictivo que

históricamente han efectuado. Además, su mayor valor reside en que, sirven para el

reconocimiento de los derechos y necesidades de las personas con diagnóstico de

discapacidad.

Ley de salud mental 26. 657

ARTÍCULO 6º.- Los servicios y efectores de salud públicos y privados, cualquiera sea la

forma jurídica que tengan, deben adecuarse a los principios establecidos en la presente ley.

Art 7 b) Derecho a conocer y preservar su identidad, sus grupos de pertenencia, su

genealogía y su historia.

45
ARTÍCULO 9º.- El proceso de atención debe realizarse preferentemente fuera del ámbito

de internación hospitalario y en el marco de un abordaje interdisciplinario e intersectorial,

basado en los principios de la atención primaria de la salud. Se orientará al reforzamiento,

restitución o promoción de los lazos sociales.

ARTÍCULO 14.- La internación es considerada como un recurso terapéutico de carácter

restrictivo, y sólo puede llevarse a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuticos que

el resto de las intervenciones realizables en su entorno familiar, comunitario o social. Debe

promoverse el mantenimiento de vínculos, contactos y comunicación de las personas

internadas con sus familiares, allegados y con el entorno laboral y social, salvo en aquellas

excepciones que por razones terapéuticas debidamente fundadas establezca el equipo de

salud interviniente.

ARTÍCULO 36.- La Autoridad de Aplicación, en coordinación con los ministerios de

Educación, Desarrollo Social y Trabajo, Empleo y Seguridad Social, debe desarrollar

planes de prevención en salud mental y planes específicos de inserción socio-laboral para

personas con padecimiento mental. Dichos planes, así como todo el desarrollo de la política

en salud mental, deberá contener mecanismos claros y eficientes de participación

comunitaria, en particular de organizaciones de usuarios y familiares de los servicios de

salud mental. Se promoverá que las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

adopten el mismo criterio

Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad

Aquí han sido enfáticos al establecer que la internación prolongada e involuntaria en

instituciones psiquiátricas, lejos de sumar a la conservación de la salud, se constituye en

46
una práctica iatrogénica e incapacitante, y genera las condiciones contextuales necesarias

para que se susciten graves y estructurales violaciones a los derechos humanos. Reconoce

la importancia que para las personas con discapacidad reviste su autonomía e

independencia individual, incluida la libertad de tomar sus propias decisiones, la

importancia de la accesibilidad al entorno físico, social, económico y cultural, a la salud y

la educación y a la información y las comunicaciones, para que las personas con

discapacidad puedan gozar plenamente de todos los derechos humanos y las libertades

fundamentales.

Brega para que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de elegir su

lugar de residencia y dónde y con quién vivir, en igualdad de condiciones con las demás, y

no se vean obligadas a vivir con arreglo a un sistema de vida específico; tengan acceso a

una variedad de servicios de asistencia domiciliaria, residencial y otros servicios de apoyo

de la comunidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para facilitar su

existencia y su inclusión en la comunidad y para evitar su aislamiento o separación de ésta.

Los Estados Partes tomarán medidas efectivas y pertinentes para poner fin a la

discriminación contra las personas con discapacidad en todas las cuestiones relacionadas

con el matrimonio, la familia, la paternidad y las relaciones personales, y lograr que las

personas con discapacidad estén en igualdad de condiciones con las demás, a fin de

asegurar que se reconozca el derecho de todas las personas con discapacidad en edad de

contraer matrimonio, a casarse y fundar una familia sobre la base del consentimiento libre y

pleno de los futuros cónyuges.

47
5. Marco metodológico

5.1 Tipo de estudio

La presente investigación posee una modalidad de estudio de caso único.

Carácter

Este estudio es de carácter cualitativo ya que los datos que se obtengan no serán

cuantificables. Se hablará de una experiencia única.

Alcance

El alcance es exploratorio descriptivo, ya que examina un tema poco estudiado y

se lo desea indagar para conseguir nuevas perspectivas. A su vez, especifica propiedades y

características de un proceso, es decir que muestra con precisión los ángulos o dimensiones

de un fenómeno.

5.2 Tipo de diseño

Este es un estudio no experimental-transversal de teoría fundamentada, ya que es

un método de investigación en el que la teoría va emergiendo desde los datos y se explica

un fenómeno que se encuentra en un contexto concreto, desde la perspectiva del

participante.

5.3 Determinación de la muestra

La muestra está compuesta por una persona en situación de internación crónica en

una clínica Privada de Salud Mental de modelo asilar-manicomial. La misma es no

probabilística. Se ha escogido a dicho paciente por presentarse como un llamado al deseo e

interés del investigador, lo que no ha ocurrido con los demás restantes.

48
5.4 Unidad de análisis

Persona internada de forma crónica, en una clínica de Salud Mental de modelo

asilar-manicomial

5.5 Variables y/o categorías

Vínculos Favorecedores al proceso de Externación

Vínculos en Detrimento con el proceso de Externación

5.6 Métodos e instrumentos de recolección y análisis de datos

Observación participante. Entrevistas con el paciente. Entrevistas a profesionales de

la institución. Anotaciones en bitácora.

Fuente primaria

La persona en situación de internación.

Fuente secundaria

Los profesionales, el personal, y demás personas en situación de internación.

5.7 Aspectos legales y éticos

Se realizó un consentimiento informado de manera oral al paciente detallando que

se resguardará la identidad del mismo.

De la misma manera, se resguardarán datos de los profesionales y el nombre del

lugar donde se llevará a cabo la investigación.

49
6. Presentación del caso

J, es un joven de 28 años, oriundo de Ituzaingo, ciudad del interior de Corrientes.

Tiene un diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral, cuadriparesia espástica y

ceguera bilateral. Es decir, que tiene la visión afectada en su totalidad y a causa de su

inmovilidad, se encuentra en silla de ruedas.

Es paciente en la institución desde que se la crea en la periferia de la ciudad, hace

aproximadamente 10 años. Anteriormente estuvo en una institución para niños especiales

en su pueblo de origen, y al cerrar la misma, lo trasladan al “Cotolengo” de la ciudad de

Itati. Es así que ha transcurrido su vida, desde niño hasta la actualidad, en instituciones.

Ingresa a la clínica por orden del Órgano de Minoridad y Familia. No posee

Documento de Identidad y su tutor legar es el dueño de la institución en la que vive.

Desde la primera visita a la institución el encuentro con él fue distinto, sus primeras

palabras escuchadas, “así no puedo vivir más”, en el pasillo de la clínica, resonaron algún

tiempo más, que las demás escuchadas de otros pacientes conocidos ese mismo día.

A lo largo de las visitas a la institución, los encuentros se fueron dando, en ellos él

pudo relatar sobre su relación de pareja con “P…” una paciente de la misma institución que

al igual que él, es no vidente y con dificultades motrices, tampoco posee la facultad del

habla, pero el afirma que ellos se comunican.

Le conté de la razón de mi presencia en la institución, y me dijo que él quiere

contarme su historia, “pero también la de P…”

En ese encuentro y con esa petición, J, inscribe en un espacio que estaba a la espera

de llenarse, la importancia del vínculo para poder “ser” en un contexto arrasador.


50
Habló de sus vínculos. Su amigo incondicional “C”, quien lo lleva y lo trae en una

silla de ruedas a medio andar. Le proporciona agua, y tira el orinal en su baño cuando “J” lo

requiere.

Su amiga, “B”, quien le cuenta las actividades que realiza cuando se va de visita a

su casa un fin de semana.

Le emociona escuchar música, razón por la cual “siente cuando está llegando C”, el

profe de música.

Y lo entristece “no tener una mamá y un papá para estar”.

Ha mencionado reiteradas veces su deseo de irse de la institución, expresando que

el “no es un delincuente, no es un preso” y que no comprende por qué no puede irse si ha

ingresado por “por voluntad propia”. Dice tener ganas de estudiar y de leer luego de su

partida, quiere tener una familia o una “casita” para él, y menciona “en marzo cuando vos

te recibas y yo me vaya de acá, voy a poner un cuidador en la institución para P…”.

La manera en que él puede, más allá de los ¿obstáculos? proyectarse en un futuro

allí afuera, y sus distintivos chistes, es lo que lo caracteriza en la institución.

Por medio del trabajo del psicólogo, J, recibe cuatro meses después de nuestro

primer encuentro, el comunicado de que tiene una familia biológica, con intenciones de

llevarlo a vivir con ellos.

Le alegra la noticia y a su vez se interroga por el “cómo”. En alguna oportunidad

menciona “¿qué voy a hacer con la ropa, me la puedo llevar? Es de nosotros.”.

El “cómo” fue el interrogante que guio el trabajo con “J”.

51
Tiempo después, llega el día del encuentro con sus padres. Ha pedido mi presencia,

y dos horas antes de la cita pactada, nos encontrábamos en el patio de la institución a la

espera. Espera que se hacía eterna, y que llenábamos hablando de un gato que apareció en

la institución y tomó como su hogar a la enfermería.

El tiempo corrió y la angustia encontró excusas. Tuve que retirarme, y “J” expresó

“no te preocupes nos vemos mañana, las combis tardan”.

Finalmente, ese día “J” se encontró con sus padres. Posteriormente me conto su

emoción al verlos, la emoción de ellos y los temas de los cuales hablaron.

A partir de allí, comienza la tramitación por vías de judicialización para poder

volver a su ciudad con su familia. Es decir, comienza el proceso para cruzar el muro.

52
7. Análisis de Datos

Se expondrá el proceso de lo que fue la presentación de los datos, para arribar a los

resultados del trabajo de investigación.

Como método de recolección de datos se utilizaron: la observación con anotaciones

en la bitácora de campo, entrevistas con el paciente, con los profesionales que trabajan en la

institución y los trabajadores de la misma.

En primer lugar, para una mejor comprensión del lector, se responderá al primero y

segundo objetivo específico de la investigación, posteriormente se analizarán las variables:

Vínculos Favorecedores al Proceso de Externación y Vínculos en Detrimento con el

Proceso de Externación respondiendo así al tercer objetivo de la investigación.

Primer objetivo: Examinar los vínculos y sus características, constituidos durante

la institucionalización crónica de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave,

parálisis cerebral, cuadriparesia espástica y ceguera bilateral internado en una clínica

de modelo asilar manicomial en la ciudad de Corrientes.

7.1 De sujetos y Sujetados

1) El vínculo con la institución y algunos actores institucionales.

Es necesario tener en cuenta que la institución, para los sujetos que se encuentran

inmersos en ella, no se reduce al lugar físico, sino a una red simbólica que tiene como

resultado la producción de una nueva subjetividad. Por ello, es importante poder dar cuenta

de la posición en la cual ubica la institución, a partir de la modalidad del vínculo, al

53
paciente en cuestión y, por añadidura, a los pacientes en general, para a su vez, poder dar

cuenta del efecto que ello tiene a la hora de la externación del mismo.

Así, la institución en su función de apoyatura a partir del vínculo, puede dar lugar a

un sujeto creativo, lúdico, en su singularidad, o dar lugar a un sujeto aprisionado, al estilo

de la encerrona trágica de Ulloa (1995), donde no hay allí “tercero de apelación”, quedando

el sujeto a merced de la institución.

Teniendo en cuenta las palabras de J (…) “Yo, yo, estoy muy angustiado. Ya me

quiero ir. Yo tomo la medicación todos los días, entre por voluntad propia, no soy un

delincuente, no soy un preso, ¿Por qué no me puedo ir? “(entrevista del 29-03-19) (…) Yo

no entiendo porque estoy acá (…) (entrevista del 20-05-19), podríamos hablar de un tipo de

vinculación parasitaria con la institución, es decir, cuando no hay diferenciación en relación

a las decisiones, elecciones, gustos, entre otros, del paciente y lo impuesto por la institución

y, por lo tanto, también hablaría de un vínculo simbiótico, quedando presente el sentimiento

de atadura constante a una existencia impuesta (Riviere, 1987).

El modo de vinculación también se muestra en las prácticas cotidianas de la clínica,

la indiferenciación mencionada anteriormente está presente, así como también la resistencia

que produce cualquier tipo de movimiento hacia la autonomía de los pacientes. Algunos de

los sujetos internados en la institución, tienen lugares prefijados para cualquier tipo de

actividad, siendo este también el caso de J.

En una actividad realizada, “el festejo de cumpleaños del mes”, se invitó a todos a

participar en conjunto en la sala de la clínica, ante ello se obtuvo una respuesta negativa por

parte del personal de enfermería, expresando que “ellos (haciendo referencia a cuatro

54
pacientes, entre ellos J), no pueden comer con los demás en la sala. Hay que darles de

comer porque no pueden solos, se pueden atragantar, puede pasar cualquier cosa. Y yo

estoy a cargo” (observación nº 3). Ante ello, se ofreció dar de comer a los pacientes para

que puedan compartir el día festivo en la sala, sin embargo, la respuesta nuevamente fue

negativa.

En otra ocasión, varios pacientes manifestaron que sentían dolor porque les habían

cortado las uñas. “Al preguntarles por lo sucedido, muestran sus dedos lastimados.

Manifiestan que la nueva asistente “es así”, y que ellos no tienen permiso para cortarse

las uñas solos, más allá de que sepan y puedan hacerlo” (observación nº4).

En una entrevista, el personal de enfermería expresa: (…) ahora por ejemplo tienen

que pedir el papel higiénico cada vez que quieren ir al baño, ellos tienen un baño en cada

habitación. Porque un día hicieron un desastre con el papel higiénico, tiraban en el

inodoro y eso no se puede (…) (Entrevista del 22-04-19).

De esta manera, puede evidenciarse cómo las prácticas cotidianas que son realizadas

por cualquier persona “en el afuera”, como las mencionadas en los párrafos anteriores,

quedan restringidas para estos pacientes, contribuyendo a la desposesión de todo tipo, lo

cual afecta directamente a la externación de “J”. El problema de estas restricciones, es que

su implementación no sucede porque pueda acontecer algo grave, no se las prohíbe porque

ocurra un accidente. El hecho es que, esta práctica manicomial organiza un tipo de vida

completamente distinta de la vida afuera, lugar donde se supone que irán (Basaglia, 1978).

55
Prueba de ello, es el miedo hacia el afuera que va construyendo, a partir de estas

restricciones de prácticas autónomas, este tipo de encierro dentro de una clínica

manicomial.

En una oportunidad “(…) salimos a caminar por los alrededores de la clínica. (…)

En la calle se pudo ver un grupo de personas agarradas de la mano, pacientes pendientes

uno del otro, al grito de “Cuidado” cuando un vehículo se acercaba. Lejos de ver (…)

pacientes escapándose o saliendo a correr, dispersos, se podía ver un conjunto de

personas (…). La situación era sorpresiva, parecían más temerosos del afuera que del

adentro. Se veía en sus acciones y comentarios como había que cuidarse del afuera.”

(observación nº 5)

Consecuencias de la indiferenciación y falta de autonomía pueden verse también a

la hora de pensarse fuera de la institución. J, al ser interrogado por su alta, expresa: “(…)

querían darme el alta (expresión de sorpresa) ¡y yo no tengo ni familia ni papa! le dije, le

dije. Espérenme que hable con S (psiquiatra) a ver si puedo salir.”

(entrevista del 20-05-19)

Luego de enterarse de que tenía una familia, se pregunta “(…) Quieren venir el

finde ¿qué hago? Tengo que hablar con ellos ¿o qué?” (haciendo referencia a sus padres)

(entrevista del 11-09-19)

En otra entrevista: “Es camionero (haciendo referencia a su papa). ¡Mira si agarra

la camioneta y me viene a buscar!

P: ¿Que va a pasar?

J: Nos vamos ¡a otro lado!


56
P: ¿A qué lado?

J: A una casa, no, a una clínica” (entrevista del 16-08-19)

Ante el interrogante que lo interpela a responder como un sujeto con poder de

decisión, la pregunta siempre lo devuelve al lugar de espera de una respuesta institucional,

de algún actor de la misma.

Otra característica de la modalidad de vínculo del paciente con esta institución, tiene

que ver con que, en este tipo de internaciones crónicas, las historias clínicas, suelen tener el

diagnostico de ingreso, pero durante el tratamiento el equipo médico no lo actualiza. Así,

los pacientes quedan adheridos a un diagnostico inmutable que pasa a darle una nueva

identidad. Con el paso del tiempo, en el encierro, aquello los define reemplazando a su

historia personal, familiar y social (Pellegrini, 2005).

