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Mónica Silva
Como en toda Europa, las disponibilidades técnicas y prensión de las estructuras góticas, pregonadas por
materiales del siglo XIX abrieron nuevos caminos a Viollet-le-Duc como ejemplos a seguir para el diseño
la arquitectura catalana. Entre ellos, se hizo posible de estructuras metálicas combinadas con elementos
la investigación, por parte de fundidores, constructo- de mampostería. Los Entretiens sur l’architecture
res y arquitectos, en el logro de la estabilidad de es- contribuirían al debate y a nuevas propuestas sobre
beltos componentes metálicos estructurales con los las formas que debía cobrar el hierro para su incorpo-
recursos constructivos propios de la albañilería tradi- ración a la arquitectura. De ahí ejemplos como el tra-
cional. bajo de fin de carrera de Josep Puig i Cadafalch:
El hierro producido industrialmente sería clave
para esta exploración, como también lo sería el ladri- Se proyecta la sombra de Viollet, los Entretiens resuenan
llo a la vista, tradicional y económico, del dominio con fuerza. La elegancia del arco de suspensión de la ca-
tenaria, calculado para distribuir el peso equilibradamen-
técnico de artesanos y base para el diseño de las fa-
te, perfecciona sin embargo el modelo aprendido. En
chadas por parte de los arquitectos del modernismo
otros detalles estructurales encontramos una vez más la
catalán. Unir la estructura metálica y el muro de alba- obsesión por dar forma plástica al hierro, en este caso, el
ñilería, para hacerlos funcionar complementariamen- pequeño dragón que se ha escapado del castillo. (Rodrí-
te, implicaría la racionalización de sus combinacio- guez 1996, 54)
nes, de acuerdo a las posibilidades de los materiales,
hasta configurar ejemplos de integración en sistemas El carácter del proyecto viene dado por la forma y
únicos e indivisibles.1 Muros de albañilería que, ade- los materiales de la estructura, tal como en el Café-
más de otorgar estabilidad a los conjuntos estructura- Restaurante de la Exposición de Barcelona en 1888
les ante los esfuerzos horizontales, llevarían otra im- [el Castillo de los Tres Dragones], obra de Lluís Do-
portante carga, fundamental para la arquitectura del ménech i Montaner construida apenas tres años an-
siglo XIX: la del carácter, relacionado con su función tes. La complementariedad entre estabilidad y carác-
y con el entorno urbano. ter se manifiesta en el proyecto de su discípulo.
Viollet-le-Duc apunta que el hierro es un excelente
material para lograr las condiciones de . . . «estabili-
MATERIALES Y TÉCNICAS EN EL SIGLO XIX dad y espacio por la combinación adoptada; para evi-
DE BARCELONA: LA INFLUENCIA DE VIOLLET-LE-DUC tar contrafuertes y un inútil exceso de material que
llevaría a gastos adicionales». (Viollet-le-Duc,
Entre los arquitectos europeos de fines del siglo XIX, 1863–1872, 2: 38) Entre sus atrevidas propuestas,
habría cantidad de reflexiones dirigidas a la com- enuncia:
896 M. Silva
De particular interés resultan las razones del arqui- Los recursos del metal para su propia estabilidad
tecto para que esa mampostería fuera de ladrillos con
terracota esmaltada como acabado: El primer tipo estructural básico lo conforman los
edificios que logran su estabilidad ante esfuerzos ho-
El arte de fabricación del ladrillo ha sido muy mejorado rizontales mediante enlaces y uniones entre los com-
en tiempos recientes, porqué entonces no disponer en ponentes metálicos, es decir, mediante triangulación,
nuestros edificios públicos las posibilidades que ello im- o elementos de rigidez en ángulo, como tornapuntas
plica? Porqué emplear piedra cuando podríamos hacer o cruces de San Andrés. Entre los edificios del mo-
Estabilidad y carácter complementarios: Estructuras metálicas y albañilería 897
Figura 2
Sala de Asambleas sobre Mercado Cubierto. E.E. Viollet-
le-Duc: (a) Método para apoyar una estructura de mampos-
tería sobre una secuencia de columnas de hierro oblicuas;
(b) Vista de un Mercado cubierto con Sala de asambleas en-
cima; (c) Planta de edificio apoyado sobre una secuencia de
columnas oblicuas. (Viollet-le-Duc [1863–1872] 1987, 2:
63–65)
dernismo no hay casos notables de este tipo, pero si sos de ladrillo o por la trabazón entre esbeltas pare-
de estructuras cuya estabilidad se ha logrado median- des de albañilería, siguiendo la técnica de los muros
