Hace mucho tiempo, los hombres comenzaron a

destruirse entre sí. Tal era la maldad entre todos, que

Dios, enfadado, decidió acabar con esa generación. Con
todos, menos con una familia que creía buena y justa.
Era la familia de Noé, un hombre muy noble que a pesar
del mal que reinaba alrededor, había criado a unos hijos
a imagen y semejanza suya, con grandes valores.

Dios decidió mandar sobre la Tierra un gran diluvio.

Llovería durante tantos días y con tanta fuerza, que los
mares crecerían y toda la Tierra quedaría inundada. Los
hombres y animales se ahogarían. Y, para evitar que la
familia de Noé muriera, y que los animales se
extinguieran, encargó a Noé una delicada e

futuro
importantísima misión. Construir un gran arca donde
Noe y su familia se refugiarian y meteria a dos pares de
animales de cada especie. Y llego el diluvio la familia
de Noé tuvo que esperar 40 días y 40 noches para volver
a ver brillar el sol en el cielo. A los 150 días del inicio del
diluvio, el arca por fin se asentó en una montaña: el
monte Ararat (en Turquía). Al fin allí, los animales se
fueron y la familia de Noé construyó de nuevo unas
viviendas. Dios prometio a no volver a provocar un
diluvio así nunca más:

– Cada vez que mande nubes sobre la Tierra- dijo- haré

túnica de colores. Los hermanos ya estaban resentidos con él debido a

especial: Dios le revelaba a través de sueños cosas que sucederían en el

vino a aumentar el rencor en ellos. Como si fuera poco, José tenía un don
que José le contaba a su padre las cosas malas que ellos hacían. La túnica
que aparezca un arco de colores (el arcoíris) para

su padre. Cuando José tenía diecisiete años de edad su padre le regaló una
José era uno de los doce hijos de Jacob y, según dice la Biblia, el favorito de
recordar este pacto entre nosotros.
 En una ocasión, los hermanos de José estaban en otro lugar apacentando las
ovejas. Jacob, el papá, envió a José a ver si sus hermanos y el rebaño estaban
bien. Cuando los hermanos vieron a José el soñador - como le llamaban - de
lejos, vestido con su túnica de colores, comenzaron a tramar un plan. ¡Querían
deshacerse de él (Génesis 37:12-36)!. Vendieron a Jose a unos mercaderes
madianitas y fue llevado como esclavo a Egipto. Los hermanos tomaron la
túnica de colores de José y la empaparon con sangre de cabrito. Al llegar a
casa le hicieron creer a su papá, Jacob, que José había muerto devorado por
un animal salvaje. Jose llego a Egipto y aunque paso muchas tribulaciones el
decidio ser fiel a Dios y por eso Dios le bendijo poniendolo como gobernador
de Egipto , el segundo al mando.