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Qué es ser root en un teléfono con Android

Seguro que has escuchado esto alguna vez, ser root, o tener el teléfono rooteado.
Pero… ¿Esto qué es exactamente? Te contamos todo como va y para qué sirve.
Empezaremos poco a poco, contamos de dónde viene y el por qué hacerlo y qué te
aporta, todo de forma resumida para que no sea una información demasiado densa. .

¿Qué es ser root en Android?


Empezaremos por el nombre, root es cómo se dice raíz en inglés. ¿Por qué raíz? Pues
porque lo que te permite ser root es acceder al directorio raíz, que es el directorio dónde
está instalado todo el sistema operativo en los sistemas operativo basados en Unix.
Unix es un sistema operativo que fue desarrollado en 1969 y que serviría como base
para Linux, que es el sistema operativo que sirve de base para miles de dispositivos y
sistemas operativos. Estos sistemas operativos son los llamados basados en Unix o Unix-
like en inglés. Algunos ejemplos de estos sistemas podrían ser Mac OS, Chrome OS, el
propio Linux como hemos dicho o, evidentemente, Android.
Pues bien, sabiendo esto ahora sabemos que ser root o usuario root es poder
acceder al directorio raíz, por lo que podemos acceder a cualquier parte del sistema
operativo, es por ello que también se le da el nombre de superusuario (e incluso en algunos
casos admin o administrador).

Ser root. ¿Qué nos permite?


Ser root nos permite tener los permisos suficientes para ejecutar cualquier comando
en el sistema operativo, es decir, que es estás capacitada para modificar a tu gusto el
sistema operativo (dicho a grandes rasgos).
Por lo que mucha gente utiliza es «poder» para cambiar eliminar aplicaciones que
nos vienen instaladas en el sistema operativo y que no se pueden borrar y no usamos
(imagina, por ejemplo, borrar la app de calculadora). También se usa para poder usar
Android sin necesidad de estar controlados por Google, usarlo para poder acceder a todo
el sistema y hacer una copia de seguridad también es un uso común. En general, la lista de
opciones es larga, pero para lo que más se usa es para cambiar el software y para los
módulos Xposed.
Aplicaciones de ser root

Como hemos dicho, para lo que más se usa ser root en Android es para cambiar el
software (el Sistema Operativo generalmente) y para usar los módulos Xposed. Te
contamos qué es cada cosa.

Cambiar tu sistema operativo


Pero… ¿No somos tan fans de Android? ¿Para qué querríamos cambiar nuestro
sistema operativo? Bien, aquí es donde entran las Custom ROMs. Las Custom ROMs son
sistemas operativos basados en Android con todas sus ventajas, pero que aporta algo
distinto o nuevo (Algo parecido a lo que hace Xiaomi, para que nos entendamos).
LineageOS, Pixel Experience o Resurrection Remix OS son ejemplos de ROMs
populares que se basan en algo muy parecido a lo que es el Android puro de los Pixel, pero
con más capacidad de personalización, más opciones y utilidades y, en muchas ocasiones,
con más vida útil en lo que a rendimiento y actualizaciones se refiere.
Por eso mucha gente se decanta por LineageOS u otras ROMs: para poder dejar el
sistema exactamente como le gusta.
Módulos Xposed
Cuando hablamos de más posibilidades de personalización, va de la mano de los
módulos Xposed. Los módulos Xposed permiten modificar hasta lo más remoto del sistema.
Se llaman módulos porque afectan a una parte del sistema y añaden funciones u opciones
nuevas a esa característica del sistema.
Solo están disponibles si eres root, y las opciones son infinitas. Generalmente esto
es gracias a la comunidad, y es que hay desarrolladores que se dedican a hacer módulos
para el disfrute de otros usuarios.
Esto básicamente es lo que es ser root en Android y lo que nos aporta. Si tienes más
dudas sobre cómo funciona, déjalo en comentarios e intentaremos ayudarte.
¿Qué es Xposed Framework? Estas son sus ventajas e
inconvenientes

