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Aprender y argumentar España.

La
visión de la identidad española entre el
alumnado al finalizar el bachillerato
Jorge Sáiz Serrano
Universitat de València1
Ramón López Facal
Universidad de Santiago de Compostela2

Resumen: Este trabajo forma parte de un estudio más amplio sobre la progresión del apren-
dizaje de la identidad nacional entre alumnado español de secundaria a partir del actual
marco curricular y los libros de texto mayoritarios. Aquí se presentan los resultados provisio-
nales de un análisis empírico de la visión del alumnado sobre la identidad española al acabar
bachillerato y su capacidad de argumentar al respecto. Se ha realizado a partir de una mues-
tra de cuestionarios y ejercicios de argumentación en un centro de secundaria.
Palabras clave: Didáctica de la Historia, educación secundaria, progresión del aprendizaje,
identidad nacional, nacionalismo, argumentación.
Abstract: This paper is part of a wider study on the learning progression of the national
identity among students of spanish secondary from the current curriculum framework and
the majority history text books. Here are the provisional results of an empirical analysis of
the vision of the student body on the spanish identity to finish high school and their ability
to argue in this regard. It was conducted from a sample of questionnaires and reasoning
exercises on a secondary school.
Key Words: Teaching history, secondary school, learning progression, national identity,
nationalism, argumentation.

(Fecha de recepción: junio, 2012, y de aceptación: septiembre, 2012)


DOI: 10.7203/DCES.26.1933

1 Profesor asociado del Departament de Didàctica de les Ciències Experimentals i Socials, Universitat
de València, profesor de Geografía e Historia del IES Tirant lo Blanc de Torrent y miembro del Grupo
Gea-Clío. El presente trabajo forma parte de la Tesis doctoral en curso de elaboración: La Historia de
España desde los actuales manuales escolares de secundaria: aprendizaje de competencias y construc-
ción de identidades, Universitat de València, dirigida por los doctores Rafael Valls y Ramón López
Facal.
2 Este trabajo ha contado con ayuda de IDEHER [HAR2009-07697-E/HIST]

DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120 (ISSN 0214-4379) 95
1. Planteamiento de la investiga- riadores contemporeanistas (de Riquer,
ción: la identidad nacional como 1994, 2001; Núñez Seixas, 1999 y 2010,
problema de investigación educa- Álvarez Junco, 2001a y 2001b; More-
tiva. no Luzón, 2007; Pérez Garzón, 2009;
Archilés, 2011; Saz, Archilés, 2012;
La relación entre historia escolar e López Facal, Cabo, 2012).
identidad plantea cada vez mayor aten- Las aproximaciones españolas e
ción entre los investigadores (Barton, iberoamericanas que exploran directa-
2010). Vivimos tiempos de refuerzo de mente actitudes del alumnado sobre el
la identidad nacional, de los respecti- problema identitario son relativamen-
vos estados nacionales, pero también te recientes (López Facal, 1999, Prats,
de cuestionamiento de la misma tanto 2001, Schmidt, 2005, Carretero, Rosa,
desde alternativas subestatales como González, 2006). Ello contrasta con la
desde la identificación con los países de mayor disponibilidad de estudios para
origen de colectivos inmigrantes o con varios países europeos como Stearns,
identidades religiosas no-nacionales, Seixas y Wineburg (2000) o los estudios
como el islamismo (Stearns, Seixas y de Barton, McCully (2005), Andrews,
Wineburg, 2000). En sociedades más Mycock (2008), Andrews, McGlynn,
plurales es habitual encontrarse alum- Mycock (2010) y Condor, Abell (2006)
nado que comparte más de una identi- sobre el Reino Unido; los de Tutiaux-
dad (Von Borries, 2006). Se hace nece- Guillon (2010) sobre Francia, Scham-
sario plantear las identidades como paert (2010) sobre Bélgica, entre otros.
problema de aprendizaje desde una El objetivo de este artículo es situar-
perspectiva inclusiva, en vez de man- se en esa línea de trabajos para exami-
tener contenidos y referentes de una nar datos empíricos sobre la identifica-
historia nacional que no todos sienten ción nacional española entre el alumna-
igualmente como propia. do de secundaria desde un observatorio
La mayoría de las investigaciones valenciano. El trabajo responde inte-
en ámbito español se han centrado rrogantes de la investigación doctoral
en analizar el papel de los Estados, del primero de los autores. En primer
la institución escolar, los currículos y lugar, hasta qué punto es posible ense-
los manuales escolares en los procesos ñar y aprender la identidad nacional
formación de identidades nacionales de forma crítica en secundaria desde la
(Valls, 1991, 2000; 2007; López Facal, actual regulación curricular y los libros
1999, 2008, López Facal, Cabo, 2012); de texto, fomentando una visión plu-
así como en reflexionar sobre el peso de ral e inclusiva acorde con el desarrollo
las relaciones entre historia, memoria e de la competencia social y ciudadana.
identidad (Carretero, 2007; Carretero, En segundo lugar, qué visión dispone
Castorina, 2010). A ese interés sobre el el alumnado de la identidad española
tema hay que añadir la importancia del como problema histórico: en concreto
nacionalismo español y los procesos de que visión va construyendo a lo largo
nacionalización en los trabajos de histo- de la secundaria obligatoria cuando

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cursa contenidos de Historia de España alumnado la capacidad crítica y la nece-
en tres de sus cuatro años; y qué signi- saria autonomía personal e intelectual
ficado y representación manifiesta al para lograr una ciudadanía responsa-
finalizar bachillerato, cuando dispone ble (Pagès, 2011, Prats, 2011). Como se
de materia obligatoria de Historia de ha señalado por especialistas al respec-
España. to (Carretero, Kriger, 2004, Carretero,
La hipótesis de partida es que la 2007) hoy en día se contradicen las
enseñanza y el aprendizaje del pen- finalidades educativas y cognitivas de
sar históricamente la nación es alta- la historia escolar, esto es, educar en
mente deficitario por lo que los y las una ciudadanía cosmopolita, en su raíz
estudiantes no llegan a ser capaces de ilustrada, con los objetivos persistentes
argumentar de forma crítica sobre la de la historia escolar, forjar patriotas
identidad nacional española. Los moti- fieles a la identidad nacional, en su raíz
vos de esta deficiencia son diversos. En romántica. Todavía están presentes en
primer lugar porque la construcción de el currículo y en los manuales escola-
los estados-nación y la existencia de res de mayor difusión, tópicos identi-
naciones como comunidades imagina- tarios esencialistas que enlazan con la
das (Anderson, 1995), no suele plan- tradicional función de la historia esco-
tearse como problema de aprendizaje lar como constructora de identidades
ni se tienen en cuenta los planteamien- nacionales. Esto ocurre en el ámbito
tos historiográficos más recientes. Ni estatal español así como en el subesta-
en el currículo ni en los manuales se tal, que en algunos casos recurre tam-
evidencia el proceso de construcción bién a referentes historicistas para fun-
contemporánea de la nación española damentar las identidades de las comu-
sino que mantienen una “nación ocul- nidades autónomas. En el caso español
tada” (López Facal, 1999, 2000, 2006b). es significativo el hecho de que sólo se
Pero no se trata sólo de una insuficiente plantee el tema nacional en relación con
transposición didáctica de contenidos los nacionalismos periféricos pero no se
historiográficos sobre el fenómeno del enuncie de forma explícita el naciona-
nacionalismo en ámbito español. lismo español como fenómeno histórico.
En segundo lugar, también convie- El marco legal vigente no incluye entre
ne señalar cómo todavía perduran fines sus objetivos el aprendizaje crítico de la
identitarios en la historia escolar regu- construcción del estado-nación español,
lada y enseñada, dirigida a construir ni siquiera el mero planteamiento de la
identidades nacionales, algo que cabría existencia de un nacionalismo español,
cuestionar (Pérez Garzón, 2008). Esta por lo que quedan ambos únicamente
finalidad contrasta con los objetivos en manos del profesorado más compro-
educativos generales de la historia tal metido.
y como se plantean entre los especia- En tercer lugar, creemos que también
listas en didáctica de la historia, y que se mantiene un desarrollo insuficiente
en gran medida recoge formalmente de la competencia social y ciudadana
la normativa oficial: fomentar entre el en el tratamiento de la identidad y la

