UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO.”

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA DE MINAS

TALLER DE LIDERAZGO Y TRABAJO EN EQUIPO

EL MITO DEL LIDERAZGO POLÍTICO – ANA DE MOLINA
EQUIPO 06

INTEGRANTES:

• ARANDA LEDESMA JOSÉ SAUL

• CHACON BRICEÑO FERNANDO JESÚS
• MENDOZA SANDOVAL BERNARDO (COORDINADOR)
• MUDARRA SEGURA MILDER JESÚS
• PICHEN CHUQUIRUNA CIELO SOFÍA
• VARGAS PAREDES JENIFER

DOCENTE:

LIC. ALIAGA LOYOLA LUIS JAVIER

HUAMACHUCO – PERÚ

2023
SEMESTRE ACADÉMICO 2023 – I

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ÍNDICE DE CONTENIDO

ÍNDICE DE CONTENIDO ______________________________________________ 2

INTRODUCCIÓN _____________________________________________________ 3

LA PERCEPCIÓN DE DEMOCRACIA ___________________________________ 3

¿LA DEMOCRACIA ESTÁ EN CRISIS? __________________________________ 4

LA PERSPECTIVA DE LA REGIÓN EN OPINIÓN DE LOS “LÍDERES

LATINOAMERICANOS” _______________________________________________ 5

EL RETO A SOLVENTAR ______________________________________________ 6

LO QUE CONSIDERAMOS COMO LIDERAZGO POLÍTICO ________________ 7

¿SON POSIBLES LOS ANTI-LIDERAZGOS? _____________________________ 8

¿ES EL PODER UNA CONDICIÓN PARA EL LIDERAZGO? ________________ 9

HACIA UN LIDERAZGO POLÍTICO ____________________________________ 10

EL LIDERAZGO POLÍTICO Y EL TEMA DE LOS VALORES _______________ 13

PASAR A LA ACCIÓN ________________________________________________ 14

CONCLUSIONES ____________________________________________________ 14

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INTRODUCCIÓN

La democracia no sólo consiste en realizar elecciones. Se vincula también con la

ciudadanía democrática, que se sustenta en la ampliación de los derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales. Sin embargo, la palabra democracia ha
perdido todo significado, y quizá es una de las palabras más tergiversadas, asociada
además a liderazgo, a un liderazgo político. Es necesario descubrir la esencia del
significado de un líder y ante esta pregunta pueden surgir variadas respuestas en especial
porque “el hombre busca respuestas y encuentra preguntas”. En general, las capacidades
que se asocian a un líder son en primer lugar, olfato poco común para rastrear y husmear
por dónde discurren los anhelos y ansiedades del pueblo. En segundo lugar cuentan con
una habilidad excepcional para comunicar, captar y retener la atención, para provocar y
mantener altos los ánimos. En tercer lugar, un talento para influir en las conductas y
formas de pensar de los dirigidos. En cuarto lugar, una fuerza descomunal, una osadía sin
igual para movilizar a las masas que le siguen. Pero en realidad ¿esto caracteriza a un
líder? El ensayo tratará de demostrar que no sólo esto define a un líder, a un líder político.
El presente informe tiene por objetivo brindar un resumen general del mito del liderazgo
político. Además, pretende interiorizar, lograr una interpelación propia para reflexionar y
descubrir que el liderazgo es algo interior, que se construye, que se cultiva y crece con la
persona. En cada uno puede haber un líder y en algunos, un líder político.

LA PERCEPCIÓN DE DEMOCRACIA

La democracia es una inmensa experiencia humana, no está inventada, pero ante todo no
debe ser un proceso de instrumentación. Está ligada a la búsqueda histórica de libertad,
justicia y progreso material y espiritual. Quizá por ello se considera una experiencia
permanentemente inconclusa. En ocasiones motiva a la lucha por el poder. “Pero la
democracia como proceso es una construcción permanente, tal parece, un tanto incierta.
Pero sus posibilidades también dependen de lo que nosotros hagamos. Incluso, aunque
no podamos contar con impulsos benignos que la favorezcan, no somos meras víctimas
de fuerzas ciegas sobre las que no tenemos ningún control. Con una adecuada
comprensión de lo que exige la democracia y la voluntad de satisfacer sus requerimientos,

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podemos actuar para satisfacer las ideas y prácticas democráticas y, aún más, avanzar en
ellas”. El ejercicio de la democracia es una afirmación de la soberanía de una nación, se
requiere de un marco democrático que le devuelva a la noción mermada de soberanía su
sentido político prístino: no hay nación soberana en el concierto internacional si no es
soberana en el orden nacional, es decir, si no respeta los derechos políticos y culturales
de la población concebida no como simple número sino como compleja calidad, no como
cantidad de habitantes sino como calidad de ciudadanos.