Si tienes un dispositivo Android puedes usarlo tal y como viene, o modificar sus
características y funciones. El primer paso quizá sea hacer root; otros pasos posibles son
desbloquear el bootloader e instalar un custom recovery, una custom ROM, etcétera. Otro
interesante paso, para la personalización de nuestro teléfono inteligente, es instalar Xposed
Framework. Pero ¿qué es esto, y cómo funciona?
Xposed es un ‘entorno’ instalable en Android que permite la aplicación de add-ons o
módulos en una ROM. Está planteado para que los usuarios no tengan que instalar una
nueva ROM completa en sus dispositivos, o flashear archivos para conseguir determinadas
características. Sencillamente, contando con Xposed Frameworks, se instalan módulos que
modifican el comportamiento del dispositivo y añaden funciones o características. Algo que
se puede hacer sobre una custom ROM o sobre Android Stock, igual que sobre versiones
personalizadas por fabricantes.

Así funciona Xposed Framework en móviles Android


Teniendo Xposed Framework instalado en el dispositivo, aplicar modulos implica
llevar a cabo modificaciones sobre el sistema, pero desde el mismo sistema. Es decir, sin
pasar por el flasheo a través de un custom recovery. Y esto, aunque supone una ventaja en
sí mismo por la sencillez para aplicar modificaciones importantes y añadir nuevas funciones,
es también el origen de sus problemas. En algunos casos, puede generar conflictos con
Google SafetyNet que desencadenan en que algunas apps no funcionen correctamente. Se
han registrado problemas con Google Pay, Pokémon GO y Netflix, entre algunas otras.

Xposed Framework ha perdido adeptos precisamente por esto; y en su lugar ha


cobrado relevancia Magisk. ¿Por qué? Porque resuelve los problemas con ROMs de
Samsung y otros fabricantes, y también los conflictos con Google SafetyNet. Y esto es
porque, en lugar de hacer modificaciones sobre la partición del sistema, Magisk trabaja
directamente sobre la partición de arranque del dispositivo evitando importantes
problemas de funcionamiento.
El mayor paso que se ha dado, en este sentido, es integrar Xposed Framework como
‘módulo’ de Magisk. De este modo, los usuarios pueden hacer uso de Xposed Framework
en sus teléfonos inteligentes, igual que hacían anteriormente, pero sin sufrir los problemas
de Google SafetyNet porque los cambios correspondientes se aplican sobre la partición de
arranque, según el funcionamiento habitual de la herramienta Magisk. En cualquier caso, los
usuarios necesitan contar con permisos root en su dispositivo móvil y un custom recovery
que permita flashear los archivos de Magisk en la memoria del dispositivo.
¿Qué es Magisk? Sus ventajas y diferencias frente a
Xposed Framework

Los usuarios de Android llevan mucho tiempo disfrutando de Xposed Framework,


una herramienta que permite hacer modificaciones sobre el sistema y desde el mismo, a
través de la instalación de módulos. Pero este framework tiene algunos problemas que han
sido resueltos por Magisk, que en esencia es exactamente lo mismo. Sus diferencias son,
precisamente, sus ventajas frente a Xposed.
Magisk permite la instalación de módulos, que sirven para añadir características y
funciones al dispositivo. Son, en esencia, modificaciones sobre el sistema que no se
‘flashean’ desde el custom recovery, sino que se instalan desde Magisk Manager, la utilidad
específica de gestión. Es también un framework, como Xposed, pero funcione de manera
diferente. Ha surgido como alternativa, precisamente para resolver los principales
problemas que provocaba esta herramienta anterior.

Cuáles son las principales diferencias de Magisk frente a Xposed


Framework
Aunque es igualmente un framework, y sirve para hacer modificaciones del sistema,
Magisk trabaja sobre la partición de arranque. Así que, aunque modifica el comportamiento
del sistema, no modifica los ficheros del mismo. De este modo, ni el dispositivo –y su
sistema operativo- ni las demás apps pueden detectar los cambios. Así que no hay
problemas con Google SafetyNet, ni apps que dejan de funcionar como Netflix, Pokémon
GO y Google Pay. Además, a nivel funcional es idéntico a Xposed Framework, en tanto que
el propio Xposed se puede instalar como módulo para Magisk.