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alteridad, del pensar y argumentar de artes escénicas y mixto nocturno). Se
forma inclusiva a los “otros”. La historia trata de 80 alumnos/as, el grueso con
escolar y los manuales evitan abordar edades comprendidas entre 17-18 años
de forma crítica contenidos del pasado (61 alumnos/as) y un pequeño grupo
histórico peninsular, como por ejemplo mayor de 18 años (19 estudiantes, 9 de
el periodo medieval, que podrían faci- 19, 4 de 20, 4 de 22, 1 de 23 y 1 de 32).
litar un aprendizaje crítico de contex- Los procedimientos arbitrados para
tos de conflicto y convivencia en una recoger información fueron dos. En pri-
situación de pluralidad de identidades. mer lugar un cuestionario que se pasó a
Se desaprovechan oportunidades para los 80 estudiantes (Cuadro 1) por parte
abordar desde una perspectiva crítica del profesor/a de la materia “Historia
el problema de las identidades a partir de España” en hora de clase. En segun-
de los contenidos históricos regulados do lugar la realización por parte de 11
en el currículo vigente (Sáiz, 2012). alumnos de un ejercicio de argumenta-
Finalmente, también puede aducirse ción con fuentes sobre el tema (Anexo I).
que las carencias cognitivas que arras- Con el fin de paliar los problemas deri-
tran buena parte de las actividades vados de estos formatos de recogida de
presentes en los manuales de Historia datos (la ocultación de información, la
de mayor uso constituyen un problema presentación más de referencias acadé-
añadido para aprender a pensar histó- micas para dar satisfacción al docente
ricamente la identidad nacional como que de argumentos propios del alumna-
cualquier otro contenido histórico. Los do) se insistió en el carácter anónimo de
libros de texto no sólo no seleccionan su participación. También se informó a
contenidos para plantear problemas de los estudiantes que no importaba tanto
aprendizaje sino que tienden a plantear la información académica recordada
actividades de bajo nivel cognitvo, con como los propios argumentos y razona-
pautas de análisis y procesamiento de mientos presentados sobre las cuestio-
información poco exigentes (Sáiz, 2011). nes solicitadas. Somos conscientes de
los límites de este tipo de instrumentos
por lo que se procurará completar en el
2. La visión de la identidad españo- futuro la recogida de datos con entre-
la por el alumnado: participan- vistas semiestructuradas.
tes, procedimiento e instrumentos Las preguntas del cuestionario
(Cuadro 1) se redactaron en forma de
En la presente investigación ha par- interrogantes para comprobar la efica-
ticipado alumnado de 2º de Bachillerato cia de estudios previos sobre la repre-
de un centro público de secundaria de sentación de la identidad nacional
una localidad del área metropolitana (Hoyos, Del Barrio, 2006). Se ha preten-
de Valencia dotado con cuatro grupos dido indagar entre los adolescentes y
de bachillerato de todas sus modalida- jóvenes cómo manifiestan la identidad
des (Humanidades y Ciencias Sociales, nacional, el ser español, si lo conside-
Científico, Artístico, Artístico, danza y ran parte de su identidad personal o si

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Cuadro 1. Preguntas para indagar la percepción del alumnado
sobre la identidad nacional española y su dimensión histórica

¿Qué piensas que significa hoy en día ser español?

¿Qué piensas que significaba ser español en el siglo XIX, en el periodo de cons-
trucción y consolidación del Estado liberal? ¿Crees que todos se sentían españo-
les? ¿Crees que cambió el sentimiento de ser español durante ese periodo?

¿Crees que hoy en día se puede dejar de ser español? ¿Y en el siglo XIX? ¿Alguien
que no haya nacido en España puede ser español? ¿Y en el siglo XIX?

creen que se puede cambiar y con qué do ya los contenidos correspondientes


requisitos. Igualmente se ha analiza- al periodo de la Restauración borbóni-
do si su visión de la identidad nacional ca (1874-1902) y, por lo tanto, deberían
tiene o no una dimensión histórica, si conocer contenidos sobre los naciona-
consideran que ha cambiado a lo largo lismos en dicho periodo. No obstante, se
del tiempo o es algo personal e inmu- suele eludir en la enseñanza, significa-
table. tivamente, cualquier referencia al pro-
También se incluyeron en dicho cues- ceso de construcción del estado-nación
tionario preguntas para averiguar si el español y al nacionalismo español como
alumnado se identificaba con argumen- fenómeno histórico, limitando el fenó-
tos nacionalistas españoles. Los estu- meno de los nacionalismos al ámbito de
dios al respecto confirman que uno de los nacionalismos subestatales o peri-
los escenarios más susceptibles de pro- féricos y su relación con el problema de
vocar identificaciones nacionales es en ordenación territorial del estado libe-
el contexto de conflictos (Billig, 2006). ral. Se puede constatar esto tanto en el
Por ello se escogió la guerra con Esta- enunciado curricular como en el trata-
dos Unidos de 1898 y el hipotético esce- miento que hacen los manuales de las
nario de una actual cesión a Marruecos editoriales mayoritarias.
de los territorios de Ceuta y Melilla, En el currículum en su formulación
exigiendo al alumnado que valorase valenciana se recoge únicamente la
razonadamente cómo calificaba estos siguiente referencia en los contenidos:
acontecimientos. “La España de la Restauración: Los
El cuestionario se pasó en horas fundamentos, el funcionamiento y las
lectivas de la docencia de “Historia de contradicciones del sistema político. La
España” a finales de febrero e inicios de crisis del Estado. Los nacionalismos y
marzo de 2012, cuando buena parte de el problema de la ordenación territorial
los grupos de alumnos habría trabaja- del Estado”. Y como criterio de evalua-

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ción se exige “comprender e identificar do (Anaya –en dos versiones-, Ecir, SM,
las transformaciones profundas de la Santillana y Vicens Vives, la mayoría
organización productiva, social y políti- en sus ediciones más recientes) se silen-
ca del periodo de la restauración, espe- cia en la práctica totalidad la existen-
cialmente su sistema parlamentario, cia de un nacionalismo español paralelo
la gestación de los nacionalismos y el al proceso de construcción del estado-
movimiento obrero”1. Por su parte, en nación español. Así se aprecia en el
los libros de texto que se han analiza- Cuadro 2.

