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Laura Soria Garnacho

TEMA 6. Política medioambiental y Administración. Ordenación del territorio.


Conservación de la biodiversidad. Prevención de la contaminación y el cambio
climático. Distribución de competencias.

I. GUIA DE ESTUDIO
El Tema 6 del bloque de “Políticas Públicas” consta de cinco epígrafes: ”Política
medioambiental y administración”, “Ordenación del territorio”, “Conservación de la
biodiversidad”, “Prevención de la contaminación y cambio climático” y “Distribución de
competencias”.

A los efectos de facilitar la comprensión y memorización del tema, se recomienda


proceder a su estudio agrupándolo en 4 bloques:

 Análisis del marco jurídico general, tanto nacional, como comunitario,


delimitación del reparto competencial y análisis de las diferentes formas de
actuación administrativa en la materia, con especial referencia a la Ley 26/2007
de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental. Lo que comprendería el
estudio del primer y último epígrafe.

 Análisis de la ordenación del territorio, como elemento decisivo en la actuación


medioambiental, y de las técnicas de evaluación ambiental, como herramientas
que permiten prevenir los daños al medioambiente. Estudio del segundo
epígrafe.

 Conservación de la biodiversidad: análisis de las medidas adoptadas con el fin


de proteger nuestro patrimonio natural y biodiversidad, con especial referencia
a la normativa reguladora de la Red de Parques Nacionales. Estudio del tercer
epígrafe.

 Lucha contra la contaminación y el cambio climático: análisis de las diferentes


normas adoptadas con el fin de luchar contra la contaminación, con especial
referencia al Protocolo de Kioto, como principal instrumento internacional en la
lucha contra el cambio climático. Estudio del cuarto epígrafe.

Tal y como se señala en el título, se analiza en este Tema la política


medioambiental, política relativamente reciente que, sin embargo, ha tenido un
importante desarrollo como consecuencia del grave y progresivo deterioro sufrido por
el medioambiente tras la revolución industrial.

Antes de analizar el marco jurídico general, el opositor debe prestar especial


atención al concepto de desarrollo sostenible, eje actual de toda acción o política
medioambiental, mediante el cual se pretende armonizar el desarrollo económico con
la preservación del medioambiente a fin de garantizar la calidad de vida tanto de las
generaciones presentes, como de las generaciones futuras.
Laura Soria Garnacho

Entrando en el análisis del marco jurídico general, primer epígrafe del Tema:
“Política medioambiental y administración”, y, en concreto, del ordenamiento
jurídico interno, hay que hablar en primer lugar de la Constitución Española de 1978,
pionera en esta materia al reconocernos en su artículo 45 no sólo el derecho a
disfrutar del medioambiente, sino también la obligación de conservarlo. Estableciendo
expresamente que la conservación del medioambiente debe basarse en la
indispensable solidaridad colectiva.

Además, y continuando con el análisis del texto constitucional, se recomienda al


opositor que proceda al estudio del reparto competencial en esta materia, no obstante
su ubicación en el último epígrafe del Tema: “Distribución de competencias”. Se
trata de una materia compartida correspondiendo al Estado dictar la legislación
básica (y sin perjuicio de que también ostente competencias transversales) y a
las Comunidades Autónomas desarrollar dicha legislación y las competencias
de gestión. Y todo ello sin olvidar que las Corporaciones Locales, concretamente los
Ayuntamientos, además de las competencias que les puedan ser atribuidas tanto por
la normativa estatal, como por la normativa autonómica, tiene atribuida por la Ley de
Bases de Régimen Local la prestación de determinados servicios que inciden
directamente sobre el medioambiente.

En el ámbito comunitario, la política medio ambiental se encuentra regulada en los


artículos 191 y siguientes del TFUE. Dicha política tiene como objetivo general
alcanzar un nivel de protección elevado, teniendo presente la diversidad de
situaciones existentes en las distintas regiones de la Comunidad y se basa en los
principios de cautela y de acción preventiva, en el principio de corrección de los
atentados al medioambiente, preferentemente en la fuente misma, y en el principio de
quien contamina paga.

Tras exponer las diferentes formas de actuación administrativa en la materia, se


procede a analizar la “Ordenación del territorio”.

El opositor tiene que tener en cuenta que la ordenación o planificación territorial se


ha revelado como uno de los instrumentos básicos y fundamentales para lograr el
objetivo de desarrollo sostenible, siempre y cuando la misma se someta a la técnica de
Evaluación Ambiental.

La Evaluación Ambiental es una técnica de tutela ambiental preventiva cuya


finalidad es proporcionar a las autoridades competentes la información adecuada que
les permita decidir sobre un determinado plan, programa o proyecto con pleno
conocimiento de sus impactos sobre el medioambiente.