te nudos rígidos entre vigas y columnas, o mediante capuchinos. Han podido definirse tres grupos dentro
el empotramiento al suelo de éstas. Esto funciona en del tipo básico, de acuerdo a la disposición de los
edificios bajos y con plantas cuya extensión contri- muros con respecto a los componentes metálicos. Por
buye a la estabilidad del conjunto. El empleo de uno una parte, los edificios con núcleos de albañilería en
u otro recurso causa imágenes distintas, que en la ar- lugares estratégicos de su planta, cuya imagen exte-
quitectura catalana se asocian a usos determinados, rior sería la del hierro, en tanto su componente mura-
generando una interesante coincidencia del tipo es- ria se encontraría en el interior. Pero el recurso más
tructural con el funcional. utilizado a partir de la difusión del uso de columnas
de fundición y jácenas de acero, fue el de las estruc-
turas metálicas que, con o sin apoyos intermedios,
La estabilidad otorgada por nobles muros confían su estabilidad a muros perimetrales.
Otra variación la constituyen los testeros de alba-
El segundo tipo lo constituyen las estructuras metáli- ñilería, que hacen estable a una secuencia de pórticos
cas cuya estabilidad está garantizada por muros grue- o cuchillos metálicos. Entre ellos, hay dos configura-
898 M. Silva
ciones, los testeros de muros gruesos, que aseguran Algunos edificios expresan claramente el tipo es-
su propia estabilidad y la de la estructura metálica tructural en que se han incluido, otros presentan
mediante su corpulencia, y las soluciones con teste- combinaciones de dos o más, es decir, sus diseñado-
ros de cajas murarias, en que la trabazón de las pare- res han recurrido a un sistema de estabilidad y lo han
des es la garantía de estabilidad, por muy alta y es- reforzado mediante un mecanismo alterno. Combina-
belta que sea la estructura. ciones en que es difícil determinar a simple vista las
De los Entretiens surgirían análisis, suposiciones y consecuencias de la supresión de alguno de ellos.
propuestas muy atrevidas, pero ninguna tan clara
como esta, tal vez la que más directamente, por facti-
ble de realizar, entregara Viollet-le-Duc a sus discí- LOS ARQUITECTOS DEL FIN DEL SIGLO XIX CATALÁN
pulos y seguidores. La Sala de Asambleas sobre Y EL CARÁCTER DE LA ARQUITECTURA
Mercado Cubierto ejemplifica de manera clara este
tipo (Viollet-le-Duc [1863–1872] 1987, 2: 65). La Para ilustrar la idea de carácter propia de los acadé-
viabilidad de estructuras metálicas estabilizadas por micos del siglo XIX, resulta oportuno volver la vista
cajas murarias es prácticamente infinita y, sin embar- a las ideas de Quatremère de Quincy, cuando mani-
go, poco empleada entre los arquitectos que estudia- festaba que éste tenía componentes sensoriales, no
ron su obra. lógicos, así como otros racionalizables. El carácter
Algunas de estas opciones fueron metódicamente relativo que describía:
empleadas por los arquitectos del modernismo, otras
apenas ensayadas y algunas simplemente descartadas . . . hará que se pueda explicar claramente el destino o el
o ignoradas. La siguiente tabla resume los tipos deter- uso de cada edificio ligado a aspectos más objetivables y
minados, de acuerdo a lo que destaca como elemento legibles: tipos, formas que estamos acostumbrados a ver,
más importante en el logro de dicha estabilidad. lo que expresa la planta del edificio y su repercusión en
un alzado determinado. (Hereu 1990)
Figura 4
Umbráculo en el Parque de la Ciudadela. Josep Fontsere i Mestres, 1883: (a) El testero desde el interior; (b) Los tensores
desde el porticado a la viga en el testero
nadas a la estructura metálica, el rol estabilizador del Otra combinación de los tipos estructurales defini-
testero está casi a la par de su rol representativo. La dos es la Fábrica Mañach de Josep Maria Jujol. La foto
viga en celosía inserta en el mismo, absorbe la ten- de su construcción muestra uniones empotradas que,
sión de los arcos metálicos, mientras los tensores en sin duda, serían suficientes para asegurar la estabilidad
la primera crujía de cada extremo, de las primeras
cuatro columnas al testero, hacen estable toda la se-
cuencia de pórticos. Las vigas en las fachadas latera-
les contribuyen al arriostramiento de esta secuencia y
a contener la tensión de los arcos.
