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A diez años de intervención

Evaluación externa
del Programa Oportunidades 2008
en zonas rurales
(1997-2007)

Tomo I

Efectos de Oportunidades en áreas rurales


a diez años de intervención
Evaluación externa del Programa Oportunidades 2008.
A diez años de intervención en zonas rurales (1997-2007)
Tomo I
Efectos de Oportunidades en áreas rurales
a diez años de intervención

Primera edición, 2008

D.R. ©
Secretaría de Desarrollo Social
Coordinación Nacional del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades
Insurgentes Sur 1480, Colonia Barrio Actipan
Delegación Benito Juárez
03230 México, D.F.

Impreso y hecho en México


Printed and made in Mexico

ISBN

Los conceptos y opiniones expresados por los autores de este documento no reflejan la postura institucional de la
Coordinación Nacional del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Para mayor información llamar al
01 800 500 500.

Este Programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos al desarrollo
social, el condicionamiento electoral o político de los programas sociales constituye un delito federal que se sanciona
de acuerdo a las leyes correspondientes. Ningún servidor público puede utilizar su puesto o sus recursos para
promover el voto a favor o en contra de algún partido o candidato. El Programa Oportunidades es de carácter público
y su otorgamiento o continuidad no depende de partidos políticos o candidatos.
Tomo I
Efectos de Oportunidades en áreas rurales
a diez años de intervención

Contenido

Prefacio 9

Introducción 11

Agradecimientos 15

Capítulo I. 17
Evaluación de los efectos a diez años de Oportunidades en el desarrollo, educación
y nutrición en niños entre 7 y 10 años de familias incorporadas desde el
inicio del Programa

Resumen ejecutivo 19
Análisis FODA 21
I. Introducción 23
II. Métodos 30
III. Impactos estimados 37
IV. Discusión 44
V. Análisis FODA 51
VI. Referencias 53
VII. Anexo 57

Capítulo II. 61
Una evaluación de impacto sobre el empleo, los salarios y la movilidad ocupacional
intergeneracional del Programa Oportunidades

Resumen ejecutivo 63
Análisis FODA 65
I. Introducción 67
II. Métodos 72
III. Resultados 84
IV. Discusión 97
V. Análisis FODA 99
VI. Referencias 101
VII. Anexos 102
Capítulo III. 125
La vida después de Oportunidades: impacto del Programa a diez años
de su creación

Resumen ejecutivo 127


Análisis FODA 139
I. Introducción 147
II. Método 152
III. Resultados 156
IV. Discusión 177
V. Análisis FODA 183
VI. Referencias 188
VII. Anexos 190

Capítulo IV. 199


Seguimiento de adultos jóvenes en hogares incorporados desde 1998 a Oportunidades:
impactos en educación y pruebas de desempeño

Resumen ejecutivo 201


Análisis FODA 203
I. Introducción 205
II. Métodos 211
III. Resultados 223
IV. Discusión 226
V. Análisis FODA 230
VI. Referencias 232
VII. Anexos 235
Capítulo V. 239
Comportamientos de riesgo y sus consecuencias para la salud, bienestar y probabilidad
de participación laboral

Resumen ejecutivo 241


Análisis FODA 245
I. Introducción 247
II. Resultados 254
III. Discusión 273
IV. Análisis FODA 275
V. Referencias 276
VI. Anexo 278
Prefacio

L a estrategia reciente para mejorar la seguridad pública en el país ha tenido acciones posiblemente relevantes,
como aumento de penas para los culpables, operativos del Ejército en ciudades estratégicas, captura de diversas
personas ligadas al crimen organizado, etcétera. Sin embargo, pareciera que invertir en investigación científica sobre
este tema no ha sido prioritario.
Las intensas acciones operativas del día a día han relegado a un segundo nivel de importancia –de acuerdo con
lo dado a conocer por las autoridades– todo lo que tiene que ver con recabar información, analizarla y aplicar el
método científico para poder tener mejores herramientas para las decisiones operativas. La información pertinente,
la evaluación y la investigación permiten saber cuáles acciones tienen impacto y cuáles no.
Es claro que el gasto en investigación puede ser cuantioso y no refleja resultados en el corto plazo, pero también
es cierto que en el mediano y en el largo plazo se pueden lograr mejores resultados si se cuenta con mejor informa-
ción y análisis sobre las política públicas. Las acciones que se llevan a cabo sin información relevante, sin análisis, sin
indicadores de resultados difícilmente ofrecen el resultado esperado. Sólo lo que se mide puede mejorarse.
El caso del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades ha sido un buen ejemplo de inversión en informa-
ción y en análisis científicos, desde el inicio y a lo largo de su historia. La principal actividad de quienes trabajan en
Oportunidades es la difícil operación diaria de un Programa que brinda servicios a 5 millones de familias en el país.
Pero a pesar de esta actividad prioritaria, Oportunidades ha tenido la visión de recabar información para que ésta
pueda ser analizada, tanto interna como externamente, con el fin de tomar mejores decisiones para el logro de sus
objetivos.
Los casi 10 años de evaluación e investigación sobre Oportunidades dan cuenta de un Programa que ha tenido
logros importantes en las áreas rurales: incremento en las tasas de compleción y progresión escolar en estudiantes
de secundaria y preparatoria; aumento del peso y la talla en niños menores de dos años; mejor manejo del riesgo en
adolescentes y adultos jóvenes.
El análisis de la información también ha mostrado que el impacto en áreas urbanas ha sido inferior que en áreas
rurales; la práctica en el uso del complemento alimenticio no siempre ha sido adecuada; y la calidad de los servicios
educativos y de salud es claramente deficiente. Sobre este último punto, el Gobierno Federal, y especialmente los
gobiernos locales, deberían de actuar de inmediato para mejorar la calidad de los servicios de salud y la educación. El
propósito de Oportunidades –que las familias en pobreza cuenten con mayores capacidades básicas– se ve limitado
si la calidad de los servicios educativos y de salud no se logra mejorar.
La información, la evaluación externa y la investigación científica sobre el Programa no muestran que éste carezca
de retos. La investigación incluso ha sido insuficiente para mostrar los logros de largo plazo del Programa en varios
rubros. Pero Oportunidades cuenta con un enorme bagaje de información, de uso interno y externo, para tomar
mejores decisiones sobre su futuro. Ojalá que otros programas presupuestales y áreas gubernamentales, federales y
locales, llevaran a cabo esta buena práctica. De ser así, la reducción de la pobreza, incluso de la inseguridad pública,
tendrían mejores resultados.

Gonzalo Hernández Licona


Secretario Ejecutivo
Consejo Nacional de Evaluación
de la Política de Desarrollo Social
10 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención

Introducción

Oportunidades diez años después

E l Programa de Desarrollo Humano Oportunidades ha representado un hito en la política social mexicana, tanto
por la intención explícita de modificar la relación entre el Estado y los sectores marginados del desarrollo, como
por la apertura a la evaluación rigurosa.
Hacia finales de la década de los noventa, el entonces Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa)
inició la instrumentación en gran escala de una política orientada a incentivar a los ciudadanos de menores recursos
a invertir en el capital humano de sus hijos, buscando de esta forma contribuir a interrumpir la transmisión de la
pobreza que ocurre entre generaciones. A través de transferencias en efectivo asociadas con el cumplimiento de
corresponsabilidades (asistencia a la escuela y a servicios de salud preventivos, entre otras), y en el contexto de
acciones concretas asociadas con una triada estratégica de componentes, México iniciaría un cambio desde una
política tradicionalmente asistencialista y enfocada en el presente, a una concepción con la mira en el futuro y, por lo
tanto, con menor énfasis en la pobreza actual y con un acento claro en la construcción de capacidades en las futuras
generaciones de adultos. No ha sido una tarea sencilla, ni de fácil instrumentación.
Es claro que un programa de esta magnitud recibe importante atención mediática y social. Oportunidades ha
recibido críticas relacionadas tanto con su diseño y marco conceptual, como con su operación. El énfasis del Pro-
grama en la evaluación ha permitido ir generando evidencia para dar respuesta a las inquietudes que se generan.
La evidencia sobre la persistencia de nivel socioeconómico entre generaciones soporta la necesidad de estrategias
encaminadas a romper el ciclo de transmisión de la pobreza, lo que apoya la idea de enfocarse en el fortalecimiento
del capital humano, que permita a los niños de hoy contar con mayores oportunidades en su vida adulta.
El que las inversiones se traduzcan efectivamente en mayor capital humano, y éste a su vez en una mayor
expectativa de ingreso permanente, es un aspecto central de la evaluación, que debe mostrar si estos mecanismos
efectivamente operan en la práctica.
La apertura a la evaluación del Programa ha estado fuertemente sustentada en el reconocimiento de la necesidad
de mostrar evidencia de los resultados de Oportunidades. La confianza en el modelo propuesto llevó a sus diseñadores
a promover su continuidad transexenal a partir de la evidencia de los resultados logrados. La apuesta funcionó, y
los resultados positivos del Programa no sólo han sido un elemento central para su permanencia, sino que, incluso,
motivaron un importante crecimiento del, ya para 2002, Programa de Desarrollo Humano Oportunidades.
Pensado y diseñado para un contexto rural en 1997, el Programa fue ampliado a zonas urbanas en 2001, y
para 2004 operaba ya en todos los municipios del país, atendiendo a 5 millones de familias, con transferencias
para alimentación, un paquete de servicios de salud (incluyendo educación para el autocuidado de la salud) y becas
escolares desde tercero de primaria hasta el último grado de la educación media superior.
Tras una década de operación, los logros del Programa se han documentado ampliamente en la literatura cientí-
fica, tanto en la forma de reportes de evaluación, como en artículos y libros académicos, así como en tesis de grado.
Oportunidades ha servido de modelo o punto de partida para esfuerzos similares en diversos países, y los resultados
de las evaluaciones se han constituido en un bien público para informar la puesta en práctica de otros esfuerzos.
12 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Los retos pendientes para el Programa y su agenda de evaluación

No obstante, es claro que Oportunidades tiene aún retos pendientes. En un análisis preparado por Yaschine, Ur-
quieta y Hernández se identificó una serie de retos agrupados en tres dimensiones (analíticos, metodológicos e
institucionales).1
Desde el punto de vista analítico y tras diez años de operación del Programa, el principal reto se relaciona con la
identificación de los efectos de largo plazo que permitan verificar que Oportunidades está en la ruta para alcanzar el fin
último de contribuir a interrumpir la transmisión de la pobreza. Asimismo, se identificó la necesidad de evaluar la calidad
de los servicios que se ofrecen a la población beneficiaria, toda vez que los efectos del Programa están mediados por
las acciones concretas en los centros de salud y en las escuelas. Resulta crucial, por ello, conocer la calidad estructural
y de procesos de los servicios, a través de indagar sobre las características, prácticas, mecanismos y dinámicas de los
mismos, a la vez que explorar si éstas pueden dar lugar a efectos diferenciados. Por otra parte, se resaltó la necesidad
de analizar los posibles efectos heterogéneos en distintos grupos de la población, en particular, enfocarse en lo que
ocurre con la población de los distintos grupos étnicos que han padecido mayor exclusión social.
En la dimensión metodológica, se identificó la necesidad de integrar los abordajes analíticos –cuantitativos y
cualitativos– de una mejor manera para generar resultados y recomendaciones más útiles para la toma de decisiones
del Programa, y de esta forma potenciar sus efectos en la población que atiende. Asimismo, se señaló la conveniencia
de diseñar las herramientas que permitieran estimar los efectos ante la ausencia de un diseño experimental.
Por lo que se refiere a los aspectos institucionales, surgió la necesidad de articular los trabajos orientados por la
propia agenda de la evaluación externa del Programa con los lineamientos del Consejo Nacional de Evaluación de
la Política de Desarrollo Social (Coneval), y con las nuevas normatividades que han fortalecido la presencia de la
evaluación en la vida institucional en México.

La evaluación externa 2007-2008:


un primer abordaje a los retos planteados

Las actividades puestas en marcha para la evaluación –cualitativa, cuantitativa, de impacto (o efectos) y de proce-
sos– del Programa entre 2007 y 2008 buscaron afrontar los retos planteados y generar evidencia de los resultados
del Programa a diez años de su creación, considerando la integración de visiones, buscando ahondar en las hetero-
geneidades y abordando la problemática de la calidad de los servicios.
La evaluación de 2007-2008 parte de un contexto en el cual una proporción importante de los jóvenes rurales
ha emigrado de sus poblados de origen, lo que representó desafíos importantes al trabajo de evaluación. Este aspecto
desde los estudios cualitativos pudo ser afrontado con mayor éxito debido a la posibilidad de entrevistar a emigrantes
que se encontraban temporalmente en las localidades de origen. En los estudios cuantitativos, por la naturaleza
misma de la Encuesta de Evaluación de los Hogares Rurales (Encel 2007), la ausencia de estos jóvenes fue una
limitación importante. Los análisis realizados serán complementados posteriormente con datos de un seguimiento
a jóvenes emigrantes realizado hacia finales de 2008.
Los análisis que se presentan en esta serie de libros ofrecen una primera respuesta a los retos planteados, y son
producto del trabajo intensivo de un amplio grupo multidisciplinario e interinstitucional de expertos que hemos
tenido la fortuna de coordinar.
Nuestro interés en señalar, entender y explicar las diferencias de género y étnicas respecto de la operación y el
impacto del Programa se inscribe en una perspectiva de análisis procesual y diacrónico. Es decir, nos interesa conocer
los cambios que se han gestado y consolidado a lo largo del tiempo –que pueden ser atribuidos a Oportunidades–,
tomando en cuenta que dichos cambios se inscribe en un escenario social también cambiante y dinámico. Las
transformaciones que ocurren a lo largo de la vida de los individuos y a lo largo del tiempo familiar y doméstico han
sido motivo de nuestras reflexiones y representan retos analíticos de gran importancia en toda investigación que
pretenda aquilatar la compleja interrelación entre tiempo individual, tiempo familiar y tiempo social o histórico.
1 Yaschine I, Urquieta J, Hernández B. Agenda de evaluación integral del Programa Oportunidades 2007-2008. Versión final. México, 2008, mimeo.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 13

Cada libro agrupa un conjunto de documentos con un hilo conductor. El tomo I presenta los resultados en educa-
ción y trabajo de jóvenes becarios y ex becarios tanto indígenas como mestizos, así como en educación, nutrición, y
desarrollo cognoscitivo de los niños pequeños y escolares que hace diez años se integraron al Programa. Asimismo, se
ofrece un análisis sobre los comportamientos de riesgo y la forma en que éstos afectan los resultados en indicadores
de educación, trabajo y salud. Los documentos que se presentan en este tomo permiten hacer un seguimiento de
los diez años de Oportunidades en el medio rural, desde ópticas diferentes y complementarias, y abordados de una
forma comprehensiva.
En el tomo II se agrupan los documentos relacionados con aspectos de salud y nutrición. Se aborda la situación
de la calidad de los servicios, la utilización de servicios por parte de la población beneficiaria, y los resultados de im-
pacto en salud y nutrición. En el abordaje a la calidad de los servicios de salud se presenta una imagen de la calidad
estructural y de procesos de los mismos, y las potenciales implicaciones de ésta. Asimismo, se ofrece un análisis de
las trayectorias o itinerarios terapéuticos y reproductivos, en donde el lector podrá claramente ver la interrelación
de factores familiares, institucionales y comunitarios en la búsqueda de atención a la salud.
En el tomo III se enfrenta el reto de la calidad de los servicios educativos mostrando, por un lado, el análisis de
las brechas existentes en resultados académicos en la población afiliada a Oportunidades y, por otro, el análisis de
la problemática de las escuelas en las comunidades rurales mexicanas.
Finalmente, el tomo IV aborda la operación y procesos del Programa, mostrando los retos que la heterogeneidad
mexicana impone a la puesta en práctica de un programa tan extenso y complejo como Oportunidades. Asimismo,
se incluye en este volumen un análisis del nuevo componente energético del Programa.
Los autores de los 14 documentos que se presentan aceptaron gustosos un proceso intenso de revisión, llevado a
cabo por pares, y con el rigor académico que un programa de esta magnitud amerita. Este proceso, además, incluyó
la presentación de los análisis en un seminario con la participación de autores, revisores, y otros actores relevantes,
cuyas opiniones coadyuvaron a la solidez y claridad de los análisis y de las interpretaciones formuladas. Los cuatro
tomos ofrecen un conjunto de análisis que parten de la necesidad de conocer, describir y explicar los cambios que
el Programa, a lo largo ya de diez años, ha buscado gestar en la vida de los hogares pobres del país.
Este esfuerzo colectivo tiene el claro objetivo de fortalecer a Oportunidades a través del estudio de los aspectos,
mecanismos y componentes que funcionan y cuyos resultados se observan en las evidencias recopiladas y de los
que aún pueden y deben mejorar. Como toda evidencia, los frutos de este esfuerzo colectivo se constituyen, a través
de estos tomos, en un bien público a disposición de todos.

Stefano M. Bertozzi
Coordinador del Grupo Asesor
de la Evaluación Cuantitativa
Centro de Investigación
en Evaluación y Encuestas
INSP

Mercedes González de la Rocha


Coordinadora del Grupo Asesor
de la Evaluación Cualitativa
CIESAS
14 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 15

Agradecimientos

L a evaluación externa del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades 2007-2008, que hemos tenido el privilegio de coordinar, ha
sido posible gracias a la provechosa confluencia de instituciones e individuos, tanto académicos como funcionarios del Programa.
El financiamiento para esta evaluación provino fundamentalmente del mismo Programa. La Fundación Hewlett, a través del proyecto
“La vida después de Oportunidades” (Grant 2007-1379), complementó los gastos de campo del trabajo etnográfico que alimenta los
documentos cualitativos. El Banco Mundial facilitó la participación de Samuel Freije.
Dentro de Oportunidades, queremos reconocer el apoyo del doctor Salvador Escobedo, Coordinador Nacional, quien nos proporcionó una
valiosa retroalimentación durante todo el proceso que culmina con la publicación de estos documentos. Asimismo, la licenciada Concepción
Steta, directora general de Información Geoestadística, Análisis y Evaluación, ha sido fundamental para la evaluación, tanto por su apoyo a
las actividades realizadas como por sus contribuciones al análisis y planteamientos de los evaluadores externos. La participación del equipo
de la Dirección de Enlace para la Evaluación Externa, a cargo de la licenciada Citlalli Hernández, ha sido fundamental para la conducción y
seguimiento de las actividades involucradas en las distintas etapas del proceso.
Las opiniones y comentarios recibidos desde el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) fueron muy útiles en la
fase de revisión de los trabajos. En particular, agradecemos al secretario ejecutivo del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, y a las consejeras
que aceptaron la tarea de comentar con detalle los estudios, Graciela Teruel y Graciela Freyermuth.
En nuestras instituciones, el apoyo y comprensión a los tiempos de la evaluación resultó indispensable. En el Centro de Investigación y
Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), su directora general Virginia García, y la directora de relaciones institucionales, Ale-
jandra Meyenberg, merecen mención especial. En el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el doctor Mario Henry Rodríguez, director
general, facilitó en todo momento las actividades de la evaluación, y el director de administración y finanzas, Raúl Contreras, facilitó las
actividades encomendadas al Instituto.
Los integrantes de los grupos asesores de la evaluación cualitativa (Sylvia Schmelkes, Agustín Escobar Latapí, Graciela Freyermuth, Car-
los Mancera, Juan Luis Sariego y Alejandro Agudo Sanchíz), y cuantitativa (Orazio Attanasio, Jere R. Behrman, Samuel Freije, Paul Gertler,
Bernardo Hernández Prado, Carlos Mancera, Lynnette Neufeld, Susan W. Parker, Petra Elisabeth Todd, Manuel Urbina, Iliana Yaschine, y
Evelyne Rodríguez) participaron activamente en la definición conjunta con Oportunidades de la agenda de evaluación, en el diseño con-
ceptual, así como en la definición de los análisis.
También queremos reconocer el trabajo de Iliana Yaschine, José Urquieta y Bernardo Hernández, quienes integraron el documento de la
“Agenda de evaluación integral del Programa Oportunidades 2007- 2008” que permitió organizar y conjuntar en un documento único las
ideas que hemos procurado reflejar en los trabajos que aquí se presentan.
El papel de los revisores en esta ronda de la evaluación ha sido fundamental para la calidad de los documentos que aquí se presentan.
Los académicos que colaboraron en este esfuerzo fueron: Orazio Attanasio, Ferdinando Regalia, Iliana Yaschine, Evelyn Rodríguez, Agustín
Escobar, Teresa Bracho, Ívico Ahumada, Cecilia Gayet, Manuel Urbina, Ralph Gonzalez, Veronika Wirtz, Graciela Freyermuth, Paola Sesia,
Rebeca Wong, Bernardo Hernández, Reynaldo Martorell, Elizabeth King, Benedicte de la Briere, Sylvia Schmelkes, Carlos Mancera, Felipe
González y González, Israel Banegas y Claudia Maldonado. En este mismo proceso de revisión, el equipo del Banco Interamericano de De-
sarrollo, bajo la conducción de Amanda Glassman, proporcionó una importante retroalimentación a los autores, contribuyendo a enriquecer
los análisis.
Los equipos de antropólogos trabajaron con el oficio propio del gremio bajo la coordinación de Juan Luis Sariego en Chihuahua, de Ar-
mando Haro en Sonora, de Alejandro Agudo Sanchíz en Chiapas y de Mercedes González de la Rocha en Oaxaca.
En el INSP, el equipo de campo coordinado por la licenciada Aurora Franco hizo posible la recolección de la información que alimenta los
documentos cuantitativos que parten de la Encel 2007, encuesta que visitó a más de 40 mil hogares en el país.

Stefano M. Bertozzi Mercedes González de la Rocha


Capítulo I

Evaluación de los efectos a diez años de


Oportunidades en el desarrollo, educación y
nutrición en niños entre 7 y 10 años de familias
incorporadas desde el inicio del Programa

AutorEs

Jere R. Behrman, Lia Fernald, Paul Gertler, Lynnette M. Neufeld , Susan Parker*

* Se enlistaron los autores por orden alfabético. El autor corresponsal es Jere R Behrman, jbehrman@econ.upenn.edu. Este documento se escribió
como parte de la evaluación externa de Oportunidades 2007-2008 con los diversos coautores que participaron bajo contrato del Instituto Nacional
de Salud Pública (INSP), institución que lleva a cabo la evaluación. El documento se basa en parte sustancial en Behrman y Parker (Behrman
JR, Parker SW. Longer-Run Effects after almost a decade on child development, education and nutrition of exposure of infants and toddlers to
Oportunidades in 1998-9: Education. Philadelphia, PA and Mexico City: University of Pennsylvania and CIDE/Spectron, mimeo), Fernald, Gertler
y colaboradores1 y Neufeld y colaboradores.2 Los autores agradecen a las personas que aportaron comentarios a las versiones anteriores, incluyendo
evaluadores anónimos del INSP, Oportunidades, la Secretaría de Salud y Orazio P Attanasio.
Resumen ejecutivo

U na interrogante fundamental para Oportunidades y, de manera más general, para las políticas públicas, es si
estas últimas ayudan a romper la transmisión intergeneracional de la pobreza a través de incrementar el capital
humano de los niños de hoy, para mejorar sus opciones cuando se conviertan en adultos. Históricamente, a juzgar
por correlaciones intergeneracionales en logros escolares, la movilidad intergeneracional ha sido muy baja en Lati-
noamérica, en general, y más baja aún en México que en la mayoría de los países de la región.
Existen diversas políticas que podrían disminuir la transmisión intergeneracional de la pobreza que van, inter
alia, desde las intervenciones macroeconómicas, las políticas de recursos humanos, hasta las políticas laborales
y de mercado de capitales. A partir de la evidencia disponible, se ha identificado un subconjunto prometedor
de estas políticas constituido por estrategias encaminadas al mejoramiento de la nutrición y a la atención
durante los primeros años de vida. Investigaciones previas en otros contextos indican que los primeros años
de vida tienen un impacto sustancial en la educación, estado de nutrición y desarrollo de los niños y en sus
opciones durante el ciclo de la vida. Evaluaciones previas del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades
han reportado resultados consistentes con estas hipótesis, pero fueron el producto de un seguimiento a los
infantes y niños menores de tres años expuestos al Programa durante pocos años. Este documento utiliza el
experimento rural original de Oportunidades, y los datos de la Encuesta de Evaluación de los Hogares (Encel)
2007 para investigar la magnitud del impacto a diez años en indicadores de educación, nutrición y desarrollo
infantil en niños menores de 36 meses que recibieron los beneficios de Oportunidades hasta por 20 meses
durante la infancia temprana. Los resultados permiten estudiar si las acciones del Programa Oportunidades,
relacionadas con infantes y niños menores de tres años, son consistentes con la búsqueda del objetivo central
de largo plazo de mejorar la educación, la nutrición y el desarrollo de niños provenientes de familias rurales
pobres y, por consiguiente, sus probables opciones económicas y bienestar en el largo plazo y en qué medida
estos efectos son heterogéneos porque dependen, en diversas dimensiones, de sus antecedentes familiares.
El objetivo general de este documento es proporcionar evidencia de qué tan bien está logrando Oportuni-
dades, una década después, el objetivo principal de incrementar el capital humano de los niños pobres de zonas
rurales que estuvieron expuestos al Programa durante la ventana crítica de oportunidad para desarrollo infantil,
es decir, cuando tenían menos de 36 meses de edad. Los objetivos específicos y las principales interrogantes
son evaluar el impacto de la exposición a Oportunidades en los primeros años de vida, cuando los niños tienen
de 7 a 11 años de edad en:

1) La educación medida por la tasa de progresión de grado, grados alcanzados y habilidad notificada para leer
y escribir.
2) El estado de nutrición indicado por estatura, puntaje Z de talla para la edad (HAZ), IMC (índice de masa
corporal) y puntaje Z del IMC (ZIMC), probabilidad de sobrepeso (IMC> percentil 85) y anemia.
3) El desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual de los niños usando indicadores para:
• Desarrollo cognitivo y lingüístico valuado por las pruebas de la Escala Wechsler de Inteligencia (WASI,
por sus siglas en inglés).
20 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

• Problemas de desarrollo conductual usando el Cuestionario de Fortalezas y Dificultades (SDQ por sus
siglas en inglés).

En este documento se examina, primero, la evidencia sobre movilidad intergeneracional, la efectividad de las
intervenciones en los primeros años de vida en otros países en desarrollo y los resultados relevantes de análisis
hechos anteriormente a Oportunidades. Más adelante, se describe la Encel 2007 básica y los datos de la Encuesta
Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares (Ennvih) de 2002 y 2005, cuyos datos se usaron en el análisis; se
describen los métodos usados para estimar el impacto de interés dentro de este contexto, y se consideran los modelos
y técnicas que se utilizan. Los resultados básicos utilizan el diseño experimental original para calcular el impacto
de exposición al Programa para infantes y niños menores de tres años en los datos de la Encel 2007 al comparar
los efectos en aquellos infantes y niños menores de tres años del grupo de intervención temprana a principios de
1998, con los de los menores expuestos aproximadamente 20 meses después, a finales de 1999, con control para
la pérdida de muestra en casos en los que éste fue diferencial para tratamientos tempranos frente a los tardíos. El
análisis complementario utiliza la Ennvih así como métodos de pareamiento por puntajes de propensión para con-
trolar la participación endógena en el Programa, que depende de variables observables que no fueron afectadas por
Oportunidades.
Los resultados para los tres grupos de indicadores se presentan más adelante. El análisis de la Encel 2007 muestra
un impacto positivo y significativo nueve años después de la exposición a Oportunidades para niños que tenían
menos de 36 meses al inicio del Programa, en la muestra de tratamiento en 1998. En particular, se reducen los
problemas conductuales en aproximadamente 0.15 desviaciones estándar (DE) y mejora el desarrollo lingüístico
en cerca de 0.10 DE para los niños nacidos dentro del Programa Oportunidades.
Al mismo tiempo, no se encontró evidencia en la Encel 2007 de impactos en varios indicadores de capital
humano en niños en edad escolar como conocimientos, estado nutricional o logro educativo. Ciertamente, desde
la perspectiva de la literatura reciente la ausencia de efectos significativos en estos aspectos es sorprendente y
resulta decepcionante. Además, algunos de los efectos encontrados en estudios previos para esta misma muestra
de evaluación, tales como el aumento en la estatura del preescolar en un centímetro o más, no se sostienen en
indicadores de nutrición en 2007, cuando los niños llegan a tener unos nueve años de edad. Es decir, el impacto
sobre la desnutrición crónica parece haber desaparecido. Sin embargo, el análisis de la Ennvih muestra impactos
algo más positivos, con reducciones en la prevalencia del sobrepeso y aumento en estatura y capacidad cognitiva
(esta última para 2002).
Esta combinación de evidencia de efectos positivos en variables limitadas, junto con la falta de evidencia
de efectos significativos en la mayoría de los indicadores, genera interrogantes acerca de los mecanismos para
la primera y sobre las implicaciones de las estimaciones para la segunda. Más adelante se discute la literatura
relevante y los posibles mecanismos para los efectos positivos más contundentes que se encontraron; en
específico, los relacionados con la reducción en los problemas conductuales y las mejoras en las capacidades
verbales y lingüísticas. Se exploran las siguientes posibles limitaciones del análisis, debido a las que podría
no haberse encontrado evidencia de los efectos de largo plazo: a) un período muy limitado de exposición
diferencial (hasta 20 meses); b) el uso de algunas mediciones (por ejemplo, relacionadas con la inteligencia)
que podrían no responder muy bien al Programa; c) sesgo generado por pérdidas en seguimiento; d) el uso de
datos conductuales de la Ennvih y de las limitaciones del método de estimación para hacer comparaciones con
dicha información; e) pocas observaciones sobre rutas intermedias que pudieran ser informativas, y f) problemas
de inicio en la puesta en marcha del Programa que podrían haber predispuesto negativamente los efectos
estimados. Posteriormente, se discuten las implicaciones para Oportunidades en términos de modificaciones
al Programa y se consideran futuras investigaciones. Finalmente, se proporciona un análisis de las fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) para el Programa Oportunidades en zonas rurales, a pesar
del hecho de que la naturaleza de paquete del mismo dificulta identificar los costos de los componentes que
ya fueron ejecutados. Algunas de las recomendaciones presentadas en el FODA incluyen nuevas variantes o
adiciones a los componentes de Oportunidades que aún no se han implementado.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 21

Análisis FODA
Fortalezas: Características de Oportunidades que son útiles para
el logro de los objetivos del Programa

Prioridad Descripción Recurso de análisis

F1 Impacto significativo en logros escolares de corto y mediano plazo. Encel 1998, 2003

Impacto significativo, aunque pequeño, en el crecimiento inicial infantil en


F2 Encel 1998, 2000
análisis de corto plazo.

Reducción significativa de problemas de conducta en análisis a mediano y


F3 Encel 2003, 2007
largo plazo.

Aumento inicial significativo en el desempeño lingüístico y capacidad


F4 Encel 2007 ENNVIH 2002
cognitiva.

Buena disposición e interés del Programa Oportunidades para probar las


F5 Encel 1998- 2007
mejoras potenciales del mismo.

Debilidades: Características de Oportunidades que perjudican el logro de los objetivos del Programa

D1 Sin impactos del Pprograma en el rendimiento cognitivo. Encel 2003

Impactos limitados del Programa en la estatura por edad o la prevalencia de la


D2 Encel 2007
desnutrición crónica.

Sin impacto sostenido del Programa en la capacidad o en la mayoría de los


D3 Encel 2007, Ennvih 2005
indicadores escolares para este grupo de edad.

Impactos limitados del Programa en la prevalencia de anemia en la Encel,


D4 Encel 2007. Ennvih 2002-5
aunque con alguna evidencia en la Ennvih.

Oportunidades: Condiciones externas que son útiles para el logro de los objetivos del Programa

O1 Interés político, voluntad y compromiso para tratar de reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza.

O2 Flujo de fondos solidario y consistente para proporcionar apoyo para la evaluación del Programa.

Interés y apoyo para la evaluación rigurosa de Oportunidades, por parte del gobierno y de la comunidad política y científica
O3
en México y en el exterior.
Apoyo para vínculos potenciales con otros programas de gobierno (por ejemplo, CONAFE) para integrar programas con
O4
Oportunidades.

Amenazas: Condiciones externas que podrían perjudicar los objetivos de Oportunidades

Gran variación en la prevalencia de la desnutrición crónica y sobrepeso/obesidad entre los estados, haciendo muy difícil
A1
desarrollar una estrategia “unitalla” en cuestiones nutricionales.
Prevalencia medianamente alta de anemia en niños de edad escolar, lo cual contribuye a un bajo desempeño en pruebas
A2
cognitivas y un bajo rendimiento en la escuela independientemente del grupo de intervención.
Prevalencia persistentemente alta de desnutrición crónica en niños de edad escolar, de manera particular en zonas indígenas
A3
remotas.

A4 Muy bajo desempeño en pruebas cognitivas y lingüísticas comparadas con normas internacionales
Evaluación de los efectos a 10 años de
Oportunidades en el desarrollo, educación
y nutrición en niños entre 7 y 10 años de
familias incorporadas desde el inicio
del Programa

I. Introducción
I nmovilidad intergeneracional y transmisión intergeneracional de la pobreza. Una inter-
rogante fundamental en las políticas públicas radica en saber si éstas pueden ayudar
a disminuir la transmisión intergeneracional de la pobreza, mediante el incremento del
capital humano de los niños de hoy, sobre todo de familias pobres. La persistencia del
nivel económico a lo largo de las generaciones es considerable en países desarrollados,
donde existen datos relativamente apropiados para realizar estimaciones de este tipo.*
Para el caso de Latinoamérica, los datos disponibles para realizar estimaciones sobre las
correlaciones intergeneracionales de sueldos o ingresos por períodos prolongados son
escasos. Sin embargo, las correlaciones intergeneracionales en logros educativos, que
constituyen un factor determinante en los ingresos salariales, sugieren lazos fuertes in-
tergeneracionales y, por ende, una movilidad intergeneracional limitada. Behrman, Gaviria
y Székely5 estiman la movilidad escolar intergeneracional para Latinoamérica basándose
en encuestas con preguntas retrospectivas sobre características de los padres y sobre el
análisis de más de 100 encuestas a hogares, que abarcan dos décadas y 20 países (figura
1). Estos autores encontraron que la movilidad escolar intergeneracional es mucho menor
en Latinoamérica que en los Estados Unidos de América (EUA) y que la movilidad
intergeneracional es menor en México que en la mayor parte de América Latina.‡ Por lo
tanto, los retos para disminuir la transmisión intergeneracional de la pobreza en México
son grandes. Muchos mecanismos podrían atenuar la transmisión intergeneracional de
la pobreza. Behrman, Birdsall y Székely7 analizan el impacto de las condiciones macro-

* Estudios previos,3,4 sugieren mayor movilidad, porque correlacionaron la información intergeneracional de ingresos
anual, no en el largo plazo.

Hertz y colaboradores6 calculan las tendencias en 50 años de persistencia intergeneracional de escolaridad para
42 naciones y documentan grandes diferencias regionales. Latinoamérica muestra las más altas correlaciones
intergeneracionales
24 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

económicas y de las políticas educativas en la movilidad intergeneracional utilizando los datos obtenidos entre
1980 y 1996 de 28 encuestas a hogares, que cubrieron 16 países latinoamericanos. Estos autores concluyen
que los logros educativos obtenidos por los padres están asociados de manera importante con la escolarización
del niño, pero esa relación se debilita ante las buenas condiciones macroeconómicas (en particular el desarrollo
del mercado interno), una mejoría en la educación básica y una mejor calidad de las escuelas. Su conclusión
es que las políticas macro, de recursos humanos y posiblemente de otro tipo sí pueden afectar la inmovilidad
y la transmisión intergeneracional de la pobreza en Latinoamérica.
Evidencia de la importancia del desarrollo de la primera infancia (DPI) sobre las opciones de los niños pro-
venientes de familias pobres en países en desarrollo. Cada vez hay más pruebas del alto grado de retorno de la
inversión en los primeros años de vida de los niños, en particular desde el nacimiento hasta aproximadamente
los 24 o 36 meses de edad.
Engle y colaboradores8 revisaron 19 evaluaciones de intervenciones en el DPI desde 1990 que cumplían
con seis criterios: “a) un ensayo controlado seleccionado de manera aleatoria o pareado con un grupo de com-
paración; b) intervención antes de los seis años de edad; c) efectividad o evaluaciones del programa (no pruebas
de eficacia); d) evaluación del desarrollo infantil; e) que sean dirigidas a niños desfavorecidos; y f) en un país en
desarrollo”. Estos cálculos sugieren que las intervenciones en el desarrollo de la primera infancia tienen un impacto
significativo y sustancial sobre determinados resultados en edades preescolar y escolar (cuadro 1).
Victora y colaboradores,9 con base en los datos conductuales de países en desarrollo, revisaron las aso-
ciaciones entre las medidas antropométricas de la madre y del niño, por un lado, y los resultados finales del
adulto, por el otro (cuadro 2). Estos estudios no contemplan el control sobre la determinación conductual de
los resultados de las medidas antropométricas de madre e hijo, así que proporcionan asociaciones, no efectos
causales. Los autores concluyen que: 1) el daño sufrido en los primeros años de vida conduce a discapacidad
permanente y podría también afectar a generaciones futuras; 2) su prevención probablemente aportaría
importantes beneficios en materia de salud, educación y economía, y 3) las enfermedades crónicas son es-
pecialmente comunes en niños mal nutridos, quienes experimentan un rápido aumento de peso después de
la infancia. También hacen énfasis en que la ventana crítica de oportunidad para tener efectos de largo plazo
mediante una nutrición mejorada es a partir de la concepción hasta los 24 o 36 meses de edad, por el rápido
crecimiento y la gran susceptibilidad a enfermedades infecciosas durante esas edades.
Dos estudios10,11 recientes tratan sobre la intervención nutricional que el Instituto de Nutrición de Cen-
troamérica y Panamá (INCAP) hizo en Guatemala en niños que tenían de 0 a 7 años de edad entre 1969 y
1977, en el campo de la educación y en los resultados del mercado laboral cuando estos individuos llegaron
a la edad adulta, de 25 a 42 años de edad, en 2002-2004. Estas estimaciones resultan más convincentes
en relación con los efectos causales, porque la disponibilidad del complemento alimenticio durante las ventanas

Figura 1 0.7
Correlaciones de
0.6
escolarización entre
generaciones en Lati- 0.5
noamérica y Estados
0.4
Unidos
0.3

0.2

0.1

0
1984

1985

1986

1987

1988

1989
1990
1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

México America Latina Estados Unidos


Fuente: Referencia 5.
Tamaño de la
Tamaño del efecto de la
  País Intervención Edad del niño Mediciones resultantes muestra para la Escala**
medición cognitiva
Evaluación

I. Programas fundamentados principalmente en instituciones


1 Argentina Incremento de los lugares de preescolar 3-5 años Pruebas de rendimiento en matemáticas y español de tercer grado 0.23 >125,000 3
(1) Desarrollo cognitivo de la WPPSI-III 0.20-0.23
2 Bangladesh Preescolar operado por ONG, alimentación 4.5-6.5 años (2) Buena disposición escolar 1.4 208 1
(3) Escala de observación de juegos 0.19-0.72
3 Cabo Verde Preescolar formal 3-6 años Desarrollo cognitivo (Prueba Boehm de Conceptos Básicos) a los 5 años 0.29; 0.48* 803 3
4 Guinea Centros de aprendizaje informales con base en la comunidad 2-6 años Desarrollo cognitivo (Prueba Boehm de Conceptos Básicos) a los 5 años 0.33; 0.66* 877 2

0-3años para
5 nutrición
Vietnam (Educación, crianza, nutrición) en instituciones y el hogar  Las matrices progresivas de Raven de los 6.5 a los 8.5 años 0.25 313 1
  4-5 años para
educación
II. Capacitación EN CRIANZA E INTERACCIÓN PADRE-HIJO
(1) Conocimiento materno 0 .31 329
Grupos de padres que se reúnen semanalmente por un año; (2)Escala y subescalas de casa 0.34
6 (3)Vocabulario receptivo
Bangladesh asistencia media en 12 sesiones (rango 0-42; evaluación 2 m. 2-3 años 2
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención

  (4) Peso/Estatura
después de la conclusión del Programa
(5)Cinco conductas preventivas de salud
(6) Dinámicas de fotografía y rompecabezas madre-hijo    
Visitas domiciliarias por cuidadores ambulantes
7 Jamaica 3-36 meses Escala de Desarrollo Mental de Griffith 0.5* 163 1
(salud, nutrición, crianza, generación del ingreso)
8 Visitas domiciliarias por asistentes en salud (1) Escala de Desarrollo Mental de Griffith 0.8*
Jamaica 9-30 meses 130 1
  (crianza) (2) Conocimiento de las madres y prácticas de crianza de los niños  
Diseño (1) Logro escolar
9 3 (Institución) x 2 (capacitación de la madre): Institución = (2) Rendimiento escolar
Turquía 3-5 años (2) 0.45 217 familias 1
  educativa, de custodia o ninguna; Capacitación de la madre :
(3) Prueba de vocabulario WISC-R
EM, NEM
III. Programas integrales para el DPI
El cuidado infantil se centra en casa Capacidades motoras finas y gruesas, capacidades ligüísticas y auditivas y capacidades
10 Bolivia 6-72 meses 0.4-1.5 1,198 2
(alimentación, salud y control nutricional, educación) psicosociales
Lista de control del DPI de capacidades motoras finas y gruesas lenguaje receptivo y expresivo,
11  Filipinas  Hogar (programas de guardería familiar, visitas a domicilio) 0-4 años 0.5~1.8 6,693 2
capacidades socioemocionales, capacidades cognitivas y capacidades de autoayuda

*Determinante para ESE; ** Escala=1 cobertura < 10 comunidades; 2 cobertura >10 comunidades o distritos, pero no nacional; 3 cobertura nacional.
a Para sus efectos se incluyen tamaños con base en los cuadros 2 y 3 que aparecen en Engle y colaboradores.8
Fuentes: 1. Referencia 12, 2. referencia 13, 3. referencia 14, 4 referencia 14, 5. referencia 15, 6. referencia 13, 7. referencia 16, 8. referencia 16, 9. referencia 17, 10. referencia 18, 11. referencias 19 y 20.
25

Cuadro 1
Resumen del

de programas para
el DPI en países en
evaluaciones siste-
subconjunto de 11

máticas disponibles

desarrollo de 1990a
26 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 2 Estatura adulta 3.2 cm por 1 HAZ a la edad de 2 años


Resumen de asociacio-
0.7-1.0 cm por 1 cm al nacer
nes seleccionadas entre
las medidas antropo- 0.5 cm por 1 cm de estatura materna
métricas maternas y Logro escolar 0.5 grados por 1 HAZ a la edad de 2 años
de los infantes y los
0.5 grados por 1 WAZ a la edad de 2 años
resultados en adultos
0.3 grados por 1 kg al nacer

Ingreso laboral 8% por 1 HAZ a la edad de 2 años para hombres

8-25% por 1 HAZ a la edad de 2 años para mujeres

Peso al nacer de la descendencia 208 g por 1 kg por madre al nacer

70-80 g por 1 HAZ o 1 WAZ de la madre a la edad de 2 años

Fuente: Referencia 9.

críticas del crecimiento infantil fue exógena a las familias de los niños, dependiendo de las fechas de nacimiento y si
se encontraban en los poblados donde se asignaron complementos más nutritivos de manera aleatoria. Las estima-
ciones indican efectos sustanciales más de 25 años después por recibir más complementos nutritivos de los 0 a los
36 meses de edad. Se dan aumentos en un 1.2 de grados escolares completados por las mujeres, una cuarta parte
de desviación estándar en comprensión de lectura normalizada y puntajes de las pruebas cognitivas no verbales para
mujeres y hombres, y alrededor de 40% más en los salarios de los hombres. Los efectos por el uso de los comple-
mentos alimenticios en niños mayores a 36 meses no fueron sustanciales ni estadísticamente significativos.

Investigaciones previas relacionadas con los efectos de Oportunidades en los primeros años de vida en zonas rurales.
Las evaluaciones previas de del Programa son consistentes con la posibilidad de que existan efectos importantes en
los primeros años de vida, pero no les han dado seguimiento a los niños por periodos tan prolongados en sus ciclos
de vida como lo hace el presente estudio.
Rivera y colaboradores,21 analizaron 650 niños elegibles para el Programa de entre 0 y 12 meses de edad
quienes fueron medidos en 1998, al año y a los dos años.* Se informó de un mejor crecimiento (1.1 cm) en
los niños más pobres y de menor edad, quienes tienen el potencial biológico de respuesta más alto. El efecto
sobre la anemia, sin embargo, es menor al esperado, probablemente porque al inicio se usó hierro reducido,
que no se absorbe bien, para fortificar los complementos del Programa.
Behrman y Hoddinott22 consideran también el crecimiento en los primeros años de vida, basados en la
muestra original completa de la evaluación e incluyendo niños un poco mayores. Sus estimaciones preferidas
–efectos fijos de los niños que permiten controlar la heterogeneidad no observable que se correlaciona con el
acceso a los complementos alimenticios (no todos los niños asignados para recibirlos realmente los consumieron
en el periodo de implementación inicial del Programa) –indican un importante efecto positivo del Programa en
niños de 12 a 36 meses–. Se observó aproximadamente 16% de aumento en el crecimiento promedio por año
y menores probabilidades de desmedro.‡ Los efectos fueron un poco mayores para niños de comunidades más
pobres pero cuyas madres eran alfabetas funcionales. Las consecuencias potenciales de largo plazo de estas
mejoras no son triviales; simulaciones del impacto de la estatura adulta sobre la vida laboral (bajo supuestos
fuertes) muestran 2.9% de aumento en los ingresos de toda la vida.

* Esta submuestra abarcó 344 localidades (202 de ellas estuvieron en el grupo inicial beneficiado en 1998 y 142 eran del grupo beneficiado más
tarde en 1999), un subconjunto de la muestra original completa de 506 localidades evaluadas.

Oportunidades podría tener impacto en infantes y niños menores de cinco años por varias razones, incluyendo pero no limitado al impacto del
complemento alimenticio. Estudios posteriores encontraron, por ejemplo, que dicho complemento se compartía al interior del hogar y a menudo
no se preparó de manera apropiada o no se les suministró de forma regular a los niños a los que supuestamente estaba destinado (Bonvecchio,
Pelto, Escalante, Monterrubio, Habicht, Nava y colaboradores23).
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 27

Gertler24 también encontró una mejoría significativa en la salud de los niños en respuesta a la participación
en Oportunidades. Específicamente, los niños nacidos en familias beneficiadas por el Programa desde 1998
experimentaron, en los primeros seis meses de vida, una tasa de enfermedad que fue 25.3% más baja que la
de los niños del grupo control (incorporado en 2000). Los niños del grupo de intervención con edades de 0
a 35 meses de edad al inicio experimentaron una reducción de 39.5% en sus tasas de enfermedad después
de 24 meses de participar en Oportunidades. Inclusive, el efecto de éste tuvo una tendencia positiva mientras
más tiempo permanecieron en él, lo cual sugiere que los beneficios son acumulativos. Asimismo, este autor
encontró que los niños en el grupo de intervención fueron 25.3% menos propensos a padecer anemia y cre-
cieron aproximadamente un centímetro más durante el primer año de estar en el Programa.
Behrman, Parker y Todd25 investigaron cómo el Programa afectó de manera diferencial a niños en función de
la edad, y examinaron si la intervención nutricional temprana había mejorado el desempeño escolar subsecuente
a partir de 2003. Sus hallazgos muestran, en el caso de los niños de menor edad, impactos importantes en la
reducción de la edad de ingreso a la escuela, así como en grados escolares completados después de 5.5 años
del Programa, para el caso de los niños de mayor edad.
Fernald, Gertler y Neufeld1 intentaron separar los impactos de las transferencias de Oportunidades, de las
corresponsabilidades (por ejemplo, la atención médica). Restringieron su análisis a niños de 4 a 6 años de edad
en 2003, que estuvieron en el Programa toda su vida. Examinaron la forma en que las transferencias acumuladas
por las familias durante la vida de los niños se asociaron con resultados en nutrición, salud y cognición. Detectaron
que las transferencias monetarias más altas están asociadas con un mayor puntaje Z de estatura para la edad,
menor prevalencia de desmedro y de sobrepeso, mejor desarrollo motor y cognitivo y un mejor desempeño en el
lenguaje receptivo.*

Relevancia de los objetivos de Oportunidades

Un objetivo central de Oportunidades es reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza mediante el au-


mento de las opciones disponibles para los niños de familias pobres mientras se hacen mayores y eventualmente
se convierten en adultos.26-28,‡ La relativamente alta inmovilidad intergeneracional que se ha dado en la historia de
México, como se mencionó antes, significa que éste es un reto importante. Con base en la literatura mencionada
anteriormente, una estrategia prometedora consistiría en mejorar las inversiones en capital humano en los primeros
años de vida de los niños de familias pobres. Es probable que dichas inversiones sean más efectivas en el caso de
aquellas familias pobres que, previo al Programa, tuvieron considerables deficiencias en el desarrollo de la primera
infancia. El porcentaje estimado de niños mexicanos con desmedro§ a principios del siglo XXI era de 13% justo a
la mitad de los países latinoamericanos (cuadro 3). Esto sugiere que México tiene un potencial considerable para
mejorar al nivel de países como Cuba, Argentina, Trinidad y Tobago, Jamaica, República Dominicana y particularmente
Chile. En 1999, poco tiempo después de que inició Oportunidades, la prevalencia de desmedro en niños mexicanos
menores de cinco años era un poco más alta de 17.7%.30 Este promedio nacional ocultó una gran variación por
región y por grupo poblacional; la prevalencia de desmedro fue de 31.6% entre los residentes rurales y de 44.3 %
entre las poblaciones indígenas rurales.30 Se han hecho mejoras significativas en el país y entre 1999 y 200631 se
disminuyó la prevalencia de desmedro en cinco puntos porcentuales. Sin embargo, el desmedro continúa siendo
un problema grave de salud en México, y afecta de manera desproporcionada a los pobres, a residentes de zonas
rurales y de estados del sur así como a la población indígena.31 Aún existe un potencial considerable para mejorar

* Su enfoque identifica los impactos causales de las transferencias monetarias asumiendo que estas transferencias no están correlacionadas con
ninguna característica familiar inadvertida, como preferencias en el número y las características de los niños o capacidad innata de criar hijos.

No se debe esperar que Oportunidades por sí solo logre este objetivo, porque el éxito tiende a depender del mercado laboral, de condiciones
macroeconómicas y de factores de suministro de recursos humanos que están más allá del alcance del Programa.7,29 Pero se espera que las
inversiones en capital humano inducidas por Oportunidades sean un importante componente en la consecución de este objetivo.
§
Éste es el índice comparable del desarrollo de la primera infancia del que se dispone con mayor facilidad; algunos expertos afirman que es el
mejor para pronosticar los resultados posteriores en la vida (por ejemplo, Victora y colaboradores9).
28 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

el desarrollo de la primera infancia, posiblemente con muchos beneficios para la población rural pobre que cubre
Oportunidades.

Aspectos de Oportunidades que podrían afectar el desarrollo


de los infantes y niños menores de tres años

Transferencias monetarias a las madres: Bajo el supuesto de que toda la familia (incluyendo los niños en edad
preescolar) visita periódicamente las clínicas de salud y que los niños en edad escolar asisten a la escuela, las
familias beneficiarias de Oportunidades reciben transferencias monetarias cada dos meses, equivalentes en
promedio al 20 o al 30% del consumo del hogar.22,* Aunque estas transferencias se reciben, primordialmente,
porque los hermanos mayores asisten a la escuela, los recursos son fungibles, es decir utilizados de acuerdo a

Cuadro 3 Porcentaje de niños menores de cinco años que en 2000-2006 sufrían de:
Indicadores antropo- País
métricos promedio de Bajo pesoa Desnutrición agudaa Desnutrición crónicaa
desnutrición para niños Guatemala 23 2 49
menores de cinco años Bolivia 8 1 27
en países de Latino- Honduras 11 1 25
américa y el Caribe Perú 8 1 24
Ecuador 9 2 23
Haití 17 5 23
Nicaragua 10 2 20
El Salvador 10 1 19
Belice 7 1 18
Panamá 8xb 1xb 18.2xb
Paraguay 5 1 14
México 5 2 13
Venezuela 5 4 13
Colombia 7 1 12
Guyana 14 11 11
Brasil 6* 2* 11*
Saint Lucia 14* 6* 11*
Uruguay 5xb 1.8xb 10.6xb
Antigua y Barbuda 10* 10* 7*
Barbados 6* 5* 7*
Costa Rica 5* 2* 6*
Dominica 5* 2* 6*
Cuba 4 2 5
Argentina 4 1 4
Trinidad y Tobago 6 4 4
Jamaica 4 4 3
República Dominicana 5 1 2
Chile 1 0 1

Fuente: Base de datos global sobre desnutrición infantil de UNICEF.32,33 Se informó la última estimación disponible dentro del periodo 2000-2006.
* Indica que la estimación es de Behrman JR, Skoufias E.34
Xb Indica que la estimación es de un periodo anterior a 2000.
a
Por debajo de menos dos DE de la media (peso por edad para bajo peso; peso por estatura para desnutrición aguda; estatura por edad para desnutrición
crónica) para la población de referencia.

* Rubalcava L, Teruel G, Thomas D. Women’s bargaining power and Progresa, 2002 [no publicado].
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 29

las necesidades puntuales de cada hogar.35 Por consiguiente, se pueden utilizar para mejorar la educación, la
nutrición, y el desarrollo (por ejemplo con la compra de juguetes y libros) de los infantes y niños menores de
tres años, (Becker y Tomes;3 Guo y Harris36), cuidados de salud (Strauss y Thomas37,38) y mejor nutrición.*
Inclusive, entregar las transferencias monetarias a las madres podría tener efectos en la negociación en los
hogares que aumenten las inversiones en los niños más de lo que lo harían los aumentos equivalentes en el
ingreso provenientes de otras fuentes.40 Estudios hechos en otras poblaciones pobres han concluido que los
recursos que van a las madres se dirigen en mayor medida a la salud, la nutrición y el desarrollo de los niños
que los recursos entregados a los padres, y en parte por esta razón Oportunidades dirige sus recursos a las
madres.37,41-46, ‡ Además, el ingreso dirigido a las madres podría disminuir la depresión y el estrés percibido en
ellas –mediante un incremento de la confianza en sí mismas–, lo que a su vez mejora el cuidado, el apoyo y
la crianza de sus hijos.47-48

Participación en las pláticas:§ Los participantes en Oportunidades tienen que asistir a reuniones periódicas en
las que se discuten temas de salud y nutrición, entre otros. Las sesiones están a cargo de médicos y enfermeras
capacitados en estos temas.49 Si estas pláticas mejoran los conocimientos y prácticas nutricionales y de salud,
podrían mejorar la nutrición y la salud de los niños. La participación de las madres podría tener beneficios
adicionales al proporcionar apoyo emocional durante periodos vulnerables; este apoyo podría entonces
convertirse en prácticas de cuidado más receptivas y sensibles. Si bien los beneficiarios podrían ser de cualquier
edad, teniendo en cuenta que los lactantes y los niños de muy corta edad corren mayores riesgos de salud y
nutricionales, éstos parecen ser los beneficiarios más probables.

Complementos alimenticios: El componente nutricional de Oportunidades incluye el suministro de


complementos alimenticios a mujeres embarazadas y en lactancia (Nutrivida), a niños entre 6 y 23 meses
de edad y a niños entre dos y cuatro años (hasta 59 meses de edad) si el personal clínico detecta señales de
desnutrición (Nutrisano). Las familias reciben suficientes complementos para cada mujer y niño elegibles, para
una dosis al día por todo el periodo de incorporación al Programa. Cada dosis de los complementos contiene
aproximadamente 20% de los requerimientos calóricos y el 100% de los micronutrientes clave. Las mujeres
beneficiarias en las zonas rurales50,51 y las urbanas52,# aceptan bien la presentación y el sabor de Nutrisano.

Monitoreo del crecimiento: Un prerequisito para recibir los complementos alimenticios es la continua supervisión
del crecimiento de los niños en edad preescolar. Podría ser muy beneficioso para la vigilancia del crecimiento si
aumentaran las probabilidades de que los encargados de cuidar a los niños sean conscientes de los problemas
nutricionales antes de que se produzca un daño a largo plazo.

Componentes educativos directos del Programa Oportunidades. Un componente final importante, que
posiblemente está vinculado con el tema de este documento, es el relativo a las transferencias dirigidas hacia
las madres condicionadas a que los niños asistan a la escuela. Las becas podrían inducir a mayores inversiones
en niños muy pequeños si los padres tuvieran visión de futuro y percibieran que existen complementariedades
entre las inversiones en salud, nutrición y estimulación de los infantes y los niños menores de tres años, y
su éxito posterior en educación.& Además, como se mencionó ya, podría haber efectos en la distribución del

* Los estimados para la muestra rural de Oportunidades indican que un 10% de aumento en el ingreso se convierte en un aumento del 3 al 4.5%
en la disponibilidad calórica, y que gran parte de este aumento se va a alimentos más ricos en micronutrientes.39

Rubalcava L, Teruel G, Thomas D. Women’s bargaining power and Progresa, 2002. (no publicado).
§
En 2005 las pláticas se sustituyeron por unos talleres de salud y nutrición más interactivos. No obstante, se usan las pláticas en este estudio
porque las madres de los niños de este estudio asistieron a ellas cuando sus hijos eran menores de cinco años.
#
Las evaluaciones de los aspectos operacionales iniciales de Oportunidades indicaron dificultades en hacer que estos complementos estuvieran
disponibles en cantidades suficientes.53,22 Behrman y Hoddinott22 estiman que aproximadamente el 64% de los infantes de 0 a 12 meses y
el 61% de los niños de 12 a 24 meses recibieron los complementos alimenticios. Rivera y colaboradores21 estiman que 58% de los infantes
consumieron el complemento de manera regular (por lo menos cuatro días a la semana).
&
Existe alguna evidencia de que los padres tienen visión de futuro: mejoró el avance en los dos primeros grados de escuela, aún cuando no se
entregaron apoyos monetarios para estudiantes en estos grados.54
30 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

ingreso dentro del hogar para los infantes y niños menores de tres años que viven con hermanos mayores y
son beneficiarios de los apoyos educativos.

Objetivos del documento

El objetivo general es investigar si Oportunidades ha incrementado el capital humano de los niños pobres
de zonas rurales de 7 a 11 años de edad, mediante su exposición al Programa durante la ventana crítica de
oportunidad para el crecimiento y el desarrollo infantil cuando tenían menos de tres años de edad.
Los objetivos específicos y las principales interrogantes son:

Evaluar, cuando los niños tienen alrededor de 7 a 11 años de edad, el impacto que tuvo su participación en
Oportunidades en los primeros años de vida, sobre:
1) La educación medida por la tasa de progresión de grado, los grados alcanzados y las habilidades de lectura
y escritura reportadas.
2) El estado nutricional (pasado y presente) con base en la estatura, puntaje Z de talla para la edad (HAZ),
IMC (índice de masa corporal) y puntaje Z del IMC (ZIMC), probabilidad de sobrepeso (IMC> percentil
85) y anemia.
3) El desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual de los niños usando indicadores para:
a. Desarrollo cognitivo y lingüístico valuado por las pruebas de la Escala Wechsler de Inteligencia
(WASI).
b. Problemas de desarrollo conductual usando el Cuestionario de Fortalezas y Dificultades (SDQ)

II. Métodos
Descripción de los datos

La Encuesta de Evaluación de los Hogares Rurales (Encel) 2007 tuvo dos fases: la fase 1 recolectó información
socioeconómica, que se utilizó para los resultados de escolaridad; y, la fase 2, con información biológica que se
utilizó para los resultados de desarrollo y nutrición infantil. Ambas fases incluyeron tanto las localidades originales
de tratamiento temprano (marzo 1998, T1998) como las localidades de tratamiento tardío (noviembre 1999,
T1999) que fueron parte del diseño original de evaluación con asignación aleatoria entre los dos grupos, excepto
aquellas localidades con poblaciones muy pequeñas (menos de 20 hogares) que no fueron encuestadas en 2007.
La Encel 2007 en su fase 2 se orientó sólo hacia hogares que fueron parte de la Encel 2003. La Encuesta de
Características Socioeconómicas de los Hogares (Encaseh) proporciona los datos basales.

Resultados en educación a partir de la Encel 2007, fase 1. La muestra incluye a todos los niños de la evaluación
original que tenían entre 0 y 3 años de edad en el momento de la puesta en marcha del Programa en 1998 y de
quienes se recabó información en la Encel 2007. Esta muestra incluye 272 localidades en tratamiento temprano
(T1998) y 168 localidades en tratamiento tardío (T1999).* Para incluir a los bebés nacidos en 1998 se utilizó
la primera ronda de evaluación de seguimiento de la Encel correspondiente a noviembre de ese año. Dado que
el Programa apenas comenzó a principios de 1998, no es probable que la fertilidad se haya visto afectada para
noviembre de ese mismo año.

Grados escolares completados. No se incluyen preescolar ni jardín de niños. La escuela primaria incluye un máximo
de seis grados, la escuela secundaria un máximo de tres años más y la educación media superior tres años más.

* El número de localidades es menor en cada grupo que en las Encel previas (320 localidades para T1998, 186 para T1999), debido a que, por
restricciones presupuestarias, la Encel 2007 no incluyó localidades con menos de 20 hogares.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 31

Se limitaron también los grados escolares completados que los niños pudieran tener, con el fin de que los niños
de seis años tuvieran cuando mucho un grado, los de siete años cuando mucho dos grados, etcétera.

Progresión escolar a tiempo. Es igual a uno si la diferencia entre la edad y el logro del grado escolar alcanzado
es inferior o igual a siete. La edad legal para entrar a la escuela es de seis años cumplidos antes del inicio del
año escolar, de tal manera que muchos niños pueden quizás estar cerca de cumplir siete años al comenzar la
escuela, aunque se les considere que están a tiempo.*

Resultados nutricionales, cognitivos, lingüísticos y conductuales infantiles de la Encel 2007, fase 2. La muestra
incluye a los niños nacidos entre marzo de 1997 hasta octubre de 1998 (el Programa inició en marzo de 1998
en las localidades en tratamiento incluidas en la muestra de evaluación).‡ Esta muestra incluye 234 localidades
en tratamiento temprano (T1998) y 152 localidades en tratamiento tardío (T1999).
La información nutricional recabada incluye peso y estatura.§ El peso y la estatura de pie de los niños se
midió usando procedimientos antropométricos estándar.59 Cada medición se tomó dos veces y la media entre
las dos fue la que se usó para el análisis. Se consideraron límites aceptables las diferencias de 0.5 kg en peso y
de 3.0 mm en estatura entre mediciones; por encima de éstas, se tomaron mediciones por tercera vez. El peso
se midió a los 20g más cercanos con una báscula electrónica (modelo 1582; Tanita Corp., Arlington Heights,
IL, EUA). La estatura de pie (al milímetro más cercano) se midió usando un estadiómetro con capacidad de
medir hasta 2 m y con una precisión de 1 mm (Schorr Industries, Glen Burney, MD, EUA.).
Los puntajes Z de estatura para la edad (HAZ) y de los índices de masa corporal (IMC) por edad se basan en
los nuevos estándares de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).60,61 El desmedro se define
como el puntaje Z de talla para la edad (HAZ, por sus siglas en inglés) más de dos desviaciones estándar por
debajo de la mediana de referencia. El sobrepeso se define como el puntaje Z del IMC (ZIMC, por sus siglas
en inglés) entre los percentiles 85 y 95 de la referencia de la OMS60,61 y la obesidad como mayor al percentil
95 de la referencia.
El desarrollo cognitivo y lingüístico se evaluó usando la versión abreviada (WASI) de la Escala Wechsler de
Inteligencia para Niños, tercera edición (WISC-III), que mide dos tipos de inteligencia: verbal y de desempeño.
Los elementos de la prueba incluyen evaluación del vocabulario, diseño matricial, completar figuras y memoria
de trabajo (por ejemplo, recordar cadenas de números). La WISC ha sido ampliamente usada para niños de
6 a 16 años de edad. La ventaja de utilizar esta prueba es que la muestra normativa para la WISC es grande
(N=2 200) y representativa de los datos del censo de 1988 en los Estados Unidos. Además la prueba está
disponible en español. Una desventaja es que está diseñado para medir el coeficiente intelectual (CI) que, en una
población bien nutrida, se supone que será más estable con el tiempo que las mediciones de rendimiento.#

* Las variables que no pudieron considerarse incluyen 1) la edad al comenzar la escuela primaria; 2) si alguna vez asistió al jardín de niños; y
3) la edad en la que asistió al jardín de niños. Un desafortunado patrón de omisión en la Encel 2007 llevó a los entrevistadores a omitir varias
preguntas incluyendo estas tres, para niños que acuden a la escuela en la actualidad.

La muestra objetivo de la Encel 2007, fase 2 incluyó a 2 988 niños, pero 96 nunca se incorporaron al programa, 385 estaban en localidades a
donde no pudieron llegar los encuestadores que hacían el seguimiento y 532 no pudieron ser localizados aunque se visitó sus localidades. Eso deja
a 1 975 niños de los que se tiene alguna información. Descartando las observaciones de quienes falta información de la variable dependiente, la
muestra final cuenta con 1 885-7 para indicadores nutricionales y 1 514 para resultados en desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual.
§
También se recogió la concentración de hemoglobina. Sin embargo, la anemia no se incluyó en este documento como un indicador de los
efectos de la nutrición en los primeros años de vida de niños aproximadamente una década después usando la muestra de la Encel 2007
fase 2, porque otra evidencia sugiere que la medición de la hemoglobina está dominada por consumos mucho más recientes de hierro y otras
condiciones.55,56 Estimaciones hechas con estos datos (no presentadas) confirman la falta de evidencia de un impacto significativo sobre la
anemia. No obstante, claro está, la anemia en los niños estudiados sí es de interés. Por esa razón, la concentración de hemoglobina se examinó
en la sangre capilar usando un fotómetro portátil (Hemocue Inc., Mission Viejo, CA, EUA). Las concentraciones de hemoglobina más allá del
rango aceptable para niños de 8 a 10 años de edad (4.0 a 18.5 g/dl) se consideraron improbables y se descartaron. Dado que la altura por
encima del nivel del mar se asocia con concentraciones más altas de hemoglobina en la población, la hemoglobina se ajustó al nivel del mar
equivalente para todos los niños que viven en altitudes mayores a 1 000 m sobre el nivel del mar.57 La altitud de cada comunidad se obtuvo del
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. La anemia se definió como la concentración de hemoglobina ajustada a la altura por
debajo de los puntos de corte recomendados por la OMS58 en niños de 5 a 11 años de edad (11.5 g/dl).55-58
#
Pero en poblaciones de alguna manera comparables con el México rural, pruebas similares de habilidades [esto es, la Prueba de Raven62] se ven
afectadas de manera significativa por la nutrición en los primeros años de vida [Behrman JR, Hoddinott J, Maluccio JA, Soler E, Behrman EL, Martorell
R, et al. What determines adult skills? Impacts of pre-school, school years and post-school experiences in Guatemala. Philadelphia, PA. University of
Pennsylvania, 2008 (mimeo)].
32 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Los problemas de desarrollo conductual se evaluaron usando una versión adaptada del Cuestionario de
Fortalezas y Dificultades (SDQ)* administrado mediante entrevistas personales con las madres, a quienes se
les pidió informar del comportamiento de sus hijos. Puesto que el SDQ no se ha validado previamente con
niños de bajos ingresos en el México rural, la medición se adaptó para reflejar elementos que se consideraron
más apropiados para esta población.

Resultados infantiles a partir de la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares 2002 y 2005
(Ennvih63): La Ennvih es un panel para diversos propósitos, multitemático, de representatividad nacional de
hogares e individuos. La primera ronda (2002) incluyó más de 8 400 hogares en 150 localidades. Se entrevistó
a todos los individuos mayores de 15 años y se recabó la información detallada de una amplia variedad de
conductas sociales, económicas, demográficas y de salud de los individuos y sus familias. Se aplicó a todos los
niños menores de 15 años un módulo sobre resultados educativos y también se aplicaron pruebas de habilidades
cognitivas (las matrices progresivas de Raven y colaboradores62) a niños y adultos. Se obtuvieron mediciones
antropométricas y muestras de sangre capilar para la medición de la concentración de hemoglobina de todos los
individuos en el hogar. Los niños se clasifican con sobrepeso si su IMC está sobre el percentil 85 con respecto
a las tablas de crecimiento por edad de la OMS. Se considera que un niño sufre anemia si su concentración
de hemoglobina está por debajo de 11 g/dl para niños menores de cinco años y por debajo de 12g/dl para
niños de 6 a 11 años.‡ La segunda ronda, la Ennvih-2, se llevó a cabo en 2005 con un contenido similar en la
encuesta. Se hicieron grandes esfuerzos para rastrear a todos los individuos y los hogares, incluyendo aquellos
que se mudaron. Las tasas de entrevistas de seguimiento fueron de aproximadamente 90%, una tasa de
desmedro muy baja para una encuesta longitudinal con un lapso de tres años entre rondas.
En este documento se consideraron datos de la Ennvih sólo para las zonas rurales. En la muestra rural de
la Ennvih, aproximadamente 35% de los hogares se identificaron como beneficiarios de Oportunidades en la
información administrativa del Programa. Se dividieron los hogares rurales de la Ennvih en tres grupos: 1) aquellos
que comenzaron a recibir beneficios en 1997 o 1998; 2) aquellos que comenzaron a recibir beneficios en 2001
o después; y, 3) aquellos hogares que nunca habían recibido beneficios por parte de la Ennvih-2. Se excluyó de
la muestra aquellos hogares que comenzaron a recibir beneficios en 1999 o 2000, lo que representa muy pocos
hogares, ya que la incorporación al Programa se detuvo en el año previo a la elección presidencial de 2000. En
el análisis empírico usando la Ennvih se aplicaron dos comparaciones: (I) entre el grupo beneficiario de 1997-
1998 (1) contra aquellos que se convirtieron en beneficiarios en 2001 o más tarde en el grupo (2); y, (II) entre
el grupo beneficiario de 1997-1998 (1) contra los del grupo (3) que nunca recibieron beneficios. Se anticipó
que la comparación de los grupos beneficiados inicialmente contra los grupos beneficiados más tarde (grupo 1
contra grupo 2) es mejor ya que los hogares en los dos grupos llenan los requisitos de elegibilidad del Programa,
lo que no es el caso para los hogares que no habían recibido beneficios para 2005.

Enfoques metodológicos con ventajas y desventajas

El objetivo principal es estimar los impactos en los resultados de niños pequeños en edad escolar al haber sido
expuestos a Oportunidades cuando eran infantes o preescolares. La interrogante metodológica básica es cómo
comparar niños que recibieron tratamiento (por ejemplo, que estuvieron expuestos a Oportunidades cuando
tenían menos de tres años) con esos mismos niños a las mismas edades si no hubieran recibido tratamiento.
Puesto que no es posible observar niños con y sin tratamiento al mismo tiempo, se utiliza la recolección de
datos y procedimientos estadísticos para hacer comparaciones.

* El SDQ está disponible en: www.sdqinfo.com



No se han podido ajustar estos datos por altitud (a diferencia de los datos de la Encel). Si existiera una relación sistemática entre la altitud y los tres
grupos que se utilizan para las comparaciones de la Ennvih, esto podría confundir las estimaciones. Por esta razón no se hacen estimaciones sobre el
impacto en la anemia.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 33

Comparaciones basadas en datos experimentales. El estándar de oro generalmente aceptado para tales
comparaciones son los estudios experimentales controlados con asignación doble ciego entre intervención
y control de manera aleatoria con el fin de que los receptores y otros participantes no sepan si han recibido
tratamiento o placebos y en las que a ambos grupos se le da seguimiento por suficiente tiempo, para observar
impactos de interés.
Una fortaleza considerable de la estrategia de evaluación original en zonas rurales de Oportunidades fue el
diseño experimental con asignación aleatoria al tratamiento temprano en 1998 para 326 localidades rurales
con población de menos de 2 500 habitantes cada una y al tratamiento tardío (aproximadamente 20 meses
más tarde) en 180 localidades rurales, ambos grupos con población de menos de 2 500 habitantes. Ésa es una
fortaleza considerable porque tales comparaciones pueden dar la estimación deseada del impacto del tratamiento
si el diseño experimental básicamente se mantuvo durante el período pertinente. Behrman y Todd* examinaron
la aleatoriedad inicial para la muestra socioeconómica (fase 1) en términos de un gran número de características
observadas en la línea basal, e informaron que la muestra estaba balanceada en la mayoría de los indicadores.‡
No obstante, aun los experimentos sociales mejor diseñados y ejecutados tienen limitaciones. Primero, tener
experimentos doble ciego para política social es muy difícil y no ocurrió para Oportunidades. No están claras las
implicaciones de esto para los impactos estimados, porque los encargados de la implementación del Programa
en las localidades de tratamiento temprano podrían tener una dedicación inusual pues saben que es un programa
nuevo; lo que podría sesgar positivamente los impactos estimados del Programa. Además, a pesar de no existir
un anuncio formal, aquellos en las que inicialmente no estaban cubiertas por Oportunidades pueden anticipar
que lo recibirán más tarde y ajustar sus conductas antes de recibir el tratamiento, de manera que se reducirían los
impactos estimados del Programa. En segundo lugar, a menudo es difícil mantener diseños experimentales iniciales
durante lapsos muy largos. Para Oportunidades, como se mencionó, la exposición diferencial entre el tratamiento
temprano y el tardío fue de aproximadamente 20 meses. Estudios previos de programas de DPI en Bolivia y
Filipinas sugieren que los impactos aumentan según la duración de exposición al programa, pero aún podrían
aumentar si ésta se extiende más allá de los 20 meses.64,65 Si existen relaciones dosis-respuesta similares para los
niños de interés en el presente estudio, las estimaciones basadas en comparaciones experimentales por 20 meses,
subestiman los impactos de Oportunidades. En tercer lugar, en muchos experimentos con fines de evaluación de
políticas sociales podría resultar problemático identificar los impactos del Programa para aquellos que realmente
son beneficiarios (“los que están en tratamiento”) de aquellos que son elegibles para beneficiarse (“los que se
intenta tratar”) debido a la participación selectiva en programas por parte de los elegibles. Sin embargo, en razón
de la participación casi universal en las localidades rurales pequeñas en las que comenzó el Programa, no parece
ser empíricamente importante§ la distinción entre las estimaciones de “los que se intenta tratar” y “los que están
en tratamiento” en las evaluaciones del impacto sobre dichas localidades. En cuarto lugar, los experimentos sólo
pueden evaluar los impactos del programa en particular que se está estimando, y no variaciones contrafactuales del
mismo. Bajo los supuestos necesarios para desarrollar y estimar modelos estructurales de comportamientos, este
tipo de modelos se pueden utilizar para evaluar programas y políticas contrafactuales. Probablemente el ejemplo
más importante del desarrollo de un modelo estructural utilizado para explorar las políticas sociales contrafactuales
en el contexto de un país en desarrollo, es el estudio de Oportunidades de Todd y Wolpin# en el que estos autores
consideran, por ejemplo, diferentes estructuras de transferencias monetarias condicionadas.

* Behrman JR, Todd PE. Randomness in the experimental samples of PROGRESA/Education, Health and Nutrition Program). Philadelphia, PA.
Univeristy of Pennsylvania. Research Report for IFRI, 1999 (mimeo).

Dichas pruebas se pueden aplicar sólo a las variables observables. De manera que si bien son sugestivas con relación al éxito de la aleatorización de la
muestra; en este caso lo son de manera particular porque abarcan muchas variables observables, pero no son definitivas en relación a las no observables.
El estudio de Behrman y Todd (ver nota anterior) tampoco examinó el subconjunto de la muestra global de evaluación global que se usó para la muestra
biomédica (fase 2).
§
Las tasas de participación urbana entre los hogares elegibles han sido mucho más bajas, aproximadamente la mitad.66 Por consiguiente, para el análisis
del impacto en las áreas urbanas, la distinción entre las estimaciones de “los que se intenta tratar” y “los que están en tratamiento” es importante y para
obtener esta última, se debe considerar lo que determine la participación en el Programa.
#
Todd P, Wolpin K. Using a social experiment to validate a dynamic behavioral model of child schooling and fertility: Assessing the impact of a school
subsidy program in Mexico. Documento de trabajo. Universidad de Pennsylvania.
34 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Comparaciones basadas en estudios observacionales. Una ventaja de estos datos es que pueden estar disponibles
por otras razones o como parte de bases de datos de estudios de ciencias sociales/biomédicas en general. La
desventaja más importante, en comparación con los datos experimentales, es que es necesario controlar por
la selección para participar en el Programa y recurrir al uso de métodos que generalmente requieren supuestos
más fuertes que con los datos experimentales. Lo anterior para tratar de asegurar que las estimaciones de los
efectos del programa no estén sesgados por factores correlacionados (que pueden ser no observables) que
causen la participación en el programa y afecten los resultados de interés.

Consideraciones sobre las comparaciones basadas en datos tanto experimentales como no experimentales.
Existen varios problemas potenciales que son comunes a ambos tipos de datos. Primero, es probable que existan
aspectos del período de puesta en marcha del programa que lo distinguen de la operación posterior, por ejemplo,
el aprendizaje sobre la marcha tanto de aquellos que dirigen los programas como de aquellos a quienes afectan.67,68
Si los administradores del programa hicieran ajustes iniciales y sobre la marcha, por ejemplo, aquellos que
reciben tratamiento tardío podrían recibir mejor tratamiento que quienes lo reciben al inicio. En el año inicial de
Oportunidades, por poner un ejemplo concreto, el suministro de los complementos alimenticios para los infantes
y los niños no era adecuado para cubrir a todos los beneficiarios elegibles en la muestra de evaluación. Si esos
problemas de suministro inicial se corrigieron al momento en que el grupo de tratamiento tardío se incorporó al
Programa,* entonces, comparar los beneficiarios de la muestra temprana respecto a los de la muestra tardía podría
restar importancia a los impactos. Segundo, es posible que la pérdida selectiva de muestra en el seguimiento pudiera
causar sesgos, en particular si los temas bajo investigación se relacionan con los efectos del Programa después
de cierto número de años, como en el presente estudio. Tercero, y en un sentido un poco diferente, el Programa
Oportunidades se constituye por un paquete de características que podría afectar los resultados infantiles que
interesan en este documento, pero –sin supuestos adicionales que podrían ser bastante fuertes– no es posible
identificar con confianza qué características son las responsables de los efectos observados (por ejemplo, los
complementos alimenticios vs. la información obtenida en las pláticas vs. las transferencias en efectivo). Cuarto,
y también en un sentido un poco diferente, está el problema de la validez externa: esto es, si las estimaciones
se pueden generalizar a otros contextos. Las estimaciones de ambos tipos de datos dependen de los contextos
de mercado, sociales, políticos y ambientales en los cuales se aplicó el programa y no se habrían obtenido con el
mismo programa en contextos diferentes. En contraste, dichos modelos pueden utilizarse para evaluar políticas de
manera contrafactual en distintos contextos de mercado y de políticas, bajo una serie de supuestos que necesitan
desarrollarse y con la estimación de modelos estructurales como los discutidos anteriormente.

Modelos y técnicas utilizadas

Las relaciones que se estimaron son consistentes con un modelo de ciclo de vida de desarrollo infantil. En el anexo
a este documento se trata con mayor detalle este tema.

Estimaciones basadas en el diseño experimental original de la Encel. La estimación primaria explota el diseño expe-
rimental original mediante estimaciones de diferencias básicas entre los niños de las edades relevantes (menos de
36 meses al iniciar el Programa en 1998, aproximadamente 8 a 10 años de edad en 2007) usando la Encel 2007
para niños en tratamiento temprano (T1998) contra las muestras en tratamiento tardío (T1999), con la diferencia
de aproximadamente 20 meses en su exposición al Programa. Se estimó la siguiente regresión lineal (o logit/probit
si hay una variable dependiente con valores de 0 y 1):

* Desafortunadamente se careció de la información para confirmar si esto ocurrió. Sin embargo, sí se investigó si algunas de las estimaciones clave
se afectarían por el uso de datos del seguimiento de octubre de 1998 acerca de qué hogares recibieron los complementos alimenticios o los datos
nutricionales del INSP de 1998 acerca de qué niños los recibieron. Sin embargo, por los problemas de la fusión, en ambos casos los tamaños de las
muestras están reducidos casi a la mitad. Las estimaciones no indican ninguna diferencia de importancia con aquellas presentadas en este documento.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 35

(1) Y = α + βT + γX + u,

donde Y es un vector de los resultados infantiles observados en la Encel 2007, T es una variable dicotómica
con un valor de 1 si el niño estaba en el grupo de tratamiento temprano cuando tenía menos de tres años y un
valor de cero si el niño estaba en el grupo de tratamiento tardío, X es un vector de los controles de línea base
para aumentar la precisión de las estimaciones,* y u es un término de perturbación estocástica d para capturar
eventos aleatorios tales como las condiciones ambientales o políticas que afectan los resultados en los niños,
con posibles correlaciones entre las localidades (es decir, efectos aleatorios a nivel de localidad).

Posible sesgo por pérdidas en la muestra durante el seguimiento. Si la pérdida de muestra entre la aleatorización
inicial y la Encel 2007 estuviese relacionada de forma sistemática con que el tratamiento fue temprano o tardío, se
podría sesgar la estimación de los impactos del Programa. Por lo tanto, primero se probó si las muestras de la Encel
2007 (fase 1 y fase 2) estaban balanceadas en el sentido de que las características basales observadas no diferían de
manera significativa entre los niños expuestos a tratamiento temprano contra aquellos expuestos a tratamiento tardío.
Si una muestra no estaba balanceada, se utilizó el pareamiento por puntaje de propensión en el que se estructuraron
pares entre los grupos de tratamiento y control, lo que es válido dado el supuesto de independencia condicional de
que la variable dependiente es independiente de la participación en el Programa, condicional en X (todas las variables
observables del lado derecho en la relación 1, a excepción de la participación en Oportunidades).‡

Estimaciones basadas en la Ennvih. La Ennvih no tiene asignación inicial aleatoria de exposición a


Oportunidades. Por consiguiente, aun en ausencia de pérdidas de muestra, es probable que incluso los
mejores estimados no sean diferencias simples en la ecuación (1) entre quienes estuvieron expuestos a
Oportunidades más temprano contra aquellos expuestos más tarde (o no lo habían estado sino hasta 2005).
Es muy posible que existan correlaciones entre las variables no observables del lado derecho en la ecuación
(1) y la exposición a Oportunidades. Esto podría ocurrir, por ejemplo, si el lanzamiento global del Programa
abarcó primero a las localidades más pobres y luego se extendió a las menos pobres, como se sugiere por las
diferencias significativas en los logros educativos de los padres y en la porción de población indígena entre los
tres grupos de la Ennvih.
Por consiguiente, se empleó el pareamiento por puntaje de propensión (PSM, por sus siglas en inglés) para
controlar por las diferencias potenciales entre los grupos de la Ennvih. Como se indicó anteriormente, este
método es válido si el supuesto de independencia condicional persiste; es decir, si Y es independiente de la
participación en el Programa, condicional en X. Bajo este supuesto, nuevamente, condicional en X, no existirían
diferencias importantes entre los grupos en tratamiento y de control en ausencia del Programa. Este supuesto se
sostiene si todas las variables no observadas en el lado derecho de la ecuación (1), o no estén correlacionadas
con la colocación del Programa o están perfectamente correlacionadas con las variables observadas en X.
Una cuestión empírica adicional se plantea con la Ennvih porque no cuenta con información basal previa a
la implantación del Programa. Por lo tanto, para el pareamiento por puntaje de propensión se emplearon sólo
las variables de 2002 que tienen pocas probabilidades de haber sido alteradas por el Programa (por ejemplo, la

* Estos controles provienen de los datos de la línea de base para estar seguros de que no serían afectados por el Programa.

También se aplicó un método de ponderación que es similar al enfoque de pareamiento en observables. Utilizando el teorema de reducción de
dimensionalidad de Rosenbaum y Rubin69 se implementó el estimador de reponderación usando como ponderación el cociente de las densidades
univariadas del índice de propensión a la pérdida de muestra. Mediante este procedimiento, cada individuo observado posteriormente al inicio del
Programa recibe una ponderación igual al cociente de la densidad de su probabilidad de pérdida de muestra con respecto a la distribución posterior al
inicio del programa, dividida entre la densidad estimada con respecto a la distribución previa al Programa (previa a la pérdida de muestra). En efecto,
este procedimiento pondera nuevamente las observaciones posteriores al inicio del Programa para tener la misma distribución de X (las variables
independientes) como estaban antes de la pérdida de muestra. El supuesto clave que justifica la aplicación de este procedimiento es que dicha pérdida
es aleatoria condicional en X, dentro de cada uno de los grupos.25 Mediante este procedimiento no se obtienen estimados sustancialmente diferentes de
aquellos obtenidos por el método de pareamiento por puntaje de propensión descrito en el documento. Por ello, en este documento sólo se presentan
las estimaciones obtenidas mediante dicho método.
36 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 4 Tratamiento temprano Tratamiento tardío


Estadística T
Características descrip- (T1998) (T1999)
para diferencia
tivas para resultados significativa
Media DE Media DE
escolares de la Encel Indicadores educativos en 2007
2007, fase 1 (encuesta Grados escolares 4.0 1.44 4.0 1.38 0.41
socioeconómica): niños Asistencia escolar 0.97 0.16 0.97 0.16 0.09
Capaz de leer y escribir 0.93 0.25 0.94 0.24 1.04
de 0 a 3 años de edad
Características previas al Programa en 1997
en hogares elegibles Piso de tierra 0.72 0.45 0.74 0.44 3.06
para el Programa en Número de habitaciones 1.8 5.2 1.8 5.5 0.34
1998 Agua 0.33 0.47 0.26 0.44 5.61
Electricidad 0.64 0.48 0.66 0.47 3.48
Logro escolar del padre (grados) 3.6 2.2 3.4 2.1 2.66
Logro escolar de la madre (grados) 3.1 2.3 3.1 2.2 0.56
El padre habla sólo lengua indígena 0.28 0.45 0.27 0.44 0.54
La madre habla sólo lengua indígena 0.29 0.45 0.28 0.45 1.3
Padre bilingüe 0.26 0.44 0.25 0.44 0.13
Madre bilingüe 0.24 0.43 0.21 0.40 3.62
Edad del padre 37 8.7 37 8.8 0.48
Edad de la madre 33 8.4 33 8.8 0.5

Cuadro 5 Estadísticas T: T1998


Tratamiento Tratamiento Sin beneficios Estadísicas T:
Variables descriptivas 1998 2001 en 2005 T1998 vs. T2001
vs. sin beneficios en
2005
para niños de 0 a 3
Media DE Media DE Media DE    
años en 1998, por
estatus de tratamiento: 2005    

Ennvih Escolarización (grados) 2.8 1.3 2.6 1.3 2.6 1.2 -2.10 -2.14
Progresión a tiempo 0.76 0.43 0.79 0.41 0.78 0.41 1.02 0.84
Capacidad cognitiva (según Raven) 10.8 3.7 10.9 3.3 11.7 3.4 0.42 3.47
Estatura (m) 1.30 0.11 1.28 0.10 1.31 0.09 1.00 1.87
IMC 17.1 3.2 17.4 3.4 18.0 3.6 0.97 3.76
Proporción con sobrepeso 0.15 0.36 0.16 0.37 0.19 0.39 0.35 1.42
Proporción con anemia 0.10 0.30 0.16 0.37 0.15 0.36 2.23 1.95
2002  
Inscritos actualmente 0.82 0.38 0.86 0.35 0.87 0.34 1.13 1.60
Capacidad cognitiva (según Raven) 8.6 3.6 8.0 3.5 9.0 3.7 -1.80 1.36
Estatura (m) 1.10 0.09 1.09 0.09 1.12 0.09 -0.78 3.15
IMC 16.0 1.8 15.9 1.7 16.0 1.7 -1.16 0.12
Proporción con sobrepeso 0.16 0.37 0.11 0.31 0.17 0.38 -1.75 0.28
Proporción con anemia 0.18 0.38 0.17 0.38 0.18 0.38 -0.21 0.07
Variables de control 2002 
Escolarización (grados)
Madre 4.5 3.3 5.3 3.4 6.3 3.7 3.05 7.14
Padre 4.5 3.5 5.8 3.7 6.6 4.2 4.20 7.16
Capacidad cognitiva (según Raven)
Madre 3.7 2.6 3.4 3.2 3.9 3.2 -1.58 1.25
Padre 3.5 3.2 2.8 3.4 3.1 3.5 -3.16 -2.02
Indígenas
Madre 0.32 0.47 0.17 0.38 0.14 0.35 -4.16 -6.01
Padre 0.31 0.46 0.19 0.40 0.11 0.32 -3.45 -7.34
Peso al nacer (g) 3219 20 3245 20 3269 19 0.90 1.76
Edad (a)
Madre 33.5 6.6 31.6 6.3 32.1 6.0 -1.02 -3.52
Padre 37.6 8.3 36.2 7.5 36.3 6.7 -2.58 -2.81
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 37

edad de los padres y sus logros educativos). La combinación de la falta de asignación aleatoria a la exposición
del Programa y el número limitado de características previas al Programa para las estimaciones del PSM llevan
a preferir de antemano las estimaciones de la Encel, a pesar de la relativamente gran pérdida de observaciones
en su seguimiento.

III. Impactos estimados


Educación

El resumen de las estadísticas descriptivas de las variables de control en la línea basal (panel inferior de los
cuadros 4 y 5) indica algunas diferencias significativas entre los grupos de comparación para la muestra
socioeconómica de la fase 1 de la Encel 2007 utilizada para el análisis de la educación y para la Ennvih. Por
ejemplo, los hogares de la Ennvih que recibieron beneficios más tarde aparentemente tienden a ser de una
condición socioeconómica más alta con niveles significativamente más altos de logros educativos de padres
y madres y es menos probable que sean indígenas. Estas diferencias podrían llevar a que las estimaciones de
diferencias simples subestimen los impactos del Programa si nuestras limitadas variables de control no controlan
adecuadamente por las diferencias existentes entre los grupos que se comparan. Para la muestra de la fase 1
de la Encel 2007 hubo también una pérdida de la muestra de más de 25% para niños y niñas que tenían de
0 a 3 años de edad en 1998, lo que es mayor para el grupo en tratamiento temprano por aproximadamente
4 puntos porcentuales (cuadros 6 y 7). Dado que los grupos de comparación no están balanceados ya sea
para los datos de la fase 1 de la Encel 2007 o los de la Ennvih y que existe evidencia de una pérdida muestral
selectiva por la condición del tratamiento en la primera, se utilizaron estimaciones de pareamiento para asegurar
mejores comparaciones en las características basales observadas.*

Hogares Total de niños y niñas Niños Niñas Cuadro 6


elegibles En la En la En la
Pérdida de muestra por
para el Con Con Con grupo de tratamiento
muestra Total muestra Total muestra Total
Programa desmedro desmedro desmedro
de 2007 de 2007 de 2007 en los datos de la Encel
Tratamiento 1,328 3,578 4,906 650 1,755 2,405 678 1,823 2,501 2007, fase 1, niños de
27.1% 72.9% 100% 27.0% 73.0% 100% 27.1% 72.9 100% 0 a 3 años de edad en
Control 710 2,201 2,911 345 1,112 1,457 365 1,089 1,454 1998, por género (N,
%)
  24.4% 75.6% 100% 23.7% 76.3% 100% 25.1% 74.9 100%

Edad (años) en 1998 Cuadro 7


<1 1 2 3
Pérdida de muestra por
edad en los hogares
Tratamiento (porcentaje) 23.7 22.4 33.7 28.8
elegibles para el Progra-
Control (porcentaje) 17.4 18.8 29 28.3 ma de la Encel 2007,
Estadística T en diferencias del grupo 2.59 1.92 2.22 0.4 fase 1

* Behrman, Parker y Todd70,71 notifican que sus estimados de pareamiento son robustos para cambiar el número de pares o de criterios de pareamiento.
Se han explorado para este estudio diferentes números de pares y encontramos que los estimados se han visto un poco afectados, probablemente a
causa de los tamaños de muestra relativamente pequeños, en particular para la Ennvih, una vez que se exigieron pares exactos en edad y tal vez en
sexo.
38 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Resultados de la Encel 2007. Las estadísticas descriptivas de los resultados en educación infantil que
investigamos no sugieren de manera general diferencias significativas entre los grupos de tratamiento temprano
y tardío para la Encel 2007 (panel superior del cuadro 4).
En el cuadro 8 se proporcionan los estimados por pareamiento en los que están combinados todos los
niños de 0 a 36 meses al inicio del Programa en 1998. En ninguno de los tres resultados en el área educativa
los estimadores muestran impactos positivos o significativos en niños de 0 a 36 meses de edad al inicio de
Oportunidades por recibir los beneficios hasta 20 meses más temprano. La parte inferior del cuadro 8 proporciona
estimados para aquellos nacidos con bajo peso (<2.5kg) y para infantes que tenían menos de un año a principios
de noviembre de 1998 (ocho meses después del inicio del Programa). Sería más probable que los niños nacidos
con bajo peso fueran receptivos a varios aspectos del Programa que se describen en otra sección del documento,
pero quizá en particular a los complementos alimenticios, por su mayor vulnerabilidad que aquellos nacidos con
peso normal. Aquellos que tenían menos de un año de edad a principios de noviembre de 1998 (ocho meses
después de iniciado Oportunidades) eran más susceptibles a ser expuestos al Programa de manera diferencial
por el tratamiento contra el grupo control por un periodo más largo durante la ventana crítica de 0 a 36 meses
y en particular durante la parte más temprana y más crítica de ésta. Si bien los estimados para la submuestra
de niños nacidos con bajo peso son todos positivos, ninguno es estadísticamente significativo. De manera
similar, ninguno de los estimados para la submuestra de niños nacidos dentro del Programa muestra impactos
estadísticamente significativos y positivos.
En el cuadro 9 se proporcionan estimaciones relacionadas con las del cuadro 8, pero utilizando efectos
aleatorios por localidad para las regresiones,* con tres especificaciones: 1) sólo el indicador de tratamiento,
que distingue entre el tratamiento temprano (T1998) y el tratamiento tardío (T1999) (las regresiones “sin
ajustar”); 2) las anteriores, más variables categóricas de género y edad y 3) las anteriores, más variables de
características de los hogares y padres de la base de la Encaseh 1997. En ninguna de las especificaciones de
este cuadro se encontraron impactos del Programa que fuesen significativos estadísticamente.

Cuadro 8 Todos los niños < = 36 meses al inicio del Programa en la muestra de evaluación
Impacto de Opor- Impacto Intervalo de confianza p(z)
tunidades sobre
Grados escolares concluídos -0.024 -.073 0.057 0.810
indicadores educativos
Progresión a tiempo -0.010 -0.034 0.137 0.401
con los datos de la
Encel 2007, fase 1, Capaz de leer -0.0127 -0.0279 0.0025 0.101
utilizando el método Bebés nacidos dentro del Programa, infantes <1 en noviembre 1998
de pareamiento por Impacto Intervalo de confianza p(z)
puntaje de propensión Grados escolares concluídos 0.014 -0.112 0.141 0.826
del vecino más cercano
Progresión a tiempo -0.015 -0.064 0.033 0.537
y con pareamiento
Capaz de leer -0.0035 -0.0526 0.0455 0.889
exacto con tres parejas
en edad y sexo Bebés con bajo peso al nacer, < = 36 meses de edad en 1998
Emparejamientos = 3
Impacto Intervalo de confianza p(z)
Grados escolares concluídos 0.183 -0.111 0.477 0.224
Progresión a tiempo 0.081 -0.039 0.201 0.189
Capaz de leer 0.009 0.889 0.109 0.844

* Estas regresiones están incluidas en respuesta a un evaluador anónimo para verificar la contundencia de los resultados sin efectos significativos
encontrados en las estimaciones de emparejamiento.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 39

(1) Sólo el indicador del (2) Además de (1), controles (3) Además de (2), 17 Cuadro 9
tratamiento, que distingue de edad y género características de
entre el tratamiento original los hogares de la
Impacto de Opor-
(T1998) y el tratamiento base de la Encaseh tunidades sobre
tardío o el grupo control 1997 indicadores educativos:
original (T1999) estimación de los
.011 (-.065, .088) efectos aleatorios de la
Grados escolares concluídos .0107 (-.096, .117) p = 0.845 .015 (-.070, .100) p = 0.728
p = 0.772 localidad con los datos
Progresión a tiempo .0027 (-.0254, .0308) p = 0.850 .0048 (-.0231, .0327) p = 0.734
.0010 (-.0230, .0251) de la Encel 2007, fase
p = 0.933 1*
-.0048 (-.0202, .0107) p = 0.543 -.0035 (-.0201, .0131)
Capaz de leer -.0047 (-.0202, .0109) p = 0.557
p = 0.681
*Se muestran los coeficientes de regresión de los efectos aleatorios de la comunidad, los intervalos de confianza de 95% en paréntesis y los valores-p.
T1998 vs. sin recibir beneficios en 2005 Estimación del coeficiente Intervalos de confianza Valores P Cuadro 10
Impacto de Oportuni-
2005 Grados escolares concluídos -0.077 -0.270 0.116 0.433
Capacidad cognitiva (según
dades sobre resultados
-0.242 -0.898 0.413 0.469 educativos y nutricio-
Raven)
Progresión de grado a tiempo -0.429 -0.119 0.034 0.274 nales en zonas rurales
Estatura (m) -0.008 -0.223 0.008 0.332 usando las rondas
IMC -0.785 -1.410 -0.160 0.014 de la Ennvih 2002 y
Proporción de sobrepeso* -0.075 -0.149 -0.002 0.043 2005, niños de 0 a 3
2002 Actualmente inscritos en la escuela 0.023 -0.061 0.108 0.586 años de edad en 1998,
Capacidad cognitiva (según elemento afín con el
0.687 -0.070 1.440 0.075
Raven) pareamiento exacto
Estatura (m) -0.022 -0.033 -0.011 0.000 con tres parejas
IMC 0.328 0.007 0.650 0.045
Proporción de sobrepeso 0.041 -0.035 0.117 0.295
Capacidad cognitiva (según
2005-2002 -0.376 0.600 -0.630 0.531
Raven)
Estatura (m) 0.0140 0.001 0.027 0.035
IMC -1.050 -1.620 -0.487 0.000
Proporción de sobrepeso -0.116 -0.226 -0.006 0.039
T1998 vs. T2001 Estimación del coeficiente Intervalos de confianza Valores P
2005 Grados escolares concluídos 0.014 -0.172 0.200 0.880
Capacidad cognitiva (según
-0.012 -0.683 0.659 0.970
Raven)
Progresión de grado a tiempo -0.024 -0.101 0.052 0.360
Estatura (m) 0.030 -0.150 0.021 0.747
IMC -0.208 -0.853 0.436 0.053
Proporción de sobrepeso -0.004 -0.073 0.065 0.903
2002 Actualmente inscritos -0.037 -0.109 0.044 0.404
Capacidad cognitiva (según
0.832 0.071 1.590 0.032
Raven)
Estatura (m) -0.005 -0.186 0.008 0.430
IMC 0.307 -0.386 0.653 0.082
Proporción de sobrepeso 0.085 0.009 0.162 0.028
Capacidad cognitiva (según
2005-2002 -0.764 -1.860 0.334 0.173
Raven)
Estatura (m) 0.008 -0.006 0.022 0.269
IMC -0.540 -1.110 0.343 0.065
Proporción de sobrepeso -0.102 -0.216 0.013 0.083

*Sobrepeso: >+1DE (equivalente a IMC 25 kg/m2 a los 19 años) en relación con las tablas de crecimiento de la OMS
40 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Resultados de la Ennvih. Las estadísticas descriptivas para los resultados en educación infantil que se investigaron
sugieren algunas diferencias significativas en la Ennvih (panel superior del cuadro 6), con mayor escolaridad
para el grupo T1998 contra el grupo T2001 (t=2.10) y contra los que no habían recibido beneficios en 2005
(t=2.14). Sin embargo, estas comparaciones simples deben ser tomadas con reserva, porque no controlan de
ninguna manera las decisiones que determinaron el tratamiento temprano contra el tardío (o ninguno). En los
resultados de pareamiento basados en la comparación de los hogares T1998 contra los T2001 en el cuadro
10, ninguna variable educativa muestra impactos significativos, aunque en general son de los signos esperados
y con magnitudes potencialmente razonables; quizá con una muestra mayor sería más probable que fueran
significativos. Dadas las diferencias en las características de la línea basal mostradas en el cuadro 6, de manera
adicional, creemos que es probable que estemos subestimando los impactos. El cuadro 10 también presenta
estimaciones de impacto comparando el grupo T1998 contra los que nunca han recibido beneficios. De nuevo,
esperamos que los estimadores de pareamiento subestimen los impactos dadas las probables grandes diferencias

Cuadro 11 Niños en hogares de Niños en hogares de Prueba de diferencia


tratamiento temprano tratamiento tardío de medias
Comparación de (N = 1188) (N = 787)
tratamiento temprano Fecha de nacimiento (en número de días
contra tardío en los 292 (4.9) 297 (6.0) t = 0.63
después del 1 de marzo, 1997)
datos de la Encel 2007, Años de educación, jefe de familia 3.6 (0.1) 3.2 (0.2) t = 1.72+
fase 2
Tamaño de la familia en 1997 6.3 (0.1) 6.3 (0.1) t = 0.01

Hectáreas de tierra de su propiedad en 1997 1.5 (0.1) 1.6 (0.2) t = 0.60

Índice de bienesb -0.4 (0.04) -0.4 (0.05) t = 1.04

Proporción familiar sexo masc. edad 0-5 0.10 (0.003) 0.10 (0.004) t = 0.27

Proporción familiar sexo masc. edad 6-17 0.22 (0.01) 0.21 (0.01) t = 1.31

Proporción familiar sexo masc. edad 18-49 0.15 (0.003) 0.15 (0.004) t = 0.21

Proporción familiar sexo masc. edad 50+ 0.03 (0.002) 0.03 (0.003) t = 0.21

Proporción familiar sexo fem. edad 0-5 0.10 (0.004) 0.10 (0.005) t = 0.49

Proporción familiar sexo fem. edad 6-17 0.20 (0.01) 0.21 (0.01) t = 1.51

Proporción familiar sexo fem. edad 18-49 0.17 (0.003) 0.17 (0.003) t = 0.06

Proporción familiar sexo fem. edad 50+ 0.03 (0.002) 0.03 (0.003) t = 0.69

Jefe de familia habla lengua indígena 43% 42% χ2 = 0.02

Piso de tierra en 1997 72% 74% χ2 = 0.77

Edad de los niños por debajo de la media 49% 51% χ2 = 0.02

Niñas 49% 50% χ2 = 0.32

Agua disponible en el hogar 33% 24% χ2 = 2.89+

Electricidad disponible en el hogar 62% 65% χ2 = 0.32

Familia tiene uno o más animales de carga 33% 32% χ2 = 0.0001

Familia tiene uno o más animales pequeños 79% 80% χ2 = 0.11

a
Se muestran las medias y los errores estándar.
+
= significante a nivel de 10%, * = significante a nivel de 5%, y ** = significante a nivel de 1%.
b
El índice de bienes compuesto por la factorización de los componentes principales basados en la posesión de 12 bienes familiares en 1997. Los bienes
incluyen refrigerador, licuadora, calentador de gas, calentador para el agua, radio, estéreo, televisión, videocasetera, lavadora, ventilador, coche y camioneta.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 41

entre los grupos en ausencia del Programa. Ninguno de los impactos estimados es estadísticamente significativo
aunque por lo general, pero no siempre, son positivos.

Nutrición

El cuadro 11 proporciona comparaciones basadas en los datos de la línea basal de la Encaseh 1997, para
aquellos en la muestra de la Encel 2007, fase 2 que están en el grupo de tratamiento temprano, contra aquellos
que están en el grupo de tratamiento tardío. Estas comparaciones indican que la muestra está balanceada, así
que no se buscó controlar por las pérdidas muestrales para estos análisis.

Resultados a partir de la Encel 2007. La media (DE) del puntaje Z de talla para la edad para todos los niños
fue -1.15 (0.02). De los 1885 de quienes se disponía de su medición de estatura, 358 (19.0 %) sufrían de
desmedro (puntaje Z de talla para la edad <-2DE). La media de la puntuación Z del IMC por edad (n=1 877)
fue 0.15 (±0.02). Un total de 342 niños (18.2 %) fue clasificado con sobrepeso (percentil de IMC por edad
> percentil 85) de los que 163 (8.7%) fueron obesos (percentil de IMC por edad >95º percentil).* Un total
de 197 niños (10.5%) estaba anémico. Las estadísticas descriptivas para los resultados en nutrición infantil
estudiados no sugieren en general diferencias significativas entre los niños expuestos a tratamiento temprano
con respecto a los del grupo de tratamiento tardío (panel superior del cuadro 12).
El cuadro 13 proporciona tres regresiones para los indicadores de nutrición: 1) con sólo el indicador
de tratamiento, que distingue entre tratamiento temprano (T1998) y tratamiento tardío (T1999) (las
regresiones “sin ajustar”); 2) las anteriores, más seis categorías de edad y género; y 3) las anteriores, más

Niños en hogares de Niños en hogares de Prueba de diferencia Cuadro 12


tratamiento temprano tratamiento tardío de mediasb

(N = 881) (N = 633)
Descripción de los
resultados primarios
Desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual Infantil sobre desarrollo
Marcador verbal (WASI estandarizada) 100.0 (9.7) 98.6 (10.6) t = 4.50** cognitivo, lingüistico,
conductual y el estado
Marcador de desempeño (WASI estandarizada) 99.7 (6.5) 100.2 (7.0) t = 0.83
nutricional por grupo
Problemas de conducta (SDQ estandarizado) -0.08 (0.05) 0.10 (0.06) t = -2.34** de tratamiento. Datos
Estado nutricional infantil de la Encel 2007, fase
Puntos Z de estatura por edad -1.09 (0.05) -1.10 (0.06) t = 0.17
2

Puntos Z de IMC por edad -0.00 (0.04) 0.04 (0.05) t = -0.71

Estatura, cm 130.7 (0.32) 130.6 (0.41) t = 0.28

Concentración de hemoglobina (g/dl) (N = 1151, 727) 14.0 (1.48) 14.0 (1.49) t = 0.08

Anemia 119 (10.2%) 78 (10.7%) χ2 = 0.152

Desnutrición crónica (HAZ<2) 154 (17.5%) 112 (17.7%) χ2 = 0.007

 Sobrepeso (IMC>850 percentil) 109 (12.4%) 95 (15.0%) χ2 = 1.73

a
Se muestran las medias y errores estándar para las variables continuas; se muestra N y el porcentaje para variables dicotómicas.
+ = significativo a nivel de 10%, * = significativo a nivel de 5%, y** = significativo a nivel de 1%.
b
Utilización de pruebas-t agrupadas con el fin de diferenciar las medias para representar el muestreo de la comunidad.

* Existe una considerable variación en algunos de los indicadores nutricionales, de acuerdo con el estado de residencia. De forma más marcada,
la prevalencia de retrasos en el crecimiento en Guerrero (aproximadamente el 43%) es casi el doble de la prevalencia que en Puebla e Hidalgo
y Veracruz (aproximadamente el 20%) y casi cuatro veces la de San Luis Potosí, Querétaro y Michoacán (aproximadamente 10% ). Por el
contrario, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es la más baja en Guerrero (aproximadamente 11%), con poca diferencia entre los otros
estados. La prevalencia de anemia no varía de forma notable por estado.
42 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 13 (1) Sólo el indicador del (2) Además de (1), seis (3) Además de (2), 17
tratamiento, que distingue entre categorías de edad y características de los
Impacto del Programa el tratamiento original (T1998) y género hogares de la base de
Oportunidades en el el tratamiento tardío o el grupo la Encaseh 1997
estado nutricional. Da- control original (T1999)
tos de la Encel 2007, Estatura infantil (cm) 0.06 (-0.81, 0.93) p=0.892 -0.07 (-0.88, 0.74) p=0.870 -0.09 (-0.85, 0.68) p=0.820
fase 2*
Desnutrición crónica (HAZ) 0.0 (-0.06, 0.05) p=0.938 0.0 (-0.06, 0.05) p=0.929 0.0 (-0.05, 0.05) p=0.990

Puntos Z de IMC por edad -0.05 (-0.16, 0.06) p=0.379 -0.05 (-0.16, 0.06) p=0.359 -0.05 (-0.16, 0.05) p=0.338

Prevalencia de sobrepeso
(Puntos Z de IMC por edad -0.03 (-0.07, 0.02) p=0.222 -0.03 (-0.07, 0.01) p=0.197 -0.03 (-0.06, 0.01) p=0.197
>85° percentil)
*Se muestran los coeficientes de regresión de los efectos aleatorios de la comunidad, los intervalos de seguridad del 95 por ciento en paréntesis y los
valores p.

17 características de hogares de la base de referencia de la Encaseh 1997. Dada la asignación experimental


original y el balance en la muestra, el agregar variables de control en las regresiones (2)-(3) (las regresiones
“ajustadas”) no debería afectar el impacto estimado de Oportunidades, pero están incluidas para incrementar
la precisión. No se encontró impacto de Oportunidades en talla para la edad, puntaje Z de IMC para la edad o
sobrepeso en los estimadores ajustados o sin ajustar. Los efectos estimados del tratamiento no se modifican
de manera significativa por interacciones con el género de los niños, grado de pobreza del hogar o el peso del
niño al nacer (resultados no presentados).
También se evaluó si en los datos basales, la edad (0 a 6 meses o 7 meses o más) y la condición
socioeconómica (el índice de pobreza dividido a la mediana de la muestra), modificaron el efecto del tratamiento
(temprano tardío) en talla, puntaje Z de talla para la edad, peso e índice de masa corporal en 2007. El impacto
del Programa Oportunidades que se detectó en el corto plazo en zonas rurales entre niños provenientes de
las familias más pobres, que tenían seis meses de edad o menos al inicio,21 no se mantuvo en el largo plazo
(cuadro 14). Aunque existe una tendencia no significativa hacia niños con una mayor estatura en el grupo de
tratamiento tardío, esto no se mantiene cuando se toma en consideración la edad exacta del niño usando los
puntajes Z de talla para la edad. Sin embargo, parece que Oportunidades ha sido un protector contra un mayor
peso entre los niños de las familias más pobres que tenían de 0 a 6 meses de edad al inicio del Programa. Esta
relación es también evidente para la masa corporal y el puntaje Z de IMC (no se muestran los resultados).*

Estimaciones basadas en la Ennvih: Las estadísticas descriptivas simples del cuadro 6 indican que para la
muestra T1998 y en comparación con aquellos que no estaban recibiendo el tratamiento para 2005, el IMC
es significativamente menor (t=3.76). Pero, esta comparación simple no controla por lo que haya determinado
el diferencial al momento de recibir el tratamiento. Para la comparación entre la muestra T1998 contra la que
no estaba recibiendo tratamiento para 2005, las estimaciones por pareamiento que buscan controlar por el
momento en que se recibió el tratamiento (cuadro 10), existe una asociación significativa entre la incorporación
temprana al Programa y una mayor talla entre 2002 y 2005 (β=0.014 m, IC 95% 0.001-0.027, p=0.035).
No existe, sin embargo, una diferencia significativa en talla en 2005 y sí una diferencia negativa y significativa
en talla en 2002, lo que podría reflejar diferencias previas al Programa que permanecen aún varios años después.

* Vale la pena observar otros dos resultados en el cuadro 14. Primero, los niños de las familias más pobres son más bajos de estatura y menos pesados
que los niños de familias menos pobres. Este resultado no sorprende y es consistente con el conocimiento del dominio público de que una condición
socioeconómica más baja es una de las causas de fondo más importantes de un consumo dietético deficiente e infecciones más frecuentes y severas,
causas directas de un crecimiento infantil deficiente (UNICEF72). Lo que es más difícil de explicar es la segunda observación, de que los niños que
tenían de 0 a 6 meses de edad en la línea basal, independientemente de que sus familias fueran más pobres o menos pobres, eran aproximadamente de
4 a 5 cm más altos y de 2 a 3 kg más pesados que los niños que tenían 7 o más meses de edad en la línea basal.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 43

Más pobres‡ Menos pobres Cuadro 14


Edad al inicio Edad al inicio Edad al inicio Edad al inicio Estatura, peso e IMC
0-6 m +7 m 0-6 m +7 m
infantil en los datos de
Tamaño de la muestra (n)
Tratamiento temprano 147 184 140 210
la Encel 2007, fase 2,
Tratamiento tardío 100 124 90 123 por grupo de edad y
ESTATURA§ (CM) estatus socioeconó-
Tratamiento temprano 131.7 (0.74) 127.9 (0.47) 133.5 (0.70) 128.7 (0.39) mico en 1997 para
Tratamiento tardío 133.2 (0.92) 127.5 (0.54) 133.4 (0.70) 128.0 (0.62) niños en los grupos
Puntos Z de estatura por edad£
intervención* tempra-
Tratamiento temprano -1.22 (0.08) -1.29 (0.07) -1.07 (0.07) -1.13 (0.07)
na (T1998) y tardía
Tratamiento tardío -1.20 (0.09) -1.27 (0.08) -1.04 (0.08) -1.11 (0.08)
Peso** (kg)
(T1999) de Oportuni-
Tratamiento temprano 29.4 (0.49) 27.2 (0.38) 30.6 (0.55) 27.9 (0.33) dades
Tratamiento tardío 31.2 (0.75) 27.1 (0.51) 30.9 (0.68) 28.2 (0.59)
Índice de masa corporal‡‡
Tratamiento temprano 16.8 (0.16) 16.6 (0.16) 17.1 (0.17) 16.8 (0.16)
Tratamiento tardío 17.5 (0.27) 16.5 (0.22) 17.2 (0.27) 17.0 (0.25)

*El análisis incluye sólo niños o familias elegibles para Oportunidades en 1997. Los datos son la media ajustada (error estándar).