Magisk es una de las herramientas clave en el entorno root. Con esta utilidad
podemos instalar Dolby Atmos en dispositivos de manera extraoficial, para mejorar la
calidad del sonido, y hacer otras interesantes modificaciones como, por ejemplo, cambiar
los emojis. También es posible instalar aplicaciones avanzadas para ahorrar batería, o
instalar apps de terceros como si fueran aplicaciones del sistema. La cantidad de
modificaciones que permite Magisk es realmente amplia.
En cuanto a la instalación de Magisk, el único requisito imprescindible, más allá de
tener una versión de Android reciente, es contar con un custom recovery para el flasheo de
su fichero .zip; o bien, como alternativa, se puede descargar Magisk Manager y llevar a cabo
la instalación desde la propia aplicación. También hay una alternativa algo más compleja que
consiste en modificar de forma manual los archivos de arranque del dispositivo y volcarlos
a la memoria del terminal para que funcione exactamente del mismo modo que si hubiera
sido flasheado con un menú de recuperación personalizado, como TWRP.
Android, el sistema operativo móvil de Google, es más completo de lo que muchos
usuarios conocen. Lo normal es pulsar el botón de encendido, activar el móvil y usarlo. Pero
detrás de todo esto hay piezas de software fundamentales como el kernel o, por ejemplo,
el modo recovery. Este menú de recuperación, o menu recovery es un modo de arranque
especial, disponible a través del bootloader.
Aunque no deberían darse, Android está preparado para afrontar fallos críticos
sobre el sistema. Desde sus inicios, y por la fuerte influencia de GNU/Linux, el sistema
operativo móvil de Google cuenta con el modo recovery como herramienta avanzada para
la recuperación del sistema. Pero ¿qué es exactamente, y en qué casos se puede utilizar?

El modo recovery es, en realidad, una partición del sistema con propiedades de
arranque. Funciona en paralelo al sistema operativo Android y en el almacenamiento
reservado para el sistema es independiente de las particiones boot/kernel y root/system.
Por eso, este entorno ligero y seguro cuenta incluso con su propio kernel. Está desarrollado
para resolver fallos y errores críticos en el sistema operativo Android.
Es decir, es una partición de emergencia que, como su propio nombre indica, está
desarrollada para reparar un dispositivo en términos de software. Si el sistema operativo se
daña, o incluso el sistema de arranque del mismo, el modo recovery debería ser capaz de
solucionar este tipo de problemas. O al menos, de darnos acceso al dispositivo, desde un
ordenador, hasta tal punto en que podamos solucionar los problemas.

El modo recovery de Android, como comentábamos, es un entorno realmente


sencillo y ligero, además de seguro por su independencia respecto a los archivos del
sistema. Y tiene funciones clave como la aplicación de actualizaciones de software o las
opciones de hard reset. Este menú recovery suelen personalizarlo los fabricantes de
teléfonos inteligentes; sin embargo, hay opciones de personalización más profundas que se
denominan custom recovery.
Un custom recovery no es el modo recovery convencional del sistema operativo
Android, sino una versión modificada. Cuentan con más funciones y herramientas como,
por ejemplo, la opción de flashear archivos sobre las particiones del sistema operativo
Android a través de una tarjeta micro SD. Mientras que el modo recovery es una función
‘nativa’ de Android, un custom recovery entra dentro de las herramientas de la scene de
Android, para fines muy distintos. Si quieres ir más allá, revisa cómo instalar un custom
recovery.
Aunque conocido como hard reset, esta función es exactamente lo mismo que el
restablecimiento de fábrica en teléfonos inteligentes. Pero ¿qué quiere decir esto?
Sencillamente, devolver el teléfono inteligente al mismo estado que si lo estuviéramos
estrenado, a nivel de software. Por lo tanto, con el hard reset se borra absolutamente toda
la información que haya generado el usuario en el dispositivo, y de manera definitiva.
El hard reset, o restablecimiento de fábrica, consiste en la eliminación de datos del
dispositivo para dejarlo como salido de fábrica. Por lo tanto, al llevarlo a cabo estaremos
borrando las aplicaciones, los archivos descargados, las fotografías y, en definitiva,
absolutamente todo aquello que no sea el sistema operativo y sus aplicaciones.