Lluís Muncunill, experimentando con naves cu-
biertas por bóvedas de rasilla plana con jácenas o
tensores de acero que permitieran ampliarlas en todo
lo posible, logró la configuración de una imagen para
las naves industriales de Terrassa que llegó a conver-
tir en su marca personal [Vapor Aymerich, Amat i
Jover, 1907; Sociedad General de Electricidad, 1908;
Fábrica Font, 1908].4 Una excepción en su propuesta
tipológica es el Taller Gibert y Junyent, en cuya es-
tructura metálica las columnas armadas, con sencillas
juntas aseguradas con unas pocas tuercas a los cuchi-
llos de la cubierta, encuentran estabilidad horizontal
en el muro que las rodea.
A pesar de las comprobadas posibilidades del sis-
tema mixto resultante de la aplicación de tensores a
las bóvedas de ladrillo, Muncunill lo encuentra sólo
adecuado a naves industriales, pues interfieren con la
«visión monumental» del edificio, «por ser muy difí-
cil armonizar tirantes vistos en obras decorativas».
(Muncunill citado en Freixa 1996, 54) Este difícil
asunto de carácter había sido solucionado por Domé- Figura 5
nech i Montaner con tensores ocultos en los pabello- Taller Gibert y Junyent, Terrassa. Lluís Muncunill, 1907–
nes del Hospital de Sant Pau. 1908. (Feixa 1996, 37)
Estabilidad y carácter complementarios: Estructuras metálicas y albañilería 901
Figura 7
Mercado del Clot, Barcelona. Pere Falqués i Urpí, 1889: (a) El testero y los contrafuertes laterales; (b) Los cuchillos para-
bólicos en el interior
902 M. Silva
Figura 8
Mercado en la Plaza de la Unión, Barcelona. Pere Falqués i
Urpí, 1887. (Rovira i Roura 1999, 3: 890)
Figura 10
Central Catalana de Electricidad, Barcelona. Pere Falqués i
Urpí, 1896–1897. (Fochs y otros 1982, 117)
Figura 12
Café-Restaurante de la Exposición, Barcelona. Lluís Domé-
nech i Montaner, 1888. (Paricio 1985, 48)
4. La experimentación de algunos arquitectos con tensores Corredor-Matheos, J. y J.M. Montaner. 1984. Arquitectura
de acero tendría su origen en las cubiertas de alfarería industrial a Catalunya del 1732 al 1929. Barcelona: Cai-
como opción ante el riego de incendios, pues éstas per- xa de Barcelona.
miten suprimir buena parte de los componentes metáli- Doménech i Roura, Pedro. 1945. A propósito de Viollet-le-
cos de la arquitectura industrial, entre los cuales vale Duc. En Cuadernos de Arquitectura, 4: 3–13. Barcelona:
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