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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA 


UNIDAD ACADÉMICA DE SALUD Y BIENESTAR 
CARRERA DE MEDICINA 

CICLO 9 A  
 
 

MEDICINA INTERNA
 
 

CEFALEA: TRABAJO AUTÓNOMO


 

AUTORES:
CAMILA ASTUDILLO
MARCELA LEÓN
ÁNGELES URGILES
LUIS GOYA
FLOR MINCHALA

DOCENTE  

DR. CRISTHIAN JARAMILLO.


 
 

Cuenca – Ecuador 
 2023
CEFALEA
INTRODUCCIÓN

La cefalea es el termino medico para “dolores de cabeza” es una de las afectaciones más
comunes que ocurren en la población en general independientemente de la edad. La
define como la presencia de dolor localizado por encima de la línea existente entre
ambos cantos oculares externos, hasta el centro del canal auditivo externo y puede ser
considerada tanto un síntoma como un síndrome de forma simultánea. Éstas pueden
variar en intensidad, duración y características que hacen que su diagnóstico y
tratamiento sea un desafío para los médicos o el especialista el neurólogo. La
comprensión adecuada de las diferentes formas de cefalea es fundamental para ofrecer
un enfoque terapéutico específico, efectivo con el fin de mejorar la calidad de vida de
los pacientes(1).

De acuerdo con la clasificación internacional de las cefaleas, estas pueden ser divididas
entre primarias y secundarias siendo los trastornos primarios los más frecuentes,
mientras que los secundarios son de naturaleza emergente y pueden resultar mortales.
Existen numerosos tipos de cefalea, cada una con sus características clínicas distintivas
y posibles desencadenantes. Entre las más comunes se encuentran las cefaleas
tensionales, las migrañas, la cefalea en racimos y la cefalea secundaria a otras
enfermedades, consumo de sustancias alcohólicas. Aunque todas ellas comparten el
síntoma principal de dolor de cabeza, difieren en términos de ubicación del dolor,
duración, frecuencia y síntomas asociados(2).
El estudio y la investigación en el campo de las cefaleas han proporcionado avances
significativos en la comprensión de su fisiopatología y enfoques de tratamiento. Las
investigaciones neurobiológicas han revelado la implicación de diversos mecanismos,
como la activación neuronal, los desequilibrios químicos y los factores genéticos, en la
aparición y desarrollo de las cefaleas. Además, los estudios epidemiológicos han
arrojado cómo una prevalencia a lo largo de la vida del 99% en mujeres y del 94% en
hombres, es un síntoma que genera más de 4 millones de visitas a la sala de emergencia
y anualmente es el motivo de consulta de 12 millones de casos que acude a la consulta
externa(3).
En esta revisión bibliográfica, se abordarán exhaustivamente las diferentes formas de
cefaleas, analizando los criterios diagnósticos, los mecanismos fisiopatológicos
implicados y los enfoques terapéuticos recomendados. Se revisarán las investigaciones
más recientes y relevantes en el campo, incluyendo estudios clínicos, revisiones
sistemáticas y metaanálisis, con el objetivo de proporcionar una visión actualizada y
completa sobre el tema.

El conocimiento de las cefaleas y su manejo adecuado son de vital importancia en la


práctica médica, ya que estas afecciones pueden tener un impacto significativo en la
calidad de vida de los pacientes. Al profundizar en la comprensión de las cefaleas, los
médicos y científicos podrán desarrollar estrategias más efectivas para el diagnóstico,
tratamiento y prevención de estas condiciones, mejorando así la atención médica y la
calidad de vida de aquellos que sufren de dolores de cabeza crónicos.

OBEJTIVOS
Objetivo General:
Describir los diferentes tipos de cefaleas en relación a su sintomatología, diagnóstico y
tratamiento.
Objetivos Específicos:
1. Analizar los factores de riesgo para cada tipo de cefalea.
2. Identificar la sintomatología presente en los diferentes fenotipos de cefalea.
3. Establecer el diagnóstico y tratamiento de acuerdo con la condición del cuadro
que se presente.
Justificación
El propósito de este trabajo de investigación es describir a la cefalea, así como las
múltiples clasificaciones de esta, incluyendo la migraña con y sin aura, cefalea
tensional, cefalea en racimos, cefalea medicamentosa, cefalea por trauma, cefalea por
infección e hípnica; incluyendo definiciones, etiología, características de presentación
clínica, factores de riesgo, métodos diagnósticos empleados en la actualidad,
tratamiento farmacológico y no farmacológico, prevención, etc. A continuación, se
describirá la información más relevante y destacada de los papers seleccionados para el
trabajo investigativo, siendo específicos de los últimos 5 años, con la finalidad de
ampliar los conocimientos sobre cefalea, siendo un motivo de consulta muy común y
con altas tasas de incidencia y prevalencia en la actualidad.

