Está en la página 1de 2

VI.

El Principio y Fundamento
Todo lo que hemos ido contemplando hasta ahora se centra en lo
que san Ignacio llama P rincipio y Fundamento. Vamos a centramos
directamente en su formulación.

El núcleo del Principio y Fundamento es que todo ser humano


tiene un origen, una fuente que ha dado vida a lo que es, un principio
que le habita por dentro y le configura; así mismo es razón de su futu­
ro y sentido del compromiso para dotar a este mundo de vida.

Por eso el fruto de este momento de la experiencia es el convenci­


nuento interno, vital y existencial de que hay Alguien que nos ha dado
y nos sigue dando vida, el único en quien podemos apoyarnos. Que esta
realidad nuclear se convierta en roca, en raíz y cimiento. Por eso es
necesario el deseo de renovar, de revivir, de gustar el amor de Dios por
nosotros tal y como somos, como criatura suya, un amor incondicional,
eterno, esencial e incuestionable.

También podría gustarte