A causa de esta nueva identidad a partir del diagnóstico, los tratamientos no están

orientados hacia una rehabilitación del paciente considerando estas tres dimensiones, podría

pensarse que, en su lugar, hay una medicalización generalizada. J expresa:

“(…) Si yo de acá me quiero ir. Además, acá no se puede. Acá, dicen acá, no podés

tener el tratamiento que vos queres porque vos estas acá por juzgado. No podés hacer el

tratamiento que queres (…) no me gusta este lugar. Te tenes que levantar a las 1 porque la

otra grita. ¡Escuchar el grito medicación! A las tres después a merendar, me maltratan

(…)” (Entrevista del 20-05-19)

En relación a la historia personal, J ha mencionado reiteradas veces que no tiene

familia y que se encontraba a la espera de padres adoptivos, “(…) Yo le dije que quiero

salir el fin de semana (haciendo referencia a la jueza). Pero la jueza me dijo ya vas a tener

57
una familia quédate tranquilo vos. Le dije a la jueza ya no aguanto más (…)” (Entrevista

del 20-05-19)

Su historia está teñida de registros de internaciones, y de ausencia de figuras

parentales. A su vez, no posee documento de identidad, por lo tanto, no sabe cuántos años

tiene, ni la fecha de su cumpleaños. Consecuencias de la falta de trabajo en la recuperación

de redes vinculares, por parte de la institución y de la falta de profesionales necesarios para

llevar a cabo dicho trabajo, como lo es por ejemplo un asistente social, entre otros.

En relación a lo social. Se sabe que las internaciones crónicas están cristalizadas por

el abandono familiar y la falta de respuesta estatal ante la ausencia de la misma. Muchas

veces desde la institución se sabe que las internaciones no tienen que ver con la

psicopatología, sino más bien con la falta de respuesta social, razón por la cual los

pacientes viven con el constante discurso del “ya saldrás” que puede persistir por años. De

ese constante “aguantar” da testimonio J:

“(…) me dijo que aguante… que aguante más. Tenes que aguantar J, me dijo”. (entrevista
del 04-08-19)

De ello se desprende que en ese “mientras tanto” eterno, la institución nada hace

para reconectar al paciente con su medio, para que salga, para que tenga la noción del

mecanismo familiar o social. Lo que se hace es, planificar las actividades permitidas dentro

de la institución según la nueva identidad que reemplaza a la del sujeto, esta es, la identidad

a partir del diagnóstico.

En alguna oportunidad donde se ha intentado integrar a “P”, quien es pareja de J,

paciente siempre excluida por su diagnóstico, profesionales de la institución han expresado

su descontento y posicionamiento ante ello:

58
(…) “no pueden moverla a ella, ella no tiene la capacidad de relacionarse con las

demás personas como todos. Si la pones con otra gente se altera y empieza a gritar, se

pega, mira como tiene la cara. Además, la música la altera, no puede hablar y empieza a

gritar. Después queda excitada toda la noche sin que podamos hacerla dormir. De los

gritos le duele la garganta y hay que estar atendiéndole con la doctora. Yo se la patología

de cada uno acá, ella no puede estar con gente. Antes de que ustedes den una orden o

comiencen cualquier actividad vengan y pregúntenme a mí porque yo sé que es lo que

puede hacer cada uno.” (entrevista del 22-04-19)

A partir de ello puede verse que, desde el momento en que se establece un

diagnóstico, la etiqueta en estos lugares es inmediata, cuando se dice, por ejemplo,

“Esquizofrenia residual” en realidad quiere decir una cosa que no es la E.R, sino lo que el

psiquiatra entiende por ella, y transmite a los demás trabajadores. Así queda entendido lo

que ello “es”, y esto siempre es un juicio de valor, es “bueno o malo”, “sirve, o ya no tiene

remedio” (Basaglia, 1978).

El problema no recae en la utilización de un diagnóstico, el problema es que su

utilización sea para oprimir, y para dar un juicio de valor sobre el otro, para que no altere la

calma de la institución.

Este fragmento citado, a su vez da cuenta también de la modalidad de vinculación

con los enfermeros, quienes son actores institucionales. Este discurso del “no pueden” se

vuelve extensivo al resto de los pacientes, produciéndose así, la inmovilización del sujeto al

estatuto social que se le ha adjudicado (Mannoni, 1964),

59
¿Qué quiere decir ello? Que la característica de esta modalidad de vinculo es

devolver a los pacientes, y en este caso en particular a J, la imposibilidad de un hacer

diferente, la reducción a ocupar un lugar impuesto y la mirada hacia el otro, que es un par,

nuevamente desde una imposibilidad. Esta realidad, integra a cada uno a un rebaño

indiscriminado, donde los conflictos se silencian y todo se interpreta desde el rotulo

impuesto. Un rotulo que deja de lado la condición humana de sujeto y lo va incorporando al

inventario de hospital. “(…) Este camino cosificante, donde el ser humano internado pierde

sus capacidades va configurando el diagnostico principal dentro de las instituciones

manicomiales: La institucionalización.” (Pellegrini, 2005, p 58)

Días después de la situación expuesta anteriormente, J expresa:

“(…)¿Viste el día que trajeron la música? (…) Bueno. P, no puede estar con

nosotros. (…) ¡P, es no vidente, se pega, se auto agrede, ay dios mío! Se lastima toda la

cara. Vos tenes que ver como tiene su cara. (…) ¿Sabes lo que me dijo N? (…) Que P, no

puede estar con ustedes ¡les altera la música!

P: ¿qué a todos le altera la música? ¿eso te dijo?


J: Si
P: ¿A vos te altera?
J: No, a mí me gusta la música ... no es que me altera, yo no voy a pegar. Me gusta

la música. (…) P, me dijo quiero estar con vos, algo distinto, afuera. Acá no porque la

música nos altera. N, dice ¡no te podés juntar con la psicóloga! (…) (Entrevista del 20-05-

19)

60
A partir de ello, podría decirse que la lógica manicomial no responde a las

necesidades del enfermo, no apunta a lograr que pueda lo que se cree que no se puede, sino

que responde a las necesidades de su organización.

Esta organización está establecida de una manera en que el paciente que se

encuentra internado, quede completamente fuera de órbita en relación con el afuera. Se crea

en los pacientes el desconocimiento que supuestamente es característico de su enfermedad.

Desde este lugar se borran las constantes de tiempo y espacio, hay ausencia relojes, de

noticias, como si hubiera atemporalidad. Esto, a su vez, contribuye al imaginario de que “el

loco” tiene preocupaciones diferentes, no se piensa que hasta sus preocupaciones están bajo

el control de la institución.

En relación a ello, trabajadoras de la clínica expresan:

“(…) Cada día ellos tienen una comida definida, porque a ver (…), ellos no están

enfermos del estómago ellos están enfermos de la cabeza, su único problema es la comida,

que otra cosa les puede preocupar, en su cabeza es la comida. Ellos, no sé porque, pero

están pendiente de la comida no más, su única preocupación es la comida y ahí quedo

todo, ellos no entienden nada de lo que pasa afuera, no se preocupan por si el dólar

aumenta, o los precios, ¡no! solo piensan en la comida que van a comer (…)” (entrevista

de 22-04-19).

Una idea que se anuda a la cuestión de la desorientación producida por la

institucionalización, y que puede verse en esta modalidad de vinculo, es la concepción de

peligrosidad. Esta se introduce creando en los pacientes la autopercepción de ello, su

61
descalificación permanente sobre la base de considerar que todo aquello que dice, piensa o

hace un loco, son locuras y por tanto irracionalidades sin sentido ni valor (Pellegrini, 2005).

En una entrevista, J, expresa: “(…) Yo le digo a P ¿vos queres estar conmigo o

qué? Si me dice, pero no me dejan estar con vos, sos peligroso. N, dice ¡no te quiero ver

con J, porque es un chico de minoridad! (entrevista del 20-05-19)

En otra entrevista manifiesta:

“(…) yo me drogaba, tomaba y eso en la calle. P: ¿Por qué lo hacías?

J: Porque sí, porque yo me drogaba. P: ¿Con que te drogabas?

J: Con cerveza, con vino, eso. P: ¿y que te decían tus papas?

J: Nada. La policía me encontró y me trajeron. P: ¿Acá a la clínica?

J: Si. P: ¿Y dónde te encontraron? J: En la calle. P: Ah… Y ¿Cuándo fue eso?

J: Hace dos meses. (…)” (entrevista del 29-02-19)

La percepción de que se está internado por haber hecho algo malo, por “cumplir un

castigo”, habla del desconocimiento de los pacientes y de la ausencia de todo tipo de

información sobre los datos de su historia, los motivos de ingreso, el tratamiento que se

lleva a cabo con cada uno, entre otros.

A su vez, se identifica a todo tipo de accionar fuera de la forma de organización

institucional, como merecedora de castigo. La ideología del castigo tiene que ver con el

temor a la represalia ante una conducta no aprobada. En las entrevistas, al preguntarle por

su labor al personal de enfermería, manifiestan:

62
“(…) Es cuidar la integridad, al menos tratar de calmarlos o controlar, (…)

medicando. (…) por ahí se brotan y tenes que medicarle o meterle en la sala de contención

para recién ahí medicarle.

P: ¿cómo es el brote?

E: y empiezan a pelear entre ellos, ya no se quedan quietos y ahí es donde, a veces

me ayuda el enfermero y los metemos en la sala y después lo medicamos, depende de lo

que sucede. (…) A veces cuando los encierro me dicen le voy a contar al psicólogo. Por

ejemplo, los chicos tienen prohibido fumar a cualquier hora y una paciente quería un

cigarrillo y como no se le dio empezó a “putear” y ahí tuve que encerrarla porque no

paraba de “putear”. (…) hay una disposición de que deben lavarse las manos antes de

cada comida. Y el otro día vino una de las chicas y tiro todo el detergente, lavandina todo,

hizo un desastre acá y la encerré. (…)” (Entrevista del 22-04-19).

De esta manera, pareciera ser que las practicas no sirven al cuidado del paciente,

sino a la custodia del mismo. En el caso de J, puede apreciarse a partir de las observaciones

que, la vinculación con los enfermeros, con quienes pasa ocho o nueve horas al día, se

desenvuelve dentro de esta lógica.

Basaglia (1978), menciona que los enfermeros no tienen ninguna motivación para

realizar el trabajo que hacen. Resulta imposible crear una relación terapéutica entre el

enfermo y el enfermero, pues el enfermero es el verdugo del enfermo, es el encargado de

mantener el orden de los roles dentro de la institución. Cuando enfermero y enfermo se

hayan unido, y a su vez la comunicación entre profesionales de la salud pueda efectuarse,

63
entonces va a ser posible un trastocamiento de la institución, o de la lógica manicomial de

ruptura de lazos prevalente en ella.

Ante la pregunta de a quien recurren frente a alguna situación problemática en la

clínica, personal de enfermería expresa: “(…) si tengo algún problema le comento al

enfermero y ellos a la doctora y ahí se ve que se va a hacer.” (entrevista del 22-04-19)

Al interrogar sobre la posibilidad de comunicación entre profesionales y en

particular con el psicólogo de la institución, manifiestan:

“(…) no sé, no lo conocí, los años que estuvo no lo vi. Es más, me pareció raro que

el psicólogo de ahora venga acá atrás a hablar con nosotros.

P: ¿(…) te pareció bien que el venga? (…) Enfermeras: si, porque el otro día me

llamo para que lo ayude y eso fue re raro. Pero esta bueno así hablamos de que es lo que

sucede y eso. P: ¿suelen hacer reuniones con todo el personal?

Enfermera: no, no hacemos reuniones P: ¿Te parece raro que no haya guardia de

psicología? Enfermera: si, pero van de seguido y eso es importante”.

(entrevista del 22-04-19)

De esta manera puede verse que los intereses de los profesionales, pacientes y de

familiares, no se plantean en general como una situación problema a resolver entre los

distintos actores institucionales. No solo la comunicación entre el personal se ve

imposibilitada, como se menciona en la entrevista, sino que a su vez la familia queda

excluida de todo tipo de participación. Lo cual acarrea grandes limitaciones a la hora de

realizar un proceso de externación, como lo es la situación actual de J, ya que el trabajo en

conjunto con familiares es una instancia que fomenta el dialogo, donde los usuarios pueden
64
expresar sus deseos y los parientes o allegados sus inquietudes y necesidades. La

participación de los familiares o allegados con quien el paciente en cuestión tiene vínculos,

en las distintas fases del proceso, tanto en la internación como en la externación, es nula a

causa de la carencia de trabajo desde la institución con ellos, lo cual trae graves

consecuencias a la hora de pensar en su reinserción social, ya que es sabida la necesidad de

un abordaje sensible a la multiplicidad de coyunturas que atraviesan a las tramas vinculares.

(CELS, 2015)

En la entrevista a enfermeros se expresa: “(…) P: ¿sus familiares suelen venir?

Enfermera: (…) generalmente vienen y traen la ropa, algunos no reciben visita,

generalmente los que están con minoridad y familia. (…)” (entrevista del 22-04-19)

Es decir, generalmente la presencia de familiares en la clínica, cuando sucede, tiene

un tinte más asistencialista que terapéutico. No se plantea desde la práctica institucional el

trabajo con la participación de la familia, pero a su vez, es necesario tener en cuenta que,

para algunas familias, depositar allí al enfermo para que “no moleste” es el objetivo. La

lógica manicomial hace de cuenta que cumple con su función sanitaria, cuando en realidad

muchas veces se complementa con el mandato familiar y social de aislar al enfermo

(Pellegrini 2005).

En el caso de J, la ausencia de la familia tiene que ver con lo que se expresa en la

entrevista citada. Él, es uno de “los que están en minoridad y familia”.

Esta modalidad de vinculación institucional que corta todo tipo de lazos con el

afuera, tampoco promueve la construcción de otros vínculos dentro de la misma. Al indagar

sobre el Vínculo con las Cocineras, mediante una entrevista, expresan:

65
“(…) G: ahora no porque nos prohibieron (haciendo referencia a relacionarse con

los pacientes), porque T (una de las cocineras), se iba y se sentaba con ellos allá afuera a

la siesta y estaba con ellos, charlaba, y todos se quedaban con ella porque todos la quieren

mucho a T, muchos la tienen como su madre.

T: yo llevaba las mandarínas y me sentaba en el sol y estaba con ellos, muchos me

pidieron que sea su madre como por ejemplo F y C. Yo siempre le decía jodiendo “hoy van

a comer C a la olla o M a la olla” (se ríe) (…)” (entrevista del 22-04-19)

La imposibilidad de comunicación de pacientes con las cocineras, impuesta por la

institución, pareciera ir en detrimento con la posibilidad de generar el desarrollo de la

capacidad de vinculación, tan necesaria para los sujetos que se encuentran restringidos de la

libertad por un largo tiempo, como es el caso de J. Para poder potenciar la dimensión

restitutiva y reparadora de los vínculos afectivos, es preciso el contacto con personas que

los propios usuarios señalen como significativas, lo cual, ocurre en este caso (CELS, 2015).

Las cocineras manifiestan:

“(…) G: Somos como su mama, la cocina es como el corazón de la casa, de la institución.

(…) Las ventanas de la cocina están abiertas, pero la mayoría se tapó sin querer con la

heladera o algún mueble. Es el lugar de encuentro, como dice el psiquiatra, pero nadie

puede entrar. (…) quisiera cambiar cosas como que el de seguridad si se cae alguno de los

chicos no los levanta, T siempre le dice levántale (…) y él dice ese no es mi trabajo. Y, T,

se enoja por eso, como no le va a levantar si es una persona. Por ahí esas cosas son más

humanas que a uno le sale hacer, entonces no se puede, eso es lo que no nos gusta. (…)”

(entrevista del 22-04-19)

66
Con ese acompañamiento cotidiano, el estar día a día, con una conversación y

escucha, y no con la sola orden de ingesta de medicación, conforman una alianza,

compañía, lo cual hablaría de un vínculo como sostén, de confianza.

J, en una entrevista expresa: “(…) J: yo voy a extrañar.