CEFALEA TENSIONAL
La cefalea tensional es el trastorno neurológico más prevalente en todo el mundo. Esta
cefalea primaria se caracteriza por dolores de cabeza recurrentes de intensidad leve a
moderada. Las cefaleas tienden a ser bilaterales y a veces se describen como un patrón
en forma de "banda de sombrero", aunque el dolor también puede aparecer en la frente,
en el cuello o en las regiones posteriores de la cabeza y el cuello. Las cefaleas también
se caracterizan por la ausencia de síntomas acompañantes como fotofobia, fonofobia y
náuseas. Algunos factores de riesgo estudiados son la edad temprana, sexo femenino,
mala salud, incapacidad para relajarse después del trabajo y dormir pocas horas.
La cefalea tensional es más frecuente que la migraña. La epidemiología de la cefalea
tensional está menos estudiada que la de la migraña hasta la actualidad. Las mejores
estimaciones sugieren que alrededor del 40% de las personas en los Estados Unidos han
experimentado cefalea de tipo tensional en el último año. Al ser menos grave, es menos
probable que se atienda en centros sanitarios(4).
Diagnóstico: La cefalea tensional se diagnostica basándose en los antecedentes de
cefalea y la exclusión de otros trastornos que puedan simularla. Debe sospecharse la
presencia de cefalea tensional en cualquier persona que refiera cefalea recurrente de
intensidad leve o moderada. El diagnóstico es más probable en pacientes cuya cefalea es
bilateral y de tipo

opresivo. Una descripción típica es la sensación de una banda elástica que aprieta
alrededor de la cabeza. Para establecer el diagnóstico es necesario realizar una
evaluación

clínica adecuada para establecer el diagnóstico, y una revisión de la historia clínica debe
tener en cuenta el inicio, la duración y la frecuencia de la cefalea, así como las
características del dolor, síntomas acompañantes y factores agravantes y atenuantes. Los
diarios de cefalea diagnóstica son la mejor herramienta de evaluación disponible para la
cefalea tensional y pueden orientar a la toma de decisiones clínicas(5).

Tratamiento: La cefalea tensional es, por definición, una cefalea de leve a moderada y,
como tal suele responder a los analgésicos de venta libre. Las directrices de la
Federación Europea de Sociedades Neurológicas concluyeron que los tratamientos de
venta libre con paracetamol, aspirina, ibuprofeno y naproxeno son eficaces para el
tratamiento agudo de la cefalea tensional, al igual que los analgésicos no esteroideos.
Para el tratamiento agudo de la cefalea tensional, se determinó la eficacia de los AINES,
ketoprofeno y diclofenaco. La cafeína, que suele utilizarse en preparados combinados
con AINE, recibió la calificación de probablemente eficaz. El butalbital y la
combinación de paracetamol, dicloralfenazona e isometepteno también se utilizan para
las cefaleas de tipo tensional refractarias. Es importante recalcar que los medicamentos
que contienen butalbital pueden contribuir a aumentar la frecuencia de las cefaleas
cuando se utilizan más de 2 días a la semana.

Prevención: No existen directrices que sugieran cuándo debe iniciarse la prevención de


la cefalea tensional. Parece razonable considerar el inicio de la prevención cuando la
frecuencia de las cefaleas sea de 2 días a la semana o más, pero esto depende de las
condiciones del paciente. Los antidepresivos tricíclicos, incluida la amitriptilina, son los
que cuentan con mejores pruebas para la prevención de las cefaleas de tipo tensional. Se
han estudiado los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, pero no han
demostrado ser más beneficiosos que el placebo o los antidepresivos tricíclicos.
También se ha demostrado que la tizanidina siendo un relajante muscular, tiene algunos
efectos beneficiosos.

CEFALEA POR ABUSO DE MEDICAMENTOS


La cefalea por abuso de medicación se encuentra dentro de las 20 primeras causas de
incapacidad a nivel mundial, demostrando una prevalencia de 1% aproximadamente a
nivel mundial. Se desconoce con exactitud su etiología, en embargo se postula la
relación con la cronificación del dolor en pacientes susceptibles que son susceptibles a
distintos factores estresores psicosociales y socioeconómicos, viéndose muy asociada a
cuadros clínicos de ansiedad y depresión(6).
La cefalea por uso excesivo de medicación se caracteriza por ser una cefalea que
acontece al menos 15 días al mes en pacientes con antecedente de cefalea preexistente y
que hacen uso regular y excesivo de uno o varios fármacos sintomáticos durante al
menos tres meses. Se considera su desarrollo como consecuencia del uso excesivo de
medicación y se propone que el cuadro clínico se resuelve cuando el paciente
interrumpe el abuso de dichos fármacos.
Diagnóstico: El diagnóstico de la cefalea por consumo de medicamentos se basa en la
historia clínica y en la exploración física. La cefalea es diaria o casi diaria, resistente al
tratamiento, y varía en intensidad, tipo y localización. Sus características dependen de la
cefalea primaria. Se conoce que cualquier esfuerzo físico o mental puede
desencadenarla ya que el umbral del dolor suele ser bajo. Pueden observarse síntomas
de abstinencia si se produce la retirada brusca de los analgésicos. Este tipo de cefalea
puede asociarse a síntomas como astenia, náuseas, alteraciones gastrointestinales,
depresión, irritabilidad, ansiedad, inquietud de extremidades, alteración de memoria y
déficit de concentración. Además, se han descrito ciertas comorbilidades como
hipertensión arterial y obesidad y con menor frecuencia, alergias y enfermedades
musculoesqueléticas(7).

