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SEAMOS PUROS
presidente Ezra Taft Benson
Presidente de la Iglesia
Durante los últimos años se han creado en la Iglesia muchos medios para
ayudarnos. Se han publicado ediciones nuevas de las Escrituras: ¿Sacamos provecho
de ellas? Hay mas templos cerca de una cantidad mayor de miembros: ¿Vamos con
mas frecuencia a la casa del Señor? Se creó el programa dominical integrado: ¿Nos
beneficiamos al tener mas tiempo para pasar con nuestra familia? Se publicó un
manual especial para la noche de hogar: ¿Lo usamos? Acaba de salir un nuevo
himnario: ¿Cantamos mas cantos del corazón? (D. y C. 25:12.) Y la lista puede seguir.
Hemos recibido mucha ayuda. Ya no necesitamos cambios en los programas, ahora lo
que necesitamos es cambios en la gente.
Recordamos a nuestro querido presidente Kimball por muchos consejos valiosos,
entre los que se encuentra la exhortación de que alargáramos el paso.
Necesitábamos esa guía porque el Libro de Mormón nos advierte sobre una de las
tácticas del adversario en los últimos días: "Y a otros pacificará y los adormecerá con
seguridad carnal, de modo que dirán: Todo va bien en Sión; si, Sión prospera, todo va
bien. Y así el diablo engaña sus almas, y los conduce astutamente al infierno." (2 Nefi
28:21.)
Hay muchos pasajes en el Libro de Mormón que hablan de despertar, como el
siguiente:
" ¡Oh que despertaseis; que despertaseis de ese profundo sueños sí, del sueño
del infierno . . . Despertad . . . ceñíos con la armadura de la justicia. Sacudíos de las
cadenas con las cuales estáis sujetos, y salid de la obscuridad, y levantaos del
polvo."(2 Nefi 1:13,23.)
En general, parece que podemos sobrevivir con mas facilidad la persecución que
la paz y la prosperidad.
La plaga de esta generación es el pecado de la inmoralidad sexual. El profeta José
Smith dijo que esto seria la causa de mas tentaciones, mas golpes y mas dificultades
para los élderes de Israel que cualquier otra cosa.
El presidente Joseph F. Smith dijo que la impureza sexual seria uno de los tres
peligros que amenazarían la Iglesia desde adentro y así es. Nuestra sociedad esta
saturada de esto.
El Libro de Mormón coloca la falta de castidad en una categoría apenas por
debajo del asesinato (Alma 39:5).
Alma declara: "Hijos míos quisiera que te arrepintieses y abandonases tus
pecados y no te dejases llevar mas por las concupiscencias de tus ojos, . . . porque a
menos que hagas esto de ningún modo podrás heredar el reino de Dios" (Alma 39:9)
Si hemos de limpiar el interior del vaso debemos abandonar la inmoralidad y ser
puros.
Si no leemos el Libro de Mormón y prestamos oídos a sus enseñanzas, el Señor ha
declarado en la sección 84 de Doctrina y Convenios que toda la Iglesia esta bajo
condenación:
Conferencia General Abril 1986
"Y esta condenación pesa sobre los hijos de Sión, sí, todos ellos; y permanecerán
bajo esta condenación hasta que se arrepientan y recuerden el nuevo convenio, a
saber, el Libro de Mormón y los mandamientos anteriores que les he dado, no sólo
de hablar, sino de obrar de acuerdo con lo que he escrito" (vers. 56. 57)
Ahora no solo debemos hablar mas sobre el Libro de Mormón sino que tenemos
que poner en practica lo que dice. ¿Por que'? El Señor responde: "A fin de que
puedan traer frutos dignos para el reino de su Padre; de lo contrario. queda por
derramarse un castigo y juicio sobre los hijos de Sión" (vers. 58). Y ya hemos sentido
este castigo.
El profeta José Smith dijo que "el Libro de Mormón era el mas correcto de todos
los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría
mas a Dios por seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro" (Enseñanzas del
profeta José Smith. págs. 233-234). El Libro de Mormón no ha sido, ni es hoy en día,
la base de nuestro estudio, de lo que enseñamos a nuestra familia, de nuestra
predicación. ni de la obra misional. De esto tenemos que arrepentirnos .
No conozco otro hombre que haya sido mas fiel al Libro de Mormón que el
presidente Marion G. Romney. En un discurso durante una conferencia general,
declaró que el Libro de Mormón era la publicación mas eficaz que teníamos en la
obra misional. y también cito lo que dice en Doctrina y Convenios, que . . . el Libro de
Mormón y las santas Escrituras de mi proceden para vuestra instrucción . . . ' (D. y C.