La Evaluación Ambiental se introdujo en nuestro ordenamiento interno en el año


1986, momento en el que se regula la Evaluación de Impacto Ambiental, de aplicación
a determinados proyectos públicos y privados. Posteriormente, mediante la regulación
de la conocida como Evaluación Ambiental Estratégica, la aplicación de esta técnica
se extendió a las primeras fase de la planificación, es decir, al momento en el cual las
Administraciones Públicas fijan sus grandes estrategias.
Laura Soria Garnacho

En la actualidad, las Evaluaciones Ambientales se encuentra reguladas en la Ley


21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental (BOE de 11 de diciembre).

Esta norma mantiene la doble clasificación existente en nuestro ordenamiento


jurídico, a saber:

 La Evaluación Ambiental Estratégica, que se aplicará a determinados


planes y programas públicos.
 La Evaluación de Impacto Ambiental, a la que se someterán
determinados proyectos tanto públicos, como privados.

Como novedad, la norma introduce una doble tipología de procedimientos en cada


una de las Evaluaciones:

 El procedimiento ordinario, reservado a aquellos planes, programas y proyectos


respecto a los cuales existe la presunción/convicción que tendrán efectos sobre
el medioambiente.
 El procedimiento simplificado, reservado a aquellos planes, programas y
proyectos respecto a los cuales no existe a priori dicha presunción. Siendo su
finalidad, determinar si se deben o no someter al procedimiento ordinario.

La nueva norma, además de regular con mayor exhaustividad el procedimiento


para tratar de garantizar la máxima concertación en todo el territorio nacional,
establece, por primera vez, el carácter/naturaleza tanto del procedimiento de
evaluación ambiental – instrumental -, como de los pronunciamientos
medioambientales – preceptivos y determinantes.

El tercer epígrafe “Conservación de la biodiversidad”, se centra en el estudio


de la conservación y protección de nuestra biodiversidad mediante el análisis de la
Ley 42/2007 de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad
(LPNB).

Se trata de una Ley extensa y compleja debido a la especificidad de la materia. Se


recomienda al opositor que preste especial atención a los instrumentos para el
conocimiento y planificación del Patrimonio Natural y la Biodiversidad establecidos en
la Ley, así como a la regulación de los Espacios Naturales Protegidos y los Espacios
Protegidos Red Natura 2000.

Asimismo, en este epígrafe se hace referencia a los Parques Nacionales (que el


opositor no debe confundir con los Parques, una de las cinco tipologías de Espacio
Natural Protegido reguladas en la LPNB) y, concretamente, a la Ley 5/2007, de 3
abril, que ha venido a regular la Red de Parques Nacionales, recogiendo, además,
la jurisprudencia constitucional existente en lo referente al reparto competencial en
este ámbito.

En general, durante el estudio de este epígrafe el opositor deberá prestar especial


atención al reparto competencial existente entre el Estado y las CCAA en materia de
conservación de la biodiversidad. En este sentido, se recuerda, tal y como se señaló
anteriormente, que las CCAA tienen atribuidas, entre otras, las competencias de
gestión en materia medioambiental.
Laura Soria Garnacho

En el cuarto epígrafe del tema “Prevención de la contaminación y el cambio


climático”, se procede a analizar las diferentes leyes que persiguiendo tal finalidad se
han dictado en nuestro país.

En primer lugar, se analiza el Real Decreto Legislativo 1/2016, de 16 de diciembre,


por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de prevención y control integrados
de la contaminación. que tiene una finalidad preventiva y de protección del medio
ambiente en su conjunto: tierra, agua y aire.

Para ello, la norma regula una figura de intervención administrativa, la autorización


ambiental integrada, que fue introducida en nuestro ordenamiento jurídico en el año
2002 y que vino a aglutinar todas las autorizaciones existentes hasta aquel momento.
Respetando el reparto competencial establecido en la Constitución en materia
medioambiental, la autorización ambiental integrada es gestionada por las
Comunidades Autónomas.

A continuación, se procede a analizar las diferentes leyes aprobadas con el fin de


proteger al medioambiente de los distintos tipos de contaminación.

En primer lugar, se analiza la lucha contra la contaminación acústica a través del


estudio de la Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido.

Con el fin de preservarnos de dicha contaminación, la Ley regula una doble


tipología de medidas: medidas de prevención y medidas de corrección;
estableciéndose, además, un instrumento o medida intermedia: los planes de acción
en materia de contaminación acústica, que podrán ser tanto preventivos, como
correctores.