Por lo tanto, la democracia no sólo es un valor en sí mismo sino un elemento esencial

para lograr el desarrollo humano, ya que es el escenario donde la política y la economía
pueden conjugarse para generar condiciones más equitativas y aumentar las opciones de
las personas. Pero para ello es necesario preguntarse si la capacidad de pensar, actividad
diferencial, también en la posmodernidad, va a estar a la altura de las circunstancias. Las
ideas son el motor que cambia el mundo, por ello el componente humano del
“management” explica la diferencia entre sociedad de la información y sociedad del
saber, en donde el factor humano es esencial para pensar y actuar, para brindar soluciones
y ejecutar políticas.

¿LA DEMOCRACIA ESTÁ EN CRISIS?

Latinoamérica puede ser caracterizada como una región con abundantes leyes, aunque no
por la observancia en su aplicación. Sin embargo, también debe reconocerse que la región,
en el plano de la evolución democrática y en la dinámica económica y social, vive una
etapa de cambios. Un avance en apoyo a la democracia es que aumentó la participación
civil y los tradicionales riesgos de insubordinación militar se contrajeron, lo que
contribuye a la disminución de las amenazas a la democracia como régimen, no obstante,
prevalece una debilidad institucional en la estructura de los partidos políticos los que no
logran canalizar y por lo tanto responder a las demandas ciudadanas.

Esto provoca una llamada urgente a trabajar por el fortalecimiento institucional de la

estructura partidaria, dado que existe la necesidad de reconocer que la región vive un
momento de inflexión y crisis, lo que conlleva también a valorizar la aplicación de la
política como generadora de opciones para promover el fortalecimiento de la ciudadanía
a través de la generación de espacios de participación y la creación de opciones para la

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realización de nuevos proyectos colectivos. Pero además existen problemas con los
poderes fácticos. Estos son percibidos como factores que condicionan la capacidad de los
gobiernos para dar respuestas a la ciudadanía.

LA PERSPECTIVA DE LA REGIÓN EN OPINIÓN DE LOS “LÍDERES

LATINOAMERICANOS”

Resulta interesante conocer la apreciación de quienes ejercen funciones de “liderazgo” en

América Latina,16 se trata de actores protagónicos de la vida política, económica, social
y cultural de la región, considerados líderes políticos que detentan o detentaron el poder
en su máximo nivel institucional, protagonistas sociales en un amplio espectro que
incluye líderes sindicales, empresarios, académicos, periodistas, religiosos y dirigentes
de movimientos u organizaciones sociales, así como miembros de las Fuerzas Armadas.

A ellos se les hace una consulta, el 51% de los consultados son políticos, 11% empresarios
y un 14% intelectuales. Las otras categorías son sindicalistas (7%), periodistas (6%),
líderes de la sociedad civil (7%), religiosos (2.5%) y militares (1.5%). Al ser
seleccionados todos fueron considerados “líderes”.
El resultado de la consulta muestra que hay coincidencia en que más participación a través
de los partidos políticos es saludable para la democracia, identificándose como los
principales problemas para fortalecerla, como un asunto de primer orden, la reforma
política y los problemas institucionales vinculados especialmente con el tema partidario,
la necesidad de combatir la inequidad y aumentar la participación, preocupaciones como
la necesidad de fortalecer la educación en general, no sólo en lo referente a su acceso sino
a su calidad, además de fortalecer la educación para la democracia y el tema de las
políticas económicas y la necesidad de luchar contra la corrupción.
La ronda de consultas permite enunciar algunas conclusiones sobre las opiniones
predominantes entre los “líderes latinoamericanos” en torno al desarrollo y la democracia
en la región. Se encontraron dos importantes desafíos de la democracia latinoamericana:
1- Según los consultados, un primer desafío de la democracia latinoamericana es
encontrar soluciones políticas a sus problemas políticos. Esto supone buscar nuevas
maneras de canalizar la participación, el control, la gestión de agendas y la construcción
de acuerdos políticos, en el marco de una situación caracterizada por una creciente

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“globalización de las influencias” y una “transnacionalización de los problemas”. En

parte, éste es un problema universal, pero adquiere matices específicos en América
Latina.
2- Un segundo desafío de la democracia latinoamericana es encontrar soluciones a la
desigualdad, la pobreza y la actual imposibilidad de acceso de gran parte de la población
a los niveles de bienestar necesarios para el pleno ejercicio de los derechos. En el pasado,
estos lamentables problemas fueron esgrimidos como razón para justificar la búsqueda de
caminos alternativos a la democracia.