El estatus socioeconómico definido como todas las familias elegibles por debajo (más pobres) o por encima (menos pobres) de la media de la muestra, utilizando el
marcador de pobreza calculado por Oportunidades basado en datos de 1997.
§
La estatura es significativamente más baja en los niños que tenían +7 meses de edad al inicio, independientemente del grupo socioeconómico o de tratamiento (p<0.01).
No existe una tendencia significativa (0.05<p<0.10) hacia una estatura más corta en los del grupo más pobre comparado con los menos pobres, independientemente del
grupo de tratamiento. No hubo efecto significativo del tratamiento en ninguno de los subgrupos de edad o socioeconómicos.
£
La puntuación Z de estatura por edad (estatura individual, cm - referencia media)/desviación estándar de referencia), calculada utilizando la nueva referencia de crecimiento
de la OMS.60 La puntuación Z de estatura por edad es significativamente (p<0.05) más baja entre los más pobres, sin importar la edad y el grupo de tratamiento.
**El peso es significativamente más bajo en los niños que tenían +7 meses de edad al momento del inicio, independientemente del grupo socioeconómico o de tratamiento
(p<0.01). Un peso significativamente más bajo (p=0.09 por interacción) en el grupo de tratamiento temprano entre los niños más pobres que tenían de 0 a 6 meses de
edad al momento del inicio.
‡‡
Peso (kg)/estatura (m2). El índice de masa corporal es significativamente más bajo (p=0.10 de interacción) entre los niños del grupo de intervención temprana,
provenientes de las familias más pobres y tenían de 0 a 6 meses de edad al momento del inicio.

(1) Sólo el indicador (2) además de (1), seis (3) Además de (2), 17 Cuadro 15
del tratamiento, que categorías de edad y características de
distingue entre el género los hogares de la
Impacto del Programa
tratamiento original base de la Encaseh Oportunidades en el
(T1998) y el tratamiento 1997 desarrollo cognitivo,
tardío o el grupo lingüístico y conduc-
control original (T1999)
tual. Datos de la Encel
Desarrollo lingüístico (subescala WASI
2.3 (0.04, 4.57) p=0.046 2.3 (0.01, 4.52) p=0.040 2.3 (0.13, 4.56) p=0.038 2007, fase 2*
promediada)
Desarrollo cognitivo -0.92 (-2.87, 1.03)
-0.9 (-2.88, 1.06) p=0.37 -0.89 (-2.85, 1.07) p=0.38
(subescala WASI de desempeño promediada) p=0.36
Desarrollo conductual(Cuestionario de -0.15 (-0.28, -0.01) -0.16 (-0.30, -0.02)
-0.15 (-0.29, -0.01) p=0.04
fortalezas y dificultades, SDQ) p=0.04 p=0.03

*Se muestran los coeficientes de regresión de los efectos aleatorios de la comunidad, los intervalos de seguridad de 95% en paréntesis y los valores p.

Existe un impacto significativo del Programa en la reducción de la anemia (β =-0.129 g/dL, IC 95% 0.236-
0.022, p=0.018) en la muestra T1998 frente a la muestra T2001. En ambas comparaciones (muestra
T1998 contra la muestra T2001 y la muestra T1998 contra la que no estaba recibiendo los beneficios del
programa para 2005) el programa muestra algunas asociaciones significativas y la reducción de la obesidad
y el sobrepeso proporcional en 2005 y la reducción de la obesidad y el sobrepeso proporcional entre 2002 y
2005, los últimos consistentes con los impactos positivos del Programa en los cambios de estatura.
44 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual

Resultados a partir de la Encel 2007. Las medias para los resultados básicos se presentan por grupo de
tratamiento en el cuadro 12. Las dos pruebas que muestran diferencias significativas entre niños en hogares de
tratamiento original y aquellos en hogares originales de control, fueron las medidas de problemas conductuales
infantiles y de desempeño verbal y lingüístico infantil: en el seguimiento de 2007 los niños del grupo de
tratamiento temprano tuvieron puntajes significativamente mejores en la escala de conducta (es decir, un
número más bajo de problemas de conducta) y mejores puntajes en la subescala de lenguaje de la WASI. El
cuadro 15 muestra tres regresiones para los indicadores de desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual que
son paralelos a los del cuadro 13 para indicadores nutricionales. Los impactos en las capacidades lingüísticas
(β=2.3, IC 95% 0.01-4.52, p=0.04) y en los problemas de conducta (β=-0.15, IC 95% 0.28 -0.01,
p=0.04) fueron significativos con la inclusión de variables indicadoras de edad y sexo, así como la inclusión
de 17 covariantes a nivel de los hogares y que fueron obtenidas a partir de la Encaseh 1997. El impacto es
moderadamente sustancial: de 0.10 a 0.15 DE. Los efectos estimados del tratamiento no se modificaron
de manera significativa con el género de los niños, grado de pobreza de los hogares o el peso de los niños al
nacer (resultados no presentados).

Resultados de la Ennvih. Las comparaciones simples entre las tres muestras en el cuadro 6 indican que el
desempeño promedio en la prueba de capacidad cognitiva es significativamente más alto para aquellos que
no habían recibido tratamiento para 2005 en comparación con el grupo T1998. Esto podría solamente
reflejar la selección en relación a quién recibió tratamiento y quién no (como efectivamente se sugiere por las
estimaciones de pareamiento presentadas más adelante). En los resultados de pareamiento que controlan la
selección de características observadas que determinaron el tratamiento (cuadro 10), se encontró un impacto
positivo estadísticamente significativo por pertenecer al grupo T1998 contra el grupo T2001, en capacidad
cognitiva en 2002 (β=0.832, IC 95% 0.071-1.590, p=0.032). Este estimado puntual es sustancial, igual
a 0.23 de desviación estándar de la muestra. Sin embargo, para 2005, los resultados ya no son significativos,
lo que quizá sugiere que los impactos cognitivos podrían no ser duraderos o que participar en el Programa,
incluso en una fase tardía, permite a los niños “ponerse al corriente”.

IV. Discusión
CONTEXTUALIZACIÓN DE los resultados dentro de la literatura previa

El análisis de la Encel 2007 muestra un impacto positivo significativo de Oportunidades en los niños que
tenían hasta 36 meses al inicio del Programa, después de alrededor de nueve años de exposición, considerando
la muestra de incorporación temprana (T1998) Esto es especialmente cierto en la reducción de problemas
conductuales y el mejoramiento en las capacidades verbales y lingüísticas en alrededor de 0.10 a 0.15
desviaciones estándar para niños nacidos dentro del Programa y que tenían hasta 20 meses cubiertos adicionales
de exposición con relación al grupo de incorporación tardía.
Sin embargo, no se encontró evidencia en la Encel 2007 de impactos significativos en otros indicadores de
capital humano para niños en edad escolar relacionados con cognición, estado nutricional y logros educativos.
Desde la perspectiva de la literatura reciente, los efectos significativos (para sorpresa y decepción de todos)
son pocos. Asimismo, algunos de los efectos encontrados para esta misma muestra de evaluación, tales
como aumentos de un centímetro o más en la estatura de niños en edad preescolar no se mantienen en los
niños mediante un mejor estado nutricional que pudo medirse nueve años más tarde, en 2007.21,22,24 Las
estimaciones basadas en la Ennvih, sin embargo, muestran ganancias en estatura de alrededor de 1.4 cm
entre 2002 y 2005, comparando niños que reciben los beneficios desde 1998 contra niños que no habían
recibido los beneficios para 2005. Las estimaciones de la Ennvih también indican aumentos significativos en
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 45

capacidades cognitivas en 2002, comparando a niños que recibieron los beneficios en 1998 con aquellos que
recibieron los beneficios en 2001. Los estimados de la Ennvih para nutrición y, en menor grado, capacidad
cognitiva aparentemente sí difieren de los resultados de la Encel, y quizás reflejan una mayor diferencia en
tiempo de exposición al Programa de tratamiento contra los dos grupos control alternos estudiados para la
Ennvih y contra los datos de la Encel.
Esta combinación de alguna evidencia de efectos positivos significativos junto con menos evidencia de
efectos significativos más amplios plantea algunas preguntas acerca de los mecanismos para lo primero y las
implicaciones de las estimaciones para lo segundo. Aquí se discute sobre la literatura relevante y los posibles
mecanismos para los efectos positivos más robustos encontrados en los datos de la Encel 2007, es decir
reducción de problemas conductuales y el mejoramiento del desarrollo lingüístico. En la sección “Limitaciones
del estudio” se plantea por qué podría no haberse encontrado mayor evidencia de efectos a largo plazo.

Reducción de problemas conductuales. Los efectos de Oportunidades en el comportamiento de los niños


pueden presentarse a través de varias rutas, incluyendo una nutrición infantil mejorada, reducción del estrés
económico en la familia, mayor asistencia a la escuela o la promoción de la salud mental de los padres y de
las relaciones familiares.1,21,24 Evaluaciones realizadas en Estados Unidos a través de la asignación aleatoria
de familias a diferentes alternativas de reformas al sistema de bienestar encontraron que los programas que
incrementaron el empleo de los padres y el ingreso estaban ligados con el mejoramiento de los logros académicos
de los niños en zonas urbanas, y que el complemento del ingreso por sí solo fue efectivo para aumentar el
compromiso y logros en niños en edad escolar a nivel primaria.73,74 Costello, Compton, Keeler y Agnold,75
encontraron que los niños nativos americanos en la región de Great Smoky Mountain, en los Estados Unidos,
cuyas familias ascendieron por encima de la línea de pobreza debido a un incremento en su ingreso gracias a
los nuevos casinos, vieron reducidos sus problemas de comportamiento relacionados con la conducta, tales
como conducta agresiva y adversa, pero no la ansiedad o la depresión. En el estudio de Great Smoky Mountain
no se encontraron reducciones en los problemas de conducta infantil en niños cuyas familias persistieron en
la pobreza o en niños de familias no pobres cuyos ingresos aumentaron. Análisis exploratorios sugieren que el
aumento de la supervisión de los padres pudo haber mediado en los efectos de los aumentos de ingreso sobre
los problemas de conducta de los niños.

Mejoras en las habilidades lingüísticas y verbales. Los efectos de Oportunidades en las habilidades lingüísticas
y verbales son consistentes con estudios recientes que sugieren que varias partes del cerebro se ven afectadas
de manera diferencial por la condición socioeconómica (CSE) baja. En otras palabras, se han identificado
ciertas regiones del cerebro –incluyendo la región perisilviana, implicada en el lenguaje– como las más
vulnerables al agravio de la pobreza debido al tiempo de maduración de la región particular y/o los índices de
crecimiento celular. Existe también evidencia cada vez mayor de que ciertas secciones del cerebro tienen mayor
vulnerabilidad a los agravios de vivir con una baja CSE, aunque el conjunto de literatura que examina este
asunto es relativamente pequeño.76 Por ejemplo, un pequeño estudio de casos y controles comparó jardines
de niños de CSE baja y CSE mediana, usando una medición compuesta de CSE y encontró que el grupo de la
CSE más alta se desempeñó significativamente mejor que el grupo de la CSE más baja en pruebas de lenguaje
(vocabulario receptivo).77 En un otro estudio pequeño de casos y controles diseñado de manera similar
para niños de 10 a 13 años de edad, aquellos que estaban en el grupo de la CSE más alta se desempeñaron
significativamente mejor en pruebas de lenguaje, memoria de trabajo y control cognitivo.78 Un estudio más
grande y más reciente usando la CSE como una variable continua en una muestra multirracial de niños de 6
a 7 años de edad mostró que la CSE representa una mayor varianza en la composición del lenguaje que otros
compuestos del sistema.79

Rutas potenciales. A pesar de las bien conocidas asociaciones entre la pobreza y todos los ámbitos del desarrollo
infantil, las rutas que intervienen en estas relaciones no son muy claras. Los mecanismos más convincentes son
46 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

los que están directa e indirectamente influenciados por los recursos financieros y están conectados a aquellos
lugares donde los niños pasan más tiempo tales como sus hogares o los centros de atención infantil.36 Existen
dos modelos primarios utilizados para explicar el proceso en el que intervienen las relaciones entre reducir
la pobreza de las familias y mejorar los resultados en sus niños: el modelo de inversión en capital humano
y el modelo de estrés familiar. El modelo de inversión en capital humano3,36,48,80,81 sostiene que las familias
empobrecidas tienen menos recursos materiales y acceso limitado a mercados de capital para financiar lo que
podrían parecer inversiones con altas tasas de rendimiento, por lo que sus niños crecen con menos recursos y
no pueden crecer y madurar de manera apropiada o desempeñarse tan bien en términos de desarrollo cognitivo
y lingüístico.82 Las inversiones de los padres que afectan el desarrollo de sus hijos incluyen entornos familiares,
disponibilidad de juguetes y libros para su estimulación y la cantidad y calidad de la comida.
Un importante modelo psicológico paralelo enfatiza los recursos financieros percibidos.47 Este modelo
argumenta que las medidas económicas objetivas (por ejemplo, el ingreso) afectan el bienestar psicológico
de los miembros de la familia, mediante sentimientos subjetivos de tensión financiera y privación. El modelo
ha recibido un amplio apoyo y ha sido aplicado a la exploración de rutas por las que la pobreza influye en el
bienestar83 y rendimiento infantil.48 Los posibles usos de los recursos financieros percibidos son un puente
hacia otro modelo citado de manera frecuente para explicar los vínculos entre la pobreza y el desarrollo infantil.
El “modelo de estrés familiar” argumenta que la pobreza afecta las formas en las que los padres supervisan a
sus hijos, les proporcionan estímulo y responden a sus necesidades.84 La adversidad económica disminuye la
capacidad de los padres de interactuar y socializar con los niños de maneras beneficiosas para el bienestar y
la salud física y mental de los niños. Es posible que los padres tengan una limitada educación e inteligencia,
ocupaciones que impliquen un bajo nivel de habilidades y poco conocimiento del desarrollo infantil y de la
importancia del juego y también es posible que sufran de ansiedad o depresión. Por ejemplo, la pobreza,
la pérdida del ingreso y el desempleo pueden reducir la receptividad, calidez y supervisión de los padres y
aumentar prácticas disciplinarias inconsistentes y castigos severos.47,48 Los padres con bajos ingresos están
menos centrados en los niños y en su crianza en lo que se refiere a interacciones con sus hijos, y presentan una
actitud de rechazo e inconsistencia al momento de disciplinar a sus hijos en comparación con las familias más
adineradas. Estos hallazgos han sido atribuidos, en parte, a los elevados niveles de estrés y peligro enfrentados
por familias que viven en pobreza y a los limitados recursos para apoyo social otorgados a esas familias.83,85
La salud mental materna podría ser otro factor crítico que contribuya al desarrollo infantil a través
de procesos familiares. Los niños de la infancia a la adolescencia con madres deprimidas tienen mayores
riesgos de psicopatología que niños de madres no deprimidas.86,87 La depresión materna está vinculada con
alteraciones afectivas en el infante, desempeño mental y motor disminuido y alteraciones en las relaciones
con los primeros apegos.88 Los niños de hasta tres años con madres deprimidas muestran competencia social
disminuida, reaccionan de manera más negativa a eventos estresantes y muestran una adquisición tardía de
estrategias de autorregulación efectivas en comparación con los niños de madres no deprimidas; los hijos de
madres deprimidas también están menos expuestos a un lenguaje orientado hacia los infantes que los hijos de
madres no deprimidas.89 En la infancia tardía y la adolescencia, la depresión materna está ligada con mayores
problemas de conducta y con una baja autoestima y competencia social. Los niños que crecen en la pobreza
están bajo riesgos adicionales si sus madres están deprimidas.90

Al tiempo que esta literatura sugiere algunas razones por las que Oportunidades pudiera reducir los problemas
conductuales o mejorar los resultados en áreas lingüísticas, también surgen varias preguntas. Algunas tienen
que ver con saber cuáles son los mecanismos en contextos en los que Oportunidades está operando y si pueden
hacerse más efectivos. Una pregunta relacionada –imposible de contestar por el diseño del presente estudio–
es cómo los efectos tempranos de Oportunidades podrían estar latentes y surgir hasta después. En otras
palabras, cómo es posible que un diferencial de 20 meses en la exposición al Programa pudiera manifiestarse
en diferencias de conducta o lenguaje muchos años después. Otra gran pregunta es por qué las estimaciones
de la Encel 2007 indican que el Programa no afectó otras dimensiones del desarrollo infantil, incluyendo otras
examinadas en este estudio, a pesar del hecho de que algunos de los resultados (por ejemplo, nutrición) eran
el objetivo específico.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 47

Implicaciones para Oportunidades

Sería un error concluir con base en este estudio que Oportunidades ha fallado en lograr su objetivo fundamental
de reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza por al menos tres razones. Primero, podría haber
mayores impactos de Oportunidades en los primeros años de vida que no hayan sido cubiertos en este estudio
–mayores en términos de otros resultados y en términos de no manifestarse hasta que los niños sean mayores,
pero éstos están opacados por las limitaciones de este estudio– (véase el siguiente apartado).

Segundo, lo que se evaluó en este documento con los datos de la Encel 2007 son las implicaciones del
Programa Oportunidades tal como existió durante 20 meses en 1998-1999 –y con los datos de la Ennvih,
las implicaciones del Programa Oportunidades tal como existió en 1998-2001–. No obstante, con base en
evaluaciones previas se han realizado y continúan realizándose numerosos esfuerzos para mejorar la efectividad
de Oportunidades, en particular los relacionados con componentes nutricionales en los primeros años de
vida que son una parte trascendental del Programa y que podrían afectar a infantes y niños menores de tres
años. Algunos ejemplos son: 1) el componente educativo nutricional fue rediseñado con base en patrones
específicos del uso del complemento alimenticio así como los obstáculos y factores que favorecen su uso
apropiado, como lo identifican las mismas madres;23 2) se agregó una vocal de nutrición a Oportunidades para
proporcionar atención personalizada a las mujeres en la promoción de prácticas apropiadas de alimentación y
el uso de los complementos alimenticios; 3) se efectuó un ensayo controlado para determinar si Nutrisano*
aporta beneficios por encima y por debajo de aquellos que podrían atribuirse a su contenido de micronutrientes
y si no, si otros tipos de complementos con micronutrientes que son más redituables pudieran ser mejor
dirigidos al grupo de edad pretendido. Con base en los resultados de este estudio, se han realizado numerosas
recomendaciones para modificaciones al componente nutricional de Oportunidades y algunas de ellas serán
puestas a prueba en zonas rurales y urbanas en 2009; 4) se tomó una decisión para mejorar los talleres de
educación nutricional y de salud del Programa Oportunidades y hacerlos parte más integral del componente
nutricional del Programa, con un enfoque en las necesidades nutricionales de cada etapa de la vida y mensajes
específicos relacionados a éstos; y 5) otra intervención potencial importante para la promoción de prácticas
apropiadas de alimentación infantil, crecimiento y desarrollo infantil es la estimulación en la infancia temprana.
Con respecto a este último punto, cabe mencionar que en el otoño de 2008, Oportunidades implementó un
ensayo controlado para probar si la educación en la infancia temprana, como se lleva a cabo en el Programa no
Escolarizado de Educación Inicial del Consejo Nacional de Fomento a la Educación (Conafe) tiene un impacto
en la nutrición, salud y desarrollo infantil y de tenerlo, definir si la participación en la intervención debería ser
incorporada a las corresponsabilidades requeridas por Oportunidades u ofrecidas como un beneficio adicional,
con base en la participación voluntaria. Una de las fortalezas del programa de evaluación de Oportunidades,
en particular relacionada con la nutrición, ha sido esta serie de esfuerzos para mejorar el Programa con base en
los análisis de corto plazo. Pero eso también significa que pasarán varios años antes de que puedan evaluarse
los impactos a una década de que el Programa experimenta estas evoluciones.

Tercero, los medios más importantes a través de los que Oportunidades ha intentado romper con la transmisión
intergeneracional de la pobreza, al menos a juzgar por la distribución de los fondos del sector público a los
diferentes componentes del programa, no es a través de inversiones en infantes y niños menores de tres años.
En cambio, es a través de la escolarización, de la que los análisis sugieren que probablemente ha tenido una
tasa de retorno razonable.25
No obstante, tanto las estadísticas descriptivas para los niños en los que este estudio está enfocado como el
análisis del impacto tienen implicaciones que están resumidas en el cuadro del análisis FODA. Las estadísticas

* Nutrisano es el complemento alimenticio entregado por Oportunidades a niños de 6 a 23 meses de edad y a niños desnutridos de entre 2 y 5 años.
48 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

descriptivas apuntan al hecho de que cualesquiera sean los impactos que Oportunidades haya tenido, éstos no han
sido suficientes para erradicar la desnutrición crónica o la anemia en niños de 7 a 11 años de edad. También han
sido inadecuados para elevar los puntajes de las pruebas a niveles satisfactorios para dichos niños. La prevalencia
del sobrepeso y la obesidad aun en estas poblaciones rurales jóvenes es también muy alta. Una revisión reciente
del contenido del componente educativo nutricional y de salud de Oportunidades para temas relacionados con
el peso y su control indica que la importancia de ambos a través del ciclo de vida no se aborda en los materiales
educativos y se menciona sólo en el contexto de adultos al enfrentar enfermedades crónicas específicas. Esta
perspectiva, aunque importante, está muy lejos de ser adecuada. El enfoque de etapas de la vida a la educación
nutricional mencionado arriba tendrá un fuerte enfoque en la prevención y el control del sobrepeso. Se deben
considerar intervenciones adicionales dirigidas específicamente a niños en edad escolar. Por ejemplo, varias
intervenciones con base en las escuelas han probado su efectividad en México para aumentar los conocimientos
relacionados con hábitos de alimentación y patrones de actividad saludables y podrían ser implementados en
escuelas con una gran proporción de beneficiarios de Oportunidades.
La prevalencia de anemia en niños en edad escolar –10%– es aún alta y limita las capacidades de aprendizaje de
los afectados. Dada la tasa de prevalencia, esperamos que el complemento de hierro universal o la suplementación
con múltiples micronutrientes para niños en edad escolar sea una intervención redituable. Oportunidades debería
explorar la posibilidad de tamizar por anemia en las clínicas de salud a los niños en edad escolar así como distribuir
y promover adecuadamente los complementos para aquellos diagnosticados como anémicos.
A los seis meses de edad, los niños en la porción más vulnerable de la población de Oportunidades ya tienen
deficiencias de crecimiento sustanciales. La distribución de complementos alimenticios antes de esa edad sería
inapropiada si se está llevando a cabo la lactancia materna exclusiva y no contrarrestaría las posibles causas
de este déficit. La erradicación de la desnutrición por micronutrientes en mujeres embarazadas, el cambio del
medio ambiente para reducir el riesgo de infección temprana (por ejemplo, agua limpia e intervenciones para
eliminar pisos de tierra), una promoción más intensa de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de
edad con prácticas apropiadas de alimentación complementaria en lo sucesivo y estimulación en la infancia
temprana son intervenciones clave que deben ser consideradas por Oportunidades para enfrentar este reto. El
Programa ya ha dado sus primeros pasos en esta dirección.

Limitaciones del estudio

El enfoque tomado en este estudio es fuerte en varios sentidos. Para el análisis básico una muestra relativamente
grande fue seguida durante una década con un diferencial experimental inicial en la exposición al Programa.
Si bien existe alguna evidencia de pérdida muestral selectiva en la encuesta socioeconómica de la fase 1 de
la Encel 2007, la utilización de métodos econométricos de pareamiento no cambia de manera sustancial
las estimaciones. Para la fase 2, con datos biológicos y a pesar de la pérdida muestral, la Encel 2007 está
balanceada en relación a las características de referencia. Además de la Encel, la Ennvih proporciona algunos
datos de panel de las partes rurales de una muestra representativa en el ámbito nacional.

No obstante, existen limitaciones subyacentes a la evidencia restringida de efectos más amplios de


Oportunidades aproximadamente una década después de que los infantes y niños menores de tres años
fueron expuestos al Programa. Primero, para los datos de la Encel las estimaciones dependen de la diferencia
de exposición entre los grupos de tratamiento temprano y tardío de un máximo de cerca de 20 meses –y aún
menos para los niños que nacieron después del inicio del Programa en el grupo de tratamiento temprano–.
Este puede no haber sido un periodo lo suficientemente largo de exposición diferencial entre el tratamiento
inicial y los grupos de control. La opinión general es que la ventana para el desarrollo óptimo del niño abarca
desde la concepción hasta aproximadamente los 36 meses, de los cuales se cubrió menos de la mitad. Por
consiguiente, es difícil saber si es cierto que no se está mostrando casi ningún efecto a más largo plazo, o si
se tiene el poder para mostrar efectos dado el corto periodo de exposición diferencial entre los grupos, o si los
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 49

efectos solamente serán evidentes a mayor edad de los niños. Por otro lado, varios estudios previos han podido
encontrar impactos en los resultados incluyendo el crecimiento lineal preescolar, las tasas de progresión escolar y
los logros escolares con exposiciones a los complementos alimenticios durante tiempos similares (por ejemplo,
Behrman y Hoddinott,22 Behrman, Sengupta y Todd,54 Rivera y colaboradores,21 y Schultz91). También algunos
otros estudios, tales como aquellos en Guatemala, encuentran que puede ser difícil identificar de manera exacta la
ventana durante la cual la exposición es crítica, pero que el período de 18 meses que va de los 6 a los 24 meses
de edad tiene un gran o más grande impacto en al menos algunos resultados a largo plazo como lo tienen los
períodos un poco más largos que comienzan cuando los niños son más pequeños o continúan hasta que son un
poco mayores (por ejemplo, Hoddinott,11 Maluccio y colaboradores*). Así que es posible que 20 meses sea un
periodo adecuado para identificar al menos algunos efectos si es que verdaderamente existen, aunque los efectos
totales del programa serían subestimados si la ventana crítica efectivamente dura más de 20 meses.‡

Segundo, algunos de los indicadores utilizados tienen sus limitaciones. Debido a la asistencia casi universal a
la escuela primaria, los indicadores educativos utilizados tienen una variación relativamente pequeña entre los
niños de 7 a 11 años de edad. La prueba de WASI (que se utilizó en la Encel 2007, fase 2)§ y la Raven (que se
utilizó en la Ennvih 2002 y 2005) son más bien de inteligencia innata que de rendimiento y algunos afirman
que estas pruebas de inteligencia no se supone que cambien para individuos en poblaciones bien alimentadas.
Aunque parecería que los beneficiarios de Oportunidades díficilmente podrían considerarse una población bien
nutrida, las estimaciones de los datos del INCAP rural de Guatemala indican efectos sustanciales de la nutrición
preescolar en los puntajes de la Prueba de Raven en los adultos –por ejemplo, el hecho de que un niño pase de
sufrir desnutrición crónica a estar bien nutrido, aumenta los puntajes de la Prueba de Raven más 0.7 de desviación
estándar en relaciones que utilizan técnicas de variables instrumentales para tener control sobre el hecho de
que la desnutrición crónica preescolar refleja varias decisiones de conducta–.# No obstante, podría parecer que
los indicadores de logros cognitivos y quizá de otras formas de logros escolares pudieran haber dado una mejor
respuesta a la intervención y haber sido tal vez más importantes para las opciones a largo plazo de los niños; más
aún, las pruebas de rendimiento escolar serán cada vez más importantes en la medida en que los niños se hacen
mayores. Las pruebas de WASI y de Raven –aunque son ampliamente utilizadas en el mundo en desarrollo– no
se desarrollaron en dichos contextos y pueden sufrir limitaciones en términos de su validez. De esta manera,
recomendamos que las pruebas de desempeño y rendimiento escolar sean incluidas en futuras evaluaciones del
Programa Oportunidades y también recomendamos que futuras pruebas incluyan medidas de cognición y lenguaje
que sean más sensibles al cambio. Por ejemplo, se propone la utilización de pruebas automatizadas de cognición y
lenguaje que puedan registrar de manera más acertada el tiempo y la precisión de respuesta; también se propone
ampliar la medición de la cognición incluyendo otros términos tales como control cognitivo y memoria de trabajo,
para las que cada vez más se demuestra su relación con el estatus socioeconómico.

Tercero, el potencial sesgo por pérdidas en el seguimiento puede haber influenciado las estimaciones basadas en
la fase 1 de la Encel 2007, aunque la dirección de dicho sesgo no está clara. Las tasas de pérdida de muestra son
altas y algo selectivas en términos de variables observables, motivo por el cual las estimaciones de pareamiento

* Maluccio JA., Hoddinnott J., Behrman, J. R., Quisumbing, A., Martorell, R., Stein, A. D. The Impact of Nutrition During Early Childhood on Education
among Guatemalan Adults. Agosto de 2006. Documento de Trabajo PIER No. 06-026.

Las comparaciones entre el grupo de tratamiento de 1998 y el tratamiento de 2003 permite explorar los impactos de una diferencia de
aproximadamente cinco años en exposición, aunque no dentro de un diseño experimental. No obstante, parecería provechoso emprender tales
comparaciones, tal vez utilizando estimadores de emparejamiento, para investigar si se podrían identificar efectos más sólidos con una ventana más
amplia (condicional en los supuestos necesarios para hacer tales estimaciones). Los resultados basados en los datos de 2003 indican que la exposición
al complemento nutricional anterior para infantes y niños menores de tres años redujo sus edades para entrar a la escuela71 y tuvo un impacto pequeño
en el estado nutricional (comparando el grupo control de 2003 con el grupo de intervención, pero no hubo diferencias en relación a nutrición entre los
grupos de intervención temprana (T1998) y tardía (T1999).52
§
También, a pesar del esfuerzo para adaptar la WASI al contexto cultural del ambiente de prueba, podría no haber sido suficientemente apropiado,
culturalmente hablando, para detectar las diferencias entre el tratamiento temprano y tardío.
#
Behrman JR, Hodinott J, Maluccio JA, Soler E, Behrman EL, Martorell R, et al. What determines adult skills? Impact of preschool, school years and post-
school experiences in Guatemala. Philadelphia, PA. University of Pennsylvania, 2008 (mimeo).
50 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

se utilizan para los resultados educativos para llevar el control de las pérdidas muestrales relacionadas a variables
observables. Pero esto requiere el supuesto de que no existió pérdida muestral selectiva en no observables relevantes,
así que no es una solución perfecta. Para la muestra biológica de la Encel 2007 fase 2, la pérdida muestral parece
haber dejado una muestra balanceada en relación a las características basales observables, aunque podrían existir
influencias debido a la naturaleza de la pérdida de muestra relacionada con no observables.

Cuarto, las estimaciones que utiliza la Ennvih dependen del pareamiento de un número limitado de características
observables, las cuales podrían no ser satisfactorias si existen características no observables importantes que
afecten los resultados infantiles de interés y que no están altamente correlacionados con las características
observables en las que tuvo lugar el pareamiento. Además, el tamaño de la prueba de beneficiarios en la Ennvih
en los grupos de edad estudiados aquí es relativamente pequeño.

Quinto, no se dispone de información sobre variables de ruta que puedan haber respondido al programa.
En un análisis de datos longitudinales de Estados Unidos, (por ejemplo, Guo y Harris,36) se encontró que la
influencia de la pobreza familiar en el desarrollo intelectual de los niños es mediada completamente por cinco
factores latentes: entorno físico en el hogar (seguridad, limpieza, orden e iluminación), involucramiento de la
madre con el niño (respuestas verbales al niño, hablarle al niño, usar un tono positivo para comunicarse, tener
libros, revistas, cintas y discos disponibles), salud durante la infancia (número de enfermedades en la infancia,
limitaciones físicas, atención médica) y salud al nacer (peso y tamaño al nacer, duración de la gestación).*
Mientras que lo que nos interesa son las variables a largo plazo tales como las que hemos examinado (y por
supuesto los resultados a lo largo de periodos de tiempo mucho más largos), el examen de una variedad
más amplia de dichas supuestas rutas intermedias pudiera proporcionar perspectivas, incluyendo el porqué
algunos impactos de corto plazo aparentemente significativos no son suficientemente persistentes como para
encontrarlos en los datos de la Encel 2007.

Sexto, el diseño pudo haber sesgado los resultados contra detectar impactos, si es que existen efectos en la
operación relacionados con el arranque del Programa y aprendizajes sobre la marcha que permitan mejorarlo,
lo que tendría un impacto más negativo en los beneficiarios tempranos que en los tardíos. Un posible ejemplo
es el aparente retraso en la disponibilidad de los complementos alimenticios observado anteriormente.22 Como
otro posible ejemplo, Bonvecchio y colaboradores23 notifican que inicialmente los complementos fueron
compartidos dentro del hogar y con frecuencia no fueron preparados de manera apropiada o suministrados de
manera suficiente y regular a los infantes a quienes estaban supuestamente dirigidos, en parte aparentemente
por conocimiento inadecuado del mejor uso de los complementos entre muchos de los padres. Si los padres
supieron más tarde cómo usarlos mejor, a través de sesiones de información del programa u otros medios,
entonces las comparaciones del tratamiento temprano con el tratamiento después de enterarse, podrían estar
sesgados a la baja. También podría haber muchos otros ejemplos (por ejemplo, Behrman y King;67 King y
Behrman68). La información acerca de procesos varios para los dos grupos (por ejemplo, disponibilidad de los
complementos, conocimiento sobre su mejor uso) sería explicativa de dichas posibilidades, pero no tenemos
el acceso a esta información. Si existen los problemas generales de inicio, sería preferible tener comparaciones
por periodos de tiempo después de que dichos problemas generales de inicio se hayan superado.

* También encontraron que la estimulación cognitiva en el hogar (por ejemplo, qué tan frecuentemente se le leyó al niño) fue por mucho el factor
mediador más importante. El estilo de crianza de los hijos fue segundo en importancia en su modelo mediador y el entorno físico ejerció el menor
y menos consistentemente significativo efecto en el desarrollo de los niños. En otro estudio que examina de manera exhaustiva una gran variedad
de mediadores, Mistry y colaboradores47 utilizan datos de representación nacional en Estados Unidos de niños que viven en un nivel de pobreza y
examinan los recursos financieros percibidos, la depresión materna y la sensibilidad materna como variables mediadoras clave. Encontraron que los
procesos familiares median totalmente el efecto del ingreso promedio en el estudio sobre conducta social, pero sólo media de manera parcial el efecto
sobre desarrollo cognitivo/lingüístico. Dichos resultados, desde luego, son específicos del contexto y pueden o no repercutir en el contexto relevante
para Oportunidades. Pero ellos de hecho parecen proporcionar algunas hipótesis que merecen exploración.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 51

Séptimo, algunos de estos componentes del programa puede que no tengan mucho efecto dada su forma inicial.
Por ejemplo, como se argumentó en el Instituto Nacional de Salud Pública,92 Rivera y colaboradores,21 Levy26
y en algún otro lugar, el hierro en los complementos alimenticios iniciales no era fácilmente biodisponible.*
A continuación se presentan las recomendaciones para Oportunidades basadas en este documento y material
relacionado. El ordenamiento y establecimiento de prioridades de las opciones están sujetos a una considerable
incertidumbre por, al menos, dos razones: primero, el alcance del presente documento es amplio, ya que abarca
tres ámbitos del desarrollo infantil ampliamente definidos con un grupo de expertos, contribuyendo a cada
uno de estos tres ámbitos pero con dificultades al hacer comparaciones entre los mismo. Segundo, de manera
ideal se buscaría comparar entre las alternativas con base en índices o tasas de rendimiento costo-beneficio,
como por ejemplo, por un diverso grupo de políticas en Lomberg.93 Pero la naturaleza de paquete del Programa
Oportunidades hace muy difícil identificar los costos para componentes particulares del Programa tal y como
han sido implementados. Aun si se dispusiera de información detallada de costos que permitiera la identificación
de los costos de los componentes del Programa que se han implementado, algunas de las recomendaciones
implican nuevas variantes o adiciones a los componentes programadle Programa Oportunidades que aún
no han sido implementados y de los que, por supuesto, no se dispone de sus costos. En consecuencia, los
ordenamientos en ese cuadro están sujetos de manera inevitable a considerable incertidumbre. No obstante,
se espera que sugieran prioridades iniciales.

V. Análisis FODA (zonas rurales)


Fortalezas: Características de Oportunidades que son útiles para el logro de los objetivos del Programa

Prioridad Descripción Recurso de análisis

F1 Impacto significativo en logros escolares de corto y mediano plazo. Encel 1998, 2003

Impacto significativo, aunque pequeño, en el crecimiento inicial infantil en análisis de


F2 Encel 1998, 2000
corto plazo.

F3 Reducción significativa de problemas de conducta en análisis a mediano y largo plazo. Encel 2003, 2007

F4 Aumento inicial significativo en el desempeño lingüístico y capacidad cognitiva. Encel 2007 ENNViH 2002

Buena disposición e interés del Programa Oportunidades para probar las mejoras
F5 Encel 1998- 2007
potenciales del mismo.

Debilidades: Características de Oportunidades que perjudican el logro de los objetivos del Programa

D1 Sin impactos del Programa en el rendimiento cognitivo. Encel 2003

Impactos limitados del Programa en la estatura por edad o la prevalencia de la


D2 Encel 2007
desnutrición crónica.
Sin impacto sostenido del Programa en la capacidad o en la mayoría de los indicadores
D3 Encel 2007, Ennvih 2005
escolares para este grupo de edad.
Impactos limitados del Programa en la prevalencia de anemia en la Encel, aunque con
D4 Encel 2007. Ennvih 2002-5
alguna evidencia en la Ennvih.

Oportunidades: Condiciones externas que son útiles para el logro de los objetivos del Programa

O1 Interés político, voluntad y compromiso para tratar de reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza.

* Por cierto, una de las ganancias importantes de la evaluación fue el reconocimiento y la corrección de este problema. Pero esto no ocurrió a tiempo para
afectar las comparaciones en este documento.
52 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

O2 Flujo de fondos solidario y consistente para proporcionar apoyo para la evaluación del Programa.

Interés y apoyo para la evaluación rigurosa del Programa Oportunidades, por parte del gobierno y de la comunidad política y científica
O3
en México y en el exterior.

O4 Apoyo para vínculos potenciales con otros programas de gobierno (por ejemplo, Conafe) para integrar programas con Oportunidades.

Amenazas: Condiciones externas que podrían perjudicar los objetivos del Programa Oportunidades

Gran variación en la prevalencia de la desnutrición crónica y sobrepeso/obesidad entre los estados, haciendo muy difícil desarrollar una
A1
estrategia “unitalla” en cuestiones nutricionales.
Prevalencia medianamente alta de anemia en niños de edad escolar, lo cual contribuye a un bajo desempeño en pruebas cognitivas y
A2
un bajo rendimiento en la escuela independientemente del grupo de intervención.

A3 Prevalencia persistentemente alta de desnutrición crónica en niños de edad escolar, de manera particular en zonas indígenas remotas.

A4 Muy bajo desempeño en pruebas cognitivas y lingüísticas comparadas con normas internacionales

Recomendaciones para futuras acciones de Oportunidades


Tipo de
Recomendación‡
estrategia*

1) Continuar con el programa Oportunidades, con un énfasis sostenido en mejorar los resultados para niños que crecen en la pobreza
(Oportunidades).
2) Continuar evaluando rigurosamente el Programa Oportunidades con un énfasis en las rutas por las cuales el Programa funciona, a
F-O
fin de determinar qué partes están alcanzando los objetivos de manera más efectiva y fortalecer esas áreas (Oportunidades).
3) Probar tantas mejoras potenciales al Programa como sea posible, con el fin de fortalecer el potencial y las posibilidades de
Oportunidades (Oportunidades, otras entidades asociadas).

1) Desarrollar un enfoque programático de estimulación en los primeros años de vida a través de modelos de prueba desarrollados
por Conafe (SSA, Oportunidades).
D-O 2) Continuar probando estrategias para la suplementación de hierro con el fin de determinar el mejor método para reducir la anemia
por deficiencia de hierro (Oportunidades).
3) Introducir incentivos con base en el desempeño para los estudiantes y maestros (SEP, Oportunidades).

1) Fortalecer el componente nutricional del Programa (educación, supervisión y el tipo de complemento distribuido); mejorar el
estatus nutricional y reducir la desnutrición de micronutrientes en los niños (SSA, Oportunidades).
2) Intensificar los esfuerzos para incrementar los beneficios de Oportunidades en zonas del país donde la desnutrición crónica y/o la
F-A anemia son particularmente altas (Oportunidades).
3) Tamizar por anemia y suplementación a niños en edad escolar, en particular en zonas del país con alta prevalencia (SSA, SEP).
4) Promover patrones saludables de alimentación y actividades en la escuela, en particular en aquellas áreas del país con alta
prevalencia de sobrepeso/obesidad (SEP).

1) Examinar la forma en que Oportunidades pueda abordar el tema del desempeño muy bajo en pruebas de cognición y lenguaje, de
D-A manera particular en zonas indígenas remotas.
2) Mejorar el direccionamiento del Programa para enfocarse en las familias y niños más necesitados.

*Repaso de las posibilidades estratégicas para futuras acciones.



Con sector responsable en paréntesis.

Análisis interno
Fortalezas Debilidades
Las estrategias F-O buscan las oportunidades que tengan una Las estrategias D-O superan las debilidades
Oportunidades
buena concordancia con las fortalezas de Oportunidades. para buscar las oportunidades.
Análisis Las estrategias D-A establecen un “plan
externo Las estrategias F-A identifican las formas en que
defensivo” para prevenir las debilidades
Amenazas Oportunidades pueda usar sus fortalezas para reducir las
de Oportunidades de hacerlo susceptible a
vulnerabilidades de amenazas externas
amenazas externas.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 53

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Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 57

VII. Anexo
Enfoque metodológico dentro del marco del ciclo de vida

Para ayudar a identificar los posibles impactos de Oportunidades en los primeros años de vida de niños que han
sido expuestos al Programa durante casi toda su vida, así como la información necesaria para evaluar dichos
impactos, se presenta un modelo estilizado de un ciclo de vida de los posibles efectos de Oportunidades. Con
el fin de evaluar si Oportunidades puede reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza en las familias
pobres, a final de cuentas queremos saber si el programa aumentará los recursos que los niños tendrán como
adultos. Básicamente, aquí se describe de manera narrativa el modelo que lleva a las relaciones que son estimadas
para los diferentes resultados dentro del documento.
Cuando un niño se convierte en adulto, dispondrá de recursos que dependerán principalmente de su
capacidad para generar ingresos, la capacidad para generar ingreso de su cónyuge (si lo tiene) y de otros
miembros de la familia, y reglas en común para determinar la distribución de los recursos dentro del hogar
–todo dentro de un contexto específico de mercado, parientes, servicios públicos y de red social. Estos recursos
dependerán de varias características individuales, incluyendo: capacidades, tales como el funcionamiento
intelectual y físico, bienes físicos y financieros, preferencias en relación a asuntos tales como de qué manera
utilizan su tiempo o si les gustaría tener hijos; dones (por ejemplo, factores tales como capacidades genéticas
y salud innata, género, etnicidad, raza) que podría afectar la naturaleza de los ingresos laborales locales y otras
opciones de recursos; así como poder de negociación para la distribución dentro de los hogares. Los recursos
de los individuos dependerán también de la comunidad local, mercado y otros factores contextuales, así como
en términos estocásticos para eventos fortuitos.
Oportunidades puede afectar los recursos del individuo en su vida adulta al alterar la naturaleza de las
experiencias de sus primeros años de vida, entre otras cosas, y por consiguiente las inversiones en etapas previas
del ciclo de vida, afectando de tal modo los bienes humanos y físicos del individuo al convertirse en adulto.
Estimar estos impactos, sin embargo, constituye un reto empírico porque las inversiones hechas se realizan
dentro del marco de un ciclo de vida en la presencia de no observables (tales como dones de capacidad y salud
y expectativas acerca de las condiciones futuras) en etapas previas del ciclo de vida y debido a limitaciones en
la mayoría de los datos disponibles (por ejemplo, representación limitada de capacidades o la no disponibilidad
de información desde la concepción a la edad adulta).
Dado que el interés de este documento es evaluar los impactos de Oportunidades en ventanas críticas de
oportunidad para infantes y niños en edad preescolar, se consideraron cuatro etapas del ciclo de vida para los
niños nacidos aproximadamente al inicio del Programa Oportunidades en zonas rurales.*

Etapa 1 del ciclo de vida: la ventana crítica de oportunidad inicial de la edad preescolar que abarca desde la
concepción o nacimiento hasta aproximadamente los 24-36 meses, durante la cual los componentes de
Oportunidades descritos anteriormente pueden haber tenido impactos importantes por razones que se detallan
previamente, con impactos diferenciales para niños elegibles en tratamiento que en comunidades control por
aproximadamente 20 meses debido al diseño experimental inicial.

Etapa 2 del ciclo de vida: edad preescolar posterior, durante la cual los niños pobres elegibles de las localidades
en tratamiento temprano (T1998) y tardío (T1999) tuvieron una exposición idéntica a Oportunidades,
pero aquellos de la muestra de tratamiento inicial T1998 pueden haber entrado en esta etapa con diferentes
reservas de capital humano de la etapa 1 del ciclo de vida que los del grupo inicial de control por el diferencial
de 20 meses de exposición al programa en la etapa 1 del ciclo de vida.

* La delineación exacta de estas etapas del ciclo de vida en términos de edades, por supuesto, varía entre los contextos; por ejemplo, la
escolaridad tiende a ser de menor duración en zonas de mayor pobreza. Las principales transiciones hacia la edad adulta también varían
considerablemente.
58 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Etapa 3 del ciclo de vida: edad escolar, durante la cual los niños pobres elegibles de las localidades en tratamiento
temprano (T1998) y tardío (T1999) tienen una exposición idéntica a Oportunidades, pero aquellos de la
muestra de tratamiento inicial T1998 pueden haber entrado en esta etapa con diferentes reservas de capital
humano de la etapa 2 del ciclo de vida que los del grupo inicial de control por el diferencial de 20 meses de
exposición al programa en la etapa 1 del ciclo de vida, lo que los llevó a tener diferentes reservas de capital
humano al comenzar la etapa 2 del ciclo de vida.

Etapa 4 del ciclo de vida: edad adulta, durante la cual los niños pobres elegibles de las localidades en tratamiento
temprano (T1998) y tardío (T1999) tendrán una exposición idéntica a Oportunidades, pero aquellos de la
muestra de tratamiento inicial T1998 podrían entrar a esta etapa con diferentes reservas de capital humano
de la etapa 3 del ciclo de vida que las que tendrán los del grupo de tratamiento tardío por el diferencial de 20
meses de exposición al Programa en la etapa 1 del ciclo de vida, lo que los llevó a tener diferentes reservas de
capital humano al comienzo de la etapa 2 del ciclo de vida y por consiguiente al comienzo de la etapa 3 del
ciclo de vida y al comienzo de la etapa 4 de ciclo de vida.

El enfoque de este documento radica en cómo la exposición temprana a Oportunidades en la etapa 1 del ciclo
de vida afecta los indicadores de capital humano aproximadamente una década más tarde durante la etapa 3 del
ciclo de vida (edad escolar) como parte de las rutas de la etapa 1 del ciclo de vida (primeros años escolares) a
la etapa 4 del ciclo de vida (edad adulta). Éste es el resultado de que inicialmente la familia del niño (pero cada
vez más el mismo niño) decida en cada etapa del ciclo de vida sobre las inversiones en el niño que dependan
en los factores familiares (F) actuales o corrientes (en esa etapa del ciclo de vida), el tratamiento (T) de
Oportunidades y otros factores de la comunidad (C), dones del niño (E0), remanentes de las inversiones
en reservas de capital humano de etapas anteriores (que pueden ser reemplazadas por sus determinantes),
embates estocásticos (U) y valores esperados de todas estas determinantes en etapas futuras (ya que las
familias toman estas decisiones en parte basándose en lo que ellos piensan que será el futuro). Por lo tanto,
los indicadores de capital humano en la etapa 3 del ciclo de la vida (edad escolar) que se observan cuando el
niño tiene alrededor de 9-11 años de edad en la Encel 2007 son componentes de un vector (E3), para el que
un determinante de lado derecho es la exposición a Oportunidades en la etapa 1 del ciclo de vida (T1):

E3 = f(T1, F1, C1, E0, F12e, F13e, F14e,C12e, C13e, C14e, T12e, T13e, T14e, T2, F2, C2, F23e, F24e, C23e, C24e, T23e, T24e, T3, F3, C3,
F34e, C34e, T34e, U1, U2, U12e, U13e, U14e, U23e, U24e, U34e) (2)

Esta es una relación confusa, porque son relevantes no sólo la familia presente y los determinantes de la
comunidad para cada etapa del ciclo de la vida (con las etapas señaladas por el primer subíndice) pero también
las determinantes futuras esperadas (señaladas por los superíndices “e” con el primer subíndice indicando la
etapa del ciclo de la vida en la que las expectativas se llevaron a cabo y el segundo subíndice la etapa del ciclo
de vida posterior sobre la cual se colocan las expectativas.
E3 en la relación (2) es un vector con varios componentes diferentes incluyendo los resultados de interés para
este documento –la tendencia de los niños a la desnutrición crónica, sobrepeso y obesidad y anemia; desarrollo
cognitivo, lingüístico y conductual, la tasa de progresión de grado, grados obtenidos y la habilidad reportada para
leer y escribir. Las estimaciones consistentes del impacto de T1 en la relación (2) serían muy informativas acerca
del impacto de las intervenciones de Oportunidades en estas rutas de mediano plazo (desde la perspectiva de
un ciclo de vida) que son interesantes cuando los niños que más o menos han vivido con Oportunidades toda su
vida tenían cerca de 9-11 años de edad al momento de la muestra de la Encel 2007.
Es útil mencionar de manera explícita unas pocas implicaciones del marco discutido en esta sección para las
estimaciones hechas para este documento. Primero, implican que obtener el impacto total de las intervenciones
en los primeros años de la etapa 1 en el dominio adulto de los recursos requiere dar seguimiento a los individuos
desde el momento en que son expuestos a la intervención por muchas décadas hasta la edad madura. No es
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 59

usual encontrar estudios que den este tipo de seguimiento, aunque sí existen en algunos casos (por ejemplo,
Guatemala; Behrman y colaboradores,* Hoddinott y colaboradores,11 y Maluccio y colaboradores‡). En el caso
presente, mientras los datos de la Encel 2007 permiten investigar los impactos sobre un periodo medianamente
largo de casi una década (y relativamente largo comparado con muchos otros estudios), los niños de 9 a 11
años de edad están apenas en una parte muy temprana del camino a la edad adulta. Segundo, los puntos de
discusión hacia una estrategia para obtener estimaciones de los impactos de largo plazo, aún a falta de dichos
datos longitudinales desde los primeros años de vida hasta la edad adulta, si las estimaciones pueden hacerse de
las diversas vinculaciones entre las etapas del ciclo de la vida. Las estimaciones presentadas en este documento de
los impactos de la intervención de Oportunidades durante la etapa preescolar temprana en inversiones de capital
humano durante los años escolares, además de ser interesantes por sí mismas, podrían ser parte de una estrategia
si pudieran combinarse en investigaciones futuras con estimaciones que vinculen esos mismos resultados E3 con
resultados posteriores en la edad adulta basados en datos diferentes.§ Tercero, la relación (2) apunta hacia el hecho
de que las evaluaciones sobre el impacto de Oportunidades y otros programas son específicas del contexto porque
la naturaleza de los servicios de la comunidad, mercados, culturas y otros factores entran dentro de la etapa del
ciclo de vida y pueden afectar de forma interactiva el impacto de los programas. En contextos diferentes, otros
programas e inversiones familiares pueden compensar de manera diferencial por las limitaciones en el desarrollo
del niño preescolar (por ejemplo, los programas de educación especial que son comunes en el mundo desarrol-
lado para compensar por un menor desarrollo preescolar no son comunes en las zonas pobres de los países en
desarrollo). Por lo tanto, el grado en que las estimaciones disponibles actualmente sean generalizables, constituye
una pregunta empírica. Desafortunadamente, existen pocos estudios sistemáticos disponibles de programas de
intervención en los primeros años de vida en países en desarrollo (Introducción).
Únicamente llevando a cabo más estudios empíricos será posible saber qué tan generalizables son las
estimaciones disponibles actualmente. Cuarto, para hacer inferencias confiables acerca del impacto de la
exposición en los primeros años de vida a Oportunidades (u otros programas), son necesarias estimaciones
“buenas” (o consistentes) de la relación (2). Sin embargo, en general, obtener estimaciones consistentes
constituye un reto por las limitaciones de los datos y la necesidad de tener el control sobre comportamientos
selectivos en presencia de no observables. Esto es, en una relación como la (2) existen muchas variables
del lado derecho relacionadas a decisiones familiares, incluyendo características familiares y expectativas
acerca de desarrollos futuros o características de la comunidad que típicamente no se observan en los datos
disponibles para evaluación de los impactos del programa. Si las variables no observables son correlacionadas
con la presencia o el uso del programa que se evalúa, en este caso, Oportunidades durante los primeros años
de la edad preescolar de la etapa 1, entonces las estimaciones de mínimos cuadrados del impacto del programa
están predispuestos porque en las estimaciones el programa representa en parte los factores correlacionados
no observables. Quinto, las estimaciones que se pueden obtener del impacto de Oportunidades generalmente
son estimaciones del tipo “de los que se intenta atender” del paquete completo del Programa. Sin embargo,
debido a la participación casi universal en el programa de comunidades rurales pequeñas en las que el programa
comenzó y que constituyen la muestra de evaluación, la diferencia entre las estimaciones de “los que se intenta
tratar” y “los que están en tratamiento” para evaluaciones del impacto en estas localidades no parece ser
empíricamente importante.# Sin embargo, por la naturaleza de paquete del Programa, generalmente no es posible

* Behrman JR, Hoddinott J, Maluccio JA, Soler E, Behrman EL, Martorell R, et al. What determines adult skills? Impacts of pre-school, school years and
post-school experiences in Guatemala. Philadelphia, PA. University of Pennsylvania, 2008 (mimeo).

Maluccio, JA, Hoddinnott J, Behrman J R, Quisumbing A, Martorell, R,. Stein A D. The impact of nutrition during early childhood on education
among Guatemalan adults. Agosto de 2006. Documento de Trabajo PIER No. 06-026.
§
Ejemplos de dicha estrategia que se fundamentan en estimaciones de los impactos de las intervenciones en los primeros años de vida en capital
humano infantil en la etapa 2 del ciclo de vida se proporcionan en el estudio del programa boliviano PIDI ECD realizado por Behrman, Cheng y Todd,64
en el cual las estimaciones del estudio del impacto del programa ECD en los resultados infantiles a corto plazo basados en datos de preescolar están
vinculados a estimaciones de otros estudios acerca de los impactos a mediano plazo en educación y los impactos a largo plazo en ingresos del adulto
para obtener el presente valor descontado de beneficios a largo plazo y en la investigación de Behrman y Hoddinott23 del impacto de Oportunidades en
el estado nutricional en los primeros años de vida que adopta una estrategia similar (aunque en ambos casos con varias suposiciones fuertes).
#
Por el contrario, en zonas urbanas las tasas de participación entre los hogares elegibles ha sido mucho más baja, cerca de la mitad (Leroy y
colaboradores66). Por lo tanto, para el análisis del impacto en zonas urbanas, existe una diferencia importante entre las estimaciones de “los que
se intenta tratar” y “los que están en tratamiento” y, para obtener esta última, la necesidad de centrarse en lo que determina la participación en
el programa.
60 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

identificar cuál de los cinco canales que se discuten previamente es responsable por cualquier efecto significante
del Programa. Se observa, por ejemplo, que el lado derecho de la relación (1) incluye no sólo el impacto de la
exposición a Oportunidades en la etapa 1 del ciclo de vida (T1) pero también la exposición esperada desde
la perspectiva de la etapa 1 del ciclo de vida del impacto de Oportunidades en etapas posteriores del ciclo de
vida. Debido a que en 1998 Oportunidades no informó al grupo control que serían inscritos 20 meses más
tarde, presumiblemente ellos tuvieron diferentes expectativas de su futura exposición a Oportunidades de las
que tuvo el grupo de tratamiento inicial. En cuyo caso entonces la estimación del impacto del Programa en la
etapa 1 del ciclo de vida basada en la diferencia en el tratamiento entre el grupo de tratamiento temprano y
el de tratamiento tardío también es probable que refleje la diferencia en expectativas acerca del tratamiento
futuro que los dos grupos probablemente tuvieron (lo que está relacionado con el punto acerca de que los
padres progresistas afectados por el futuro esperen cambios en las opciones educativas aun si sus hijos no
fueran elegibles para tales disposiciones por varios años.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 61

Capítulo II

Una evaluación de impacto sobre el empleo, los salarios


y la movilidad ocupacional intergeneracional
del Programa Oportunidades*

AutorEs

Eduardo Rodríguez Oreggia, Samuel Freije Rodríguez

*Título en Convenio INSP-Sedesol (4 de julio de 2008): Efectos de Oportunidades en la inserción laboral de los jóvenes.
Resumen ejecutivo

Introducción
S e puede decir que el objetivo primordial del Programa Oportunidades es romper el círculo intergeneracional de
pobreza, a través de mejoras en la nutrición, la salud y la educación de las familias beneficiarias. Cabe argumentar,
también, que mejores condiciones de nutrición salud y educación conducirían posteriormente a mejores condiciones
productivas por parte de los beneficiarios para colocarse en mejores trabajos y por tanto a su vez, incrementar el
bienestar de sus hogares respectivos.
Aun cuando el Programa no cuenta entre sus objetivos directos incidir en la mejora del empleo, los salarios y el
tipo de ocupaciones de los beneficiarios, es difícil pensar en romper el círculo intergeneracional de pobreza sin con-
siderar cómo los jóvenes se desempeñan en el mercado de trabajo después de tener exposición o no a los beneficios
del Programa, y también de cómo lo hacen en comparación con sus padres.
El contexto general de las evaluaciones 2008 se circunscribe en tratar de determinar si el diseño y operación de
Oportunidades en el largo plazo han contribuido a romper el ciclo de transmisión intergeneracional de la pobreza. Dentro
de este contexto general, este estudio específicamente busca determinar si para los jóvenes entre 14 y 24 años de
edad hay un efecto sobre su inserción laboral, primero comparando el efecto entre aquellos jóvenes que han tenidos
diferentes tiempos de exposición a los beneficios del Programa, con aquellos que no lo han tenido, y posteriormente
de esos jóvenes respecto de la situación laboral que sus jefes de hogar tenían a una edad similar recientemente.
Se plantean dos hipótesis principales en este análisis. En primer lugar se busca determinar si la duración de los
beneficios de Oportunidades se refleja en ciertas condiciones laborales de los beneficiarios, como lo son estar ocupado
y el nivel de ingresos laborales. En segundo lugar, si los beneficios del Programa han logrado incidir en la transmisión
intergeneracional de pobreza al resultar los hijos de hogares beneficiados en una inserción laboral diferente a la de
sus padres, medida en tener un trabajo formal, en nivel de ingresos y en ocupaciones de mayor habilidad.

Métodos
El presente estudio utiliza el módulo de jóvenes de 14 a 24 años de la Encel 2007 en localidades que han sido
afiliadas a Oportunidades en diversos años. Este módulo cuenta con un conjunto de preguntas detalladas sobre las
actividades laborales de los jóvenes, así como una serie de preguntas sobre las actividades laborales de los padres
cuando el joven contaba con 15 años de edad.
Posteriormente, se determina el impacto de ser beneficiario de corto (menos de tres años), mediano (3 a 6 años) o
largo plazo (más de seis años) sobre los ingresos laborales mensuales de los jóvenes, así como en la probabilidad de estar
ocupado en el mercado laboral. También se determina si hay un efecto de la exposición a los beneficios del Programa
sobre la situación laboral de los jóvenes con respecto a la de sus padres en cuanto a nivel de ingreso laboral, empleo en
trabajos formales o cubiertos con seguridad social, así como en un rango de ocupaciones mejor o menor calificadas.

Resultados
Un primer acercamiento sugeriría que el Programa Oportunidades pudiera tener efectos positivos sobre la inserción
laboral en la medida en que incrementa la educación de los beneficiarios, porque en general individuos con mayor
educación deberían tener una mayor probabilidad de empleo y mayores salarios.
64 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Primero se hace una descripción de las características laborales de los jóvenes y se compara con un conjunto similar
de jóvenes en los mismos estados encuestados extraídos de la Encuesta Nacional de Ocupaciones y Empleo. De
esta comparación, se sugiere que los jóvenes encuestados en localidades beneficiarias de Oportunidades y que son el
objeto del estudio se encuentran en una posición menos favorable que sus similares en zonas rurales en general.
Posteriormente, los resultados muestran que no se puede decir que haya un efecto adicional de cualquier tipo
por parte del Programa sobre el estar ocupado en el mercado laboral. En cambio, sí se encuentra un efecto positivo
adicional del Programa sobre tener mayor ingreso entre hombres beneficiarios de largo plazo si cuentan con educa-
ción primaria o secundaria. En términos de mejora de hijos respecto de los padres no se encuentra que haya algún
efecto importante de Oportunidades en términos de mejora salarial, estar en trabajos formales o de ocupaciones
mejor calificadas.
Debe recalcarse que no se encuentran efectos adicionales. Esto quiere decir que el Programa logra sus efectos
sobre el desempeño laboral de los beneficiarios, a través de la educación, la salud y la nutrición. En este sentido,
tiene efectos positivos sobre la inserción laboral en la medida en que incrementa la educación de los beneficiarios,
porque individuos con mayor educación tienen mayor probabilidad de empleo y mejores salarios. La ausencia de
efectos adicionales significativos, de cualquier signo, indica que la educación adquirida a través de Oportunidades
coloca a los beneficiarios en igualdad de condiciones ante el mercado laboral que otros jóvenes con el mismo nivel
educativo en la localidad encuestada.
Adicionalmente, debe señalarse que la falta de efectos “adicionales” en el tema laboral se puede deber a las
siguientes circunstancias: a) a que los grupos de control son muy pequeños debido a la expansión de cobertura
que ha tenido el programa posterior al diseño original de la muestra, lo que metodológicamente hace difícil poder
identificar efectos, b) las personas observadas en la muestra de la Encel 2007, es decir, aquellas que no migraron,
siguen viviendo en localidades de alta o muy alta marginación, por lo que sus oportunidades de empleo son bastante
limitadas, y c) el Programa Oportunidades no tiene efectos directos sobre la demanda de trabajo, como por ejemplo
en la creación de nuevas empresas y mejoras de infraestructura en localidades beneficiarias.

Discusión
Es importante señalar que la muestra utilizada corresponde sólo a jóvenes que han permanecido en las localidades
beneficiarias y que aproximadamente 64% de los jóvenes que deberían haber sido encuestados ha migrado desde
2003. Esto introduce una limitación en cuanto a que este estudio no está capturando el efecto en la mayor parte de
jóvenes beneficiarios, quienes probablemente están siendo ocupados en otros lugares con diferente contexto eco-
nómico al de las localidades en la muestra. Los resultados de una investigación preliminar con los datos disponibles,
tampoco muestran efectos adicionales del Programa sobre si los jóvenes tienden a migrar en mayor medida.
Con el propósito de tener una visión más completa e integral sobre el tema laboral, que considere la alta mi-
gración de los jóvenes, en 2008 se llevó a cabo el diseño de un estudio que tiene como propósito identificar si
existen diferencias en el desempeño laboral de los jóvenes que han migrado en comparación con aquellos que han
permanecido en su lugar de origen, así como documentar posibles diferencias en la condición laboral de aquellos que
fueron beneficiarios con aquellos que no fueron beneficiarios. En este año se concluyó la fase de levantamiento de
información de dicho estudio y se tiene contemplado que para el año 2009 se cuente con los primeros resultados
sobre el tema.
Es importante notar, además, que Oportunidades no cuenta dentro de su diseño con mecanismos de mejora
directa sobre el desempeño en el mercado de trabajo de sus beneficiarios. El impacto sobre variables laborales se
puede estar dando a través de otros mecanismos para los que sí fue diseñado, como los referidos de educación y
salud, que pueden mejorar la productividad de los jóvenes si las condiciones de la demanda de trabajo lo permiten.
Sin embargo, también hay que recalcar que el mercado de trabajo local está afectado en parte por cuestiones que
están fuera del alcance del Programa, como el desarrollo económico local y las regulaciones y políticas laborales y
fiscales que sin duda afectan tanto la oferta como la demanda de trabajo y posiblemente la calidad de los trabajos.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 65

Análisis FODA
Fortalezas y oportunidades

Prioridad Descripción Fuente del análisis

El Programa tiene efectos positivos sobre la inserción labora en la medida en que


FO1 incrementa la educación de los beneficiarios, por qué en general, individuos con mayor Esta evaluación
educación tienen mayor probabilidad de empleo y mayores salarios

Los jóvenes beneficiarios que recibieron los apoyos por al menos 6 años, con
FO2 escolaridad de primaria y secundaria, incrementaron sus salarios en 12% y 14% Esta evaluación
respectivamente, en comparación con los no beneficiarios

La ausencia de efectos marginales significativos de signo negativo, indica que la


educación adquirida a través de Oportunidades coloca a los beneficiarios en igualdad
FO3 Esta evaluación
de condiciones ante elmercado laboral que otros jóvenes con el mismo nivel educativo
no beneficiarios de la misma localidad

Debilidades y amenazas

Prioridad Descripción Fuente del análisis

En el caso de las mujeres, sin embargo, el salario de las beneficiarias es menor al de


DA1 las no beneficiarias, con cualquier nivel educativo, en localidades con exposición Esta evaluación
intermedia al Programa

No se debe interpretar la ausencia de efectos marginales estadísticamente


significativos como un fallo del Programa. Muy por el contrario, Oportunidades
tiene efectos positivos sobre la inserción laboral en la medida en que el Programa
DA2 incrementa la educación de los beneficiarios. La ausencia de efectos adicionales se Esta evaluación
puede deber a: i) falta de demanda de trabajo en las localidades encuestadas; ii) el
Programa no está diseñado para incrementar la demanda de trabajo en las localidades
beneficiarias

La falta de efectos adicionales puede estar asociada a cuestiones metodológicas, por


ejemplo, a que los grupos de control actuales son muy pequeños debido a la gran
DA3 Esta evaluación
expansión de cobertura que ha tenido el Programa a partir del diseño original de la
muestra (1988)

Aproximadamente un 64 por ciento de los jóvenes encuestados en 2003 no fueron


localizados en 2007 por haber migrado. Esto introduce la limitación de que el
DA4 estudio no esté capturando el efecto del Programa en la mayor parte de los jóvenes Esta evaluación
beneficiarios, quienes muy probablemente estén siendo ocupados en otros lugares
con diferente contexto económico al de sus localidades de origen
66 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Recomendaciones

Prioridad Relación Recomendación Sector responsable

• Continuar con los esfuerzos en materia de


salud y educación, donde hay efectos positivos
y que tendrán incidencia sobre mejoras en
• Programa Oportunidades
• F01, FO2 productividad laboral en futuro.
R1 • Secretaría del Trabajo y Previsión Social
• DA1, DA2 • Considerar la posibilidad de integrar programas
conjuntamente con Oportunidades
de entrenamiento específico y colocación
de empleos, para jóvenes que terminen la
secundaria, especialmente para las mujeres

• Considerar la posibilidad de coordinar


el Programa con programas de mejora de
• Desarrollo Social, Hacienda, Economía y
R2 DA2 actividades económicas en las localidades de
Oportunidades.
forma que la demanda de trabajo se desarrolle
mejor.
Llevar a cabo un estudio que permita
documentar si existen diferencias en
el desempeño laboral de los jóvenes
beneficiarios migrantes con respecto a los
R3 DA3, DA4 Programa Oportunidades
jóvenes beneficiarios no migrantes, así como
entre migrantes que fueron beneficiarios en
comparación de migrantes que no fueron
beneficiarios
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 67

Una evaluación de impacto sobre el empleo,


los salarios y la movilidad ocupacional
intergeneracional del Programa
Oportunidades

I. Introducción
E l presente estudio se circunscribe dentro de la pregunta general de las evaluaciones
2008: ¿Podemos asegurar que el diseño y la operación del Programa, en el largo plazo,
contribuye a romper el ciclo de transmisión intergeneracional de la pobreza?
Este estudio busca resolver de forma específica la pregunta de si ¿logra Oportunidades
afectar positivamente la inserción laboral de los jóvenes beneficiarios y esto marca una
diferencia respecto de la situación de los padres?
Se plantean dos hipótesis principales en este análisis. Primero se busca determinar si
la exposición al tiempo de beneficios de Oportunidades se refleja en ciertas condiciones
laborales de beneficiarios, como estar ocupado, y el nivel de ingresos laborales. En segundo
lugar, si los beneficios del Programa han logrado incidir en la transmisión intergeneracional
de pobreza al resultar los hijos de hogares beneficiados en una inserción laboral mejor a la
de sus padres, medida en tener un trabajo formal, en mayores ingresos o en ocupaciones de
mayor habilidad.

Antecedentes

Oportunidades arriba a 10 años de operación. Este momento permite auscultar, por primera
vez, los resultados de largo plazo sobre las distintas variables sobre las que se ha propuesto
incidir. El Programa tiene como objetivo rector: favorecer el desarrollo de las capacidades en
educación, salud y nutrición de las familias beneficiarias mediante apoyos y su participación
corresponsable, con el fin de contribuir a la ruptura del ciclo intergeneracional de la pobreza
extrema de la población beneficiaria en dicha condición. En particular, según Levy y Rodrí-
guez,1 Oportunidades ha tenido también una serie de objetivos más específicos. Por ejemplo:
68 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

eliminar la desnutrición, reducir la morbilidad, contribuir a que los menores completen educación básica, fomentar
la corresponsabilidad y redistribuir el ingreso hacia familias pobres.
En ninguno de los postulados anteriores se enuncia abiertamente que el Programa tiene como objetivo incrementar el
empleo, los salarios o la movilidad ocupacional intergeneracional. Sin embargo, es fácil aducir que es a través de mejores
empleos y mejores salarios que los jóvenes beneficiarios del Programa lograrán salir de la condición de pobreza que aqueja
a sus familias. En otras palabras, se puede decir que Oportunidades persigue reducir la transmisión intergeneracional de
la pobreza a través de mejoras en la nutrición, la salud y la educación que, a su vez, conduzcan a que los beneficiarios
puedan mejorar su productividad y por lo tanto los conduzcan hacia la obtención de mejores empleos.
Este estudio pretende realizar una evaluación del impacto que el Programa ha tenido sobre dos elementos: la
inserción laboral de los jóvenes y la movilidad intergeneracional en el empleo. En el primer caso, se estudia si el
Programa ha tenido efectos sobre la probabilidad de conseguir empleo, sobre los salarios y sobre la probabilidad de
migrar entre los jóvenes beneficiarios. En el segundo caso, se analiza si Oportunidades ha afectado la movilidad en
cuanto a condiciones de empleo entre padres e hijos. En ambos casos, cabe preguntarse cuál es el mecanismo a
través del cual se espera que el Programa tenga efectos de dicha índole.
En general, la teoría del capital humano2 es la principal justificación teórica para sostener qué mejoras en edu-
cación, salud y nutrición redundan en mejores condiciones laborales. La incidencia de estos tres aspectos sobre los
resultados laborales ha sido estudiada y documentada ampliamente. A continuación, se reseñan sólo algunos de los
más recientes estudios que resumen esta copiosa literatura internacional.
En el caso de la educación, Card3 resume razones teóricas y evidencia empírica de los años noventa que indican
que la educación explica entre 25 y 30% de la variación de ingresos laborales entre individuos. Estudios más recientes,
por ejemplo Heckman, Lochman y Todd,4 y Psacharopoulos y Patrinos,5 confirman la existencia de elevadas tasas
de retorno a la educación primaria, secundaria y universitaria, así como un incremento sostenido de las mismas a
lo largo del tiempo en distintos países. Esta literatura confirma que un año adicional de educación incrementa los
ingresos percibidos por el trabajo entre 10 y 30%, dependiendo del nivel educativo, el país y el periodo considerados.
Dichas investigaciones, sin embargo, reconocen y resaltan la importancia de otros factores, como las condiciones
familiares, la motivación personal y la calidad de los servicios educativos para explicar los ingresos. En este sentido,
Hanushek y Wößman,6 indican que la calidad de la educación, medida en términos de conocimiento adquirido más
que de nivel alcanzado, es un mejor indicador de los avances en el ingreso individual y el crecimiento económico de
un país, que la mera acumulación de años de estudio.
En el caso de la salud, Currie y Madrian7 revisan la literatura sobre los efectos de la falta de salud entre los niños
sobre sus resultados laborales futuros. Los autores reseñan que una salud deficiente en la infancia tiene efectos so-
bre los resultados laborales a futuro por dos vías. Por un lado, la salud deficiente en la infancia afecta los resultados
educativos del niño, lo que, como ya se indica en la literatura sobre educación, disminuirá los resultados laborales
del adulto. Por otro lado, una salud deficiente en la infancia puede conducir a salud deficiente durante edad adulta,
lo cual tiene también efectos negativos sobre los resultados laborales. En este sentido, los resultados reseñados
por los autores indican que una salud deficiente está asociada con menores tasas de participación laboral, menor
número de horas, salarios más bajos y retiro a una edad más temprana, aunque estos resultados muestran una gran
dispersión según las muestras y los grupos estudiados. De manera similar, Belli y Appaix8 documentan las distintas
investigaciones para países en desarrollo en las cuales se verifica el efecto favorable de las inversiones en salud infantil
en términos de ganancias económicas medidas como mayores salarios futuros, menores gastos familiares en salud
(y por lo tanto, mayores niveles de consumo y bienestar para todos los miembros de la familia) y menores costos
sociales en medidas correctivas.
Finalmente, para el caso específico de la nutrición, Behrman9 indica los efectos positivos que una mejor nutrición
tiene directamente sobre la productividad de los trabajadores, y de manera indirecta sobre la escolaridad y el logro
académico entre los jóvenes. Más recientemente, Thomas y Frankemberg10 han revisado las conexiones entre
nutrición y prosperidad económica, medida esta última en términos de ingreso.
El argumento central de la literatura es que individuos mejor nutridos tienen una menor propensión a las enferme-
dades y son más energéticos y alertas, todo lo cual conduce a mayor productividad en el trabajo y a mejores ingresos.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 69

Basados en evidencia de estudios clínicos y económicos, tanto para países en desarrollo como países desarrollados,
los autores reseñan que mejoras en condiciones de nutrición asociadas con acceso a calorías o hierro en la dieta
incrementan la oferta laboral y están asociadas con mayores salarios.
Los estudios anteriores se refieren a las variables de educación, salud y nutrición en general, y no a programas de
desarrollo social en particular. En cuanto a programas en particular, aunque existen muchas de corto plazo, existen
pocas evaluaciones de largo plazo. De hecho, en el ámbito mundial aún son muy pocas las existentes en cuanto
a efectos sobre el mercado laboral. En particular, como ejemplo de casos recientes, se pueden mencionar las de
programas de entrenamiento para desempleados en Alemania,11,12 y la de un programa de provisión de educación
básica y entrenamiento en California.13,14
Para Alemania, Lecher, Miquel y Wunsch,11 evalúan el impacto que un programa de entrenamiento para desemplea-
dos tiene sobre la inserción laboral de los beneficiarios después de siete años. Estos autores encuentran que algunos
programas específicos de largo plazo inciden en alrededor de un 10% en el incremento de la tasa de empleo para los
beneficiarios, aunque el efecto declina con el tiempo. Fitzenberger y Volter12 estudiaron también para Alemania el impacto
a largo plazo de los beneficios de un programa público de entrenamiento para que trabajadores de la antigua Alemania
Democrática pudieran adecuar sus habilidades a los requerimientos laborales de la Alemania unificada. Sólo encuentran
un efecto positivo sobre el trabajo para el programa relativo a proporcionar habilidades fuera del trabajo, pero para los
cursos relativos a prácticas en compañías no encuentran ningún efecto ni en el mediano ni en el largo plazo del programa
y sí muestran un efecto en el corto plazo, comparado con aquellos que no tomaron cursos de entrenamiento.
En el caso del programa GAIN, en el estado de California (Estados Unidos), Hotz, Imbens y Klerman13,14 hacen
uso de la aleatorización inicial a la que fueron sujetos los beneficiarios del programa enfocado a proveer de habilidades
a desempleados tanto en corto, mediano y largo plazo. Estos autores encuentran que para el caso de la provisión
de habilidades para el mercado laboral hay un efecto en el corto plazo, mientras que la provisión de entrenamiento
de desarrollo de capital humano tiene un efecto en el largo plazo (7-9 años) sobre las variables de empleo anual,
trimestres trabajados y salarios.
Más recientemente, Maluccio y colaboradores15 hacen uso de una serie de datos excepcional que permite identificar
individuos beneficiarios de un programa, 25 años después de la recepción del mismo. Los autores logran identificar
efectos positivos de una intervención de suplementos nutricionales a niños guatemaltecos entre 0 y 36 meses de
edad, sobre los resultados en materia de conclusión de educación primaria y secundaria, y comprensión lectora 25
años después. Esta investigación confirma la importancia y efectividad en el largo plazo de programas que mejoran
la nutrición de familias desaventajadas.
Con respecto al análisis entre generaciones, la transmisión intergeneracional puede entenderse como la transmi-
sión de habilidades individuales, rasgos, comportamientos, y resultados de los padres hacia los hijos,16 lo que puede
reducir la movilidad entre generaciones. Una correlación fuerte entre el ingreso de los padres y el de los hijos, o
entre generaciones, indica una movilidad intergeneracional débil, lo que significaría en el contexto de este estudio
que aquellos que nacen de padres pobres tienen menos posibilidades de alcanzar su potencial de ingreso, es decir,
la movilidad social es baja.
Los modelos de transmisión intergeneracional de desigualdades están basados principalmente en los modelos
desarrollados por Becker y Tomes,2,17 y en los que existen dos mecanismos a través de los cuales se puede dar la
movilidad intergeneracional: la primera es la herencia de dotaciones y la segunda es la propensión que tengan los
padres a invertir en el capital humano de sus hijos. Además, existen ciertos antecedentes familiares que pueden ser
determinantes durante la niñez y adolescencia y que inciden en la movilidad intergeneracional, tales como la estruc-
tura familiar, número de hijos, entre otros. Solon18 introdujo modificaciones al modelo de Becker y Tomes2,17 para
considerar el papel que tiene la educación pública en la movilidad entre generaciones. En este caso, el incremento
en los retornos al capital humano en conjunto con un gasto público establecen la movilidad intergeneracional, pero
si aumenta la progresividad del gasto focalizado en desarrollar el capital humano de los niños, entonces aumenta la
movilidad entre generaciones.
Sin embargo, una serie de estudios en diversos países sobre el tema han señalado que la mayor parte de la mo-
vilidad intergeneracional no está explicada. Blanden y colaboradores19 encuentran para el Reino Unido que existe
70 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

un nivel limitado de movilidad social entre generaciones, al compararse con otros países, y más aún, al comparar la
cohorte de 1958 y 1970 encuentran que la movilidad se ha reducido. También encuentran que, al estrecharse las
relaciones entre el ingreso familiar, la participación en educación posterior a la obligatoria entre cohortes es un factor
importante en la caída de movilidad entre generaciones. En otro estudio, Blanden y colaboradores20 encuentran que
existe un gran peso por parte de la mejora en los logros de niveles educativos y de oportunidades para los niños de
hogares pobres para mejorar la movilidad social, y sugieren que también hay que focalizarse en mejorar cuestiones no
cognitivas, como la autoestima y la diligencia (application) para alcanzar mejoras en logros de movilidad social.
Otros estudios, como el de Piraino,21 muestran a Italia con menor movilidad intergeneracional comparado con
países como EUA y Reino Unido. Esto se derivaría de una gran regulación que reduce la entrada al mercado laboral
y la movilidad entre ocupaciones. En cambio, en Canadá, de acuerdo con Fortín y Lefevbre,22 se encuentra que hay
mayor movilidad intergeneracional comparada con EUA y Reino Unido, y es mayor para las cohortes más jóvenes y
menor para las mujeres. Blanden23 también encuentra mayor movilidad entre generaciones en Canadá y Alemania,
que en EUA y Reino Unido, donde existe mayor persistencia debido a diferencias en retornos a la educación y una
gran parte se encuentra explicada.
Para América Latina, Andrade y colaboradores24 analizan la movilidad intergeneracional, a través de niveles de
ingresos, en Brasil, y encuentran que las restricciones crediticias juegan un papel importante en la movilidad, además
de que para Brasil ésta es menor que en países desarrollados. Ferreira y Veloso25 encuentran algo similar utilizando
salarios en Brasil.
Behrman y colaboradores26 comparan la movilidad, a través de ocupaciones y escolaridad, en diversos países de
América Latina, encontrando que los coeficientes de movilidad intergeneracional son de 0.3 para Brasil y Colombia,
de 0.5 para México y 0.65 para EUA, esto es, la movilidad entre generaciones en América Latina es menor compa-
rada con EUA, incluso entre los mismos países del continente las diferencias son grandes.*
Específicamente para México, Valero y Tijerina,27 utilizando los datos de la Encuesta Nacional de Empleo Urbano
1998 miden la movilidad intergeneracional en términos de salario dado un tipo de ocupación, encontrando que
en hogares de ingreso alto el efecto del ingreso del jefe de hogar empleador es mayor que el efecto en hijos con
padres empleados y autoempleados. Sin embargo, sólo consideran jefes e hijos en el mismo hogar al momento de
la encuesta, por lo que pueden estar capturando el efecto de casos menos exitosos, es decir, aquellos que no han
podido independizarse de su hogar materno.
En otro estudio, Mayer y colaboradores28 utilizan datos para México de la Encuesta Nacional de Niveles de Vida
de los Hogares 2002 para analizar el desarrollo cognitivo, medido por la Prueba de Raven, y su transmisión entre
generaciones. Encuentran que existen impactos significativos y de persistencia sobre el desarrollo cognitivo de los
niños en hogares donde los servicios básicos no están disponibles, esto es, en pobreza extrema. Las condiciones
económicas del hogar tienen un impacto sobre el desarrollo cognitivo de los niños. Esto es relevante en un con-
texto de análisis como el de Oportunidades, considerando que las habilidades cognitivas son determinantes en la
productividad laboral cuando son adultos.29 Más aún, Heckman, Stixrud y Urzúa30 evidencian la importancia tanto
de elementos cognitivos‡ y no cognitivos§ en los resultados laborales de los individuos, así como en otras cuestiones
sociales tales como el uso de drogas, o la participación en actividades ilegales.
Cabe señalar que hay una serie de cuestiones que es un tanto improbable de capturar en los análisis de transmisión
de pobreza y sus características. Ya en el trabajo clásico de la “cultura de pobreza” en México, Oscar Lewis31 encon-
traba que la transmisión de capital entre generaciones de hogares pobres está afectada por las creencias, actitudes
y comportamientos hacia sí mismos y que se van transmitiendo entre generaciones, por lo que aquellos que crecen

* Estos coeficientes se calculan de una regresión donde la dependiente es el ingreso u ocupación del hijo, y la dependiente principal el ingreso u ocupación
del padre y el coeficiente sería la elasticidad intergeneracional, donde un coeficiente de 1 sería perfecta inmovilidad y un coeficiente de 0 sería completa
movilidad entre generaciones. Los coeficientes en el párrafo arriba son 1-coeficiente, es decir, el grado de movilidad de los hijos respecto de sus padres.

Medidos a través de pruebas estandarizadas de razonamiento de aritmética, conocimiento de escritura, comprensión de lectura, conocimiento
matemático y rapidez en descifrar claves.
§
Medidos como las escalas de Rotter y Rosenberg, las cuales incluyen percepción de sí mismos, autoestima, control sobre su vida y similares.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 71

en hogares pobres no cuentan con la capacidad suficiente o no tienen la voluntad necesaria para tomar las oportu-
nidades de salir de la condición de pobreza, haciendo muy difícil que los programas de pobreza tengan éxito. Esta
teoría es controversial, sin embargo, pudiera ligarse a evidencia desarrollada en otros países utilizando investigación
neurológica, donde se ha determinado que las condiciones de pobreza en la infancia inciden en un menor desarrollo
neurológico,32 además de que niños que crecen en hogares pobres tienen más probabilidad de tener menos éxito en
el desempeño escolar y ser menos productivos cuando entren al mercado laboral, además de adolecer de mayores
problemas de salud.33 Una parte de las implicaciones son proporcionar servicios de salud y educación de alta calidad
a niños en hogares pobres desde los tres años de edad, de forma que se produzcan beneficios en el largo plazo y
tengan incidencia en su inserción laboral cuando sean adultos.34 Existen, pues, muy variados antecedentes teóricos
y empíricos para respaldar la realización de una evaluación de impacto de largo plazo sobre el empleo, los salarios,
la migración y la movilidad intergeneracional del Programa Oportunidades.

Relevancia para el Programa

El tema de la transmisión intergeneracional de la pobreza es central para el Programa Oportunidades, ya que el ob-
jetivo fundamental de su creación fue precisamente establecer un incentivo, a través de la transferencia de dinero a
los hogares, por medio del cual se logre que las generaciones nuevas puedan crear un mayor capital humano y en un
futuro tengan mejores oportunidades de crear mayores ingresos para salir del círculo generacional de pobreza. Por
lo tanto, saber en qué medida los beneficiarios del Programa se están insertando en el mercado laboral es relevante
para conocer si hay avances en la situación económica de los jóvenes con respecto a sus antecesores, dado también
el contexto en que se desenvuelven.

Acciones del Programa relacionadas

Oportunidades afecta una parte de los determinantes de las condiciones laborales de un individuo. En particular,
aquella referida a las condiciones de la oferta laboral, ya que individuos con mejor nutrición, salud y educación están
mejor dotados para incorporarse al mercado de trabajo de manera productiva. Sin embargo, el empleo y los niveles de
salario existentes en una economía en particular también dependen de la marcha de los negocios y la economía en
general. Es decir, de la demanda de trabajo. El Programa no tiene un efecto directo sobre la demanda de empleo.
De una manera esquemática, la figura 1 ilustra lo explicado en el párrafo anterior. El Programa Oportunidades
tiene una incidencia directa sobre la educación, la salud y la nutrición (línea 1).35 Estas variables, a su vez, afectan
las características de la oferta laboral en un mercado en particular (línea 2). Oportunidades tiene efectos directos
sobre la educación, la salud y la nutrición. A través de estas variables, el Programa también tiene efectos indirectos
sobre el empleo y los salarios. Sin embargo, la demanda laboral también afecta las condiciones de empleo y los
salarios prevalecientes en el mercado (línea 5). El Programa no tiene un efecto directo sobre las condiciones de la
demanda de trabajo. Puede especularse, sin embargo, que sí tiene efectos directos sobre el empleo y los salarios

Salud y nutrición
Figura 1
Oportunidades 1 2 Empleo, salarios Efectos posibles de
Educación Oportunidades
3
4 Oferta de trabajo 5

Demanda de trabajo
72 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

(línea 3) e indirectos sobre la demanda de trabajo (línea 4) si se considera que los recursos monetarios recibidos
por las familias beneficiarias pueden usarse para incentivar el gasto en las localidades beneficiarias, lo que a su vez
permite más oportunidades de empleo.
Este estudio se concentra en intentar identificar los efectos directos del Programa sobre el empleo y los salarios,
y los efectos indirectos sobre estas variables a través de la educación. Se buscará controlar por las condiciones de la
demanda de trabajo, de tal manera que se puedan aislar los efectos del Programa y no se atribuyan indebidamente
resultados (favorables o desfavorables) que no le correspondan dado su diseño, su fin y su propósito, así como sus
componentes. La próxima sección explica los métodos adoptados con esta finalidad.

II. Métodos
Datos

La principal fuente de datos para este estudio es el módulo de jóvenes de la Encuesta de Evaluación de los Hogares
Rurales 2007 (Encel 2007). Este módulo consiste en varios cuestionarios realizados a jóvenes entre 14 y 24
años de edad en las localidades que visita la muestra Encel 2007. Esta muestra incluye a los hogares que fueron
entrevistados en las localidades visitadas en encuestas de seguimiento anteriores (Encel 1998, 2000 y 2003) y
además agrega un conjunto adicional de localidades en nuevas entidades federativas.
El módulo de jóvenes incluye cuestionarios relacionados con diversos tópicos, entre ellos uno referido a la inserción
laboral de los jóvenes entrevistados. Este cuestionario es muy similar al utilizado en la Encuesta Nacional de Ocupación
y Empleo (ENOE), originalmente diseñada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI)
para dar seguimiento al mercado laboral mexicano. De esta manera, se obtiene en la Encel 2007 información sobre
empleo, salarios y muchos otros aspectos del mercado laboral similar a la que se genera por la ENOE.
En el cuadro 1 y siguientes se muestra la inserción laboral de los jóvenes entrevistados en la Encel 2007 y se
compara con una submuestra de la ENOE correspondiente a jóvenes entre 14 y 24 años, en localidades rurales de
las mismas 12 entidades federativas que visitó la Encel 2007. Si bien estas dos encuestas obedecen a propósitos,
metodologías y marcos muestrales distintos, la comparación permite observar si la participación laboral de los jóve-
nes en las localidades encuestadas por la Encel (y por tanto la muestra de jóvenes beneficiarios con que se realizan
distintas evaluaciones del Programa) arroja un comportamiento laboral similar o distinto al de las regiones en que
se encuentran.*
La tasa de actividad de la muestra Encel es de un 36.4%, menor a la observada en el tercer trimestre del 2007
con la ENOE para la misma área geográfica y el mismo grupo etario (45.5%). La tasa de desocupación, en cambio,
es muy similar para ambas muestras (3.4 y 3.1%, respectivamente). Otra diferencia importante reside en la tasa
de disponibilidad entre los inactivos.‡ En la muestra Encel, el porcentaje de disponibles entre los inactivos es de sólo
un 0.7%, mientras que la misma asciende a 19.7% en la ENOE. Esto quiere decir que la muestra Encel no sólo
tiene una menor tasa de actividad, sino una mucho menor tasa de disponibilidad. Esto implica que, en general, los
jóvenes de las localidades encuestadas por la Encel están mucho menos vinculados con el mercado laboral que el
promedio de jóvenes en áreas rurales. En contraposición, el porcentaje de inactivos no disponibles es mucho mayor
en la Encel que en la ENOE, lo cual implica que las comunidades de la primera muestra tienen una mayor incidencia
de jóvenes estudiando y/o prestando labores no remuneradas en el hogar.
Si se observa exclusivamente a los jóvenes en la muestra que se encuentran ocupados, se pueden caracterizar las
formas de ocupación de los mismos. El cuadro 2 muestra la distribución de los jóvenes ocupados según distintas carac-

* Debido a sus diferencias técnicas, no se calculan intervalos de confianza para las diferencias observadas entre los grupos.

Los disponibles son aquellas personas que no se encuentran trabajando ni buscando un trabajo en el periodo de referencia de la encuesta (es decir,
personas económicamente inactivas) pero que estarán disponibles para trabajar aunque han desistido de buscar un empleo por considerar que no tienen
posibilidades para encontrarlo.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 73

Encel 2007 ENOE 2007(1) Cuadro 1


Total observaciones en módulo 30 942 7 493 Comparativo de jóvenes
Población económicamente activa 11 265 36.4% 3 411 45.5% 14-24 años en Encel y
Ocupada 10 877 96.6% 3 306 96.9% ENOE, PEA y PEI
Desocupada 388 3.4% 105 3.1%

Población económicamente inactiva 19 677 63.6% 4 082 54.5%


Disponible 128 0.7% 806 19.7%
No disponible 19 549 99.3% 3 276 80.3%
No especificado 99 0.5% – –

Nota: Corresponde sólo a individuos entre 14 y 24 años de edad, en áreas rurales, en las mismas 12
entidades federativas que la Encel 2007

terísticas. Allí se puede observar, en primer lugar, que la muestra Encel registra un porcentaje muy elevado de jóvenes
en ocupaciones no especificadas (14.7%), lo cual puede indicar una alta precariedad de empleo o dificultad entre los
encuestadores para determinar la función que ocupa el entrevistado en su empleo.
La distribución por jornada laboral es muy similar entre ambas encuestas: una moda por encima de 80% en jornadas
de más de 48 horas semanales. Sin embargo, hay una mayor incidencia de empleos con jornadas de menos de 48
horas entre los jóvenes de la muestra Encel (13.4% en vez de 6.8% en la ENOE). En cuanto al acceso a instituciones
de salud (IMSS, ISSTE, seguros privados, etc.), los jóvenes con empleo encuestados por la Encel muestran una menor
incidencia (4.6%) que los encuestados por la ENOE (11.9%).
Finalmente, en cuanto al ámbito y tamaño de la unidad económica en que laboran, los ocupados de la Encel se
concentran más en actividades agropecuarias que los de la ENOE. Un 46.7% de los primeros se ocupa en el ámbito
agropecuario, pero sólo 35.3% de los segundos se ocupa de manera similar. Entre los empleados en actividades no
agropecuarias, los encuestados de la Encel se aglutinan en micronegocios (73.3%), mientras que los de la ENOE
se concentran en empresas mayores (61.2%).
En resumen, al comparar a los jóvenes entrevistados en la Encel, con la muestra de la ENOE, los primeros muestran
menores tasas de actividad laboral, en ocupaciones con jornadas más cortas, con menos protección de seguridad social
(lo que se puede interpretar como un signo de empleo informal) y en empleos mayormente concentrados en actividades
agropecuarias. Esto indica que el mercado laboral de las localidades encuestadas por la Encel muestran patrones de
empleo para jóvenes distintos a los de otras localidades rurales de las mismas entidades federativas bajo estudio.
Una vez conocido el contexto del mercado laboral de las localidades Encel con respecto a localidades similares en el
país, se puede proceder a conocer las características de la inserción laboral para distintos grupos de jóvenes entrevistados
por esta encuesta (ver en anexos las pruebas de medias). En particular, cómo se distribuye la oferta laboral de jóvenes
en la Encel distinguiendo por condición indígena, por duración del Programa Oportunidades en su localidad y por la
condición de beneficiario o no beneficiario. Todo esto permite una primera aproximación a los posibles efectos sobre
las condiciones laborales de los beneficiarios de Oportunidades.
Un 31% de los jóvenes entre 14 y 24 años entrevistados en la Encel es indígena. La comparación entre la oferta
laboral de los jóvenes indígenas y los no indígenas se observa en el cuadro 3. La tasa de actividad de los jóvenes indígenas
es superior a la de los no indígenas en un 4.2%. Las tasas de desempleo y de disponibilidad, en cambio, muestran una
diferencia irrelevante (apenas 0.1%).
El cuadro 4 muestra la distribución de los jóvenes ocupados, según condición indígena. Los jóvenes indígenas
tienen un mayor porcentaje de ocupación como trabajadores no remunerados (18.8%) y en labores no especificadas
(16.4%) que los no indígenas (14.4 y 13.7%, respectivamente). Este mayor porcentaje en estas funciones se
produce en detrimento de los empleos subordinados y remunerados, los cuales sólo representan 54% de la ocupación
total entre los indígenas (a diferencia del 62.6% entre los no indígenas).
74 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 2 Encel 2007 ENOE 2007*


Comparativo de jóvenes Total de población ocupada 10 877 3 306
14-24 años en Encel y
ENOE, características Por función
de empleo Trabajadores subordinados
y asalariados 6 488 59.7% 2 211 66.9%
Asalariados 5 373 82.8% 1 332 60.2%
Con percepciones no salariales 1 104 17.0% 879 39.8%
Empleadores 162 1.5% 11 0.3%
Trabajadores por cuenta propia 898 8.3% 205 6.2%
Trabajadores no remunerados 1 734 15.9% 879 26.6%
No especificado 1 595 14.7% 0 0.0%

Por duración de la jornada


Menos de 15 horas 196 1.8% 25 0.8%
De 15 a 34 horas 718 6.6% 118 3.6%
De 35 a 48 horas 549 5.0% 78 2.4%
Más de 48 horas 9 121 83.9% 2 936 88.8%
No especificado 47 0.4% 81 2.5%
No responde 246 2.3% 68 2.1%

Por condición de acceso


a instituciones de salud
Con acceso 499 4.6% 393 11.9%
Sin acceso 10 378 95.4% 2 913 88.1%
No especificado – –

Ámbito y tamaño de la unidad económica


Ámbito agropecuario 5 080 46.7% 1 581 35.3%
Ámbito no agropecuario 5 797 53.3% 2 902 64.7%
Micronegocios 4 251 73.3% 1 126 38.8%
Otros establecimientos 1 546 26.7% 1 776 61.2%
No especificado – – – –

* Corresponde sólo a individuos entre 14 y 24 años de edad, en áreas rurales, en las mismas 12
entidades federativas que la Encel 2007

En cuanto a la jornada laboral, los jóvenes indígenas muestran un mayor porcentaje de jornadas con menos
de 48 horas (16.9%) que los no indígenas (11.7%). Asimismo, muestran un menor porcentaje de empleos con
acceso a atención médica: 2.8% entre los indígenas, versus 5.5% entre los no indígenas. Finalmente, los jóvenes
indígenas muestran un mayor porcentaje de empleo en actividades agropecuarias (53.2%) y en microempresas no
agropecuarias (45.5%) que los no indígenas (cuyos porcentajes son 43.5 y 35.8%, respectivamente).
Las localidades encuestadas en la Encel 2007 se pueden clasificar de acuerdo con la duración del Programa
Oportunidades en ellas.* Se definen en este estudio tres tipos de localidades: aquellas en las que el Programa tiene
seis años o más, localidades con más de tres pero menos de seis años y localidades con menos de tres años en el
Programa. El cuadro 5 incluye la distribución de la oferta laboral por tipo de localidad en la Encel 2007. La tasa de

* Dado que el programa tiene 10 años de funcionamiento, las localidades visitadas en la muestra pueden tener hasta un máximo de 10 bajo el
tratamiento del Programa.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 75

Encel indígenas ENCEL no indígenas Cuadro 3


Total observaciones en módulo 9519 21423 Comparativo de jóvenes
Población económicamente activa 3742 39.3% 7523 35.1% 14-24 años en Encel y
Ocupada 3614 96.6% 7263 96.5% PEA y PEI, indígenas
Desocupada 128 3.4 260 3.5%

Población económicamente inactiva 5777 60.7% 13900 64.9%


Disponible 43 0.7% 85 0.6%
No disponible 5734 99.3% 13815 99.4%

Encel indígenas ENCEL no Cuadro 4


indígenas 2007* Comparativo de jóvenes
Total de población ocupada 3614 7263 14-24 años en Encel
y características de
Por función empleo, indígenas
Trabajadores subordinados
y remunerados 1952 54.0% 4547 62.6%
Asalariados 1531 78.4% 3856 84.8%
Con percepciones no salariales 420 21.5% 681 15.0%
Empleadores 58 1.6% 104 1.4%
Trabajadores por cuenta propia 329 9.1% 567 7.8%
Trabajadores no remunerados 680 18.8% 1048 14.4%
No especificado no responde 594 16.4% 997 13.7%

Por duración de la jornada


Menos de 15 horas 86 2.4% 110 1.5%
De 15 a 34 horas 301 8.3% 417 5.7%
De 35 a 48 horas 223 6.2% 326 4.5%
Más de 48 horas 2905 80.4% 6216 85.6%
No especificado 9 0.5% 28 0.4%
No responde 80 2.2% 166 2.3%

Por condición de acceso


a instituciones de salud
Con acceso 102 2.8% 397 5.5%
Sin acceso 3512 97.2% 6866 94.5%
No especificado – –

Ámbito y tamaño de la unidad económica


Ámbito agropecuario 1921 53.2% 3159 43.5%
Ámbito no agropecuario 1693 46.8% 4104 56.5%
Micronegocios 1648 97.3% 2603 63.4%
Otros negocios 1599 2.7% 2487 36.6%

* Corresponde sólo a individuos entre 14 y 24 años de edad, en áreas rurales, en las mismas 12
entidades federativas que la Encel 2007
76 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 5 Encel localidades Encel localidades Encel localidades


Comparativo de 6 y más entre 3 y 6 menos de 3
jóvenes 14-24 años en Total observaciones en módulo 24296 4062 2356

Encel, PEA y PEI, por Población económicamente activa 8743 36.0% 1638 40.3% 813 34.5%

duración de exposición Ocupada 8449 96.6% 1570 95.8% 791 97.3%

al Programa Desocupada 294 3.4% 68 4.2% 22 2.7%

Población económicamente inactiva 15553 64.0% 2424 59.7% 1543 65.5%


Disponible 96 0.6% 22 0.9% 10 0.6%
No disponible 15457 99.4% 2402 99.1% 1533 99.4%

actividad laboral es mayor en las localidades con duración intermedia (40.3%), seguida por las de duración larga
(36.0%) y duración corta (34.5%). No existen diferencias relevantes en la composición de la población inactiva
entre los tres tipos de localidad, pero las tasas de desempleo lucen ligeramente superiores en las localidades con
duración intermedia (4.2%) y larga (3.4%) que en las de duración corta (2.7%).
El cuadro 6 muestra la distribución de los jóvenes ocupados, según el tipo de localidad en que habitan. Se observa
en él que las localidades con larga duración del Programa tienen un mayor porcentaje de trabajadores por cuenta
propia, no remunerados o en función no específica: 40.3%. Esto contrasta con el porcentaje de trabajadores en
dichas funciones para las localidades con duración media o corta: 32.2 y 35.6%, respectivamente. Asimismo, las
localidades con larga duración del Programa tienen un mayor porcentaje de jóvenes trabajando jornadas con menos
de 48 horas a la semana: 14.0%, versus 12.0 y 10.0% en los otros dos tipos de localidad.
Las localidades con larga duración del Programa también muestran un menor porcentaje de jóvenes ocupados
con acceso a atención médica (IMSS, ISSTE, seguros privados, etc.) que los de otras localidades. Sólo 3.4% de los
primeros tiene dicho acceso, en contraste con el 8.9 y 8.3% de los segundos. Además, las localidades con larga
duración del Programa tienen una mayor incidencia de ocupaciones en actividades agropecuarias (49.7%) y de
ocupaciones en micronegocios en actividades no agropecuarias (41.5%).
El cuadro 7 y el cuadro 8 muestran las características de la oferta laboral de los jóvenes encuestados por la Encel
distinguiendo entre jóvenes beneficiarios y no beneficiarios del Programa. La tasa de actividad de los beneficiarios
es superior en 4.3% a la de los no beneficiarios. Las tasas de desocupación y de disponibilidad, en cambio, son
prácticamente iguales entre ambos grupos. Entre población ocupada, la incidencia de trabajadores subordinados y
remunerados es mayor entre los no beneficiarios que entre los beneficiarios: 62.9 y 57.5%, respectivamente. Por
otro lado, los no beneficiarios también tienen una mayor incidencia de ocupados con acceso a servicios de salud y
con jornadas laborales de más de 48 horas semanales. Tienen, a su vez, una menor proporción de ocupados en ac-
tividades agropecuarias (40.7 en vez de 48.5%) y en microempresas no agropecuarias (32.9 en vez de 40.9%).
Finalmente, el cuadro 9 muestra el salario promedio mensual para trabajadores en las diferentes categorías que
se han presentado en cuadros anteriores. En general, las diferencias salariales entre los datos de la ENOE y de la
Encel son muy pequeñas: no llegan ni a 1% del salario promedio. Sin embargo, las diferencias entre grupos de la
Encel son más importantes: oscilan entre 5 y 9% del salario promedio. En particular, el salario de los no indígenas es
8.8% superior al de los indígenas. Asimismo, la mensualidad de los asalariados en localidades con 3 a 6 años en el
Programa, son superiores en torno a 9.0% a la de los asalariados en otras localidades. Los no beneficiarios registran
un salario mensual 9.6% superior al de los beneficiarios y los no elegibles.
En general, los cuadros anteriores indican que la Encel 2007 tiene una composición de la oferta laboral diferen-
te a la de la ENOE del mismo periodo y para grupos etarios y geográficos similares, aunque se observan ingresos
mensuales similares entre los asalariados de ambas muestras. Los datos de la Encel registran una menor incidencia
de actividad laboral, de empleos de larga jornada, con acceso a servicios de salud y en actividades no agropecuarias.
Estas diferencias pueden deberse a que las localidades visitadas por los encuestadores de la Encel son localidades,
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 77

Encel localidades Encel localidades Encel localidades Cuadro 6


6 y más entre 3 y 6 menos de 3 Comparativo de
Total de población ocupada 8 449 1 570 791 jóvenes 14-24 años en
Encel y características
Por función de empleo, por
Trabajadores subordinados duración de exposición
y remunerados 4 919 58.2% 1 033 65.8% 500 63.2% al Programa
Asalariados 4 011 81.5% 929 89.9% 412 82.4%
Con percepciones no salariales 899 18.3% 101 9.8% 87 17.4%
Empleadores 121 1.4% 31 2.0% 10 1.3%
Trabajadores por cuenta propia 709 8.4% 121 7.7% 60 7.6%
Trabajadores no remunerados 1 406 16.6% 201 12.8% 116 14.7%
No especificado 1 294 15.3% 184 11.7% 105 13.3%

Por duración de la jornada


Menos de 15 horas 167 2.0% 22 1.4% 6 0.8%
De 15 a 34 horas 576 6.8% 92 5.9% 43 5.4%
De 35 a 48 horas 442 5.2% 74 4.7% 30 3.8%
Más de 48 horas 7 016 83.0% 1 351 86.1% 699 88.4%
No especificado 5 0.1% 4 0.3% 37 4.7%
No responde 243 2.9% 27 1.7% 0 0.0%

Por condición de acceso


a instituciones de salud
Con acceso 286 3.4% 139 8.9% 66 8.3%
Sin acceso 8 163 96.6% 1 431 91.1% 725 91.7%
No especificado – – –

Ámbito y tamaño de la unidad


económica 8 449 1 570 791
Ámbito agropecuario 4 198 49.7% 518 33.0% 325 41.1%
Ámbito no agropecuario 4 251 50.3% 1 052 67.0% 466 589%
Micronegocios 3 510 82.6% 430 40.9% 278 59.7%
Otros negocios 741 17.4% 622 59.1% 188 40.3%
No especificado

en su mayoría, de alta marginación mientras que las de la ENOE cubren toda la variedad de localidades del área
rural. Estos resultados parecen indicar que las localidades Encel tienen mercados laborales menos activos y más
concentrados en actividades del sector primario.
Al comparar las observaciones de la Encel según los distintos grupos que la componen se observan también al-
gunas diferencias preliminares. Los indígenas, los beneficiarios y los habitantes de localidades donde el Programa ha
operado por más de seis años, muestran una mayor incidencia de empleo agropecuario, menores salarios mensuales
promedio y menor acceso a instituciones de salud a través del trabajo. Estos grupos arrojan indicaciones de tener
una mayor incidencia de empleos más precarios.
Los datos anteriores, sin embargo, muestran distribuciones no condicionadas de la población encuestada. Estas
distribuciones, si bien comparan la composición de la muestra entre distintos grupos, no permiten identificar si un
grupo en particular tiene resultados laborales sistemáticamente distintos debido a la recepción del Programa o a
78 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 7 Encel beneficiarios encel no beneficiarios


Comparativo de Total observaciones en módulo 23 090 7 852
jóvenes 14-24 años Población económicamente activa 8 661 37.5% 2 604 33.2%
en Encel y PEA y PEI, Ocupada 8 365 96.6% 2 512 96.5%
beneficiarios y no Desocupada 296 3.4% 92 3.5%
beneficiarios
Población económicamente inactiva 14 429 62.5% 5 248 66.8%
Disponible 96 0.7% 32 0.6%
No disponible 14 333 99.3% 5 216 99.4%

Cuadro 8 Encel beneficiarios encel no beneficiarios


Comparativo de Total de población ocupada 8 365 2 512
jóvenes 14-24
años en Encel y Por función
características de Trabajadores subordinados
empleo, beneficiarios y y remunerados 4 813 57.5% 1 579 62.9%
no beneficiarios Empleadores 145 1.7% 48 1.9%
Trabajadores por cuenta propia 805 9.6% 263 10.5%
Trabajadores no remunerados 1 071 12.8% 242 9.6%
No especificado 1 518 18.1% 379 15.1%
No responde

Por duración de la jornada


Menos de 15 horas 166 2.0% 30 1.2%
De 15 a 34 horas 573 6.8% 145 5.8%
De 35 a 48 horas 450 5.4% 99 3.9%
Más de 48 horas 6 946 83.0% 2 175 86.6%
No especificado 36 0.4% 11 0.4%
No responde 194 2.3% 52 2.1%

Por condición de acceso


a instituciones de salud
Con acceso 319 3.8% 180 7.2%
Sin acceso 8 046 96.2% 2 332 92.8%
No especificado – –

Ámbito y tamaño de la unidad económica


Ámbito agropecuario 4 058 48.5% 1 022 40.7%
Ámbito no agropecuario 4 307 51.5% 1 490 59.3%
Micronegocios 3 424 79.5% 827 55.5%
Otros negocios 883 25.8% 663 80.2%
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 79

SALARIO PROMEDIO* Cuadro 9


Enoe 2007 2 614.62 Salario promedio,
Encel 2007 2 594.91 jóvenes de 14 a 24
Indígenas 2 442.19 años, diversos grupos
No indígenas 2 658.07
Localidad 6+ 2 542.67
Localidad 3-6 2 779.91
Localidad <3 2 664.51
Beneficiarios 2 534.90
No beneficiarios 2 778.59
No elegibles 2 599.09

* Sólo para trabajadores asalariados

alguna otra característica en particular. Para poder argumentar en este sentido, se requiere comparar grupos de datos
que sean iguales en todo sentido, excepto en la percepción del Programa Oportunidades, lo que permite adjudicar
las diferencias en resultados a la operación del Programa. La próxima sección explica la metodología adoptada para
identificar dichos impactos.

