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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio de Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Experimental de Caracas
Unidad Curricular: Venezuela Potencia (Proyecto)
Profesor: Nathaly Blondel

ENSAYO SOBRE LA CULTURA RENTISTA CONSUMIDORA

MORA, Yris V-19.933470

PÉREZ, Adriana V-20.678.361

Caracas, Sede Altagracia, noviembre de 2022


Introducción

Desde hace muchos años, el venezolano se caracterizaba por ser agricultor


y pesquero, sin embargo, con la instalación del primer pozo petrolero, el estilo de
vida cambió a lo que somos hoy: empleados, monoproductores y consumidores
extremos de nuestros productos.

Por lo antes expuesto, en el siguiente ensayo, queremos plasmar que el


cambio fue radical, que la “transculturación” es real y que debemos aprender a ser
más que un país petrolero, debemos ver nuestra historia y aprender de los errores
pasados para construir un nuevo y mejor porvenir.
Hablar sobre Cultura rentista y consumidora, nos lleva a pensar sobre el
descubrimiento del petróleo y lo que esto ha significado para el país y sus
generaciones. Es innegable que este acontecimiento cambió completamente la
visión económica del país afectando también lo político, social y cultural,
introduciéndose en la manera de vivir del venezolano, cambiando sus de estilos de
vida, dejando de construir las viviendas tradicionales de fabricación sencilla
(palafitos y viviendas humildes), para adentrarse en la construcción de
apartamentos y viviendas verticales (Quintero, 1968), se llegó al punto de llegar al
rechazo de lo nacional y buscar solo lo internacional.

Desde que, a comienzos del sigo XX, se instaló el pozo petrolero Zumaque
I, en Venezuela comenzó un cambio económico radical, hubo una transformación
en el modo de vida, cultura y pensamiento. Atrás quedaron los cuidados de las
grandes de las grandes plantaciones agrícolas, donde el café, el cacao y el arroz
eran la marca venezolana para mudarse a las ciudades y convertirse en hombres y
mujeres de negocios que solo conocían el precio del barril por día. Sin embargo,
¿fuimos los venezolanos los únicos culpables de dicho cambio?

Cuando a Venezuela, llegaron los primeros empresarios trasnacionales, la


población quedó “deslumbrada” por las maquinarias, las vestimentas, el dinero y
demás. El venezolano no estaba preparado para hacer frente a los cambios que,
quizás de manera inconsciente, traían los extranjeros, dándose una transformación
desde lo externo a lo interno con el choque cultural llamado “transculturación”,
concepto que bien explicado dejó Rodolfo Quintero en su libro “La Cultura del
Petróleo” (1968).

A los venezolanos se les ofreció una utopía: grandes sumas de dinero por
una cantidad de trabajo que requería menor esfuerzo y menor cantidad de horas,
posibilidades de vestirse y de tener mucho más a cambio de vender incluso sus
tierras, pasar de dueño a empleado casi sin notarlo. Sin embargo, el sueño cambió
a una realidad muy difícil: vendieron sus tierras a los extranjeros y tocó convertirse
en empleados de lo que una vez les perteneció.
Es importante acotar que Rodolfo Quintero (1909-1985), fue un sindicalista,
antropólogo y docente universitario. Su libro, La cultura del petróleo, editado por
primera vez en 1968, trata de forma sistemática y académica la problemática cultural
generada en Venezuela por la explotación petrolera. Más de medio siglo después
se sigue manteniendo, cuando los venezolanos enfrentan al reto de superar la
cultura rentista y el exacerbado consumismo que se desprende de ella sin por eso
rendir los logros en cuanto a la soberanía sobre los hidrocarburos.

Ahora bien, los años han pasado, ya no somos los venezolanos


impresionables y, aun así, seguimos anhelando lo que está fuera, al punto de
muchas veces rechazar lo que somos y buscar ser como el extranjero, pero en
tierras venezolanas; queremos aparentar ser y tener más que los demás, sin
importar el precio, exactamente igual que cuando llegaron las transnacionales.

Entonces, ¿a dónde vamos? Hoy, estamos conscientes de que por increíble


que sonara hace unos años, el petróleo no lo es todo, lo que nos lleva a citar a
Arturo Uslar Pietri, escritor venezolano, con su frase “Sembrar el petróleo”:

“Cuando dije «sembrar el petróleo», quise expresar rápidamente


la necesidad angustiosa de invertir en fomento de nuestra
capacidad económica el dinero que el petróleo le producía a esta
Venezuela, por tan largo tiempo desvalida” (Pietri, 1936)

No podemos negar que el petróleo nos ha brindado grandes oportunidades,


avances en tecnología y aportes económicos muy importantes, los venezolanos
pudimos ver que podemos llegar cada vez más alto, sin embargo, no hemos sabido
aprovechar adecuadamente esta riqueza natural pero no renovable. Nuestras
tierras continúan baldías y olvidadas, los campos no tienen agricultores suficientes
y la tecnología, que en su momento llegó a ser vanguardista, ha quedado obsoleta.

Asimismo, no podemos olvidar que la economía mundial se está volviendo


cada vez más amigable con el ambiente, por lo que es necesario comprender que
vivir del petróleo no es lo más adecuado, es imprescindible que lo obtenido a través
de la renta dejemos de consumirlo y comencemos a invertirlo en el cultivo adecuado
de nuestras tierras, en colocar en la cima a Venezuela gracias a lo que podemos
llegar a producir y procesar.

En Venezuela, tenemos un alto potencial para dejar de ser un país


monoproductor y convertirnos en la potencia económica que estamos llamados a
ser, inclusive podemos verlo en las exportaciones anuales, donde rubros como urea,
chocolate, camarones, cangrejo azul, manufacturas de hierro y acero, madera,
productos de limpieza, están siendo altamente cotizados por otros países, es decir,
existe una oportunidad real para cambiar nuestra historia, aprovechar las raíces
venezolanas junto con el aprendizaje que nos ha dejado vivir del petróleo durante
tanto tiempo.

Para finalizar, debemos enfatizar que el descubrimiento y aprovechamiento


del petróleo sí ha sido de alto beneficio desde hace muchos años para todos. Sin
embargo, debemos volver a nuestras raíces, para que Venezuela pueda ser una
nación próspera pero no con productos básicos, sino procesados, donde
aprendamos de los errores pasados y logremos tener un futuro donde el petróleo
sea un emblema, pero no el único.
Conclusión

Realizando la investigación para este ensayo hemos aprendido que el


petróleo es un bien natural muy preciado, pero poco aprovechado en el sentido de
la inversión que se pudo hacer para evitar vivir de la renta petrolera.

No podemos continuar siendo netamente consumistas, es necesario que


seamos procesadores de nuestros bienes, de lo que nuestra tierra puede darnos y
nuestras manos pueden crear.

Somos un país rico, marcado por las desigualdades que nosotros mismos
hemos fomentado con los años, ya que lamentablemente, no hemos aprendido lo
suficiente de nuestra historia.
Referencias Bibliográficas

Pietri, A. U. (14 de Julio de 1936). Sembrar el petróleo. Ahora, págs. 1-2.


http://webdelprofesor.ula.ve/economia/ajhurtado/lecturasobligatorias/sembr
ar%20el%20petroleo.pdf

Quintero, R. (1968). La Cultura del Petrólero. Caracas.

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