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Gérard Pommier juego es SU lazo con la entr formado aun, mds adelant regresion- Y I félico. El sintoma N0 § eyaculador precoz, pet : a del est | porras: Acerca de! : ‘o de dentro a fuera bfa un movimient f no siempre es ast, igual que norexia Y bulimia. anal hal pero creo que yun menos, al anteé solo el primer movimiento, acuerdo en que hay dos. En la pulsion oral hay un primer n a dentro, pero luego, por supuesto, Se puede vomita ulsién anal es de dentro a fuera, pero despue G. Pommier: Pl fuera movimiento dela pt hacer entrar algo. lo decfa en relacién con Io que es Un pi educativo general para todos los nifios. Lo primero que se lee sei controlar y luego a expulsar, es decir que, primero debe aprendizaje de controlar la expulsidn de los excrementos, mas se le ensefia a retenerlos. Son procesos de la educacién. J. Porras: Si, pero G. Pommier: En realidad no se necesita ninguna educac lutamente ninguna. Sino se le dice nada a un nifio, lo hard por sft sinningtin problema. Laeducacién es lademanda de los padres. Fi Hecia que, enlese aspecto, no habia que educar. que el entrar en el complejo de Edipo era la educaci6én, en ia medida ea, una significacién sucia y que hay un desagrado ‘ r mentos, que le viene al nifio por el-mero hecho d aa eer as oe, aa querra estar limpio sencillamente gil : En ese momento peste in a yel rechazo tendré un cent 3 determinado, y no antes, a tos goes eae Evan moni is ischgarseren na: les despiertan ube ome! j Semianenccs ee aent sip entrada en el lenguaje Rs complejo Ensefiara un nifioahablar— ayn © por sf el es suficiente para el aprendizaje ge ea realmen- ll era especial on Es Ntuitiva Transferencia s estructuras clinicay enn ina, 6. Neurosis y eleccién de sexo E de castracidn y eleccién de sexo - El sintoma como nombre del padre - Una Angustta sintomatica - La eleccion de neurosis es vectorizada por la pulsion - El eG : lobos y la histeria - El honor de un hombre - Los Setiches - Lo masculino: hombre de fos ny) w obsesivo - Eleccién simbélica del sexo y eleccion de neurosis - EI perverso. Ds ah - Sexo y lenguaje: lingiiisteria - La eleccién de sexo no es un sintoma syjeto es concerniente a su - ue ina mujer histérica: sed armas jonces, una contradiccion en la manera de ttieaal -. srmordel padre enlahisteriamasculina. Lucha, comotase™ respectoa j6n; pero también lucha con las armas propias del hon s gonlaseduee “bolizaciGn. ¥ esto tiltimo le hace tomar medidas ¢* Doe ye ia jas de la seducci6n. Esta contradiccién puede per recubren y me aparece en el texto de Freud, cuando daa entender g ac hse resultar histérico. Siar hombre, el isle de “egal . ee Tepresent, una lucha, una lucha mas eieiepa ee * T que, por mujer, pueg, -er en ese amor. Es mas tranquilo del lado femenino. Y no S6lo permanecer © ire la masculinidad, es una lucha constante Po es una co. orque tiene que ver con los simbolos usados para eat we cient el falo con el nombre no es suficiente recibir un a sabes hay que estar a la altura del mismo, cog todo lo que implica en cuanto al sentimiento del honor en los eS Luchar pore} honor de su nombre significa luchar por estar ala altura del nombre para ser un hombre, para poder simbolizar el falo. Con los fetiches pasa lo mismo, tampoco es algo que pueda considerarse adquirido de una vez para siempre. Esto permite explicar la mayor agresividad del lado de los hombres, que tienen que sostener simbolos tan débiles. Si existe esa lucha es porque la angustia de castracién —o la feminizacién—, es algo que los hombres encuentran todos los dfas. No es que suceda todo el tiempo, pero la existencia del riesgodela feminizacidn hace que el hombre pueda utilizar —al igual que lamujer—la seducci6n, con ladefensa que comporta y con laconsiguien- te formacién de sintomas, cada vez que se vea sobrepasado en su medida de simbolizacién. Esta potencialidad de formacién del sintoma en el hombre histérico es proporcional a la angustia de castracion y a la simbolizaci6n del falo. Al contrario de lo que suele decirse, la relacién del hombre con su Sexo simbélico es mas complicada para entender —no di go de soportar— quelade la mujer, porque existe esa mezcla de dos medidas. La dificultad eg oe mae ae la simbolizacion nunca termine; hay nombre, Ocurre que lo prim - Hay que hacerlo para ser digno del propio los simbolos, lo cual “se . ae que se percibe es la lucha para sostener sintoma del lado de Ie oe completamente la formacién del 4 a seduccién. Lo que ocurre del lado masculino estd generalmente del lado de la agresividad, en relacién con j Mitir Ue yp 4 aa ui adre, pueda utilizar lag rigs Un Sis culinos no represen= ulta de la eleccion al hecho de ser eostenet § cos. Pero los rasgos mas’ os si implemente lo que res! de oponer Ja histeria s yclinico, ¥ la masculinidad, referida en cualquier tipo clifinico. al, lo masculino es > encuentra sexuacl ) la formula qu sdlo que de los lobos. vestalls o que tenga era podemos despleg ; Freud. Del lado masculino : eel sintoma —como en el Hombre : representa es? orientacion del sintoma por la angustia Be anaieasino due ad angustia de castracion, &n la medida castracie”” eg ver con Ia él ubrir al sfntoma. oe que tiene que Ver con la elecct es Voy a retomar la cuestion de | sexo en términos de aleccién simbolica, para poder extraer algun encias posibles sobre la eleccion de neurosis. Vimos como la anorexia podia ser simple- mente una defensa contra la madre, contra el Otro. Pero en la medida en como sintoma, sera unaespecificidad femenina. “<->. quela anorexia aparezca EI sintoma oral esta determinado por la elecciOn de sexo simbdlico, Por “eso es tan importante. ‘Claro que existen anorexias masculinas, pero €S muy raro. Esto quiere decir que un sintoma pue orientado por la eleccion de sexo que, &f Sabemos que no podemos hablar de ujeto de una manera pura, sempre eb mos le plndeseob cee siempre se trata del sujeto sexuado eeu pore > ens ool ed divisién por su propio goce, y Se inti ‘ of ie = mine oe f . un goce sexual. El sujeto no esta ain met abstracto, esta barrado por un deseo que se plantea eave i specto del sexo. Incluso el deseo mistico esta planteado see i ae sexo, pues no es un deseo abstracto sino un deseo asain ae = ee ' oni af a ado. ; ae sin a que esté dividido s6lo por el ae a sexo, No existe un len i ge lenguaje imponen la eleccién del qictamamsan sade ae es un instrumento de ‘ . educirse a una lingufsti rn =a oe arenes consecuencia lasexuacién eeu fi Jenguaje, pues es a travé ee ane ii Hs s de la demanda —es deci ee a i va a tomar efecto la angustia de castracién. L: ir, del lenguaje— que . La sexuaci6n se da