Hoy son tomados como los grandes desafíos que la propia democracia debe resolver.

EL RETO A SOLVENTAR

El texto habla sobre el desafío de fortalecer la democracia y la importancia de la política

en la toma de decisiones de la sociedad. Se menciona que la política debe ser valorada en
igual medida que la economía para lograr un desarrollo exitoso. En la década actual, la
relación entre la política y la economía en los países latinoamericanos ha cambiado, y la
elección de un candidato presidencial puede tener un impacto significativo en las
expectativas económicas de los mercados emergentes de la región.
Se enfatiza que minimizar o debilitar al Estado es perjudicial para la democracia y el
desarrollo. Se argumenta que se necesita un Estado fuerte para garantizar los derechos y
la universalidad de los mismos. Aunque la globalización económica está transformando
las condiciones en las que el Estado ejerce su poder, esto no implica necesariamente una
disminución del poder estatal.
Se destaca la importancia de ampliar la ciudadanía y promover una cultura ciudadana,
pero se advierte que esto puede generar escepticismo y desconfianza si no se abordan
adecuadamente. Es fundamental desarrollar políticas que ofrezcan opciones y generen
poder democrático a través de la aglutinación de voluntades.
Se menciona la necesidad de reformar las instituciones y modernizar el Estado, pero se
señala que esto solo será posible con una amplia participación ciudadana. La participación
social y un equilibrio adecuado entre gobernabilidad y representación son elementos

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clave para fortalecer la legitimidad de las instituciones y lograr un mayor desarrollo

democrático.
En América Latina, se destaca la existencia de una relación entre democracia, pobreza y
desigualdad. Aunque la región tiene regímenes democráticos, sigue siendo pobre y
altamente desigual. Se menciona que la región tiene los niveles de desigualdad más altos
del mundo.
El texto concluye destacando que avanzar en el fortalecimiento de la democracia requiere
voluntad política, actores comprometidos y la responsabilidad compartida de los
ciudadanos. Aunque se han logrado avances en América Latina, aún queda mucho por
hacer en términos de gobernabilidad democrática y participación equitativa,
especialmente de aquellos sectores excluidos de la sociedad. Esto requerirá un verdadero
liderazgo político.

LO QUE CONSIDERAMOS COMO LIDERAZGO POLÍTICO

El tema trata sobre el liderazgo político y la necesidad de contar con líderes capaces de
enfrentar los desafíos y responder a las necesidades de la población. Aunque se suele
afirmar que existe una falta de liderazgo político, es importante entender y definir
correctamente qué es un líder político y qué características debe tener. El ensayo
menciona que el liderazgo político se da en el contexto de esquemas institucionales
democráticos y se basa en la capacidad de influencia, movilización voluntaria de
seguidores, propuesta de una visión integradora y conducción hacia objetivos socialmente
útiles.
El ensayo también destaca algunas condiciones que un líder político debe reunir en el
contexto actual, como habilidades de comunicación, toma de decisiones, forja de
relaciones, sensibilidad cultural, resolución de conflictos, superación de la ambigüedad y
conocimientos técnicos.
Se menciona que la denominación de “líder político” no siempre se corresponde con las
características clásicas de liderazgo, y se hace necesario ampliar el concepto para
adaptarlo a la realidad contemporánea. Se discuten diferentes enfoques teóricos sobre el
liderazgo político, como el liderazgo innovador, y se mencionan variables que influyen
en la formación de un líder político, como las características personales, las circunstancias
políticas y sociales, los condicionamientos y las necesidades políticas.