Enfoque metodológico

La metodología de este estudio se aplica a dos tipos de preguntas. La primera busca determinar si el Programa afecta
positivamente la inserción laboral de jóvenes beneficiarios, en cuanto a su probabilidad de conseguir empleo y en
cuanto a los salarios que perciben de dicho empleo. La segunda busca determinar si el Programa tiene algún efecto
en cuanto al tipo de ocupación en el empleo de los jóvenes con respecto al de sus padres.
Debido a que esta evaluación de efectos laborales se hace a los 10 años de iniciado el Programa, cabe hablar de
una evaluación de impacto de largo plazo. Una evaluación de impacto de largo plazo puede interpretarse de dos
maneras. Una manera consiste en considerar el efecto en el largo plazo entre dos o más grupos con tratamientos
distintos. Una segunda manera es la comparación entre el efecto de largo plazo y el efecto de corto plazo entre
dos o más grupos con tratamientos distintos. Si los tratamientos difieren en su duración, se pueden utilizar las dos
interpretaciones anteriores entre grupos con distinta duración en el tratamiento (lo que llamaremos “exposición” al
tratamiento). Si además se comparan los distintos tipos de tratamiento a grupos sin ningún tratamiento, tanto en
el corto como en el largo plazo, se tiene una variedad de efectos de largo plazo que cabe considerar. En la figura 2
se muestra una ilustración de los distintos efectos de largo plazo que se pueden medir.
El eje horizontal mide el tiempo y el eje vertical la variable resultado de interés (por ejemplo, salarios). La línea
roja en el tope representa la evolución en el tiempo de la variable de interés para un grupo de personas que recibieron
una larga exposición al tratamiento (por ejemplo, nueve años como beneficiario de Oportunidades). La línea negra
en el medio representa la evolución en el tiempo de la variable de interés que tuvo una corta exposición al Programa
(digamos, tres años como beneficiario de Oportunidades). Finalmente, la línea segmentada, en el fondo, representa
a aquellos que no recibieron el tratamiento en ningún momento, aunque son hogares elegibles a ser beneficiarios. La
distancia vertical entre cada una de estas líneas en distintos momentos del tiempo (en el corto y en el largo plazo)
permite calcular distintos efectos de largo plazo.
El efecto de largo plazo entre el tratamiento de larga exposición y el tratamiento de corta exposición es la dis-
tancia “e” menos la distancia “a” (e-a). El efecto de largo plazo entre el tratamiento de corta exposición y el grupo
de control (sin tratamiento) es (f-b). Finalmente, el efecto de largo plazo entre el grupo con larga exposición y el
grupo de control es [(e+f)-(a+b)].
80 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Considerar los efectos de largo plazo de la manera anterior puede pasar desapercibida información relevante para
juzgar la eficiencia de una intervención. En efecto, si fuese el caso que el impacto de una intervención en particular
no varía después de un cierto momento o de una cierta dosis, entonces no tendría sentido económico tener un tra-
tamiento después de cierto momento o después de cierta exposición al tratamiento. Si, por el contrario, los efectos
de la intervención sí varían con la duración de la exposición o con el tiempo ocurrido después de la intervención,
resulta importante saber cuál es el efecto adicional que se logra al extender la intervención.
Nuevamente siguiendo la figura 2, el efecto a largo plazo (comparado con el corto plazo) entre el grupo de larga
exposición y el grupo de corta exposición es la distancia (e-a)-(c-a)=e-c. El efecto entre el grupo de corta exposición
y el grupo de control (sin tratamiento) es (f-b)-(d-b)=(f-d). Finalmente, el efecto de largo plazo entre el grupo con
larga exposición y el grupo de control es [(e+f)-(a+b)]-[(c+d)-(a+b)] = (e+f)-(c+d).
Nótese que la diferencia en el largo plazo entre el grupo de larga exposición y el de corta exposición (según
la primera manera) es equivalente a (e-a). Pero la diferencia entre los efectos de corto y largo plazo entre estos
dos grupos es (e-c). Se puede entonces descomponer el efecto de largo plazo en dos partes, una que corresponde
al corto plazo (e-c) y otra que corresponde a la extensión del periodo (c-a). En efecto, (e-a)=(e-c)+(c-a). Esta
descomposición, permite reconocer el impacto en distintos momentos y conocer si el impacto de una intervención
dada cambia en el tiempo.
Este estudio se concentra en el efecto de largo plazo (al año 2007), y no explora la diferencia entre efectos de
largo y corto plazo (es decir, los cambios entre 2007 y 2003, u otro año anterior). Esto se debe a dos razones. En
primer lugar, la muestra Encel 2007 considera jóvenes entre 14 y 24 años, por lo que un porcentaje importante de
ellos (más de la mitad) sería menor de 14 años en 2003, por lo que su inserción laboral es muy reducida.* En se-
gundo lugar, el momento de observación anterior (Encel 2003), incluye un número mucho menor de observaciones

Figura 2 Variable resultado


Impacto del Programa Grupo con larga
de acuerdo con su exposición al
tratamiento
exposición en el tiempo
sobre elegibles

Grupo con corta


c f exposición al
tratamiento

a d
Grupo sin
exposición al
tratamiento
b

Antes Después (corto plazo) Mucho después (largo plazo) Tiempo

* De los jóvenes en la Encel 2007 observados para este estudio sólo un 59.7% de la muestra tendría 14 años o menos en 2003, un 81% tendría esa
edad en 2000 y 95.9% en 1998. Ver distribución por edades de las observaciones utilizadas en cuadro C4, en el anexo C.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 81

debido a que en la Encel 2007 se incorporaron nuevas localidades de otras entidades federativas. No se cuenta con
información retrospectiva para estas nuevas localidades, por lo que no se tienen datos sobre la inserción laboral en
2003 de los jóvenes entrevistados en las nuevas localidades, ni tampoco información sobre sus condiciones antes de
iniciarse el Programa. Ambas razones implican que el número de observaciones disponibles para evaluar el impacto
laboral entre 2003 y 2007 se vería muy reducido, afectando la significación de los resultados.
Basado en lo anterior, y tomando en cuenta el diseño de las distintas encuestas Encel, el mecanismo de identi-
ficación adoptado es el siguiente. Del total de jóvenes encuestados en la Encel 2007 se toman sólo aquellos para
los cuales se cuenta con información retrospectiva (es decir, se excluyen aquellos que forman parte de localidades
nuevas incluidas en la muestra 2007) y que, además, son elegibles para participar en Oportunidades.* Éstos, a su vez,
se separan en beneficiarios y no beneficiarios. Es decir, entre aquellos que sí han recibido el Programa y aquellos que
no lo han recibido.‡ Finalmente, cada observación es clasificada según la duración del Programa en la localidad en la
cual habita. De esta manera se pueden comparar los resultados laborales en 2007 entre personas con tratamientos
de diferente duración (corto, mediano o largo) y personas sin tratamiento.
El cuadro 10 muestra la distribución de las observaciones disponibles para este estudio, luego de las restric-
ciones impuestas sobre la muestra. Del total de observaciones disponibles para el estudio (16 601), 18% son no
beneficiarios y el resto son beneficiarios.§ Cabe señalar que no se usan 8 514 observaciones correspondientes a los
nuevos estados que se incluyen en la encuesta 2007 ya que no fueron seleccionados bajo ninguna forma muestral o
aleatorizada, ni de aparejamiento (como ocurrió con las muestras originales y la incluida en 2003, respectivamente),
además de que no es posible contar con sus características preprograma.

Modelos

Usando la Encel en sus distintas etapas, se pueden identificar las características del tratamiento recibido por las
personas y con ello armar los grupos de comparación posibles dada la heterogeneidad de los datos existentes. Es
importante notar, tal como se señaló anteriormente, que se cuenta con una muestra original derivada de la aleatori-
zación inicial, así como del aparejamiento muestral realizado en 2003 para incluir a un nuevo grupo de control.36

Total jóvenes entrevistados 30 942 Cuadro 10


Sin información de localidad 228 Identificación de
Con información de localidad 30 714 muestra comparativa
Cuestionario incompleto 3 352
Cuestionario completo 27 362
Entidades federativas nuevas 8 514
No pobres (no elegibles) 2 247
Pobres (elegibles) 16 601
No beneficiarios 2 994
Beneficiarios 13 607

Nota: El cuadro detallado puede consultarse en el cuadro C1, anexo C

* Esto se define a través del índice de elegibilidad el cual, básicamente, define si el joven forma parte de un hogar con características que lo hacen
potencial beneficiario a participar en el Programa.

En la Encel 2007 los beneficiarios del Programa son todos aquellos que fueron definidos como observaciones de tratamiento en la Encel 1998, además
de los que siendo controles en 1998 se incorporaron al tratamiento en 1999 y 2000. A éstos se agregan una parte de las observaciones incluidas como
controles en la muestra del 2003 y que se incorporaron al tratamiento en años subsiguientes. Los no beneficiarios en el 2007 son mayoritariamente
aquellas observaciones que fueron incorporadas como controles en el 2003 y aún en 2007 no han sido incorporadas como tratamientos.
§
La distribución de estos dos grupos según edad y según duración del Programa en la localidad se muestra en los cuadros C2 y C3 del anexo.
82 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Dado el desgaste de la muestra en el tiempo, el impacto de la migración y de otros factores, es importante reducir
el problema de heterogeneidad de la muestra y que impide que se realicen comparaciones entre tratamientos y control
(las muestras entre los diferentes tiempos de exposición son un tanto diferentes, así como con el control como se
puede observar en las diferentes pruebas de medias presentadas en los anexos, por lo que existe heterogeneidad de
tratamiento y los resultados que se obtuvieran de forma normal de comparación estarían sesgados).
Idealmente, y siguiendo a Hotz, Imbens y Klerman,13,14,* se estima el efecto promedio de los tratados (ATET),
el cual se asocia con que algunas localidades entraron en diferentes puntos del tiempo a recibir beneficios del Pro-
grama:
at(l)=E(Yit(l)-Yit(0)|Ti=l)=E(Dit(l)|Ti=l) (1)

Donde Yit representa la variable dependiente de interés (empleo asalariado, tipo de ocupación, etc.) para el indivi-
duo i, Ti=1 es una persona con tratamiento o recepción de beneficios del Programa y el término Dit(l) es la diferencia
entre el resultado que obtendría una persona si hubiese recibido el tratamiento y si no lo hubiese recibido.
Es posible utilizar estimadores derivados de la metodología de aparejamiento por propensión pero debido a una
serie de limitaciones en los datos, se propone seguir una estrategia de “método de regresión ajustada” a través
del cual se puedan explotar las variaciones de otorgamiento de beneficios a través del tiempo por localidades y
entonces realizar estimaciones paramétricas como se explica a continuación.13,14 Entonces, el modelo ideal sería el
siguiente:
3 3 3 3
E[Y2007|T,Z,X,M]= g(α+∑biTi+Zgz+Xdx+MlM+∑TiZbzi+∑TiXbxi+∑TiMbMi) (2)
i=1 i=1 i=1 i=1

Donde: Ti corresponde a variables binarias que denotan tres tipos de tratamiento (corto, mediano y largo), Z
es un vector de variables que describen al individuo, X es un vector de variables que describen al hogar, y M es un
vector de variables que describen la localidad
El efecto del Programa asumiendo que g() es una función lineal sería el siguiente:
∂E[Y2007|.]
=bi+ZbZi+ZbXi+ZbMi i=1,2,3 (3)
∂Ti
De donde se pueden contrastar, por mencionar sólo un ejemplo, las siguientes hipótesis:

Formal Coloquial

El tratamiento (i=1, 2 o 3) tiene un impacto estadísticamente significativo con respecto al grupo omitido
H1:bi≠0
(elegibles, no beneficiarios)
El tratamiento (i=1, 2 o 3) tiene un impacto estadísticamente significativo en el grupo definido por alguna
H1:(bi+bXi)≠0 variable en el vector X (o en Z o en M) con respecto al grupo omitido (por ejemplo, persona en hogar indígena y
con tratamiento, con respecto a persona en hogar no indígena y sin tratamiento)

* Estos autores demuestran que mediante su metodología, al comparar grupos similares de tratamiento y control entre localidades, se eliminan las
diferencias poblacionales ante la ausencia de cualquier tratamiento, así como los sesgos derivados de factores locales que en nuestro caso podrían ser
introducidos por entrar en una localidad antes o después. También demuestran que, realizando aparejamiento por las mismas variables que también se
incluyen para controlar por la heterogeneidad en la metodología en la que se basa el presente estudio, se obtienen los mismos resultados que al utilizar
regresiones de dobles diferencias ajustadas, pero eliminando las condiciones restrictivas impuestas por el método de aparejamiento, y haciéndolo
también a través del uso de variables observables preprograma.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 83

Como no se tiene en la actualidad información sobre la duración del tratamiento en cada persona de la muestra,
se ha optado por utilizar el tiempo que tiene el Programa en cada localidad. En este sentido, se asume que la du-
ración del tratamiento de un individuo es igual a la duración del Programa en la localidad donde vive el individuo.*
Entonces el modelo propuesto, luego de suprimir algunas interacciones y manteniendo, para facilitar la notación, el
supuesto de linealidad, es:
3 3 3
E[Y2007|T,Z,X,M]= α+b0T+∑jiLi+Zgz+Xdx+MlM+TZbT+∑biTLi+∑TLiZbzi+e (4)
i=2 i=2 i=2

Donde T es una binaria que es 1 si la persona recibe tratamiento o no, Li es una binaria que es 1 si el hogar vive
en una localidad donde el Programa llegó hace menos de tres años, entre 3 y 6, o más de 6 años (i=1, 2 ,3)
En este caso, el efecto marginal de ser tratado es:
∂E[Y2007|T,Z,X,M] 3 3
=b0+∑biLi+ZbT+∑LiZbZi (5)
∂T i=2 i=2

Formal Coloquial
El tratamiento (i=1) tiene un impacto estadísticamente significativo con respecto al grupo omitido (elegibles,
H1:b0≠0
no-beneficiarios)
H1:bi≠0 El tratamiento (i=2 o 3) tiene un impacto significativamente distinto con respecto al tratamiento corto (i=1)

El tratamiento i tiene un impacto significativamente distinto al tratamiento j, en el grupo definido por Z (por
H1:(bZi-bZj)≠0 i≠j ejemplo tratamiento largo para persona en hogar indígena es distinto a tratamiento mediano para persona en
hogar indígena)

La segunda parte del análisis de la evaluación, se enfocará más específicamente en la batería de preguntas
intergeneracionales que contiene el módulo de jóvenes. De esta forma podemos construir un comparativo entre
la situación laboral de los jóvenes y aquella que tenían sus jefes de hogar anteriormente cuando tenía 15 años (el
entrevistado). Así, se construirán matrices de transición intergeneracionales de la forma:

Hijos E1 E2
Padres E1 a b
E2 c d

Donde los padres serían la situación inicial y los hijos la situación final y la diagonal (a y d) denota la persisten-
cia intergeneracional de habilidades de padres a hijos y la diagonal (b y c) representaría un indicador de movilidad
laboral intergeneracional y más específicamente el término b sería un indicador de movilidad hacia arriba o positiva,
y el término c un indicador de movilidad negativa, o hacia abajo. Las medias de interés capturadas en la variable
E en la matriz son categorías a establecer para: nivel de ingreso de padres, contra nivel de ingreso de hijos; tipo de
ocupación (menos calificada, calificada media, calificada alta); horas trabajadas; si cuenta con trabajo formal.
Una vez determinadas las matrices de transición intergeneracional, de forma análoga se pretende medir el impacto
que ha tenido el beneficiarse de Oportunidades y su exposición en el tiempo.

* Este supuesto podría inducir un sesgo en los resultados. Aquellos individuos que reportan ser beneficiarios, pueden serlo por menos tiempo que la
duración del programa en la localidad. Aquellos que reportan no ser beneficiarios al momento de la entrevista, pueden haberlo sido por algún tiempo en
el pasado. En la actualidad se realizan esfuerzos en Oportunidades para emparejar la información administrativa sobre la duración y monto del apoyo
recibido por un beneficiario y la información muestral en la Encel 2007. Esta información estaba disponible sólo de forma parcial para los autores al
momento de realización de este estudio, ya que resta aún por emparejar un gran porcentaje de la muestra, lo que introduciría problemas mayores en el
análisis a realizar.
84 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Se realizarían categorías para cada celda de las matrices de transición, de forma por ejemplo que las celdas de la
matriz se ordenaran b>d>a>c la cual establece un ordenamiento entre las transiciones, esto es, la movilidad positiva
es mejor valuada que la no movilidad y ésta a su vez que la movilidad negativa. De esta forma podríamos obtener
las probabilidades condicionadas de movilidad entre ambas generaciones a través de un modelo probit multinomial
ordenado,37 donde la variable dependiente es el ordenamiento establecido anteriormente la cual denotamos y,
condicionado a una serie de características. En nuestro caso tendremos que y toma los valores {0, 1, 2}, donde el
2 indica movilidad positiva o hacia arriba, el 1 no movilidad y el 0 movilidad negativa o hacia abajo.
El modelo probit multinomial ordenado37 tendría como variable dependiente el ordenamiento establecido ante-
riormente la cual denotamos y* y condicionado a una serie de características de forma:
y*=bíXi+ei (6)
ei ~ N(0,1)
yi=0 si y*<=m0
=1 si m0<y*<=m1

=J si y*<=mJ-1
Los términos m serán determinados por el modelo conjuntamente con b y e. En este caso, se tienen y se toman
los valores {0, 1, 2}, donde el 2 indica movilidad positiva, el 1 no movilidad y el 0 movilidad negativa. En este caso,
se tendrá 2 “corte” : m0 y m1.
El conjunto de variables a incluir en la X serían las mismas del conjunto de la ecuación (4) y una serie de variables
de control de características del joven y del padre. Se separarán los resultados de acuerdo con los rangos de exposi-
ción del tratamiento tal como se fijen en las variables L de la ecuación (3). De esta forma se puede saber si hay una
mayor movilidad entre los beneficiarios y no beneficiarios y entre los beneficiarios de acuerdo con su exposición en
el tiempo al tratamiento.

III. Resultados
Para todos los modelos explicados en la sección anterior, se utilizaron solamente a los jóvenes de las entidades fede-
rativas incluidos en todos los levantamientos de la Encel. Se excluyeron, por lo tanto, a aquellos entrevistados en las
nuevas entidades incluidas en la Encel 2007. Esto reduce el número de observaciones disponibles, pero permite tener
el índice de elegibilidad y los datos preprograma del hogar en todas las especificaciones de los modelos. La primera
variable permite tomar en cuenta dentro del análisis a jóvenes comparables para ser beneficiarios y discernir entre
aquellos que efectivamente lo son y aquellos que no lo han sido y que nos servirán como grupo de comparación. Los
datos preprograma, a su vez, permiten controlar por la posible heterogeneidad existente entre grupos de elegibles
que son beneficiarios y otros elegibles que no lo son. También permiten analizar a quienes migraron en el periodo
entre el levantamiento de 2007 y el previo de 2003. Controlar por heterogeneidad en condiciones iniciales, como
ya se señaló en la sección anterior, es una manera de asegurar que las diferencias en resultados laborales en 2007
no se deben a diferencias sistemáticas, no vinculadas al Programa, entre los distintos grupos examinados.

Descripción de resultados principales

Los cuadros que se presentan a continuación muestran los resultados principales de los impactos de acuerdo con diferentes
grupos de beneficiarios y no beneficiarios, como son los efectos generales, efectos por condición de indígena, y por niveles
de educación. Los cuadros que muestran los cambios marginales se calcularon sobre la media y se interpretan como el
cambio que una variable en el modelo tiene sobre la probabilidad que se está estimando. Se estiman con posterioridad
al cálculo del modelo de probabilidad y son diferentes a los coeficientes en dichos modelos.*

* Para una exposición más formal ver Cameron y Trivedi, 2005, capítulos 14 y 15; y STATA 10, Reference manual, capítulo referido al comando, mfx y
meoprobit.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 85

Los resultados de las diferentes especificaciones se pueden consultar en el anexo D de este estudio y siguiendo la
integración de cambios marginales planteada en la sección de metodología para cada tipo de duración de exposición.

Condición de trabajo

De la muestra de jóvenes elegibles que ya no estudian hay 10 166 que están tanto en la población inactiva como en
la económicamente activa, y dentro de ésta hay 5 579 jóvenes que se encuentran ocupados en el mercado laboral.
Los resultados de los efectos que pudiera tener el Programa y su exposición en el tiempo se presentan el cuadro 11
a través de la aplicación de un modelo probit, donde la variable dependientes es 1 si el joven trabaja y 0 si no.

Cambios marginales Cuadro 11


Variable dependiente: 1 si el joven está ocupado Impacto de exposición
Todos Hombres Mujeres al Programa sobre estar
C.M. Z C.M. Z C.M. Z ocupado
Efecto general          
Corto: menos de tres años -0.129 -1.183 0.042 0.339 -0.261 -1.215
Mediano: tres a seis años 0.074 0.236 -0.027 -0.076 0.227 0.439
Largo: más de seis años 0.104 0.524 0.068 0.305 0.077 0.295
Efectos para niveles educativos            
Primaria    
Corto plazo -0.148 -0.816 -0.015 -0.055 -0.165 -0.913
Mediano plazo 0.047 0.343 0.004 0.015 0.107 0.809
Largo plazo 0.001 0.010 0.025 0.263 -0.038 -0.439
Secundaria    
Corto plazo -0.119 -0.518 -0.070 -0.232 -0.062 -0.324
Mediano plazo 0.075 0.630 -0.004 -0.022 0.165 1.146
Largo plazo 0.062 0.688 0.064 0.581 0.021 0.222
Preparatoria    
Corto plazo -0.094 -0.334 0.020 0.054 -0.102 -0.295
Mediano plazo 0.073 0.348 0.065 0.188 0.131 0.509
Largo plazo 0.121 0.908 0.094 0.537 0.095 0.540
Efectos para población indígena            
Corto plazo -0.042 -0.140 0.105 0.245 -0.173 -0.306
Mediano plazo 0.010 0.030 -0.104 -0.256 0.191 0.335
Largo plazo 0.088 0.407 0.004 0.015 0.114 0.416
Número de observaciones 10166 5066 5100
Prob > F 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.207 0.060 0.075

Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. Cálculos obtenidos a
través de un modelo probit. Efectos evaluados en la media de la muestra utilizada para la estimación. Errores estándar obtenidos con el
método delta. CM= Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%
86 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Los resultados muestran que hay un impacto positivo del Programa sobre la probabilidad de estar ocupado para
todos aquellos que se encuentran en localidades con más de tres años en el Programa, pero ninguno de dichos
impactos es estadísticamente significativo. Cabe señalar, como ya se comentó en las secciones anteriores, que el
estar ocupado depende de factores tanto de oferta como de demanda laboral. Algunos de éstos ya están siendo
capturados por las variables de características de esas localidades y las características personales y familiares de los
jóvenes. En el caso de las localidades, se presentan condiciones que no necesariamente fomentan el desarrollo de
actividades productivas. Por ejemplo, aproximadamente sólo el 6% de los jóvenes vive en localidades con al menos
algún tipo de local de servicios financieros.
Los resultados del cuadro 11 indican que, una vez que se controla por otras variables explicativas, la condición
de beneficiario del Programa no produce probabilidades adicionales de obtener empleo. Es decir, el Programa afecta
la probabilidad de obtener empleo sólo en la medida en que incrementa la probabilidad de tener mayor escolaridad.
Obtener escolaridad adicional a través de Oportunidades no conduce a una mayor, ni menor, probabilidad de obtener
empleo que la probabilidad ya inherente a dicho nivel de escolaridad.

Ingresos laborales

De los jóvenes ocupados y que no estudian, se cuenta con 4 138 con ingreso laboral reportado, de los cuales 3 300
han sido beneficiarios y 838 no lo han sido, si bien caen dentro de la elegibilidad para serlo. El cuadro 12 muestra
los resultados de estimar el impacto del Programa en el ingreso laboral de estos jóvenes.
Si bien parece haber un efecto negativo del Programa sobre el ingreso laboral mensual en la exposición al Programa
de largo plazo, la significación desaparece al partir la muestra entre hombres y mujeres. Se identifica un efecto positivo
y estadísticamente significativo sobre el ingreso laboral a largo plazo para hombres con educación primaria y secundaria,
de 12.6 y 14.6%, respectivamente, en comparación con los no beneficiarios con el mismo nivel educativo. Se observa
también un efecto positivo, aunque no significativo, de 3% adicional para jóvenes con educación preparatoria en co-
munidades con larga exposición al Programa. En el caso de las mujeres los efectos estadísticamente negativos son de
signo negativo y sólo para aquellas en localidades con entre 3 y 6 años de exposición al Programa.
Para la población indígena, todos los efectos observados son de signo negativo, pero sólo son estadísticamente
significativos para el ingreso laboral de mujeres en localidades con exposición de corto plazo.
Estos resultados indican que el Programa tiene algunos efectos adicionales en el salario según el nivel educativo
obtenido de los beneficiarios. En el caso de los hombres con educación a nivel primario o secundario, el salario de
los beneficiarios es superior al de los no beneficiarios, en todas localidades con larga exposición al Programa. En el
caso de las mujeres, sin embargo, el salario de las beneficiarias es menor al de las no beneficiarias, con cualquier nivel
educativo, en localidades con exposición intermedia al Programa.

Migración

Una de las hipótesis en las que se basa el Programa Oportunidades consiste en que al aumentar los niveles de edu-
cación, salud y nutrición de los niños y jóvenes beneficiarios, una vez que busquen integrarse al mercado de trabajo,
tendrán acceso a mejores trabajos y salarios más altos. Con ello se contribuiría a romper con el ciclo intergeneracional
de la pobreza en el que están inmersas las familias beneficiarias del Programa. Esta búsqueda de empleo puede im-
plicar, en algunos casos, migración a otras localidades. Este estudio se basa exclusivamente en aquellos integrantes
de la muestra de evaluación que no migraron, ya que no se siguió a los individuos o a las familias que salieron de su
comunidad, como parte del esfuerzo para crear la base de datos longitudinal.
Contar con información sobre los migrantes de la muestra de la Encel es muy importante para la evaluación, ya
que permitirá evaluar si los impactos del Programa son parecidos o distintos para la población migrante. Conside-
rando que en las comunidades rurales donde opera Oportunidades existe una elevada tasa de emigración y, dado
este contexto, los impactos del Programa en los no migrantes podrían darnos una imagen incompleta y/o errónea
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 87

Cambios marginales Cuadro 12


Variable dependiente: log del ingreso laboral mensual Impacto de exposición
Todos Hombres Mujeres al Programa sobre in-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z greso laboral mensual
Efecto general                
Corto: menos de tres años -0.284 -1.256   -0.164 -0.913   -0.527 -1.296  
Mediano: tres a seis años -0.325 -1.294   -0.104 -0.488   -0.710 -1.517  
Largo: más de seis años -0.283 -1.782 ** -0.056 -0.339   -0.479 -1.567  
Efectos para niveles educativos                  
Primaria          
Corto plazo -0.001 -0.007   -0.081 -0.618   0.089 0.374  
Mediano plazo -0.172 -2.600 *** -0.166 -1.703 * -0.221 -2.163 *** 
Largo plazo 0.112 1.750 * 0.126 1.982 ** - -  
Secundaria          
Corto plazo -0.125 -0.818   -0.055 -0.392   -0.288 -1.347  
Mediano plazo -0.096 -0.981   -0.001 -0.008   -0.272 -2.180 **
Largo plazo 0.091 1.362   0.142 1.872 ** 0.028 0.311  
Preparatoria          
Corto plazo -0.300 -1.454   -0.447 -2.312 *** 0.082 0.313  
Mediano plazo -0.605 -2.304 *** -0.506 -1.836 ** -0.760 -2.469 ***
Largo plazo -0.047 -0.421   0.003 0.022   -0.110 -0.634  
Efectos para población indígena                  
Corto plazo -0.381 -1.694 * -0.284 -1.543   -0.687 -1.751 *
Mediano plazo -0.154 -0.604   -0.015 -0.061   -0.376 -0.779  
Largo plazo -0.326 -2.025 ** -0.233 -1.475   -0.265 -0.840  
Número de observaciones 4123 2805 1318
Prob > F 0.00 0.000 0.00
R-cuadrado 0.101 0.085 0.129

Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. C.M= Cambio Marginal. Cálculos
obtenidos a través de Mínimos Cuadrados Ordinarios. Errores estándar obtenidos a través del método delta * = Significancia al 10%, ** = Significancia
al 5%, *** = Significancia al 1%

de los efectos del Programa; lo que es cierto especialmente para el caso de los jóvenes. Esta pérdida de muestra es
particularmente importante en el caso del presente estudio sobre la inserción laboral de los jóvenes, toda vez que
basar el análisis solamente en los jóvenes no migrantes puede dar una imagen incompleta y/o errónea de los efectos
de largo plazo de las intervenciones de Oportunidades.
Dada la importancia de contar con esta información, en el segundo semestre de 2008 el Instituto Nacional de
Salud Pública llevó a cabo un levantamiento de información que implicó buscar información en el hogar de origen,
localizar y entrevistar a aquellos jóvenes que actualmente tienen entre 14 y 24 años de edad y que pertenecieron
y fueron residentes de un hogar elegible para el Programa en 1997 y, además, que en la Encel 2007 se registraron
como emigrantes de dicho hogar. Una vez encontrados en su hogar de destino, a los jóvenes emigrantes se les
entrevistó utilizando una versión modificada del cuestionario de hogar de la Encel 2007 que se enfoca en temas
socioeconómicos, de escolaridad, participación en el mercado laboral, comportamientos de riesgo e historial migratorio.
Los resultados de este levantamiento de información y el análisis que muestre o sugiera la heterogeneidad de los
impactos del Programa en esta población respecto a los jóvenes que no emigraron estarán disponibles a principios
de 2009 por parte del mismo Programa y por tanto al momento del análisis que se presenta en este estudio no es
posible obtener resultados complementarios.
88 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

En cambio, y como primera aproximación al tema, el cuadro 13 presenta los resultados del impacto sobre la
probabilidad de migrar en el periodo comprendido en los dos últimos levantamientos. De los jóvenes que en 2003
tenían edad para ser capturados en la muestra 2007 de jóvenes en edades de 14 a 24 años, aproximadamente un
64% de ellos migró. Por lo tanto, con las características registradas en la muestra Encel 2003 (como variables ex-
plicativas) y la observación de si el joven se encuentra o no presente en la muestra 2007 (como variable explicada),
se estima un modelo probabilístico para determinar las probabilidades de migrar entre beneficiarios del Programa. Si
bien los resultados muestran un efecto positivo para aquellos que habitaban en localidades que entraron al Programa
hace más de tres años, dicho efecto no es estadísticamente significativo.
Tampoco hay un efecto significativo al distinguir por diversos grupos: ni por niveles educativos, ni por condición
indígena, excepto al separar el análisis para hombres y mujeres, se encuentra que hay una reducción en la probabi-
lidad de migrar para aquellos hombres y mujeres beneficiarios con educación primaria en 2003 en localidades que
estuvieron desde el inicio dentro del Programa. Si bien el objetivo de este estudio no es profundizar en este aspecto
migratorio, sí es relevante de forma preliminar saber que no hay evidencia de que el Programa haya incidido direc-
tamente en la migración de los jóvenes.
Cabe señalar que la decisión de migrar depende de muchos otros factores que no han sido reseñados en el cuadro
13. Por ejemplo, las variables de edad y escolaridad sí mostraron significación estadística al explicar la probabilidad
de migrar.* Es decir, jóvenes de mayor edad y mayor escolaridad tienen una mayor probabilidad de migrar. La no
significación reseñada en el cuadro 13 indica que haber obtenido escolaridad a través del Programa no aumenta ni
disminuye la probabilidad de migrar, con respecto a la probabilidad ya asociada con el hecho de tener un cierto nivel
educativo. Es decir, el efecto del Programa sobre la probabilidad de migrar es idéntico al efecto de obtener cierto
nivel educativo, ni más ni menos. En cuanto el Programa logra incrementar la escolaridad de los jóvenes, dicha es-
colaridad adicional está asociada a la probabilidad de migrar. El Programa no tiene un efecto extra (marginal) sobre
esta probabilidad.

Cuadro 13 Efectos marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: 1 si el joven migró del hogar entre 2003 y 2007
al Programa sobre mo- Todos Hombres Mujeres
vilidad migratoria C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general          
Corto: menos de tres años -0.142 -1.019 -0.171 -1.093 -0.296 -1.210
Mediano: tres a seis años 0.136 1.066 - - 0.133 0.766
Largo: más de seis años 0.099 0.965 0.034 0.227 0.094 0.683
Efectos para niveles educativos            
Primaria      
Corto plazo -0.059 -0.472 -0.092 -0.611 -0.066 -0.432
Mediano plazo -0.007 -0.201 - - -0.051 -1.111
Largo plazo -0.048 -1.446 -0.073 -1.773 -0.075 -1.844**
Secundaria      
Corto plazo -0.079 -0.526 -0.059 -0.309 -0.149 -0.749
Mediano plazo 0.040 0.901 - - -0.033 -0.579
Largo plazo 0.017 0.433 -0.013 -0.245 -0.017 -0.337
Preparatoria      
Corto plazo -0.116 -0.300 -0.216 -0.493 -0.182 -0.241
Mediano plazo 0.140 1.084 - - 0.152 0.869
Largo plazo 0.126 1.208 0.031 0.201 0.144 1.030
Continúa…

* En el modelo completo se incluyeron otras variables de control tales como características de los jóvenes, del hogar, de la localidad, y características del
hogar previas al programa (1997). Los resultados completos y los conjuntos de variables incluidas pueden ser consultados en los anexos.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 89

...Continuación
Efectos para población indígena            
Corto plazo -0.042 -0.140 0.105 0.245 -0.173 -0.306
Mediano plazo 0.010 0.030 -0.104 -0.256 0.191 0.335
Largo plazo 0.088 0.407 0.004 0.015 0.114 0.416
Número de observaciones 38000 18687 19313
Prob > F 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.113 0.124 0.109

Notas: Incluye características del individuo, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones correspondientes. Se incluye sólo a
jóvenes encuestados en 2003 y su seguimiento en 2007. Las características incluidas corresponden al 2003. Errores estándar obtenidos a
través del método delta. CM= Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%

Movilidad intergeneracional

Como se explicó en secciones anteriores, una primera aproximación a la medición de la movilidad intergeneracional
se puede realizar a través de la comparación de matrices de transición. Se presentan en el texto solamente aquellas
correspondientes al tipo de ocupación que desempeñan los jóvenes, esto es porque en cuanto a trabajos formales
hay una dinámica muy grande entre trabajos e informales en primer lugar, y además, no es posible aún saber con
certeza si un trabajo, formal o informal, resulta ser mejor que otro, lo cual resulta trascendente para realizar un análisis
de movilidad intergeneracional.*
El cuadro 14 muestra la distribución de ocupaciones entre los jóvenes beneficiarios (en columnas) por la ocupación
de sus padres (en líneas) cuando el joven contaba con 15 años. Cada fila incluye el número total de observaciones en
la muestra, y el porcentaje del total de la línea. De esta manera, se puede identificar el porcentaje de jóvenes en cada
ocupación según el nivel de ocupación del padre.‡ Por ejemplo, en el caso de padres en la ocupación número 1 (peones
y jornaleros agrícolas, además de pizcadores pero excluyendo a bomberos, fertilizadores y fumigadores agrícolas), se
observa que un 68.63% de los jóvenes hombres, y un 26.88% de mujeres, tienen la misma ocupación que su padre,
mientras el resto se distribuyen en las demás ocupaciones con concentraciones especiales en las ocupaciones número 2
(ayudantes de albañil, fertilizadores, bomberos y fumigadores agrícolas), número 3 (empleados en puesto de mercado,
ayudantes de cocina) y número 5 (oficiales, obreros calificados y empleados en comercios y servicios formales) con
8.48, 11.40 y 8.23% para hombres, y 22.6, 15.53 y 24.09%para mujeres, respectivamente. El resto de las ocupa-
ciones tiene menos del 2%. Sólo 0.65% de los jóvenes cuyo jefe fue peón agrícola para hombres y 5.19% en mujeres,
es actualmente un profesional universitario o con ocupación similar.
El cuadro 14 muestra el total de la muestra de jóvenes, en relación con el empleo que sus padres tenían cuando
el joven tenía 15 años. Se puede derivar de este cuadro que un 59.1% del total de los jóvenes hombres, y un 26.9%
de mujeres, tienen la misma ocupación que sus jefes de hogar (suma de las observaciones en la diagonal principal
dividida entre el total de observaciones). Para cada ocupación del padre, el porcentaje de permanencia varía mucho,
por ejemplo entre un 68.63% (para la ocupación 1) y un 0.0% (ocupación 7) para hombres. Las observaciones
debajo de la diagonal principal, representan un 14.5% del total para hombres y 14.3% para mujeres. Es decir, 14.5%
de los jóvenes hombres experimentaron una movilidad hacia ocupaciones menos calificadas que las de sus padres,
mientras que en el caso de las mujeres es de 14.3%. El resto, 26.4% en hombres y 58.8% en mujeres, experimentó
cambios hacia ocupaciones mejor calificadas que aquellas que tenía su jefe de hogar.

* Ver por ejemplo los estudio de Maloney38 y Rodríguez-Oreggia39 sobre transición entre trabajos formales e informales, así como el argumento de Levy40
al respecto en el contexto de Oportunidades.

Agradecemos especialmente a Mercedes González de la Rocha, directora de la Evaluación Cualitativa de Impacto, Largo Plazo, Zonas Rurales, 2008
por su colaboración en la definición de ocupaciones. Estas clasificaciones persiguen definir una jerarquía basada tanto en la calificación que envuelve
el trabajo, así como la precariedad o la estima social que la ocupación tiene especialmente en zonas rurales. Para una descripción detallada de las
ocupaciones ver el anexo B. Clasificación de Ocupaciones. Sin embargo, cabe señalar que tal clasificación está basada en un levantamiento cualitativo y
limitado a una muestra muy pequeña, por lo que fue necesario llevar a cabo la clasificación de la gran mayoría de las ocupaciones incluidas en la Encel
2007 y que están basadas en la Clasificación Mexicana de Ocupaciones. Esto se hizo de acuerdo con similitud en habilidades requeridas en cada una de
las ocho categorías propuestas por González de la Rocha.41
90 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 14 MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJOS POR OCUPACIONES


Movilidad laboral por HOMBRES
ocupaciones entre NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS HIJOS
Total
padres e hijos, mujeres 1 2 3 4 5 6 7 8
y hombres 3 179 393 528 85 381 19 17 30 4 632
1
68.63% 8.48% 11.40% 1.84% 8.23% 0.41% 0.37% 0.65% 100%
61 73 43 10 33 1 2 1 224
2
27.23% 32.59% 19.20% 4.46% 14.73% 0.45% 0.89% 0.45% 100%

168 90 363 20 91 1 5 6 744


3
22.58% 12.10% 48.79% 2.69% 12.23% 0.13% 0.67% 0.81% 100%
Nivel de ocupación de los padres

48 22 32 37 23 2 1 1 166
4
28.92% 13.25% 19.28% 22.29% 13.86% 1.20% 0.60% 0.60% 100%

163 172 106 22 161 5 4 0 633


5
25.75% 27.17% 16.75% 3.48% 25.43% 0.79% 0.63% 0.00% 100%

6 3 3 1 0 0 0 1 14
6
42.86% 21.43% 21.43% 7.14% 0.00% 0.00% 0.00% 7.14% 100%

2 2 4 0 2 1 0 0 11
7
18.18% 18.18% 36.36% 0.00% 18.18% 9.09% 0.00% 0.00% 100%

13 2 4 5 7 0 0 1 32
8
40.63% 6.25% 12.50% 15.63% 21.88% 0.00% 0.00% 3.13% 100%

3 640 757 1 083 180 698 29 29 40 6 456


Total
56.38% 11.73% 16.78% 2.79% 10.81% 0.45% 0.45% 0.62% 100%

MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJAS POR NUEVAS OCUPACIONES


MUJERES
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LAS HIJAS
Total
1 2 3 4 5 6 7 8
471 396 272 25 422 36 39 91 1 752
1
26.88% 22.60% 15.53% 1.43% 24.09% 2.05% 2.23% 5.19% 100%
30 43 32 6 30 0 4 1 146
2
20.55% 29.45% 21.92% 4.11% 20.55% 0.00% 2.74% 0.68% 100%

41 74 98 7 101 5 9 7 342
3
11.99% 21.64% 28.65% 2.05% 29.53% 1.46% 2.63% 2.05% 100%
Nivel de ocupación de los padres

4 11 10 4 27 1 4 3 64
4
6.25% 17.19% 15.63% 6.25% 42.19% 1.56% 6.25% 4.69% 100%

33 62 78 11 89 7 6 15 301
5
10.96% 20.60% 25.91% 3.65% 29.57% 2.33% 1.99% 4.98% 100%

0 1 2 0 3 1 1 0 8
6
0.00% 12.50% 25.00% 0.00% 37.50% 12.50% 12.50% 0.00% 100%

1 2 2 0 4 0 0 0 9
7
11.11% 22.22% 22.22% 0.00% 44.44% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

2 0 3 0 5 0 0 4 14
8
14.29% 0.00% 21.43% 0.00% 35.71% 0.00% 0.00% 28.57% 100%

582 589 497 53 681 50 63 121 2636


Total
22.08% 22.34% 18.85% 2.01% 25.83% 1.90% 2.39% 4.59% 100%
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 91

El cuadro 15 muestra las matrices de transición para jóvenes beneficiarios y no beneficiaros del Programa, res-
pectivamente. Se puede, entonces, comparar las tasas de movilidad de los beneficiarios con los no beneficiarios. Los
primeros muestran una tasa de inmovilidad (porcentaje de jóvenes que se mantienen en la misma ocupación que
sus padres) de 60.4%, mientras que los segundos registran una tasa de 54.4% para el caso de los hombres, mien-
tras que para mujeres las tasas son de 27 y 26%, respectivamente. Los beneficiarios descienden a ocupaciones de
menos calificación en 13.7% mientras los no beneficiarios lo hacen en 17.4% en el caso de hombres y 13 y 17%,
respectivamente, en mujeres. Por lo tanto, 25.9% de los beneficiarios ascienden a ocupaciones mejor calificadas
que sus padres, mientras un 28.2% de los no beneficiarios tienen esta movilidad “hacia arriba” para los hombres, y
59 y 56% para las mujeres, respectivamente.
En ambos casos, la concentración en la categoría ocupacional menos calificada es muy alta: 69.62% entre los
beneficiarios y 64.42% entre los no beneficiarios para hombres. Esta concentración es baja para las mujeres al en-
contrarse 27.5 y 24.4%, respectivamente. Pero al observar otras ocupaciones del jefe de hogar, se observa que la
movilidad hacia arriba es mayor cuanto más baja es la ocupación del padre (lo cual es necesario casi por construcción
de la matriz), y cada una de estas movilidades “hacia arriba” son mayores entre los no beneficiarios que entre los
beneficiarios, con la excepción de la categoría paterna número 4 (campesinos con tierras y dueños de pequeños
establecimientos comerciales), donde la movilidad “hacia arriba” entre los beneficiarios es superior a la de los no
beneficiarios.
Otra comparación de interés se produce entre las matrices de transición para jóvenes indígenas con respecto a
los no indígenas.
El cuadro 16 muestra las matrices de transición ocupacional entre jóvenes y sus padres o jefe de hogar, para
población indígena y no indígena. En este caso se observa que el porcentaje de inmovilidad es de 62.2% para los
indígenas y 15.3% para los no indígenas hombres, y en el caso de mujeres de 33% para indígenas y 24% para no
indígenas. La movilidad hacia ocupaciones menos calificadas se encuentra en un 62.2% de los indígenas hombres y
13% de mujeres, pero en 57.5% de los no indígenas hombres y 14.6% mujeres. Consecuentemente, la movilidad
hacia ocupaciones más calificadas es de 27.1% entre los no indígenas hombres y 54% mujeres, y de 24.9% entre
los indígenas hombres y 61% para mujeres.
Estos resultados indican una menor movilidad ocupacional “hacia arriba” entre los jóvenes beneficiarios del Pro-
grama, en comparación con los no beneficiarios, y de los indígenas respecto de los no indígenas. Estos resultados,
como los presentados en la sección anterior, deben tomarse con cautela porque no controlan por otras caracterís-
ticas personales, familiares o de localidad que pueden afectar la movilidad ocupacional. Tampoco controlan por la
interacción de características personales, como educación alcanzada o condición indígena, y el acceso al Programa,
ni toman en cuenta a aquellos que migraron a otras localidades.
Con base en las matrices de transición presentadas, se procede a analizar si el Programa y su exposición en el
tiempo han tenido una incidencia sobre la movilidad intergeneracional, específicamente enfocado el análisis sobre
la movilidad hacia arriba, o bien, si los hijos están en una mejor posición que los padres. Los resultados se presentan
en las siguientes subsecciones a través de la aplicación de un modelo probit ordenado, donde se toma el valor de 2
si el joven está laboralmente mejor que el padre (movilidad hacia arriba), de 1 si está en una situación similar (no
movilidad) y de 0 si está peor (movilidad hacia abajo).

Movilidad hacia arriba en ingreso laboral

En el cuadro 17 se muestran los resultados para medir el efecto de que los jóvenes ocupados con ingreso laboral se
muevan hacia quintiles de ingreso laboral por arriba del que tenían sus padres.
Los efectos calculados no resultan ser significativos para ningún grupo, esto es, no se puede decir que el Programa
tiene una incidencia sobre el que los ingresos de los jóvenes sean comparativamente mejores que los que los padres
tuvieron a edad similar.
92 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 15 MATRIZ DE TRANSICIÓN DE PADRES A HIJOS POR OCUPACIONES


BENEFICIARIOS HOMBRES
Movilidad laboral por
ocupaciones entre NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS HIJOS
    Total
padres e hijos, hombres 1 2 3 4 5 6 7 8
y mujeres, beneficiarios 2 585 296 422 61 294 14 15 26 3 713
y no beneficiarios de 1
69.62% 7.97% 11.37% 1.64% 7.92% 0.38% 0.40% 0.70% 100%
Oportunidades
45 57 32 10 23 1 1 0 169
2
26.63% 33.73% 18.93% 5.92% 13.61% 0.59% 0.59% 0.00% 100%

135 70 265 13 56 1 1 6 547


3
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES

24.68% 12.80% 48.45% 2.38% 10.24% 0.18% 0.18% 1.10% 100%

36 13 23 21 18 0 1 0 112
4
32.14% 11.61% 20.54% 18.75% 16.07% 0.00% 0.89% 0.00% 100%

125 126 80 9 102 3 2 0 447


5
27.96% 28.19% 17.90% 2.01% 22.82% 0.67% 0.45% 0.00% 100%

6 2 2 1 0 0 0 1 12
6
50.00% 16.67% 16.67% 8.33% 0.00% 0.00% 0.00% 8.33% 100%

2 2 0 0 1 1 0 0 6
7
33.33% 33.33% 0.00% 0.00% 16.67% 16.67% 0.00% 0.00% 100%

7 0 1 1 1 0 0 1 11
8
63.64% 0.00% 9.09% 9.09% 9.09% 0.00% 0.00% 9.09% 100%

2 941 566 825 116 495 20 20 34 5 017


  Total
58.62% 11.28% 16.44% 2.31% 9.87% 0.40% 0.40% 0.68% 100%

NO BENEFICIARIOS HOMBRES

1 2 3 4 5 6 7 8 Total

594 97 106 24 87 5 2 4 919


1
64.64% 10.55% 11.53% 2.61% 9.47% 0.54% 0.22% 0.44% 100%

16 16 11 0 10 0 1 1 55
2
29.09% 29.09% 20.00% 0.00% 18.18% 0.00% 1.82% 1.82% 100%

33 20 98 7 35 0 4 0 197
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES

3
16.75% 10.15% 49.75% 3.55% 17.77% 0.00% 2.03% 0.00% 100%

12 9 9 16 5 2 0 1 54
4
22.22% 16.67% 16.67% 29.63% 9.26% 3.70% 0.00% 1.85% 100%

38 46 26 13 59 2 2 0 186
5
20.43% 24.73% 13.98% 6.99% 31.72% 1.08% 1.08% 0.00% 100%

0 1 1 0 0 0 0 0 2
6
0.00% 50.00% 50.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

0 0 4 0 1 0 0 0 5
7
0.00% 0.00% 80.00% 0.00% 20.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

6 2 3 4 6 0 0 0 21
8
28.57% 9.52% 14.29% 19.05% 28.57% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

699 191 258 64 203 9 9 6 1439


Total
48.58% 13.27% 17.93% 4.45% 14.11% 0.63% 0.63% 0.42% 100%
Continúa…
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 93

... Continuación MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJAS POR OCUPACIONES


BENEFICIARIAS MUJERES

NIVEL DE OCUPACIÓN DE LAS HIJAS


Total
1 2 3 4 5 6 7 8

377 316 207 15 322 29 30 71 1367


1
27.58% 23.12% 15.14% 1.10% 23.56% 2.12% 2.19% 5.19% 100%

25 37 22 6 20 0 3 1 114
2
21.93% 32.46% 19.30% 5.26% 17.54% 0.00% 2.63% 0.88% 100%

31 44 63 5 63 5 5 7 223
3
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES

13.90% 19.73% 28.25% 2.24% 28.25% 2.24% 2.24% 3.14% 100%

1 9 6 2 15 1 4 2 40
4
2.50% 22.50% 15.00% 5.00% 37.50% 2.50% 10.00% 5.00% 100%

26 44 50 6 54 5 2 13 200
5
13.00% 22.00% 25.00% 3.00% 27.00% 2.50% 1.00% 6.50% 100%

0 1 2 0 3 1 0 0 7
6
0.00% 14.29% 28.57% 0.00% 42.86% 14.29% 0.00% 0.00% 100%

0 1 1 0 4 0 0 0 6
7
0.00% 16.67% 16.67% 0.00% 66.67% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

2 0 2 0 3 0 0 1 8
8
25.00% 0.00% 25.00% 0.00% 37.50% 0.00% 0.00% 12.50% 100%

462 452 353 34 484 41 44 95 1965


total
23.51% 23.00% 17.96% 1.73% 24.63% 2.09% 2.24% 4.83% 100%

NO BENEFICIARIAS MUJERES

1 2 3 4 5 6 7 8 TOTAL

94 80 65 10 100 7 9 20 385
1
24.42% 20.78% 16.88% 2.60% 25.97% 1.82% 2.34% 5.19% 100%

5 6 10 0 10 0 1 0 32
2
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES

15.63% 18.75% 31.25% 0.00% 31.25% 0.00% 3.13% 0.00% 100%

10 30 35 2 38 0 4 0 119
3
8.40% 25.21% 29.41% 1.68% 31.93% 0.00% 3.36% 0.00% 100%

3 2 4 2 12 0 0 1 24
4
12.50% 8.33% 16.67% 8.33% 50.00% 0.00% 0.00% 4.17% 100%

7 18 28 5 35 2 4 2 101
5
6.93% 17.82% 27.72% 4.95% 34.65% 1.98% 3.96% 1.98% 100%

0 0 0 0 0 0 1 0 1
6
0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 0.00% 100%

1 1 1 0 0 0 0 0 3
7
33.33% 33.33% 33.33% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

0 0 1 0 2 0 0 3 6
8
0.00% 0.00% 16.67% 0.00% 33.33% 0.00% 0.00% 50.00% 100%

120 137 144 19 197 9 19 26 671


TOTAL
17.88% 20.42% 21.46% 2.83% 29.36% 1.34% 2.83% 3.87% 100%
94 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 16 MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJOS POR OCUPACIONES


INDÍGENAS HOMBRES
Movilidad laboral por
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS HIJOS
ocupaciones entre pa-     Total
dres e hijos, mujeres y 1 2 3 4 5 6 7 8

hombres, por condición 1 210 132 167 29 126 3 6 9 1 682


1
de etnicidad 71.94% 7.85% 9.93% 1.72% 7.49% 0.18% 0.36% 0.54% 100%

20 21 14 4 10 1 0 0 70
2
28.57% 30.00% 20.00% 5.71% 14.29% 1.43% 0.00% 0.00% 100%

54 25 71 6 18 0 0 1 175
3
30.86% 14.29% 40.57% 3.43% 10.29% 0.00% 0.00% 0.57% 100%
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 

7 8 8 4 8 0 0 0 35
4
20.00% 22.86% 22.86% 11.43% 22.86% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

53 46 30 5 35 2 1 0 172
5
30.81% 26.74% 17.44% 2.91% 20.35% 1.16% 0.58% 0.00% 100%

1 1 0 0 0 0 0 0 2
6
50.00% 50.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

0 2 0 0 0 0 0 0 2
7
0.00% 100% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

11 1 1 2 5 0 0 1 21
8
52.38% 4.76% 4.76% 9.52% 23.81% 0.00% 0.00% 4.76% 100%

1 356 236 291 50 202 6 7 11 2 159


Total
62.81% 10.93% 13.48% 2.32% 9.36% 0.28% 0.32% 0.51% 100%

NO INDÍGENAS HOMBRES

1 2 3 4 5 6 7 8 TOTAL

1 969 261 361 56 255 16 11 21 2 950


1
66.75% 8.85% 12.24% 1.90% 8.64% 0.54% 0.37% 0.71% 100%
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 

41 52 29 6 23 0 2 1 154
2
26.62% 33.77% 18.83% 3.90% 14.94% 0.00% 1.30% 0.65% 100%

114 65 292 14 73 1 5 5 569


3
20.04% 11.42% 51.32% 2.46% 12.83% 0.18% 0.88% 0.88% 100%

41 14 24 33 15 2 1 1 131
4
31.30% 10.69% 18.32% 25.19% 11.45% 1.53% 0.76% 0.76% 100%

110 126 76 17 126 3 3 0 461


5
23.86% 27.33% 16.49% 3.69% 27.33% 0.65% 0.65% 0.00% 100%

5 2 3 1 0 0 0 1 12
6
41.67% 16.67% 25.00% 8.33% 0.00% 0.00% 0.00% 8.33% 100%

2 0 4 0 2 1 0 0 9
7
22.22% 0.00% 44.44% 0.00% 22.22% 11.11% 0.00% 0.00% 100%

2 1 3 3 2 0 0 0 11
8
18.18% 9.09% 27.27% 27.27% 18.18% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

2284 521 192 130 496 23 22 29 4297


TOTAL
53.15% 12.12% 18.43% 3.03% 11.54% 0.54% 0.51% 0.67% 100%

Continúa…
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 95

... Continuación
MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJAS POR OCUPACIONES
INDÍGENAS MUJERES

NIVEL DE OCUPACIÓN DE LAS HIJAS


TOTAL
1 2 3 4 5 6 7 8

207 130 83 3 114 9 9 34 589


1
35.14% 22.07% 14.09% 0.51% 19.35% 1.53% 1.53% 5.77% 100%

14 11 9 0 6 0 1 1 42
2
33.33% 26.19% 21.43% 0.00% 14.29% 0.00% 2.38% 2.38% 100%

15 26 32 1 23 2 2 2 103
3
14.56% 25.24% 31.07% 0.97% 22.33% 1.94% 1.94% 1.94% 100%
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 

1 3 0 1 3 0 1 1 10
4
10.00% 30.00% 0.00% 10.00% 30.00% 0.00% 10.00% 10.00% 100%

10 14 22 3 22 2 1 6 80
5
12.50% 17.50% 27.50% 3.75% 27.50% 2.50% 1.25% 7.50% 100%

0 0 0 0 0 0 0 0 0
6
0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

1 0 1 0 0 0 0 0 2
7
50.00% 0.00% 50.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

1 0 2 0 2 0 0 2 7
8
14.29% 0.00% 28.57% 0.00% 28.57% 0.00% 0.00% 28.57% 100%

249 184 149 8 170 13 14 46 833


total
29.89% 22.09% 17.89% 0.96% 20.41% 1.56% 1.68% 5.52% 100%

no INDÍGENAS MUJERES

1 2 3 4 5 6 7 8 Total

264 266 189 22 308 27 30 57 1163


NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 

1
22.70% 22.87% 16.25% 1.89% 26.48% 2.32% 2.58% 4.90% 100%

16 32 23 6 24 0 3 0 104
2
15.38% 30.77% 22.12% 5.77% 23.08% 0.00% 2.88% 0.00% 100%

26 48 66 6 78 3 7 5 239
3
10.88% 20.08% 27.62% 2.51% 32.64% 1.26% 2.93% 2.09% 100%

3 8 10 3 24 1 3 2 54
4
5.56% 14.81% 18.52% 5.56% 44.44% 1.85% 5.56% 3.70% 100%

23 48 56 8 67 5 5 9 221
5
10.41% 21.72% 25.34% 3.62% 30.32% 2.26% 2.26% 4.07% 100%
NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 

0 1 2 0 3 1 1 0 8
6
0.00% 12.50% 25.00% 0.00% 37.50% 12.50% 12.50% 0.00% 100%

0 2 1 0 4 0 0 0 7
7
0.00% 28.57% 14.29% 0.00% 57.14% 0.00% 0.00% 0.00% 100%

1 0 1 0 3 0 0 2 7
8
14.29% 0.00% 14.29% 0.00% 42.86% 0.00% 0.00% 28.57% 100%

333 405 348 45 511 37 49 75 1803


total
18.47% 22.46% 19.30% 2.50% 28.34% 2.05% 2.72% 4.16% 100%
96 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 17 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: movilidad hacia arriba en ingreso
al Programa sobre mo- Todos Hombres Mujeres
verse a mejor ingreso C.M. Z C.M. Z C.M. Z
comparativo con el jefe Efecto general      
de hogar Corto: menos de tres años -0.002 -0.008 -0.040 -0.133 -0.021 -0.076
Mediano: tres a seis años 0.025 0.023 0.307 0.309 -0.297 -0.214
Largo: más de seis años -0.054 -0.053 0.041 0.044 -0.210 -0.121
Efectos para niveles educativos            
Primaria      
Corto plazo -0.011 -0.010 -0.084 -0.088 0.288 0.223
Mediano plazo 0.052 0.078 0.191 0.332 0.134 0.139
Largo plazo -0.017 -0.030 0.035 0.059 - -
Secundaria      
Corto plazo 0.182 0.171 0.344 0.357 0.038 0.027
Mediano plazo 0.087 0.127 0.361 0.555 -0.016 -0.019
Largo plazo -0.037 -0.060 0.067 0.087 -0.077 -0.080
Preparatoria      
Corto plazo 0.143 0.130 0.237 0.238 0.480 0.409
Mediano plazo 0.127 0.142 0.441 0.539 0.018 0.016
Largo plazo -0.006 -0.010 0.168 0.277 0.073 0.064
Efectos para población indígena            
Corto plazo 0.003 0.003 0.103 0.103 -0.358 -0.211
Mediano plazo 0.020 0.023 0.225 0.280 0.033 0.029
Largo plazo -0.010 -0.017 0.021 0.035 0.131 0.098
Número de observaciones 1882 1297 585
Prob > F 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.038 0.033 0.066

Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. Cálculos obtenidos a través de un
probit ordenado. Errores estándar obtenidos a través del método delta. C.M. = Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%,
*** = Significancia al 1%.

Movilidad hacia trabajo formal

A continuación en el cuadro 18, se presentan los resultados obtenidos para medir el efecto de moverse hacia arriba
en términos de un trabajo formal. Se asume que se prefiere un trabajo formal a uno informal, lo cual puede ser
cuestionable desde varios aspectos. Sin embargo, desde este análisis sólo se considera el término movilidad hacia
trabajo formal.
Sólo se encuentra un efecto positivo sobre la probabilidad de moverse hacia un trabajo formal, relativo a los pa-
dres, para hombres en el corto plazo y de alrededor de 3.4%. Para mujeres no se encuentran efectos del Programa,
como tampoco para población indígena ni por grupos de educación diferenciados.

Movilidad hacia arriba en tipo de ocupación

El cuadro 19 presenta los resultados de que los hijos se muevan hacia ocupaciones laborales mejores que las de los
padres. En este caso, sólo se presentan resultados para hombres y sus padres por dos razones. En primer lugar, la
diferenciación ocupacional que se observa por géneros, especialmente en las zonas rurales, no justifica que se realicen
ejercicios de movilidad entre padres e hijas o entre madres e hijos. En segundo lugar, el número de hogares con jefe
de hogar madre es muy reducido, por lo que el número de observaciones entre madres e hijas no es suficiente para
realizar ejercicios de movilidad.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 97

Cambios marginales Cuadro 18


Variable dependiente: movilidad hacia trabajo formal Impacto de exposición
Todos Hombres Mujeres al Programa sobre
C.M. Z C.M. Z C.M. Z moverse a un trabajo
Efecto general       formal comparativo con
Corto: menos de tres años -0.008 -0.196 0.034 2.046** 0.053 0.757
el jefe de hogar
Mediano: tres a seis años 0.267 0.493 0.012 0.020 0.109 0.073
Largo: más de seis años 0.013 0.030 -0.006 -0.012 -0.110 -0.081
Efectos para niveles educativos
Primaria      
Corto plazo -0.004 -0.007 0.040 0.067 -0.043 -0.030
Mediano plazo 0.225 0.451 -0.009 -0.015 0.021 0.023
Largo plazo -0.007 -0.014 -0.020 -0.036 0.176 0.248
Secundaria      
Corto plazo 0.013 0.022 0.042 0.069 -0.022 -0.015
Mediano plazo 0.243 0.440 0.005 0.008 0.027 0.030
Largo plazo 0.000 0.001 -0.018 -0.034 0.037 0.041
Preparatoria      
Corto plazo 0.078 0.139 0.138 0.224 0.000 0.000
Mediano plazo 0.313 0.624 0.117 0.200 - -
Largo plazo 0.073 0.152 0.081 0.142 0.178 0.276
Efectos para población indígena 
Corto plazo 0.003 0.005 0.030 0.050 0.133 0.088
Mediano plazo 0.281 0.607 -0.009 -0.017 0.246 0.190
Largo plazo 0.038 0.076 -0.001 -0.001 -0.028 -0.038
Número de observaciones 4123 2805 1318
Prob > F 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.066 0.056 0.121

Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. Cálculos obtenidos a través de un
probit ordenado. Errores estándar obtenidos a través del método delta. C.M. = Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%,
*** = Significancia al 1%.

Los resultados tampoco muestran un impacto del Programa sobre mejoras ocupacionales, excepto para mujeres
en el corto plazo. Cabe mencionar que la actividad principal es la agricultura y alrededor de 60% de los jóvenes
siguen esa misma actividad, y aunque si bien las categorías utilizadas en este estudio trataron de diferenciar mejor
el tipo de actividad independientemente de si estaba en agricultura u otro sector, no es posible encontrar mejoras
ocupacionales respecto de los padres.

IV. Discusión
Contextualización de los resultados

Es importante señalar que si bien algunos resultados pudieran cambiar al introducir una nueva variable que mida
exactamente la duración del tratamiento en los beneficiarios, no se esperaría que hubiera grandes variaciones debido
a que el contexto local no presenta una dinámica en generación de empleos de mejor calidad. La muestra también
se encuentra limitada al ser solamente para hogares pobres en localidades rurales cubiertas por el Programa y por
tanto su generalización a otros ámbitos de aplicación del Programa es también limitada. Más aún, al haber un gran
número de jóvenes que ya no se encontraban presentes en el levantamiento 2007, el contexto es aplicable sólo a
los jóvenes que permanecían en sus localidades en ese periodo.
98 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 19 Cambios marginales


Impacto de Exposición Variable dependiente: movilidad hacia arriba en tipo de ocupación
al Programa sobre mo- Todos Hombres Mujeres
verse a una ocupación C.M. Z C.M. Z C.M. Z
laboral más calificada. Efecto general      
Comparativo con el jefe Corto: menos de tres años 0.080 0.571 0.011 0.090 0.343 2.006**
de hogar Mediano: tres a seis años 0.130 0.176 0.029 0.044 -0.052 -0.046
Largo: más de seis años 0.256 0.399 0.108 0.191 0.151 0.091
Efectos para niveles educativos            
Primaria      
Corto plazo -0.006 -0.008 -0.078 -0.123 -0.077 -0.056
Mediano plazo 0.018 0.029 -0.044 -0.085 -0.150 -0.234
Largo plazo 0.116 0.277 -0.043 -0.098 0.039 0.063
Secundaria      
Corto plazo 0.100 0.136 -0.094 -0.150 - -
Mediano plazo 0.116 0.186 -0.015 -0.028 - -
Largo plazo 0.148 0.321 -0.029 -0.058 - -
Preparatoria      
Corto plazo - - - - - -
Mediano plazo - - - - - -
Largo plazo - - - - - -
Efectos para población indígena 
Corto plazo 0.221 0.301 0.207 0.319 - -
Mediano plazo 0.203 0.307 0.182 0.284 - -
Largo plazo 0.311 0.760 0.176 0.353 - -
Número de observaciones 3584 2439 1145
Prob > F 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.058 0.033 0.082

Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. Cálculos obtenidos a través de un
probit ordenado. Errores estándar obtenidos a través del método delta. C.M. = Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%,
*** = Significancia al 1%.

Implicaciones para el Programa


Por el diseño mismo del Programa no se podría inferir que se debe tener un efecto sobre cuestiones laborales de forma
directa, sino sólo a través de forma indirecta al mejorar los niveles de educación y de salud, y de esa forma pudiera
incidir en mejorar la productividad de los beneficiarios y por ende en obtener mejores trabajos. Por tanto, pudiera
resultar benéfico si el Programa consiguiera ligarse a otros programas de mejora local de la actividad económica, de
otra forma, las deficiencias de la demanda laboral en las localidades entrevistadas puede ser una limitante para el
mejor desarrollo de actividades laborales de los beneficiarios.

Limitaciones del estudio

Los resultados se encuentran limitados en varios aspectos. En primer lugar, no se cuenta todavía con datos que
indiquen la duración de la exposición al Programa para cada individuo encuestado en la muestra, ya este ejercicio
apenas se está desarrollando por parte del Programa Oportunidades y será completado pronto. Esto conduce a usar
variables aproximadas para determinar la extensión del tratamiento. Segundo, y quizá más importante, el módulo
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 99

de jóvenes 2007 comprende sólo a los jóvenes que se encuentran en las localidades donde el Programa entró a
ofrecer los beneficios, sin existir un seguimiento de aquellos que pudieron haber migrado hacia otras área de mayor
desarrollo económico y donde cabe la posibilidad de que tuvieran un mejor desempeño laboral comparado con aque-
llos que permanecen en las mismas localidades. Por lo tanto, los resultados se circunscriben únicamente a jóvenes
que permanecen en localidades marginadas. Podría suponerse que aquellos que han emigrado de estas localidades
hacia otras áreas con condiciones productivas más desarrolladas tengan un mejor desempeño laboral que de no
haber tenido el Programa y por ello podría tenerse un efecto positivo; sin embargo, de los datos disponibles para
esta evaluación no es posible saberlo.
Otro aspecto que limita el análisis son las comparaciones intergeneracionales. Idealmente, se haría una comparación
sólida si se contara con información propia sobre los padres en una edad en la que ya se encuentre consolidado en el
mercado laboral, quizá arriba de los 30 años de edad, y a los hijos cerca de esa misma edad. Sin embargo, los datos de
la encuesta son para jóvenes entre 14 y 24 años y los datos sobre los padres provienen de preguntar directamente
a los hijos sobre las actividades de los padres cuando el hijo tenía 15 años, es decir, existe un desfase en términos
de comparabilidad intergeneracional en la muestra, lo cual podría haberse resuelto parcialmente preguntando por las
actividades del padre a la misma edad que se levanta el módulo para el joven, esto es, hay limitaciones en cuanto al
ciclo de vida que no se pueden capturar del todo en el análisis. Una limitación adicional proviene de la comparación
intergeneracional en términos de ingreso laboral, ya que ésta se está realizando con los hogares de la muestra Encel
y que son hogares pobres en localidades marginadas de muy baja productividad. Por lo tanto, los resultados sólo son
aplicables en ese contexto.
Algo similar sucede en cuanto a tener trabajo formal o informal, ya que dada la gran movilidad existente entre
estos tipos de trabajos asociados con tener acceso a seguridad social por el trabajo.39 Cabe señalar que al hacer la
comparación intergeneracional en estos tipos de trabajo, se está suponiendo que el tener un trabajo formal es prefe-
rido a tener un trabajo informal. Si bien, esto no es cierto en cuanto a que pudieran existir determinadas preferencias
no observadas en cuanto a tener un trabajo informal sobre uno formal,42 tampoco se puede decir que el tener un
trabajo formal hoy garantiza tener acceso en el futuro a una pensión u otros beneficios, derivados de cotizar por un
trabajo, dada la movilidad laboral.

V. Análisis FODA
Fortalezas y oportunidades

Prioridad Descripción Fuente del análisis

El Programa tiene efectos positivos sobre la inserción laboral en la medida en que se


FO1 incrementa la educación de los beneficiarios, porque en general, individuos con mayor Esta evaluación
educación tienen mayor probabilidad de empleo y mayores salarios

Los jóvenes beneficiarios que recibieron los apoyos por al menos 6 años, con escolaridad
FO2 de primaria y secundaria, incrementaron sus salarios en 12% y 14% respectivamente, en Esta evaluación
comparación con los no beneficiarios

La ausencia de efectos marginales significativos de signo negativo, indica que la educación


adquirida a través de Oportunidades coloca a los beneficiarios en igualdad de condiciones
FO3 Esta evaluación
ante el mercado laboral que otros jóvenes con el mismo nivel educativo no beneficiarios
de la misma localidad
100 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Debilidades y amenazas

Prioridad Descripción Fuente del análisis

En el caso de las mujeres, sin embargo, el salario de las beneficiarias es menor al de las no
DA1 beneficiarias, con cualquier nivel educativo, en localidades con exposición intermedia al Esta evaluación
Programa

No se debe interpretar la ausencia de efectos marginales estadísticamente significativos


como un fallo del Programa. Muy por el contrario, Oportunidades tiene efectos positivos
sobre la inserción laboral en la medida en que el Programa incrementa la educación de los
DA2 Esta evaluación
beneficiarios. La ausencia de efectos adicionales se puede deber a: i) falta de demanda de
trabajo en las localidades encuestadas; ii) el Programa no está diseñado para incrementar
la demanda de trabajo en las localidades beneficiarias

La falta de efectos adicionales puede estar asociada a cuestiones metodológicas, por


ejemplo, a que los grupos de control actuales son muy pequeños debido a la gran
DA3 Esta evaluación
expansión de cobertura que ha tenido el Programa a partir del diseño original de la muestra
(1988)

Aproximadamente un 64 por ciento de los jóvenes encuestados en 2003 no fueron


localizados en 2007 por haber migrado. Esto introduce la limitación de que el estudio
DA4 no esté capturando el efecto del Programa en la mayor parte de los jóvenes beneficiarios, Esta evaluación
quienes muy probablemente estén siendo ocupados en otros lugares con diferente
contexto económico al de sus localidades de origen

Recomendaciones

Prioridad Relación Recomendación Sector responsable

• Continuar con los esfuerzos en materia de


salud y educación, donde hay efectos conocidos
y que tendrán incidencia sobre mejoras en
• Programa Oportunidades
• F01, FO2 productividad laboral en futuro.
R1 • Secretaría del Trabajo y Previsión Social
• DA1, DA2 • Considerar la posibilidad de integrar programas
conjuntamente con Oportunidades
de entrenamiento específico y colocación
de empleos, para jóvenes que terminen la
secundaria, especialmente para las mujeres

• Considerar la posibilidad de coordinar


el Programa con programas de mejora de
• Desarrollo Social, Hacienda, Economía y
R2 DA2 actividades económicas en las localidades de
Oportunidades.
forma que la demanda de trabajo se desarrolle
mejor.
Llevar a cabo un estudio que permita
documentar si existen diferencias en
el desempeño laboral de los jóvenes
beneficiarios migrantes con respecto a los
R3 DA3, DA4 Programa Oportunidades
jóvenes beneficiarios no migrantes, así como
entre migrantes que fueron beneficiarios en
comparación de migrantes que no fueron
beneficiarios
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 101

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41. González de la Rocha M. Evaluación cualitativa de impacto de largo plazo del Programa Oportunidades en Zonas Rurales, 2008. Guadalajara: CIESAS,
septiembre 2008, mimeo.
42. Maloney WF. Informality revisited. World Development 2004; 32(7):1159-1178.
102 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

VII. Anexos
A. Nota metodológica

El análisis de este estudio se basa principalmente en el módulo laboral, cuestionario de jóvenes, levantado en 2007
para jóvenes comprendidos entre 14 y 24 años.
Sin embargo, no es posible utilizar toda la muestra del módulo, ya que se levantaron dos cuestionarios, una ver-
sión larga que incluye todas las preguntas, y una versión corta, por razones de logística. Para el cuestionario corto,
empero, no se cuenta con la información sobre educación del joven ni sobre las características laborales, de búsqueda
de empleo o actividad, por lo que este conjunto presenta missing values en esas variables específicas.

Construcción de variables

Ingreso laboral por hora. Esta variable se construye integrando todos los conceptos por ingreso derivados de una
prestación laboral y dividiendo entre el número de horas. Los conceptos para ingresos laborales son actividades
agrícolas y ganaderas, actividades de autoempleo y empleados. Se integró con el ingreso monetario, autoconsumo
y pago en especie, siempre y cuando se trate del trabajo principal. En el caso de tener un trabajo secundario no
se distingue el tipo de ingreso monetario o especie, ni autoconsumo, por lo que se integra el total. Se eliminaron
alrededor de cuatro observaciones que tenían un ingreso laboral extremadamente alto tanto para la localidad como
para un hogar en esa zona y se derivaba de probablemente algún error de captura en el concepto de pago por pieza.
En algunos casos de pago por pieza no se manifestaba la periodicidad de los pagos o bien el número de piezas del
pago, por lo que tampoco se pudieron tomar en cuenta (alrededor de cien observaciones). Finalmente, se integraron
de forma que se obtuviera el promedio mensual. Para las horas se integró el desglose por día que se incluye en el
cuestionario y de igual forma se hizo el cálculo mensual (multiplicado por cuatro). El ingreso integrado se dividió
entre las horas integradas y se obtiene de esta forma el ingreso laboral por hora.

Ocupado. Esta variable se calcula si el individuo manifiesta haber trabajado la semana anterior al menos 1 hora
para realizar una actividad que le proporciona ingresos o ayudar en las tierras o negocio familiar de otra persona, o
si la razón principal por la que no trabajó la semana anterior fue una huelga o paro laboral, paro técnico, suspensión
temporal de sus funciones pero asalariadas, asistencia a cursos de capacitación o que en este periodo que no trabajó
sí recibió ingresos; o si en este periodo no recibió ingresos pero que ya se haya reincorporado a su trabajo.

Desocupados. Si la razón por la cual no trabajó la semana pasada es que va a comenzar un negocio o trabajo nuevo, o
que aunque no tenga negocio, actividades por su cuenta ni empleo y que haya buscado trabajo de alguna forma o haya
podido comenzar un negocio por cuenta propia y los preparativos no hayan durado más de un mes. O bien que en la se-
mana anterior que no trabajó no haya recibido ingresos y que haya buscado trabajo en alguna de sus múltiples formas.

Trabajo formal. Para aquellos individuos ocupados, el tener cobertura de seguridad social (en sus múltiples formas)
por el trabajo.

Para la parte intergeneracional se toman en cuenta las desviaciones entre las variables anteriores entre padres e
hijos, además de las categorías de ocupaciones.

B. Clasificación de ocupaciones

Tomado, con permiso de la autora, de: González-de la Rocha M. Evaluación cualitativa de impacto de largo plazo del
Programa Oportunidades en Zonas Rurales, 2008. Guadalajara: CIESAS, septiembre 2008, mimeo.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 103

Se decidió no aplicar una escala universal o internacional a los empleos de los jóvenes ex becarios y no ex becarios,
sino analizar los empleos desempeñados en la actualidad, para arribar gradualmente a una clasificación jerárquica
de los mismos.
La clasificación se basa en información sobre la ocupación, con qué regularidad se realiza, prestaciones (en caso
de negocios urbanos) y el negocio en el que se inscribe. Un problema serio fue que algunos jóvenes migrantes
cortan definitivamente sus relaciones con la familia de origen. Por esta razón, se carece de información de cinco
migrantes que partieron a Estados Unidos. Dadas las circunstancias en que se dejó de tener contacto con uno de
ellos, es muy probable que haya muerto durante el cruce de la frontera. De los otros cuatro se sabe que viven, pero
no sus ocupaciones, porque han perdido contacto o no quieren compartir esa información con sus padres. No es
probable que los padres hayan escondido información. Cuando los padres saben y el empleo es mejor que los de la
localidad, están orgullosos y lo comparten con gusto, además de que los estudios de caso se completaron a lo largo
de varios días o semanas y siempre se llegó a un nivel apreciable de confianza con los informantes.
La jerarquía se basa fundamentalmente en la calificación, que es lo que Oportunidades busca crear a través de
su acción. Sin embargo, la clasificación que otorgamos a cada empleo varía según la precariedad-seguridad y la for-
malidad o informalidad de la unidad económica en la que se inscribe. Así, quien ayuda a vender cenas en una casa
recibe una calificación inferior a una mesera en un restaurante establecido, por ejemplo.
La clasificación es intencionalmente “fina” en los niveles bajos y medios de la escala ocupacional, con el objetivo
de discernir pequeñas diferencias entre ex becarios y no ex becarios que surgen de familias campesinas pobres y
jornaleras. Su intención es retomar el sentido que dan los informantes a estas ocupaciones.
En primer lugar, la ocupación tradicional rural manual menos calificada es, y sigue siendo, la de peón o jornalero agrícola.
Junto con los peones ubicamos a los pizcadores, pero distinguimos ocupaciones relacionadas que implican habilidades
específicas: bomberos agrícolas, fertilizadores y fumigadores, quienes tienen mayor reconocimiento y mayor salario.
En un segundo nivel colocamos a los ayudantes de albañiles, los ya mencionados bomberos, fertilizadores y
fumigadores, a quienes ayudan sin salario en la venta de comida elaborada en casa, a las empleadas domésticas y
a un señor de mediana edad que trabaja unas pocas horas al día en una tienda, haciendo mandados (un escalón
debajo de otras personas con la misma función, pero que tienen empleos más estables y de tiempo completo).
En un tercer nivel están los empleados de puestos en mercados, los ayudantes de cocina en establecimientos, los
jardineros en negocios familiares (en Estados Unidos), costureras, empleados de tortillería, niñeras y obreros no califica-
dos. Un empleado de granja también aparece aquí, un escalón arriba de los fertilizadores, porque su empleo es regular.
El núcleo del cuarto nivel está compuesto por campesinos en tierras propias y empleados en comercios informales
con salario. Pero también incluye a las personas que venden cenas u otros alimentos que ellas mismas preparan,
propietarios de tiendas en su casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros.
El quinto nivel consta de oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados en comercios
y servicios formales con prestaciones.
El sexto nivel consta de maestros albañiles, contratistas de plomería y otros servicios, encargados de comercios
con empleados y supervisores de trabajadores. En este nivel cuentan el dominio de habilidades significativas y la
capacidad de controlar el trabajo de otros y de llevar contabilidad básica.
El séptimo consta fundamentalmente de dueños de negocios establecidos (sólo hay negocios pequeños) y
personas que desempeñan profesiones técnicas (maestros).
El octavo nivel corresponde a profesionales.
No existe un noveno nivel. No hay funcionarios de alto nivel ni directores de negocios formales, como es de
esperarse. Es posible que algunos de los contratistas de jardinería ubicados en niveles más bajos empleen ocasio-
nalmente a más de cinco personas, pero no consideramos esos negocios como formales, aunque podría redituar
mucho en Estados Unidos.
Cabe señalar que esta clasificación está basada en el levantamiento de la evaluación cualitativa sobre una muestra
pequeña de entrevistados. La base Encel 2007 contiene la Clasificación Mexicana de Ocupaciones, por lo que el
nivel de desagregación es muy amplio. Basados en las categorías de De la Rocha, se buscó colocar a cada tipo de
ocupación en las categorías similares, llegando al agregado de los ocho tipos de categorías que se presentan.
104 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

C. Identificación de los grupos para el análisis y variables


explicativas incluidas
Cuadro C1 TOTAL JÓVENES
Identificación de mues- ENTREVISTADOS
30942
tras de tratamiento y
Sin información de localidad 228
control 30714 30942
Con información de localidad
Cuestionario incompleto 3352
Cuestionario completo 27362 30714
Sin índice (estados nuevos) 8514
No pobres (no elegibles) 2247
Pobres (elegibles) 16601 27362
No beneficiarios 22994
Beneficiarios 13607
Inactivos 7808 1636
Activos 5799 1358
Desocupados 220 61
Ocupados 5579 1297
Sin ingreso reportado 1788 366
Con ingreso reportado 3791 931
Sí estudian 6435 491 93
No estudian 10166 3300 838
Total no estudian 4138

Cuadro C2
Antigüedad de la localidad en Oportunidades
Desagregación de la
muestra Encel Individuos en hogares elegibles

Total Beneficiarios No beneficiarios


Años
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje

0 197 1.19% 59 0.43% 138 4.61%

1 620 3.73% 525 3.86% 95 3.17%

2 282 1.70% 221 1.62% 61 2.04%

3 1791 10.79% 1314 9.66% 477 15.93

4 37 0.22% 34 0.25 3 0.10%

5 12 0.07% 10 0.07% 2 0.07%

6 44 0.27% 32 0.24% 12 0.40%

8 5401 32.53% 4625 33.99% 776 25.92%

9 8170 49.21% 6744 49.56% 1426 47.63%

10 47 0.28% 43 0.32% 4 0.13%

Total 16601 100.00% 13607 100.00% 2994 100.00%


Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 105

Individuos por grupo de antigüedad al Programa Oportunidades Cuadro C3


Antigüedad de la comunidad afiliada a Oportunidades en hogares elegibles
Desagregación de la
muestra Encel
Total Beneficiarios No beneficiarios
 En localidades de: Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Menos de 3 años en el Programa 1 099 6.62% 805 5.92% 294 9.82%
Entre 3 y 6 años en el Programa 1 884 11.35% 1 390 10.22% 494 16.50%

Más de seis años en el Programa 13 618 82.03% 11 412 83.87% 2 206 73.68%

Total 16 601 100.00% 13 607 100.00% 2 994 100.00%

Frecuencia de edades de las observaciones de la muestra Cuadro C4


Total individuos en Hogar Menos de tres años Entre 3 y 6 años Más de seis años Desagregación de la
Edad muestra Encel
hogares elegibles oportunidades en el programa en el programa en el programa
14 3 111 2 640 133 266 2 241
15 2 748 2 286 150 218 1 918
16 2 459 2 073 118 208 1 747
17 1 995 1 633 97 178 1 358
18 1 545 1 294 77 145 1 072
19 1 159 933 57 97 779
20 997 800 53 63 684
21 847 654 40 72 542
22 659 496 30 56 410
23 586 446 27 46 373
24 487 346 23 41 282
25 8 6 - - 6
TOTAL 16601 13607 805 1390 11412

Grupo (vector) Variables Descripción Cuadro C5


Variables explicativas
• Menos de tres años
L
Tipo de localidad por duración del
Programa
• De 3 a 6 años incluidas en los mo-
• Más de 6 años delos
• Primaria
• Secundaria
• Preparatoria
Z Características individuales
• Profesional
• Hombre
• Indígena

• Menores de 8 años en hogar


• Otro miembro ocupado
Características del hogar
• Otro miembro ocupado formal
• Tasa de dependencia demográfica

X • Índice de hacinamiento
• Piso de tierra
Características del hogar • Jefe con seguridad social
preprograma 1997 • Jefe sin escolaridad
• Baño sin agua
• No estufa gas
• Agua corriente
• Luz eléctrica
• Drenaje
• Teléfonos particulares
• Servicios financieros
M Características de localidad
• Kínder
• Primaria
• Clínica IMSS
• Salario promedio hombres
• Horas promedio hombres
106 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

D. Estimaciones completas

Cuadro D1 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: 1 si el joven está ocupado
al Programa sobre estar 1 2 3 4 5
ocupado C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general                        
Corto: menos de tres años -0.091 -2.777 *** -0.085 -2.335 *** -0.074 -1.732 * -0.149 -1.397 -0.129 -1.183
Mediano: tres a seis años 0.024 0.201   0.028 0.252   0.030 0.269   0.075 0.240 0.074 0.236
Largo: más de seis años 0.054 1.039   0.045 0.806   0.046 0.846   0.106 0.533 0.104 0.524
Efectos para niveles educativos
Primaria            
Corto plazo - -   - -   - -   -0.163 -0.921 -0.148 -0.816
Mediano plazo - -   - -   - -   0.040 0.279 0.047 0.343
Largo plazo - -   - -   - -   0.003 0.034 0.001 0.010
Secundaria            
Corto plazo - -   - -   - -   -0.137 -0.592 -0.119 -0.518
Mediano plazo - -   - -   - -   0.072 0.593 0.075 0.630
Largo plazo - -   - -   - -   0.061 0.673 0.062 0.688
Preparatoria            
Corto plazo - -   - -   - -   -0.113 -0.417 -0.094 -0.334
Mediano plazo - -   - -   - -   0.066 0.312 0.073 0.348
Largo plazo - -   - -   - -   0.115 0.856 0.121 0.908
Efectos para población indígena
Corto plazo - -   - -   - -   -0.066 -0.218 -0.042 -0.140
Mediano plazo - -   - -   - -   0.008 0.023 0.010 0.030
Largo plazo - -   - -   - -   0.087 0.399 0.088 0.407
Controles incluidos          
indicadores de tipo de localidad
Sí Sí Sí Sí Sí
por duración del Programa
características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí
características del hogar No Sí No Sí Sí
características de la localidad No No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No No Sí
Número de observaciones 10166 10166 10166 10166 10166
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.172 0.201 0.204 0.206 0.207
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 107

Cambios marginales Cuadro D2


Variable dependiente: 1 si el joven está ocupado Impacto de exposición
1 2 3 4 5 al Programa sobre estar
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z ocupado. Hombres
Efecto general                  
Corto: menos de tres años 0.028 0.374 0.019 0.257 0.025 0.349 0.048 0.366 0.042 0.339
Mediano: tres a seis años 0.034 0.222 0.022 0.133 0.025 0.154 -0.026 -0.076 -0.027 -0.076
Largo: más de seis años 0.043 0.644 0.035 0.496 0.037 0.538 0.067 0.296 0.068 0.305

Efectos para niveles educativos

Primaria      
Corto plazo - - - - - - -0.007 -0.025 -0.015 -0.055
Mediano plazo - - - - - - 0.003 0.013 0.004 0.015
Largo plazo - - - - - - 0.028 0.293 0.025 0.263
Secundaria      
Corto plazo - - - - - - -0.051 -0.163 -0.070 -0.232
Mediano plazo - - - - - - 0.003 0.017 -0.004 -0.022
Largo plazo - - - - - - 0.068 0.624 0.064 0.581
Preparatoria      
Corto plazo - - - - - - 0.042 0.112 0.020 0.054
Mediano plazo - - - - - - 0.072 0.211 0.065 0.188
Largo plazo - - - - - - 0.101 0.587 0.094 0.537
Efectos para población indígena
Corto plazo - - - - - - 0.109 0.242 0.105 0.245
Mediano plazo - - - - - - -0.097 -0.245 -0.104 -0.256
Largo plazo - - - - - - 0.004 0.015 0.004 0.015
Controles incluidos          
indicadores de tipo de localidad por
Sí Sí Sí Sí Sí
duración del Programa
características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí
características del hogar No Sí No Sí Sí
características de la localidad No No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No No Sí
Número de observaciones 5065 5065 5065 5065 5065
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.027 0.052 0.056 0.058 0.060
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%
108 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro D3 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: 1 si el joven está ocupado
al Programa sobre estar 1 2 3 4 5
ocupado. Mujeres C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general                        
Corto: menos de tres años -0.184 -3.400 *** -0.159 -3.429 *** -0.146 -2.845 *** -0.333 -1.583* -0.261 -1.215*
Mediano: tres a seis años 0.012 0.100   0.035 0.309   0.030 0.257   0.211 0.398 0.227 0.439
Largo: más de seis años 0.026 0.410   0.023 0.343   0.026 0.383   0.063 0.244 0.077 0.295
Efectos para niveles educativos
Primaria            
Corto plazo - -   - -   - -   -0.198 -1.141 -0.165 -0.913
Mediano plazo - -   - -   - -   0.103 0.716 0.107 0.809
Largo plazo - -   - -   - -   -0.049 -0.563 -0.038 -0.439
Secundaria            
Corto plazo - -   - -   - -   -0.095 -0.483 -0.062 -0.324
Mediano plazo - -   - -   - -   0.171 1.125 0.165 1.146
Largo plazo - -   - -   - -   0.005 0.048 0.021 0.222
Preparatoria            
Corto plazo - -   - -   - -   -0.162 -0.480 -0.102 -0.295
Mediano plazo - -   - -   - -   0.116 0.463 0.131 0.509
Largo plazo - -   - -   - -   0.066 0.373 0.095 0.540
Efectos para población indígena
Corto plazo - -   - -   - -   -0.261 -0.450 -0.173 -0.306
Mediano plazo - -   - -   - -   0.166 0.286 0.191 0.335
Largo plazo - -   - -   - -   0.090 0.328 0.114 0.416
Controles incluidos          

indicadores de tipo de
localidad por duración del Sí Sí Sí Sí Sí
programa

características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí
características del hogar No Sí No Sí Sí
características de la
No No Sí Sí Sí
localidad
datos preprograma 1997 No No No No Sí
Número de observaciones 5101 5101 5101 5101 5101
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.016 0.059 0.065 0.067 0.075
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 109

Cambios marginales Cuadro D4


Variable dependiente: log ingreso laboral mensual jóvenes (todos) Impacto de exposición
1 2 3 4 5
al Programa sobre
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general                          
ingreso laboral
Corto: menos de tres años -0.219 -3.099 *** -0.204 -2.584 *** -0.215 -2.632 *** -0.348 -1.571 -0.284 -1.256  
Mediano: tres a seis años -0.174 -3.554 *** -0.170 -3.415 *** -0.170 -3.417 *** -0.321 -1.244 -0.325 -1.294  
Largo: más de seis años 0.051 1.348   0.050 1.307   0.053 1.357   -0.301 -1.904** -0.283 -1.782 *
Efectos para niveles educativos
Primaria              
Corto plazo - -   - -   - -   -0.048 -0.269 -0.001 -0.007  
Mediano plazo - -   - -   - -   -0.194 -2.869 -0.172 -2.600 ***
Largo plazo - -   - -   - -   0.094 1.472 0.112 1.750 *
Secundaria              
Corto plazo - -   - -   - -   -0.187 -1.197 -0.125 -0.818  
Mediano plazo - -   - -   - -   -0.112 -1.157 -0.096 -0.981  
Largo plazo - -   - -   - -   0.074 1.118 0.091 1.362  
Preparatoria              
Corto plazo - -   - -   - -   -0.355 -1.774* -0.300 -1.454  
Mediano plazo - -   - -   - -   -0.603 -2.226*** -0.605 -2.304 ***
Largo plazo - -   - -   - -   -0.066 -0.586 -0.047 -0.421  
Efectos para población indígena
Corto plazo - -   - -   - -   -0.445 -2.044** -0.381 -1.694 *
Mediano plazo - -   - -   - -   -0.158 -0.595 -0.154 -0.604  
Largo plazo - -   - -   - -   -0.351 -2.176** -0.326 -2.025 **
Controles incluidos
indicadores de tipo de
localidad por duración del Sí Sí Sí Sí Sí
Programa
características de la
Sí Sí Sí Sí Sí
persona
características del hogar No Sí No Sí Sí
características de la
No No Sí Sí Sí
localidad
datos preprograma 1997 No No No No Sí
Número de observaciones 4123 4123 4123 4123 4123
Prob > F 0.000 0.000 0.000 . .
R-cuadrado 0.083 0.084 0.089 0.095 0.101
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%
110 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro D5 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: log ingreso laboral mensual jóvenes (hombres)
1 2 3 4 5
al Programa sobre in-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
greso laboral. Hombres Efecto general                      
Corto: menos de tres años -0.203 -2.362*** -0.190 -2.018** -0.185 -2.036** -0.241 -1.416   -0.164 -0.913  
Mediano: tres a seis años -0.101 -1.777* -0.102 -1.815** -0.094 -1.667* -0.107 -0.509   -0.104 -0.488  
Largo: más de seis años 0.042 0.858 0.043 0.881 0.046 0.929 -0.081 -0.495   -0.056 -0.339  
Efectos para niveles educativos
Primaria          
Corto plazo - - - - - - -0.115 -0.939   -0.081 -0.618  
Mediano plazo - - - - - - -0.174 -1.857 ** -0.166 -1.703 *
Largo plazo - - - - - - 0.118 1.868 ** 0.126 1.982 **
Secundaria          
Corto plazo - - - - - - -0.111 -0.866   -0.055 -0.392  
Mediano plazo - - - - - - -0.006 -0.081   -0.001 -0.008  
Largo plazo - - - - - - 0.129 1.689 * 0.142 1.872 **
Preparatoria          
Corto plazo - - - - - - -0.504 -2.634 *** -0.447 -2.312 ***
Mediano plazo - - - - - - -0.482 -1.699 * -0.506 -1.836 **
Largo plazo - - - - - - -0.011 -0.070   0.003 0.022  
Efectos para población indígena
Corto plazo - - - - - - -0.347 -1.975 ** -0.284 -1.543  
Mediano plazo - - - - - - -0.018 -0.074   -0.015 -0.061  
Largo plazo - - - - - - -0.260 -1.637 * -0.233 -1.475  
Controles incluidos          
indicadores de tipo de
localidad por duración del Sí Sí Sí Sí Sí
Programa
características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí
características del hogar No Sí No Sí Sí
características de la localidad No No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No No Sí
Número de observaciones 2805 2805 2805 2805 2805
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.063 0.064 0.071 0.078 0.085
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 111

Cambios marginales Cuadro D6


Variable dependiente: log ingreso laboral jóvenes (mujeres) Impacto de exposición
1 2 3 4 5
al Programa sobre
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general                            
ingreso laboral. Mujeres
Corto: menos de tres años -0.179 -1.413   -0.166 -1.221   -0.200 -1.285   -0.583 -1.433   -0.527 -1.296  
Mediano: tres a seis años -0.287 -3.491 *** -0.265 -3.069 *** -0.268 -3.281 *** -0.686 -1.457   -0.710 -1.517  
Largo: más de seis años 0.075 1.074   0.064 0.902   0.076 1.069   -0.484 -1.642 * -0.479 -1.567  
Efectos para niveles educativos
Primaria                
Corto plazo - -   - -   - -   0.011 0.046   0.089 0.374  
Mediano plazo - -   - -   - -   -0.257 -2.552 *** -0.221 -2.163 **
Largo plazo - -   - -   - -   - -   - -  
Secundaria                
Corto plazo - -   - -   - -   -0.366 -1.691 * -0.288 -1.347  
Mediano plazo - -   - -   - -   -0.290 -2.280 ** -0.272 -2.180 **
Largo plazo - -   - -   - -   -0.092 -1.035   0.028 0.311  
Preparatoria                
Corto plazo - -   - -   - -   0.013 0.059   0.082 0.313  
Mediano plazo - -   - -   - -   -0.670 -2.150 ** -0.760 -2.469 ***
Largo plazo - -   - -   - -   -0.201 -1.196   -0.110 -0.634  
Efectos para población indígena
Corto plazo - -   - -   - -   -0.796 -2.029 ** -0.687 -1.751 *
Mediano plazo - -   - -   - -   -0.362 -0.745   -0.376 -0.779  
Largo plazo - -   - -   - -   -0.288 -0.929   -0.265 -0.840  
Controles incluidos          
indicadores de tipo de
localidad por duración del Sí Sí Sí Sí Sí
Programa
características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí
características del hogar No Sí No Sí Sí
características de la
No No Sí Sí Sí
localidad
datos preprograma 1997 No No No No Sí
Número de observaciones 1318 1318 1318 1318 1318
Prob > F 0.000 0.000 0.000 . .
R-cuadrado 0.087 0.092 0.103 0.118 0.129
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%
112 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro D7 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: movilidad hacia arriba ingreso (todos)
1 2 3 4
al Programa sobre mo-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
verse a mejor ingreso Efecto general                
laboral. Comparativo Corto: menos de tres años 0.015 0.162 0.050 0.500 0.010 0.036 -0.002 -0.008
con jefe de hogar Mediano: tres a seis años 0.082 0.219 0.084 0.185 0.024 0.022 0.025 0.023
Largo: más de seis años 0.054 0.132 0.051 0.116 -0.054 -0.043 -0.054 -0.053
Efectos para niveles educativos
Primaria      
Corto plazo - - - - 0.004 0.003 -0.011 -0.010
Mediano plazo - - - - 0.048 0.077 0.052 0.078
Largo plazo - - - - -0.004 -0.007 -0.017 -0.030
Secundaria  
Corto plazo - - - - 0.203 0.167 0.182 0.171
Mediano plazo - - - - 0.091 0.140 0.087 0.127
Largo plazo - - - - -0.023 -0.032 -0.037 -0.060
Preparatoria  
Corto plazo - - - - 0.221 0.202 0.143 0.130
Mediano plazo - - - - 0.151 0.177 0.127 0.142
Largo plazo - - - - 0.038 0.071 -0.006 -0.010
Efectos para población indígena 
Corto plazo - - - - 0.003 0.002 0.003 0.003
Mediano plazo - - - - 0.026 0.033 0.020 0.023
Largo plazo - - - - -0.002 -0.003 -0.010 -0.017
Controles incluidos                
indicadores de tipo de
localidad por duración del Sí Sí Sí Sí
Programa
características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la localidad No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 1882 1882 1882 1882
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.022 0.028 0.032 0.038
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 113

Cambios marginales Cuadro D8


Variable dependiente: movilidad hacia arriba ingreso (hombres) Impacto de exposición
1 2 3 4
al Programa sobre mo-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general                
verse a mejor ingreso
Corto: menos de tres años 0.072 0.583 0.117 0.907 0.015 0.053 -0.040 -0.133 laboral. Comparativo
Mediano: tres a seis años 0.221 0.493 0.215 0.451 0.305 0.313 0.307 0.309 con jefe de hogar.
Largo: más de seis años 0.047 0.100 0.038 0.058 0.035 0.034 0.041 0.044 Hombres
Efectos para niveles educativos
Primaria      
Corto plazo - - - - -0.058 -0.058 -0.084 -0.088
Mediano plazo - - - - 0.178 0.338 0.191 0.332
Largo plazo - - - - 0.041 0.070 0.035 0.059
Secundaria  
Corto plazo - - - - 0.406 0.368 0.344 0.357
Mediano plazo - - - - 0.371 0.619 0.361 0.555
Largo plazo - - - - 0.078 0.091 0.067 0.087
Preparatoria  
Corto plazo - - - - 0.327 0.335 0.237 0.238
Mediano plazo - - - - 0.452 0.587 0.441 0.539
Largo plazo - - - - 0.194 0.348 0.168 0.277
Efectos para población indígena 
Corto plazo - - - - 0.124 0.126 0.103 0.103
Mediano plazo - - - - 0.220 0.286 0.225 0.280
Largo plazo - - - - 0.015 0.027 0.021 0.035
Controles incluidos                
indicadores de tipo de
localidad por duración del Sí Sí Sí Sí
Programa
características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la localidad No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 1297 1297 1297 1297
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.014 0.022 0.026 0.033
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
114 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro D9 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: movilidad hacia arriba en ingreso (mujeres)
1 2 3 4
al Programa sobre mo-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
verse a mejor ingreso Efecto general                
laboral. Comparativo Corto: menos de tres años 0.036 0.458 0.060 0.629 0.147 0.365 -0.021 -0.076
con jefe de hogar. Mediano: tres a seis años -0.070 -0.103 -0.044 -0.055 -0.215 -0.060 -0.297 -0.214
Mujeres Largo: más de seis años 0.074 0.113 0.063 0.082 -0.244 -0.026 -0.210 -0.121
Efectos para niveles educativos
Primaria      
Corto plazo - - - - 0.267 0.264 0.288 0.223
Mediano plazo - - - - 0.319 0.191 0.134 0.139
Largo plazo - - - - 0.087 0.082 - -
Secundaria  
Corto plazo - - - - -0.008 -0.002 0.038 0.027
Mediano plazo - - - - 0.152 0.125 -0.016 -0.019
Largo plazo - - - - -0.075 -0.021 -0.077 -0.080
Preparatoria  
Corto plazo - - - - 0.510 0.235 0.480 0.409
Mediano plazo - - - - - - 0.018 0.016
Largo plazo - - - - 0.019 0.018 0.073 0.064
Efectos para población indígena
Corto plazo - - - - -0.167 -0.046 -0.358 -0.211
Mediano plazo - - - - 0.127 0.067 0.033 0.029
Largo plazo - - - - 0.091 0.020 0.131 0.098
Controles incluidos                
indicadores de tipo de localidad
Sí Sí Sí Sí
por duración del Programa
características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la localidad No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 585 585 585 585
Prob > F 0.002 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.024 0.039 0.055 0.066
Notas: C.M. = Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 115

Cambios marginales Cuadro D10


Variable dependiente: movilidad hacia trabajo formal (todos) Impacto de exposición
1 2 3 4
al Programa sobre mo-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general                
verse a trabajo formal.
Corto: menos de tres años 0.012 0.413 0.017 0.670 -0.011 -0.251 -0.008 -0.196 Comparativo con jefe
Mediano: tres a seis años 0.012 0.034 0.010 0.027 0.282 0.510 0.267 0.493 de hogar
Largo: más de seis años 0.009 0.033 0.008 0.025 0.015 0.032 0.013 0.030
Efectos para niveles educativos 
Primaria      
Corto plazo - - - - -0.008 -0.014 -0.004 -0.007
Mediano plazo - - - - 0.238 0.460 0.225 0.451
Largo plazo - - - - -0.006 -0.014 -0.007 -0.014
Secundaria  
Corto plazo - - - - 0.008 0.014 0.013 0.022
Mediano plazo - - - - 0.256 0.479 0.243 0.440
Largo plazo - - - - 0.001 0.001 0.000 0.001
Preparatoria  
Corto plazo - - - - 0.070 0.122 0.078 0.139
Mediano plazo - - - - 0.323 0.632 0.313 0.624
Largo plazo - - - - 0.070 0.167 0.073 0.152
Efectos para población indígena 
Corto plazo - - - - 0.002 0.004 0.003 0.005
Mediano plazo - - - - 0.297 0.673 0.281 0.607
Largo plazo - - - - 0.039 0.092 0.038 0.076
Controles incluidos                
indicadores de tipo de localidad por
Sí Sí Sí Sí
duración del Programa
características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la localidad No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 4123 4123 4123 4123
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.034 0.050 0.060 0.066
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
116 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro D11 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: movilidad hacia trabajo formal (hombres)
1 2 3 4
al Programa sobre mo-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
verse a trabajo formal. Efecto general                    
Comparativo con jefe Corto: menos de tres años 0.040 3.090 0.040 3.485 0.035 2.090 ** 0.034 2.046 **
de hogar. Hombres Mediano: tres a seis años 0.004 0.013 0.005 0.011 0.012 0.022   0.012 0.020  
Largo: más de seis años -0.024 -0.086 -0.030 -0.068 -0.006 -0.012   -0.006 -0.012  
Efectos para niveles educativos 
Primaria          
Corto plazo - - - - 0.041 0.076   0.040 0.067  
Mediano plazo - - - - -0.010 -0.020   -0.009 -0.015  
Largo plazo - - - - -0.020 -0.038   -0.020 -0.036  
Secundaria      
Corto plazo - - - - 0.045 0.083   0.042 0.069  
Mediano plazo - - - - 0.006 0.012   0.005 0.008  
Largo plazo - - - - -0.017 -0.033   -0.018 -0.034  
Preparatoria      
Corto plazo - - - - 0.147 0.266   0.138 0.224  
Mediano plazo - - - - 0.123 0.237   0.117 0.200  
Largo plazo - - - - 0.087 0.163   0.081 0.142  
Efectos para población indígena 
Corto plazo - - - - 0.031 0.060   0.030 0.050  
Mediano plazo - - - - -0.008 -0.019   -0.009 -0.017  
Largo plazo - - - - 0.000 -0.001   -0.001 -0.001  
Controles incluidos                    
indicadores de tipo de
localidad por duración del Sí Sí Sí Sí
Programa
características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la
No Sí Sí Sí
localidad
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 2805 2805 2805 2805
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.027 0.044 0.053 0.056
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 117

Cambios marginales Cuadro D12


Variable dependiente: movilidad hacia trabajo formal (mujeres) Impacto de exposición
1 2 3 4
al Programa sobre mo-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general                
verse a trabajo formal.
Corto: menos de tres años -0.060 -0.976 -0.056 -0.885 0.050 0.639 0.053 0.757 Comparativo con jefe
Mediano: tres a seis años 0.067 0.128 0.062 0.119 0.125 0.079 0.109 0.073 de hogar. Mujeres
Largo: más de seis años 0.002 0.003 0.006 0.012 -0.095 -0.065 -0.110 -0.081
Efectos para niveles educativos 
Primaria      
Corto plazo - - - - -0.052 -0.034 -0.043 -0.030
Mediano plazo - - - - 0.022 0.023 0.021 0.023
Largo plazo - - - - 0.197 0.315 0.176 0.248
Secundaria  
Corto plazo - - - - -0.036 -0.023 -0.022 -0.015
Mediano plazo - - - - 0.040 0.046 0.027 0.030
Largo plazo - - - - 0.056 0.070 0.037 0.041
Preparatoria  
Corto plazo - - - - -0.011 -0.007 0.000 0.000
Mediano plazo - - - - - - - -
Largo plazo - - - - 0.203 0.355 0.178 0.276
Efectos para población indígena 
Corto plazo - - - - 0.127 0.080 0.133 0.088
Mediano plazo - - - - 0.254 0.192 0.246 0.190
Largo plazo - - - - -0.015 -0.024 -0.028 -0.038
Controles incluidos                

indicadores de tipo de localidad


Sí Sí Sí Sí
por duración del Programa

características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la localidad No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 1318 1318 1318 1318
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.060 0.086 0.101 0.121
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
118 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro D13 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: movilidad hacia ocupación laboraL más calificada (todos)
1 2 3 4
al Programa sobre mo-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
verse hacia ocupación Efecto general                
laboral más calificada. Corto: menos de tres años 0.063 1.047 0.064 1.003 0.114 0.854 0.080 0.571
Comparativo con jefe Mediano: tres a seis años 0.037 0.146 0.038 0.115 0.133 0.185 0.130 0.176
de hogar Largo: más de seis años 0.039 0.150 0.038 0.109 0.269 0.410 0.256 0.399
Efectos para niveles educativos 
Primaria      
Corto plazo - - - - 0.004 0.005 -0.006 -0.008
Mediano plazo - - - - 0.021 0.035 0.018 0.029
Largo plazo - - - - 0.117 0.287 0.116 0.277
Secundaria  
Corto plazo - - - - 0.128 0.179 0.100 0.136
Mediano plazo - - - - 0.115 0.195 0.116 0.186
Largo plazo - - - - 0.151 0.339 0.148 0.321
Preparatoria  
Corto plazo - - - - - - - -
Mediano plazo - - - - - - - -
Largo plazo - - - - - - - -
Efectos para población indígena 
Corto plazo - - - - 0.255 0.361 0.221 0.301
Mediano plazo - - - - 0.214 0.338 0.203 0.307
Largo plazo - - - - 0.327 0.850 0.311 0.760
Controles incluidos                
indicadores de tipo de localidad por duración
Sí Sí Sí Sí
del Programa
características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la localidad No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 3584 3584 3584 3584
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.045 0.049 0.053 0.058
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 119

Cambios marginales Cuadro D14


Variable dependiente: movilidad hacia ocupación laboral más calificada (hombres) Impacto de exposición
1 2 3 4 al Programa sobre mo-
C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general              
verse hacia ocupación
Corto: menos de tres años 0.021 0.294 0.018 0.240 0.050 0.438 0.011 0.090 laboral más calificada.
Mediano: tres a seis años 0.027 0.092 0.024 0.060 0.058 0.096 0.029 0.044 Comparativo con jefe
Largo: más de seis años -0.001 -0.004 -0.006 -0.014 0.127 0.236 0.108 0.191 de hogar. Hombres
Efectos para niveles educativos 
Primaria    
Corto plazo - - - - -0.062 -0.102 -0.078 -0.123
Mediano plazo - - - - -0.047 -0.096 -0.044 -0.085
Largo plazo - - - - -0.042 -0.104 -0.043 -0.098
Secundaria    
Corto plazo - - - - -0.056 -0.094 -0.094 -0.150
Mediano plazo - - - - -0.015 -0.032 -0.015 -0.028
Largo plazo - - - - -0.026 -0.057 -0.029 -0.058
Preparatoria    
Corto plazo - - - - - - - -
Mediano plazo - - - - - - - -
Largo plazo - - - - - - - -
Efectos para población indígena 
Corto plazo - - - - 0.231 0.383 0.207 0.319
Mediano plazo - - - - 0.210 0.353 0.182 0.284
Largo plazo - - - - 0.191 0.433 0.176 0.353
Controles incluidos        
indicadores de tipo de localidad por
Sí Sí Sí Sí
duración del Programa
características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la localidad No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 2439 2439 2439 2439
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.016 0.023 0.027 0.033
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
120 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro D15 Cambios marginales


Impacto de exposición Variable dependiente: movilidad hacia ocupación más calificada (mujeres)
al Programa sobre mo- 1 2 3 4
verse hacia ocupación C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z
Efecto general                  
laboral más calificada.
Corto: menos de tres años 0.089 1.020 0.112 1.311 0.385 2.466 *** 0.343 2.006 **
Comparativo con jefe Mediano: tres a seis años 0.065 0.127 0.056 0.061 -0.048 -0.017   -0.052 -0.046  
de hogar. Mujeres Largo: más de seis años 0.123 0.245 0.137 0.134 0.152 0.021   0.151 0.091  
Efectos para niveles educativos 
Primaria        
Corto plazo - - - - -0.051 -0.011   -0.077 -0.056  
Mediano plazo - - - - -0.155 -0.201   -0.150 -0.234  
Largo plazo - - - - 0.032 0.012   0.039 0.063  
Secundaria        
Corto plazo - - - - - -   - -  
Mediano plazo - - - - - -   - -  
Largo plazo - - - - - -   - -  
Preparatoria        
Corto plazo - - - - - -   - -  
Mediano plazo - - - - - -   - -  
Largo plazo - - - - - -   - -  
Efectos para población indígena 
Corto plazo - - - - - -   - -  
Mediano plazo - - - - - -   - -  
Largo plazo - - - - - -   - -  
Controles incluidos        
indicadores de tipo de
localidad por duración del Sí Sí Sí Sí
Programa
características de la persona Sí No Sí Sí
características del hogar No Sí Sí Sí
características de la localidad No Sí Sí Sí
datos preprograma 1997 No No No Sí
Número de observaciones 1145 1145 1145 1145
Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000
R-cuadrado 0.060 0.070 0.075 0.082
Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 121

E. diferencias de medias entre beneficiarios y no beneficiarios en


la muestra encel
No beneficiarios Cuadro E1
Beneficiarios Oportunidades Ha: diff != 0
Variables Oportunidades Pruebas de medias en
Pr(|T| > |t|)
Obs. Media Desv. Est. Obs. Media Desv. Est. muestra Encel
Años escolaridad 13 526 7.8578 2.5234 3094 7.2527 2.7742 0.0000
Sin Instrucción 13 526 0.0221 0.1470 3094 0.0391 0.1939 0.0000
Primaria 13 526 0.2850 0.4514 3094 0.3930 0.4885 0.0000
Secundaria 13 526 0.5222 0.4995 3094 0.4396 0.4964 0.0000
Preparatoria 13 526 0.1627 0.3691 3094 0.1189 0.3238 0.0000
Profesional 13 526 0.0080 0.0890 3094 0.0094 0.0964 0.4410
Con escolaridad 13 999 0.9662 0.1807 3413 0.9065 0.2911 0.0000
Sin escolaridad 13 999 0.0338 0.1807 3413 0.0935 0.2911 0.0000
Analfabetas 13 999 0.0499 0.2177 3413 0.0797 0.2709 0.0000
No analfabetas 13 999 0.9501 0.2177 3413 0.9203 0.2709 0.0000
Ocupados 13 999 0.3960 0.4891 3413 0.3876 0.4873 0.3684
Desocupados 13 999 0.0157 0.1244 3413 0.0179 0.1325 0.3698
PEA 13 999 0.4117 0.4922 3413 0.4055 0.4911 0.5067
PNEA 13 999 0.5883 0.4922 3413 0.5945 0.4911 0.5067

Transferencias por programas sociales en becas


4 615 477.89 314.45 343 464.16 289.02 0.4330
(incluyendo Oportunidades)
Ingreso laboral monetario empleo principal 3 541 2 528.34 2 027.87 898 2 695.19 3 040.40 0.0492
Ingreso laboral no monetario empleo principal 154 1 527.65 5 329.40 39 1 444.97 3 472.53 0.9268
Ingreso laboral monetario y no monetario
3 639 2 524.90 2 288.61 919 2 694.92 3 110.15 0.0630
empleo principal
Ingreso laboral monetario y no monetario
430 3 374.07 3 878.63 113 3 914.74 5 808.16 0.2401
empleo secundario
Ingreso laboral total, empleo principal y
3 772 2 820.51 2 763.37 946 3 085.62 3 860.96 0.0157
secundario
Ingreso total del individuo (laboral todos los
8 027 1 600.15 2 246.74 1259 2 444.96 3 537.21 0.0000
empleos más becas)
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
5 523 143.08 81.09 1319 151.46 82.51 0.0008
principal
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
564 142.56 92.29 147 148.26 97.63 0.5103
secundario
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
5 524 157.61 97.89 1319 167.98 100.90 0.0006
primario y secundario
Ingreso monetario laboral promedio por hora,
3 471 23.70 52.47 885 23.90 47.61 0.9185
empleo principal
Ingreso no monetario laboral promedio por
150 14.44 32.09 37 12.32 21.24 0.7030
hora, empleo principal
Ingreso laboral monetario y no monetario
3 567 23.67 52.32 905 23.88 47.26 0.9147
promedio por hora, empleo principal

Ingreso laboral monetario y no monetario


401 27.83 43.27 108 34.92 70.25 0.1931
promedio por hora, empleo secundario

Ingreso laboral total promedio por hora,


3 705 23.23 51.59 934 24.03 47.97 0.6668
empleo principal y secundario
Nota: Se consideran solamente individuos elegibles a ser beneficiarios de Oportunidades con datos del módulo de jóvenes, Encel 2007
122 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro E2 Más de seis años De 3 a 6 años Ha: diff != 0


Pruebas de medias en Variables
Obs. Media Desv. Est. Obs. Media Desv. Est. Pr(|T| > |t|)
muestra Encel
Años escolaridad 11 311 7.9204 2.4791 1366 7.6428 2.5887 0.0001
Sin Instrucción 11 311 0.0217 0.1456 1366 0.0198 0.1392 0.6481
Primaria 11 311 0.2712 0.4446 1366 0.3258 0.4688 0.0000
Secundaria 11 311 0.5363 0.4987 1366 0.4963 0.5002 0.0052
Preparatoria 11 311 0.1631 0.3695 1366 0.1501 0.3573 0.2162
Profesional 11 311 0.0078 0.0879 1366 0.0081 0.0894 0.9139
Con escolaridad 11 660 0.9701 0.1704 1443 0.9466 0.2248 0.0000
Sin escolaridad 11 660 0.0299 0.1704 1443 0.0534 0.2248 0.0000
Analfabetas 11 660 0.0475 0.2127 1443 0.0464 0.2105 0.8552
No analfabetas 11 660 0.9525 0.2127 1443 0.9536 0.2105 0.8552
Ocupados 11 660 0.3964 0.4892 1443 0.4269 0.4948 0.0257
Desocupados 11 660 0.0160 0.1253 1443 0.0194 0.1380 0.3291
PEA 11 660 0.4123 0.4923 1443 0.4463 0.4973 0.0136
PNEA 11 660 0.5877 0.4923 1443 0.5537 0.4973 0.0136

Transferencias por programas sociales en becas


3 846 483.25 329.01 471 443.71 237.28 0.0115
(incluyendo Oportunidades)
Ingreso laboral monetario empleo principal 2 895 2 516.67 2 041.76 457 2 527.41 1518.59 0.9142
Ingreso laboral no monetario empleo principal 136 1 576.40 5 658.47 12 1 209.83 1152.85 0.8236
Ingreso laboral monetario y no monetario
2 981 2 515.99 2 351.87 463 2 526.01 1551.17 0.9293
empleo principal
Ingreso laboral monetario y no monetario
360 3 425.91 4 064.61 56 3 049.00 2557.62 0.5013
empleo secundario
Ingreso laboral total, empleo principal y
3 098 2 819.07 2 847.29 474 2 827.61 2083.73 0.9500
secundario
Ingreso total del individuo (laboral todos los
6 649 1 593.03 2 287.85 899 1 723.33 1942.54 0.1031
empleos más becas)
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
4 603 141.99 81.08 619 148.07 81.44 0.0802
principal
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
475 142.42 92.81 68 153.74 91.58 0.3465
secundario
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
4 604 156.66 98.30 619 164.96 99.44 0.0488
primario y secundario
Ingreso monetario laboral promedio por hora,
2 836 24.23 55.48 448 21.83 40.49 0.3793
empleo principal
Ingreso no monetario laboral promedio por
133 14.76 33.82 12 13.02 13.92 0.8606
hora, empleo principal
Ingreso laboral monetario y no monetario
2 921 24.20 55.30 454 21.89 40.29 0.3922
promedio por hora, empleo principal
Ingreso laboral monetario y no monetario
334 27.83 45.59 55 27.38 30.98 0.9438
promedio por hora, empleo secundario

Ingreso laboral total promedio por hora,


3 042 23.78 54.52 466 21.14 39.51 0.3150
empleo principal y secundario

Nota: Se consideran solamente individuos elegibles a ser beneficiarios de Oportunidades con datos del módulo de jóvenes Encel 2007
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 123

Más de seis años Menos de tres años Ha: diff != 0 Cuadro E3


Variables Pruebas de medias en
Obs. Media Desv. Est. Obs. Media Desv. Est. Pr(|T| > |t|)
muestra Encel
Años escolaridad 11 311 7.9204 2.4791 800 7.2713 2.8724 0.0000
Sin Instrucción 11 311 0.0217 0.1456 800 0.0325 0.1774 0.0452
Primaria 11 311 0.2712 0.4446 800 0.4175 0.4935 0.0000
Secundaria 11 311 0.5363 0.4987 800 0.3775 0.4851 0.0000
Preparatoria 11 311 0.1631 0.3695 800 0.1638 0.3703 0.9626
Profesional 11 311 0.0078 0.0879 800 0.0088 0.0932 0.7638
Con escolaridad 11 660 0.9701 0.1704 847 0.9445 0.2291 0.0000
Sin escolaridad 11 660 0.0299 0.1704 847 0.0555 0.2291 0.0000
Analfabetas 11 660 0.0475 0.2127 847 0.0897 0.2860 0.0000
No analfabetas 11 660 0.9525 0.2127 847 0.9103 0.2860 0.0000
Ocupados 11 660 0.3964 0.4892 847 0.3424 0.4748 0.0019
Desocupados 11 660 0.0160 0.1253 847 0.0047 0.0686 0.0099
PEA 11 660 0.4123 0.4923 847 0.3471 0.4763 0.0002
PNEA 11 660 0.5877 0.4923 847 0.6529 0.4763 0.0002

Transferencias por programas sociales en becas


3 846 483.25 329.01 272 460.55 207.19 0.2618
(incluyendo Oportunidades)
Ingreso laboral monetario empleo principal 2 895 2 516.67 2 041.76 183 2 682.82 2 788.33 0.2978
Ingreso laboral no monetario empleo principal 136 1 576.40 5 658.47 6 1 058.33 1 061.33 0.8236

Ingreso laboral monetario y no monetario


2 981 2 515.99 2 351.87 189 2 631.25 2 763.72 0.5182
empleo principal

Ingreso laboral monetario y no monetario


360 3 425.91 4 064.61 13 3 352.31 3 605.58 0.9487
empleo secundario
Ingreso laboral total, empleo principal y
3 098 2 819.07 2 847.29 194 2 788.08 2 886.55 0.8832
secundario
Ingreso total del individuo (laboral todos los
6 649 1 593.03 2 287.85 448 1 486.96 2 229.40 0.3414
empleos más becas)
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
4 603 141.99 81.08 285 148.96 79.48 0.1586
principal
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
475 142.42 92.81 20 108.60 78.87 0.1091
secundario
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
4 604 156.66 98.30 285 156.59 87.56 0.9905
primario y secundario
Ingreso monetario laboral promedio por hora,
2 836 24.23 55.48 181 20.03 21.86 0.3108
empleo principal
Ingreso no monetario laboral promedio por
133 14.76 33.82 5 9.51 6.54 0.7300
hora, empleo principal
Ingreso laboral monetario y no monetario
2 921 24.20 55.30 186 19.75 21.65 0.2748
promedio por hora, empleo principal
Ingreso laboral monetario y no monetario
334 27.83 45.59 11 30.00 21.67 0.8756
promedio por hora, empleo secundario

Ingreso laboral total promedio por hora,


3 042 23.78 54.52 191 19.69 21.35 0.3031
empleo principal y secundario

Nota: Se consideran solamente individuos elegibles a ser beneficiarios de Oportunidades con datos del módulo de jóvenes Encel 2007
124 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro E4 De 3 a 6 años Menos de tres años Ha: diff != 0


Pruebas de medias en Variables
Obs. Media Desv. Est. Obs. Media Desv. Est. Pr(|T| > |t|)
muestra Encel
Años escolaridad 1 366 7.6428 2.5887 800 7.2713 2.8724 0.0020
Sin Instrucción 1 366 0.0198 0.1392 800 0.0325 0.1774 0.0642
Primaria 1 366 0.3258 0.4688 800 0.4175 0.4935 0.0000
Secundaria 1 366 0.4963 0.5002 800 0.3775 0.4851 0.0000
Preparatoria 1 366 0.1501 0.3573 800 0.1638 0.3703 0.3964
Profesional 1 366 0.0081 0.0894 800 0.0088 0.0932 0.8631
Con escolaridad 1 443 0.9466 0.2248 847 0.9445 0.2291 0.8280
Sin escolaridad 1 443 0.0534 0.2248 847 0.0555 0.2291 0.8280
Analfabetas 1 443 0.0464 0.2105 847 0.0897 0.2860 0.0000
No analfabetas 1 443 0.9536 0.2105 847 0.9103 0.2860 0.0000
Ocupados 1 443 0.4269 0.4948 847 0.3424 0.4748 0.0001
Desocupados 1 443 0.0194 0.1380 847 0.0047 0.0686 0.0038
PEA 1 443 0.4463 0.4973 847 0.3471 0.4763 0.0000
PNEA 1 443 0.5537 0.4973 847 0.6529 0.4763 0.0000

Transferencias por programas sociales en becas


471 443.71 237.28 272 460.55 207.19 0.3297
(incluyendo Oportunidades)

Ingreso laboral monetario empleo principal 457 2 527.41 1 518.59 183 2 682.82 2 788.33 0.3666

Ingreso laboral no monetario empleo principal 12 1 209.83 1 152.85 6 1 058.33 1 061.33 0.7911

Ingreso laboral monetario y no monetario


463 2 526.01 1 551.17 189 2 631.25 2 763.72 0.5382
empleo principal

Ingreso laboral monetario y no monetario


56 3 049.00 2 557.62 13 3 352.31 3 605.58 0.7236
empleo secundario
Ingreso laboral total, empleo principal y
474 2 827.61 2 083.73 194 2 788.08 2 886.55 0.8432
secundario
Ingreso total del individuo (laboral todos los
899 1 723.33 1 942.54 448 1 486.96 2 229.40 0.0456
empleos más becas)
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
619 148.07 81.44 285 148.96 79.48 0.8772
principal
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
68 153.74 91.58 20 108.60 78.87 0.0491
secundario
Horas promedio trabajadas por mes, empleo
619 164.96 99.44 285 156.59 87.56 0.2226
primario y secundario
Ingreso monetario laboral promedio por hora,
448 21.83 40.49 181 20.03 21.86 0.5716
empleo principal
Ingreso no monetario laboral promedio por
12 13.02 13.92 5 9.51 6.54 0.6018
hora, empleo principal

Ingreso laboral monetario y no monetario


454 21.89 40.29 186 19.75 21.65 0.4937
promedio por hora, empleo principal

Ingreso laboral monetario y no monetario


55 27.38 30.98 11 30.00 21.67 0.7908
promedio por hora, empleo secundario

Ingreso laboral total promedio por hora, empleo


466 21.14 39.51 191 19.69 21.35 0.6332
principal y secundario

Nota: Se consideran solamente individuos elegibles a ser beneficiarios de Oportunidades con datos del módulo de jóvenes Encel 2007
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 125

Capítulo III

La vida después de Oportunidades:


impacto del Programa a diez años de su creación

Autora

Mercedes González de la Rocha*

Con la colaboración de: Paloma Paredes Bañuelos y Gabriela Sánchez López‡

* Mercedes González de la Rocha es Profesora-Investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, en su unidad
occidente. Directora de la Evaluación Cualitativa Externa del Programa Oportunidades, con Agustín Escobar, de 1999 a 2005 y directora de las
evaluaciones cualitativas de 2006 a 2008.

