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Crónica de un viaje anunciado.

(FIL)

La razón por la que este viaje fue realizado no es de mucha importancia, si no las
experiencias que vieron y aprendieron; además de todo el conocimiento que ganaron al
ir a estos lugares que mencionaré más adelante.
El viernes 2 de diciembre, a las 6 de la mañana partieron en camino los alumnos del
Instituto de las Américas a Guadalajara acompañados por los compañeros de los grados
de 2do y 1ro de
secundaria,acompañados por algunos maestros, para un viaje con motivo educacional y
de poder visitar la FIL. 
 A las 12 de la mañana llegaron a la ubicación de Guachimontones en el estado de
Jalisco, donde pudieron ver y aprender sobre lo que fue alguna vez una civilización
antigua llamada Teuchitlán. Después de un rato de estar aprendiendo sobre este lugar,
salieron del lugar y se embarcaron en el camión para después ir a comer a un restaurante
en la plaza Galerías en Guadalajara.

Al llegar al hotel fueron deslumbrados por su aspecto no tan ostentoso pero tan poco
con un mal desaire. Lo que tenia a muchos preocupados era la mala posibilidad de tener
que compartir cuarto con algún compañero con el que no fueran adyacentes. Pero para
su sorpresa( y la de la mayoria de los compañeros) les toco estar con sus compañeros de
clase. Al alumno Emiliano Herrera le tocó compartir cuarto con su compañero Aldo y
sus otro compañero, al cual admira, Gustavo.
Cuando la luna iluminaba ya el cielo, partieron al famoso panteón de Belén. El como
llegaron no importa, lo que interesaba es lo que habia dentro del panteón. Antes de
ingresar, varios alumnos compraron linternas de pequeñas dimensiones al costo de 20
pesos mexicanos.
Al entrar había un guía,al cual muchos testigos describen como molesto y ‘mala onda’,
que mostró el alrededor del panteón y explicó la exuberante historia que este recinto
guardaba.
Después de un prolongado rato, los alumnos fueron a comer al conocido restaurante
‘Toks’. El alumno Emiliano Herrera pidió una pechuga de pollo, la cual sonaba
excelente ya que además de la pechuga estaba acompañado por una ensalada compuesta
con lechuga romana partida en pedazo de no gran tamaño, y unos jitomates cherrys de
un diametro muy promedio.
El ambiente no era el más aburrido, pero tampoco el más alocado, asi que varios
alumnos pidieron crayolas y hojas para dibujar sobre ellas para matar el aburrimiento.
Después de comer y jugar con crayolas, los alumnos y maestros regresaron al hotel para
finalizar su día y poder empezar otro el día siguiente.

Viernes 2 de diciembre de 2022: Los alumnos despertaron con el fin de visitar las
fábricas de la empresa Marinela y a la FIL.
En el camino para llegar a Marinela, el alumno Gustavo se quedaba dormido que hasta
parecía un muerto. Al momento de la llegada a Marinela, fueron presentados por una
guía, la cual era muy poco agradable y le daba disgusto a los alumnos. Dentro de
Marinela les enseñaron un video sobre la historia de la empresa, tal como de donde salió
el nombre de ‘Marinela’ y el origen del pan ‘gansito’.
Después de esto, realizaron otro recorrido para ir a la FIL. Dentro de la FIL había
mucha gente fascinada por la gran cantidad de libros que se exponian dentro de este
lugar, los alumnos Emiliano Herrera, Manuel Borrayo, Gustavo dos Santos, Fernando
Bogarín y Emiliano Echevarria anduvieron por toda la exposición viendo libros y
deslumbrandose por la cantidad de libros que había.
Después de un tiempo, Manuel se perdió entre la multitud y se quedaron preocupados
por la ausencia de su compañero. Pero en el tiempo en que Manuel estaba perdido, los
demás del grupo compraron varios libros que les resultaban maravillosos, y Gustavo se
compró la gran obra literaria llamada ‘Cien años de soledad’, por el autor Gabriel
García Márquez.
Posteriormente a la FIL, volvieron a subir al camión para ir a comer al restaurante
‘Sirloin’. Durante el trayecto del viaje, Gustavo volvio a quedarse dormido. Pero lo
gracioso de esto fue que entre la alumna Paola Blancas, Aldo, Luis, y hasta el propio
director le realizaron una broma a Gustavo diciendo que se habia quedado dormido y no
bajó a comer, pero al final le dijeron que esto habia sido solamente una broma.
Durante la comida, el alumno Gustavo encontró unos brownies que estaban recubiertos
por una capa de azucar glass, lo cual lo puso muy alocado por haberse ingerido 4
brownies seguidos. Esta energía extra que los brownies le habia dado lo volvio mucho
mejor en el juego de futbol llamado ‘Fifa 86’ y pudo meter 12 goles, los cuales les
presumio a su compañera Paola Blancas. Seguido de esto, los alumnos regresaron al
hotel para finalizar el día.