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Además, se aborda la importancia del partido político al que pertenece el líder y su

relación con los medios de comunicación. Se menciona que el liderazgo político se ejerce
dentro de los límites del Estado y los partidos políticos, pero también se reconoce que no
todo liderazgo político se limita a la conquista del poder estatal.
Finalmente, se mencionan los tres tipos de dominación legítima propuestos por Max
Weber: dominación legal, dominación tradicional y dominación carismática. Se destaca
que el liderazgo político contemporáneo se basa principalmente en la dominación legal y
carismática, y se enfatiza la importancia de las cualidades personales del líder en la
generación de adhesión efectiva.
En resumen, el ensayo aborda el tema del liderazgo político, su importancia en la sociedad
contemporánea y las características que un líder político debe tener. Se discuten diferentes
enfoques teóricos y variables que influyen en la formación de un líder político, así como
la relación del líder con el partido político y los medios de comunicación. También se
mencionan los tipos de dominación legítima propuestos por Weber y su relevancia en el
liderazgo político actual.

¿SON POSIBLES LOS ANTI-LIDERAZGOS?

Álvarez de Mon interpela sobre lo que en realidad Se puede considerar líderes políticos.
Son considerados líderes los que modificaron sustancialmente las sociedades que les
tocaron vivir, hay algunas capacidades inherentes a ese ejercicio singular de liderazgo.
Según ciencia política del análisis sociológico, estas figuras públicas tienen la categoría
de líder político. La palabra líder se asocia a una interpretación elitista. Pero ¿es posible
considerar que todos pueden ser líderes, o es el liderazgo algo que se construye? Ante esta
interrogante Álvarez de Mon afirma “el liderazgo no es un gen”.. Desde la aparición de
El Príncipe, de Maquiavelo, la palabra líder arrastra una fuerte connotación oportunista
que aconseja modificar opiniones y criterios según el interlocutor que se tenga que
afrontar. Es indudable que esta obra ha tenido una gran influencia en la dirigencia del
mundo. La regla de oro de esta escuela es la adaptabilidad a un entorno que dirige y
ordena sus palabras y actos, lo que puede ser una fuerte tentación en el ambiente político.
También con buen ánimo puede surgir la versión paternalista del liderazgo, que lejos de
favorecer, puede impedir o retrasar la llegada a la madurez de los dirigidos. El liderazgo
es un desafío que nos obliga a todos. Como indica Heiftz, el liderazgo tiene lugar todos

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los días. Es la capacidad de influir y movilizar a la comunidad para que ésta afronte sus
problemas. Es por ello conveniente compartir lo que escribe en El Hombre Cooperativo.
Pero ante el análisis del binomio estímulo-respuesta, el ser humano responde a estímulos
fatales y superficiales. Por ello Álvarez de Mon sentencia: ¡Qué tramposa facilidad e
inmediatez generan los líderes que trabajan en la epidermis del problema social!,
Necesidades insatisfechas y el discurso de nuevo en lugar de afrontar la dura realidad.
Como expresa Heifetz “en lugar de afrontar la dura realidad, Hitler vendió ilusiones de
grandeza. Una cualidad atribuida a los caudillos y líderes que en cierta medida explica su
influencia y dominio sobre los demás, que es el carisma. Por ello los cautivados por ese
poder mágico del jefe carismático le rinden culto a su personalidad. El silencio, el hacerse
el distraído es una forma de hacer política, por ello los apolíticos no deben engañarse al
pensar que no hacen política, ya que practican la política del poder establecido. En The
Art of the Impossible, Havel se reafirma en uno de sus postulados esenciales: “la
obediencia a la autoridad, llevada a sus últimos extremos, es la mejor contribución al
totalitarismo”. Pero también la indiferencia, el “querer estar en paz” se torna en un
acomodamiento ciudadano que evita enfrentarse a abordar las soluciones a los verdaderos
problemas del país y de la comunidad, lo que es aprovechado por otros con discursos
superficiales y demagogos que están lejos de ser políticos.

¿ES EL PODER UNA CONDICIÓN PARA EL LIDERAZGO?