P: ¿Qué? J: La comida de T. Los postres... (…)” (Entrevista del 16-08-19)

Se podría decir, teniendo en cuenta a su vez, las observaciones del vínculo de J con

las cocineras, que, en el, J encuentra un espacio donde es parte de una interacción, y no la

vivencia de la sola respuesta a órdenes. Podría pensarse que este vínculo, le devuelve su

presencia al saber que su voz se tiene en cuenta, ya sea por la pregunta de “si hoy quiere

comer su postre preferido” o por el simple ¿Cómo estas J? que está presente

constantemente.

Por parte de ellas, pareciera que no se toma al trabajo desde una mecánica repetitiva

que deja de lado que, la institución es a su vez, para los pacientes, un hogar y que ellas son

parte del mismo. En relación a ello, Berenstein (1991) se remite al espacio intersubjetivo

en la denominación de vínculo, donde las ligaduras se relacionan directamente con el

sentimiento de pertenencia.

Es una estructuración de un vínculo intersubjetivo donde ambas partes encuentran

algún sentido al lugar donde se encuentran gracias a la alianza establecida. Sin ello, la vida

de encuentros e intercambios se empobrece y se va perdiendo el contacto enriquecedor

como iguales, generando el sentimiento en los pacientes de pura pasividad y obediencia

siempre frente hacia otro que ordena (Pellegrini, 2005).

67
Parte de la compañía cotidiana de J en la clínica, son los demás profesionales que

asisten para actividades recreativas. Al interrogar a J, por el Vínculo con la profesora de

laborterapia, expresa: “(…) Si. (hacemos) Almohadas, dibujar, hacemos educación física.

Todo hacemos con la profe (…)” (entrevista del 27-03-19)

Este “hacer todo” podría quedar reducido a actividades que mantienen concentrados

a los pacientes por algún tiempo, que entretienen y pueden gustar, y que efectivamente

tienen su efecto terapéutico ante la rutina que allí parece infinita.

Sin embargo, a partir de las observaciones se puede dar cuenta que estas actividades

a realizar, no tienen que ver con una planificación particularizada, sino que se reduce al

ejercicio de una actividad estandarizada que nuevamente homogeiniza. No tienen una

adecuación a las actividades que cada cual podría realizar fuera de allí, no se piensa el

abordaje teniendo presente la externación, ya que serviría de mucho poder escuchar hacia

donde se dirige el desenvolvimiento vocacional de J en el afuera, para poder ir

construyéndolo desde el adentro.

El vínculo con el profesor de música, parecería cumplir una función fundamental

dentro de la institución. A partir de las observaciones, se pudo ver como J, al igual que los

demás pacientes, experimentan un encuentro que podría llamarse “de descarga” a la hora de

cantar, y de compartir con el otro, algo propio, como un cantante favorito, mostrar la

canción que más le gusta a cada uno, y hace que cada quien pueda identificar en el otro

algo que habla de su singularidad, su esencia, la época de su adolescencia, y también la

cultura desde donde provienen. En varias oportunidades, J, ha expresado que siente cuando

llega “C”, incluso antes de que entre a la institución y experimenta una alegría que lo

exalta, la cual puede verse en los movimientos que realiza en el cuerpo en ese momento.

68
El Vínculo con la profesora de educación física, tiene su importancia ya que,

dentro de la institución, se ve a esta actividad como la posibilidad de salida hacia el afuera.

Sin embargo, podría quedar reducida a una salida coordinada, donde el caminar es

el objetivo, pero el reconocimiento del espacio donde se encuentran, por ejemplo, queda

relegado.

En una entrevista con J:

“(…) P: ¿Que queres estudiar? J: Educación física

P: ¿Por qué? J: Porque es más respetuoso.

P: ¿Cómo respetuoso? J: Si porque vos si sos eso manejas a todo el personal.

P: ¿Hacen eso los profesores de educación física?

J: Si. yo no hago educación física con la profe Porque si salgo. Después me

confundo todo el camino para volver (…)” (entrevista del 16-08-19)

Por ello, podría pensarse que es una actividad percibida más bien como una

obligación. La no explicación de lo que se realiza, sus fundamentos, la no orientación que

hace que si no estén dirigidos se pierdan, porque solo van, el no reconocimiento de rutas,

instituciones cercanas a la clínica, líneas de colectivos, entre otros, no va en dirección a

generar la habilidad de ubicarse geográficamente, tan necesaria a la hora de la inserción en

una comunidad (Pellegrini, 2005).

69
7.2 El camino hacia la adversidad se allana transitándolo en compañía

2) El Vínculo Amoroso

Teniendo en cuenta los aportes de Puget (1988) un vínculo de pareja, es definido como

aquel donde se comparten situaciones básicas que denomina parámetros definitorios, como

la cotidianeidad, relaciones sexuales, proyecto vital, y una relación de privilegio afectivo. A

lo largo de las entrevistas, J fue caracterizando y mencionando estos parámetros, dejando

mostrar la manera en que se relaciona con su actual pareja.

Manifiesta:

“(…) yo te quiero contar mi historia, pero también la de “P”.

P: ¿” P”?... la chica ... (interrumpe)

J: Si “P”, la que se auto agrede, la que grita, “P”. Es mi novia.

P: ¿Es tu novia? No sabía. Qué bueno.

J: Si es mi novia. (entrevista 23-03-19)

Luego de manifestar que tiene una pareja dentro de la institución, y que

quiere tener presente su historia, además de la de él, pudo ir caracterizando su

cotidianeidad:

“(…) Yo estoy con ella, hablamos, no le gusta bañarse, llora llora, cuando le

cambian el pañal llora, la enfermera no puede porque ella grita. Nerviosa se pone. Yo le

digo P tranquila, acá estoy yo. (…)” (entrevista 23-03-19)

“(…) ella siempre me espera a mí. Escucho sus gritos, que se altera, y tomamos la

leche a las 5. (…)” (Entrevista del 16-08-19)

70
Deja ver así la manera en que se acompañan.

En otra entrevista expresa:

“(…) J: Si. Hacemos cosas. P: ¿Qué cosas?

J: Como hacer el amor (murmurando) (…) (Entrevista del 29-03-19).

Tomando las palabras de J, es necesario mencionar que la compañía es un punto

fundamental de sostén, en todo vínculo. Dentro de la misma, existen multiplicidades de

aspectos y uno de ellos es el ámbito sexual.

Bien se sabe que uno de los parámetros definitorios de la pareja, como la

sexualidad, siempre es una dimensión que queda excluida en las personas con diagnóstico

de discapacidad mental, no solo socialmente, sino que también por las instituciones.

Por ello es necesario saber que la sexualidad no tiene exclusividad, se manifiesta en

todas las personas, ya sea apara la descarga de tensión, el placer con el otro, una afirmación

narcisista de sí mismo o todos estos juntos. Solo la represión cultural la distorsiona de una

manera que muchas veces puede ser nefasta, produciendo que personas se vean privadas del

deseo de desear, a causa de creencias prejuiciosas sobre ellas (Salvarezza, 1998)

Sin embargo, todas las barreras impuestas no bastan para que el deseo se manifieste.

En las entrevistas J menciona:

“(…) P, me dijo que quiere hacer el amor. (…)” (Entrevista del 16-08-19).

Más allá del reconocimiento de las limitaciones que se poseen a causa de los

diagnósticos, es decir, de las complicaciones orgánicas a la hora de poseer una movilidad

autónoma, la sexualidad está presente, no reduciendo la misma a la genitalidad, puede ser

71
parte de una compleja trama donde múltiples factores de lo cotidiano convergen y dan

como resultado el sentimiento de placer, que caracteriza a todo encuentro amoroso. Podría

afirmarse así que no hay “sexualidades disfuncionales”. Es la suya propia y se expresa en

su forma de vivirla y experimentarla.

Los mayores problemas parecieran provenir de la resistencia de los demás. Por ello,

es necesario tener en cuenta que la prohibición del ejercicio de la misma en la institución,

no solo va en contra de un derecho fundamental para toda persona, sino que, podría generar

la autopercepción de que no se es capaz de generar vínculos amorosos o no se es merecedor

de sentir placer.

A su vez, este camino que J recorre de a dos, hace que, al pensarse fuera de la

institución, siempre la figura de su pareja este presente, lo cual da cuenta de la relación de

privilegio afectivo, otro parámetro definitorio. En una entrevista se explaya:

“(…) en marzo cuando yo me vaya y vos te recibas, voy a dejar un cuidador para P, acá.

(…) voy a hacer algún viajecito. Tengo ganas. La jueza ya me va a dejar salir, pero

no quiero que P quede sola, le cuidan mal, las enfermeras, todo… voy a poner un

cuidador. (…)

P: y ¿Sabe que te vas?

J: Si, ella sabe. Está contenta, suerte mi amor, dice. (Risas)” (Entrevista del 29 03 19)

Teniendo en cuenta estos parámetros, puede verse que ellos conforman las áreas de

intercambio en una relación amorosa de pareja y pueden resultar simultánea o

alternativamente amenazados en las situaciones de crisis, poniendo a prueba el equilibrio

del vínculo. Crisis que están presentes constantemente, ya que el contexto donde este

72
vínculo se desenvuelve no aporta al libre encuentro entre dos. Ello no solo sucede en el

caso de la pareja de J, sino que se hace extensivo a todos los pacientes, ya que una norma

existente en la institución es que, queda prohibido todo tipo de encuentro intimo o no, entre

las personas internadas allí, que sea fuera de la hora compartida por todos en el patio o sala

de la misma.

Si bien en los vínculos amorosos se conforman ciertos ejes, como los descriptos

anteriormente, los cuales marcan la modalidad vincular, estos tendrán ciertas

especificidades en cada momento de la vida y serán distintos según cada pareja (Puget

1988).

Las especificidades de la pareja de J y P, tienen que ver con un encuentro que va

más allá de lo corporal. Como se mencionó anteriormente, a consecuencia de los

diagnósticos que poseen, ambos están imposibilitados en relación a la movilización

autónoma. A su vez, P, no posee la facultad de la palabra. Sin embargo, ello no hace que

sea un vínculo imposible.

Es por ello, que parecería ser, que la vía de la búsqueda del placer en ellos, así como

en muchos otros casos, tiene que ver con el encuentro de cualquier forma de actividad entre

dos, que haga a cada uno, sentirse bien. Por ello, es necesario introducir el concepto de

intimidad y, de esta manera, aportar a la caracterización de este vínculo.

Salvarezza (1988), plantea que la intimidad es entendida como la cualidad que

permite a cada persona ser abierta, confiable, receptiva y capaz de generar el sentimiento de

cuidado. El significado de las relaciones íntimas puede, de esta manera, ser el de acrecentar

73
la autoestima, el de proveer una razón para existir y la seguridad de que alguien, más allá

de distancias geográficas, puede estar allí presente para el otro.

De esta manera, las relaciones íntimas sirven de protección y soporte contra los

sentimientos de soledad y contra la disminuida demostración de afecto de otros vínculos.

En relación a ello, J, expresa:

“(…) Si. a ella nadie la visita, pero la amo (…) ¡ay a P, la amo con toda mi locura!

Anda nomas mi amor vos, pero trae plata (risas) (…)” (entrevista del 16 08 19).

De ello se desprende la importancia del establecimiento de este vínculo para J, ya

que el acompañamiento aparece como respuesta al individualismo sin solidaridad y a la

deshumanización vivida en ese contexto donde se encuentran. Podría decirse, que es una

estructuración de un vínculo intersubjetivo donde ambos se necesitan, ambos encuentran

sentido a su lugar en el mundo gracias a la alianza establecida (Pellegrini,2005).

7.3 Lo que mueve más a dar, que a pedir.

3)Vínculos de Amistad: Los vínculos de amistad están muy presentes en la institución

donde J se encuentra inmerso. A partir de las observaciones, se puede dar cuenta del efecto

terapéutico que trae como consecuencia contar con un lazo afectivo de esta índole, donde se

encuentra demás de compañía, una escucha diferente, que no está para evaluar lo que se

dice, sino para comprender y acompañar, compartiendo a su vez anécdotas en donde las

problemáticas tienen un hilo en común y permiten ver que no se está solo. El

establecimiento de amistades o de noviazgos cambia rotundamente el talante de los

pacientes, ello es muy fácil de ver en la institución cada vez que sucede.

J, al hablar de sus amigos expresa:

74
“(…) Mira estoy dibujando a B, mi amiga. Este dibujo es para ella (…)”

(Entrevista del 27-03-19)

“(…) Caniche. Es mi amigo (…) me lleva en la silla y dormimos en la pieza, con M,

también dormimos. (…)” (Entrevista del 17-05-19)

Por medio de las entrevistas, se puede ver el acompañamiento con el que cuenta J

por parte de sus amigos. C, siempre lo asiste cuando J pide que lo ayuden con su “orinal”,

B, siempre está presente para escuchar a J, para ayudar con la ingesta de alimentos, entre

otros. Sin embargo, lo más llamativo de los vínculos es ver cómo cambia el talante de cada

uno de ellos al encontrarse. Podría pensarse que la amistad, también es un remedio, y uno

muy efectivo, algunas veces hasta más que un psicofármaco, por incluir el primero, los

atributos del humor.

En una entrevista a J:

“(…) P: ¿Quién es caniche, Claudio?

J: (Risas) Si. Yo le puse ese nombre, “caniche”, (risas) por el pelo (…)”.

(Entrevista del 17-05-19).

Al pensar en su externación expresa:

“(…) mi cumpleaños quiero hacer. Para despedirme de mis compañeros. No me quiero ir

de golpe. (entrevista del 08-04-19)

(…) J: Voy a extrañar cuando me vaya. A B, a Z” (…)” (entrevista del 16-08-19).

Demuestra en sus expresiones el sostén que significan los vínculos de amistad y a su

vez la preocupación por poder tener una despedida:

75
“(…) J: Si. Ahora yo estoy tranquilo.

P: ¿Por qué te sentís tranquilo’’?

J: Ya le conté a todos, a N, a Z, a B .¡ah bueno! (risas) (…)” (Entrevista del 26-06-

19)

En las observaciones en relación al vínculo de amistad de B y J, se pudo

comprender que su amiga se encuentra en la institución por una condena que tiene que

cumplir a causa de estar judicializada, el presta su oído para un encuentro donde la crítica

hacia el otro no está presente, ni mucho menos el juzgar, sino más bien, un intercambio de

historias y experiencias que permiten hacer un trabajo de reconocimiento de lo propio y

también del recordatorio de que cada uno tiene un relato que los hace, diferente, hay una

existencia detrás del momento en el cual fueron internados, que en estos encuentros se

recuerda y a la vez se reconstruye.

En relación a ello, Ulloa (1995) plantea que hay una estrecha relación entre la

amistad y la práctica psicoanalítica. Lo amigo es un factor fundamental en un proceso de

análisis, cuando el rigor de la propia crítica no se degrada en inamistoso, hablar mal de sí,

ni en piadosa permisividad. No se puede avanzar en la amistad, sobre todo en algunas

formas, si no se avanza en la reconciliación con la historia personal.

El lazo de amistad entre J y B a su vez, cumple una función fundamental en el

proceso de externación ya que, su amiga realiza “salidas de visitas” a su casa. Al regresar,

siempre le cuenta a J las actividades que realiza, lugares donde estuvo, entre otros. Razón

por la cual, este intercambio resulta satisfactorio ya que se podría pensarlo como guía para

el camino hacia la futura “exogamia” de J, en relación a la clínica.

76
7.4 La necesidad del derecho a la verdad con respecto al origen

4)Vinculo con el Psicólogo: Teniendo en cuenta las observaciones del trabajo del

psicólogo en relación al caso de J, se pudo visualizar que el mismo, tiene en cuenta que,

durante la internación deberían emprenderse acciones que contribuyan a la revinculación

del paciente, como localizar a familiares con quienes se ha perdido contacto o posibilitar

encuentros con afectos.

Luego de meses de comenzar a trabajar como profesional de la institución, en un

encuentro, el psicólogo expresa:

“Lo que hice fue averiguar cuáles eran los chicos que estaban sin documentación

ni familiares, pude llegar a obtener esa información gracias a que por la mañana trabajo

en una institución de discapacidad y hay un compañero que sabe buscar los datos de la

persona en una base de datos. Los primeros que encontré fueron los de J, como es del

mismo pueblo que yo, un finde que viaje decidí ir a la casa de los padres. Tuve la suerte de

que me recibieran bien y no solo eso, sino que me dijeran que tenían intenciones de

llevárselo. Ahí empecé con los tramites en la clínica, como es judicializado estamos a la

espera de que la jueza evalúe la situación del hogar de J, para ver si está en condiciones

de vivir allí por sus diagnósticos, eso es lo que me dicen. Cada tanto llamo para preguntar

cómo está eso, pero el camino es lento. Mientras tanto se sigue insistiendo.”

