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sostenibilidad

Artículo
La ciudad autoorganizada y la arquitectura del
metabolismo: Una crítica arquitectónica al
crecimiento y la reorganización urbanos
Cemaliye Eken * y Resmiye Alpar Atun
Departamento de Arquitectura, Facultad de Arquitectura, Universidad del Mediterráneo
Oriental, Famagusta 99450, Turquía; resmiye.alpar@emu.edu.tr
* Correspondencia: cemaliye.eken@emu.edu.tr
comprobar
Recibido: 19 de julio de 2019; Aceptado: 24 de septiembre de 2019; Publicado: 26 de ror
septiembre de 2019. actualiza

Resumen: Durante décadas, las ciudades han experimentado una rápida urbanización y un
crecimiento urbano descontrolado. La necesidad de que las ciudades del futuro funcionen como
sistemas complejos adaptables ha generado un interés por la ciudad resiliente autoorganizada. El
principal objetivo del estudio es encontrar formas de conceptualizar la autoorganización de la
ciudad resiliente como un campo de investigación emergente para el diseño urbano y la teoría
arquitectónica. Partiendo de estos supuestos, se considera que una relación integrada entre
arquitectura y diseño urbano es un catalizador potencial para absorber la incertidumbre y las
perturbaciones del crecimiento urbano y preparar la estructura, la función y la identidad de una
ciudad como un sistema autoorganizado que puede adaptarse continua y libremente a los cambios.
El documento trata de determinar el papel de la arquitectura en el diseño urbano como clave
principal para facilitar un sistema autoorganizado. Se utilizó un método de investigación teórica
sistemática para describir la teoría de la resiliencia y los sistemas autoorganizados dentro de un
ciclo adaptativo y un pensamiento jerárquico a distintas escalas. A continuación, el estudio trató de
identificar el primer momento en que la teoría arquitectónica conceptualizó las ciudades futuras
desde la perspectiva de los sistemas autoorganizados. Se eligió el movimiento Metabolismo como
base para el debate del estudio. Las ciudades como sistemas autoorganizados deben considerarse a
través de interacciones a escala cruzada. Para que una ciudad resiliente se autoorganice, la
interrelación entre arquitectura y diseño urbano impulsa las principales aportaciones al sistema.

Palabras clave: resiliencia; ciudad autoorganizada; ciclo adaptativo; interacciones a escala


cruzada; crecimiento urbano; renovación; movimiento del metabolismo; espacio urbano;
arquitectura

1. Introducción
En la década de 1970, los términos "autoorganización" y "resiliencia" se utilizaron por primera
vez en ecología para explicar la capacidad de adaptación de las especies en los ecosistemas [1-3]. La
resiliencia se define como la adaptabilidad y capacidad de un sistema para hacer frente a tensiones
externas en caso de perturbación. El dominio de la teoría de la resiliencia eleva la idea de evaluar
una actitud de autoorganización ante el cambio. La autoorganización es un mecanismo de
adaptación progresiva a un determinado cambio. De hecho, es un proceso contenido por
interacciones a escala cruzada que permiten al sistema autoorganizarse [4]. En ecología, un
ecosistema resiliente autoorganizado reconoce el conocimiento no genérico como una respuesta
adaptable al proceso de transformación. Anticiparse a un cambio para adaptarse es crucial, mientras
que aprender de la perturbación logra la capacidad de rebote para la reorganización del sistema [5].
El concepto de resiliencia unifica de forma significativa las siguientes características [1,6,7]:
(i) Si un sistema sigue siendo el mismo tras una sacudida de cambio;
(ii) Si un sistema se construye hasta el punto de que el sistema tiene la capacidad de
autoorganizarse;
(iii) Si un sistema tiene la capacidad de aprender y facilitar la adaptación.

Sostenibilidad 2019, 11, 5326; doi:10.3390/su11195326 www.mdpi.com/journal/sustainability


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La forma integrada de los términos autoorganización y resiliencia se ha convertido en un concepto clave


en los estudios urbanos cuando las ciudades se han descrito como el mejor resultado de un sistema
socioecológico [8].
El cuadro 1 resume los marcos teóricos que sustentan la resiliencia y la autoorganización en los
estudios urbanos. Según Walker et al., las ciudades deben respaldarse con el pensamiento de la
resiliencia considerando la transformación urbana [2]. También explicaron que las ciudades forman
parte de sistemas socioecológicos, que también demuestran dominios esenciales para
autoorganizarse tras la transformación urbana considerando la resiliencia de la capacidad de
adaptación. Batty y Marshall consideraron la resiliencia de las ciudades en el contexto de dinámicas
interdependientes y diversas a nivel de subsistemas. Subrayaron que una ciudad es el conjunto de
sus subsistemas, lo que podría indicar resiliencia en la estructura interna del sistema. Además,
señalaron que indicar ciudades en el pensamiento de resiliencia depende de la existencia y
continuidad de estados de estabilidad múltiple a través de diversas variables [9]. Ernstson et al.
examinaron el pensamiento de resiliencia en las zonas urbanas en transformación. Según ellos, las
zonas urbanas en transformación podrían procesar la adaptación teniendo en cuenta el potencial de
los entornos innovadores (desarrollo tecnológico). En el contexto de la autoorganización, las
innovaciones tecnológicas se consideran esenciales para la resiliencia urbana [10]. Hodson y Marvin se
centraron en la importancia y el papel de las transiciones a escala local, que ofrecen la posibilidad de
definir las causas que ponen en peligro la estabilidad del sistema. La escala local y la elaboración de
transiciones a esta escala se consideran esenciales para la resiliencia urbana [11].

Tabla 1. Marcos teóricos que vinculan la resiliencia y los sistemas autoorganizados con los estudios
urbanos.
Teóricos e investigaciones Enfoque
n La ciudad como parte de los sistemas socioecológicos
Walker et.al [2] n Demostrar dominios esenciales para autoorganizarse tras la transformación urbana
considerando la resiliencia de la capacidad de adaptación.

n Una ciudad es el conjunto de sus subsistemas


n Ciudades dentro de las oportunidades de dinámicas interdependientes y diversas en los
Batty y Marshall [9] subsistemas
n Indicar que las ciudades en el pensamiento de la resiliencia dependen de la
existencia y continuidad de estados de estabilidad múltiple a través de diversas
variables en los subsistemas.

n Pensamiento resiliente para transformar las zonas urbanas


Ernstson et al. [10] n Los sistemas urbanos en las zonas urbanas en transformación podrían procesar la
adaptación teniendo en cuenta la potencialidad del entorno innovador (desarrollo
tecnológico)

n La escala local y la elaboración de la transición a esta escala se consideran esenciales para la


resiliencia urbana
Hodson y Marvin [11]
n Necesidad de determinar la importancia y el papel de las transiciones a escala local.
n Las escalas locales permiten definir las causas que afectan a la estabilidad del sistema.