Diferentes estudios vinculan incluso como condición para ejercer el liderazgo, la

búsqueda de poder, inclusive lo relacionan con autoridad como elementos condicionantes
para brindar legitimidad al liderazgo. “Por sí mismo, el poder no es ni bueno ni malo:
sólo adquiere sentido por la decisión de quien lo usa. “El poder requiere personalidades
fuertes, libres y humildes que sean capaces de sustraerse a sus trampas y vanidades.
Siguiendo a Álvarez de Mon: “La autoridad no significa necesariamente ausencia de
poder, el uso de poder tiene que ver mucho con la forma de ejercerlo, su uso correcto
legitima la autoridad personal de quien lo ejerce. Por el contrario, el uso incorrecto del
poder socava y erosiona la luminaria de la autoridad que más tarde que nunca se irá
apagando. Una forma incorrecta del uso del poder conlleva a una interpretación personal
de la administración de justicia. José Luis Vega Carballo52, citando a Max Weber, indica

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que el poder se refiere a la relación social en la cual se produce la probabilidad de que un

actor social imponga su voluntad, incluso a pesar de cualquier resistencia, sobre otro
actor. Así, todo líder requiere poder para ejercer su liderazgo, con lo cual se establece que
la búsqueda del poder es una condición natural al ejercicio del liderazgo. Núñez explica
que este enfoque tipifica al poder con un carácter más bien fáctico, dado por la fuerza o
capacidad de influencia que tiene quien lo detenta, mientras que la autoridad se identifica
con la entrega de un mandato. El liderazgo está dado no sólo por la autoridad conferida
sino por el poder efectivo que el líder pueda ejercer. “El respeto inconsciente hacia la
autoridad es el más grande enemigo de la verdad”. Esta denuncia de Einstein tiene que
ver con la inconciencia y el “robotismo” impropio de seres humanos libres, dotados de
razón, de criterio. Esta despersonalización inconsciente y sumisa de personas que
renuncian a su singularidad, engendra y conduce a la movilización de la masa,
protagonista del totalitarismo. El poder, el afán de dominar, verdadera obsesión de los
débiles. MacGregor Burns habla del proceso por el cual los líderes inducen y animan a
los seguidores. La relación que les une no tiene únicamente como base el poder, sino se
sustenta en la reciprocidad mutua de las verdaderas necesidades que han de ser atendidas.
De nuevo el factor tiempo será un indicador para saber hasta dónde esa necesidad es
atendida, hasta dónde fue una necesidad real o artificial, hasta dónde el impacto no sólo
es de corto plazo, sino de mediano y largo plazo. Luego de su gestión como dirigente, el
bienestar y la situación social y personal de los dirigidos se habrá mejorado o deteriorado,
lo que de ser percibido como algo positivo, generará autoridad y legitimidad del líder ante
los dirigidos. El poder es la capacidad formal para tomar decisiones vinculadas a un
puesto de trabajo específico. Sucede en las diferentes profesiones, pero el poder está
vinculado a una relación jerárquica y desigual. En tanto, la “autoridad es el prestigio del
saber públicamente reconocido”.

HACIA UN LIDERAZGO POLÍTICO

Es preciso introducirse a una nueva perspectiva del liderazgo que además conduzca a la
aproximación de una interpretación de liderazgo político. Conviene traer acá las palabras
de un pensador cuyo compromiso personal le llevó a la política, Havel: “El pragmatismo
de los políticos que quieren ganar las siguientes elecciones, para los cuales la más alta

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autoridad es, por tanto, el deseo y el capricho de una sociedad consumista más bien
deteriorada, hace imposible que estas personas sean conscientes de la dimensión moral,
metafísica y a menudo trágica de sus propios programas. A esto surge el comentario de
Álvarez de Mon, “la comunicación, por ejemplo, es una herramienta potente y valiosa,
presente en todo tipo de liderazgos. Lo importante es discernir si se utiliza para el bien
común o se convierte en arma peligrosa y tramposa. Es bueno retomar la idea que “el
líder no nace, se hace”. Está en descubrirse a sí mismo, en lograr que cada persona sea
ella misma, quien quiera que sea, sin esperar la magia de alguien que posiblemente lo que
hará es aprovechar las carencias humanas para sacar el provecho propio. El ser humano
si bien tiene sus propios límites también tiene la infinidad de su dignidad. “Si a los líderes
sociales se les reclama que sean respetuosos de valores temporales y universales a la
condición humana, parece lógico solicitar el mismo respeto y delicadeza a cualquier
persona en la gestión de su propia existencia”.61 En cada persona hay un líder potencial,
lo importante está en descubrir lo mejor de sí mismo.
Un líder de verdad viene a ser “el poeta que sabe llamar con voz potente lo bueno que
late en el corazón del hombre”. Álvarez de Mon, indica que “si se me pidiera una palabra
o proyecto que sea capaz de resumir la esencia y alma de lo que para mí es liderar, ésta
es educación. El líder es un pedagogo popular que imparte sus lecciones en el aula magna
de la vida”. Gardner en su importante obra Leadnig Minds: sintetiza en la palabra
influencia su vivir y actuar, e indica que son “individuos que influyen significativamente
en los pensamientos, comportamientos y/o sentimientos de otros.
El tomar decisiones y asumir compromisos nobles por una causa representa un “costo
político” que siempre desgasta y tiene riesgos. Ante la disyuntiva de decidir, la persona
evalúa a priori las consecuencias que se pueden derivar a posteriori. En el ámbito político
y debido a la trascendencia de una decisión, muchas veces con magnitud nacional, existe
el temor a equivocarse, pero especialmente, a que las consecuencias sean muy distintas a
las esperadas, con el consecuente “costo político” que resta “popularidad” a la decisión y
en consecuencia a quién haya tomado esta determinación. Viene entonces la indecisión,
la ambigüedad, el quietismo intelectual impropio de un ser vivo y dinámico catalogado
como líder. Toda decisión es un salto”. Muchas veces se tiene temor a actuar en libertad,
porque en realidad lo que se desea eludir es la libertad. La libertad significa