Paloma Paredes Bañuelos es investigadora de la Evaluación Cualitativa de Impacto del Programa Oportunidades, 2008. Gabriela Sánchez López es
investigadora de la Evaluación Cualitativa de Impacto del Programa Oportunidades, 2008, y autora del Documento Técnico de Salud (Volumen XXXX).
Resumen ejecutivo

Preguntas y objetivos del análisis


E l objetivo central del presente documento técnico es conocer el impacto en las ocupaciones, el tipo de inserción
laboral de los ex becarios del Programa Oportunidades y los cambios en los patrones de fecundidad. Por impacto,
se entiende cualquier modificación en las condiciones de vida de los grupos domésticos beneficiarios que puede ser
directa o indirectamente asociada al Programa. La hipótesis central que guió la búsqueda es que el Programa Opor-
tunidades incide directamente en la prolongación de las trayectorias educativas. Los mayores logros en escolaridad
se relacionan con un abanico relativamente más amplio de opciones laborales (dentro o fuera de las microrregiones
estudiadas) y también con patrones de nupcialidad y fecundidad distintos a los de generaciones previas. Si la realidad
analizada apoya esta hipótesis, será posible afirmar que el Programa Oportunidades está contribuyendo a la ruptura
de la transmisión intergeneracional de la pobreza. Este proceso de transmisión de la pobreza de una generación
a otra está caracterizado por la deserción escolar temprana, el trabajo precoz en actividades de subsistencia o en
empleos que ofrecen muy escasos salarios y oportunidades muy reducidas para la obtención de los satisfactores
de necesidades básicas. La transmisión intergeneracional de la pobreza incluye la unión y el embarazo tempranos y
todo este conjunto de elementos conduce a la creación de hogares o grupos doméstico-familiares del mismo perfil
que los hogares de origen.
Por lo tanto, el análisis aquí realizado se propone 1) entender los procesos que llevan al impacto de Oportunidades
en las trayectorias e inserción laboral de los becarios y ex becarios de más larga exposición al Programa que existen
hoy en día, los que en 1997-1998, al momento en el que sus hogares de origen fueron incorporados en calidad de
beneficiarios, se encontraban cursando el tercero o cuarto año de primaria e iniciaron su trayectoria como becarios.
Específicamente interesa conocer si a los becarios y ex becarios les caracteriza una mayor escolaridad, uniones más
tardías, menor fecundidad y ocupaciones menos tradicionales y mejor remuneradas que las ocupaciones realizadas
por los nunca becarios (y que formaban parte de hogares semejantes en 1998, cuando los beneficiarios fueron
incorporados al Programa); 2) ofrecer una reflexión sobre la relación que existe entre la calidad de los servicios de
salud y educación en la población“pionera” de Oportunidades y los impactos. Este estudio lleva los resultados de
los estudios etnográficos sobre calidad de los servicios a un nivel de análisis distinto al realizado en los documentos
analíticos regionales (entregados previamente a Oportunidades como insumo preliminar), en el que se aborda la
calidad del servicio (acumulado a lo largo de la vida) en las capacidades observadas de los individuos (su capacidad
para el trabajo, por ejemplo); y 3) describir y explicar impactos heterogéneos en población indígena y no indígena
respecto de sus logros en escolaridad, en la postergación de la unión y el nacimiento del primer hijo y respecto de
sus logros ocupacionales.

Método
Se eligieron doce microrregiones rurales étnicamente diversas en cuatro estados del país (dos del noroeste, Sonora
y Chihuahua, y dos del sur, Oaxaca y Chiapas) para estudiar tanto hogares indígenas como no indígenas o mesti-
zos, beneficiarios de larga exposición integrados en la primera fase de incorporación del Programa Oportunidades
128 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

(Progresa) y hogares semejantes nunca incorporados (no beneficiarios). En esas doce microrregiones (tres en cada
estado) se realizó trabajo etnográfico de campo, y se incluyeron observaciones directas en los centros proveedores
de servicios (escuelas, clínicas, centros y casas de salud), sitios laborales, eventos públicos (entregas de apoyos,
asambleas ejidales y municipales, días de mercado) y viviendas. Se hicieron entrevistas a los jefes de los CAR (Cen-
tros de Atención y Registro) y a los promotores de Oportunidades, vocales del Programa, médicos y enfermeras,
maestros y directores de escuela, autoridades y líderes locales. Se diseñó una muestra analítica de cuatro tipos de
hogares: beneficiarios indígenas y mestizos y no beneficiarios indígenas y mestizos para contar con información
sobre 16 grupos domésticos en cada microrregión (cuatro de cada uno de los subtipos) y de esa manera, contar
con 48 grupos domésticos en cada escenario (formado por las tres microrregiones de cada estado). Esto daría un
total de 192 estudios de caso de hogares de los distintos subtipos. A través de un conjunto de entrevistas abiertas
y estructuradas a miembros de cada hogar (y no una sola entrevista), observación participante y otras técnicas de
recolección cruzada de información, instrumentadas a lo largo del periodo del trabajo de campo (14 semanas) se
construyeron estudios de caso para conformar dicha muestra analítica. La muestra analítica teórica estuvo integrada
de la manera que aparece en el cuadro 1.

Cuadro 1 EStatus
Etnicidad Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora TOTAL
Muestra analítica Oportunidades
teórica de hogares Beneficiarios Indígenas 12 12 12 12 48
Beneficiarios Mestizos 12 12 12 12 48
No beneficiarios Indígenas 12 12 12 12 48
No beneficiarios Mestizos 12 12 12 12 48
TOTAL 48 48 48 48 192

La selección de los hogares beneficiarios y no beneficiarios se realizó de acuerdo con un criterio importante para
contar con individuos de larga exposición al Programa en la generación de los hijos (hogares que, en 1998 cuando
fueron incorporados, tuvieran por lo menos a un niño o una niña cursando entre tercero y cuarto año de primaria) y
con sus pares –de la misma edad y condiciones socioeconómicas– que nunca hubieran recibido los apoyos. Se optó,
asimismo, por elegir los hogares en distintos momentos o etapas de su ciclo doméstico, de manera que se procuró
que la mitad de los hogares de cada subtipo tuviese hijos primogénitos, y la otra mitad hijos ultimogénitos de dichas
edades (grados escolares) al momento de su incorporación. Ello con la finalidad de poner a prueba la hipótesis de
los privilegios que los hijos ultimogénitos tienen, respecto de los primogénitos, quienes frecuentemente salen de la
escuela para dedicarse al trabajo, y con la finalidad de contar con hogares en el presente etnográfico con distintas
características sociodemográficas en donde fuera posible observar variedad de itinerarios terapéuticos, de prácticas
de autocuidado a la salud y de atención (padecimientos crónico-degenerativos, en los casos más añejos, o cuidados
prenatales e infantiles en el caso de los hogares más jóvenes).
Las microrregiones estudiadas son escenarios étnicamente diversos, en donde indígenas y mestizos están en
aparente igualdad de condiciones respecto de su acceso potencial a los servicios.
Aunque la muestra analítica siempre fue una guía fundamental en la selección de los hogares para la realización de
estudios de caso, y de hecho fue instrumentada al 100% en las microrregiones de Chihuahua y casi al 100% en las de
Sonora, tuvo que readecuarse en Oaxaca y Chiapas porque en algunas microrregiones de estos estados la población no
indígena existente está formada por maestros y familias de un perfil socioeconómico distinto al buscado (no pobres).
En esos casos, se eligieron hogares para la categoría no indígena en donde la madre es no indígena (aunque casada
con un indígena oriundo de la microrregión), dado el importante papel de la madre en la socialización de la prole.
Igualmente, debido a la muy alta cobertura del Programa en los estados del Sur (Chiapas y Oaxaca) hubo problemas
en la ubicación de hogares no beneficiarios del perfil socioeconómico objeto del estudio (no se encontraron casos de
pobres no beneficiarios). En esos casos no se cubrió la cuota de los hogares no beneficiarios y se optó por maximizar
la diferencia de la variable exposición al Programa con hogares beneficiarios que fueron incorporados al final de 2007
y sólo habían recibido los apoyos de un bimestre en el momento del trabajo de campo (cuadro 2).
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 129

EStatus Cuadro 2
Etnicidad Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora TOTAL
Oportunidades Composición final de
Beneficiarios Indígenas 24 12 11 13 60 la muestra analítica de
Beneficiarios Mestizos 8 12 10 14 44 hogares
No beneficiarios Indígenas 7 12 14 11 44
No beneficiarios Mestizos 6 12 7 10 35
TOTAL 45 48 42 48 183

En las microrregiones estudiadas en Oaxaca y Chiapas fue donde mayores dificultades se encontraron para la
ubicación de hogares idóneos para la muestra analítica por la confluencia, como se mencionó anteriormente, de dos
factores: la alta concentración de población indígena (son municipios más puramente indígenas que los del norte)
y la muy elevada cobertura del Programa Oportunidades.
Se construyó una base de datos con la información de todos los estudios de caso de hogares beneficiarios y no
beneficiarios de las doce microrregiones estudiadas en los cuatro estados. Se privilegió el análisis de los no becarios
y de los becarios y ex becarios (hijos beneficiarios) de ambos sexos que tienen entre 15 y 25 años por ser esta
cohorte la que más interesa para el estudio del largo plazo (la de mayor exposición al Programa como becarios e
hijos de titulares beneficiarias).

Resultados
Estructuras de oportunidades

Las investigaciones etnográficas en las que se basa este análisis arrojaron suficiente evidencia para afirmar que las
regiones rurales habitadas por una alta proporción de población indígena constituyen escenarios cuyas características
dificultan la operación del Programa Oportunidades. Son zonas generalmente alejadas y dotadas de muy precaria
infraestructura, en las que casi ningún profesional de fuera de ellas quiere vivir y ejercer su profesión. Por lo tanto,
los servicios de salud y educación son prestados por médicos y maestros que ven su estancia en estas comunidades
pobres como algo temporal, que tienen que resistir con la finalidad de lograr mejores puestos en lugares que ofrecen
más comodidades y prestigio. Los análisis revelaron que las poblaciones indígenas enfrentan muchas más dificultades
que las mestizas para mantenerse en el Programa Oportunidades en calidad de beneficiarios y que, adicionalmente, la
calidad de los servicios de salud y educación, lejos de ser óptima, es indiscutiblemente deficiente.1-4 No obstante lo
anterior, y aún con los problemas de cobertura detectados en la Sierra Tarahumara entre localidades rarámuri y pima,
que contrasta con la adecuada o muy amplia cobertura en las microrregiones sonorenses, oaxaqueñas y chiapanecas,
la presencia y operación del Programa Oportunidades en el México rural ha marcado un hito en la historia de las
localidades y en las vidas de las familias y de los jóvenes que han recibido los apoyos a través de las becas.
No se puede entender el impacto que un programa social como Oportunidades tiene en el bienestar y en las ca-
pacidades de los individuos y familias para desempeñarse en el mundo laboral si no se toma en cuenta la dinámica de
las estructuras de oportunidades (entendidas como el conjunto de opciones u oportunidades de empleo y de acceso a
bienes y servicios al que las personas tienen acceso). Se ofrece un breve panorama de las estructuras de oportunidades
a través de una descripción sintética que privilegia los empleos que se encuentran en las microrregiones de estudio
y los servicios de salud y educación a los que los habitantes –incluidos los ex becarios de Oportunidades– pueden
acceder. El recurso más importante de las familias pobres es la fuerza de trabajo de sus miembros y la transformación
de dicho recurso en un activo real para el bienestar depende, por un lado, de los mercados laborales a los que se
tiene acceso y, por otro, de las capacidades construidas a lo largo de la vida en términos de salud (es necesario estar
saludable para trabajar) y de capacitación para el trabajo. Esto quiere decir que los cambios en las economías de los
hogares y las posibilidades reales que los individuos tienen de obtener salud, educación y trabajo están moldeadas
por el entorno social, económico y político que estructura las oportunidades (de obtener un empleo, de tener una
buena o mala cosecha, de ser atendido y curado por un médico en caso de enfermedad, etc.). Se habla de estructuras
130 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

de oportunidades porque las opciones reales que las personas tienen para obtener servicios y realizar actividades
económicas (de donde se obtiene el sustento) no están distribuidas al azar sino que, por el contrario, están colocadas
y definidas por un conjunto de factores de orden social, económico y político.5-8 Existen patrones, por ejemplo, que
interrelacionan el acceso al empleo público con el acceso a ciertos bienes y a ciertos servicios (de cierta calidad).
Otros, en cambio, interrelacionan el empleo informal urbano con el (no) acceso a servicios públicos de salud y otros
más que unen la economía de subsistencia de los hogares indígenas campesinos con el acceso a Unidades Médicas
Rurales y a escuelas unitarias o planteles de educación indígena como los descritos en los documentos analíticos
etnográficos.1-4 El acceso privilegiado de unos a servicios de calidad y el acceso de los otros a escuelas y clínicas de
deficiente desempeño no son resultado del azar sino que forman parte del desarrollo de nuestra sociedad, marcada
aún (y posiblemente cada vez más) por iniquidades construidas socialmente.
El Estado, además del mercado, juega un papel importante en la estructuración de las oportunidades. El Programa
Oportunidades ha intervenido en las relaciones entre los individuos (y familias) y las estructuras de oportunidades, no
únicamente a través del incremento de recursos monetarios en manos de las familias beneficiarias, lo que les posibilita
acceder a un abanico más amplio de bienes y servicios sino, también, a través del aumento sin precedentes de la de-
manda de servicios públicos a través del condicionamiento de apoyos o transferencias al uso (regular y frecuente) de los
servicios de salud y educación. En teoría, las familias que están incorporadas al Programa Oportunidades, en calidad de
beneficiarias, tienen acceso –regular y frecuente– a los servicios de salud y educación pero, a diez años de operación, ni
las escuelas ni los centros de salud han logrado ajustarse con calidad a dicho aumento en la demanda de sus servicios.
Las microrregiones estudiadas son distintas entre sí. Las opciones laborales locales son relativamente más abun-
dantes en las microrregiones del norte (especialmente en Sonora), y ello sin considerar las actividades ligadas al
narcotráfico (tema que no se aborda en la investigación). Existen oportunidades de empleo en la agricultura comer-
cial en Sonora y en el vecino estado de Sinaloa. Sin embargo, dentro del mismo estado de Sonora, la microrregión
guarijía comparte muchas de las características de las microrregiones en la Sierra Tarahumara; entre otras, el relativo
aislamiento social que el entorno serrano promueve, la agricultura de subsistencia en un territorio poco apto para ésta
que produce escasas y pobres cosechas y, sobre todo, el estrecho abanico de opciones de trabajo remunerado. En las
microrregiones sonorenses yaqui y mayo, en cambio, se encuentra oferta de empleos en la industria maquiladora,
en los servicios ligados a la agricultura y en la industria de la construcción en la capital del estado y otras ciudades
en crecimiento. Los rarámuri enfrentan una muy escasa oferta de empleos y son muchos los que se van a la capital
del estado de Chihuahua a trabajar en la industria de la construcción (los varones) y el servicio doméstico (las
mujeres). Las microrregiones sureñas son mucho más precarias que las microrregiones sonorenses (mayo y yaqui)
con respecto al empleo. Esto parece estar relacionado con la muy escasa emigración hacia fuera de la región que se
constata en Sonora y que contrasta con los nutridos flujos migratorios hacia fuera de los escenarios de estudio de
Chiapas y Oaxaca, tanto hacia destinos nacionales como a los Estados Unidos.
En los cuatro escenarios de investigación se encontró que la agricultura de subsistencia es una actividad en franca
decadencia. Los análisis realizados por el Coneval plantean que el cambio en los ingresos de los hogares rurales se
debe a la cada vez más frecuente venta del trabajo –a cambio de un salario– y a las transferencias en efectivo del
Programa Oportunidades. Los materiales etnográficos con los que se cuenta apoyan esta idea. En contextos carac-
terizados por una crisis de la agricultura de subsistencia, los apoyos de Oportunidades y el trabajo asalariado (como
jornaleros agrícolas o mediante empleos urbanos dentro o fuera del país) constituyen los pilares de la sobrevivencia
de los pobres rurales, indígenas y mestizos.
En este contexto, no sorprende que los jóvenes ex becarios y no becarios que han alcanzado niveles escolares altos
(preparatoria o al menos secundaria terminada), tengan que abandonar estas regiones. Este imperativo es aún más
claro entre los indígenas. Una parte importante de los jóvenes mestizos puede tener acceso a los pequeños negocios
que ya existen, porque sus familias o conocidos de confianza son los propietarios. Pero para los indígenas las únicas
alternativas significativas son la emigración permanente o el regreso a sus comunidades o a otras parecidas como
agentes de desarrollo del Estado: maestros, promotores educativos y de salud o extensionistas agrícolas. Los pocos
que permanecen en sus pueblos de origen muestran un comprensible poco éxito laboral; vuelven a las ocupaciones
tradicionales en la agricultura de subsistencia y los jornales agrícolas.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 131

Los jóvenes más escolarizados en todas las microrregiones estudiadas, pero sobre todo en Chiapas y en Oaxaca, son
los que se suman a las huestes de emigrantes laborales. Los jóvenes –tanto ex becarios como nunca beneficiarios– que
no lograron alargar sus trayectorias educativas son los que se encuentran con más frecuencia en sus pueblos y ranche-
rías. Los más escolarizados son los que se van a vivir y trabajar a los Estados Unidos, les siguen los que emigran a las
ciudades y a los “polos de desarrollo” (turístico) al interior del país y los menos escolarizados –los que truncaron sus
trayectorias educativas durante la primaria o en los primeros años de la secundaria– son los que se quedan a residir y
trabajar en sus lugares de origen. Las rutas, los destinos y las ocupaciones de los que se van han seguido claramente las
estructuras de sobra conocidas en la literatura sobre migraciones. Son los familiares, en primer lugar, algunos mentores,
asociaciones caritativas y otros conocidos, los que han animado a estos jóvenes a partir, les han brindado hospedaje, y
les han ayudado a conseguir empleos. Por lo tanto, los destinos han estado determinados por estas redes preexistentes.
Pero es importante señalar que, en muchos sentidos, estos son nuevos migrantes (con un perfil distinto a los que los han
precedido). Por lo tanto, las redes existentes no responden a las características de los nuevos flujos. Muchos migrantes
oaxaqueños relativamente exitosos laboran con sus parientes en negocios informales o muy familiares en la ciudad de
México y en los Estados Unidos. Aunque sus habilidades escolares son bienvenidas, no son los empleos que les pueden
brindar los beneficios que corresponden a su escolaridad. Aunque la dinámica nacional del empleo no es buena, hay
cierto optimismo en el sentido de que algunos de los primeros migrantes con nivel bachillerato o universitario (que en
algunos casos ya tienen mejores empleos) servirán como cabeza de playa o como puente hacia mejores redes para los
jóvenes que sigan sus pasos. Pero este proceso está por verse.
Al panorama desalentador de los mercados laborales se suma el tema de la provisión (y calidad) de los servicios
de educación y salud. El listado de planteles educativos y de centros de atención a la salud que se incluye en la des-
cripción sintética de las estructuras de oportunidades brinda una imagen de relativa cobertura. Sin embargo, existen
graves deficiencias en todas las microrregiones estudiadas respecto de la provisión de estos servicios, y aunque es
posible distinguir diferencias importantes, las etnografías muestran un panorama generalizado de marcadas carencias
y fallas en la calidad. Los habitantes de las doce microrregiones de los cuatro estados del país tienen, efectivamente,
acceso a escuelas de todos los niveles básicos (desde preescolar hasta secundaria, en menor medida en la microrre-
gión pima y en la guarijía) y a planteles de Educación Media Superior (EMS) en las cabeceras municipales y otros
pueblos relativamente grandes. Además, estas microrregiones están dentro de los anillos de cobertura de clínicas de
primer nivel y, de modo similar a lo que sucede con las preparatorias en el caso de la educación, existen hospitales
de segundo nivel en ciudades pequeñas, no tan cercanas como los pueblos donde hay planteles de EMS. Algunas
microrregiones están más desprovistas de servicios que otras, como es el caso de la pima en el territorio fronterizo
entre Chihuahua y Sonora y la guarijía en este último estado. Pero en las demás, existe una cobertura de servicios
relativamente adecuada. Ello no quiere decir, sin embargo, que dichos servicios sean de calidad.
Las etnografías realizadas, que incluyeron la denominada etnografía del aula y etnografía de la consulta además de
entrevistas a maestros, médicos y enfermeras y estudios de caso de distintos tipos de hogares, obtuvieron evidencias
sobre los problemas que merman la calidad de la atención: infraestructura insuficiente y en mal estado, carencias
de personal, inasistencia de médicos y maestros, materiales limitados tanto en los planteles educativos como en
las clínicas y centros de salud. Hay muchas localidades, especialmente en la Tarahumara y en la microrregión pima,
que no cuentan ni con escuelas ni con centros de atención a la salud. Como es sabido, tener acceso a servicios de
salud y educación es un requisito para ser incorporado al Programa Oportunidades para que los beneficiarios puedan
cumplir con las corresponsabilidades. Por eso el trabajo de campo se hizo en localidades con estas características y
no en regiones mucho más apartadas en donde no hay ni escuelas ni clínicas a muchos kilómetros a la redonda. Pero
incluso en las localidades que cuentan con el privilegio de tener escuelas o centros de atención a la salud, la cobertura
de los servicios no garantiza que las necesidades de educación y de cuidados médicos estén siendo atendidas.*
En ésta y en otras evaluaciones se ha visto que el mayor impacto del Programa Oportunidades (logros educativos
de los niños y jóvenes, ingresos de los hogares, capacidades para mejorar la vivienda y otras modificaciones en las

* Los documentos técnicos de salud y educación ofrecen análisis detallados sobre la calidad de estos servicios.9,10
132 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

condiciones de bienestar) se da en escenarios domésticos en donde confluyen factores ventajosos: capacidad de los
padres y madres de generar ingresos a los que se suman los apoyos monetarios del Programa, salud de los miembros del
hogar (ausencia de enfermedad de los proveedores económicos y de los propios niños y jóvenes), remesas de miembros
que han emigrado, corta distancia a los centros de provisión de los servicios educativos y de salud, entre otros. A esos
contextos domésticos los hemos llamado escenarios de acumulación de ventajas, en los que la salud constituye un
requisito indispensable para poder trabajar y estudiar. En cambio, se ha documentado que los episodios de enfermedad
merman las economías familiares por los gastos en los que se incurre en los procesos de búsqueda de atención privada
(ante la escasa resolución de las clínicas y los centros de salud públicos) y porque frecuentemente incapacitan a los
individuos para el trabajo.7,9,11 Por ello, es pertinente plantear que los escenarios de acumulación de ventajas incluyen
factores extradomésticos (además de otros de naturaleza doméstica y familiar) entre los que aparece la capacidad de
resolución de los centros de atención a la salud y la provisión de servicios educativos de calidad.

Análisis

Se contrastan los logros educativos de los jóvenes becarios y ex becarios (hijos beneficiarios) con los de sus padres
y los de sus pares no beneficiarios, y se comparan los logros ocupacionales de los individuos beneficiarios, hombres y
mujeres que forman parte de la generación de hijos, con los jóvenes de la generación de los hijos que nunca recibieron
los apoyos del Programa (sus pares). La base de datos incluye las siguientes variables tanto de los padres como de
los hijos y otros miembros que tenían, al momento del estudio, entre 15 y 25 años: entidad de la República, región,
pueblo, número de hogar, sexo, nombre de pila, edad, parentesco (si es padre o madre, hijo o hija, u otro de la gene-
ración de los hijos) estatus en el Programa, etnicidad, lengua, lugar de residencia, estado civil, escolaridad (en años
que corresponden al nivel máximo alcanzado: 0= analfabeta o nunca fue a la escuela, 1= primero de primaria, 6=
primaria completa; 9=secundaria; 12= bachillerato, etc.), ocupación principal, ocupación secundaria, descripción
detallada de las ocupaciones, edad al momento del primer parto (para el caso de las mujeres). La base de datos de
la muestra analítica basada en la cohorte de jóvenes de mayor impacto potencial en educación y ocupación consta
de 793 individuos (498 indígenas y 295 mestizos; 469 beneficiarios y 324 no beneficiarios) que pertenecen a
183 hogares, con un promedio de 4.33 miembros por hogar. Esta base de datos no incluye a todos los miembros
de los hogares. Incluye únicamente a los padres y los hijos (u otros miembros de la generación de los hijos) en la
cohorte que en el momento del estudio tenía entre 15 y 25 años y que, por lo tanto, tenía entre 5 y 15 años en
1998. Sus hermanos mayores y menores y otras personas residentes en el hogar que no pertenezcan a la cohorte
objetivo fueron excluidos de la base de datos (cuadro 3).

Cuadro 3 Base de datos: individuos que la conforman


Individuos en la base Etnicidad Estado Beneficiario No Beneficiario TOTAL
de datos Indígena Chiapas 110 51 161
Chihuahua 50 55 105
Oaxaca 54 56 110
Sonora 70 52 122
284 214 498
Mestizos Chiapas 33 25 58
Chihuahua 46 15 61
Oaxaca 47 25 72
Sonora 59 45 104
Total 185 110 295
Gran total 469 324 793
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 133

Resultados de impacto

Los resultados de impacto que aquí se presentan son cifras (promedios) que provienen del análisis de la base de datos
en su conjunto, es decir, promedios para todos los estados y microrregiones estudiadas. Ello, si bien vela las diferencias
que de hecho existen no sólo entre los estados sino de una microrregión a otra, constituye un ejercicio digno de
tomarse en cuenta para obtener un panorama relativamente más general del impacto del Programa Oportunidades
en microrregiones como las aquí analizadas: caracterizadas por la coexistencia de grupos étnicos distintos, rurales,
con altos grados de rezago social y con población beneficiaria de larga exposición al Programa Oportunidades.

Impacto en educación

El análisis muestra impacto muy notable en la escolaridad de los individuos expuestos al Programa Oportunidades
en calidad de becarios. El mayor incremento se ha dado entre los indígenas y especialmente entre las mujeres indí-
genas: las jóvenes indígenas que son o fueron becarias son las que ostentan las trayectorias escolares más largas y
los niveles más altos de escolaridad. La brecha generacional en escolaridad ha aumentado en todos los casos, pero
el mayor impacto se da entre los indígenas y dicho impacto es aún mayor entre las madres y las hijas. Al poner en
operación el Programa Oportunidades en las comunidades rurales marginadas, se incrementó la movilidad escolar
intergeneracional en dos años más. Es decir, se pasó de un avance de tres años a otro de cinco años. Por movilidad
escolar intergeneracional se entiende el incremento o ascenso en niveles de escolaridad alcanzados por los hijos
respecto de sus padres.
El análisis de la generación de los padres mostró la existencia de dos tipos de desigualdades: étnica y de género.
En la generación de los hijos, la brecha de género se ha invertido y la étnica se ha cerrado en el caso de los hombres
(aún ligeramente a favor de los hombres mestizos vs. hombres indígenas) pero se ha invertido a favor de las indígenas
(las hijas indígenas beneficiarias alcanzan niveles de escolaridad más altos que las hijas mestizas). Todo esto quiere
decir que el Programa Oportunidades ha contribuido a disminuir la desigualdad de género y la desigualdad étnica.
Este resultado subestima el impacto escolar final del Programa Oportunidades porque una fracción importante
de los becarios y ex becarios aún estudia (el 26.6% de los hombres indígenas, el 28% de las mujeres indígenas, el
22.9% de los hombres mestizos y casi el 33% de las mujeres mestizas) y, por lo tanto, los logros escolares serán
mayores en promedio.
Es menester aclarar que los logros educativos se refieren a niveles de escolaridad alcanzados, es decir, de años y
niveles cursados y no de acumulación de conocimientos como parte de procesos de aprendizaje y construcción de
capital humano. Aunque el Programa Oportunidades reduce la brecha étnica en lo que respecta a niveles de escolaridad
a través de la asistencia y permanencia en la escuela (que se traduce en la reducción y en algunos casos inversión de
las brechas étnica y de género en niveles de escolaridad), no tiene incidencia en la calidad de la educación que los
becarios obtienen y existen grandes diferencias entre las primarias unitarias y bilingües rurales y las telesecundarias a
las que los niños y jóvenes de las microrregiones estudiadas tienen acceso (caracterizadas por graves deficiencias de
infraestructura, calidad de la enseñanza, ausentismo de los maestros) y las primarias no bilingües y las secundarias
técnicas ubicadas en cabeceras municipales o pueblos de mayor tamaño. El incumplimiento de los programas de
estudio y de obligaciones y funciones en las escuelas resta posibilidades de impacto al Programa Oportunidades en
su tarea de construcción de capacidades mediante la prolongación de las trayectorias escolares.10
El impacto en la escolaridad de los becarios de larga exposición al Programa Oportunidades está moldeado por
un conjunto de factores entre los que destacan: 1) la mayor o menor cobertura de servicios educativos (la cercanía
a las escuelas de los distintos niveles afecta muy positivamente la escolaridad, especialmente de las mujeres); 2)
la calidad y pertinencia cultural de la educación; 3) la capacidad de los padres de fungir como proveedores econó-
micos y generar ingresos (la muerte del padre o del principal proveedor es un factor en contra de la escolaridad de
los becarios); 4) la existencia de activos productivos y de ingresos monetarios (por ejemplo, remesas de hermanos
mayores que han emigrado) facilita el pago del transporte, particularmente en el caso de los jóvenes estudiantes de
preparatoria quienes frecuentemente se tienen que trasladar a las localidades que cuentan con estos planteles; 5) la
134 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

posición de los individuos en el ciclo reproductivo del hogar (ser ultimogénito o de la camada de ultimogénitos del
hogar es un factor que conduce a mayor logro en escolaridad); 6) ausencia de enfermedad y, 7) sexo del individuo
(ser mujer, dadas las distintas obligaciones que hombres y mujeres tienen en la economía doméstica y el hecho de
que las mujeres adolescentes no son vistas como generadoras de ingresos para el hogar, es un factor que favorece
los logros en escolaridad).

Impacto en fecundidad

No se puede hablar fácilmente del cambio en el promedio de edad a la cual las mujeres tienen su primer hijo porque
la mayoría de las hijas no ha sido aún madre. Sin embargo, el análisis muestra que una fracción importante (26.3%)
de las hijas indígenas ex becarias ya tuvo su primer hijo, pero la proporción de aquellas –igualmente indígenas be-
neficiarias– que todavía no han tenido hijos es mayor (73.7%). Entre las indígenas no beneficiarias, en cambio, el
porcentaje de las que ya son madres es mayor (32.4%) que el de las beneficiarias y, por lo tanto, la fracción de las
que aún no han iniciado su ciclo reproductivo es menor entre las no beneficiarias (cuando se las compara con sus
pares –mujeres indígenas– beneficiarias, 67.6%). Por otra parte, las mujeres mestizas beneficiarias y no beneficiarias
de la generación de las hijas que ya iniciaron su ciclo reproductivo representan una fracción mayor al compararlas
con las indígenas en la misma situación, pero en el caso de las mestizas, la fracción de las que ya iniciaron su ciclo
reproductivo es mayor entre beneficiarias que entre las nunca beneficiarias: 42.3% de las mestizas beneficiarias ya es
madre mientras que entre las mestizas no beneficiarias el porcentaje de las madres es de 35.7 (57.7% de las mestizas
beneficiarias aún no es madre, mientras que la fracción se eleva a 64.3% entre las mestizas no beneficiarias).
El análisis indica un patrón coherente. El impacto en fecundidad es mayor entre las indígenas que entre las
mestizas, lo que coincide con el mayor impacto en educación entre las primeras. El alargamiento de la trayectoria
educativa incide en (o está asociado a) la postergación del inicio del ciclo reproductivo.
La etapa de la adolescencia en la Tarahumara (y en general en los contextos rurales con alta presencia de po-
blación indígena como los estudiados) es muy corta tanto entre los mestizos como entre los indígenas, y sólo se
ha logrado prolongar en algunas regiones en la medida en que la escolarización de niños y jóvenes se ha expandido
e institucionalizado. Es también significativo que la unión temprana (que constituye un patrón de nupcialidad ex-
tendido y enraizado en la tradición y en la cultura) y el inicio del ciclo reproductivo no se están transformando de
manera significativa porque la unión a temprana edad y el inicio del ciclo reproductivo no constituyen obstáculos
para continuar las trayectorias educativas.4 Algunas mujeres de la base de datos de esta generación (tres) conti-
núan sus estudios a pesar de haber entablado su primera unión y de ser ya madres. A éstas, sin duda muy pocas, se
suman otras que no entraron a la base de datos pero que el estudio etnográfico realizado en la Sierra Tarahumara
reportó. A pesar de haber tenido un hijo, ellas están recurriendo a distintas estrategias, y a la ayuda de sus padres,
para continuar con sus carreras educativas. En otras palabras, el simple dato de la edad a la que tuvieron su primer
hijo no indica que estén imitando el patrón de sus madres. Sin duda, una proporción importante de ex becarias de
todas las regiones estudiadas, típicamente las menos escolarizadas, ya se encuentra en uniones tradicionales con
campesinos, jornaleros y otros hombres de su pueblo o de pueblos vecinos. Sin embargo, la gran cantidad de jóve-
nes que no ha tenido hijos en el momento del estudio hace posible concluir que la edad promedio de las becarias al
tener su primer hijo será considerablemente mayor que la correspondiente a la generación de sus madres (quienes
tuvieron su primer hijo a una edad promedio de 19 años).
Existen otros factores que explican el embarazo a edades tempranas. Uno de ellos, que se considera crucial, es el
relativo poco éxito que las políticas de control natal han tenido en este grupo de edad (mujeres adolescentes), que
contrasta con el uso más extendido de diversos métodos anticonceptivos por parte de mujeres entre los 30 y los
40 años de edad. Las trayectorias reproductivas evidencian que prácticamente ninguna mujer en edad reproductiva
de la muestra analítica (tanto en la generación de madres como de hijas) se somete a prácticas de anticoncepción
antes de tener el primer hijo. El uso de estas medidas tiene lugar para espaciar los periodos intergenésicos, pero no
para postergar el primer embarazo. Por otra parte, los talleres que se imparten a los jóvenes como parte del Nuevo
Modelo de Atención a la salud no proveen de información suficiente, precisa y eficaz sobre las ventajas y las medidas
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 135

para evitar el embarazo temprano (o el contagio del VIH/SIDA). Más bien, esos grupos de jóvenes son los espacios
de encuentro y, muchas veces, de creación de nuevas parejas, donde se maneja información errónea tanto sobre la
anticoncepción como sobre la transmisión del VIH.

Impacto en ocupación

Uno de los impactos más notables del Programa Oportunidades es el de los individuos de la generación de hijos (e
hijas) que declaran el estudio como su principal ocupación. Justamente uno de los objetivos del Programa ha sido
la postergación de la edad de ingreso al mercado de trabajo mediante el alargamiento de las trayectorias educativas.
Oportunidades no desea que los jóvenes de 15 años estén empleados o realizando actividades productivas en la
tierra familiar. Eso es lo que busca evitar. Por ello, nos referimos al alto porcentaje de hijos e hijas (becarios y ex
becarios) que declaran el estudio como su ocupación principal como un impacto digno de tomarse en cuenta para
que el Programa continúe enfocando sus esfuerzos al logro de éste y otros objetivos a fin de extenderlos más. Entre
los jóvenes de ambos sexos expuestos al Programa hay un porcentaje importante de individuos que no ha dado por
terminada su trayectoria educativa, particularmente entre los indígenas, hombres (26.6%) y mujeres (28%), y
entre las mujeres mestizas (32.7%). En este grupo de jóvenes de 15 a 25 años que aún se encuentran estudiando
sorprende muy favorablemente el número de ellos que actualmente cursa estudios universitarios, particularmente
de mujeres, tanto indígenas como mestizas. De un total de 205 ex becarios (sin tomar en cuenta a los actualmente
becarios), 15.60% aún estudia y 8.29% de ellos se encuentra actualmente cursando estudios universitarios. Una
pequeña fracción de los ex becarios (2%) la conforman jóvenes que fungen como instructores de Conafe (con
bachillerato terminado) por lo que es probable que se sumen al grupo de universitarios en el futuro cercano. Aunque
aún son pocos los universitarios al considerar el alto número de ex becarios, este pequeño número es muy alentador.
La gran mayoría, sin embargo, se queda en los niveles de secundaria o preparatoria pero resulta significativo que aún
sin recibir ya los apoyos de Oportunidades estos jóvenes permanezcan estudiando.
Se construyó una jerarquía o escala ocupacional para el análisis de los logros ocupacionales de los hijos e hijas
ex becarios y los nunca beneficiarios con base en los empleos que hoy desempeñan. La clasificación se basa en
información sobre la ocupación, la regularidad con la que se realiza, prestaciones (en caso de negocios urbanos), y
el negocio en el que se inscribe. La jerarquía se basa fundamentalmente en la calificación, que es lo que el Programa
Oportunidades busca crear a través de sus acciones. Sin embargo, la clasificación que se otorga a cada empleo varía
según la precariedad o seguridad y la formalidad o informalidad de la unidad económica en la que se inscribe. La cla-
sificación es intencionalmente“fina” en los niveles bajos y medios de la escala ocupacional, con el objeto de discernir
pequeñas diferencias entre ex becarios y no ex becarios que surgen de familias campesinas pobres y jornaleras. Su
intención es retomar el sentido que dan los informantes a estas ocupaciones. Como el dibujo anexo indica, la jerarquía
ocupacional consta de ocho peldaños: 1) peones o jornaleros agrícolas en donde se ha ubicado a los pizcadores; 2)
empleadas domésticas y ayudantes de albañiles, fertilizadores, fumigadores y bomberos agrícolas quienes tienen un
mayor reconocimiento, mayor salario y requieren al menos saber leer y escribir para discernir instrucciones para el
manejo de los químicos y de la maquinaria que usan; 3) empleados en puestos en mercados, ayudantes de cocina en
establecimientos, jardineros en negocios familiares en Estados Unidos, costureras, empleados de tortillería, niñeras,
y obreros no calificados. Un empleado de granja también aparece aquí, un escalón arriba de los fertilizadores, porque
su empleo es más regular; 4) campesinos con tierras propias y empleados en comercios informales con salario. Pero
también incluye a las personas que venden alimentos que ellas mismas preparan, propietarios de tiendas en su casa,
vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros. Vale aclarar que se decidió incluir a los campesinos
con tierras propias en este nivel porque son propietarios de sus medios de producción. Dado el empobrecimiento
de las tierras y las cada vez más frecuentes sequías, inundaciones y otro tipo de catástrofes“naturales” (en realidad,
producto de la mano del hombre), la producción agrícola es crecientemente menos redituable; 5) oficiales (albañiles,
mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados en comercios y servicios formales con prestaciones; 6) maes-
tros albañiles, contratistas de plomería y otros servicios, encargados de comercios con empleados y supervisores de
trabajadores. En este nivel cuentan el dominio de habilidades significativas y la capacidad de controlar el trabajo de
136 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

otros y de llevar contabilidad básica; 7) dueños de negocios establecidos (sólo hay negocios pequeños), y personas
que desempeñan profesiones técnicas (maestros); 8) profesionales (figura 1).
Con estas categorías se construyeron estratos ocupacionales. Se agregaron las categorías del 1 al 3 para conformar
el primer estrato o el peldaño más bajo de las ocupaciones. Se agregaron las categorías 4 y 5 para construir el estrato
medio. Por último, se agregaron las categorías 6 y 7. Esta agregación respondió a la necesidad de facilitar el análisis
de una base de datos que, a pesar de contar con más de 700 individuos (enorme para el manejo antropológico)
sigue siendo una base muy pequeña para el análisis estadístico.
El análisis arrojó los siguientes resultados: la población indígena de esta generación (hijos e hijas) que no ha sido
expuesta al Programa Oportunidades se concentra en el peldaño más bajo de la jerarquía ocupacional, con una notable
presencia de hombres no beneficiarios (83.6% de los hombres indígenas no beneficiarios y el 80.7% de las mujeres
indígenas no beneficiarias caen en este estrato ocupacional), mientras que la población indígena expuesta al Programa
en este mismo estrato, si bien sigue siendo mayoritaria, es menor, especialmente en el caso de las mujeres beneficiarias
(57.1 y 46.4% de los hombres y mujeres indígenas beneficiarios respectivamente). Es posible que el cambio ocupacio-
nal se esté concentrando en el estrato medio (categorías 4 y 5), con una presencia significativa de hombres y mujeres
indígenas beneficiarios, con especial presencia de mujeres (35.8 y 39.2% de los hombres y mujeres beneficiarios, vs.
14 y 15.4% de los hombres y mujeres no beneficiarios respectivamente). Por último, son también mujeres indígenas
beneficiarias las que tienen mayor peso en el estrato más alto (categorías 6 y 7), poco más de catorce de cada 100
mujeres beneficiarias (y poco más de 7 por cada 100 hombres beneficiarios, vs. apenas 3.8 y 2.3% de mujeres y hombres
no beneficiarios). En sí misma podría parecer una presencia muy reducida, pero al comparar a las mujeres beneficiarias
con sus pares no beneficiarias se aprecia que la diferencia es muy significativa a favor de las primeras.
Los hijos e hijas mestizos tienen un comportamiento distinto y menos claro. En primer lugar, los hombres, inde-
pendientemente de su estatus en el Programa, se concentran en el estrato más bajo, pero las fracciones de mujeres
beneficiarias de los estratos dos y tres son notables, no así las de los hombres beneficiarios, quienes son los que
tienen mayor nivel de escolaridad cuando se analizan los ocho tipos de individuos (por etnicidad, sexo, y exposición
al Programa). Podría pensarse que, en el caso de los varones mestizos, la escolaridad influye menos en los logros
ocupacionales que en el caso de las mujeres.
A pesar de los esfuerzos del Programa Oportunidades, dadas las escasas opciones laborales y las muy precarias
estructuras de oportunidades locales, no se ha producido el impacto ocupacional que se esperaría. En las regiones
en las que ya está constituido un flujo migratorio internacional, los ex becarios buscan alternativas de empleo en los

Figura 1
Jerarquía ocupacional 8 Profesionales

7 Técnicos, dueños de negocios


Maestros albañiles, otros
servicios, encargados de

66 Dominio de habilidades significativas, capacidad de controlar el trabajo


de otros y de llevar contabilidad básica
comercios con empleados
y supervisores de
trabajadores, contratistas
de plomería
5 Oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados
en comercios y servicios formales con prestaciones

44 vendedores de alimentos,
Campesinos en tierras propias y empleados en comercios informales con salario,
prop. de tiendas en casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros

33 Empleados de puestos en los mercados, ayudantes de cocina en establecimientos, jardineros en negocios


familiares (EU), costureras, empleados de tortillería, niñeras y obreros no calificados, empleados de granja

2 Ayudantes de albañiles, bomberos, fertilizadores, fumigadores, ayudantes sin salario de venta


de comida en casa, empleadas domésticas, mandaderos

1 Peones agrícolas, pizcadores


Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 137

Estados Unidos. Sin embargo, los candidatos a emigrar al vecino país del norte postergan unos años la salida como
emigrantes, como resultado de su permanencia más prolongada en la escuela.
Los factores asociados al cambio ascendente en la jerarquía ocupacional son semejantes a los de los logros en la
escolaridad (puesto que ambos están asociados) si bien el orden no es el mismo. Ya no es tan determinante contar con
un padre o una madre saludables que funjan como proveedores económicos, aunque esos factores influyen en el paso de
los individuos por la escuela. Entre los factores asociados a los logros o cambios ocupacionales sobresale la importancia
de la posición que los individuos ocupan en el ciclo reproductivo del hogar de origen (primogénitos vs. ultimogénitos).
Mientras que los primeros suelen incorporarse de manera más temprana al trabajo al interior de las economías cam-
pesinas familiares (el trabajo en la milpa), los segundos postergan el inicio de su vida laboral. Es decir, la participación
productiva de los individuos –especialmente los varones– y la edad a la que se adoptan obligaciones económicas están
fuertemente moldeadas por la ubicación en el ciclo doméstico. Los más jóvenes suelen iniciar su vida laboral a edades
más tardías y, mientras lo hacen, asisten a la escuela y aumentan sus niveles de escolaridad. La participación temprana
en la economía doméstica campesina no suele ser una ocupación temporal desde la que se pueda acceder, sin mayores
obstáculos, a otras categorías ocupacionales más tarde en la vida. Más bien, quienes a los 14 años (o antes) dejan la
escuela para convertirse en proveedores o coproveedores económicos de sus hogares de origen a través de la inversión
de su fuerza de trabajo en la producción de subsistencia o en el trabajo agrícola remunerado (jornaleros) permanecen
en esa categoría, no reingresan a los planteles educativos, se casan a edades tempranas y adquieren responsabilidades
económicas temprano en la vida para el sostén de sus propios hogares de procreación.
Por otra parte, la existencia de redes familiares en las que se encuentran individuos con experiencia en otras
ocupaciones –normalmente mediante la emigración a otras regiones, a ciudades en crecimiento o hacia los Estados
Unidos– forma parte de las historias de los jóvenes que han logrado acceder a ocupaciones distintas a las que en-
contrarían en sus lugares de origen. Los muchachos que, desde la mazateca, han emigrado a la ciudad de México, lo
han hecho sostenidos por cadenas de otros lugareños, sus paisanos y parientes, que habían emigrado años antes; lo
mismo sucede con los jóvenes chiapanecos que están emigrando a Playa del Carmen y a otras regiones turísticas, o
con los muchachos de ambos sexos rarámuri que han emigrado como estudiantes universitarios a la ciudad de Chi-
huahua y al mismo tiempo desempeñan una ocupación remunerada. Ya en la ciudad han desempeñado ocupaciones
en los servicios, en el comercio, en las manufacturas, haciendo uso no sólo de sus redes sociales, sino también de
las habilidades adquiridas en la escuela. Si bien la educación que se recibe en los planteles educativos no es de la
calidad que se espera de acuerdo a los distintos niveles y grados, es un hecho que saber leer y escribir, hacer cuentas
y estar familiarizado con técnicas de cómputo (aunque básicas) constituyen habilidades que les han abierto algunas
puertas a los ex becarios, especialmente a los más escolarizados, para desempeñar ocupaciones a las que no tendrían
acceso en sus lugares de origen y sin las habilidades mencionadas.

Discusión, conclusiones y recomendaciones


Es evidente que el Programa Oportunidades, a diez años de operación, ha tenido un impacto muy notable en 1) los
logros educativos, 2) la postergación de la fecundidad, y 3) la ubicación mayoritaria de los ex becarios (cuando se
les compara con los nunca beneficiarios) en los estratos medios y altos de la jerarquía ocupacional, especialmente
en el caso de los hombres y las mujeres indígenas y en el de las mujeres mestizas. Los niveles de escolaridad al-
canzados por los becarios, y el hecho de que más de un cuarto de los hijos e hijas de la base de datos, construida
con los padres y su descendencia de entre 15 y 25 años, declare el estudio como su principal ocupación, son en sí
mismos resultados extremadamente positivos que tienen que tomarse en cuenta para que el gobierno federal siga
encauzando recursos y los esfuerzos del Programa Oportunidades en este tipo de acciones.
El análisis de la información recopilada con extremo cuidado por cuatro equipos de antropólogos en cuatro
distintos estados del país mediante técnicas etnográficas y a la luz de una estrategia metodológica rigurosa muestra
que el Programa ha contribuido a dos procesos de cambio social de extraordinario valor para una sociedad como
la mexicana: ha favorecido la disminución de la desigualdad en su vertiente étnica y en su dimensión de género,
138 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

al menos en lo que respecta al acceso a la educación y a posiciones relativamente altas (o medias) de la jerarquía
ocupacional.
La brecha de género en escolaridad alcanzada se ha invertido entre los indígenas de la generación de los hijos e hijas, y
son las mujeres las que tienen un diferencial a su favor. La brecha étnica en escolaridad, que en México tiene una historia
que data de la conquista a favor de los mestizos o no indígenas, se ha cerrado significativamente hasta casi desaparecer
entre la población masculina expuesta al Programa Oportunidades y se ha invertido en el caso de las mujeres a favor de las
indígenas, no así entre la población no beneficiaria. Entre los nunca expuestos al Programa, sigue existiendo desigualdad
étnica (hombres indígenas vs. hombres mestizos; mujeres indígenas vs. mujeres mestizas, a favor siempre de los mestizos)
y en menor medida de género (entre hombres y mujeres mestizos) en los niveles educativos alcanzados.
La conclusión principal es que el Programa Oportunidades tiene muchas razones para no cesar en sus acciones
de apoyo a las familias pobres de este país. El análisis aquí expuesto brinda resultados muy positivos sobre los logros
alcanzados.
Ello no obsta para decir que aún hay un largo camino por recorrer. El Programa debe mejorar sus mecanismos de
operación para que la población indígena esté mejor atendida y no sufra bajas por razones burocráticas, y también
para que los niños y jóvenes que asisten a la escuela (cumplen con su corresponsabilidad) continúen recibiendo sus
becas. Son muchas las historias de jóvenes que perdieron la beca por razones que nunca comprendieron ni ellos ni
sus padres. El paso de la secundaria a la preparatoria sigue siendo un cuello de botella, normalmente por motivos
económicos, por lo que las modificaciones en curso de la plataforma de Jóvenes con Oportunidades son muy apropia-
das, pero su instrumentación tiene que ser cuidadosamente vigilada para que sea efectiva. El paso de la preparatoria
a la universidad es aún más complicado y de no ser por apoyos de redes familiares o de otro tipo (Conafe y otros
programas de becas), muchos de los que ahora son los casos más exitosos del Programa no estarían cursando una
carrera universitaria. Por ello, sugerimos que el componente de Jóvenes con Oportunidades (JO) se convierta en un
verdadero estímulo y en una herramienta eficaz para facilitar ese paso.
La principal amenaza para alcanzar el objetivo central del Programa Oportunidades (la ruptura del ciclo de
transmisión intergeneracional de la pobreza) es la escasez del empleo en las microrregiones de estudio, debido a
mercados de trabajo muy poco desarrollados y dinámicos. Como hemos dicho, no es una sorpresa que los jóvenes
ex becarios y no becarios que han alcanzado niveles escolares sin precedentes ya hayan abandonado estas regiones.
En cambio, los que permanecen en sus pueblos de origen tienen poco éxito laboral, lo cual es comprensible dada la
oferta tan escasa de empleos. Ahí se desempeñan en ocupaciones tradicionales en la agricultura de subsistencia y en
los jornales agrícolas. En las cuatro microrregiones estudiadas, la generación de los padres es una basada localmente
mientras que la de los hijos está caracterizada por el éxodo. Al menos la mitad de los jóvenes ex becarios en las
microrregiones de Chiapas y Oaxaca ya no se encuentran en sus localidades de origen. Los parientes o algún otro
miembro de la red familiar son quienes brindan hospedaje y ayudan al recién llegado a conseguir un empleo. Aunque
muchos se encuentran empleados en negocios informales, frecuentemente familiares, las habilidades adquiridas en
la escuela (leer y escribir, hacer cuentas) les han ayudado.
Los logros aquí expuestos se magnificarían si a los esfuerzos del Programa Oportunidades se sumaran en la misma
medida, en términos de compromiso social y político, de adeudo y responsabilidad con el país, los sectores salud y
educación. Si a los niveles escolares alcanzados por los beneficiarios (becarios y ex becarios) se sumara calidad en
los procesos de enseñanza-aprendizaje, los beneficios para millones de niños y jóvenes serían muy superiores. Si al
número de becarios y ex becarios exitosos en cuanto a sus niveles de escolaridad se añadieran las filas de los muchos
que desertan a raíz de un evento de enfermedad en sus hogares, no resuelto por la escasa resolución de los servicios
que prestan las Unidades Médicas Rurales, se hablaría de una política social exitosa. Por el momento, sin embargo,
sólo es posible decir que el Programa Oportunidades ha logrado impactos inesperados y muy positivos en el mundo
rural, en general, y en el mundo rural indígena en particular.
Y aunque el Programa Oportunidades ha contribuido –como lo atestigua este análisis– a las acciones que son
necesarias para el abatimiento de la transmisión intergeneracional de la pobreza, ese proceso sólo será posible en
tanto que las distintas instancias del sector público tomen medidas para la creación de más y mejores empleos y en
la provisión de servicios de mayor calidad en salud y educación.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 139

Análisis FODA
Fortalezas y Oportunidades

prioridad descripción Recomendación

Fortaleza y Oportunidad

El Programa debe asegurar que sus acciones permitan mantener


o mejorar este impacto. Se sugiere que el componente de
El análisis muestra impacto muy notable en los niveles JO (Jóvenes con Oportunidades) se agilice de manera que
FO1 de escolaridad de los individuos expuestos al Programa se convierta en un estímulo para todos los becarios actuales.
Oportunidades en calidad de becarios. Continúa existiendo mucha desinformación al respecto de JO
y los trámites son de tal complejidad que son pocos los que
realmente acceden a los beneficios.

La misma recomendación aplica aquí, pero además es


importante señalar que las becas diferenciales han sido cruciales
El mayor incremento se ha dado entre los indígenas y en la actual mayor valoración (por parte de los padres) de la
FO2
especialmente entre las mujeres indígenas. educación de niñas y jóvenes. Mantener dicho diferencial y
procurar que los beneficios de JO sean igualmente accesibles a
jóvenes de ambos sexos.

Al poner en operación el Programa Oportunidades en


las comunidades rurales marginadas, se incrementó la
FO3 movilidad escolar intergeneracional en dos años más.
Es decir, se pasó de un avance de tres años a otro de
cinco años.

En la generación de los hijos, la brecha de género


se ha invertido y la étnica se ha cerrado en el caso
de los hombres (aún ligeramente a favor de los
hombres mestizos vs. hombres indígenas) pero se ha
FO4 invertido a favor de las indígenas (las hijas indígenas
beneficiarias alcanzan niveles de escolaridad más altos
que las hijas mestizas). Todo esto quiere decir que el
Programa Oportunidades ha contribuido a disminuir la
desigualdad de género y la desigualdad étnica.

La distancia que separa a la escuela de los domicilios


es un factor que incide sobre todo en la asistencia y
permanencia de las mujeres en la escuela (cuando Estas iniciativas —que los municipios proporcionen transporte
la distancia es corta). Existen algunas iniciativas para los alumnos, particularmente de secundaria y preparatoria
municipales muy positivas, en Sonora, de proporcionar que son los niveles de menor cobertura— deberían
autobuses para transportar a los alumnos desde las multiplicarse porque favorecen que los niños y jóvenes
FO5
localidades hasta el centro escolar (frecuentemente en estudien, en especial las mujeres.
un pueblo grande o cabecera municipal). Los albergues indígenas deben permanecer (incluso abrir más)
Los albergues han sido una institución (factor que especialmente en las regiones caracterizadas por asentamientos
favorece la escolaridad) que sin “acercar la escuela a poblacionales dispersos.
la casa”, de hecho “acerca la casa (alojamiento) a la
escuela”.
140 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

La existencia de programas y becas como Pronabes


y Conafe aparecen en las trayectorias de los jóvenes
más exitosos (con trayectorias escolares más largas y
FO6 Continuar y expandir programas tipo Pronabes y Conafe.
deseos de cursar estudios universitarios). Para estos
jóvenes, que provienen de hogares de muy escasos
recursos, este tipo de becas es de extremo valor.

DEBILIDADES Y AmenazaS

Para la construcción real de capacidades es necesario


De responsabilidad del sector educación (SEP e instancias
contar con servicios de educación de mayor calidad
estatales): es urgente mejorar la formación de maestros y
(donde haya menos carencias de infraestructura, los
los contenidos educativos de los programas de enseñanza
maestros asistan a dar clases, estén mejor capacitados
DA1 (y formas de impartirlos). Apremiante también es lograr que
y se impartan contenidos de formas más pertinentes al
el ausentismo de los maestros sea sustituido por asistencia
medio indígena). Tal como se imparte la educación en
cotidiana y responsable con la tarea de educar a las siguientes
estas microrregiones, los procesos de construcción de
generaciones.
capacidades son limitados

Uno de los factores que explican el alargamiento De responsabilidad del sector educación (SEP e instancias
de las trayectorias educativas de los becarios de estatales): Utilizar la infraestructura de las escuelas primarias
Oportunidades es la corta distancia entre la escuela y “despobladas” como escuelas secundarias y preparatorias a las
la casa (facilita enormemente la asistencia en general, que naturalmente habrá que dotar de profesorado y materiales
DA2 y la asistencia femenina a la escuela). Mientras didácticos correspondientes a los niveles educativos.
que la cobertura de la educación primaria es muy O bien (si no se quisiera o pudiera hacer lo anterior) procurar
amplia, va disminuyendo a medida que aumenta el una cobertura más amplia de los servicios educativos
nivel educativo, de manera que hacen falta escuelas secundarios y de educación media superior a través de la
secundarias y, sobre todo, preparatorias. instalación de nuevos planteles.

El paso de la preparatoria a la universidad es


extremadamente complicado (un “cuello de botella”)
debido a los costos de alojamiento y la manutención
en las ciudades en donde las universidades están
asentadas, los traslados del pueblo a la ciudad, el
transporte urbano, los costos de los materiales, del
examen de admisión, etc. De no ser por los apoyos Se sugiere que el componente Jóvenes con Oportunidades se
DA3 familiares y, en muchos casos de los apoyos de Conafe convierta en un verdadero estímulo y en una herramienta real
y otros programas de becas, muchos de los que ahora para facilitar ese paso.
son los casos más exitosos del Programa no estarían
cursando una carrera universitaria. La evidencia con la
que se cuenta muestra que el componente Patrimonial
Jóvenes con Oportunidades, ahora Jóvenes con
Oportunidades, no ha sido muy efectivo. Son más los
jóvenes que no pueden cobrarlo que los que sí.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 141

prioridad descripción Recomendación

De responsabilidad del sector salud:


Aumentar el número de médicos en las clínicas rurales.
La enfermedad al interior de los hogares pobres, ya Evitar que las clínicas rurales se queden sin médico por
sea del padre o de la madre, y naturalmente del niño temporadas largas o cortas.
(a) o joven estudiante, es un factor que atenta contra Continuar con las políticas de prevención.
el logro de los objetivos del Programa (respecto de Mejorar el abasto de medicamentos y los equipos de diagnóstico
DA4 la construcción de capacidades: la enfermedad del de los pacientes (baumanómetros, equipos de medición de
principal proveedor o de la madre, aunada a la escasa azúcar en sangre).
resolución de los centros proveedores de servicios Diseñar y promover dietas de acuerdo a los productos que están
de salud, lleva con mucha frecuencia a la deserción al alcance de la población rural y realizar una campaña masiva de
escolar). comunicación contra el consumo de los alimentos no nutritivos
y nocivos para la salud (no sólo tabaco y alcohol, sino productos
“chatarra”).

FORTALEZA Y OPORTUNIDAD

La mayoría de las hijas no han sido aún madres.


Sin embargo, el análisis muestra que una fracción
importante (26.3%) de las hijas indígenas ex becarias
FO7 n/a
ya tuvo su primer hijo, pero la proporción de aquellas-
igualmente indígenas beneficiarias- que todavía no
han tenido hijos es mayor (73.7%).

Aunque en la Sierra Tarahumara no encontramos que


La evidencia con la que se cuenta, especialmente la las escuelas no permitan la asistencia de las estudiantes
que proviene de la Sierra Tarahumara, muestra que embarazadas (en otros contextos no de esta evaluación
para las jóvenes indígenas el nacimiento del primer sino de evaluaciones anteriores sí se ha visto), la práctica de
FO8 hijo no implica dejar de estudiar, posiblemente continuar estudiando (a pesar de ser ya madre) es una que se
para conservar las becas que otorga el Programa debe promover y, por lo tanto, es muy positivo que las escuelas
Oportunidades (por la importancia que este ingreso tengan una política flexible (admitir a las jóvenes embarazadas)
tiene en las economías familiares). puesto que parir un hijo no incapacita a las mujeres para
continuar sus trayectorias escolares.

Debilidad

Las mujeres mestizas beneficiarias y no beneficiarias


Promover, en los talleres de auto-cuidado de la salud para
de la generación de las hijas que ya iniciaron su ciclo
los jóvenes, la conveniencia de posponer el inicio del ciclo
reproductivo representan una fracción mayor al
reproductivo.
compararlas con las indígenas en la misma situación,
Los talleres deben ser impartidos por personal capacitado que
pero en el caso de las mestizas, la fracción de las
brinde información amplia y precisa sobre las implicaciones
que ya iniciaron su ciclo reproductivo es mayor
DA5 de ser madre-padre a temprana edad y sobre los métodos de
entre beneficiarias que entre las nunca beneficiarias:
anticoncepción (sin dejar lagunas de información, ofreciendo
42.3% de las mestizas beneficiarias ya es madre
información adecuada y precisa y sin dejar que los jóvenes se
mientras que entre las mestizas no beneficiarias el
“auto-capaciten”).
porcentaje de las madres es de 35.7 (57.7% de las
Promover, ante las autoridades del Sector Salud, la oferta de
mestizas beneficiarias aún no es madre, mientras que
métodos anticonceptivos a la población en general, y a los
la fracción se eleva a 64.3% entre las mestizas no
jóvenes en particular.
beneficiarias).
142 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Los talleres que se imparten a los jóvenes como parte


del Nuevo Modelo de Atención a la salud no proveen
información suficiente y precisa, ni de manera eficaz, Los talleres deben ser impartidos por personal capacitado que
sobre los cuidados que los jóvenes tendrían que tener brinde información amplia y precisa sobre las implicaciones
para evitar el embarazo temprano o el contagio del de ser madre-padre a temprana edad y sobre los métodos de
VIH-SIDA, u otras enfermedades de transmisión anticoncepción (sin dejar lagunas de información, ofreciendo
DA6 sexual. Quienes imparten estos talleres suelen información adecuada y precisa, y sin dejar que los jóvenes se
ausentarse (o no presentarse) y dejar a los jóvenes “auto-capaciten).
solos de manera que ellos se “auto-capacitan”. El Promover, ante las autoridades del sector salud, la oferta de
resultado es el manejo insuficiente de información métodos anticonceptivos a la población en general, y a los
y el arribo a conclusiones incluso erróneas sobre las jóvenes en particular.
enfermedades, las vías de transmisión y los cuidados
preventivos.

Amenaza

Es necesario que el sector salud haga mayores esfuerzos


El uso de anticonceptivos es inexistente entre las (con estrategias efectivas) para promover el uso de métodos
DA7 adolescentes. Nunca se emplean antes de tener al anticonceptivos entre los jóvenes. Éstos son utilizados por
primer hijo. mujeres adultas, cuando ya no quieren tener más hijos, pero no
por jóvenes y nunca antes de tener al primer hijo.

La posición de los individuos en el ciclo reproductivo


del hogar de origen influye en la postergación de
la unión y del ciclo reproductivo propio (hogar de
procreación). La evidencia de Chiapas mostró que
los becarios y ex becarios ultimogénitos, quienes
gozan del privilegio de no soportar o ayudar a soportar
DA8 la carga familiar del hogar de origen, permanecen
más tiempo en la escuela y postergan, más que los
primogénitos, la unión y el ciclo reproductivo. En
cambio, los hermanos mayores suelen interrumpir sus
carreras escolares para iniciar su rol de proveedores
económicos a temprana edad y ello se asocia a la
unión temprana.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 143

prioridad descripción recomendación

FORTALEZAS

Una de las fortalezas más notables del Programa


Oportunidades es el de los individuos de la generación de
hijos (e hijas) que declaran el estudio como su principal
ocupación: más de un cuarto de los jóvenes entre 15 y
25 años se dedican, como ocupación principal, a estudiar,
especialmente entre las mujeres mestizas y entre tanto
FO9 hombres como mujeres indígenas. Eso significa que, n/a
por un lado, el impacto del Programa Oportunidades en
los niveles de escolaridad alcanzados será muy pronto
mayor del que aquí se ha visto y, por el otro, es probable
que con esas credenciales escolares puedan acceder a
mejores ocupaciones que las que hubieran tenido de no
alargar sus trayectorias escolares.

La población indígena de la generación (hijos e hijas)


que no ha sido expuesta al Programa Oportunidades
se concentra en el peldaño más bajo de la jerarquía
ocupacional, con una notable presencia de hombres
FO10
no beneficiarios, mientras que la población indígena
expuesta al Programa en este mismo estrato, si bien
sigue siendo mayoritaria, es menor, especialmente en el
caso de las mujeres beneficiarias.

El estrato ocupacional medio (categorías 4 y 5) tiene


una presencia significativa de hombres y mujeres
indígenas beneficiarios, con especial presencia de
mujeres. Son también mujeres indígenas beneficiarias
las que tienen mayor peso en el estrato más alto
FO11
(categorías 6 y 7), poco más de catorce de cada 100
mujeres beneficiarias. En sí mismo podría parecer una
presencia muy reducida, pero al comparar a las mujeres
beneficiarias con sus pares no beneficiarias se aprecia que
la diferencia es muy significativa a favor de las primeras.
144 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

oPORTUNIDADES

Existe un conjunto amplio de subsidios y apoyos a la


agricultura (que asciende a 120 mil millones de pesos).
De responsabilidad de la política pública en su conjunto:
Los productores agrícolas de estas regiones ni conocen
Dar a conocer a la población la existencia de recursos y
ni se benefician de la mayor parte de estos apoyos.
programas productivos.
Sólo PROCAMPO tiene cierta cobertura, pero limitada.
Dar a conocer los mecanismos de afiliación de manera clara
La CDI también ha encauzado algunos programas
FO12 y abierta (asegurando que llegue a las localidades rurales
productivos. Estos recursos y la afiliación clara a los
como las aquí estudiadas-contextos interétnicos).
programas sociales (con trámites más ágiles; supervisión
Agilizar los trámites.
del uso de los recursos y evaluación de los programas)
Evaluar el impacto de estos programas para mejorar su
pueden convertirse en una oportunidad para incrementar
diseño y operación.
el impacto del Programa Oportunidades en el ámbito del
trabajo y las ocupaciones de sus ex becarios.

Llama la atención el escaso aprovechamiento, desde el


punto de vista del desarrollo del país, de la oportunidad
que significan cientos de miles de jóvenes indígenas
o campesinos, la mayoría bilingües, que conocen a
fondo estas comunidades, que gracias a los apoyos de Incorporar a una parte de los jóvenes ex becarios bilingües,
Oportunidades han elevado considerablemente sus conocedores de sus regiones y con altos niveles de
niveles de escolaridad y que deben partir de sus lugares escolaridad a los proyectos y programas productivos:
FO13
de origen para hacer algo positivo con sus vidas. Existe convertirlos en agentes de desarrollo canalizando una mayor
la oportunidad, no para el Programa Oportunidades parte de los subsidios ya existentes a proyectos de mejoría
únicamente sino para el gobierno federal en su conjunto económica de estas regiones campesinas.
de convertirlos en agentes de desarrollo si se canaliza una
mayor parte de los subsidios ya existentes a proyectos
de mejoría económica en las comunidades que prometan
viabilidad.

Amenazas

Los mercados de trabajo son muy poco dinámicos y


ofrecen muy escasas opciones laborales a los jóvenes
DA9 egresados del Programa, por lo que tienen que emigrar de
sus lugares y regiones de origen en calidad de emigrantes
laborales.

Referencias
1. Agudo Sanchiz A. Documento analítico del estudio etnográfico de Chiapas, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo,
Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008.
2. González de la Rocha M, Paredes P, Sánchez López G. Documento analítico del estudio etnográfico de Oaxaca, Evaluación cualitativa de impacto del
Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008.
3. Haro A, et al. Documento analítico del estudio etnográfico de Sonora, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo,
Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008.
4. Sariego JL, et al. Documento analítico: Estudio etnográfico en Chihuahua, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo Plazo,
Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008.
5. Moser C. Confronting Crisis: A Comparative Study of Household Responses to Poverty and Vulnerability in Four Poor Urban Communities,
Environmentally Sustainable Development Studies and Monographs Series No. 8. Washington, DC: World Bank, 1996.
6. Katzman R. (coord.) Activos y Estructuras de Oportunidades. Estudios sobre las raíces de la vulnerabilidad social en Uruguay. Montevideo: CEPAL/
PNUD, 1999.
7. González de la Rocha M. (coord.) Procesos domésticos y vulnerabilidad: perspectivas antropológicas de los hogares con Oportunidades, México:
Publicaciones de la Casa Chata, 2006.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 145

8. González de la Rocha M. Private Adjustments: household responses to the erosion of work, United Nations Development Programme, UNDP
Conference paper series, Vol. 6. UNDP, 2000.
9. Sánchez López G. Documento técnico sobre salud, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008,
Numeral 10. México: CIESAS, 2008.
10. Agudo A. Documento técnico sobre educación, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008,
Numeral 11. México: CIESAS, 2008.
11. Sánchez López G. Salud, en: González de la Rocha M, Paredes P, Sánchez López G. Documento analítico del estudio etnográfico de Oaxaca, Evaluación
cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008.
La vida después de Oportunidades:
impacto del Programa a diez años de su creación

I. Introducción
E ste documento técnico sobre el tema de trabajo hace énfasis en el impacto del Programa
Oportunidades sobre las trayectorias e inserción laboral de los becarios y ex becarios. Por
impacto, se entiende aquí “cualquier modificación en las condiciones de vida de los grupos
domésticos beneficiarios que puede ser directa o indirectamente asociada al Programa”.1
De acuerdo con la hipótesis, las modificaciones en las condiciones de vida de los hogares
beneficiarios no son homogéneas y dependen de un conjunto de factores (domésticos, so-
ciodemográficos y comunitarios) entre los que destacan –para los fines de este análisis– la
adscripción étnica y la exposición de largo plazo al Programa Oportunidades. A medida que se
alarga el periodo de exposición, los grupos domésticos beneficiarios tienen más posibilidades
de acumular impactos positivos (mayor educación, salud, nutrición) de manera que es posible
hablar de un gradiente de impacto. Dicha hipótesis fue formulada de la siguiente manera:

El impacto del Programa Oportunidades se acerca a los niveles más altos del gradiente en los
hogares de más largo periodo de exposición y, por lo tanto, el impacto es más mesurado en los
hogares de más reciente incorporación. En los primeros podemos esperar un aumento signifi-
cativo de los ingresos domésticos a través de la suma de transferencias …una mayor capacidad
de mejorar la alimentación y de aprovechar los servicios de salud (con todo y las limitaciones de
los centros de salud) y, en tercer lugar, el alargamiento de las trayectorias escolares de los niños
y jóvenes. La naturaleza acumulativa de la incorporación al Programa se manifiesta tanto en los
cambios buscados explícita y directamente por el Programa (educación, salud y alimentación)
como en otras áreas de la vida doméstica (capacidad de compra y de mantenimiento de rela-
ciones sociales).2
148 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

El mayor impacto en dicho gradiente es, en teoría, el logro del objetivo principal del Programa: la ruptura del
círculo intergeneracional de transmisión de la pobreza (que los niños y jóvenes no abandonen la escuela para que,
en el futuro, puedan llegar a la vida adulta con buena salud y credenciales y capacidades suficientes para obtener
de su trabajo la satisfacción de sus necesidades y puedan construir vidas distintas –con ocupaciones seguramente
diferentes– a las de sus padres y madres y las de sus abuelos). Esta situación contrasta con el extremo opuesto
del gradiente, en el que las transferencias se emplean para apuntalar las estrategias de sobreviviencia inmediata, y
los niños y jóvenes viven en riesgo de abandonar la escuela, ingresar precozmente al trabajo productivo y, en un
momento u otro, ser dados de baja del Programa junto con sus familias.
Uno de los objetivos de la evaluación cualitativa fue, precisamente, averiguar si el Programa ha incidido en la ca-
pacidad de desempeño vital y laboral de ex becarios indígenas y no indígenas, comparados con individuos semejantes
a los ex becarios pero que no contaron con los apoyos de Oportunidades. De acuerdo con las hipótesis manejadas, el
mayor impacto en términos de logros ocupacionales (entendidos como el paso hacia niveles más altos en la jerarquía
ocupacional respecto de los nunca beneficiarios) lo encontraremos entre la población mestiza de mayor exposición
al Programa y el menor entre los indígenas nunca beneficiarios. Para comprender los logros laborales, sin embargo,
es preciso iniciar por el análisis de los niveles educativos alcanzados porque, al menos teóricamente, los niveles más
altos de escolaridad posibilitan a los individuos realizar ocupaciones no manuales en empleos mejor remunerados
y con mayores prestaciones sociales que las ocupaciones tradicionales en los contextos rurales (agricultura de
subsistencia o trabajo remunerado como jornaleros agrícolas). Resulta necesario aclarar que por logro educativo se
entiende toda superación, en el nivel máximo de escolaridad alcanzado, de los individuos beneficiarios respecto de
sus padres y madres y respecto de sus pares nunca beneficiarios.* Se ofrece en segundo término una reflexión sobre
los cambios en la fecundidad y, por último, se presentará el análisis de los logros ocupacionales.‡
El análisis contenido en este texto se inscribe en un proyecto de investigación más amplio en el marco de la
evaluación cualitativa de impacto de largo plazo del Programa Oportunidades en localidades rurales cuyos primeros
resultados se encuentran en el conjunto de documentos analíticos convenidos con el Programa Oportunidades.4-7
Dicha investigación incluyó preguntas, objetivos e hipótesis específicos a los temas de cobertura y operación e
impacto a largo plazo en educación, salud e inserción laboral de los miembros de la generación de ex becarios. Para
efecto de las búsquedas, se partió de la hipótesis que plantea que, en contextos rurales donde coinciden poblaciones
de distinta afiliación étnica (contextos interétnicos), el Programa Oportunidades tiene un menor impacto entre los
grupos domésticos u hogares indígenas que entre los hogares mestizos o no indígenas respecto de la ruptura del
proceso de transmisión intergeneracional de la pobreza. Este efecto diferencial, según las nociones de partida, está
relacionado con una serie de factores: desigual cobertura del Programa, baja calidad y reducida extensión de los
servicios de salud y educación, falta de compatibilidad o pertinencia cultural de los servicios y su reducido grado
de adaptación a las formas y los patrones de la organización social indígena. Por último, como un factor que puede
explicar el impacto diferencial, se propuso la precariedad e inestabilidad de los mercados laborales que, si bien afecta
también a la población no indígena, es un hecho que las poblaciones indígenas han sufrido mayor exclusión laboral
y han estado más al margen de los procesos –casi desaparecidos– de movilidad social y ocupacional. Las brechas

* Se contrastarán los niveles de escolaridad de los individuos –hombres y mujeres de ambas generaciones– de manera que se podrá apreciar si los hijos e
hijas han superado los niveles de sus padres y madres respectivamente, y si ello varía con la exposición al Programa Oportunidades. Así, el análisis puede
mostrar la existencia o no de cambios generacionales (en términos de logros educativos), cambios diferenciales de acuerdo a la adscripción étnica y
según el estatus de los individuos respecto del Programa Oportunidades (beneficiarios y no beneficiarios). El análisis sobre los logros ocupacionales se
realizó constrastando las ocupaciones de los miembros de la generación de los hijos-hombres y mujeres-beneficiarios, con los no beneficiarios. No se
realiza, por lo tanto, un contraste intergeneracional de las ocupaciones.

Análisis sociodemográficos han mostrado que los cambios en la fecundidad son el producto de la interrelación de varios factores entre los que
se encuentran la escolaridad y el trabajo remunerado. Las mujeres urbanas son las que han protagonizado los cambios más notorios respecto de
su fecundidad. A medida que se eleva la escolaridad y se incrementa la participación femenina en el mercado de trabajo, las tasas de fecundidad
disminuyen (el primer parto se posterga y se alargan los periodos intergenésicos). La postergación del inicio del ciclo reproductivo tiene una enorme
influencia en el desempeño ocupacional de las mujeres.3
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 149

que existen entre las poblaciones indígena y no indígena en indicadores de salud (perfiles epidemiológicos y morta-
lidad materno-infantil), de educación (diferenciales en calidad de la enseñanza, pruebas Enlace, eficiencia terminal,
deserción escolar) y en los indicadores socioeconómicos (niveles de ingreso más bajos y oportunidades de empleo
más precarias, uniones precoces, ciclos reproductivos más largos entre las mujeres indígenas) están ampliamente
documentadas en la bibliografía especializada, en los reportes de las agencias de desarrollo y de los organismos
internacionales. Los Documentos analíticos de estos estudios etnográficos y los diagnósticos que precedieron el
trabajo de campo discuten las diferencias de contexto, relaciones interétnicas, cobertura del Programa y calidad de
los servicios para explicar las brechas que aún existen entre los pueblos indígenas y los mestizos.4-11 Estas brechas
apuntan, en general, a una mayor vulnerabilidad frente a los riesgos que el entorno de pobreza, característico del
medio rural e indígena, impone a sus habitantes.
Esta investigación etnográfica ha dado cuenta de la heterogeneidad y diversidad de los escenarios analizados en
cuatro estados del país (Chihuahua y Sonora, en el noroeste de la República, y Chiapas y Oaxaca en el sur) no sólo
respecto de las condiciones geográficas y conflictos de distinto tipo, sino también, sobre todo, en relación al entorno
económico, el acceso al empleo y las opciones migratorias. Todos los escenarios de este estudio, sin embargo, tienen
en común que los apoyos o transferencias condicionadas del Programa Oportunidades se han convertido no en
una más, sino en la fuente de ingresos más importante de las economías domésticas rurales, incluso para aquellos
hogares que cuentan con remesas nacionales o internacionales por medio de la emigración, más esporádicas que
las transferencias del Programa. La regularidad de las entregas de apoyos brinda seguridad y certeza para las familias
que viven en contextos agrícolas empobrecidos que ofrecen muy pocas opciones para la obtención del sustento.
Los hallazgos sobre la cobertura del Programa muestran un panorama heterogéneo. Mientras Sariego y su
equipo encontraron ciertos problemas de cobertura en la Sierra Tarahumara, que se manifiestan en la existencia de
localidades de alto y muy alto grado de rezago social que nunca han gozado de los beneficios del Programa o loca-
lidades en donde la cobertura es insuficiente,7 los equipos de investigación en Chiapas y Oaxaca mostraron que el
Programa ostenta una cobertura extremadamente amplia, tanto así que fue difícil encontrar, en las microrregiones
estudiadas en esos estados, suficientes casos de hogares no beneficiarios pobres que pudieran ser incluidos en la
muestra analítica4,5 (ver apartado metodológico, infra, para una explicación de la muestra analítica). En el tema de
la operación, por otra parte, sí se encontraron muchas regularidades y semejanzas entre los escenarios estudiados
en los cuatro estados. Se enfatiza la sobrecarga laboral que sufren los CAR (Centros de Atención y Registro) y, por
lo tanto, también los promotores y los Recco (Responsables de Capacitación a Comités de Promoción Comunita-
ria), que conduce a una generalizada escasez de tiempo en las rutinas laborales de estos operadores para brindar
explicaciones y solucionar problemas in situ. A la sobrecarga de trabajo de los promotores se añade el hecho de que
tanto para las beneficiarias mestizas, pero sobre todo para las indígenas, y más aún para las monolingües en lengua
indígena o con un pobre dominio del español, los trámites resultan en extremo complicados para dar de baja a algún
miembro que ha emigrado o ha muerto, o para dar de alta a nuevos miembros del grupo doméstico (o simplemente
para entender en qué consiste el apoyo Jóvenes con Oportunidades, el proceso de recertificación, el EDA –Esquema
Diferenciado de Apoyos–, etc.). Los resultados del análisis comparativo sobre cobertura y operación en los cuatro
estados estudiados pueden encontrarse en el Documento técnico elaborado por Sariego.26
Los análisis de materiales que provienen de los cuatro escenarios de investigación sobre la calidad de los servicios
de salud, encontraron factores estructurales que ayudan a explicar tanto los perfiles epidemiológicos como la falta
de adherencia terapéutica que es común encontrar en los contextos rurales, especialmente entre los indígenas.
Dicho de otra forma, existen factores estructurales que obstaculizan el impacto que el Programa Oportunidades
puede tener sobre la salud de los beneficiarios y que dependen de las acciones y la organización del sector salud. Los
problemas de abasto de medicamentos, las actividades sindicales de los médicos y enfermeras en su búsqueda por
mejores condiciones de trabajo, la deficiente infraestructura de las Unidades Médicas Rurales, entre otros problemas
(que pueden consultarse en los documentos analíticos ya citados), forman parte de la cotidianeidad de los centros
proveedores de servicios públicos de salud. En la Sierra Tarahumara, Sariego y su equipo tuvieron la oportunidad
de contrastar los centros públicos de atención a la salud con algunos privados –dedicados a resolver los problemas
de salud que los servicios públicos no solucionan de manera efectiva– y encontraron que los segundos poseen un
150 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

modelo de atención mucho más pertinente y compatible con la cultura local (y la epidemiología serrana).* Pero los
autores de los distintos documentos analíticos también coinciden en señalar que las consultas que se ofrecen en
las clínicas rurales del sector salud en estos contextos interétnicos son, con contadas y honrosas excepciones, de
muy corta duración, muchas veces sin auscultación, sin explicaciones sobre el diagnóstico y sobre el tratamiento a
seguir y, en muchas ocasiones –documentadas– sin los procedimientos mínimos adecuados de cualquier consulta
médica. La frecuente falta de instrumentos (como estetoscopio, baumanómetro, o tiras reactivas para la medición
de niveles de azúcar) y el escaso personal médico que brinda el servicio hacen de la consulta un procedimiento bu-
rocrático que no incide, porque no puede incidir de la manera en la que se proporciona, en la curación o tratamiento
adecuado de los enfermos. En muchos casos, además, el personal médico de los centros de salud (y los equipos de
salud que visitan las localidades de su hinterland)‡ asumen actitudes paternalistas hacia los usuarios o pacientes
y, en ocasiones, poco respetuosas de sus prácticas y creencias e incluso racistas y discriminatorias. En términos de
prevención y del Nuevo Modelo de Atención a la salud, se encontraron también coincidencias: aunque efectivamente
se está trabajando en la instrumentación de dicho Nuevo Modelo (se intenta realizar talleres en vez de pláticas de
salud, se pretende promover la participación de las beneficiarias en lugar de actitudes más pasivas, se divide –en
algunos lugares, no en todos– a las beneficiarias en grupos de edad para tratar temas específicos a su etapa vital),
en la práctica se observa que los responsables de la instrumentación de este modelo, que fomenta la prevención,
adolecen de falta de capacitación en metodologías apropiadas y de sensibilización hacia las culturas locales (que
implica un mayor respeto a los saberes y prácticas locales o, lo que es lo mismo, a la cultura de los usuarios). El
análisis realizado sobre las trayectorias reproductivas e itinerarios terapéuticos que provienen del estudio etnográfico
de Oaxaca, por otra parte, mostró que la solución de los problemas de salud, tanto de indígenas como de mestizos,
sobrepasa el ámbito local e incluye el uso de servicios de atención a la salud, públicos y privados, que se encuentran
en las pequeñas, medianas e incluso en las grandes ciudades (como el Distrito Federal), no sin un costo conside-
rable para las economías de estas familias pobres. Esto es posible gracias a las redes migratorias de las que forman
parte muchos habitantes rurales e implica problemas de seguimiento (de interconsultas) por la inexistencia de un
sistema común de registro de expedientes y respecto de la certificación del cumplimiento de corresponsabilidades.
No es ocioso decir, además, que los estudios para llegar a un diagnóstico (pruebas de laboratorio, rayos X, y otro
tipo de análisis), los viajes en búsqueda de atención a la salud, los gastos en comida fuera de casa y en medicinas
llevan a desembolsos que ninguna familia pobre es capaz de resistir sin endeudamientos de por medio, sin procesos
de descapitalización o de pérdida de activos (venta de tierra, de ganado, de aperos de labranza, etc.), y sin el apoyo
económico de hijos u otros parientes (especialmente los emigrantes a las ciudades en las que se busca la atención
médica). Estos y otros temas fundamentales para entender la calidad de los servicios de salud y el impacto de los
componentes de salud en la vida de los beneficiarios indígenas y no indígenas fueron abordados en el Documento
analítico del estudio etnográfico en Oaxaca12 y constituyen el tema central del análisis comparativo (con los mate-
riales de los cuatro estudios etnográficos) del Documento técnico de salud elaborado por Sánchez López.13
La calidad de los servicios de educación formó parte también de lo investigado, y aquí también se encontraron
patrones semejantes. En primer lugar, se documentó que el Programa Oportunidades ha contribuido a alargar
significativamente las trayectorias educativas de los becarios, tanto indígenas como mestizos. Por otra parte, y no
es un logro menor, se ha alcanzado una mayor valoración de la escolaridad (y de la educación, en términos más
generales) de las mujeres. Tanto los padres como las madres, sobre todo las segundas, indígenas y no indígenas,
manejan la noción de que la escuela es importante también para las niñas y jóvenes como un instrumento de inde-
pendencia (“no sabemos qué tipo de hombre les va a tocar”) y de capacitación para la obtención de ocupaciones

* Dos de los escenarios estudiados en la Sierra Tarahumara son casos hasta cierto punto atípicos porque son las sedes de hospitales privados. En
Norogachi, un hospital bien equipado manejado por una orden religiosa católica, y en Samachique, un hospital atendido por médicos generales y
doctores con diferentes especialidades, también manejado por una organización religiosa, en este caso protestante.

Por hinterland se entiende el territorio que recibe la influencia de un centro, en este caso se refiere a las localidades bajo la jurisdicción de un centro
de salud que son visitadas por los equipos de salud en tareas normalmente encaminadas al saneamiento básico, vacunación, etc., que son de la
responsabilidad de dicho centro de salud.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 151

distintas a las que ellas tradicionalmente han realizado. Se cuenta con evidencias que indican que la valoración de
la educación de las mujeres, por parte de los padres, es por un lado nueva (las madres suelen contrastar su posición
con las de sus propios padres, quienes no veían razones para invertir en la asistencia de las niñas y mujeres jóvenes
en la escuela, pues finalmente se van a casar)* y, por el otro, es en gran medida producto de las becas diferenciales
a favor de las mujeres. El número de mujeres indígenas ex becarias del Programa Oportunidades que aún siguen
estudiando es sorprendente (respecto de las hipótesis) y muy positivo (respecto de los objetivos del Programa).‡
De hecho, en Chiapas y en Oaxaca son más las mujeres indígenas que siguen estudiando que las mestizas en la
misma situación. Sin embargo, en lo tocante al incremento o refuerzo del proceso de construcción de capacidades, el
impacto sería mayor si la educación que imparten las escuelas primarias y secundarias fuera cultural y regionalmente
más pertinente y, sobre todo, que los contenidos educativos y los procesos de enseñanza-aprendizaje gozaran de
mayor calidad (ponderada mediante el número de días que los maestros acuden a brindar el servicio, infraestructura
escolar adecuada o con deficiencias, existencia o no de materiales didácticos, capacitación de los maestros, etc.).§
El Documento técnico de educación brinda un análisis comparativo de la calidad del servicio y de los factores que
están asociados a mayores y menores impactos.14
El último tema que concierne al presente estudio es el que conduce a la pregunta central de este documento
técnico: el impacto en las ocupaciones, el tipo de inserción laboral de los ex becarios del Programa Oportunidades
y los cambios en los patrones de fecundidad (vistos a través de la edad de las mujeres al momento de su primer
parto). La hipótesis central que guió esta búsqueda es que el Programa Oportunidades incide directamente –aunque
de manera diferencial entre poblaciones indígenas y no indígenas– en la prolongación de las trayectorias educativas.
Los mayores logros en escolaridad se relacionan con un abanico relativamente más amplio de opciones laborales
(dentro o fuera de las microrregiones estudiadas) y, también, con patrones de nupcialidad y fecundidad distintos a
los de generaciones previas. Si la realidad analizada apoya esta hipótesis, será posible afirmar que el Programa Opor-
tunidades está contribuyendo a la ruptura de la transmisión intergeneracional de la pobreza y que dicho impacto es
mayor entre la población no indígena de larga exposición al Programa. El proceso de transmisión intergeneracional
de la pobreza está caracterizado por la deserción escolar temprana, el trabajo precoz en actividades de subsistencia o
en empleos que ofrecen muy escasos salarios y oportunidades muy reducidas para la obtención de los satisfactores
de necesidades básicas. Este proceso incluye la unión y el embarazo tempranos y todo este conjunto de elementos
conduce a la creación de hogares o grupos doméstico-familiares del mismo perfil que los hogares de origen. La expo-
sición de largo plazo al Programa (vs. la no exposición), por un lado, y la adscripción étnica (indígena-no indígena)
constituyen las dos variables de mayor interés en el análisis.
Los objetivos de este análisis son tres:
• Entender, al enfocar el análisis en los sujetos con mayor exposición potencial al Programa –los ahora jóvenes
que iniciaron su trayectoria como becarios en 1998 cuando cursaban el tercero o cuarto año de primaria–,
los procesos que llevan al impacto “final” de Oportunidades en el grupo considerado como de mayor impacto
potencial por tener la máxima exposición: mayor escolaridad, uniones más tardías, menor fecundidad y mejores
ocupaciones en un plazo de 10 años.#

* Es posible, por supuesto, encontrar todavía la noción de que el gasto en la escolarización de las hijas no tendrá ningún tipo de recompensa, puesto que
el destino de las mujeres es, finalmente, el matrimonio. Pero estas ideas, que aún sostienen muchos padres, parecen estar en creciente desuso. Es cada
vez más frecuente escuchar, de boca de los padres y madres de familia, que las mujeres tienen que estudiar para ser capaces de, por un lado, ser un poco
más independientes –si acaso se casan con un borracho desobligado– a modo de estrategia de protección para el futuro y, por el otro, para obtener
mayores recompensas laborales y económicas que las que sus madres lograron tener.

El 28% de las ex becarias indígenas aún estudia; una fracción semejante, aunque menor (26.6%) de los varones indígenas son todavía estudiantes.
§
En los cuatro estados y en todas las microrregiones estudiadas, se encontró que los planteles de educación media superior contrastan muy
positivamente con las primarias y las secundarias: tienen menos carencias de infraestructura y materiales, cuentan con profesores más calificados y,
sobre todo, los maestros –por razones quizás relacionadas con la no adscripción al sindicato– asisten regular y responsablemente a impartir sus clases.
#
Al menos teóricamente, el grupo de mayor impacto potencial no es el aquí analizado sino los individuos que fueron gestados en el seno de un hogar
ya incorporado a Oportunidades, cuyas madres recibieron la atención prenatal y ellos mismos se beneficiaron, desde embriones, del paquete completo
de apoyos del Programa (atención a la salud de sus madres embarazadas, cuidados postnatales, estimulación temprana, alimentación y complementos
nutricionales, becas escolares a lo largo de toda la trayectoria escolar, etc.). Sin embargo, para conocer el mayor impacto potencial será necesario esperar
al menos diez años más. En esta evaluación se tomó la decisión de analizar a los niños que en 1997-1998 empezaron a recibir las becas del Programa
cuando cursaban entre el tercero y cuarto año de primaria porque el objetivo es conocer el impacto en la escolaridad y en el desempeño laboral.
152 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

• Ofrecer una reflexión sobre la relación que existe entre la calidad de los servicios en la población “pionera”
de Oportunidades y los impactos. Dado que los documentos analíticos de los estudios etnográficos llevaron a
cabo la tarea de describir y analizar la calidad de los servicios, y dado que existen dos documentos técnicos que
abordan la calidad de los servicios de salud y educación, el trabajo aquí se limita a llevar los resultados de los
estudios etnográficos a un nivel de análisis distinto, en el que se aborda la calidad del servicio (acumulado a lo
largo de la vida) en las capacidades observadas de los individuos en su vida adulta (relativamente hablando,
pues aún son muy jóvenes), tanto respecto a sus prácticas laborales como en las pautas o patrones de estable-
cimiento de nuevos hogares (por ejemplo, los casos de jóvenes ex becarios que, debido a problemas de salud
no diagnosticados con precisión y por lo tanto no tratados con eficacia, son incapaces de dedicarse plenamente
al trabajo o aquellos otros que han gozado de buena salud y se benefician actualmente de sus facultades físicas
para su desempeño laboral).
• Describir y explicar impactos heterogéneos en población indígena y no indígena respecto de sus logros en esco-
laridad, en la postergación de la unión y el nacimiento del primer hijo y respecto de sus logros ocupacionales.

II. Método
Las preguntas de investigación llevaron a diseñar una estrategia metodológica que aquí se retoma de manera sucinta.
Se eligieron tres microrregiones étnicamente diversas en cada uno de los cuatro estados estudiados para estudiar
tanto hogares indígenas como no indígenas o mestizos,* de naturaleza rural (localidades con menos de 2 500 habi-
tantes), de la primera fase de incorporación del Programa Oportunidades (hogares de larga exposición al Programa)
pero, al mismo tiempo, donde hubiera la posibilidad de encontrar hogares igualmente pobres que los beneficiarios
pero que nunca hubieran sido incorporados al Programa. En total, se realizó trabajo de campo etnográfico en doce
microrregiones del país en los estados de Chihuahua, Sonora, Chiapas y Oaxaca.
Se dio prioridad al trabajo etnográfico de campo, y se incluyeron observaciones directas en los centros proveedores
de servicios (escuelas, clínicas, centros y casas de salud), sitios laborales, eventos públicos (entregas de apoyos,
asambleas ejidales y municipales, días de mercado) y viviendas. Se hicieron entrevistas a los jefes de los CAR y a
los promotores de Oportunidades, vocales del Programa, médicos y enfermeras, maestros y directores de escuela,
autoridades y líderes locales. Se diseñó una muestra analítica de cuatro tipos de hogares: beneficiarios indígenas y
mestizos y no beneficiarios indígenas y mestizos para contar con información sobre 16 grupos domésticos en cada
microrregión (cuatro de cada uno de los subtipos) y, de esa manera, contar con 48 grupos domésticos en cada
escenario (formado por las tres microrregiones de cada estado). Ello daría un total de 192 estudios de caso de ho-
gares de los distintos subtipos. A través de un conjunto de entrevistas abiertas y estructuradas a miembros de cada
hogar (y no una sola entrevista), observación participante y otras técnicas de recolección cruzada de información,
instrumentadas a lo largo del periodo del trabajo de campo (14 semanas) se construyeron estudios de caso para
conformar dicha muestra analítica. La muestra analítica teórica estuvo integrada de la manera que se muestra en el
cuadro 1.

* La etnicidad es un concepto relacional que alude a la conjugación de varios rasgos. La autoidentificación como indígena respecto de otros y ser
identificado como indígena por el no indígena es uno de crucial importancia. El uso de lenguas mesoamericanas, indígenas, las costumbres o formas
de vida con un fuerte componente ceremonial como núcleo de la vida y las relaciones sociales y, aunque en desuso, el tipo de vestimenta son los
elementos para definir la afiliación indígena. El INEGI, para sus propósitos de conteo de población, utiliza la lengua como criterio que define la etnicidad.
Los hablantes de lengua indígena son considerados indígenas y los hogares habitados por hablantes de lenguas indígenas son considerados como
hogares indígenas. Para la selección de las microrregiones de estudio se revisó el Conteo 2005 que indicó los lugares idóneos para encontrar tanto
hogares indígenas como no indígenas. La muestra analítica que guió la selección de los hogares, como se verá más adelante, está compuesta por
hogares indígenas y no indígenas, beneficiarios y no beneficiarios. Los hogares indígenas se seleccionaron de acuerdo a un conjunto de criterios entre
los que destacan la lengua y, sobre todo, la autoidentificación como indígena, de manera que los hogares indígenas de la muestra son aquellos en los
que sus miembros son hablantes de lengua indígena y que, además, se consideran miembros de uno de los grupos étnicos estudiados (tarahumara,
pima, yaqui, guarijío, mayo, chol, tojolabal, tzotzil, mazateco, mixe, chinanteco o mixteco). Vale aclarar que en el caso de los pima, en donde se ha dado
un proceso de desaparición de la lengua, ser o no hablante de la lengua pima no pudo ser un criterio de selección. Sin embargo, los pima tienen una
arraigada identidad étnica. En la microrregión pima, por lo tanto, los hogares indígenas se seleccionaron con el criterio de la autoidentificación como
indígena, miembro o no de dicho grupo étnico.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 153

EStatus Cuadro 1
Etnicidad Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora TOTAL
Oportunidades Muestra analítica
Beneficiarios Indígenas 12 12 12 12 48 teórica de hogares
Beneficiarios Mestizos 12 12 12 12 48
No beneficiarios Indígenas 12 12 12 12 48
No beneficiarios Mestizos 12 12 12 12 48
TOTAL 48 48 48 48 192

La selección de los hogares beneficiarios se realizó de acuerdo con criterios rigurosos:


1) Los hogares seleccionados debían ser de la primera fase de incorporación realizada por (Progresa) Oportunidades.
2) Para contar con individuos de larga exposición al Programa en la generación de los hijos, se seleccionaron hogares
que, en 1998 cuando fueron incorporados, tuvieran por lo menos a un niño cursando entre tercero y cuarto año
de primaria.
3) Los hogares indígenas debían conformar la mitad de los casos de beneficiarios, y el otro 50% debía ser de hogares
mestizos o no indígenas.
4) Se optó, asimismo, por elegir los hogares en distintos momentos o etapas de su ciclo doméstico, de manera
que se procuró que la mitad de los hogares de cada subtipo tuviese hijos primogénitos, y la otra mitad hijos
ultimogénitos de dichas edades (entre tercero y cuarto año de primaria) al momento de su incorporación. Ello
con la finalidad de poner a prueba la hipótesis de los privilegios que los hijos ultimogénitos tienen respecto de los
primogénitos, quienes frecuentemente salen de la escuela para dedicarse al trabajo, y con la finalidad de contar
con hogares en el presente etnográfico con distintas características sociodemográficas en donde fuera posible
observar variedad de itinerarios terapéuticos, de prácticas de autocuidado a la salud y de atención (padecimientos
crónico-degenerativos, en los casos más añejos, cuidados prenatales e infantiles en el caso de los hogares más
jóvenes).

Con la finalidad de contar con casos de contraste con los beneficiarios, se seleccionaron hogares no beneficiarios
siguiendo, de igual manera, criterios rigurosos:
1) Se privilegió la situación de no incorporación, es decir, que los hogares seleccionados como no beneficiarios
nunca hubieran sido incorporados al Programa Oportunidades. En los casos en los que ello no fuera posible, se
eligieron hogares de muy reciente incorporación (2007 como máximo) o que fueron beneficiarios por muy
poco tiempo (dados de baja al año o máximo al año y medio de su incorporación).
2) Los hogares no beneficiarios debían cumplir con las características del pareo, es decir, que se buscaron los casos
más semejantes a los beneficiarios seleccionados para la muestra, no en el momento actual sino en el momento
en el que los hogares beneficiarios fueron incorporados al Programa (1998). La técnica del pareo, entonces,
nos llevó a considerar a los hogares no beneficiarios según su adscripción étnica, su residencia (en la cabecera
municipal o rancherías periféricas), sus condiciones socioeconómicas (acceso a tierra y nivel de educación de
los jefes del hogar), tamaño del hogar, la mitad de ellos con hijo primogénito en los grados escolares de interés
en 1998 y la otra mitad con alguno de los ultimogénitos en esos niveles escolares.

De esa manera, la muestra garantiza contar en el presente etnográfico con jóvenes de larga exposición al Programa
y con sus pares –de la misma edad y condiciones socioeconómicas– que nunca recibieron los apoyos. No es ocioso
insistir en que el punto de partida de ambos grupos es similar, de manera que las diferencias actuales en escolaridad,
fecundidad y ocupación forman parte del impacto del Programa Oportunidades.
La estrategia metodológica en su conjunto responde a las necesidades de esta investigación. Las preguntas e
hipótesis que se formulan parten del conocimiento acumulado sobre los cambios en el bienestar (y la vulnerabilidad)
que el Programa Oportunidades puede llegar a gestar en contextos rurales interétnicos. La muestra analítica garantiza
la inclusión de tipos de casos diferentes con el fin de comprender las variaciones posibles y postular relaciones entre
154 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

factores y procesos de carácter general. Los casos contienen la máxima variación posible de las variables (etnicidad y
exposición al Programa Oportunidades) con el fin de generalizar los resultados a la población de interés, en este caso
el impacto del Programa Oportunidades en el mundo rural interétnico caracterizado por altos niveles de marginación
y rezago social.*
Las microrregiones estudiadas son de alto y muy alto rezago social (con algunas excepciones que el Coneval ha
clasificado como de rezago medio, como el caso del municipio Santiago Jamiltepec en Oaxaca, y dos microrregiones
estudiadas en Sonora). Se trata de escenarios étnicamente diversos, en donde indígenas y mestizos están en aparente
igualdad de condiciones respecto de su potencial acceso a los servicios.
Aunque la muestra analítica siempre fue una guía fundamental en la selección de los hogares para la realización de
estudios de caso, y de hecho fue instrumentada al 100% en las microrregiones de Chihuahua y casi al 100 porciento
en las de Sonora, fue necesario readecuarla –en Oaxaca y Chiapas– conforme a lo que la realidad ofrecía. Por ejemplo,
en algunos casos, la población no indígena efectivamente existía, pero no todos los hogares no indígenas eran com-
parables con los beneficiarios (por ser maestros o realizar otras ocupaciones con niveles de ingresos superiores). Tal
fue el caso de la microrregión mazateca en el estado de Oaxaca, en donde se intentó subsanar este obstáculo al incluir
hogares en donde la madre es no indígena (aunque casada con un mazateco), dado el importante papel de la madre en
la socialización de la prole.‡ En el municipio de Tumbalá, en Chiapas, se enfrentó el mismo problema, en donde se optó
por seleccionar los hogares respecto de la variable lingüística para cubrir tanto monolingües en lengua indígena como
bilingües. Otro problema fue el encontrado en las microrregiones con muy alta cobertura del Programa en cuanto a la
ubicación de hogares no beneficiarios (problema encontrado en la microrregión mazateca en Oaxaca y en Chiapas).§ En
esos casos no se cubrió la cuota de los hogares no beneficiarios (porque no existen pobres no beneficiarios) y se optó
por maximizar la diferencia de la variable exposición al Programa con hogares que apenas, al final de 2007, habían sido
incorporados (y sólo habían recibido los apoyos de un bimestre en el momento del trabajo de campo) (cuadro 2).