(observación n° 6)

A partir de ello se puede ver que el trabajo del psicólogo en la institución va más

allá de la atención en consultorio, tiene que ver con lograr la recuperación de los lazos

afectivos.

77
En relación a al vínculo con J, y a partir de las observaciones de algunos de sus

encuentros, se puede evidenciar que es un trabajo donde se intenta tratar de generar en J, la

posibilidad de historizarse y recuperar lo que quedo borrado, no por su diagnóstico, sino

como consecuencia de la institucionalización crónica.

Este trabajo que realiza, permite reevaluar la percepción de las categorías de

progreso de la enfermedad, cronicidad e irrecuperabilidad. Una vez más, esta

transformación, si es llevada a cabo, da cuenta de que no es el diagnostico lo que determina

la institucionalización, sino la falta de respuesta social y sanitaria para constituir su red de

apoyo. Se ve en la manera de proceder por parte del psicólogo, la intención de lograr esa

recuperación. Producir esa red de apoyo en vez de la residencia de la persona es la base de

toda estrategia de externación (Cohen, H., & Natella, G. 2013).

A su vez, las acciones cotidianas tienen que ver con tratar de generar lazo no solo

con la familia sino también con la comunidad. Se realizan salidas que hacen que los

pacientes estén en contacto con “el afuera”, y ello es percibido por cada uno. En una

entrevista J expresa:

(…) Con Belén. Le hicimos una cartita. Le pusimos Ezequiel te quiero mucho. ¡Le encanto!

(…) (Entrevista del 17-05-19).

Además, el trabajo apunta a generar redes vinculares con los demás profesionales de

la institución, ya que comunicarse con los enfermeros, por ejemplo, resulta algo novedoso

allí dentro, pero efectivo.

Podría pensarse que en ese acompañamiento se juega la transferencia, que es el

pivote de cualquier mejoramiento del padecimiento, desde ese lugar la transferencia es

78
diversa, plural, colectiva, desde y hacia todos los que participan en el proceso,

profesionales y compañeros, personas de la comunidad (CELS, 2005).

Segundo objetivo: vínculos que se construyen a partir del proceso de externación

- Indagar cuáles son los vínculos que se construyan, en el proceso de

externación de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral,

cuadriparesia espástica y ceguera bilateral internado en una clínica de modelo asilar

manicomial en la ciudad de Corrientes.

7.5 El día que solté la memoria

1)Vínculo con los padres: El encuentro de J con los padres estuvo teñido de

obstáculos desde un principio, dada las condiciones económicas de los mismos, el venir

hasta la clínica era imposible. Razón por la cual se procedió a solicitar la ayuda municipal

para el traslado. Al lograrse ello, finalmente el encuentro se lleva acabo.

Al preguntarle por lo sucedido a J, expresa:

“(…) Si, te cuento. Cuando vi la combi llegar. ¡Me morí del susto! No sabía que

iban a venir. No sabes mi mama me quiere mucho. ¡Mi papa… pegado a ellos! Me llaman

a las 6 jodiendo las pelotas (risas) (…) Si, algo me paso. Jesús me mando a mi papa y a mi

mama. algo me paso en el camino (…) Le pedí a la virgen que no me separe de ellos. (…)

Vino mi papa, mi mama, lloramos de emoción. Me quieren llevar y yo me quiero ir.

79
P: ¿Te queres ir con ellos?

J: Si, ese día me largue a llorar de la emoción

P: ¿Y de que hablaron?

J: Te quiero mucho, estamos haciendo papeles para que te vayas. ¡recién el lunes

me puse a llorar (…) Si... además, no sabes. Se le rompió el corazón a mi mama. Lloro de

la emoción. Yo ya lo sé, Ezequiel me dijo que voy a salir (…)”.

A su vez los caracteriza a ellos:

(…) J: A mi casa. Vino tu papa y vinieron, tocaron timbre. Yo me estaba bañando.

Entonces me puse la camperita Salí. no sabes, mi mama me miraba tanto.

P: ¿Cómo te miraba?

J: Me miraba librada

P: ¿Librada?

J: Si. Mi mama librada y mi papa tito.

A su vez se permite recordar su propia historia:

“(…) Si, en mi casa, yo soy de Ituzaingo. (…) El día que vinieron mis papas fue

bien recibido. Me estaban queriendo llevar de alta, les dije sí. (…) ¡Ese día que vinieron

solté la memoria! (…) yo viví con ellos. Antes tenía caballo, le daba agua, le llevaba al

rio.(Entrevista del 26- 06-19)

Se interroga sobre las razones de su abandono temprano:

80
“(…) ¡Mi mama no puede cuidarme!

P: ¿Por qué no puede’?

J: No puede ella. Mi papa no tiene trabajo. Mi mama tiene cuarenta años ya.

P: Tu papa no tiene trabajo, ¿por eso no pueden cuidarte?

J: Si, tienen que pagar cuentas, tienen que pagar la casa.

P: ¿Ellos te contaron eso?

J: Si (…)”

Su futuro allí afuera, pareciera ponerlo en un lugar de actividad que lo entusiasma:

“(…) Mi papa me necesita para hacer la piecita.

P: ¿Que piecita?

J: Donde va a ser mi lugar para dormir.

P: Que bueno. ¿Y cómo es tu relación con ellos ahora que los conoces?

J: Con mi papa re bien, con mi papa se habla de la familia. Con mi mama bien, ella

se ríe y yo también. (…)” (Entrevista del 16-8-19).

Se procederá a describir los efectos de los vínculos en el proceso de externación, a

partir de las variables: Vínculos favorecedores al proceso de Externación y Vínculos en

detrimento con el proceso de Externación.

81
- Tercer Objetivo: Estimar cómo es afectado el proceso de externación, por los

vínculos constituidos durante la institucionalización crónica y los que están en

construcción a partir de la situación actual de externación de un paciente con

diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral, cuadriparesia espástica y

ceguera bilateral internado en una clínica de modelo asilar manicomial en la ciudad

de Corrientes.

Vínculos en detrimento con el proceso de Externación

1)El Vínculo con la Institución

Con la caracterización realizada del mismo anteriormente, se puede evidenciar que

lo vivido en la institución, entendiendo a ello como el sometimiento de los pacientes a la

organización, sus prácticas, costumbres, entre otros, sin dar lugar a lo propio de cada sujeto,

resulta una vivencia que será orientadora a la hora de la externación, lo cual trae

consecuencias que van en detrimento con la efectivizacion del proceso.

Esta lógica manicomial se presenta como obstaculizadora de lazos sociales, ya que

no hay trabajo con familiares ni con actores “del afuera”, cuestión que resulta crucial a la

hora de poder llevar a cabo la inserción en una comunidad. A su vez, se refuerzan

relaciones asimétricas que fomentan dependencia y van en detrimento de la autonomía, hay

una tendencia a infantilizar e incapacitar, lo que trae aparejado la perdida de habilidades

sociales para desenvolverse en la sociedad.

Las Prácticas cotidianas devienen en violentas. Se percibe como resultado de ello la

subestimación de la voz de los pacientes en relación al tratamiento, formas, prácticas

82
cotidianas, que promueven todo tipo de despersonalización y desorientación en tiempo y

espacio.

Se puede evidenciar el apartamiento de códigos compartidos por la comunidad

dentro de la clínica entre pacientes, lo que va en dirección al deterioro de todo tipo de

tramas vinculares, por lo tanto, también se excluye la dimensión de la sexualidad de la vida

de los internos, sin tener en cuenta la estabilidad en el tratamiento, ni la necesidad de tener

acceso a ese derecho.

A su vez, la modalidad de vinculación pretende la autopercepción de culpabilidad

por el diagnostico, por la condición social y por la ausencia de tramas vinculares.

Vínculo con los enfermeros

Se percibe a este vínculo como en detrimento al proceso de externación, ya que, su

trabajo está enmarcado en la lógica manicomial que organiza el accionar en la clínica.

Lugar este, donde, como se mencionó anteriormente, el enfermero queda reducido al

verdugo del enfermo. Como no hay razón para la visión del tratamiento desde otro ángulo

que no sea este, la practica queda reducida a una ideología de castigo y el tratamiento queda

reemplazado por la guardia de los pacientes. La práctica se reduce al control de la

tranquilidad de la institución.

Vínculo con la profesora de educación física: Se percibe a este vínculo estando en

detrimento con el proceso de externación, ya que, la sensación percibida de esta actividad

es como “obligatoria”, y a su vez, no es planeada para el ejercicio que vaya acompañado de

un programa kinesiológico según diagnósticos y necesidades, tampoco para un

83
reconocimiento en la ubicación, el tiempo y el espacio, sino que en este caso se reduce a

una práctica estandarizada.

Vínculo con la profesora de labor terapia: Más allá de que se reconozca la labor

terapéutica de la presencia de estos espacios en instituciones, este en particular queda

sustituido por un practica homogeneizante, nuevamente. A su vez, se orienta en dirección a

lo vivido en la institución, como la desposesión de todo tipo. No se planean actividades por

genero e intereses, no se pregunta de qué quiere trabajar a cada paciente fuera de la

institución, para poder empezar la futra practica allí dentro, sino que, se vuelve a repetir la

lógica del “para todos” y el objetivo es la distracción más que una ocupación terapéutica.

Vínculos Favorecedores al proceso de Externación

Vínculo con profesor de música: Además del reconocimiento de la importancia de

la música en la salud mental en general, en esta institución en particular, los espacios donde

se realiza esta actividad, hacen que pueda expresarse la singularidad de cada uno, por

ejemplo, cuando realizan la elección de temas para escuchar en grupos, dando a conocer lo

más propio, como lo es la cultura de donde se proviene. Además de ello, sirve como

instrumento facilitador de la integración grupal, razón por la cual se lo considera como

favorecedor al proceso de externación.

Vínculo con las cocineras: Se considera a este vínculo como favorecedor al

proceso de externación, ya que se genera un espacio donde el sentimiento de pertenencia

está presente y es compartido en conjunto con estas trabajadoras. A su vez, el intercambio

entre ellos genera la posibilidad de que el paciente pueda sentir que se da valor a su decir, y

84
lo moviliza momentáneamente del lugar de pasividad absoluta en la que se encuentra la

mayor parte del tiempo.

Vínculo con el psicólogo: Su accionar en el trabajo da cuenta del respeto a la

singularidad de cada sujeto y el reconocimiento de que, se debe poder garantizar el acceso a

todos los derechos que corresponden a los pacientes.

A su vez, puede verse el intento de crear la posibilidad de que haya una

recuperación de las redes vinculares, lo cual conduce a una externación efectiva.

Predomina un trabajo tendencialmente terapéutico. Esta postura vislumbra que no

se puede dar cuenta del padecimiento subjetivo y del posible tratamiento del mismo, desde

un solo abordaje, ya que la experiencia de su trabajo, como se lo ha visto en el caso de J,

tiene que ver con poder accionar de una manera que integra a su práctica, las actividades

reservadas a otros profesionales ausentes en la institución, como, por ejemplo, el trabajo de

un asistente social, entre otros.

La labor como psicólogo clínico en la institución, no se reduce a la atención en

consultorio, sino que trata de abordar diversas aristas para lograr la reinserción en la

comunidad del paciente, lo cual es favorecedor a la hora de llevar a cabo la externación.

Esta matriz es el sistema operativo de un Trabajador de Salud Mental y permite

intervenciones pertinentes en diferentes situaciones y contextos, estar a la altura de los

desafíos de los complejos e injustos tiempos en dicha institución.

Vinculo amoroso con P: El establecimiento de este vínculo posibilita que no se

tenga una absoluta percepción de autolimitación. A su vez, muestra que, en todos los casos,

85
la dimensión afectiva en las personas está presente y no debe quedar relegada. Rompe con

los prejuicios acerca de la infantilización, o la asexuacion de las personas con discapacidad,

y por lo tanto da cuenta de que es el entorno el que limita las posibilidades para el

encuentro amoroso, ya que la accesibilidad física no hace obstáculo. Además de ello, el

contar con un vínculo de esta índole, resulta favorecedor para el proceso de externación ya

que hace que esté presente el deseo, y el reconocimiento de que es un derecho no ser

privado de ello.

Los vínculos de amistad: Son definidos como favorecedores, ya que se evidencian

como sostén dentro de la institución, y a su vez, también podría decirse que son una guía

para el actuar en “el afuera” teniendo en cuenta que constantemente comparten experiencias

de lo que sucede cuando salen de “visita”, creando así la posibilidad en J, de visualizarse y

pensar en que podría hacer el, fuera de la institución e inserto en una familia y comunidad.

Vínculos en construcción con los familiares: Se percibe a ellos como

favorecedores al proceso de externación ya que, al tener este encuentro, J, pudo pensarse en

un papel activo, diferente a lo que ha vivido gran parte de su vida a causa de la internación

crónica. Ello se debe a que, en este espacio vincular, fue invitado a ser parte de una

construcción, construir su pieza, fue invitado a recordar su origen, pudo reconocer a sus

afectos, sus lugares, entre otros. Lo que genera un sentimiento de pertenencia que hace

cambiar su percepción, en relación a lo que es vivir en comunidad.

86
8. Discusión y Conclusiones

En el presente apartado se llevó a cabo por un lado la discusión, donde se

yuxtapusieron los resultados obtenidos en la presente investigación, con los datos obtenidos

de algunas de las investigaciones tomadas como antecedentes, que forman parte del estado

del arte.

Por consiguiente, se presentan las conclusiones, donde se arriba a la respuesta del

planteamiento del problema de la investigación.

8.1 Discusión

Teniendo en cuenta la investigación “gestión de modelos de externación de adultos

con alteraciones mentales y el impacto de la desinstitucionalización en la Argentina” se

plantea que se relaciona con los resultados obtenidos en el presente trabajo, en el sentido de

que, las conclusiones que hablan de una dicotomía existente entre dos sistemas de atención

en salud mental: por un lado el trabajo hospitalario y por otro el trabajo en la comunidad,

también puede verse reflejado en relación al trabajo institucional, en el caso abordado en la

presente investigación.

Se puede apreciar que está presente la prevalencia de un modelo medico

psiquiátrico de abordaje para la salud mental, dejando relegado el trabajo con la

87
comunidad, así como también la posibilidad de generar redes para un posible trabajo

intersectorial y comunitario.

A su vez, tanto en una investigación como en la otra, se puede dar cuenta que a la

hora de efectuarse una externación, es visible la falta de programas, de presupuesto para

ello y de un seguimiento en el “afuera”. Tanto en una como en otra, los resultados dejan ver

que los principales obstáculos para la reinserción social son: la estigmatización a causa del

diagnóstico impuesto, entendido este como un rotulo incapacitante; la organización no

particularizada de la institución en relación a tratamientos, actividades, medicación, entre

otros; y la gran asimetría que hay entre el paciente y el grupo de profesionales, la familia y

la cuestión judicial. Razón por la cual se produce una transinstitucionalización, es decir la

expulsión de un nuevo lugar a otro, sin un tipo de preparación enmarcado en un abordaje

terapéutico integral, lo cual puede verse en el presente trabajo con el caso de “J”.

Tomando a la investigación “Nueva ley de Salud Mental en Argentina: obstáculos,

oportunidades y desafíos para la externación de usuarios de hospitales monovalentes en la

Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)”, se infiere que lo planteado como conclusión

sobre que los obstáculos de mayor resistencia se vinculan a sectores corporativos

adherentes al paradigma tutelar manicomial y a modos de privatización institucional que

encubren el antagonismo a las modalidades comunitarias y la centralidad en los derechos

humanos de las personas con sufrimiento mental, están en concordancia con los resultados

arribados en esta investigación, ya que las practicas manicomiales y la vinculación de

paciente con estas, determina la dificultad máxima a la hora de la externación.

