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JOSE: Al igual que muchas otras expresiones artísticas del Perú, el festejo está cargado de

historia, pasión y orgullo. Esta danza tiene su origen en el siglo XVII, gracias a los africanos llegados
al país, que no dudaron en compartir sus ritmos con los habitantes peruanos de entonces. Lo que
hoy conocemos como festejo es un ritmo alegre que se desarrolla a manera de desafío o cortejo.
Es sumamente interesante.

En su primera etapa servía de acompañamiento a las narraciones de africanos acerca de todo tipo
de desventuras o logros: amor, costumbres, dolor o sufrimiento. Estas exploraciones de voz y
cuerpo se realizaban juntamente con instrumentos de percusión como el cajón peruano, las
congas, el bongó y la quijada de burro.
DAMIAN:

Una vez que el festejo se independiza de las narraciones, evoluciona a un baile lleno de energía; de
esos que hacen querer bailar o mover las caderas. Los pasos son variados, pero suelen ser una
combinación de movimientos en el mismo lugar, y luego desplazamientos ágiles, coquetos y
fuertes. El apoyo suele estar en la punta de los pies, para dar pequeños saltos y giros veloces. Los
contoneos de cadera hacen eco en los brazos. En el caso de las chicas, el movimiento de faldas es
parte orgánica de la danza.

En la actualidad, el festejo y la música de origen afro en nuestro país es aplaudida y celebrada.


Artistas como Lucila Campos, Caitro Soto, Bartola, Eva Ayllón, Arturo “Zambo” Cavero y otros han
dejado huella, no solo en el aporte cultural de su comunidad, sino también en el Perú.

También se considera la gastronomía, la cuál es muy variada, los platos más conocidos son la tuca,
chanfainita, carapulcra, anticuchos, el chinchiví y los picarones. A continuación, se presentará un
video sobre la preparación de los anticuchos….

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