Cuadro 2 EStatus
Etnicidad Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora TOTAL
Composición final Oportunidades
de la muestra Beneficiarios Indígenas 24 12 11 13 60
analítica de hogares Beneficiarios Mestizos 8 12 10 14 44
No beneficiarios Indígenas 7 12 14 11 44
No beneficiarios Mestizos 6 12 7 10 35
TOTAL 45 48 42 48 183

Como puede verse, son los estados del sur, Oaxaca y Chiapas, donde mayores dificultades se encontraron para
la ubicación de hogares idóneos para el estudio debido fundamentalmente a dos factores: la alta concentración de
población indígena (son municipios más puramente indígenas que los del norte) y la muy elevada cobertura del
Programa Oportunidades.

Base de datos para el análisis de impacto

Se construyó una base de datos con la información de todos los estudios de caso de hogares beneficiarios y no be-
neficiarios de las doce microrregiones estudiadas en los cuatro estados. Se privilegió el análisis de los no becarios y de
los becarios y ex becarios (hijos beneficiarios) de ambos sexos que tienen entre 15 y 25 años, por ser esta cohorte la

* Véase Cortés, Escobar y González de la Rocha15 para una reflexión epistemológica de las posibilidades de generalización de este tipo de aproximaciones
a la realidad.

Efectivamente, los hijos de las parejas mixtas, de padre indígena y madre no indígena, no sólo no hablan la lengua local sino que incluyen en sus
referentes a la ciudad o la región no indígena de donde proviene la madre.
§
En el municipio de Tumbalá, en Chiapas, fue imposible encontrar hogares no indígenas no beneficiarios ya que la población mestiza es prácticamente
inexistente y la cobertura del Programa Oportunidades es más extensa que en los municipios de Las Margaritas y San Cristóbal, en donde se pudo
completar la muestra en 100 y 82%, respectivamente (16 hogares en Las Margaritas, la mitad indígenas y la mitad mestizos, con un número
balanceado de hogares beneficiarios y no beneficiarios).
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 155

que más interesa para el estudio de largo plazo (la de mayor exposición al Programa, como becarios e hijos de titulares
beneficiarias). Se trata de un análisis que contrasta los logros educativos de los jóvenes becarios y ex becarios (hijos
beneficiarios) con los de sus padres y madres y con los de sus pares no beneficiarios (ya sea porque sus hogares nunca
han sido incorporados al Programa o porque nunca gozaron de la beca de Progresa-Oportunidades aunque los hogares
a los que pertenecen sean beneficiarios). Igualmente, se contrastan los logros ocupacionales de los jóvenes becarios y
ex becarios y los de sus contrapartes nunca beneficiarios de las mismas edades y orígenes socioeconómicos.
La base de datos incluye las siguientes variables tanto de los padres de ambos sexos como de los hijos y otros
miembros que tenían, al momento del estudio, entre 15 y 25 años: entidad de la República, región, pueblo, número
de hogar, sexo, nombre de pila, edad, parentesco (si es padre o madre, hijo o hija, u otro), estatus en el Programa,
etnicidad, lengua, lugar de residencia, estado civil, escolaridad,* ocupación principal, ocupación secundaria, descripción
detallada de las ocupaciones, edad al momento del primer parto (en el caso de las mujeres).
La base de datos (cuadro 3) de la muestra analítica basada en la cohorte de jóvenes de mayor impacto potencial
en educación y ocupación consta de 791 individuos (496 indígenas y 295 mestizos) que pertenecen a 183 hogares,
con un promedio de 4.13 miembros por hogar, sin contar a los hijos u otros miembros menores de 15 y mayores
de 25 años. Esta base de datos no incluye a todos los miembros de los hogares, sino únicamente a los padres y los
hijos (u otros miembros de la generación de los hijos) en la cohorte que en el momento del estudio tenía entre 15
y 25 años y que, por lo tanto, tenía entre 5 y 15 años en 1998. Sus hermanos mayores y menores y otras personas
residentes en el hogar que no pertenezcan a la cohorte objetivo fueron excluidos de la base de datos.‡
Cuadro 3
Base de datos: individuos que la conforman
Base de datos
Etnicidad Estado Beneficiario No Beneficiario TOTAL
Indígenas Chiapas 110 51 161
Chihuahua 50 55 105
Oaxaca 54 56 110
Sonora 68 52 120
Total 282 214 496
Mestizos Chiapas 33 25 58
Chihuahua 46 15 61
Oaxaca 47 25 72
Sonora 59 45 104
Total 185 110 295
Gran total 467 324 791
Relación de parentesco
Padres de ambos
193 121 314
sexos
Hijos e hijas 256 192 448
Otros 18 11 29
Total 467 324 791

* El dato de la escolaridad se consignó en años que corresponden al nivel máximo alcanzado: 0= analfabeta o nunca fue a la escuela, 1= primero de
primaria, 6= primaria completa; 9=secundaria; 12= bachillerato, etc.

Los estudios de caso de hogares indígenas y mestizos, beneficiarios y no beneficiarios (la mitad de cada tipo con un hijo primogénito cursando entre el
tercero y cuarto de primaria en 1998 y la otra mitad con un hijo de la camada de los hijos menores, de preferencia el ultimogénito, en ese grado escolar
en dicho año) cuentan con información detallada sobre todos los miembros del hogar, independientemente de su edad, abuelos de edad avanzada,
padres, madres, hijos e hijas de todas las edades y otros miembros (parientes o no). Sin embargo, para efectos del análisis aquí realizado se construyó
una base de datos con la información de todos aquellos miembros del hogar –jóvenes, hijos u otros miembros– en el rango de edad ya mencionado
(entre 15 y 25 años) para contrastar a los beneficiarios y no beneficiarios entre sí y con sus padres y madres, cuando de niveles de escolaridad se
trata, y para comparar ex becarios (hijos) o beneficiarios y no beneficiarios cuando lo que interesa es averiguar las diferencias en las ocupaciones que
actualmente desempeñan.
156 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Con esta base de datos se procedió a un análisis (estadística descriptiva) para indagar los niveles de escolaridad
alcanzados por todos los individuos (padres, madres, hijos, hijas) y, de esa manera, conocer las brechas por gene-
ración, por género, por etnicidad y por estatus en el Programa.* El análisis para contrastar los logros ocupacionales
de becarios y ex becarios con los de los nunca beneficiarios –así como el de los cambios en la fecundidad de las
hijas– parte de esta misma base de datos. Los resultados son materia del siguiente apartado, una vez descritas las
estructuras de oportunidades en las que los sujetos de estudio están inmersos.

III. Resultados
Estructuras de Oportunidades
En los documentos analíticos de las cuatro investigaciones etnográficas se mostró que las regiones rurales habitadas
por una alta proporción de población indígena constituyen escenarios cuyas características dificultan la operación
del Programa Oportunidades. Aunque con una variación importante, en general son zonas alejadas y dotadas de
muy precaria infraestructura, en las que casi ningún profesional de fuera de ellas quiere vivir y ejercer su profesión.
Por lo tanto, los servicios de salud y educación son prestados por médicos y maestros que ven su estancia en estas
comunidades pobres como un asunto temporal, que tienen que resistir con la finalidad de lograr mejores puestos
en lugares que ofrecen más comodidades y prestigio. Los análisis realizados en los documentos analíticos, además,
revelaron que las poblaciones indígenas enfrentan muchas más dificultades que las mestizas para mantenerse en
el Programa Oportunidades en calidad de beneficiarios y que, adicionalmente, la calidad de los servicios de salud y
educación, lejos de ser óptima, es indiscutiblemente deficiente.4-7
No obstante lo anterior, y aún con los problemas de cobertura detectados en la Sierra Tarahumara entre locali-
dades rarámuri y pima, que contrasta con la adecuada o muy amplia cobertura en las microrregiones sonorenses,
oaxaqueñas y chiapanecas, es claro que la presencia y operación del Programa Oportunidades en el México rural ha
marcado un hito en la historia de las localidades y en las vidas de las familias y de los jóvenes que han recibido los
apoyos a través de las becas.
En las zonas rurales del país como las aquí estudiadas, ha habido un aumento real en los ingresos de los hogares de
1992 a 2006, (cuadro 4) aunque este proceso sea poco evidente al ojo etnográfico. Este lapso de doce años tiene,
como elemento fundamental para este análisis, la puesta en marcha del Programa Oportunidades (en ese momento

* Es necesario precisar lo siguiente: en la categoría beneficiarios (hijos e hijas) se encuentran tanto los actuales becarios como los ex becarios. En la
categoría no beneficiarios incluimos a los hijos e hijas que nunca tuvieron la beca, independientemente de que sus madres sean titulares del Programa.
En este análisis se considera el estatus en el Programa como una variable fiel a la historia del individuo y no a la del hogar porque hemos constatado,
en esta y en otras evaluaciones, que al menos en el campo de la escolaridad, son quienes reciben las becas los que claramente tienen el estímulo
–y la presión de los padres– por asistir y permanecer en la escuela. Sariego y colaboradores.7 afirman que las becas de los hermanos ultimogénitos
constituyen, en ciertos casos en la Tarahumara, el mecanismo de apoyo a través del cual los primogénitos se ven liberados de la carga económica
familiar y, por lo tanto, pueden alargar ellos mismos sus trayectorias educativas. Sin duda, análisis más específicos, con otro tipo de información y bases
de datos más amplias podrán en el futuro calcular “el efecto del paquete amplio del programa”, y la relación entre salud y nutrición con escolaridad y
trabajo. Aquí se considera beneficiario (para efectos del análisis de escolaridad, fecundidad y ocupación) a quienes recibieron becas de Oportunidades
(becarios y ex becarios) mientras que tanto sus hermanos que nunca recibieron becas como los jóvenes de hogares nunca beneficiarios se consideran
como “no beneficiarios” aunque ello se traduzca en dificultades técnicas y teóricas. El hecho de que existan jóvenes que nunca tuvieron la beca en el
seno de hogares beneficiarios se debe, en la mayoría de las veces, a que su posición en el ciclo doméstico no favoreció ser incluido en el Programa –ya
había pasado por la escuela cuando el hogar fue incorporado– mientras que algunos de sus hermanos (los menores) sí sean o hayan sido becarios.
También hay casos en la categoría de hijos beneficiarios que provienen de un hogar no incorporado al Programa. Éstos son mucho más reducidos y
corresponden a individuos que gozaron de las becas de Oportunidades durante el tiempo, por ejemplo, en que vivieron con abuelas –ellas, a diferencia
de sus madres, sí beneficiarias, o de algún otro pariente beneficiario y después se reincorporaron al hogar de sus padres. Podría argumentarse que los
no becarios que viven en hogares que sí son beneficiarios (cuyas madres reciben los apoyos del Programa y sus hermanos reciben becas) también
gozan, de manera indirecta, de los beneficios de formar parte de un hogar beneficiario. Este “efecto del paquete del Programa” no puede ponderarse
con la información con que se cuenta (no fue parte de los objetivos de esta investigación) y, por otra parte, considerar a quienes nunca recibieron la
beca como beneficiarios –en la misma medida que los becarios y ex becarios– por el hecho de formar parte de un hogar beneficiario tampoco es una
solución a este problema de índole teórico y metodológico. Queda pendiente el análisis del impacto controlando el número de años en los que los
estudiantes mantuvieron su beca. En este análisis, todos aquellos que alguna vez fueron becarios, por corto o largo tiempo, están en la misma categoría
de beneficiarios (el hecho de que los hogares hayan permanecido durante diez años como beneficiarios no garantiza que los individuos de la generación
de los hijos hayan mantenido la beca por ese mismo lapso de tiempo; de hecho, no se encontró ningún caso así).
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 157

aún llamado Progresa) en 1997. Es decir, nueve de los 12 años en los que se ha dado este proceso corresponden a
la llegada y expansión del Programa Oportunidades en el México rural. Según el Coneval, este cambio real positivo
(a pesar del descenso de los ingresos provenientes de la producción y los negocios propios) resulta de: 1) mayor
masa salarial y 2) aumento en transferencias gubernamentales (donde Oportunidades juega el papel principal). El
aumento de las remesas (y de la emigración), en términos relativos, es muy grande, pero su contribución absoluta
es pequeña, aunque se sabe que algunos hogares dependen mucho de ellas.16 La mayor masa salarial a su vez es
producto de más horas trabajadas por parte de los miembros del hogar (aparentemente las mujeres), y un pequeño
aumento real de las remuneraciones. Este último puede estar relacionado con la mayor producción agrícola nacio-
nal, que demanda mayor fuerza de trabajo, y con la emigración del campo, que reduce la cantidad de trabajadores
disponibles. Sin embargo, cabe suponer que estos mayores salarios y oportunidades salariales se distribuyen des-
igualmente en el territorio, y que los municipios más marginados del país (tales como los aquí estudiados) no se
benefician mucho de ellos. Otros análisis muestran que en un plazo aún más corto (2000-2006), el aumento en
la masa salarial es todavía mayor que el aumento en las transferencias de cualquier fuente.17 Esto seguramente es
consecuencia de que en el año 2000 una buena parte de los hogares rurales pobres ya recibía Progresa y Procampo,
por lo que el aumento más reciente en estas transferencias tiene menor importancia.

Cambio neto real en los ingresos de los hogares rurales, 1992-2006 (percentiles 1-28) Cuadro 4
Fuente Cambio relativo (%) Cambio absoluto ($) Aumento real en los
1. Trabajo asalariado 54.5 65.86 ingresos de los hogares
2. Ingreso negocio propio -24.4 -22.43 de 1992 a 2006
3. Transferencias 335.7 75.65
3.1 Remesas 405.5 17.12
3.2 Otras transferencias 319.6 58.53
3.2.1 Oportunidades - 47.58
3.2.2 Procampo - 8.45
3.2.3 Otras 13.6 2.50
4. Producción propia -71.4 -38.35
5. Pago en especie -74.6 -1.72
6. Renta imputada 16.2 8.79
7. Regalos 195.3 -4.85
Total neto per cápita 24.2 82.96
Fuente: Tabulación Coneval de la ENIGH

Aquí se ofrece un breve panorama de las estructuras de oportunidades. Se privilegia la atención a los mercados labo-
rales a los que tienen acceso los residentes de las microrregiones, puesto que la gama de servicios de salud y educación
ofrecidos y la calidad de los mismos son motivo de los análisis realizados por Agudo14 y Sánchez López,13 responsables
de los Documentos técnicos de salud y educación. La descripción se ha construido a la luz del enfoque que plantea que
el recurso más importante de las familias pobres es la fuerza de trabajo de sus miembros y que, además, convertir dicho
recurso en un activo real para el bienestar depende, por un lado, de los mercados laborales a los que se tiene acceso y por
otro, de las capacidades construidas a lo largo de la vida en términos del acceso a la salud (es necesario estar saludable
para trabajar) y de la capacitación para el trabajo. Ahora bien, la construcción de capacidades es un proceso sensible a
los efectos del ciclo doméstico, de manera que el acceso a los recursos (para la alimentación, el acceso a servicios de
salud y educación) está moldeado por la posición de los individuos en su calidad de primogénitos o ultimogénitos (ser
el primero o segundo de los hijos contrasta de manera desfavorable con las oportunidades que tienen los hijos –her-
manos– menores). Esto quiere decir que los cambios en las economías de los hogares y las posibilidades reales que los
individuos tienen de obtener salud, educación y trabajo están moldeadas por el entorno doméstico, social, económico
y político que estructura las oportunidades (de obtener un empleo, de tener una buena o mala cosecha, de ser atendido
y curado por un médico en caso de enfermedad, de poder permanecer en la escuela, etc.). Se habla de estructura de
158 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

oportunidades porque las opciones reales que las personas tienen para obtener servicios y realizar actividades económicas
(de donde se obtiene el sustento) no están distribuidas al azar sino que, por el contrario, están colocadas y definidas por
un conjunto de factores de orden social, económico y político.2,18,19 Existen patrones, por ejemplo, que interrelacionan
el acceso al empleo público con el acceso a ciertos bienes y a ciertos servicios (de cierta calidad). Otros, en cambio,
interrelacionan el empleo informal urbano con el (no) acceso a servicios públicos de salud y otros más unen la economía
de subsistencia de los hogares campesinos con el acceso a Unidades Médicas Rurales y a escuelas de educación indígena
como las descritas en los Documentos analíticos etnográficos. El acceso privilegiado de unos a servicios de calidad y
el acceso de los otros a escuelas y clínicas de deficiente desempeño no son resultado del azar, sino que forman parte
del desarrollo histórico de nuestra sociedad, de la estructura social marcada aún (y posiblemente cada vez más) por
inequidades construidas socialmente.
El Estado, además del mercado, juega un papel importante en la estructuración de las oportunidades. El Programa
Oportunidades ha intervenido en las relaciones entre los individuos (y familias) y las estructuras de oportunidades,
no únicamente a través del incremento de recursos monetarios en manos de las familias beneficiarias, sino también
a través del aumento sin precedentes de la demanda de servicios públicos a través del condicionamiento de apoyos
o transferencias al uso (regular y frecuente) de los servicios de salud y educación. En teoría, las familias que están
incorporadas al Programa Oportunidades, en calidad de beneficiarias, tienen acceso –regular y frecuente– a los ser-
vicios de salud y educación y, a diez años de operación, ni las escuelas ni los centros de salud han logrado ajustarse
con calidad a dicho aumento en la demanda de sus servicios.
La descripción de los mercados laborales de las microrregiones estudiadas se hará –de manera sucinta– en un
cuadro que sintetiza las características de cada microrregión estudiada y contiene, al mismo tiempo, anotaciones
respecto de la gama de servicios de salud y educación. Las fuentes de donde proviene la información son Sariego
et al.,7 Haro et al.,6 Agudo4 y González de la Rocha et al.,5 documentos que han sido entregados al Programa Opor-
tunidades. Del análisis del contenido de dicho cuadro sintético es posible extraer un conjunto de reflexiones que
surjen del análisis comparativo respecto de las estructuras de oportunidades de las microrregiones del estudio.
Las opciones laborales locales son relativamente más abundantes en dos microrregiones de Sonora, y ello sin
considerar las actividades ligadas al narcotráfico que han proliferado en este y en el vecino estado de Chihuahua.*
En Sonora, particularmente en las microrregiones yaqui y mayo, existen oportunidades de empleo en la agricultura
comercial tanto en el propio estado como en la vecina Sinaloa, en la industria maquiladora, en los servicios ligados a
la agricultura y en la industria de la construcción en la capital del estado y otras ciudades en crecimiento. En cambio,
la microrregión guarijía (Sonora), la pima, la tarahumara y las microrregiones de los estados del sur son mucho más
precarias con respecto al empleo y, de hecho, la muy escasa migración hacia fuera de la región que se constata en
Sonora (y hasta cierto punto en Chihuahua) contrasta con los nutridos flujos migratorios hacia fuera de los escenarios
de estudio de Chiapas y Oaxaca, tanto hacia destinos nacionales como a los Estados Unidos.
Es también un hecho que la agricultura de subsistencia es, en general, una actividad en franca decadencia. En la
Sierra Tarahumara, los suelos están claramente erosionados a raíz de la tala inmoderada de los bosques (además de
las constantes sequías). La capa de tierra en ese territorio es tan delgada y pobre que produce mazorcas de escasos
15 centímetros en cantidades que no alcanzan para el consumo de todo el año de una familia. Las montañas de la
mazateca, donde se encuentra una de las microrregiones de estudio en Oaxaca, sufren también una avanzada erosión
que se combina con temporales de lluvias cada año más caprichosos. La escasez de créditos, la muy elevada depen-
dencia de costosos fertilizantes y, en general, el abandono en el que se ha dejado a la producción agrícola campesina,
han hecho del trabajo asalariado una fuente de ingresos cada vez más importante para las economías familiares. El
cambio en los ingresos de los hogares rurales, efectivamente, parece deberse a la cada vez más frecuente venta del
trabajo –a cambio de un salario– y a las transferencias en efectivo del Programa Oportunidades.

* El extendido cultivo y comercialización de marihuana (y otros productos ilícitos) constituyen una opción real de trabajo asalariado en estas
microrregiones norteñas, ocupaciones sobre las que, por obvias razones, no se proporcionan detalles. Baste decir que los recursos que surgen de estas
actividades son considerables y alimentan desde negocios dedicados a la provisión de servicios (hoteles, gasolineras, restaurantes, agencias de venta de
automóviles) hasta las actividades recreativas y educativas (festivales escolares, bailes de las localidades, bandas de música, etc.).
MicroRregión Economía y mercados laborales Servicios educativos Servicios de salud
Yepachi (Temósachi, • Cultivo de granos básicos (maíz, frijol) y papa. Yepachi: Yepachi:
Chihuahua) -Maycoba • Horticultura de traspatio generalizada a la que se le añade la crianza de • Jardín de niños • UMR (IMSS) sin médico de planta; ocasionalmente atendida por un
(Yécora, Sonora) ganado vacuno para consumo familiar. Producción de manzana en pequeña • Una escuela primaria federal pasante (quien permanece entre una semana y un mes), largos periodos sin
escala. • Una escuela albergue nivel primario para niños indígenas atención médica profesional
PIMA • Explotación forestal: existen tres aserraderos que emplean a • Una tele secundaria
aproximadamente 20 personas, cuyos oficios requieren capacitación que se • Un tele bachillerato Maycoba:
adquiere en el proceso productivo. • Un albergue escolar para estudiantes de bachillerato que proceden de • Centro de salud dependiente del gobierno del estado de Sonora, atendido por
• El rancho familiar constituye la unidad de producción y la participación de todos localidades cercanas (incluida Maycoba) una auxiliar rural. Cada dos años llega un pasante de medicina a trabajar durante
los miembros del hogar es vista como una obligación; niños y jóvenes trabajan en un año, por lo que a su retiro pasa otro año sin la presencia de un profesional
esta economía campesina al igual que adultos: “O cabe pensarlo como el sitio que Maycoba: de la salud. Desde junio de 2007 no ha habido médico alguno que atienda a la
resguarda la seguridad de la familia”.* • Dos Preescolares (uno exclusivo para niños pimas) población; la atención recae en la auxiliar de salud. El desabasto de agua potable
• Cinco carboneras atendidas por familias completas (el trabajo de los niños es • Dos primarias incide claramente en la epidemiología local, pues los habitantes se abastecen
en estos lugares frecuente). • Una secundaria de una pila que carece de supervisión y mantenimiento, nutrida por el agua
• Emigración laboral (ante las escasas opciones locales) de hombres y mujeres contaminada de arroyos sucios. Durante 2007 fallecieron dos niños pimas de
que se van a trabajar a la pizca de tomate, uva, manzana, cereza, chile y nuez en Maycoba debido a infecciones derivadas del consumo de agua.
los estados de Chihuahua, Sonora y Sinaloa.
La población de la microrregión es atendida por auxiliares de salud quienes
tienen que concentrar sus esfuerzos en las patologías que las autoridades
estatales consideran prioritarias (EDA, IRA, diabetes, hipertensión, campañas
de vacunación) sin brindar atención a todo un conjunto de padecimientos
registrados en los itinerarios terapéuticos de los hogares estudiados: múltiples
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención

casos de tuberculosis, herpes zoster, desnutrición, alcoholismo, drogadicción,


varicela, viruela, sarampión, accidentes, fracturas y heridas.
Samachique • La economía de la microrregión gira en torno a la explotación forestal; ésta • Dos preescolares (uno indígena y otro mestizo) • Clínica IMSS-Oportunidades con infraestructura básica de atención a la
(Guachochi, Chihuahua) es la única fuente de ingresos vía salario. Hay un aserradero ejidal que funciona • Una escuela primaria salud; atendida por un pasante de medicina, una enfermera auxiliar y una
sólo durante la época de secas, de enero-febrero a agosto-septiembre. Da • Una secundaria sustituta. Cuenta con cuatro asistentes rurales que fungen como promotoras
RARÁMURI empleo a 110 hombres de los 500 ejidatarios (quienes son oficialmente los • Un bachillerato (Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del voluntarias y 17 promotoras de salud que visitan localidades de los
dueños). El salario oscila entre 80 y 110 pesos por día en sus muy distintos estado de Chihuahua; este centro también provee el servicio de primaria y alrededores. El desabasto de medicamentos es una constante y el pasante de
puestos de trabajo (ver descripción detallada de estas actividades en la versión secundaria abierta). medicina se ausenta con frecuencia. Por lo tanto, la atención está en manos
preliminar de este mismo texto). Las utilidades (escasas) se reparten entre los • Un albergue escolar de la CDI que atiende a 53 niños de primaria y a 4 de las enfermeras, quienes se ven obligadas a canalizar los casos complicados
500 ejidatarios una vez por año. de preescolar. al Hospital Misión Tarahumara o a otros hospitales (de Creel o Guachochi).
• Comercio: en donde se auto-emplean algunas familias, sobre todo mestizas, • Un albergue para estudiantes de secundaria que opera a partir de 2001, No existe un intérprete entre el personal médico y los pacientes indígenas.
y dan empleos ocasionales a niños y jóvenes como cargadores y ayudantes. El financiado por la Fundación del Empresariado de Chihuahua. Los dos • Hospital Misión Tarahumara, en operación desde el año 2000. Manejado
comercio es una actividad que se ha beneficiado de la cercanía de esta localidad albergues ofrecen hospedaje y alimentación a niños y niñas de localidades con personal y fondos de misioneros bautistas. Infraestructura hospitalaria
a la carretera que atraviesa la Sierra Tarahumara. indígenas que carecen de escuela, alejadas de Samachique. (laboratorio, quirófano, tres salas de hospitalización, servicios de pediatría,
• Empleos eventuales en la construcción de carreteras y otras obras sobre todo atención dental, farmacia, ambulancia aérea y albergue que brinda hospedaje
de naturaleza pública, con salarios que oscilan entre los 75 y los 110 pesos a los familiares de los enfermos indígenas. La población indígena recibe
por día. atención gratuita, no así la población mestiza (que tiene que pagar). Se
• Empleadas domésticas o niñeras (mujeres indígenas en casas de mestizos), o trabaja con un modelo de atención que busca adaptarse a las condiciones
lavado de ropa ajena culturales de la región: cuenta con una intérprete rarámuri y una partera,
• Algunas familias venden leña o alguno de sus miembros vende su fuerza de también rarámuri, quien atiende a las mujeres que no quieren parir en la sala
trabajo como jornalero agrícola. de expulsión o ser atendidas por un médico varón no rarámuri.
• A diferencia de lo encontrado en la microrregión pima, en Samachique no hay
migración laboral.
• Agricultura de subsistencia en el marco de la unidad familiar.

* Arellano A. Yepachi. Trabajo, empleo y nuevas uniones: ex becarios. Documento de trabajo: reporte de ocupaciones en Yepachi-Maycoba. 2008, Mimeo.
159

Cuadro 5

las microrregiones
Mercados laborales en
160

...Continuación

Norogachi • Notable escasez de empleo (al igual que en las otras dos microrregiones). • Un preescolar • Una UMR IMSS-Oportunidades en Norogachi, atendida por un pasante de
(Guachochi, Chihuahua) • Agricultura de subsistencia (maíz, frijol, avena, papa, zacate, calabaza y • Una primaria federal medicina que se ausenta con frecuencia y dos auxiliares.
chícharo). Las familias que tienen acceso a agua también cultivan hortalizas • Un albergue escolar (CDI) • Una UMR IMSS-Oportunidades en la localidad Ciénega de Norogachi,
RARÁMURI como parte de la economía de traspatio (al igual que la crianza de un par de • Un complejo educativo administrado por la Misión Católica que cuenta atendida por un médico titulado desde hace siete años y una auxiliar
vacas, o chivas y cerdos, gallinas o guajolotes). con el apoyo de fundaciones empresariales. Dicho complejo ofrece médica. Ambas unidades impulsan prácticas encaminadas al saneamiento
• Existe un aserradero ejidal que funciona de manera semejante a los de las educación primaria y albergue para niños y niñas (sobre todo indígenas) (construcción y uso de letrinas, quema de basura, descacharrización,
otras microrregiones, pero la explotación forestal es aquí menos importante de la región. promoción de uso de agua hervida), se encargan de identificar casos de
dado que los bosques se han reducido considerablemente por la tala • Una secundaria desnutrición y vigilar el estado nutricional de menores de cinco años,
inmoderada. El aserradero sólo ofrece algunos empleos temporales entre los • Un telebachillerato mujeres embarazadas y ancianos. En estas unidades se subregistran casos
ejidatarios. de desnutrición, tuberculosis y complicaciones en el parto. El médico de
• El comercio es más limitado que en Samachique porque Norogachi está Norogachi no se hace responsable de estas últimas porque no tiene el equipo
mucho más lejos de la carretera. quirúrgico necesario. Desabasto de medicamentos.
• Emigración laboral en la pizca de la manzana o nuez, o bien en la industria • Clínica San Carlos (que opera desde hace 47 años) localizada en Norogachi
de la construcción en Cuauhtémoc, Chihuahua u otras ciudades. Las mujeres y manejada por religiosas católicas con recursos externos de un patronato
también se van a estas ciudades como empleadas domésticas. de la ciudad de Chihuahua. Cuenta con infraestructura hospitalaria (camas,
• En mucha menor medida, emigración laboral a los Estados Unidos. laboratorio, rayos X, ambulancia), dos médicas quienes coordinan a 18
personas que forman parte del personal de atención hospitalaria, laboratorista,
técnico de rayos X, chofer de ambulancia, intérprete rarámuri, personal de
limpieza y encargados de cocina. Ofrece consultas además de hospitalización,
farmacia, pabellones pediátricos y salas de expulsión. Promotora de salud y
una red de dispensarios en la zona.
• Recién inaugurado Centro de Recuperación Nutricional y Albergue
Materno, del DIF estatal y los Servicios Estatales de Salud
Huirivis (Guaymas, Sonora) • Renta de tierras agrícolas ejidales a empresarios (yoris o mestizos) • Un preescolar • Casa de salud atendida por una promotora de salud (carece de electricidad
particulares. A cambio, los ejidatarios reciben entre 2 500 y 3 000 pesos • Escuela primaria pero tiene una cama, una mesa de exploración, báscula, baumanómetro y
YAQUI por hectárea al año. Ello es el resultado del escaso acceso al crédito para • Escuela secundaria estetoscopio). Los medicamentos que se administran se limitan a calmantes
la producción, los altos costos de la producción agrícola, problemas de • Un plantel CBTA en Vícam, que ofrece carreras técnicas mientras los pacientes son referidos a la unidad de Pótam (a 10 kms. de
comercialización, escasez de agua y elevados costos de la infraestructura • Un CECYTES, en Pótam. distancia). Capacidad limitada de atención y resolución tanto en la casa de
requerida para llevar agua a los campos de cultivos (se trata de un territorio • Las escuelas primaria y secundaria están caracterizadas por falta de salud como en la UMR de Pótam.
casi desértico). personal (en la primaria local hay sólo dos maestros y uno de ellos falta • Los habitantes de Huirivis prefieren ir al Centro de Salud de Vícam porque
• Empleo en maquilas (tanto hombres como mujeres), campos y empacadoras mucho) y ausentismo del personal docente. perciben que los atienden mejor. Es común que la gente se queje de que los
de Empalme, Guaymas y el Valle del Yaqui. medicamentos no están en existencia y tienen que comprarlos en Farmacias
• Ganado vacuno, cabras y borregos. Similares.
• Pesca (en menor medida) • No existen mecanismos efectivos de referencia y contrarreferencia ni al
• Manufactura de artesanías (aunque es escasa y sólo algunas personas realizan interior de un mismo sistema de salud.
esta actividad)
• Producción de carbón y leña
• Albañilería y producción de adobe
• Elaboración casera de tortillas y otras viandas para la venta (mujeres)
• Bordados y costura de prendas de vestir (mujeres)
• Cultivo y venta de nopales
• Venta de cerveza en expendios caseros
Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008
...Continuación

La Bocana (Etchojoa, • Alquiler de tierras ejidales a empresarios agrícolas • Un preescolar • Un centro de salud (SSA) atendido por un pasante de medicina y dos
Sonora) • Los ejidatarios, al rentar sus tierras, trabajan como jornaleros agrícolas • Escuela primaria enfermeras con experiencia (una de ellas con 29 años de servicio como
• Cultivo de hortalizas en huertos familiares • Una tele-secundaria enfermera; habla la lengua y funge como intérprete). El centro de salud
MAYO • Crianza de animales (cerdo, caballo, chivos y borregos) como parte de la • Los jóvenes que desean estudiar preparatoria han de ir a Huatabampo cuenta con nebulizador e instrumental básico para consultas (estetoscopio,
economía de traspatio (donde hay un CONALEP y COBACH), a Etchojoa (COBACH), o a baumanómetro y material para la medición de azúcar en sangre). Abasto
• Los empleos fuera de la agricultura son escasos y poco diversos (cinco Basconcobe o Citivaro (donde existen CBTA) suficiente de medicamentos para problemas de hipertensión, colesterol,
empleos en la recolección de basura, otros jóvenes trabajan en la venta de • Ausentismo de profesores diabetes). El galeno usa su propio automóvil para surtir medicamentos.
tortillas) • La población se queja de ausentismo del médico y de actitudes prepotentes
• Venta de cenas durante los fines de semana (mujeres) por parte de las enfermeras
• Cuando los pacientes requieren servicios más especializados son referidos a
Navojoa (atención de segundo nivel)
San Bernardo (Alamos, • Principal actividad económica (legal): ganadería, que se desarrolla en ranchos • Tres escuelas primarias (dos de ellas con escaso alumnado); una de ellas • Centro de salud (SSA-Sonora) atendido por un pasante de medicina, una
Sonora) con entre 30 y 200 cabezas. Dentro de esta actividad, lo más redituable es la con un solo profesor enfermera y una intendente cuyo pago no está cubierto por la SS sino por
crianza de becerros para exportación a Estados Unidos • En todo el municipio hay tres preescolares (ninguno de ellos en San contribuciones de titulares de Oportunidades.
GUARIJÍO • Empleos de comercio (seis tiendas, tres de ellas de autoservicio) que ofrecen, Bernardo) y una única secundaria técnica (que tampoco se localiza en San • En la cabecera existe un Hospital General de la SSA-Sonora y una Unidad
aunque de manera limitada, empleos. Bernardo) por lo que esta microrregión está caracterizada por la muy escasa Médica Familiar del IMSS. Se observó que debido al escaso poder resolutivo
• Empleos en los servicios: Dos salas de estética, una papelería, un taller de cobertura de servicios educativos. de estas unidades, muchos habitantes de esta serranía buscan atención en
lavado y reparación de autos, una llantera, una carnicería y un hotel con servicio Navojoa, Obregón y Hermosillo.
de restaurante.
Distintas localidades del • Tierra de propiedad privada; la mayor parte de los hogares cuenta con tierra En el municipio existen: • En todo el municipio hay ocho centros de salud de primer nivel, cuatro de
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención

municipio Mazatlán Villa de cultivable, en promedio entre una y dos hectáreas. Las pocas familias que no • Dos Primarias comunitarias indígenas ellos son UMR que dependen del IMSS-Oportunidades ubicadas en dos de
Flores, Oaxaca tienen tierra agrícola trabajan las de algún familiar • 16 Primarias indígenas federalizadas las localidades estudiadas y en otras dos que no fueron parte del estudio. Los
(Cabecera, Aguacatitla, San • Agricultura de subsistencia (maíz, frijol y, en la zona baja, caña de azúcar para • 30 Primarias regulares federaliadas cuatro restantes dependen de la SSA y están localizados en la cabecera (uno
Simón, El Progreso, El Corral) la elaboración de panela o piloncillo. • 11 Telesecundarias de ellos) y en tres localidades más (que no fueron estudiadas).
• Empleo agrícola (jornaleros); el jornal corresponde a 50 pesos diarios (30 • Una secundaria técnica industrial (en la cabecera) • Hospital de Campo IMSS-Oportunidades No. 43, ubicado en Huautla de
MAZATECA menos que en las microrregiones del norte) • Un bachillerato (en todo el municipio) en El Corral y un telebachillerato Jiménez (a dos horas de la cabecera municipal de Mazatlán Villa de Flores)
• Empleos (hombres) en la industria de la construcción en obras públicas o en la comunidad de La Igualeja. proporciona atención de segundo nivel
privadas, con salarios de entre 70 y 100 pesos diarios; esta es la actividad Ausentismo de profesores, sobre todo debido a los múltiples días en que • Casas de salud en cada una de las localidades del municipio atendidas por
laboral mejor remunerada de la microrregión tienen reuniones sindicales y obligaciones de marchas en Oaxaca y otras una auxiliar de salud cuyo servicio, en términos estrictos, no es efectivo.
• Empleos y auto-empleos en los servicios (un pequeño hotel, múltiples ciudades y pueblos de Oaxaca. • Los habitantes de la microrregión buscan atención médica fuera del
arrendadoras de habitaciones ofrecidas en alquiler a los maestros foráneos, municipio, particularmente en la Ciudad de México, aprovechando contactos
fondas y pequeños restaurantes, lavado y planchado de ropa, niñeras (que y recursos de los emigrantes laborales.
cuidan a los hijos de las maestras) y empleadas domésticas. Las mujeres que se
emplean en estos servicios reciben un salario de entre 30 y 80 pesos diarios.
• Empleados de mostrador en el poco desarrollado sector comercial (farmacia,
ciber-cafés, papelería, cabina telefónica). En general, hay pocas opciones fuera
de la agricultura
• Jugosa emigración laboral sobre todo a la Ciudad de México y en mucho
menor medida a los Estados Unidos
161
...Continuación

Municipio San Juan Cotzocón • Principales actividades: agricultura y ganadería En Jaltepec: En Jaltepec:
Localidades: Nuevo Cerro • En Jaltepec, producción de café en pequeña escala y producción de cítricos; • Preescolar • Unidad de salud con núcleo básico (SSA) a cargo de una médico titulada
Mojarra y Jaltepec de ambos cultivos para la venta. Cría y engorda de ganado vacuno (pocas familias • Primaria sin ningún auxiliar de enfermería. Equipo humano y material insuficiente.
Candayoc realizan esta última actividad). • Secundaria Abasto de medicamentos insuficiente (las personas entrevistadas tienen que
• El sustento de la economía campesina es el cultivo de maíz y frijol para el • Bachillerato Integral Comunitario (coordinado por el Colegio Superior comprar los medicamentos en farmacias privadas).
MIXES, MAZATECOS, consumo familiar, la recolección de frutas y la economía de traspatio sin fines para la Educación Integral y el Instituto Estatal de la Educación Pública de En Cerro Mojarra:
CHINANTECOS de comercialización. Oaxaca) con estudiantes de Jaltepec (92%) y localidades circunvecinas • No cuena sino con una casa de salud atendida por una asistente rural. Los
(8%) pobladores han de acudir a:
162

• En Mojarra, además de las actividades anteriores, la producción de limón es


a mayor escala y existe una empacadora de limón que da empleo temporal • Albergue comunitario (CDI) • Clínica de San Felipe Zihualtepec (atención básica) atendida por un
a jóvenes y adultos, hombres y mujeres. El limón que ahí se empaca es de • Universidad Indígena Interculural que ofrece dos licenciaturas médico titulado y una enfermera y en caso de atención más especializada
exportación. También existe producción de sandía y producción de naranjas. (Administración y desarrollo sustentable y Comunicación para el desarrollo son referidos al Hospital General de María Lombardo de Caso (al igual que
• A diferencia de Jaltepec, la ganadería lechera en Cerro Mojarra es la segunda social), ambas con duración de ocho semestres. Cuenta con 47 alumnos de los pobladores de Jaltepec). El hospital se encuentra a aproximadamente 10
fuente de ingreso de las familias de la localidad. Venden la leche a la compañía distintos lugares de la región. Este plantel cuenta con el apoyo del Sistema minutos en transporte privado (taxi, automóvil) pero el transporte público no
Nestlé (cuatro pesos por litro). Jesuita Universitario. es eficiente y el recorrido puede durar hasta una hora y media.
• En ambas localidades, el comercio local (abarrotes, farmacia y caseta
telefónica) ofrecen empleo limitado.
• Empleos temporales como jornaleros agrícolas (hombres) y las mujeres se
emplean como empleadas domésticas en casas de profesores.
• La emigración con fines laborales es importante, sobre todo a Monterrey,
Oaxaca, Cancún, Distrito Federal, Mérida, y hacia destinos en los Estados
Unidos (Illinois, Indiana, Wisconsin, Virginia y en menor medida Nueva York),
desde Jaltepec en donde al menos un miembro de cada hogar ha emigrado.
Desde Cerro Mojarra hay flujos nutridos de emigrantes a los Estados Unidos,
especialmente a Indianápolis.
Municipio Santiago • Producción agrícola y ganadera (en pequeña escala), de autoconsumo. Maíz, Comaltepec: Comaltepec:
Jamiltepec, Oaxaca frijol y pasto para el ganado son los cultivos más importantes. • Preescolar • Casa de salud (desmantelada y desprovista de medicamentos y materiales
Localidades: Santa Elena • Trabajo asalariado como jornaleros agrícolas (tanto hombres como mujeres) • Escuela de educación inicial de curación) atendida por una Auxiliar de salud que sólo sabe administrar
Comaltepec (mixteca) y El especialmente en las plantaciones de frutos tropicales (papaya) y de ajonjolí y • Escuela primaria bilingüe (creada hace 30 años) analgésicos y carece de la más básica capacitación.
Charco Nduayoo (mestiza y limón. Los jornales varían entre 100 y 120 pesos diarios. • Secundaria técnica
afro-mestiza) • En El Charco Nduayoo, además de las actividades anteriores, también se Los profesores dejan de dar clases con frecuencia debido a sus obligaciones El Charco Nduayoo:
dedican a la pesca. sindicales • Casa de salud con mejor abasto de medicamentos y atendida por una
• En ambas localidades: cría de animales de traspatio (cerdos y aves de corral). Auxiliar de salud que sí cuenta con capacitación y experiencia.
• La participación de los niños en el trabajo asalariado y de subsistencia ha El Charco Nduayoo:
disminuido notablemente a raíz de la crisis de plantaciones agrícolas-a partir del • Preescolar En ambas localidades:
Huracán Paulina- y de la insistencia del Programa Oportunidades (y la influencia • Escuela de educación inicial • La población es atendida en el Hospital Rural IMSS-Oportunidades (No.
de las becas en la permanencia en la escuela). • Escuela primaria pública federal (educación formal) 45) que ofrece atención de primer y segundo nivel y, en caso de requerir
• Emigración laboral, nacional e internacional, es un fenómeno muy familiar • Módulo de la Secundaria Técnica de San José Río Verde instalado hace atención más especializada, los pacientes son referidos a establecimientos de
para los habitantes de este municipio. Desde Comaltepec se van principalmente tres años. salud en Pinotepa Nacional. Se observó saturación y sobrecarga de trabajo.
a Oaxaca, Acapulco y Distrito Federal. Las mujeres se emplean en el servicio Los pacientes tienen que esperar largas horas para ser atendidos.
doméstico con ingresos bajos y remesas poco significativas. Desde El Charco Los jóvenes de ambas localidades que quieren estudiar la EMS deben • A ambas localidades va la Unidad Móvil de salud que teóricamente ofrece
Nduayoo se van sobre todo a Guerrero, Pinotepa Nacional pero, sobre todo, trasladarse a la cabecera municipal en donde existen dos tipos de varios servicios médicos (odontología, nutrición y salud reproductiva)
a Estados Unidos. Los hombres que emigran al vecino país se emplean en bachillerato: bachillerato tecnológico (CECYTE) y una preparatoria por pero que en la práctica son visitas de supervisión de tareas comunitarias de
la jardinería, construcción y en restaurantes como lavaplatos y asistentes de cooperación llamada “Preparatoria Martin Luther King”. También en la saneamiento y, también, las tareas implicadas en la instrumentación de los
cocina. Las mujeres, quienes también participan de la emigración internacional, cabecera hay dos secundarias técnicas que representan una mejor opción talleres o pláticas de salud.
se emplean en fábricas y como niñeras. Las remesas en El Charco son muy que las secundarias que existen en las localidades pero pocas familias están • En la cabecera hay dos clínicas particulares y varios consultorios privados
significativas en las economías familiares. dispuestas o tienen los medios para afrontar los costos de transporte cuando de médicos generales que ofrecen sus servicios a la población de todo el
los jóvenes están en ese nivel escolar. Los estudiantes de EMS no tienen municipio (la cual acude a estos consultorios ante la falta de resolución de
opciones locales y deben destinar 20 pesos diarios para trasladarse entre sus muchos padecimientos en el hospital).
domicilios y la cabecera (y de regreso). Actitudes de discriminación y malos tratos hacia los usuarios.
• En la cabecera se encuentra la Universidad Pedagógica Nacional
• En Pinotepa Nacional (a 40 minutos en automóvil) un centro universitario
privado y algunas opciones de estudios técnicos y comerciales por las que
algunos jóvenes de El Charco Nduayoo optan.
• Para estudiar en la Universidad Pública los jóvenes deben ir a la ciudad de
Oaxaca, a 10 horas de ambas localidades, y ello depende de la existencia
de redes familiares para proveer hospedaje, o de recursos y/o becas para
sufragar los gastos.
Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008
...Continuación

Municipio de San Cristóbal de • Agricultura de subsistencia • Mayor cobertura de servicios educativos que en las microrregiones del En El Aguaje (localidad totzil):
las Casas, Chiapas • Comercio en pequeño de frutas, hortalizas y borregos (la cabecera norte del país, lo que ha propiciado el número elevado de mujeres en los • Centro de salud (SSA) con mejor equipo que el que existe en la casa de
El Aguaje, Corazón de María municipal es un importante centro proveedor de servicios dinamizado por planteles educativos. salud de la localidad mestiza; cuenta con mesa de exploraciones ginecológicas
Y San Isidro el turismo y la concentración de población por lo que las localidades, muy • Primarias y báscula.
próximas a la cabecera, encuentran ahí opciones de empleo en la albañilería, • Secundarias en las localidades indígenas, mientras que en la localidad En San Isidro (localidad mestiza):
TOTZIL hoteles y restaurantes, empleos de mostrador en tiendas o como empleados mestiza sólo hay escuela primaria (atendida por un solo maestro). Los jóvenes • Casa de salud que es una covacha de tablas destinada al almacenamiento
domésticos. También en la cabecera realizan la mayor parte de sus transacciones mestizos deben ir a la telesecundaria de Corazón de María. de materiales; se usa para consultas cada 10 o 15 días y las exploraciones
comerciales). ginecológicas se realizan en la escuela primaria.
• Muy escasa emigración a Estados Unidos. Corazón de María: es zona sanitaria
Municipio Las Margaritas, • Agricultura de subsistencia en tierras ejidales. Saltillo: Saltillo:
Chiapas • No hay fuentes de empleos remunerados fuera de la emigración • Escuela primaria bilingüe • Clínica del IMSS-Oportunidades (fundada en 1991)
Localidades: Saltillo (indígena • Flujos nutridos de emigrantes laborales a los Estados Unidos, • Secundaria Técnica (a la que acuden también estudiantes de la
tojolabal) y Bello Paisaje principalmente a Florida, y más recientemente a destinos nacionales como Playa localidad mestiza, Bello Paisaje) Bello Paisaje carece de centro de salud y sus habitantes son derechohabientes
(mestiza) del Carmen y Cancún (en Quintana Roo). En Estados Unidos trabajan en la de la clínica del IMSS-Oportunidades de Saltillo aunque en casos de
agricultura como jornaleros, y en Quintana Roo en el sector de la construcción y Bello Paisaje: emergencias médicas prefieren ir a la cabecera municipal (Las Margaritas) o
TOJOLABAL en los servicios. • Escuela primaria rural federal unitaria (no cuentan con secundaria: a la ciudad de Comitán.
• En localidades rurales mestizas próximas a la cabecera municipal y a las familias mestizas de esta localidad envían a sus hijos a la secundaria de
Comitán existen algunas opciones de empleo remunerado en talleres mecánicos Las Margaritas, mejor vista por ser un poblado mayoritariamente mestizo;
y tiendas departamentales. algunos se inscriben en la secundaria de Saltillo pero tienen que pagar 100
pesos de inscripción, pago del que están exentos los habitantes de Saltillo).
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención

Municipio de Tumbalá • Agricultura de subsistencia (producción de maíz) pero de peor calidad por • Escuela primaria bilingüe en Zapata • En El Porvenir, Clínica IMSS que atiende también a la población de
Localidades: Alvaro Obregón las condiciones del suelo y del clima. • En Alvaro Obregón Planada (mejor comunicada con la cabecera) hay Alvaro Obregón. Desabasto de medicamentos y no hay doctor. Por ello, los
Loma, Alvaro Obregón • Producción de café para la venta primaria, secundaria y preparatoria habitantes prefieren ir a Tumbalá para recibir atención médica privada (el
Planada, El Porvenir y • Emigración laboral regional a Cancún (Quintana Roo), Campeche, personal de la clínica de la cabecera se niega a atender a la gente de Obregón
Emiliano Zapata, todas Tabasco y Yucatán, donde los hombres se emplean en la construcción o en por estar éstas fuera de su jurisdicción).
indígenas servicios ligados al turismo. • En Emiliano Zapata hay un centro de salud del IMSS-Oportunidades sin
médico, atendido sólo por un enfermero y una auxiliar de enfermería quien
CHOL realiza su servicio social.
163
164 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

En contextos caracterizados por una agricultura de subsistencia crítica, los apoyos de Oportunidades y el trabajo
asalariado (como jornaleros agrícolas o mediante empleos urbanos dentro o fuera del país) constituyen los pilares
de la sobrevivencia de los pobres rurales, indígenas y mestizos.
Los jóvenes más escolarizados en todas las microrregiones estudiadas, pero sobre todo en Chiapas y en Oaxaca,
son los que se suman a las huestes de migrantes laborales. Los jóvenes –tanto ex becarios como nunca benefi-
ciarios– que no lograron alargar sus trayectorias educativas son los que se encuentran con más frecuencia en sus
pueblos y rancherías. De hecho, el seguimiento etnográfico que el equipo de investigación de Oaxaca realizó a todos
los ex becarios (según el padrón de Oportunidades) de las dos localidades estudiadas en el municipio de Santiago
Jamiltepec (Santa Elena Comaltepec y El Charco Nduayoo) mostró que los más escolarizados son los que se van a
vivir y trabajar a los Estados Unidos, les siguen los que emigran a las ciudades al interior del país (Oaxaca, ciudad de
México, Monterrey) y los menos escolarizados –los que truncaron sus trayectorias educativas durante la primaria o
en los primeros años de la secundaria– son los que se quedan a residir y trabajar en sus lugares de origen.5
En cuanto a los servicios, el listado de planteles educativos y de centros de atención a la salud brinda una ima-
gen de relativa cobertura. Algunas microrregiones están más desprovistas de servicios que otras, como es el caso
de la región pima en el territorio fronterizo entre Chihuahua y Sonora. Pero en las demás, existe una cobertura de
servicios relativamente adecuada. Los habitantes de las doce microrregiones de los cuatro estados del país tienen,
efectivamente, acceso a escuelas de todos los niveles básicos (desde preescolar hasta secundaria) y a planteles
de Educación Media Superior en las cabeceras municipales y otros pueblos relativamente grandes. Además, estas
microrregiones están dentro de los anillos de cobertura de clínicas de primer nivel y, de modo similar a lo que sucede
con las preparatorias en el caso de la educación, existen hospitales de segundo nivel en pequeñas ciudades, esas no
tan cercanas como los pueblos donde hay planteles de EMS.* Ello no quiere decir, sin embargo, que dichos servicios
sean de calidad. Los documentos analíticos de cada estudio etnográfico han mostrado los problemas que merman
la calidad de la atención: infraestructura insuficiente y en mal estado, carencia de personal, inasistencia de médicos
y maestros, materiales limitados tanto en los planteles educativos como en las clínicas y centros de salud. Se en-
contraron graves deficiencias en todas las microrregiones estudiadas respecto de la calidad en la provisión de estos
servicios. Aunque es posible distinguir algunos casos de clínicas y escuelas que se desvían del patrón, las etnografías
muestran un panorama generalizado de marcadas carencias y fallas en la calidad.4-7
Hay muchas localidades, especialmente en la Tarahumara y en la microrregión pima, que no cuentan ni con escuelas
ni con centros de atención a la salud. Como es sabido, tener acceso a servicios de salud y educación es un requisito
para ser incorporado al Programa Oportunidades para que los beneficiarios puedan cumplir con las corresponsabili-
dades. Por eso el trabajo de campo se realizó en localidades con estas características y no en regiones mucho más
apartadas en donde no hay ni escuelas ni clínicas a muchos kilómetros a la redonda. Pero incluso en las localidades
con el privilegio de tener escuelas o centros de atención a la salud, la cobertura de los servicios no garantiza que las
necesidades de educación y de cuidados médicos estén siendo atendidas.‡
En esta y en otras evaluaciones se ha visto que el mayor impacto del Programa Oportunidades (respecto de los
logros educativos de los niños y jóvenes, por lo menos, pero también respecto de los ingresos de los hogares, las
capacidades para mejorar la vivienda y otras modificaciones en las condiciones del bienestar) se da en escenarios
domésticos en donde confluyen factores ventajosos: capacidad de los padres y madres de generar ingresos a los que
se suman los apoyos monetarios del Programa, salud de los miembros del hogar o ausencia de enfermedad en los
proveedores económicos y en los propios niños y jóvenes, remesas de miembros que han emigrado, corta distancia
a los centros de provisión de los servicios educativos y de salud, entre otros. A esos contextos domésticos se les ha
denominado escenarios de acumulación de ventajas, en los que la salud constituye un requisito indispensable para
poder trabajar y estudiar. En cambio, se ha documentado que los episodios de enfermedad merman las economías

* Ya hemos dicho que Norogachi y Samachique, en la Tarahumara, constituyen casos atípicos por la presencia de hospitales privados dotados con
excelente infraestructura y personal especializado, en donde además hay personal que habla rarámuri, lo que influye positivamente en la relación con los
pacientes.

Los documentos técnicos de salud y educación ofrecen análisis y reflexiones sobre la calidad de los servicios.13,14
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 165

familiares por los gastos en los que se incurre en los procesos de búsqueda de atención privada (ante la escasa
resolución de las clínicas y los centros de salud públicos) y porque frecuentemente incapacitan a los individuos
para el trabajo.2,12,13 Por ello, es pertinente plantear que los escenarios de acumulación de ventajas incluyen facto-
res extradomésticos (además de otros de naturaleza doméstica y familiar) entre los que aparece la capacidad de
resolución de los centros de atención a la salud y la existencia de escuelas que brinden servicios de calidad, cultural
y lingüísticamente pertinentes.*

Impacto del Programa Oportunidades

En este apartado se ofrece un panorama general de los niveles de escolaridad alcanzados así como de los empleos
y ocupaciones en las microrregiones estudiadas. Se analizan las ocupaciones, la inserción laboral y la edad de las ex
becarias al momento de tener su primer hijo y sus contrapartes no beneficiarios (hermanos que no contaron con los
apoyos del Programa o hijos de los hogares no beneficiarios). Las preguntas que guiaron el análisis son: ¿la exposición
prolongada de los hijos de los hogares incoporados tempranamente al Programa cambia las opciones de los jóvenes
en términos de su desempeño ocupacional, o forzosamente se mantienen en las ocupaciones tradicionales (jornaleros
agrícolas, campesinos)? Si bien no se analiza el acto de elegir entre una ocupación u otra, se considera que si los
jóvenes incursionan en ocupaciones distintas a las que son comúnmente desempeñadas por los hombres y mujeres
de la localidad que no estuvieron expuestos al Programa Oportunidades, podemos hablar de una ampliación de las
opciones ocupacionales. ¿Son sus uniones más tardías que las de sus pares no beneficiarios y las de sus padres?
Se esperaría encontrar, de acuerdo a las hipótesis formuladas al inicio de la investigación y con base en los análisis
realizados hasta el momento a nivel regional (en los documentos analíticos de los estudios etnográficos en Chiapas,
Chihuahua, Oaxaca y Sonora) y con el aquí realizado, que el Programa Oportunidades ha contribuido a prolongar
las trayectorias educativas, ha coadyuvado a la postergación de la inserción de los ex becarios al mercado laboral y
de la primera unión y el primer embarazo. Se espera contar con evidencias para afirmar, además, que los jóvenes no
expuestos a Oportunidades tienden a replicar el patrón tradicional y que el impacto del Programa es menor entre la
población indígena. Con base en la descripción de las estructuras de Oportunidades podemos esperar que, debido a
las escasas opciones económicas locales, los ex becarios del Programa Oportunidades –pero también muchos que
nunca recibieron dichos apoyos– buscan alternativas de empleo fuera de sus localidades, en ciudades al interior de
los estados o en otras regiones del país o de los Estados Unidos.
Interesa conocer y entender los factores que obstaculizan el impacto en estas tres dimensiones de la vida de los
ex becarios: la educativa, la laboral y la de fecundidad o creación de nuevos hogares. Como hipótesis, la evaluación
cualitativa planteó que los hogares consolidados y envejecidos, en donde existen problemas de salud importantes
(diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónico-degenerativas) son escenarios que conducen (en mayor medida
que otros arreglos domésticos) a la participación de niños y jóvenes en la economía del hogar (labores domésticas y
trabajo agrícola) lo que repercute en la interrupción de las trayectorias escolares de los menores. También se consideró
que las redes sociales son un importante factor que determina las mayores posibilidades de escolarización e inserción
laboral de las que disponen los jóvenes cuyos hogares de origen fueron incorporados al Programa Oportunidades en
1998 (ayuda de parientes y amigos, posibilidades locales de trabajo asalariado o contactos para emigrar, presencia de
escuelas más allá del nivel primaria o cercanía a centros urbanos donde existan dichas escuelas). Más aún, se planteó

* Quizás sea aventurado y hasta arriesgado citar aquí el caso contrastante de los jóvenes de Norogachi y Samachique, por un lado, y los de la microrregión
pima en Yapachi-Maycoba, por el otro. Los primeros son más exitosos respecto de sus niveles educativos (hay universitarios y de nivel preparatoria). Es
decir, los casos “exitosos” provienen de las localidades del municipio de Guachochi, que son hasta cierto punto atípicas por contar con sendos hospitales
privados, mejor adaptados a las condiciones locales (culturales, lingüísticas) que las UMR y otros centros públicos de atención a la salud, que cuentan
con una mejor infraestructura, personal más capacitado (con médicos especialistas, técnicos de laboratorio y de rayos X) y atención durante las 24
horas, los 365 días del año. En cambio, en la microrregión pima –en donde los centros de salud no cuentan con médico y carecen de abasto suficiente
y pertinente de medicamentos– no se encontraron jóvenes de este perfil. Sin llegar a plantear que hay una relación directa y unidireccional, se puede
afirmar que vivir en una localidad en donde existen servicios de salud con capacidad de resolución influye en el bienestar de los individuos y en la
capacidad de las familias para destinar recursos a la educación formal de los hijos.
166 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

que la disponibilidad de recursos propios (ingresos por trabajo asalariado o por remesas de parientes emigrados,
existencia de cultivos y ganado, etc.) posibilita el mantenimiento de los jóvenes en la educación secundaria y media
superior incluso después de la retirada de apoyos en aquellos hogares dados de baja del Programa Oportunidades.

Impacto en educación

El análisis muestra impacto muy notable en la escolaridad de los individuos –en la generación de hijos– expuestos
al Programa Oportunidades en calidad de becarios.* Por otra parte, es sorprendente (por contrariar las hipótesis)
que el mayor incremento se ha dado entre los indígenas. Más aún, las hijas indígenas son las que muestran el mayor
impacto (trayectorias escolares más largas y niveles de escolaridad más altos). Todo esto significa que el mayor
impacto en términos de la ampliación de la brecha generacional se da entre los indígenas y dicho impacto es aún
mayor entre las madres y las hijas. Todo esto quiere decir que el Programa Oportunidades ha contribuido a disminuir
la desigualdad de género y la desigualdad étnica, respecto a la escolaridad.
Obsérvense, en primer lugar, los niveles de escolaridad alcanzados por los hijos de ambos sexos comparados con
los de sus padres y madres (cuadro 6).

Cuadro 6 Niveles y años de escolaridad en las dos generaciones: beneficiarios y no beneficiarios
Diferencial Generaciones Beneficiarios No beneficiarios
de escolaridad Padres (ambos sexos) 4.35 (193) 4.12 (121)
Hijos (ambos sexos) 9.58 (256) 7.34 (192)
Otros (adoptivos y otros miembros de la generación hijos) 8.0 (18) 7.73 (11)

El análisis de la muestra analítica amplia que incluye las doce microrregiones, centrado en la cohorte de mayor
impacto potencial del Programa Oportunidades muestra que:
En las comunidades más rurales, marginadas y con fuerte presencia indígena del país que cuentan con escuela
primaria y algún tipo de acceso a clínicas de salud, la movilidad escolar ascendente (el incremento en años de esco-
laridad que muestra la generación de los hijos respecto de sus padres), sin programas de transferencias, es de 3 años
en una generación. Esto excluye, naturalmente, a las comunidades donde no existe tal acceso, y a las comunidades
menos rurales y urbanas, donde estos servicios existen desde hace muchos años y los niveles escolares de los padres
ya eran superiores.‡ Al poner en operación el Programa Oportunidades en esas comunidades rurales marginadas, se
incrementó la movilidad escolar intergeneracional en dos años más. Es decir, se pasó de un avance de tres años a
otro de cinco años.
Este resultado subestima el impacto escolar final del Programa Oportunidades porque una fracción importante
de los ex becarios aún estudia, y sus logros escolares serán mayores en promedio (véase infra). Una fracción no
despreciable de los ex becarios (8.29%) cursa actualmente estudios universitarios (antropología, ingenierías, de-
recho, odontología, entre otras carreras).
Esta evaluación, sin embargo, se propuso analizar este impacto en hombres y mujeres y en grupos indígenas y
no indígenas, para especificar si el impacto es diferencial, y cuáles son los factores y mecanismos, programáticos
y de servicios, que inciden en el resultado. El cuadro 7 avanza un paso en esta dirección, y se refiere a los niveles
escolares de padres e hijos según género.

* Se trata de años de escolaridad cursados (completados).



Las escuelas primarias en las regiones oaxaqueñas y chiapanecas fueron creadas hace por lo menos treinta años (durante la década de los setenta) y
las secundarias y preparatorias son de más reciente creación (especialmente las segundas; de hecho, el nivel en el que se puede hablar propiamente
de subcobertura es el bachillerato o preparatoria). En las ciudades y pueblos grandes la presencia de escuelas primarias, secundarias y preparatorias es
mucho más añeja.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 167

Niveles de escolaridad por sexo: padres e hijos, beneficiarios y no beneficiarios Cuadro 7


Generación Beneficiarios No beneficiarios Escolaridad por sexo
Padres 4.45 (94) 4.04 (49)
Madres 4.26 (99) 4.17 (72)
Hijos 9.78 (128) 7.38 (96)
Hijas 9.40 (127) 7.31 (96)

El avance promedio de la escolaridad, según este cuadro, es prácticamente el mismo entre hombres y mujeres.
En otras palabras, si no se controla por etnicidad, el impacto entre hombres y mujeres es el mismo. Sin embargo,
como puede observarse en el cuadro 8, los padres indígenas muestran un nivel escolar claramente inferior al de los
mestizos* o no indígenas.

Escolaridad por etnicidad: Brecha étnica en la generación de padres y madres


Cuadro 8
Escolaridad
Padres Padres Madres Madres por etnicidad
indígenas Mestizos indígenas Mestizas
Beneficiarios 3.77 (60) 5.67 (34) 3.39 (56) 5.40 (43)
No beneficiarios 3.51 (35) 5.36 (14) 3.84 (43) 4.67 (29)

La brecha étnica disminuye entre los hombres de la generación de los hijos que han estado expuestos al Programa
Oportunidades. Es decir, mientras que en la generación de los padres hay una diferencia de casi dos años de escola-
ridad a favor de los varones mestizos, y de casi año y medio a favor de las madres mestizas cuando se les compara
con los varones y mujeres indígenas respectivamente, en la generación de los hijos dicha brecha se ha cerrado
–en el caso de los hijos beneficiarios– para alcanzar sólo 0.41 años a favor de los mestizos y, al mismo tiempo, se
mantiene firme entre los hijos no expuestos al Programa (2.26 años a favor de los mestizos varones en la categoría
de no beneficiarios, lo que significa que la brecha étnica, de hecho, ha aumentado entre la población masculina no
beneficiaria). En el caso de las mujeres de la generación de hijos la brecha étnica se invierte a favor de las indígenas
cuando éstas han estado expuestas a Oportunidades: 0.82 años a favor de las indígenas, mientras que la brecha
étnica se mantiene firme entre las hijas que no han recibido los apoyos del Programa (aunque ligeramente menor
que en la generación de las madres) con una diferencia de 1.68 años a favor de las mestizas (cuadro 9).
Respecto de la brecha de género en la generación de los hijos que han estado expuestos al Programa, es posible
afirmar que ésta se ha invertido en favor de las mujeres indígenas con una diferencia ligera, pero existente, mientras
que sigue siendo notable en el caso de los mestizos. Entre la población no expuesta al Programa de esta generación
es significativo que la brecha tradicional de género (a favor de los hombres) también se invierte ligeramente entre
los indígenas y disminuye notablemente entre los mestizos. Como afirmó una mujer titular mestiza de San Bernardo
(Alamos, Sonora), madre de una joven bachiller, “hay muchos hombres que dicen que ora sí no va a haber viejas
pa’ la casa porque a todas las chamacas les da por ponerse en la escuela, dicen que por el dinero que les dan y que
por eso ellos tienen que sacar más lana, porque si no, no los van a querer las muchachas. Yo digo que está bien que
les den, ahora hay muchas mujercitas estudiando… antes no iban no porque no quisieran sino porque no querían
ponerlas en la escuela los papás, les decían, pa’ qué si te vas a casar, mejor métete a la cocina de una vez”.‡

* Aunque existen variaciones, la palabra “mestizo” se usa en México para referirse a la población no indígena de zonas indígenas. Se usa en este sentido
en este texto.

Estudio de caso de hogar mestizo no beneficiario, San Bernardo (Alamos, Sonora), zona guarijía, realizado por María del Carmen Bojórquez.
168 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 9 Escolaridad por etnicidad: Desaparición de brecha étnica en generación


Disminución de la de hijos en hogares beneficiarios del Programa Oportunidades
brecha étnica
Hijos Hijos Hijas Hijas
Indígenas Mestizos Indígenas Mestizas
Beneficiarios 9.63 (80) 10.04 (48) 9.73 (75) 8.91 (52)
No beneficiarios 6.48 (58) 8.74 (38) 6.82 (68) 8.50 (28)

Al hablar aquí de niveles de escolaridad y de logros educativos, se habla de años y niveles cursados. Ello no sig-
nifica, necesariamente, que los individuos –becarios, ex becarios o nunca beneficiarios– de hecho hayan acumulado
conocimientos como parte de un proceso de aprendizaje y construcción de capital humano. Agudo14 ha mostrado
que aunque el Programa Oportunidades reduce la brecha étnica en lo que respecta a asistencia y permanencia en
la escuela (que se traduce en la reducción y en algunos casos inversión de la brecha en niveles de escolaridad), las
diferencias entre los centros de educación se mantienen. Así, las primarias unitarias y bilingües rurales y las tele-
secundarias están caracterizadas por mayores y más graves deficiencias (respecto de la infraestructura, calidad de
la enseñanza, ausentismo de los maestros) que las primarias no bilingües y las secundarias técnicas ubicadas en
cabeceras municipales o pueblos de mayor tamaño. El resultado del análisis llevó al autor del Documento técnico de
educación a afirmar que el incumplimiento de los programas de estudio y de obligaciones y funciones en las escuelas
resta posibilidades de impacto al Programa Oportunidades en su tarea de construcción de capacidades mediante la
prolongación de las trayectorias escolares.14
Es claro que esta panorámica del impacto en la escolaridad de los becarios de larga exposición al Programa Oportu-
nidades en realidad está conformada por mosaicos distintos. No sólo los estados son distintos sino las microrregiones
al interior de dichos estados también lo son. Los mayores logros en escolaridad –incluyendo el cierre de la brecha étnica
y de género– se dan en Oaxaca y en Chiapas, en donde existe mayor y mejor cobertura del Programa y se trata de
contextos con una cobertura también alta de servicios educativos. Contar con escuelas de nivel secundaria y bachille-
rato en la localidad en que se habita es un factor extremadamente importante para el alargamiento de las trayectorias
educativas. Las gráficas realizadas con información del padrón de ex becarios de los municipios que se estudiaron en
Oaxaca que corresponden a distintas cohortes de exposición (que iniciaron su carrera de becarios en distintos años
y grados escolares) exponen con claridad que los jóvenes de ambos sexos de Jaltepec de Candayoc (región mixe),
pero en especial las mujeres, alcanzan niveles de escolaridad más altos en calidad de becarios, algo que no sucede en
la misma medida en las otras localidades del mismo y de otros municipios (anexo C). Hay que recordar que Jaltepec
es un caso especial en donde, sin siquiera ser cabecera municipal, existen servicios educativos desde preescolar hasta
el nivel universitario (el Centro de Estudios Ayuuk de la Universidad Indígena Intercultural que depende del CEA-UIA
en donde el Sistema de Universidades Jesuitas participa de manera directa). Con mayor moderación pero en la misma
línea, Norogachi y Samachique, en el municipio de Guachochi en la Tarahumara, cuentan con planteles escolares desde
preescolar hasta bachillerato, lo que ha influido en el hecho de que gran parte de los jóvenes rarámuri que estudian
actualmente una carrera universitaria provienen de esa zona. En cambio, la microrregión pima, mucho más desprovista
de servicios educativos (y de salud) es el escenario chihuahuense en donde, de los tres estudiados, las trayectorias es-
colares son más cortas. También en Sonora se encontraron relativamente altas proporciones de indígenas universitarios,
la mayoría de la microrregión mayo y la guarijía, en cuyos casos cursaron la preparatoria fuera de la localidad pero dentro
de la microrregión y emigraron a las ciudades de Hermosillo o Ciudad Obregón para ingresar a la universidad. Es verdad
que no todos estos jóvenes logran terminar sus estudios universitarios. Martín, un joven ex becario yaqui habitante
de Huirivis, por ejemplo, terminó la preparatoria y se fue a Ciudad Obregón a estudiar la licenciatura en biología. Sin
embargo, sólo estudió un semestre y dejó los estudios para ponerse a trabajar pues “se le hizo muy pesado porque le
quedaba lejos y le dio lástima su mamá porque ella era la única que sostenía la casa; prefirió trabajar para ayudar a su
mamá”. El transporte entre Huirivis y la escuela le costaba cincuenta pesos diarios.
Los casos de niños y jóvenes que se ven forzados a truncar sus trayectorias escolares, que en realidad siguen siendo la
gran mayoría, ayudan a entender los factores que están asociados a la interrupción de la trayectoria escolar y a la repetición
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 169

del patrón conformado por deserción, baja escolaridad y ocupación precoz en actividades tradicionales que es parte de la
transmisión intergeneracional de la pobreza. El caso de Emilio, un joven de un pueblo mazateco, ilumina algunos factores
que explican este proceso. Emilio, a sus 19 años, becario durante casi cuatro años del Programa Oportunidades (desde
que cursaba el cuarto de primaria en 1999, uno de los sujetos potenciales de larga exposición), desertó de la escuela
cuando cursaba el primer año de secundaria. Desde los ocho años participa en el trabajo agrícola como jornalero pues su
familia nunca tuvo tierra propia. Es el penúltimo hijo de un matrimonio, sin embargo no ha probado las mieles de no ser
el primogénito. Como único varón que quedó después de la muerte prematura de su hermano (cuya enfermedad nunca
fue esclarecida por los médicos locales) y la de su padre alcohólico, ha tenido que asumir responsabilidades económicas
con lo único que tiene, su fuerza de trabajo que vende “en lo que caiga”, a veces como jornalero agrícola en la pizca
de café, a veces como peón de construcción en alguna obra pública de su ranchería o de los pueblos circundantes. En
este caso confluyen varios factores: la ausencia de activos productivos, el alcoholismo y muerte prematura del padre,
el alcoholismo de la madre, quien labora sobria o ebria en la pizca de café a cambio de 80 pesos por día de trabajo, el
monolingüismo y analfabetismo de la madre a la que incapacitaron para recuperar la beca perdida de una hija a pesar de
que continuaba estudiando y, por último, el desencanto que Emilio experimentó en la escuela de la que salió por voluntad
propia. Resulta interesante, sin embargo, que las hermanas de Emilio, quienes provienen del mismo escenario y aunque
una de ellas también perdió la beca al terminar la secundaria (que nunca pudieron recuperar), lograron mantenerse en
la escuela y salir de este escenario de acumulación de desventajas. Una de ellas, la mayor, terminó la EMS en la ciudad
de México con la ayuda de un tío (apoyo económico y fuente de contactos), lugar en el que aún reside y donde trabaja
como supervisora de calidad en un taller de costura en donde tiene Seguro Social y prestaciones de ley, gracias a lo
cual pidió un préstamo para comprar la casa en la que vive con su novio en Chimalhuacán. La otra, que es la menor de
todos los hermanos de esta familia, es becaria, estudia primero de secundaria y al menos en sus planes está estudiar el
bachillerato para conseguir un empleo en una ciudad. Son las mujeres, mucho más que los hombres, las que parecen
aprovechar más los apoyos y oportunidades para experimentar cambios en su condición y al menos en este caso el género
–con la ayuda material y afectiva de un tío– mitiga las desventajas o el efecto de la primogenitura. Aunque el género
incide aún claramente sobre la importancia que los padres otorgan a la escolaridad (y sobre los permisos que dan a sus
hijas para estudiar secundaria o preparatoria), porque la adolescencia –al término de la escuela primaria– se asocia con
riesgo (que se acentúa cuando la escuela no está en la localidad), a favor de las mujeres está el hecho de que las hijas
adolescentes son menos valiosas como trabajadoras para su familia. Por ello, la presencia de los planteles educativos
en la localidad (o a una distancia razonable) conduce a una mayor presencia de las niñas y jóvenes en la escuela y a
una menor presencia de varones. Estos sí son vistos como valiosos proveedores económicos desde temprana edad (la
inserción de los varones al trabajo puede suceder desde los 13 años, y es un hecho que la gran mayoría ya desempeñan
actividades económicas iguales a las de los adultos) porque ya reciben el pago de un jornalero adulto. Lo único más o
menos equivalente en el caso de las niñas es el trabajo como empleadas domésticas, pero es mucho menos frecuente.
Las mujeres, a partir de la secundaria, parecen recuperar el terreno perdido en su propio corte adolescencia-secundaria
cuando logran superar los obstáculos al nivel doméstico (la idea de riesgo que los padres quieren evitar).
La revisión de los estudios de caso de los cuatro escenarios de investigación permite afirmar, con bastante certeza,
que existe un conjunto de factores que explican los logros educativos: 1) ser beneficiario (contar con la beca de
Oportunidades); 2) presencia de escuelas en la localidad; 3) ser ultimogénito o de la camada de ultimogénitos del
hogar; 4) ausencia de enfermedad en el hogar; 5) capacidad de los padres para fungir como proveedores económicos
(la muerte del padre o principal proveedor es un factor en contra); 6) existencia de activos y recursos en el hogar
que faciliten el pago de los costos de la educación (transporte, fotocopias, renta de equipo de cómputo, etc.); 7)
contar con redes sociales (parientes que apoyan económicamente y con información sobre planteles educativos en
otras localidades incluidas las ciudades y brindan alojamiento) y, 8) ser mujer. La diferencia entre los primogénitos
y los ultimogénitos encontrada en otras investigaciones sigue vigente. Los primogénitos, desde muy temprano en
su historia vital, tienen que asumir responsabilidades económicas (más aún si la familia aún no ha sido incorporada
al Programa). Los mayores no alcanzan los niveles escolares que alcanzan los más jóvenes. Ante situaciones de
enfermedad de los padres, especialmente cuando la enfermedad incapacita para el trabajo, las becas otorgadas por
Oportunidades no consiguen mantener a los hijos en la escuela ante la pérdida del principal proveedor.
170 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Impacto en fecundidad

El Programa Oportunidades se propone postergar las uniones de estos jóvenes como parte de un cambio en los patrones
reproductivos que reduzca la fecundidad, alargue las carreras escolares y elimine la visión de los hijos como fuerza de
trabajo desde la infancia. No se puede hablar fácilmente del cambio en el promedio de edad a la que las mujeres tienen
su primer hijo porque la mayoría de las hijas (que actualmente tienen entre 15 y 25 años) no ha sido aún madre. Sin
embargo, el análisis muestra que una fracción importante (26.3%) de las hijas indígenas ex becarias ya tuvo su primer
hijo, pero la proporción de aquellas –igualmente indígenas beneficiarias– que todavía no han tenido hijos es mayor
(73.7%). Entre las indígenas no beneficiarias, en cambio, el porcentaje de las que ya son madres es mayor (32.4%)
que el de las beneficiarias y, por lo tanto, el porcentaje de las que aún no han iniciado su ciclo reproductivo es menor
cuando se les compara con sus pares –mujeres indígenas– beneficiarias (67.6%). Por otra parte, las mujeres mestizas
beneficiarias y no beneficiarias de la generación de las hijas que ya iniciaron su ciclo reproductivo representan una
fracción mayor al compararlas con las indígenas en la misma situación, pero en el caso de las mestizas beneficiarias es
más elevada la fracción de las que ya son madres, cuando se les compara con las mestizas que nunca recibieron apoyos
del Programa: 42.3% de las mestizas beneficiarias ya es madre mientras que entre las mestizas no beneficiarias el
porcentaje de las madres es de 35.7 (57.7% de las mestizas beneficiarias aún no es madre, mientras que la fracción se
eleva a 64.3% entre las mestizas no beneficiarias). El análisis indica, entonces, que el impacto en fecundidad es mayor
entre las indígenas que entre las mestizas. Mientras que la exposición al Programa Oportunidades (alargamiento de la
trayectoria educativa y el impacto que ello tiene en la postergación del inicio del ciclo reproductivo) tiene un impacto
bastante notable entre las indígenas, entre las mestizas parece no existir. De hecho, tal parece que las mestizas no
expuestas al Programa son quienes están postergando, más que las beneficiarias, el inicio de su ciclo reproductivo.* El
análisis indica un patrón coherente. El impacto en fecundidad es mayor entre las indígenas que entre las mestizas, lo
que coincide con el mayor impacto en educación entre las primeras. El alargamiento de la trayectoria educativa incide
en (o está asociado a) la postergación del inicio del ciclo reproductivo (cuadro 10).
Es también significativo que entre las mujeres indígenas de la generación de las hijas, el nacimiento del primer
hijo no implica dejar de estudiar. Algunas mujeres de esta generación (al menos tres dentro de esta base de datos)
continúan sus estudios a pesar de haber entablado su primera unión y ser ya madres. Ellas están recurriendo a dis-
tintas estrategias para, a pesar de haber tenido un hijo y gracias a la ayuda de sus padres, continuar con sus carreras
educativas. En otras palabras, el simple dato de la edad a la que tuvieron su primer hijo no indica que estén imitando
el patrón de sus madres. Sin duda, una proporción importante de ex becarias, típicamente las menos escolarizadas,
ya se encuentra en uniones tradicionales con campesinos, jornaleros y otros hombres de su pueblo o de pueblos
vecinos. Pero la gran cantidad de mujeres que estudia, con o sin hijos, nos mueve a pensar que ellas no establece-
rán uniones iguales a las de la generación anterior. Esto, naturalmente, no significa que dejen de ser pobres, si las
economías locales no mejoran. A pesar de todas las anteriores advertencias, la gran cantidad de jóvenes que no ha
tenido hijos en el momento del estudio hace posible concluir que la edad promedio tanto de las becarias como de las
no becarias al nacimiento de su primer hijo, será considerablemente mayor que la correspondiente a la generación
de sus madres.‡

* Este comportamiento anómalo de las mestizas tendrá que ser puesto a prueba en estudios más amplios —estadísticos— con bases de datos que
incluyan a un mayor número de mujeres mestizas expuestas y no expuestas al Programa Oportunidades.

La edad promedio a la que las mujeres de la generación de las madres tuvieron a su primer hijo es de casi 19 años (18.98) con muy poca variación
entre las distintas regiones (o estados) estudiados: las madres oaxaqueñas son las más precoces (18.47 años al momento del primer parto) y las de
Chiapas las que más postergaron el nacimiento de su primer hijo (19.64 años). Las mujeres de la generación de las madres en Chihuahua y en Sonora
iniciaron su ciclo reproductivo prácticamente a la misma edad (18.95 y 18.93 años respectivamente).
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 171

Porcentaje de mujeres entre 15 y 25 años que aún no son madres, por Cuadro 10
estatus en el Programa, generación de hijas Retraso en fecundidad
Estatus Programa Etnicidad Porcentaje
Beneficiaria Indígena 73.7
No beneficiaria Indígena 67.6
Beneficiaria Mestiza 57.7
No beneficiaria Mestiza 64.3

Existen factores y procesos que están relacionados con el embarazo a edades tempranas. En la Tarahumara,
Sariego y sus colaboradores concluyeron que “En el medio serrano, tanto entre mestizos como entre indígenas, el
periodo de la adolescencia resulta muy corto y sólo se ha logrado prolongar en algunas regiones en la medida en
que la escolarización de niños y jóvenes se ha expandido e institucionalizado. En diferentes grados, este proceso ha
tenido lugar en las tres zonas de estudio, en buena medida porque en ellas se concentra, –como en pocas partes de
la Tarahumara– una oferta educativa relativamente diversificada que va desde la educación preescolar hasta el nivel
bachillerato”.7 Al mismo tiempo, los autores de ese estudio advierten que las prácticas matrimoniales de la población
de la Sierra Tarahumara no se están transformando de manera significativa por varias razones: en primer lugar, porque
la gran mayoría de esta población vive en ranchos y rancherías –distintos a los estudiados– en donde no hay acceso
a la escuela y, en segundo lugar, porque en estos contextos culturales la unión temprana (que constituye un patrón
de nupcialidad extendido y enraizado en la tradición) y el inicio del ciclo reproductivo no constituyen obstáculos
para continuar las trayectorias educativas.
Otros factores intervienen en el hecho de que aún muchas mujeres son madres a edad temprana. Uno de ellos,
considerado aquí como crucial, es el relativo poco éxito que las políticas de control natal han tenido en este grupo
de edad (mujeres adolescentes), que contrasta con el uso de diversos métodos anticonceptivos en mujeres entre
los 30 y los 40 años de edad –ése sí bastante extendido–. Las trayectorias reproductivas estudiadas por el equipo
de Oaxaca, por ejemplo, dejaron en evidencia que prácticamente ninguna mujer en edad reproductiva de la muestra
analítica (tanto en la generación de madres como de hijas) se somete a prácticas de anticoncepción antes de tener
el primer hijo. El uso de estas medidas tiene lugar para espaciar los periodos intergenésicos, pero no para postergar
el primer embarazo. Por otra parte, como se pudo constatar en muchos de los sitios de investigación, los talleres que
se imparten a los jóvenes como parte del Nuevo Modelo de Atención a la salud no proveen de información suficiente
y precisa, ni de manera eficaz, sobre los cuidados que los jóvenes deberían tener para evitar el embarazo temprano
(o el contagio del VIH/SIDA). Más bien, esos grupos de jóvenes son los espacios de encuentro y, muchas veces, de
creación de nuevas parejas. Muchas madres en los pueblos estudiados, no sin cierta ironía y con un dejo de picardía
comentan que los grupos CARA (Centro de Atención Rural al Adolescente) logran justo lo contrario que buscan y
acaban por promover la unión y el embarazo tempranos.*
La posición de los individuos en el ciclo doméstico también influye. En Chiapas y en Oaxaca, el grado de distan-
ciamiento del patrón tradicional tiende a darse sobre todo entre becarios y ex becarios ultimogénitos quienes, como
se ha visto, gozan de los privilegios de no soportar o ayudar a soportar la carga familiar. Los hermanos mayores
suelen interrumpir sus trayectorias escolares para iniciar con el rol de proveedores económicos a temprana edad y
ello se asocia a la unión temprana. Por lo tanto, el éxito combinado de trayectoria escolar larga y postergación de
la unión y el primer embarazo (fenómenos asociados) se da en escenarios domésticos y comunitarios que, como
plantea Agudo,4 permiten ciertas capacidades combinadas: el deseo de estudiar secundaria y preparatoria aunado a
la existencia de centros educativos de dichos niveles en la localidad o cerca de ella; la existencia de redes sociales,

* Vale aclarar que la postura de la autora no necesariamente concuerda con el contenido de estos comentarios. De hecho, considera que se deben
promover estos talleres pero que éstos deben convertirse en espacios en donde fluya información completa y adecuada. Los talleres observados en
Oaxaca no son atendidos ni impartidos por un profesional de la salud, y los jóvenes se autocapacitan con la información que ellos, por sus propios
medios, son capaces de conseguir, dejando muchas lagunas de información e incluso con un manejo de información errónea (véase González de la
Rocha, Paredes y Sánchez, 2008),5
172 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

apoyos o ingresos adicionales que ayuden a solventar gastos derivados de la educación media superior y superior,
y la posición como ultimogénito en el ciclo reproductivo del hogar de origen. En cambio, en escenarios domésticos
y comunitarios en donde no se da la feliz coincidencia o combinación de estos factores, que en otros textos se han
denominado escenarios de acumulación de desventajas (enfermedad, aislamiento social o inexistencia de redes)
se observa la participación de niños y jóvenes en la economía del hogar (labores domésticas y trabajo agrícola) que
repercute en la interrupción de las trayectorias escolares de los menores y conduce a la unión y fecundidad tempranas.
Mujeres primogénitas que forman parte de estos escenarios en las microrregiones estudiadas en Chiapas tuvieron
su primer hijo a los 18-19 años, no mucho más tarde que sus madres.

Impacto en ocupación

Desde el diseño de esta evaluación, se planteó que el impacto ocupacional de largo plazo del Programa, a diez años de
que los primeros becarios entraran al Programa en tercero o cuarto de primaria, no podría ser espectacular. Esto se debe
al estado del mercado de trabajo nacional, que, aunque ha tenido algunos años buenos (1996-2000, 2004 y 2007),
ha debido enfrentar el rezago acumulado de 26 años de crisis, inestabilidad y lento crecimiento, con la consecuente
expansión de los empleos informales y precarios, sobre todo en los niveles medios y bajos del mercado de trabajo.
A esto debe añadirse que el desempeño económico de los estados estudiados es desigual. Particularmente los
estados del sur del país, Oaxaca y Chiapas, se encuentran en los peldaños más bajos a nivel nacional en términos
de sus contribuciones al PIB nacional. La contribución de Oaxaca y Chiapas a la economía nacional ha descendido,
en el caso de Oaxaca, de 1.67% del PIB nacional en 1993 a 1.57% en 2006 y, en el caso de Chiapas, de 1.79 a
1.62% en el mismo periodo.20 La población de estos dos estados equivale a 7.5% del total nacional, con una con-
tribución a la variación del PIB nacional extremadamente reducida (0.05 en ambos casos). Su mercado de trabajo
por lo mismo es particularmente poco dinámico, lo que ocasiona que una parte significativa de los oaxaqueños y
chiapanecos sale de su estado para encontrar un mejor futuro.
En contraste, mientras que la población de Chihuahua y Sonora en su conjunto es más de dos millones de personas
menor a la suma de la población de Oaxaca y Chiapas (la población conjunta de Chihuahua y Sonora equivale a 5.4%
del total nacional), las contribuciones de estos estados norteños al PIB nacional son sustancialmente más elevadas
(0.22 y 0.24 respectivamente). A diferencia de los estados del sur, la contribución de Chihuahua y Sonora a la economía
del país ha aumentado de 3.92% del PIB nacional en 1993 a 4.55% en 2006 en el caso de Chihuahua, y de 2.63 a
2.85% en el de Sonora. Los extremos parecen ser, por un lado, Chihuahua, con una tasa de crecimiento anual de 2005 a
2006 de 4.27% y Oaxaca, con un desempeño económico realmente pobre, exhibiendo una tasa de crecimiento de sólo
1.75% en el mismo periodo.20 Estos datos, que forman parte del contexto en el que se inscriben las microrregiones de
estudio, ofrecen un panorama amplio sobre los estados (figura 1). En su calidad de datos agregados a nivel estatal, sin

Figura 1 5.59

PIB de los estados 5.08


4.57
estudiados 4.06
3.55
3.03
2.52
2.01
1.50
0.99
0.48
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora

Unidades: Participación porcentual


Fuente: INEGI. Sistema de Cuentas Nacionales de México
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 173

embargo, esconden las diferencias internas entre las distintas microrregiones. A pesar de ello, la información recopilada
en campo indica que los mercados laborales de estos estados norteños son mucho más dinámicos (especialmente en
las microrregiones sonorenses) que los de Chiapas y Oaxaca. Por lo mismo, en los escenarios estudiados en Sonora y
Chihuahua existe muy poca emigración hacia fuera de los límites estatales y cuando la hay, se trata de migración laboral
dentro de los perímetros de las dinámicas regionales (incluida Sinaloa).

Estudio como principal ocupación

Antes de entrar en materia de análisis de las categorías ocupacionales de los individuos de la muestra que de hecho
desempeñan actividades económicas –remuneradas o no– se presenta aquí uno de los impactos más notables del
Programa Oportunidades, el de los individuos de la generación de hijos (e hijas) que declaran el estudio como su
principal ocupación. Justamente uno de los objetivos del Programa ha sido la postergación de la edad de ingreso al
mercado de trabajo mediante el alargamiento de las trayectorias educativas.* Oportunidades no desea que los jóvenes
de 15 años estén empleados o realizando actividades productivas en la tierra familiar. Eso es lo que busca evitar. Por
ello, nos referimos al alto porcentaje (ver infra) de hijos e hijas que declaran el estudio como su ocupación principal
como un impacto digno de tomar en cuenta para que el Programa continúe enfocando sus esfuerzos al logro de éste
y otros objetivos. El siguiente cuadro muestra que un porcentaje mucho mayor de jóvenes expuestos al Programa
no ha dado por terminada su trayectoria educativa, particularmente entre los indígenas, hombres y mujeres, y entre
las mujeres mestizas. De este grupo de jóvenes de entre 15 y 25 años que aún se encuentran estudiando sorprende
muy favorablemente que 8.29% de los ex becarios cursan actualmente estudios universitarios, particularmente
mujeres, tanto indígenas como mestizas.

Jóvenes de 15 a 25 años que declaran el estudio como su principal Cuadro 11


ocupación, por sexo y estatus en el Programa (porcentajes) Estudio como principal
Estatus Programa Sexo Etnicidad Porcentaje ocupación
Beneficiarios Hombres Indígenas 26.6
No beneficiarios Hombres Indígenas 12.1
Beneficiarios Hombres Mestizos 22.9
No beneficiarios Hombres Mestizos 23.7
Beneficiarios Mujeres Indígenas 28.0
No beneficiarios Mujeres Indígenas 7.4
Beneficiarios Mujeres Mestizas 32.7
No beneficiarios Mujeres Mestizas 10.7

Construcción de una escala ocupacional

Se tomó la decisión de no aplicar una escala universal o internacional a los empleos de los jóvenes ex becarios o
no, sino por el contrario, analizar los empleos que hoy desempeñan para arribar gradualmente a una clasificación
jerárquica de los mismos.
La clasificación se basa en información sobre la ocupación (basada en la calificación que se requiere para des-
empeñarla), con qué regularidad se realiza, prestaciones (en caso de negocios urbanos), y el negocio en el que se
inscribe. Un problema serio fue que algunos jóvenes emigrantes cortan definitivamente sus relaciones con la familia
de origen. Por esta razón, carecemos de información de cinco emigrantes de las microrregiones oaxaqueñas que
partieron a Estados Unidos.‡

* Los padres, madres e hijos primogénitos que no recibieron los apoyos del Programa Oportunidades dejaron la escuela para iniciar su vida laboral a
edades que oscilan entre los 8 y los 14 años.

Felizmente, se cuenta con la información de todos los individuos de la base de datos —aun de los emigrantes laborales— de Chiapas, Chihuahua y
Sonora.
174 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Se tomó la decisión de basar la clasificación o jerarquía ocupacional en la calificación, porque es lo que el Programa
Oportunidades busca crear a través de su acción. Sin embargo, la clasificación otorgada a cada empleo también está
influida por la precariedad o seguridad y la formalidad o informalidad de la unidad económica en la que se inscribe.
Así, quien ayuda a vender alimentos en una casa recibe una calificación inferior a una mesera en un restaurante
establecido, por ejemplo.
La clasificación es intencionalmente “fina” en los niveles bajos y medios de la escala ocupacional, con el objeto
de discernir pequeñas diferencias entre ex becarios y no ex becarios que surgen de familias campesinas pobres y
jornaleras. Su intención es retomar el sentido que dan los informantes a estas ocupaciones (figura 2).
En primer lugar, la ocupación tradicional rural manual menos calificada es, y sigue siendo, la de peón o jornalero
agrícola. Junto con los peones se ubica a los pizcadores, pero se distinguen ocupaciones relacionadas que implican
habilidades específicas: bomberos agrícolas, fertilizadores y fumigadores, quienes tienen un mayor reconocimiento
y mayor salario (y requieren al menos saber leer y escribir para ser capaces de discernir instrucciones para el manejo
de los químicos y de la maquinaria que usan).
En un segundo nivel se colocó a los ayudantes de albañiles, los ya mencionados bomberos, fertilizadores y
fumigadores, a quienes ayudan sin salario en la venta de comida elaborada en casa, a las empleadas domésticas, y
a empleados de tiendas que trabajan pocas horas al día haciendo mandados (un escalón debajo de otras personas
con la misma función, pero que tienen empleos más estables y de tiempo completo).
En un tercer nivel están los empleados de puestos en mercados, los ayudantes de cocina en establecimientos,
los jardineros en negocios familiares (en Estados Unidos), costureras, empleados de tortillería, niñeras, y obreros
no calificados. Los empleados de granja también aparecen aquí, un escalón arriba de los fertilizadores, porque su
empleo es regular.
El núcleo del cuarto nivel está compuesto por campesinos en tierras propias y empleados en comercios informales
con salario. Pero también incluye a las personas que venden alimentos que ellas mismas preparan, propietarios de
tiendas en su casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros. Vale aclarar que decidimos ubicar

Figura 2
Jerarquía ocupacional 8 Profesionales

7 Técnicos, dueños de negocios


Maestros albañiles, otros
servicios, encargados de
6 Dominio de habilidades significativas, capacidad de controlar el trabajo
de otros y de llevar contabilidad básica
comercios con empleados
y supervisores de
trabajadores, contratistas

5 Oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados


en comercios y servicios formales con prestaciones
de plomería

4 vendedores de alimentos,
Campesinos en tierras propias y empleados en comercios informales con salario,
prop. de tiendas en casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros

3 Empleados de puestos en los mercados, ayudantes de cocina en establecimientos, jardines, en negocios


familiares (EU), costureras, empleados de tortillería, niñeras y obreros no calificados, empleado de granja

2 Ayudantes de albañiles, bomberos, fertilizadores, fumigadores, ayudantes sin salario de venta


de comida en casa, empleadas domésticas, mandaderos

1 Peones agrícolas, pizcadores


Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 175

a los campesinos con tierras propias en este nivel porque son propietarios de sus medios de producción. Dado el
empobrecimiento de las tierras y las cada vez más frecuentes sequías, inundaciones y otro tipo de catástrofes “natu-
rales” (en realidad, producto de la mano del hombre), la producción agrícola es crecientemente menos redituable.
El quinto nivel consta de oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados en comercios
y servicios formales con prestaciones.
El sexto nivel consta de maestros albañiles, contratistas de plomería y otros servicios, encargados de comercios
con empleados y supervisores de trabajadores. En este nivel cuentan el dominio de habilidades significativas y la
capacidad de controlar el trabajo de otros y de llevar contabilidad básica.
El séptimo consta fundamentalmente de dueños de negocios establecidos (sólo hay negocios pequeños), y
personas que desempeñan profesiones técnicas (maestros).
El octavo nivel corresponde a profesionales que aún no existen pero dada la presencia de ex becarios en la uni-
versidad, existirán en el futuro próximo.
No existe un noveno nivel. No hay funcionarios de alto nivel ni directores de negocios formales, como es de
esperar. Es posible que algunos de los contratistas de jardinería ubicados en niveles más bajos empleen ocasional-
mente a más de cinco personas, pero no se consideran esos negocios como formales, aunque podría redituar mucho
en Estados Unidos.
Con las categorías ocupacionales anteriormente descritas se construyeron estratos ocupacionales. En primer
lugar, se agregaron las categorías 1 a 3 (peones agrícolas, pizcadores, fumigadores, fertilizadores, ayudantes de
albañil, ayudantes en la venta de comida, empleadas domésticas, empleados de puestos en mercados, jardineros,
empleados de tortillerías, niñeras y obreros no calificados) para conformar el primer estrato o el peldaño más bajo
de las ocupaciones. En segundo lugar, se agregaron las categorías 4 y 5 (campesinos con tierras propias, empleados
en comercios informales con salario, vendedoras de comida que ellas mismas preparan, propietarios de tiendas en su
casa, albañiles, mecánicos y joyeros) para construir el estrato medio. Por último, se agregaron las categorías 6 y 7:
maestros albañiles, contratistas de plomería, encargados de comercios con empleados, supervisores de trabajadores,
dueños de negocios establecidos y personas que desempeñan profesiones técnicas (maestros) en el peldaño más
elevado de las ocupaciones.* Esta agregación respondió a la necesidad de facilitar el análisis de una base de datos
que, a pesar de contar con más de 700 individuos (enorme para el manejo antropológico) sigue siendo una base
muy pequeña para el análisis estadístico.
Es necesario recordar en este punto que, de acuerdo con el enfoque aquí empleado, la fuerza de trabajo es el
recurso más importante de los individuos/grupos domésticos en dos distintos sentidos: por un lado, todos los
hogares lo tienen y en ocasiones es el único recurso abundante que poseen y, por el otro, el trabajo remunerado (a
través de la venta de la fuerza de trabajo mediante un empleo) es la fuente predominante o exclusiva de ingresos
monetarios de la mayoría de los hogares. Más aún, “…en el proceso dinámico de encadenamiento de activos, el
empleo ocupa un lugar estratégico en la medida que …es el eslabón predominante más próximo al nivel de vida
–ingresos– en el sentido de encadenamiento ‘hacia delante’, pero a la vez es el eslabón que lo relaciona ‘hacia atrás’
a los tipos de capital humano y social”.21 En otras palabras, el empleo y las ocupaciones están asociados al acceso
a distintos niveles de bienestar, no sólo porque las distintas ocupaciones y los estratos ocupacionales se ubican en
distintos horizontes (o niveles) de remuneración sino porque vinculan a los individuos con el acceso diferenciado
a los sistemas de seguridad social, a los servicios de salud y educación y a otros bienes asociados con el bienestar
(como las redes sociales).

* En el universo de estudio no existen casos de ocupados en el octavo y en el noveno nivel, por lo que no fue necesario construir un estrato (el más alto)
con dichas categorías.
176 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 12 Ocupación de hijos e hijas indígenas: porcentajes de ocupados por


Ocupación laboral, estratos o grupos de categorías ocupacionales
indígenas Hombres Hombres NO Mujeres Mujeres NO
Estrato ocupacional
Beneficiarios Beneficiarios Beneficiarias Beneficiarias
1-3 57.1 83.6 46.4 80.7
4-5 35.8 14.0 39.2 15.4
6-7 7.2 2.3 14.3 3.8
Nota: Sólo los ocupados (sólo incluye estudiantes cuando éstos declaran una ocupación regular)

El cuadro 12 muestra que la población indígena de esta generación (hijos e hijas) que no ha sido expuesta al
Programa Oportunidades se concentra en el peldaño más bajo de la jerarquía ocupacional, con una notable pre-
sencia de hombres no beneficiarios, mientras que la población expuesta al Programa en este mismo estrato, si bien
mayoritaria, es menor, especialmente en el caso de las mujeres beneficiarias. Es posible que el cambio ocupacional
se esté concentrando en el estrato medio (categorías 4 y 5), con una presencia significativa de hombres y mujeres
beneficiarios, con especial presencia de mujeres. Por último, son también mujeres beneficiarias las que tienen mayor
peso en el estrato más alto (categorías 6 y 7), poco más de catorce de cada 100 mujeres beneficiarias. En sí mismo
podría parecer una presencia muy reducida, pero al comparar a las mujeres beneficiarias con sus pares no beneficiarias
se aprecia que la diferencia es muy significativa a favor de las primeras.

Cuadro 13 Ocupaciones de hijos e hijas mestizos: porcentajes de ocupados por


Ocupación laboral, estratos o grupos de categorías ocupacionales
mestizos Estrato ocupacional
Hombres Hombres NO Mujeres Mujeres NO
Beneficiarios beneficiarios Beneficiarias Beneficiarias
1-3 74.0 72.0 50.0 50.0
4-5 22.2 16.0 31.25 50.0
6-7 3.7 12.0 18.75 0
Nota: Sólo los ocupados (sólo incluye estudiantes cuando éstos declaran una ocupación regular)

Los hijos e hijas mestizos tienen un comportamiento distinto y menos claro. En primer lugar, los hombres, inde-
pendientemente de su estatus en el Programa se concentran en el estrato más bajo, pero las fracciones de mujeres
beneficiarias de los estratos dos y tres son notables, no así las de los hombres beneficiarios (cuadro 13).
A pesar de los esfuerzos del Programa Oportunidades, dadas las escasas opciones laborales y las muy precarias
estructuras de oportunidades locales, no se ha producido aún el impacto ocupacional que se esperaría, lo que conti-
nuará mientras no se reanimen las economías regionales con la muy necesaria creación de empleos. En las regiones
en las que ya está constituido un flujo migratorio internacional, los ex becarios buscan alternativas de empleo en los
Estados Unidos. Sin embargo, los candidatos a emigrar al vecino país del norte postergan unos años la salida como
emigrantes, como resultado de su permanencia más prolongada en la escuela.*
Los factores asociados al cambio ascendente en la jerarquía ocupacional son semejantes a los de los logros en la
escolaridad, puesto que ambos están asociados (menos en el caso de los hombres mestizos), aunque el orden no
es el mismo. Ya no es tan determinante contar con un padre o una madre saludables que funjan como proveedores
económicos, aunque esos factores están sin duda presentes en el paso de los individuos por la escuela (al igual
que los otros factores mencionados con anterioridad, cuando se analizaron los logros en la escolaridad). En primer
lugar, sobresale la importancia de la posición que los individuos ocupan en el ciclo reproductivo del hogar de origen

* Mientras que los padres y los hermanos nunca expuestos al Programa se han ido a los Estados Unidos a edades muy tempranas (alrededor de los 14 o
15 años), los ex becarios que han alargado sus trayectorias educativas lo hacen posteriormente (al terminar la EMS, alrededor de 18-19 años). Esto no
quiere decir que todos los ex becarios posterguen su partida, sino que ya no todos, y especialmente los que deciden estudiar por más tiempo, se van a
temprana edad.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 177

(primogénitos vs. ultimogénitos). Mientras que los primeros suelen incorporarse de manera más temprana al trabajo
al interior de las economías campesinas familiares (el trabajo en la milpa), los segundos postergan el inicio de su
vida laboral. Es decir, la participación productiva de los individuos –especialmente los varones– y la edad a la que
se adoptan obligaciones económicas están fuertemente moldeadas por la ubicación en el ciclo doméstico. Los más
jóvenes suelen iniciar su vida laboral a edades más tardías y, mientras lo hacen, asisten a la escuela y aumentan sus
niveles de escolaridad. La participación temprana en la economía doméstica campesina no suele ser una ocupación
temporal desde la que se pueda acceder, sin mayores obstáculos, a otras categorías ocupacionales más tarde en la
vida. Más bien, quienes a los 14 años (o antes) dejan la escuela para convertirse en proveedores o coproveedores
económicos de sus hogares de origen a través de la inversión de su fuerza de trabajo en la producción de subsis-
tencia o en el trabajo agrícola remunerado (jornaleros), permanecen en esa categoría, no reingresan a los planteles
educativos, se casan a edades tempranas y adquieren responsabilidades económicas temprano en la vida para el
sostén de sus propios hogares de procreación.
Por otra parte, la existencia de redes familiares en las que se encuentran sujetos con experiencia en otras ocupaciones
–normalmente mediante la emigración a otras regiones, a ciudades en crecimiento o hacia los Estados Unidos– forman
parte de las historias de los jóvenes que han logrado acceder a ocupaciones distintas a las que encontrarían en sus lugares
de origen. Los muchachos que, desde la mazateca, han emigrado a la Ciudad de México, lo han hecho sostenidos por
cadenas de otros lugareños, sus paisanos y parientes, que habían emigrado años antes. Ya en la ciudad han desempe-
ñado ocupaciones en los servicios, en el comercio, en las manufacturas, haciendo uso no sólo de sus redes sociales, sino
también de las habilidades adquiridas en la escuela. Si bien la educación que se recibe en los planteles educativos no
es de la calidad que se esperaría de acuerdo a los distintos niveles y grados, es un hecho que saber leer y escribir, hacer
cuentas y estar familiarizado con técnicas de cómputo (aunque básicas) constituyen habilidades que les han abierto
algunas puertas a los ex becarios, especialmente a los más escolarizados, para desempeñar ocupaciones a las que no
tendrían acceso en sus lugares de origen y sin las habilidades mencionadas.

IV. Discusión
Factores, instituciones y procesos

Aquí se exponen de manera concisa los principales factores y procesos de orden doméstico familiar, del contexto
comunitario, regional y étnico que intervienen en los cambios antes expuestos. A ello le sigue una reflexión/dis-
cusión en torno a las fortalezas/oportunidades, debilidades/amenazas que el Programa Oportunidades debiera
considerar para encauzar sus acciones hacia el logro de sus objetivos. Es conveniente resaltar que las fortalezas y
las debilidades son entendidas como propias del funcionamiento del Programa Oportunidades (de acuerdo con sus
reglas de operación y sus objetivos) y las oportunidades y amenazas se ubican en ámbitos externos a la operación
del Programa y, por lo tanto, dependen de la acción, organización y funcionamiento de instituciones y sectores del
gobierno (federal, estatal y municipal) en las que Oportunidades no puede incidir más que en una dinámica de in-
terlocución que lleve a una óptima colaboración con otras instancias de gobierno, encaminada a elevar el bienestar
de las familias más necesitadas.

Contexto comunitario, regional, étnico y migratorio

El Programa Progresa-Oportunidades decidió iniciar su cobertura en los municipios más pobres y marginados del país,
que son también municipios marcadamente indígenas. En estas localidades, y con frecuencia en estos municipios,
no existen mercados de trabajo propiamente dichos, más allá de ciertas oportunidades limitadas en la agricultura.
Los pequeños comercios, hoteles y negocios de servicios agrícolas ofrecen muy pocas oportunidades, salvo para las
familias de los propietarios, y en todo caso son también negocios muy pequeños. Un problema que rebasa el ámbito
de acción del Programa, y a los sectores de salud y educación, es que del conjunto muy amplio de subsidios a la
agricultura (que totalizan más de 120 mil millones de pesos) los productores agrícolas de estas regiones ni conocen
178 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

ni se benefician de la mayor parte. Sólo Procampo tiene cierta cobertura, pero incluso este programa tiene en estas
comunidades una cobertura limitada por varias razones. También hay algunos (aunque menos) beneficiarios de
programas productivos, algunos de los cuales han sido encauzados por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas (CDI). Hay resistencia de los productores mismos a registrarse en Procampo; los mecanismos de
afiliación son desconocidos, salvo cuando hay un poco frecuente operativo de inscripción; y los trámites anuales son
poco ágiles, de tal manera que los subsidios siguen siendo poco oportunos. Es posible que el gran cambio histórico
en estas regiones vaya en dirección del estancamiento o la disminución del empleo agrícola. Sin embargo, es posible
que su agricultura pueda ser más productiva, y que se genere más empleo y disminuya la pobreza, si se racionalizan
y se dan a conocer otros apoyos federales a esta actividad. En las microrregiones de Sonora se encontró una mayor
oferta de empleos en maquiladoras y en grandes campos agrícolas donde hay seguridad social (ISSSTE e INFONAVIT)
que parecen ser aún mieles del pasado durante el auge de la revolución verde. Esta situación de relativa bonanza
coincide con la casi nula emigración a los Estados Unidos. Sólo se conoció el caso de dos mujeres que se fueron al
vecino país del norte por motivos morales (son lesbianas y buscaban un lugar con menores restricciones/presiones
sociales a su orientación sexual) y no por motivos económicos. Pero en el resto de las microrregiones la situación
que domina es la escasez del empleo debido a mercados de trabajo muy poco desarrollados y dinámicos.
En este contexto, no sorprende que los jóvenes ex becarios y no becarios que han alcanzado niveles escolares sin
precedentes, tengan que abandonar estas regiones. Este imperativo es aún más claro entre los indígenas. Una parte
importante de los jóvenes mestizos puede tener acceso a los pequeños negocios que ya existen, porque sus familias
o conocidos de confianza son los propietarios. Pero para los indígenas las únicas alternativas significativas son la
emigración permanente o el regreso a sus comunidades o a otras parecidas como agentes de desarrollo del Estado:
maestros, promotores educativos y de salud, extensionistas agrícolas. Los pocos que permanecen en sus pueblos
de origen muestran un comprensible poco éxito laboral. Vuelven a las ocupaciones tradicionales en la agricultura de
subsistencia y a los jornales agrícolas.
Los estudios basados en las evaluaciones22-24,* han tendido a mostrar que, en sus primeros años, el programa fo-
mentó la no migración de los jóvenes.‡ Pero es posible que, a 10 años de distancia, la emigración de los “graduados”
del programa sea el mejor mecanismo a su disposición para permitirles hacer realidad las promesas que acompañan
una mayor educación. No es sólo una coincidencia que, en las cuatro microrregiones estudiadas, la generación de los
padres es una basada localmente mientras que la de los hijos está caracterizada por el éxodo. Al menos la mitad de los
jóvenes ex becarios en las microrregiones de Chiapas y Oaxaca ya no se encuentran en sus localidades de origen.
Llama la atención el escaso aprovechamiento, desde el punto de vista del desarrollo del país, de la oportunidad
que significan cientos de miles de jóvenes indígenas o campesinos, la mayoría bilingües, que conocen a fondo estas
comunidades y que deben partir para hacer algo positivo con sus vidas. Existe la oportunidad, no para el Programa
Oportunidades sino para el gobierno federal, de convertirlos en agentes de desarrollo si se canaliza una mayor parte
de los subsidios ya existentes a proyectos de mejoría económica en las comunidades que prometan viabilidad.
Las rutas, los destinos y las ocupaciones de los migrantes han seguido claramente las estructuras de sobra conocidas
en la literatura sobre migraciones. Son los familiares, en primer lugar, algunos mentores, asociaciones caritativas y otros
conocidos, los que han animado a estos jóvenes a partir, les han brindado hospedaje, y les han ayudado a conseguir
empleos. Por lo tanto, los destinos han estado determinados por estas redes preexistentes. Pero es importante señalar
que en muchos sentidos, estos son nuevos migrantes. Por lo tanto las redes existentes no responden a las característi-
cas de los nuevos flujos. Muchos migrantes oaxaqueños relativamente exitosos laboran con sus parientes en negocios
informales o muy familiares en México y Estados Unidos. Aunque sus habilidades escolares son bienvenidas, no son
los empleos que les pueden brindar los beneficios que corresponden a su escolaridad. Aunque la dinámica nacional del
empleo no es buena, hay cierto optimismo en el sentido de que algunos de los primeros migrantes con nivel bachillerato

* Badillo Bautista C. (en proceso) “Evaluating the Direct and Indirect Effects of a Conditional Cash Transfer Program: The case of Progresa,” tesis de
doctorado, University of Essex.

Los estudios difieren en cuanto a la migración de los padres. Según Martínez, a niveles bajos de subsidio el Programa fomenta su partida, y a niveles
más altos su permanencia; según Angelucci, el Programa estimula la emigración adulta; según Stecklov y colaboradores y Badillo, el Programa disminuye
claramente la emigración en conjunto.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 179

o universitario (que en algunos casos ya tienen mejores empleos) servirán como cabeza de playa o como puente hacia
mejores redes para los jóvenes que sigan sus pasos. Pero este proceso está por verse.