Por otra parte, se toma el aporte sobre las limitaciones existentes en las practicas no

manicomiales. En la investigación tomada como antecedente, se habla de ello en relación a

88
la imposibilidad interdisciplinar, en la presente investigación, además de estar ello presente,

también está la adecuación de las practicas mencionadas, al modelo manicomial, lo cual

puede verse en este trabajo en relación a lo expuesto sobre las actividades de labor terapia,

las cuales son generalizadas y no afines al objetivo de la preparación para la inclusión

social, así como también las actividades físicas que se realizan sin tener en cuenta las

particularidades que demanda cada diagnostico que posee un paciente.

El tomar como antecedente de esta investigación al trabajo “El desafío de la

inclusión en salud mental: análisis de un centro comunitario y su trabajo sobre los

vínculos sociales”, fue de gran aporte, ya que se expone como las actividades ofertadas por

el centro se dirigen a toda la comunidad, incluyendo a los usuarios de los programas de

externación, lo cual significa que el objeto de acción e intervención del centro no son solo

los usuarios externados, sino toda la comunidad. Dicho en términos de los fundadores del

programa: "no se trata de pedirle a la comunidad que sea solidaria con las usuarias y las

acepte, sino de ofrecerle a la comunidad actividades que sean de su interés, desde una

perspectiva de promoción de la salud". Lo cual marca el camino hacia donde debe dirigirse

todo tipo de programa de inclusión social. Teniendo en cuenta la presente investigación,

puede verse la ausencia de este tipo de actividades y abordajes inclusivos y comunitarios,

razón por la cual se toma a los datos antes mencionados como guía para una futura

implementación.

En el centro comunitario donde fue realizado el trabajo de investigación, funcionan

en paralelo actividades propias del componente de acompañamiento a la externación,

dirigidas exclusivamente a los usuarios: atención individual y grupal, asambleas de usuarias

y reuniones de equipo; con actividades dirigidas a toda la comunidad: talleres, cursos de

89
capacitación y actividades culturales. Todo ello, no sucede en la presente investigación

teniendo en cuenta el caso estudiado, ya que la mayoría de las actividades nuevamente

homogenizan, a la vez que infantilizan y son puertas adentro sin nada que los conecte con

el afuera.

En relación a la importancia de los vínculos en el proceso de externación, la

investigación tomada como antecedente, habla de la ventaja de la creación de estos, gracias

a su participación en el centro comunitario. La categoría de vínculos estuvo presente en

relación a la "gente", e incluyendo allí a los compañeros, profesores y demás personal del

centro. En relación a ello, en la presente investigación se puede ver la necesariedad del

establecimiento de vínculos, sus efectos positivos en relación al tratamiento y las

consecuencias del corte de alguno de ellos, como lo expuesto acerca de lo sucedido en el

caso de las cocineras y la posibilidad de vinculación con los pacientes. Es de destacar, que,

al contar con el soporte y el apoyo de un grupo, las personas tienden a padecer menos frente

a distintas situaciones de la vida cotidiana.

Por último, se tomó el trabajo “La salud mental en Córdoba: entre la sanción de las

leyes y su efectiva concreción”. Un punto central que remarca esta investigación es el rol

del Poder Judicial como un actor clave en el campo de la salud mental. Si bien la ley le

otorga el papel de garantizar derechos, en muchos casos su accionar sostiene prácticas que

perpetúan el modelo tutelar de atención. Ello puede verse en el caso abordado en la

presente investigación, teniendo en cuenta que la justicia tiene tiempos muy extensos que

van en detrimento con la externación e inclusión social.

90
En la investigación que se tomó como antecedente, se plantea que la Ley Nacional

de Salud Mental 26.657, profundiza su rol garante de derechos al reunir una serie de

condiciones inexistentes en la legislación local que dificulta su efectiva implementación.

Estas condiciones refieren, por un lado, a la posibilidad de monitoreo, seguimiento,

supervisión y evaluación de las transformaciones que debieran propiciarse en consonancia

con la Ley, tarea a cargo del Órgano de Revisión, y por el otro a la necesidad de contar con

una asignación y reorientación presupuestaria que contemple los plazos necesarios, tal

como lo proponen diversos organismos internacionales y se recoge en la ley nacional.

Condiciones que son vistas también en este trabajo de investigación, ya que, en la Ciudad

de Corrientes, lugar donde es hecha la misma, tampoco se cuenta con un Órgano de

revisión que pueda monitorear los casos de instituciones manicomiales existentes como el

caso en cuestión.

A su vez, esta investigación también muestra la necesidad de generar un acercamiento a la

organización del sistema de Salud Mental en la Argentina. Esta necesidad se funda en el

desconocimiento generalizado de dicha organización, sumado a la importancia de dar a

conocer algunos datos emergentes que reflejan diversas realidades institucionales.

Esta situación de desconocimiento puede entenderse en el marco de la reproducción

de la lógica manicomial que se sostiene, entre otras cosas, perpetuando silencios y

ocultamientos entre los muros. Posición que se comparte desde la presente investigación, ya

que es notorio el desconocimiento, y también sucede en este caso con la situación judicial

con J, situación de la que “nadie sabe nada” y se está a la espera del dictamen de una jueza.

Dictamen de algo que no se sabe que es, pero que hay que “esperar”. Sobre ello hay

desinformación por parte de enfermeros, profesores y demás trabajadores y a su vez del

91
propio paciente, sin que nunca se le explique motivos de esa eterna espera a la justicia que

nunca llega. A su vez, como consecuencia, hay ausencia de papeles, documentación, DNI,

entre otros, lo cual va en contra de la agilización del proceso.

Si bien cada una de las instituciones destinadas a la atención y al abordaje de la

salud mental tiene sus características y problemáticas particulares, el análisis de las mismas

se enmarca en un contexto donde se articulan diversas variables: políticas, sanitarias,

económicas, institucionales, sociales y legales, encontrándose las mismas articuladas, en su

mayor parte y más allá del esfuerzo de sus trabajadores, en una lógica manicomial que

produce, reproduce y perpetúa significados, significaciones y acciones vinculados al

encierro como único modo de operar y abordar los padecimientos mentales. Lo cual está

muy presente en este trabajo de investigación, ya que pueden verse los efectos de la

vinculación del paciente con estas prácticas, es decir, del vínculo con la institución

manicomial.

Teniendo en cuenta los tratamientos, esta investigación tomada como antecedente,

da cuenta de una realidad que puede verse también en el presente trabajo que aborda el caso

de J; muestra que, en la actualidad, existe una tendencia a reducir las causas de

padecimientos emocionales a cuestiones biológicas y neuronales. Esto trajo aparejado el

consumo cada vez mayor de psicofármacos. Las condiciones de esta aceptación, están

ligadas al poder que se perpetúa en la producción del discurso médico hegemónico y la

legitimación del tratamiento psicofarmacológico como primera alternativa a los

padecimientos subjetivos.

Otro aporte tiene que ver con el uso de la sala de contención, el cual también está

presente en el trabajo de investigación donde se aborda el cas de J. Se plantea que este uso,

92
tiene que ver con la idea de que está determinado por la ausencia de recursos humanos

encargados de generar la asistencia, el abordaje y las intervenciones en salud necesarias

para sobrellevar las llamadas “crisis psicomotrices” o “episodios psicóticos”, y como se ha

descrito en el caso de la institución de la cual se habla en el presente trabajo, los llamados

“Brotes” según los enfermeros. Es una práctica, que como se ha visto, esta naturalizada, se

privilegia ante cualquier situación de incertidumbre en la intervención profesional.

8.2 Conclusiones

Luego del proceso recorrido para arribar a esta investigación, es menester poder

abordar las conclusiones de todos los datos recolectados y analizados desde la teoría

planteada en el marco referencial teórico. Para ello se presenta el tema del planteamiento

del problema “Explorar el efecto de los vínculos en el proceso de externación de un

paciente con diagnóstico de retraso mental grave, parálisis cerebral, cuadriparesia

espástica y ceguera bilateral, institucionalizado de manera crónica, en una clínica de

modelo asilar-manicomial en la Ciudad de Corrientes”.

A partir de ello se pudo definir como conclusión que, los efectos de los vínculos en

el proceso de externación de un paciente con diagnóstico de retraso mental grave, parálisis

cerebral, cuadriparesia espástica y ceguera bilateral, institucionalizado de manera crónica,

en una clínica de modelo asilar-manicomial en la Ciudad de Corrientes, tienen que ver con

la influencia de ir en detrimento con dicho proceso, como lo es la modalidad de vinculación

con la institución y algunos actores institucionales como: enfermeros, profesora de labor

terapia y profesora de educación física, por quedar bajo la lógica manicomial impuesta, que

hace ver al paciente como incapacitado por su diagnóstico, leyendo una existencia que parte

desde ese rotulo, según el abordaje médico-psiquiátrico.

93
Por otro lado, los efectos tienen que ver con la influencia de resultar favorecedores

al proceso, como lo es la modalidad de vinculación con: el psicólogo, las cocineras, el

profesor de música, el vínculo amoroso de pareja, los vínculos de amistad y el vínculo en

construcción con los familiares, por resultar una hiancia en esa existencia rígida y poder

efectuar movimientos que fomentan la autonomía, el sostén, no solo de presencia, sino de

apoyo emocional y poder generar la conciencia de algún tipo de clan más allá del contexto

arrasador.

Para concluir, se vuelve a hacer relevancia en la importancia de las prácticas que se

llevan a cabo en instituciones de salud mental, en su efectividad y necesidad de adecuación

a las leyes vigentes y modelos de abordajes comunitarios, ya que su no implementación

tendrá como resultado coartar la posibilidad de inclusión social de las personas que han

sufrido internaciones crónicas en instituciones asilares para tratar su padecimiento mental.

94
9. Referencias bibliográficas

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Siglo XXI Editores.

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reforma del sistema de Salud Mental en Rio Negro. Buenos Aires,

Argentina: Lugar Editorial.

o Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con

Discapacidad. Nueva York, 13 diciembre del 2006 .Disponible en:

https://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf

o Coriat, E. (2006). El psicoanálisis de niños. De la Campana.

o Jaroslavsky, E. A & Morosini. I. (2012). El Vínculo en Psicoanálisis.

Recuperado de: https://www.intersubjetividad.com.ar/numero-6/el-vinculo-

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o Mannoni, M. (1964). El niño retardado y su madre. Paidós

o Lacan, J. (1964). Seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del

Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.


95
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Información Legislativa. Buenos Aires. 25 de noviembre de 2010.

o Pellegrini, J. L. (2005). Cuando el manicomio ya no está. San Luis:

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o Salvarezza, L. (1998). Psicogeriatría: Teoría y Clínica. Buenos Aires,

Argentina: Paidós.

o Ulloa, O. F. (2012) Novela Clínica Psicoanalítica: Historial de una práctica.

Buenos Aires, Argentina: Libros del Zorzal.

96
10. Anexo
Datos
Entrevistas con J:

1- Primer encuentro:
El primer encuentro con J fue el día lunes 25 de marzo del 2019 a las 16 30 hs. Al llegar a la institución y luego de
la presentación con el referente asignado al grupo de practicantes, el psicólogo de la institución, se realizó el
ingreso al patio donde se encuentran los pacientes. Fuimos saludando a cada uno, recorriendo el pasillo y las
instalaciones, direccionándonos hacia el fondo donde se encuentra la enfermería, y ahí estaba J, en una silla de
ruedas.
Al parecer, escucho la entrada del psicólogo y posteriormente a que lo saludara, J, expresa:” quiero hablar con vos,
me siento mal, yo tomo mi medicación, así no puedo vivir más “dejando salir un llanto angustiante.
Luego el psicólogo de la institución le dijo que estábamos nosotras, le dijimos “hola J” y en su cara se dibujó una
sonrisa. “Hola chicas” expreso, y cada una de nosotras se presentó con él. Una profunda angustia se hizo presente
luego de conocer el lugar y a los pacientes. Observamos a una paciente atada de manos caminando por el pasillo y
otra, en una silla aislada en el sum del establecimiento. A su vez, miradas perdidas de unos cuantos otros pacientes.
Una vestimenta precaria, mal puesta y mal acomodada. Al terminar la visita, ingresamos al consultorio del
referente, nos miramos las cuatro practicantes y dijimos como si antes nos hubiéramos puesto de acuerdo,
“venimos las cuatro juntas, dos veces por semana”. Salimos de allí tensas y sin saber bien que decirnos. Y el
encuentro con J, se convirtió en un compromiso para mí.

2- Miércoles 27-03-19
Ese día llevamos lápices de colores y hojas. La actividad planeada era dibujar. Todos pasaron a la sala y ahí estaba
Javi. Me acerco y le saludo.
Hola Javi! Soy Paula una de las chicas que te saludo la otra vez. ¿Cómo estás?

97
Ahhhhh yo ya te estoy conociendo eh !!!
P: ¿Cómo estas Javi?
J: Bien, ¿podemos hablar?
P: Si. Decime
J: Yo quiero saber cuándo me voy a ir. La jueza de menores va a venir el sábado. Ya estoy cansado.
P: ¿Sí? No sabía que el sábado venia
J: Si…
P: Te cuento que hoy con mis compañeras estamos haciendo un taller de dibujo. Querés dibujar?
J: Sí, yo dibujo.
(Fui a buscar un papel y un lápiz y se lo di. Sostuve el papel y puse el lápiz sobre su mano y mientras hacía
garabatos me contaba lo que iba dibujando y escribiendo.)
J: Mira estoy dibujando a Belén, mi amiga. Este dibujo es para ella. Escribí Javier mira. Mostrale a tu amiga.
P: Bueno, Carla, mira lo que hizo Javier.
J: Belén es mi amiga, me hizo una almohada de regalo.
P: ¡Qué bueno! ¿En la clase con la profe de manualidades?
J: Si. Almohadas, dibujar, hacemos educación física. Todo hacemos con la profe. ¿Vos sos psicóloga?
P: Soy estudiante de psicología. Nosotras venimos acá para hacer nuestras prácticas.
J: ¿Y cuándo te recibís?
P: En diciembre es la fecha en la que me recibo.
J: (Risas) ... ah, el título en diciembre.
P: Si, me van a dar mi título en diciembre.
J: (Risas)
P: ya nos vamos Javi, te veo la próxima vez que venimos. ¿queres?
J: Si Si. Búscame en el patio.

3- Lunes 29-03-19
P: Hola Javi, ¿Cómo estás?
J: Bien, ¿vamos a hablar? Vamos al consultorio.
P: Si. Nos dejan ir a la sala, ahí estamos solos, ¿te parece?
J: Si. Te quería decir algo en privado.
P: Decime. Estamos solos.

98
J: Yo, yo, estoy muy angustiado. Ya me quiero ir. Yo tomo la medicación todos los días, entre por voluntad propia,
no soy un delincuente, no soy un preso, ¿Por qué no me puedo ir?
P: ¿Te queres ir de la clínica?
J: Si. Acá me tratan mal, estoy muy flaco, la jueza me dijo “a vos no te dan de comer”. Le tengo que pedir frazadas
a la jueza, mandarle una nota. Porque necesito mis cosas, yo quiero cobrar mi pensión, arreglar lo de mi pensión,
¿viste?
P: ¿que tenes que hacer para cobrar tu pensión?
J: La jueza me tiene que dar. Ella viene el sábado, el domingo, ayer. Ella viene a ver mi situación. ¿vos cuando
venís?
P: Yo voy a venir dos veces por semana. Hasta fin de año en noviembre. Recién estamos empezando.
J: ¿Y para qué?
P: Para hacer nuestras prácticas. Conocerlos. Hablar con ustedes. También podemos hacer algunas actividades
como el taller de dibujo del otro día.
J: ¿vamos a hablar?
P: Si. Yo además de hacer eso, tengo que presentar un trabajo para recibirme. Podemos seguir hablando acá en la
sala, y lo que vos me cuentes va a quedar entre nosotros. Si vos me dejas escribir sobre las entrevistas, puedo hacer
mi trabajo sobre esto. Y si no queres, podemos seguir hablando igual, de todas maneras, lo que me quieras contar
queda entre nosotros. ¿Sabes?
J: Si, sí. Podes escribir. Yo también quiero escribir un libro. ¿pero qué tengo que hacer?
P: Si queres, me podés contar tu historia.
J: Si, yo te quiero contar mi historia, pero también la de Pato.
P: ¿Pato?... la chica ... (interrumpe)
J: Si Pato, la que se auto agrede, la que grita, Pato. Es mi novia.
P: ¿Es tu novia? No sabía. Qué bueno.
J: Si es mi novia. Yo estoy con ella, hablamos, no le gusta bañarse, llora llora, cuando le cambian el pañal llora, la
enfermera no puede porque ella grita. Nerviosa se pone. Yo le dijo Pato tranquila, acá estoy yo.
P: ¿y hace cuánto tiempo son novios?
J: Eh... hace dos meses... no, el año pasado cuando llegamos a la clínica.
P: Que bueno. ¿y pasan mucho tiempo juntos?
J: Si. Hacemos cosas.
P: ¿Qué cosas?

