Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema del mes Ámense los unos a los otros Mes Febrero
Reunión no. 3 Título de la semana Nada nos puede separar del amor de Jesús
Idea central
Cuando recibimos el amor de Jesús en nuestra vida, nada nos aparta de Él.
Introducción
Los padres que aman a sus hijos nunca dejarán de amarlos aun cuando estos se porten mal o
fallen. El padre de la historia del Hijo pródigo es el ejemplo de Dios con nosotros. Muchos nos
apartamos de Él y decidimos seguir nuestro propio camino, sin embargo, el Padre siempre
estará esperándonos para volver a casa y abrazarnos. Su amor no se acaba, porque Él es
paciente y bondadoso. En la historia mencionada, el hijo malgastó todo lo que su padre le
había dado y cuando regresa a casa esperaba ser tratado como un jornalero más, pero su
padre lo abrazó, le puso un vestido nuevo, un calzado, un anillo y le festejó. Dios celebra
cuando Sus hijos vuelven a casa. No hay pecado, decisión o pasado que nos pueda apartar de
Su amor.
Existen seguros médicos y de vida que nos dan la tranquilidad de que si algo nos llega a suceder
tenemos cómo ir al hospital, al doctor o asegurar un futuro financiero para la familia en caso de
que falleciéramos. Para acceder a los beneficios del seguro necesitamos pagar una cuota
mensual, pues de no hacerlo, los perdemos. Este pasaje de Romanos nos muestra la seguridad
del apóstol Pablo al afirmar que nada nos podrá separar del amor de Dios que recibimos por
medio de Cristo Jesús. Sí: Jesús pagó el precio de todas nuestras “cuotas” para que siempre
recibamos las bendiciones de Dios y Su amor. Nada hará que dejes de recibir Sus beneficios.
El amor de Jesús es tan grande y sobrenatural que humanamente no podemos entenderlo con
nuestra razón, pero Pablo oraba para que pudiéramos conocerlo, aunque no pudiéramos
entenderlo. Su amor sobrepasa tiempos, no tiene límites, no es condicionado y es poderoso. Su
amor es tan poderoso que es capaz de hacer más de lo que podemos pedir o imaginar. Ni
siquiera nuestras limitaciones podrían separarnos de recibir Su amor.
• Punto 3 Su amor no tiene fin
El amor nunca deja de ser y Dios es amor. Podemos estar seguros de que el amor del Padre no
se agotará jamás, no tiene fin y es eterno. Su amor todo lo puede, todo lo espera y todo lo
soporta. No tiene envidia, no busca lo Suyo, no se irrita, no se desvanece. Su amor es tan
grande que fue capaz de entregar a Jesús, Su Hijo, para nuestra salvación. Busquemos cada día
el amor de Dios, sabiendo que nada de lo que pueda suceder a nuestro alrededor nos separará
de Él.
Conclusión y aplicación
El amor de Jesús no está condicionado a nuestro estado actual o a nuestro pasado. Su amor no
depende de nosotros, sino de Él, porque nos amó primero. Jesús decidió entregarse en una
cruz porque Su amor por nosotros no tiene límites ni fin.
Llamado y ministración
Cree en el amor de Dios, abre tu corazón a Jesús y haz una oración para que Él nazca en ti:
“Señor Jesús, hoy te abro mi corazón, perdona mis pecados y dame la vida eterna. Hoy recibo
tu amor y te pido que transformes mi vida”.
El Señor nos ha amado con amor eterno y extendió sobre nosotros Su misericordia. Oremos
para que Su amor alcance a todos y sea este un día de salvación y libertad para las personas.
Jesús se entregó como una ofrenda por nosotros. Las ofrendas son poderosas porque
muestran el corazón de aquel que desea honrar y dar gracias a Dios por las bendiciones
recibidas. Una ofrenda es tan poderosa que Jesús mismo fue una, entregada para que
pudiésemos recibir la vida eterna.