Género y familia

El género incide todavía claramente sobre la importancia que otorgan los padres a la escolaridad, aunque hay avances
notables en este sentido en gran medida gracias a las becas diferenciales de Oportunidades, pero hay varios factores
que pueden modificar la actitud y el apoyo prestados a una niña o joven para seguir estudiando. En primer lugar,
parece haber un corte entre las mujeres al terminar la escuela primaria. Este es un corte que relaciona adolescencia
con riesgo, y con el aumento de la distancia de la casa a la escuela. Los padres desean “proteger” a su hija, y en-
tonces se decide convenientemente que mejor ayude en la casa y que no estudie más. Estos casos son visibles en
las historias, pero parecen estar disminuyendo. En esta evaluación, Agudo4 ha relatado algunas estrategias de las
becarias para contrarrestar estas presiones. Con todo, la presencia de los planteles educativos en la localidad (o a
una distancia razonable) conduce a una mayor presencia de las niñas y jóvenes en la escuela.
El segundo corte afecta a los varones en mayor medida: ocurre a la edad en que ellos ya reciben el pago de un
jornalero adulto, o cuando creen que pueden obtener un empleo manual poco calificado en Estados Unidos. Puede
suceder desde los 13 años, pero es más común que ocurra a los 14-15. Este es precisamente el paso que el Progra-
ma Oportunidades busca retrasar. Obtener un mal empleo de pago completo como adulto es casi necesariamente
el antecedente de una pobre independencia económica, unión prematura, y reproducción de la pobreza. Lo único
equivalente en el caso de las niñas es el trabajo como empleadas domésticas, pero es mucho menos frecuente. Las
hijas son menos valiosas como trabajadoras para su familia en esta edad aunque hay excepciones, en lugares de
agricultura comercial, o cerca de ciudades donde hay mucha demanda de trabajadoras domésticas.
Por esta razón, todo indica que en este segundo corte los que llevan la peor parte son los varones, y por eso a partir
de la secundaria las mujeres parecen recuperar el terreno perdido en su propio corte adolescencia-secundaria.
Algunos estudios derivados de estas evaluaciones25 han mostrado que en ciertos casos los padres han adoptado
esta escolaridad diferencial que favorece a las mujeres en sus estrategias de largo plazo. Según Zavala,25 los ingre-
sos precoces de los varones ayudan a los padres en su etapa de consolidación del ciclo doméstico, pero los padres
mantienen la inversión en la escolaridad de las hijas y se benefician de un retorno de los mayores ingresos de ellas,
que llegan cuando estos ya están entrando a la vejez. Sería una estrategia familiar de “recuperación en relevos”. La
familia marca definitivamente las posibilidades escolares de los hijos. Hay por lo menos dos influencias que saltaron
a la vista en esta evaluación. En primer lugar, la evaluación confirmó que los primogénitos alcanzan niveles de esco-
laridad mucho más bajos que los menores o ultimogénitos, debido sobre todo a la deserción escolar para dedicarse
al trabajo en la parcela familiar o en un empleo remunerado. Los hermanos mayores llegan a la adolescencia en
momentos difíciles para la economía doméstica, cuando todos sus hermanos menores significan una carga, y se les
presiona para abandonar la escuela y aportar a la familia.
En segundo lugar la estructura y composición del hogar son también determinantes. La presencia de ambos
padres en el hogar (y que estén saludables y aptos para el trabajo) es un factor a favor de la escolaridad. La ausencia
de uno es ambigua, porque puede acarrear remesas que mejoren las posibilidades de estudio, pero también puede
significar mayores presiones económicas. La ausencia de ambos padres, en los hogares “dona” o de “reloj de arena”,
definitivamente es un factor en contra de la escolaridad. Aunque los abuelos perciban remesas, ponen poco interés
en la escolaridad de los nietos, y tal vez sienten que las remesas son inseguras, por lo que fomentan el abandono
escolar para que los nietos aporten al hogar cuanto antes. La existencia de hermanos mayores que envían remesas,
por último, es un factor que claramente favorece la escolaridad.

Escuela

El acceso es sin duda un factor que está presente en las trayectorias exitosas de los ex becarios y las dificultades de
acceso a la escuela aparecen, en cambio, en las historias menos luminosas. La distancia que separa la escuela de los
180 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

domicilios es un factor que incide sobre todo en las mujeres, precisamente por los temores de que algo negativo les
pase a las niñas y jovencitas en el trayecto. Hay iniciativas municipales, como las encontradas en las microrregiones
de Sonora, en las que se proporciona un autobús para transportar a los alumnos, que deberían multiplicarse porque,
sin duda alguna, ello favorece enormemente el que todos los niños y jóvenes estudien, especialmente los del sexo
femenino. Los albergues indígenas han sido un factor que, sin “acercar la escuela a la casa” de hecho “acerca la casa
a la escuela”, como se puede ver en casi todas las doce microrregiones estudiadas (particularmente en la Tarahumara,
caracterizada por asentamientos poblacionales sumamente dispersos). Se encontraron, asimismo, innumerables
historias de familias en las que se relató que el grupo doméstico en su conjunto se mudó de localidad para estar
cerca de los planteles educativos. Por otra parte, hay una serie de estrategias familiares: uso de redes de parentesco
real o ficticio (compadrazgo), venta de activos familiares y otros mecanismos que se operan para enviar a los hijos
a las escuelas (y localidades) en donde se cree que encontrarán un servicio de mejor calidad.
Lo anterior nos lleva a afirmar que no se trata solamente de acceso físico sino, también, de acceso a escuelas de
calidad. A este respecto no se cuenta con suficiente evidencia empírica,* pero es un hecho que las historias de ex
becarios más exitosos incluyen la búsqueda de escuelas que a los ojos de los padres son mejores que otras, quizás
más accesibles en cuanto a distancia. Al hablar aquí de escuelas de calidad se hace referencia a factores mínimos de
operación de la escuela para que los jóvenes (especialmente de nivel secundaria) no se desanimen: que los maestros
asistan a impartir sus clases, que atraigan el interés de los muchachos y que tengan recursos suficientes (materiales
didácticos, computadoras en funcionamiento, acceso a Internet, contenidos educativos y formas de enseñanza que
atraigan y no que desalienten).
La existencia de programas y becas como Pronabes y Conafe aparecen en las trayectorias de los ex becarios
exitosos. Para estos jóvenes, que provienen de grupos domésticos de muy escasos recursos, este tipo de becas es
de extremo valor.
Por otra parte, la existencia de un mentor (un pariente exitoso que aparece como modelo ante el joven y que
además proporciona apoyo económico, un maestro que se vuelve guía) es también un factor que aparece en las
historias de ex becarios exitosos.
Por último, llegar a la educación media superior es un estímulo para continuar. Esto parece tan obvio que hasta
trivial resulta, pero no lo es tanto. En todos los escenarios de investigación se observó que los colegios de bachille-
res y en general casi todas las preparatorias gozan de más recursos, mejor infraestructura y profesores más y mejor
formados y ello, aunado a otros factores, anima a los jóvenes a continuar en su educación. Las escuelas secundarias,
además de estar muy mal dotadas de recursos materiales y de personal, enfrentan a un alumnado que pasa por un
momento crucial de la adolescencia que, en estos contextos rurales, aparece sin antecedentes previos y con un ímpetu
de consumo que tampoco tiene antecedentes en las microrregiones estudiadas. Las historias de jóvenes que deser-
taron de la escuela incluyen frecuentemente un ingrediente al que debemos prestar atención. Cuando estos jóvenes
dicen que “no les gustaba la escuela” o bien que “no le gustó estudiar y prefirió trabajar”, denotan el desencanto del
que hablan Schmelkes y sus colaboradores.11 cuando plantean que la escuela –especialmente en estos contextos
rurales indígenas– no tiene la capacidad de retener a los estudiantes en términos de interés. Es justamente durante
la adolescencia –al fin de la primaria y al inicio de la secundaria– cuando aparece este desencanto por la escuela que
aparentemente está relacionado con los factores escolares de los que habla Schmelkes (ausencia de pertinencia
cultural, infraestructura y materiales didácticos insuficientes y poco adaptados a las culturas indígenas) y también
con las implicaciones de esta adolescencia emergente y los deseos de consumo (de cosméticos, ropa, música, etc.)
para cuya satisfacción el trabajo –aunque en actividades que ofrecen baja remuneración– resulta más atractivo y
con más beneficios. Cuando estos jóvenes son los primogénitos, la urgencia de trabajar se incrementa debido a las
presiones de la economía del hogar.
El uso de drogas y alcohol es un determinante en la interrupción de las trayectorias laborales de los varones.

* No por falta de búsqueda sino por la virtual inexistencia de planteles de calidad, especialmente en los niveles primaria y secundaria.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 181

Impacto

Es evidente que el Programa Oportunidades, a diez años de operación, ha tenido un impacto muy notable en 1) los
logros educativos, 2) la postergación de la fecundidad, y 3) los aún incipientes, pero existentes logros ocupacionales
de los individuos que ingresaron en calidad de becarios cuando sus hogares de origen fueron incorporados al Programa
en 1998. Los niveles de escolaridad alcanzados por los becarios, y el hecho de que más de un cuarto de los hijos
e hijas de la base de datos (construida con los padres y su descendencia de entre 15 y 25 años) declare el estudio
como su principal ocupación, son en sí mismos resultados extremadamente positivos que tienen que tomarse en
cuenta para que el gobierno federal siga encauzando sus recursos y los esfuerzos del Programa Oportunidades en
este tipo de acciones.
El Programa Oportunidades ha contribuido a dos procesos de cambio social de extraordinario valor para una
sociedad como la mexicana: el análisis de la información recopilada con extremo cuidado por cuatro equipos de
antropólogos en cuatro distintos estados del país mediante técnicas etnográficas y a la luz de una estrategia metodo-
lógica rigurosa muestra que el Programa ha favorecido la disminución de la desigualdad en los niveles de escolaridad
en su vertiente étnica y en su dimensión de género.
La brecha de género en escolaridad alcanzada se ha invertido entre los indígenas de la generación de los hijos e
hijas y son las mujeres las que tienen un diferencial a su favor. La brecha étnica, que en México tiene una historia
que data de la conquista a favor de los mestizos o no indígenas, se ha cerrado significativamente hasta casi desapa-
recer entre la población masculina expuesta al Programa Oportunidades y se ha invertido en el caso de las mujeres
a favor de las indígenas, no así entre la población no beneficiaria. Entre los nunca expuestos al Programa, sigue
existiendo desigualdad étnica (hombres indígenas vs. hombres mestizos; mujeres indígenas vs. mujeres mestizas,
a favor siempre de los mestizos) y en menor medida de género (entre hombres y mujeres mestizos) en los niveles
educativos alcanzados.
Este optimista hallazgo debe ser matizado. Los logros educativos aquí planteados se refieren a niveles de escolari-
dad alcanzados, es decir, a años y niveles cursados y no a acumulación de conocimientos como parte de procesos de
aprendizaje y construcción de capital humano. Aunque es un hecho que el Programa Oportunidades ha contribuido a
reducir la brecha étnica y a invertir la de género en lo que respecta a niveles de escolaridad a través de la asistencia y
permanencia en la escuela, no tiene incidencia en la calidad de la educación que los becarios obtienen. Los estudios
etnográficos han puesto en evidencia las grandes diferencias entre las primarias unitarias y bilingües rurales y las te-
lesecundarias a las que los niños y jóvenes de las microrregiones estudiadas tienen acceso (caracterizadas por graves
deficiencias de infraestructura, calidad de la enseñanza, ausentismo de los maestros) y las primarias no bilingües y las
secundarias técnicas ubicadas en cabeceras municipales o pueblos de mayor tamaño. El incumplimiento de los programas
de estudio y de obligaciones y funciones en las escuelas resta posibilidades de impacto al Programa Oportunidades en
su tarea de construcción de capacidades mediante la prolongación de las trayectorias escolares.14
El impacto en la escolaridad de los becarios de larga exposición al Programa Oportunidades está moldeado por un
conjunto de factores entre los que destacan: 1) la mayor o menor cobertura de servicios educativos (la cercanía a las
escuelas de los distintos niveles afecta muy positivamente la escolaridad, especialmente de las mujeres); 2) la calidad
y pertinencia cultural de la educación; 3) la capacidad de los padres de fungir como proveedores económicos y generar
ingresos (la muerte del padre o del principal proveedor es un factor en contra de la escolaridad de los becarios); 4)
la existencia de activos productivos y de ingresos monetarios (por ejemplo, remesas de hermanos mayores que han
emigrado) facilita el pago del transporte, particularmente en el caso de los jóvenes estudiantes de preparatoria, quienes
frecuentemente se tienen que trasladar a las localidades que cuentan con estos planteles; 5) la posición de los individuos
en el ciclo reproductivo del hogar (ser ultimogénito o de la camada de ultimogénitos del hogar es un factor que con-
duce a mayor logro en escolaridad); 6) ausencia de enfermedad y, 7) sexo del individuo (ser mujer, dadas las distintas
obligaciones que hombres y mujeres tienen en la economía doméstica y el hecho de que las mujeres adolescentes no
son vistas como generadoras de ingresos para el hogar, es un factor que favorece los logros en escolaridad).
Los cambios intergeneracionales en la fecundidad, vistos aquí a través de la edad de las mujeres al momento de
su primer parto, han tenido lugar con y sin Programa Oportunidades de por medio (tanto las mujeres ex becarias
182 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

como las nunca beneficiarias han postergado el inicio de su ciclo reproductivo). Es posible afirmar, sin embargo, que
el Programa potencia dicho cambio. Es un hecho, no obstante, que el sector salud tiene que redoblar esfuerzos para
que los jóvenes de este país tengan acceso a métodos anticonceptivos (y los acepten). Las historias reproductivas
nos han mostrado que las mujeres empiezan a usar métodos anticonceptivos una vez que ya son madres y con el
objetivo de espaciar los periodos intergenésicos, pero nunca para postergar el inicio del ciclo reproductivo.
El análisis aquí realizado muestra que los hombres y mujeres de la generación de los hijos que estuvieron expuestos
al Programa Oportunidades están mejor posicionados en la jerarquía ocupacional que los nunca beneficiarios. Es
necesario, además, decir que estos jóvenes están probablemente jugando el papel de pioneros en los nichos o estratos
ocupacionales en los que se encuentran, por lo que es posible que en el futuro funjan como modelos y enlaces para
sus hermanos y paisanos más jóvenes. Es decir, en su calidad de pioneros enfrentan obstáculos para su movilidad
porque las cohortes previas no contaban con los niveles de escolaridad requeridos para los empleos en estratos más
altos de la jerarquía ocupacional (las redes sociales hacia empleos más formales y no manuales, credencializados,
aún no existen). Por lo pronto, aunque el análisis de las ocupaciones desempeñadas por los hijos e hijas de hogares
beneficiarios y no beneficiarios muestra que los jóvenes expuestos al Programa de hecho desempeñan tareas que
requieren ciertas habilidades aritméticas, mecánicas o de cómputo (meseras, empleadas de tiendas, limpiadores de
máquinas en Estados Unidos, supervisora de obreras, etc.), la gran mayoría realiza ocupaciones que ofrecen poca
seguridad (empleos informales). A pesar de los esfuerzos del Programa Oportunidades, dadas las escasas opciones
laborales y las muy precarias estructuras de oportunidades locales, no se ha producido el impacto ocupacional que
se esperaría. Una de las amenazas más claras al logro del objetivo central del Programa es, precisamente, la escasez
de empleos regulares que brinden seguridad a los trabajadores. En las regiones en las que ya está constituido un flujo
migratorio nacional o internacional, los ex becarios buscan alternativas de empleo en la ciudad de México, Cancún,
Playa del Carmen, Oaxaca, Mérida, Chihuahua, Hermosillo o los Estados Unidos. Y aunque los candidatos a emigrar
al vecino país del norte o a las ciudades mexicanas postergan la salida como emigrantes, ésta es tan perentoria en el
futuro próximo como forzosa. Las microrregiones, si bien se quedan con un saldo neto positivo (con el incremento
de la escolaridad de todos los beneficiarios), ven marcharse a los más escolarizados.
A pesar de lo anterior, la conclusión principal es que el Programa Oportunidades tiene muchas razones para no
cesar en sus acciones de apoyar a las familias pobres de este país. El análisis aquí expuesto brinda resultados muy
positivos sobre los logros alcanzados, principalmente en cuanto a la escolaridad, pero también en el campo de la
fecundidad y de la inserción ocupacional.
Ello no obsta para decir que aún hay un largo camino por recorrer. El Programa debe mejorar sus mecanismos de
operación para que la población indígena esté mejor atendida y no sufra bajas por razones burocráticas, y también para
que los niños y jóvenes que asisten a la escuela (cumplen con su corresponsabilidad) continúen recibiendo sus becas.
Son muchas las historias de jóvenes que perdieron la beca por razones que nunca comprendieron ni ellos ni sus padres.
El paso de la secundaria a la preparatoria sigue siendo un cuello de botella, normalmente por motivos económicos, por
lo que las modificaciones en curso del componente Jóvenes con Oportunidades son muy oportunas, pero su instru-
mentación tiene que ser cuidadosamente vigilada (para que sea efectiva). El paso de la preparatoria a la universidad
es aún más complicado y de no ser por apoyos de redes familiares o de otro tipo (Conafe y otros programas de becas),
muchos de los que ahora son los casos más exitosos del Programa no estarían cursando una carrera universitaria. Por ello,
sugerimos que la Plataforma Jóvenes con Oportunidades se convierta en un verdadero estímulo y en una herramienta
para facilitar ese paso.
Los logros aquí expuestos se magnificarían si a los esfuerzos del Programa Oportunidades se sumaran, en la mis-
ma medida en términos de compromiso social y político, de adeudo y responsabilidad con el país, los sectores salud
y educación. Si a los niveles escolares alcanzados por los beneficiarios (becarios y ex becarios) se sumara calidad
en los procesos de enseñanza-aprendizaje, los beneficios para millones de niños y jóvenes serían muy superiores.
Si al número de becarios y ex becarios exitosos en cuanto a sus niveles de escolaridad se añadieran las filas de los
muchos que desertan a raíz de un evento de enfermedad en sus hogares, no resuelto por la escasa resolución de los
servicios que imparten las Unidades Médicas Rurales, se hablaría de una política social exitosa. Por el momento, sin
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 183

embargo, sólo se puede decir que el Programa Oportunidades ha logrado impactos inesperados y muy positivos en
el mundo rural indígena.
Y aunque el Programa Oportunidades ha contribuido –como lo atestigua este análisis– a las acciones que son
necesarias para el abatimiento de la transmisión intergeneracional de la pobreza, ese proceso sólo será posible en la
medida en que las distintas instancias del sector público tomen medidas para la creación de más y mejores empleos
y en la provisión de servicios de mayor calidad de salud y educación.

V. Análisis FODA
Fortalezas y oportunidades

prioridad descripción Recomendación

Fortalezas y Oportunidades

El Programa debe asegurar que sus acciones permitan mantener


o mejorar este impacto. Se sugiere que el componente de
El análisis muestra impacto muy notable en los JO (Jóvenes con Oportunidades) se agilice de manera que
FO1 niveles de escolaridad de los individuos expuestos al se convierta en un estímulo para todos los becarios actuales.
Programa Oportunidades en calidad de becarios. Continúa existiendo mucha desinformación al respecto de JO
y los trámites son de tal complejidad que son pocos los que
realmente acceden a los beneficios.

La misma recomendación aplica aquí, pero además es importante


señalar que las becas diferenciales han sido cruciales en la actual
El mayor incremento se ha dado entre los indígenas y mayor valoración (por parte de los padres) de la educación de
FO2
especialmente entre las mujeres indígenas. niñas y jóvenes. Mantener dicho diferencial y procurar que los
beneficios de JO sean igualmente accesibles a jóvenes de ambos
sexos.

Al poner en operación el Programa Oportunidades en


las comunidades rurales marginadas, se incrementó la
FO3 movilidad escolar intergeneracional en dos años más.
Es decir, se pasó de un avance de tres años a otro de
cinco años.

En la generación de los hijos, la brecha de género


se ha invertido y la étnica se ha cerrado en el caso
de los hombres (aún ligeramente a favor de los
hombres mestizos vs. hombres indígenas) pero se ha
invertido a favor de las indígenas (las hijas indígenas
FO4
beneficiarias alcanzan niveles de escolaridad más
altos que las hijas mestizas). Todo esto quiere decir
que el Programa Oportunidades ha contribuido a
disminuir la desigualdad de género y la desigualdad
étnica.
184 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

La distancia que separa a la escuela de los domicilios


es un factor que incide sobre todo en la asistencia
y permanencia de las mujeres en la escuela
Estas iniciativas-que los municipios proporcionen transporte
(cuando la distancia es corta). Existen algunas
para los alumnos, particularmente de secundaria y preparatoria,
iniciativas municipales muy positivas, en Sonora,
que son los niveles de menor cobertura), deberían multiplicarse
de proporcionar autobuses para transportar a los
porque favorecen que los niños y jóvenes estudien, en especial
FO5 alumnos desde las localidades hasta el centro escolar
las mujeres.
(frecuentemente en un pueblo grande o cabecera
Los albergues indígenas deben permanecer (incluso abrir más)
municipal).
especialmente en las regiones caracterizadas por asentamientos
Los albergues han sido una institución (factor que
poblacionales dispersos.
favorece la escolaridad) que sin “acercar la escuela
a la casa”, de hecho “acerca la casa (alojamiento) a
la escuela”.

La existencia de programas y becas como Pronabes


y Conafe aparecen en las trayectorias de los jóvenes
más exitosos (con trayectorias escolares más largas y
FO6 Continuar y expandir programas tipo Pronabes y Conafe.
deseos de cursar estudios universitarios). Para estos
jóvenes, que provienen de hogares de muy escasos
recursos, este tipo de becas es de extremo valor.

DEbilidades y Amenazas

Para la construcción real de capacidades es necesario


contar con servicios de educación de mayor calidad De responsabilidad del sector educación (SEP e instancias
(donde haya menos carencias de infraestructura, estatales): es urgente mejorar la formación de maestros y los
los maestros asistan a dar clases, estén mejor contenidos educativos de los programas de enseñanza (y formas
DA1
capacitados y se impartan contenidos de formas más de impartirlos). Apremiante también es lograr que el ausentismo
pertinentes al medio indígena). Tal como se imparte de los maestros sea sustituido por asistencia cotidiana y
la educación en estas microrregiones, los procesos de responsable con la tarea de educar a las siguientes generaciones.
construcción de capacidades son limitados

Uno de los factores que explican el alargamiento De responsabilidad del sector educación (SEP e instancias
de las trayectorias educativas de los becarios de estatales): utilizar la infraestructura de las escuelas primarias
Oportunidades es la corta distancia entre la escuela “despobladas” como escuelas secundarias y preparatorias a las
y la casa (facilita enormemente la asistencia en que naturalmente habrá que dotar de profesorado y materiales
DA2 general, y la asistencia femenina a la escuela). didácticos correspondientes a los niveles educativos.
Mientras que la cobertura de la educación primaria es O bien (si no se quisiera o pudiera hacer lo anterior) procurar una
muy amplia, va disminuyendo a medida que aumenta cobertura más amplia de los servicios educativos secundarios y
el nivel educativo, de manera que hacen falta de educación media superior a través de la instalación de nuevos
escuelas secundarias y, sobre todo, preparatorias. planteles.

El paso de la preparatoria a la universidad es


extremadamente complicado (un “cuello de botella”)
debido a los costos de alojamiento y la manutención
en las ciudades en donde las universidades están
asentadas, los traslados del pueblo a la ciudad, el
transporte urbano, los costos de los materiales, del
examen de admisión, etc. De no ser por los apoyos Se sugiere que el componente Jóvenes con Oportunidades se
DA3 familiares y, en muchos casos de los apoyos de convierta en un verdadero estímulo y en una herramienta real
Conafe y otros programas de becas, muchos de los para facilitar ese paso.
que ahora son los casos más exitosos del Programa
no estarían cursando una carrera universitaria. La
evidencia con la que se cuenta muestra que el
componente PJO, ahora JO, no ha sido muy efectivo.
Son más los jóvenes que no pueden cobrarlo que
los que sí.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 185

De responsabilidad del sector salud:


Aumentar el número de médicos en las clínicas rurales.
La enfermedad al interior de los hogares pobres, ya Evitar que las clínicas rurales se queden sin médico por
sea del padre o de la madre, y naturalmente del niño temporadas largas o cortas.
(a) o joven estudiante, es un factor que atenta contra Continuar con las políticas de prevención.
el logro de los objetivos del Programa (respecto de Mejorar el abasto de medicamentos y los equipos de
DA4 la construcción de capacidades: la enfermedad del diagnóstico de los pacientes (baumanómetros, equipos de
principal proveedor o de la madre, aunada a la escasa medición de azúcar en sangre).
resolución de los centros proveedores de servicios Diseñar y promover dietas de acuerdo a los productos que
de salud, lleva con mucha frecuencia a la deserción están al alcance de la población rural y realizar una campaña
escolar). masiva de comunicación contra el consumo de los alimentos
no nutritivos y nocivos para la salud (no sólo tabaco y alcohol,
sino productos “chatarra”).

Fortalezas y Oportunidades

La mayoría de las hijas no han sido aún madres.


Sin embargo, el análisis muestra que una fracción
importante (26.3%) de las hijas indígenas ex-becarias
FO7 n/a
ya tuvo su primer hijo, pero la proporción de aquellas-
igualmente indígenas beneficiarias- que todavía no han
tenido hijos es mayor (73.7%).

Aunque en la Sierra Tarahumara no encontramos que


La evidencia con la que se cuenta, especialmente la las escuelas no permitan la asistencia de las estudiantes
que proviene de la Sierra Tarahumara, muestra que para embarazadas (en otros contextos no de esta evaluación
las jóvenes indígenas el nacimiento del primer hijo no sino de evaluaciones anteriores sí se ha visto), la práctica de
FO8 implica dejar de estudiar, posiblemente para conservar continuar estudiando (a pesar de ser ya madre) es una que
las becas que otorga el Programa Oportunidades (por se debe promover y, por lo tanto, es muy positivo que las
la importancia que este ingreso tiene en las economías escuelas tengan una política flexible (admitir a las jóvenes
familiares). embarazadas) puesto que parir un hijo no incapacita a las
mujeres para continuar sus trayectorias escolares.

Debilidades y amenazas

Las mujeres mestizas beneficiarias y no beneficiarias Promover, en los talleres de autocuidado de la salud para
de la generación de las hijas que ya iniciaron su ciclo los jóvenes, la conveniencia de posponer el inicio del ciclo
reproductivo representan una fracción mayor al reproductivo.
compararlas con las indígenas en la misma situación, Los talleres deben ser impartidos por personal capacitado que
pero en el caso de las mestizas, la fracción de las que brinde información amplia y precisa sobre las implicaciones
DA5 ya iniciaron su ciclo reproductivo es mayor entre de ser madre-padre a temprana edad y sobre los métodos de
beneficiarias que entre las nunca beneficiarias: 42.3% anticoncepción (sin dejar lagunas de información, ofreciendo
de las mestizas beneficiarias ya es madre mientras información adecuada y precisa y sin dejar que los jóvenes se
que entre las mestizas no beneficiarias el porcentaje “autocapaciten”).
de las madres es de 35.7 (57.7% de las mestizas Promover, ante las autoridades del sector salud, la oferta de
beneficiarias aún no es madre, mientras que la fracción métodos anticonceptivos a la población en general, y a los
se eleva a 64.3% entre las mestizas no beneficiarias). jóvenes en particular.
186 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Los talleres que se imparten a los jóvenes como parte


del Nuevo Modelo de Atención a la salud no proveen
Los talleres deben ser impartidos por personal capacitado que
información suficiente y precisa, ni de manera eficaz,
brinde información amplia y precisa sobre las implicaciones
sobre los cuidados que los jóvenes tendrían que tener
de ser madre-padre a temprana edad y sobre los métodos de
para evitar el embarazo temprano o el contagio del
anticoncepción (sin dejar lagunas de información, ofreciendo
VIH-SIDA, u otras enfermedades de transmisión sexual.
DA6 información adecuada y precisa, y sin dejar que los jóvenes se
Quienes imparten estos talleres suelen ausentarse (o
“auto-capaciten”).
no presentarse) y dejar a los jóvenes solos de manera
Promover, ante las autoridades del sector salud, la oferta de
que ellos se “auto-capacitan”. El resultado es el manejo
métodos anticonceptivos a la población en general, y a los
insuficiente de información y el arribo a conclusiones
jóvenes en particular.
incluso erróneas sobre las enfermedades, las vías de
transmisión y los cuidados preventivos.

Es necesario que el sector salud haga mayores esfuerzos


El uso de anticonceptivos inexistente entre las (con estrategias efectivas) para promover el uso de métodos
DA7 adolescentes. Nunca se emplean antes de tener al anticonceptivos entre los jóvenes. Éstos son utilizados por
primer hijo. mujeres adultas, cuando ya no quieren tener más hijos, pero no
por jóvenes y nunca antes de tener al primer hijo.

La posición de los individuos en el ciclo reproductivo


del hogar de origen influye en la postergación de
la unión y del ciclo reproductivo propio (hogar de
procreación). La evidencia de Chiapas mostró que los
becarios y ex-becarios ultimogénitos, quienes gozan del
privilegio de no soportar o ayudar a soportar la carga
DA8
familiar del hogar de origen, permanecen más tiempo
en la escuela y postergan, más que los primogénitos, la
unión y el ciclo reproductivo. En cambio, los hermanos
mayores suelen interrumpir sus carreras escolares para
iniciar su rol de proveedores económicos a temprana
edad y ello se asocia a la unión temprana.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 187

prioridad DESCRIPCIóN Recomendación

Fortalezas y oportunidades

Una de las fortalezas más notables del Programa


Oportunidades es el de los individuos de la generación
de hijos (e hijas) que declaran el estudio como su
principal ocupación: más de un cuarto de los jóvenes
entre 15 y 25 años se dedican, como ocupación
principal, a estudiar, especialmente entre las mujeres
mestizas y entre tanto hombres como mujeres
FO9 n/a
indígenas. Eso significa que, por un lado, el impacto del
Programa Oportunidades en los niveles de escolaridad
alcanzados será muy pronto mayor del que aquí
se ha visto y, por el otro, es probable que con esas
credenciales escolares puedan acceder a mejores
ocupaciones que las que hubieran tenido de no alargar
sus trayectorias escolares.

La población indígena de la generación (hijos e hijas)


que no ha sido expuesta al Programa Oportunidades
se concentra en el peldaño más bajo de la jerarquía
ocupacional, con una notable presencia de hombres
FO10
no beneficiarios, mientras que la población indígena
expuesta al Programa en este mismo estrato, si bien
sigue siendo mayoritaria, es menor, especialmente en
el caso de las mujeres beneficiarias.

El estrato ocupacional medio (categorías 4 y 5) tiene


una presencia significativa de hombres y mujeres
indígenas beneficiarios, con especial presencia de
mujeres. Son también mujeres indígenas beneficiarias
las que tienen mayor peso en el estrato más alto
FO11 (categorías 6 y 7), poco más de catorce de cada 100
mujeres beneficiarias. En sí mismo podría parecer una
presencia muy reducida, pero al comparar a las mujeres
beneficiarias con sus pares no beneficiarias se aprecia
que la diferencia es muy significativa a favor de las
primeras.
188 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

fortalezas y Oportunidades

Existe un conjunto amplio de subsidios y apoyos a


la agricultura (que asciende a 120 mil millones de
pesos). Los productores agrícolas de estas regiones ni De responsabilidad de la política pública en su conjunto:
conocen ni se benefician de la mayor parte de estos Dar a conocer a la población la existencia de recursos y
apoyos. Sólo PROCAMPO tiene cierta cobertura, programas productivos.
pero limitada. La CDI también ha encauzado Dar a conocer los mecanismos de afiliación de manera clara y
FO12 algunos programas productivos. Estos recursos y la abierta (asegurando que llegue a las localidades rurales como
afiliación clara a los programas sociales (con trámites las aquí estudiadas-contextos interétnicos).
más ágiles; supervisión del uso de los recursos y Agilizar los trámites.
evaluación de los programas) pueden convertirse Evaluar el impacto de estos programas para mejorar su diseño
en una oportunidad para incrementar el impacto del y operación.
Programa Oportunidades en el ámbito del trabajo y las
ocupaciones de sus ex-becarios.

Llama la atención el escaso aprovechamiento, desde el


punto de vista del desarrollo del país, de la oportunidad
que significan cientos de miles de jóvenes indígenas
o campesinos, la mayoría bilingües, que conocen a
fondo estas comunidades, que gracias a los apoyos de Incorporar a una parte de los jóvenes ex-becarios bilingües,
Oportunidades han elevado considerablemente sus conocedores de sus regiones y con altos niveles de escolaridad
niveles de escolaridad y que deben partir de sus lugares a los proyectos y programas productivos: convertirlos en
FO13
de origen para hacer algo positivo con sus vidas. Existe agentes de desarrollo canalizando una mayor parte de los
la oportunidad, no para el Programa Oportunidades subsidios ya existentes a proyectos de mejoría económica de
únicamente sino para el gobierno federal en su estas regiones campesinas.
conjunto de convertirlos en agentes de desarrollo si se
canaliza una mayor parte de los subsidios ya existentes
a proyectos de mejoría económica en las comunidades
que prometan viabilidad.

debilidades y Amenazas

Los mercados de trabajo son muy poco dinámicos y


ofrecen muy escasas opciones laborales a los jóvenes
DA9 egresados del Programa, por lo que tienen que emigrar
de sus lugares y regiones de origen en calidad de
emigrantes laborales.

VI. Referencias
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2008. México: CIESAS, 2007.
10. Haro A, Zepeda B, Restor M, Figueroa JL. Diagnóstico de salud desde una perspectiva multicultural. Evaluación cualitativa de impacto del Programa
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cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008.
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Conference paper series, Vol. 6. UNDP, 2000.
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Sustainable Development Studies and Monographs. Series No. 8. Washington, DC: Banco Mundial, 1996.
190 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

VII. Anexos
A: geográfico

Figura A1
Regiones estudiadas en
el estado de Sonora

Fuente: Sariego26

Figura A2
Municipios de la Sierra
Tarahumara: Alta
(Cumbre) y Baja (Ba-
rrancas)

Fuente: Sariego26
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 191

Figura A3
Regiones estudiadas en
el estado de Chiapas

Fuente: Sariego26

Figura A4
Regiones estudiadas en
el estado de Oaxaca
192 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

B: metodológico

Estrategia metodológica

Selección de los escenarios de investigación en Chihuahua, Sonora, Chiapas y Oaxaca:


En primer lugar, se seleccionaron municipios en los que, según los datos del Conteo de Población 2005, incluyeran
tanto población indígena como no indígena y donde, según la información del Programa Oportunidades (padrón de
beneficiarios), hubiera localidades con beneficiarios de larga exposición, es decir, que hubieran sido incorporadas a
Oportunidades en 1997-1998 (Progresa). En cada municipio se estudiarían hogares de tantas localidades como
fuera necesario para completar la muestra analítica de hogares (beneficiarios y no beneficiarios, indígenas y no in-
dígenas). A este conjunto de localidades en donde se llevó a cabo la investigación se les denomina microrregiones.
En cada estado del estudio, Chihuahua, Sonora, Chiapas y Oaxaca, se incluyeron tres microrregiones.
Las microrregiones seleccionadas son:
Chihuahua: a) Yepachi (Temósachi, Chihuahua)/Maycoba (Yécora, Sonora); b) Samachique (Guachochi); y c)
Norogachi (Guachochi).

Sonora: a) distintas localidades del municipio de Guaymas, en el valle del Yaqui; b) localidades del municipio de
Etchojoa, valle del Mayo; y c) microrregión guarijía en el municipio de Álamos.

Chiapas: a) localidades del municipio de San Cristóbal de las Casas (El Aguaje, Corazón de María y San Isidro); b)
Municipio Las Margaritas (Saltillo, Bello Paisaje); y c) localidades del Municipio de Tumbalá (Álvaro Obregón Loma,
Álvaro Obregón Planada, El Porvenir y Emiliano Zapata).

Oaxaca: a) Varias localidades del municipio Mazatlán Villa de Flores (la cabecera del mismo nombre, El Progreso,
Almolonga, El Corral, San Simón Coyoltepec y Piedra Ancha); b) Municipio de San Juan Cotzocón, en donde se
estudiaron dos localidades, Nuevo Cerro Mojarra y Jaltepec de Candayoc; y c) Municipio de Santiago Jamiltepec, en
la Costa Chica, con dos localidades, una mayoritariamente indígena: Santa Elena Comaltepec, y la otra –El Charco
Nduayoo– mestiza y afro-mestiza.

Cuadro B1 Muestra analítica primaria (para cada una de las microrregiones)


Muestra analítica teóri- Indígenas beneficiarios (n=4) No indígenas beneficiarios (n=4)
ca para la selección de Indígenas no beneficiarios (n=4) No indígenas beneficiarios (n=4)
los hogares de estudio
en cada microrregión La idea fundamental detrás del diseño de esta muestra es la de maximizar la diferencia de las variables
intervinientes:

a) Etnicidad: hogares indígenas (hablantes de lengua indígena y que se ven y son vistos por los demás como indígenas)
y hogares mestizos (monolingües en español y que se ven y son vistos por los demás como no indígenas).
b) Incorporación al Programa Oportunidades: hogares beneficiarios de largo plazo (incorporados a Oportunidades en
1998) y hogares no beneficiarios (nunca beneficiarios).

De cada uno de los dos subtipos de hogares beneficiarios de la muestra analítica (cuatro indígenas beneficiarios
y cuatro no indígenas beneficiarios) para cada microrregión, debían seleccionarse dos hogares que al momento de
su incorporación al Programa tuvieran al menos un niño o una niña primogénito(a), o que formara parte del grupo
de los hijos más grandes, cursando entre tercero y cuarto de primaria en 1998, año de incorporación. Los otros dos
hogares de esos dos subtipos de beneficiarios debían seleccionarse por tener niños de entre los más pequeños –los
ultimogénitos– cursando dichos grados de primaria al momento de la incorporación. Ello para contar con hogares
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 193

beneficiarios de largo plazo que se encontraban en distintas etapas de su ciclo doméstico al momento de su incor-
poración al Programa (etapa de expansión temprana y de expansión avanzada).

Hogares beneficiarios Primogénito Ultimogénito Total Cuadro B2


Dos hogares con hijo Dos hogares con hijo
Hogares beneficiarios
Hogares indígenas beneficiarios Primogénito entre 3-4 Ultimogénito entre 3-4 Total= 4 hogares
de la muestra analítica
de primaria en 1998 de primaria en 1998
Dos hogares con hijo Dos hogares con hijo
Hogares no indígenas beneficiarios Primogénito entre 3-4 Ultimogénito entre 3-4 Total= 4 hogares
de primaria en 1998 de primaria en 1998

Total de hogares beneficiarios 4 4 8


Los hogares no beneficiarios debían ser seleccionados en cada municipio o microrregión en función del pareo
con los beneficiarios: de su similitud con éstos en 1998 respecto a su lugar de residencia –cabecera vs. ranchería,
condición socioeconómica: ocupación, acceso a tierra y nivel de educación de los jefes del hogar en 1998– siguiendo
los mismos criterios (con niños primogénitos y ultimogénitos cursando entre tercero y cuarto año de primaria en
1998 –aunque no fueron incorporados al Programa–) para contar con individuos con quienes contrastar los logros de
los beneficiarios. Se privilegió a los nunca incorporados para la selección de los hogares no beneficiarios. En segunda
instancia (en caso de no encontrar hogares nunca incorporados en las localidades de la microrregión) se eligieron
hogares que fueron incorporados pero estuvieron en calidad de beneficiarios por muy poco tiempo (fueron dados de
baja, como muy tarde, a los dos años de haber sido incorporados) y, en tercera instancia, hogares de muy reciente
incorporación al Programa.

Hogares no beneficiarios Primogénito Ultimogénito Total Cuadro B3


Dos hogares con hijo Dos hogares con hijo Hogares no
Hogares indígenas no beneficiarios Primogénito entre 3-4 Ultimogénito entre 3-4 4 hogares beneficiarios
Primaria en 1998 Primaria en 1998
Dos hogares con hijo Dos hogares con hijo
Hogares no indígenas no beneficiarios Primogénito entre 3-4 Ultimogénito entre 3-4 4 hogares
Primaria en 1998 Primaria en 1998

Total de hogares no beneficiarios 4 4 8

Composición final de la muestra

Chihuahua: en las microrregiones seleccionadas en este estado no hubo ninguna dificultad para ubicar hogares del
tipo demandado por la muestra analítica (indígenas y mestizos, beneficiarios de larga exposición y no beneficiarios),
de manera que se realizaron 48 estudios de caso (24 indígenas y 24 mestizos, 8 de cada 1 de estos tipos en cada
microrregión), 50% beneficiarios y la otra mitad de hogares no beneficiarios.
1) Microrregión pima: se seleccionó la localidad de Yepachi (municipio de Temósachi en Chihuahua) y la localidad
sonorense de nombre Maycoba (municipio de Yécora). El territorio indígena pima (oíoba) se encuentra asentado en
una franja geográfica atravesada por la frontera entre Chihuahua y Sonora pero que opera como un área cultural.
2) Samachique es un pueblo cabecera del municipio de Guachochi, localizado en la Alta Tarahumara.
3) Norogachi: al igual que Samachique es un pueblo cabecera rarámuri que pertenece al municipio de Guachochi.
Ambos son pueblos relativamente atípicos porque concentran el mayor número de habitantes después de la cabecera
municipal en un contexto, la Sierra Tarahumara, caracterizado por la dispersión y baja densidad de su población.
194 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Sonora: en las microrregiones en donde ser realizó trabajo de campo no hubo en general grandes dificultades para
encontrar hogares tanto indígenas como mestizos pero se enfrentó, especialmente en la microrregión yaqui, cierta
dificultad para ubicar hogares respecto de la variable exposición de largo plazo al Programa Oportunidades.
1) Microrregión yaqui (yoeme), conformada por un conjunto de localidades del municipio de Guaymas, localizado
en el sur del estado. En esta microrregión se realizó trabajo de campo en Huirivis, Rahum, Las Guásimas y Oroz,
todas ellas con posibilidades para realizar los estudios de caso de hogares indígenas y mestizos, beneficiarios y no
beneficiarios. En esta microrregión se logró el balance respecto de los hogares indígenas y mestizos (ocho casos
indígenas, ocho mestizos) pero en cada caso hubo cinco hogares beneficiarios y tres no beneficiarios. De los tres
casos de hogares no beneficiarios en cada grupo, uno correspondió a un hogar incorporado pero que no había reci-
bido nunca becas para los niños y jóvenes del hogar. La selección de estos casos fue una medida de sustitución de
los demandados por la muestra analítica pero que no se encontraron (debido a cobertura muy alta del Programa)
en los pueblos de la microrregión.
2) Microrregión mayo (yoreme): se seleccionaron las localidades La Bocana, El Salitral y Los Viejos, en el municipio de
Etchojoa. Aquí se estudiaron siete hogares indígenas (cuatro beneficiarios y tres no beneficiarios) y nueve hogares
no indígenas (cinco beneficiarios y cuatro no beneficiarios.
3) Microrregión guarijía: en el municipio de Álamos se seleccionó la localidad San Bernardo, en donde pudieron en-
contrarse todos los hogares necesarios para cumplir con la muestra analítica. Aquí se localizaron nueve hogares
indígenas (cuatro beneficiarios y cinco no beneficiarios, uno de los cuales había sido incorporado en 1998 pero
dado de baja en 2002) y siete hogares mestizos (cuatro beneficiarios y tres no beneficiarios).

Chiapas:
1) Microrregión en el municipio Las Margaritas no hubo ninguna dificultad para completar la muestra analítica puesto
que se ubicaron, en distintas localidades del municipio, suficientes hogares beneficiarios y no beneficiarios e indí-
genas y mestizos, de manera que se realizaron 16 estudios de caso, logrando un balance perfecto entre los cuatro
distintos tipos.
2) En el municipio de San Cristóbal de las Casas hubo dificultades para encontrar un suficiente número de casos de
hogares no beneficiarios, tanto indígenas como mestizos. De esa manera, se realizaron cuatro estudios de caso de
grupos domésticos indígenas beneficiarios y cuatro de mestizos beneficiarios, pero sólo se pudieron localizar cinco
casos de no beneficiarios, tres de ellos indígenas y dos mestizos.
3) El Municipio de Tumbalá fue el que más dificultades impuso a la muestra analítica. En este municipio, a diferencia
de los demás, no hay población mestiza y tampoco hay hogares pobres no beneficiarios. Sin embargo, se decidió
seleccionar un escenario más puramente indígena para –como veremos en el caso de Oaxaca con el municipio
Mazatlán Villa de Flores– contrastarlo con los demás, esos sí marcadamente interétnicos. En las distintas localidades
estudiadas en este municipio chol se lograron completar 16 estudios de caso de hogares indígenas beneficiarios
con distintas “competencias” lingüísticas, desde casos de hogares monolingües en lengua indígena hasta casos de
bilingüismo con un muy fluido manejo del español.

Oaxaca:
1) En la microrregión de la cañada mazateca se encontró una situación semejante a la de Tumbalá en Chiapas. Aquí,
debido a la muy alta concentración de población indígena se redujo significativamente el número de hogares mes-
tizos y los únicos cuatro hogares “mestizos” del estudio son beneficiarios (no se encontró ningún hogar mestizo no
beneficiario) y, además, fueron seleccionados porque la madre no es indígena aunque en todos los casos se trata
de mujeres efectivamente no indígenas pero casadas con hombres mazatecos. Las cuotas de los hogares indígenas
fueron cubiertas (ocho en total, la mitad de hogares beneficiarios y la otra mitad de no beneficiarios). Sin embargo,
debido a la alta cobertura de Oportunidades en esta región —casi no existen los hogares no beneficiarios— dos
de esos casos son de hogares de hecho ya incorporados pero de muy reciente incorporación (a fines de 2007 de
manera que durante el trabajo de campo sólo habían recibido los apoyos de un bimestre).
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 195

2) La microrregión de dos localidades del municipio San Juan Cotzocón, si bien no presenta dificultades para completar
la muestra, se hicieron sólo tres (y no cuatro) estudios de caso de indígenas beneficiarios, cinco (y no cuatro) de in-
dígenas no beneficiarios y sólo cuatro de mestizos, la mitad de beneficiarios y la otra mitad de no beneficiarios.*
3) En la costa chica oaxaqueña se estudiaron dos localidades, una indígena y la otra mestiza, del municipio Santiago
Jamiltepec, por lo que la muestra se pudo completar sin problemas e incluso se hicieron dos estudios de caso de
más de la categoría de hogares no beneficiarios, uno indígena y otro mestizo.

MICRORREGIÓN ETNICIDAD Y ESTATUS EN EL PROGRAMA Cuadro B4


INDÍGENAS INDÍGENAS NO MESTIZOS MESTIZOS NO TOTAL Composición final de la
CHIAPAS
BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS muestra analítica
LAS MARGARITAS (TOJOLABAL) 4 4 4 4 16
SAN CRISTÓBAL (TZOTZIL) 4 3 4 2 13
TUMBALÁ (CHOL) 16 0 0 0 16
TOTAL 24 7 8 6 45
INDÍGENAS INDÍGENAS NO MESTIZOS MESTIZOS NO
OAXACA TOTAL
BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS
MAZATECA 4 4 4 0 12
MIXE 3 5 2 2 12
COSTA CHICA 4 5 4 5 18
TOTAL 11 14 10 7 42
INDÍGENAS INDÍGENAS NO MESTIZOS MESTIZOS NO
CHIHUAHUA TOTAL
BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS
SAMACHIQUE (TARAHUMARA) 4 4 4 4 16
NOROGACHI (TARAHUMARA) 4 4 4 4 16
YEPACHI-MAYCOBA (PIMA) 4 4 4 4 16
TOTAL 12 12 12 12 48
INDÍGENAS INDÍGENAS NO MESTIZOS MESTIZOS NO
SONORA TOTAL
BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS
GUAYMAS (YAQUI) 5 3 5 3 16
ETCHOJOA (MAYO) 4 3 5 4 16
ÁLAMOS (GUARIJÍO) 4 5 4 3 16
TOTAL 13 11 14 10 48
GRAN TOTAL 60 44 44 35 183
Cuadro realizado por Alejandro Agudo, tomado de Agudo, 2008b

A estos hogares se les realizaron estudios de caso a través de entrevistas, de preferencia con distintos miembros
del hogar, con instrumentos especialmente diseñados (ver infra).

Instrumentos empleados‡

Guión para la obtención y sistematización de información sobre grupos domésticos y sus trayectorias
educativas, de salud y ocupacionales

La información necesaria para la realización de estudios de caso de hogares fue recopilada a través de varias entrevistas
informales y semi-estructuradas. El guión incluye los principales puntos y temas que los investigadores de campo
* El problema en esta microrregión fue el estado de salud de una de las investigadoras. Durante el transcurso del trabajo de campo, sufrió un problema de
salud que le impidió trabajar con la misma eficiencia que las demás.

Aquí se describen los instrumentos de recopilación de información relevante para el análisis realizado en este documento técnico de trabajo. El lector
podrá consultar los documentos analíticos regionales que describen con detalle la totalidad de instrumentos empleados en la investigación etnográfica
de cada escenario.
196 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

tuvieron que abordar durante dichas entrevistas con respecto a los principales temas de la evaluación cualitativa:
salud, educación y trabajo de los integrantes del grupo doméstico. Es necesario insistir que no se trata de un cues-
tionario sino de un guión de temas a cubrir en cada estudio de caso. Asimismo, fue necesario obtener información
sobre los cambios ocurridos en todos estos rubros durante los años en los que los hogares beneficiarios han estado
expuestos al Programa, de 1998 o 1999 en adelante (también fue relevante conocer si los no beneficiarios habían
sufrido cambios y de qué tipo). Finalmente, se solicitó a los informantes que hicieran su propio balance sobre sus
trayectorias educativas o laborales; sobre sus experiencias con los proveedores de servicios educativos y de salud; y,
en su caso, con el Programa Oportunidades y sus componentes a lo largo de una década. Se trataba, así, de obtener
no sólo información sobre aspectos formales de los servicios y del Programa, sino además sobre la experiencia social
de los usuarios y los beneficiarios.

Cuadro de composición doméstica

Este instrumento acompañó al guión de entrevistas descrito anteriormente y sirvió para vaciar los datos sobre la
composición y la estructura de cada hogar: nombre de cada miembro, sexo, parentesco con respecto a los otros
miembros del grupo doméstico, año de nacimiento/edad, lugar de nacimiento, estado civil, etc. Se realizaron dos
cuadros de composición doméstica por cada estudio de caso: uno que contiene la información de la composición
y estructura del grupo doméstico en 1998 o 1999; y otro con la información sobre la composición y estructura
actuales. También fue necesario especificar la lengua materna de los integrantes del grupo doméstico (o al menos del
jefe de hogar y/o su cónyuge, o de la mujer titular de Oportunidades en caso de que el hogar estuviera incorporado
al Programa). En el cuadro quedaba aclarado desde un principio si el hogar estudiado era beneficiario del Programa
Oportunidades y si sus integrantes se veían a sí mismos como indígenas o como no indígenas. De encontrarse par-
ticularidades en la información obtenida con los cuadros de composición doméstica, aquéllas se incorporarían a los
puntos de la guía de entrevista para estudios de caso de hogares.

Guión para el seguimiento de los ex becarios indígenas y


no indígenas y sus comparables (jóvenes no ex becarios de Oportunidades)

Resultó imprescindible dar seguimiento a los ex becarios del Programa Oportunidades y obtener información sobre
su situación educativa y laboral actual. La identificación de los jóvenes relevantes siguió la lógica de la muestra
analítica mencionada con anterioridad, esto es, los ex becarios entrevistados fueron los hijos que, en 1998/99, se
encontraban estudiando entre segundo y cuarto grado de primaria.
El objetivo del presente instrumento, entonces, es entender los procesos que llevan a los ex becarios de Oportu-
nidades a sus particulares trayectorias familiares, migratorias y laborales; entender el papel que puede haber desem-
peñado el hecho de ser becarios del Programa y si ello les otorgó alguna ventaja sobre los no becarios en términos
de escolaridad, compromiso con la escuela como medio de ascenso social, habilidades sociales y cognoscitivas reales,
capacidad de trabajo y otras que puedan derivarse del Programa. Para ello se necesitó distinguir entre resultados y
procesos. En cuanto a los resultados, hubo de tenerse en cuenta que la mayoría de los jóvenes ex becarios desem-
peñaría muy probablemente labores parecidas a las de los no becarios: campesinos, jornaleros, obreros, pequeños
comerciantes, dependientes de comercios, etc. Fue necesario distinguir entre ocupación, posición en el trabajo (patrón,
autoempleado, asalariado, pariente con pago, pariente sin pago), rama económica, tamaño de la unidad productiva
(número y tipo de trabajadores) y todas las características de la actividad. No obstante, puesto que éste se trataba
de un estudio etnográfico, no sólo interesaban los resultados actuales, sino además los procesos mediante los que
se alcanzaron dichos resultados: ¿Tuvieron acceso real los ex becarios a más y mejor atención en salud? ¿Tuvieron
acceso real a la escuela y a un mayor nivel de instrucción que otorgue más habilidades? ¿Hubo en sus casas mejores
hábitos alimenticios (desayunar antes de ir a la escuela, por ejemplo) e higiénicos? ¿Tuvieron los padres cuidado de
que los trabajos que permitían o pedían a sus hijos/as no impidieran cumplir con la escuela? ¿Tuvieron los estudiantes
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 197

menos ausencias en periodos de fiestas, de siembra, de cosecha, de carga de trabajo doméstico (cuando se enferma
un hermano menor o la madre o el padre, cuando ha de realizarse algún trámite o trabajo, etc.)?

Guía de entrevistas a proveedores de servicios educativos

Comprende los puntos y cuestiones relevantes para la obtención de información sobre el personal y la calidad de los
servicios educativos, imprescindibles para comprender el impacto de Oportunidades sobre los becarios y ex becarios
del Programa. Aparte de las entrevistas, se realizarían observaciones cuidadosas de las instalaciones de las escuelas
que permitieran describir detalladamente las características de las construcciones, ubicación, acceso y servicios con
los que cuentan.
Al ser la evaluación de largo plazo, todos los temas debían ser investigados en forma retrospectiva; ello implicaba
localizar profesores cuya antigüedad en los planteles les permitiese proporcionar información sobre los últimos diez años,
en el caso de primaria, y sobre los últimos ocho años, en el caso del nivel medio superior. Habría además de indagarse
sobre cambios importantes acaecidos en las instalaciones y servicios educativos durante los últimos diez años.
Finalmente, además de las entrevistas, habrían de realizarse observaciones directas de clases en el aula durante
varios días.

Guión de entrevista a otros actores relevantes

Durante el trabajo de campo los investigadores se dieron a la tarea de localizar y entrevistar, conforme a los puntos
de este guión, a “actores clave” o importantes en la vida de las localidades y las familias, cuya autoridad y acciones
pudieran tener incidencia en el impacto del Programa Oportunidades, pequeños empresarios locales, empleadores,
dueños de negocios agropecuarios o de otro tipo, autoridades ejidales, civiles y religiosas, etc. Tras identificar el tipo
de actor entrevistado, se obtuvo información mediante preguntas acerca de su papel en la localidad, así como acerca
de sus acciones y opiniones respecto de los cambios acaecidos en los últimos años en relación con el Programa. Se
entrevistaron curas, dueños de comercios y, por ejemplo, administradores de los aserraderos en las microrregiones
del norte, empresarios agrícolas en la costa chica oaxaqueña, y sujetos cuya opinión sobre el devenir de la vida de
los pueblos era importante conocer.
Finalmente, toda la información recolectada con todos los instrumentos se consignó en los diarios de campo de
los investigadores.
198 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

C: Niveles de escolaridad alcanzados como becarios en


localidades con distinta cobertura de servicios de educación

Figura C1 35
Número de ex becarios
por niveles de escola- 30
ridad alcanzados que Primaria 3 y 4
ingresaron al Programa 25
Primaria 5
Oportunidades entre
Primaria completa
tercero y cuarto año de 20
primaria en distintos Secundaria 1 y 2
años, Municipio San 15 Secundaria completa
Juan Cotzocón (región Preparatoria 1
mixe, Oaxaca) 10
Preparatoria 2 y 3

5 Preparatoria 4 y 5
Preparatoria completa
0
NC Mojarra (17)

NC Mojarra (17)

NC Mojarra (17)

NC Mojarra (17)
Cab. Municipal (1)
1999

Jaltepec (11)
1999

1999

Cab. Municipal (1)


2000

Jaltepec (11)
2000

2000

Cab. Municipal (1)


2001

Jaltepec (11)
2001

2001

Cab. Municipal (1)


2002

Jaltepec (11)
2002

2002
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 199

Capítulo IV

Seguimiento de adultos jóvenes en hogares


incorporados desde 1998 a Oportunidades:
impactos en educación y pruebas de desempeño

Autores

Susan W Parker, Jere R Behrman*

* Para cualquier comentario/aclaración sobre el presente documento, el autor corresponsal es Susan W Parker (susan.parker@cide.edu, susan.parker@
spectron.com.mx). Este documento se realizó como parte de la evaluación externa de Oportunidades 2007 y 2008. Los autores fueron contratados por el
Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), quien se hizo cargo de realizar dicha evaluación. Se agradecen en especial los comentarios de Teresa Bracho y
de Oportunidades realizados a una versión anterior de este documento.
Resumen ejecutivo

U na pregunta central para Oportunidades y para las políticas públicas en general, se refiere a si éstas pueden con-
tribuir a la ruptura de la transmisión intergeneracional de la pobreza a través de incrementar el capital humano de
los niños, de forma que éstos puedan tener mejores opciones una vez que se conviertan en adultos. Históricamente,
a juzgar por la correlación entre generaciones en logro escolar, la movilidad intergeneracional en América Latina ha
sido muy baja, y aún menor en México que respecto a otros países de la región.
Se han desarrollado diversas políticas que podrían disminuir la transmisión intergeneracional de la pobreza y que
van, inter alia, desde las políticas macroeconómicas hasta políticas de recursos humanos, de mercado de capitales
y laborales. Con base en otras experiencias, un subconjunto muy prometedor de este tipo de políticas es aquel re-
lacionado con mejoras en la educación. Investigaciones previas en diferentes contextos han mostrado que mejoras
en la educación tienen impactos significativos en algunas dimensiones relevantes de ésta. Con mayor frecuencia,
dichos impactos consisten en incrementar la tasa de inscripción escolar y el logro escolar; aunque también, en otros
casos se logran reducir las tasas de abandono y repetición escolar, incrementando a su vez las tasas de progresión
por grado. Por otro lado, hasta la fecha, los estudios no han encontrado impactos importantes en logro cognoscitivo
de los jóvenes; aunque ello sólo se podría explorar con los datos transversales de 2003 y utilizando métodos no
experimentales. La mayoría de los estudios que hasta la fecha existen, se han basado en periodos muy cortos de
exposición al Programa, utilizando como base uno o dos años, si bien los análisis en los que se utilizan los datos de
2003 se basan en una exposición más larga.
El objetivo general de este estudio es evaluar los impactos de Oportunidades en jóvenes de 19 a 22 años de
edad que habitan en zonas rurales y que para 2007 habían sido beneficiarios del Programa durante casi una década,
utilizando como base distintas rondas de la Encuesta de Evaluación de los Hogares (Encel) y un análisis comple-
mentario de los jóvenes de 17 a 20 años que hasta 2005 habían estado expuestos al Programa durante casi siete
años, utilizando la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares (Ennvih). En forma más específica, el
análisis principal se centra en los jóvenes que en 2007 tenían de 17 a 22 años de edad, utilizando la Encel 2007, y
el grado en que el Programa afectó su educación (logro escolar y desempeño en las pruebas cognoscitivas). Además,
se incluye un análisis complementario con resultados para jóvenes que en 2005 tenían de 17 a 20 años de edad
que toma como base las encuestas Ennvih 2002 y 2005. En ambas bases de datos, los principales métodos de
estimación que se utilizaron fueron los de pareamiento en dobles diferencias. Lo anterior para controlar por la pérdida
de muestra y el hecho de que el Programa se implementó de forma secuencial en las localidades (por ejemplo, las
localidades rurales muy pobres con menos de 2 500 habitantes recibieron el Programa antes que aquellas localidades
rurales menos pobres y más habitadas).
El documento revisa en primer lugar la evidencia existente sobre movilidad intergeneracional, la efectividad de
las políticas para mejorar la educación en los países en desarrollo, y resultados relevantes previos a partir del análisis
de Oportunidades. Después describe los datos de la Encel 2007, los métodos utilizados para intentar estimar los
impactos de interés para el Programa en este contexto, y discute los modelos y técnicas que se utilizan. Más adelante
se presentan los resultados.
El análisis de la Encel 2007 confirma un incremento importante en los grados de escolaridad alcanzados por los
jóvenes, hombres y mujeres, como resultado de Oportunidades. El impacto en las mujeres parece ser un poco mayor
que en los hombres, aunque ello puede reflejar más diferencias por migración selectiva/tasas de respuesta diferenciales
202 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

por género, dado que los resultados se basan únicamente en individuos que fueron entrevistados personalmente en
su localidad de origen.
Los incrementos en escolaridad reflejan una mejoría tanto en la proporción de aquellos que ingresaron y termina-
ron la secundaria como en los que ingresaron a la preparatoria. Sin embargo, no existen impactos significativos del
Programa en el mejoramiento de la proporción de aquellos que ingresaron a la universidad. No obstante, lo anterior
podría reflejar el que la muestra sólo incluye a los jóvenes no emigrantes y que aquellos que sí lo son tengan una
mayor tasa de inscripción a la universidad (como parte de su Agenda de Evaluación 2007-2008, Oportunidades
actualmente lleva a cabo un proyecto que da seguimiento a los jóvenes emigrantes que permitirá estimar el impacto
del Programa en este grupo en un futuro próximo). También se analizaron los impactos en escolaridad haciendo la
diferencia entre jóvenes indígenas y no indígenas. Estos resultados muestran impactos importantes y positivos de
Oportunidades en jóvenes indígenas que, aparentemente, para la muestra analizada son tan altos o mayores que
los obtenidos para los no indígenas.
También se analizaron los impactos potenciales del Programa en las pruebas de rendimiento. Existen tendencias
positivas muy alentadoras en los resultados de las pruebas de matemáticas, para los que se utilizaron los estimadores
de dobles diferencias, a pesar de que éstos se vieron limitados por el reducido número de observaciones disponibles.
En el caso de las pruebas de lectura, sólo fue posible obtener estimadores de diferencias simples lo que hace que los
resultados estén subestimados.
En general, los resultados de este documento siguen confirmando que Oportunidades ha incrementado de ma-
nera importante la escolaridad de sus beneficiarios. A pesar de que estos resultados son válidos únicamente para la
muestra de jóvenes que permanecen en sus localidades de origen, grupo del que se esperarían los menores efectos
del Programa, los resultados son claramente positivos, y confirman que además de los efectos del Programa de
reducir la pobreza actual, continúan presentándose importantes mejorías en la acumulación de capital humano y en
escolaridad. También existen indicios de efectos positivos e importantes del Programa en las pruebas de rendimiento
escolar. Los resultados que se presentan son menos sólidos respecto a los impactos en las pruebas de rendimiento
escolar, pero los estimadores de dobles diferencias, que se consideran los estimadores con mayor rigor, sugieren un
efecto positivo del Programa en el caso de matemáticas. Una posibilidad complementaria y muy prometedora de
investigación podría ser el utilizar la base de datos de la prueba Enlace, que se aplica año con año en México, que
junto con la información sobre el estatus de beneficiario podría considerarse una fuente importante para analizar los
impactos del Programa en logro escolar.
También se llevó a cabo el análisis de costos y beneficios del Programa, que muestra que, bajo supuestos razonables
respecto a los retornos de la educación, los beneficios de Oportunidades exceden significativamente los costos. Este
análisis implica que el Programa no sólo contribuye de manera importante a incrementar los niveles de escolaridad
en México, sino también que la inversión de los individuos y del Gobierno Federal en este Programa será mucho
más que compensada por los incrementos en el ingreso de los individuos en el futuro.
Al final del documento, se presenta un análisis de las Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas (FODA)
para Oportunidades en las zonas rurales. En general, los resultados de este estudio siguen mostrando impactos po-
sitivos en la escolaridad como resultado del Programa, y evidencia importante de que estos impactos ocurren tanto
para jóvenes indígenas como para los no indígenas. Se identificaron asimismo algunos efectos de menor magnitud
en los logros académicos en matemáticas, si bien limitados por el hecho de que no se encontraron efectos en
comprensión de lectura. El análisis estuvo limitado por las pérdidas en la muestra de los beneficiarios iniciales, para
quienes sugerimos una recolección adicional de información. Otra limitante es la falta de información basal en las
pruebas de desempeño.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 203

Análisis FODA

Fortalezas: atributos de Oportunidades que ayudan a cumplir los objetivos del Programa

Prioridad Descripción Fuente del análisis


Impacto importante de la escolaridad en corto y medio plazo tanto para
F1 Encaseh 1997, 2007
niños como para niñas

Impactos importantes positivos del Programa en escolaridad tanto para Encaseh 1997
F2
jóvenes indígenas como los no indígenas Encel 2007

Evidencia de los impactos positivos de Oportunidades en el rendimiento en


F3 Encel 2007
matemáticas

Impactos más grandes de Oportunidades en escolaridad para aquellos que


F4 Encel 1998 - 2007
estuvieron más tiempo cubiertos por el Programa

Debilidades: atributos de Oportunidades que son un obstáculo para lograr los objetivos del Programa

No haber obtenido impactos positivos en las pruebas de rendimiento de


D1 comprensión lectura resulta preocupante, por la naturaleza de la muestra Encel 2007
para la prueba de rendimiento

Oportunidades: condiciones externas que ayudan a lograr los objetivos de Oportunidades

Interés y aplicación de trabajo de campo complementario a la Encel 2007 para ubicar y entrevistar a la población
migratoria y así poder estimar los valores de los impactos de Oportunidades en los migrantes. Se sugiere aprovechar
O1 el trabajo de campo de este otoño para aplicar un pequeño cuestionario sobre educación y trabajo a fin de obtener la
información de los jóvenes que no respondieron el cuestionario para jóvenes de 2007 y proporcionar una muestra más
representativa para estimar los impactos escolares
O2 Flujo de financiamiento y respaldo coherente para apoyar la evaluación del programa
Interés y respaldo para la evaluación rigurosa de Oportunidades, por parte del gobierno y de la comunidad política y
O3
científica de México y del mundo

Amenazas: condiciones externas que podrían dañar los objetivos de Oportunidades

Las limitaciones y dificultades de los datos asociadas a dar el seguimiento longitudinal a una muestra de evaluación muy
A1
grande.

A2 Bajos niveles de rendimiento entre la población beneficiaria de Oportunidades

A3 Baja calidad de las escuelas a las que acuden los beneficiarios de Oportunidades.
204 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Recomendaciones para Oportunidades

Tipo de
Recomendación (con el sector responsable entre paréntesis)
estrategia **

1) Continuar con Oportunidades poniendo especial énfasis en mejorar los resultados de los niños que están creciendo en la
pobreza (Oportunidades).
F-O 2) Continuar evaluando rigurosamente Oportunidades poniendo especial énfasis en mejorar el trabajo de campo y dándole
seguimiento a los migrantes jóvenes, con el fin de asegurar y proporcionar una imagen real de los impactos de todos los
beneficiados por el Programa.
Aplicar un esfuerzo académico y de evaluación a gran escala utilizando las pruebas de Enlace para calcular el impacto de
D-O
Oportunidades respecto al rendimiento.
Considerar aprovechar el trabajo de campo de los migrantes para obtener información acerca de la educación y trabajo de los
F-T
adultos jóvenes de los cuales no se pudo obtener información en 2007.

Analizar las formas en que Oportunidades puede abordar el aspecto del bajo rendimiento de sus beneficiarios y solucionar
D-T
problemas asociados con la baja calidad de las escuelas.

** Panorama de las posibilidades estratégicas para acciones futuras


Análisis interno
Fortalezas Debilidades

Estrategias F-O insistir en las oportunidades


Análisis externo Oportunidades Estrategias D-O resolver las debilidades
que refuerzan al Programa

Estrategias F-A identificar las formas en Estrategias D-A establecer un “plan de


que Oportunidades puede aprovechar estas defensa” para prevenir las debilidades
Amenazas
fortalezas para reducir la vulnerabilidad ante de Oportunidades ante las amenazas
las amenazas externas externas.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 205

Seguimiento de adultos jóvenes en


hogares incorporados desde 1998
a Oportunidades: impactos en educación
y pruebas de desempeño

I. Introducción
I nmovilidad y transmisión intergeneracional de la pobreza. Una pregunta fundamental en
políticas públicas es si éstas pueden ayudar a disminuir la transmisión intergeneracional
de pobreza mediante el incremento del capital humano de los niños de hoy, sobre todo de
familias pobres. La persistencia del nivel económico a través de las generaciones es consi-
derable en países desarrollados, donde existen datos relativamente apropiados para realizar
estimaciones de este tipo.1-4,* Para el caso de Latinoamérica, los datos disponibles para realizar
estimaciones sobre las correlaciones intergeneracionales de sueldos o ingresos por periodos
prolongados de tiempo son escasos. Sin embargo, las correlaciones intergeneracionales en
logros educativos, que constituyen un factor determinante de los ingresos salariales, sugieren
lazos fuertes entre las generaciones y, por ende, una movilidad intergeneracional limitada.
Behrman, Gaviria y Székely7 estiman la movilidad escolar intergeneracional en Latinoamérica
basándose en encuestas con preguntas retrospectivas sobre características de los padres y
en el análisis de más de 100 encuestas en hogares, que abarcan dos décadas y 20 países
(figura 1). Estos autores encontraron que la movilidad escolar intergeneracional es mucho
menor en Latinoamérica que en los Estados Unidos y que la movilidad intergeneracional
es mucho menor en México que en la mayor parte de América Latina.‡ Es por esto que los
retos para reducir la transmisión intergeneracional de pobreza en México son muy grandes.

* Estudios anteriores5,6 sugieren mayor movilidad debido a que correlacionaron datos sobre ingresos intergeneracionales
anuales y no de largo plazo.

Hertz y colaboradores8 calculan las tendencias en 50 años de persistencia intergeneracional de escolaridad para
42 naciones y documentan grandes diferencias regionales. Latinoamérica muestra las más altas correlaciones
intergeneracionales.
206 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Figura 1 0.7
Correlaciones interge-
0.6
neracionales escolares
en Latinoamérica y 0.5
Estados Unidos
0.4

0.3

0.2

0.1

0
1984

1985

1986

1987

1988

1989
1990
1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998
México Latinoamérica Estados Unidos

Fuente: Referencia 7.

Muchos mecanismos podrían atenuar la transmisión intergeneracional de la pobreza. Behrman, Birdsall y Székely9
analizan el impacto de las condiciones macroeconómicas y de las políticas educativas en la movilidad intergenera-
cional utilizando los datos obtenidos entre 1980 y 1996 a partir de 28 encuestas a hogares, que incluían 16 países
latinoamericanos. Estos autores muestran que los logros educativos obtenidos por los padres están asociados de
manera importante con la escolarización del niño, pero esa relación se debilita ante las buenas condiciones macroeco-
nómicas (en especial por el desarrollo del mercado interno), una mejoría en la educación básica y una mayor calidad
de las escuelas. Su conclusión es que las políticas macroeconómicas, de recursos humanos y posiblemente de otro
tipo sí pueden afectar la inmovilidad y la transmisión intergeneracional de la pobreza en Latinoamérica. Entre todas
las políticas relacionadas con los recursos humanos, aquellas relacionadas con la educación han recibido particular
atención en la literatura, ya que se ha observado que incrementan las alternativas de los niños y jóvenes cuando
llegan a la edad adulta, en parte por incrementar su productividad en el mercado laboral, pero también por otros
indicadores de resultado, sobre todo para las mujeres.10,11

Evidencia del impacto de las políticas para mejorar la educación de niños y jóvenes de familias pobres de países en
desarrollo. La literatura reciente relacionada con la inversión de recursos en niños y jóvenes hace especial énfasis en el
impacto de las políticas para mejorar la educación bajo el supuesto de que la educación es un canal muy importante,
posiblemente el principal, por el que se afectan las alternativas de los jóvenes.*
Varios de estos estudios utilizan “experimentos naturales” (por ejemplo, cambios de políticas que afectan de
manera diferenciada a distintos niños debido a la geografía o a la edad) o experimentos aleatorios controlados para
explorar intervenciones por el lado de la oferta. Algunos ejemplos de experimentos naturales que reportan efectos
importantes y, a menudo, sustanciales incluyen la investigación de Duflo13 sobre la expansión acelerada de las es-
cuelas primarias en Indonesia en el logro escolar y los salarios subsecuentes; el estudio de Case y Deaton14 acerca
del impacto de la proporción maestro-alumno en Sudáfrica sobre la inscripción y el logro escolar; el estudio de Chin15
acerca del impacto en las tasas de terminación de primaria y de alfabetización de las niñas en la India ocasionado
por el incremento en el número de maestros (Operación Pizarrón); la investigación de Urquiola16 en las zonas ru-
rales de Bolivia sobre los efectos del tamaño de los grupos de alumnos en su desempeño; y el estudio de Galliani,
Gertler y Shargrodsky17 sobre los impactos de la descentralización de las secundarias de Argentina en los resultados

* Behrman12 proporciona mayores detalles y críticas de la mayoría de los estudios que se resumen en esta sección del documento, de otros estudios
relacionados con la escolaridad, así como programas pre y post-escolares.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 207

de las pruebas de matemáticas y español. Entre los ejemplos de los experimentos aleatorios controlados se pueden
mencionar los hallazgos de Banerjee y colaboradores* sobre los efectos positivos que tiene el aumentar el número
de maestros en los centros de educación informales en las zonas rurales de Rajastán, India en la participación de
las niñas en la escuela. Glewwe, Kremer y Moulin18 y Glewwe y colaboradores19 encontraron que los programas
que buscan mejorar la calidad de las escuelas a través de la entrega de rotafolios o libros de texto no han producido
efectos en la escolaridad y sólo efectos limitados en los puntajes de las pruebas realizadas en las zonas rurales de
Kenia. Banerjee y colaboradores20 encontraron que los asistentes de maestros que trabajaron con los estudiantes más
pobres de Vadodara y Mumbai, al oeste de la India, aumentaron el desempeño en los exámenes de los estudiantes
del tercer y cuarto grado que tenían un pobre desempeño y el aprendizaje de matemáticas asistido por computa-
dora en el caso de los estudiantes de cuarto año en Vadodara. Ambos resultados en un periodo de dos años y con
un declive sustancial en los efectos al tercer año de haberse dado por terminados los programas. Glewwe, Ilias y
Kremer19 encontraron efectos positivos importantes, pero una vez más no se mantuvieron dos años después de
finalizado el programa de incentivos a los maestros sobre las pruebas de rendimiento de los estudiantes al oeste de
Kenia. Duflo y Hanna21 encontraron que al monitorear la asistencia de los maestros en las zonas rurales de Rajastán,
India, mediante fotografías diarias de éstos con los estudiantes, se redujo de forma importante la ausencia de los
maestros y se incrementó el desempeño de los estudiantes en los exámenes.
Pocos estudios han utilizado ya sea experimentos naturales o experimentos aleatorios controlados para explorar
intervenciones que afectan directamente las decisiones de los hogares, esto es, que operan por el lado de la deman-
da. Angrist y colaboradores22,‡ investigaron los impactos del Programa de Ampliación de Cobertura de la Educación
Secundaria (Paces) en algunas ciudades colombianas, asignando a través de un mecanismo de loterías cupones
a estudiantes pobres en edad de secundaria para asistir a escuelas privadas en el caso de un exceso de demanda.
Estos autores encontraron efectos importantes en logro escolar, el puntaje obtenido en las pruebas de rendimiento
y en la tasa de terminación de secundaria. Adicionalmente, varios estudios han examinado la experiencia chilena de
los cupones escolares, la mayoría de ellos reporta efectos limitados o nulos en las comparaciones de puntajes en las
pruebas entre escuelas públicas y privadas.23-28,§,# Sin embargo, Bravo, Mukhopadhyay y Todd29 estiman un modelo
dinámico de decisiones de educación y trabajo utilizando datos e información contemporáneos y retrospectivos sobre
escolaridad y trabajo por un periodo de 35 años. En ese lapso algunos individuos terminaron sus estudios antes de
que se introdujera el programa de vales escolares, mientras que otros tuvieron la opción de utilizar los cupones en
algún lapso o durante toda su vida escolar. Los autores encontraron que el programa de vales escolares indujo a los
individuos a asistir a escuelas privadas subsidiadas a una mayor tasa, a alcanzar un mayor nivel de logro escolar, a
recibir salarios más elevados y a participar en mayor medida en la fuerza laboral. Asimismo, una vez que se intro-
dujeron los vales escolares, se incrementaron los retornos a la educación pública y privada. Ello puede ser la causa
del por qué los estudios previos que realizaron comparativos que se basaron únicamente en datos ex-post al inicio
del programa no arrojaran efectos importantes. Los experimentos controlados aleatorios han sido utilizados para
evaluar los impactos de otros programas de transferencias condicionadas en efectivo y que se diseñaron, en parte,
inspirados en Oportunidades, como la Red de Protección Social (RPS) de Nicaragua y el Programa de Asignación
Familiar (PRAF) de Honduras. Maluccio y Flores30 estimaron los efectos de la RPS dos años después de su inicio:
la inscripción escolar aumentó cerca de 12.8 puntos porcentuales en niños de 7 a 13 años de edad en los grados
de primero a cuarto, la asistencia escolar aumentó alrededor de 20% con un efecto ligeramente mayor en los niños
que en las niñas, y la progresión escolar a tiempo aumentó en 7.3 puntos porcentuales (medido como la progresión

* Banerjee A, Jacob S, Kremer M, Lanjouw J, Lanjouw P. Promoting School Participation in Rural Rajasthan: Results from Some Prospective Trials. Mimeo,
MIT, 2000.

Angrist J, Bettinger E, Kremer M. Long-term Consequences of Secondary School Vouchers: Evidence from Administrative Records in Colombia. Bureau
for Research in Economic Analysis of Development (BREAD), documento de trabajo #79, 2004.
§
Bravo D, Contreras D, Sanhueza C. Rendimiento escolar, desigualdad y brecha de desempeño privado/público: Chile 1982-1997. Documento de Trabajo
N° 163. Chile: Departamento de Economía, Universidad de Chile, 1999.
#
Contreras D. Evaluando un sistema de vales en Chile: Características individuales, familiares y escolares. Borrador de trabajo, Universidad de Chile,
2001.
208 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

de dos grados escolares en los dos años del programa que abarcó la evaluación). Glewwe y Olinto31 encontraron
impactos importantes a corto plazo del PRAF en la inscripción escolar (de 1 a 2 por ciento), la tasa de abandono
(reducciones de 2 a 3 puntos porcentuales) y la promoción o pase al siguiente grado escolar (de 2 a 4 puntos
porcentuales). Al simular los efectos de largo plazo se incrementó el logro escolar de los niños de 14 años, de 4.2
grados a 4.9 grados, lo que representa un incremento de 0.7 grados de escolaridad. Estos logros son tan importan-
tes como aquellos estimados para Oportunidades, a pesar de estar asociados a un monto menor de transferencias.
La aparente mayor sensibilidad del PRAF respecto a Oportunidades puede deberse a que la población objetivo de
Honduras es más pobre que la mexicana, y a que la focalización del PRAF estaba más orientada a aquellos grados
en los que las tasas de inscripción pre-programa eran menores que las correspondientes a los grados de educación
primaria que considera Oportunidades. Además, dicha sensibilidad puede ser no lineal y decreciente en ingresos.
Los estudios generalmente se diseñan para periodos cortos de tiempo dentro de la duración de un programa, sin
embargo, existen excepciones muy importantes (por ejemplo, la construcción de escuelas en Indonesia y el programa
de cupones escolares en Chile). Un subconjunto de estos estudios también sugieren que después de algunos años
los efectos se desvanecen de forma notable y los que abordan a Oportunidades no proporcionan una base confiable
para predecir cuáles son sus efectos en educación en el largo plazo para las zonas rurales de México. Tampoco son
capaces de proporcionar una base para predecir si, más allá de los impactos en educación, podrían existir impactos
en otros resultados de los jóvenes. Esto último, de nuevo, con la excepción del programa de construcción de escue-
las en Indonesia y el de cupones escolares de Chile en los que se encontró un impacto a largo plazo en salarios. En
resumen, estas investigaciones recientes nos dan una mayor certidumbre respecto a qué políticas pueden funcionar
y cuáles no en contextos particulares de países en desarrollo, con un énfasis ligeramente mayor en las políticas por
el lado de la oferta que en aquellas orientadas por el lado de la demanda.

Investigaciones previas sobre los efectos en educación de Oportunidades en zonas rurales. Evaluaciones previas de
Oportunidades han mostrado la existencia de importantes efectos a corto plazo en la educación, pero éstas no le han
dado seguimiento a los niños por un tiempo suficientemente largo en sus ciclos de vida que permita estimar de forma
directa los impactos en educación a largo plazo y mucho menos estimar dichos impactos una vez que éstos hayan
concluido su vida escolar. En su lugar, se ha estimado el impacto de Oportunidades a largo plazo en logro escolar a
través de una variedad de enfoques indirectos que utilizan diferentes tipos de datos y métodos de estimación que, en
su mayoría, hacen inferencias de largo plazo a partir de estimaciones que se basan en uno o dos años de exposición
al Programa, a pesar de que en algunos casos se ha logrado analizar hasta 5.5 años de exposición al Programa:

• Estimación de modelos probit de inscripción basados en los datos experimentales iniciales de 1997 y 1998 para zonas
rurales y simulaciones de las implicaciones de dicha estimación para las inscripciones a largo plazo y, en consecuencia,
el grado escolar que se alcanza bajo el supuesto de que esa estimación es válida para una cohorte sintética.32
• Estimación de las matrices de transición para ingresar a la escuela, pasar de grado, repetir algún grado, abandonar
los estudios, y reingresar a la escuela, con base en los datos experimentales iniciales de 1997 y 1998 para zonas
rurales y su utilización para simular impactos de largo plazo en logro escolar bajo el supuesto de que dicha estimación
es válida para una cohorte sintética.33
• Estimación de los efectos después de seis años (2003) del diferencial de 20 meses de exposición al Programa,
utilizando los datos experimentales iniciales de 1997-2003 para zonas rurales y la posterior utilización de dicha
estimación para simular los impactos de largo plazo en logro escolar.34
• Estimación de los efectos del Programa con controles para antecedentes familiares en común a través de estimacio-
nes para hermanos que viven en el mismo hogar obtenidas a partir de combinaciones de métodos de pareamiento,
diferencias y variables instrumentales; de tal forma que se minimiza la necesidad de supuestos para modelos para-

* Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo,
2007.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 209

métricos. Con las estimaciones así obtenidas, se simulan los efectos de largo plazo en logro escolar. Todo lo anterior,
utilizando los datos urbanos de 2003 y 2004.35
• Estimación de los efectos del Programa al comparar a los que recibieron tratamiento (por seis años en la muestra
rural y por un año en la muestra urbana) con los del grupo control utilizando métodos de pareamiento por puntaje
de propensión en características observadas para el grupo de comparación y utilizando dichas estimaciones para
simular los impactos a largo plazo en logro escolar.36,*
• Estimación de un modelo estructural de escolaridad del hogar y comportamiento de fecundidad a partir de los datos
de la línea basal rural de 1997, puesta a prueba del modelo contra los datos del experimento original y utilización
del modelo para simular, entre otras cosas, los impactos a largo plazo en logro escolar.37,‡

Un resultado muy sorprendente es que estos estudios tan diferentes que utilizan una amplia gama de enfoques
y datos tienden a obtener un impacto a largo plazo en logro escolar muy similar, básicamente en un rango de 0.5 a
0.9 de años de escolaridad adicionales. Los impactos más grandes del Programa ocurren después de la primaria, en la
coyuntura del inicio y progreso en la secundaria, lo que sugiere la posibilidad de mejorar la orientación del Programa
para que éste obtenga mayores efectos en la inscripción sin modificar sus costos presupuestales.
Éste y otros estudios también contribuyen a nuestro entendimiento de otras formas en que se presentan los
impactos de Oportunidades en educación, como:

• Los impactos no se limitan a la inscripción escolar, también incluyen la terminación de un grado escolar (versus su
reprobación) y, por consiguiente, las tasas de repetición y abandono escolar, así como la tasa de reingreso; aunque
no incluye a la edad del primer ingreso.33
• Cierta evidencia consistente con un comportamiento previsor en la forma de una mayor progresión a lo largo de
los primeros años de la primaria, a pesar de que los estudiantes en esos grados aun no reciben transferencias en
efectivo condicionadas.33
• Los beneficios simulados del Programa, únicamente en términos de tasas salariales, son varias veces mayores que sus
costos, a menos que las tasas de descuento sean muy elevadas o los retornos a la educación sean muy bajos.§,#
• No se ha encontrado evidencia alguna de que Oportunidades incremente el desempeño en las pruebas de rendi-
miento, si bien la evidencia es muy limitada debido a que dichas pruebas no se realizaron en las rondas iniciales de
recolección de datos; de modo que no es posible controlar por la puntuación en las pruebas de rendimiento previas
al Programa.#
• Se podría incrementar de manera significativa el logro escolar con el mismo presupuesto reasignando las becas a
nivel primaria a otros niveles escolares más altos.37,39 No obstante, este cambio pueda resultar menos efectivo en
términos de otros objetivos tales como la reducción de la pobreza actual.
• Oportunidades parece servir como una red de protección que ayuda a mantener a los niños en la escuela cuando los
hogares se enfrentan a acontecimientos sorpresivos debido al estado de dependencia en la inscripción escolar, aun
y si los niños pudiesen haber tenido que trabajar más en el momento en que apareciera un choque negativo.40
• Los impactos del Programa aparentemente se relacionan en forma positiva con la calidad escolar.&

* Behrman JR, Parker SW, Todd PE. The impacts of obligatory secondary school education in Mexico. Mimeo, 2007.

Attanasio O, Meghir C, Santiago A. Education Choices in Mexico: Using a Structural Model and a Randomized Experiment to evaluate Progresa. Londres:
University College London. Mimeo, 2005.
§
Algunos, como Banerjee38 han señalado que Progresa/Oportunidades es un programa relativamente caro para incrementar el logro escolar al comparar
entre distintos programas el gasto del presupuesto gubernamental por año escolar adicional. Pero para obtener las razones de costo-beneficio, lo que se
desea comparar son los costos de los recursos, que son diferentes a los gastos del gobierno ya que no incluyen las transferencias pero sí los costos privados
y los costos de distorsión. Asimismo, para realizar comparaciones entre economías tan diferentes como las del sur de Asia, el este de África y México es
necesario realizar ajustes por las diferencias en los precios relativos.
#
Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo,
2007.
&
Behrman JR, Hoddinott J, Maluccio JA, Soler-Hampejsek E, Behrman EL, Martorell R, et al. What Determines Adult Cognitive Skills? Impacts of Pre-School,
School-Years and Post-School Experiences in Guatemala. Filadelfia, PA: Universidad de Pensilvania. Mimeo, 2008.
210 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

• Los efectos del Programa en fecundidad no son grandes.37


• Las externalidades del Programa en escolaridad para los niños que viven en las mismas comunidades pero cuyas
familias no fueron elegidas para recibir los beneficios del Programa son insignificantes33 o positivas; para este últi-
mo, el estudio de Bobonis y Finan41 sugiere que los efectos positivos, a través de canales como mayores normas,
superan los efectos negativos, a través de factores como el exceso de participantes.

Así, los extensos estudios de los impactos de Oportunidades en la educación nos han llevado a tener un amplio
conocimiento acerca de los efectos a corto plazo del Programa en escolaridad, probablemente el mayor grado de
conocimiento que se haya obtenido a partir de cualquier otro programa en el mundo que incida en la educación. Sin
embargo, hasta la fecha no existe ningún tipo de evidencia directa de los efectos a largo plazo en la escolaridad ni
evidencia alguna de impactos positivos en las pruebas de rendimiento.

RELEVANCIA PARA LOS OBJETIVOS DE OPORTUNIDADES

Uno de los objetivos más importantes de Oportunidades es reducir la transmisión intergeneracional de pobreza a través
de incrementar las opciones disponibles que existen para los niños y jóvenes de familias pobres mientras van creciendo y
llegan a su edad adulta.42-44,* La relativamente elevada inmovilidad intergeneracional en México (señalada anteriormente)
significa que se trata de un reto muy importante. Una estrategia muy prometedora consiste en mejorar la educación
de los niños y jóvenes de las familias en pobreza. Sin duda, la mayor proporción de las transferencias condicionadas en
efectivo están asociadas a la asistencia escolar. De allí la importancia central de preguntarse cuáles son las implicaciones
de largo plazo para los jóvenes que han estado expuestos al Programa por casi una década.

DIMENSIONES DE OPORTUNIDADES QUE PODRÍAN AFECTAR A LOS JÓVENES

El aspecto más importante de Oportunidades y que probablemente incidió en los jóvenes que participaron en la Encel
2007, a través de su exposición al Programa durante casi una década, es el componente educativo en forma de trans-
ferencias en efectivo hacia las madres (para el caso de los estudiantes de educación media superior, la transferencia
se realiza directamente a ellos) que están condicionadas a que niños y jóvenes asistan a la escuela. Además, estos
individuos probablemente también se vieron afectados por las transferencias en efectivo correspondientes al apoyo
en alimentación, por su asistencia periódica a las clínicas de salud y por los conocimientos de diferentes aspectos
de nutrición y salud adquiridos a través de las pláticas‡ a las que los beneficiarios de Oportunidades están obligados
a asistir y en las que se discuten temas de salud y nutrición, entre otros. Estas sesiones son dirigidas por médicos y
enfermeras con amplios conocimientos en los temas.46 Si estas reuniones mejoran los conocimientos y las prácticas
sobre salud y nutrición, también podrían mejorar la salud de los niños y jóvenes.

OBJETIVOS DEL ESTUDIO

Objetivo general. Utilizando los datos de la Encel 2007, investigar si Oportunidades está incrementando el capital
humano de los jóvenes de 19 a 22 años de edad de familias pobres en zonas rurales gracias a su exposición al
Programa por casi una década.

* No se debe esperar que Oportunidades por sí solo alcance dicho objetivo, ya que el éxito en ello depende del mercado laboral, las condiciones
macroeconómicas, y factores de recursos humanos que van más allá del alcance del Programa.9,45 No obstante, se espera que las inversiones de capital
humano inducidas por el Programa sean un aspecto importante para alcanzar dichas metas.

En el 2005 las pláticas fueron reemplazadas por talleres interactivos para el autocuidado de la salud. Pero en este documento utilizaremos las pláticas, ya
que son las que estuvieron disponibles durante la década que se está tomando en consideración.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 211

Objetivos específicos. Estimar los impactos a largo plazo de Oportunidades en logro escolar y logro cognoscitivo. El
grupo de edad principal contaba con 9 a 12 años de edad previo al inicio del Programa y, por tanto, al momento de
participar en la Encel 2007 contaba con 19 a 22 años. También se presentan estimaciones complementarias para
el grupo de edad de 17 a 18 años en 2007.*

Hipótesis principales. El documento analiza las siguientes hipótesis:

1. El incremento significativo en logro escolar alcanzado por los jóvenes beneficiarios de Oportunidades y que se
documentaron por Behrman, Parker y Todd‡ utilizando la Encel 2003, se ha mantenido o ha aumentado.
2. El incremento significativo en escolaridad podría conducir a un aumento en el rendimiento, tal y como se mide a
través de las pruebas de rendimiento estandarizadas.
3. La población indígena puede mostrar diferentes impactos en escolaridad respecto a la población no indígena.

II. Métodos
DESCRIPCIÓN DE DATOS

1) Resultados para adultos jóvenes de 19 a 22 años de edad a partir de las Encel 2003 y 2007. Las Encuestas
de Evaluación de los Hogares (Encel) 2003 y 2007 incluyen tanto a las localidades de intervención temprana
(marzo 1998, T1998) como a las de tratamiento tardío (noviembre 1999, T2000) que son parte de la muestra
original de evaluación cuya asignación entre grupos fue aleatorizada. El diseño de la evaluación original incluyó a
506 localidades, de las que 320 se asignaron aleatoriamente al grupo de tratamiento (T1998) y 186 al grupo de
control, que se convirtió en grupo de tratamiento 18 meses después (T2000). Entre 1997 y 2000, se realizaron
cierto número de rondas de levantamiento de información de la Encel, que dieron como resultado los impactos a
corto plazo contenidos en las evaluaciones descritas con anterioridad. En 2003 un nuevo grupo de comparación
(C2003) de localidades similares que nunca habían recibido los beneficios del Programa se añadió a la muestra
de evaluación, utilizando el método de pareamiento por puntaje de propensión, con el fin de obtener los impactos
del Programa de mediano plazo, dado que el grupo de control original en ese momento ya estaba recibiendo los
beneficios del Programa.§ En 2003 se llevó a cabo una nueva ronda de la Encel, que incluyó tanto a las comunidades
originales de la evaluación como a las nuevas comunidades C2003.
2) En 2007 se volvió a entrevistar a la muestra de la Encel. El número de localidades fue menor en cada grupo (278
localidades para T1998 y 172 para T2000) comparado con las muestras anteriores de la Encel (320 localida-
des en T1998, 186 para T2000). Esta reducción se debe a que por un recorte de presupuesto, la muestra de la
Encel 2007 no incluyó a las localidades con menos de 20 familias. Por otro lado, la Encel 2007 sí incluyó a las

* Originalmente, este documento había contemplado un análisis adicional del impacto del Programa en los temas de mercado laboral, matrimonio y
emigración. Sin embargo, a solicitud de Oportunidades, el documento finalmente se enfocó de manera exclusiva a indicadores de educación dado que
otros documentos abordarán los temas adicionales que se tenían contemplados y que forman parte de la Agenda de Evaluación del Programa.

Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo,
2007.
§
Todd (Technical note on using matching estimators to evaluate the Oportunidades Program for six year follow-up evaluation of Oportunidades in rural
areas. Filadelfia: Universidad de Pensilvania. Mimeo, 2004) describe a detalle el pareamiento que se llevó a cabo para seleccionar las localidades que
conformarían el nuevo grupo de comparación. Utilizando datos provenientes del barrido a nivel localidad que se realizó previo al Programa, el pareamiento
incluyó las siguientes variables: características de la vivienda, incluyendo la proporción de hogares con agua corriente y sin electricidad; número promedio
de habitaciones y proporción de éstas con piso de tierra; activos del hogar, incluyendo la proporción de hogares con teléfono, refrigerador, lavadora,
automóvil y estufa de gas; proporción de niños trabajando; proporción de niños pequeños en el hogar; número de personas con discapacidades, y su edad
y sexo; proporción de hogares con una mujer como jefe de hogar; promedio de educación en la localidad; y, tamaño de la localidad y su distancia respecto
a las instalaciones de los servicios de salud y educación. Este pareamiento se realizó para establecer una buena muestra para la comparación, a falta de
un diseño experimental. Cabe notar que ello no debe confundirse con las estimaciones obtenidas por métodos de pareamiento que se discutirán en este
documento y que utilizan un conjunto más amplio de características observadas
212 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 1 Basado en el modelo Rasch*


Desempeño de los
Comprensión de lectura: Comprensión de lectura:
estudiantes de tercer Estándares 2004 Estándares 2007 Encel
año de secundaria
Género del estudiante Media DE Media DE
Mujer 502.18 99.96 407.00 99.00
Hombre 497.84 100.09 403.00 96.00
Tipo de secundaria
General 500.34 93.21
Privada 593.98 107.91
Técnica 499.62 96.34
Telesecundaria 459.03 91.21    
Programa Oportunidades
Beneficiario 467.68 94.48 401.00 95.00
No beneficiario 515.36 98.61 425.00 101.00

Nota: resultados ponderados. Los resultados de los estudiantes respecto de su desempeño se basan en el modelo Rasch de la teoría de respuesta a un
aspecto. Es por ello que la escala operativa de las pruebas van de 200 a 800 (este último es el registro más alto)
Fuente: Referencia 47.

localidades de control de 2003. Sin embargo, muchos de los hogares que eran elegibles de estas localidades ya se
habían incorporado al Programa a finales de 2003 y 2004. Así, se dividió la muestra de estas nuevas localidades
de 2003 en dos submuestras. Se definió a las familias elegibles C2003 y que se incorporaron al Programa a finales
de 2003 y hasta a principios del 2004 como la muestra T2003, y aquellas que no estaban ni fueron incorporados
al Programa previo o durante la Encel 2007 como la muestra C2007, que nunca ha recibido la intervención. Se
aprovecharon estos dos subgrupos, formados a partir del nuevo grupo de localidades, para estimar los impactos a
10 años al comparar el grupo T1998 con C2007; así como estimar impactos a seis años, al comparar T1998 con
T2003. Se tomó como línea basal los datos de la Encuesta de las Características Socioeconómicas de los Hogares
(Encaseh) de 1997. Como parte del trabajo de campo de la Encel 2007, se aplicaron exámenes de lectura y
matemáticas a una submuestra de adolescentes de 15 a 25 años de edad en 2007. La prueba de matemáticas es
una versión en español de las pruebas Woodcock Johnson,* que son las que generalmente se aplican en Estados
Unidos para medir el logro académico en tanto que la prueba de lectura forma parte de los Estándares Nacionales,
desarrollados por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

El INEE modificó la prueba de comprensión de lectura que se incluye en los Estándares para poder aplicarla en la
Encel, haciéndola una versión más corta debido al poco tiempo disponible para su aplicación en el trabajo de campo.
Para poder realizar las comparaciones entre la prueba de la Encel y los resultados 2003-2004 de los Estándares
Nacionales, el INEE volvió a calificar el segmento de las pruebas de los Estándares 2003-2004 que conforman
el examen de la Encel. Respecto a los resultados que se compararon, es importante mencionar que la prueba de
comprensión de lectura de los Estándares Nacionales que se aplicó en el ámbito nacional durante el año escolar
2003-2004 se desarrolló como una prueba de rendimiento en esta área para los alumnos que se iban a graduar
de tercer año de secundaria (el último grado de este nivel). En el trabajo de campo de la Encel 2007, la prueba se

* Cabe destacar que los resultados de las pruebas de matemáticas Woodcock Johnson no se pueden comparar con los niveles de rendimiento de los
niños mexicanos que no forman parte de la muestra de la Encel, ya que estas pruebas no se han utilizado más ampliamente en México. Sin embargo,
sí pueden servir como un punto de comparación con el nivel promedio de rendimiento de los niños en Estados Unidos o en cualquier otro país de
Latinoamérica en donde se haya utilizado esta prueba.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 213

aplicó a todos los jóvenes de 15 a 24 años de edad. Sin embargo, muchos de estos jóvenes no habían terminado
el tercer año de secundaria. Por ello, se espera que los resultados de esta prueba de comprensión de lectura de los
Estándares Nacionales sean más bajos que los nacionales. Además, aun para aquellos jóvenes de la muestra que
ya habían terminado el tercer año de secundaria, la muestra es el reflejo de una población rural marginada que muy
probablemente sólo ha tenido acceso a las escuelas de peor calidad que el promedio. Aun cuando estos jóvenes
hayan logrado llegar al mismo año escolar, se esperaría que sus resultados en la prueba sean más bajos. En ambos
casos se utilizó el método de puntuación Rausch para calificar los resultados de la prueba.48
El cuadro 1 es un resumen de los puntajes promedio de la prueba de los Estándares Nacionales en el ámbito
nacional (que se aplicaron en el año escolar 2003-2004) comparados con los obtenidos en el marco de la Encel
2007. Cabe resaltar la dramática diferencia entre los puntajes de ambos grupos. Mientras que el puntaje promedio a
escala nacional de un graduado de tercer año de secundaria en 2003-2004 fue de cerca de 500 puntos, tanto para
las niñas como para los niños, el puntaje promedio de los que hicieron el examen en la Encel 2007 fue ligeramente
mayor a 405 puntos. En parte, ello podría explicarse por el bajo nivel de educación de la muestra de la Encel (por
ejemplo, la mayoría no había terminado el tercer año de secundaria) y muchos de los que ya habían terminado el
grado al parecer llevaban un tiempo sin asistir a la escuela.
En resumen, los resultados básicos para 2007 en los que nos enfocaremos son:

• Logro escolar (grados que los alumnos lograron terminar)*


• Prueba de rendimiento de matemáticas (en la Encel 2003 se aplicó la prueba Woodcock Johnson a una muestra
de jóvenes de 15 a 21 años de edad en la Encel 2003 y en la Encel 2007 se aplicó a todos los jóvenes en general
de 14 a 24 años).
• Prueba de escritura realizada en la Encel 2003.
• Prueba de lectura (Estándares Nacionales de la Secretaría de Educación Pública, aplicada en forma general a todos
los jóvenes de 14 a 24 años de edad en la Encel 2007).

Para el caso del logro escolar se realizaron estimaciones de acuerdo a la condición indígena para analizar si esta
población muestra diferentes impactos por Oportunidades que la población no indígena. Para el análisis de las prue-
bas de rendimiento no se diferenció entre población indígena y no indígena, debido a que no existía un número de
indígenas suficiente a los que se les haya aplicado estas pruebas.‡

ENFOQUES METODOLÓGICOS: VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Los modelos simples de los impactos de programas como Oportunidades en jóvenes son ambiguos en sus predicciones.
Lo anterior debido a que, por ejemplo, la mayor escolaridad y la más rápida progresión en los grados escolares que se
obtienen como resultado del Programa parecen aumentar las recompensas que el mercado laboral brindará finalmente,
pero puede retrasar el primer ingreso a la fuerza laboral (en el Anexo se brinda una ilustración de lo anterior). Es por
ello que sólo los estimados empíricos pueden esclarecer la naturaleza de estos impactos y determinar si, por ejemplo,
la participación en la fuerza laboral aumenta o disminuye para las edades que se tomaron en consideración.

Cálculo de los impactos básicos. Nuestro objetivo fundamental es calcular los impactos en resultados para los jóve-
nes que han estado expuestos a Oportunidades por un periodo largo de tiempo, cercano a una década. La pregunta

* Los grados de preescolar y kinder no fueron incluidos. La escuela primaria incluye un máximo de seis años, secundaria un máximo de tres años y
educación media superior tres años más. Se restringió la variable grados de escolaridad terminados de tal forma que los niños de seis años hubieran
cursado por lo menos un grado escolar, los de siete años cuando menos dos grados, etcétera.

Desafortunadamente, dada la elevada pérdida de muestra que se describe en la siguiente sección así como el gran número de casos faltantes en la variable
CCT que identifica la escuela a la que asistió el joven (cerca de 70% de las veces esta variable no se reportó), no se puede llevar a cabo el análisis de los
impactos por la calidad de la escuela de la misma forma en que se mide considerando la escuela a la que el joven asiste actualmente.
214 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

metodológica fundamental es cómo comparar a los jóvenes que recibieron el tratamiento (esto es, que recibieron
los beneficios de Oportunidades cuando eran niños y adolescentes) con esos mismos individuos y a la misma edad
si no hubieran recibido dicho tratamiento. Debido a que no es posible observar a los individuos con y sin tratamiento
de manera simultánea, se utilizan métodos de recolección de datos y procedimientos estadísticos para poder llevar
a cabo estas comparaciones.
El estándar de oro comúnmente aceptado para ese tipo de comparaciones es la comparación entre los grupos
control y tratamiento, cuya asignación se realiza de manera aleatoria a través de un experimento del tipo doble cie-
go. De esta forma, los participantes no saben si han recibido el tratamiento o el placebo y a ambos grupos se les da
un seguimiento lo suficientemente amplio y sin pérdidas de muestra para poder observar los impactos de interés.*
Una fortaleza considerable de la estrategia original de evaluación de Oportunidades para las zonas rurales fue el
diseño experimental con asignación aleatoria para el grupo de tratamiento temprano en 1998 para 326 localidades
rurales y para el grupo de tratamiento tardío (aproximadamente 20 meses después) en 180 localidades rurales. En
ambos grupos, las localidades rurales tenían una población menor a 2 500 habitantes cada una. Behrman y Todd‡
examinaron la aleatorización inicial para la muestra socioeconómica en términos de un gran número de caracterís-
ticas observadas en la línea basal y reportaron que ésta parecía satisfactoria para la mayoría de los indicadores.§ Sin
embargo este diseño experimental no se mantuvo por periodos lo suficientemente largos de tiempo para utilizarlo
conforme a los propósitos de este documento.#
En cambio, el presente documento se basa en las comparaciones entre diferentes muestras con diferentes tiempos
de exposición al Programa realizadas tanto con estimadores de dobles diferencias como con estimadores de parea-
miento con dobles diferencias para controlar tanto la pérdida selectiva de muestra como las elecciones que afectan
la exposición del Programa. Respecto a esto último, debido a las decisiones sobre la expansión del Programa que
dieron como resultado que algunas localidades recibieran Oportunidades relativamente temprano y otras lo recibieran
más tarde o no lo recibieron hasta el momento en que se recolectaron los datos de la Encel 2007. Por ejemplo, para
los datos de la Encel se pueden hacer las siguientes comparaciones para los resultados de 2007: i) entre T1998 y
T2003, con cerca de seis años de diferencia en la exposición; ii) entre T2000 y T2003, con cerca de cinco años de
diferencia en la exposición; iii) entre T1998 y C2007, con casi diez años de diferencia en la exposición; iv) entre
T2000 y C2007, con cerca de ocho años de diferencia en la exposición; y, v) entre T2003 y C2007, con cerca de

* Aun los experimentos sociales mejor diseñados y realizados tienen limitaciones. Primero, es muy difícil realizar experimentos doble ciego para políticas
sociales y Oportunidades no pudo realizar uno de estos experimentos. Las implicaciones de ello para los impactos estimados no están claras, pues las
personas que proveen el tratamiento a los primeros grupos elegidos para recibirlo pueden tener una mayor dedicación al saber que se trata de un programa
nuevo; lo que tendería a sesgar a la alza los impactos estimados del Programa. Además, aquellas personas que recibirán el tratamiento posteriormente
podrían, aunque no exista un anuncio formal, anticipar que recibirán más adelante el tratamiento y ajustar su comportamiento antes de someterse al
Programa, de tal forma que podrían reducir los impactos estimados. Segundo, es difícil mantener por largos periodos de tiempo los diseños experimentales
iniciales. Para Oportunidades, como ya se ha mencionado, la diferencia en la exposición al Programa entre el grupo de tratamiento temprano y el tardío
es de aproximadamente 20 meses. Tercero, en muchos de los experimentos en los que se evalúan las políticas sociales puede presentarse el problema de
identificar los impactos del Programa en aquellos que en realidad son los beneficiarios (“tratamiento en el tratado”), frente a los impactos en aquellos que
son elegibles para ser beneficiarios (“la intención a tratar”). Lo anterior, debido a la participación selectiva en los programas por parte de aquellos individuos
que son elegibles. Debido a la participación casi universal en las pequeñas localidades rurales en las que inició el Programa, la distinción entre “intención
a tratar” y “tratamiento en el tratado” no parece ser empíricamente importante para evaluar el impacto en estas localidades. Cuarto, los experimentos
únicamente pueden evaluar los impactos del programa que se está evaluando y no variantes de dicho programa que se utilicen a manera de contrafactuales.
Bajo supuestos que es necesario desarrollar y estimaciones de modelos estructurales de comportamiento, tales modelos se pueden utilizar para evaluar
programas y políticas contrafactuales. Probablemente el ejemplo más influyente para desarrollar un modelo estructural y utilizarlo para explorar políticas
sociales contrafactuales en un contexto de país en desarrollo es el estudio de Oportunidades de Todd y Wolpin.37 En dicho estudio se consideran, por
ejemplo, diferentes estructuras de transferencias condicionales de efectivo.

Behrman JR, Todd PE. Randomness in the Experimental Samples of Progresa (Education, Health and Nutrition Program). Filadelfia, PA: Universidad de
Pensilvania, Informe de investigación para el IFPRI. Mimeo, 1999.
§
Tales pruebas únicamente se pueden aplicar a las variables observadas. Así, aunque son sugerentes acerca del éxito de la aleatorización, particularmente
en este caso al cubrir muchas variables observables, no son definitivas con respecto a las no observables.
#
El diseño experimental original junto con la Encel 2007 permiten la exploración de los impactos a largo plazo después de casi una década del Programa
durante las ventanas críticas, como los primeros años de vida, según se menciona en Behrman y colaboradores.49
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 215

Proporción Cuadro 2
Grupo terapéutico 1998
Pérdida de muestra/
falta de respuesta en
Edad del grupo Total Hombre Mujer
variables de educación
17-18 62.52 62.09 62.96 por edades y grupo
19-20 77.06 76.89 77.23 terapéutico en 2007
21-22 83.91 83.52 84.29 de la muestra original
Grupo terapéutico 2000 de la Encel 1997
Edad del grupo Total Hombre Mujer
17-18 60.88 60.12 61.62
19-20 74.73 75.13 74.31
21-22 83.51 83.58 83.45
Grupo comparativo 2003
Edad del grupo Total Hombre Mujer
17-18 53.55 54.88 51.44
19-20 66.62 67.8 64.69
21-22 71.26 73.63 67.64

cuatro años de diferencia en la exposición.* Para mantener un número de comparaciones que se puedan controlar,
se seleccionaron las más interesantes para el objetivo de este documento en el sentido de que amplíen nuestros
conocimientos acerca de los impactos a largo plazo a la luz de los estudios previos que utilizaron las comparaciones
de C2003, i) y iii). Esto es, se comparó 1) el grupo T1998 con el grupo C2007 para derivar las estimaciones del
impacto con casi 10 años de diferencia en la exposición; y 2) el grupo T1998 con el grupo T2003 para derivar las
estimaciones del impacto con casi seis años de diferencia en la exposición.
La ventaja más importante de estas comparaciones es que permiten la estimación de los impactos de Oportuni-
dades en 2007 para la Encel con grandes diferenciales en la exposición al Programa para un número de resultados
de interés. Las principales desventajas incluyen la posibilidad de enfrentarse a una pérdida selectiva de muestra y a
disponibilidad selectiva del Programa, ya que ambas pueden causar estimaciones sesgadas de los efectos del Pro-
grama.
De hecho, la pérdida de muestra en el seguimiento o la no respuesta de los individuos originales de 1997 en la
Encel 2007 son extremadamente altas para los indicadores de educación que aquí se utilizaron. Para los jóvenes
de 14 a 24 años de edad, las variables de escolaridad se realizaron directamente a los jóvenes de la muestra en un
cuestionario dirigido exclusivamente a ellos y separado del cuestionario general del hogar. Desafortunadamente esto
dio como resultado una mayor tasa de no respuesta para las variables de educación que para el resto de variables
obtenidas en el cuestionario general del hogar. Lo anterior, porque en los casos en los que no se entrevistó perso-
nalmente a los jóvenes no se capturó información a partir de un informante proxy acerca de su vida escolar. Así,
además de las pérdidas en la muestra de aquellos jóvenes que dejaron sus hogares, se tiene la falta de respuesta en
las variables de educación de aquellos jóvenes que viven en el hogar pero que no se encontraban al momento de la
entrevista.‡ El cuadro 2 presenta los niveles de pérdida de muestra/no respuesta por edad y grupo de tratamiento, y

* Se espera que la comparación entre los beneficiarios tempranos versus tardíos (grupo 1 versus grupo 2 en la comparación I) es una mejor comparación
ya que los hogares en ambos grupos satisfacen los requisitos de elegibilidad del Programa, lo que es menos probable que ocurra en los hogares que para
2005 no habían recibido los beneficios de Oportunidades y que son los que se utilizan en las comparaciones II y III.

Por conversaciones telefónicas e intercambios a través de correo electrónico, era nuestro entender que en el caso de que un joven no estuviese disponible al
momento de la entrevista para contestar el cuestionario, se realizaría la entrevista a un informante proxy. Sin embargo, al parecer esto no llegó a concretarse
en la práctica.
216 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 3 Edad 1997


Características del   Joven sin desmedro Joven con desmedro
entorno familiar por Variable Media DE Media DE
estado de desmedro/ Género 0.510 0.500 0.514 0.500
falta de respuesta: Trabajo 0.042 0.201 0.059 0.235
adultos menores de 17 Grado escolaridad del padre 3.355 2.686 3.058 2.488
a 22 años Grado escolaridad de la madre 3.007 2.591 2.775 2.567
Padre hablante de lengua indígena 0.305 0.460 0.320 0.466
Madre hablante de lengua indígena 0.306 0.461 0.334 0.472
Ingreso familiar 1,564 2,343 1,395 1,923
Piso de tierra 0.596 0.491 0.620 0.485
# Habitaciones 1.854 1.097 1.868 2.369
Agua en el hogar 0.434 0.496 0.365 0.481
Electricidad 0.774 0.419 0.709 0.454
Material de los techos (inferior) 0.714 0.452 0.729 0.444
Material de las paredes (inferior) 0.154 0.361 0.159 0.366
Licuadora 0.339 0.473 0.312 0.463
Refrigerador 0.146 0.353 0.132 0.339
Estufa de gas 0.325 0.468 0.276 0.447
Calentador de gas 0.033 0.180 0.026 0.160
Radio 0.647 0.478 0.627 0.483
Televisión 0.515 0.500 0.450 0.498
Video 0.034 0.181 0.034 0.181
Lavadora 0.042 0.201 0.039 0.193
Auto 0.029 0.169 0.023 0.149
Camión 0.068 0.252 0.068 0.252
Tierras propias 0.583 0.493 0.637 0.481
Animales propios 0.363 0.481 0.405 0.491

permite observar que las tasas de pérdida de muestra/no respuesta son mayores a 50% en todos los grupos de edad,
y sustancialmente más altas que las correspondientes a los grupos del tratamiento original y de mayor edad.*
Las tasas de pérdida de muestra/no respuesta tienen al menos dos implicaciones para el análisis que aquí se presenta.
Primero, los impactos estimados sólo serán válidos para la muestra de jóvenes entrevistados y este grupo probablemente
no es representativo de la muestra general de jóvenes. Se espera que los emigrantes muestren diferentes impactos
a los de los no emigrantes.‡ Segundo, las tasas diferenciales de pérdida de muestra entre los grupos de tratamiento
podría sesgar la comparación de las muestras. El cuadro 3 compara las características de aquellos que se convirtieron
en pérdidas contra aquellos que no y muestra cierta evidencia de que al menos antes del Programa aquellos que se
convirtieron en pérdidas en 2007 tienden a tener niveles más bajos de características socioeconómicas que aquellos
que permanecieron. Las estimaciones por pareamiento en dobles diferencias que se realizaron controlarán el problema
de pérdida selectiva de muestra bajo el supuesto de que las variables no observables, que afectan a los que permanecen
en la muestra, no varían en el tiempo y por ello no sesgan las estimaciones del impacto del Programa.