99
J: Como hacer el amor (murmurando)
P: ¡Esta bien!
J: (silencio)
P: ¿y tenes familia?
J: No. Quiero tener una mama y un papa para estar. Estoy esperando una familia adoptiva.
P: ¿y donde vivías cuando eras chico?
J: Vivía en el campo. Con mi familia adoptiva. Yo hacia todo, tenía que cocinar, lavar, mi mama no podía
conmigo, se ponía muy nerviosa por mi culpa.
P: ¿Por qué se ponía nerviosa?
J: Porque yo me drogaba, tomaba y eso en la calle.
P: ¿Por lo hacías?
J: Porque sí, porque yo me drogaba.
P: ¿Con que te drogabas?
J: Con cerveza, con vino, eso.
P: ¿y que te decían tus papas?
J: Nada. La policía me encontró y me trajeron.
P: ¿Acá a la clínica?
J: Si.
P: ¿Y dónde te encontraron?
J: En la calle.
P: Ah… Y ¿Cuándo fue eso?
J: Hace dos meses.
P: Ah... Bueno.
J: (Silencio)
P: ¿Me queres contar algo más?
J: Si. Lo del accidente.
P: ¿Qué accidente?
J: Cuando yo vivía con mis papas, andaba a todo pedo en la moto. Me revente. Me caí en la ruta, en la moto roja
que tenía.
P: ¿tenías una moto?
J: Si.

100
P: ¿Quién te la regalo?
J: Yo nomas tenia.
P: ¿y que te paso en el accidente?
J: Se hizo mierda la moto. Se rompió todo. Y yo quede así.
P: ¿Así como?
J: Y así. Como soy.
P: ¿Cómo sos?
J: Y así nomás.
P: Ah Bueno…
P: Javi, ¿vos cuantos años tenes?
J: Eh… catorce.
P: ah. Y ¿Cuándo es tu cumpleaños?
J: En Enero es mi cumpleaños.
P: Ah que bueno, entonces paso hace poco.
J: ¿y vos?
P: Yo tengo 22
J: ¿Y cuándo te recibís?
P: Tengo que recibirme en diciembre.
J: (Risas)… ah entonces en marzo cuando yo me vaya y vos te recibas, voy a dejar un cuidador para Pato acá.
P: ¿Dónde vas en marzo?
J: voy a hacer algún viajecito. Tengo ganas. La jueza ya me va a dejar salir, pero no quiero que Pto quede sola, le
cuidan mal, las enfermeras, todo… voy a poner un cuidador.
P: y ¿Pato sabe que te vas?
J: Si, ella sabe. Esta contenta, suerte mi amor, dice. (Risas)
P: Que bueno Javi. ¿Ya es la hora de irme sabes? Hablamos la próxima.
J: Si Bueno.

Lunes 08-04-19
P: ¿Hola Javi como estas?
J: Hola sí. Vamos a hablar allá. Vamos al consultorio.
P: Háblame yo te escucho, estamos en el patio pero estamos solos. Hoy no podemos ir a la sala.

101
J: Sabes. Estuve re angustiado. Re angustiado porque me quiero ir. Quiero contarte en privado algo.
P: Decime Javi, yo te escucho.
J: Estoy cansado de estar acá. Ayer … escúchame... escúchame. Ayer. Para. Ayer vino la jueza, le pedí abrigos y
frazadas. Nada me trajo.
P: Le pediste ¿y que te dijo la jueza?
J: Le pedí a la jueza frazada y abrigo. Porque nada tengo. Le conté yo a las enfermeras que estoy angustiado, estoy
muy angustiado.
P: ¿Estas angustiado porque queres irte?
J: Si. Nati me dijo que aguante… que aguante más. Tenes que aguantar Javi, me dijo.
P: (Silencio)
J: Escucha esto... escucha.
P: Decime yo te escucho.
J: Anoche soñé por primera vez con vos.
P: ¿Que anoche soñaste por primera vez conmigo?
J: Si
P: ¿Y qué soñaste Javi?
J: Que me dijiste que aguante.
P: ¿Qué aguantes qué?
J: Que me dijiste que aguante. Que me dijiste que aguante. Que me dijiste que aguante. (repite varias veces)
P: Bueno, está bien Javi. ¡Tengo algo para contarte!
J: ¿Qué cosa? (Risas)
P: La semana que viene festejamos el cumple de Fátima acá, en la Clínica.
J: ¿Qué? (risas) ¡otra vez tengo que ir al cumpleaños!
P: Si. ¿No te gusta? ¿Te divertiste en la fiesta que hicimos la otra vez?
J: Si. mi cumpleaños quiero hacer. Para despedirme de mis compañeros. No me quiero ir de golpe.
P: ¿No te queres ir de golpe?
J: No, me quiero despedir.
P: ¿Cuándo es tu cumple?
J: En enero
P: ¡Ah en enero, ¡falta mucho!
J: Nono, es en agosto

102
P: Ah que bien. El mío también
J: (risas) y que ¿lo vas a festejar acá?
P: Si por qué no, podemos hacer algo acá en la clínica.
J: ¿y cuando te recibís?
P: Yo me recibo en diciembre.
J: ¡ah sí! Yo me recibo en diciembre (repite)
P: (silencio)
P: ¿vos que queres hacer para tu cumple?
J: Quiero ir al shopping. Le invite a Alejandro, pero no tiene nafta. quiero hacer en el shopping con las cocineras y
las enfermeras.
P: ¿Y tus amigos de acá?
J: Si también con mi junta
P: Qué bueno, vamos a ver si podemos ir. Tenemos que hablarlo con Ezequiel.
J: Sí, tenemos que hablarlo con Ezequiel. Yo voy a tener una moto
P: ¿Una moto?
J: Si una moto roja. Yo ando en moto a toda puta (risas)
P: ¿Pero Javi… vos no me dijiste que te habías caído de la moto?
J: Si yo me caí, me pegué un palo (risas)
P: ¿Y qué te paso?
J: Y se me rompió la moto, le dije al chico que me tuvo que arreglar toda la moto, al mecánico.
P: ¿Pero a vos que te paso?
J: Y perdí la moto …
P: Bueno Javi, ya me tengo que ir. Hoy vinimos una hora nomas. Pero te veo el lunes ¿te parece?
J: El lunes... mañana.
P: No, faltan unos días para el lunes. Así que nos vemos, ¿sabes?
J: Si, vos búscame yo voy a estar a las 5 en el patio.
P: Bueno Javi nos vemos.

Lunes 13-05-19
P: ¿Hola Javi como estas?
J: Hola tengo algo para contarte.

103
P: Decime
J: El sábado viene la jueza y me voy a ir
P: ¿El sábado viene?
J: Si boluda…
P: Que bueno. ¿Y vos como estas?
Bien. Estoy angustiado, a veces a la noche lloro. Duermo con caniche y dos más. Me dicen que aguante. Yo me
angustio mucho.
P: ¿Por qué lloras?
J: Yo quiero irme de acá. quiero estudiar. ¿Vos sos psicóloga?
P: Yo soy estudiante, todavía no me recibí.
J: ¿Cuándo te vas a recibir?
P: Si todo sale bien, me voy a recibir en diciembre.
J: En diciembre (risas) wee. Ya te vas a recibir. quiero ver ese título. Te quiero ver con el título. (risas)
P: ¿Me queres ver con el título?
J: Si (Risas)
P: Yo también, ¡no veo la hora!
J: Yo quiero ir a una escuela. Quiero pedir permiso para salir. A una escuela pública. Quiero estudiar como vos.
P: ¿qué te gustaría estudiar?
J: Abogacía
P: ¿Abogacía? ¿Por qué?
J: porque quiero aprender a leer.
P: Que bueno. Estaría Bueno. Tendríamos que hablarlo con Ezequiel.
J: ¡Si!
P: bueno Javi, ya me tengo que ir
J: ¿A dónde?
P: me tengo que ir a mi casa. Me queda un poco lejos, tengo que tomarme dos colectivos.
J: (Risas) bueno el sábado nos vemos
P: el miércoles vengo yo ¿sabes? Casi siempre venimos lunes y miércoles
J: ahh… sí.
P: Bueno Javi, nos vemos
J: si chau, que te vaya bien.

104
Miércoles 17-05-19
P: Javi ¿Cómo estás?
J: Bien, todo bien. Estoy esperando novedades de la jueza. Para saber cuándo me voy. Me quiero despedir antes
para no irme de golpe.
P: ¿de quienes te vas a despedir?
J: De caniche. Es mi amigo, cuando me lleva en la silla y dormimos en la pieza, con miguel también dormimos.
P: ¿Quién es caniche, Claudio?
J: (Risas) Si. Yo le puse ese nombre, “caniche”, (risas) por el pelo...
P: ¡Esta bueno!
J: ¿Sabes? Estuvieron hablando mal de vos
P: ¿estuvieron hablando mal de mí?
J: Si, hablaron (murmurando)
P: ¿Quiénes?
J: y acá estaban hablando mal de Paula.
P: ¿y que decían?
J: que no ibas a venir, no sé qué,
P: ¿Qué no iba a venir a la clínica?
J: sí.
P: ¿Y por qué decían eso?
J: no sé, ¿Por qué decían eso?
P: Yo voy a venir a la clínica hasta noviembre, ¿te acordas que te dije?
J: ah sí. Hasta noviembre. ¿Viste lo que le hicimos a Ezequiel?
P: No, ¿qué le hicieron?
J: Con Belén. Le hicimos una cartita. Le pusimos Ezequiel te quiero mucho. ¡Le encanto!
P: ¡Qué lindo!
J: Te quiero hacer una a vos
P: ¿Una carta?
J: Un regalito.
P: ¿Qué regalito?
J: No sé, ¿qué puede ser?

105
P: No sé, lo que vos quieras
J: No sé, lo que vos quieras
P: Bueno, después lo vamos a ver
J: Ah, ¡Sí!
P: Bueno Javi, Ya me tengo que ir. ¿Nos vemos la próxima?
J: Si. Vos búscame en el patio yo estoy listo a las 5.
P: Bueno, ¡nos vemos!

Lunes 20-05-19
P: ¿Hola Javi como andas?
J: Bien. vamos, vamos al consultorio tengo que hablar con vos. Decirte unas cosas.
P: Vamos a la sala ¿queres? le pido al guardia que venga para llevarte
J: Si... Fernando, ¡¡¡veni!!!!
P: Bueno Javi, decime, yo te escucho.
J: Bueno... mira. estoy con ganas de hacer un dibujito antes de irme. Además, se enteraron todos...
P: ¿De qué se enteraron?
J: Eh... la jueza, la otra jueza. Le mande la nota. Primero le dije que querían darme el alta (expresión de sorpresa)
¡y yo no tengo ni familia ni papa! le dije, le dije. Espérenme que hable con Sala (psiquiatra) a ver si puedo salir.
P: ¿No tenes familia?
J: No.… escucha. Ayer a la tarde te extrañe. y además no tengo tu numero boluda.
P: ¿Me extrañaste?
J: Si te extrañe. Yo estuve jugando con el gatito... le pisé sin querer (risas). Yo sé lo que es lo más importante. Lo
más importante, yo quiero lo mejor para vos. Lo más importante es estudiar. Me lo dijo Nati.
P: ¿Por qué pensas que lo más importante es estudiar?
J: Porque yo quiero hacer mi viaje. Viste que yo te dije
P: Si, me acuerdo de que vos queres estudiar, viajar, me lo contaste.
J: Si yo de acá me quiero ir. Además, acá no se puede. Acá, dicen acá, no podes tener el tratamiento que vos queres
porque vos estas acá por juzgado.
No podes hacer el tratamiento que queres
P: ¿Qué significa que estas por juzgado?
J: que encontraron una excusa

106
P: ¿Que excusa?
J: A la tarde me dicen que no como… ayer me contaron que me hace falta.
P: ¿Que te hace falta?
J: Yo le dije que quiero salir el fin de semana. Pero la jueza me dijo ya vas a tener una familia quédate tranquilo
vos. Le dije a la jueza ya no aguanto mas
P: ¿Una familia?
J: Si. El gatito es de todos ¿viste? cariñoso es.
P: Si, es muy lindo lo vi.
J: Yo no entiendo porque estoy acá. Yo soy bien sano entendes. quiero trabajar, estudiar, entendes.
P: Si te entiendo.
J: ¿Viste que le pise al gato?
P: Si, pero lo pisaste sin querer ...
J: Me quiero ir a mi casa... (llanto)
P: ¿Te queres ir a tu casa?
J: Si, no me gusta este lugar. Te tenes que levantar a las 1 porque la otra grita. ¡Escuchar el grito medicación! A las
tres después a merendar, me maltratan, me dicen cosas.
P: ¿Que te dicen?
J: Te mezquinan... las cosas, la comida. A las 3 30 te mezquinan de nuevo.
P: ¿Te mezquinan la comida? ¿Vos te quedas con hambre?
J: Si te mezquinan todo. Y la comida es muy salada. yo quiero comer otras cosas.
P: ¿Qué otras cosas?
J: No sé ... una fruta, una banana. Otras cosas.
P: ¡Sí! Estaría bueno comer otras cosas
J: ¿Le pise al gatito viste?
P: Si, me dijiste
J: Él es como un bebe acá
P: ¿El gatito?
J: Si... ¿sabes qué?
P: ¿Qué?
J: Me entere cosas.
P: ¿Que te enteraste?

107
J: Me entere que me caí de la moto, todo me entere por la jueza. Pobre gatito le pise el pie (risas)
P: ¿Que paso con la moto?
J: Hice la denuncia y tengo que ir a declarar ...
P (Silencio)
J: ¿Viste el día que trajeron la música ‘?
P: Si, el viernes
J: Bueno. pato no puede estar con nosotros.
P: ¿Por qué no puede?
J: ¡Pato es no vidente, se pega, se auto agrede, ay dios mío! Se lastima toda la cara. Vos tenes que ver como tiene
su cara.
P: ¿sabes por qué se lastima?
J: Porque ella es así, ¡se lastima!
P: ¿Ah sí?
J: Si. además, estuve pensando, yo no tengo maldad. no le hago daño a nadie. Al gato yo lo pise sin querer.
P: Si, puede pasar que le pises sin querer.
J: ¿Sabes lo que me dijo Nati?
P: ¿Qué?
J: Que pato no puede estar con ustedes ¡les altera la música!
P: ¿qué a todos le altera la música? ¿eso te dijo?
J: Si
P: ¿A vos te altera?
J: No. a mí me gusta la música ... no es que me altera, yo no voy a pegar. me gusta la música.
P: Yo no sé si a todos les altera. habría que preguntarles.
J: Yo le digo a pato ¿vos queres estar conmigo o qué? Si me dice, pero no me dejan estar con vos, sos peligroso.
Nati me dice ¡no te quiero ver con javi porque es un chico de minoridad! Ahí me enojé, no le dije nada más a Nati
P: ¿Y que te dijo Pato?
J: Me dijo quiero estar con vos, algo distinto, afuera. Acá no porque la música nos altera. Nati dice ¡no te podés
juntar con la psicóloga! Yo me levanto llorando por vos a las tres, porque no puedo estar con pato. ¿Viste que pise
al gatito?
P: Sí
J: Me quiero ir a mi casa(llanto), no me gusta este lugar tenes que levantarte a las 1porque la otra grita, escuchar el