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responsabilidad, dominio de la voluntad, gobernarse a sí mismo, pero si no se es capaz de

esto, tampoco habrá posibilidad de gobernar a los demás. Si la libertad se descubre a
fondo, entonces el hombre es instado a sacar de sí todo lo que es, es instado a despertarse.
En el mundo actual, ante la vorágine de ideas de culto al cuerpo, la inteligencia, la
eficacia, la productividad, el poder, conviene también enaltecer la significancia de los
valores, la justicia, la honestidad, el amor, la libertad, la amistad, la lealtad, la bonhomía
de un corazón noble –todo lo que aún no termina de ser vivido y sentido-. Está en ello la
grandeza de la dignidad de la persona. “No concibo la grandeza que no conviva con la
bondad y la generosidad.73 Dentro de la maquinaria política debe también prevalecer esta
visión, entendiendo que la misma debe ser una maquinaria de líderes.
Una característica propia del liderazgo es su prescindibilidad. El verdadero líder desea y
trabaja por su prescindibilidad, en ese romper dependencias y ataduras esclavizantes
estriba el encanto y grandeza de su misión.
Enmarcado el concepto de liderazgo como proceso cambiante, plural y normal,
Álvarez de Mon plantea tres dimensiones:

 En el primer nivel, obvio, fundamental y base del resto del edificio, el líder ha de
ser una persona intelectualmente sólida, profesionalmente capaz, que gobierna
arropado por la influencia del saber, desde la autoridad y magistratura de las ideas.
Los mejores profesionales serán los que sufran un déficit de excelencia que golpea
y salpica a todos

 La segunda dimensión o estancia, la de las habilidades requeridas para coordinar

y aunar el esfuerzo de equipos humanos. En esta imaginaria sala amplia y
espaciosa se necesita para poderse entender y disfrutar de la tertulia franca y
amena, una permanente disposición para dialogar, para inquirir nuevos datos y
opiniones, para escucharlas con atención y cortesía.
 La tercera dimensión es aquella en la que el líder se sienta a sus anchas, se
encuentra consigo mismo y con el mundo, y piensa e idea proyectos y empresas
que incluyen a todos.

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EL LIDERAZGO POLÍTICO Y EL TEMA DE LOS VALORES

El liderazgo político y los valores éticos y morales son elementos fundamentales en el