desde el ver-con l ar un poco no es emas, la eccidn del sexo, vaac aeleccion del as consecu siempre d : a n ser hablante que pueda evilar ea angustiy cosa es la anatomia y otra Ja eleccién del sexo simb6lic, Después habré que ver si hay concordancia entre ambos, pero es se iy < mos decir que la concordancia entre el sexo anatémico y | - ansico 0 esunsfntoma. Enla mayor parte de los casos hay ciery, — sig -—por suerte para la conservacion de la especie—, pero _ incl de que se produzca en todos los casos. Cuando no bar cinentre ambos, encontrar’ un cierto tipo de sufrimiento que . pero que en ningtin caso es un sintoma. Es muy taen laclinica, porque si una persona acude a} 0.0 por su eleccin de objeto, al no tratarse ca va a producirse algun cambio. No se puede EI homosexual continuara siéndolo Jeccién de objeto. EI analista, con ci6n de sexo Como Si se enzo y no hay ningti 6mo nombrar erloencuen Jeccion de sex no sabriac importante ten andlisis por SU © de un sintoma. tratar como si fu después del andlisis, man sus medios, n0 puede pretend tratase de un sintoma. La clfnica analftica permite comprobar la diferencia entre sexo anatomico y simbélico. Plantearlo es pertinente porque hay una amplia LS proporciondelaespecie human’ sufre esa no concordancia. Ademés, cuando parece que la concordancia existe, puede comprobarse —en ocasiones— que es jnestable, tal como Jo demuestra ismo del io de objeto. Es que esos cambios se produzcan de una manera brusca y llamativa —comoenel caso de Jajoven homosexual—, pero también puede ocurrir nosenoten demasiado. En algunas mujeres se observael desistimien- toen periodos en los que hay una total ausencia de vida sexual, en los que te carecen de deseo por los hombres. Estos perfodos pueden a momentos de desistimiento desconoci dos, con cambios de eleccién de objeto. gCémo se produce la elecci6n del sexo simbélico? Hay una forma bastante cortiente de comprender esta eleccion. Se dice que estd en ; de una eleccién secreta, 0 no, por parte de los padres, en lo es en los re y que eso hace que los sujetos elijan su simb6lico, ya sea en conformidad 0 en contra del deseo de sus padres. Un indicio de ese deseo de los padres puede ser e] nombre propio. ee tanto para el femenino como para e] masculino oh Ee cnene deseo de los padres acerca del sexo ee que este indicio pueda tener valor ¢ ere — depende de muy diversos Sea a algn amigo de los padres 0 oe antepasado. Hay tantos factores casi nun era un sintoma. teniendo sue {er cambiar la elec \ ‘ . A *, ‘o digo que no tenga valor, pero hay que descubrirlo en cada alld de este indicio, el punto decisivo no puede ser el deseo 080. ate de los padres. por otra parte, el deseo inconsciente de los padres: tampoco es A sf slo. Una madre que hubiera deseado un hijo y bubiera gecisiv? a puede manifestar su decepcién con actos fallidos y otras ido SS aye de su vida, pero esto no es suficiente como para que su ‘ : jtue del lado masculino. Y al contrario, puede verse en la clinica . ino, que desde muy temprano muestre una eleccién homosexual, oR contra el deseo consciente o inconsciente de sus padres. Se lo ot facilmente si se ve c6mo funciona la elecci6n del sexo. our nifio puede tener un padre muy masculino, al que ama profun- damente, por lo cual puede situarse del lado femenino. Y todo esto contra aldeseo consciente e inconsciente del padre, que puede estar desesperado haber tenido un hijo homosexual. La eleccién del sexo no va a Sohne de la preferencia consciente o inconsciente de los padres, sino més bien de la conjuncién del deseo del padre y de la madre > a propdsito del género desu hijo. Puede serel caso, por ejemplo, de un padre muy viril y masculino conjugado con una madre sobreprotectora que proteja al nifio impidiendole pelear o confrontarse; es decir, una madre que lo proteja contra la simbolizacién, que le impida simbolizar la potencia falica. La conjuncién de los dos deseos puede hacer que el nifio quede desarmado respecto de su propia feminizacién, aunque no se trate ni del deseo del padre ni del de la madre. En el caso de la joven homosexual dé FreudJes evidente que ni su padre ni su madre querian que ella fuese homosexual ni que fuese un hombre, pero por el desistimiento, pasé al lado masculino en su elecci6n de objeto. Se puede decir que la eleccién del sexo tiene que ver con la manera en que el sujeto se sittia con respecto a la castracion. Lo que es lo mismo que decir que tiene que ver con la manera en que el sujeto se plantea frente a su padre y su madre. Podemos reconsiderar la frase mencionada al comienzo. Esa frase se podria entender en términos anatomicos, pero el camino del complejo de castracién nos indica que no se puede entender asf. Ninguna nifiaentra en el complejo aceptando la castracién. No tiene por qué aceptar la castraci6n, porque tanto los nifios como las nifias estan falicizados en un Primer momento respecto del amor de la madre. Solo por encontrar la demanda materna ya estan falicizados. Entonces, los nifios y las nifias no aceptardn la castraci6n de entrada, en la medida en que responden a la castracién de su madre, es decir, en la medida en que dan el falo a sus es que no se puede dar ningtin valor general a la eleccion del sete. N ae na Sera recién con el complejo de Edipo —n mom " eNto » con acontecimientos histéricos— cuando por amor aj Mb , : sie ar la castracion, Y el término ‘aceptar’ indica Bere po Ee del amor. Ch, sip lemen te eyo del amor = " Puede te Stijeto, Para entender mejor todo el sentido de la frase de Freyg id, los términos, y decir que fo. 5 ’ invertir el orden de interesante que el al entrar al complejo de Edipo varones 0 hembras castracion por amor al padre aceplan~ que luchan contraetla estan del lado masculino Sihace esta esquematizacion tenemos un mimero reducido de elecciong, aCepy “me i . son femeninos, y aquellos Ge NI 4€ ng 0s le le sexo, aunque no dos, porque hay varias posiciones posibles Hay una ; con respecto ala angustia de casty : ACG, alos dos sexos. Un primer momento en que los do Son que tiene valor par H a iguales por esta igualment Se podria decir que los dos @ stan del lado masculino pero no sera exacto, porque de hecho, es el Otre Ja madre— quien esti del lado masculino, gracias a ellos, Este moments —que Gorresponde a la psicosis— es mis transexual que sexual, respect, de lacleccién de sexo. Nuncaalgodela anatom{éa vaacorresponder a este tipo de eleccién. Para un psicético, mujer U hombre, existe este e obligara a anular, cortar, los signos del sexo, de la diferencia sexual, para poder ser el falo de la madre. Dado que es un sufrimiento estar en cualquiera de los dos lados, la perspectiva