33: 16), y que '. . . los élderes, presbíteros y maestros de esta iglesia enseñarán los
principios de mi evangelio que se encuentran en la Biblia y el Libro de Mormón . . ."
(D. y C. 42:12). Dijo que es obvio que a menos que leamos, estudiemos y aprendamos
los principios que se encuentran en el Libro de Mormón, nosotros, los élderes,
presbíteros y maestros de esta Iglesia. no podemos cumplir con este mandato de
enseñar en cuanto a ellos.
"Pero hay otra razón por la que debemos leerlo". continua el presidente Romney,
'porque al hacerlo llenaremos nuestra mente y la refrescaremos con un flujo
constante del 'agua' que Jesús dijo que tendríamos en nuestro interior, . . . una
fuente de agua que salió para vida eterna' (Juan 4: 14) . Debemos obtener una fuente
de esa agua para poder resistir el mal y retener las bendiciones de haber nacido otra
vez.
". . . Para lograr evitar los males del mundo, debemos seguir una senda en la que
a diario se nutra nuestra mente y nos mantenga cerca de lo espiritual. Y la mejor
forma de lograr esto es leer el Libro de Mormón . . ."
Entonces finaliza: "Por lo tanto, mis amados hermanos y hermanas, y amigos en
todas partes, os aconsejo que forméis el habito de leer unos minutos el Libro de
Mormón todos los días de vuestra vida.
"Estoy seguro de que si en nuestros hogares los padres leen el Libro de Mormón
regularmente entre ellos y con sus hijos, y oran al respecto, el espíritu de este libro
tendrá una gran influencia sobre los que allí viven. El espíritu de reverencia
Conferencia General Abril 1986
Cristo logró la perfección porque se puso en segundo plano; pidió que se hiciera
la voluntad del Padre y no la suya.
El orgulloso se caracteriza por preguntarse "¿Que quiero hacer con mi vida?" en
lugar de preguntar ¿Que desea Dios que haga con mi vida? Es tratar de hacer la
voluntad propia en lugar de la de Dios. Es temerles a los hombres mas que a Dios.
El humilde responde al saber la voluntad de Dios, teme su castigo y desea
complacer a los que lo rodean. Al orgulloso le halaga la adulación del mundo, al
humilde le satisface la aprobación del cielo.
Se dice que el orgulloso no se contenta con tener algo, sino únicamente con tener
mas que los demás. El Señor dijo de un hermano: "No estoy bien complacido con el,
porque pretende sobresalir, y no es suficientemente manso delante de mi" (D. y C.
58:41).
Los dos grupos que en el Libro de Mormón parecen tener mas dificultad con el
orgullo son "los instruidos y los ricos" (2 Nefi 28:15). Pero la palabra de Dios puede
abatir el orgullo (Alma 4:19).
El orgullo acarrea muchas maldiciones; en cambio, son muchas las bendiciones de
la humildad. Por ejemplo, se nos dice: "Se humilde; y el Señor tu Dios te llevara de la
mano y dará respuesta a tus oraciones" (D. y C. 112: 10). El humilde será bendecido y
fortalecido desde lo alto, y recibirá conocimiento (D. y C. I :28). El Señor es
"misericordioso con aquellos que . . . confiesan [sus pecados] con corazones
humildes" (D. y C. 61 :2). La humildad puede aplacar la ira de Dios (Hel . I 1:11)
Mis amados hermanos y hermanas. a medida que limpiemos el interior del vaso,
tendrán que verificarse cambios en nuestra propia vida, en la de nuestra familia y en
la Iglesia. Los orgullosos no tratan de cambiar para ser mejores, sino que buscan
excusas para justificar su manera de ser. Para arrepentirse es necesario cambiar, y
para cambiar se necesita ser humilde. Pero todos podemos lograrlo. Estoy seguro de
ello.
Hemos progresado muchísimo en el pasado, y alargaremos nuestro paso en el
futuro; pero para hacerlo, primero tenemos que limpiar el interior del vaso siendo
moralmente limpios, utilizando el Libro de Mormón de tal manera que Dios nos libre
de la condenación y, finalmente, venciendo el orgullo por medio de la humildad.
Podemos lograrlo. Yo se que podemos. Ruego que sea así para todos nosotros.
Que Dios os bendiga por todo el bien que habéis hecho y el que llevareis a cabo. Dejo
mis bendiciones con vosotros, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.