Tratamiento: se basa en algunos pilares, siendo estos la información y educación del


paciente sobre el mecanismo de desarrollo de la cefalea por consumo de medicamentos,
tratamiento preventivo farmacológico y no farmacológico, que se basa en la aplicación
de terapias conductuales centradas en biofeedback, estrategias para una mejor gestión
del estrés y ejercicio físico regular. El topiramato, la onabotulinumtoxin y los
anticuerpos monoclonales contra el péptido relacionado con el gen de la calcitonina
como es el erenumab, fremanezumab y galcanezumab han demostrado ser eficaces en el
tratamiento de la migraña crónica asociada al uso excesivo de medicación, además de la

deshabituación y suspensión de aquellos fármacos de los que se hace un uso excesivo y


seguimiento del paciente con riesgo de recurrencia.
Deshabituación y suspensión de fármacos de consumo excesivo: La retirada del
fármaco puede acompañarse de sintomatología por deshabituación, cuya duración es
variable dependiendo del tipo de fármaco. Por lo general no se prolonga más de dos
semanas. El síntoma por deshabituación más común es el empeoramiento de la cefalea,
pero con frecuencia los pacientes pueden presentan también náuseas, vómitos,
trastornos del sueño y episodios de ansiedad. Existen distintos fármacos que
contribuyen al proceso de la deshabituación y suspensión de estos fármacos; destacando
algunos como los esteroides, neurolépticos, valproato sódico y antidepresivos
tricíclicos(8).

MIGRAÑA
La migraña es un tipo de cefalea primario definida como un trastorno sindrómico del
cerebro que aparece por la presencia de factores desencadenantes suele ser esporádica o
episódica, donde su característica principal es un intenso dolor que se acompaña de
náuseas, fotofobia y fonofobia. En la mayoría de los casos es un trastorno hereditario.

Esta continúa siendo la segunda causa a nivel mundial de discapacidad. La migraña se


puede subdividir dependiendo de si hay un aura o no, y según la frecuencia de la
cefalea.
La asociación entre el aura se encuentra respaldada debido a que ambas están
relacionadas con una depresión de propagación cortical en donde una onda auto
programada de despolarización neuronal glial se propaga a través de la corteza cerebral.
A su vez, dentro de la fisiopatología de la migraña se menciona que existe una
activación del sistema trigémino vascular formado por neuronas sensoriales
pseudounipolares pequeñas que se forman en el ganglio cervical superior(9).
La migraña es un trastorno con ataques recurrentes que se desarrolla en eventos que
pueden durar horas o incluso días y pasan a través de cuatro fases. La primera, el
pródromo, son síntomas afectivos y vegetativos que se manifiestan cada 24 - 48 horas
como irritabilidad, antojos, depresión o estreñimiento. Segundo, aura de migraña ocurre
en un 25% de pacientes con migraña, con síntomas neurológicos focales son positivos
los

visuales, somatosensoriales o motores o síntomas negativos como pérdida de visión,


audición, sensibilidad o pérdida de función. Tercero, dolor de cabeza puede ser
unilateral,

palpitante o pulsátil cada vez que aumenta el dolor las personas comienzan a sentir otros
síntomas acompañantes. Cuarto, migraña prodrómica se presenta cuando el cuadro de
dolor de cabeza ya ha finalizado y el paciente experimentan molestias o dolor de cabeza
transitorio al realizar movimientos en esta fase los pacientes se sienten eufóricos y
agotados.

Dentro de los factores precipitantes se encuentra: estrés, menstruación, estímulos


visuales, cambios climáticos, consumo de nitratos, ayuno y vino.

El número de días con cefalea determina si el paciente tiene migraña episódica o


crónica. Los pacientes que presentan al menos 15 días de cefalea al mes con ocho o más
días de dolor de características reciben el diagnóstico de migraña crónica. Esta última a
través de estudios de imagen se identificó alteraciones del flujo sanguíneo a la
protuberancia dorsal, corteza cingulada anterior y el cuneo(10).

Los subtipos de migraña son:


 Migraña con aura del tronco encefálico
 Migraña hemipléjica
 Migraña retiniana
 Migraña vestibular
 Migraña menstrual
 Migraña crónica
Su diagnóstico se realiza mediante una historia clínica exhaustiva, un examen físico
oportuno, los exámenes de neuroimagen en el caso de la mayoría de migraña no son
necesarios. Entonces el paciente debe haber sufrido al menos 5 crisis que presenten las
características migrañosas que se describen a continuación. En adultos: los ataques no
tratados suelen durar 4 horas o más. Una migraña requiere sólo dos de las siguientes
cuatro características del dolor de cabeza: una distribución unilateral (un solo lado),
calidad pulsátil (palpitante), dolor moderado o intenso (más de 5 sobre 10) y

agravamiento por la actividad física (como agacharse). Además, para diagnosticar


migraña sólo se requiere uno de los siguientes síntomas: náuseas o vómitos; o
sensibilidad a la luz y al ruido.