es desembarazarse de todos los signos de la sexualidad. Por eso hay peticiones alos cirujanos de resecci6n del sexo; quieren cambiar de sexo, aunque del otro lado van a encontrar el mismo problema. Se puede anticipar que para un psicotico el resultado va a ser un fracaso. En lo concerniente al camino dela castracién por el padre, que corresponde a la eleccién de sexo propiamente dicha, en todos los casos hay primero unafeminizacion. Del lado masculino, esa feminizaci6n esta contradiccién con el sexo anatémico y hay tres posibilidades: i al padre amado que feminiza, pero siguiendo el camino . Estar en el lugar de ese padre tiene como consecuencia amar a nifio. Ser un homosexual viril identificado al padre. ién homosexual es quedarse en la posicidn del que es amado. del falo por el nombre. Pasar a la heterosexualidad. - Son tres posiciones posibles respecto del complejo de castracion en Pero hay una complicacion, ara definir la eleccién del hombres @ mujeres. P transexualismo qu y las puede amar como si fuesen hombres. La homosexualidad apa pstener un amor heterosexual. Se puede constatar en muchos puede donde un rasgo particular que pertenece al lado de los hombres 0908 ser el desencadenante del deseo sexual, pudiendo parecer total- heterosexual. Ademias, cuando existe ese camino de la simboliza- mente jaluchacontra lafeminizacién—, es decir, elpasodela perversion ibn reas, aparece el problema de que la simbolizacién nunca es ala or, nunca es completa y se tiene que luchar permanentemente para et jizar algo. A pesar de los esfuerzos de simbolizacion siempre so guna angustia de castraci6n —-o de feminizaciom— y siempre sistird Ja posibilidad de encontrar un rasgo homosexual dentro de la «ma heterosexualidad. me préud decia que el camino més facil de entender era el de Ja pomosexualidad, y noasi el de la heterosexualidad. Es posible que fuera ese rasgo constante que se encuentra del amor al padre lo que permitié a an decir que una mujer puede funcionar como un nombre del padre. pién, como un sintoma del hombre. Existen esas tres posiciones del lado del hombre. Posiciones que corresponden alos puntos del complejo de castracién, aunque podemos decir que en realidad son seis en la medida en que crucemos la referencia glaeleccion del sexocon laeleccién de objeto. Sobre laeleccién de objeto y laeleccién de sexo hay cosas muy interesantes en el texto de Freud sobre Ja joven homosexual. o tam ino de *aceptacion’ dela castracién. No se trata de una aceptacion en i sentido de “—Bueno, soy una chica..., ldstima, pero qué le vamos a hacer!’”; implica una postura cémoda duranie un tiempo —a veces toda la vida—en ia medida en que el amor del padre viene al lugar mismo de Jaaceptaci6n. Ademés, aceptar respecto del amor, también quiere decir que es un alivio. Un alivio en relacién con la demanda de la madre, es decir, en términos del transexualismo; y por ser un alivio puede ser mas facil de aceptar. Sin embargo, noes obligacién que exista esa aceptacion. Puede p.£ producirse un rechazo de la feminizaci6n del mismo modo que del lado masculino, con las mismas tres modalidades que ya vimos, pero que no pemmiten definir la feminidad. De hecho, la feminidad en sf misma — ee un caso tedrico. No ocurre. Y las razones son 1 que las del lado masculinosporque no hay manera de sostener rl er. Por eso hay un riesgo permanente de recafda ‘enel transexualismo, de sufrir la demanda materna y volver a formar ; n ‘para reconstruir al padre. Debido a ello, no hay manera de Del lado_femenin dre_permite comprender el hits Ate \) ye " 4 gant Co na emer wir lo que a ' TT ¢ ‘ i ig Mager 04 geiace” * pesar de esta dil ' i aa Al igual que de gine" “ soncitta de emender soi oblet s enter nda ; s de indicar LaMujerno ext r ah ore Vey sa cuestiC payer aid “pesistinicrl desist" nor ae ¢ jas necesidades 807 mas importantes de iho, porque La Mujer riste. Y hay ap 1SCUling yeapect # jjacualesmas débilqueenel! ado ty san un apoyo, aunque TT toate p a7 ie Wei existe del lado femeniffo, s Oe aie 1 spon del desisumic nto, Su func jonamiento smo momento hay un cambio del sexo simt |, Pero muchas veces apare claro cuando c° er el caso de la ambio de e objeto. Bleginun o cambio en la a > iffcil de notar. una analizante de unos treinta anos; ella ve una supone es SU hija, pero que no En el sucho de n una nifia que se La primera joven homosexua imbolico, pjeto de amor u otro pued a] sexo 5! aunque Ss! ¢ jerto tip escent syamante est CO! se parece 2 SU padre. Esta nifia es Muy pequefia y llora ybre el Horar de la nifia. La nifia llora a causa de la La siguiente he tener unos cinco anos nia cuando nacié su Jo repetido de su ‘on el que asociacion © $0 indignidad de! padre; Ja nifia deb asociacién es que cinco aos es la edad que ella te: hhermana. A partir de este punto se desplegé la rigidez y vidaamorosa. Estdcasada desde hace diez afios con un hombre ¢' Ja vida amorosa es absolutamente nula y distante. Este hombre tene la caracteristica de haber tenido una hija a la que abandon6 al nacet Este hombre, diez afios después de su boda con la paciente, reconociO Jegalmente # su hija was haber sido convencido pot Ja paciente Ellase lo pidié porque asi podia suprimir su indignidad como padre, pero esa ber tenido una hija antes, sino 4 2° indignidad no se debe al hecho de ha ———— con su mujer. ppaciente ha pasado diez afios de su vida sin querer tener hijos Jeccion de objeto cern oo. age mantenerse en su e| aoe iene volta como consecuencia del nacimient© a. ae aque en el caso de la joven homosexual ‘conseouenciaes la comet sélo en la eleccién de objeto. L4 ee ao marido durante esos diez con él, engafidndolo regularment® 1, Este ejemplo permite ver Ja dificultad de apreciar Me 24 G. Pommier: No lo he desplegado, pero es el ejemplo del nifio que ener un padre muy potente, muy masculino —cuyos ideales no je tener Unf ante +s ale , i sningdin modo en ladirecci6n de tener un hijo homosexual—, y que on = st hijo de una manera seductora tal que pudiera hacer pensar que i. Sait provocé la homosexualidad del hijo. Es el propio amor del oe cenit su padre lo que va a decidir su sexo, en la medida en que al ea tiempo tenga una madre que lo proteja de simbolizar. Es una ae aunque no podamos decir que es su voluntad consciente sino mas bien su eleccién, que no depende de un determinismo girecto. No se puede decir que una persona estard en tal o cual posicion porque fue seducido por su padre o su madre. ; entender cémo es posible que hay algo inconscien- 10 es responsable. Varias frases Ea en ese ido, desde sus primeros textos. En “Estudios sobre lit ttiste ria” afirma que el rechazo responde a una intenci6n