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2 años después…
A la mañana siguiente…
Me despierto por la luz del sol, veo la hora y apenas son las
7 de la mañana, seguramente mi tío esta furioso. Me levanto
y veo a la mujer de anoche, recordando lo que pasamos. Me
visto y me voy a mi departamento, me doy una ducha,
saliendo me pongo un traje gris oscuro una camisa blanca y
una corbata roja y zapatos negros. Desayuno y cuando
termino, bajo al estacionamiento y entro a mi carro.
– Veo que te gustó mucho esa mujer. Dice con una sonrisa
cómplice.
– Así es, sabes que no busco una relación estable, sólo una
buena amante que me llene. – digo con determinación y él
asiente.
Al fin es sábado por la noche, y yo ya me encontraba en el
antro de siempre. Como siempre me acompaña mi mejor
amigo. Nos sentamos en la barra y no tardando, unas
mujeres guapas se nos acercan a coquetearnos.
Narra Arthur
Sólo espero que ese hombre pague lo que les hizo a tus
padres. – dice y sale de la habitación.
– Gilbert. ¿Qué te trae por aquí? – digo rodando los ojos con
molestia, él lo nota y comienza a reírse.
Narra Annel.
Al día siguiente…
Al día siguiente…
Que decepción que mi jefe este con alguien como ella, una
mujer muy guapa, pero muy superficial, si yo estuviera con él
sería por amor.
Capítulo 4: No hay amor en mi corazón
Narra Arthur
Han pasado dos semanas desde que Annel trabaja para mí,
creí que era una mujer soltera, pero no es así, tiene novio y
con justa razón, es guapísima y con una mirada hechizante,
sus hermosos ojos azules como el cielo. Yo siempre he
deseado una mujer como ella, pero no llegaba y me di la
oportunidad con Bárbara, aunque no como lo esperaba,
entre nosotros sólo existe el s**o y quiere ser más famosa a
nivel mundial, por eso se cuelga de mí, de hecho, muchas
mujeres lo han intentado hacer, sólo buscan dinero y fama,
ya que soy un hombre muy exitoso y muy reconocido, pero al
parecer la única mujer que no se le ve interés por mi dinero
es la señorita Maxwell, ella es diferente, por lo que me he
dado cuenta en este poco tiempo, se ha desempeñado muy
bien en su trabajo y además que es muy reservada, y eso la
hace misteriosa para mí, deseo conocerla.
– Pero… - la interrumpo.
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Al día siguiente…
Arthur Harrison.
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– No es por eso, yo… voy a ligar por ahí. – entre cierro los
ojos sin creerle.
– No creo que sea una buena idea. – le digo cerca del oído.
– ¿Por qué? – me mira con curiosidad.
Ahora lo entiendo.
Yo: te lo prometo.
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Una vez listo, pago y me hacen entrega del traje, ahora que
lo pienso, parecería que soy yo quien se va a casar. – mi
bella Annel. – por más que intente no pensar en ella y sus
hermosos labios besando los míos, no logro conseguirlo.
Narra Annel.
Yo: ya sé.
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– ¿no la escuchaste? – digo una vez que llego hasta ellos, los
dos me miran sorprendidos. El idiota parece no hacer caso,
ella le grita que se largue, y así lo hace.
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Le dije a Andrea que saldría del país por unas semanas, que
cualquier cosa me diga ella directamente, pero pidiendo la
información a mi asistente. Espero que este viaje me ayude
a no pensar más en Annel. Lo mejor es estar lejos de ella.
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***
Estábamos en el evento que tanto deseaba Barbie, estaba
fascinada y no lo dudo, es su mayor sueño, pero que no sea
a costa mía. Una vez que termina el desfile, ella se acerca a
empresarios muy importantes de la moda y con su belleza no
es difícil que no la miren y se queden embelesados con su
hermosa figura y lo hermoso que es su rostro.
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Ya es lunes y llego un poco tarde de lo habitual, sé que ella
es muy puntual, así que para no verla yo demoro en subir a
mi oficina, le llamo a Andrea para que lo que me tenga que
entregar Annel, lo haga atreves de ella así no la vería.
Después de 15 minutos, me decido a subir a mi oficina y una
vez que estoy, entro y veo unas carpetas, sobre mi escritorio,
los reviso y los firmo, le llamo a mi secretaria para que se los
de a la señorita Maxwell y los entregue a sus áreas
correspondientes.
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Al día siguiente…
Annel: Lo entiendo.