Desde nuestro propio dispositivo Android lo podemos ejecutar, y de manera sencilla.


Solo tenemos que acceder al menú de Ajustes, y dentro del mismo desplazarnos al apartado
Copia de seguridad. Cuando estemos aquí, entre las diferentes opciones posibles
tendremos que escoger Restablecer datos de fábrica. Y cuando lo hagamos, el dispositivo
nos solicitará la verificación de la acción que vamos a llevar a cabo por motivos de
seguridad. Por tanto, únicamente tenemos que confirmar pulsando sobre Restablecer
dispositivo y, a partir de aquí, dejar que todo lo que haya almacenado en su memoria se
borre por completo.

El restablecimiento de fábrica afecta única y exclusivamente a la memoria interna


del dispositivo. Esto quiere decir que, si tenemos algún tipo de dato almacenado en la tarjeta
micro SD, y lo queremos borrar, tendremos que hacerlo de forma independiente. Si
tenemos un lector de tarjetas micro SD, el formateo de la misma podemos hacerlo en el
ordenador exactamente igual que haríamos para formatear un USB en Windows 10 El
proceso es exactamente el mismo, pero con un lector de tarjetas micro SD y la tarjeta en
cuestión conectada a él.
Este proceso, el hard reset, es el que deberíamos llevar a cabo cuando, por ejemplo,
queramos vender nuestro móvil. No obstante, hay que tener en cuenta que incluso en
dispositivos formateados es posible recuperar datos borrados. Por eso, lo más
recomendable es que apliquemos cifrado al sistema de archivos del dispositivo desde las
opciones de configuración de seguridad del mismo. Así, aunque traten de recuperar
archivos borrados, no podrán encontrar absolutamente nada aprovechable una vez que
hayamos hecho un hard reset en Android.
Android cuenta con un modo recovery de fábrica, personalizado en ocasiones por
los fabricantes, pero además permite la instalación de un custom recovery. Es decir, un
menú de recuperación personalizado por terceros para contar en nuestros dispositivos
móviles con funciones y opciones especiales. Esto entra dentro de lo denominado scene de
Android. Y TWRP Recovery es un custom recovery, pero además es uno de los más
conocidos y utilizados.
Como custom recovery que es TWRP, va más allá de un recovery nativo con
funciones especiales para los usuarios de Android. Tiene una interfaz diferenciada, más
completa y enfocada a la facilidad de uso. Además, permite el control táctil. Estos dos
aspectos son diferencias clave con respecto a la mayoría de los modos recovery nativos.
Pero si navegamos entre las opciones que ofrece, entonces comprenderemos mucho
mejor qué es y para qué sirve.

TWRP cuenta con la opción Install, que permite flashear archivos .ZIP. Esto es lo que
habilita la opción de instalar MODs, ROMs y custom kernels, así como aplicaciones
empaquetadas. Ofrece también la opción Backup, orientada a hacer fácil y rápidamente
copias de seguridad de la memoria NAND. Y cuenta también con la opción Mount, que es la
que da acceso a las diferentes particiones –cuando existen- para poder escoger cuál
queremos montar en cada momento. Algo que, por ejemplo, nos permite hacer un dual boot
con dos versiones del sistema operativo Android en el mismo teléfono inteligente.