del sujeto. ¢Cdmo es posible que el rechazo —algo no consciente— dependa de una intencién del sujeto? Noes facil de entender. Por ejemplo, la autorizacién del analista. Cuando se dice que el analista se autorizade sf mismo, jno se tratade una voluntad consciente! Es el amo el que se autoriza de su voluntad. ¢ entender que haya un acto del cual no se puede decir que es conscient Ciertamente, hay varios determinismos, pero hay que ver la dife- leterminismo y causalidad, Puede ser que haya varios determinismos y con todos ellos no tengamos la causa. La causa es algo diferente a los determinismos, Para nosotros lo interesante es la causa, Lod cientficos no se ocupan de la causa, se ocupan egeENae. § de saber cémo las cosas estan determinadas, una por otra, pero no se ocupan de la causa de jodos los determinismos. fps me aT ads (an Se Geww'® a a ue lo sep pacie” : nto cuando sus consecuencias no pasan del dmbito de la yy gistimien” consecuencia del desistimiento en el ejemploes - 1 dest ge objeto. La co ' en el ejemplo es @ ecion nte no tiene ninguna vida sexual con su marido, no J - la pert sod i08 amorosos con hombres que estén de paso y que oe + wt . a valet de reforzar su culpabilidad con respecto a su marido,q 3 Jac (6 ae mo lugar que el padre. 3 eae e} misint 2 ; = aus $4 ¥? OT cord Pew ju Belinchon: Cuando plantea que los sintomas en jy way en la histeria son los mismos tanto del lado maseyy why obsesiva ) os da clip att al lado tri Uling ¢ del femenino, con ta diferencia de que en el lado masculino s¢ gustia de castracion, {como se traduce en la clinica? Porque angus rva mas te, no se obse' tee femeniN© e angustia del abandono ad ‘Brey, 4 angustia del lado masculino Ademg Mey xiste la Sy Lo desplegaré la proxima, por lo que Concern : “8 “rene sde el punto de vista clinico es impor, “a ja histeria masculina y la femenip oa id E G. Pommier: ulina, porque de rencia entre | 10 es muy diferente al del lado masculine Jado femenino tiene su riesgo en recaer ca ‘mas que vayan a amenazar la feminj oh que siuna mujer quiere. puede quedarse del lado femening «;. emplear los medios de la simbolizacion o de la perversion. Tiene e| ama de ser amada por un hombre pero, en ese momento, el amor mismo yg, reponer en Su posicion al amor del padre, y cuando este padre corre gj riesgo de caer, otra vez surge el peligro de recaer en la demanda de |, madre. Es un diferente la que hay del lado masculino, donde ¢| problema es feminizacion con armas que pertenecen al ue sea una posicién cémoda, tiene sy ~ sexo mismo. No quiero decir q propia fuente de angustiaen la debilidad de los medios de simbolizacién, pero es distinto al tipo de angustia propio de la feminidad. Un hombre dificilmente puede entenderlo. pisteria mase ver bien la dife problema del lado femenir misma. Por F. Pascual: Someterse a una operacion de cambio de sexo y amputarse el miembro viril, ¢es psicético en sf mismo? G. Pommier: Creo que si. Se puede discutirel caso en que una mujer quiera cambiar de sexo, puede pensarse que tiene que ver con el penisneid, pero del lado masculino se puede situar claramente como transexualismo. Un hombre feminizado es un hombre. El travestismo es sn 0 transexualismo. Un hombre que juega a travestirse siempre a9 ro _ tal = juega a ser feminizado. Catherine Millot eee a oe arenes ensu libro “Exsexo”. Pero lo que nos a a iz . a . leccién del cambio de sexo tiene sobre _ —. ees s a poder cambiar la elecciGn de sexo- podemos gtin efecto es sobre el sfntoma.- hee ie ei Ne ee 1, El traumatismo y sus consect ’) navewlind Y femenina en la neurosis Eleccién de sexo ¥ padre totémico fn me ; dl ee 4 pjeto y sintonia Formacton del sintoma y pa {re simbdlico - La practica de a de OP heal precio & Dott el drbol yenealdgico Determinismo y causalidad a vist » eemplo elinico Entrevistas preliminares: ta Desistimiento ia como nde sent en Aborto y niios Hite rtos - Fobia y deseo fementno Feminidad stracion goat > ADO? i rracion de la madre gt sn de la castracton? Ser y tener, pasivo y active Castracion de ta mad practon © I per r iclaic 2 Una mujer y su madre Phallusneid ¥ penisnetd - sutctato + anacion por e! | padre j j erte uert imbolo muerte ¥ CaStTaclon ~ ¢ Qué es la muerte? - Muerte I En el punto en e] que nos encontramos pienso que podemos hacer quema con el fin de esclarecer la cuestién que planteamos con un est tacar, por una respect al traumatismo y . Podemos dest Cc ar, PO parte, 1o que corresponde a los problemas de la identidad sexual y la ) sexual Y por otra, la form 1 propiamente dicho. Formulado de otra ener Re claramente lo ylo o ‘inguir e pueden sefialar varias posiciones: masculina y femenina en la histeria; masculina y femenina en la neurosis obsesiva. Se trata de posiciones c distintas con respecto a la angustia de castracion. Podemos en tismo son, por una parte, & da a eeeeeeeamman: Nose a decir que na neurético sea, en sf mismo, masculino o femenino. No tiene sexoiUn dolor de cabeza no dice nada sobre la identidad sexual de quien lo pi padece. La cuestion del sexo —como primera consecuencia del . No elige su sexo el lado masculino o del femenino de una manera que no es consciente, pero qu s importante subrayarlo porque ee Gérard Pommier a técnica analitica, nsecuencias en | tendrd CO! = y si Por un Jado tenemos unaelec £5 consciente propiamen dicho —es decir elineo a te cosas did Penal tenemos ¢ inconsclent bax gue. son.d0s cosas distintas >gay “1 cleccremle del rechazo-de.un-sib een es inconsciente en el sentido del rechazo. No hay Nada tech del Zap sexo noe : a ‘ : aad cexual de un su eto, La elecciOn del sexo ap; enla jdentidad se xual fl ij aparece al, inn : ature ato, ¥ no como si dependiera del traumagj 0 5 fuese algo natural, Innaio,) Matismno, yy, parecen i homosexuales que iber nacido homosexuales, com ny atural, SGlo por el hecho de ser posible una Teversifn entre homosexualidad y heterosexual, : e eleccién del sexo no tiene nade a algo fisico, 1 desistimiento podemos darnos cuenta d natural, que e§ una cuestiol alaeleccion de obje por medio le que | ) simbolica. Y lo mismo ocurre en Jo concierne to, distinguiendo la eleccidn de sex0de eleccidn de objeto. La eleccién de Jo que tampoco es sintomati efecto de un rechazo de unsal objeto también es correlativa del traumatismo, Por caen el sentido estricto del término. No ese} ber inconsciente, un S,. No existe un rechazg y luego una eleccidn de objeto. Es importante en la técnica ya que todo ij Jo que concierne a la vida sexual, a la identidad sexual y_ la eleccion de awh objeto, nece n tipo de trabajo d istinto al que tiene que ver con e| “Sintoma, No sirve de nada hacer escansiones o