A lo largo de los años, las ciudades se han visto muy expuestas a un rápido desarrollo urbano
[12,13]. Sin embargo, tienen una capacidad limitada para reorganizar su entorno construido en
función de los requisitos que se derivan de la rápida urbanización y transformación. Una ciudad
como sistema autoorganizado debe estar a la expectativa de futuras alertas, acontecimientos inciertos
y posibilidades de cambio. El aspecto clave de un concepto de ciudad resiliente autoorganizada
requiere desarrollar enfoques de diseño aplicables en la planificación urbana que puedan formular
una adaptación organizativa (cíclica) hacia el desarrollo de la ciudad contemporánea. La dinámica
de la adaptación con éxito de una ciudad a un sistema resiliente autoorganizado constituye una vía
importante para la investigación presente y futura sobre urbanismo y arquitectura, especialmente
cuando los arquitectos empiezan a buscar formas arquitectónicas y urbanas alternativas que ofrezcan
resiliencia y reorganización. Sin embargo, muchos de los estudios refuerzan la teoría de la resiliencia
remontándose a otras disciplinas, en las que la importancia de la noción de autoorganización y el
papel de la arquitectura junto con el diseño y la planificación urbanos pasan principalmente
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desapercibidos 5326 El problema no era el concepto de la noción de resiliencia, o el sistema
[14]. 3 de 30
autoorganizado, sino la traducción conceptual de estos como un enfoque en la arquitectura y el
diseño urbano, en el que la arquitectura se considera como una escala complementaria.
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Para conceptualizar las ciudades como sistemas resilientes autoorganizados, es necesario


considerarlas a varias escalas e identificar la interacción entre ellas. Este estudio pretende
determinar el papel y la importancia de la arquitectura como escala complementaria a tener en
cuenta para facilitar un sistema autoorganizado, que en este caso es la ciudad. El propósito del
trabajo es conceptualizar una ciudad resiliente autoorganizada considerando la arquitectura como un
componente fundamental de la escala que podría anticipar la adaptabilidad a escalas más pequeñas y
dar lugar a la reorganización del sistema hacia el crecimiento urbano. El objetivo del estudio es
comprender las interacciones interdependientes entre escalas para la autoorganización de sistemas
resilientes y elaborar el papel y la importancia de la arquitectura como componente a pequeña escala
del sistema en su conjunto. Para lograr este objetivo, las siguientes preguntas de investigación
ayudaron a formar la finalidad y el objetivo del estudio:

(1) ¿Qué es la autoorganización y cómo se definió este mecanismo dentro de la teoría de la


resiliencia?
(2) ¿Cuáles son los ámbitos de los sistemas autoorganizados que indican resiliencia?
(3) ¿Qué tipo de herramientas pueden utilizarse para determinar las relaciones entre escalas en un sistema
autoorganizado?
(4) ¿Cómo se entendía el sistema resiliente autoorganizado a escala de la ciudad en la intersección
de la arquitectura y el diseño urbano?
(5) ¿Cuál es la relación entre arquitectura y diseño urbano que ayudaría a conceptualizar un
enfoque de ciudad resiliente autoorganizada?

En este estudio se llevó a cabo una investigación teórica sistemática sobre el tema central de
la investigación. Como primer paso del método, se analiza la teoría de la resiliencia para sentar las
bases de un marco teórico. En segundo lugar, se desarrolla un marco teórico que relaciona la
resiliencia y el sistema autoorganizado a escala de la ciudad considerando la intersección entre la
arquitectura y el diseño urbano. La primera, denominada escala pequeña, y la segunda, escala
mayor de la ciudad, se desarrollan a partir de un enfoque de ciclo adaptativo. La intervención
del enfoque del ciclo adaptativo como herramienta que permite examinar estas relaciones existentes
y emergentes a través de las escalas que son esenciales para facilitar un sistema resiliente
autoorganizado a largo plazo. Con el fin de trazar el concepto de ciudades resilientes
autoorganizadas, el movimiento Metabolista fue visto como la creación inicial del pensamiento de
autoorganización y resiliencia a escala de la ciudad al considerar la intersección de la arquitectura y
el diseño urbano dentro de un modelo de ciclo adaptativo metabólico [2]. Basándose en los
resultados de un estudio teórico sistemático, el estudio desarrolla un marco sobre las relaciones
interdependientes entre la arquitectura y el diseño urbano para la autoorganización de las
ciudades (Figura 1).
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Figura 1. Diseño del estudio.

2. Metodología
La definición de la teoría de la resiliencia y su conexión con los sistemas autoorganizados
proporcionan un marco para conceptualizar las propias ciudades como sistemas autoorganizados. Las
interacciones a escala cruzada entre la arquitectura y el diseño urbano se consideran esenciales para
construir un sistema autoorganizado que proponga la adaptación cíclica como respuesta al
crecimiento urbano. Para los profesionales del diseño urbano, planificadores, arquitectos y otras
disciplinas afines, el concepto de ciudades resilientes autoorganizadas podría aportar nuevas formas,
perspectivas e influencias para entender el entorno construido como un sistema adaptativo dentro del
crecimiento y la transformación urbanos.

2.1. Métodos y diseño de la investigación

2.1.1. Investigación teórica


La noción de autoorganización y resiliencia como un concepto integrado es ante todo muy
abstracta y descriptiva. Sin saberlo, la mayoría de los estudios sobre resiliencia no son mutuamente
excluyentes. El recorrido de los términos resiliencia y autoorganización que predice cada propuesta
remite a significados distintos en disciplinas diferentes (Figura 2). Por lo tanto, no está muy claro
cómo generar un enfoque de diseño arquitectónico y urbano en relación con el pensamiento de
resiliencia y autoorganización a escala de la ciudad.
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Figura 2. El recorrido de los términos resiliencia y autoorganización en diferentes disciplinas [15].

El estudio se centra en conceptualizar una ciudad resiliente autoorganizada considerando las


interacciones interdependientes entre escalas, que son la arquitectura y el diseño urbano. Su objetivo
es indicar la arquitectura como la escala fundamental que podría anticipar la adaptabilidad para la
autoorganización hacia el crecimiento urbano. El primer paso consiste en definir los ámbitos de las
ciudades resilientes autoorganizadas que abordan el ciclo adaptativo y su principio de pensamiento
jerárquico. El siguiente paso es determinar el papel y la importancia de la arquitectura en todo el
enfoque de la investigación. Esto se llevó a cabo mediante una investigación teórica sistemática.
Para garantizar la calidad de la investigación teórica, la revisión bibliográfica incluye varios trabajos
de investigación, libros, artículos publicados y ponencias de conferencias.
En el diseño de la investigación del estudio se utilizó una metodología sistemática
(fundamentada) con investigación explicativa [16-20]. Tres tipos de técnicas de investigación teórica
permitieron ensamblar el diseño de la investigación y recopilar los datos esenciales. Como primer
paso, se aplicó el método de investigación de la teoría descriptiva para describir las características
particulares de la teoría de la resiliencia y los sistemas autoorganizados [21]. Las palabras clave
utilizadas para explorar la bibliografía fueron resiliencia y autoorganización [22]. Para ayudar en la
conceptualización de las ciudades resilientes autoorganizadas considerando la arquitectura como la escala
complementaria, consideramos intencionadamente una encuesta sobre prácticas pasadas en arquitectura. El
estudio se realizó con las palabras clave resiliencia, ciudades como sistemas autoorganizados, ciclo
adaptativo, arquitectura, diseño urbano y ciudades del futuro. Un estudio de los movimientos
arquitectónicos reveló que el movimiento Metabolista que abarcó los años 50, 60 y 70 reveló una conexión
entre sus resultados y la noción del concepto de ciudad resiliente autoorganizada, que enfatizaba la
interacción entre la arquitectura y el diseño urbano en un modelo de ciclo adaptativo [9]. Como
tercer paso, se generó una teoría explicativa basada en una correlación cualitativa entre las
concepciones de ciudad resiliente autoorganizada de los Metabolistas y la práctica actual [20]. Una
correlación cualitativa actúa como puente para determinar la importancia de la arquitectura como
escala esencial que podría llevar al espacio urbano a convertirse en un sistema adaptativo que dé cabida
al crecimiento urbano [23]. Esto permitió considerar la arquitectura de refuerzo, la escala más importante
de las interacciones entre escalas, desde el punto de vista de la creación de una genética adaptativa,
vinculada a la autoorganización del conjunto del sistema. Además, abre una nueva perspectiva para
pensar las ciudades como un sistema autoorganizado, que es un producto orientado al proceso
formado a través de interacciones a escala cruzada. Las fases de la investigación son las que se
indican en la figura 3.
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Figura 3. Fases de la
investigación.