Cuadro 2. El tratamiento del nacionalismo del siglo XIX en los


libros de texto de Historia de España de 2º de Bachillerato

Editorial Título de Epígrafe que Referencia a Referenc. a Referencia a


la unidad aborda el nacionalismos nacional. centralismo
nacionalis.: pp. periféricos y/o español: estatal del
regionalismos: pp. pp. liberalismo
español: pp

Anaya-a 6. La Restaur. 2. Los Si, catalanismo, nacionalismo No Si, p. 207


moderada nacionalismos vasco, galleguismo
(1875-1902) pp. 207-211 y andalucismo, pp. 208-211
Anaya-b 7. La Restaur. 3. Los Si, nacionalismos catalán y No Si, p. 196
Del inicio a la nacionalismos vasco, galleguismo, regionalismo
crisis de 1898 periféricos, andaluz y valenciano,

pp. 196-198 pp. 196-198
Ecir 9. Oposición al 3. Los Si, catalanismo, nacionalismo No Si, “identidad
sistema de la movimientos vasco, galleguismo, española”,
Restauración y nacionalistas y valencianismo y “diversidad de
crisis colonial regionalistas andalucismo, territorios”,
periféricos, pp. 174-177 “estado liberal”
pp. 174-177 “centralización”,
p. 174
Santillana 9. La monarquía 6. La oposición Si, nacionalismos catalán y Si, p. 224 No
de la a la Restaur. vasco, regionalismos gallego,
Restauración pp. 224-226 andaluz y valenc., pp. 224-226
SM 15. La Restaur., 3. La evolución Si, nacionalismos No No
triunfo de una del sistema, catalán y vasco,
burguesía moder. pp.272-273 pp. 272-273
Vicens 9. La Restaur. 4. El surgimiento Si, nacionalismos catalán, No Si, “uniformismo
Vives monárquica de nacionalismos vasco y gallego, valencianismo, y centralismo
(1875-1898) y regionalismos aragonesismo y andalucismo, estatal propios
pp. 208-210 pp. 208-210 del liberalismo
español” p. 208

1 Decreto 102/2008 del gobierno autonómico valenciano de 11 de julio que establece el currículo de
Bachillerato en la Comunidad Valenciana; las referencias citadas constan en el Diari Oficial de la
Generalitat Valenciana (DOGV), nº 5806 de 15 de julio de 2008, p. 71355 y 71358.

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Como se ve, todos los manuales abor- cicio de argumentación con docu-
dan el nacimiento de nacionalismos mentos (Anexo I). Se pasó a 11 alum-
periféricos o de regionalismos como un nos/as del grupo de Bachillerato cien-
fenómeno del periodo de la Restaura- tífico (donde concurría alumnado de
ción como reacción al centralismo esta- esta modalidad y algunos alumnos con
tal, a la uniformización política y admi- materias exentas por cursar estudios
nistrativa, del liberalismo español. Úni- en el conservatorio de música). Se les
camente un manual (Santillana) hace proporcionó una serie de documentos
referencia explícita a un nacionalismo que mostraban diferentes actitudes
español gestado con la revolución libe- respecto a la Guerra de Marruecos, en
ral que fue incapaz de crear un proyec- concreto a los acontecimientos de 1909.
to nacional. El resto de libros de texto En tres de ellos se defendía claramente
silencian cualquier referencia a la exis- la presencia militar en Marruecos con
tencia de fenómeno alguno de naciona- argumentos nacionalistas españoles
lismo español paralelo a los (únicos) (documentos 2, 3 y 4, a destacar la jus-
nacionalismos periféricos. E incluso en tificación de Miguel de Unamuno); en
este manual la mención no pasa de un otro documento se criticaba esta inter-
único párrafo: “A lo largo del siglo XIX vención con una interesante compara-
el nacionalismo español, forjado en los ción entre la Guerra de Marruecos de
primeros momentos de la revolución 1909 y la Guerra del Francés de 1808
liberal, fue incapaz de elaborar un pro- (documento 5 de Pablo Iglesias). Las
yecto nacional sólido y unitario, lo que cuestiones (Anexo I) pretendían moti-
explica la pervivencia de localismos y varles para que argumentasen y pudie-
regionalismos. Destacaron el catalán sen asumir o no una identificación con
y el vasco. Después de 1898, el nuevo la posición española.
nacionalismo español de cariz regene-
racionista compitió con el auge de estos
nacionalismos, que no se reconocían 3. Hipótesis de trabajo y resultados
en estos nacionalismos” (Santillana, p. esperados: visión jurídico-política
224). Esa solitaria referencia, aunque de la identidad, escasa percepción
meritoria, es un tratamiento claramen- histórica sobre el nacionalismo
te insuficiente: se obvia la posibilidad de español e identificación con argu-
plantear la configuración histórica del mentos nacionalistas españoles
nacionalismo español en el siglo XIX,
al hilo de los recientes tratamientos del Los resultados previsibles (hipóte-
tema y el debate historiográfico sobre sis) se presentan en tres apartados. En
la debilidad (o no) del proceso de nacio- primer lugar sobre la naturaleza de la
nalización española (de Riquer, 1994, visión de identidad nacional española
2001; Álvarez Junco, 2001a y 2001b; que expresan. En segundo lugar sobre su
Archilés, Martí, 2002; Archilés, 2011). capacidad para manifestar una dimen-
El segundo instrumento utilizado sión histórica en la identidad española
para recabar información fue un ejer- y para identificar la propia existencia

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de un nacionalismo español. En tercer festación mayoritaria entre el alum-
lugar sobre su grado de implicación con nado de 2º de Bachillerato. Se habría
argumentos del nacionalismo español. superado la limitación de la identidad
En relación con su visión de la iden- nacional a elementos fijos y estáticos
tidad nacional, es necesario tener en como el lugar de nacimiento, la lengua
cuenta el peso que tiene una materia o un conjunto de costumbres y tradicio-
obligatoria de “Historia de España” y nes. Esta segunda visión, más esencia-
el posible recuerdo de contenidos de lista y cultural, es la primera en desa-
la evolución histórica española de cur- rrollarse entre los niños y adolescentes
sos previos (1º, 2º y 4º de ESO). Debe- (Torres, 1994, Hoyos, Del Barrio, 2006).
ría poder constatarse cierta compren- Esta gradación de niveles de com-
sión de la organización política de los plejidad cognitiva sobre la identidad
estados contemporáneos, los conceptos nacional se ha complementado con otra
de ciudadanía y nacionalidad, pre- que plantea tres tipos de visiones al
sentes en los contenidos mínimos de respecto (López Facal, 1999: 11). En pri-
la secundaria obligatoria. A tenor de mer lugar una visión histórico-organi-
estos presupuestos, y de los estudios cista de la identidad nacional, también
cognitivos de construcción psicológica podríamos denominarla esencialista o
de la identidad nacional entre adoles- de nación cultural: derivaría de consi-
centes (Torres, 1994, Hoyos, Del Barrio, derar la nación como una entidad orgá-
2006), sería previsible encontrar entre nica dotada de dimensión histórica y
el alumnado de 2º de bachillerato cierta definida por alguno de sus elementos de
gradación de significados sobre la iden- etnicidad (pueblo, lengua, cultura, etc.).
tidad nacional española. Por un lado En segundo lugar una visión jurídico-
un significado de nivel más complejo, política de la identidad nacional fruto
de naturaleza jurídico-política, por la de una percepción de la nación como
pertenencia a una comunidad nacional comunidad de ciudadanos dotada de
ciudadana. Lo manifestaría el alumna- una voluntad política compartida y el
do que hubiera comprendido los requi- cumplimiento de unos requisitos lega-
sitos jurídico-políticos para obtener la les preestablecidos. Finalmente, una
nacionalidad: es español quien posee visión mixta que integrase elementos
la ciudadanía española según el marco de ambas visiones. Aunque somos cons-
jurídico vigente. Implica una visión ciu- cientes, al hilo de estas categorías, que
dadana y un planteamiento abierto e realmente no existen visiones puras
inclusivo de la identidad nacional: se cívicas frente a otras culturales o esen-
podría adquirir una identidad nacio- cialistas al interrelacionarse siempre,
nal diferente, asumiendo los requisitos sí consideramos que es analíticamente
establecidos por una comunidad políti- válido plantear ingredientes de ambas
ca. Esta visión compleja, según los estu- visiones a la hora del tratamiento de las
dios al efecto, es más probable encon- respuestas de los estudiantes.
trarla entre alumnado de más edad. Se plantea como hipótesis de trabajo
Teóricamente ésta debería ser la mani- que el alumnado de 2º de bachillerato