Además de las anteriores, TWRP ofrece la opción Advanced con ajustes adicionales
como el administrador de archivos, la opción de controlar MODs MultiROM, hacer
respaldos del registro de actividad y acceder a la consola de comandos ADB. Y sin acceder
a esta sección tenemos Wipe para hacer un restablecimiento de fábrica o hard reset y
limpiar la memoria caché y Dalvik, Restore para restaurar una copia de seguridad de la
NAND, Settings para configurar el custom recovery y Reboot para hacer un reinicio del
teléfono inteligente.
Si te interesan este tipo de opciones avanzadas en tu teléfono inteligente Android, o
en tu tableta, deberías revisar el tutorial sobre cómo instalar un custom recovery. Es lo que
te permitirá, por ejemplo, instalar LineageOS para tener más opciones de personalización o
actualizar tu dispositivo a una versión de Android más actual. Incluso cuando el fabricante
haya dejado de prestar soporte al dispositivo.
Los que os estéis acostumbrados a instalar Custom ROMs en vuestro teléfono,
también estaréis familiarizados con el término Custom Recovery, pero si no es así, os
contamos lo qué es y cómo instalar uno.
La explicación sobre qué es va a ser breve, puesto que lo importante es cómo
instalarlo, pero es sobretodo para que no os perdáis nada.

Primero de todo tendremos que saber qué es el modo Recovery. El modo Recovery
de Android es una alternativa al método habitual de arranque de Android, y que sirve para
poder recuperar el arranque en caso de tener problemas con el sistema operativo.
Lo que pasa es que el modo Recovery predeterminado de Android ofrece pocas
opciones así que para los que quieren cambiar el sistema operativo, lo mejor es cambiar el
modo Recovery para poder arrancar con ese nuevo sistema operativo. Para eso existe el
Custom Recovery, para poder instalar nuevas ROMs en tu teléfono, entre otras cosas como
copias de seguridad, etc.
Esto es un explicación muy resumida y rápida, pero se entiende lo que es.
Ahora sí, vamos a la parte importante, ¿cómo instalar un Custom Recovery? Lo
primero de todo es saber qué necesitamos.
Para instalar un Custom Recovery necesitaremos lo siguiente:

• Un teléfono Android rooteado.


• Un cable USB.
• Drivers USB.
• Android SDK (Android Studio).

Lo primero de todo será instalar los drivers del modelo concreto de tu teléfono en tu
ordenador para que reconozca tu dispositivo sin ningún problema y así poder trabajar de
forma más cómoda. Podrás encontrarlas en la mayoría de página webs oficiales de vuestro
fabricante, suele haber un apartado de «Descargas» donde se encuentran.

Ahora tienes que elegir una Custom Recovery. Puedes elegir el Recovery que
quieras, pero las más famosas son ROM Manager de ClockWorkMod y TWRP. Puedes
buscar en sus respectivas páginas oficiales si tienes soporte para tu teléfono, tienes que
mirarlo bien y descargarlo en función de ello.
Una vez descargado lo primero que tenemos que hacer es poner tu teléfono en
modo depuración USB dirigiéndote a Ajustes > Acerca del teléfono, allí pulsamos el número
de compilación hasta que actives las opciones de desarrollador, que serán unas siete veces
aproximadamente.
Una vez activadas las Opciones de desarrollador entramos dentro de ellas. Allí
encontraremos la opción de Depuración USB.
Ahora tendremos que buscar el software que tenemos que usar según nuestro
fabricante, puesto que cada uno usa uno diferente. Podrás encontrar toda la información
en foros como XDA Developers. Pero simplemente tendremos que instalar nuestro Custom
Recovery flasheándolo a través del software intermediario.
Si no, siempre puedes hacerlo desde la app oficial de TWRP con tu teléfono rooteado.
En la ‘scene de Android’ hay una serie de conceptos clave que los usuarios deben
conocer. Y más allá del root hay muchas tareas que se pueden llevar a cabo. Entre ellas, y
siempre ligada a cuestiones más importantes, está el Wipe. Que por su traducción directa
al castellano sería un barrido. Pero, siendo más precisos, es un formateo del sistema de
almacenamiento. Exactamente lo mismo que el hard reset, aunque se suele llevar a cabo
desde otro lugar.
Hay varios conceptos para exactamente lo mismo: wipe, hard reset, factory reset…
Todos ellos, en realidad, consisten en la eliminación de los archivos generados por el
usuario. Es decir, un formateo del sistema de almacenamiento, pero no al completo.
Únicamente de lo relativo al usuario, lo que significa que al hacer un wipe se eliminan del
dispositivo todos los archivos como fotografías, documentos, música, vídeos, etcétera.
Pero también se borran la configuración, las cuentas y las aplicaciones. El resultado de esto
no es más que devolver el teléfono inteligente, en términos de almacenamiento interno, a
su estado de fábrica. Porque la tarjeta micro SD no se toca.
Si has oído hablar del wipe, o lo has leído en alguna parte, habrá sido en relación al
custom recovery. Esta es la forma que tienen de designar, los menús de recuperación
personalizados, al hard reset. En los Ajustes del dispositivo, sin embargo, es un
restablecimiento de los ajustes de fábrica. Y dentro del custom recovery es una función
clave, puesto que será un paso esencial –hacer wipe o hard reset- cuando llevemos a cabo
el flasheo de determinados archivos sobre la partición del sistema.