2.1.2. Lectura de visiones pasadas


En esta investigación se incluye la lectura de visiones pasadas como método para generar una
relación histórica con los conceptos que se discuten [24,25]. Además, puede proporcionar una base
complementaria para explorar el vínculo interdependiente entre arquitectura y diseño urbano en la
generalización conceptual de un enfoque autoorganizativo de las ciudades. El movimiento Metabolismo
pretendía conceptualizar las ciudades del futuro en el marco de sistemas autoorganizados basados en
entornos construidos impulsados por el diseño que pudieran responder de forma adaptativa a las
necesidades cambiantes (futuras) del crecimiento urbano.
Las propuestas y proyectos de ciudades futuras del movimiento Metabolismo siguieron siendo
conceptuales, con muchos proyectos sin construir. Por lo tanto, la lectura teórica del movimiento
Metabolismo se extrae de publicaciones académicas, libros, revistas, folletos, bases de datos en
línea y tesis. En el contexto del enfoque de la investigación, la revisión bibliográfica buscó
respuestas a las siguientes preguntas:

(1) ¿Cómo se indicaban los términos "autoorganización" y "resiliencia" en el modelo de ciclo


adaptativo metafórico del Metabolismo?
(2) ¿Qué principios de jerarquización del diseño urbano se promovieron para construir ciudades
libres que se adaptaran al crecimiento urbano?
(3) ¿Cómo se descodificó arquitectónicamente el entorno construido para permitir el cambio de toda
una adaptación?
(4) ¿Qué esquemas de diseño se han seguido para que los artefactos urbanos (edificios) puedan
evitar la pérdida de resiliencia cuando sea necesario?

3. Dominios de un sistema autoorganizado resistente

3.1. Ciclo adaptativo


El ciclo adaptativo explica la capacidad de adaptación que se extrae de las interacciones a
escala cruzada de un sistema complejo [26,27]. El ciclo adaptativo en los sistemas complejos encarna las
relaciones a escala cruzada, en las que el sistema explora la estabilidad a largo plazo creando opciones de
innovación hacia la transformación en tiempos más breves [5]. El ciclo adaptativo presenta cuatro
fases distintas para definir las condiciones de la dinámica del sistema en caso de perturbación
repentina o riesgo [28]. Estas fases son el crecimiento o explotación (r), la conservación (K), el
colapso o liberación (Ω) y la reorganización (α) (Figura 4).

(i) El crecimiento o explotación (r) es el proceso de iniciar rápidamente la explotación de los


recursos mediante la expansión de nuevas oportunidades para los antiguos sistemas colapsados.
La fase (r) es una fase transitoria de los sistemas tras el colapso. Por lo tanto, el sistema no
destaca por su gran estabilidad. Sin embargo, la estructura del sistema se vuelve más diversa
debido a la acumulación, al tiempo que se logran más conexiones nuevas entre las redes.
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(ii) La conservación (K) es la fase en la que el sistema alcanza la madurez. Por lo tanto, el sistema
crece lentamente y todas las entidades se introducen en el sistema. Así, el sistema inicia el proceso de
mantenimiento de la estructura madura existente. Las redes del sistema se conectan
progresivamente. Así, el sistema se encuentra en la condición de bloqueado y no construye una
estructura novedosa. Demuestra menos flexibilidad, más vulnerabilidad y más estabilidad.
(iii) El colapso o liberación (Ω) es la fase en la que el entorno externo ejerce una gran presión sobre
la estructura, la función y la identidad del sistema, y lo obliga a colapsar. Aquí, la conectividad entre
los elementos del sistema es muy débil y la acumulación de recursos almacenados se libera
principalmente. Por lo tanto, el sistema entra en la fase de destrucción creativa en un breve
periodo de tiempo. Así, la revolución podría producirse drásticamente en el sistema.
(iv) La reorganización (α) es la fase posterior al colapso del sistema debido a la perturbación. El
estado del sistema entra en un nuevo estado de estabilidad a través del proceso de
reorganización (inicio).

Figura 4. Representación conceptual del ciclo adaptativo.

En el modelo de ciclo adaptativo, la metáfora de la transformación se presenta como fore-loop


y back-loop. El bucle anterior, el primero, es la fase que va de r a K y representa el crecimiento
progresivo del sistema. El sistema es lento en la fase de fore-loop. La segunda, back-loop, es la fase
de Ω a α, y representa la renovación del sistema. El sistema está en rápida reorganización para la
renovación que proporciona la capacidad de adaptación para la resiliencia del sistema [28]. El
sistema en fase α para la renovación indica (a) alejar los umbrales, (b) mantener el sistema alejado
de los umbrales, o (c) conducir los umbrales más difíciles para lograr cambios de régimen mediante
la ejecución de interacciones a escala cruzada entre los componentes del sistema [5].
Dado que las ciudades están constantemente en proceso de transformación, las ciudades como
sistemas resilientes autoorganizados deben poder permitirse una adaptación cíclica al cambio, y los
artefactos urbanos deben ser capaces de evitar la pérdida de resiliencia cuando sea necesario. A
través del debate sobre el cambio constante y la capacidad de adaptación, la cuestión es si la ciudad
y sus artefactos pueden incluirse en un modelo de ciclo adaptativo o si alguno de estos principios
puede relacionarse con la arquitectura y el diseño urbano. El núcleo de este planteamiento es la
ciudad vista como un sistema autoorganizado dentro del proceso de crecimiento urbano. Además,
una ciudad autoorganizada es aquella que garantiza un entorno sociocultural, económico y físico
para el cambio organizativo y la adaptación. El aspecto clave en la formación de una ciudad dentro
de una adaptación organizativa es ofrecer la noción de flexibilidad en el diseño y la arquitectura de
la ciudad.

3.2. El pensamiento jerárquico en el ciclo adaptativo


Un sistema se compone de partes individuales que son independientes pero que funcionan
mutuamente para el conjunto del sistema. Por lo tanto, cada parte individual de un sistema realiza
interacciones progresivas entre escalas o jerárquicas entre sí como una red o cadena [29]. En un
modelo de ciclo adaptativo, las interacciones a través de las escalas se definen en dos situaciones (el
régimen del sistema) como revuelta y recuerdo para determinar la
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metáfora de la transformación entre el bucle anterior y el posterior. En el ciclo adaptativo, las


fuerzas "revuelta" y "recuerdo" actúan a distintos niveles dentro del sistema en los momentos de
cambio, y el sistema siempre necesita estabilizar las fuerzas "revuelta" y "recuerdo". La primera, la
revuelta, es la situación en la que los acontecimientos más pequeños y rápidos devastan a los más
lentos y grandes. En un sistema, las partes pequeñas son muy rápidas y conducen a un desarrollo
progresivo o a un cambio organizativo de las partes más grandes del sistema. Por lo general, las
partes más pequeñas y rápidas funcionan para empezar a actuar de forma incremental sobre las
demás partes de un sistema concreto. En particular, las partes más pequeñas que obtienen una
retroalimentación alentadora del cambio empiezan a interactuar con las partes más grandes para
generar la resiliencia del sistema. En este proceso influye principalmente la fuerza de revuelta, y el
sistema se muestra innovador y positivo para probar y experimentar nuevas formas de permitir el cambio. La
revuelta indica una organización interna tanto en las partes más pequeñas como en las más grandes y
también permite al sistema investigar la resiliencia a largo plazo. Cuando un sistema está en revuelta,
las partes más pequeñas crean nuevas oportunidades para aumentar la capacidad de adaptación del
sistema. La segunda, recordar, es la situación en eventos más grandes y lentos que establecen una fuerza
conservadora cuando un sistema no puede superar el cambio y se establecen incertidumbres. En el
caso del remember, el sistema realiza una consideración crítica al cambio. Un sistema bajo la
influencia del recuerdo se encuentra funcional y estructuralmente en una situación bien conservada,
y puede que no permita al sistema acumular una nueva estabilidad y certidumbre [30]. Cuando se
rechaza una nueva estabilidad y no se forman nuevas capacidades para acumular resiliencia, el
sistema corre el riesgo de deteriorarse en la organización actual. Significativamente, la fuerza de
recuerdo incluye una memoria acumulada de pruebas y experimentos exitosos del pasado. Las partes
más pequeñas informan progresivamente a la memoria acumulada del sistema con la ayuda de la
fuerza remember. Por lo tanto, las relaciones de revuelta y recuerdo en un sistema son esenciales para
lograr un desarrollo resistente (Cuadro 2).