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habría de manifestar una mayoritaria capacidad para identificarlo en relación
visión jurídico-política de la identidad con los cambios, así como su tendencia a
española fruto de su comprensión socio- indicar pertenencia e identificación con
política del funcionamiento del actual la identidad nacional en sus discursos
estado español y de su conocimiento de y argumentos, asumiendo por ejemplo
unos mínimos referentes sobre la evolu- una primera persona colectiva (noso-
ción histórica de “España”. No obstan- tros frente a otros) desde posiciones de
te, no habría que descartar una notable nacionalismo español, presentamos las
presencia de la visión histórico-organi- siguientes hipótesis de trabajo.
cista, esencialista y cultural, aunque En primer lugar a tenor de estudios
por niveles de edad y de conocimiento previos (López Facal, 1999) sería de espe-
histórico no habría de ser mayoritaria. rar el constatar notorias carencias del
Su manifestación evidenciaría bien un alumnado para identificar, y menos para
insuficiente aprendizaje histórico y una comprender, un proceso de construcción
incompleta comprensión del funciona- histórica del estado-nación español y
miento de las sociedades y de los esta- un nacionalismo español en los siglos
dos democráticos, bien el impacto evi- XIX y XX. El alumnado no sería capaz
dente de un nacionalismo banal español de evidenciar en sus respuestas ambos
(Billig, 2006). En el caso español parece fenómenos ante la ocultación manifiesta
que la visión histórico-organicista es la de la nación y el nacionalismo español
más presente no sólo en el conocimiento tanto en el currículo como en los libros
vulgar sino también en el conocimiento de texto. En cierta forma, ello no haría
escolar, según estudios previos (López más que recoger el conocimiento vulgar
Facal, 1999). En la actualidad convie- o popular al respecto, el discurso cultu-
ne no olvidar el peso que a la hora de ral dominante, que niega la existencia
cimentar la identidad española tienen de un nacionalismo español. Esa es, no
los medios de comunicación y la cultura podemos olvidarlo, la visión hegemónica
de masas. Existe, no podemos obviarlo, entre la cultura política española, mues-
un sólido nacionalismo banal español, tra del peso del nacionalismo banal
presente con fuerza en los últimos años (Billig, 2006). Cabría prever que muy
al hilo de éxitos deportivos de masas, pocos citasen explícitamente un nacio-
como los de la popular selección espa- nalismo español y que por el contrario
ñola de fútbol, la “Roja”. La vinculación sí constatasen cambios en la identidad
hacia una identificación positiva con la nacional por la aparición de los otros
identidad española, ligada posiblemen- nacionalismos (catalán, vasco, etc.).
te al impacto de éxitos deportivos, es En segundo lugar también podría-
una hipótesis que habrá que explorar mos encontrar, como atestiguan estu-
en profundidad en futuros estudios. dios sobre el tema entre alumna-
Sobre los restantes dos apartados do español e iberoamericano (López
a indagar, tanto su disposición para Facal, 1999; Carretero, Kriger, 2006),
apreciar una dimensión histórica en la una disposición a asumir la pertenen-
formación del nacionalismo español, su cia y la identificación en sus discursos

DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120 103
empleando ocasionalmente la primera 4. Análisis de resultados: el peso
persona del plural, el “nosotros” frente a de una visión esencialista de la
los “otros”. Esa visión manifiesta esque- identidad nacional y la deficien-
mas de comprensión presentistas al te comprensión y argumentación
acercar pasado y presente, un colectivo histórica sobre el nacionalismo
de “españoles” como comunidad nacio- español
nal sin tiempo histórico. Ello mostraría 1. Comencemos examinando el pri-
la cara más popular del nacionalismo mer apartado, la visión de la identi-
que se expresa como ideología mayori- dad española que expresa el alumna-
tariamente desde la primera persona do. En las siguientes cuatro tablas se
del plural (Billig, 2006) presenta el análisis de los resultados.

Tabla 1. Naturaleza de la visión de la identidad española entre


estudiantes (2º de Bachillerato)

Tipo 1. Visión esencialista 49 61’2 %


Tipo 2. Visión jurídico-política 18 22’5 %
Tipo 3. Visión mixta 13 16’2 %

Tabla 2. Expres. de visión esencialista de la ident. nacional (N=49)

Expresiones uso 1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª
Tipo 1-a
Nacido en 41 si si - si si -
Tipo 1-b
Sentirse de, pertenecer a 16 - - si si si si
Tipo 1-c
Compartir cultura, lengua, 5 - - - si - -
tradiciones
Tipo 1-d 23 si - - - - si
Identidad permanente
Subtotal - 21 11 6 5 4 2

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Tabla 3. Expres. de visión jurídico-política de la ident. nacional (N=18)

Expresiones uso
Tipo 2-a Nacionalidad 15
Tipo 2-b Cumplir requisitos legales 3

Tabla 4. Expresiones de visión mixta de la ident. nacional (N= 13)

Expresiones uso
Tipo 3-a Sentirse, pertenecer a, formar parte de y nacionalidad 8
Tipo 3-b Nacido en y nacionalidad 5

Un análisis detallado de estos datos a la nación española. Entre ellos hay


matiza mejor las hipótesis de partida. tres estudiantes que significativamen-
Los estudiantes manifiestan una te vinculan el sentimiento español más
mayoritaria visión esencialista de exacerbado a una ideología de extrema
la identidad española (n= 49). Esa derecha, buena muestra del peso de la
visión de ser español la recogen con apropiación del nacionalismo español
dos expresiones que sobresalen: haber por parte del franquismo y su pervi-
nacido en España, como estado o como vencia en los discursos de actuales for-
país (n= 49) y mantener siempre la maciones y grupos ultraconservadoras.
identidad española (n=23). Este últi- Finalmente sólo unos pocos (n= 5) iden-
mo colectivo afirma no poder dejar ser tifican ese ser español con haber nacido
español nunca si uno ya lo es, es decir, en España y compartir unos elementos
defienden el disponer una identidad étnico-culturales concretos: lengua, cul-
nacional intrínsecamente asociada a tura, costumbres e incluso gastronomía
la persona. Otro grupo (n= 16) relacio- y festividades locales
na el ser español con un sentimiento. En conjunto, este mayoritario colec-
Y para ello bien apelan a una emoción tivo de alumnos/as que manifiesta una
o impresión personal de proximidad, visión esencialista de su identidad
cercanía, afectividad hacia aquello que nacional engloba la totalidad de edades
subjetivamente consideran español, o representadas. Abarca algo más de la
bien indican explícitamente un sentir mitad (57 %) de los estudiantes mayores
compartido de pertenencia y vincula- de 18 años (11 de los 19) y un porcenta-
ción a una comunidad, de españoles o, je algo superior (62 %) de los estudian-
incluso algunos, refieren directamente tes de 17-18 años (38 de los 61 de esas

DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120 105
edades) No detectamos, pues, variacio- criterios jurídico-políticos o legales ni
nes significativas por la edad. Quizás recurre al sobradamente conocido con-
pudiera especularse que el colectivo cepto de nacionalidad. Cierra la identi-
de estudiantes de mayor de edad que dad española en una esencia asociada a
acaba bachillerato y cursa la modali- la persona con su nacimiento, vivencia
dad del bachillerato nocturno, y que por y sentimiento en y de España.
tanto habría abandonado la escolariza- Precisamente quienes manifiestan
ción incorporándose al mundo laboral, una identidad española jurídico-
tuviese menor recuerdo o referentes de política (n= 18) manejan únicamente
los contenidos sociales e históricos bási- el término de nacionalidad y los proce-
cos para la comprensión del concepto de sos legales y políticos asociados (tres
nacionalidad o ciudadanía en un esta- de ellos citan explícitamente criterios
do de derecho, aunque ello también lo legales). Recurren al proceso de nacio-
encontramos, y con un porcentaje lige- nalización que permite a las personas
ramente superior, entre los estudian- adquirir la ciudadanía de un determi-
tes que cursan 2º de bachillerato en su nado estado acogiéndose a sus marcos
edad ordinaria (17-18 años). legales. Sus manifestaciones dejan clara
A nuestro juicio, podría aventurar- su comprensión del proceso en los esta-
se que el peso del nacionalismo banal dos contemporáneos. Para este colectivo
español, transversal e imperceptible, de alumnos/as la identidad nacional es
omnipresente en los discursos y las un criterio flexible no ligado a la esen-
prácticas de la cultura popular y en los cia de las personas sino abierto y cam-
medios de comunicación, sería el res- biable: cualquiera puede nacionalizarse
ponsable de ese predominio de alumna- español o de otro estado acogiéndose a
do que finaliza el bachillerato con una la normativa jurídica vigente. Dos de
identidad española esencialista interio- ellos vinculan la nacionalidad a tener
rizada, ligada al nacimiento y vincu- derechos y deberes en un estado demo-
lada a un sentimiento compartido, en crático e incluso uno de ellos rechaza
algunos casos explícitamente identifi- cualquier identidad esencialista exclu-
cado con una comunidad o nación espa- yente y apela a la condición de personas
ñola, en otros casos relacionado con una con derechos por encima de la naciona-
cultura, una lengua, unas tradiciones, lidad respectiva, lo que implica su cono-
una identidad fija y permanentemen- cimiento de la ciudadanía universal. En
te asociada a la persona desde su naci- definitiva, el interés de las expresiones
miento en España. Se trata de la fuerte de este grupo de estudiantes es la no
identidad española latente que compar- alusión en ningún momento a criterios
te la mayor parte de la ciudadanía del étnico-culturales o esencialistas.
estado español, difundida en múltiples De hecho, el último grupo de alum-
ámbitos de la vida cotidiana, y que sólo nos es precisamente representativo de
es visible y cristaliza cuando se apela a quienes apelan a una visión mixta de
la misma directa o indirectamente. Tal la identidad nacional (n= 13) es decir,
visión no incorpora en ningún momento manifiestan y comprenden el proceso

106 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120
de nacionalización pero también incor- nacional que hemos categorizado: 7 con
poran los rasgos esencialistas sobre la una visión esencialista, 5 con una visión
identidad nacional, manifestando dos jurídico-política y 2 con una visión
expresiones mayoritarias: por un lado, mixta. Hay que comprender el contexto
el sentirse españoles y/o el de pertene- en el que se realizó la muestra, coinci-
cer o formar parte del colectivo español diendo con el clima de movilización de
(n=8) y por otro lado el haber nacido un sector importante de la comunidad
en España (n=5). En gran medida asu- educativa valenciana en contra de la
men que puede obtenerse la identidad política de recortes hacia la educación
nacional española por ambas vías, la pública, una sensibilización que tam-
jurídico-política, adquiriendo la nacio- bién incluía al colectivo estudiantil.
nalidad, y la esencialista, naciendo en 2. Por lo que se refiere al siguiente
España y sintiéndose español. bloque de análisis, la capacidad del
Finalmente, cabe reseñar respecto alumnado para manifestar o com-
a la percepción que el alumnado mani- prender una dimensión histórica
fiesta sobre lo que significa hoy en día en la identidad nacional española,
ser español, la existencia de un minori- así como en la formación del estado-
tario grupo de estudiantes (14, el 17’5 nación español y del nacionalismo
% de la muestra) que expresa una rela- español, los resultados los recogemos
ción explícita de la identidad espa- en la siguientes dos tablas.
ñola con elementos negativos aso- Se puede constatar que algo más de
ciados a la corrupción y la crisis, la mitad de los estudiantes (44, el 55
llegando incluso tres de ellos a rechazar % de la muestra) diferencia la identi-
la identidad española o avergonzarse dad nacional española del siglo XIX de
de la misma por la carga negativa que la actual, manifestando algún tipo de
conlleva. Se trata de 14 estudiantes que cambio histórico al respecto. Sólo una
manifiestan en el cuestionario furibun- cuarta parte del alumnado se muestra
das críticas contra la corrupción polí- incapaz de identificar cambio histórico
tica y los efectos sociales y económicos alguno en lo que significaba ser espa-
de la actual crisis sistémica que pade- ñol entre el siglo XIX y hoy en día: en
cemos. Son estudiantes representati- cierta medida se aproxima al colectivo
vos de las tres visiones de la identidad que defendiendo una visión esencialis-

Tabla 5. Capacidad para manifestar cambios históricos en la identidad


española (s. XIX y actualidad) (n=80)

Tipo 1. Niegan cambios en la identidad española: rasgo permanente 21


Tipo 2. Expresan algún tipo cambios en la identidad española 44
Tipo 3. No saben, no contestan 15

DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120 107
Tabla 6. Naturaleza de los cambios expresados en la identidad española
(s. XIX y actualidad) (n= 44)

Tipo 2-a. En obtención de derechos políticos, incluidos de la mujer 10


Tipo 2-b. En la existencia y/o intensidad del sentimiento nacional español 14
Tipo 2-c. En la aparición de nacionalismos periféricos 10
Tipo 2-d. No indican motivo concreto pero consideran que hubo cambios 10

ta de la identidad expresaba la impo- emplean los estudiantes que conside-


sibilidad de cambiar la misma, rasgo ran la existencia de un cambio en la
que lo retrotraen históricamente. Las identidad nacional española a lo largo
respuestas de los estudiantes reflejan del siglo XIX (n=14). Aunque sólo 3 de
en cierta forma el grado de compren- ellos citan expresamente la existencia
sión de los procesos de cambio político- de un nacionalismo español como tal,
social y la naturaleza de los contenidos aspecto que ya habríamos de conside-
históricos trabajados en la enseñanza rar de por sí significativo, es revelador
y aprendizaje de la Historia de España de un nivel básico de comprensión del
del siglo XIX. cambio histórico el que estos alumnos/
Un grupo de alumnos/as (n= 10) as incidan en dos aspectos. Por un lado,
pone su acento en evidenciar cambios en la percepción de niveles diferentes de
políticos, en la adquisición de derechos sentimiento nacional español, compren-
y libertades, precisamente al hilo del diendo por tanto la posibilidad de que
peso de la historia política, del paso del la identidad nacional española pueda
estado absolutista al estado liberal, en transformarse en ese periodo: indican
los contenidos abordados en el aula: que el sentimiento era mayor entonces
entre ellos mención especial merece la que hoy. Y por otro lado, en la conside-
concienciación que entre las alumnas ración de los factores que podrían lle-
tiene la adquisición de derechos polí- var a cambiar la identidad nacional, el
ticos para las mujeres, un cambio que papel de educación recibida, la acción
perciben de forma significativa. Otro del Estado liberal y la clase social a la
grupo de estudiantes manifiesta como que se perteneciese. La mayor parte
principal cambio la aparición de los indica que los españoles del siglo XIX
nacionalismos periféricos (n= 11), bási- manifestaban un sentimiento nacio-
camente el vasco y catalán, rasgo com- nal español de mayor intensidad que
prensible por la formulación curricular el actual, haciendo referencia de forma
del tema que ya señalamos. significativa al conflicto contra los ejér-
Pero tienen un interés más directo citos de Napoleón, a la Guerra de Inde-
en nuestro estudio las expresiones que pendencia. Dejando a un lado el factor