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Al día siguiente…
– Así es, pero cada vez que la tengo cerca, deseo estar con
ella, no quiero que ella se enamore de mí, y que en un futuro
hiera sus sentimientos. Y es lo que menos deseo para ella. –
veo que sigue atento a lo que le digo.
– Hola. – la saludo.
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***
– ¡¿Qué vas a hacer que cosa?! – grita Andy sin poder creer
lo que les dije a ella y a Gabo.
Narra Andy
***
– soy un imbécil.
***
Estoy afuera del edificio donde vive, tomo aire y bajo del
carro, saludo al vigilante y tomo el ascensor y marco su piso,
estoy muy nervioso, llego hasta su puerta y toco el timbre,
pasan unos segundos y abren la puerta, sonrío, pero en
seguida se me borra al ver a ese tipo su “novio”.
– Yo… – iba a pedirle que regresara, pero al ver que está feliz
con él, preferí mejor irme.
– Lo siento, no debí venir sin avisar. – me despido y me voy.
***
Flashback.
– No entiendo. – y es verdad.
***
(…)
– Sabes que para eso son las terapias, para ayudarte. – dice
anotando algo en su computadora.
Al día siguiente…
– ¿Qué fue eso? – Annel parece que sigue sin creer lo que
acababa de pasar.
(…)
Al día siguiente.
(…)
Más tarde…
– Por el brillo de tus ojos puedo ver que fue así. – sonríe y
siento que me pongo roja.
(…)
(…)
Me meto a dar una ducha para calmar mis nervios e ira por
lo que pasó, Gilbert tenía razón, ella se enamoró de mí, eso
no es nada bueno y menos para ella, y no es una opción
alejarme de ella nuevamente, la lastimé cuando la ignoraba
e incluso cuando me fui por un mes con Bárbara a Paris,
incluso me dio una lección renunciando al trabajo para que
la valorara o al menos eso pensé, realmente nunca imaginé
que el estar lejos de ella me pondría así de mal y si ¿Gilbert
tenía razón, que me enamoré de ella? Eso no lo tengo muy
en claro, lo que, si lo tengo, es que, sin ella, no soy nadie.
Capítulo 27: No la dejaré ir
Narra Arthur
– Annel. ¿Qué hora es? – digo mientras froto mis ojos con
mis manos.
– Las 4 p.m. – dice dirigiéndose a tu asiento detrás del
escritorio. ¿en qué momento me quedé dormido?
(…)
(…)
(…)
“querida Katherine.
Sólo ella me hace sentir bien, con ese amor que siente por
mí, aunque a veces pienso que no la merezco.
– ¿Qué ocurre? – sólo entra sin tocar cuando hay algo muy
importante.
– Bueno… - me interrumpe.
(…)
El día de la boda de Bárbara llega y es la primera me vez que
me siento tranquila sabiendo que ya no tiene ningún interés
por el hombre que amo, así que por ese lado no me
preocupo.
(…)
(…)
(***)
(…)
(…)
(…)
(…)
(…)
Hoy vine a verlo, tiene que darse cuenta de que soy para él,
y no esa, así que llego de sorpresa, pero al verme se molesta
en seguida. Le hago ver lo que es evidente, y me doy cuenta
de que esta más ciego que nada, me pide no volver a verme
y pide que me vaya, al no ver respuesta de mi parte, se
levanta de su lugar y me dice que espera que ya no esté aquí
para cuando regrese, se va y me quedo un poco más.
(…)
– Eso fue hace años atrás, yo… formaba parte de una familia
que hacían negocios mal habidos, y tuve una hermanastra
con la que estaba involucrado, ella tiempo después, estaba
obsesionada con un conocido de esa familia, Aarón Moore…
- siguió contándome su historia, era muy difícil para él seguir
con esto.
Narra Arthur.
(…)
(…)
Narra Arthur.
(…)
Al leer eso una y otra vez, hace que mis alarmas se activen,
debo proteger a mi mujer de quien intente hacerle algo, no
dejaré que se la lleven.
(…)
(…)
(…)
Flashback
Fin flashback…
Un año después…
(…)
– Hola, amor. – dice con una voz tan seductora que hace que
mi amigo crezca dentro de mi pantalón, ella se levanta, pero
apoyada en sus rodillas aun sobre la cama.
Preparo bien para poder entrar sin problemas. Una vez que
entro en su ser, ella gime de placer y rasguña ligeramente la
espalda causándome una sensación única que provoca que
mis embestidas sean un poco mas fuertes de lo normal.
Annel no para de gemir y decir mi nombre.
A la mañana siguiente…
(…)
(…)
(…)
Narra Arthur
(…)
Fin.-