Tabla 2. Revuelta y recordar las interacciones entre escalas.

Revuelta Recuerde
escala /tamaño Peque Gran
velocidad ño
Rápido de
Pequeño
Progresiva Conservador
fuerz • innovadora y positiva para probar • no permite al sistema acumular una nueva
a y experimentar nuevas formas de estabilidad y certidumbre
permitir el cambio
función Organización interna Memoria acumulada
Nuevas oportunidades para aumentar la
propiedades Investigar una resistencia a largo
capacidad de adaptación del sistema
plazo

Las ciudades crecen fundamentalmente de abajo arriba mediante un orden organizativo


entre partes interconectadas [31]. Logran un artefacto complejo a gran escala. La integridad de
lo ascendente no consiste en controlar o detener el crecimiento hacia la incertidumbre del
cambio, sino en predecir el comportamiento del desarrollo o la transformación centrándose en
escalas más pequeñas. El pensamiento ascendente infiere una serie de procesos urbanos. Sin
embargo, las concepciones autoorganizativas hasta ahora parecen sugerir que un desarrollo
urbano integral depende de una planificación descendente. La visión de planificación descendente
tenía beneficios limitados y no permitía abordar procesos a escalas más pequeñas. Las partes de
una ciudad deben verse en el papel que operan los procesos de estructuración organizativa para
un todo autosuficiente [31]. Una ciudad autosuficiente revela la capacidad de persistencia en su
función/identidad/estructura a través de los rápidos cambios del crecimiento urbano. Para lograr
la persistencia, los procesos infieren las relaciones de escala interdependientes. Esto significa que la ciudad,
como organismo autosuficiente, no está libre de escalas. Se encuentra en el alto nivel de las
interacciones jerárquicas multinivel, con un alto grado de interacción conectiva entre las escalas de las
partes. Esto implica un pensamiento sistémico holístico que utiliza la conectividad interactiva bidireccional
entre diferentes escalas espaciotemporales, de abajo arriba y de arriba abajo [32]. En este sentido, las
observaciones a pequeña escala indican oportunidades esenciales para explorar las interacciones entre escalas.
La observación a pequeña escala es importante para comprender los procesos que operan a mayor
Sostenibilidad
escala. Del2019,
mismo11, 5326 10 de
modo, es importante identificar cómo las grandes escalas se comunican 30
con
las escalas más pequeñas. En la secuencia de estas interacciones bidireccionales, las escalas más
pequeñas de las partes están en el papel de determinar los datos sobre los procesos generados para la
autosuficiencia o el cambio de un persistente a no persistente
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estructura. De ahí que los cambios bruscos a escalas más pequeñas se produzcan con frecuencia en
un corto periodo de tiempo, debido a que las variables rápidas son más dominantes que las lentas en
la estructura del sistema. Esto significa que el cambio es más rápido a escalas más pequeñas que a
escalas más grandes. Por lo tanto, el cambio parece más lento en un periodo de tiempo largo. En la
estructura de una ciudad, el control de planificación descendente surge cuando se producen varios
acontecimientos ascendentes que impulsan dinámicas esenciales para organizar el sistema durante
periodos más cortos [33]. Así, a gran escala, las perturbaciones son el resultado del fenómeno en
cascada de los cambios rápidos (procesos estructurantes no persistentes) en escalas más pequeñas
[34]. Por lo tanto, las observaciones a pequeña escala son cruciales para explorar la dinámica del
crecimiento urbano.

4. Ciclo metabólico adaptativo


La Guerra Fría fue una época importante para Japón. El impacto de la Guerra Fría afectó
gravemente a la vida de la sociedad japonesa [35]. Durante las décadas de 1950 y 1960, el sistema
urbano japonés cambió drásticamente. La tecnología y la economía se desarrollaron rápidamente, y
surgieron varias crisis medioambientales como el impacto de la transformación urbana [36,37]. La
principal lucha fue encontrar nuevas formas de reconstruir sus vidas a partir de un entorno de
catástrofe. El entorno construido se consideró una de las principales motivaciones para (re)construir
sus ciudades como reflejo de la era atómica [38,39]. La arquitectura fue uno de los principales
componentes en la implantación de una nueva vida y un nuevo entorno para la sociedad japonesa. El
principio de la arquitectura se definió como una misión social y un ámbito público [40]. Por ello, en 1960, un
manifiesto arquitectónico llamado Metabolismo 1960: Las Propuestas para el Nuevo Urbanismo fue
presentado por un grupo de importantes diseñadores y arquitectos en la Conferencia Mundial de
Diseño de Tokio [41]. Avanzaban con la visión de manipular la destrucción masiva del entorno
urbano como motivación para (re)pensar y (re)diseñar las ciudades del futuro hacia la "resolución
del problema del hombre inadaptado" [12,42]. La principal preocupación era (re)construir las futuras
ciudades de Japón como una revuelta social (Gardner, 2011). Se adquirió una transformación completa
para la sociedad, y se determinó la ciudad como un dispositivo ambiental de un sistema social que
tiene toda la capacidad de adaptación al cambio [39]. Las ciudades crecen, y mientras crecen,
cambian y se adaptan. En el concepto de metabolismo social que Burgess desarrolló para las
ciudades; el proceso de crecimiento y transformación se determinaron como periodos normales y
continuos de desarrollo [43]. Influidos por el concepto de metabolismo social de Burgess, los
promotores del Metabolismo se negaron a modelar la ciudad como una imagen estable y perfecta.
Sus esquemas promovían la ciudad como un sistema autoorganizado, que permite hacer frente al cambio pero
también transformarse continuamente en una adaptación cíclica según las necesidades cambiantes de
la sociedad [35,44,45].
Según los Metabolistas, la ciudad debe ser capaz de repararse a sí misma y revelar una
capacidad de adaptación organizativa para hacer frente a los cambios impredecibles de las
condiciones de catástrofe urbana [46,47].
Las ciudades presentan un proceso metafórico de mutabilidad a través del crecimiento, la
liberación y la reorganización [48-50]. Mientras tanto, el suelo y los artefactos urbanos están
constantemente en interacciones complejas pero interdependientes a través de diferentes escalas
(calles, distritos, barrios, suburbios y regiones metropolitanas). Para Tange, la estructura urbana
de una ciudad se asemeja a una red o cadena, y su vitalidad inicia una estructura espacial en
progresivo desarrollo. Frente a la ideología de la "ciudad en estado de estabilidad" del periodo
modernista, Tange incorpora el concepto de estabilidad múltiple para las ciudades. Una ciudad
considerada en estado de estabilidad múltiple persigue la renovación interna para dotarse de la
capacidad de adaptarse al crecimiento urbano. Todos y cada uno de sus componentes son
independientes, pero persiguen interacciones a escala cruzada entre sí. En su plan para la bahía de
Tokio, se propuso un plan de ciudad abierta que permitiera la multiplicidad (estabilidad múltiple) de
la estructura urbana [42]. En dicha noción, se incorporaron dos dominios como ciclos más cortos y
ciclos más largos [51]. Desde el punto de vista de Tange, los ciclos más cortos son los cambios
rápidos que aparecen en las escalas más pequeñas de las agrupaciones urbanas. Son las partes que
forman el todo. Los ciclos largos son los cambios lentos que se estructuran a escalas mayores
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(agrupaciones urbanas) para ser inherentes a la larga duración de la vida.
En el proyecto del estudio de Tange en el MIT, los aspectos de crecimiento y cambio se
amalgaman en la afiliación crecimiento externo-regeneración interna. De la regeneración interna al
crecimiento externo, una correlación especificada entre espacios urbanos y arquitectura se
polariza en la idea de grandes y pequeñas escalas
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de una ciudad. El estudio consultó tal proclamación del crecimiento de la ciudad a una adaptación
cíclica orientada al proceso, que concebía la ciudad como un sistema autoorganizado. Sin embargo,
en el corazón de todas sus obras está presente el planteamiento del ciclo metabólico adaptativo. Sin
embargo, dentro de este simbolismo, Tange determina un lenguaje arquitectónico crítico para
formular una nueva relación entre la parte y el todo. De hecho, la arquitectura se buscó como el
componente clave del sistema que podría designar la adaptación cíclica para el espacio urbano, que
se determina como revuelta del sistema.
Se mantienen dos cuadrantes particulares: para las partes, elementos transitorios, y para el
conjunto, elemento permanente [43]. Tange impuso las agrupaciones urbanas permanentes como
elementos a mayor escala del sistema, que se autoorganiza actuando transitoriamente sobre un
sistema arquitectónico a menor escala. Los elementos transitorios se conciben como imanes
regenerativos que afirman su flexibilidad ante el cambio y consultan un mayor nivel de adaptación.
La adaptación proporciona un vínculo aliado para permitir la permanencia de las agrupaciones
urbanas. Mientras que Tange transformó un lenguaje arquitectónico instrumental en un ciclo
simbólico, Kurukawa trató de transformar la metáfora simbólica en práctica venciendo la flexibilidad
del lenguaje arquitectónico de Tange [51]. Según él, establecer la flexibilidad individual en un
lenguaje arquitectónico permite la adaptabilidad y la regeneración interna. Además del
planteamiento de Kurukowa, los críticos de Kawazoe describen el término prototipo para sostener la
regeneración interna en el lenguaje arquitectónico. Para una integración sistemática entre la arquitectura
y los conglomerados urbanos, la arquitectura prototipo se considera posible con espacios individuales
reemplazables, como añadir, sustraer, eliminar y ampliar [36,52]. En el ensayo "Complejidades
emergentes" de Asada (1997), la complejidad en la ciudad autoorganizada se demarcaba como un sistema
simple de interacción jerárquica (interacción a escala cruzada) entre los elementos transitorios y los
permanentes. En detalle, la inclusión jerárquica entre las partes y el todo narra el proceso de
adaptabilidad en una vía interdependientemente cíclica [38].