interpretacionessobrealgo ue concierne a ntidad sexual. La identidad sexual dependeré del Jazocon alpecretoise0 con el padre de Ja perversion. Es un punto que se sittia antes de la formacién del sfytoma, que depende del padre \ simbdlico, del padre que va a dar el nombre. Destacar de esta manera las cosas nos permite leer el caso de la joven homosexual de una manera més interesante. Freud lo dice textual- mente: la eleccidn de objeto no es sintomatica, no es neurética. No es un invento mio esta diferencia entre neurosis propiamente dicha y eleccién de objeto de amor. Ocurria lo mismo en el ejemplo donde se producia un desistimiento luego del nacimiento de una hermana. Desistimiento que no tuvo como efecto la homosexualidad, sino un tipo de lazo con el Beco oe dando lugar, finalmente, auna vida sexual muy je anulacién de la identidad femenina. No s6lo existe la posibilidad de una eleccién de objeto homosexual como conse- del desistimiento, también hay la posibilidad de una anulacién de como en este caso. Es importante técnicament ‘hayan ofdo hablar de la practica y me parecfa una manera un poco débil de Delt at : ” : Bai: / a seal ginal it Cd sand yamine” 7 v heat dp lof = pany UY blbewise a jurers © ae s dr aoele nee ransferencia y estructuras elihicas ws rr Pe genealdgico no sdlo con nifios, también con el lugar respectivo de los hermanos en una desistimiento —es decir, a partir de la nocisi\ o solo al sintoma sino también a la cuestién de a 80 puede comprender que existe un interés central el haga de cada sujeto en su familia, porque la cuestién de “ude amar estin en juego, lo cual no es evidente si sdloy eurouco neurdtico uno puede olvidarse de todo esto y oro ; qu mane yen’ “i g{ntornd putt al sintoma ne son encontrar equivalentes discursivos de la formaciones se © oath js para, a partir de ello, curar el sintoma, Es decir, para obtener gricas PATS cities . orn’ egesis equivalencias un efecto terapeutico Con sélo eso, esta ee ade la vida amorosa de un sujeto podra ser entendido ni Pane embargo, hay que teneren cuenta que muchos analizan- ah azones. Razones que se derivan de las dificultades Pe ned clare que nad mmoniticadO. Sir es viene p ye encuentran en suy \ 7 0 reduciremos mucho el interés y la amplitud de n. posicidn que no P e ORES cha, es decit, & 10 S Sil s or esas th \ ida amorosa, por lo tanto, si no vemos bien este . que sin duda es una s hacer mds que eso. jénsencillay util, pero ‘im 0 y con él podemos trabaj consecuencia tiltima del .Y 5 em n que ocult ora bien, hay que precisar que si pretendemos hacer un drbol. _genealdgico con la idea de conocer con la mayor precision cudl es el lugar del sujeto con respecto asus hermanos, debemos tener en cuenta que seria un error considerar que eso es lo si mbélico, No lo es. Es_sélo_la disposicion a partir de lac Jun sujeto haelegido una ci es simbdlica para él. Lo simbolico no es la disposicién de una fam’ Silo se tratase de eso serfa posible establecer un calculo; por ejemplo, sabiendo que el primer hermano hizo un desistimiento del lado del padre y que la segunda lo hizo del Jado de la madre, podrfa calcularse que el tercero deberia estar en un lugar de nifio, Eso No-es_to simbdlico, es confundir lo simb6lico con un determinismo calculado que no deja lugar para el acto del sujeto. ado tinicamente el ejemplo de la joven homo- “Por eso no he tom sexual, sino también un ejemplo de mi clinica en el que se puede ver que 99 Gérard Pommier _con el desistimiento hay una especie de privacion de tg femenina. Y a partir del mismo cdlculo, pero haciendo interyeatalday la decisién del sujeto mismo. No se puede calcular a Dartir da lan. genealdgico, es la critica legitima que puede hacerse q let n ' Dolto, practica que hizo que muchos psicoanalistas de nifios sede, 1a de ahacer lo mismo, pensando que iban a obtener una verdad, Sie inismo y causalidad, quizas jo is. Trabajamos con determinismos que no fej permiten calcular sus consecuencias. ¢ Por qué? La Consecuencia ng » sumade los determinismos. Lo que Freud denominé “sobredeterminacig 7 quiere decir que, en el punto donde se sitta el acto del sujeto, hay algo gy escapaa los determinismos. Ese algo que escapa noes sino el sintoma, : verdad del sujeto. La identificacién mas profunda del Sujeto es Su uch contra los determinismos, es as. eed ~~~ He tomado dos ejemplos de desistimiento que desembocan en dos soluciones distintas. Tomaré un tercer ejemplo de desistimiento que tiene como resultado Ja heterosexualidad. Es un punto un tanto dificij de entender porque se podria pensar que el desistimiento concierne s6lo alas anomalias de la eleccién de objeto y de sexo. Pero de hecho, el desistj_ miento puede funcionar también en una eleccién de sexo heterosexual, Este ejemplo mostrard cémo tanto el andlisis mismo como la eleccién del analista tuvieron lugar dentro del proceso de desistimiento. leno Se trata de una mujer que al separarse de su marido}—con quien ¥” tuvo varios hijos—decide que ha llegado el momento de hacer un balance i al : Sea 4 de su vida y ver qué ocurre con su existencia. S6lo hablaré de las tres entrevistas preliminares, hasta el momento: en que el sintoma aparece homogéneo a lo que se pide en |. rencia, momento en que se puede decir que ‘Terminadd. Eso puede ocurrir con un suefio o con cualquier otra cosa que nos permita estar seguros de que Balaneineciarste por la que el. Siijetomvinojjallaséonsulte-~ es “homogéneo “ata transferenciagaalay transferencia como sintoma: Es mejor asegurarse sobre este punto antes de que el analizante se recueste en el divan. En la primera entrevista la paciente hablé mucho de su infancia. Al referirse asus hermanos olvid6 en dos ocasiones contarse asf mismaentre ellos. Eran cinco hermanos y ella, en su recuento, dice cuatro en dos ocasiones. Ella es la segunda, tras un var6n. Cuando se equivoca por primera vez, se corrige, pero inmediatamente vuelve a cometer el mismo error, lo cual tuvo lugar en los primeros minutos de la entrevista. Se nos plantea una primera cuestién respecto de cudl es su posicién en el momento en que se equivoca. Podfan hacerse varias hij mism 100 Transferencia y estructuras clinicas nena onfirmd rapidamente. En el momento en que el hermano que ya paciente vino al mundo, ella fantased ser sy madre, En su a Ens wee ere niflo habria sido fruto de una relaci6n con sy padre o con sy unt vor. Ast, Se entiende por qué no se cont6como una mas entre an anos. SC pudo averiguar porque, en primer lugar, cometié dos mismoerror, & inmediatamente después habl6 de dos abortos que yeots el ovocat estando embarazada de su marido, subrayand i ‘ 5 0 que sino 0 2 : fs ‘at abortado hubiera