* Un análisis más amplio de la Encel muestra que más de la mitad de las no respuestas se deben a que no se aplicó el cuestionario al joven o a un informante
proxy. Al unir la muestra de la evaluación original con la de la Encel 2007, se puede observar que cerca del 74% de los individuos de nuestro grupo de edad
aparecieron en los registros de hogar, lo que significa que la información de su escolaridad se hubiera podido obtener a partir de un informante proxy.

Sin embargo, cabe notar que el trabajo de campo realizado en el otoño de 2008 para dar seguimiento a los emigrantes, permitirá realizar un análisis por
separado para estimar los impactos del Programa en este grupo.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 217

Finalmente, es importante señalar que para obtener las estimaciones de los impactos en las pruebas de rendimiento
se utilizaron tanto los estimadores de pareamiento con dobles diferencias como el de pareamiento con diferencias
simples. El examen de matemáticas Woodcock Johnson se aplicó a adolescentes en 2003 y en la nueva ronda de
la Encel (2007). Sin embargo, a muy pocos individuos (menos de 700 en total y sólo cerca de 300 en los grupos
de edad de interés) se les aplicó la prueba de rendimiento en matemáticas en ambas rondas. Esta pequeña muestra
se analizó con el estimador de pareamiento con dobles diferencias, mientras que el de pareamiento con diferencias
simples se utilizó para el análisis con la muestra más grande de aquellos que presentaron el examen de matemáti-
cas y el de comprensión de lectura en 2007 (este último examen sólo se aplicó en ese año). Los estimadores de
diferencias simples potencialmente presentan dificultades ya que los niveles de escolaridad previos al Programa son
más altos en el grupo C2003 que en el grupo T1998.* Es posible que se subestimen los impactos del Programa en
las pruebas de rendimiento si sólo se utiliza la información previa al Programa.

Estimaciones de costo-beneficio. Si bien las estimaciones del Programa informan acerca de las magnitudes de los impactos
del mismo, en forma aislada no nos dicen nada respecto a su rentabilidad. De tal forma que también se simulan las razones
costo-beneficio para diferentes duraciones de la participación en Oportunidades. Esto requiere calcular un valor monetario
de los resultados no sólo cualquier incremento en el trabajo o en los salarios, sino también los valores del aumento en
los años de matrimonio y de ser padres. También se requiere calcular los costos verdaderos de los recursos del Programa
descontando las transferencias puras, pero incluyendo aquellos costos privados que surgen por los costos de oportunidad
del tiempo y las distorsiones para financiar el Programa.50-53,* Se utilizan simulaciones bajo diferentes supuestos para ver
qué tan sensibles son las estimaciones de costo-beneficio a dichos supuestos. Las ventajas de este enfoque básicamente
son que tales simulaciones nos permiten ir más allá de la estimación de los impactos para ponerlos en una perspectiva más
amplia de cómo se comparan con los costos de los recursos. Las principales desventajas son: 1) es difícil incluir todos los
posibles impactos del Programa, y 2) las simulaciones requieren un cierto número de supuestos sobre desarrollos futuros
que se basan en otras estimaciones, ya que los impactos generalmente ocurren cuando los jóvenes actuales envejecen y
perduran por décadas, si bien, estas desventajas se mitigan a través del análisis de sensibilidad.

MODELOS Y TÉCNICAS UTILIZADAS

El principal método de estimación que se utilizó en este documento es el estimador de dobles diferencias (o diferencias
en diferencias, DiD), que controla por las características no observadas fijas que pueden afectar la pérdida de muestra
(por ejemplo, una mayor propensión a emigrar) o el tiempo de exposición al Programa (por ejemplo, características no
observables de la localidad que afectan el tiempo en que éstas recibieron el Programa). En particular, se utilizaron los
estimadores de pareamiento por puntaje de propensión con dobles diferencias (DiD PSM) que también controlan por
los efectos fijos no observables. Para las estimaciones del DiD PSM se construyeron pareamientos entre los grupos de
tratamiento y de control, lo que es válido dado el supuesto de independencia condicional por el que la variable dependiente
es independiente de la participación en el programa en el periodo de tiempo contemplado, condicional en X (esto es, todas
las variables que se observaron al lado derecho de la relación 1, con excepción de la participación en el Programa).‡ Este

* Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo,
2007.

También se empleó un método de ponderación que es similar al método de pareamiento en características observables. Utilizando el teorema de reducción de
la dimensión de Rosenbaum y Rubin,54 se implementó el estimador de reponderación utilizando como ponderadores la razón de las densidades univariadas del
puntaje de propensión a la pérdida de muestra. A través de este procedimiento, cada individuo observado después del inicio del Programa recibe una ponderación
igual a la razón de la densidad de su probabilidad de ser pérdida de muestra con respecto a la distribución posterior al inicio de Oportunidades dividida entre la
densidad estimada con respecto a la distribución previa al inicio del Programa (y previa a la pérdida de muestra). Efectivamente, este procedimiento repondera
las observaciones antes del inicio del Programa para que obtengan la misma distribución que las variables independientes (X), tal y como sucedía antes de la
pérdida de muestra. El supuesto clave que justifica la aplicación de este procedimiento es que, al interior de cada uno de los grupos, la pérdida de muestra es
aleatoria condicional en X.55 Este procedimiento no da como resultado estimaciones sustancialmente diferentes a las obtenidas mediante pareamiento por
puntaje de propensión y que se describen en el documento, así que en este documento sólo presentaremos los valores estimados por este último método.
218 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 4 D=1 Beneficiarios originales de escasos recursos en el grupo de tratamiento de 1998


D=0 Hogares elegibles en un nuevo grupo de comparación (no beneficiarios)
Modelo logit de proba-
Participación Participación Participación en
bilidad de participación Variable
en el programa
Variable
en el programa
Variable
el programa
en Oportunidades de Edad 0 Hombre de 20 a 39 -0.018 Lavadora 1.241
zonas rurales (T1998 [0.004] [0.037] [0.149]***
Género 0.005 Hombre de 40 a 59 -0.488 Auto -0.682
contra C2007)
[0.039] [0.061]*** [0.159]***
Edad familia -0.043 Hombre 60+ -1.233 Camión -0.162
[0.013]*** [0.066]*** [0.109]
Número de habitaciones en
Edad familia al cuadrado 0.001 0.001 Estado 1 0.955
el hogar
[0.000]*** [0.005] [0.100]***
Edad esposa -0.088 Electricidad en el hogar 0.154 Estado 2 1.58
[0.013]*** [0.049]*** [0.085]***
Edad esposa al cuadrado 0.001 Agua en el hogar -0.583 Estado 3 1.61
[0.000]*** [0.045]*** [0.085]***
Género familia 1.289 Piso de tierra en el hogar (1=si) -0.827 Estado 4 1.25
[0.119]*** [0.055]*** [0.087]***
Cabeza de fam. habla lengua Cartón u otro tipo de material en
0.545 0.298 Estado 5 1.032
indígena las habitaciones (1=si)
[0.088]*** [0.047]*** [0.082]***
Esposa habla lengua Cartón u otro tipo de material en
0.67 0.1 Estado 6 -0.198
indígena. las paredes (1=si)
[0.095]*** [0.058]* [0.077]***
Cabeza de familia con Falta de animales
-0.414 Animales propios 0.36 -2.426
empleo propios
[0.082]*** [0.045]*** [0.478]***
Esposa con empleo -0.583 Tierra propia 0.579 Falta de luz -1.234
[0.059]*** [0.043]*** [0.781]
Años escolaridad cabeza Edad cabeza de familia
0.02 Ingreso total de la familia 0 -0.64
de familia desconocida
[0.020] [0.000]*** [0.782]
Años escolaridad cabeza de Ingreso total de la familia al Edad esposa
-0.004 0 -19.102
familia al cuadrado cuadrado desconocida
[0.002]** [0.000]*** [0.207]***
Falta de cabeza de
Años escolaridad esposa -0.144 Resultado 2.358 5.044
familia indígena
[0.023]*** [0.108]*** [0.000]
Años escolaridad esposa al Falta de cabeza de
0.006 Resultado al cuadrado -0.185 -0.366
cuadrado familia trabajadora
[0.003]** [0.014]*** [0.842]
Falta de esposa
Niño de 0 a 5 -0.37 Licuadora 0.019 17.851
trabajadora
[0.024]*** [0.058] [0.000]
Falta grados de
Niño de 6 a 21 -0.154 Refrigerador 0.019 escolaridad cabeza de -0.093
familia
[0.025]*** [0.087] [0.168]
Falta grados de
Niño de 13 a 15 0.22 Estufa de gas 0.441 -3.191
escolaridad esposa
[0.030]*** [0.070]*** [0.173]***
Niño de 16 a 20 0.239 Calentador de gas 0.358 Constante -1.534
[0.026]*** [0.133]*** [0.375]***
Mujer de 20 a 39 0.204 Radio 0.219
[0.059]*** [0.042]***
Mujer 40 a 59 -0.07 Televisión 0.156
[0.057] [0.049]***
Mujer 60+ -0.635 Video 0.649
[0.057]*** [0.138]***

Error estándar entre corchetes. * Importancia al 10%; ** importancia al 5%; *** importancia al 1%.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 219

D=1 Hogar beneficiario


Cuadro 5
Participación Participación Participación
original en grupo de
en el programa
Variable
en el programa
Variable
en el programa
Modelo logit de proba-
tratamiento T1998
bilidad de participación
Edad 0 Hombre de 20 a 39 0.017 Lavadora 0.804 en Oportunidades de
[0.003] [0.030] [0.153]***
Género -0.03 Hombre de 40 a 59 -0.492 Auto -0.274
zonas rurales (T1998
[0.031] [0.048]*** [0.187] contra T2003)
Edad cabeza de familia -0.017 Hombre 60+ -1.208 Camión 0.587
[0.009]* [0.053]*** [0.132]***
Número de habitaciones en
Edad cabeza de familia al cuadrado 0 0.025 Estado 1 -0.032
el hogar
[0.000]*** [0.006]*** [0.097]
Edad esposa -0.082 Electricidad en el hogar -0.219 Estado 2 0.34
[0.011]*** [0.037]*** [0.089]***
Edad esposa al cuadrado 0.001 Agua en el hogar -0.554 Estado 3 0.1
[0.000]*** [0.036]*** [0.091]
Piso de tierra en el hogar
Género cabeza de familia 1.271 -0.772 Estado 4 -0.19
(1=sí)
[0.100]*** [0.045]*** [0.088]**
Cartón u otro tipo de
Cabeza de familia habla lengua
0.232 material en las habitaciones 0.069 Estado 5 -0.277
indígena
(1=sí)
[0.067]*** [0.040]* [0.088]***
Cartón u otro tipo de
Esposa habla lengua indígena. 0.561 material en las paredes 0.202 Estado 6 -1.438
(1=si)
[0.071]*** [0.044]*** [0.084]***
Cabeza de familia con empleo -0.451 Animales propios 0.428 Falta de tierra propia 2.437
[0.071]*** [0.036]*** [0.667]***
Esposa con empleo -0.517 Tierra propia 0.561 Falta de animales propios -2.226
[0.046]*** [0.034]*** [0.444]***
Años escolaridad cabeza de familia 0.044 Ingreso total de la familia 0 Falta de electricidad -1.813
[0.017]*** [0.000]*** [0.629]***
Años escolaridad cabeza de familia Ingreso total de la familia al Falta edad cabeza de
-0.006 0 -1.049
al cuadrado cuadrado familia
[0.002]*** [0.000]*** [0.603]*
Años escolaridad esposa -0.079 Resultado 1.223 Falta edad esposa -19.416
[0.018]*** [0.097]*** [0.387]***
Años escolaridad esposa al Falta cabeza de familia
0.002 Resultado al cuadrado -0.045 21.178
cuadrado indígena
[0.002] [0.013]*** [0.000]
Falta cabeza de familia
Niño de 0 a 5 -0.564 Licuadora 0.016 1.435
trabajadora
[0.018]*** [0.048] [1.168]
Niño de 6 a 21 -0.188 Refrigerador 0.116 Falta esposa trabajadora 1.448
[0.020]*** [0.084] [0.349]***
Falta grados de
Niño de 13 a 15 0.188 Estufa de gas 0.597 escolaridad cabeza de -0.879
familia
[0.024]*** [0.060]*** [0.127]***
Falta grados de
Niño de 16 a 20 0.146 Calentador de gas 0.23 -2.584
escolaridad esposa
[0.020]*** [0.111]** [0.150]***
Mujer de 20 a 39 0.181 Radio 0.346 Constante 0.714
[0.048]*** [0.033]*** [0.315]**
Mujer de 40 a 59 -0.085 Televisión 0.461 Observaciones 32605
[0.046]* [0.040]***
Mujer 60+ -0.741 Video 0.322
[0.043]*** [0.135]**
Error estándar entre corchetes. * Importancia al 10%; ** importancia al 5%; *** importancia al 1%.
220 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Figura 2 3
Distribución del índice
de propensión: trata-
miento 98 (T 1998)
2

Densidad

0
0 .2 .4 .6 .8 1
Índice de propensión

Figura 3 2
Distribución del índice
de propensión:
control 07 1.5
Densidad

.5

0
0 .2 .4 .6 .8 1

Índice de propensión

Figura 4 5
Distribución del índice
de propensión:
4
método 98

3
Densidad

0
0 .2 .4 .6 .8 1

Índice de propensión
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 221

1.5 Figura 5
Distribución de índice
de propensión:
método 03
1
Densidad

.5

0
0 .2 .4 .6 .8 1
Índice de propensión

Edad en 2007 Impacto Obs # subsidio común C2007 grados de Cuadro 6


(error estándar) escolaridad, % del
impacto
Impactos estimados
de Oportunidades en
Todos
grados de educación.
17-18 0.60* 1359 1316 8.56, 7.1%
(0.34)
Pareamiento lineal
19-20 0.90* 810 797 8.55, 10.5%
local† T1998 contra
(0.41)
C2007 y pareamiento
21-22 0.64 525 518 8.48, 7.5
diferencial en diferencia
(0.47)
longitudinal
Por género
Niños 0.65* 1382 1367 8.35, 7.8%
(0.33)
Niñas 0.85* 1312 1220 8.76, 9.8%
(0.49)


Estimador de diferencia en diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho
de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%.

Edad en 2007 Impacto Obs # subsidio común T2003 grados de Cuadro 7


(error estándar) escolaridad, %
del impacto
Impactos estimados
de Oportunidades en
Todos
grados de educación.
17-18 0.61* 1497 1448 8.4, 7.3% Pareamiento lineal
(0.18) local† T1998 contra
19-20 0.65* 898 827 8.0, 8.1% C2007 y pareamiento
(0.25) diferencial en diferencia
21-22 -0.44 542 500 8.0, -5.5% longitudinal
(0.45)
Por género
Niños 0.41* 1491 1452 8.19, 4.9%
(0.18)
Niñas 0.47* 1446 1431 8.25, 5.7%
(0.22)

Estimador de diferencia en diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho
de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%.
222 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

supuesto se mantiene si todas las variables no observadas del lado derecho de la relación (1), o no están correlacionadas
con la duración de la exposición al Programa o están perfectamente correlacionadas con las variables observadas en X.
Para el pareamiento de dobles diferencias de las variables en las que la información previa al Programa no es importante
(por ejemplo, la inscripción en educación media superior para los individuos de 17 a 18 años de edad en 2007 y de 7 a
8 años en 1997), utilizamos el mismo grupo de edad de 2007 para construir las diferencias previas al Programa.
Se utilizó tanto el pareamiento lineal local como el del vecino más cercano. Se reportan únicamente los resultados
que se basan en el pareamiento lineal local, ya que ambos conjuntos de resultados son similares. Los cuadros 4 y 5
reportan los resultados de la estimación por puntaje de propensión para 1) los grupos T1998 vs. C2007, y 2) T1998
vs. T2003; mientras que, las figuras 2 a la 5 muestran la distribución de los puntajes de propensión para cada grupo.
Si bien los gráficos son claramente diferentes para cada comparación, existe un soporte común adecuado en términos
de pares suficientes en cada grupo de comparación para los individuos en el grupo T1998.

Cuadro 8 Edad en 2007 Ingreso a preparatoria Término de secundaria Obs


Impactos estimados Impacto C2007 prop.
Impacto
C2007 prop.
de Oportunidades ingreso a prepa, terminar sec, %
(error stándar) (error estándar)
% impacto impacto
en la probabilidad de
17-18 0.030 0.38, 9.5% 0.068* 0.72, 7.8% 1608
terminar la secundaria
(0.019) (0.034)
y la probabilidad de in-
19-20 0.08* 0.28, 26.5% 0.19* 0.72, 28.7% 958
gresar a la preparatoria
(0.036) (0.04)
(Encel 2007). Parea-
21-22 -0.04 0.20, 20.2% 0.06 0.62, 5.5% 587
miento lineal local† (0.044) (0.06)
T1998 contra C2007 y Por género
pareamiento diferencial Niños 0.048* 0.30, 15.9% 0.096* 0.68, 0.9% 1601
en diferencia con el (0.030) (0.033)
programa previo de ni- Niñas 0.018 0.33, 5.4% 0.12* 0.72, 2.7% 1542
ños del grupo de edad (0.032) (0.034)
similar

Estimador de diferencia en diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho
de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%.

Cuadro 9 Edad en 2007 Impacto Obs # subsidio común T2003 grados de


(error estándar) escolaridad, % impacto
Impactos estimados de
Oportunidades en gra- Indígena
Niños 0.84* 372 335 8.5, 10.1%
dos de educación: por
(0.46)
condición indígena. Niñas 0.64* 331 319 8.1, 8.0%
Pareamiento lineal (0.43)
local† T1998 contra No indígenas
T2003 y pareamiento Niños 0.40* 1119 1103 8.4, 4.8%
diferencial en diferen- (0.25)
Niñas 0.44* 1115 1054 8.3, 5.5%
cia longitudinal
(0.25)

Estimador de diferencia en diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho
de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 223

III. Resultados
Los cuadros 6 a 14 presentan los principales resultados de las pruebas de rendimiento y escolaridad. En cada cua-
dro se presentan los coeficientes del impacto, así como el nivel para cada indicador en 2007, para comparar con la
magnitud de los impactos reales.
El cuadro 6 presenta las estimaciones del impacto de Oportunidades en grados escolares terminados para 2007,
con base en la exposición al Programa en un periodo de casi 10 años respecto a nunca haber recibido los beneficios.
El cuadro muestra impactos importantes y positivos en la escolaridad de los jóvenes de 17 a 18 y de 18 a 19 años
de edad, superando los niveles escolares de aquellos que no recibieron los beneficios del Programa en 0.9 grados para
los individuos de 19 a 20 años en 2007 y en 0.6 grados para los individuos de 17 a 18 años. Al dividir la muestra
por sexo se observan impactos ligeramente más fuertes en las mujeres que en los hombres, de 0.85 grados escolares
para las mujeres contra 0.65 grados para los hombres.
El cuadro 7 es una repetición del cuadro 6 pero con base en una diferencia de exposición al Programa de 6 años.
Como se esperaba, en lo general se obtienen impactos más bajos que los obtenidos con una diferencia de exposición
al Programa de 10 años. Los jóvenes de 19 a 20 años de edad muestran un impacto de cerca de 0.65 grados de
escolaridad, lo que resulta más bajo que el impacto estimado de 0.9 grados para aquellos expuestos a los beneficios
del Programa por casi 10 años. No obstante, esto también se esperaba dada la menor diferencia en el tiempo de
exposición al Programa. Al dividir la muestra por sexos, tanto hombres como mujeres continúan mostrando impactos
importantes en escolaridad, de 0.41 grados para los hombres y de 0.48 grados para las mujeres.
Sin embargo, estos impactos tan importantes de los grados de escolaridad no nos dicen de manera exacta en
qué niveles de escolaridad están ocurriendo las mejorías. Después se analizaron los impactos de Oportunidades en
terminar la secundaria, el ingreso a la educación media superior y el ingreso a la universidad. El cuadro 8 muestra
los resultados para la terminación de la secundaria y el ingreso a la educación media superior, con base en aquellos
individuos que se vieron beneficiados por el Programa por cerca de 10 años contra aquellos que nunca recibieron
los beneficios. Guardando consistencia respecto a lo obtenido en evaluaciones previas, se encontraron impactos

Edad en Matemáticas Escritura Obs Cuadro 10


2003
Impactos estimados de
C2003
Impacto
puntuación en Impacto
C2003 puntuación Oportunidades en las
(error en escritura, pruebas de rendimiento
matemáticas, (error estándar)
estándar) % impacto
% impacto de Woodcock Johnson
Niñas de matemáticas y escri-
15-16 -0.42 31.6, -1.3% 0.66 35.4, 1.9% 600
tura en la Encel 2003.
(0.62) (0.85)
17-18 0.43 31.9, 1.3% 2.31* 35.6, 6.5% 550
Pareamiento lineal
(0.71) (0.84) local† T1998 contra
19-21 0.72 32.0, 2.2% 1.92* 34.9, 5.5% 334 C2003 y pareamiento
(0.83) (1.20) diferencial
Niños
15-16 0.78 32.9, 2.4% 0.32 35.4, 0.9% 584
(0.76) (0.92)
17-18 0.83 32.8, 2.5% 1.15 35.8, 3.2% 446
(0.82) (0.82)
19-21 -1.20 33.3, -3.6% 0.93 34.4, 2.7% 275
(1.02) (1.04)


Estimador de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4.
*Significativo al menos al nivel de 10%.
224 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 11 Edad en 2007 Impacto Obs # subsidio común C2007 WJ prueba


(error estándar) de rendimiento
Impactos estimados de de matemáticas,
Oportunidades en las % impacto
pruebas de rendimiento 17-18 0.29 650 640 38, 0.7%
de Woodcock Johnson (0.96)
de matemáticas en la 19-20 2.04* 308 264 38, 5.4%
(1.05)
Encel 2007.
21-22 1.47 201 169 38, 3.9%
Pareamiento lineal
(1.30)
local† T1998 contra Por género
C2007 y pareamiento Niños 0.16 449 394 39, 0.4%
de diferencia y de dife- (0.92)
rencia en diferencia Niñas 1.45 557 521 38, 3.8%
(0.92)
pareamiento dif en dif 2007-2003
1.65
Niñas 214 156 38, 4.3%
(1.85)


Estimadores de diferencia en diferencia y de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500
réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%.

Cuadro 12 Edad en 2007 Impacto Obs # subsidio común T2003 WJ


(error estándar) Puntuación
Impactos estimados de prueba de
Oportunidades en las rendimiento de
pruebas de rendimiento matemáticas, %
de Woodcock Johnson impacto
17-18 0.87 551 525 37.1, 2.3%
de matemáticas en la
(0.87)
Encel 2007. Parea- 19-20 2.43 343 314 35.2, 6.9%
miento lineal local† (1.89)
T1998 contra T2003 y 21-22 -1.63 275 273 36.2, -4.5%
pareamiento de dife- (1.43)
rencia Por género
Niños 1.59 494 408 36.6, 4.3%
(1.16)
Niñas 1.90* 619 612 35.3, 5.4%
(0.96)
pareamiento dif en dif 2007-2003
4.06*
Todos 245 226 38, 10.5%
(1.81)

Estimadores de diferencia en diferencia y de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500
réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%

importantes en la inscripción y la terminación de la educación secundaria y la educación media superior. Es intere-


sante observar que los impactos en la terminación de la educación secundaria son más altos para las niñas que para
los niños, aunque los impactos en el ingreso a la educación media superior son mayores para los últimos que para
las primeras. De los grupos aquí estudiados, el que muestra los mayores impactos en ambas variables es el de los
individuos de 19 a 20 años de edad en 2007, o de 9 a 10 años de edad antes de que iniciara el Programa.
No se encontró ningún impacto del Programa en la inscripción a la universidad, la que en esta población con-
tinúa siendo sumamente baja (cerca de 2%), sin ninguna diferencia entre los diferentes grupos de tratamiento y
de control. Sin embargo, la muy elevada pérdida muestral descrita previamente implica que es posible que se esté
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 225

Edad en 2007 Impacto Obs # subsidio común C2007 Puntuación Cuadro 13


(error estándar) prueba de
rendimiento, %
Impactos estimados
impacto de Oportunidades en
17-18 -9.27 504 468 434, -2.1% Estándares Nacionales:
(14.0) prueba de rendimiento
19-20 7.7 239 298 436, 1.8% de lectura. Pareamiento
(12.3)
lineal local† T1998
21-22 -37.4* 191 178 431, -8.7%
(19.1)
contra C2007 y
Por género pareamiento de dife-
Niños -9.4 436 398 436, -2.2% rencia
(8.8)
Niñas -8.97 556 505 418, -2.1%
(13.6)

Estimador de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4.
*Significativo al menos al nivel de 10%.

Edad en 2007 Impacto Obs # subsidio común T2003 puntuación Cuadro 14


(error estándar) prueba de
lectura, %
Impactos estimados
impacto de Oportunidades en
17-18 -13.8 892 882 404, -3.4% Estándares Nacionales:
(11.4) prueba de rendimiento
19-20 -1.50 337 297 402, -0.3% de lectura. Pareamiento
(13.0)
lineal local† T1998
21-22 -15.7 264 262 408, -3.8%
contra T2003 y
(28.8)
Por género
pareamiento de dife-
Niños 10.4 483 412 404, 2.6% rencia
(16.8)
Niñas -14.9 622 597 400, -3.7%
(12.6)


Estimador de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4.
*Significativo al menos al nivel de 10%.

subestimando la proporción de jóvenes en la universidad, ya que es más probable que los emigrantes ingresen a la
universidad precisamente porque han tenido que emigrar de sus pequeñas localidades para poder hacerlo. Por tanto,
es muy probable que los individuos que con mayor probabilidad asistan a la universidad no aparezcan en nuestra
muestra, de tal forma que no se le ha dado mucho peso a esos resultados y no se reportan en este documento.
El cuadro 9 presenta los impactos de Oportunidades en los grados de escolaridad de la población indígena y
compara estos resultados con los de la población no indígena utilizando la comparación T1998 versus T2003.*
En este documento se define como indígena a la persona que reportó hablar una lengua indígena. En general, estos
resultados sustentan importantes impactos en la población indígena, además de aquellos referidos a los no indígenas;
y de hecho, sugieren estimaciones ligeramente más altas del impacto de Oportunidades en los grados de escolaridad
para los indígenas. Por ejemplo, el cuadro 9 muestra que el impacto en los grados de escolaridad es de casi 0.64 para

* No se pudo llevar a cabo el análisis para la población indígena utilizando la comparación de impacto entre los grupos T1998 y C2007. Lo anterior, ya que
existen muy pocos indígenas en el grupo C2007 para poder llevar a cabo el pareamiento. Tampoco fue posible analizar los impactos para la población
indígena en las pruebas de rendimiento al haber muy pocos indígenas que presentaran las pruebas de rendimiento de la Encel 2007.
226 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

las mujeres indígenas contra 0.44 para las no indígenas. Esta evidencia es muy alentadora y muestra que a pesar
de las potenciales barreras en el lenguaje a las que se enfrentan los indígenas durante su vida escolar,56 a través de
Oportunidades están incrementando sus niveles de escolaridad.
Los cuadros 10 al 14 reportan las estimaciones de los impactos de Oportunidades en el puntaje de las pruebas de
rendimiento de matemáticas y de comprensión de lectura. Primero se volvieron a revisar las pruebas de rendimiento que
se llevaron a cabo en la Encel 2003. El cuadro 10 muestra los impactos de Oportunidades en las pruebas Woodcock
Johnson de escritura y de matemáticas, y muestra pocos impactos importantes del Programa en las pruebas; excepto
para la prueba de escritura en el grupo de las niñas más grandes, para la que se obtuvieron impactos positivos muy
importantes.*
A continuación se analizan los resultados de las pruebas de rendimiento que se llevaron a cabo en la Encel 2007.
Comenzando con los puntajes de las pruebas de rendimiento en matemáticas (cuadros 11 y 12), las estimaciones
de dobles diferencias que comparan T1998 con C2007 (cuadro 11) y T1998 con T2003 (cuadro 12) muestran
coeficientes positivos. El impacto que compara T1998 con T2003 es estadísticamente significativo, e implica un in-
cremento de 10% en el puntaje de matemáticas. Mientras que se esperaría que a partir de la comparación entre T1998
y C2007 se obtuvieran resultados más grandes e importantes que en la comparación de T1998 y T2003 (en la que
está implícita una diferencia en el tiempo de exposición al Programa de seis años), estos resultados son alentadores ya
que muestran que el Programa también podría estar impactando el rendimiento escolar. Dado el limitado número de
observaciones disponible para realizar las estimaciones de dobles diferencias, no es posible desagregar los impactos en
el rendimiento de la prueba de matemáticas obtenidos con este estimador, sea por sexo o por edad.
El resto de los resultados que se basan en estimadores de diferencias simples del rendimiento en 2007 son, en
general, desalentadores para el caso de comprensión de lectura. Lo anterior, ya que no muestran un patrón general
de efectos positivos o importantes de Oportunidades. Considerando las estimaciones de diferencias, sólo el grupo de
las mujeres muestra un impacto positivo importante en las pruebas de rendimiento de matemáticas, lo que resulta
en un incremento de casi el 5% en el número de preguntas que se contestaron correctamente. En el caso de los
hombres, no existe un impacto positivo o importante de Oportunidades ni en las pruebas de matemáticas ni en las de
comprensión de lectura. Sin embargo, para el grupo de 21 a 22 años de edad, existe un valor negativo e importante
del Programa en comprensión de lectura, en sentido contrario a lo que se esperaba, lo que de nueva cuenta refleja
que los estimadores de diferencias en este contexto tienden a subestimar los impactos del Programa.

IV. Discusión
CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS RESULTADOS EN LA LITERATURA PREVIA

Los resultados en escolaridad presentados en este documento continúan mostrando grandes e importantes impactos
de Oportunidades en incrementar los grados de escolaridad terminados, en consonancia con la literatura previa y,
en particular, con las estimaciones más recientes que utilizan datos de hasta 2003. En general, los resultados son
consistentes en términos de su magnitud con aquellos presentados por Behrman, Parker y Todd* y que se basan en
la Encel 2003, aunque son ligeramente de menor magnitud tanto para hombres como para mujeres. Es muy difícil
hacer una comparación estricta entre ambos resultados, dadas las muy elevadas tasas de pérdida de muestra o no
respuesta encontradas en el presente análisis (cerca de 70% comparado con cerca de 20% para la variable de esco-
laridad utilizando los datos de la Encel 2003). Debido a estas diferencias, los resultados que aquí se presentan sólo
son válidos para una fracción mucho más pequeña de toda la muestra de la Encel y parecería que existe una selección

* Véase Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants.
Mimeo, 2007, para una mayor descripción.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 227

Impacto=1.0 grados de escolaridad Reingreso a la escuela


Cuadro 15
Costos y beneficios
Ahorros iniciales 6% 8% 10%
de Oportunidades en
Índice de C/o Con Índice Índice Índice
descuento programa programa
Costos Beneficios
C/B
Beneficios
C/B
Beneficios
C/B
dólares*
3% 1855 1966 500 1801 3.60 2679 5.36 3557 7.11
5% 1855 2003 390 664 1.70 1082 2.77 1499 3.84
10% 1855 2040 215 27 0.13 233 1.08 438 2.04
Impacto=0.83 grados de escolaridad

Ahorros iniciales 6% 8% 10%


Índice de C/o Con Índice Índice Índice
Costos Beneficios Beneficios Beneficios
descuento programa programa C/B C/B C/B
3% 1855 1966 500 1502 3.00 2231 4.46 2959 5.92
5% 1855 2003 390 556 1.43 903 2.32 1245 3.19
10% 1855 2040 215 28 0.13 198 0.92 363 1.69

*Se asume que los jóvenes forman parte del programa de seis años, inician a los 10 años de edad y terminan sus estudios a los 16 años.
**Se incluye un regreso a la experiencia=0.413E-0.00048E
Los costos incluyen costos de distorsión de fondos crecientes, costos del programa administrativo y costos personales relacionados con
participación, incluidos gastos por transporte o útiles escolares.
Los beneficios son netos al costo de la oportunidad, p. ej., ingreso tardío al mercado laboral.
Factor de conversión: 11 pesos mexicanos por 1 dólar

importante en quién responde. Por ejemplo, los jóvenes que estaban disponibles para la entrevista son aquellos que
quizás no asisten a la escuela y/o no trabajan, y ellos precisamente pueden ser los que, en conjunto, disminuyen los
impactos del Programa. Esto sería consistente con las menores estimaciones obtenidas en el presente análisis que
aquellas estimaciones obtenidas por Behrman, Parker y Todd* con base en datos de la Encel 2003.
Otra diferencia con los resultados de la referencia anterior es que con los datos de la Encel 2007 se encontraron
impactos ligeramente más altos para las mujeres que para los hombres; situación contraria a los resultados obtenidos
con base en la Encel 2003. Nuevamente, debido a la elevada pérdida de muestra y la presencia de sesgo por selección,
es muy probable que estos resultados reflejen la situación de la muestra más pequeña y selecta que aquellos que
se basan en Encel 2003; además de que, lo anterior no necesariamente implica que los resultados de los impactos
diferenciados por sexo hayan cambiado entre 2003 y 2007.
En lo que respecta a las pruebas de rendimiento, si bien la información longitudinal de las pruebas de rendimiento
de matemáticas ya está disponible, existe una restricción causada por el bajo número de observaciones en estas
pruebas para los dos años en que se realizaron. Estos resultados, a pesar del pequeño tamaño de muestra, muestran
impactos positivos de Oportunidades y sugieren impactos importantes en una especificación, lo que resulta alen-
tador dada la falta de evidencia de efectos importantes en estudios anteriores. Sin embargo, por el tamaño de la
muestra reducida y la falta de disponibilidad de información longitudinal, para la prueba de comprensión de lectura
también se llevaron a cabo estimaciones de diferencias simples. Estos resultados no muestran un patrón consistente
de impactos importantes y positivos en las pruebas de rendimiento, aunque para un par de grupos etarios existe un
impacto importante y positivo del Programa en el rendimiento de matemáticas. Como se ha discutido anteriormente,
estimaciones con diferencias simples tienden a subestimar los impactos en las pruebas de rendimiento.

* Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo,
2007.
228 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

IMPLICACIONES PARA OPORTUNIDADES

Los resultados de este documento continúan confirmando que Oportunidades ha incrementado de manera importante
la escolaridad de su población beneficiaria. Esto claramente es un resultado positivo y tranquilizador, y muestra que
además de los efectos del Programa en reducir la pobreza actual, se continúan presentando importantes mejorías
en educación y en la acumulación de capital humano.
Para ilustrar los beneficios potenciales de la mayor escolaridad, a continuación se presentan los cálculos de los
costos-beneficios que comparan los costos del Programa con los beneficios que los individuos recibirán a manera
de mayores ingresos que se derivan de la mayor escolaridad alcanzada. Debido a las dificultades con los datos aquí
descritas, se considera prematuro utilizar las estimaciones para generar las estimaciones de costo-beneficio y, en
su lugar, se utilizarán los resultados de un documento anterior bajo el supuesto de que podrían tener mayor validez
para toda la población de la Encel. El cuadro 15 proporciona las estimaciones de costo-beneficio de Oportunidades
bajo tres escenarios distintos respecto a la tasa de retorno de la educación (6, 8 y 10%) y tres potenciales tasas
de descuento (3, 5 y 10 por ciento).* Los beneficios del Programa son varias veces más elevados que sus costos
en casi todos los escenarios, con excepción de aquel con una tasa muy alta de descuento y una baja estimación de
la tasa de retorno de la educación. Aun cuando Oportunidades fuera considerado sólo un programa de inversión en
capital humano, sus beneficios globales parecerían ser mayores que sus costos.
Los resultados que aquí se presentan no son tan fuertes en lo que se refiere a los impactos en las pruebas de
rendimiento, pero las estimaciones de dobles diferencias, que se consideran las más rigurosas, sugieren impactos
positivos del Programa en el rendimiento de las pruebas de matemáticas. Por tanto, es necesario realizar futuras
investigaciones sobre el impacto de Oportunidades en las pruebas de rendimiento. La utilización de la base de datos
de las pruebas Enlace, que actualmente se aplican cada año en México, junto con la información relativa al estatus
de beneficiario del Programa, constituye una prometedora y complementaria línea de investigación, así como una
fuente de gran utilidad para analizar los impactos de Oportunidades en el rendimiento académico.

LIMITACIONES DEL ESTUDIO

La principal limitación de este estudio ha sido la falta de disponibilidad de información sobre escolaridad para la
mayoría de los jóvenes que originalmente estaban en la muestra de la línea basal de 1997. Esta falta de información
tiene dos causas principalmente; la primera es la importante pérdida muestral (como era de esperarse) de jóvenes
entre 1997 y 2007, puesto que únicamente se pudo entrevistar a los jóvenes que vivían en el hogar de la familia,
dado que el trabajo de campo de la Encel 2007 no incluyó el seguimiento a los emigrantes.‡ La segunda causa se
refiere a que aun en el caso en que los individuos y otros miembros de su familia permanecieron en el hogar original,
no se pudo recabar la información sobre la escolaridad de muchos jóvenes. Esto debido al hecho de que sólo se les
preguntaba sobre las variables de escolaridad a los individuos de 14 a 24 años de edad en el cuestionario para jóve-
nes, y para aquellos que no podían contestar personalmente dicho cuestionario no se registró información sobre su
escolaridad. Para agravar esta situación, incluso algunos jóvenes que respondieron dicho cuestionario, se les aplicó
una versión “corta” del mismo en la que no se incluía información acerca de sus grados de escolaridad.
Los resultados de este estudio, por consiguiente, se basan en una muestra muy selecta de jóvenes: aquellos
que permanecían en su hogar original; que tuvieran entre 17 y 22 años de edad, 10 años después de la línea basal,
y además, aquellos que pudieran ser entrevistados personalmente durante el levantamiento de información de la

* El retorno a la educación se refiere al incremento en el ingreso de por vida que podría recibir un individuo en el caso de que completara un año más de
educación en relación con la alternativa de no completar ese año extra de escolaridad. Por su parte, la tasa de descuento refleja cuánto pagaría un individuo
el día de hoy por un peso el día de mañana. Mayores tasas de descuento reflejan una mayor “impaciencia”; por ejemplo, un peso mañana vale mucho
menos hoy.
‡ Sin embargo, Oportunidades y el INSP actualmente están retomando el trabajo de campo para darle seguimiento y entrevistar a los emigrantes del Programa
de la muestra de la Encel. Este trabajo de campo permitirá evaluar los impactos de Oportunidades en la población emigrante.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 229

Encel. Esta última, una variable que podría estar muy correlacionada con la participación en la escuela/trabajo en
2007 (era más probable que aquellos que trabajaban por largos periodos de tiempo no estuvieran en sus hogares
en el momento de la entrevista). En tanto que los resultados son relativamente consistentes con investigaciones
anteriores basadas en tasas mucho menores de pérdida muestral que la de la Encel, al confirmar la presencia de
impactos importantes del Programa en la escolaridad, es muy probable que los resultados sean una subestimación
de los impactos de Oportunidades, dados los claros y evidentes mecanismos de selección de quiénes cuentan con
información sobre escolaridad.
Asimismo, vale la pena reiterar que estas estimaciones de impactos a largo plazo no se basan en un experimento
controlado, sino en métodos estadísticos para controlar por efectos fijos no observables y factores no observables
que varían en el tiempo, los que podrían afectar tanto los resultados de interés para los jóvenes como su exposición
al Programa, así como la pérdida de muestra. Para los últimos, se usan estimadores de pareamiento por puntaje de
propensión, pero éstos requieren que se mantenga el supuesto de que la selección subyacente únicamente se basa
en las características observadas o las características no observadas que están perfectamente correlacionadas con
las características observadas, y que existe sólo un número limitado de características observadas para las que es
posible, con cierto grado de confianza, suponer que no son afectadas por Oportunidades.
Finalmente, y a pesar de la relativa amplitud de los datos longitudinales de la Encel, para 2007 las cohortes
de mayor edad que habían estado expuestos a las transferencias en efectivo condicionadas de Oportunidades por
cierto tiempo de su vida escolar eran sólo jóvenes de 19 a 22 años de edad. Y éste es el momento de la vida en que
existe una considerable búsqueda por encontrar una posición en el mercado laboral así como de parejas maritales
y de ubicación. Pero debido a esa búsqueda y a cambios circunstanciales, aún es demasiado temprano en el ciclo
de vida adulta para poder realizar inferencias con un grado de confiabilidad deseable acerca de los impactos a largo
plazo de la exposición a Oportunidades para niños y jóvenes.

VENTAJAS, RETOS Y RECOMENDACIONES PARA OPORTUNIDADES

Más adelante se presenta el análisis Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA) para Oportunida-
des así como una serie de recomendaciones que se basan en este documento y material relacionado. El orden y la
prioridad entre las alternativas están sujetos a una considerable incertidumbre por, al menos, dos razones: primero,
el alcance de este documento es amplio, al cubrir un número de dominios de la edad adulta temprana. Segundo,
idealmente se desearía comparar entre alternativas con base en las razones costo-beneficio o las tasas de retorno
como lo hace Lomberg,57 por ejemplo, para un conjunto diverso de políticas. Sin embargo, la naturaleza tipo paquete
de Oportunidades hace muy difícil identificar los costos para componentes del Programa en particular de la manera
en que han sido implementados. Aun si hubiera información disponible y detallada que permitiera la identificación
de los costos de los componentes de Oportunidades que se hayan implementado, algunas de las recomendaciones
involucran nuevas variantes o adiciones a los componentes del Programa que aún no se han instrumentado y para
las que su costo no está disponible. Por estas razones, el orden del cuadro está sujeto inevitablemente a considerable
incertidumbre. Sin embargo, cabe esperar que sea indicativa de ciertas prioridades.
230 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

V. Análisis FODA
Fortalezas: atributos de Oportunidades que ayudan a cumplir los objetivos del Programa

Prioridad Descripción Fuente del análisis


Impacto importante de la escolaridad en corto y medio plazo tanto para
S1 Encaseh 1997, 2007
niños como para niñas

Impactos importantes positivos del Programa en escolaridad tanto para Encaseh 1997
S2
jóvenes indígenas como los no indígenas Encel 2007

Evidencia de los impactos positivos de Oportunidades en el rendimiento en


S3 Encel 2007
matemáticas

Impactos más grandes de Oportunidades en escolaridad para aquellos que


S4 Encel 1998 - 2007
estuvieron más tiempo cubiertos por el Programa

Debilidades: atributos de Oportunidades que son un obstáculo para lograr los objetivos del Programa

No haber obtenido impactos positivos en las pruebas de rendimiento de


W1 comprensión de lectura resulta preocupante, por la naturaleza de la muestra Encel 2007
para la prueba de rendimiento

Oportunidades: condiciones externas que ayudan a lograr los objetivos de Oportunidades

Interés y aplicación de trabajo de campo complementario a la ENCEL 2007 para ubicar y entrevistar a la población
migratoria y así poder estimar los valores de los impactos de Oportunidades en los migrantes. Se sugiere aprovechar
O1 el trabajo de campo de este otoño para aplicar un pequeño cuestionario sobre educación y trabajo a fin de obtener la
información de los jóvenes que no respondieron el cuestionario para jóvenes de 2007 y proporcionar una muestra más
representativa para estimar los impactos escolares
O2 Flujo de financiamiento y respaldo coherente para apoyar la evaluación del programa
Interés y respaldo para la evaluación rigurosa de Oportunidades, por parte del gobierno y de la comunidad política y
O3
científica de México y del mundo

Amenazas: condiciones externas que podrían dañar los objetivos de Oportunidades

Las limitaciones y dificultades de los datos asociadas a dar el seguimiento longitudinal a una muestra de evaluación muy
T1
grande.

T2 Bajos niveles de rendimiento entre la población beneficiaria de Oportunidades

T3 Baja calidad de las escuelas a las que acuden los beneficiarios de Oportunidades.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 231

Recomendaciones para Oportunidades

Tipo de
Recomendación (con el sector responsable entre paréntesis)
estrategia **

1) Continuar con Oportunidades poniendo especial énfasis en mejorar los resultados de los niños que están creciendo en la
pobreza (Oportunidades).
S-O 2) Continuar evaluando rigurosamente Oportunidades poniendo especial énfasis en mejorar el trabajo de campo y dándole
seguimiento a los migrantes jóvenes, con el fin de asegurar y proporcionar una imagen real de los impactos de todos los
beneficiados por el Programa.
Aplicar un esfuerzo académico y de evaluación a gran escala utilizando las pruebas de Enlace para calcular el impacto de
W-O
Oportunidades respecto al rendimiento.
Considerar aprovechar el trabajo de campo de los migrantes para obtener información acerca de la educación y trabajo de los
S-T
adultos jóvenes de los cuales no se pudo obtener información en 2007.

Analizar las formas en que Oportunidades puede abordar el aspecto del bajo rendimiento de sus beneficiarios y solucionar
W-T
problemas asociados con la baja calidad de las escuelas.

** Panorama de las posibilidades estratégicas para acciones futuras


Análisis interno
Fortalezas Debilidades

Estrategias F-O insistir en las oportunidades


Análisis externo Oportunidades Estrategias D-O resolver las debilidades
que refuerzan al Programa

Estrategias F-A identificar las formas en Estrategias D-A establecer un “plan de


que Oportunidades puede aprovechar estas defensa” para prevenir las debilidades
Amenazas
fortalezas para reducir la vulnerabilidad ante de Oportunidades ante las amenazas
las amenazas externas externas.
232 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

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Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 235

VII. Anexos
A. MODELO SIMPLE DE DECISIONES SOBRE TRABAJO-ESTUDIO

Las becas escolares que proporciona Oportunidades reducen el salario sombra (o valor relativo) del tiempo de los
niños en actividades distintas a la escolar. El efecto teórico del Programa en el tiempo dedicado al trabajo es ambi-
guo. Para conocer la razón, consideremos un modelo simple de dos periodos; en el primero, los individuos son niños
y pueden distribuir su tiempo entre el ocio, el trabajo y la escuela. En el segundo periodo, ya son adultos y pueden
elegir entre ocio y trabajo, con un salario que depende del tiempo que pasaron en la escuela durante el primer perio-
do. Sean C1 y C2 el consumo del individuo cuando es niño y adulto, L1 y L2 el tiempo dedicado al ocio, S el nivel de
escolaridad, W1 la tasa salarial del niño, W2(S) la tasa salarial del adulto y A las transferencias hacia el individuo por
parte de sus padres y otros miembros de la familia. También, sean t1 el tiempo dedicado al trabajo en el periodo 1,
t2 el tiempo dedicado al trabajo en el periodo 2 y T el tiempo total disponible. β denota la tasa de descuento y ps el
monto de las transferencias en efectivo otorgadas de acuerdo a los años de escolaridad. Se supone que las utilidades
marginales del consumo y del ocio son decrecientes en cada periodo y una productividad marginal decreciente de la
escolaridad para el salario del segundo periodo. Otro supuesto es que el consumo y el ocio son bienes normales en
ambos periodos. No existe una utilidad directa por escolaridad, la cual únicamente proporciona una tecnología para
transferir recursos del primer al segundo periodo e incrementar el salario en el segundo periodo.
Los individuos maximizan su función de utilidad objetivo (U):
U1(C1, L1) + βU2(C2, L2)

sujeto a las siguientes restricciones:


S + t1 + L1 < T
t2 + L2 < T
C1 + C2 / (1 + r) = A + ps S + (T - L1 - S)W1 + (T - L2) W2(S) / (1 + r)

Una condición óptima que se mantiene para cualquier solución interior del problema es:
MUL1 - MUC1 ps = β MUC2 t2 W’2(S)

o de manera equivalente:
MUC1 (W1 - ps) = β MUC2 t2 W’2(S)

El lado izquierdo de la ecuación es el costo del tiempo dedicado a la escuela, en términos de costos monetarios
directos y horas de ocio pasadas (o su equivalente, ingresos laborales pasados; lo anterior puesto que otra condición
de optimalidad para las soluciones interiores equipara la utilidad marginal del ocio con la utilidad marginal del con-
sumo adicional derivado del trabajo). Por su parte, el lado derecho representa el beneficio marginal de pasar tiempo
adicional en la escuela; esto es, mayores ingresos una vez que se es adulto.
Las condiciones de optimalidad muestran que las transferencias en efectivo afectan los costos marginales de
la escolaridad de la misma manera en que lo haría una disminución en la tasa salarial del niño: las becas reducen el
salario sombra (o valor relativo) del tiempo del niño en otras actividades distintas a las escolares. El beneficio de la
escolaridad en términos de ingresos (en oposición al ingreso total) depende de la cantidad de tiempo que el individuo
dedique al trabajo una vez que es adulto. Debido a que los varones adultos por lo general tienen mayores salarios
que las mujeres adultas, el beneficio marginal de la escolaridad para los niños en términos de ingresos tiende a ser
mayor que el de las niñas para cualquier nivel de S.* Esto podría ayudar a explicar las elecciones de las niñas que

* Lo anterior, bajo el supuesto de que el costo marginal de oportunidad de la escolaridad de los niños no es mayor que el de las niñas.
236 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

tienen menores niveles de escolaridad promedio que las de los niños.* Si éste fuera el caso y el salario de los niños
fuera el mismo para ambos, entonces se necesitarían de mayores becas para inducir a las niñas a obtener el mismo
nivel de escolaridad que los niños. (Cabe notar, sin embargo, que si el ingreso total es una medida de bienestar de
mayor importancia que los ingresos, no existe razón alguna para diferenciar los montos de las becas por sexo).
Una disminución en los costos directos de la escolaridad, como resultado de las transferencias, genera efectos de
sustitución e ingreso. El efecto sustitución reduce la cantidad de tiempo dedicado al ocio y al trabajo cuando se es niño
e incrementa la cantidad de tiempo dedicado a la escuela. El efecto ingreso (un incremento en los ingresos de por vida)
eleva el consumo de todos los bienes normales, a saber, el del ocio y el consumo en el primer y segundo periodos. Por
tanto, el efecto neto del tiempo invertido durante la infancia en ocio en el primer periodo es ambiguo. En principio, el
efecto neto del tiempo invertido en trabajo y escuela también es ambiguo. Sin embargo, si en el ocio el efecto sustitución
domina al efecto ingreso, el ocio en el primer periodo se reducirá y el tiempo dedicado a las actividades distintas al ocio
se elevarán. Debido a que las becas incrementan el beneficio relativo de la escuela respecto al trabajo, es de esperar
que el tiempo invertido en la escuela aumente y el tiempo invertido en trabajar disminuya.
La condición de optimalidad se podría transcribir como una condición de tangencialidad:
MUC1 / βMUC2 = t2 W’2 (S) / (W1 - ps)

donde el lado derecho proporciona la pendiente de las curvas de indiferencia entre el consumo presente y futuro
para el niño, y el lado derecho la pendiente del límite del consumo factible. El modelo ignora la indivisibilidad que
se crea en el Programa con respecto a las becas escolares. Se considera una versión del modelo en el que no existe
una beca escolar proporcional (esto es, ps = 0), sino una beca p que se otorga a cada niño que obtenga un nivel
de educación mayor o igual que Smin y una beca de cero en caso que ello no ocurra. Aquí Smin puede representar el
mínimo de asistencia requerida para recibir los beneficios del Programa. La restricción sobre los recursos del individuo
ahora es:
C1 + C2 / (1 + r) = A + p I(S) + (T - L1 - S) W1 + (T - L2) W2(S) / (1 + r)
donde
I(S) = 0 si S < Smin
I(S) = 1 si S ≥ S min

Este esquema de becas afecta a los niños de manera diferenciada de acuerdo a las decisiones sobre escolaridad
antes de que se introdujeran las becas escolares. Para los niños que ya recibían más de Smin unidades de educación
antes de introducir las becas escolares, el Programa sólo produce un efecto ingreso.‡ Para los niños que no recibían
ese nivel de educación y que no lo reciben aun después de la introducción de las becas escolares, el Programa no
produce ninguno de los dos efectos. Y para los niños que no reciben Smin unidades de educación previo al Programa,
pero que posteriormente sí lo reciben, se generan ambos efectos, ingreso y sustitución. La medida en que el Programa
tiene un impacto importante en el capital humano y el trabajo de los niños sólo se puede determinar a través del
análisis empírico.§

* Aunque Behrman, Sengupta y Todd1,2 muestran que el número promedio de grados terminados de escolaridad en zonas rurales previo al Programa en las
niñas fue mayor que en los niños, lo que no parece justificar las mayores becas para las primeras respecto de los segundos. No obstante, el que las tasas de
matriculación sean mayores para los niños refleja el que éstos repiten grados en mayor medida que las niñas. Lo anterior parece ser un patrón generalizado
en el mundo en desarrollo (Grant MJ, Behrman JR. Gender gaps in educational attarnment in less developed countries. Working paper).

Para simplificar, aquí se ignora el hecho de que la frontera del conjunto de consumo factible podría ser no lineal.
§
Cabe notar que no resulta obvio por qué un gobierno interesado en incrementar el bienestar de los niños podría preferir becas escolares en lugar de
transferencias no condicionadas en el contexto del modelo simple discutido en este Anexo. Muchos podrían argumentar que, respecto a las transferencias
no condicionadas, los requisitos de condicionalidad son paternalistas y, por tanto, innecesarios para mejorar el bienestar. Una motivación potencial para
condicionar los beneficios es que existen ciertos retornos sociales a la inversión en educación que no son “cosechados” por el individuo. En una revisión
de la literatura se hallaron pocos estudios que demostraran que los retornos sociales eran significativamente más elevados que los retornos privados (la
excepción la constituye el estudio de Foster y Rosenzweig3). Una motivación alternativa para condicionar las transferencias es el papel que ésta juega en
instrumentar resultados que son favorables al niño en un contexto de negociación al interior de los hogares (Martinelli C, Parker SW. Do school subsidies
promote human capital accumulation among the poor? Working paper 0306. Centro de Investigación Económica, ITAM).
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 237

Referencias del anexo A


1. Behrman JR, Sengupta P, Todd P. Progresos a través de PROGRESA: una evaluación del impacto de un experimento de subsidio escolar. Desarrollo
Económico y Cambio Cultural 2005:54(1):237-276.
2. Behrman IR, Sengupta P, Todd P. The impact of Progresa on achievement test scores in the first year. Washington DC: International Food Policy
Research Institute; 2000.
3. Foster A, Rosenzweig MR. Learning by doing and learning from others: Human capital and technical change in agriculture. The Journal of Political
Economy 1995;103(6): 1176-1209.

B. RESULTADOS EN JÓVENES DE 17 A 20 EN 2005, UTILIZANDO LA ENCUESTA DE


CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS DE LOS HOGARES (ENNVIH)

En esta sección se detallan brevemente los resultados estimados obtenidos a partir de la Ennvih, que es una encuesta
con un propósito amplio, multitemática con representatividad nacional al nivel de los individuos, familias y localidades.
La línea base se conforma con más de 8 400 familias en 150 localidades. Todos los individuos de 15 años de edad y
mayores fueron entrevistados y se recolectó información detallada acerca de una gran variedad de comportamientos
sociales, económicos, demográficos y de la salud de los individuos y sus familias. Se aplicaron pruebas de habilidades
cognitivas, en particular, las Pruebas de Matrices Progresivas de Raven1 tanto a niños como a adultos. La segunda
ronda, la Ennvih-2, se realizó en 2005 y tuvo un contenido muy similar a la primera. Se realizaron grandes esfuerzos
para poder rastrear a todos los individuos y hogares, incluyendo a aquellos que se cambiaron de domicilio. Las tasas
de entrevistas de seguimiento fueron de alrededor del 90%, que implica una tasa de pérdida de muestra muy baja
para una encuesta longitudinal con tres años de diferencia entre rondas.
En este documento sólo se consideraron los datos de la encuesta Ennvih para zonas rurales, dado que la mayoría
de los beneficiarios de Oportunidades de la muestra Ennvih se localizan en esas zonas. En la muestra rural de la
Ennvih, cerca de 35% de los hogares aparecen en los datos administrativos de Oportunidades como beneficiarios.
Se dividió la muestra rural de hogares de la Ennvih en tres grupos: a) aquellos que recibieron los beneficios desde
1997 o 1998; b) aquellos que recibieron los beneficios a comienzos de 2001 o más tarde; y, c) aquellos hogares
que no habían recibido los beneficios al momento de la Ennvih-2. El análisis se concentró en las comparaciones
de los hogares de los grupos a) versus c), que es el análogo más cercano para el análisis que se llevó a cabo en la
sección principal de este documento utilizando datos de la Encel.
La Ennvih hace posible un análisis complementario de los impactos de Oportunidades, ya que permite la estimación
de impactos del Programa que son representativos a escala nacional y, por consiguiente, permite la comparación de
los impactos en los siete estados de la muestra de la Encel con impactos que son representativos a escala nacional.
El análisis con la Ennvih se enfocó en los beneficiarios que tenían de 9 a 12 años en 1997 y, por consiguiente, de
17 a 20 años en 2005. A pesar de que la primera ronda de la Ennvih se efectuó en 2002, varios años después del
inicio del Programa Oportunidades, esta encuesta cuenta con información retrospectiva de tal forma que es posible
reconstruir dicha información para incluir información previa al Programa y comparar los indicadores relevantes antes
y después del comienzo de Oportunidades. Esto es, se construyó la educación de 1997 a 2005 y se estimaron los
grados de escolaridad utilizando estimadores de pareamiento por dobles diferencias entre 2005 y 1997 para los
beneficiarios y no beneficiarios de Oportunidades en zonas rurales.
El cuadro 1 de este Anexo presenta los principales resultados. Éstos muestran valores positivos en los grados de
escolaridad acumulada entre 1997 y 2005. Sin embargo, ninguno de estos resultados es estadísticamente significa-
tivo, tal vez porque las muestras son relativamente pequeñas. En el caso de la prueba de Raven, todos los estimados
son negativos y sin relevancia. Estos resultados son, en general, desalentadores.
238 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro A1 1998T o nunca recibieron beneficios Estimado del coeficiente Intervalos de confianza Error est
Impacto de los efectos Dif 05-97 Grados de escolaridad 0.25 -0.20 0.70 0.23
educativos de Oportu- Grados de escolaridad: hombres 0.42 -0.18 1.03 0.31
nidades en zonas rura- Grados de escolaridad: mujeres 0.06 -0.61 0.73 0.34
les mediante las rondas Dif 05-02 Prueba de Raven -0.55 -1.3 1.63 0.37
de 2002 y 2005 de la
Prueba de Raven: hombres -0.58 -1.57 0.41 0.051
Ennvih en los jóvenes
  Prueba de Raven: mujeres -0.51 -1.52 0.51 0.52
de 9 a 12 años en
1997; emparejamiento
lineal local, estándares
de error bootstrapped,
500 repeticiones

Referencia del anexo B


1. Raven JC, Court JH, Raven J. Manual for Raven´s progressive matrices and vocabulary Scales. Section 2: Coloured progressive matrices. London: H. K.
Lewis, 1984.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 239

Capítulo V

Comportamientos de riesgo y sus consecuencias para la


salud, bienestar y probabilidad de participación laboral

Autor

Juan Pablo Gutiérrez*

* jpgutier@insp.mx. El autor agradece los comentarios de los revisores del documento, Cecilia Gayet e Ivico Ahumada, así como los comentarios y revisiones
realizados por el equipo de Oportunidades.
Resumen ejecutivo

Introducción
E l grupo más numeroso de individuos en el mundo son los jóvenes de entre 15 y 24 años. Este grupo está ex-
puesto a ciertos comportamientos que comprometen su bienestar presente y futuro, y en ese sentido pueden
considerarse como comportamientos de riesgo para quienes participan en ellos, e incluyen las relaciones sexuales
inseguras (sin protección), el comportamiento violento, el abuso de alcohol y drogas, el tabaquismo y la limitada
actividad física, entre otros. Se ha documentado que las decisiones tomadas en la adolescencia se traducen en pa-
trones de comportamiento que permanecen en la vida adulta. Por ejemplo, el consumo de alcohol en la adolescencia,
tanto la acción misma como la magnitud del consumo, es un fuerte predictor del consumo en la etapa adulta; otro
ejemplo documentado es la gran correlación entre uso de condón en la primera relación sexual y su uso subsecuente.
Éste es, en general, el caso de los comportamientos, los cuales también suelen ocurrir de forma simultánea, es decir,
la probabilidad de que se participe en un segundo comportamiento de riesgo, una vez que se ha participado en el
primero, se incrementa de forma significativa.
Como ocurre con todas las acciones humanas, no existe una causa única detrás de los comportamientos de riesgo.
Diversos factores contribuyen a su aparición en un individuo dado. No obstante, es posible agrupar los factores que se
han asociado con los mismos en tres niveles: individuales, microambientales y macroambientales. Por un lado, están
las características propias que incluyen aspectos genéticos y que pueden hacer a un individuo más proclive a ciertos
comportamientos. Por otro lado, el entorno en el que vive, con las influencias y presiones en el medio familiar y co-
munitario. Finalmente, el contexto más amplio, que incluye la situación económica, las regulaciones y leyes. En dicho
contexto, la pobreza puede incrementar la probabilidad de que los jóvenes incurran en comportamientos de riesgo, pues
la desigualdad socioeconómica puede generar entornos donde la participación en prácticas de riesgo se percibe como
de mayor estatus socioeconómico y por lo tanto deseables. Es decir, el consumo de ciertos productos, como alcohol y
tabaco, pueden ser un elemento necesario para participar en el entorno social que se percibe como deseable.

Antecedentes
Los resultados de la evaluación rural y urbana del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades 2004 mostraron
evidencia de que el Programa parece prevenir comportamientos de riesgo entre los adolescentes. No obstante, pese
al factor preventivo señalado, aún resulta elevado el porcentaje de jóvenes que participan en ese tipo de comporta-
mientos. Ello podría verse como una oportunidad para dirigir acciones que impidan una depreciación de la inversión
en capital humano, depreciación que traería como consecuencia una disminución en los beneficios individuales y
sociales del mismo. La inversión en formación de capital humano de adolescentes y jóvenes se justifica a partir de
la evidencia que genera retornos sociales que se traducen en una mejor salud, mayor productividad, disminución de
la pobreza y beneficios a la sociedad en general.
En este contexto, un aspecto pendiente por explorar es el efecto de esta reducción en comportamientos de riesgo,
en el bienestar y la probabilidad de éxito laboral de los adolescentes y jóvenes.
El Programa incentiva la permanencia en la escuela, e incluye como parte del componente de salud la asistencia
de adolescentes y jóvenes a talleres de autocuidado a la salud en los que se trabajan temas para la prevención del
consumo de sustancias adictivas y el sexo no protegido.
242 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

La literatura, por su parte, ha informado que en condiciones de exclusión social, los individuos tienen una marcada
preferencia por el presente, mientras que comparados con los costos futuros de los comportamientos se valoran muy
bajos. El Programa, a través de la educación (en general como de la información específica sobre comportamientos),
podría modificar tanto la expectativa de futuro como los conocimientos sobre las consecuencias de los comportamientos,
haciendo que se le asigne un valor más alto a los beneficios en el largo plazo (y un costo mayor a las consecuencias
futuras), que sobrepase el valor de los beneficios presentes por participar en comportamientos de riesgo.
El objetivo de este estudio es estimar la probabilidad de participación en comportamientos de riesgo de los indi-
viduos de entre 14 y 24 años pertenecientes a familias en el Programa, así como observar su relación con variables
de bienestar.

Métodos
Este reporte presenta un análisis realizado a partir de la información proveniente de las Encuestas de Evaluación de
los Hogares Rurales (Encel 2003 y 2007) del Programa, en las cuales se incluyeron módulos sobre comportamientos
de riesgo en adolescentes y módulos sobre escolaridad y participación en el mercado laboral.
El análisis se divide en dos partes: primero se informa sobre la proporción de adolescentes que han participado en
comportamientos de riesgo, y la relación entre dicha participación y el tiempo en años que las familias han estado
en el Programa, controlando por otros factores observables y utilizando modelos de regresión probit multivariados.
Debido a que no se cuenta con un grupo de comparación, este análisis no puede interpretarse como el efecto del
Programa, pero sí proporcionar información útil sobre las tendencias observadas.
Para la descripción de las proporciones de adolescentes que participan en comportamientos de riesgo, se seleccionó
una serie de reactivos similares a los utilizados en la encuesta previa. Las variables seleccionadas miden la proporción
de jóvenes que reportan fumar, consumir bebidas alcohólicas, que han tenido relaciones sexuales, que utilizaron
condón en la relación sexual más reciente y que consumen alimentos y bebidas de alta densidad energética.
En la segunda parte, se analiza la posible relación entre los comportamientos de riesgo observados en 2003,
con resultados educativos, laborales y de salud, reportados en 2007. Este análisis busca estudiar el papel de los
comportamientos en resultados de mediano plazo que pueden afectar el potencial del Programa de incrementar el
capital humano de los adolescentes y jóvenes, y en ese sentido, estos indicadores en el documento se engloban
como indicadores de bienestar.
Para este análisis se utilizaron modelos de regresión probit multivariados y se trabajó con la información del grupo
de individuos que en 2003 tenían entre 15 y 21 años, a los cuales se les aplicó el cuestionario de comportamientos
de riesgo, y que fueron entrevistados en 2007 con información sobre variables educativas y laborales. Las variables
obtenidas en 2007 que se utilizan como indicadores de bienestar son: la asistencia a la escuela en ese año, que los
años de escolaridad sean los adecuados para la edad (definida como éxito educativo), la participación laboral, y si
la participación laboral es en actividades agrícolas.

Resultados
Para el grupo más joven, de 14 a 18 años, la proporción de los que acuden actualmente a la escuela es mayor entre los
que tienen más tiempo de participación en el Programa, lo que es consistente tanto con un mayor número promedio
de años de escolaridad, como con el porcentaje de los que tienen la escolaridad adecuada para la edad.
Por lo que se refiere al consumo de alimentos de alta densidad energética (alimentos chatarra), no se observan
diferencias importantes entre los grupos de exposición, ni por sexo.
La proporción de los participantes que reportan fumar tiende a ser menor entre los grupos con mayor exposición
al Programa, tanto para hombres como para mujeres. En el consumo de bebidas alcohólicas también se nota una
menor proporción en los grupos con mayor exposición al Programa. Sin embargo, el consumo de drogas alguna vez
en la vida se registró en mayor proporción en el grupo con mayor exposición al Programa.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 243

El porcentaje de los que informan haber tenido ya relaciones sexuales es menor en el grupo con mayor exposición
en el caso de las mujeres (2.4% en el porcentaje controlando por truncamiento, en comparación con 8.0% en el grupo
de menor exposición), con una diferencia menor en el caso de los hombres (2.8 vs. 3.3%, respectivamente).
El uso de condón fue mayor en los grupos de mayor exposición tanto en la primera como en la última relación
sexual, con una diferencia mayor para la relación sexual más reciente.
Finalmente, la proporción de sobrepeso (que incluye obesidad) fue mayor para mujeres en todos los grupos de
exposición, a la vez que los datos sugieren una proporción mayor entre los grupos de menor exposición al Programa.
Para los de 19 a 21 años, se nota una ligera diferencia entre los que han asistido alguna vez a la escuela, con
proporciones mayores entre los que cuentan con mayor exposición al Programa. Este resultado es consistente con
un mayor número de años de escolaridad, lo que igualmente se refuerza con una mayor proporción de quienes tienen
la escolaridad de acuerdo con la edad.
En relación con el consumo de alimentos con calorías vacías (alimentos chatarra), para este grupo de edad se
nota una menor proporción en promedio en comparación con el grupo de menor edad, manteniéndose la similitud
entre los grupos de exposición diferente.
En el ámbito del consumo de sustancias adictivas, no se observan diferencias importantes entre los grupos de
exposición al Programa.
La proporción de los jóvenes que ya han tenido relaciones sexuales es claramente mayor entre los que tienen
menos tiempo en el Programa, y con excepción del grupo de mayor exposición, es mayor entre las mujeres que en
los hombres. Para este grupo de edad, la proporción de los que usaron condón en la primera relación sexual, y en la
relación sexual más reciente, es mayor entre el grupo con menor exposición al Programa.
Finalmente, el sobrepeso fue mayor entre el grupo con menor exposición al Programa en comparación con el
grupo de mayor exposición (18.5 vs. 10.8% entre las mujeres), y mayor entre las mujeres de todos los grupos de
exposición con excepción del de mayor exposición.
Para el grupo de 22 a 24 años, por lo que se refiere a la asistencia alguna vez a la escuela, la proporción es similar
en todos los grupos, y de alrededor de 95%. El número de años de escolaridad es similar entre todos los grupos de
exposición, aunque el porcentaje de los que han logrado el nivel adecuado con la edad es mayor entre los hombres
en el grupo de mayor exposición (77.3 vs. 73%), en tanto que el resultado es inverso en el caso de las mujeres
(73.8 vs. 75.3%) si bien en una proporción menor. Por otra parte, la asistencia actual a la escuela es mayor en el
grupo de menor exposición en relación con el de mayor exposición.
El consumo de alimentos chatarra (de alta densidad energética) tiende a ser menor con la edad y el porcentaje
baja en este grupo de edad en relación con el anterior.
Por lo que se refiere a la proporción de los que afirman fumar, para este grupo de edad, se observa una asociación
con el tiempo de exposición, con un mayor porcentaje de fumadores entre el grupo con menor exposición. Éste es
también el caso con la proporción de los que reportaron consumir bebidas alcohólicas, con una proporción mayor
entre el grupo con menor tiempo en el Programa.
Por lo que se refiere a la actividad sexual, para este grupo en general alrededor de la mitad reportaron ya haber
tenido relaciones sexuales; al comparar por sexo (ajustado por el truncamiento), fueron las mujeres las que repor-
taron en mayor proporción ser sexualmente activas. De igual forma, la proporción fue mayor en el grupo de menor
exposición al Programa.
Con mayor proporción entre los hombres en relación con las mujeres, el uso de condón fue, asimismo, mayor en
el grupo con mayor exposición al Programa, con una diferencia en el caso de los hombres en la relación sexual más
reciente de 35.3 vs. 21.3%. Es también claro que existe un patrón con la edad, reportando este grupo un menor
uso en relación con los más jóvenes. La seroprevalencia de VHS 2 fue mayor entre las mujeres, y menor entre los
que llevan más tiempo en el Programa.
El nivel de conocimientos sobre temas de salud es menor entre los hombres, y no hay un efecto positivo del
Programa en los mismos.
244 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Finalmente, el porcentaje de sobrepeso (mayor entre las mujeres que los hombres) fue mayor entre las del grupo
de menor exposición en relación con el de mayor exposición (20.2 vs. 13.8%), sin diferencias por exposición entre
los hombres.
La probabilidad de tomar se encontró significativamente asociada de forma inversa con el nivel de exposición. Por
lo que se refiere a la probabilidad de haber tenido ya relaciones sexuales, ésta está inversamente relacionada con el
tiempo de exposición de forma clara (todos los coeficientes de los grupos de exposición son significativos al 95%
cuando se utiliza el porcentaje corregido por truncamiento), es mayor para las mujeres, y se incrementa con la edad.
De igual forma, el tiempo de exposición se encontró asociado de forma inversa con la probabilidad de embarazo y
de seropositividad al VHS 2.
Ser sexualmente activo en 2003 tiene un efecto (significativo al 90%) en la probabilidad de estar en la escuela
para los hombres, pero no para las mujeres. Para ellas, a mayor edad, la probabilidad de continuar en la escuela es
menor, en tanto que para los hombres esta probabilidad es mayor entre los indígenas.
Por lo que se refiere a la probabilidad de éxito educativo, ser sexualmente activo en 2003, estar unido y provenir
de un hogar indígena, incrementan la probabilidad de tener la escolaridad adecuada con la edad.
Asimismo, el sobrepeso en 2003 tuvo un efecto negativo en la probabilidad de éxito educativo para 2007,
sin que se observen efectos por el consumo de tabaco y/o alcohol. Un modelo que no se presenta por el limitado
número de observaciones es sobre el uso de condón en la relación sexual más reciente en 2003, que se encontró
positivamente asociado con el éxito educativo.
Por lo que se refiere a la probabilidad de trabajar, ésta es menor entre las mujeres, los individuos unidos y los
indígenas. No se observan efectos por haber sido sexualmente activo en 2003, y sí un efecto positivo entre los
hombres por sobrepeso. Entre las mujeres, se observa un efecto positivo de haber tomado bebidas alcohólicas en
2003 en la probabilidad de trabajar, en tanto que en el modelo con ambos sexos, hay un efecto negativo (al 90%
de significancia) de fumar y beber en la probabilidad de trabajar. El efecto en las mujeres puede estar relacionado con
un número de observaciones reducido, lo que podría sugerir un grupo de individuos con características particulares
por lo que no es generalizable.

Discusión
El análisis sobre la asociación entre el tiempo de participación en el Programa y los comportamientos de riesgo en
2007 sugiere que Oportunidades ha tenido un papel importante en retrasar las uniones entre adolescentes y jóvenes,
lo que parece reflejarse en un mayor éxito educativo y apunta hacia el cumplimiento de los objetivos de largo plazo
del Programa. A mayor tiempo en Oportunidades, adolescentes y jóvenes retrasan igualmente el inicio de su vida
sexual (directamente relacionado con las uniones), lo que asimismo contribuye a mejores resultados escolares al
disminuir la probabilidad de embarazos en adolescentes y de contraer infecciones de transmisión sexual.
No obstante, y de acuerdo con los datos reportados, un importante porcentaje de adolescentes y jóvenes de
hogares beneficiarios de Oportunidades (becarios ellos mismos del Programa) reportan estar participando en com-
portamientos que ponen en riesgo su bienestar futuro. Aunque se observaron tendencias que sugieren que estos
comportamientos son menores entre los individuos en hogares con mayor tiempo en el Programa, esto no ocurre en
todos los casos, lo que podría estar comprometiendo la capacidad del Programa de incrementar el capital humano
en este grupo de edad.
De igual modo, los conocimientos sobre temas de salud no parecen incrementarse por el tiempo en el Programa.
Existe un alto porcentaje de adolescentes y jóvenes con bajo nivel de conocimientos sobre dichos temas.
Es asimismo evidente que se presentan importantes asimetrías de género en relación con el riesgo. Ante una
mayor probabilidad de haber tenido ya relaciones sexuales para las mujeres, se conjunta una menor probabilidad
de haber usado condón en la primera y en la más reciente relación sexual. Esta importante incidencia de relaciones
sexuales no protegidas sigue siendo una llamada de atención para las estrategias de prevención de embarazos en
adolescentes e infecciones de transmisión sexual.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 245

El Programa está generando incentivos adecuados para alcanzar niveles mayores de escolaridad entre los par-
ticipantes, lo que igualmente se refleja en que los individuos decidan posponer el inicio de su vida sexual, lo que
repercute potencialmente en un menor número de embarazos adolescentes. Este efecto positivo se observa también
en términos de una menor probabilidad de sobrepeso, a la vez que el sobrepeso afecta la probabilidad de éxito escolar.
En este sentido, las acciones de Oportunidades en educación parecen estar teniendo el resultado deseado.

Análisis FODA
Fortalezas y oportunidades

Fuente del
Prioridad Descripción
análisis

La proporción de los participantes que están casados o en unión libre es mayor entre los que provienen
FO1 de hogares con menor exposición al Programa. Este resultado estaría sugiriendo que el Programa se asocia Encel 2007
efectivamente con que los adolescentes y jóvenes estén posponiendo la unión.

La probabilidad de embarazo y de VHS 2 es menor entre los adolescentes y jóvenes con mayor tiempo de
FO2 Encel 2007
exposición al Programa

Los individuos en hogares con mayor tiempo en el Programa reportan un mayor número promedio de años
FO3 Encel 2007
de escolaridad, y en mayor proporción escolaridad adecuada para la edad.

La probabilidad de consumir alcohol y de iniciar actividad sexual es menor para los que tienen más tiempo
FO4 Encel 2007
en el Programa

Debilidades y amenazas

Fuente del
Prioridad Descripción
análisis

Un importante porcentaje de los adolescentes y jóvenes de hogares beneficiarios de Oportunidades (y


DA1 de hecho, becarios ellos mismos del Programa), participan en comportamientos que ponen en riesgo su Encel 2007
bienestar futuro.

Se observan también en proporciones importantes las consecuencias de los comportamientos, con la


DA2 Encel 2007
seropositividad al VHS 2 y el sobrepeso

DA3 Se mantienen inequidades de género importantes que ponen en mayor vulnerabilidad a las mujeres Encel 2007

Recomendaciones

Prioridad Relación Recomendación Sector responsable

Incluir en las reglas de operación la necesidad


de implementar estrategias de prevención de
R1 DA1 Oportunidades, Salud
comportamientos de riesgo con efectividad probada,
y que vayan más allá de la provisión de información
246 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Reforzar el componente de género en los talleres de


R2 DA3 Oportunidades, Salud
autocuidado a la salud para los becarios

Reforzar la oferta de bienes y servicios saludables. Esto


incluye tanto servicios de salud amigables para los
adolescentes y jóvenes, como acciones tendientes a
moderar la oferta de alimentos de calorías vacías. En
R2 DA1, DA2 Salud, Social
concreto, podría limitarse la oferta de alimentos chatarra en
las escuelas, y sustituirlos por una oferta más saludable, así
como facilitar el acceso a condones a través de estrategias
que podrían incluir máquinas dispensadoras en las escuelas.

Sostener las acciones que incentivan la permanencia en la


R3 FO2 Oportunidades
escuela y la progresión escolar
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 247

Comportamientos de riesgo y sus


consecuencias para la salud, bienestar
y probabilidad de participación laboral

I. Introducción
E l grupo más numeroso de individuos en el mundo son los jóvenes de entre 15 y 24
años.1 Si bien se trata de un grupo de edad relativamente saludable, que ha superado ya
la etapa crítica de mortalidad y morbilidad de la infancia y aún no se enfrenta a los problemas
de salud de la etapa adulta, contribuyen de forma desproporcionada por su peso poblacional
a condiciones de salud que son consecuencia de comportamientos que comprometen su
bienestar presente y futuro, es decir, comportamientos de riesgo. Entre los comportamientos
de riesgo en que jóvenes y adolescentes suelen incurrir se encuentran las relaciones sexua-
les inseguras, el comportamiento violento, el abuso de alcohol y drogas, el tabaquismo y la
limitada actividad física, entre otros.
En el Reporte sobre el Desarrollo de 2007 (RDM2007), documento editado anualmente
por el Banco Mundial, dedicado ese año a analizar la situación de los adolescentes y jóvenes en
el mundo en desarrollo, se argumentaba que el mundo tiene una oportunidad sin precedentes
de acelerar el desarrollo y reducir la pobreza a través de la inversión en capital humano de
los adolescentes y jóvenes. En el prefacio del documento, el entonces presidente del Banco
Mundial lo resume en una frase: “nunca ha habido un mejor momento para invertir en los
jóvenes que viven en el mundo en desarrollo”.2
La evidencia ha mostrado que las decisiones tomadas en la adolescencia son determinantes
para el futuro de un individuo: es en esta etapa en la que se establecen patrones de comporta-
miento para la vida, al transitar de la niñez a la edad adulta.3,4 Aún más, una vez que se adoptan
comportamientos de riesgo en esta etapa, muchos de éstos permanecen en la vida adulta:
cuando el consumo de sustancias como alcohol y tabaco inician en la adolescencia, tienen un
efecto a lo largo de la vida.5 En el mismo sentido, se ha documentado la correlación entre el
uso de condón en la primera relación sexual y su uso subsecuente en la vida.
248 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Los factores que contribuyen al surgimiento de comportamientos de riesgo en jóvenes operan en tres niveles:
individuales, microambientales y macroambientales. Con respecto al ámbito individual, existen predisposiciones
negativas como baja autoestima, ira, ambivalencia e incertidumbre, todas ellas incrementan la probabilidad de que
los adolescentes y jóvenes participen en comportamientos de riesgo. Estas emociones pueden ser aprendidas o tener
causas biológicas y están condicionadas por el ambiente. El ámbito microambiental representa el contexto próximo al
individuo y sus efectos potenciales en la adopción de los comportamientos están en relación directa con la estructura
y las dinámicas familiares, los valores e influencias a los que está expuesto, la comunidad en la que interactúa, así
como el ambiente físico. El ámbito macroambiental es el contexto distante del joven, está integrado por los medios
de comunicación, la economía nacional, los ámbitos de pobreza y desigualdad, las instituciones públicas, la historia,
la cultura y las normas sociales. Los factores microambientales difieren de los macroambientales en que las influencias
de los primeros son específicas a cada individuo, surgiendo a un ámbito muy cercano y personal; mientras que los
segundos son compartidos por todos los jóvenes.3
En los países de América Latina, como en la mayoría de los países en vías de desarrollo, los jóvenes son más
proclives a experimentar comportamientos de riesgo, puesto que tienen una probabilidad más alta de ser pobres. La
pobreza funciona como uno de los factores que incrementan la probabilidad de que los jóvenes incurran en compor-
tamientos de riesgo,6,7 tanto de forma directa al reducir (o afectar) las expectativas de futuro y en ese sentido hacer
más valioso el beneficio presente de los comportamientos en comparación con los beneficios futuros (incluyendo
los costos futuros de los comportamientos actuales), como de forma indirecta, al generar puntos referenciales en
los que el consumo de ciertos bienes (incluyendo sustancias adictivas) se perciben como parte de un contexto
con menores privaciones, lo cual se agrava en la medida en que existan leyes inadecuadas, instituciones débiles o
inexistentes, o mala operación de programas de atención a grupos vulnerables.6,8,9
La desigualdad socioeconómica puede generar este tipo de entornos, en los que, para los grupos sociales
excluidos, la participación en prácticas de riesgo provee satisfactores individuales de forma relativamente fácil,
en términos de posibilidades de acceso, los que son aún más apreciados si se trata de comportamientos que se
perciben como de mayor estatus socioeconómico, es decir, que permiten la sensación de acceso a un entorno
socioeconómico diferente.
De esta forma, el contexto socioeconómico en el que los adolescentes y jóvenes se desarrollan, delimita, por
un lado, el acceso a bienes relacionados con los comportamientos de riesgo (sustancias adictivas, por ejemplo), en
tanto que influye en el estatus o deseabilidad de estos comportamientos: el consumo de dichas sustancias puede
ser un elemento necesario para participar en el entorno social.

Antecedentes

Los resultados de la evaluación de mediano plazo (rural) y corto plazo (urbano) de los efectos del Programa de
Desarrollo Humano Oportunidades mostraron evidencia de que el Programa parece prevenir la aparición de la mayor
parte de los comportamientos de riesgo entre los adolescentes y jóvenes de 10 a 21 años de edad. La evidencia fue
más sólida en lo que se refiere a consumo de tabaco y alcohol y menos para lo que se refiere a comportamientos
sexuales de riesgo (inicio temprano de actividad sexual, relaciones sexuales sin protección, etcétera). Asimismo, el
análisis rural sugirió que el Programa estaba asociado con un incremento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad
entre los adolescentes.10
No obstante, pese al factor preventivo señalado, aún resulta elevado el porcentaje de adolescentes y jóvenes
pertenecientes a familias dentro del Programa que participan en este tipo de comportamientos. Ello podría verse como
una oportunidad, si se considera a ésta como una población cautiva, a la que se pueden dirigir acciones encaminadas
a prevenir tales comportamientos, que de otro modo provocarían una depreciación acelerada de la inversión en capital
humano que se lleva a cabo a través del Programa, depreciación que traería como consecuencia una disminución en
los beneficios individuales y sociales del mismo.
En este sentido, un aspecto pendiente por explorar es el efecto de esta reducción en comportamientos de riesgo,
en el bienestar y la probabilidad de éxito laboral de los adolescentes y jóvenes.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 249

De acuerdo con las cifras obtenidas para el RDM2007, las elevadas tasas de participación en la escuela primaria
en los países en desarrollo no se mantienen en la educación secundaria. La tasa de inscripción en la escuela declina
sostenidamente con la edad. Aún más: los que asisten a la escuela no están aprendiendo todo lo que podrían: muchos
de los que completan la escuela primaria, o incluso más allá, no son capaces de leer con soltura, ni cuentan con las
habilidades necesarias para solucionar retos de la vida diaria.2
La literatura sugiere que los embarazos en la adolescencia son una causa importante de abandono escolar, tanto
para la mujer como el hombre, lo que suele traducirse en una expectativa de ingreso permanente menor.2 Según
cálculos de la Organización Mundial de la Salud,11 cada año ocurren 13 millones de alumbramientos de madres
adolescentes, de los cuales 90% ocurre en países en vías de desarrollo. Se estima que cada año mueren 70 mil mu-
jeres de entre 15 y 19 años como consecuencia de embarazos y partos, y que más de un millón de hijos de madres
adolescentes mueren antes de haber cumplido un año.12
El embarazo en la adolescencia es uno de los fenómenos sociales que facilita la reproducción de la pobreza, al
deteriorar las condiciones presentes de vida y comprometer las oportunidades futuras. La ocurrencia de embarazo
adolescente está relacionada con bajos niveles educativos de la madre y sus padres, que la madre provenga de familias
disfuncionales y tenga reducidas oportunidades de ingreso, entre otros factores.13,14 Algunos estudios han sugerido
que el embarazo adolescente da lugar a pérdida de educación e ingreso para la madre y sus hijos, desnutrición en los
hijos, familias más grandes, disolución familiar, mayor probabilidad de recibir ayuda gubernamental, etcétera.14-19 En
el caso de los ingresos, Assunçao y Carvalho,15 estimaron para Brasil que el ingreso futuro de una madre adolescente
es 38% más bajo que el ingreso permanente de una mujer adulta que dio a luz a un niño nacido vivo; mientras que
los hijos de madres solteras tienen salarios 6% más bajos en comparación con un grupo controlado por raza, edad y
género. Para México, Buvinic16 indica que 26% de las madres adolescentes vivían en situación de pobreza, en tanto
que únicamente 4% de las madres adultas estaban en la misma situación. La autora también encuentra que una
madre adolescente tiene una mayor probabilidad de procrear a otra madre adolescente.
Las relaciones sexuales no protegidas son un elemento necesario para los embarazos, por lo que el uso de condón
de forma consistente es un elemento importante en la prevención de los embarazos en la adolescencia, durante la
cual, por diversas razones, el uso de métodos anticonceptivos hormonales, dispositivos o permanentes es menor y
menos indicado.
El hábito del consumo de alcohol desarrollado durante la adolescencia influye fuertemente en los niveles de
consumo durante la edad adulta y las consecuencias de largo plazo que resultan del abuso del alcohol.20 Otros
estudios han encontrado evidencia de que el consumo de alcohol entre adolescentes tiene efectos negativos en la
salud, así como bajo desempeño escolar, además de que pone en riesgo la participación en el mercado laboral y la
productividad.21-23 En México, el consumo de alcohol contribuye a la presencia de problemas de comportamiento,
conducta antisocial y disolución familiar.24
En Brasil, Assunçao y Carvalho15 estiman que el costo del abuso de alcohol entre jóvenes asciende a 228 millones
de dólares. Por falta de información, estos autores únicamente estimaron costos económicos privados, por lo que
esta cifra está claramente subestimada. Por otra parte, existe evidencia que señala que hay un efecto positivo del
consumo de alcohol en el ingreso momentáneo (no hay datos para el ingreso permanente), aun si no son claras las
razones de esto; igualmente, se ha identificado un efecto negativo del consumo de tabaco en el ingreso.25
Asimismo, las potenciales modificaciones en la dieta individual y familiar, como resultado de los recursos adicio-
nales, en conjunto con cambios en los patrones de actividad física que podrían relacionarse con mayor permanencia
en la escuela (por definición en las horas de clase no hay actividad física), podrían explicar el incremento observado
en sobrepeso y obesidad. El sobrepeso y la obesidad se han relacionado con un menor rendimiento escolar, a la vez
que se convierten en factores que predisponen al desarrollo de problemas relacionados con el síndrome metabólico
en la edad adulta.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2002 (ENA 2002), en las áreas rurales en México, alrededor
de 6.14% de los adolescentes entre 12 y 17 años reportaron ser fumadores al momento de la encuesta (11.29%
hombres, 0.96% mujeres), en tanto que este porcentaje fue de 31.7% para los individuos entre 18 y 29 años (el
reporte no incluye otras desagregaciones, por lo que no es posible tener sólo el grupo de interés de este documento).
250 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Por lo que se refiere al consumo de alcohol, para los mismos grupos de edad, los porcentajes de bebedores actuales
fueron 14.4% para los de entre 12 y 17 años (18.9% hombres, 9.88% mujeres) y 35.4% para los de 18 a 29
años (59.74% hombres, 17.98% mujeres). Por lo que se refiere al consumo de drogas, el documento de la ENA
2002 reporta sólo el grupo de edad de 12 a 34 años, para el que se observó en ese momento en áreas rurales una
proporción de alguna vez haber usado drogas de 1.64% (2.95% hombres, 0.54% mujeres).26

Relevancia para el Programa

En línea con el argumento del Banco Mundial, la inversión en formación de capital humano de adolescentes y jóvenes
se justifica a partir de la evidencia que señala que las intervenciones en este grupo de edad, generan retornos sociales
que se traducen en una mejor salud, mayor productividad, disminución de la pobreza y beneficios a la sociedad en
general.27,28
Los comportamientos de riesgo de jóvenes y adolescentes afectan la posibilidad de éxito de intervenciones
dirigidas a incrementar sus capacidades y habilidades. En este sentido, entran en competencia con los incentivos
del Programa, a través de acciones que disminuyen el efecto del mismo.
Explorar las motivaciones para involucrarse en comportamientos de riesgo, y los mecanismos y/o estrategias que
podrían ser incentivos adecuados para prevenirlos, son aspectos centrales para el desarrollo de estrategias efectivas
de estilos de vida saludable.

Acciones del Programa relacionadas con los comportamientos de


riesgo

Oportunidades tiene dos áreas de acción con las cuales puede tener un efecto sobre los comportamientos de riesgo, una directa y
otra indirecta. De forma directa, el Programa incentiva la permanencia en la escuela y a la vez incluye, dentro de las corresponsa-
bilidades la asistencia de los adolescentes y jóvenes a los talleres de educación para la salud, que se relacionan con la prevención
del consumo de sustancias adictivas y el sexo no protegido. Estos talleres tienen como objetivo promover comportamientos
saludables y están dirigidos a los integrantes de 15 años o más, y a los becarios de educación media superior.29
Con poca evidencia acerca de la capacidad de este tipo de talleres para modificar comportamientos, no es claro que
este tipo de estrategias puedan tener un efecto real en la reducción de comportamientos de riesgo. Por otra parte, la
permanencia en la escuela puede tener un buen efecto en la modificación de comportamientos, así sea únicamente
por limitar el tiempo disponible para participar en los comportamientos nocivos. No obstante, es también posible
que la influencia de los pares sea mayor en la escuela, aunque podría esperarse que los pares con mayor probabilidad
de participar en estos comportamientos no sigan en la escuela, lo que limita la posibilidad de exposición.
De forma indirecta, un potencial efecto del Programa se refiere a un posible cambio en la tasa de descuento inter-
temporal de los individuos. La literatura ha informado que en condiciones de exclusión social, ante un panorama de
futuro altamente incierto, los individuos tienen una marcada preferencia por el presente, lo que reduce la valuación
de los costos futuros de sus comportamientos. Dicho de otra forma, los costos futuros de los comportamientos se
valoran muy bajos comparados con los beneficios presentes de incurrir en los mismos. El Programa, a través de la
educación y el efecto de mayores recursos en las localidades, podría modificar la percepción del futuro, reduciendo
la tasa de descuento intertemporal, haciendo que a los costos futuros se les asigne un valor más alto, que puede ser
incluso mayor que los beneficios presentes del comportamiento.

Objetivos del documento

Entender de qué forma estos comportamientos afectan el logro de los objetivos del Programa es un primer paso para
establecer medidas preventivas. Asimismo, es importante contar con un panorama más claro de su potencial efecto
que considere las particularidades de la población rural y la magnitud de los comportamientos. De esta forma, este
trabajo busca explorar las siguientes hipótesis:
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 251

1. La prevalencia de comportamientos de riesgo está inversamente relacionada con el tiempo de participación en


el Programa, modulada por la magnitud de los apoyos recibidos por el hogar.
2. La presencia de comportamientos de riesgo en la adolescencia afecta el desempeño escolar y la inserción en el
mercado laboral de los jóvenes.

Métodos

Este informe analiza los datos de las Encuestas de Evaluación de los Hogares Rurales (Encel) del Programa, en par-
ticular las implementadas en 2003 y 2007, en las cuales se incluyeron módulos sobre comportamientos de riesgo
en adolescentes y jóvenes, a la par con los módulos sobre salud, escolaridad y participación en el mercado laboral.
No se utilizaron rondas previas de la evaluación porque no incluyeron datos sobre comportamientos de riesgo.
Los datos de la Encel 2003 se recolectaron en una muestra de localidades en siete entidades en la zona central
del país, en tanto que la Encel 2007 expandió la muestra para cubrir dos entidades del sur, y una muestra de hogares
de las regiones norte y occidente.
El análisis que se presenta en este documento se divide en dos partes; en un primer momento, se registra la pro-
porción de adolescentes y jóvenes que informan participar en comportamientos de riesgo, mostrando las diferencias
por grupo de edad y sexo. En segundo término se analiza la correlación entre el tiempo de participación en el Programa
con los presencia de los comportamientos estudiados. Ante la falta de un grupo de comparación, este análisis no es la
estimación del impacto del Programa, pero sí proporciona información útil sobre las tendencias que se presentan en las
áreas cubiertas por el Programa. En la segunda parte del análisis, se analiza el potencial efecto de los comportamientos
de riesgo observados en 2003 sobre indicadores educativos, laborales y de salud registrados en 2007.

Participación en 2007 en comportamientos de riesgo


y asociación con tiempo en Oportunidades

Para la descripción de las proporciones de adolescentes y jóvenes que participan en comportamientos de riesgo se
seleccionaron una serie de reactivos similares a los utilizados en la encuesta previa en 2003, de forma que fuera
posible hacer comparaciones.
En la Encel 2003, el cuestionario sobre comportamientos de riesgo fue aplicado por los entrevistadores a los
individuos de entre 15 y 21 años que habitaban en un subconjunto de las localidades de evaluación rural. Para la
Encel 2007, el número de localidades en las que se aplicó el cuestionario de comportamientos de riesgo se extendió
a todas las localidades visitadas en la encuesta (y no a un subconjunto), ampliando de igual forma el rango de edad a
14 a 24 años. Estos cambios modifican el universo de estudio, tanto por lo que se refiere al rango de edad, como al
conjunto de localidades incluidas. De esta forma, el análisis en este documento no se presenta como un seguimiento
del anterior, sino como un panorama de la situación de los adolescentes y jóvenes que residen en localidades rurales
participantes en Oportunidades.
Otro aspecto que hace distinto este análisis al previo es el instrumento utilizado para la encuesta. Sin modificar
los reactivos utilizados previamente, se cambió la forma de aplicarlos, para mejorar la confiabilidad de las respuestas
obtenidas. Siguiendo la literatura que señala las limitaciones de los datos proporcionados a un entrevistador, a la vez
que la complejidad del cuestionario y el perfil de la población, se decidió utilizar un cuestionario autoaplicado con
apoyo de audio y computadora.30-35
Estudios previos con población similar han mostrado que el uso de este tipo de tecnologías mejora el informe
de comportamientos sensibles, y que son relativamente aceptables por la población, para los cuales el uso de las
computadoras es en general factible.* La limitación de este cambio es que dificulta la comparación entre el informe
de 2003 y el de 2007, tanto en las respuestas individuales como en los porcentajes por localidad. No obstante,


*
Gutierrez JP, Torres-Pereda MP. Acceptability and reliability of an adolescent risk behavior questionnaire administered with audio and computer support.
Rev Panam Salud Publica, 2008 (en prensa).
252 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

considerando la evidencia que sugiere que los datos obtenidos para 2007 son más confiables, y que el objetivo de
este análisis no es identificar cambios en los comportamientos, esta limitación es menor.
Las variables seleccionadas miden la proporción de adolescentes y jóvenes que informan fumar, consumir bebidas
alcohólicas (y problemas asociados con su consumo), que han tenido relaciones sexuales, el uso de condón en la pri-
mera relación sexual y en la más reciente, y el consumo de alimentos y bebidas de alta densidad energética. Asimismo,
en la encuesta se midieron el peso y la talla de los participantes, para los que se estima el índice de masa corporal, y la
proporción de los participantes que se encontraba con sobrepeso u obesidad, y se obtuvieron muestras de sangre, a
partir de las cuales se obtuvo el estado serológico en relación con el virus del herpes tipo 2 (de transmisión sexual).
Para los individuos sexualmente activos, se obtuvo información adicional sobre expectativas de futuro y violencia.
Por lo que se refiere a las expectativas de futuro, se construyó una variable a partir de comparar la situación actual
definida de forma subjetiva por los entrevistados en relación con la que esperan tener en el futuro, tomando como
referencia sus pares y la sociedad en su conjunto. Para abordar el tema de la violencia, se obtuvo el porcentaje de
los participantes que reportan haber robado, destruido propiedad ajena y/o participado en peleas a golpes.
Para contar con una estimación sobre el efecto de los talleres, se obtuvo información sobre los conocimientos de
los entrevistados sobre temas de salud. En particular, se indagó sobre su conocimiento en relación con los problemas
de salud consecuencia del alcohol, y sobre conocimientos de salud sexual.
En todos los casos, las proporciones se ajustaron por el efecto de diseño, al considerar que la unidad primaria de
muestreo es la localidad.
Para la comparación por inicio de actividad sexual, se generó una variable que permitiera controlar el truncamiento
en las proporciones por grupo de edad, estimando la proporción de los que eran sexualmente activos en el año de
edad inmediato inferior al menor del grupo de edad (es decir, para el grupo de 14 a 18 años, la proporción de los
que eran sexualmente activos a los 13 años).
Para el análisis sobre la asociación con el tiempo en el Programa (tiempo de exposición), se utilizó la información
sobre la fecha de incorporación de la familia al Programa a partir de los registros administrativos de Oportunidades,
y se generaron categorías para los que tenían hasta tres años en el Programa, más de tres y hasta seis años, más de
seis y hasta nueve años, y más de nueve años. Adicionalmente, se registraron datos para hogares de incorporación
reciente o para los que no se tenía registro de incorporación, definiéndolos como con cero años de incorporación.
Este último grupo puede incluir hogares con más tiempo en el Programa que no se han identificado, e incluye
también hogares que no son elegibles (y esa es la razón por la que no están incorporados). En todos los casos, se
trata de hogares que residen en las localidades visitadas, por lo que son similares hasta cierto punto con el resto de
los hogares. No obstante, debido a la información incompleta sobre sus estatus de incorporación y elegibilidad, es
necesario ser cautelosos en las comparaciones en relación con este grupo.
Para estimar el efecto del tiempo de exposición se utilizaron modelos de regresión multivariada probit, en los cuales
la variable de resultado fue el comportamiento de riesgo, y la de exposición, las categorías de tiempo en el Programa,
controlando por otros factores. Estos modelos consideraron el agrupamiento de las observaciones por localidad.
Entre las variables de control utilizadas, se incluyó el grado de marginación de las localidades elaborado por el
Consejo Nacional de Población (Conapo),* y la región socioeconómica de la entidad de acuerdo con una clasificación
elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).‡ En ambos casos, la codificación
de las mismas está elaborada de forma ascendente, es decir, situaciones menos favorables a más favorables.

Análisis de efectos de los comportamientos de riesgo

Para analizar el potencial efecto de los comportamientos de riesgo en el bienestar de los adolescentes y jóvenes, se
realizó una estimación del efecto de mediano plazo, considerando la información sobre el módulo de comportamientos

* http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/indice2005xloc.htm

Regiones Socioeconómicas de México en http://jweb.inegi.org.mx/niveles/jsp/index.jsp?c=11724
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 253

de riesgo en 2003 y la información de la Encel 2007. Es posible que el horizonte temporal del análisis (los cuatro años
entre 2003 y 2007) sea insuficiente, sin embargo, no existen datos previos sobre comportamientos de riesgo.
En la encuesta de 2003 se entrevistó a individuos de entre 15 y 21 años, en ese momento con un cuestionario
sobre comportamientos de riesgo, aplicado en un subconjunto de localidades de la Encel 2003. Una parte de estos
individuos fueron ubicados y entrevistados en 2007, obteniéndose información sobre variables educativas, laborales
y de salud.
A partir de estas dos fuentes, se estimó el efecto de participar en 2003 en comportamientos de riesgo sobre una
serie de indicadores educativos, laborales, y de salud en 2007. En particular, se utilizan variables de éxito educativo,
participación en el mercado laboral y tipo de empleo, así como estado de salud.
El análisis busca mostrar si en el mediano plazo la participación en comportamientos de riesgo tiene un efecto
en la asistencia a la escuela y el éxito educativo, en la participación en el mercado laboral y en el estado de salud.
Por lo que se refiere a la participación en el mercado laboral, no es claro cuál es el nivel deseable de participación
(el Programa no busca incrementar la participación en el mercado de trabajo, sino la continuación de los estudios),
pero es claro que hay un grupo que decide trabajar, y en este sentido es relevante analizar cómo podrían afectar los
comportamientos de riesgo.
Para este análisis se utilizan modelos de regresión probit multivariados, que consideran la agrupación de los indi-
viduos en localidades, y controlan por edad, sexo, si estaban o no unidos, la región socioeconómica de la localidad,
el nivel de marginación de la localidad y el tiempo en el Programa de la familia.
La Encel 2003 entrevistó a un total de 12 866 adolescentes y jóvenes de entre 15 y 21 años. El análisis des-
criptivo de esta información se ha reportado previamente y no se presenta en este documento.10
Las variables de comportamientos en 2003 utilizadas para el análisis son: que fumara en 2003, que consumiera
bebidas alcohólicas, que hubiera iniciado ya vida sexual, que hubiera utilizado condón en la relación sexual más
reciente para el momento de la entrevista, que tuviera sobrepeso y su índice de masa corporal.
Para la Encel 2007 se buscó entrevistar a todos los individuos de entre 14 y 24 años residentes en las localidades
visitadas, que incluyeron a las visitadas en 2003. Del total de individuos entrevistados en 2003, para 2007 se logró
recontactar a 9 228, alrededor de 70%, de los cuales 51% fueron mujeres.
Las variables de resultado de la Encel 2007 que se utilizan son la asistencia en 2007 a la escuela, una variable
de éxito educativo, el que el entrevistado estuviera trabajando en el momento de la entrevista en 2007, si el trabajo
era en el sector agrícola y el sobrepeso en 2007.
La asistencia a la escuela es una variable dicotómica y de referencia directa de los entrevistados. La variable
de éxito educativo se construyó a partir de la edad y los años de educación del participante, considerando como
éxito los que hubieran completado los años de escuela correspondientes a sus edad, hasta la preparatoria, y como
no éxito al resto.
Para la participación en el mercado laboral, se consideró el informe de haber tenido un trabajo como actividad
principal en la semana anterior a la entrevista. La categorización de la actividad se limitó a diferenciar entre activi-
dades relacionadas con el campo y cualquier otra.

Enfoque metodológico

El análisis que se presenta en este documento se basa en la información reportada por los individuos entrevistados en
dos momentos en el tiempo. Las respuestas sobre participación en comportamientos de riesgo en 2003 se asumen
como anteriores a las decisiones sobre educación y trabajo que se observan en 2007, sin contar con una exploración
más profunda de la forma en la que estos dos grupos de indicadores podrían estar relacionados.
El hilo conductor del documento es que la participación en comportamientos de riesgo tiene un efecto evidente
en resultados de educación y participación laboral, y la forma de mostrarlo es a través de la información en dos
momentos en el tiempo distanciados por cuatro años para un grupo de individuos.
Aun si se acepta la noción de que los comportamientos de riesgo tienen un efecto en los indicadores de bienestar
seleccionados, la temporalidad podría no ser suficiente para mostrar los efectos buscados, y la participación en los
254 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

comportamientos podría estar relacionada con un elemento no observado que también afecta los indicadores de
educación y trabajo.

Modelos

Para la asociación entre tiempo en el Programa y comportamientos de riesgo, el modelo propuesto es:

CR2007ij=f(TO2007ij,Xij,Lj)

en donde CR2007ij se refiere a comportamientos de riesgo en 2007 del individuo i en la localidad j, TO2007i es el
tiempo en el Programa para el individuo i, en tanto que Xij es un conjunto de características del mismo individuo, y
Lj son variables de la localidad.

Para la estimación del efecto del Programa en las variables educativas, laborales y de salud, el modelo general
propuesto presenta a las variables de resultado en 2007 como funciones de los comportamientos de riesgo en
2003:

B2007ij=f(CR2003ij,Xij,Lj)

en donde B2007ij se refiere a los indicadores de bienestar en 2007 (educativos, laborales y de salud) del individuo i
en la localidad j, CR2003i son los comportamientos de riesgo en 2003 del individuo i, en tanto que Xij es un conjunto
de características del mismo individuo, y Lj son variables de la localidad.

Las variables dependientes analizadas son dicotómicas, y para todas éstas el modelo se estimó a través de modelos
probit. En todos los casos, se estimaron modelos ajustando por la localidad de residencia. Se estimaron los modelos
en tres formas: sólo hombres, sólo mujeres y todos los individuos
Considerando la correlación entre los consumos de alcohol y tabaco, se modeló la interacción de estos dos com-
portamientos en las variables de resultado.