4.1. La arquitectura como símbolo del elemento transitorio


En la agenda del CIAM 8 de 1955, Kenzo Tange presentó el primer proyecto de metabolismo, el Centro
de la Paz y Parque Conmemorativo de Hiroshima. Detrás de la propuesta se alía dramáticamente el
núcleo cívico de la ciudad con el corazón de la ciudad [53]. En 1958, bajo la influencia del proyecto
del Centro de la Paz y Parque Conmemorativo de Hiroshima de Kange, el CIAM 9 instigó una
analogía biológica en la arquitectura a través de la exploración de los "sistemas cambiantes". Se da
una plataforma muy amplia al proyecto Sky House de Kikutake. El proyecto introdujo indicios
iniciales que evaluaban una analogía biológica en una formulación arquitectónica a escala local. El
objetivo del proyecto evoca la arquitectura doméstica como la forma (parte) más rápida y pequeña,
preparando una fuente de adaptabilidad adecuada para que la ciudad (todo) se autoorganice. El
proyecto Sky House de Kikutage modela drásticamente el ciclo metabólico en su invención
arquitectónica estabilizando los cambios con la ayuda de espacios temporales, diseñados alrededor
de los espacios permanentes. En su organización espacial, estos espacios son subespacios, como las
habitaciones de los niños, la cocina, el almacén y el baño. Demuestran la capacidad de sustitución,
eliminación o adición siempre que sea necesario. En un sentido más amplio, el Kikutage designa el
gobierno arquitectónico como flexible, pero un orden organizado ampliando o reduciendo el espacio.
De este modo, el cambio y las necesidades futuras podrían facilitarse en el espacio arquitectónico
[54]. Describimos esto como "redes de movimiento", que son los elementos transitorios que evalúan
el proceso de revuelta espacial en la función y la forma de la casa. Tienen la forma de agrupaciones
volumétricas, que proporcionan flexibilidad para la intercambiabilidad del espacio. De este modo,
imponen un intercambio programático y una estructura que proporciona una generosa adaptabilidad
para el crecimiento [55]. En otras palabras, desempeñan un papel importante en la organización de
un conjunto anidado de relaciones entre construcción y crecimiento.
En la Exposición Universal de Osaka de 1960, el pabellón Takara Beautilion encapsuló el
enfoque metabolista. El pabellón inventa un potencial de núcleos horizontales o verticales de acero
inoxidable para expansiones urbanas con avances en alta tecnología. En las tuberías se instalan una
serie de unidades prefabricadas en forma de cápsula, desmontables y acoplables, diseñadas como las
células de un organismo vivo. Dado que las "células cápsula" son capaces de acoplarse o retirarse,
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de nuevo en función de las necesidades cambiantes de la sociedad, las células cápsula flexibles
estructura del patrón urbano a través de la expansión o contracción en una forma organizativa juntas
abiertas de tuberías [56,57]. Las cápsulas flexibles prefabricadas organizan
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regeneración interna en el crecimiento externo. Con el impacto de las juntas abiertas de las tuberías,
las células de la cápsula a escala doméstica preparan mayores niveles de adaptación. El mayor nivel
de adaptación se considera una fuente potencial para establecer un crecimiento autocontenido. Esto
no sólo afecta al entorno físico construido, sino que también permite la metamorfosis a nivel
vital/cultural de la sociedad. De hecho, las cápsulas agregan el sistema en períodos de vida más
largos de la construcción a gran escala como agrupaciones urbanas a través del urbanismo creciente
y el aumento de la población.
La arquitectura de las cápsulas -como células vivas de un organismo vivo- del Pabellón Takara
Beautilion influyó enormemente en los diseños de Kurokowa. Kurokowa exploró los espacios de las
cápsulas en una trayectoria de desarrollo cíclico. La trayectoria cíclica vitaliza la ciudad bajo una
interpretación biodinámica como un organismo que crece, se transforma y muere. En la Torre de Cápsulas
Nagakin, la arquitectura de cápsulas se establece como arquitectura prototipo del ciclo metabólico
para la reorganización. Kurokowa considera la arquitectura en cápsula como la forma con mayor
potencial arquitectónico, que crea oportunidades para la innovación y el cambio. Las cápsulas son
objetos flexibles que formulan una gran memoria de adaptación a agrupaciones urbanas
megaestructurales en fases de crecimiento urbano. Así, las cápsulas proporcionan unidades de
vivienda innovadoras. La Torre de Cápsulas Nagakin es el único proyecto Metabolista realizado que, en
la práctica, pretendía cualificar la conceptualización de la ciudad como un sistema autoorganizado; un
proceso adaptativo al crecimiento urbano. De hecho, la Torre Cápsula Nagakin es el único símbolo
aplicado del Metabolismo [58]. El proyecto plantea los retos del ciclo metabólico, es decir, si la
producción en masa puede expresar una nueva cualidad para una ciudad resistente y autoorganizada
[57]. El edificio afirma diversas conexiones experimentales a través de la regeneración interna de un
nuevo estilo de vida e identidad arquitectónica. Como el diseño Metabolist propone un aspecto de
ciudad megaestructural que refleja la última alta tecnología, la torre elucida la organización orgánica
de una estructura de células modulares en cápsula. Cada módulo demuestra arquitectónicamente una
capacidad "enchufable" girada en ángulos variables alrededor del núcleo central [58] (Figura 5).
Dado que una persona podría vivir en una célula cápsula, la espacialidad interior de cada espacio
puede interconectarse con otras cápsulas. En otras palabras, las combinaciones de cápsulas también
indican flexibilidad para crear espacios más amplios. De este modo, cada una de ellas utiliza
articulaciones flexibles que elucidan la adaptabilidad y la sustitución esenciales [49]. Kurokowa
utilizó el potencial de la alta tecnología para unir las cápsulas alrededor del núcleo.