tenido el mismo numero de hijos que sus mw s, Bs decir que alabortat después de haber tenido un némero de Mr «_— quiso tener nifios muertos. Nifios muertos porque, en este caso, aborto nO es un nye) ae no existe; Sino un nifio equivalente de su -opio deseo con ie ‘ sta ella ocupa en su familia, Se trata de su Bee we omoceneiiad entre el error que comete al conta el ndmero de ermanos y la asociacién sobre sus abortos. Esto ocurre en la primera entrevista preliminar, Y podemos decir que lo que aparece es UN paralelismo entre su familia y su vida sexual: es decir, la manera en que reproduce en su vida sexual algo que tuvo lugar en su osicidn respecto de sus pz La segunda entrevista comienza sin hacer referencia alguna a la primera, Y evoca una escena de su infancia: se encontraba nadando en un Jago donde casi se ahoga. Nadie en su familia tuvo conocimiento de ese hecho. La paciente no lo relaté a ninguno de los miembros de su familia. Dice que estaba preparada para morir. Recuerda no haberse sentido desesperada mientras era arrastrada por la corriente; para ella resultaba como algo que debja ocurrir. No estaba triste, era el cumplimiento de un destino y por eso no se lo conté a nadie. En ese momento le pregunté qué edad tenfa cuando nacié su hermano. Me contest6 que cinco ajios; exactamente la edad que tenfa cuando tuvo lugar ese episodio del lago. Es mas, su primer aborto tuvo lugar a los cinco afios del nacimiento de su primer hijo. Lo que aparecfa escenificado en la primera entrevista era la muerte de su propio deseo: primero el error, después el aborto y, por ultimo, su gusto por morir. Si no dijo nada a su familia del episodio del lago fue porque, para ella, el deseo de morir era su secreto, y adems, un secreto culpable. En latercera entrevista recuerda un episodio de la infanciaen el que se encontraba sentada en la parte trasera de un coche; su padre y su madre iban adelante. Circulaban lentamente cuando una mujer salié de un coche estacionado en la calle y fue golpeada por el vehiculo. En su recuerdo — aunque no lo puede asegurar-— la mujer result6 muerta al ser atropellada. La paciente recuerda sobre todo la cara de la mujer, una cara asustada previa al golpe. Y la cara de esa mujer es la suya... (nos encontramos 101 niet cana Pm cme gerard BO mismo problema cuando pretendemos most A adelantamos algo que se averigué desp, ar al 20 esta mujer golpeada es la de — We ido en el Momento en q 4 Dac le es lo que nos permite el see a clinic! j caso eS que lacara de . ‘4 deseo golped sella, pero {que Me est, conservael recuerdo de esa cara, y des a He ada especial al respecto. En su cet cinco afos después—, en el rote tenia es, se desencadené una fuerte ee ira la calle por te ‘Ante Siete 1 ¢ fobiaas, coe MOF a los ¢¢ ” nina siendo golpeada s: ; Ches $ ada se ty e slo se afios. A los trece anos et osus primer as menstruacion alacalle una imposibilidad para sé alacalle, Enel recuerdo de esa cara feme menino golpeado Eso se averigua cinco aftos d Spués, a) a salir a la calle. Temor que se instala, Precise afirma su posicion femenina, su deseo, con el acon ae ion, Todo sin que la paciente hubiera estableeide aia erdo de los siete anos y la dificultad de los : Nunea fancia que apareci6 en las entrevistas preligga EI I no puede afirmar si se trata call 80 lir ata de 54 sco fe propio di | emor aparecet el cuando se dela menstruac azo entre el recu do de in a situacion sobre Jacua que realmente ocurrié o de una fantasia. Es un recuerdo que se sittia durante el periodo que va de los gj Jos trece afios, aunque no puede confirmar tampoco su edadhnl a Siete a consiste en la impresién de haber visto cémo un coche que circ ee un puente atropellaba a un hombre; sin poder asegurarlo vousnl aba por visto desde lejos. Sin embargo, el recuerdo se acompafiaba de | 10 habria de que aese hombre, tras ser atropellado, habfa sido necesario a certeza Jas piernas. Mientras relata ese suceso, tiene la impresién de am inverosimil. Le parece increfble pero, al mismo tiempo, tie que es algo de que sucedid. Ocurre muchas veces con este ti , tiene la certeza incredulidad y certeza al mi ‘ e tipo de recuerdos, hay al mismo tiempo, o al menos, insistencia del un | iltimo recuer se refiere a un! recuerdo. Sito mamos los elementos del recuerdo, tenemos primero la imagen del puen i ee ete un punto muy preciso. Es un puente por el que su padre ee apie, para buscar su coche e ir al trabajo. Entonces, padre, a pie, asociado a la imagen del puente. Estas tres En el tilti dus igalatkimaconces se trata de su pasaje a la femi dad, lo cual por su culpa, su eh 0 desi deseo: que su padre sea castrado. Y Sus asociaci psa habfa muerto —si tomamos lo . En este punto podemos estar seguros Posicion femenina con la a —_ eee ee _ entrevistas preliminares han terminado, Porque su Gitimo e ee nerfectamente homogéneo a fa primera frase que dijo. 0 - lazo que ella querfa asegurar en Ja transferencia. En Ja OF ee revistadijo que se habfa separado de su marido hacfa unao dos “ porque era un obseso sexual y no era posible hablar con él, semanas abandonar al marido era una forma de separar el amor de su Eaton ia sexual. Por lo tanto, acude a un analista Para poder habl renerle fi 1 sig lugar ¢ 1 falo me jante el fetiche o mediante el nombres segundo, ; potizarel mite la castraciOn de Ja_madr uja_del lado de} r lugar, existe una imposibilidad para simbolizar el falo En prime eRe fetiches sin salir de la posicién femenina. Una mujer lM! ee supuesto, pero arriesga su identificacién femenina. Y — a pesar de esta imposibilidad, existe una permanente ens seals ome del padre para evitar la angustia de castracién de la . r mujeres. al igual que los hombres, tienen una angustia de mae 6n por la madre y le piden algo al padre para soportarla; pero si “a el hombre uede simbolizar co iche o el nombre, lamujerno pve Dat sin poner en riesgo su f feminidad. Esa es la cuestion, que también Se puede explicar de otra manera. Para los dos sexos hay, primero, una angustia frente alas demandasy D- + nal as —angustia de straci6n—, la angustia ala falt Himacr?. Estaan gustia empuja arealizar una peticién al padre para que ~e haga ¢: ga cargo de la demanda de la madre/ Si no, no quedaria oy sal posibilidad mas que ser el falo de la madre, responder alademandadela ~* madre, ala angustia de su castraci6n, ser su falo. En el caso del hombre, primero hay un pedido al padre y en un segundo tiempo habra angustia de castracién, de la cual el padre sera el agente; es decir, angustiade ~~ castraci6n por el padre. Pedi al padre es reconocer que éste posee_C’a2 la potencia, entonces, es un pedido castrador. El sujeto mismo se