Criterios
A. Dolor de cabeza que cumple el criterio C.
B. Dolor de cabeza después de una interrupción en el consumo regular de cafeína en
exceso de 200 mg / día durante más de 2 semanas.
C. Evidencia de causalidad demostrada por lo siguiente:
1. Dolor de cabeza que se desarrolla dentro de las 24 horas posteriores a la última
ingesta de cafeína.
2. Cualquiera o ambos de los siguientes:
a) El dolor de cabeza se alivia en 1 hora con la ingesta de cafeína 100 mg.
b) El dolor de cabeza se resolvió dentro de los 7 días posteriores a la abstinencia
completa de cafeína(11).

Tener en cuenta que los pacientes sin un tratamiento instaurado los ataques pueden
llegar a durar cuatro horas o varios días. Por eso es fundamental que el tratamiento de la
migraña se base en dos pilares el farmacológico y el cambio en su estilo de vida.

Dentro del cambio en el estilo de vida, se recomienda establecer rutinas de día y noche
que permitan tener un descanso y un ambiente controlado. La hidratación es muy
importante acompañada de ejercicio aérobico por lo menos 3 veces a la semana que
dure 40 minutos, con terapias relajantes como yoga o meditación. Evitar el ayuno
prolongado, y el exceso de cafeína, alcohol y vino.

Las técnicas como la acupuntura y la punción seca, debido a su efectividad en la


prevención de crisis migrañosas y para el tratamiento de cefalea tensional de acuerdo
con la Asociación Británica para el Estudio de Cefalea. La principal diferencia entre la
acupuntura y la punción seca es que la primera utiliza puntos estandarizados como
referencia, mientras que la segunda se dirige a nódulos dolorosos situados dentro de una
banda tensa de musculo, cuya estimulación produce dolo local y referido. La punción
seca es una técnica para manejar el dolor músculo esquelético, en la que se introduce
una

aguja filiforme maciza sin bisel en la piel sin inyectar ninguna sustancia. Puede
aplicarse a varias profundidades: la acupuntura superficial estimula el tejido conjuntivo,
mientras que la acupuntura profunda alcanza los puntos de gatillo mío faciales.

Tratamiento farmacológico

Preventivo: Los medicamentos que se utilizan son betabloqueadores como el


propranolol a dosis de 20-40mg, antidepresivos tricíclicos como la amitriptilina dosis de
10mg HS, anticonvulsivantes como el ácido valproico dosis 20-30 mg/kg/día en 2
tomas(12).

Agudo: se debe utilizar analgésicos precozmente, la dosis puede repetirse cada 2-4
horas si es preciso, aunque no deben suministrarse más de 3-4 dosis en 24 horas. Debe
añadirse un antiácido (omeprazol o ranitidina) al tratamiento en pacientes con historia
de problemas gastrointestinales o si se usan dosis importantes. Los fármacos para
utilizar son el ibuprofeno (10 a 20 mg/kg/dosis VO), paracetamol (15-20 mg/kg/6-8h
VO), naproxeno (5-10 mg/kg/12h VO). Los antieméticos que se pueden utilizar son la
metoclopramida (ampollas 10mg/2cc o ampollas 100mg/5cc), puede usarse de 0,4 a 2
mg/Kg/días repartidos cada 6 horas con dosis máxima de 10 mg. Debe usarse con
precaución ante la posibilidad de efectos extrapiramidales(12).
Embarazo: primero se debe cambiar los hábitos de vida debido a que el arsenal
farmacéutico puede causar daño al producto gestacional, en caso de presentar síntomas
se puede optar por paracetamol, por ser la molécula más segura tanto durante el
embarazo como en la lactancia, en una dosis de 1000 mg demostró buena eficacia.

Estatus migrañoso: en el estatus los ataques duran varios días sin remitir y puede haber
náuseas y vómitos con deshidratación secundaria. En estos casos se debe
administrar fluidoterapia apropiada, analgesia IV (metamizol, paracetamol, tramadol),
los triptanes (vía intranasal o subcutánea) deben ser una opción de inicio
asociado a los anteriores si no se han utilizado adecuadamente y antiinflamatorios
(metilprednisolona IV a 1 mg/kg, seguido de ciclo corto de corticoides IV u orales).

Cirugía: para el control de la migraña es una alternativa terapéutica para quienes


cursan con problemas severos de difícil control terapéutico médico con fármacos
convencionales, los resultados ofrecen una disminución de la intensidad y la
frecuencia y mejor calidad de vida del paciente(12).