Figura 5. Torre de cápsulas Nagakin de Kurokowa [59].


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Con un fuerte vínculo con las redes móviles de Kikutage y Tange y las células capsulares
enchufables, Maki investigó la visión de la "forma colectiva/grupal" para indicar un organismo
arquitectónico que se organiza a sí mismo bajo la condición del crecimiento y el cambio [60]. De
hecho, Maki vincula la base de su visión al planteamiento de la megaforma autoorganizada del
Metabolismo. Maki recordó la forma compositiva del Metabolismo para imaginar la urbanidad a
través de las relaciones arquitectura-experiencia humana-contexto [61]. En el ensayo "Investigación
en formas colectivas" de Maki y Otaka (1964), la noción de "forma colectiva" afirma una fusión de
formas más flexibles de planificación urbana [60]. Para adaptarse mejor a los requisitos cambiantes de la
ciudad contemporánea, Maki y Otaka exploran las relaciones entre el todo y las partes del sistema al
adoptar un enfoque ascendente en la arquitectura y el urbanismo [62]. El planteamiento significa
afirmar el espacio permanente en ciclos más largos mediante el establecimiento de un sistema
colectivo de elementos generativos del espacio arquitectónico [60]. Estos elementos generativos son
las partes transitorias innovadoras. Funcionan para correlacionar una conexión contextual adaptable
a mayor escala y también una experiencia humanística mientras la ciudad crece orgánicamente [63].
Una ciudad artificial de agrupaciones homogéneas compositivas respalda un conjunto
jerárquico de espacios, que son las láminas flexibles del Metabolismo. En el terreno artificial
propuesto, la organización formal de los espacios públicos se establece en el suelo, mientras que los
espacios privados se establecen en las plantas superiores. Una forma agrupada de espacios
arquitectónicos permite cualquier innovación como añadir, ampliar o eliminar en función de las
necesidades de los individuos.

4.2. El espacio urbano como símbolo del crecimiento urbano


La estructuración espacial urbana del movimiento Metabolismo no consistía en imaginar un
novedoso sistema de transformación pública o una infraestructura urbana o red de calles [46]. Según
las críticas al nuevo urbanismo del movimiento Metabolismo, el uso del paisaje se consideraba clave
para aportar soluciones y estrategias cruciales a los problemas de la creciente metrópolis. En
concreto, el diseño de un entorno dinámico y libre se consideraba un primer paso para dar forma a
una relación entre los artefactos urbanos individuales (edificios) y la estructura urbana espacial
(agrupaciones urbanas) y para buscar la ciudad como procesos continuos de autoorganización hacia
la transformación [64,65]. El suelo que se busca es totalmente importante y también limitado para el
desarrollo urbano. Esta visión se sustenta en la idea de ampliar y regenerar el tejido urbano existente
con el uso del paisaje natural potencial, como el agua y el cielo, además del suelo, mientras que las
propuestas más influyentes fueron las estructuras marinas flotantes, un entorno urbano de utopía
creado sobre el agua, que se consideró clave para resolver los problemas del suelo muy expuesto por
los altos costes y la rápida urbanización. El "Plan para la Bahía de Tokio" de Kenzo Tange (1961), la
"Ciudad Flotante-Kasugimaura" y la "Ciudad Hélice" de Kisho Kurukowa (1961), la "Ciudad Oceánica"
de Kiyonori Kikutake (1962) y la "Ciudad Tritón" de Shoji Sadao y Buckminster Fuller (1966), como
primeras propuestas de ciudades flotantes del Metabolismo, mostraron una profunda conciencia sobre el
redescubrimiento de la nueva megalópolis y su calidad urbana, forma e imagen con (1) los terrenos
flotantes artificiales (que soportan el movimiento y el transporte), (2) los troncos estructurales
permanentes (que consisten en servicios, espacios públicos, movimiento peatonal), y (3) estructuras
enchufables transitorias (que consisten en viviendas) diseñadas por tecnologías híbridas que
permiten el cambio y la renovación continuos.
En el proyecto del Plan de la Bahía de Tokio de 1960, el crecimiento de Tokio se articulaba
junto con un sistema arterial lineal en el que los aspectos físicos y sociales se integraban
jerárquicamente dentro de la noción de totalidad compositiva [66]. Tange desarrolló la metodología
urbana como un "sistema maestro" en lugar de un plan maestro [13,66]. El enfoque sistemático hace
hincapié en los espacios ordenados en la tarea de jerarquizar los ciclos vitales y las redes integradas
de conexiones funcionales. La arteria lineal es el nuevo entorno artificial del sistema maestro. Por lo
tanto, la arteria lineal diseñada en la morfología abre el paisaje urbano que permite la reorganización
estructural mediante la resolución de las interacciones transitorias y permanentes a través de una
serie de módulos entrelazados [46]. Mientras que la estabilidad permanente en el esquema de la
totalidad se constituye sobre el flujo interaccional entre funciones agrupadas, crea un alto grado de
flexibilidad para la estructura global capaz de iniciar la fuerza recordatoria a un cambio [67]. La
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jerarquía para la revuelta se determina paradójicamente como un sistema central en la revuelta de la
ciudad de Tange. El núcleo
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en la planificación urbana no sólo consiste en captar la expansión de la ciudad, sino también en