108 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120
de la guerra contra enemigos exterio- En el cuestionario lo vemos en algu-
res como elemento de cohesión nacio- nas de las preguntas que demandan
nal, tres alumnos apelan como factor su juicio de valor sobre la derrota de
de intensificación de la identidad nacio- 1898 o sobre el escenario supuesto de la
nal, al papel del estado y la educación. cesión a Marruecos de Ceuta y Melilla,
Sus respuestas suponen los niveles más por acuerdo o por conflicto. Y lo hacen
complejos de comprensión de los proce- con expresiones que reflejan directa-
sos de nacionalización. mente una consideración del “nosotros”
3. El último bloque a analizar a (españoles) y “ellos” (marroquíes, nor-
partir de información del cuestiona- teamericanos). En primer lugar, conju-
rio, complementada con el examen del gan verbos con la primera persona del
ejercicio de argumentación, es la capa- plural, lo que refuerza más todavía su
cidad del alumnado para indicar implicación en una acción colectiva.
pertenencia e identidad nacional En estos casos se trata de argumentos
en sus argumentos así como para que giran en torno a un tema recurren-
asumir, aceptar o justificar argu- te con el que se identifica el alumna-
mentos nacionalistas. do: el papel de España en el escenario
internacional, su mayor o menor peso
El primer interrogante a plantearse
e importancia, un fenómeno histórico
es si se localiza alumnado que expresa
con el que los estudiantes tienden más
su pertenencia e identificación con un
fácilmente a expresar pertenencia e
sentimiento nacional español y cómo lo
identificación. En este sentido también
hace. No tendría tanta importancia la
se ha señalado (Billig, 2006: 133) que
cantidad de estudiantes en si como la
la conciencia de la identidad nacional
naturaleza del discurso que emplean y
normalmente se asume de forma más
la propia existencia del mismo: argu- nítida en un contexto internacional, en
mentaciones sobre contenidos históri- un mundo dominado por naciones que
cos contemporáneos que expresan que interactúan como único escenario posi-
forman parte de una nación española, ble para concebir las relaciones interna-
presente o pasada. Y la constatación cionales (“ellos” y “nosotros”). Un tema
al respecto es evidente: 14 estudiantes recurrente donde puede constatarse la
recurren a expresiones que indican un implicación del alumnado en discursos
“nosotros”, una comunidad imaginada nacionalistas es precisamente el mayor
y sentida, una implicación personal o menor protagonismo de una nación
con una nación, principalmente en las española que actúa en el pasado pero
respuestas de su cuestionario. No pode- identificada desde el presente por el
mos olvidar que el nacionalismo es y se interlocutor. Éste pensamos que es un
expresa permanentemente como una buen campo para análisis futuros.
ideología de la primera persona del plu- En segundo lugar, otros estudian-
ral (Billig, 2006: 115). Interesa ver, por tes indican un pronombre posesivo de
tanto, cómo construyen los estudiantes la segunda persona del singular refi-
ese “nosotros” nacional. riéndose a la actuación del país, patria

DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120 109
o nación con el que se vinculan, recur- discursos se pone de manifiesto cómo
sos que también se localizaban en algu- en el imaginario del alumnado interac-
nas respuestas sobre lo que significaba túan constantemente naciones o países
ser español y si se podía dejar de serlo: que atacan o invaden, es decir, se con-
“nuestra nacionalidad”, “tu nación”, “tu firma la omnipresencia de un mundo de
país”, “nuestro país”. En dos ocasiones naciones o la dimensión internacional
se detectan expresiones que al contra- del nacionalismo (Billig, 2006: 133-139).
poner “nosotros” y “ellos”, dejan claro Los alumnos se sitúan así en el mismo
un posicionamiento xenófobo basado imaginario nacionalista de naciones
en deficientes conocimientos históricos en disputa que dibuja Pablo Iglesias
cuya presencia en las aulas de secunda- quien, a pesar de su crítica de la inter-
ria es reflejo del existente en la propia vención colonial, comparte la vivencia
sociedad española actual. de la nación española como comunidad
Finalmente el examen de las res- imaginada en el periodo de la Restaura-
puestas al ejercicio de argumentación ción (Archilés, 2008: 68-69).
con documentos nos permite efectuar Por su parte, quienes inciden más
una primera aproximación al grado de en las diferencias entre las guerras de
justificación y asimilación de argu- 1808 y 1909 aluden específicamente a
mentos nacionalistas que los estu- argumentos del contexto histórico: se
diantes realizan. trata de la supuesta justificación de la
A partir de los documentos se solicitó presencia francesa en territorio espa-
al alumnado que juzgara si eran equi- ñol al haberse establecido por tratado el
parables la Guerra de Independencia colaborar en la invasión de Portugal y
de 1808 y la guerra colonial de 1909 en el posterior engaño de Napoleón, frente
tierras marroquíes, al hilo de la compa- al supuesto carácter de invasión directa
ración que realizaba Pablo Iglesias en a territorio marroquí. En cierta medida
el documento 5 del ejercicio (Anexo 1). ello refleja su recuerdo de los conteni-
Se pretendía comprobar en qué medida dos trabajados en el aula en un detalle
los estudiantes apreciaban las diferen- que podía ser secundario: la justifica-
cias históricas entre ambos conflictos y ción de la ocupación francesa que para
evidenciaban motivaciones nacionalis- dichos alumnos no era sino el cumpli-
tas en la guerra. Se comprueba en este miento de un tratado.
aspecto que de los 11 estudiantes que Pero mayor interés tiene examinar
respondieron esta pregunta, 7 corrobo- en qué medida los estudiantes justifi-
ran más las similitudes entre ambos can o cuestionan la participación de sol-
enfrentamientos, especialmente alu- dados españoles en 1808 y en 1909. Es
diendo a su naturaleza de conflictos por aquí cuando aflora su argumentación
“invasiones” o “conquistas” (francesa o respecto al sentimiento nacionalista y
española) y a su carácter de disputas la identificación nacional como motivo
entre países como naciones por el con- para movilizarse en armas. El análisis
trol de territorios y para aumentar el de las respuestas completas efectuadas
poder de unos o a costa de otros. En sus a esta cuestión resulta muy revelador

110 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120
al respecto. Reproducimos, pues, el – “Quizá para algunos ciudadanos,
texto de sus respuestas completo: del carácter más conservador,
– “No creo que tuviera mucha justifi- sí que estuviera justificada esta
cación que muchas personas lucha- invasión y por lo tanto quisieran
ran en 1808 y 1909, simplemente contribuir en la guerra `por el bien
territorios y recursos, hacer gran- de España’, según su opinión. Sin
de una nación. Tenían sentimien- embargo no creo que el pueblo de
tos más o menos similares...tanto opinión más progresista y liberal
unos como otros, la única similitud fuera a la guerra voluntariamente.
sería el sentimiento nacionalis- Y no creo que los que lucharon en
ta, pero es muy diferente el pensa- 1808 tengan las mismas motiva-
miento de una invasión. En 1808 ciones ya que en 1808 se luchó por
España no quería ser invadida defender su territorio. En 1808 los
pero en 1909 buscaba invadir otro españoles lucharon por defender
territorio” (Referencia 4, alumno, su país que estaba siendo atacado,
17 años). al igual que hacen los marroquíes
– “En cierto modo tiene cierta justifi- contra los españoles. Sin embargo
los españoles que luchan en 1909
cación que quisieran morir por su
no lo hacen por defender España
patria puesto que están defendién-
sino que lo hacen por interés eco-
dose de la invasión, esto en 1808,
nómico, para hacer más grande y
sin embargo en 1909 la gente que
potente el estado español, al igual
‘moría por su país’ era invadien-
que en 1808 hicieron los franceses
do otro territorio. En 1808 hubo
con España” (Referencia 9, alum-
un alzamiento popular en contra
no, 17 años).
del pueblo invasor y fue este sen- – “Para ellos sí que la tenía (justifi-
timiento de ‘estar invadido’ el que cación) porque ellos estaban dis-
hizo a los españoles defenderse, es puestos a luchar por su país, Si
decir, no fue una ofensiva única- (tendrían sentimientos similares)
mente por parte militar, sino que porque en los dos estaban luchan-
el pueblo también participó enér- do por lo mismo, por su patria,
gicamente en ella. Sin embargo en y para no ser derrotados, aunque
1909 la invasión fue promovida por muchos de ellos luchaban por no
el gobierno y obligó al ejército (que tener dinero para no ir a la gue-
por entonces el alistamiento en él rra, luchando en contra de su pen-
era obligatorio) a llevarla a cabo. samiento para no ser detenidos ni
Luego no surge el mismo sen- ejecutados por la ley”. (Referencia
timiento patriótico porque no 10, alumno, 17 años)
están defendiendo aquello que En todos los argumentos reseñados,
es ‘suyo’ sino que están inten- los estudiantes comprenden que exis-
tando hacer ‘suya’ otra tierra” ta una justificación de luchar e incluso
(Referencia 8, alumna, 17 años). morir por la defensa de una nación, país

DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120 111
o patria propios. No encuentran reparo timientos similares a los que pelearon
en justificar, como de hecho así existe contra Napoleón, tendrían sentimientos
en el discurso nacionalista popular y de fe, supervivencia, añoranza y miedo
latente, la defensa de la nación propia. entre otros y eso es porque principal-
Los soldados españoles que combatie- mente estos son los sentimientos en una
ron en 1808 lo hacen a ojos de los alum- guerra, a mi juicio”. En cierta medida
nos por una causa justa, la defensa de ese alumno “piensa históricamente”
la nación. Una movilización general que los soldados mostraban y se movili-
defensiva para proteger el país pro- zaban por un patriotismo con el que no
pio, o para morir por él, no encuentra se identifica.
oposición entre los estudiantes, como
lo haría entre la opinión pública mayo-
ritaria, no así entre los sectores más 5. Conclusiones: aprender y argu-
críticos. Si nos fijamos, el primer argu- mentar el nacionalismo español,
mento que asumen como justificable es tarea educativa pendiente y nece-
el luchar por la nación propia, por su saria
defensa, por su existencia. Se trata del
poderoso instrumento de movilización El análisis realizado de las concep-
latente de los nacionalismos de estado ciones del alumnado sobre la identidad
contemporáneos que, como se ha seña- nacional permite extraer unas prime-
lado, sólo se pone en marcha en momen- ras conclusiones a desarrollar más en
tos de urgencia pero que pueden activar futuras investigaciones.
los estados de hoy en día (Billig, 2006). Se constata que el porcentaje de
Aunque no siempre se asuma, esa capa- alumnado que expresa una visión esen-
cidad de movilización general, también cialista de la identidad nacional espa-
se activa de forma periódica, aunque en ñola (61 %) es mayor que el de quienes
un nivel simbólico, en lo que podríamos manifiestan una visión jurídico-política
denominar como “batallas singulares o una mixta. Paralelamente una mino-
de la nación imaginada”, como son las ría de alumnos/as no duda en cuestio-
finales deportivas, como lo vienen sien- nar de forma vehemente el significado
do las victoriosas finales de “la Roja”. de ser español ante los efectos de la cri-
Únicamente un alumno no justifica sis y la corrupción política. También se
el luchar por la nación. En su argu- confirma el escaso porcentaje de alum-
mento contextualiza la motivación de nado que identifica cambios históricos
los soldados españoles y la diferencia durante el siglo XIX en la formación de
de su opinión, de rechazo: “Que la gente una identidad española y, a la vez, con-
estuviera dispuesta a morir tiene justi- sidera la existencia de un nacionalismo
ficación para ellos pero para mí no, hay español. Por otro lado, se comprueba
que tener en cuenta que ellos tenían un la facilidad con que algunos alumnos
sentimiento por la patria y estarían expresan en sus discursos pertenencia
dispuestos a morir pero yo lo veo ilógi- e identificación con la nación española.
co. Ellos tendrían motivaciones y sen- Finalmente se aprecia en los argumen-

112 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120
tos de los estudiantes una comprensión ción didáctica de contenidos históricos
del nacionalismo español minoritaria sobre España y sobre el funcionamien-
y deficiente. En definitiva, parece que to de los estados contemporáneos. Pero
los datos empíricos confirmarían que esa visión es muy limitada ya que no se
perviven, sino se han agravado, las defi- puede concebir a los alumnos/as como
ciencias del alumnado para una com- sujetos aislados, desde una visión psi-
prensión crítica del del nacionalismo, cológica reduccionista. Se debe ir más
ya constatadas en anteriores estudios allá y considerarlos desde el ámbito psi-
(López Facal, 1999). Ello exige una cosocial como partícipes del colectivo de
reflexión. ciudadanos que vive la nación española
El peso de una visión esencialista como comunidad imaginada en su coti-
del ser español entre el alumnado no dianeidad de la forma más corriente y
habría de corresponderse con el nivel de natural, desarrollando sus representa-
complejidad respecto al tema exigido, ni ciones sociales a partir de los medios
por edad ni por niveles mínimos de com- de comunicación de masas, la cultura
prensión logrados en su escolarización popular, el deporte, la música, etc.; en
obligatoria. Si consideramos a los estu- suma, viviendo un nacionalismo espa-
diantes como individuos protagonistas ñol banal no por ser inofensivo e inocuo,
de un proceso de enseñanza y aprendi- sino por inadvertido y por ello ya asu-
zaje determinado, a tenor de los conte- mido como normal y ordinario. Los estu-
nidos mínimos trabajados en la ESO, diantes comparten con el resto de ciu-
deberían manifestar que entienden que dadanos del estado español, el potente
ser español es disponer de la naciona- nacionalismo español que acompaña a
lidad española, poseer unos determi- la población en su quehacer diario, que
nados criterios jurídico-políticos. En está latente y sólo puede manifestare
teoría, la mayoría habría de manifestar en discursos y actitudes en situaciones
en sus respuestas que tienen en cuenta puntuales. Y, como se ha apuntado (Pas-
el concepto de nacionalidad o ciudada- tor, 2012: 173-177) en los últimos años
nía española, como identidad abierta, se asiste, paralelamente a los efectos de
independientemente de que sintieran o la crisis sistémica del capitalismo y a
manifestaran elementos más esencia- las respuestas neoliberales a la misma,
listas o de nacionalidad cultural. Pero a un fuerte proceso de (re)nacionaliza-
ese planteamiento peca en cierta forma ción española acompañado de un cues-
de una distorsión de partida: el conside- tionamiento de la diversidad del estado
rar a los estudiantes como sujetos aisla- español, del estado nacional de bienes-
dos que reciben una imagen de la iden- tar e incluso del propio statu quo ins-
tidad nacional difundida en el medio titucional de comunidades autónomas.
escolar. Se trata de una visión instru- En aras a una supuesta respuesta espa-
mentalista que parece asumir que los ñola eficiente y fuerte frente a la crisis
estudiantes aprenden y construyen su se intensifican las llamadas a la unidad
identidad nacional a través de su cono- y homogeneidad españolas, aumentan-
cimiento escolar, fruto de la transposi- do así indirectamente la intensidad y

DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120 113
fuerza de procesos de nacionalización como la observación, el análisis, la infe-
periféricos (catalán, vasco, etc.) rencia, la interpretación, la capacidad
Desde estas constataciones ¿qué de comprensión y explicación, el ejerci-
puede aportar la enseñanza y apren- cio de la memoria y el sentido crítico”2.
dizaje de una Historia de España al Esas exigencias, muy próximas al desa-
acabar bachillerato? Visto desde el rrollo de competencias educativas bási-
currículum, el alumnado se vería abo- cas, habría que llevarlas a la práctica
cado a priorizar una visión fundamen- para abordar problemas relevantes de
talmente cronológica que hace hinca- la actualidad, seleccionando contenidos
pié en la sucesión de etapas políticas. del currículum. Uno de esos proble-
Perviviría una suerte de memoria de mas es el nacionalismo y la visión de
España como estado-nación orientada la identidad nacional. Sería deseable
a reforzar una identificación acrítica de que los estudiantes pudieran construir
los estudiantes hacia una determina- un juicio crítico propio sobre las iden-
da nación (Valls, 2007: 65; López Facal,
tidades nacionales y sobre los naciona-
2008: 193). No pensamos que a inicios
lismos contemporáneos, incluyendo el
del siglo XXI sea todavía tarea educati-
español. Que conocieran que España es
va la construcción de identidades nacio-
un estado plurinacional donde conviven
nales (Pérez Garzón, 2008; López Facal,
diferentes naciones como comunidades
2006a). Antes bien en las aulas de 2º de
imaginadas y sentidas y que pudieran
Bachillerato, por los resquicios que per-
mita la estructura de contenidos curri- constatar que los nacionalismos que
cular y la exigencia de las pruebas PAU, más aparecen en los medios de comuni-
habría que atender esos otros objetivos cación no son los únicos, que existe ese
educativos de la historia que permite otro nacionalismo más fuerte, el espa-
la regulación vigente, por bien que no ñol. Que aprendieran cómo surgió ese
suela prestársele la atención suficiente. nacionalismo español y comprendieran
En el currículum de “Historia de Espa- su desarrollo y pervivencia junto a los
ña” de 2º de Bachillerato se indica que restantes. En suma, que pudieran dis-
la Historia como materia escolar pre- poner de una visión abierta y no exclu-
tende: “el estudio racional, abierto y cri- yente de la identidad nacional, capaz de
tico de ese pasado, su estudio propicia integrar y compartir otras identidades
el desarrollo de una serie de capacida- en la plural sociedad actual en aras a
des y técnicas intelectuales propias del la formación de mejores ciudadanos del
pensamiento abstracto y formal, tales futuro.

2 OrdenESD/1729/2008 de 11 de junio que regula la ordenación y el currículo de Bachillerato; la refe-


rencia citada consta en el Boletín Oficial del Estado (BOE), nº 147, de 18 de junio de 2008, p. 27505-
27506.

114 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120
ANEXOS

Anexo 1.
Ejercicio de argumentación con documentos sobre el nacionalismo
español en el contexto de la intervención colonial
en Marruecos de 1909

Documento 1
“En el Barranco del Lobo
hay una fuente que mana
sangre de los españoles
que murieron por España.
¡Pobrecitas madres,
cuánto llorarán,
al ver que sus hijos
a la guerra van!
Ni me lavo ni me peino
ni me pongo la mantilla,
hasta que venga mi novio
de la guerra de Melilla
Melilla ya no es Melilla,
Melilla es un matadero
donde van los españoles
a morir como corderos”
Coplilla popular (1909-años 20)

Documento 2
“España está defendiendo en el Rif su honor nacional. Europa y en especial Fran-
cia, confiada en que cumplirá fielmente sus compromisos internacionales, sigue
con tanta simpatía como atención el desarrollo de la acción que ha emprendido,
y sólo puede formular votos por el feliz éxito de las armas españolas puesto que
al fin y al cabo España está peleando por la causa de la civilización”. La Unión
Católica (periódico sevillano), 25 de septiembre de 1909 (reproduciendo
la opinión del diario francés Le Journal des Débats)

Documento 3
“La cuestión marroquí debería preocuparnos a los españoles más que cualquier
otra cosa. Debemos ejercer positiva influencia en la zona de nuestras costas. El Rif
es una región riquísima y allí deberían ir nuestros emigrantes”: Declaraciones
de José Canalejas a El País (diario liberal de Santa Cruz de Tenerife), 18
de julio de 1908.

DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120 115
Documento 4
“Hoy en España, una de las más grandes necesidades, es continuar haciendo
patria (...) depende la necesidad de nuestra acción en África, acción tan impor-
tante, que en ella se juega nuestra apariencia nacional. Si no nos hubiéramos
introducido en esa parte de África, se hubieran introducido otros, que nos rodea-
rían por todas partes y nos siguen oprimiendo. No se trata de los pobres rifeños
hermanos nuestros. Se trata de llevar la civilización a todas partes, lo cual es una
necesidad. Es cómodo censurar que se lleve la civilización a cañonazos, pero no
hay otros medios, y lo doloroso es que haya espíritus mezquinos que creyeran que
se trataba de unas minas”, Miguel de Unamuno “Homenaje a los reservistas
salmantinos muertos en Melilla”, El Adelanto, 9 de agosto de 1910

Documento 5
“¿Pero qué querrán esos señores (militaristas)? ¿Que a nuestra invasión en el
territorio marroquí, a nuestro cañoneo y a nuestras razzias contesten los invadi-
dos, cañoneados y razziados marroquíes echándonos bendiciones y acogiéndonos
con vítores? ¿Cómo recibieron nuestros antepasados a las huestes napoleónicas?
¿Serían célebres Madrid, Gerona, Zaragoza y otras muchas poblaciones de nues-
tro país si a la invasión y al ataque de soldados franceses hubiesen contestado
resignándose o recibiendo con los brazos abiertos a nuestros invasores? (….) La
honra de España no exige en modo alguno que se vaya a atropellar a un pueblo, a
dominarle, para que sea pasto de unos cuantos negociantes. El honor de la bande-
ra española no puede ganar nada, sino más bien empañarse, yendo a Marruecos
soldados españoles a imponer por el hierro y por el fuego lo que conviene a unos
cuantos capitalistas o a los que sueñan con sus falsas glorias (….) Por el contrario
es deshonra nacional, opuesto al honor de la bandera, indigno para el ejército
y altamente incivilizador, mantener una guerra como la de Marruecos”. Pablo
Iglesias, Vida Socialista, 1914 en Pablo Iglesias, Escritos 2. El socialismo
en España. Escritos en la prensa socialista y liberal 1870/1925, Madrid,
Ayuso, 1976, p. 263.

Cuestiones:
1. Intenta resumir lo que se pretende expresar en cada uno de los documentos
(sus ideas principales). Emplea como máximo 4-5 líneas para cada documento.
2 ¿Quién piensas que pudo componer el documento 1? ¿Qué sentimientos expre-
sa? ¿Crees que refleja la opinión de la mayoría de la población o de una minoría
radical opuesta al gobierno?, ¿por qué crees eso?
3. ¿Tienen algo en común los documentos 1 y 5?; ¿qué diferencias encuentras?

116 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES Y SOCIALES. N.º 26. 2012, 95-120
4. ¿Crees que la invasión francesa de España en 1808 y la intervención española
en Marruecos a principios del siglo XX son actuaciones equiparables como se
hace en el documento 5? ¿Por qué? ¿Encuentras alguna diferencia?
5. ¿Qué sectores de la sociedad española podían considerar que el ejército español
defendía en Marruecos el “honor nacional”, la “honra de España” y el “honor
de la bandera española”, según expresiones de los documentos 2 y 5?; ¿por qué
crees que podían afirmar eso?, ¿podían tener en cierta medida algo de razón?
6. ¿Crees que tenía cierta justificación el que muchas personas fueran a la guerra
y estuvieran dispuestas a morir por España en 1808 y en 1909? ¿Podían tener
motivaciones y sentimientos similares o diferentes los soldados que lucharon
contra las tropas napoleónicas en 1808 y los que combatieron contra las tribus
marroquíes del Rif en 1909?; ¿Por qué motivo?
7. ¿Crees que podía haber algo de razonable en la labor española de llevar la civi-
lización al pueblo marroquí según se plantea en los documentos 2 y 4? ¿hasta
qué punto eso podría justificar la intervención española en esas tierras? ¿qué
piensas que quiere decir el autor del documento 4 con la expresión “continuar
haciendo patria”?
8. ¿Cómo piensas que se justifica la presencia de España en Marruecos en los
documentos 2, 3 y 4? ¿con qué argumentos?; según tu opinión ¿qué argumentos
consideras justificados y cuáles no?; ¿toda la sociedad española compartiría
esos argumentos? ¿por qué motivos?

Anexo 2.
Libros de Historia de España de 2º de Bachillerato examinados

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Aledón, G. (2009), Historia de España 2 Bachillerato. Santillana, Madrid.
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