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LA RESPIRACIÒN EN ALGUNOS ANIMALES VERTEBRADOS

(Pág. 82-83)
1. EXPLICAR y DIBUJAR CÓMO ES EL PROCESO RESPIRATORIO:

RESPIRACION SIN ESTRUCTURAS


Los animales más sencillos, como los cnidarios y las
esponjas, no tienen sistema respiratorio; los gases se
intercambian a través de toda la superficie del cuerpo.
El oxígeno, que está disuelto en el agua, atraviesa
libremente el cuerpo del animal y va pasando de unas
células a otras.
Esto solo funciona en animales sencillos, en los cuales
todas las células están cerca de la superficie del cuerpo.
Se da en las esponjas, los cnidarios y algunos gusanos.

RESPIRACION CUTANEA
Se produce a través de la piel. En este caso, cerca del
epitelio hay numerosos vasos sanguíneos que captan el
oxígeno y eliminan el dióxido de carbono. Este tipo de
respiración requiere una piel fina y permeable a los
gases, que ha de estar constantemente humedecida.
La respiración cutánea solo resulta eficaz en animales
que viven en ambientes muy húmedos o acuáticos,
como los anélidos y los anfibios.

RESPIRACION TRAQUEAL

Es el tipo de respiración que presentan los artrópodos


terrestres (insectos, arácnidos y miriápodos). Las
tráqueas son tubos que se abren al exterior por unos
orificios denominados espiráculos, situados a lo largo de
la superficie del cuerpo. Las tráqueas al ramificarse van
disminuyendo su diámetro a la vez que sus paredes se
hacen más delgadas. Así, el oxígeno las atraviesa y llega a
las células, al tiempo que el dióxido de carbono sale de
ellas.
RESPIRACION
BRANQUIAL
Es el mecanismo más general de respiración en los animales
acuáticos. Las branquias son órganos con paredes muy
delgadas que, por el exterior, están en contacto con el agua, y
por el interior, con multitud de capilares, que son los que
realizan el intercambio: toman el oxígeno disuelto en el agua y
ceden el dióxido de carbono. Existen branquias en muchos
tipos de animales acuáticos, con diferentes estructuras. Las
encontramos en muchos anélidos marinos, en los moluscos
acuáticos. en los crustáceos, en los peces y en las larvas de los
anfibios. Las branquias pueden ser proyectadas fuera del
animal (branquias externas) o estar alojadas en una cavidad
comunicada con el exterior (branquias internas). El agua que
baña las branquias debe circular y renovarse continuamente.
Las condiciones que deben cumplir las branquias para ser
efectivas en el intercambio de gases son poseer una amplia
superficie, una epidermis fina y estar muy vascularizadas.

Branquias externas. Son propias de algunos anélidos marinos ciertos crustáceos, larvas acuáticas de
insectos, peces y en algunos anfibios, como el ajolote. Las branquias son expansiones del cuerpo
proyectadas fuera de este, carentes de protección. No disponen de mecanismos de ventilación, lo
que obliga al animal a moverse continuamente. Además, tienen el inconveniente de entorpecer la
locomoción del animal y sufrir lesiones fácilmente.

Branquias internas. Las poseen numerosos moluscos, algunos crustáceos y peces. Se alojan en el
interior del animal, en una cavidad comunicada con el exterior. En los peces cartilaginosos. las
branquias comunican directamente con el exterior mediante cinco hendiduras branquiales,
mientras que en los peces óseos poseen estas hendiduras cubiertas por una placa ósea,
denominada opérculo.
RESPIRACION PULMONAR
Es típica de algunos vertebrados, anfibios, aves, reptiles y mamíferos, aunque también
de algunos invertebrados, como los caracoles terrestres.

El intercambio de gases se realiza a través de unas cavidades internas de finas paredes y


muy vascularizadas, denominadas pulmones.

Los anfibios presentan los pulmones más simples, en forma de saco. En los reptiles
están tabicados, con lo que disponen de una mayor superficie de intercambio de gases.

En las aves, los pulmones son pequeños y se comunican con los sacos aéreos, que
actúan como reserva de aire y aumentan la eficacia de la respiración.

En los mamíferos, la superficie de intercambio de gases es mayor, debido a la presencia


de numerosos sacos (alveolos) rodeados de vasos sanguíneos.

La evolución de los pulmones

En las primeras etapas de la evolución de la respiración, algunos peces que vivían en


zonas de escasa profundidad y con aguas pobres en oxígeno, desarrollaron
expansiones laterales de las paredes de la faringe. Esto les permitía tomar y
almacenar aire del exterior; pasando posteriormente a la sangre. Tras el aumento de
la vascularización de sus paredes, aparecieron los pulmones. En un principio se
compaginó la respiración branquial con la pulmonar, como ocurre en los actuales
peces pulmonados (dipnoos), y después aparecieron formas exclusivamente
pulmonadas, como los actuales anfibios.

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