reorganizar el patrón urbano existente [65]. El núcleo es el símbolo de las agrupaciones urbanas
permanentes en una totalidad compositiva. Con el tiempo, este eje monumental invoca la estructura
urbana para satisfacer los espacios arquitectónicos flexibles. En un sentido más amplio, la reforma
del paisaje natural con un enorme eje lineal abierto genera soluciones potenciales para establecer
espacios arquitectónicos estables y temporales a lo largo del crecimiento externo y la renovación interna. A
través del concepto de formas urbanas expandibles, en el proyecto del Centro de Comunicaciones de
Yamanashi, Tange concibió críticamente la ciudad como el proceso de una forma organizativa entre
los espacios urbanos permanentes y las zonas flexibles transitorias. El espacio urbano permanente se
planificó mediante 16 torres cilíndricas de alta tecnología que forman el sistema de circulación. La
metáfora biológica del crecimiento urbano se basaba en las zonas flexibles que permiten de forma
independiente la permutación y utilización en función de las necesidades del desarrollo futuro.
Al mismo tiempo que el Plan de la Bahía de Tokio, Kurokawa pasó a explicar sus planes
urbanísticos y arquitectónicos destinados a crear un nuevo entorno artificial para el crecimiento
urbano y la expansión de la ciudad. Dado que Kurokawa fue uno de los miembros importantes del
equipo de diseño de Tange para el Plan de la Bahía de Tokio, también desempeñó un papel
significativo en la expansión del movimiento Metabolismo como noción universal en la teoría de la
arquitectura y el diseño urbano. Durante años, realizó varias publicaciones explicando la teoría y la
ideología del movimiento Metabolismo en revistas internacionales de arquitectura. En sus proyectos
Ciudad Flotante (1961) y Metamorfosis (1965), la noción de tejido urbano en libre desarrollo y
comunidad autónoma dio lugar a un diseño de ciudad tipo patchwork. En el proyecto de la Ciudad
Flotante, la expansión de la ciudad se construyó sobre la superficie del lago, mientras que la
estructura de la ciudad se planificó en un sistema de escaleras mecánicas en espiral como un
"sistema de transporte por canales". Un sistema de escaleras mecánicas en espiral contiene el
transporte vertical entre las azoteas y el sistema de transporte del lago, y los prototipos de hélice en
forma de mosaico proporcionan una recreación continua en el proceso de crecimiento. Los
prototipos de hélice evocan una utopía de resiliencia al proporcionar una genética arquitectónica
recreable como tercer orden al espacio urbano.
Bajo la influencia del Plan de la Bahía de Tokio, Kikutake desarrolló su propio esquema para el
principio de crecimiento de la ciudad. Su principal objetivo era construir asentamientos artificiales
en el mar para el desarrollo de comunidades urbanas y futuras ciudades. En este marco, la relación
tierra-mar de bucles de alta tecnología se instaló como dominio clave para la expansión y el
crecimiento de la ciudad [68]. En su propuesta de ciudad oceánica (1963), vemos que el futuro
hábitat de la comunidad urbana se descentraliza en la orilla del mar de la bahía de Tokio con islas
circulares flotantes. El océano se propone como un nuevo enclave de expansión permanente para
una renovación megaestructural. El océano no se determina sólo como un espacio potencial para
reconstruir la ciudad; también se distingue como un recurso potencial en el que vivir. La ciudad en
Océano demuestra toda una base para la expansión o contracción de la ciudad con un número
creciente o decreciente de los planos flotantes circulares permanentes. Kikutake percibe los planos
flotantes como una forma adaptable [68,69]. Estas islas adaptables de planos flotantes establecen
física y socialmente un estado de equilibrio entre los procesos continuos a través de artefactos urbanos
más pequeños y rápidos y otros más grandes y lentos, que pueden adaptarse a las necesidades del futuro. De
hecho, las islas circulares indican una crítica urbana al uso descontrolado del suelo, y su tamaño
aporta simbólicamente una limitación al uso del suelo. Aunque las islas circulares flotantes
representan una cadena integrada de redes (o sistemas), también pueden hacer frente al creciente
crecimiento de la población porque la nueva ciudad restringe una tipología de ciudad-archipiélago
capaz de construir una comunidad autónoma. La visión de la tipología archipiélago-ciudad resuelve
el crecimiento urbano vertical en los terrenos flotantes prefijados junto con torres gigantes. Las
torres de gran escala definen el espacio urbano permanente al contener servicios públicos urbanos
como manzanas, plazas y calles, y permiten el asentamiento vertical mediante cápsulas de vivienda
móviles, que son las células transitorias de pequeño tamaño que se renuevan periódicamente con la
ideología del plug-in en los centros cilíndricos.

5. Conclusiones y debate
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La ciudad se representa como un sistema complejo que hace frente al cambio organizándose
continuamente. Partiendo de esta base, se verificó que el entorno construido era el principal motor,
que podía incluir todas las relaciones y aportaciones esenciales para lograr la autoorganización. Por
lo tanto, el entorno construido puede fomentar
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nuevas oportunidades diferentes a la imagen de ciudad estable. Esta perspectiva indicaba que los
componentes del entorno construido son los principales determinantes para generar estados de
estabilidad múltiple dentro de dinámicas diferentes. Según los resultados derivados de las propuestas
de ciudad del Metabolismo, la ciudad futura se definió en una nueva forma urbana de estabilidades
múltiples. Dos escalas se revelan vitales para resolver con precisión las interacciones a escala cruzada en
el conjunto del sistema: la arquitectura (pequeña escala) y el diseño urbano (gran escala). La interfaz entre
ambas es responsable de proporcionar una adaptabilidad cíclica (física, espacial y funcionalmente) al
crecimiento urbano. Se trata de explorar relaciones emergentes, pero no existentes, para interpretar los
futuros atributos, condiciones y necesidades de una ciudad (sistema) en función de las cambiantes
dinámicas futuras (sociales, económicas, medioambientales). En este caso, no se tienen en cuenta las
relaciones existentes, especialmente en lo que respecta a las dimensiones sociales. La razón de este
fracaso no fue la conceptualización o traducción de estos fenómenos junto con una expresión
arquitectónica en el contexto urbano, sino el desconocimiento de las condiciones existentes,
especialmente la dimensión sociocultural. El enfoque filosófico estaba orientado únicamente hacia el
futuro. Por lo tanto, el movimiento Metabolismo sólo quedó como un fenómeno impulsado por el
diseño visual para su época, aunque incluye pistas innovadoras para seguir mejorando la noción de
ciudad resiliente autoorganizada, especialmente en la práctica.
Sin embargo, de forma similar al ciclo adaptativo de la teoría de la resiliencia, se creó un ciclo
metabólico adaptativo como herramienta para explicar la relación de interdependencia entre la
arquitectura y el diseño urbano. En el contexto del ciclo metabólico adaptativo, lo transitorio era el
estado dado a la arquitectura, lo permanente al diseño urbano. Basándose en un análisis relacional, lo
transitorio (arquitectura) y lo permanente (espacio urbano) actuaban metafóricamente de la misma
manera con las fuerzas de revuelta y recuerdo del ciclo adaptativo. Esto demuestra que la
arquitectura y el diseño urbano pueden interconectarse para indicar un equilibrio espacial y
funcional (estabilidad) entre la reorganización y el crecimiento urbano.
El estudio reveló que el componente transitorio, que cuando se considera como arquitectura,
impone un papel significativo en la acumulación del sistema desde la destrucción hasta la
reorganización, mientras que el permanente, que es el espacio urbano, se centra en la conservación y
el crecimiento urbano.
Las propuestas arquitectónicas consideradas de Metabolismo mostraron que la genética
adaptativa en el componente transitorio se resolvía como la característica clave para aumentar la
capacidad de resiliencia de la ciudad autoorganizada. La inspiración genética adaptativa resolvió la
arquitectura prototipo como el bucle de retorno del sistema. En muchas propuestas de Metabolismo, las
células cápsula prototipo se formaron dentro de una identidad de modularidad o forma colectiva. Por lo
tanto, eran los individuos más pequeños conectados/reunidos que proporcionaban más oportunidades
para aumentar la capacidad adaptativa de reorganización interna. Además, se declaraban dentro de
tres características físicas que añadían, combinaban o eliminaban de la forma modular/colectiva
como respuesta a las necesidades, condiciones y elecciones cambiantes. Cada individuo fue
conducido formal y funcionalmente a múltiples estados de estabilidad entre un nivel superior de
adaptabilidad dinámica al crecimiento urbano. Por lo tanto, las células de la cápsula se consideraron
responsables de la invención, experimentación y ensayo para la revuelta. Como se muestra en la
figura 6, se consideró que la forma modular o colectivo-grupal con una genética adaptativa
organizaba una (α) adaptabilidad interna para conservar (K) el espacio urbano permanente al
crecimiento urbano (r).
La contribución de las células cápsula no fue sólo física, sino que también sirvió para potenciar
la adaptación de la sociedad ante cualquier tipo de crisis en su estilo de vida. Sin embargo, faltaba
explorar las necesidades y deseos existentes en una dimensión social.
El movimiento Metabolismo contribuyó a elaborar un razonamiento metafórico integrador entre
una genética transitoria adaptativa para la arquitectura y un sistema maestro permanente en el
espacio urbano para la ciudad resiliente autoorganizada.
Las conclusiones anteriores demuestran que el movimiento Metabolismo y la noción
teórica de sistemas resilientes autoorganizados estudian una regeneración interna frente al
crecimiento externo persiguiendo la adaptación entre escalas. A fin de sentar las bases de la
concepción de ciudades resilientes y autoorganizadas, es fundamental tener en cuenta las
interacciones entre escalas para lograr la adaptación al cambio. Existe una relación fuerte y directa
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entre las distintas escalas que preserva la estabilidad del sistema en su conjunto. Vemos que el
ciclo adaptativo como herramienta aparece como un dominio significativo para determinar estas
Sostenibilidad 2019, 11, 5326 22 de 30

las relaciones existentes y emergentes y la dinámica entre ellas. La siguiente tabla aclara el enfoque
del movimiento Metabolismo y las teorías de la resiliencia sobre la conceptualización retórica de los
sistemas autoorganizados que una ciudad puede tener en cuenta a la hora de desarrollar un plan
urbano eficiente que responda a la conexión entre la arquitectura y el diseño urbano (Tabla 3).