Junto a dichas medidas, la Ley recoge la obligación de elaborar una cartografía


ideal de nuestro país desde el punto de vista acústico (cartografía sonora), mediante la
división del territorio en áreas acústicas y fijación de objetivos de calidad acústica para
cada una de ellas.

Esta medida se completa con la obligación de elaborar mapas de ruido, los cuales
mostrarán, a diferencia de la anterior, la situación real de las diferentes partes de
nuestro territorio en términos de contaminación acústica. De esta manera, la
comparación entre éstos y aquélla, permitirá determinar en qué zonas del territorio
será necesario adoptar medidas de protección contra la contaminación acústica, por
incumplirse los objetivos establecidos, sin perjuicio de que en las restantes zonas se
puedan adoptar medidas de prevención.

A continuación se procede a analizar la lucha contra la contaminación atmosférica,


mediante el estudio de la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad de aire y
protección de la atmósfera.

Por medio de esta Ley, se ha incorporado a nuestro ordenamiento jurídico el


modelo de gestión de la calidad del aire vigente en Europa basado en la fijación de
objetivos de calidad, la evaluación periódica, la zonificación por parte de las
autonomías de su territorio según los niveles de contaminación, y la identificando de
las áreas que superen los niveles permitidos. Recogiendo, además, obligaciones
concretas para los municipios con población superior a 100.000 habitantes.
Laura Soria Garnacho

Por otra parte, hay que destacar que la Ley haciendo uso de la llamada
“ecofiscalidad” o “fiscalidad verde” y con el fin de fomentar comportamientos
respetuosos con el medio ambiente, introduce modificaciones en el impuesto de
matriculación.

Finalmente, se procede analizar el Protocolo de Kioto, principal instrumento


internacional en la lucha contra el cambio climático.

El Protocolo de Kioto fue adoptado en el año 1997, entrando en vigor el 16 de


febrero de 2005.

Los países firmantes del Protocolo de Kioto se han comprometido a reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero en un 5% en el periodo 2008-2012,
respecto al año 1990 (año base del sistema).

Por su parte, la Unión Europea, en el marco del Protocolo de Kioto – 1º período -


elevó su objetivo de reducción a un 8%.

Evidentemente, el fin último del Protocolo de Kioto es reducir las emisiones de


gases de efecto invernadero, mediante la adopción de planes y programas nacionales
en este sentido.

Ahora bien, algunos países mostraron su dificultad para alcanzar dicho objetivo
simplemente mediante la reducción de sus emisiones, por ese motivo se incorporaron
en el Protocolo los denominados Mecanismos de Flexibilidad, a saber:

 El Comercio de Derechos de Emisión.

 El Mecanismo de Desarrollo Limpio.

 El Mecanismo de Aplicación Conjunta.


.

En el Tema sea analiza el primero de los Mecanismos mediante el estudio del


régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero
establecido en la Ley 1/2005, de 9 marzo.

Una vez expirado el periodo de aplicación del primer período de Kioto, 2008-2012,
y al no alcanzarse un nuevo Acuerdo, las partes participantes en la Convención Marco
de Naciones Unidas para el Cambio Climático celebrada en 2012, decidieron extender
el Protocolo de Kioto hasta 2020, abriéndose un segundo período en el marco del
mismo.

En relación con los objetivos a alcanzar en el marco del mismo, y a la espera de


que se fijen objetivos globales, el opositor no debe olvidar que la UE ya se había fijado
previamente los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a
alcanzar en 2020: un 20% en 2020, contemplando la posibilidad de elevar dicha
reducción a un 30% si otros países se fijaban objetivos similares.
Laura Soria Garnacho

II. VOCABULARIO
El tema no contiene ningún vocabulario específico que plantee una mayor
dificultad, no obstante, para aclarar algún concepto el opositor se puede remitir a la
legislación referida en el tema y en esta Guía de Estudio.

III. LEGISLACIÓN APLICABLE

 Constitución Española: especial atención a sus artículos 45,


148.1.9.ª y 149.1.23ª.
 Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental.
 Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental.
 Real Decreto Legislativo 1/2016, de 16 de diciembre, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley de prevención y control
integrados de la contaminación.
 Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y control integrados de la
contaminación: especial atención a la autorización ambiental
integrada.
 Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la
Biodiversidad. Ley 5/2007, de 3 de abril, de la Red de Parques
Nacionales.
 Ley 5/2007 Parques Nacionales.
 Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido.
 Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección
de la atmósfera.
 Ley 1/2005, de 9 marzo, por la que se regula régimen del comercio
de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
Laura Soria Garnacho

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