Está en la página 1de 1

Terapia Reiki

El Reiki es una terapia energética, el estilo de mi práctica se llama "Kundalini Ujjvala",


canaliza la energía natural filtrada por la madre tierra, el sol, los elementos, animales y
plantas. El terapeuta transmite esa energía hacia el paciente, con la intención de
equilibrar su organismo, es la canalización del amor incondicional.

Reiki es un concepto y una técnica de origen japonés, redescubierta por el doctor


Mikao Usui, que consiste en la canalización de energía mediante las manos
principalmente. El Reiki parte de los principios de la medicina oriental, basada en los
chakras (India), puntos energéticos (Japón) y meridianos energéticos (China), y en los
desequilibrios energéticos que se producen en estos con las alteraciones emocionales
a lo largo de nuestra vida, causando eventualmente malestares, dolencias o
enfermedades en el cuerpo físico. Con Reiki se limpian y armonizan estos puntos y
canales energéticos para que la energía fluya de nuevo correctamente por el cuerpo.

Hoy en día el Reiki tiene reconocimientos de parte de la Organización Mundial de la


Salud (OMS) como terapia complementaria, y se practica oficialmente en muchos
hospitales en el mundo, en particular Estados Unidos, Inglaterra y China.

Tenemos 7 chakras principales y 21 secundarios, cada uno rige una serie de zonas del
cuerpo, órganos y glándulas, y son afectados por determinadas emociones, es por eso
que en la sesión de Reiki, el terapeuta apoya las manos a lo largo del cuerpo del
paciente, a la altura de los chakras. Es un procedimiento indoloro y suave, que
generalmente promueve un estado de paz y relajación, aunque como su objetivo es
sanar (en tres niveles: mental/emocional, física y espiritual), puede que ser que el
paciente sienta luego de la sesión alguna sensibilidad de ánimo o física, llamada
"catarsis", en la que el cuerpo naturalmente expulsa estancamientos energéticos.

El Reiki puede hacerse tanto presencial como a distancia, no cambia la efectividad,


sino la experiencia del paciente, aunque hay algunas técnicas y limpiezas que sí solo
pueden hacerse de forma presencial. El Reiki a distancia es posible gracias a sus bases
científicas en la física cuántica, puntualmente en el concepto de "bi-locación de
partículas". Como todo en el universo está hecho de átomos, todo lo que existe es
energía, que puede conectarse y sincronizarse.

La energía "vibra", tiene frecuencias de vibración. Los colores, nuestros órganos,


glándulas, células y neuronas, los pensamientos que generamos, los sentimientos, y todo
lo que percibimos conscientemente responde a una frecuencia, y está comprobado
que determinadas frecuencias promueven la regeneración celular y neuronal, motivo
por el cual el Reiki sana. El terapeuta Reiki eleva su vibración a esos altos niveles que
promueven esos estados de paz y sanación, que son los que transmite al paciente. Es el
mismo cuerpo del paciente el que acepta y distribuye esa energía, motivo por el cual
no se le puede hacer Reiki a alguien que no quiera, o que no expresó su consentimiento
o su deseo de recibirlo, simplemente no funciona, como si fuera una puerta cerrada.

La sesión de Reiki dura generalmente una hora, es sugerente acompañarse con


música en frecuencia 432Hz o 538Hz, así como utilizar inciensos de mirra, sándalo, jazmín,
lavanda o canela, en ese orden. El paciente debe quitarse los objetos metálicos
(pendientes, anillos, cadenitas, sostén con aro en caso de mujeres). En el caso de Reiki
a distancia, el paciente deberá proveer al terapeuta de la siguiente información:
Nombre completo, edad, ubicación en donde se encontrará a la hora de la sesión
(cuanto más preciso mejor), y en lo posible una foto del día, para que el terapeuta
pueda conectar y visualizar con la mayor precisión posible al paciente, como si fuera
una sesión presencial. Se sugiere estar sentado o acostado, para promover un mayor
estado de relajación, aunque no es imprescindible.

También podría gustarte