Figura 6. Elucidación metafórica del ciclo metabólico


adaptativo.
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Tabla 3. La relación entre el movimiento Metabolismo y los sistemas resilientes autoorganizados.


Metabolismo 1960 Sistemas autoorganizados y resistentes

• Crawford Stanly Holling


n Kenzo Tange
• Carl Folke
n Kiyonori Kikutake
• Lance H. Gunderson
Teóricos n Kisho Kurokawa n
• Stephen Russell Carpenter
Fumihiko Maki
• Brian Walker
n Masa Otaka y Noboru Kawazoe
• Craig R. Allen

La ciudad como sistema autoorganizado


Perspectiva que Los sistemas complejos como sistemas
podría hacer frente al cambio. autoorganizados.
Indicar un entorno construido adaptable Evaluar la característica de autoorganización
Obj
en respuesta al crecimiento y el cambio en el comportamiento del sistema al
etiv
o urbanos. responder a un cambio.
Método Teórico Teórico
• La arquitectura y el diseño urbano son
dos escalas interrelacionadas que
podrían impulsar una
equilibrio espacial (estabilidad) entre • Interacciones entre escalas; existe un
reorganización y crecimiento. alto grado de conectividad entre
• La arquitectura es el escalas.
componente esencial a de componentes.
microescala para • Componentes pequeños y rápidos como
reorganización de la estructura interna clave para la reorganización de la
Hallazgos
independiente del crecimiento estructura interna del sistema.
urbano.
• Revuelta y recordar fuerzas: revuelta es para
• Genética adaptativa a escala indicar una organización interna
arquitectónica. experimentando, probando e innovando.
• Componentes transitorios y Recordar es para la memoria recopilada de
permanentes. pruebas y experimentos exitosos del pasado.
Transitorio a escala arquitectónica es para
indicar una organización interna
experimentando, probando e innovando.
Permanente a escala urbana es la memoria Ciclo adaptativo
recopilada (estable) de pruebas y
experimentos realizados con éxito en el • Una adaptación cíclica es crucial para
Nuevas la resistencia del sistema.
pasado.
influencias • Proporcionar para explorar las relaciones
Ciclo metabólico adaptativo
existentes (presentes) y emergentes
(futuras) en componentes pequeños y
• Proporcionar para explorar la componentes grandes.
relación emergente (futura)
entre microescala/arquitectura,
y diseños a macroescala/urbanos.

6. Conclusiones
Esta investigación llevó a cabo un estudio teórico sistemático y estudió datos para
conceptualizar los sistemas autoorganizativos y la teoría de la resiliencia como una única noción
interconectada a escala de la ciudad. El propósito de este estudio era ilustrar un marco teórico para la
conceptualización de ciudades resilientes autoorganizadas considerando la arquitectura como una
escala/componente fundamental en la planificación urbana, que podría anticipar la adaptabilidad a
escalas más pequeñas y podría llevar a cabo una reorganización de la estructura interna
independiente del crecimiento urbano. Este esfuerzo se llevó a cabo para elaborar la importancia y el
papel de la arquitectura como escala correspondiente a tener en cuenta para facilitar la autoorganización de
ciudades resilientes en la planificación urbana. La investigación confirmó que la autoorganización de las
ciudades depende racionalmente de la resiliencia (capacidad de adaptación) de la ciudad (sistema), que opera
interacciones a escala cruzada entre diferentes componentes y sus dinámicas. La investigación
demostró que la arquitectura (como escala pequeña) y el diseño urbano (como escala grande)
impulsan interacciones interdependientes que deben tenerse en cuenta para autoorganizar ciudades
resilientes. Sin embargo, el ciclo adaptativo como herramienta es esencial para explorar las relaciones
existentes y emergentes entre la arquitectura y el diseño urbano. Además, la arquitectura es la escala
fundamental que podría crear una genética adaptativa a escalas más pequeñas para hacer frente al
Sostenibilidad 2019, 11, 5326
cambio y desempeña 24 de 30
un papel importante en la reorganización del sistema hacia el crecimiento
urbano.
Las ciudades contemporáneas tienen varios retos y oportunidades que son completamente
diferentes de las dinámicas urbanas del pasado. Por tanto, como cualquier otro sistema complejo,
las ciudades contemporáneas
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demuestran un alto grado de fenómenos de complejidad. La planificación de ciudades resilientes


autoorganizadas en el contexto de los fenómenos de complejidad puede llevarse a cabo a través de
visiones de planificación emergentes a escala cruzada, como un sistema maestro considerado a
través de enfoques de planificación tanto ascendentes como descendentes, que es esencial para
responder a la estructura compleja de las ciudades. Además, un sistema maestro fomentará la
estructura interna como independiente del crecimiento urbano y el crecimiento urbano independiente
de la estructura interna de la ciudad. Dentro del sistema maestro, la arquitectura debe considerarse la
escala esencial. Por lo tanto, las intervenciones arquitectónicas aparecen como las fuerzas motrices
más pequeñas y tienen una influencia significativa en la formación de la forma urbana al transmitir
la dinámica de las dimensiones sociales, económicas, medioambientales y culturales a pequeña
escala. Por lo tanto, un sistema maestro que tenga en cuenta la arquitectura también fomentará la
autorización de estados de estabilidad múltiple precisos a pequeña escala. Además, se unificará una
encarnación holística entre arquitectura, diseño urbano, planificación urbana y otras disciplinas y
dimensiones relevantes. Por otra parte, es necesaria una herramienta de ciclo adaptativo causal para
determinar las relaciones y condiciones existentes y emergentes entre la arquitectura y el diseño
urbano, con el fin de proporcionar aportaciones adecuadas para la planificación urbana en el
contexto de los sistemas resilientes autoorganizados. Además, la aplicación de enfoques y
propuestas basados en el diseño genético adaptativo a escala arquitectónica contribuirá a aumentar la
adaptabilidad de la estructura interna de la ciudad. Cuando la ciudad genere reorganización, la
genética adaptativa a escala arquitectónica (como la escala rápida y menor) fomentará una fuerza
adaptativa creativa para la prueba, la experimentación y la innovación. Sin embargo, para apoyar
una autoorganización eficiente, la genética adaptativa dentro de la arquitectura debe fomentar la
flexibilidad para la adaptación a nivel medioambiental, pero también en un contexto social, cultural
y económico.
Además del aspecto genético adaptativo que se ha reconocido, puede haber otras influencias que
pueden tenerse en cuenta para la mejora teórica de las ciudades resilientes autoorganizadas. Las
necesidades futuras de investigación son la traslación de la noción teórica de ciudad resiliente
autoorganizada y sus parámetros clave a la práctica mediante una simulación indicada.

Contribuciones de los autores: El artículo fue diseñado y escrito por C.E. con la contribución del coautor
R.A.A. El artículo fue supervisado y criticado por R.A.A. y mejorado por el autor correspondiente C.E. Todos
los autores leyeron y aprobaron el artículo.
Financiación: Esta investigación no ha recibido financiación externa.
Conflictos de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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2019 por los autores. Licenciatario MDPI, Basilea, Suiza. Este artículo es un acceso
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