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Lógica freudiana de la sexuación

Osvaldo L. Delgado

I. Lo femenino
Los tres destinos “freudianos” de la femeneidad son:
a- Inhibición o neurosis.
b- Complejo de masculinidad.
c- Normal ecuación simbólica: pene – niño.

Justamente este ordenamiento es lo que desde los movimientos feministas s ele critica a Freud. Y
con justa razón, ya que revela en este punto a todas luces el límite fálico de la elaboración.
Pero bajo ningún punto de vista es todo lo que Freud formuló sobre la cuestión.
Paso a enumerar sólo algunos ejemplos:
1. El llamado “continente negro” está por fuera del falo (“El malestar en la cultura”).
2. El amor por una mujer, que tiene la misma estructura que el síntoma, atraviesa todos los límites
religiosos, culturales, nacionales, etc. Y es el logro cultural más elevado (“Psicología de las
masas y análisis del yo”).
3. Las mujeres confrontando con el imperativo superyoico de la cultura (“El malestar en la
cultura”).
4. La mujer como siempre otra, ajena, extraña, inasimilable (“El tabú de la virginidad”).
5. La desmentida de la femineidad tanto por hombres como por mujeres (“Análisis terminable e
interminable”).

Estos son sólo algunas referencias de ese más allá del falo en la obra de Freud, que debieron esperar
el seminario “Aun” de Lacan, para encontrar su lugar lógico.

II. Edipo
Vamos a ubicar 3 ejes para responder a la pregunta ¿Qué es el Complejo de Edipo?
1) El Complejo de Edipo, es un operador de interdicción, sustitución y reforzamiento.
El Complejo de Edipo en el primer eje, es un corte paradójico respecto al lugar en que queda un
niño respecto a la llamada salida normal de la sexualidad femenina.
Corte de ese lugar de falo, ley paterna que en tanto tal, funda con la prohibición el deseo y la
sustitución en la vida amorosa.
Por otra parte, en este primer eje, es también un reforzamiento.
De este modo lo trata Freud en “El yo y el ello” (1923) refiriéndose al sepultamiento del Complejo
de Edipo y la identificación con la posición paterna en el niño, que como interiorización de la ley,
va a llamar al superyo heredero del Complejo de Edipo.

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Esta identificación es un reforzamiento de la identificación primaria. De la Identificación en el
texto “Psicología de las masas y análisis del yo”
En la niña por su parte, el Complejo de Edipo también es posible por esa identificación primaria.
Pero en ella que debe cambiar de objeto y de zona, lo que va a producir es una identificación con la
madre. Su salida del Edipo se prolonga por más tiempo y se produce por las decepciones de la
“promesa paterna” de darle un hijo.

2) El Complejo de Edipo es un argumento necesario, una atribución de significación,


que vela, encubre, la no satisfacción plena de la pulsión por obstáculo interno.
El Complejo de Edipo como argumento necesario. En “Algunas consecuencias psíquicas de la
diferencia anatómica de los sexos” (1925) Freud se va a preguntar si la excitación sexual está
cusada por el Complejo de Edipo y se va a responder que no, que es un placer de órgano, resultado
de espiar con las orejas la escena primaria.
En un segundo momento se anuda al Complejo de Edipo y queda formando parte de su
trama.
A su vez, en la segunda contribución a la psicología del amor “Sobre la más generalizada
degradación de la vida amorosa” (1912), dice que habría algo en la naturaleza misma de la pulsión
desfavorable a la plena satisfacción, no es por la interdicción del objeto incestuoso, sino que esa
prohibición marca como posible pero interdicta, lo que en verdad es imposible.

INTERDICCIÓN
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LO DESFAVORABLE EN LA PULSIÓN MISMA
A LA SATISFACCIÓN PLENA

Como hemos visto, respecto al placer de órgano, este argumento es necesario para la constitución
de la neurosis.

Placer de órgano Complejo de Edipo


Fijación

Lo constituye en una trama

Pero a su vez, en la misma segunda contribución, Freud afirma que solo se puede ser feliz y libre en
la vida si se ha superado el respeto a la mujer y admitido la representación del incesto con la madre
o la hermana.
Esa superación, que si no se produce causa “impotencia psíquica”, sólo es posible despejando,
diferenciando la interdicción de la naturaleza desfavorable en la pulsión misma. El reencuentro con
el objeto que colmará al sujeto es imposible y no producto de la prohibición.
3) El Complejo de Edipo es una ley de intercambio.
Para que la ley de prohibición funcione, el padre agente de esa ley debe él también estar sometido a
la ley. Al mismo tiempo que prohibe y dona las sustituciones debe prohibirse él ciertas
satisfacciones.

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El mito de Totem y Tabú es ilustrativo de esto. En la horda fraterna hay dos prohibiciones, la madre
y el que nadie ocupe el lugar del proto- padre, el que imponía una ley sin estar sometido él la ley.
Freud trata al proto- padre en la “Síntesis de las neurosis de transferencia” y lo refiere al campo de
las psicosis.
Pero en las neurosis con lo que nos hallamos es que ellas refieren directamente tanto de la
interdicción como de los lugares en donde el padre como agente de esa ley retuvo un modo de
satisfacción (pere-version y mediodecir).

Bibliografía:
Freud, S. (1938) “El esquema del psicoanálisis”, Vol. XXIII, Ed. Amorrortu.
Freud, S. (1924) “El sepultamiento del complejo de Edipo”, Vol. XIX, Ed. Amorrortu.
Freud, S. (1923) “La organización genital infantil”, Vol. XIX, Ed. Amorrortu.
Freud, S. (1925) “Algunas consecuencias psíquicas sobre la diferencia anatómica entre los sexos”,
Vol. XIX, Ed. Amorrortu
Freud, S. (1900 ê1899ê), “Interpretación de los sueños”, Vol. IV, Ed. Amorrortu
Freud, S. (1897) “Correspondencia a Fliess”, cartas 71 y 89, Ed. Amorrortu
Freud, S., (1923) “El yo y el ello”, Vol. XIX, Ed. Amorrortu
Freud, S. (1921), “Psicología de las masas y análisis del yo”, Vol. XVIII, Ed. Amorrortu
Freud, S. (1912) “Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa”
Freud, S. (1913ê1912ê) “Totem y Tabú. Algunas concordancias en la vida anímica de los salvajes y
de los neuróticos” Vol. XIII, Ed. Amorrortu
Freud, S. (1909) “Análisis de la fobia de un niño de cinco años” Vol. X, Ed. Amorrortu
Freud, S. (1909) “A propósito de un caso d neurosis obsesiva”, Vol. X, Ed. Amorrortu
Freud, S. (1933ê1932ê) “Conferencia 33: La feminidad” Vol. XXII, Ed. Amorrortu
Dodds E. R., (1997) “Los griegos y lo irracional”, octava edición. Ed. Alianza, S. A.

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