108
grito ¡medicación! a las tres a merendar. Me maltratan, me dicen cosas.
P: ¿Qué te dicen?
J: Yo me quiero alejar de toda esta gente, a un pueblo que sea bien en el centro. Yo quiero alejarme de toda esta
gente de porquería. me duele que me alejen de pato. Ella perdió el ojo. Le meo una cucaracha y estuvo mucho
tiempo en terapia.
P: ¿Cuándo le paso eso?
J: Antes ¿y quién se preocupó? Yo.
P: ¿Y sabes cómo fue que le paso eso?
J: A ella le encontraron en la basura, yo lo sé. La enfermera lo dijo. Yo necesito que alguien la lleve al oculista, que
camine, que este conmigo. No la voy a dejar tirada acá. Quiero que se opere, que camine y que este conmigo.
P: No sabía que eso le paso a Pato. ¿Tiene que operarse para recuperar la vista?
J: Si, para que vea. ¡Hoy me dijeron que es el cumple de Fátima, y yo, y yo, no puedo comer dulce y me encanta!
P: ¿Por qué no podes comer?
J: Porque no me dejan ¿sabías algo?
P: ¿Qué?
J: Tus compañeras me llamaron todo el fin de semana. ¡No hables!
P: ¿Ellas te llamaron?
J: Si
P: ¿Y qué te dijeron?
J: Nada que yo soy así, no me junto con nadie ahora.
P: ¿Por qué?
J: Porque no, así soy yo… estuve pensando anoche en vos.
P: ¿Qué pensabas?
J: Si.. esta no me llama... al rato me mandaste ¡aguanta que mañana voy! (risas), Menos mal que viniste ¡sino me
mataba! (risas)
P: ¿Por qué pensaste eso?
J: porque pensé eso.
P: Bueno Javi, tengo que irme. ¿Nos vemos la semana que viene te parece?
J: Si, búscame nomas
P: Nos vemos

109
Viernes 26-06-19
P: ¿Hola Javi, como estas?
J: Bien, ¿Y vos como estas?
P: yo estoy bien, pero vos ¿tenes algo que contarme?
J: ¿tus trabajos para la facultan cómo están?
P: Bien, está todo bien. Contame vos.
J: No sabes boluda (risas)
P: ¿Que paso? ¡Contame!
J: Vino mi papa, mi mama, lloramos de emoción. Me quieren llevar y yo me quiero ir.
P: ¿Te queres ir con ellos?
J: Si, ese día me largue a llorar de la emoción
P: ¿Y de que hablaron?
J: Te quiero mucho, estamos haciendo papeles para que te vayas. ¡recién el lunes me puse a llorar! Yo dije, Paula
se fue porque vinieron mis padres.
P: ¿Yo me fui porque vinieron tus papas?
J: Si …
P: ¿Por qué pensas eso?
J: Si... además, no sabes. Se le rompió el corazón a mi mama. Lloro de la emoción. Yo ya lo se
P: ¿Que sabes?
J: Ezequiel me dijo que voy a salir
P: ¿A dónde?
J: A mi casa. Vino tu papa y vinieron, tocaron timbre. Yo me estaba bañando. Entonces me puse la camperita Salí.
no sabes, mi mama me miraba tanto.
P: ¿Cómo te miraba?
J: Me miraba librada
P: ¿Librada?
J: Si. Mi mama librada y mi papa tito.
P: ¿Así se llaman tus papas?
J: Si. Ahora yo estoy tranquilo.
P: ¿Por qué te sentís tranquilo’’?

110
J: Ya le conté a todos, a Naty, a Zulema, a Belen. ¡ah bueno! (risas)
P: Que bueno Javi. ¿Y qué hicieron durante la visita?
J: Ellos me dieron de comer me dejaron plata para comprarme cositas. Galletitas. Mis hermanos no pudieron venir.
P: ¿Por qué?
J: Te cuento de Priscila
P: ¿Quién es?
J: Una compañera mía de bs as, mis papas le avisaron que estoy acá. Me va a venir a ver. Ellos me dijeron vos estas
distinto, cambiaste.
P: ¿Que cambiaste?
J: No se
P: ¿Y qué te dijo Pato del encuentro con tus papas’?
J: A pato no le conté todavía. no le puedo contar cosas mías porque se va a largar a llorar.
P: ¿Por qué se va a largar a llorar?
J: No sé, así es ella llora. Escucha esto
P: ¿Qué?
J: Te invito a comer un asado
P: ¿Un asado?
J: Si, tomate un remis y anda. ¡Trae el título, yo no tengo problema! (risas)
P: ¿Que vaya cuando me reciba? ¿Y dónde es el asado?
J: Si, en mi casa, yo soy de Ituzaingo. Tengo que comer, mi mama me vio y dijo este esta re flaco. No te dan de
comer.
No te dan de comer en la clínica. No …además, no sabes. Tengo más familia, mi tía y mi sobrina
P: ¿Tenes una tía y una sobrina?
J: Si, son de chaco… ah no, de buenos aires.
P: Que bueno, ¿qué sabes de ellas?
J: El día que vinieron mis papas fue bien recibido. Me estaban queriendo llevar de alta, les dije sí. Después ese día
baje y te vi a vos. Dije” esta paula se enojó”
P: ¿Por qué pensas que me enoje?
J: Porque tarde en bajar.
Silencio…
J: No soy hijo único. Tengo 6 sobrinos, uno está por estudiar medicina, y yo para salir tengo que esperar una

111
audiencia del juzgado.
P: ¿Estas esperando eso?
J: Si, te cuento. Cuando vi la combi llegar. ¡Me morí del susto! No sabía que iban a venir. No sabes mi mama me
quiere mucho. ¡Mi papa… pegado a ellos! Me llaman a las 6 jodiendo las pelotas (risas)
P: ¿Te llaman? ¿Qué te dicen?
J: Si, algo me paso. Jesús me mando a mi papa y a mi mama. algo me paso en el camino.
P: ¿Qué fue lo que te paso?
J: No sé. Voy a extrañar
P: ¿Que vas a extrañar?
J: A Ezequiel, a carla, a vos. Es un momento difícil. Pato no sabe, no le quiero contar.
P: ¿Por qué?
J: Porque le conté a mi papa que estoy enamorado de otra persona. Con pato no quiero estar más.
P: ¿Por qué?
J: Porque no. No sabe
P: ¿Y quienes saben que te vas?
J: Sergio, pedro, belén.. las cocineras. Ellos saben y me van a hacer una despedida. A Claudio recién le conté
anoche. Voy a llorar. Yo no sabía qué hacer cuando vinieron mis papas. Le pedí a la virgen que no me separe de
ellos. Para que me dé un antibiótico para irme, si me pasa algo a la noche, si toso a la noche, ellos no tienen auto.
P: ¿Pensas que si te pasa algo a la noche no tienen vehículo para llevarte a la clínica?
J: Si. Yo siempre viví así. Antes estaba en el cotolengo de Itati. ¡Ese día que vinieron solté la memoria!
P: ¿Cómo soltaste la memoria? ¿De qué te acordaste?
J: Que yo viví con ellos. Antes tenía caballo, le daba agua, le llevaba al rio. Tengo hermanos y sobrinas, se llaman
milagros y Abigail.
P: ¡Qué bueno, te acordas de ellos ‘?
J: Si estoy contento
P: ¿Por qué?
J: Esta muy bien que te recibas porque te necesito más que nunca.
P: ¿Por qué pensas eso?
J: Porque sí. Además, me quiero cambiar el nombre.
P: ¿Porque queres cambiarte el nombre?
J: Porque no me gusta. Quiero cambiar mi nombre y ser un hijo adoptivo.

112
P: ¿Como un hijo adoptivo?
J: Si, con otro nombre.
P: ¿Cómo te queres llamar?
J: Hijo adoptivo.
P: ¿Hijo adoptivo? ¿Por qué?
J: Ya sabes…
P: Silencio.
J: Y ahí ya no me vas a encontrar. No... mi papa sabía que me faltaba algo
P: ¿Qué cosa?
J: Esto… (señala). Alpargatas.
P: Que lindas, ¿te las regalo?
J: Si ...mi papa es gordo y panzón. Te dije, yo ya me quiero ir. Nati me dijo aguanta.
P: ¿Ya queres irte a tu casa?
J: Si, para disfrutar tengo que comer solo.
P: ¿Cómo?
J: Si...
P: Bueno Javi, no me puedo quedar más tiempo. ¿Nos vemos la semana que viene?
J: Si, ¡ Fernando!
P: Lo llamo a Fernando para que te busque.
J:Bueno , chau nos vemos mañana .

03-07-19
P: Hola javi, ¿cómo estás?
J: Mas o menos
P: ¿Que paso? ¿Te gusto el festejo de cumpleaños?
J: Si. pero otras cosas
P: ¿Que paso?
J: Las transformaciones no me gustan a mi…
P: ¿Las transformaciones?
J: Si
P: ¿Cuáles?

113
J: Ya sabes …
P: ¿Por qué no te gustan? (asumí que se trataba de su externación)
J: Soy así. ya sabes por qué.
(Tuvimos que cortar la entrevista por ser hora de la medicación antes de ir a las habitaciones a dormir)

16-08-19
(Javi llega en una silla nueva.)
P: Hola Javi, ¿y eso? ¿Tenes una silla nueva?
J: Si, hoy me trajeron me quería morir. (risas)
P: ¿Estas contento?
J: Si. Además, la silla tiene herramientas. Si se rompe, la podemos arreglar. Además, te juro, si no venía me estaba
por matar.
P: ¿Que paso?
J: Vamos a hablar con mis papas. Yo no quiero estar con ellos.
P: ¿Por qué?
J: Quieren venir el finde ¿qué hago? Tengo que hablar con ellos ¿o qué?
P: ¿Con tu familia?
J: Si
P: ¿Y vos que queres hacer?
J: Ezequiel me dijo que tengo que aguantar. Que espere mi justicia. Mientras tanto miro la novela con zule. Lo que
yo quiero es estudiar.
P: ¿Que queres estudiar?
J: Educación física
P: ¿Por qué?
J: Porque es más respetuoso.
P: ¿Cómo respetuoso?
J: Si porque vos si sos eso manejas a todo el personal.
P: ¿Hacen eso los profesores de educación física?
J: Si. yo no hago educación física con la profe
P: ¿Por qué?
J: Porque si salgo. Después me confundo todo el camino para volver. Estuve pensando en vos.

114
P: ¿Que pensaste?
J: ¡Ay, le estaba extrañando a mi chiquita!
P: ¿Eso pensaste?
J: Si. no tengo mucha familia
P: ¿Quiénes son tu familia?
J: Tíos no tengo. Tengo una tía de bs as. A mis papas y dos hermanos. Pero ellos viven a parte. Mis hermanos
tienen pareja.
P: ¿Los conoces a tus hermanos’?
J: Mis hermanos me quieren llevar. ¡Mi mama no puede cuidarme!
P: ¿Por qué no puede’?
J: No puede ella. Mi papa o tiene trabajo. Mi mama tiene cuarenta años ya.
P: Tu papa no tiene trabajo, ¿por eso no pueden cuidarte?
J: Si, tienen que pagar cuentas, tienen que pagar la casa.
P: ¿Ellos te contaron eso?
J: Si, además mis otros familiares tienen su casa.
P: ¿Que familiares?
J: Ehh… mis hermanos.
P: ¿Cómo se llaman tus hermanos?
J: Maquitos … y. se llama maquitos yyy. Se llama. El otro hermano es rubio, alto, parecido a mí. También mis
sobrinas, son parecidas a mí. Van a llevar mi apellido.
P: ¿Tenes dos sobrinas?
J: Si, una nena y un varón.
P: ¿Y por qué van a llevar tu apellido?
J: Porque se parecen a mí. Además, sabes una cosa.
P: ¿Qué?
J: Pato me dijo que quiere hacer el amor.
P: ¿Eso te dijo?
J: Si. Le hable de vos.
P: ¿Que le dijiste?
J: Paula es estudiante. Paula es estudiante… voy a extrañar.
P: ¿Que vas a extrañar?

115
J: Voy a extrañar cuando me vaya. A belen, a Zulema. A pato, ella siempre me espera a mí. Escucho sus gritos, que
se altera, y tomamos la leche a las 5.
P: ¿Le dijiste que te vas?
J: Si. Se puso re contenta. Le dije que mi papi está trabajando.
P: ¿De que trabaja?
J: Es camionero. ¡Mira si agarra la camioneta y me viene a buscar!
P: ¿Que va a pasar?
J: Nos vamos ¡a otro lado!
P: ¿A qué lado?
J: A una casa, no, a una clínica
P: ¿Alguna vez viviste en una casa?
J: No, estuve en el cotolengo, en el hospital llano, en el hospital vidal, aca, todos lados.
P: ¿Y en tu casa no?
J: No… por eso me quiero ir.
P: ¿Y cómo te vas a sentir en tu casa?
J: Bien. Pero yo voy a extrañar todo.
P: ¿Qué?
J: La comida de Tomasa. Los postres. Todo. Pero ya era hora de que me vaya. Mi papa me necesita para hacer la
piecita.
P: ¿Que piecita?
J: Donde va a ser mi lugar para dormir.
P: Que bueno. ¿Y cómo es tu relación con ellos ahora que los conoces?
J: Con mi papa re bien, con mi papa se habla de la familia. Con mi mama bien, ella se ríe y yo también. Además,
yo llegue acá por una conversación familiar.
P: ¿Como una conversación familiar?
J: Una conversación familiar que yo no podía resolver.
P: ¿De que se trataba esa conversación?
J: De que yo no les veía a mis papas.
P: ¿No?
J: No.… pero ahora vamos a vivir juntos.
P: ¿Y cómo pensas que va a ser eso?

116
J: Yo voy a cocinar, voy a lavar la ropa. vamos a estar todos unidos en mi casa. A veces no podemos por cuestiones
familiares.
P: ¿Y qué va a pasar con tu relación con Pato?
J: Con Pato todo bien. Pero le quiero dejar un poco
P: ¿Por qué?
J: Porque sí. paso algo que tenemos que resolver nosotros.
P: ¿Me queres contar’?
J: Si, te quiero contar. Si yo me voy, ella queda sola. Prefiero que quede sola hasta que yo vuelva. ¡ay a pato la amo
con toda mi locura! Anda nomas mi amor vos, pero trae plata (risas)
P: ¿Eso te dice?
J: Si. a ella nadie la visita, pero la amo. Ella es como mi hermana para mí.
P: Silencio… bueno javi, ya me tengo que ir. ¿Te veo la semana que viene?
J: Si nos vemos, chau

Entrevistas a profesionales
Lunes 22-04-19
Se asistió a la clínica de Salud Mental Corrientes, con el fin de realizar entrevistas a todo el personal que se
encontraba en la institución por la tarde.
Se inició con las entrevistas a las cocineras, luego al personal de administración, a las enfermeras.
Pasantes: ¿cómo se llaman? ¿hace mucho están en la clínica?
Ambas cocineras se presentaron. Tomasa esta hace 11 años en la clínica y Graciela esta hace 9 años.
P: ¿Podrían contar como se inició la clínica?
Graciela: La clínica esta desde el 2010, desde abril de ese año. Estaba por Junín y se tuvieron que trasladar alejados
de la ciudad.
P: ¿ustedes tienen contacto con los usuarios?
Tomasa
P: ¿y ustedes se encuentran cómodas en este lugar?
Graciela: Si, a la tarde se trabaja mejor es más tranquilo, a la mañana hay mucho personal, entran y salen es mucho
más movido.
P: ¿A qué hora ingresan? ¿Cómo es su labor acá?
Tomasa: nosotras entramos de 17 hs a 20:45 hs pero las veces que va a haber algún evento o que la comida requiere

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más tiempo venimos a las 16 hs, o sea una hora antes.
Graciela: ellos cenan después de la medicación, esta se reparte a las 19:30 por ahí, ellos ya saben todos los horarios
y se van acomodando o haciendo fila. Ellos ya entienden todo. Después que cocinan ellas limpian, ya que deben
dejar la cocina limpia al turno siguiente, es decir a la otra guardia. Por cada turno hay dos cocineras, dos a la
mañana y dos a la tarde.
P: ¿y el desayuno y merienda quien se encarga?
Graciela: de eso se encargan las mucamas. Nosotras solo nos encargamos de la cena y el próximo turno del
almuerzo.
P: ¿cómo hacen con la mercadería? ¿les hace falta algo?
Graciela: generalmente tenemos todo o nosotras nos arreglamos, nunca se llega a la comprar del mes, pero
intentamos que se pueda hacer las comidas.
P: ¿ustedes tienen un menú definido para cada día?
Graciela: si, la doctora hace el menú, tienen menú para los diabéticos, etc. Cada día ellos tienen una comida
definida, porque a ver mamitas, ellos no están enfermos del estómago ellos están enfermos de la cabeza, su único
problema es la comida, que otra cosa les puede preocupar, en su cabeza es la comida. Ellos, no sé porque, pero
están pendiente de la comida no más, su única preocupación es la comida y ahí quedo todo, ellos no entienden nada
de lo que pasa afuera, no se preocupan por si el dólar aumenta, o los precios, ¡no! solo piensan en la comida que
van a comer.
P: ¿y el baño quien lo realiza?
Graciela: el baño lo hace la asistente de geriatría, ellas vienen de lunes a lunes a las 6 de la mañana y les baña a
todos.
P: ¿y con las ropas, quien se encarga de su lavado?
Graciela: Depende, los chicos que son de minoridad y familia, se manda al lavadero para que se lave, suele venir el
camión a buscar la ropa. Y los que tienen la familia supuestamente vienen ellos a buscar la ropa y llevan a lavar.
P: ¿cómo se llevan entre el personal?
Graciela: bien, nos llevamos bien entre nosotras, si bien no salimos más porque nos dieron la orden de permanecer
acá es nuestro lugar de trabajo, no tenemos por qué salir. Entonces no se causa conflicto con nadie. A la mañana
esta Roxana que es la jefa y nos llevamos bien, con ella pedimos los francos, porque trabajamos de lunes a lunes y
un día tenemos franco pero a veces que uno quiere salir un día en especial entonces le avisamos con tiempo y ella
no tiene drama.
P: ¿si pudiera cambiar algo, que le gustaría cambiar acá dentro?