castra < por su peticidn de defensa contra la angustia de castracién dela madre, ? Existen dos caminos a partir del mismo punto. inert a consistente en la identificacién al falo materno/y vit implica enfrentarse a la castracién por el’/padre. La via eer del lado masculino, es una manera de tener por fin el falo, ya sea por medio de la simbolizacién del nombre o a través de los fetiches. Nos eee esa deuda se especificard atitulo de una es decir, una identificacion femenina: ser el falo. Se trata pues, de Yak . . . Sin embargo, no se trata de una identidad regresiva tal como es en Ins y ne yy Gérard Pommier i i6n la psivosis, porquello que causa esa regres nel 8MOr dey el amor del padre bere alia) eo ala py provoca \dentificacié ta - consecuencha i snitent ara salirde ese ar) M4Se at omy, ye existe una imposibilic ad para salir de ese amor Utilizg, 9 Medig. en ener el fr a a % Qastabolizacién masculinos — oo Salo Si existe una in, OS ore empre existird el riesgo de una ¢ Timing. P dad de tener el falo, siemy ig Teeres, ii | tal, Eadarticulacion entre ser y tener es homéloga erty a iF% 2 ? a En la regresién con respecto a la castracién de lam i areg adre g tuar el lazo —tan dificil entre una mujer y su madre, Se ie © lege sity a at s falta ala madre, pero es algo totalmente q ferente qj “el 5, quale fato le faltaalamad ae Wego : sis, porque elfalole faltaa lama Teen lamedidagy Sour. elpadreyal cual seamapor esof Es diferente ala psicosig Perong ; ‘ re : s Jejar de ver la dificultad de esa situacién. por ma 3 deja AS que este Puede i sid ol Ci jo de DO tot de una dimensién del complejo de Edipo tot ™Os hal almente normal blandg No lo he desarrollado hasta ahora, pero “; Pero Plenso que ©S posib] une MIDIS feeBHelY Deni one. Pe lado regia ngs trataria de ser el falo, podemos situar el Rgliusne ae * tratarfa de tener el falo, a través de otro: hace ONde ge Ss Medi Ci masculinds, podemos situar lo que Freud denomin6 Penisnci Ny En lo que concierne ala re q La pog. cin en la que se trata de serel falo ¢orresponderiaa untipo de nano femenino, cierto tipo de competencia con los hombres. Una compet que mantienen algunas mujeres —muchas veces con : Exito—parg Ser lag més fuertes. Y se escucha con frecuencia como los hombres, sintiéng celosos ante el Exito de estas mujeres, dicen que ellas quieren ser como los hombres, que quieren tener el falo. Pero es un equivoco Completo, porque se trata de una Posicion totalmente fe ina) No Utilizan He mismas armas que los hombres y tampoco tienen los mis; MOS Objetivos: ‘a diferencia de lo Que ocurre con los hombres— y los pobres hombres, por lo general, salen perdiendo, + Vimos que simboliza- a, el siml En este punto hay una pequeria dificultad, Provocar el deseo de os SO cveseamtesratintns » . a. y. poe otta parte. corresponde ata vez at ya ee cone Histe mervimionto permite que se desee ee wow dhe erento permite tambien verlo. Se trata de una wn, a dalidad fermenifa... normal, aceptada por los on its quieren. Ambas modalidades de la posicién ng own 40 @ ke castracii® te tienen nada que ver con ja con Oe aeienbolizat in © perversidn—. no se trata de tener oe de todo, sino de tomar posiciin con respecto a ta o ne apm sta dificultad. pese a no ver msuperable, exige Poorest lo progresivo y le regresive, Cuando tal os ada lugar a un calle}in sin satica de ta ferninidad. Ex ya move erento Constante entre esas dos posicuones donde cada nn reen 4 3 la otra Cuando pre-e mine en exceso la via progresiva del penisneid. de falo, se producira un aumento de ta dewda con fespecto aia madre, provocara cierto tipo de regresion, de caida en la via regresivadel Oe id , ser el falo. Expondré un ejemplo que hace referencia a este en él se puede ver la aparicién de un bloqueo en ese movimiento, joque resulta en Ocasiones verdaderamente tragico. En este caso se trata de una paciente que, frecuentemente, quiere suicidarse. Hay una especie de posicién de principio de los analistas con respecto al suieidio. Una posicion que puede considerarse detensiva, pero es mejor tomarla como una posicién de principio consistente en que no podemos saber qué es la muerte. No lo podemos saber. Pero no tanto por un desconocimiento sobre qué hay después de la vida, sino més bien porque la muerte se revela como el término mds comin de la realidad psiquica, que es la castraciOn. Utilizamos el término castracidn, pero antes de Freud dicho término no correspondia a nada que pudiera conocerse, y el nombre corriente de la angustia de castracién era el deseo de muerte. Una manera de dar nombre a lo innombrable. Empleamos corrientemente el nombre, pero ja qué corresponde exactamente? No es en absoluto una eviracién sino una condicién del deseo sexual. ;Como comprender algo que en sus mismos términos hace suponer algo que es to contrario de lo que va a provocar? Cuando empleamos este término debemos comprender la dificultad que implica. No podemos abandonar este término y, como te pensar que laimiuenteresel Bn lo adecuacion entre castracion y muerte algo que resulta, me parece, bastante facil de entender, Sencillo, f ganar pone — jn fale, puede comprenderse que la angustia ng quivalente ala muerte. E] cuerpo, a Clag, ficio, esta hecho para desaparece, Moma, ig racion del sujeto, en la medida . P, ote ie ! rnidad del nombre propio —que - ue . ymnos que ja muerte también iene su lugar get e tin! \, | ybfamos comentado que no se puede ent lq Cage ssimbolizacion, al nombre del paqy, Ender. "ig re. Lo imposible de i tiene gea ; ael sact pn? yecto & la cast xiste la ete! enconttl 1 padre Yahi js ligado a ki wat pore que esta me entender qué es esa muerte fue, dese vo sin rel © NO py acion alguna cimienty s qué es la muerte, ¥ NO porque esté detrge Org én yerte siempre fue necesaria para Nuestros fap, de comprender ef acontecimiento orgénico, ritos inicialicos, donde se trata Siem log et pre ¢ rque lam a poderos en todos los nuede ver Pastenuile srtasimboligante € de I necie de muerte mistica, de muerte simb6lica. La muerte a le Ung es pec! » nasaie hacia la si . : %€ toma e fs ritos como el punto de pasaje hacia la simbolizacién El faa eh esos i. ebe corr . I nicig jlo debe correr un TieSgo Vital, Bp lady Se ceripanenueSDRCLOY Pr entos de pasa) Jos ritos jnicidticos existen cies momen . € pasaje, ya sea de unas los infantil a una edad adulta, ya sea para al cena un estado de iNiciadg se trata de momentos en los que hay que abavcsat una muerte Simb6}jc ¥ no sdlo se ve en las sociedades antiguas @ pri mitivass sino en todog} ritos de jniciacion. Es el momento de la “prueba”, en el que alguien a pretenda ser miembro de esa sociedad debe atravesar ese espacig < muerte simbdlica. é En cierto modo, ocurre algo muy parecido en las sociedade psicoanaliticas, donde se habla del pase como si Consistiese en a atravesamiento de ese estilo, un momento de muerte, gg despersonalizaci6n, una forma de hablar del pase muy parecida a lo que se exige en otras sociedades para acceder al estado de iniciado, Respecto del ejemplo, las ganas de suicidarse de esta mujer se encontraban directamente articuladas a la cuestiGn de la castracién de sy madre. Esta paciente lleva siempre consigo, en su bolso, un frasco de cianuro con Ia idea de poder terminar con su vida en cualquier momento. El deseo de morir de esta mujer es especialmente fuerte cuando se encuentra en un estado de alienacion con respecto a su madre. Por ejemplo, cuando su madre telefonea y le dice que est4 enferma, poniendo en escena su falta para culpabilizar a su hija sobre el hecho de que no se ocupa suficientemente de ella; un rato después 0 al dia siguiente, la paciente siente este deseo de morir. Ese deseo de morir aparecié con especial violencia cuando su madre rechaz6 conocer al hombre que vive « motivos religiosos para su hegativya, apoyéndore sr alego me / que no quiere encontrarse con alguien de gine’ ees arabe y ae su deseo de morir era muy fuerte mn vg re no se trataba en absoluto de las razones venta ce p oa ® Jas por su madre. En la sesi6n en que se da cuenta adas yas" q : at sument adre ha mantenido siempre la misma actitud frente (lee de que 8 vot jos que ha establecido algdn lazo. En esa misma ee ‘ asd de cianuro para que yo lo guarde, poniéndome los a e ofrece _— lo devuelva si me lo pide icin aes que es una prueba de confianza, pero, de hecho, se dria e Se por to de pasaje desde lo regresivo ‘ de la muerte que puede se pun oe ald oe nig hacia lo progresivo, la muerte que yo puedo darle " aadapor lame dada Pp set wwigndole el frasco de cianuro. evolV! ds J, Arenas: Ese continuo pasaje entre penisneid y phallusneid a 9 tiene salida 0 NO- i G. Pommier: Salida... salida..., no. Pero que se trate de la muerte de una escena de celos no es lo mismo, hay distintas posibilidades. Un ? i social podria ser, en cierto modo, una salida soportable, pero del x de laestructura no lo es. Es lo que ocurre con la mascarada femenina, donde hay un tipo de salida social mediante un éxito y luego un tipo de recafda, y asf sucesivamente. Pero si una persona quiere morir, el hecho de poder jugar las cosas del lado de su vida social puede considerarse en ciertamanera Como una salida, aunque no lo sea respecto de la estructura. J. Arenas: Pero eso también es aplicable al hombre. G. Pommier: Aunque para el hombre tampoco hay salida, no se trata del mismo problema. No hay salida posible en la simbolizacién, por ejemplo. Siun hombre empieza atrabajar, el pobre continuardhaciéndolo hasta el fin y, en cierto modo, es una salida. J. Arenas; Lo que esta diciendo es que no hay salida, que no hay forma de escapar de la castracién... G. Pommier: No, claro..., {si se pudiera. J.L. Belinchén: Ante el traumatismo del amor del padre existirfan dos posibles reacciones determinantes de la diferencia de los sexos, pero des el traumatismo lo que determina la eleccidn de sexo 0 es algo previo? Gérard Pommier Recuerdo que la otra vez dijo que el encuentro co m consecuencia la eleccién de sexo, éPodria ex hy frase me resulta un poco enigmiatica, porque con el lenguaje es previo al traumatismo, Neuy , ts je Plicarly y — eG ant ; ; Entiends que - Magy G. Pommier: Intenté hacer una diferencia entree tismo, distinguiendo lo que es el encuentro con e| tories Y tray con el padre. El solo hecho de estar expuesto al lenguaje e yel ene mi sexuacion, es ya un camino hacia la sexuaci6n. Hay e Pikes. hage to sexuaciOn que estd empujado por la confrontacién ante es oo la madre, al lenguaje. €mand, C. Ripoll: EI ao social en las mujeres, éS€ encontraria de| lad ser o de tener el falo? dO de G. Pommier: Puede estar de los dos lados, depende de las mujer Lo que intento decir es que la posicidn de ser el falo en el éxito ae puede ser algo totalmente femenino y no tener nada que ver con tener 7 falo en las rivalidades entre los hombres. Los hombres estan en otro campo de batalla, porque no tienen el mismo objetivo. Una mujer puede luchar en el terreno del éxito social para ser el falo, mientras que los hombres luchan por otra cosa. C. Ripoll: Pero entra en competencia con el hombre. G. Pommier: Por supuesto, hay competencia, pero no se utilizan las mismas armas. Una mujer puede utilizar las armas de la seducci6n para fener éxito sin ningin problema, para un hombre sf puede ser un problema. F. Calvillo: ;Se qued6 con el frasco? G. Pommier: Si. 22 de febrero de 1991 en El La Mujer - Elal menos uno que dice no - Sexos simbélicos - ia de ' j ister fimoma - Fase de latencia y neurosis infantil - Neurosis infantil y oys D erin nte dicha - Primer y segundo acontecimiento: saber Suplementario - i ynel aine wosis Prop (rea! ne snicO ~ jotént { pai sr eer a Cualidad prewd ) Je los nombres del padre - Intervencién del analista frente q los aconteci- pq dle 105 : ‘. ‘ i nal de la fase de latencia: ni escansién nj Mlerpretacion - del fit a tos & viet del trauma: ejemplo clinico - Acontecimiento Y acto - { e imaginario) y padre simbélico - Instancias de la Paternidad en Deseo y venganza - Violencia del deseo masculino - Reconstruccién Es importante subrayar la inexistencia de La Mujer —o de la castracion— bajo esa forma negativa, Y que esa negacién lo sefiala. El or de la negaci6n no significa para nada una ausencia. Hablar de la musencia de 1a mujer es ridiculo, porque se trata de una presencia que se afirma de manera negativa. A partir de eso Se puede ver cémo toda la clinica analitica se orienta por la prueba —hecha de varias maneras— de lainexistencia de la negaci6n de la modal eet manera de negar la castracion, segtin sus diferentes Modalizaciones, podemos hacer la clasificacion de Psicosis, Neurosis y Perversién. Precisamente el miedo de la castracion es lo que la reconduce en todos sus efectos. Me parece Sencillo entender en qué sentide a ca! r a | se e entra en Origen menos ui d no” alacastracié Se tratade de “Totem y Tabi”. Con ese mito, Lacan Propuso algunos matemas de la sexuaci6n. Es decir que a partir de la angustiade Castracién cada uno inventa un mito, consistente en que existe por lo menos uno que dice no ala Castraci6n, lo que Lacan escribe: V Axx Para escribir esta formula es necesario entender que, en ese mito, aquél que Des a < la castracién y el que n 7 falica —a N i Es preciso que exista un katt E ujeto a la castracién sera su 1

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