Sábado 3 de diciembre de 2022: Era el último día del viaje, así que tuvieron que
empacar sus cosas para el viaje de vuelta a Puerto Vallarta.
El Sol brillaba y relucia cuando dejaron las instalaciones del hotel donde pasaron la
noche para subirse al camión e ir a visitar el museo de Cabañas y el acuario michin para
después regresar.
La llega al museo Cabañas fue un tanto tardado ya que llegaron temprano y el lugar se
encontraba cerrado y tuvieron que esperar por una media hora.
El alumno y compañero Gustavo iba con una pinta y un aire de vagabundo por su
manera de estar vestido con un gorro y lentes oscuros.
Al momento en que ingresaron al museo, las autoridades del lugar hicieron que algunos
alumnos abandonaran sus bolsas.
Seguido de eso un guia procedio a contarles a los alumnos sobre el museo y las pinturas
que se encontraban dentro de este.
El guía resultó disgustarle a un grupo de alumnos que no estaban prestando atención a la
historia del lugar, si no que estaban viendo su teléfono e ignorando al guía, pero el
alumno Emiliano Herrera comentó que el lugar era bastante placentero de obsevar ya
que tenia pinturas que fascinaban la vista y remarcaban relatos de épocas pasadas que
ahora quedan plamadas en murales.
Al finalizar de recorrer este lugar, el grupo del Instituto de las Américas volvieron a
partir en el camión para ahora realizar su ultimo destino antes de regresar al puerto que
tanto aman: Puerto Vallarta.
El lugar que visitaron fue nada menos que el Acuario ‘michin’. Al bajarse del camión,
se podia sentir una brisa de aire bastante fría y agradable antes de entrar al lugar que
tantos anhelaban por visitar.
Pero el acuario no era bastante grande, ya que muchos alumnos lo recorrieron en tan
solo menos de 20 minutos, pero cuentan que algunos peces tenían aspectos que eran
bastante sorpredente. Al final del recorrido del acuario había un exterior donde habia
carpas para cubrirse del sol del mediodia que daba molestias a las personas. Pero
además de solo carpas, había mesas donde pudieron sentarse para así gustar de un
refresco que fue ofrecido de cortesía.
Después de un rato de estar descansando bajo la protección de la carpa, reanudaron
caminando el alrededor del acuarío al ver que había cabras – al cual varios alumnos
como Manuel Borrayo pudieron acercarse a ellas- y un recinto con aves donde podían
intentar alimentarlas.
El final de está travesía ocurre en la plaza Galerías, antes de las seis de la tarde, donde
los alumnos fueron a dar una vuelta en su extenso interior para ver que podían comprar
con el dineor que cargaban. Durante el trayecto, el alumno Manuel Borrayo se fascinó al
ver un dinosaurio montable – al cual no pudo subirse, lamentablemente-, mientras sus
compañeros Emiliano Herrera, Fernando Bogarín y Gustavo dos Santos fueron a
comprar una docena de gorditas en el área de comida dentro de la plaza.
Después de haber comprado la gorditas y haber esperado bastante tiempo para que se las
dieran, volvieron al camión con el resto de sus compañeros y maestros para así volver a
Puerto Vallarta.
El último fragmento de esta crónica va a ser la más aburrida ya que solo abarca la
travesía en el camión -donde no ocurre nada que pueda deslumbrar al lector -.
Antes de que el camión encendiera el motor y empezara a avanzar, los demás alumnos
comieron pizza mientras que Fernando Bogarín y Emiliano Herrera gozaban de sus
gorditas de picadillo y mole.
El camino de regreso duró aproximademente alrededor de 4 horas casi llegando a las 5
horas. Cuando el sol ya se había ocultado y la oscuridad iluminaba la carretera, varios
alumnos decidieron dormir para que el viaje se sintiera más corto. Los alumnos y
maestros terminaron por llegar alrededor de la hora de las 23:30 y así fue como
concluyó esta fascinante travesia de la cual todavia se sigue hablando hasta el día de
hoy.

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