CEFALEA EN RACIMOS O CEFALEA DE HORTON


Definición
Se trata de la forma más común de las cefaleas trigémino-autonómicas, que se distingue
principalmente por experimentar un dolor unilateral de la cabeza en la zona
correspondiente al nervio trigémino (primera rama). Además, se activa un reflejo
trigémino-facial (autonómico) que provoca síntomas vegetativos en los ojos y en el
rostro que acompañan al dolor.
Es la cefalea más severa en comparación a cualquier otra, tiene una incidencia de uno en
cada mil personas; su prevalencia es del 0,1-0,4 % de la población general; predomina
en el sexo masculino en una relación 3-7:12 y es más frecuente en poblaciones jóvenes
entre los 20 y 30 años.
Desafortunadamente es de fisiopatología idiopática pero claramente se ve relacionado
con alteración del sistema trigeminovascular y el sistema nervioso autonómico a nivel
periférico englobando a hipotálamo a nivel central(13).
Factores de riesgo
Algunos estudios revelan una gran relación de remisiones debido a factores como el
consumo excesivo de alcohol, drogas y tabaco, ciertos fármacos como los
vasodilatadores y analgésicos además factores ambientales en exposición a altas
temperaturas o presiones atmosféricas por ejemplo en un viaje en avión.
Manifestaciones clínicas
Principalmente se presenta con dolor unilateral orbitario, supraorbitario y/o temporal,
súbito y agudo, que generalmente se acompaña con inquietud, agitación pueden estar
presentes síntomas o signos homolaterales como lo es la hiperemia conjuntival,
lagrimeo, rinorrea, sudoración frontal, facial, miosis, ptosis y edema palpebral. Son
episódicas con una duración de 15 minutos hasta tres horas.

Diagnóstico
Como la mayoría de las enfermedades se debe partir desde una buena historia clínica y
guiarse por la sintomatología del paciente; no obstante, cabe recalcar que existen otros
síntomas que están relacionados con lesiones dentro del cráneo, como en la fosa media,
selares o paraselares, cerca del seno cavernoso, en la fosa posterior e incluso en la parte
superior del cuello. Por esta razón, se recomienda realizar un estudio de neuroimagen,
preferiblemente una resonancia magnética cerebral, en todos los casos. De esta manera,
se podrá obtener una imagen detallada del cerebro y sus estructuras para ayudar en el
diagnóstico adecuado(14).
Además, se utiliza la siguiente tabla de criterios diagnósticos actualizados para esta
cefalea específicamente según la nueva clasificación internacional de las cefaleas:
Imagen 1: Criterios diagnósticos de la cefalea en racimos
Obtenida de:(15)

Tratamiento
Farmacológico sintomático: Según estudios actuales el fármaco de primera elección es
los triptanes principalmente el Sumatriptan, su dosificación es vía subcutánea 6mg cada
12 horas generando reversión de la sintomatología en pocos minutos. En caso de no
disponer este fármaco se puede reemplazar con Zolmitriptan que tiene el mismo
mecanismo de acción, aunque se evidencia un alto rechazo debido a sus efectos
secundarios. Además de oxigenoterapia normobárica al 100% en alto flujo con una
recomendación de administración de oxígeno de entre 7 y 12 lt/min. Si no hay respuesta

a este tratamiento se usa lidocaína la cual se administra en forma de gotas o en espray


nasal ipsilateral al dolor con dosificación de 1 ml (al 4-10%), como último recurso está
el uso de corticoides.

Profilaxis: En caso de ser transitorio con corticoides; usando prednisona por vía oral en
dosis de 60-100 mg/día, durante 5 a 7 días, con suspensión gradual a razón de 10 mg
cada 2-3 día, de segunda línea está el Tartrato de ergotamina. En caso de ser persistente
lo mejor es el verapamilo su dosificación es por medio de vía oral en dosis de 240
mg/día (80 mg cada 8 horas), acompañado de carbonato de litio con dosis inicial de 200
mg/12 horas y se incrementa gradualmente a razón de 200 mg cada 7 días(16).

Tratamientos quirúrgicos invasivos: Los procedimientos que actúan en las raíces


sensitivas del nervio trigémino o en el ganglio de Gasser del mismo lado (como la
ablación ganglionar por radiofrecuencia, la rizotomía trigeminal, el gamma-knife de la
raíz trigeminal y la descompresión microvascular del trigémino) pueden ser efectivos,
pero solo temporalmente, y pueden llevar a complicaciones como la anestesia dolorosa.
Debido a esto, han ido
siendo progresivamente
abandonados.
Imagen 2: Tratamiento de la cefalea en racimos
Obtenido de: (17)

CEFALEA POR TRAUMA.