El wipe puede ser completo o selectivo, incluyendo o no la memoria caché, por


ejemplo. Y es necesario en algunas instalaciones, como comentábamos anteriormente,
porque en caso de no llevarlo a cabo se pueden quedar archivos residuales que provoquen
algún tipo de conflicto o de incompatibilidad.
Para poder hacer un wipe completo, en realidad, podemos seguir exactamente el
mismo procedimiento que seguiríamos para hacer un hard reset desde los ajustes del
teléfono inteligente. No obstante, lo habitual es hacerlo desde el custom recovery. Y no para
vender nuestro teléfono inteligente e impedir que recuperen nuestros datos, por ejemplo,
sino para proceder en el flasheo de una custom ROM, por ejemplo, o de las Google Apps
cuando ya tenemos recién instalada una ROM personalizada.
El término Backup, como casi cualquier otro en este entorno, viene del inglés. Y en
nuestro idioma se traduce como respaldo, o más bien como copia de seguridad. Y como su
propio nombre indica, es una copia del sistema –que puede ser completa o parcial- y sirve,
efectivamente, para tener la seguridad de que no perdemos información importante. Ahora
bien, hay muchos aspectos a tener en cuenta en los Backup.
Un Backup se puede llevar a cabo a varios niveles; el más frecuente es a nivel de
usuario, tomando para este copia información tal como los ajustes, la personalización, las
aplicaciones e información de las mismas. En este tipo de Backup se incluyen los contactos,
las fotografías o los archivos personales, entre otros. Sin embargo, se puede hacer un
Backup a nivel de sistema con herramientas como un custom recovery. En este caso, lo que
se copian son archivos del sistema que condicionan su funcionamiento, y la copia de
seguridad se lleva a cabo para poder restablecer el normal funcionamiento del dispositivo
en caso de brickeo.
A nivel de sistema es recomendable hacer un Backup cuando vayamos a modificar
archivos relativos al arranque, o al sistema operativo. Sin embargo, a nivel usuario es
recomendable hacer una copia de seguridad periódica de nuestros archivos personales
para no perderlos si el dispositivo se rompe o pierde, por ejemplo. Si nos robasen nuestro
teléfono inteligente, esta copia de seguridad serviría para mantener nuestros datos a salvo
y poder restaurarlos en un nuevo teléfono inteligente.

No obstante, la copia de seguridad también se puede almacenar de forma local –que


tiene bastante poco sentido-, en un medio de almacenamiento ajeno al dispositivo –que
tiene más sentido- o en la nube. La segunda es la opción ideal, porque el almacenamiento
en la nube podría, en alguna circunstancia, comprometer nuestra seguridad y privacidad.
No obstante, estos Backups suelen almacenarse con un cifrado potente para evitar
problemas.
El Backup, por tanto, es una función –por así decirlo- crucial para mantener seguros
archivos importantes. Ya pueden ser de carácter personal, como decíamos, o bien a nivel
de funcionamiento de nuestro dispositivo. Esto último afectará únicamente a los usuarios
avanzados que se atrevan a hacer modificaciones importantes sobre los archivos del
dispositivo alojados en la partición del sistema.

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