mundo actualmente globalizado. Existe una discrepancia entre los discursos políticos que
enfatizan la ética y el respeto a la persona, y la falta de compromiso real en su aplicación.
Los valores democráticos, como la libertad, la justicia, la solidaridad y la paz, suenan
atractivos durante las campañas electorales, pero se ven comprometidos por intereses
contrarios al bien común, tanto en la política nacional como internacional.
Se destaca la falta de convicciones personales en los líderes transaccionales, aquellos que
se adaptan a las demandas de sus seguidores y evitan tomar decisiones impopulares. Es
crucial que los líderes políticos tengan convicciones sólidas que les sirvan como guía en
su accionar. Además, se resalta la importancia de la autoestima en la coordinación y
dirección de personas.
Un ejemplo destacado de liderazgo basado en convicciones es Mahatma Gandhi. Se narra
un incidente en el que Gandhi lamenta la muerte de dos policías británicos durante una
manifestación hindú, a pesar de la represión sufrida por su pueblo. Este episodio resalta
su firmeza en la defensa de la vida humana y su filosofía de no violencia, la cual no cede
en la lucha por la independencia de la India.
Se enfatiza la coherencia entre los pensamientos, palabras y acciones de Gandhi, así como
su unidad de vida. Su ejemplo convincente de una vida moralmente superior le permitió
reunir un poderoso séquito humano. Personalidades como Einstein elogiaron su liderazgo
moral y su capacidad para promover relaciones humanas positivas.
En resumen, es crucial establecer bases éticas y morales en nuestra convivencia en un
mundo globalizado. Se destaca la necesidad de líderes políticos con convicciones firmes,
utilizando el ejemplo de Gandhi como modelo de compromiso y coherencia. Su liderazgo
moral es elogiado por su defensa de la vida humana y su impacto en la sociedad. Y
también hay que señalar la importancia de líderes políticos auténticos y valientes que
desafíen la corrupción moral, defiendan principios y valores, y se comprometan con el
bien común y la educación en valores. Se resalta la importancia de la moralidad en la
política y la necesidad de líderes guiados por principios sólidos, actuando con integridad
y autenticidad. Estos líderes deben tener la valentía de desafiar las convenciones y trabajar
para lograr un cambio positivo en la sociedad.

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PASAR A LA ACCIÓN

A pesar de los avances alcanzados, nuestra sociedad se encuentra frente a múltiples

desafíos. Aunque se han realizado estudios diagnósticos y se han asumido compromisos
en documentos, aún persiste la falta de una gestión efectiva de políticas públicas
sostenibles y la debilidad financiera del Estado para invertir en el desarrollo social. Es
imprescindible fortalecer el sistema de justicia, reforzar las instituciones y garantizar la
seguridad democrática. Además, es fundamental abordar de manera integral la seguridad
ciudadana, combatiendo la violencia y la impunidad.
Es crucial fortalecer el Estado de Derecho y reconocer los derechos de los pueblos
indígenas, combatir el racismo, la exclusión y la desigualdad extrema. También se
necesitan estrategias inclusivas de desarrollo y promover la unidad en la diversidad.
El liderazgo político es esencial para consolidar los logros de la democratización y llevar
a cabo políticas públicas integrales y eficientes. Los líderes no solo señalan qué hacer,
sino que se comprometen con el cómo. Son agentes de cambio comprometidos con el
bien común.
Es fundamental identificar correctamente los problemas para encontrar soluciones
adecuadas. A menudo, el miedo a abordar problemas estructurales dificulta la búsqueda
de soluciones efectivas. Sin embargo, los líderes políticos resisten las prácticas repetitivas
y buscan cambiar el sistema para beneficiar a la sociedad.
Los partidos políticos deben liderar el Estado democráticamente con un compromiso real
de buscar el bien común de manera sostenible. La capacidad de relacionarse con las
personas y la disposición para cambiar las cosas son evaluaciones clave para un político.
El liderazgo político se entiende como un proceso dinámico de dirección, no busca
perpetuarse en el poder y requiere superar obstáculos mentales. Es necesario
comprometerse a actuar y cambiar el mundo. La acción es fundamental para conocerse a
uno mismo y enfrentar los desafíos con valentía y determinación.

CONCLUSIONES

1. La democracia es fundamental para lograr el desarrollo humano, ya que combina

la política y la economía para generar condiciones equitativas y aumentar las
opciones de las personas.

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2. La democracia se apoya en la participación ciudadana y busca combatir la

desigualdad y la pobreza, privilegiando a los sectores más vulnerables y
fomentando el diálogo inclusivo.
3. Existe la necesidad de encontrar soluciones políticas a los problemas políticos,
canalizando la participación ciudadana, la gestión de agendas y la construcción de
acuerdos, en un contexto de globalización de influencias y problemas
transnacionales.
4. La democracia debe abordar desafíos como la desigualdad, la pobreza y el acceso
limitado al bienestar para resolverlos internamente y fortalecerse como sistema
político.
5. Es fundamental contar con líderes políticos comprometidos, capaces de
implementar políticas públicas eficientes y sostenibles, reconocer los derechos de
los pueblos indígenas, luchar contra el racismo y promover la igualdad de
oportunidades.

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