A nivel mundial, aproximadamente 69 millones de personas sufren un trauma
craneoencefálico cada año, siendo la cefalea, uno de los síntomas más frecuentes
posterior al trauma. Se ha definido a la cefalea postraumática como el resultado de una
alteración, de carácter estructural o funcional, a causa del impacto de fuerzas externas
sobre la cabeza, ya sea por parte de un objeto, penetración de un cuerpo extraño o una
explosión, cuya duración será de 7 días posterior al traumatismo o durante los 7 días
luego de recobrar el conocimiento(18).
La Sociedad Internacional de Cefalea (IHS), ha clasificado a la cefalea postraumática
(CPT) dentro del grupo de las cefaleas secundarias y, a su vez, se subdivide en cefalea
aguda y cefalea persistente, ambas atribuidas a traumatismo craneal, cuya diferencia
radica en el tiempo de resolución del cuadro. En este contexto, las cefaleas que se
presentan en los 3 primeros meses tras su comienzo se consideran agudas, mientras que,
aquellas que continúan durante más tiempo, pertenecen al grupo de las persistentes. En
la tabla 1 se presentan los criterios diagnósticos para cada tipo de cefalea.
La CPT suele estar mayormente relacionada con traumatismos craneoencefálicos leves
y comparte patrones fenotípicos con la migraña, cefalea tensional, cefalea en racimos y
la hemicránea continua, sin embargo, no se precede de aura; dentro de los síntomas
acompañantes, se describen nausea, vomito, fotofobia, fonofobia, sensibilidad sensorial,
fatiga, mareo, vértigo, dificultad en la concentración e irritabilidad. Otros síntomas
menos frecuentes son aquellos relacionados con depresión, ansiedad e insomnio(18).
Si bien, no se ha demostrado que exista mayor riesgo en pacientes femeninas, ni adultos
mayores de 60 años, la población más susceptible a CPT suelen ser los adolescentes,
individuos con antecedentes de familiares de migraña y cefalea tensional. Dentro de las
causas más frecuentes radican los accidentes de tránsito, traumas por deportes y traumas
violentos.
De igual forma, se han determinado ciertos procesos que podrían estar implicados en la
generación del dolor, tales como el edema cerebral, cambios en la presión intracraneal y
el flujo sanguíneo, incremento de los marcadores neuroinflamatorios, así como del
glutamato, alteraciones en el metabolismo de la glucosa y de ciertos iones como el
sodio, potasio y calcio
Generalmente cuando se trata de traumatismos leves, no se evidencia la presencia de
lesiones en las neuroimágenes, sin embargo, en un paciente con CPT que experimente

cambios en el patrón del dolor acompañado de nuevos signos neurológicos, se


procederá a descartar la posibilidad de un hematoma epidural, subdural, contusión
hemorrágica, hemorragia subaracnoidea e intraventricular.
Es importante tomar en cuenta que, cuando se habla de lesiones severas, el paciente
puede sufrir alteración de la conciencia acompañado de signos de focalización; además,
si la cefalea se intensifica con los cambios de posición, se deberá descartar a través de
estudios específicos que no se trate de una cefalea por hipovolemia del líquido
cefalorraquídeo atribuido a una fistula(19).
Los nuevos avances en estudios por imágenes, han permitido plantear nuevas hipótesis
acerca de los mecanismos implicados en la generación de la CPT; por ejemplo, técnicas
avanzadas en RM han determinado que existe una modulación alterada en las vías
descendentes del dolor. Además, la RM por espectroscopia ha demostrado cambios
metabólicos relacionados con niveles bajos de N-acetil aspartato e incremento en los
picos de colina.
Se deberá tomar en consideración que, ciertos pacientes con PCT agua mejoran sin
necesidad de recibir tratamiento, sin embargo, otros individuos podrían persistir con los
síntomas varios años. En este sentido, se describen dos tipos de tratamiento:
farmacológico y no farmacológico. El primero, hace relación al uso de AINES y
triptanes, teniendo siempre presente sus efectos adversos, mientras que, la terapia no
farmacológica implica terapia cognitiva, psicológica y física(20).
Tabla 1. Criterios diagnósticos para cefalea postraumática aguda o persistente.
Elaborado por los autores.
Cefalea aguda atribuida a traumatismo Cefalea persistente atribuida a
craneal traumatismo craneal
A. Cualquier cefalea que cumple los A. Cualquier cefalea que cumple los
criterios C y D. criterios C y D.
B. Se ha producido un traumatismo craneal. B. Se ha producido un traumatismo
C. La cefalea ha aparecido dentro de un craneal.
periodo de 7 días después de cualquiera C. La cefalea ha aparecido dentro de un
de los siguientes supuestos: periodo de 7 días después de
- El traumatismo craneoencefálico cualquiera de los siguientes
- La recuperación del conocimiento supuestos:
después del traumatismo - El traumatismo craneoencefálico
craneoencefálico - La recuperación del conocimiento
- La suspensión de fármacos que después del traumatismo
limiten la capacidad de sentir o craneoencefálico
describir cefalea tras un trauma - La suspensión de fármacos que
D. Cualquiera de los siguientes: limiten la capacidad de sentir o
- La cefalea ha remitido en un periodo describir cefalea tras un trauma
de 3 meses después de la lesión D. La cefalea persiste durante más de 3
craneoencefálica meses después del traumatismo
- La cefalea aún no ha remitido, pero craneoencefálico
han pasado todavía 3 meses desde la
lesión craneoencefálica