II. Resultados
En los cuadros 1 a 3 se presentan las descripciones de las características generales y las proporciones de adolescentes
y jóvenes que participan en comportamientos de riesgo (o presentan sus consecuencias), divididos por sexo y gru-
pos de edad, y de acuerdo con el tiempo de exposición al Programa. En los cuadros se señala cuando las diferencias
entre los grupos son significativas.
En general, se observa que la proporción de mujeres se incrementa con la edad, y es mayor también en los grupos
con menor exposición al Programa. Lo primero se puede explicar tanto con la menor probabilidad de encontrar en
general a los hombres en el hogar (trabajan más en ubicaciones distintas al hogar, a diferencia de las mujeres que
adicional al trabajo del hogar realizan actividades en las cercanías del mismo); como con la mayor probabilidad de
que haya emigrado (por estudios o por trabajo). La diferencia por tiempo de exposición pudiera estar relacionada con
patrones diferentes de actividad laboral o emigración, lo que implicaría una primera diferencia entre los grupos.
Un par de resultados adicionales consistentes por edad que sugieren perfiles diferentes de poblaciones en rela-
ción con el tiempo de incorporación, es la proporción de hogares indígenas y de trabajo agrícola. Los individuos con
mayor tiempo de exposición provienen de hogares con mayor probabilidad de ser indígenas, y se dedican en mayor
proporción a actividades agrícolas, en relación con los de menor tiempo en el Programa.
De la misma manera, la proporción de los participantes que están casados o en unión libre (unidos) es mayor entre
los que provienen de hogares con menor exposición al Programa. Sin que esto pueda asociarse con el Programa, por
las razones mencionadas en la metodología de la falta de grupo de comparación real, este resultado es, no obstante,
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 255

interesante, ya que estaría sugiriendo que el Programa se asocia efectivamente con el hecho que los adolescentes
y jóvenes estén posponiendo la unión.
Para el grupo más joven, de 14 a 18 años, en el cuadro 1 se observa en primer lugar la descripción del grupo en
términos de variables demográficas y de resultados educativos y laborales. Como se puede observar, aunque en su
inmensa mayoría en todos los grupos de exposición los participantes han asistido en algún momento a la escuela,
la proporción de los que acuden actualmente es mayor entre los que tienen mayor tiempo de participación en el
Programa, lo que es consistente tanto con un mayor número promedio de años de escolaridad como con el porcentaje
de los que tienen la escolaridad adecuada para la edad.
Por lo que se refiere al consumo de alimentos de alta densidad energética (alimentos chatarra), no se observan
diferencias importantes entre los grupos de exposición, ni por sexo. Más de la mitad de los participantes informó
haber consumido algún alimento de este tipo el día anterior a la encuesta. En términos de la cantidad consumida de
este tipo de alimentos, en todos los grupos de exposición las cifras son similares, si bien se nota una menor diferencia
por género en función del tiempo de exposición.
Los datos sobre consumo de refrescos (bebidas de alto contenido de energía y sin otro aporte nutrimental),
evidencian en primer lugar los problemas del sesgo del recordatorio, al mostrar que las diferencias entre el consumo
diario y semanal no son consistentes (se esperaría en promedio un consumo semanal alrededor de siete veces mayor).
Tanto el consumo en unidades (refrescos medianos fue el equivalente utilizado) como en el gasto monetario, son
similares entre todos los grupos de exposición, y consistentemente mayores en hombres en relación con mujeres.
La proporción de los participantes que reportan fumar tiende a ser menor entre los grupos con mayor exposición
al Programa, tanto para hombres como para mujeres. Entre los participantes del grupo de menor exposición fue de
8.6% para hombres y 1.9% para mujeres, en tanto que para el grupo con más de nueve años en el Programa estas
proporciones fueron de 8.0 y 1.7%, respectivamente.
Para los que fuman, la proporción de los que lo hacen en casa (que estaría indicando la permisividad en el entorno
doméstico) presenta variaciones entre los grupos, sin que sea posible observar una tendencia clara. El resultado que
llama la atención en este caso es la mayor proporción de mujeres que fuman en casa (de las que fuman, que son
menos en relación con los hombres) en comparación con los hombres.
En el consumo de bebidas alcohólicas también se nota una menor proporción en los grupos con mayor exposi-
ción al Programa, aunque ésta no es del todo consistente. Para el grupo con menor exposición, la proporción de los
que informaron tomar fue de 15.7% para los hombres y 9.4% para las mujeres, en comparación de 14.1 y 7.1%,
respectivamente, en el grupo con mayor tiempo en el Programa. El número de bebidas consumidas reportadas es
similar en todos los grupos, e igualmente mayor para hombres en relación con las mujeres.
En cuanto a los que reportaron tener problemas con el consumo de alcohol (definido como en ocasiones
tener problemas de violencia relacionados con el consumo de alcohol) parece mayor en los grupos con mayor
exposición. No es claro si esta variable indica una problemática mayor, o mayor informe relacionado con mayor
conciencia del problema.
Un dato adicional es el informe por parte de los participantes de problemas de abuso en el consumo de alcohol
en sus padres. Sin una tendencia clara entre los grupos, el porcentaje registrado fue de alrededor de 15% de acuerdo
con las mujeres (algo menor de acuerdo con los hombres).
El consumo de drogas alguna vez en la vida fue registrado en mayor proporción en el grupo con mayor expo-
sición al Programa, aunque en todos los casos con porcentajes reducidos: 1.7% en los hombres en el grupo con
mayor informe.
El porcentaje de los que informan haber tenido ya relaciones sexuales es menor en el grupo con mayor exposición
en el caso de las mujeres (2.4% en el porcentaje controlando por truncamiento, en comparación con 8.0% en el
grupo de menor exposición), con una diferencia menor en el caso de los hombres (2.8 vs. 3.3%, respectivamente).
Las diferencias por sexo no sugieren un patrón claro por nivel de exposición al Programa.
El uso de condón fue mayor en los grupos de mayor exposición tanto en la primera como en la última relación
sexual, con una diferencia mayor para la relación sexual más reciente. Esta diferencia seguramente también está
mediada por el porcentaje de los que están unidos, lo que modifica el patrón de uso de métodos anticonceptivos.
256 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

El porcentaje de relaciones protegidas es mayor entre hombres en relación con las mujeres en todos los grupos de
exposición, lo que sugiere un mayor riesgo para las mujeres.
La seroprevalencia del virus del herpes simple 2 (VHS 2) es mayor en mujeres, lo que es consistente con el
menor uso de condón, y mayor probabilidad de tener actividad sexual. Asimismo, se observa una tendencia negativa
relacionada con el tiempo de exposición, es decir, la seroprevalencia es mayor entre los individuos con menor tiempo
en el Programa.
Finalmente, la proporción de sobrepeso (que incluye obesidad) fue mayor para mujeres en todos los grupos de
exposición, a la vez que los datos sugieren una proporción mayor entre los grupos de menor exposición al Programa.
Mientras que entre las mujeres del grupo de menor exposición se observó una prevalencia de sobrepeso de 20%,
ésta fue de 15.5% en el grupo de más exposición.
Como se observa en el cuadro 1, las expectativas son mejores cuando se hace la comparación con los pares que
cuando se realiza con las familias en México (social). No se observa una clara tendencia por grupos de exposición.
Los indicadores de violencia utilizados resultaron en porcentajes elevados, sobre todo para los hombres. Más de
la mitad de los hombres entrevistados informaron haber participado en peleas físicas, más de 20% haber participado
en la destrucción de bienes, y alrededor de 10% haber robado. Es importante recordar que estas cifras se refieren
únicamente a los que informaron ser sexualmente activos, por lo que no son generalizables a todo el grupo. Para
este conjunto de variables, no se observó una tendencia clara relacionada con el tiempo de exposición.
Finalmente, en relación con los conocimientos sobre temas de salud, para los dos temas de salud sexual se observa
un nivel mayor de conocimiento en las mujeres, pero no se identifica una tendencia relacionada con el tiempo de
exposición.
En el cuadro 2 se registran las características y participación en comportamientos de riesgo de los individuos
de entre 19 y 21 años. Como se señaló de forma general, para este grupo de edad la proporción de los que están
unidos está claramente asociada con el tiempo de exposición al Programa, que llega a 39.4% entre las mujeres en
el grupo con menor exposición, comparado con 8.9% de las mujeres en el grupo con mayor exposición. En todos
los casos, el porcentaje es mayor entre mujeres que en hombres, lo que sugiere que las parejas de las mujeres son
de mayor edad en promedio.
Para este grupo de edad se nota una ligera diferencia entre los que han asistido alguna vez a la escuela, con propor-
ciones mayores entre los que cuentan con mayor exposición al Programa. Este resultado es consistente con un mayor
número de años de escolaridad (8.69 entre las mujeres en el grupo de mayor exposición, en comparación con 8.3 para
las mujeres en el grupo de menor exposición), lo que igualmente se refuerza con una mayor proporción de quienes
tienen escolaridad de acuerdo con la edad (70.7 vs. 67.2%, en los mismos grupos, respectivamente). No obstante,
estas diferencias se invierten en relación con los que continúan en la escuela, al ser para los mismos grupos (mujeres en
el grupo de mayor exposición vs. mujeres en el grupo de menor exposición) de 12.2 y 15.1%, respectivamente. Una
posible explicación a este resultado es que en el grupo de mayor exposición los individuos han alcanzado ya el nivel
buscado de estudios, en tanto que esto ha ocurrido en menor proporción en el grupo con menor exposición.
Por lo que se refiere a la participación laboral, ésta es mayor en el grupo con menor exposición (40.1% en
hombres) en comparación con el grupo de mayor exposición (30.7% entre hombres), si bien se mantiene como
en el caso de los de menor edad una mayor participación en actividades agrícolas (para los que trabajan) entre los
del grupo con mayor exposición.
En relación con el consumo de alimentos con calorías vacías (alimentos chatarra), para este grupo de edad se
nota una menor proporción en promedio en comparación con el grupo de menor edad (50 vs. 40%), similitud que
se mantiene entre los grupos de exposición diferente. Al igual que el grupo de menor edad, la diferencia que se ob-
serva por nivel de exposición es un menor diferencial en el consumo por sexo para el grupo con mayor exposición.
El número de alimentos chatarra consumidos en el día anterior a la encuesta es similar entre todos los grupos.
Por lo que se refiere al consumo de refrescos, tanto en unidades como en gasto monetario se observa una ligera
diferencia entre los grupos de exposición con mayor consumo en el grupo con menor exposición, tanto para hombres
como para mujeres.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 257

Más de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición Cuadro 1
exposición exposición exposición exposición registrada
Medias y errores
Variable
Hombres
(1)
Mujeres
(2)
Hombres
(3)
Mujeres
(4)
Hombres
(5)
Mujeres
(6)
Hombres
(7)
Mujeres
(8)
Hombres
(9)
Mujeres
(10)
estándares de variables
Tiempo Oportunidades 9.61 9.61 7.82 7.81 4.00 4.04 1.47 1.49 0.00 0.00 seleccionadas para el
0.01 0.01 0.04 0.04 0.06 0.06 0.08 0.09 0.00 0.00 grupo de 14 a 18 años
Edad *,‡,§,#,&,≠,∞,Ø,^,€,†,£ 15.94 15.97 15.94 15.96 15.87 15.90 15.83 15.91 15.94 16.05
en 2007, por años de
0.02 0.02 0.02 0.02 0.02 0.03 0.04 0.05 0.02 0.02
Sexo (mujeres) 49.5% 50.6% 49.8% 48.6% 52.2% exposición a Oportuni-
Indígena ¢,‡,¥,&,≠,~,«,€,†,£ 42.8% 44.5% 37.4% 35.9% 29.6% 32.8% 30.8% 28.7% 28.3% 27.7% dades y sexo
2.4% 2.5% 3.0% 2.7% 3.1% 2.8% 4.6% 5.1% 2.1% 2.1%
Unidos +,÷,¢,±,*,‡,§,¥,≠,Ø,»,^,«,†,$,£ 1.9% 5.0% 1.8% 4.7% 2.7% 5.9% 2.4% 9.5% 3.4% 14.9%
0.2% 0.4% 0.2% 0.4% 0.3% 0.4% 0.5% 1.3% 0.3% 0.7%
Asistió escuela ¢,¥,«,†,£ 98.9% 99.3% 98.5% 99.0% 98.3% 99.0% 98.1% 98.3% 97.5% 98.1%
0.3% 0.2% 0.2% 0.2% 0.3% 0.3% 0.6% 0.5% 0.4% 0.3%
Años educación +,÷,¢,*,‡,¥,&,∞,Ø,»,«,†,$,£ 7.82 8.07 7.95 8.19 7.68 8.04 7.37 7.44 7.55 7.78
0.07 0.07 0.06 0.06 0.08 0.08 0.18 0.21 0.09 0.08
Éxito educativo 70.6% 77.8% 53.8% 47.4% 57.1% 84.6% 20.0% 66.7% 55.0% 75.0%
12.6% 13.9% 9.0% 11.4% 14.0% 10.1% 18.0% 15.8% 10.6% 8.6%
Actualmente en la escuela ¢,§,#,&,~,^,€,£ 53.5% 54.6% 57.0% 59.3% 55.0% 58.6% 60.0% 59.1% 51.1% 50.5%
1.7% 1.8% 1.7% 1.7% 1.8% 1.8% 2.9% 3.6% 1.8% 2.0%
Beca Oportunidades ¢,*,‡,§,¥,#,^,†,£ 45.6% 47.1% 48.3% 49.4% 44.8% 49.7% 46.7% 47.2% 19.7% 17.1%
1.6% 1.8% 1.7% 1.6% 1.7% 1.6% 3.0% 3.4% 1.6% 1.3%
Continúa estudiando ÷,† 80.0% 79.3% 78.4% 80.9% 80.5% 81.9% 82.3% 81.0% 81.1% 83.5%
1.4% 1.4% 1.3% 1.3% 1.5% 1.6% 2.9% 2.5% 1.4% 1.7%
Trabaja +,÷,¢,±,*,§,‡,°,#,&,~,Ø,»,^,« 37.7% 13.3% 34.1% 11.0% 38.2% 13.9% 33.1% 8.9% 35.4% 12.3%
1.3% 1.0% 1.0% 0.8% 1.3% 1.0% 2.0% 1.5% 1.2% 0.8%
Trabajo agrícola +,÷,¢,±,*,§,¥,≠,~,€,†,£ 68.1% 35.8% 59.9% 25.8% 55.4% 24.2% 61.4% 30.3% 53.8% 19.9%
1.9% 3.8% 2.1% 2.9% 4.0% 2.9% 5.2% 8.8% 2.3% 2.5%
Salario diario $82.72 $ 67.25 $ 81.13 $ 67.94 $86.01 $71.04 $69.94 $ 62.61 $83.70 $68.82
$3.15 $ 3.69 $ 2.29 $ 3.56 $ 2.86 $3.28 $ 3.60 $ 11.49 $ 2.54 $ 5.04
Alimentos chatarra *,†,£ 53.7% 53.5% 54.5% 53.3% 56.9% 55.7% 51.4% 54.2% 53.0% 48.7%
1.9% 1.9% 1.8% 1.8% 1.9% 2.1% 4.1% 3.8% 1.9% 1.5%
Cantidad alimentos chatarra +,÷,¢,*,~,† 1.47 1.34 1.43 1.14 1.49 1.26 1.46 1.24 1.39 1.06
0.08 0.07 0.09 0.06 0.10 0.07 0.17 0.14 0.08 0.05
Número refrescos ayer +,÷,¢,*,‡,#,Ø 1.15 0.88 1.11 0.80 1.24 0.91 1.06 0.95 1.07 0.86
0.06 0.05 0.04 0.04 0.07 0.05 0.09 0.09 0.05 0.04
Número refrescos semana +,÷,¢,±,*,‡,°,#,≠ 1.95 1.34 2.02 1.37 2.34 1.47 1.83 1.34 2.02 1.44
0.08 0.07 0.07 0.05 0.17 0.10 0.14 0.11 0.10 0.07
Gasto en refrescos +,÷,¢,±,*,§,¥,$,£ $20.30 $15.29 $ 20.23 $14.69 $ 21.72 $14.67 $20.16 $16.96 $ 23.46 $ 16.49
$ 0.75 $ 0.62 $ 0.61 $ 0.47 $ 0.96 $ 0.97 $ 1.71 $ 1.20 $ 0.84 $ 0.57
Fuma +,÷,¢,±,*,§,‡,»,^,$ 8.0% 1.7% 6.1% 1.9% 8.5% 2.0% 6.8% 0.8% 8.6% 1.9%
0.9% 0.3% 0.7% 0.3% 1.0% 0.5% 1.4% 0.4% 1.0% 0.4%
Fuma en casa 19.8% 26.1% 14.4% 28.6% 19.2% 10.5% 25.0% 33.3% 20.9% 24.0%
4.2% 9.3% 4.2% 8.1% 4.1% 7.1% 8.2% 27.3% 4.5% 8.4%
Toma +,÷,¢,±,*,‡,§,»,^,†,£ 14.1% 7.1% 14.1% 7.0% 17.1% 8.6% 11.1% 5.5% 15.7% 9.4%
1.3% 0.9% 1.1% 0.7% 1.4% 1.1% 2.2% 1.2% 1.5% 0.9%
Número de bebidas +,¢,±,* 3.63 2.14 2.68 1.84 2.90 1.36 3.34 1.40 3.18 1.48
0.49 0.44 0.36 0.35 0.43 0.35 1.00 0.56 0.47 0.30
Drogas +,§,&,≠ 1.7% 0.3% 0.8% 0.4% 0.6% 0.3% 0.3% 0.5% 0.9% 0.6%
0.5% 0.2% 0.2% 0.1% 0.3% 0.2% 0.3% 0.4% 0.3% 0.2%
Problemas alcohol ÷,°,§,& 9.7% 6.9% 12.6% 6.4% 9.0% 9.9% 20.5% 19.0% 5.1% 4.2%
2.3% 2.4% 2.2% 2.2% 2.3% 3.2% 5.5% 8.8% 1.8% 2.2%
Papá alcohólico + 12.9% 15.6% 14.3% 16.1% 13.2% 14.6% 11.6% 15.2% 12.2% 13.7%
1.1% 1.2% 1.1% 1.1% 1.5% 1.6% 1.7% 2.6% 1.3% 1.3%
Mamá alcohólica ±,°,§,&,∞ 0.9% 1.2% 1.2% 1.7% 1.2% 1.4% 0.0% 2.6% 1.0% 1.7%
0.3% 0.3% 0.3% 0.4% 0.4% 0.4% 0.0% 0.9% 0.4% 0.4%
Sexualmente activo +,*,§,^,†,£ 10.4% 6.8% 7.3% 7.7% 9.4% 8.1% 7.4% 8.2% 10.2% 19.7%
1.1% 0.8% 0.7% 0.9% 1.2% 1.0% 1.8% 1.5% 1.1% 1.3%
Sexualmente activo 2.8% 2.4% 2.2% 2.6% 2.9% 2.5% 3.1% 3.4% 3.3% 8.0%
a los 13 años *,^,†,£ 0.5% 0.4% 0.4% 0.5% 0.6% 0.5% 0.8% 0.9% 0.6% 0.9%
Edad primera relación 14.77 15.19 14.76 15.27 14.88 14.97 14.41 15.17 14.90 15.26
0.34 0.19 0.23 0.20 0.26 0.20 0.36 0.25 0.24 0.12
Continúa…
258 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

...Continuación
Más de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición
exposición exposición exposición exposición registrada

Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Variable (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10)

Usó condón primera vez +,÷,¢,±,*,€ 57.1% 14.9% 60.2% 21.3% 65.7% 29.2% 60.0% 24.1% 52.6% 16.5%
4.9% 3.9% 4.9% 3.9% 6.7% 5.0% 8.8% 7.5% 4.9% 2.8%
Usó condón última vez +,÷,¢,±,*,£ 57.4% 15.0% 59.2% 20.8% 50.0% 16.7% 63.6% 17.6% 52.8% 7.2%
7.1% 5.7% 7.0% 5.9% 8.1% 6.7% 13.1% 9.6% 7.0% 2.5%
IMC +,÷,¢,*,‡,°,#,≠,Ø,»,^,«,€,†,$,£ 21.27 21.73 21.19 21.69 21.74 22.40 21.12 21.33 21.25 22.39
0.15 0.13 0.13 0.12 0.20 0.18 0.28 0.19 0.14 0.14
Sobrepeso +,÷,¢,*,‡,°,¥,≠,Ø,»,^,€,†,£ 8.6% 15.6% 10.8% 14.2% 15.8% 21.6% 10.2% 12.7% 12.6% 20.0%
1.1% 1.4% 1.2% 1.2% 1.8% 2.0% 2.5% 2.5% 1.4% 1.4%
Expectativa de futuro (diferencia) 0.31 0.31 0.01 0.38 -0.17 0.30 0.00 0.04 0.36 0.19
0.36 0.35 0.34 0.26 0.40 0.35 0.71 0.65 0.32 0.19
Expectativa de futuro social
-0.20 -0.01 0.13 0.13 0.52 0.49 0.32 0.14 0.23 -0.12
(diferencia)≠
0.23 0.19 0.22 0.16 0.30 0.26 0.55 0.22 0.19 0.14
Han robado +,¢,*,‡,#,≠ 13.9% 4.3% 12.9% 7.1% 25.0% 4.3% 21.1% 10.0% 13.3% 4.7%
3.7% 2.2% 4.2% 2.4% 5.1% 2.4% 7.8% 5.1% 3.6% 1.4%
Han destruido bienes ajenos +,÷,¢,*,»,^,«,$ 26.9% 8.7% 31.3% 12.7% 30.1% 16.4% 15.0% 0.0% 20.9% 9.4%
4.2% 2.9% 4.8% 2.8% 5.1% 4.2% 10.6% 0.0% 4.2% 1.8%
Se han peleado +,÷,¢,±,*,≠,»,^,$ 51.8% 19.6% 53.9% 25.2% 63.5% 23.6% 52.2% 10.0% 59.2% 20.3%
4.9% 4.2% 5.3% 4.7% 5.0% 5.4% 10.7% 5.7% 5.2% 2.6%
Reportan conocimientos correctos sobre
82.8% 82.7% 83.4% 83.1% 79.5% 80.7% 82.1% 84.0% 83.5% 84.0%
efectos de alcohol #
1.1% 1.2% 1.4% 1.2% 2.0% 1.7% 2.8% 2.5% 1.2% 1.1%
Reportan conocimientos correctos sobre
58.0% 63.4% 61.7% 70.6% 60.9% 64.9% 66.2% 65.1% 62.4% 67.7%
embarazo +,÷,¢,*,¥,&,~,Ø,†
1.8% 1.8% 1.7% 1.6% 2.0% 2.1% 4.6% 3.3% 1.9% 1.5%
Reportan conocimientos correctos sobre
47.2% 65.9% 53.8% 67.6% 49.6% 68.6% 53.1% 63.1% 54.5% 68.3%
PAP +,÷,¢,±,*,§,¥,#
1.9% 1.6% 1.8% 1.9% 2.2% 2.2% 4.0% 3.5% 1.9% 1.5%
Seropositivo a VHS 2 +,¢,*, £ 0.3% 3.2% 2.1% 3.3% 0.7% 3.9% 4.3% 5.7% 1.1% 6.7%
0.3% 1.1% 1.2% 1.0% 0.7% 1.5% 2.6% 2.8% 0.8% 1.3%
a
Incluye casados y en unión libre
+
Valor p < 0.05 de 1 vs 2; + Valor p < 0.1 de 1 vs 2, ÷ Valor p < 0.05 de 3 vs 4; ÷ Valor p < 0.1 de 3 vs 4, ¢ Valor p < 0.05 de 5 vs 6; ¢ Valor p < 0.1 de 5 vs 6, ± Valor p < 0.05 de 7 vs 8; ± Valor p < 0.1
de 7 vs 8, * Valor p < 0.05 de 9 vs 10; * Valor p < 0.1 de 9 vs 10, § Valor p < 0.05 de 1 vs 3; § Valor p < 0.1 de 1 vs 3, ‡ Valor p < 0.05 de 3 vs 5; ‡ Valor p < 0.1 de 3 vs 5, ° Valor p < 0.05 de 5 vs 7; °
Valor p < 0.1 de 5 vs 7, § Valor p < 0.05 de 7 vs 9; § Valor p < 0.1 de 7 vs 9, ¥ Valor p < 0.05 de 1 vs 9; ¥ Valor p < 0.1 de 1 vs 9, # Valor p < 0.05 de 5 vs 9; # Valor p < 0.1 de 5 vs 9, & Valor p < 0.05
de 1 vs 7; & Valor p < 0.1 de 1 vs 7, ≠ Valor p < 0.05 de 1 vs 5; ≠ Valor p < 0.1 de 1 vs 5, ∞ Valor p < 0.05 de 3 vs 7; ∞ Valor p < 0.1 de 3 vs 7, ~ Valor p < 0.05 de 2 vs 4; ~ Valor p < 0.1 de 2 vs 4, Ø
Valor p < 0.05 de 4 vs 6; Ø Valor p < 0.1 de 4 vs 6, » Valor p < 0.05 de 6 vs 8; » Valor p < 0.1 de 6 vs 8, ^ Valor p < 0.05 de 8 vs 10; ^ Valor p < 0.1 de 8 vs 10, « Valor p < 0.05 de 2 vs 8; « Valor p <
0.1 de 2 vs 8, € Valor p < 0.05 de 2 vs 6; € Valor p < 0.1 de 2 vs 6, † Valor p < 0.05 de 2 vs 10; † Valor p < 0.1 de 2 vs 10, $ Valor p < 0.05 de 4 vs 8; $ Valor p < 0.1 de 4 vs 8, £ Valor p < 0.05 de 4 vs
10; £ Valor p < 0.1 de 4 vs 10

Cuadro 2 Más de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición
exposición exposición exposición exposición registrada
Medias y errores
estándares de variables Variable
Hombres
(1)
Mujeres
(2)
Hombres
(3)
Mujeres
(4)
Hombres
(5)
Mujeres
(6)
Hombres
(7)
Mujeres
(8)
Hombres
(9)
Mujeres
(10)
seleccionadas para el Tiempo Oportunidades 9.62 9.62 7.80 7.82 4.02 3.99 1.43 1.46 0.00 0.00
grupo de 19 a 21 años 0.01 0.01 0.04 0.04 0.06 0.05 0.08 0.07 0.00 0.00
en 2007, por años de Edad *,‡,§,#,&,≠,∞ 19.95 20.01 19.99 20.00 19.95 20.01 19.97 20.03 20.03 20.08
0.02 0.02 0.02 0.02 0.02 0.02 0.04 0.04 0.02 0.02
exposición a Oportuni- Sexo (mujeres) 51.6% 52.9% 54.9% 56.4% 55.4%
dades y sexo Indígena ‡,ø,#,^,€,†,£,≠ 37.7% 38.1% 32.7% 30.1% 23.7% 29.9% 28.1% 24.8% 25.9% 24.6%
3.2% 3.2% 3.3% 2.8% 3.3% 3.2% 6.2% 5.7% 2.8% 2.5%
Unidos *,¢,‡,¥,§,ø,~,#,&,«,^,+,÷,±,»,†,£,≠,$,∞ 6.7% 8.9% 6.5% 10.3% 9.7% 19.5% 13.0% 30.1% 21.7% 39.4%
0.7% 0.6% 0.7% 0.9% 0.9% 1.2% 2.0% 2.8% 1.2% 1.4%
Asistió escuela &,≠ 97.6% 98.5% 97.9% 97.9% 97.9% 97.9% 97.4% 97.5% 95.6% 97.0%
0.9% 0.5% 0.5% 0.5% 0.8% 0.8% 1.5% 1.0% 0.9% 0.7%
Años educación #,+,÷,±,»,†,≠,$,∞ 8.57 8.69 8.76 8.77 8.44 8.32 8.10 7.71 8.15 8.30
0.18 0.13 0.14 0.13 0.21 0.20 0.33 0.28 0.18 0.17
Éxito educativo 74.5% 70.7% 72.6% 76.0% 72.2% 67.2% 76.1% 73.0% 68.5% 67.2%
2.3% 2.5% 2.5% 1.8% 3.4% 2.6% 3.4% 3.9% 2.8% 2.7%
Actualmente en la escuela ~,#,^ 9.4% 12.2% 12.5% 14.8% 13.9% 12.8% 15.3% 11.5% 12.6% 15.1%
1.3% 1.4% 1.4% 1.6% 2.0% 1.8% 4.1% 2.4% 1.4% 1.8%
Beca Oportunidades ~,#,&,^,÷,≠,∞ 4.4% 3.5% 3.4% 4.2% 2.0% 2.2% 4.7% 3.0% 0.8% 1.2%
0.8% 0.8% 0.7% 0.7% 0.7% 0.6% 2.0% 1.2% 0.3% 0.3%
Continúa estudiando ¢,~,°,+ 83.0% 87.7% 92.3% 79.5% 92.2% 84.5% 76.5% 88.9% 84.9% 84.0%

Continúa…
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 259

...Continuación
Más de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición
exposición exposición exposición exposición registrada

Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Variable
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10)

5.0% 3.9% 2.6% 3.6% 3.8% 4.6% 6.7% 7.0% 4.7% 3.7%
Trabaja *,¢,‡,¥,§,ø,#,^,÷,±,£ 30.7% 12.2% 34.0% 12.5% 38.1% 17.0% 35.1% 11.8% 40.1% 11.4%
1.4% 0.9% 1.6% 1.0% 2.2% 1.5% 3.1% 1.7% 1.5% 1.1%
Trabajo agrícola *,¢,‡,¥,§,ø,#,&,«,^,+,€,≠ 57.6% 22.5% 54.8% 13.0% 41.0% 18.6% 43.2% 14.7% 48.9% 10.3%
2.9% 3.7% 2.9% 2.6% 4.3% 3.4% 5.5% 7.4% 3.7% 2.3%
Salario diario $100.31 $78.33 $96.35 $74.74 $97.11 $77.14 $91.08 $77.10 $96.36 $79.53
$6.34 $5.12 $4.33 $3.72 $3.96 $3.16 $7.45 $9.45 $3.03 $5.17
Alimentos chatarra ¥,§,±,»,†,$ 43.7% 41.3% 44.6% 42.7% 43.8% 40.2% 48.3% 28.6% 44.2% 36.7%
3.2% 2.7% 2.9% 2.4% 4.0% 2.8% 10.4% 3.6% 2.8% 2.0%
Cantidad alimentos chatarra ¢,¥,§ 1.02 0.85 1.08 0.85 1.01 0.89 1.38 0.62 1.17 0.75
0.12 0.09 0.11 0.08 0.15 0.11 0.40 0.13 0.12 0.06
Número refrescos ayer *,¢,¥,§ 1.11 0.77 1.29 0.81 1.10 0.92 1.26 0.79 1.13 0.77
0.10 0.08 0.10 0.06 0.09 0.07 0.20 0.10 0.07 0.05
Número refrescos semana *,¢,‡,¥,§,ø,°,^,÷ 2.16 1.41 2.19 1.16 2.82 1.57 2.19 1.25 2.35 1.28
0.15 0.14 0.15 0.08 0.24 0.16 0.25 0.18 0.19 0.08
Gasto en refrescos *,¢,‡,¥,§,°,~,#,÷,±,»,£ $23.49 $15.61 $24.79 $16.69 $26.70 $19.36 $20.84 $14.55 $27.75 $17.58
$1.37 $1.05 $1.26 $0.93 $1.84 $1.13 $2.75 $1.64 $1.54 $0.79
Fuma *,¢,‡,¥,§,±,$ 20.6% 2.1% 15.4% 2.7% 20.2% 2.5% 19.0% 0.7% 19.6% 1.8%
2.5% 0.8% 2.2% 0.8% 2.9% 0.8% 6.5% 0.6% 2.1% 0.5%
Fuma en casa ¥,ø,&,^,±,»,†,$ 23.1% 14.3% 18.9% 28.6% 41.2% 28.6% 27.3% 100.0% 25.0% 16.7%
6.0% 13.3% 5.7% 10.2% 8.7% 17.1% 13.5% 0.0% 5.4% 10.8%
Toma *,¢,‡,¥,§,~,°,~,« 40.9% 10.4% 33.0% 11.7% 33.7% 12.7% 24.1% 7.9% 39.7% 10.1%
3.6% 1.7% 2.9% 1.5% 3.6% 2.0% 4.8% 2.3% 2.7% 1.1%
Número de bebidas *,¢,‡,§ 3.27 1.21 3.18 1.26 3.49 1.42 3.92 2.27 4.24 1.32
0.52 0.43 0.50 0.32 0.67 0.36 0.86 1.74 0.49 0.31
Drogas ¢,‡,¥,§,#,† 1.6% 0.9% 3.4% 0.2% 3.0% 0.3% 3.4% 0.0% 4.0% 0.1%
0.8% 0.5% 1.0% 0.2% 1.3% 0.3% 2.0% 0.0% 1.1% 0.1%
Problemas alcohol *,¢,‡,§,~,#,»,≠ 19.4% 0.0% 11.2% 1.8% 10.7% 2.4% 7.1% 0.0% 10.8% 4.4%
4.0% 0.0% 2.8% 1.7% 3.9% 2.4% 7.0% 0.0% 2.5% 2.5%
Papá alcohólico § 12.2% 16.9% 11.9% 14.3% 12.2% 15.6% 13.5% 15.8% 10.2% 15.8%
2.4% 2.4% 1.9% 1.9% 2.8% 2.3% 4.5% 3.4% 1.8% 1.4%
Mamá alcohólica °,~,«,+,÷ 1.4% 1.5% 0.7% 0.7% 0.7% 2.9% 7.4% 2.4% 1.4% 1.6%
0.8% 0.7% 0.5% 0.4% 0.7% 1.1% 3.1% 1.2% 0.7% 0.5%
Ha tenido rel sexuales ‡,¥,§,~,#,&,÷,»,†,£,≠,$,∞ 29.4% 34.3% 29.4% 35.0% 29.0% 45.2% 27.6% 50.7% 41.2% 61.9%
2.9% 2.8% 3.2% 2.3% 3.3% 3.0% 6.2% 6.0% 3.6% 2.2%
Sexualmente activo ‡,¥,§,&,€,÷,»,†,£,≠,$,∞ 19.1% 15.7% 19.7% 21.7% 16.8% 32.5% 19.0% 35.7% 25.3% 45.1%
a los 18 años 2.5% 2.1% 2.6% 1.9% 3.1% 2.8% 5.1% 5.1% 3.0% 2.2%
Edad primera relación *,¢,°,~,±,»,†,£,≠,$,∞ 16.27 17.52 16.28 17.11 17.00 16.71 15.93 15.97 16.73 16.62
0.36 0.22 0.25 0.15 0.40 0.19 0.41 0.24 0.17 0.11
Usó condón primera vez *,¢,‡,¥,§ 48.6% 21.3% 61.1% 19.6% 51.1% 19.0% 50.0% 13.2% 50.8% 15.0%
5.5% 3.9% 5.5% 2.9% 8.3% 3.4% 11.7% 4.3% 4.5% 2.0%
Usó condón última vez *,¢,‡,¥,§,~,«,+ 36.4% 21.3% 42.0% 19.0% 46.2% 16.7% 71.4% 11.1% 43.8% 16.3%
6.2% 5.9% 8.1% 4.5% 11.4% 4.5% 15.6% 5.5% 5.3% 2.4%
IMC *,¢,‡,€,±,†,£,≠ 23.25 22.60 23.03 23.69 23.46 24.19 24.91 23.33 23.82 23.66
0.22 0.19 0.26 0.26 0.35 0.31 1.58 0.32 0.36 0.18
Sobrepeso ¢,¥,°,~,«,+,€,±,£,≠ 11.6% 10.8% 11.6% 17.5% 18.2% 20.5% 3.0% 12.6% 16.7% 18.5%
1.1% 1.4% 1.2% 1.2% 1.8% 2.0% 2.5% 2.5% 1.4% 1.4%
Expectativa de futuro (diferencia)
÷,±,»,≠,∞ 0.75 0.29 0.42 0.23 0.62 0.79 0.43 -0.45 0.84 0.66
0.27 0.24 0.33 0.22 0.32 0.23 1.06 0.38 0.19 0.13
Expectativa de futuro social (diferencia)
&, ^ 0.49 -0.03 0.00 -0.05 -0.16 0.26 0.07 -0.22 0.50 0.18
0.24 0.18 0.32 0.17 0.25 0.19 0.33 0.25 0.16 0.11
Han robado * 13.0% 2.8% 7.6% 3.7% 6.7% 2.2% 6.3% 6.0% 7.3% 4.1%
4.1% 1.6% 2.6% 1.5% 3.6% 1.3% 5.8% 2.9% 2.1% 1.0%
Han destruido bienes ajenos ¢, §, ≠ 13.2% 10.2% 17.4% 8.5% 8.9% 8.2% 18.8% 7.6% 16.1% 4.8%
4.4% 2.8% 4.2% 2.1% 4.2% 2.5% 10.2% 2.8% 3.2% 1.0%
Se han peleado *, ¢, ‡, ¥, § 43.5% 15.7% 45.7% 17.6% 46.8% 14.7% 37.5% 12.3% 37.5% 13.2%
6.0% 3.7% 5.3% 3.2% 7.0% 3.1% 15.0% 3.8% 4.2% 1.7%

Continúa…
260 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

...Continuación
Más de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición
exposición exposición exposición exposición registrada

Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Variable
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10)
Reportan conocimientos correctos sobre
86.5% 84.7% 83.5% 86.9% 84.6% 81.1% 93.2% 82.9% 83.9% 83.4%
efectos de alcohol ¥, °, ~, +, ÷
2.1% 2.1% 2.2% 1.7% 3.0% 2.5% 3.6% 4.5% 2.2% 1.5%
Reportan conocimientos correctos sobre
65.6% 69.4% 61.0% 70.4% 64.2% 66.7% 64.2% 69.2% 63.3% 70.3%
embarazo ¢, §
3.5% 2.7% 2.9% 2.2% 4.4% 3.3% 6.2% 5.8% 2.7% 2.0%
Reportan conocimientos correctos sobre
58.3% 70.9% 57.0% 79.1% 55.0% 72.4% 62.7% 77.1% 60.5% 81.8%
PAP *, ¢, ‡, ¥, §, €, ÷, ≠
3.2% 2.7% 2.5% 2.1% 4.9% 2.7% 6.1% 3.6% 3.1% 1.6%
Seropositivo a VHS 2 ~, € 2.3% 4.1% 8.0% 9.0% 2.9% 4.8% 5.0% 6.8% 6.7% 6.3%
1.6% 1.6% 2.3% 2.1% 2.1% 1.7% 5.0% 3.0% 2.6% 1.2%
a
Incluye casados y en unión libre
*
Valor p < 0.05 de 1 vs 2; * Valor p < 0.1 de 1 vs 2, ¢ Valor p < 0.05 de 3 vs 4; ¢ Valor p < 0.1 de 3 vs 4, ‡ Valor p < 0.05 de 5 vs 6; ‡ Valor p < 0.1 de 5 vs 6, ¥ Valor p < 0.05 de 7 vs 8; ¥ Valor p < 0.1 de
7 vs 8, § Valor p < 0.05 de 9 vs 10; § Valor p < 0.1 de 9 vs 10, ~ Valor p < 0.05 de 1 vs 3; ~ Valor p < 0.1 de 1 vs 3, ø Valor p < 0.05 de 3 vs 5; ø Valor p < 0.1 de 3 vs 5, ° Valor p < 0.05 de 5 vs 7; ° Valor
p < 0.1 de 5 vs 7, ~ Valor p < 0.05 de 7 vs 9; ~ Valor p < 0.1 de 7 vs 9, # Valor p < 0.05 de 1 vs 9; # Valor p < 0.1 de 1 vs 9, & Valor p < 0.05 de 5 vs 9; & Valor p < 0.1 de 5 vs 9, « Valor p < 0.05 de 1
vs 7; « Valor p < 0.1 de 1 vs 7, ^ Valor p < 0.05 de 1 vs 5; ^ Valor p < 0.1 de 1 vs 5, + Valor p < 0.05 de 3 vs 7; + Valor p < 0.1 de 3 vs 7, € Valor p < 0.05 de 2 vs 4; € Valor p < 0.1 de 2 vs 4, ÷ Valor p <
0.05 de 4 vs 6; ÷ Valor p < 0.1 de 4 vs 6, ± Valor p < 0.05 de 6 vs 8; ± Valor p < 0.1 de 6 vs 8, » Valor p < 0.05 de 8 vs 10; » Valor p < 0.1 de 8 vs 10, † Valor p < 0.05 de 2 vs 8; † Valor p < 0.1 de 2 vs 8,
£
Valor p < 0.05 de 2 vs 6; £ Valor p < 0.1 de 2 vs 6, ≠ Valor p < 0.05 de 2 vs 10; ≠ Valor p < 0.1 de 2 vs 10, $ Valor p < 0.05 de 4 vs 8; $ Valor p < 0.1 de 4 vs 8, ∞ Valor p < 0.05 de 4 vs 10; ∞ Valor p <
0.1 de 4 vs 10

Cuadro 3 M‡s de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición
exposición exposición exposición exposición registrada
Medias y errores
estándares de variables Variable
Hombres
(1)
Mujeres
(2)
Hombres
(3)
Mujeres
(4)
Hombres
(5)
Mujeres
(6)
Hombres
(7)
Mujeres
(8)
Hombres
(9)
Mujeres
(10)
seleccionadas para el Tiempo Oportunidades 9.62 9.62 7.78 7.77 4.02 3.96 1.51 1.48 0.00 0.00
grupo de 22 a 25 años 0.01 0.01 0.03 0.04 0.06 0.05 0.08 0.07 0.00 0.00
en 2007, por años de Edad *,‡,§,#,&,≠,∞,Ø 22.96 22.94 22.95 23.00 22.97 23.06 23.02 23.01 23.01 23.01
0.02 0.02 0.02 0.02 0.03 0.02 0.04 0.03 0.02 0.02
exposición a Oportuni- Sexo (mujeres) 50.8% 52.1% 57.4% 56.8% 55.8%
dades y sexo Indígena ^,€,†,§,£,¢,¥ 40.8% 29.8% 28.6% 34.0% 28.1% 32.5% 25.0% 31.0% 26.3% 23.5%
3.6% 3.3% 3.2% 3.6% 3.9% 4.6% 7.5% 6.2% 2.9% 2.5%
Unidos ^,€,‡,~,«,†,+,÷,†,§,±,£,¢,»,#,&,$,≠,∞,Ø,°,¥ 7.6% 9.9% 9.9% 13.9% 17.9% 35.1% 29.5% 44.2% 35.7% 47.7%
0.7% 0.8% 0.8% 1.1% 1.5% 1.8% 2.8% 3.2% 1.3% 1.2%
Asistió a la escuela +,±,» 95.6% 95.2% 94.8% 95.9% 97.6% 95.0% 96.4% 94.3% 94.5% 95.5%
1.2% 1.3% 1.1% 1.1% 1.0% 1.5% 2.1% 2.6% 1.2% 1.0%
Años educación €,‡,+,÷,†,¢ 7.6 7.6 7.2 7.9 8.1 7.6 7.1 7.7 8.0 8.0
0.2 0.2 0.2 0.2 0.2 0.2 0.5 0.5 0.2 0.2
Éxito educativo 77.3% 73.8% 75.7% 75.9% 75.5% 79.5% 81.9% 81.8% 73.0% 75.3%
2.6% 2.8% 2.3% 2.3% 3.2% 2.5% 4.8% 3.0% 2.5% 2.2%
Actualmente en la escuela ‡,§,¢,& 4.0% 5.7% 4.5% 6.7% 7.8% 3.1% 4.9% 6.1% 9.4% 7.6%
1.2% 1.6% 1.1% 1.4% 1.9% 1.1% 2.6% 3.4% 1.4% 1.2%
Beca Oportunidades 0.3% 0.0% 0.9% 0.4% 0.7% 0.0% 0.9% 1.0% 0.1% 0.2%
0.3% 0.0% 0.4% 0.3% 0.5% 0.0% 0.9% 0.7% 0.1% 0.1%
Continúa estudiando 75.0% 88.2% 77.8% 83.3% 81.3% 85.7% 75.0% 60.0% 80.0% 82.1%
12.9% 8.1% 10.3% 6.2% 9.9% 13.3% 23.5% 15.0% 7.0% 6.1%
Trabaja ^,€,‡,~,«,†,÷,§,±,£,¢,»,&,$,Ł,∞,Ø,¥ 22.7% 8.0% 27.0% 8.8% 30.0% 11.4% 39.1% 8.4% 37.9% 12.2%
1.2% 0.8% 1.6% 0.8% 1.8% 1.3% 3.4% 1.3% 1.3% 0.8%
Trabajo agrícola ^,€,‡,~,«,+,§,»,Ø 53.4% 21.0% 59.4% 17.7% 48.0% 13.8% 43.7% 18.5% 42.0% 12.2%
3.1% 4.4% 3.3% 3.8% 6.0% 3.4% 7.1% 6.7% 3.4% 2.7%
Salario diario $94.55 $75.43 $92.73 $98.60 $96.07 $83.25 $92.12 $61.95 $108.67 $88.11
$3.25 $5.84 $4.11 $16.30 $4.47 $5.40 $6.07 $7.27 $3.96 $7.41
Alimentos chatarra #,∞,Ø 40.9% 40.9% 37.3% 33.5% 40.2% 33.3% 40.5% 34.6% 36.0% 32.8%
4.5% 3.5% 4.0% 2.8% 4.8% 2.7% 8.6% 4.0% 2.8% 1.8%
Cantidad alimentos chatarra €,«,#,∞,Ø 1.09 1.02 1.15 0.68 1.00 0.72 0.86 0.70 0.86 0.61
0.18 0.15 0.18 0.08 0.21 0.09 0.23 0.14 0.10 0.05
Número refrescos ayer €,‡,«,÷,† 1.11 0.80 1.13 0.69 1.29 0.86 0.86 0.77 1.10 0.61
0.15 0.13 0.13 0.07 0.17 0.09 0.11 0.17 0.10 0.04
Número refrescos semana ^,€,‡,~,«,&,$,Ł 2.17 1.14 2.02 1.08 2.39 1.49 1.70 0.90 2.34 1.24
0.21 0.16 0.18 0.10 0.36 0.15 0.37 0.12 0.20 0.10
Gasto en refrescos ^,€,‡,~,«,#,&,¥ $25.33 $18.42 $26.49 $14.39 $27.19 $18.10 $25.15 $17.66 $26.14 $17.99

Continúa…
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 261

...Continuación
M‡s de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición
exposición exposición exposición exposición registrada

Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Variable
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10)

$2.25 $1.68 $2.60 $1.13 $3.66 $1.44 $3.57 $3.14 $1.51 $0.93
Fuma ^,€,‡,~,« 17.5% 1.0% 18.4% 2.3% 20.5% 2.3% 23.8% 1.5% 21.2% 1.1%
3.6% 0.7% 2.9% 0.8% 4.0% 0.8% 7.5% 1.1% 2.4% 0.4%
Fuma en casa ^,#,∞,Ø 37.5% 100.0% 23.5% 12.5% 26.1% 14.3% 40.0% 50.0% 28.6% 12.5%
10.0% 0.0% 7.0% 11.7% 8.1% 13.3% 15.6% 35.5% 5.5% 11.7%
Toma ^,€,‡,~,«,§,≠,∞,Ø 35.3% 4.7% 36.2% 7.0% 42.0% 10.2% 40.5% 10.8% 44.5% 9.6%
4.1% 1.6% 3.4% 1.4% 4.6% 1.8% 8.8% 3.1% 3.3% 1.1%
Número de bebidas ‡,~,«,&,Ø,°,¥ 3.73 2.67 3.10 2.00 3.84 0.74 2.75 0.85 4.17 0.46
0.63 1.21 0.56 0.61 0.98 0.22 1.00 0.37 0.51 0.13
Drogas ^,‡,«,† 6.0% 0.0% 1.1% 0.6% 3.6% 0.0% 2.4% 0.0% 4.3% 0.1%
1.9% 0.0% 0.8% 0.4% 1.8% 0.0% 2.4% 0.0% 1.0% 0.1%
Problemas alcohol «,† 16.7% 11.1% 4.5% 0.0% 12.8% 3.2% 5.9% 0.0% 7.6% 1.4%
5.5% 10.6% 3.2% 0.0% 5.1% 3.1% 5.8% 0.0% 2.1% 1.4%
Papá alcohólico ‡,~,« 14.5% 18.9% 12.8% 16.0% 9.5% 18.7% 7.9% 16.2% 9.5% 14.5%
2.9% 2.9% 2.4% 2.1% 3.3% 2.4% 4.6% 3.5% 1.6% 1.5%
Mamá alcohólica ^,~,« 0.0% 1.8% 1.3% 2.1% 1.1% 3.6% 0.0% 3.6% 0.4% 1.9%
0.0% 1.0% 0.9% 0.8% 1.1% 1.1% 0.0% 1.8% 0.4% 0.6%
Ha tenido rel sexuales ‡,~,«,§,&,≠,∞,Ø,°,¥ 43.1% 50.3% 43.8% 51.2% 52.7% 70.3% 52.4% 72.3% 55.5% 72.3%
4.3% 3.8% 3.8% 2.8% 6.9% 2.8% 9.9% 6.7% 3.5% 2.0%
Sexualmente activo ^,€,‡,«,†,§,£,¢,#,&,≠,∞,Ø,°,¥ 21.2% 31.8% 32.6% 39.4% 43.8% 57.1% 47.6% 60.0% 43.3% 55.0%
a los 21 años 3.6% 3.7% 3.4% 2.7% 6.9% 3.2% 9.7% 5.9% 3.2% 2.3%
Edad primera relación ^,±,#,&,$,≠,∞,Ø 16.91 18.11 17.57 17.32 16.84 16.47 17.25 16.96 17.48 17.33
0.51 0.29 0.32 0.22 0.33 0.18 0.33 0.22 0.17 0.11
Usó condón primera vez ^,€,‡,«,»,&,° 36.4% 13.8% 40.0% 15.7% 31.5% 9.6% 20.0% 8.6% 34.9% 12.0%
6.9% 3.6% 5.8% 2.9% 6.0% 2.1% 10.8% 3.0% 3.7% 1.5%
Usó condón última vez ^,€,‡,~,«,± 35.3% 15.6% 34.1% 11.1% 36.1% 6.3% 36.4% 9.8% 21.3% 11.9%
9.2% 5.4% 7.4% 3.7% 7.7% 2.3% 14.5% 4.5% 3.9% 1.9%
IMC ~,†,§,£,∞,Ø 23.80 23.63 24.93 24.18 24.47 24.62 25.79 24.00 24.47 24.32
0.29 0.24 0.59 0.27 0.40 0.33 0.78 0.42 0.21 0.20
Sobrepeso «,≠,∞,Ø 15.4% 13.8% 16.8% 18.6% 17.5% 21.8% 14.8% 23.6% 14.0% 20.2%
3.6% 2.6% 3.5% 2.3% 3.9% 2.6% 6.6% 4.4% 2.3% 1.7%
Expectativa de futuro (diferencia) ≠,∞,Ø 0.52 0.94 0.70 0.33 0.51 0.01 0.00 -0.21 0.46 0.21
0.47 0.35 0.28 0.21 0.45 0.21 0.90 0.37 0.18 0.13
Expectativa de futuro social (diferencia) -0.02 0.14 0.18 0.27 0.00 0.06 -0.11 0.04 0.23 0.00
0.30 0.21 0.19 0.15 0.35 0.20 0.34 0.28 0.14 0.08
Han robado ^,€,«,†,+,» 7.4% 1.1% 18.1% 1.2% 5.8% 2.5% 5.3% 2.3% 6.7% 3.0%
3.6% 1.1% 4.4% 0.9% 3.3% 1.0% 5.2% 1.6% 2.0% 0.8%
Han destruido bienes ajenos €,«,†,§ 3.7% 6.8% 13.7% 3.0% 7.5% 3.5% 11.8% 2.3% 9.2% 5.0%
2.6% 2.7% 3.8% 1.3% 3.7% 1.2% 7.9% 1.5% 2.1% 1.1%
Se han peleado ^,€,‡,«,&,¥ 33.9% 8.0% 37.8% 3.6% 26.4% 9.8% 22.2% 6.8% 28.3% 7.2%
6.5% 3.1% 5.6% 1.4% 5.9% 2.5% 9.4% 2.7% 3.4% 1.2%
Reportan conocimientos correctos sobre
77.7% 76.7% 81.1% 82.9% 83.9% 78.5% 85.7% 80.0% 81.6% 81.8%
efectos de alcohol #
3.6% 3.2% 3.0% 2.0% 4.1% 2.7% 5.9% 4.0% 2.3% 1.6%
Reportan conocimientos correctos sobre
51.5% 70.3% 70.9% 69.7% 66.7% 66.9% 45.7% 64.4% 60.7% 68.7%
embarazo ^, ~, «, †, ÷, ¢, »
5.6% 3.7% 3.5% 2.6% 4.3% 2.8% 9.5% 4.8% 3.2% 2.1%
Reportan conocimientos correctos sobre
46.0% 69.9% 50.8% 79.2% 66.1% 79.9% 47.6% 77.7% 60.4% 79.7%
PAP ^,€,‡,~,«,+,÷,§,¢,#,∞,Ø
4.4% 3.5% 4.0% 2.2% 5.1% 2.8% 8.1% 3.8% 3.0% 1.5%
Seropositivo a VHS 2 €,&,$,¥ 5.7% 10.6% 5.9% 11.7% 7.4% 5.9% 4.3% 12.8% 4.3% 6.4%
2.8% 2.6% 2.5% 2.1% 3.6% 1.8% 4.3% 3.7% 1.5% 1.3%
a
Incluye casados y en unión libre
^
Valor p < 0.05 de 1 vs 2; ^ Valor p < 0.1 de 1 vs 2, € Valor p < 0.05 de 3 vs 4; € Valor p < 0.1 de 3 vs 4, ‡ Valor p < 0.05 de 5 vs 6; ‡ Valor p < 0.1 de 5 vs 6, ~ Valor p < 0.05 de 7 vs 8; ~ Valor p < 0.1 de
7 vs 8, « Valor p < 0.05 de 9 vs 10; « Valor p < 0.1 de 9 vs 10, † Valor p < 0.05 de 1 vs 3; † Valor p < 0.1 de 1 vs 3, + Valor p < 0.05 de 3 vs 5; + Valor p < 0.1 de 3 vs 5, ÷ Valor p < 0.05 de 5 vs 7; ÷ Valor
p < 0.1 de 5 vs 7, † Valor p < 0.05 de 7 vs 9; † Valor p < 0.1 de 7 vs 9, § Valor p < 0.05 de 1 vs 9; § Valor p < 0.1 de 1 vs 9, ± Valor p < 0.05 de 5 vs 9; ± Valor p < 0.1 de 5 vs 9, £ Valor p < 0.05 de 1 vs 7;
£
Valor p < 0.1 de 1 vs 7, ¢ Valor p < 0.05 de 1 vs 5; ¢ Valor p < 0.1 de 1 vs 5, » Valor p < 0.05 de 3 vs 7; » Valor p < 0.1 de 3 vs 7, # Valor p < 0.05 de 2 vs 4; # Valor p < 0.1 de 2 vs 4, & Valor p < 0.05 de
4 vs 6; & Valor p < 0.1 de 4 vs 6, $ Valor p < 0.05 de 6 vs 8; $ Valor p < 0.1 de 6 vs 8, Ł Valor p < 0.05 de 8 vs 10; Ł Valor p < 0.1 de 8 vs 10, ≠ Valor p < 0.05 de 2 vs 8; ≠ Valor p < 0.1 de 2 vs 8, ∞ Valor
p < 0.05 de 2 vs 6; ∞ Valor p < 0.1 de 2 vs 6, Ø Valor p < 0.05 de 2 vs 10; Ø Valor p < 0.1 de 2 vs 10, ° Valor p < 0.05 de 4 vs 8; ° Valor p < 0.1 de 4 vs 8, ¥ Valor p < 0.05 de 4 vs 10; ¥ Valor p < 0.1 de 4
vs 10
262 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

En el ámbito del consumo de sustancias adictivas, no se observan diferencias importantes entre los grupos de
exposición al Programa, pero sí claras e importantes por sexo. En todos los casos, son los hombres los que reportan
en mayor proporción fumar, con diferencias en el orden de magnitud (proporciones 10 veces mayores en los hombres
en relación con las mujeres).
Las diferencias en el consumo de alcohol entre hombres y mujeres son igualmente las más notables, sin que
se observe una tendencia por tiempo de exposición al Programa. Los hombres informan hasta cuatro veces más
ser consumidores de alcohol en relación con las mujeres, y de los que toman, informan entre dos y tres veces más
bebidas en promedio que las mujeres. Los problemas por consumo de alcohol son mayores entre los del grupo de
mayor exposición al Programa, y entre los hombres, en relación con las mujeres. Por lo que se refiere al abuso en
el consumo de alcohol por parte de los padres, de acuerdo con las mujeres alrededor de 15% de los padres tienen
problemas con el alcohol.
Estas diferencias por sexo se presentan igualmente para el consumo alguna vez de drogas, en el cual se observa
también una diferencia por nivel de exposición, con una proporción mayor entre el grupo de menor exposición.
La proporción de los jóvenes que ya han tenido relaciones sexuales es claramente mayor entre los que tienen
menos tiempo en el Programa, y con excepción del grupo de mayor exposición, es mayor entre las mujeres que en
los hombres. Este resultado, como se mencionó para el grupo de menor edad, puede estar relacionado con el hecho
que igualmente una mayor proporción reportan estar unidos, sin que sea claro cuál es el orden de estas decisiones
(tener relaciones sexuales y unirse).
Para este grupo de edad, la proporción de los que usaron condón en la primera relación sexual y en la relación
sexual más reciente, es mayor entre el grupo con menor exposición al Programa. De forma consistente, los hombres
utilizan entre dos y tres veces más frecuentemente condones en sus encuentros sexuales, en comparación con las
mujeres. Aunque es posible que exista un sesgo de informe relacionado con el sexo, estos datos podrían reforzar la
noción que las relaciones de las mujeres son con un grupo de hombres de edad mayor.
Para este grupo de edad se mantiene la mayor seroprevalencia de VHS 2 entre mujeres, aunque para algunos
grupos de exposición es menor la diferencia con los hombres. Se observa también una menor seroprevalencia en el
grupo con mayor tiempo de exposición al Programa.
El sobrepeso fue mayor entre el grupo con menor exposición al Programa en comparación con el grupo de mayor
exposición (18.5 vs. 10.8% entre las mujeres), y mayor entre las mujeres de todos los grupos de exposición con
excepción del de mayor exposición.
Las expectativas de futuro son mayores en el terreno más cercano que en el más amplio (social), y sin diferencias
por tiempo de exposición.
En relación con el comportamiento violento, también para este grupo se observan proporciones elevadas (si
bien deben tomarse con cautela por las limitaciones del indicador ya mencionadas), y sin relación con el tiempo de
exposición.
Finalmente, los conocimientos sobre temas de salud son nuevamente mayores en lo que se refiere a salud sexual
entre las mujeres, y en este caso parece observarse una tendencia a una mayor proporción de respuestas correctas
entre el grupo con menor tiempo de exposición al Programa.
En el cuadro 3 se presentan las características y proporción de los que participan en comportamientos de riesgo para
el grupo de 22 a 24 años. En este grupo de edad se pueden ya considerar adultos y en ellos se estarían observando
comportamientos que con bastante probabilidad se establecieron en la adolescencia y/o juventud temprana.
En términos de las características generales del grupo, éste es similar en patrones al grupo de edad menor. Como
en el grupo de edad anterior, el porcentaje de los que informan estar casados o en unión libre (unidos) es significa-
tivamente mayor para el grupo de menor exposición, llegando a 47.7% entre las mujeres con menos tiempo en el
Programa, comparado con 9.9% entre las mujeres en el grupo con mayor exposición.
Por lo que se refiere a la asistencia alguna vez a la escuela, la proporción es similar en todos los grupos, de alrededor
de 95%. El número de años de escolaridad es similar entre todos los grupos de exposición (ligeramente mayor en
el grupo de menor exposición, ocho años en las mujeres comparados con 7.6% en el grupo de mayor exposición),
aunque el porcentaje de los que han logrado el nivel adecuado a la edad es mayor entre los hombres en el grupo de
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 263

mayor exposición (77.3 vs. 73%), en tanto que el resultado es inverso en el caso de las mujeres (73.8 vs. 75.3%)
si bien en una proporción menor. Por otra parte, la asistencia actual a la escuela es mayor en el grupo de menor
exposición en relación con el de mayor exposición.
Para este grupo de edad se mantiene el hecho de que la proporción de los que trabajan es mayor en el grupo de
menor exposición, en tanto que para los que trabajan, el porcentaje de los que lo hacen en actividades agrícolas es
mayor en el grupo de mayor exposición.
El consumo de alimentos chatarra (de alta densidad energética) tiende a ser menor con la edad, y el porcentaje
baja en este grupo de edad en relación con el anterior. No obstante, se observa una proporción de mayor consumo
entre los participantes en el grupo de mayor exposición, y al igual que en los otros grupos de edad, una menor dife-
rencia por sexo en la proporción de los que consumen. Las cantidades consumidas tienden a ser mayores entre las
mujeres del grupo con más tiempo de participación en el Programa, sin diferencias entre los hombres.
El consumo de refrescos, tanto en unidades como en gasto, es bastante homogéneo entre los grupos de expo-
sición y mayor entre los hombres en relación con las mujeres.
Por lo que se refiere a la proporción de los que informan fumar, para este grupo de edad, se observa una aso-
ciación con el tiempo de exposición, con un mayor porcentaje de fumadores entre el grupo con menor exposición
(21.2% entre los hombres vs. 17.5% en el grupo de mayor exposición). Al igual que en el grupo de edad anterior,
la diferencia entre hombres y mujeres fue de un orden de magnitud.
Este es también el caso con la proporción del los que reportaron consumir bebidas alcohólicas, con una proporción
mayor entre el grupo con menor tiempo en el Programa (44.5 vs. 35.3% para los hombres del grupo de menor y
mayor exposición, respectivamente). De igual forma, el número de tragos fue mayor entre los que reportaron tomar
del grupo de menor exposición, en relación con los de grupo de mayor exposición (4.17 vs. 3.73%, respectivamente,
y entre los hombres). En todos los casos, el consumo fue mayor entre hombres en relación con las mujeres, al ser
hasta casi nueve veces mayor entre los hombres. Los problemas con el alcohol fueron mayores entre el grupo con
mayor exposición al Programa.
Para el consumo alguna vez de drogas, el porcentaje fue mayor entre los hombres en el grupo con mayor expo-
sición, en relación con el grupo de menor exposición. En todos los casos, fue casi inexistente para las mujeres.
Por lo que se refiere a la actividad sexual, para este grupo en general alrededor de la mitad reportaron ya haber
tenido relaciones sexuales; al comparar por sexo (ajustando por el truncamiento), fueron las mujeres las que repor-
taron en mayor proporción ser sexualmente activas. De igual forma, la proporción fue mayor en el grupo de menor
exposición al Programa.
Con una mayor proporción entre los hombres en relación con las mujeres, el uso de condón fue asimismo mayor
en el grupo con mayor exposición al Programa, con una diferencia en el caso de los hombres en la relación sexual
más reciente de 35.3 vs. 21.3%. Es también claro que existe un patrón con la edad, ya que este grupo informa un
menor uso en relación con los más jóvenes.
La seroprevalencia de VHS 2 se mantiene mayor entre mujeres, pero en este caso ya no se observa una tendencia
clara en relación con el tiempo de exposición al Programa.
Por lo que se refiere a las expectativas de futuro, éstas son también mayores cuando la referencia es el contexto
inmediato que cuando se toma como punto de referencia a la sociedad; no se observaron tendencias por tiempo de
exposición.
La participación en actividades antisociales (proxy para violencia), es menor para este grupo de edad que en los
más jóvenes, y sin relación con el tiempo de exposición. Se mantiene una fuerte diferencia por sexo, en la que los
hombres tienen una mucho mayor participación en estas conductas.
Por lo que se refiere a los conocimientos sobre temas de salud, los datos muestran una tendencia a más cono-
cimientos en los individuos con menor tiempo de exposición, y nuevamente mayor nivel entre las mujeres para los
temas de salud sexual.
Finalmente, el porcentaje de sobrepeso (mayor entre las mujeres en relación con los hombres) fue mayor entre
las del grupo de menor exposición en relación con el de mayor exposición (20.2 vs. 13.8%), sin diferencias por
exposición entre los hombres.
264 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Comportamientos de riesgo y asociación con tiempo en el


Programa

En el cuadro 4 se presentan los resultados de los modelos que estiman la asociación entre los comportamientos
de riesgo y el tiempo de exposición al Programa. Adicional a las categorías de exposición, los modelos incluyeron
si el individuo era jefe de hogar o pareja del jefe de hogar, la región socioeconómica, el grado de marginación de la
localidad, el grupo de edad y si el hogar era indígena (definido por el hogar). Las asociaciones se estimaron mediante
modelos probit multivariados ajustados por el hecho de que los individuos estaban agrupados en localidades.
Según se observa, no se encontró asociación entre el tiempo en el Programa y el consumo de tabaco (lo que
podría en parte explicarse por el limitado número de casos). Como se esperaba, se encontró un efecto en la edad
(a mayor edad, mayor consumo) y del sexo (menor probabilidad de fumar para las mujeres). Asimismo, se observó
que las regiones socioeconómicas explican en parte las diferencias en la probabilidad de fumar.
La probabilidad de tomar sí se encontró significativamente asociada de forma inversa con el nivel de exposición;
el coeficiente positivo para la menor exposición al Programa sugiere un mayor consumo en este grupo. Igualmente,
los coeficientes de edad y sexo resultaron significativos (menor consumo para mujeres y mayor por edad). Los
individuos de hogares indígenas tienen una probabilidad menor de tomar, y ésta es mayor para los de localidades de
alta marginación, en relación con los de muy alta marginación. Igualmente, las regiones socioeconómicas explican
una parte de la probabilidad de tomar.
El modelo para el consumo de drogas también puede estar afectado por el bajo número de casos. Los resultados
sugieren una menor probabilidad para mujeres, y para el grupo de exposición media al Programa. El consumo es
asimismo mayor con la edad.
Por lo que se refiere a la probabilidad de haber tenido ya relaciones sexuales, está inversamente relacionada con
el tiempo de exposición de forma clara (todos los coeficientes de los grupos de exposición son significativos al 95%
cuando se utiliza el porcentaje corregido por truncamiento), es mayor para las mujeres, y se incrementa con la edad.
En el caso del uso de condón, no se observó asociación por tiempo de exposición, pero sí una menor probabili-
dad para las mujeres, y para el grupo de mayor edad, en relación con los de menor edad. Asimismo, se observó una
mayor probabilidad de uso entre los que residen en localidades de menor marginación en relación con los de muy
alta marginación.
El sobrepeso se asoció inversamente al tiempo de exposición en el Programa de forma significativa, siendo asi-
mismo mayor entre las mujeres.
Por lo que se refiere a la probabilidad de embarazo, se observa que es mayor entre los grupos con menos tiempo
en el Programa, lo que estaría asociado con un efecto positivo de Oportunidades para interrupción de transmisión
de pobreza, al disminuir la probabilidad de madres adolescentes. También se observa, como se esperaría, que la
probabilidad se incrementa con la edad.
La probabilidad de seropositividad al VHS 2 es claramente mayor entre mujeres, y se observa un incremento
relacionado con el tiempo de exposición, sin ser éste contundente. La seropostividad se comporta como se esperaría
con la edad, incrementándose para los grupos mayores.
Finalmente, para los conocimientos no se observa asociación alguna con el tiempo de exposición al Programa,
lo que sugiere que la utilidad de los talleres al menos en los temas indagados es limitada.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 265

Sex Cuadro 4
Variable Sex Condón Condón Sobre- Emba- Conoci-
Error estándar
Fuma Toma Drogas
activo
activo
última primera peso razo
VHS 2
mientos Asociación entre
aju
tiempo de participación
Sexo (mujer=1) -0.909 -0.636 -0.575 0.177 0.205 -0.860 -0.954 0.205 -0.227 0.283 0.238
en Oportunidades y
0.042 0.031 0.070 0.033 0.038 0.071 0.057 0.037 0.445 0.075 0.017
comportamientos de
6 a 9 años en Oportunidades -0.030 0.019 -0.148 -0.022 0.079 0.020 0.085 0.090 -0.085 0.212 0.022
riesgo (modelos probit
0.055 0.048 0.115 0.053 0.067 0.125 0.085 0.056 0.122 0.107 0.034
multivariados)
3 a 6 años en Oportunidades 0.056 0.058 -0.214 0.131 0.259 -0.140 0.020 0.251 0.298 0.065 -0.043
0.065 0.053 0.119 0.056 0.069 0.130 0.090 0.052 0.130 0.137 0.046
0 a 3 años en Oportunidades -0.028 -0.035 -0.220 0.171 0.353 -0.028 -0.151 0.033 0.251 0.326 -0.050
0.078 0.081 0.169 0.081 0.086 0.166 0.111 0.094 0.145 0.138 0.044
0 años en Oportunidades 0.064 0.113 -0.033 0.451 0.509 -0.171 -0.118 0.210 0.299 0.086 0.013
0.056 0.047 0.104 0.050 0.062 0.113 0.073 0.049 0.107 0.102 0.028
Jefe de hogar = 1 0.288 0.472 0.553 0.269 0.120 -0.053 0.485 0.600 -0.176
0.301 0.281 0.289 0.247 0.412 0.355 0.323 0.344 0.208
Esposa de jefe = 1 -0.197 -0.462 -0.003 1.068 0.704 -0.110 -0.187 0.300 0.807 -0.414 0.073
0.213 0.144 0.350 0.153 0.117 0.221 0.188 0.117 0.392 0.227 0.080
Región SE = 2 0.189 0.175 0.019 -0.101 -0.081 0.010 0.083 0.082 -0.111 -0.460 -0.036
0.055 0.056 0.085 0.051 0.059 0.082 0.068 0.049 0.082 0.071 0.035
Región SE = 3 0.441 0.602 0.080 0.010 -0.328 -0.121 -0.107 0.278 -0.395 -0.109 -0.226
0.082 0.069 0.110 0.070 0.090 0.117 0.087 0.070 0.122 0.144 0.046
Región SE = 4 0.234 0.435 0.031 0.083 -0.047 -0.152 -0.010 0.181 -0.224 -0.215 -0.166
0.114 0.088 0.211 0.104 0.125 0.170 0.157 0.090 0.176 0.220 0.053
Región SE =6 0.326 0.510 0.893 0.356 0.353 -0.466 -0.474 0.280 -0.329 -0.418
0.158 0.190 0.192 0.202 0.203 0.589 0.235 0.186 0.399 0.141
Marginación alta -0.020 0.169 0.049 -0.165 -0.069 0.285 0.468 0.132 -0.094 -0.126 0.411
0.058 0.058 0.109 0.050 0.064 0.105 0.085 0.051 0.093 0.076 0.043
Marginación media -0.146 -0.016 -0.306 -0.486 -0.340 0.285 0.753 0.118 -0.114 -0.026 0.615
0.125 0.117 0.184 0.168 0.181 0.179 0.151 0.154 0.191 0.201 0.065
Marginación baja -0.056 0.047 -0.084 0.216 1.212 0.187 0.218 0.262 0.576 0.545
0.265 0.198 0.188 0.238 0.354 0.437 0.216 0.508 0.649 0.232
18 a 21 años 0.406 0.448 0.292 1.038 1.199 -0.096 -0.105 0.021 0.417 0.312 0.132
0.043 0.033 0.081 0.030 0.033 0.080 0.061 0.035 0.078 0.076 0.019
22 a 25 años 0.391 0.441 0.308 1.428 1.617 -0.399 -0.398 0.072 0.864 0.411 0.085
0.052 0.035 0.087 0.035 0.038 0.086 0.065 0.043 0.085 0.078 0.027
Hogar indígena -0.029 -0.188 0.085 0.022 0.030 -0.124 -0.060 -0.066 -0.161 0.013 -0.110
0.052 0.049 0.090 0.044 0.051 0.094 0.077 0.048 0.084 0.082 0.037
Constante -1.527 -1.256 -2.220 -1.362 -2.064 -0.132 -0.218 -1.481 0.876 -1.877 1.586
0.095 0.087 0.124 0.068 0.102 0.166 0.117 0.075 0.468 0.120 0.050
En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95%
266 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 5 Hombres Mujeres Ambos


Efecto de Ha tenido relaciones sexuales
-0.422 0.031 -0.22
(0.222) (0.194) (0.158)
comportamientos de -0.076 -0.161 -0.12
Edad
riesgo en la (0.05) (0.034) (0.027)
0.129
probabilidad de estar Mujer = 1
(0.087)
actualmente Unido = 1
0.271 -0.546
(0.384) (0.342)
estudiando -0.144 0.21 0.017
Región SE = 2
(0.279) (0.291) (0.228)
-0.031 0.15 0.011
Región SE = 3
(0.331) (0.34) (0.273)
-0.272 -0.515 -0.48
Región SE = 4
(0.523) (0.5) (0.451)
0.132 0.179 0.149
Marginación alta
(0.184) (0.159) (0.122)
0.937 0.249 0.485
Marginación media o baja
(0.254) (0.185) (0.153)
0.15 0.362 0.275
6 a 9 años en Oportunidades
(0.178) (0.185) (0.135)
0.301 0.178 0.227
3 a 6 años en Oportunidades
(0.172) (0.199) (0.141)
0.439 0.351 0.381
0 a 3 años en Oportunidades
(0.301) (0.26) (0.184)
0.365 0.416 0.384
0 años en Oportunidades
(0.184) (0.182) (0.134)
0.463 0.209 0.302
Hogar indígena
(0.129) (0.149) (0.104)
-0.312 0.903 0.296
Constante
(0.854) (0.64) (0.463)
-0.12 -0.083 -0.098
Sobrepeso
(0.154) (0.133) (0.096)
-0.09 -0.16 -0.124
Edad
(0.048) (0.033) (0.027)
0.135
Mujer = 1
(0.087)
0.096 -0.691
Unido = 1
(0.379) (0.307)
-0.143 0.187 0.011
Región SE = 2
(0.273) (0.291) (0.224)
-0.045 0.117 -0.001
Región SE = 3
(0.323) (0.341) (0.269)
-0.26 -0.53 -0.468
Región SE = 4
(0.519) (0.504) (0.451)
0.132 0.191 0.148
Marginación alta
(0.185) (0.158) (0.121)
0.937 0.305 0.511
Marginación media o baja
(0.29) (0.191) (0.143)
0.129 0.365 0.27
6 a 9 años en Oportunidades
(0.179) (0.186) (0.136)
0.297 0.172 0.222
3 a 6 años en Oportunidades
(0.176) (0.199) (0.142)
0.353 0.272 0.313
0 a 3 años en Oportunidades
(0.307) (0.251) (0.187)
0.344 0.409 0.373
0 años en Oportunidades
(0.183) (0.182) (0.136)
0.456 0.217 0.297
Hogar indígena
(0.133) (0.15) (0.105)
-0.078 0.931 0.383
Constante
(0.833) (0.62) (0.461)
-0.136 -0.016 -0.094
Fuma = 1
(0.16) (0.152) (0.116)
0.484 -0.11 0.196
Toma =1
(0.199) (0.253) (0.155)
-0.33 0.145 -0.098
Fuma y toma
(0.269) (0.338) (0.208)
-0.106 -0.159 -0.127
Edad
(0.05) (0.033) (0.028)
0.123
Mujer = 1
(0.098)
Continúa…
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 267

...Continuación
Hombres Mujeres Ambos
0.056 -0.714
Unido = 1
(0.371) (0.302)
-0.13 0.21 0.046
Región SE = 2
(0.28) (0.293) (0.228)
-0.057 0.141 0.021
Región SE = 3
(0.332) (0.344) (0.272)
-0.264 -0.516 -0.426
Región SE = 4
(0.521) (0.503) (0.441)
0.133 0.183 0.155
Marginación alta
(0.181) (0.16) (0.122)
0.956 0.289 0.525
Marginación media o baja
(0.312) (0.187) (0.134)
0.137 0.363
6 a 9 años en Oportunidades
(0.177) (0.187)
0.272 0.179 0.271
3 a 6 años en Oportunidades
(0.176) (0.2) (0.135)
0.409 0.342 0.309
0 a 3 años en Oportunidades
(0.306) (0.259) (0.119)
0.332 0.411
0 años en Oportunidades
(0.187) (0.181)
0.459 0.202 0.286
Hogar indígena
(0.138) (0.148) (0.104)
0.896 0.385
Constante
(0.62) (0.472)
En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95%

Hombres Mujeres Ambos Cuadro 6


Ha tenido relaciones sexuales
0.205 0.044 0.136 Efecto de comporta-
(0.078) (0.092) (0.062)
mientos de riesgo en la
0.004 0.008 0.006
Edad
(0.02) (0.015) (0.011) probabilidad de tener
Mujer = 1
-0.01 el número adecuado de
(0.038)
0.106 0.397 0.281 años de escolaridad
Unido = 1
(0.167) (0.095) (0.086)
-0.188 0.002 -0.077
Región SE = 2
(0.118) (0.114) (0.098)
-0.39 -0.32 -0.35
Región SE = 3
(0.15) (0.13) (0.113)
-0.203 -0.195 -0.201
Región SE = 4
(0.153) (0.149) (0.133)
0.14 0.04 0.083
Marginación alta
(0.09) (0.075) (0.067)
0.27 0.1 0.18
Marginación media o baja
(0.333) (0.197) (0.148)
-0.03 0.187 0.086
6 a 9 años en Oportunidades
(0.088) (0.078) (0.064)
-0.04 0.032 -0.003
3 a 6 años en Oportunidades
(0.1) (0.094) (0.081)
0.123 0.125 0.118
0 a 3 años en Oportunidades
(0.137) (0.121) (0.101)
-0.105 0.075 -0.004
0 años en Oportunidades
(0.089) (0.084) (0.068)
0.33 0.27 0.294
Hogar indígena
(0.083) (0.068) (0.061)
0.487 0.242 0.356
Constante
(0.36) (0.276) (0.219)
-0.093 -0.111 -0.105
Sobrepeso
(0.093) (0.062) (0.051)
0.031 0.014 0.02
Edad
(0.019) (0.015) (0.011)
-0.02
Mujer = 1
(0.037)
0.223 0.417 0.369
Unido = 1
(0.175) (0.084) (0.085)
-0.19 -0.004 -0.081
Región SE = 2
(0.122) (0.117) (0.1)
Continúa…
268 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

...Continuación
Hombres Mujeres Ambos
-0.406 -0.315 -0.356
Región SE = 3
(0.155) (0.132) (0.116)
-0.172 -0.19 -0.186
Región SE = 4
(0.148) (0.15) (0.13)
0.154 0.042 0.092
Marginación alta
(0.093) (0.075) (0.069)
0.358 0.169 0.252
Marginación media o baja
(0.297) (0.18) (0.126)
-0.025 0.193 0.092
6 a 9 años en Oportunidades
(0.085) (0.079) (0.065)
-0.038 0.029 -0.004
3 a 6 años en Oportunidades
(0.104) (0.096) (0.083)
0.124 0.126 0.118
0 a 3 años en Oportunidades
(0.138) (0.122) (0.104)
-0.108 0.07 -0.009
0 años en Oportunidades
(0.09) (0.086) (0.068)
0.346 0.289 0.313
Hogar indígena
(0.084) (0.069) (0.063)
0.088 0.181 0.16
Constante
(0.358) (0.273) (0.217)
0.033 0.087 0.05
Fuma = 1
(0.067) (0.071) (0.051)
0.109 0.05 0.073
Toma =1
(0.124) (0.113) (0.085)
-0.006 -0.109 -0.023
Fuma y toma
(0.133) (0.146) (0.095)
0.017 0.009 0.011
Edad
(0.019) (0.015) (0.011)
0.001
Mujer = 1
(0.04)
0.204 0.422 0.379
Unido
(0.169) (0.083) (0.083)
-0.194 -0.003 -0.076
Región SE = 2
(0.119) (0.113) (0.096)
-0.425 -0.328 -0.371
Región SE = 3
(0.153) (0.131) (0.116)
-0.217 -0.192 -0.205
Región SE = 4
(0.153) (0.15) (0.139)
0.148 0.04 0.083
Marginación alta
(0.092) (0.076) (0.067)
0.39 0.181 0.272
Marginación media o baja
(0.282) (0.175) (0.111)
-0.017 0.183
6 a 9 años en Oportunidades
(0.085) (0.079)
-0.053 0.034 0.089
3 a 6 años en Oportunidades
(0.102) (0.094) (0.064)
0.13 0.118 0.004
0 a 3 años en Oportunidades
(0.137) (0.121) (0.064)
-0.124 0.066
0 años en Oportunidades
(0.088) (0.085)
0.337 0.284 0.308
Hogar indígena
(0.083) (0.068) (0.061)
0.27 0.22 0.257
Constante
(0.348) (0.275) (0.214)
En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95%
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 269

Hombres Mujeres Ambos Cuadro 7


Ha tenido relaciones sexuales
-0.111 0.03 -0.085 Efecto de comporta-
(0.082) (0.119) (0.07)
mientos de riesgo en la
0 0.009 0.009
Edad
(0.02) (0.018) (0.013) probabilidad de trabajar
-0.617
Mujer = 1
(0.046)
-0.185 -1.023 -0.625
Unido = 1
(0.166) (0.16) (0.103)
0.11 -0.427 -0.14
Región SE = 2
(0.111) (0.123) (0.095)
0.119 -0.135 0.013
Región SE = 3
(0.154) (0.135) (0.113)
0.199 0.108 0.197
Región SE = 4
(0.212) (0.146) (0.121)
-0.144 0.146 -0.021
Marginación alta
(0.082) (0.106) (0.066)
-0.516 0.179 -0.206
Marginación media o baja
(0.256) (0.176) (0.173)
-0.063 -0.008 -0.034
6 a 9 años en Oportunidades
(0.086) (0.086) (0.063)
0.056 0.111 0.079
3 a 6 años en Oportunidades
(0.095) (0.129) (0.091)
-0.185 -0.245 -0.187
0 a 3 años en Oportunidades
(0.13) (0.144) (0.099)
0.001 0.008 -0.002
0 años en Oportunidades
(0.095) (0.091) (0.071)
-0.233 -0.2 -0.216
Hogar indígena
(0.072) (0.094) (0.061)
-0.217 -0.819 -0.273
Constante
(0.347) (0.326) (0.231)
0.15 0.009 0.071
Sobrepeso
(0.086) (0.067) (0.051)
-0.017 0.011 0.001
Edad
(0.018) (0.017) (0.012)
-0.609
Mujer = 1
(0.047)
-0.26 -0.977 -0.676
Unido = 1
(0.173) (0.143) (0.106)
0.12 -0.413 -0.127
Región SE = 2
(0.115) (0.122) (0.097)
0.133 -0.126 0.029
Región SE = 3
(0.16) (0.134) (0.115)
0.18 0.128 0.204
Región SE = 4
(0.234) (0.149) (0.127)
-0.157 0.148 -0.03
Marginación alta
(0.084) (0.108) (0.067)
-0.469 0.217 -0.161
Marginación media o baja
(0.232) (0.18) (0.15)
-0.074 -0.011 -0.042
6 a 9 años en Oportunidades
(0.088) (0.086) (0.064)
0.043 0.111 0.075
3 a 6 años en Oportunidades
(0.097) (0.128) (0.092)
-0.171 -0.227 -0.17
0 a 3 años en Oportunidades
(0.131) (0.145) (0.099)
-0.015 0.011 -0.006
0 años en Oportunidades
(0.094) (0.093) (0.071)
-0.254 -0.185 -0.222
Hogar indígena
(0.072) (0.094) (0.062)
0.05 -0.871 -0.169
Constante
(0.33) (0.318) (0.221)
-0.1 0.097 0
Fuma = 1
(0.061) (0.079) (0.05)
-0.024 0.232 0.116
Toma =1
(0.119) (0.104) (0.086)
-0.073 -0.189 -0.19
Fuma y toma
(0.127) (0.158) (0.1)
0.002 0.004 0.004
Edad
(0.018) (0.017) (0.012)
Continúa…
270 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

...Continuación
Hombres Mujeres Ambos
-0.625
Mujer = 1
(0.05)
-0.234 -0.991 -0.694
Unido = 1
(0.169) (0.142) (0.103)
0.136 -0.431 -0.144
Región SE = 2
(0.112) (0.123) (0.097)
0.168 -0.148 0.029
Región SE = 3
(0.157) (0.134) (0.116)
0.237 0.126 0.195
Región SE = 4
(0.211) (0.147) (0.124)
-0.143 0.129 -0.022
Marginación alta
(0.082) (0.106) (0.068)
-0.495 0.2 -0.185
Marginación media o baja
(0.249) (0.175) (0.167)
-0.078 0.005
6 a 9 años en Oportunidades
(0.085) (0.086)
0.059 0.1 -0.037
3 a 6 años en Oportunidades
(0.096) (0.124) (0.063)
-0.169 -0.242 0.011
0 a 3 años en Oportunidades
(0.13) (0.147) (0.069)
0.011 0.01
0 años en Oportunidades
(0.095) (0.09)
-0.258 -0.174 -0.216
Hogar indígena
(0.072) (0.092) (0.06)
-0.206 -0.759 -0.191
Constante
(0.321) (0.316) (0.214)
En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95%

Cuadro 8 Hombres Mujeres Ambos


Efecto de comporta- Ha tenido relaciones sexuales
-0.219 0.428 -0.048
(0.146) (0.234) (0.135)
mientos de riesgo en la 0.033 -0.055 -0.002
Edad
probabilidad de tener (0.038) (0.044) (0.027)
-1.076
un trabajo agrícola Mujer = 1
(0.106)
0.312 -0.039 0.297
Unido = 1
(0.278) (0.486) (0.249)
-0.371 -0.835 -0.569
Región SE = 2
(0.281) (0.325) (0.24)
-0.375 -0.427 -0.438
Región SE = 3
(0.323) (0.399) (0.296)
-1.066 -1.283 -1.194
Región SE = 4
(0.373) (0.439) (0.316)
0.128 0.259 0.133
Marginación alta
(0.194) (0.291) (0.171)
0.114 -0.109 0.025
6 a 9 años en Oportunidades
(0.166) (0.219) (0.138)
-0.284 -0.312 -0.289
3 a 6 años en Oportunidades
(0.205) (0.256) (0.163)
-0.094 -0.037 -0.077
0 a 3 años en Oportunidades
(0.257) (0.443) (0.233)
-0.113 -0.576 -0.248
0 años en Oportunidades
(0.211) (0.246) (0.169)
0.191 0.283 0.227
Hogar indígena
(0.162) (0.23) (0.14)
-0.228 0.452 0.544
Constante
(0.707) (0.844) (0.511)
-0.101 -0.016 -0.067
Sobrepeso
(0.138) (0.162) (0.099)
0.02 -0.043 -0.004
Edad
(0.038) (0.047) (0.027)
-1.06
Mujer = 1
(0.108)
0.142 0.226 0.212
Unido = 1
(0.285) (0.458) (0.249)
Continúa…
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 271

...Continuación
Hombres Mujeres Ambos
-0.385 -0.884 -0.588
Región SE = 2
(0.285) (0.335) (0.242)
-0.393 -0.448 -0.437
Región SE = 3
(0.327) (0.409) (0.298)
-1.149 -1.294 -1.241
Región SE = 4
(0.396) (0.449) (0.337)
0.114 0.178 0.112
Marginación alta
(0.198) (0.303) (0.173)
0.122 -0.059 0.042
6 a 9 años en Oportunidades
(0.168) (0.215) (0.136)
-0.306 -0.25 -0.289
3 a 6 años en Oportunidades
(0.207) (0.256) (0.163)
-0.149 0.116 -0.087
0 a 3 años en Oportunidades
(0.258) (0.492) (0.237)
-0.114 -0.494 -0.228
0 años en Oportunidades
(0.21) (0.249) (0.168)
0.174 0.308 0.222
Hogar indígena
(0.158) (0.231) (0.137)
-0.006 0.342 0.597
Constante
(0.71) (0.893) (0.522)
-0.237 0.15 -0.141
Fuma = 1
(0.126) (0.221) (0.118)
-0.093 0.295 0.042
Toma =1
(0.18) (0.212) (0.14)
0.083 -0.575 -0.096
Fuma y toma
(0.21) (0.349) (0.18)
0.037 -0.042 0.006
Edad
(0.038) (0.046) (0.028)
-1.136
Mujer = 1
(0.11)
0.199 0.204 0.265
Unido = 1
(0.276) (0.459) (0.239)
-0.397 -0.873 -0.569
Región SE = 2
(0.275) (0.327) (0.237)
-0.393 -0.439 -0.412
Región SE = 3
(0.316) (0.397) (0.294)
-1.08 -1.285 -1.159
Región SE = 4
(0.369) (0.432) (0.309)
0.139 0.199 0.136
Marginación alta
(0.194) (0.293) (0.172)
0.097 -0.024
6 a 9 años en Oportunidades
(0.165) (0.218)
-0.271 -0.262 0.028
3 a 6 años en Oportunidades
(0.203) (0.263) (0.137)
-0.144 0.167 -0.225
0 a 3 años en Oportunidades
(0.25) (0.501) (0.147)
-0.093 -0.508
0 años en Oportunidades
(0.21) (0.25)
0.14 0.359 0.21
Hogar indígena
(0.159) (0.231) (0.141)
-0.179 0.217 0.458
Constante
(0.69) (0.876) (0.523)
En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95%
272 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

Cuadro 9 -0.005
Fumaba
Efecto de compor- (0.128)
tamientos de riesgo -0.079
Consumió alimentos vacíos
en la probabilidad de (0.111)
sobrepeso -0.069
Tomaba
(0.153)
-0.001
Gasto en refrescos
(0.004)
0.004
Edad
(0.037)
0.583
Unido = 1
(0.146)
-0.146
Mujer = 1
(0.129)
-0.333
Región SE = 2
(0.239)
-0.224
Región SE = 3
(0.268)
-0.418
Región SE = 4
(0.413)
0.27
Marginación alta
(0.148)
0.114
Marginación media o baja
(0.455)
0.247
6 a 9 años en Oportunidades
(0.158)
0.314
3 a 6 años en Oportunidades
(0.153)
0.073
0 a 3 años en Oportunidades
(0.235)
0.333
0 años en Oportunidades
(0.155)
-0.151
Hogar indígena
(0.136)
-1.088
Constante
(0.646)
En cursivas se reportan los coeficientes significativos a
90% y en negritas los que lo son a 95%

Efecto de los comportamientos en indicadores


de educación, laborales y de salud

En los cuadros 5 a 9 se presentan los resultados de los modelos que estiman la relación entre los comportamientos
de riesgo de los adolescentes y jóvenes en 2003 y sus resultados en las variables de bienestar en 2007. En todos los
modelos se controla por el hecho de estar unido, la región socioeconómica, el nivel de marginación de la localidad y
si el hogar es indígena. Asimismo, se estimó cada modelo para hombres, mujeres y los dos sexos juntos.
El cuadro 5 presenta las estimaciones para la probabilidad de estar en 2007 en la escuela (al momento de la encuesta),
en función de haber sido sexualmente activo(a), tener sobrepeso, y haber consumido tabaco y/o alcohol en 2003.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 273

Ser sexualmente activo en 2003 tiene un efecto (significativo a 90%) en la probabilidad de estar en la escuela
para los hombres, pero no para las mujeres. Para las mujeres, a mayor edad la probabilidad de continuar en la escuela
es menor, en tanto que para los hombres esta probabilidad es mayor entre los indígenas. Igualmente, los resulta-
dos sugieren un efecto inverso en relación con el tiempo de exposición a Oportunidades en el modelo con ambos
sexos.
En el modelo con sobrepeso, no se observó un efecto de éste en la probabilidad de estar en la escuela, y se ob-
serva igualmente el efecto de la edad, así como una menor probabilidad para los unidos y mayor para los de hogares
indígenas.
En el caso de los hombres, tomar en 2003 parece estar asociado positivamente con estar en la escuela en 2007,
sin efecto para las mujeres, ni para el consumo de tabaco. En este modelo, igualmente estar unido disminuye la
probabilidad de estar en la escuela y provenir de un hogar indígena la incrementa.
Por lo que se refiere a la probabilidad de éxito educativo (cuadro 6), ser sexualmente activo en 2003, estar
unido y provenir de un hogar indígena incrementan la probabilidad de tener la escolaridad adecuada a la edad. Asi-
mismo, el sobrepeso en 2003 tuvo un efecto negativo en la probabilidad de éxito educativo para 2007, sin que se
observen efectos por el consumo de tabaco y/o alcohol. Un modelo que no se presenta por el limitado número de
observaciones es sobre el uso de condón en la relación sexual más reciente en 2003, que se encontró positivamente
asociado con el éxito educativo.
Por lo que se refiere a la probabilidad de trabajar (cuadro 7), ésta es menor entre las mujeres, los individuos unidos
y los indígenas. No se observan efectos por haber sido sexualmente activo en 2003, pero sí un efecto positivo entre
los hombres con sobrepeso. Entre las mujeres, se observa un efecto positivo de haber tomado bebidas alcohólicas
en 2003 en la probabilidad de trabajar, en tanto que en el modelo con ambos sexos, mostró un efecto negativo
(significativo al 90%) de fumar y beber en la probabilidad de trabajar.
El trabajo agrícola es menor entre las mujeres y entre los hombres que fumaron en 2003. No se observaron
diferencias por haber sido sexualmente activos en 2003, ni por tener sobrepeso en 2003.
Finalmente, para la probabilidad de sobrepeso en 2007, no se observaron efectos de los comportamientos en
2003, sólo se encontró una mayor probabilidad entre los individuos unidos.

III. Discusión
El análisis sobre la asociación entre el tiempo de participación en el Programa y los comportamientos de riesgo en
2007 sugiere que Oportunidades ha tenido un papel importante en retrasar las uniones entre los adolescentes y
jóvenes, lo que parece reflejarse en un mayor éxito educativo, que apunta hacia los objetivos de largo plazo del
Programa. A mayor tiempo en el Programa, los adolescentes y jóvenes retrasan igualmente el inicio de su vida sexual
(lo que evidentemente puede estar directamente relacionado con las uniones), lo que también contribuye a mejores
resultados escolares al disminuir la probabilidad de embarazos adolescentes. Este resultado positivo del Programa se
refleja también en una menor probabilidad de seropositividad al VHS 2.
Asimismo, sin que sea del todo claro el mecanismo por la falta de evidencia en diferencias en el consumo de
alimentos con alta densidad energética, se observó una asociación entre el tiempo en el Programa y una menor pro-
babilidad de sobrepeso, lo que significa adultos más saludables, que podrán igualmente obtener mejores ingresos.
Al analizar los resultados del efecto de los comportamientos en resultados en el mediano plazo en indicadores
de bienestar, se observó que el sobrepeso es un factor negativo en el éxito escolar, lo que refuerza el valor del logro
del Programa en disminuir la probabilidad de sobrepeso.
El consumo de alimentos con calorías vacías sigue siendo una enorme prioridad de salud, que se evidencia con
el importante porcentaje de adolescentes y jóvenes que presenta ya problemas de sobrepeso y obesidad. La oferta
de alimentos de alta densidad energética sigue siendo elevada y sin desincentivos en términos de políticas.
Además, y de acuerdo con los datos reportados, un importante porcentaje de los adolescentes y jóvenes de ho-
gares beneficiarios de Oportunidades (y de hecho, becarios ellos mismos del Programa) reportan estar participando
en comportamientos que ponen en riesgo su bienestar futuro. Aunque se observaron tendencias que sugieren que
274 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

estos comportamientos son menores entre los individuos en hogares que con mayor tiempo en el Programa, esto no
ocurre en todos los casos, lo que podría estar comprometiendo la capacidad del Programa de incrementar el capital
humano en este grupo de edad.
Es también evidente que se presentan importantes asimetrías de género en relación con el riesgo. Ante una mayor
probabilidad de haber tenido ya relaciones sexuales para las mujeres, se conjunta una menor probabilidad de haber usado
condón en la primera y en la más reciente relación sexual. Esta importante incidencia de relaciones sexuales no protegidas
sigue siendo una llamada de atención para las estrategias de prevención de embarazos adolescentes e infecciones de
transmisión sexual, como el VHS 2, que como se presentó en los resultados es mayor entre las mujeres.
Tal como acordó el gobierno mexicano en la Declaración Ministerial para Prevenir el VIH con Educación, son
necesarias acciones claras para fortalecer las acciones de educación integral en sexualidad que permitan proveer a
los adolescentes y jóvenes de las herramientas necesarias para una sexualidad responsable.
Por otra parte, los resultados indican que el nivel de conocimientos sobre temas de salud es todavía limitado, y
no parece notarse una diferencia por el Programa, a pesar de los talleres de autocuidado a la salud.
Aunque las cifras sobre consumo de tabaco y alcohol siguen mostrando una tendencia a incrementarse con la
edad, los niveles de consumo reportados son menores a los observados para tabaco, alcohol y drogas en la Encuesta
Nacional de Adicciones 2002,26 lo que indica la presencia de una tendencia a la baja en la población, a la vez que al
tratarse de una población de recursos limitados se esperaba un consumo menor de bienes que requieren recursos. El
consumo de tabaco y alcohol parecen disminuir la probabilidad de trabajar en el mediano plazo, aunque se observó
un efecto positivo del consumo de alcohol en esta probabilidad entre las mujeres.
Es importante, por otro lado, reforzar las estrategias de prevención diferenciales por género, que busquen contener el
consumo de sustancias adictivas entre mujeres en el bajo porcentaje que aún se observa. Otros estudios han encontrado
que el mayor incremento reciente se presenta entre las mujeres, con una tendencia a imitar a los hombres.
Los resultados que se presentan sugieren que existe de hecho una relación inversa entre los comportamientos
de riesgo y el tiempo en el Programa, como se planteó en las hipótesis del documento. Esto indica que existen me-
canismos a través de los cuales el Programa permite prevenir la aparición de este tipo de comportamientos, lo que
contribuye al logro del fin de Oportunidades, al cuidar la inversión realizada en capital humano.
Por otra parte, los datos sobre el papel de los comportamientos en desempeño escolar e inserción en el mercado
laboral son menos conclusivos, si bien sugerentes de que sí existe el efecto propuesto. Se requiere un seguimiento
de mayor plazo para verificar esta hipótesis.

Contextualización de resultados

Los resultados presentados provienen de la muestra de evaluación del Programa, seleccionada no para ser represen-
tativa del universo de beneficiarios, sino para permitir estimar los efectos del mismo. En este sentido, los resultados
están claramente relacionados con la población que participó en la encuesta, aunque no necesariamente de todos los
beneficiarios del Programa. No obstante, la ampliación de la muestra y el hecho de que abarca a los estados con la
mayor cantidad de familias incorporadas, indica que este grupo de familias tiene un perfil similar al de un porcentaje
importante de los beneficiarios.

Implicaciones para el Programa

El Programa está generando incentivos adecuados para alcanzar mayores niveles de escolaridad entre los partici-
pantes, lo que igualmente se refleja en que los individuos decidan posponer el inicio de vida sexual, lo que repercute
potencialmente en un menor número de embarazos adolescentes, como se observó efectivamente en los resulta-
dos. Este efecto positivo se observa también en términos de una menor probabilidad de sobrepeso, a la vez que el
sobrepeso afecta la probabilidad de éxito escolar. En este sentido, las acciones del Programa en educación parecen
estar teniendo el resultado deseado.
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 275

No obstante, se siguen presentando fuertes diferencias por sexo, que llaman a reforzar el enfoque de género del Pro-
grama y también a diseñar estrategias dirigidas al empoderamiento de las mujeres desde los primeros años de vida.
Por otra parte, para reforzar los resultados del Programa, es importante revisar las estrategias de prevención de los
comportamientos de riesgo para utilizar aquellas con efectividad probada. A la fecha, es escasa la evidencia de que la
información per se disminuya los comportamientos, y a esto se le suma el nulo efecto en conocimientos observado;
las estrategias educativas requieren ser mejoradas, fortalecidas con mayor acceso a servicios que sean amigables
con los adolescentes y jóvenes. Es claro que por el diseño del Programa estas acciones no dependen directamente
de Oportunidades, pero sí puede establecerse en las reglas de operación la necesidad de las mismas.

Limitaciones del estudio

Una carencia importante del análisis es la ausencia de los individuos que emigraron de los hogares, lo que podría
estarse reflejando en las variables de resultado para el grupo de mayor edad, y parecería sesgar a resultados menores
en relación con el grupo de menor edad (por ejemplo, el sueldo diario reportado es muy similar). El análisis que se
presenta en este documento podría fortalecerse incluyendo una muestra de migrantes.

IV. Análisis FODA


Fortalezas y oportunidades

Fuente del
Prioridad Descripción
análisis

La proporción de los participantes que están casados o en unión libre es mayor entre los que provienen
FO1 de hogares con menor exposición al Programa. Este resultado estaría sugiriendo que el Programa se Encel 2007
asocia efectivamente con que los adolescentes y jóvenes estén posponiendo la unión.

La probabilidad de embarazo y de VHS 2 es menor entre los adolescentes y jóvenes con mayor tiempo
FO2 Encel 2007
de exposición al Programa

Los individuos en hogares con mayor tiempo en el Programa reportan un mayor número promedio de
FO3 Encel 2007
años de escolaridad, y en mayor proporción escolaridad adecuada para la edad.

La probabilidad de consumir alcohol y de iniciar actividad sexual es menor para los que tienen más
FO4 Encel 2007
tiempo en el Programa

Debilidades y amenazas

Fuente del
Prioridad Descripción
análisis

Un importante porcentaje de los adolescentes y jóvenes de hogares beneficiarios de Oportunidades (y


DA1 de hecho, becarios ellos mismos del Programa), informan participar en comportamientos que ponen en Encel 2007
riesgo su futuro bienestar.

Se observan también en proporciones importantes las consecuencias de los comportamientos, con la


DA2 Encel 2007
seropositividad al VHS 2 y el sobrepeso
276 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

DA3 Se mantienen inequidades de género importantes que ponen en mayor vulnerabilidad a las mujeres Encel 2007

Recomendaciones

Prioridad Relación Recomendación Sector responsable

Incluir en las reglas de operación la necesidad


de implementar estrategias de prevención de
R1 DA1 Oportunidades, Salud
comportamientos de riesgo con efectividad probada,
y que vayan más allá de la provisión de información

Reforzar el componente de género en los talleres de


R2 DA3 Oportunidades, Salud
autocuidado a la salud para los becarios

Reforzar la oferta de bienes y servicios saludables. Esto


incluye tanto servicios de salud amigables para los
adolescentes y jóvenes, como acciones tendientes a
moderar la oferta de alimentos de calorías vacías. En
R2 DA1, DA2 Salud, Social
concreto, podría limitarse la oferta de alimentos chatarra en
las escuelas, y sustituirlos por una oferta más saludable, así
como facilitar el acceso a condones a través de estrategias
que podrían incluir máquinas dispensadoras en las escuelas.

Sostener las acciones que incentivan la permanencia en la


R3 FO2 Oportunidades
escuela y la progresión escolar

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drug users: a quasi-randomised trial. Lancet 1999;353(9165):1657-1661.
31. Ghanem KG, Hutton He, Zenilman JM, Zimba R, Erbelding EJ. Audio computer assisted self interview and Face to Face interview modes in assessing
response bias among STD clinic patients. Sex Transm Infect 2005;81(5):421-425.
32. Hewett PC, Mensch BS, Erulkar AS. Consistency in the reporting of sexual behaviour by adolescent girls in Kenya: a comparison of interviewing
methods. Sex Transm Infect 2004;80(Suppl 2):ii43-ii48.
33. Leigh B, Gillmore M, Morrison D. Comparison of diary and retrospective measures for recording alcohol consumption and sexual activity. J Clinical
Epidemiology 1998;51(2):119-127.
34. Turner CF, Ku L, Rogers SM, Lindberg LD, Pleck JH, Sonenstein FL. Adolescent sexual behavior, drug use, and violence: increased reporting with
computer survey technology. Science 1998;280(5365):867-873.
35. Young G. Sexual activities and attitudes of adolescent Koreans. Arch Sex Behavior 1996;25(6):629-643.
278 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008

VI. Anexo
Comportamientos de riesgo en 2003
por grupos de tiempo de exposición en 2007

Cuadro A1 Más de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición
exposición exposición exposición exposición registrada
Medias y errores
estándares de variables Variable
Hombres
(1)
Mujeres
(2)
Hombres
(3)
Mujeres
(4)
Hombres
(5)
Mujeres
(6)
Hombres
(7)
Mujeres
(8)
Hombres
(9)
Mujeres
(10)
seleccionadas para el Edad *,‡,§,#,& 16.4 16.4 16.4 16.4 16.4 16.4 15.3 16.5 16.4 16.3
grupo de 15 a 18 años 0.03 0.04 0.03 0.03 0.04 0.04 0.07 0.07 0.04 0.03
Sexo (Mujeres) 49.7% 51.2% 55.1% 55.3% 51.6%
en 2003, por años de
Indígena ≠,§,& 38.8% 38.5% 40.2% 39.6% 32.9% 30.6% 35.4% 32.8% 25.5% 23.0%
exposición a Oportuni- 0.04% 0.05% 0.05% 0.04% 0.06% 0.05% 0.09% 0.09% 0.05% 0.04%
dades y sexo Unidos ∞,ø,^,€,*,†,†,≠,£,¢,¥,~,«,+,‡,÷,§,#,& 1.3% 5.4% 3.1% 6.0% 3.6% 12.7% 7.0% 21.3% 3.0% 15.3%
0.00% 0.01% 0.01% 0.01% 0.01% 0.01% 0.02% 0.03% 0.01% 0.02%
Alimentos chatarra *,~,«,+,‡,§,& 26.5% 29.4% 24.6% 26.2% 28.3% 30.2% 22.9% 23.5% 26.9% 34.7%
0.02% 0.02% 0.02% 0.01% 0.02% 0.02% 0.03% 0.03% 0.02% 0.02%
Cantidad alimentos chatarra ~ 0.50 0.51 0.48 0.46 0.51 0.57 0.40 0.49 0.50 0.53
0.04 0.04 0.04 0.03 0.05 0.05 0.08 0.10 0.04 0.04
Número refrescos ayer
0.83 0.57 0.81 0.57 0.97 0.59 0.77 0.53 1.05 0.57
*
∞,ø,^,€, ,±,°,†,≠,¢

0.05 0.04 0.04 0.03 0.06 0.05 0.09 0.06 0.05 0.04
Número refrescos semana
2.39 1.61 2.42 1.61 2.88 1.74 2.18 1.65 3.21 1.89
*
∞,ø,^,€, ,±,°,†,≠,¢

0.12 0.10 0.12 0.08 0.21 0.13 0.23 0.17 0.16 0.12
Gasto en refrescos ∞,ø,^,€,*,±,°,†,≠,¢ $16.3 $10.4 $15.5 $10.0 $18.9 $11.5 $13.8 $10.6 $19.9 $10.6
$0.9 $0.6 $0.8 $0.5 $1.2 $0.9 $1.6 $1.0 $1.2 $0.6
Fuma ∞,ø,^,€,*,±,≠,«,+,÷,§,& 42.8% 16.1% 41.6% 15% 50% 26% 46.3% 19.4% 56.1% 26.5%
0.02% 0.02% 0.02% 0.01% 0.04% 0.02% 0.05% 0.02% 0.03% 0.02%
Toma ∞,ø,^,€,*,±,≠,¢,~,÷,§,& 24.8% 10.6% 24.9% 8.8% 33% 16.7% 28.1% 14.1% 36.4% 18.4%
0.02% 0.01% 0.02% 0.01% 0.03% 0.02% 0.05% 0.03% 0.03% 0.02%
Número de bebidas ∞,ø,^,€,*,≠,~,«,+,÷,& 0.30 0.04 0.49 0.01 0.40 0.10 0.37 0.01 0.58 0.08
0.06 0.01 0.10 0.01 0.08 0.02 0.17 0.01 0.10 0.02
Sexualmente activo
9.5% 11.4% 13.6% 11.3% 12.0% 16.9% 16.9% 25.7% 14.3% 20.2%
*
^,€, ,†,≠,£,~,«,‡,÷,§,#,&

0.02% 0.02% 0.01% 0.01% 0.02% 0.02% 0.04% 0.03% 0.02% 0.02
Sexualmente activo 5.6% 4.7% 5.7% 4.1% 6.2% 7.9% 8.9% 9.4% 8.7% 8.5%
(ajustado por edad) ∞,ø,^,€,*,°,≠,»,£,¥,& 0.01% 0.01% 0.01% 0.01% 0.02% 0.01% 0.03% 0.02% 0.01% 0.01%
IMC ∞,ø,^,€,*,†,†,≠,»,¢ 22.1 22.6 21.4 22.8 21.6 22.9 21.1 22.7 22.2 22.9
0.12 0.20 0.12 0.16 0.17 0.17 0.34 0.27 0.16 0.13
Sobrepeso ∞,ø,^,€,*,†,†,≠,»,¢,$,~ 6.6% 19.2% 10.4% 23.8% 11.0% 19.7% 10.1% 18.2% 17.0% 20.5%
0.01% 0.02% 0.01% 0.02% 0.02% 0.02% 0.03% 0.03% 0.02% 0.01%
a
Incluye casados y en unión libre

Valor t < 0.05 de 1 vs 2; ∞ Valor t < 0.1 de 1 vs 2, ø Valor t < 0.05 de 3 vs 4; ø Valor t < 0.1 de 3 vs 4, ^ Valor t < 0.05 de 5 vs 6; ^ Valor t < 0.1 de 5 vs 6, € Valor t < 0.05 de 7 vs 8; € Valor t < 0.1 de 7
vs 8, * Valor t < 0.05 de 9 vs 10; * Valor t < 0.1 de 9 vs 10, † Valor t < 0.05 de 1 vs 3; † Valor t < 0.1 de 1 vs 3, ± Valor t < 0.05 de 3 vs 5; ± Valor t < 0.1 de 3 vs 5, ° Valor t < 0.05 de 5 vs 7; ° Valor t <
0.1 de 5 vs 7, † Valor t < 0.05 de 7 vs 9; † Valor t < 0.1 de 7 vs 9, ≠ Valor t < 0.05 de 1 vs 9; ≠ Valor t < 0.1 de 1 vs 9, » Valor t < 0.05 de 5 vs 9; » Valor t < 0.1 de 5 vs 9, £ Valor t < 0.05 de 1 vs 7; £ Valor
t < 0.1 de 1 vs 7, ¢ Valor t < 0.05 de 1 vs 5; ¢ Valor t < 0.1 de 1 vs 5, ¥ Valor t < 0.05 de 3 vs 7; ¥ Valor t < 0.1 de 3 vs 7, $ Valor t < 0.05 de 2 vs 4; $ Valor t < 0.1 de 2 vs 4, ~ Valor t < 0.05 de 4 vs 6; ~
Valor t < 0.1 de 4 vs 6, « Valor t < 0.05 de 6 vs 8; « Valor t < 0.1 de 6 vs 8, + Valor t < 0.05 de 8 vs 10; + Valor t < 0.1 de 8 vs 10, ‡ Valor t < 0.05 de 2 vs 8; ‡ Valor t < 0.1 de 2 vs 8, ÷ Valor t < 0.05 de 2
vs 6; ÷ Valor t < 0.1 de 2 vs 6, § Valor t < 0.05 de 2 vs 10; § Valor t < 0.1 de 2 vs 10, # Valor t < 0.05 de 4 vs 8; # Valor t < 0.1 de 4 vs 8, & Valor t < 0.05 de 4 vs 10; & Valor t < 0.1 de 4 vs 10
Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 279

Más de 9 años de Entre 6 y 9 años de Entre 3 y 6 años de Menos de 3 años de Sin exposición Cuadro A2
exposición exposición exposición exposición registrada
Medias y errores
Variable
Hombres
(1)
Mujeres
(2)
Hombres
(3)
Mujeres
(4)
Hombres
(5)
Mujeres
(6)
Hombres
(7)
Mujeres
(8)
Hombres
(9)
Mujeres
(10)
estándares de variables
Edad *,‡,§,#,&,≠,∞,Ø 19.5 19.4 19.5 19.5 19.5 19.5 19.5 19.5 19.5 19.6 seleccionadas para el
0.04 0.04 0.04 0.03 0.04 0.04 0.06 0.07 0.04 0.03 grupo de 19 a 21 años
Sexo (Mujeres) 45.8% 51.8% 62.3% 54.3% 57.9%
en 2003, por años de
Indígena *,^,€,Ø 52.6% 27.5% 36.7% 42.1% 40% 30.6% 41.1% 44.4% 27.1% 24.7%
0.08% 0.06% 0.06% 0.07% 0.08% 0.07% 0.19% 0.12% 0.06% 0.05% exposición a + y sexo
Unidos †,‡,£,§,¢,^,¥,#,~,&,«,+,≠,∞,÷,Ø 12.6% 15.1% 13.1% 22.6% 20.1% 48% 24% 43.2% 24.6% 42.6%
0.02% 0.03% 0.02% 0.03% 0.03% 0.04% 0.05% 0.07% 0.03% 0.03%
Alimentos chatarra *,‡,£,§,«,±,»,Ø 9.5% 18.8% 13.1% 14.3% 14.8% 21.8% 17.3% 13.5% 12.3% 22.1%
0.02% 0.03% 0.02% 0.02% 0.02% 0.03% 0.04% 0.03% 0.02% 0.02%
Cantidad alimentos chatarra §,»,∞,Ø 0.22 0.29 0.34 0.28 0.33 0.35 0.24 0.26 0.19 0.43
0.05 0.06 0.07 0.05 0.08 0.05 0.07 0.07 0.05 0.06
Número refrescos ayer *,†,‡,£,§,∞ 0.95 0.46 1.03 0.53 1.09 0.55 0.93 0.55 0.90 0.59
0.09 0.04 0.09 0.04 0.13 0.05 0.15 0.09 0.12 0.05
Número refrescos semana *,†,‡,£,§,∞ 2.66 1.33 2.80 1.48 3.16 1.63 3.21 1.58 3.19 1.87
0.30 0.15 0.23 0.14 0.39 0.20 0.56 0.30 0.49 0.19
Gasto en refrescos *,†,‡,£,§ $18.8 $9.3 $19.2 $11.8 $17.5 $11.7 $22.4 $12.0 $19.4 $11.1
$2.2 $1.3 $1.8 $1.3 $1.7 $1.3 $3.4 $2.6 $1.8 0.9$
Fuma *,†,‡,£,§,$,°,^,¥,~ 59.5% 22.5% 62.2% 21.5% 69.6% 21.3% 869.0% 31.9% 74.6% 26.5%
0.05% 0.03% 0.04% 0.03% 0.04% 0.04% 0.05% 0.06% 0.03% 0.03%
Toma *,†,‡,£,§,$,^,€,¥,~,Ø 44% 16.1% 42.9% 14.8% 46% 18.3% 62.8% 19.1% 58.7% 23.4%
0.05% 0.03% 0.04% 0.02% 0.05% 0.03% 0.07% 0.05% 0.04% 0.03%
Número de bebidas *,†,‡,£,§,¥,~,&,≠,∞ 0.67 0.01 0.62 0.12 0.84 0.07 1.77 0.10 1.06 0.06
0.16 0.01 0.13 0.06 0.33 0.02 0.50 0.07 0.26 0.02
Ha tenido rel sexuales
‡,£,§,$,°,^,€,¥,~,&,«,+,≠,∞,Ø 31.0% 21.3% 38.7% 33.5% 35.9% 46.7% 72.1% 40.4% 52.8% 43.6%
0.05% 0.03% 0.04% 0.04% 0.05% 0.04% 0.06% 0.08% 0.05% 0.03%
Rel sex ajus edad *,†,‡,£,§,^,«,±,»,≠,Ø 31% 21.3% 38.7% 33.5% 35.9% 46.7% 72.1% 40.4% 52.8% 43.6%
0.05% 0.04% 0.05% 0.04% 0.05% 0.04% 0.06% 0.08% 0.05% 0.03%
IMC †,‡,^,€,~,≠,∞ 22.8 23.2 22.6 23.5 22.8 22.9 23.6 23.3 23.7 24
0.29 0.27 0.23 0.27 0.37 0.30 0.56 0.42 0.30 0.28
Sobrepeso ~,∞ 13% 12.3% 9.9% 16.3% 17.2% 18.4% 20.9% 15.6% 16.9% 20.8%
0.03% 0.03% 0.03% 0.03% 0.04% 0.03% 0.06% 0.05% 0.03% 0.03%
a
Incluye casados y en unión libre
* Valor t < 0.05 de 1 vs 2; * Valor t < 0.1 de 1 vs 2, † Valor t < 0.05 de 3 vs 4; † Valor t < 0.1 de 3 vs 4, ‡ Valor t < 0.05 de 5 vs 6; ‡ Valor t < 0.1 de 5 vs 6, £ Valor t < 0.05 de 7 vs 8; £ Valor t < 0.1 de 7
vs 8, § Valor t < 0.05 de 9 vs 10; § Valor t < 0.1 de 9 vs 10, ° Valor t < 0.05 de 1 vs 3; ° Valor t < 0.1 de 1 vs 3, ¢ Valor t < 0.05 de 3 vs 5; ¢ Valor t < 0.1 de 3 vs 5, $ Valor t < 0.05 de 5 vs 7; $ Valor t < 0.1
de 5 vs 7, ° Valor t < 0.05 de 7 vs 9; ° Valor t < 0.1 de 7 vs 9, ^ Valor t < 0.05 de 1 vs 9; ^ Valor t < 0.1 de 1 vs 9, € Valor t < 0.05 de 5 vs 9; € Valor t < 0.1 de 5 vs 9, ¥ Valor t < 0.05 de 1 vs 7; ¥ Valor t <
0.1 de 1 vs 7, # Valor t < 0.05 de 1 vs 5; # Valor t < 0.1 de 1 vs 5, ~ Valor t < 0.05 de 3 vs 7; ~ Valor t < 0.1 de 3 vs 7, & Valor t < 0.05 de 2 vs 4; & Valor t < 0.1 de 2 vs 4, « Valor t < 0.05 de 4 vs 6; « Valor
t < 0.1 de 4 vs 6, ± Valor t < 0.05 de 6 vs 8; ± Valor t < 0.1 de 6 vs 8, » Valor t < 0.05 de 8 vs 10; » Valor t < 0.1 de 8 vs 10, + Valor t < 0.05 de 2 vs 8; + Valor t < 0.1 de 2 vs 8, ≠ Valor t < 0.05 de 2 vs 6; ≠
Valor t < 0.1 de 2 vs 6, ∞ Valor t < 0.05 de 2 vs 10; ∞ Valor t < 0.1 de 2 vs 10, ÷ Valor t < 0.05 de 4 vs 8; ÷ Valor t < 0.1 de 4 vs 8, Ø Valor t < 0.05 de 4 vs 10; Ø Valor t < 0.1 de 4 vs 10
A diez años de intervención
Evaluación externa del Programa Oportunidades 2008
en zonas rurales (1997-2007)
Tomo I Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención

Se terminó de imprimir en noviembre de 2008


por Dendrita Publicidad, S.A de C.V.
La edición consta de 1 000 ejemplares y estuvo al cuidado de la
Subdirección de Comunicación Científica y Publicaciones
del Instituto Nacional de Salud Pública

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