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Graciela: quisiera cambiar cosas como que el de seguridad si se cae alguno de los chicos no los levanta, Tomasa
siempre le dice levántale a tu “cherapicha” y él dice ese no es mi trabajo. Y Tomasa se enoja por eso, como no le
va a levantar si es una persona. Por ahí esas cosas son más humanas que a uno le sale hacer entonces no se puede,
eso es lo que no nos gusta.
Y otra cosa es que nos gustaría una cocina más moderna, es decir hay cosas que se podrían agregar a la cocina para
que no se pierda tanto tiempo, y se gane energías.
P: ¿Vivieron alguna situación que no les haya gustado en la clínica con algún paciente?
Graciela: No. Hay que saberles manejar. El único violento de la clínica es …. los demás son obedientes. Además,
a nosotros nos ampara la ley hospitalaria. Trabajamos bien acá.
P: Bueno, muchas gracias por el tiempo.

Enfermeros
22-04-19
Pasantes: ¿Cuál es su rol dentro de la clínica?
Enfermera: Es cuidar la integridad, al menos tratar de calmarlos o controlar, tampoco soy mago medicando.
P: ¿cómo es su rutina?
Enfermera: A la mañana vienen unas asistentes de baño y están los otros enfermeros y a la tarde la enfermera hace
la rutina y medicamenteo.
P: ¿cómo es el tipo de medicación?
Enfermera: y tenemos esta carpeta (señalando una carpeta con hojas donde está la medicación de cada uno, justo
cuando llegamos ella estaba dividiendo en vasos las pastillas que tienen que tomar cada usuario) la psiquiatra anoto
que medicación es para cada uno y yo los separo y pongo en estos vasos así ellos después hacen fila y vienen a
tomar la medicación.
También le suelo entregar los cigarrillos a la hora que se acuerda darle y es uno para cada uno, acá en esta caja
están guardadas las cajitas de cigarrillos con el nombre de cada uno de los que compra su familia.
(Mientras se estaba dando la entrevista, interrumpe una paciente y grita, en eso aparece otra paciente y la primera la
empuja a la segunda, razón por la cual comienzan los gritos. A su vez, entra una paciente a servirse agua, y la
enfermera le expresa “no, ahora no estoy hablando con las chicas retírate”)
P: ¿usted vivió alguna situación que no le haya gustado en su turno?
Enfermera. Si varias, cuando estaba embarazada, una paciente me tiro una silla porque yo no le quería dar, no me
acuerdo que. Y así muchas situaciones, por ahí se brotan y tenes que medicarle o meterle en la sala de contención

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para recién ahí medicarle.
P: ¿cómo es el brote?
Enfermera: y empiezan a pelear entre ellos, ya no se quedan quietos y ahí es donde, a veces me ayuda el enfermero
y los metemos en la sala y después lo medicamos, depende de lo que sucede.
P: ¿usted dejo de trabajar por su embarazo no? Me imagino o difícil que habrá sido estar así y con estas situaciones
Enfermera: si después que paso eso con la paciente me fui, deje de trabajar y cuando regrese ella estaba mucho más
tranquila.
p: ¿y alguna otra situación?
Enfermera: por ahí se complica mucho cuando hay adictos, ya que ellos entran y quedan en el periodo de
desintoxicación entonces están alterados o empiezan a gritar o a pelear. Y eso cuesta más.
A veces cuando le encierro me dicen le voy a contar al psicólogo. Por ejemplo, los chicos tienen prohibido fumar a
cualquier hora y una paciente quería un cigarrillo y como no se le dio empezó a “putear” y ahí tuve que encerrarla
porque no paraba de “putear”. Pero generalmente mantienen el orden a veces no más empezamos a pelear, porque
ahora hay una disposición de que deben lavarse las manos antes de cada comida. Y el otro día vino una de las
chicas y tiro todo el detergente, lavandina todo, hizo un desastre acá y la encerré.
P: ¿ustedes tienen reunión con los médicos y algún otro personal?
Enfermera: no, no. Por ahí ellos llegan y se les da el informe de cómo esta cada uno o si paso algo y esas cosas.
P: ¿tienen un horario para ir a sus piezas?
Enfermera: después de comer ya pueden ir a acostarse un rato a la siesta, primero buscan sus cigarrillos los que
fuman y luego se van a dormir.
P: ¿solías hacer guardias? ¿Cómo es estar acá a la noche?
Enfermera: hay que controlar más que nada, se controla los pacientes que tienen el pañal para cambiarlos. Pero
generalmente duermen bien y toda la noche por efectos de la medicación también, pero hay un paciente que no
duerme de noche, se lo manda a dormir o se controla que no les despierte a los demás compañeros.
P: ¿se trancan las puertas? O ellos pueden salir de ahí cuando quieren
Enfermera: no, no se tranca, ellos saben que tienen que estar en la habitación a la noche.
P: ¿O sea que las guardias son más tranquilas?
Enfermera: si, mucho más tranquilo.
P: ¿y cómo hacen con el tema de la ropa?
Enfermera: algunas chicas con familiares tienen su ropa aparte y los familiares llevan a lavar y traen nuevamente.
Como … (nombra a pacientes) yo mucho no me meto con ese tema. Es todo un tema, ahora por ejemplo tienen que

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pedir el papel higiénico cada vez que quieren ir al baño, ellos tienen un baño en cada habitación. Porque un día
hicieron un desastre con el papel higiénico, tiraban en el inodoro y eso no se puede.
P: ¿sus familiares suelen venir?
Enfermera: si, ellos generalmente vienen y traen la ropa, algunos no reciben visita, generalmente los que están con
minoridad y familia. Acá igual el que es más jodido es… (nombra a un paciente), él es esquizofrénico.
P: ¿a qué te réferis con “es el más jodido”?
Enfermera: se pone agresivo a la noche si no se le da para que fume, se pone re agresivo. Y a la noche no está el
guardia, entonces esta la enfermera sola.
P: ¿los más jóvenes están hace mucho no?
Enfermera: ahora no hay muchos adolescentes, los más jóvenes son … (nombra a pacientes)
P: ¿hoy había dicho que dejo de trabajar por un tiempo, y usted estaba embarazada, por eso dejo de trabajar?
Enfermera: si, me fui porque tuve dos peleas, con una me agarre en el baño, me había tirado shampoo y detergente,
cuando le saque parece que se brotó, ahí me agarro de los pelos y fue un forcejeo, la sacamos con el guardia. Antes
… (nombra a una paciente) era una más rebelde ahora está más tranquila.
P: ¿Las guardias van rotando?
Enfermera: ahora vamos rotando entre Mario, Rita y Claudia.
P: ¿con que profesional consultan lo que pasa?
Enfermera: si tengo algún problema le comento al enfermero y ellos a la doctora y ahí se ve que se va a hacer.
P: ¿la medicación de donde proviene?
Enfermera: en general todo le provee la clínica, excepto algunos pacientes que tienen su familia.
P: ¿nos podrías explicar cómo es la situación de “P” (paciente inmovilizada)?
Enfermera: ella está por minoridad y familia, ella esta hace mucho por lo que yo sé. Esta siempre ahí en la silla,
está acostumbrada a estar sentada, ella está desde que estaban en psicosalud.
P: ¿si se le da un bastón y se le ayuda, vos decís que va a caminar?
Enfermera: a ella cuando no le gusta alguien o estar en algún lugar grita.
P: claro, ustedes son las que más le conocen
Enfermera: si, hace mucho esta, por eso. si se pone nerviosa empieza a gritar.
P: ¿ellos se pueden acostar en cualquier momento no?
Enfermera: generalmente no, pero si veo que se sienten cansados si les dejamos. Pero tratamos de que se cansen
porque o sino no hacen nada y a la noche tienen que dormir.
P: ¿te gustaría cambiar algo en relación a la clínica?

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Enfermera: muchas cosas, pero más que nada que los chicos hagan algo, más actividad, o sea que dentro de su
locura hagan, no sé si es suficiente lo que hacen.
P: ¿qué es lo que hacen?
Enfermeras: y por ahí hacen cosas con la de laborterapia. Hay un señor que viene a arreglar, o sea es de
mantenimiento, pero nunca hace nada, a veces ni viene o viene y no bola. El debería cambiar los focos y esas
cosas, todo de mantenimiento. Algunas ya son personal viejo entonces es como que dejan no más.
P: ¿el dueño de la clínica viene de seguido?
Enfermera: no, el vienen cuando quiere no más.
P: ¿el habla con ustedes, les pregunta cosas?
Enfermera: no casi nunca. Por ahí si pasa algo digamos. Con el psicólogo no veo conexión.
P: ¿cómo trabajaban con el psicólogo anterior?
Enfermeras: no sé, no lo conocí, los años que estuvo no lo vi. Es más, me pareció raro que el psicólogo de ahora
venga acá atrás y vega a hablar con nosotros.
P: ¿o sea que te pareció bien que el venga? ¿te gustaría trabajar más juntos?
Enfermeras: si, porque el otro día me llamo para que lo ayude y eso fue re raro. Pero esta bueno así hablamos de
que es lo que sucede y eso.
P: ¿suelen hacer reuniones con todo el personal?
Enfermera: no, no hacemos reuniones
P: ¿Te parece raro que no haya guardia de psicología?
Enfermera: si, pero van de seguido y eso es importante
P: bueno muchas gracias por su tiempo y su predisposición para contarnos como se trabaja acá
Enfermera: no de nada chicas, gracias a ustedes.

Conversación con el Portero


11-09-19
Nos dijo que la institución estaba antes en Puerto Tirol. Que el dueño es un psiquiatra y el pediatra amigo. Se
cambió la institución a la dirección actual porque se compró el terreno y ya no tenían que pagar más alquiler. Las
admisiones las hace la psiquiatra que este de turo. Él pregunta cuando llegan qué patología tiene el paciente para
saber en qué habitación ubicarlos, se los ubica por patologías. Menciono que no aceptan niños a menos que venga
con una orden judicial. Que el paciente más chico que estuvo en la clínica tenía 12 años. Él trabaja desde el
comienzo. Que no hay que tenerles miedo, que más que tirar el pelo no hacen. No cree que le peguen a nadie.

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Observaciones:

1) Un día de prácticas en la clínica decidimos hacer un taller de dibujo. La intención de poder hacer que todos
participen estaba desde un comienzo. Razón por la cual, se procedió a invitar a una paciente que se encuentra
inmovilizada en el sum de la clínica, la cual no cuenta con el recurso de la palabra hablada y es catalogada con el
diagnostico de esquizofrenia residual. Luego de preguntar a las enfermeras si se podía incluir a ella en la actividad
junto con los demás pacientes, se la trajo hasta el patio. Inmediatamente, se hace presente la directora de
enfermería, preguntando en un tono muy alto y con euforia, quien fue la persona que dio la orden de mover a la
paciente. Se le explico que no fue una orden, se preguntó previamente si eso era posible a las enfermeras y luego de
que ellas respondieran que sí, se incorporó a la actividad. La directora de enfermería expresa “no pueden moverla
a ella, ella no tiene la capacidad de relacionarse con las demás personas como todos. Si la pones con otra gente
se altera y empieza a gritar, se pega, mira como tiene la cara. Además, la música la altera, no puede hablar y
empieza a gritar. Después queda excitada toda la noche sin que podamos hacerla dormir. De los gritos le duele la
garganta y hay que estar atendiéndole con la doctora. Yo se la patología de cada uno acá, ella no puede estar con
gente. Antes de que ustedes den una orden o comiencen cualquier actividad vengan y pregúntenme a mí porque yo
sé que es lo que puede hacer cada uno.” Luego del episodio se retiró a la paciente a su lugar habitual en el sum.

2)Un día de prácticas que nos encontrábamos en el patio de la clínica vimos que se encontraba en la sala de
contención un colchón. Al interrogar a los pacientes la razón de ello, nos dijeron que como castigo dejaron a una
paciente que “se había portado mal” toda la noche allí. Vale mencionar que esta sala de contención tiene en vez de
puerta, una reja, y es un diminuto cuarto de cuatro paredes. A su vez nos encontrábamos en invierno, es decir que
por las noches corrían temperaturas muy bajas. Esta situación de encierro en la sala de contención la vimos
reiteradas veces a manera de castigo ante la desobediencia entendida esta como gritos, golpes, discusiones entre
pacientes.

3)Un día de prácticas donde planeamos hacer el festejo de cumpleaños del mes, nos reuníamos todos en la sala a
compartir la cena. Una enfermera que estaba presente, nos expresó su descontento con esta situación “ellos
(haciendo referencia a cuatro pacientes, entre ellos J), no pueden comer con los demás en la sala. Hay que darles
de comer porque no pueden solos, se pueden atragantar, puede pasar cualquier cosa. Y yo estoy a cargo”. Se le
ofreció a la enfermera darles de comer a los pacientes para que puedan compartir el día festivo en la sala, pero la

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respuesta fue negativa.

4)Un día de prácticas, varios pacientes manifestaron que sentían dolor porque les habían cortado las uñas. Al
preguntarles por lo sucedido, muestran sus dedos lastimados. Manifiestan que la nueva asistente
“es así”, y que ellos no tienen permiso para cortarse las uñas solos, más allá de que sepan y puedan hacerlo.

5) Un día de prácticas salimos a caminar por los alrededores de la clínica. Era la primera vez que realizábamos esa
actividad. Como parte del grupo de practicantes me encontraba temerosa y los prejuicios acerca de la “locura
“aforaban constantemente. Salimos. En la calle se pudo ver un grupo de personas agarradas de la mano, pacientes
pendientes uno de otro, al grito de “Cuidado” cuando un vehículo se acercaba. Lejos de ver el imaginario de
pacientes escapándose o saliendo a correr, dispersos, se podía ver un conjunto de personas haciendo cuerpo. Un
cuerpo. La situación era sorpresiva, parecían más temerosos del afuera que del adentro. Se veía en sus acciones y
comentarios como había que cuidarse del afuera.

6) En un encuentro con el psicólogo de la institución, al interrogarle sobre el comienzo del proceso de externación
de J, expresa: “Lo que hice fue averiguar cuáles eran los chicos que estaban sin documentación ni familiares,
pude llegar a obtener esa información gracias a que por la mañana trabajo en una institución de discapacidad y
hay un compañero que sabe buscar los datos de la persona en una base de datos. Los primeros que encontré
fueron los de J, como es del mismo pueblo que yo, un finde que viaje decidí ir a la casa de los padres. Tuve la
suerte de que me recibieran bien y no solo eso, sino que me dijeran que tenían intenciones de llevárselo. Ahí
empecé con los traites en la clínica, como es judicializado estamos a la espera de que la jueza evalúe la situación
del hogar de J, para ver si está en condiciones de vivir allí por sus diagnósticos, eso es lo que me dicen. Cada
tanto llamo para preguntar cómo está eso, pero el camino es lento. Mientras tanto se sigue insistiendo”.

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