Cefalea aguda atribuida a traumatismo Cefalea persistente atribuida a


craneoencefálico leve traumatismo craneoencefálico leve
A. Cefalea que cumple con los criterios A. Cefalea que cumple con los criterios
antes mencionados de cefalea aguda antes mencionados de cefalea
por traumatismo craneoencefálico persistente por traumatismo
B. Traumatismo craneoencefálico que craneoencefálico
cumple los dos criterios siguientes: B. Traumatismo craneoencefálico que
1. No se asocia a ninguno de los cumple los dos criterios siguientes:
anteriores: 1. No se asocia a ninguno de los
- Perdida del conocimiento durante anteriores:
más de 30 minutos - Perdida del conocimiento durante
- Glasgow menor a 13 más de 30 minutos
- Amnesia postraumática de más de 24 - Glasgow menor a 13
horas - Amnesia postraumática de más de 24
- Alteración del nivel de conciencia de horas
más de 24 horas - Alteración del nivel de conciencia de
- Las pruebas de diagnóstico por más de 24 horas
imagen muestran daño traumático - Las pruebas de diagnóstico por
craneal, como fractura craneal, imagen muestran daño traumático
hemorragia intracraneal y/o craneal, como fractura craneal,
contusión cerebral. hemorragia intracraneal y/o
2. Cursa con uno o más de los contusión cerebral.
siguientes signos y síntomas: 2. Cursa con uno o más de los
- Confusión transitoria, desorientación siguientes signos y síntomas:
o disminución del nivel de - Confusión transitoria, desorientación
conciencia. o disminución del nivel de
- Pérdida de memoria para los hechos conciencia.
inmediatamente anteriores y - Pérdida de memoria para los hechos
posteriores al traumatismo inmediatamente anteriores y
craneoencefálico. posteriores al traumatismo
- Dos o más de los siguientes síntomas craneoencefálico.
sugestivos de traumatismo - Dos o más de los siguientes síntomas
craneoencefálico leve: sugestivos de traumatismo
 Náuseas craneoencefálico leve:
 Vómitos  Náuseas
 Trastornos visuales  Vómitos
 Mareos y/o vértigo  Trastornos visuales
 Desequilibrio en la marcha  Mareos y/o vértigo
y/o postural  Desequilibrio en la marcha
 Deterioro de la memoria y/o y/o postural
de la concentración  Deterioro de la memoria y/o
de la concentración
Cefalea aguda atribuida a traumatismo Cefalea persistente atribuida a
craneal moderado o severo traumatismo craneal moderado o severo
A. Cefalea que cumple los criterios C. Cefalea que cumple los criterios
antes mencionados de cefalea aguda antes mencionados de cefalea
por traumatismo craneoencefálico. persistente por traumatismo
B. Trauma craneal asociado con al craneoencefálico.
menos una de las siguientes: D. Trauma craneal asociado con al
- Perdida del conocimiento durante menos una de las siguientes:
más de 30 minutos - Perdida del conocimiento durante
- Puntuación en la Escala de Glasgow más de 30 minutos
menor a 13 - Puntuación en la Escala de Glasgow
- Amnesia postraumática de más de 24 menor a 13
horas - Amnesia postraumática de más de 24
- Alteración del nivel de conciencia de horas
más de 24 horas - Alteración del nivel de conciencia de
- Las pruebas de diagnóstico por más de 24 horas
imagen muestran daño traumático Las pruebas de diagnóstico por imagen
craneal, como fractura craneal, muestran daño traumático craneal, como
hemorragia intracraneal y/o fractura craneal, hemorragia intracraneal y/o
contusión cerebral. contusión cerebral.

CEFALEA POR INFECCIONES

La cefalea por infecciones, también conocida como cefalea secundaria a infecciones, es


un tipo de dolor de cabeza que se produce como resultado de una infección orgánica.
Las infecciones pueden afectar diferentes áreas del cuerpo, incluyendo el sistema
respiratorio, el sistema gastrointestinal, el sistema urinario, entre otros, y en algunos
casos pueden desencadenar cefaleas como un síntoma asociado(21)(22).
Existen diversas infecciones que pueden causar cefalea, entre ellas:
1. Sinusitis: La inflamación de los senos paranasales, generalmente causada por
una infección bacteriana o viral, puede provocar dolor facial y cefalea.
2. Meningitis: Es una inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la
médula espinal, usualmente causada por bacterias o virus. La meningitis puede
causar cefalea intensa y otros síntomas graves.
3. Encefalitis: Es la inflamación del tejido cerebral, a menudo causada por
infecciones virales, y puede provocar cefalea, fiebre y cambios en el estado
mental.
4. Infecciones del tracto urinario: En algunas personas, las infecciones del tracto
urinario pueden estar asociadas con cefaleas.
5. Infecciones virales y bacterianas en general: Algunas infecciones virales y
bacterianas pueden producir cefalea como un síntoma más general.

El tratamiento de la cefalea por infecciones depende de la causa subyacente y puede


incluir medicamentos para el dolor, medicamentos antiinflamatorios o, en el caso de
infecciones graves, tratamientos específicos dirigidos a la infección.

CEFALEA HIPNICA

La cefalea hípnica, también conocida como cefalea del despertar, es un tipo de dolor de
cabeza primario que afecta a algunas personas durante el sueño. Es una condición poco
común y se clasifica dentro del grupo de cefaleas primarias, lo que significa que no es
causada por ninguna enfermedad subyacente o condición médica identificable(23).
Características de la cefalea hípnica:
1. Hora de aparición: La cefalea hipnica suele ocurrir exclusivamente durante el
sueño y se despierta a la persona de su descanso. Por lo general, ocurre
aproximadamente a la misma hora cada noche o con cierta regularidad.
2. Duración: Las cefaleas hípnicas son de corta duración, generalmente varían
entre 15 minutos y 3 horas, aunque la mayoría tiende a ser de menor duración.
3. Frecuencia: Pueden presentarse desde una vez por semana hasta varias veces
por noche.
4. Localización del dolor: El dolor se localiza holocraneana y es de intensidad
moderada a severa.
5. Síntomas asociados: Pueden estar acompañadas de otros síntomas, como
lagrimeo en el ojo del lado afectado, congestión nasal o sudoración facial. Estos
síntomas son similares a los que se presentan en las cefaleas en racimos
(clúster), lo que ha llevado a algunos expertos a clasificar la cefalea hipnica
como una variante de la cefalea en racimos.

Causas: La causa exacta de la cefalea hipnica no está completamente comprendida.


Algunos expertos sugieren que puede estar relacionada con una disfunción en el reloj
biológico del cerebro, que regula el ciclo de sueño y vigilia. Además, se ha sugerido que
podría haber una influencia vascular en su aparición, pero esto aún no está totalmente
probado(24).

Diagnóstico: El diagnóstico de cefalea hipnica se realiza principalmente mediante la


descripción de los síntomas por parte del paciente y la exclusión de otras causas de
cefaleas secundarias mediante una evaluación médica exhaustiva.
Tratamiento: El tratamiento de la cefalea hipnica puede ser un desafío debido a su
rareza y falta de estudios específicos. Sin embargo, existen enfoques terapéuticos que se
han utilizado con cierto éxito para controlar los síntomas, como:
1. Medicamentos: Algunos medicamentos utilizados para el tratamiento de las
cefaleas en racimos, como el verapamilo o la melatonina, pueden ser efectivos
para prevenir los episodios de cefalea hipnica.
2. Oxígeno: La inhalación de oxígeno al inicio de la cefalea puede ayudar a aliviar
el dolor en algunos casos.
3. Estimulación del nervio occipital: En algunos casos graves y refractarios al
tratamiento, la estimulación del nervio occipital se ha utilizado como una opción
terapéutica(24).

CONCLUSIÓN
En conclusión, la revisión bibliográfica sobre cefaleas ha revelado que estas son un
grupo diverso de trastornos caracterizados por el dolor de cabeza, que afectan a una
gran parte de la población a nivel mundial. A través del análisis de diferentes
investigaciones y estudios, se han identificado diversos tipos de cefaleas, cada una con
sus causas, síntomas y tratamientos específicos.
Se ha observado que las cefaleas primarias, como la migraña y la cefalea tensional, son
las más comunes y pueden estar relacionadas con factores genéticos, ambientales y
hormonales. Por otro lado, las cefaleas secundarias, que son consecuencia de otras
condiciones médicas subyacentes, requieren una atención especializada para el
diagnóstico y tratamiento adecuado.
El abordaje terapéutico para las cefaleas incluye tanto opciones farmacológicas como no
farmacológicas. Los analgésicos, triptanes y profilácticos han demostrado ser efectivos
para el alivio del dolor en ciertos tipos de cefaleas, aunque es crucial considerar la
individualidad del paciente y sus características para el tratamiento óptimo. Además, se
ha destacado la importancia de adoptar un enfoque multidisciplinario que incluya
cambios en el estilo de vida, terapias complementarias y técnicas de relajación para una
gestión integral del dolor y la prevención de futuros episodios.

A pesar de los avances en la investigación, aún quedan aspectos por explorar en el


campo de las cefaleas, como la identificación de nuevas dianas terapéuticas, el papel de
los factores emocionales y psicológicos en su desarrollo, y la optimización de
estrategias preventivas. Por lo tanto, se requiere una continua investigación y
concienciación sobre esta problemática para mejorar la calidad de vida de aquellos que
sufren de cefaleas y reducir su impacto en la sociedad.
En resumen, la revisión bibliográfica destaca que las cefaleas son un desafío médico
importante que afecta a millones de personas en todo el mundo. El conocimiento
acumulado hasta la fecha nos brinda una visión más clara de su complejidad y nos guía
hacia un enfoque más efectivo en su diagnóstico, tratamiento y prevención. La atención
adecuada, la investigación continua y la educación pública son fundamentales para
abordar este problema de salud de manera integral y mejorar el bienestar de los
pacientes que padecen cefaleas.
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